«En esto del feminismo occidental hay mucho ‘maternalismo'»


WebIslam.com
El escritor Agustín Pániker explicó ayer el funcionamiento de la sociedad de castas en la India y desmontó la imagen que Occidente mantiene sobre el resto del mundo
Opinión – 27/09/2010 8:55 – Autor: M. E. V. – Fuente: diariodemallorca.com
Agustín Pániker y Joan Pons, ayer en el Club Diario de Mallorca.  FOTO: B. RAMON<br />
Agustín Pániker y Joan Pons, ayer en el Club Diario de Mallorca. FOTO: B. RAMON

Agustín Pániker (Barcelona, 1959) es un descolonizador. Que se entienda el término: lo que el escritor pretende es desarmar a Occidente de los clichés y tópicos que maneja con la India, y, por ende, con todo Oriente. La conferencia sobre las castas indias que pronunció ayer en el club de opinión de este diario fue un granito más de su proyecto personal, materializado en libros como El jainismo e Índika. «Es normal tener estereotipos, pero es terapéutico que salgan a la luz, que los analicemos. Y eso sólo puede hacerse a partir del conocimiento y estudiando al otro», asegura el hijo del filósofo Salvador Pániker.

Occidente piensa que va por delante del resto del mundo, afirma el editor de Kairós, «porque tiene una idea muy determinada del progreso, del éxito social». «Vamos por un zoco de Marrakech y pensamos que estamos en la Edad Media. ¿Por qué lo vemos así? Como hemos colonizado el mundo, comprobamos que nuestros valores se confirman. Pero eso es una trampa, ¿cómo no van a confirmarse si el mundo entero es nuestro?». Esa estrechez de miras es cuestionada con tesón por el escritor.

Dibujado este panorama por Pániker, surge una pregunta: ¿es que no hay unos valores más buenos que otros en el mundo? El pensador insiste en que ése no es el objeto de su estudio y que, por las cosas que dice, a veces le han acusado de «relativista cultural», «una inculpación que siempre nos hacen a los que denunciamos el paradigma vigente». Así, Pániker no renuncia a los valores básicos, a los derechos humanos, pero cree que no hay un único modelo para encararlos. Algo que ejemplifica con el significado de la palabra «libertad». «En la India este vocablo se refiere más a algo así como ´yo no estoy condicionado por mis acciones o mis deseos´. Es una libertad más interna y menos social que la nuestra», explica.
La existencia de las razas se lleva otro dardo de Pániker. «Es un concepto más político que científico. Se lo inventó un médico francés a finales del siglo XVII.

Antes, Aristóteles hablaba de genes, pero en un sentido mucho más social que biológico. En el siglo XVIII, el de la Europa liberal, la noción tomó fuerza, y comenzó el expolio de muchos países con la excusa de que nos necesitaban para organizarse porque iban muy atrasados. Y así seguimos hasta ahora, cuando las guerras se declaran enarbolando la bandera de la democracia», declara.
En la sociedad india, explica Pániker, existen los intocables (18% de la población) –entiéndase el término de forma peyorativa–, «los ladrones, los sucios y los promiscuos, que vienen a ser los gitanos en nuestra sociedad», que sufrirán la expulsión de Francia. «Sarkozy los echa porque dice que roban y delinquen, pero no se puede expulsar a un colectivo entero de un país. Si son europeos como nosotros, que vayan a la cárcel y punto. Pero lo que me parece más grave es que los dirigentes políticos tomen estas decisiones porque en el ambiente se nota que cuentan con la aprobación de la ciudadanía y que con ello puedan conseguir votos», apunta.

A pesar de este retrato más bien catastrofista, Pániker es «optimista»: «Si Occidente tiene una cosa buena, ésa es la capacidad de autocrítica, nos preocupan nuestros defectos, algo muy positivo para buscar soluciones», añade.

Acerca de la prohibición del burka en espacios públicos, el escritor detecta un error como punto de partida: «El debate se centra en ellas, pero a ellas nadie les ha dado voz. Habla el estado laico francés y algunas comunidades autónomas españolas, hablan los maridos, pero a la mujer musulmana nadie le pregunta nada», observa. El escritor cree que las mujeres del primer mundo extienden sus problemas a los de todas las mujeres del mundo. Cuando hay muchos matices.

«Las feministas en general quieren cargarse la dote de las mujeres indias, pero muchas de ellas ya son contrarias a que ésta desaparezca porque es un dinero que la familia les da y que si no tuvieran su situación económica sería aún mucho más dura. El problema quizás no sea la dote en sí, sino la implantación también de la sociedad de consumo en la India. Lo que quiero decir es que no debemos destruir las otras culturas. Y que debemos intentar dar alas a las feministas locales. Porque en esto del feminismo occidental hay mucho ´maternalismo´», advierte.

(Tomado de webislam.com)

Alemania aumentará hasta los 30 años el plazo de prescripción del delito de abusos sexuales


El Gobierno de Merkel anuncia un paquete de medidas para proteger a las víctimas y prevenir los casos de pederastia.- La Iglesia pagará los gastos terapéuticos de las personas que sufrieron abusos en instituciones católicas

LAURA LUCCHINI – Berlín – 30/09/2010

Prescripción civil del delito de abuso sexual a los 30 años, 36 millones de euros en proyectos de prevención y la promesa de llegar a un acuerdo acerca de las indemnizaciones a las víctimas por los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica en Alemania. Con estas cartas el Gobierno del país ha vuelto hoy al contraataque en la lucha contra los abusos a menores tras el escándalo sin precedentes vivido en Alemania en los meses pasados. La Iglesia ha anunciado, por su parte, que se hará cargo de los gastos terapéuticos de las víctimas.

Con motivo de la reunión de la Conferencia contra los Abusos Sexuales, una plataforma organizada por el Gobierno de Angela Merkel y que reúne a ministros, representantes de la Iglesia, educadores, asociaciones de defensa de los niños y asociaciones de padres, se han presentado los nuevos puntos de acuerdo a los que las diferentes partes han llegado en los últimos meses de trabajo.

En el ámbito de la justicia, la ministra liberal Sabine Leutheusser-Schnarrenberger ha expresado la necesidad de «fortalecer la posición de las víctimas desde un punto de vista jurídico». Para lograrlo, ha sugerido dos iniciativas: que los interrogatorios sean grabados para que las víctimas no tengan que prestar declaración varias veces y que el plazo de prescripción civil de estos delitos pase de los actuales 3 años a 30 años.

Según ha relatado la ministra, los católicos alemanes han llegado a un acuerdo sobre las indemnizaciones, a las que podrán acceder todas las víctimas sin necesidad de que haya un fallo jurídico. Cada situación será evaluada de manera individual y no habrá una cuantía igual para todos. La Iglesia se compromete también a pagar los gastos de las terapias psicológicas de las víctimas y de sus parejas.

La ministra de Familia democristiana Kristina Schröder ha presentado una serie de medidas para la prevención de los abusos, como comprobar los posibles antecedentes de pederastia o pedofilia de los educadores, o la introducción en las estructuras educativas de personas especializadas que puedan recibir las denuncias de los niños o detectar casos. En total, el Ministerio de Familia gastará tres millones de euros en políticas de prevención.

Unos 32 millones de euros serán destinados por el Ministerio de Educación para investigar «las causas y consecuencias de la violencia y los abusos en la niñez y adolescencia», ha asegurado la ministra democristiana Annette Schavan.

La rueda de prensa, en la sede del Ministerio de Justicia, ha sido interrumpida por los gritos de Christian Bahls, representante de la asociación de víctimas MOGiS, quien lamentaba la ausencia de víctimas en la mesa de la Conferencia. «No queremos que otros tomen decisiones por nosotros sin que podamos participar: representantes de los responsables de los abusos participan en la conferencia y nosotros estamos excluidos. Esto es un signo claro de discriminación», ha denunciado.

(Tomado de ElPais.com)

LA IGLESIA EN CENTROAMERICA-CORCA*


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CORCA *
Adital –

Asamblea General de la Coordinadora Regional Centroamericana Monseñor RomeroNosotros y nosotras, reunidos en Managua, Nicaragua, los días 24, 25 y 26 de septiembre del presente año, en el Encuentro anual de la Coordinadora Regional Centroamericana Monseñor Romero, CORCA, con la participación de los países del área, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Honduras, nos alegramos de celebrar el 30 aniversario de nuestro caminar como Iglesia de Base, comprometida con la lucha de liberación de nuestro pueblo en Centroamérica.

Sentimos la ausencia de nuestro querido pueblo hermano de Honduras, pero hemos de decir que lo hicimos presente en el sentimiento, en la construcción colectiva de la realidad que vive desde el Golpe Militar y en la solidaridad manifestada a través de las diferentes actividades desde nuestros respectivos países con el Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP. Reiteramos nuestro compromiso de mantenernos vigilantes y disponibles para el apoyo en el proceso de cambio que el pueblo hondureño está construyendo hacia la verdadera democracia.

La lectura de la realidad regional que construimos a partir de los análisis nacionales nos habla de una Centroamérica plagada de conflictos y problemas con la violencia y la criminalidad, brechas profundas entre los pocos que más tienen y todo lo acaparan y los muchos que sufren miseria, hambre y muerte, pecado social ya denunciado por los obispos en décadas pasadas, represión indiscriminada contra el movimiento social y popular, marginación y violación de los derechos humanos y de los pueblos originarios, aumento de los casos de femicidios, la crisis climática, la corrupción, la impunidad y una larga serie de contradicciones contra el derecho y el sentir del pueblo. Reconocemos como grave las condiciones en que se desenvuelven la población migrante en medio de la inseguridad, la persecución, la violencia de que son objeto y la muerte.

Los gobiernos de turno de nuestros países se muestran indiferentes ante estas dramáticas realidades sociales y en ocasiones cómplices del poder económico nacional e internacional que profundiza daños al medio ambiente con proyectos mineros e hidroeléctricos y que sólo se rigen por la lógica del mercado y la ganancia, no importando qué daños hacen a su alrededor, gobiernos que al implementar determinadas legislaciones criminalizan la protesta social, ponen en peligro a la juventud, violan tradiciones y derechos de los pueblos indígenas.

Con el Dios de la Vida y de la Historia sentimos conmover nuestro corazón ante el sufrimiento del pueblo centroamericano y el cerco de que es objeto por los gobiernos y sus autoridades y por el poder económico y político. Agradecidos a Dios por el transcurrir de nuestra Coordinadora a lo largo de treinta años acompañando humildemente a nuestro pueblo, y siempre fortalecidos con la memoria pascual de nuestro Pastor, Profeta y Mártir de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, nos comprometemos a fortalecer la organización, la unidad y la articulación tanto a nivel nacional como regional, a procurar mayores espacios de participación y actuación de la juventud, a animar el espíritu ecuménico como iglesia que camina con el pueblo, con talante profético en la construcción de la justicia y del Reinado de Dios en nuestra dolida y esperanzada región.

Hemos hecho oración y enviamos una palabra de solidaridad con la lucha del Pueblo Mapuche en Chile, especialmente con los militantes huelguistas en tantos días y semanas de gesto profético, aún a costa de su salud y de la vida, en demanda del respeto a sus derechos.

Igualmente, entre los muchos signos esperanzadores de nuestra región, reconocemos la valiente palabra de Monseñor Luis Santos, obispo de la diócesis de Santa Rosa de Copán, en denuncia de la corrupción de los estamentos parlamentarios hondureños en detrimento de los derechos del pueblo y del medio ambiente.

Nos sentimos siempre hermanos y hermanas de pastores ejemplares que han sido luz en el caminar de la Coordinadora Centroamericana, como don Sergio Méndez Arceo, Patriarca de la Solidaridad, Monseñor Leonidas Proaño, el Obispo de los Pobres y los Indígenas, Monseñor Juan Gerardi, Profeta de la Verdad, ya en la Gloria de Dios, y otros como don Pedro Casaldáliga, don Hermes y don Samuel Ruiz, débiles por sus largos años pero fuertes en el espíritu, la fidelidad a Dios y el seguimiento ejemplar de Jesús nuestro Pastor.

Managua, Nicaragua, Centroamérica, 26 de septiembre de 2010.

* Coordinadora Centroamericana de Comunidades Monseñor Oscar A. Romero

(Remitido por ADITALNoticias)

T.D. Jakes pide que oren por el pastor Eddie Long envuelto en un escándalo sexual


Al respecto, T.D. Jakes, obispo pentecostal y pastor de la Iglesia Potter’s House, en Dallas, Texas, ha recomendado a los cristianos que eviten hacer toda clase de juicios en contra de Long hasta que los hechos se aclaren. Estados Unidos | Jueves 30 de Septiembre, 2010 | Por Nínro Ruíz Peña |

(NoticiaCristiana.com).

El día de ayer NoticiaCristiana.com, publicó el caso del musculoso y carismático Eddie Long, pastor de la más grande congregación en Georgia, considerada una mega iglesia. Long, es acusado por cuatro jóvenes que alegan que el pastor, los sedujo a tener relaciones sexuales cuando apenas eran unos jovencitos menores de edad.

Al respecto, T.

D. Jakes, obispo pentecostal y pastor de la Iglesia Potter’s House, en Dallas, Texas, ha recomendado a los cristianos que eviten hacer toda clase de juicios en contra de Long hasta que los hechos se aclaren.

Los jóvenes menores de edad, acusan al pastor Long, quien manipuló las sagradas escrituras, el dinero de la iglesia, y la autoridad que representaba como consejero espiritual, para satisfacer sus apetitos homosexuales.

Sin embargo, el obispo T.D. Jakes, expresó que “usted no puede tomar decisiones muy bien cuando cuenta con escasa información. Hasta que no se puedan separar los hechos de las conjeturas, no hay nada que decir”.

En un barrio a las afueras de Atlanta en los años 80, Long, inició con 300 feligreses, hoy la congregación de New Birth, asciende a 25,000. La iglesia cuenta con una impresionante catedral, y varias organizaciones caritativas que mueven millones de dólares anuales.

Pero con las acusaciones de los jóvenes, hoy Long, está siendo bombardeado por los medios quienes se han encargado de retransmitir en más de 100 países sus sermones, donde el pastor antes atacaba la homosexualidad, dando a entender su doble moral.

Los cuatro jóvenes, hoy ya adultos, que formaban parte del “LongFellows Youth Accademy”, un “privilegiado” grupo de adolescentes que el propio pastor seleccionaba para proporcionarles una guía espiritual, lo que incluía recesos y viajes dentro de EEUU. Sin embargo, según los denunciantes, la creación del grupo servía realmente para proporcionar a Long amantes, a quienes recompensaba con joyas y coches, además de vacaciones pagadas.

El pastor niega las acusaciones y que “nunca me he descrito como un hombre perfecto. Pero no soy el hombre que definen en la televisión”, dijo Long, que posee una mansión de más de 500 metros cuadrados valorada en más de un millón de dólares, se pasea con suntuosos automóviles, y usa ropa de marcas exclusiva.

El obispo T.D. Jakes, insistió a “mantener la paz” y “seguir orando” por Iglesia Bautista Misionera New Birth, para que “todos no se vean afectados negativamente”, por el escándalo sexual en contra de Long.

F: Diario Horizonte

Pastores proponen proyecto de ley para penalizar abusos y manipulaciones religiosas


El proyecto de ley 009 de 2010 que pretende penalizar abusos y manipulaciones religiosas, clasificándolo como delito de constreñimiento religioso. Los ministros acordaron crear una entidad que auto regule la actividad eclesial.
Colombia | Miércoles 29 de Septiembre, 2010 | Por Nínro Ruíz Peña |
(NoticiaCristiana.com).

Más de 400 pastores y líderes se reunieron en el auditorio de la iglesia Renacer de Colombia, para debatir internamente y a la vez analizar el proyecto de ley 009 de 2010 que pretende penalizar abusos y manipulaciones religiosas, clasificándolo como delito de constreñimiento religioso. Los ministros acordaron crear una entidad que auto regule la actividad eclesial.

Los pastores fueron convocados por la Asociación Nacional de Ministros del Evangelio -ADME, donde Luis Eduardo Barbosa, presidente de ADME, pastor, destacó que el proyecto de ley fue archivado por tener vicios de procedimiento y falta de técnica legislativa, sin embargo no se puede decir que quedará engavetado sino que está abierta la posibilidad que se hagan las correcciones técnicas y que nuevamente sea presentado para el correspondiente trámite en el Congreso de la República con las citadas consecuencias.

Ospina, pastor, abogado y delegado de la Asociación de Ministros del Valle -ASMICEV, viajó directamente desde Cali (Valle) para la reunión y presentó la propuesta de la creación de un Tribunal Eclesiástico para que sean las autoridades más representativas de la iglesia, como lo son ADME y el Consejo Evangélico de Colombia -CEDECOl, las encargadas para una autorregulación y de esta manera evitar la intromisión del Estado en las actividades propias de las iglesias.

El presidente de CEDECOL, el pastor Edgar Castaño, tomó la idea de crear un Comité de Control Ético y propuso que ADME sea encomendada de escribir un primer borrador para ser puesto a consideración de los presidentes de las diferentes Asociaciones de Ministros y Presidentes de Misión para alcanzar un acuerdo nacional y procurar que el accionar pastoral se desarrolle dentro de los cánones bíblicos.

F: Góspel Noticias

(Remitido por Noticiascristianas.com)

Abusos contra homosexuales provocan cuatro suicidios en Estados Unidos


Al menos cuatro jóvenes se quitaron la vida en Estados Unidos este mes tras incidentes de abusos y hostigamiento anti homosexuales. Un estudiante universitario de Nueva Jersey se tiró desde un puente la semana pasada luego de que dos compañeros de clase publicaron un video de él teniendo relaciones sexuales con otro hombre en su dormitorio de la universidad. Los estudiantes habían grabado el encuentro sexual de Tyler Clementi sin que él lo supiera. Clementi, de dieciocho años de edad, había comenzado su primer año universitario en la Universidad Rutgers. En California, Sean Walsh—de trece años de edad—falleció el martes, nueve días después de que su intento de suicidio lo dejara en soporte vital. En Texas, Asher Brown de trece años de edad murió la semana pasada tras meses de presuntos abusos. La familia de Brown dice que reveló que era homosexual poco antes de quitarse la vida. Y en Indiana, Billy Lucas, de quince años de edad, se ahorcó este mes tras ser víctima de abusos por parte de sus compañeros.

(Remitido por Democracy Now)

Carta de respuesta a DIEGO PALACIO BETANCOURT por: Javier Giraldo Moreno s.j.


Bogotá, septiembre 27 de 2010
Doctor
DIEGO PALACIO BETANCOURT
Ciudad
Aunque no recibí directamente la carta que usted publicó por diversos medios hace unos días, dirigida a mi persona, varios amigos me han hecho llegar el texto y otros me sugirieron buscarlo en el diario El Colombiano en su edición del 16 de septiembre.
El eje de su escrito es una crítica a la carta que yo le dirigí al Padre John Dear, jesuita estadounidense muy comprometido en actividades en favor de la paz y la justicia, y en la cual yo le expresaba mi extrañeza por el hecho de que la Universidad de Georgetown, centro educativo de nuestra congregación religiosa en Washington, hubiera invitado a dictar conferencias sobre liderazgo al ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien, a mi juicio, desarrolló una política sustentada en principios, comportamientos, estrategias y directrices incompatibles con fundamentos éticos universales. Si bien el Padre John Dear no está vinculado a la Universidad de Georgetown, acudí a él como más conocido y amigo, para que transmitiera mis inquietudes a los superiores de la Compañía en los Estados Unidos y a las directivas de la Universidad. Puesto que el hecho era público y escandalizó a muchos millares de personas, no sólo en Colombia sino en muchos otros países, era necesario hacer públicos, también, los cuestionamientos.
Usted se siente aludido, aunque no lo menciono por su nombre, en el párrafo referente a los mecanismos corruptos que rodearon la re-elección presidencial en 2006. Allí defiende su inocencia y afirma que “en algunos casos se ha politizado la justicia y, simultáneamente, se ha judicializado la política”. Yo diría que no sólo en algunos casos; esta es una práctica sistemática que yo he denunciado multitud de veces. Lo invito a leer mi derecho de petición a las altas cortes del 19 de enero de 2009, documento de 180 páginas en el cual demostré minuciosamente la podredumbre de la justicia en Urabá y solicité de manera apremiante que se declarara un “estado de cosas inconstitucional en Urabá”. Y si quiere ahondar más en esa podredumbre, lo invito a leer mi libro “Fusil o Toga, Toga y Fusil”, en el cual puede documentar en lo más concreto de lo concreto, y de manera abundante, la “politización de la justicia y la judicialización de la política” que usted parece descubrir en su propio caso, pero me sorprende enormemente que un ex Ministro que hizo parte durante 8 años de un gobierno que politizó la justicia y judicializó la política en grado escandaloso, sólo descubra dicha perversión cuando lo toca personalmente.
Dejando de lado, Doctor Palacio, los intentos del ex Presidente Uribe por cooptar todos los órganos del aparato judicial y disciplinario, con miras inocultables a neutralizar las decisiones que lo afectaban a él y a su gobierno, llegando a tildar de “terroristas” o “politiqueros” a los funcionarios que no se le sometían, así fueran magistrados de altas cortes, lo que más envileció la administración de justicia fue que ésta, sobre todo en la periferia, fue controlada y ejercida por el poder ejecutivo a través de brigadas militares, distritos de policía y organismos de seguridad del resorte de la Presidencia, con la estrategia del montaje judicial puesto al servicio de intereses inconfesables. Todo revela, Doctor Palacio, que usted ignora los millares de millares de tragedias y sufrimientos que esta política llevó a humildes hogares de campesinos, de trabajadores urbanos, de indígenas, de gentes comprometidas en organizaciones y movimientos sociales estigmatizados y de militantes de la oposición política. En ese modelo de “justicia” adulterada y envilecida, el poder ejecutivo impuso el sistema probatorio del sólo testimonio, manipulado éste mediante el chantaje, la tortura, la amenaza y sobre todo el soborno, apoyándose en la política de recompensas que degeneró en la más perversa compra de conciencias, la cual afectó destructivamente el patrimonio moral del país y generalizó el principio del “todo vale”, característica inconfundible del gobierno que terminó y que lo colocó en los antípodas de la ética.
Lamento, Doctor Palacio, que usted sólo perciba la politización de la justicia y la judicialización de la política en “algunos casos” y no en las estrategias políticas del gobierno en el cual usted participó durante 8 años. Nunca es tarde, sin embargo, para tomar conciencia de las realidades en que estamos sumergidos y que a veces nos enceguecen e inmovilizan. Lo invito de nuevo a leer mi libro “Fusil o Toga, Toga y Fusil” para que vea cómo funciona esa “justicia” envilecida en los meandros concretos de la cotidianidad que afecta a las masas humildes de este país.
En la parte final de su carta usted me coloca entre quienes, en lugar de buscar justicia, buscan venganza, a la vez que se muestra contrariado por mi apelación a los principios éticos, los cuales, según usted, no pueden ser reivindicados exclusivamente por quienes  “ya condenaron al presidente Uribe”. Supongo que insinúa que existe una ética acorde con los comportamientos, directrices y principios que inspiraron dicho gobierno, la cual yo quisiera ver explicitada en beneficio de un sano debate. Finalmente usted califica mis denuncias y apelaciones a la ética como posiciones que “no reflejan un sentimiento ni un comportamiento cristiano” sino una posición ideológica; un “odio profundo y resentimiento infinito”.
Me he preguntado qué lo pudo llevar, Doctor Palacio, a calificar mi escrito como inspirado en deseos de venganza y en sentimientos de odio. ¿Quizás un deseo de deslegitimar mi clamor por la ética de nuestras instituciones religiosas, no discutiendo la veracidad e inmoralidad de los hechos concretos y de las políticas denunciadas, sino eludiendo el debate y tratando de estigmatizar gratuitamente a la persona denunciante? ¿Quizás un deseo de callar al denunciante dándole un golpe bajo, donde más le duela, que son sus principios éticos y religiosos que riñen con la venganza y con el odio? ¿Quizás la carencia de argumentos para desmontar realidades que son inocultables y de público dominio, recurriendo entonces a la descalificación de quien las censura?
Aunque frecuento reuniones de víctimas demasiado heridas por las atrocidades que las han destruido y que no ocultan sentimientos de venganza, he procurado siempre, no sólo en cumplimiento de deberes religiosos sino por profunda convicción, transformar los deseos de venganza en deseos de justicia, poniendo el énfasis en la búsqueda de caminos que garanticen la no repetición de los horrores y en la corrección de las conductas que han llevado al exterminio de tantas vidas y a la destrucción de tantas comunidades y formas de supervivencia. Esto es muy diferente de la venganza en la cual se alimenta el deseo de someter a sufrimientos equivalentes a los victimarios. Puedo decir que la inmensa mayoría de las víctimas con las cuales comparto reflexiones y sentimientos, están muy lejos del odio y la venganza, la cual buscaría reproducir el sufrimiento en los responsables de las atrocidades. Al contrario, suelo escuchar permanentemente de boca de padres, madres, esposas, hijos y hermanos de las víctimas, una frase que se ha vuelto proverbial en nuestro pueblo pobre y sufrido: “eso no se lo deseo ni al más sádico de los victimarios” (refiriéndose a lo que a ellos les han hecho).
Usted, Doctor Palacio, afirma en las últimas líneas de su carta, que se debería pedir justicia, y una “justicia pronta, imparcial y objetiva”. ¿Acaso no es eso lo que hemos buscado por muchas décadas sin éxito alguno? ¿Ignora usted, acaso, la impunidad que afecta a millones de crímenes de lesa humanidad, e ignora también los mecanismos sistémicos de impunidad, registrados, documentados y analizados por tantos organismos nacionales e internacionales?
Ante su inconformismo frente a mis denuncias y frente al clamor para que no se ofrezcan cátedras a quienes han regido aparatos tan corruptos y criminales, no puedo entender qué es lo que usted propone. ¿Sugiere, acaso, que nos callemos y dejemos que las estrategias y comportamientos que han destruido a tanta gente sigan vigentes sin oposición alguna, y aún más, se conviertan en modelos de exportación? ¿A ese silencio; a ese conformismo; a ese ajuste, lo llamaría usted un comportamiento “ético” y “cristiano”?
Pero lo que encuentro más difícil de entender en su discurso es la coherencia entre palabras y hechos. Usted aboga por posiciones y discursos ajenos a la venganza y  al odio y en eso estoy en total acuerdo con usted. Pero, si esa es su posición y esas son sus convicciones, ¿cómo pudo permanecer usted ocho años como integrante del gobierno del ex Presidente Uribe, si unos de sus rasgos más destacados y característicos fueron justamente el odio y la venganza?
Nadie ignora que el Doctor Uribe fue víctima de las FARC, pues según lo han difundido todos los medios masivos, su padre fue asesinado por dicho grupo insurgente. Llegado a regir los destinos del país, hizo de su afán de venganza el eje de su política de seguridad, descartando todo entendimiento o diálogo en torno a los objetivos políticos y sociales de la insurgencia y absolutizando la guerra a muerte que llevara a su exterminio. El lenguaje que utilizó para ello hirió permanentemente la sensibilidad de enormes capas sociales, y los imaginarios militares, siempre envueltos en la emotividad del odio más acendrado, inundaron los medios masivos. Su obsesión patológica por la “seguridad”, interpretada a la medida de sus odios, llevó a crear un ambiente nacional de desconfianza y de prejuicio generalizado entre los ciudadanos; a presumir prácticamente un “enemigo” potencial detrás de cada compatriota; a poblar de costosos aparatos de seguridad e inteligencia todos los despachos públicos y privados, hasta acostumbrarnos a que si uno no se somete a que lo consideren un delincuente o un terrorista mientras no pruebe lo contrario, no puede ingresar a ninguna oficina. El país se tuvo que acostumbrar a escuchar que su Presidente incitara a matar por todas las emisoras y cadenas televisivas, y a que lo hiciera con lenguajes crudos e impúdicos que hacían inocultable un afán de venganza radical, así como a los espectáculos macabros de cadáveres destrozados y ensangrentados, sobre los cuales el gobierno hacía festejos interminables de condecoraciones, alabanzas y ascensos, mientras los medios mercantilizaban la barbarie sin pudor.
Pero los círculos del odio y la venganza no terminaron en los grupos insurgentes. Usted, Doctor Palacio, como acompañante del Jefe del Estado en dos períodos consecutivos y co-autor activo o pasivo de todas sus políticas y decisiones, sabe de sobra que ese odio cobijó con creces a los movimientos sociales; a los grupos de oposición; a quienes denunciaban cualquier atrocidad y a quienes no compartían su modelo de sociedad centrada en el poder de las empresas transnacionales y en las políticas globalizadoras de los Estados Unidos. Odió particularmente a los movimientos y organizaciones defensoras y promotoras de los derechos humanos, en quienes veía obstáculos para implementar sus métodos de exterminio. Usted lo sabe de sobra pero es necesario recordarlo aquí: la única forma de darle apariencia legal a esas descargas de odio contra líderes sociales o humanitarios, era inventándoles nexos con la insurgencia, para que el aparato de justicia y/o el militar-paramilitar actuaran contra ellos y ellas, con miras a neutralizarlos o exterminarlos. Es dentro de esta estrategia donde el poder ejecutivo usurpa las funciones del poder judicial o lo coopta, y así se multiplican por doquier procesos con captura y años de prisión en los que los militares detienen sin orden judicial alguna; construyen “pruebas” pagando a desmovilizados avezados en el crimen para que rindan falsos testimonios; mezclan la amenaza y el chantaje con el soborno para lograr aceptación de cargos y sentencias anticipadas, luego de convencer a sus víctimas de que no tienen otra escapatoria, mientras los funcionarios judiciales se limitan a refrendar los montajes militares, pisoteando todos los principios del debido proceso, de los códigos internos y del derecho internacional. Es, quizás, superfluo, recordarle todos estos mecanismos a quien participó en el más elevado círculo del poder político por ocho años, y que de seguro conoció mucho más a fondo estas estrategias en su misma fuente. No dudo que usted participó en la discusión de la Directiva Ministerial Permanente No. 29, del 17 de noviembre de 2005, en la cual se tasa en sumas diferenciadas de dinero el exterminio de vidas humanas, pues si no la hubiese aprobado o hubiese estado en desacuerdo con ella, era lógico esperar su renuncia, la que nunca se produjo.
¿Cree usted, Doctor Palacio, que la actitud del ex Presidente Uribe frente a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó no se fundó en sentimientos profundos de odio? ¿Cómo explica usted que jamás hubiese tomado medida alguna para proteger a esa población de las continuas masacres, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, bombardeos indiscriminados, abusos sexuales, saqueos, pillajes, robos de animales de carga, de ganado, incineración de viviendas, destrucción de cultivos, amenazas de muerte, anuncios persistentes de exterminio y otras muchas atrocidades, todas perpetradas por agentes directos o indirectos del Estado, puesto que los paramilitares se movilizan conjuntamente con las tropas, coordinan sus movimientos y hasta cocinan juntos el almuerzo a la vista de todas sus víctimas? A pesar de que el Doctor Uribe fue informado con detalle y oportunamente de cada crimen, ¿por qué cree usted que eludió durante los ocho años en que usted lo acompañó, toda acción de control y protección, como se lo ordenan preceptos específicos de la Constitución Nacional? Aún más, ¿por qué cree usted que el Doctor Uribe profirió cinco calumnias contra la Comunidad de Paz, difundidas por todos los medios masivos de información, y no quiso retractarse a pesar de que se le demostró que su actuación violaba lo preceptuado por la Corte Constitucional en su Sentencia T-1191/04?
Quizás argumente usted, Doctor Palacio, como lo han hecho varios de sus camaradas, que al ex Presidente Uribe no se le puede hacer responsable de muchas cosas lamentables que ocurrieron durante su gobierno y en las cuales él no habría tenido el poder decisorio. Sin embargo, todos los procedimientos y estrategias que mencioné en mi carta al P. John Dear, constituyeron elementos articulados de políticas conscientemente diseñadas, múltiples veces denunciadas pero tozudamente mantenidas activa o pasivamente, en contravía de los preceptos constitucionales que hacen del jefe del Estado el garante supremo de los derechos constitucionales. Hoy día la justicia universal, saliéndole al paso a la elusión de responsabilidades en numerosos genocidios de la historia, ha definido más rigurosamente la responsabilidad de mando, identificando el rol de quien dirige un aparato criminal sin dar una sola orden concreta de cometer un crimen, pero sabiendo que la máquina que dirige y controla, a través de sus múltiples mecanismos propios, los ejecuta al por mayor. En realidad, el orden jurídico acatado por tribunales internacionales, establece que a una persona natural se le imputan los resultados de una acción como si fuera suya, aunque no la haya ejecutado materialmente, cuando el deber de evitar ese resultado era jurídicamente exigible. La Constitución colombiana no deja dudas al respecto.
Ciertamente, Doctor Palacio, me queda muy difícil comprender que usted recomiende actitudes ajenas al odio y a la venganza, luego de haber participado en las más altas instancias de un gobierno que pasó a la historia como prototipo del odio y la venganza convertidos en poder. Y peor aún, que me acuse a mí de abrigar sentimientos de odio o de venganza por expresar mi desacuerdo con que ese modelo sea exportable a través de ingenuos programas académicos encubridores. Usted bien sabe que mis palabras fueron un sonido en el desierto, pues el Doctor Uribe  dictó de todas maneras sus conferencias en Georgetown, donde se impusieron finalmente las razones del poder. Estoy acostumbrado a clamar en el desierto, en un mundo y una sociedad que asimila cada vez más el “todo vale”, pues se le ha inoculado tal miedo a pensar y a ser diferente de lo que afirma y permite el poder, que se ha rutinizado la pasividad y el ajuste al “statu quo”, así éste sea el más atroz.
Atentamente,
Javier Giraldo Moreno, S. J.
(Remitido al e-mail)

Campesinos de Asia optan por el arroz submarino


Por Ranjit Devraj

NUEVA DELHI, sep (IPS) – Agricultores de Asia se inclinan por nuevas variantes de arroz tolerantes a las inundaciones para protegerse ante futuros desastres.

«Las variantes resistentes a la sumersión son clásicos ejemplos de adaptación al cambio climático», destacó Uma Shankar Singh, científico del Instituto para la Investigación Internacional del Arroz (IRRI, por sus siglas en inglés).

Singh, actualmente en India, dijo a IPS que el IRRI planeaba transferir su exitoso gen «SUB1», tolerante a las inundaciones, a variedades populares de arroz en Asia para que puedan resistir la sumersión por más de dos semanas.

El arroz crece en terrenos muy húmedos, pero perece a la semana de estar completamente sumergido en agua.

«El IRRI transferirá el gen SUB1 a la mayoría de las variantes de arroz con la ayuda de sistemas de investigación nacionales, ya que los cultivos de arroz podrían, debido al cambio climático, sufrir cada vez más inundaciones», dijo Singh.

El científico señaló que donde el IRRI proveyó tipos de arroz ya sometidos a pruebas de campo y tolerantes a las inundaciones también comenzó a asistir a agencias de los gobiernos y a compañías privadas de semillas para poder propagarlos.

Las nuevas variedades deben ser sometidas a pruebas de campo de entre cuatro y cinco años antes de ser distribuidas entre los agricultores.

Después de modificar el popular arroz indio Swarna con el gen SUB1 para producir el denominado «Swarna-SUB1», los científicos del IRRI lo distribuyeron en agosto de 2009 y vieron cómo se propagó rápidamente hasta que reemplazó por completo la variedad original en las áreas más afectadas por las inundaciones.

«Instamos a los gobiernos a distribuir las semillas para una multiplicación a gran escala, y diseminar directamente las semillas entre los agricultores», dijo Singh.

Un informe del IRRI el 14 de este mes citó a David Mackill, importante científico del instituto que ayudó a aislar el gen SUB1, señalando que la nueva variedad era «resistente a las inundaciones por hasta 17 días, pero a la vez mantenía los rasgos de la variedad original».

Mackill y otros científicos del IRRI están a favor de una rápida distribución del Swarna-Sub1 y prometen que las variedades de arroz en las que ha sido insertado el gen Sub1 no presentarán problemas, como susceptibilidad a las enfermedades o insectos.

Con esa confianza, el IRRI ha ayudado a distribuir desde agosto de 2009 las semillas del Swarna-Sub1 entre 100.000 campesinos en India. Ahora es cultivado en más de 12 millones de las 44 millones de hectáreas de arrozales de ese país de Asia meridional.

Singh señaló que Bangladesh, un país sumamente amenazado por el cambio climático, se mueve más rápido que India para aprovechar el Swarna-Sub1, que también ha sido distribuido en Filipinas e Indonesia. En 2009, la Universidad de Ingeniería y Tecnología de Bangladesh y el Centro de Investigación Meteorológica de la Asociación para la Cooperación Regional del Sudeste Asiático utilizaron simulaciones computarizadas incorporando características genéticas, del suelo, del agua y del clima para demostrar que la producción de ese país podría caer a la mitad para 2070.

Según estimaciones del IRRI, campesinos de Bangladesh e India ya pierden más de cuatro millones de toneladas de cultivos de arroz al año por causa de las inundaciones.

Pero no todos están felices con la nueva tecnología.

«Quizás uno puede saber lo que se logra con insertar el gen SUB1 en una variedad de arroz, pero no puede saber las características que estás perdiendo (de esa variedad) excepto cuando pasen varios años», dijo Devinder Sharma, experto en seguridad alimentaria.

Sharma, director del independiente Foro para Biotecnología y Seguridad Alimentaria, con sede en Nueva Dehli, dijo que hay miles de variantes de arroz, cada una con características particulares en áreas geográficas específicas.

«Por ejemplo, el ingreso de agua salada luego del tsunami en Asia de 2004 reveló que había variedades de arroz cultivadas en forma natural que eran tolerantes a la sal», señaló Sharma.

La creciente salinidad en áreas costeras es una consecuencia esperada del aumento del nivel del mar, causado por el derretimiento del hielo polar y de los glaciares en el marco del recalentamiento planetario.

La resistencia a las inundaciones no es la única característica deseable de un cultivo, coincidió Suman Sahai, científica agrícola y fundadora de la Campaña por los Genes, que impulsa la creación de bancos de semillas comunitarios en el central estado indio de Jharkhand para preservar unas 2.000 variedades tradicionales de arroz.

Sahai cree que la seguridad alimentaria a largo plazo depende de la capacidad para preservar la biodiversidad y apuntar a variantes tradicionales que sean adecuadas para los diferentes tipos de suelos, topografías, temperaturas y disponibilidades de agua.

«Si las áreas costeras quedan sumergidas, entonces las variedades de cultivos necesitarán desarrollar tolerancia no sólo al anegamiento sino también a la salinidad», dijo Sahai.

Asimismo, las áreas tierra adentro se volverán más secas a causa del cambio climático, por lo cual sería prudente desarrollar variedades tolerantes a las sequías, propuso Sahai.

La científica alertó que los cambios en los patrones del clima podrían derivar en el surgimiento de nuevas enfermedades o plagas que requerirán el uso de variedades resistentes.

(FIN/2010)

Más de 600 religiosos y fieles piden a Iceta participación y continuidad


(Comunidad Autonómica Vasca) SOCIEDAD-SALUD,RELIGION | > AREA: Religión y credos

30-09-2010 / 11:40 h

Bilbao, 30 sep (EFE).- Un grupo de más de seiscientos sacerdotes, religiosos y fieles de la diócesis de Bilbao ha reclamado al obispo electo, Mario Iceta, que garantice la participación y la «continuidad» en la iglesia vizcaína si quiere contar con su colaboración.

Este grupo ya pidió al Nuncio en España que la elección del nuevo obispo, tras el nombramiento de Ricardo Blázquez como arzobispo de Valladolid, contara con la participación de la iglesia local, una propuesta rechazada con una respuesta «poco respetuosa -a juicio del grupo- para los que nos consideramos miembros adultos y responsables que tiene el derecho y el deber de participar en la vida de la Iglesia».

Ahora, a once días de la toma de posesión de Iceta, le han enviado una carta al nuevo obispo en la que afirman que si su nombramiento busca «continuar modificando la línea pastoral y eclesial de esta iglesia local» no cooperarán con el prelado porque «tal modificación, realizada a espaldas de la diócesis, sería una intervención abusiva que no podrá intentarse ni con nuestro apoyo ni con nuestro silencio».

Este grupo concreta sus reclamaciones a Iceta en cinco puntos, el primero de ellos que la consulta para el nombramiento de los distintos vicarios se haga «con transparencia y con una doble vuelta».

Una de sus principales peticiones atañe a los consejos pastoral, diocesano y de presbiterio, para los que pide reconocimiento como «expresión legítima de corresponsabilidad», la puesta en marcha «sin dilaciones innecesarias» de sus resoluciones y que su configuración y elección sea «auténticamente representativa».

Demandan «apostar por la continuidad y no por el cambio radical de rumbo, que según algunos análisis ya se ha ido dando» y plantean si no sería el momento de hacer una asamblea diocesana para propiciar una «reflexión en profundidad sobre los pasos dados».

Asimismo, este grupo sostiene que se debe abordar el «déficit de comunión con el obispo y su equipo de gobierno» que ha quedado «patente» en los últimos años.

Mario Iceta Gavicagogeascoa nació en Gernika (Vizcaya) el 21 de marzo de 1965. Cursó sus estudios de Medicina y Teología y en 1994 fue ordenado sacerdote en Córdoba, donde ejerció hasta que en abril de 2008 fue nombrado obispo auxiliar de Bilbao. El próximo 11 de octubre tomará posesión como obispo de Bilbao.

Los nombramientos de Iceta como obispo de Bilbao y de Ignacio Munilla como prelado de San Sebastián han sido cuestionados públicamente por importantes sectores de estas diócesis vascas por entender que no representan a la iglesia de Vizcaya y Guipúzcoa, respectivamente, pese a haber nacido en esos territorios. EFE

(Tomado de ABC.com)

VERDADES DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS QUE EL GOBIERNO DE ALVARO URIBE DESDIBUJA EN LA MARÍA PIENDAMÓ.


UN DOCUMENTO HISTORICO!

Nosotros los pueblos indígenas, desde los acervos culturales, las
pertenencias étnicas  y los patrimonios colectivos que nos enorgullece;
como sujetos colectivos de derechos reconocidos por el Estado colombiano
que se obliga constitucionalmente a nuestro reconocimiento y protección;
como ciudadanos colombianos en el ejercicio pleno de nuestros derechos;
como fundamento y forjadores de la nacionalidad colombiana y patrimonio de
la humanidad;  históricamente  nos hemos caracterizado  por defender la
vida en toda sus manifestaciones, conservar y proteger el equilibrio y la
armonía con la naturaleza,  defender la libertad y rechazar toda forma de
esclavitud; así como respetar el Estado social de derecho.

Nuestras luchas y reivindicaciones siempre han estado ajustadas  al
derecho y la legalidad vigente. Nunca hemos reclamado, quitado o
recuperado nada que no nos pertenezca. Nuestras luchas siempre han sido
orientadas a defender y hacer respetar lo propio que hemos heredado de
nuestros ancestros los pueblos originarios. Estos ideales y derechos han
sido reconocidos en su oportunidad por las naciones del mundo mediante
instrumentos internacionales para nuestra protección y pervivencia; así
mismo y tras esfuerzos centenarios y la pérdida de nuestros mejores
hermanos por el Estado colombiano.

Hoy luchamos por nuestros derechos que incluyen la construcción de un
Estado plurietnico y multicultural, incluyente y tolerante, igualitario y
respetuoso de los derechos humanos. Luchamos para que se respete nuestro
derecho a  participar con garantías ciertas en la vida económica,
política, social y cultural de nuestra nación, desde las particularidades
y derechos colectivos que nos asisten. Luchamos y trabajamos por una
solución política al conflicto armado, social y político que vive nuestro
país; afirmando el concepto de Paz con Justicia Social como condición para
la reconciliación nacional y para superar las causas estructurales del
conflicto.

Luchamos por construir un modelo de desarrollo para la nación que no se
base en  la entrega a las compañías trasnacionales de nuestros recursos
naturales, de biodiversidad y genéticos. Luchamos por la seguridad
alimentaria, el bienestar, la protección social  y las garantías de futuro
para todos los colombianos.

Pero mientras los pueblos indígenas nos comprometemos  con el futuro, la
vida y la paz, existen sectores y núcleos de poder de la sociedad
colombiana que se empecinan en tratarnos como animales dañinos que se
deben eliminar, al igual que los conquistadores españoles, el General
Uribe Uribe, los colonos del llano que salían a cazar indígenas en las
tristemente celebres guahibiadas de mitad del siglo pasado o
evangelizadores que prefieren vernos muertos a dejarnos disfrutar de
nuestras culturas, usos y costumbres.
Ahora que nuestras luchas de resistencia social y pacifica están
encaminadas en mayor grado a defender nuestros territorios, la madre
tierra que nos da vida e identidad, somos considerados como un obstáculo
al desarrollo económico del país. Por defender nuestros territorios somos
tratados como objetivo militar, confinados, exterminados, condenados a
morir de inanición, obligados al desplazamiento forzado y a refugiarnos en
países. Se criminalizan nuestras reivindicaciones y organizaciones  y se
nos condena a desaparecer.

La lógica que nos señalaba como animales dañinos, es la misma que hoy nos
considera un obstáculo al desarrollo y ambas tienen en común que necesitan
estigmatizarnos, negarnos y discriminarnos para que quienes las pregonan
puedan apropiarse o realizar negocios con nuestros territorios y sus
recursos.

Ese es nuestro conflicto, de ahí se deriva el genocidio que enfrentamos y
la tragedia humanitaria que nos corresponde sobrellevar. Sin embargo para
el Gobierno Nacional y así lo pregona ante la comunidad internacional, los
pueblos indígenas disfrutamos a plenitud de nuestros derechos y tenemos
garantizado y protegido nuestro futuro. Por lo mismo califica nuestra
protesta y movilización social como actos de terrorismo que buscan
desestabilizar el estado.

Nosotros consideramos que el Estado colombiano y el Gobierno Nacional, no
protegen, ni garantizan nuestros derechos y se erigen como nuestros
victimarios o cómplices de terceros.

Así caracterizamos  los pueblos indígenas colombianos al Estado protector
que se vende a nivel internacional para atraer capitales de inversión:

1.    Porque se niega a reconocer a la totalidad de los pueblos indígenas del
país, por desgreño institucional y para no reconocerles derechos
territoriales y sobre sus recursos naturales.

En Colombia perviven 102 pueblos indígenas debidamente ilustrados  por
fuentes documentales. Algunos de estos pueblos son reconocidos por el
Estado a través de instituciones como la Dirección de Etnias del
Ministerio del Interior y de Justicia, el DNP, el Ministerio de Defensa,
el INCODER y el DANE, a partir de relaciones propias que incluyen y
excluyen pueblos indígenas de acuerdo a intereses y políticas de gobierno.
Cabe señalar que en este momento no existe un acuerdo institucional a
ningún nivel del Estado sobre el número de pueblos indígenas que honran la
diversidad étnica del país.

En 1998, la Dirección General de Asuntos Indígenas del Ministerio del
Interior, entidad encargada de determinar para el Estado quien es indígena
en nuestro país, avalaba la existencia de 81 pueblos. El Ministerio de
Defensa en el 2002, establece  una relación donde determina que son 83.
Posteriormente en el 2004, el Departamento Nacional de Planeación
relaciona 83 pueblos. El DANE, a partir del Censo General de 2005
determinó que en Colombia existían 87 pueblos indígenas plenamente
identificados. El problema a nivel institucional con el reconocimiento
étnico estriba en que este es un primer paso y de carácter obligatorio
para el reconocimiento y restablecimiento de los derechos territoriales y
colectivos de los pueblos indígenas. Sin reconocimiento étnico, no hay
derechos territoriales, ni colectivos.

También  suele ocurrir con bastante frecuencia que se desconoce la
pertenencia étnica de una comunidad integrante de un pueblo indígena
reconocido, dependiendo de la presencia de recursos naturales en sus
territorios ancestrales.  Esto les ha ocurrido, entre otros, a los Bari,
los Sikuani, Siona y Awá cuando se han enfrentado a ECOPETROL y a las
multinacionales vinculadas con la explotación de hidrocarburos. Los
pueblos indígenas que en la actualidad no existen para el Estado son:
ANDAKIE, HUPDU, JUHUP, JUJUPDA- JUPDA, KICHWA, MACUSA, MOKANA. PACABUY,
QUILLACINGA, TAMA,  TANIGUA, WIPIWI, YAMALERO, YARÍ y YARURO.

2.    Porque de manera negligente y obedeciendo a intereses neo coloniales ha
sido incapaz de establecer de manera transparente y confiable el censo
nacional de población indígena, a pesar de las demandas que al respecto
han efectuado la Corte Constitucional, el sistema internacional de los
DDHH y los mismos indígenas.

La información demográfica sobre pueblos indígenas esta inmersa en un caos
que beneficia a quienes política, económica o militarmente se lucra de
estas inconsistencias para expropiarles sus territorios y apoderarse de
sus recursos naturales. A manera de ejemplo señalemos que a tres años del
Censo General de  2005, aún ignoramos cual es la población indígena
nacional discriminada por etnia y municipios.

El DANE, Censo General 2005, presenta una población indígena total para
Colombia de 1.378.884 personas y una población indígena asentada en
resguardos de 933.800 personas que incluye resguardos contemporáneos y los
históricos de origen colonial y republicano.  De acuerdo con esta
información institucional en Colombia existen 445.084 indígenas que viven
por fuera de resguardos o no poseen un territorio colectivo reconocido.

3.    ¿Porque desconoce o dice desconocer la localización de los pueblos
indígenas en nuestro país?.

Interrogante que esta despajado en lo concerniente a los indígenas
andinos y de las macro regionales Occidente y Centro Oriente. No sucede lo
mismo con los pueblos de la amazonía y la Orinoquía, pero sobre todo para
aquellos ubicados en zonas de frontera.  Al pueblo Yeral asentado en el
departamento del Guainía, en la frontera trinacional entre Venezuela,
Brasil y Colombia, se le suele dar un carácter de extranjero en sus
territorios ancestrales, pues a nivel institucional los consideran
brasileros.

4.    Porque no existe una base de datos nacional sobre pueblos indígenas que
con claridad y rigor señale cuales son, cuantos y donde están ubicados en
nuestro país.

5.    Por la negativa a realizar y reconocer los derechos territoriales y
colectivos del 27% de la población indígena nacional.

Esto es, los  445.084 indígenas que viven por fuera de resguardos, con el
pretexto que los pueblos indígenas son propietarios de 1/3 del territorio
nacional;  además que la problemática de dotación de tierras a los pueblos
indígenas ya ha sido superada y por lo tanto en la presente administración
nacional no se les dará un centímetro de tierra más, tal y como lo reitera
el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural.  Por otra parte, la
constitución de resguardos, es tan solo uno, entre los derechos
territoriales de los pueblos indígenas, quienes también demandan
ampliación, saneamiento y reestructuración de los resguardos  indígenas
existentes.

6.    Porque se niega a reconocer aproximadamente 100 títulos coloniales y
republicanos  de propiedad colectiva sobre territorios indígenas de
resguardo.

Cabe señalar que nosotros conservamos títulos históricos de propiedad
territorial sobre nuestros territorios ancestrales y que el Estado
colombiano se ha negado de manera sistemática a reconocerlos en su
integridad. En esta condición tenemos 64 resguardos que aún esperan el
reconocimiento de los títulos que acreditan nuestra propiedad. Su
reconocimiento y la garantía de nuestros derechos sobre estos territorios
hacen parte de nuestras luchas y exigencias al Estado.

7.    Porque engaña a la comunidad nacional e internacional cuando señala que
las demandas y derechos territoriales de los pueblos indígenas están
completamente satisfechas y garantizados.

El Estado colombiano le ha titulado 31.2 millones de hectáreas a los
pueblos indígenas, de las cuales 24.7 millones, esto es 79%, se encuentran
en la amazonía y la Orinoquía, territorios con vocación forestal que no
son  aptos para la producción  agropecuaria y en los que habitan 71.000
indígenas, que representan el 5% de la población indígena nacional. Otros
territorios indígenas incluidos en esta cifra están ubicados en paramos,
desiertos como la guajira, donde se encuentran un millón de hectáreas; así
como en zonas que no son habitables, ni laborables y en áreas de
protección forestal. Como si fuera poco, más de 3’000.000 de hectáreas de
los territorios indígenas titulados se encuentran en traslape con parques
nacionales.

En síntesis los pueblos indígenas que tienen territorio reconocido poseen
3.12 millones hectáreas de tierras susceptibles de  ser utilizadas en
labores agropecuarias. Lo cual da menos de tres hectáreas por indígena.
Aquí hay que señalar que las unidades familiares de producción
agropecuaria  no son homogéneas  en el país, y existen áreas donde estas
se ubican por encima de las 35 hectáreas. Así mismo debemos anotar que los
indígenas somos el 14.2% den la población rural del país y poseemos el
6.8% de la tierra con vocación agropecuaria.
8.    Porque engaña a la comunidad nacional e internacional cuando señala que
ha dotado de tierras suficientes a  los pueblos indígenas.

Es importante dejar en claro que de las 31.2 millones de hectáreas
tituladas el Estado colombiano, apenas ha comprado cerca de 200.000
hectáreas que han sido adquiridas por el INCORA y el INCODER, desde el año
de 1961 hasta la fecha, durante los cuarenta y siete años de reforma
agraria.

La inmensa totalidad de los  territorios que han sido titulados, el 99.35%
son un reconocimiento a la ocupación histórica como titulo originario de
propiedad territorial en America de los pueblos indígenas. Estas tierras
eran nuestras, nosotros somos los pueblos originarios del país y estos
territorios  son parte de nuestro patrimonio colectivo,  nadie nos los ha
regalo o nos hizo favores, son la herencia de nuestros mayores. Además,
para lograr el reconocimiento de estos derechos territoriales  hemos
desarrollado más de quinientos años de lucha y resistencia.

Durante los últimos 30 años según datos del INCORA, se titularon 664
Resguardos con una extensión de 31’066.430 hectáreas, que representan
cerca del 28% del territorio nacional. De este total 28.527.911 hectáreas
fueron para constitución y el resto destinadas a ampliación en primera y
segunda instancia.  El Estado invirtió la suma de $234.171 millones para
adquirir 189.716 hectáreas, entre 1966-2001 (Sánchez y Arango, DNP 2004).

9.    Por su negativa a garantizar la pervivencia y  brindarle especial
protección  a los pueblos YAMALERO, MAKAGUAJE, PISAMIRA, TSIRIPU, EDURIA,
PIAROA, WIPIJIWI, MUINANE, YARURO, DUJOS, JUDPA, YAUNA,  BARA, OCAINA,
YOHOP, AMORUA, CHIRICOA, NUKAK MAKU y NONUYA,  los cuales se encuentran en
alto riesgo de extinción demográfica, agobiados por los actores del
conflicto armado interno, ignorados en sus demandas de derechos
fundamentales por el Estado colombiano que los conduce al exterminio, a la
merced de multinacionales y empresarios agroindustriales y enfrentados a
flagelos que les niegan su pervivencia.

10.    Porque incumple y omite sus responsabilidades, competencias y
funciones en materia de reconocimiento, garantía, protección y
restablecimiento de los derechos territoriales y sobre los recursos
naturales, biológicos y genéticos de los pueblos indígenas de Colombia.

Para la pervivencia de nuestros pueblos es fundamental la titulación de
los territorios indígenas como propiedad privada, colectiva,
imprescriptible, inembargable e inalienable, reconocida a nivel
constitucional y legal.

11.    Porque se  niega a reconocer los derechos de los pueblos indígenas a
la propiedad territorial y a los recursos naturales establecidos en el
Convenio 169 de la OIT, aprobado mediante la ley 21 de 1991 y el derecho a
la autodeterminación, establecido en la Ley 74 de 1968 (26 de diciembre),
mediante la cual se adoptaron y aprobaron en la legislación nacional el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ONU, 1966; que
establecen en su “Artículo 1: Todos los pueblos tienen el derecho de libre
determinación.

En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y
proveen así mismo a su desarrollo económico, social y cultural. Para el
logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus
riquezas y recursos naturales, sin perjuicios de las obligaciones que
derivan de la cooperación económica internacional basada en el principio
de beneficio recíproco, así como del derecho internacional. En ningún caso
podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia”.

12.    Por el desgreñe administrativo, el limbo jurídico y la ausencia de
bases de datos confiables en lo relacionado con la realización de derechos
territoriales de los pueblos indígenas, tal y como lo señalo en su
oportunidad la Procuraduría General de la Nación en un análisis de las
funciones de INCODER.

13.    Porque ha sido cómplice de la expropiación de nuestros territorios y
sus recursos naturales, apoyando y participando del  genocidio que
extermina a nuestros pueblos. Hoy como ayer, los pueblos indígenas somos
considerados y tratados como un  estorbo a eliminar por quienes tienen
como política y fin expropiarnos de nuestros territorios y recursos
naturales y desconocer nuestros derechos ancestrales, humanos, especiales
y colectivos.

14.    Por los obstáculos para establecer y garantizar de manera concertada
y participativa los procesos de Verdad, justicia y reparación diferencial
e integral para las victimas indígenas del conflicto armado.

Para los Pueblos indígenas la reparación de las víctimas colectivas e
individuales se fundamenta en: la recuperación, fortalecimiento y
reestructuración de la autonomía ejercida por nuestras autoridades y
organizaciones; el restablecimiento del equilibrio y armonía; la
devolución o restitución de los territorios de la población desplazada
indígena en condiciones dignas, seguras y de estabilización socio
económica; la indemnización de los daños culturales, espirituales, morales
y materiales causados a los pueblos, comunidades, familias y personas
indígenas, etc.

15.    Porque ha incidido para evitar el  castigo para los victimarios de
los pueblos indígenas impidiendo que paramilitares y genocidas respondan
por sus crímenes en nuestro país.

El Gobierno Nacional con argucias y componendas se dedica a obstruir la
función de la justicia que investiga delitos de Lesa Humanidad cometidos
por el narco-político-paramilitarismo, sus asociados y cómplices. Durante
los últimos siete años han sido asesinados en Colombia 1.244 indígenas. En
el último mes fueron asesinados 33 indígenas. Entre el 2002 y octubre de
2008, han ocurrido 22 masacres de indígenas que han dejado 135 victimas.
Donde están los responsables de estos crímenes. No existe hasta el momento
una sola persona judicializada por estos asesinatos y ningún pueblos
indígena ha obtenido verdad, justicia y reparación por los mismos.

16.    Por su incapacidad para brindarle atención humanitaria diferenciada e
integral a 75.000 indígenas que se encuentran en situación de
desplazamiento forzado,  victimas del conflicto armado, la seguridad
democrática, los megaproyectos y las trasnacionales.  Queremos a nuestros
desplazados de regreso a sus territorios con todas y plenas garantías.

17.    Por su negativa inexcusable desde el Estado Social de Derecho que nos
rige, para aprobar sin reservas la Declaración Universal de los Derechos
de los Pueblos Indígenas de la ONU y  adoptar en su integridad la
Declaración Americana sobre los derechos de los Pueblos Indígenas de la
OEA. Demandamos el compromiso político del Gobierno Nacional de no
denunciar el Convenio 169 de la OIT.

18.    Por su desacato a las recomendaciones de los sistemas universal y
americano de los derechos humanos (OIT, Alto Comisionado y Relator
Especial), para la protección de los derechos humanos, especiales y
colectivos de los pueblos indígenas.

19.    Por el incumplimiento de las Resoluciones Defensoriales para pueblos
y comunidades indígenas.

20.    Por su incapacidad para cumplir a cabalidad las medidas cautelares y
medidas de protección efectivas para alertas tempranas.

21.    Por obstaculizar,  negar y criminalizar nuestros derechos a la Libre
Asociación, Opinión y Expresión, y el derecho a la protesta  social.

22.    Por la  estigmatización de nuestras autoridades  y procesos
reivindicativos, así como la  manipulación de la opinión publica por parte
de agentes del gobierno comprometidos con el unanimismo presidencial.
Además porque ccalifica a nuestras autoridades como delincuentes y ofrece
recompensas económicas por ellas cuando en su pleno derecho actúan para
proteger, defender y restituir nuestros derechos territoriales. Nuestras
autoridades y lideres indígenas son señalados por gobierno nacional  como
terroristas, por el hecho que nos oponemos a una represa hidroeléctrica,
al establecimiento de cultivos extensivos destinados a la producción de
agro combustibles, a las exploraciones y explotaciones petroleras o la
explotación de minas en nuestros territorios ancestrales y de resguardo,
proyectos que afectan nuestra integridad cultural.

23.    Por la burla reiterada a la aplicación integral del derecho a la
consulta previa, libre e informada como un proceso que debe surtirse desde
antes de la toma de decisiones administrativas o legislativas que afecten
directamente a los pueblos indígenas, durante todo el tiempo de ejecución
de obras públicas, programas, proyectos, agricultura de plantación,
prospección, exploración y explotación de recursos  renovables y no
renovables en los territorios y resguardos de los  pueblos indígenas y
garantizar el pago de los daños y perjuicios culturales, morales y
materiales, así como, la participación de los pueblos y comunidades
correspondientes en los beneficios que  se deriven de las actividades
resultantes, para garantizar la pervivencia y el mejoramiento de las
condiciones de vida de los pueblos indígenas. Todo lo cual debe hacerse de
manera participativa y concertada con sus autoridades.

24.    Por su incapacidad para garantizar y proteger nuestro derecho a
realizar nuestros planes de vidas y estrategias de desarrollo propio.

25.    Por la implementación de  leyes inconstitucionales e inconsultas como
las del TLC, Estatuto de Desarrollo Rural, Código Minero y el Acto
Constitucional de Reforma al Régimen de transferencias entre otras.

26.    Por el desmonte de derechos legales y el desconocimiento de los DDHH
de los pueblos indígenas, para favorecer y garantizar la intervención en
nuestros territorios de compañías trasnacionales y empresarios
agroindustriales.

27.    Por su negativa e incapacidad para cumplir los acuerdos suscritos con
los pueblos, autoridades y organizaciones indígenas, sobre todo tratándose
de mediadas de reparación o restitución de derechos por delitos de lesa
humanidad o para atender nuestra tragedia humanitaria y crisis de
derechos.

28.    Por sus omisiones para garantizar nuestra soberanía alimentaria y el
bienestar y futuro de nuestras generaciones.

29.    Por la ausencia de una política publica para pueblos indígenas que
proteja nuestros derechos humanos, especiales y colectivos,  y garantice
nuestra pervivencia.

30.    Por sus omisiones y negativas a pagar la deuda histórica con los
pueblos indígenas y evadir responsabilidades desde el entendido que
debemos solucionar nuestros problemas de pervivencia y desarrollo con los
recursos de transferencia.

31.    Por su negativa y los obstáculos interpuestos para desarrollar la
Constitución Política de 1991, sobre todo en el tema de las ETIS.

32.    Por los obstáculos interpuestos para adecuar las instituciones a la
Constitución Política de 1991. Las instituciones del Estado vigentes
corresponden al diseño constitucional de 1886.

ORGANIZACIÓN NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA-ONIC-
PUEBLOS INDÍGENAS,  ESTADO PROTECTOR Y GOBIERNO GARANTE

!!!!LA MINGA NO TERMINA CON EL DEBATE CON EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA!!!

(Remitido al e-mail por la ONIC.com)

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