Fundamentalmente es importante reconocer que la tradición espiritual judeocristiana se expresa predominantemente en el código patriarcal. El Dios del Antiguo Testamento es vivido más como el Dios de los Padres, Abrahán, Isaac y Jacob, y menos como el Dios de Sara, de Rebeca y de Miriam. En el Nuevo Testamento Dios es Padre de un Hijo único que se encarnó de una virgen. La Iglesia que se derivó de esta herencia está dirigida exclusivamente por hombres que detentan todos los medios de producción simbólica.
Publicado por Matriarcal