Tremendo engaño.


José María García-Mauriño, miembro de Cristianos por el Socialismo

La visita del Papa es un tremendo engaño por parte de la Jerarquía católica y por parte del Gobierno.
Por parte de la Jerarquía,
Porque el primer engaño es el título “Jornada mundial de la juventud”. Escamotea la palabra católico para ocultar que es tan sólo eso, una semana que concierne exclusivamente, en todo caso, a jóvenes católicos. Por tanto, el carácter de universalidad que se quiere dar al evento, por más que vengan jóvenes de distintos continentes, es completamente fraudulento: no concierne a los millones de jóvenes del mundo de distintas creencias o convicciones distintas de las católicas.

Porque engaña a la ciudadanía presentando esta visita como un evento público de interés general, cuando se trata de una minoría católica privada. No tiene en cuenta la inmensa mayoría de jóvenes y no tan jóvenes, a los no católicos, ni a los ateos, agnósticos o indiferentes, ni a aquellos católicos críticos que no pueden estar de acuerdo con la visita de un Jefe de Estado que es Monarca absoluto en Europa y que además se dice Jefe espiritual de la Iglesia Católica.

No es tanto un acontecimiento “religioso” de fe, cuanto un culto a la personalidad del Papa y un adoctrinamiento ideológico masivo. No estamos en tiempos de Cristiandad, eso es del siglo pasado. Madrid no es la “capital del mundo joven”, ni puede convertirse en el “centro de la Cristiandad” por mucho que se empeñen Rouco y Esperanza Aguirre.

Por parte del Gobierno,

También engaña a los ciudadanos traicionando a la Constitución por su situación de Estado Laico, que no denuncia los Acuerdos Iglesia Estado de 1979 en los que concede numerosos privilegios a la Iglesia católica.

Además, poniendo a disposición de las fuerzas católicas a 8 ministerios (Trabajo, Defensa, Interior, Exteriores, Cultura, Fomento, Sanidad y Presidencia), muchísimo dinero, (en medio de esta crisis con 5 millones de parados) y todo el aparato mediático, para recibir a este Papa. Numerosos calles de Madrid se convertirán en un gigantesco templo católico. Este Gobierno acepta pasivamente la intromisión de la Jerarquía de toda una red de alojamiento en centros públicos y polideportivos para acoger gratuitamente a los jóvenes que vengan de fuera. ¿Dónde está la neutralidad de los poderes públicos?

No queremos que el Rey y el Jefe de Gobierno reciban al Sr. Ratzinger porque éste es solo el representante de una minoría religiosa. Un Rey y un Jefe de Gobierno que son incapaces de separar sus creencias particulares de su papel institucional como autoridades políticas de un Estado no confesional, que gobiernan a toda la ciudadanía española, no tienen legitimidad para actuar de esta forma.

Que lo reciban los jefes religiosos propios de la religión católica, como son el Cardenal Rouco, el Nuncio, los cardenales, y todos los miembros de la Conferencia Episcopal Española.

28 de mayo de 2011

Fuente: http://www.redescristianas.net

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