Sacerdotes casados: los que dejan todo por amor


Vladimir Hernández

BBC Mundo, Argentina

 

Hace 45 minutos
Jerónimo y Cledia PodestáJerónimo Podestá dejó la iglesia para casarse con Cledia.

Hay quienes dicen que enamorarse le puede cambiar por completo la vida a una persona. Pero quizás no hay un ejemplo más claro de esto en el caso de los sacerdotes católicos que por amor deciden formar pareja y dejar atrás una vida de labor eclesiástica.

Se estima que en el mundo hay aproximadamente 100.000 sacerdotes que han dejado la iglesia para casarse o formar pareja.

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En la región, la mayoría se agrupa en el Movimiento Latinoamericano de Sacerdotes Casados (que se reunió en septiembre en Buenos Aires), que tiene presencia en varios países, como Brasil, Perú, México, Colombia y Argentina. El objetivo es presionar al Vaticano para que considere el concepto de celibato optativo.

Según le dijo a BBC Mundo el argentino Guillermo Schefer, vicepresidente de la organización, «en los últimos cinco años pueden haber unos 2.500 sacerdotes» que dejaron la iglesia en América Latina.

El cálculo fue logrado mediante un cruce entre las estadísticas de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y un trabajo de encuestas en la región por parte del Movimiento. El estudio también arrojó que en la última década unos 9.500 curas dejaron el clero en la región para formar pareja.

«La iglesia los llama ‘abandonos’ pero la estadística oficial no registra todos los casos porque en muchas ocasiones el sacerdote no recibe la dispensa (de las autoridades eclesiásticas) porque no se acepta hacer su situación pública», dice Schefer.

Separación

Jeronimo PodestáSe estima que unos 100.000 sacerdotes dejaron la iglesia para casarse o formar pareja.

La historia de Schefer es similar a la de muchos que engrosan la estadística de ‘abandonos’.

En 1998 se decidió a dejar la iglesia al sincerar una serie de sentimientos sobre lo que le demandaba la vida de los hábitos.

Una motivación fue la desilusión con la iglesia católica como institución, pero otra de importante peso fue el haberse enamorado de una catequista con la que trabajaba.

Natalia, como se llama la mujer, es hoy su pareja y madre de sus dos hijas. Aunque viven desde hace más de una década en pareja, este año esperan casarse por la misma iglesia que él dejó.

Schefer afirma que no se le hace raro imaginarse del otro lado del altar en un matrimonio cuando en otros momentos era él quien sellaba las uniones.

Según explica, dejó la institución pero no la vida devota a la fe cristiana.

«Muchos seguimos con la práctica de la fe. Hay algunos que incluso llevan los sacramentos (ejercen) de forma privada, porque en público la iglesia lo prohíbe», señaló.

«Yo en privado, si alguien me lo pide, doy alguna bendición como también doy ayuda o consejo. Y lo hago con toda la fe. Si me lo piden, no lo niego», apuntó.

Dejar la iglesia católica, al dar por terminado el voto de celibato, es un paso controvertido para la propia institución.

BBC Mundo contactó a las fuentes oficiales de la iglesia sin éxito. El único sacerdote que inicialmente atendió los requerimientos luego se negó tajantemente a conversar tras la mención del Movimiento de Sacerdotes Casados.

«Ellos decidieron romper la promesa que habían hecho, para qué voy a añadir algo más. Como iglesia no hay nada más que decir», indicó dicho clérigo al reafirmar su negativa.

Conflicto

«Somos como almas en espera, queremos que algún día el celibato sea optativo. Que esa ley no sea obligatoria para ser curas. Consideramos que el sacerdote casado está más en contacto con la realidad humana»

Cledia Podestá

«Uno se desilusiona de la iglesia. Yo sentí que no tenía respaldo de una institución que funciona para otra realidad. Hay un clero detrás del poder y no con la gente humilde», señaló Schefer.

Tras dejar la diócesis donde ejercía como sacerdote, Schefer se instaló en un pueblo cercano, en la provincia de Buenos Aires.

«Nunca sentí un estigma (cuando la gente se enteró de su decisión). Me vine a un pueblo dentro de lo que era mi parroquia. A mis feligreses los veía circunstancialmente, y les presentaba a mi familia y no había problema», aseveró.

La situación quizás era muy diferente cuando Clelia Ludo de Podestá formalizó su relación sentimental en 1972 con el entonces obispo Jerónimo Podestá.

«Había gente que se sentía traicionada por lo que hicimos», dijo Clelia a BBC Mundo.

Podestá -ya fallecido- fue el primer obispo que públicamente se separó de la iglesia católica para convivir con una pareja.

«Cuando fuimos al primer congreso de curas casados en Roma (en 1985) la prensa no nos dejaba en paz, porque éramos la novedad del momento. No había otro obispo con su pareja en actos públicos», dice Clelia, quien organiza un movimiento de esposas de exsacerdotes con pareja que funciona en Buenos Aires.

Ella y sus pares se reúnen cada tres meses para intercambiar experiencias y servir como punto de encuentro para quienes aún están dentro de la iglesia católica y buscan una salida.

Además, dentro de su casa fue que se reunió la sociedad latinoamericana en septiembre para nombrar un nuevo directorio (presidido por un mexicano y su pareja).

«Todos luchamos para que esta iglesia cambie. No luchamos contra el celibato, porque eso es algo que todos vivieron. El problema no es el celibato sino una iglesia diferente, abierta», dice esta mujer de más de 80 años de edad.

«Somos como almas en espera, queremos que algún día el celibato sea optativo. Que esa ley no sea obligatoria para ser curas. Consideramos que el sacerdote casado está más en contacto con la realidad humana», aseveró.

Soledad

La mayor dificultad para quien deja la iglesia, coinciden ambos entrevistados, es reinsertarse en el mundo fuera del clero.

«Los curas que se casan es porque se enamoraron y la fuerza del amor es muy fuerte. Hay quienes primero lo viven a escondidas y después a la luz del día. Ahí tienen que soportar que les saquen las parroquias y el trabajo», indicó Clelia Ludo de Podestá.

Schefer cuenta que su situación «no fue tan difícil».

Como párroco trabajaba como capellán del servicio penitenciario. Cuando anunció que dejaba los hábitos le propusieron que tomase el cargo de psicólogo social de la cárcel, lo que hizo una vez que terminó los estudios del área.

«Ahora trabajo como asistente social, ayudando a los otros. Es prácticamente lo mismo que hacía pero con otro atuendo», comentó.

En el caso de Clelia, cuando Jerónimo se apartó del clero ambos formalizaron su interés por un camino que ya desde adentro de la iglesia católica venían transitando.

«Él era un obispo comprometido con el pueblo y yo era una militante que luchaba por los derechos indígenas y hacía medicina preventiva», señaló.

«Como ahora con muchos otros casos, nosotros nos conocimos en la lucha social y nos enamoramos. Y entonces decidimos seguir esta lucha juntos», agregó.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/11/111101_argentina_sacerdotes_casados_iglesia_vh.shtml

CARTA SECRETA DE EDITH STEIN AL PAPA SOBRE LA CUESTIÓN JUDÍA



12.IV.1933.

Carta de Edith Stein (carmelita descalza, mártir en Auschwitz) al Papa Pío XI sobre la persecución de los judíos y católicos en la Alemania nazi. 

¡Santo Padre!

Como hija del pueblo judío, que, por la gracia de Dios, desde hace once años es también hija de la Iglesia Católica, me atrevo a exponer ante el Padre de la Cristiandad lo que oprime a millones de alemanes.

Desde hace semanas vemos sucederse acontecimientos en Alemania que suenan a burla de toda justicia y humanidad, por no hablar del amor al prójimo. Durante años los jefes (Führer) nacional socialistas han predicado el odio a los judíos. Después de haber tomado el poder gubernamental en sus manos y armado a sus aliados,-entre ellos a señalados elementos criminales-, ya han aparecido los resultados de esa siembra de odio. Hace poco el mismo gobierno admitió el hecho de que ha habido excesos. No nos podemos hacer una idea de la amplitud de estos hechos porque la opinión pública está amordazada. Pero a juzgar por lo que he venido a saber por informaciones personales, de ningún modo se trata de casos aislados. Bajo presión de voces del extranjero el régimen ha pasado a métodos «más suaves». Ha dado la consigna de que no se debe «tocar ni un pelo a ningún judío». Pero con su declaración de boicot lleva a muchos a la desesperación, pues con ese boicot roba a los hombres su mera subsistencia económica, su honor de ciudadanos y su patria. Por noticias privadas que he conocido en la última semana cinco casos de suicidio a causa de estas persecuciones. Estoy convencida de que se trata sólo de una muestra que traerá muchos más sacrificios. Se pretende justificar con el lamento de que los infelices no tienen suficiente fuerza para soportar su destino. Pero la responsabilidad cae en gran medida sobre los que lo llevaron tan lejos. Y también cae sobre aquellos que guardan silencio acerca de esto.

Todo lo que ha acontecido y todavía sucede a diario viene de un régimen que se llama «cristiano». Desde hace semanas, no solamente los judíos, sino miles de auténticos católicos en Alemania y creo que en el mundo entero, esperan y confían en que le Iglesia de Cristo levante la voz para poner término a este abuso del nombre de Cristo. ¿Esa idolatría de la raza y del poder del Estado, con la día a día se machaca por radio las masas, acaso no es una patente herejía? ¿No es la guerra de exterminio contra la sangre judía un insulto a la Sacratísima Humanidad de Nuestro Redentor, a la Santísima Virgen y a los apóstoles? ¿No está todo esto en absoluta contradicción con el comportamiento de Nuestro Señor y Salvador quien aún en la Cruz rogó por sus perseguidores? ¿Y no es esto una negra mancha en la crónica de este Año Santo que debería ser un año de paz y de reconciliación?

Todos los que somos fieles hijos de le Iglesia y que consideramos con ojos despiertos la situación en Alemania nos tememos lo peor para la imagen de la Iglesia si se mantiene el silencio por más tiempo. Somos también de la convicción de que a la larga ese silencio de ninguna manera podrá obtener la paz con el actual régimen alemán. La lucha contra el catolicismo se llevará por un tiempo en silencio, y por ahora con formas menos brutales que contra el judaísmo, pero no será menos sistemática. No falta mucho para que pronto en Alemania ningún católico pueda tener cargo alguno si antes no se entrega incondicionalmente al nuevo rumbo.

A los pies de Su Santidad pide la Bendición Apostólica

Dra. Edith Stein
Profesora en el Instituto Alemán de Pedagogía Científica
en el Collegium Marianum de Münster  

Traducción del alemán: Silvia Kot.

 

Fuente: http://www.revistacriterio.com.ar/…/la-carta-de-edithstein-al-papa-pio-xi/

La Iglesia indignada de Inglaterra


El Arzobispo de Canterbury se acerca a las tesis de los acampados y alaba la llamada «tasa Robin Hood»

BORJA BERGARECHE / CORRESPONSAL EN LONDRES
Día 03/11/2011
El Jesús de la Historia lo tuvo claro. Cogió un látigo, o cuerdas, y expulsó del templo a «los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas en sus puestos». En cambio, la acampada de «indignados» en la catedral de San Pablo tenía sumida a la Iglesia anglicana en un fuerte dilema moral: ponerse, esta vez, del lado de los mercaderes (el distrito financiero londinense), o permitir los «puestos» de los acampados. Y la dimisión el lunes del deán del templo, Graham Kowles, por considerar que su situación era «insostenible» tras ordenar el cierre de la catedral durante una semana, empuja a la jerarquía anglicana del lado de los «indignados».

Anteayer, los responsables de la catedral anunciaban que suspendían el procedimiento legal de expulsión de los manifestantes. La «entrega de las armas» eclesial llevó a los responsables del distrito financiero a anunciar ayer una «pausa» en sus propias acciones legales para buscar una «solución mesurada», según dijo Stuart Fraser, portavoz de la corporación que gobierna la City. «Serán días, más que semanas», advirtió. La paralización de los procesos legales de expulsión ha sido recibida con júbilo entre los «indignados» que empiezan a prepararse para mantener sus tiendas hasta más allá de la Navidad.

Una vez liberados de la posibilidad de ser asociados a un hipotético desalojo violento del campamento, los clérigos anglicanos parecen decididos a liderar el debate ético sobre los mercados financieros globales. Así lo explicaba ayer su máxima autoridad, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, en el «Financial Times». «Las demandas de los manifestantes han sido vagas. Muchas personas están muy frustradas sobre lo que consideran unos desastrosos efectos del capitalismo global. Pero no es fácil decir qué debería funcionar de otra forma», asegura el prelado.

Con este afán, Williams —conocido por manifestar a menudo sus posiciones ideológicas de izquierdas— repasa con simpatía el apoyo mostrado por El Vaticano a un impuesto sobre las transacciones financieras globales, conocido como «tasa Tobin, o también como «tasa Robin Hood». Así la llama Williams. Y así la reivindican los colectivos de «ocupación de los mercados financieros» en EE.UU. y en Europa. Este microimpuesto es defendido por varios gobiernos europeos (Francia, Alemania, España, la Comisión Europea…) y personalidades como George Soros y Bill Gates. La propuesta planeará sin duda en la reunión del G-20, un foro en el que la medida cuenta con la oposición de Reino Unido y EE.UU.

El obispo anglicano de Londres, Richard Chartres, anunció además la creación de un grupo de trabajo, dirigido por Ken Costa, ex presidente del banco UBS para Europa, para encauzar el esfuerzo de la Iglesia de Inglaterra de «reconectar lo ético con lo financiero». Con toda esta munición, la iglesia anglicana marca distancias con la City, la autoridad con la que comparte la responsabilidad del entorno de la catedral, y se acerca a las cuestiones planteadas por los «indignados». Ahora, les queda resolver los múltiples problemas logísticos y de orden público que plantea la acampada en las celebraciones religiosas de la Navidad.

http://www.abc.es/20111103/internacional/abcp-iglesia-indignada-inglaterra-20111103.html

SE ROMPE CON DIOS CUANDO SE ROMPE CON LA NATURALEZA


La Humanidad ha perdido el sentido cósmico de su origen y con él el sentido de la vida y el sentido de su dimensión espiritual. El hombre se ha alejado de Dios porque se ha alejado de la realidad de la Naturaleza –hombre incluido: es decir, de sí mismo-, que es donde Dios se encuentra realmente encarnado.

 

En ella, en la vida que en ella late, más que en las doctrinas teológicas, le escudriña la mística. San Juan de la Cruz lo expresó muy poéticamente en su Cántico Espiritual:

Pastores, los que fuerdes

allá, por las majadas, al otero,

si por ventura vierdes

aquél que yo más quiero,

decidle que adolezco, peno y muero”.

Y otro tanto hace la amada cuando, con este mismo lenguaje místico-poético, entona en  el Cantar de los Cantares:

 

“Como manzano entre los árboles silvestres es mi amado entre los mancebos. A su sombra anhelo sentarme, y su fruto es dulce a mi paladar”.

 

La famosa inscripción del oráculo délfico rezaba:

 

“¡Oh hombre! conócete a ti mismo

y conocerás el universo y los dioses”.

 

Tradicionalmente mutilado en su segunda parte, es ésta, sin embargo, la que nos descubre el verdadero sentido del augurio: la única vía segura para el conocimiento de Dios y del Universo es el conocimiento de uno mismo. La transcripción completa del texto clásico nos lo evidencia:

 

“Te advierto, quien quiera que fueres, ¡oh tú! que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros”.

 

Los ritos arcaicos –sacramentos laicos al uso- se registraron como “marcas sin” (“cerveza sin”, “leche sin”) al despojarles de la fuerza vital de la naturaleza. Con el quebranto de esa fuerza se desvaneció el sentido del vínculo como expresión de la solidaridad con el entorno: los otros y lo otro; y también como el estado de pertenencia a algo fuera y dentro de nosotros.

 

Aunque el tiro de gracia nos lo dimos a nosotros mismos cuando el Catecismo de la Santa Madre Iglesia nos propuso –y nos impuso- que “los enemigos del alma son tres: Mundo, Demonio y Carne”.

 

El día que Hércules se encontró en Libia con el gigante Anteo en su décimo trabajo, luchó con él. Y se percató de que al derribarlo, el hijo de Júpiter y Gea –la madre Tierra- se imbuía de la fuerza de un dios cada vez que alguna parte de su cuerpo entraba en contacto con el suelo. Al darse cuenta de ello, Hércules consiguió vencerlo elevándole en el aire y ahogándole entonces entre sus poderosos brazos. Así nos lo pintó Gustavo Doré.

 

El mito de Anteo se formula como una sarcástica alegoría del drama de nuestra realidad. Su simbolismo hace referencia, en sentido positivo, al vigor que se adquiere cuando nos mantenemos en contacto físico, psíquico o espiritual con la Naturaleza y, negativamente, cuando rompemos con ella, cuando hemos tomado partido por Zeus y nos posicionamos olímpicamente en las alturas. (¡Qué error tan de bulto haber tomado al pie de la letra las palabras de Jesús “Mi reino no es de este mundo”!)

 

El hecho más trascendental de esta ruptura con el Universo es la desavenencia con Dios.

 

Quizás nos falte todavía la suficiente conciencia para percatarnos de que, a nivel de átomos, la composición de nuestro cuerpo no se diferencia de la del resto del universo. Y que no somos sino el resultado de la alquimia nuclear, desarrollada a lo largo de más de trece mil millones de años en el espacio y en el tiempo, como sugiere la obra de Altschuler, Hijos de las estrellas. Y hasta es posible que en este sentido habría que hablar del hombre como una cosmo-construcción.

 

Así lo intuyeron prácticamente los diferentes relatos sobre el nacimiento de la humanidad, en los que se hace resaltar que nuestra raza surge de la Tierra.

 

En la tradición taoísta el ser humano aparece como un elemento más de la Naturaleza. En sus caligrafías el hombre jamás es protagonista. Se le representa de tamaño minúsculo en medio de otros elementos del paisaje y en estrecha relación con la totalidad.

 

El ser humano está en estado de simbiosis con el resto de seres que integran no sólo la tierra sino el universo entero. De tal modo que su existencia, evolución y desarrollo es interdependiente con ellos. Es decir, va más allá de sí: va hasta el entorno no humano.

 

La idea bíblica de un “pueblo elegido” –en consecuencia, separado de todos los demás pueblos- no es espiritualmente de recibo. Es más: la religión cristiana agrava esta ruptura haciendo al hombre hijo del Padre Celestial. Tampoco es de recibo una Humanidad “especie elegida”, frente al resto de las criaturas, pues todos cuantos seres existen –vivos o inertes- son por igual titulación hijo de Dios.

 

El precio de la individualización, del establecimiento de fronteras para afirmar la identidad colectiva, ha llevado a la pérdida de la conciencia de ser uno con toda la realidad. Y ha llevado, sobre todo, a fratricidas duelos entre las partes –las guerras de religión-, incluso con un Dios al frente violentamente reclutado –y forzado a luchar contra sí mismo- como mercenario, en cada bando.

 

En la sugerente película El árbol de la vida, Palma de Oro en el Festival de Cannes 2011, una voz en off abre la escena recogiendo esta visióndualista del mundo tradicionalmente presentada por la Iglesia:

 

“Las monjas nos enseñaron que hay dos caminos que puedes seguir en la vida, el de la naturaleza y el de lo divino; puedes elegir cuál vas a seguir”.

 

Malick, su director, apenas utiliza el lenguaje de la palabra y la razón.  Es un lenguaje el suyo básicamente de imágenes sensoriales y de sentimientos: el vehículo más adecuado para el conocimiento de la Naturaleza y, a través de ella, para el encuentro con Dios.

 

Vicente Martínez 

Fuente: http://www.feadulta.com

 

 

 

Mujeres por la paz



JOSÉ ARREGI

El Premio Nobel de la paz 2011 ha sido concedido a tres mujeres africanas: dos liberianas y una yemení. Lo han recibido las tres juntas, pero lo merecía entero cada una de las tres y muchísimas más de las que nadie se acuerda. A ellas nuestra gratitud y nuestro homenaje, no por haber recibido el premio, sino por haberlo merecido. El Premio Nobel, como todos los premios, llega siempre después de complejos laberintos, secretas negociaciones, sopesados intereses. Y no digamos en el caso de un Nobel de la Paz cuya concesión, también en este caso, habrá puesto a prueba la cordura y la imparcialidad sueca. No sé si la plena objetividad es posible en química, pero no lo es ciertamente en cuestiones de paz, porque la paz es en primer lugar cuestión de justicia, y sucede a menudo que la justicia la dicta el poder. De otro modo, difícilmente se podría comprender que en 1973 se le hubiera otorgado el Nobel de la Paz a Alfred Kissinger que, mientras negociaba -por evitar la derrota más que por conseguir la paz- con Vietnam del Norte, sostenía dictaduras, derrocaba democracias y ordenaba asesinatos en América Latina y allí donde podía. Y costaría comprender que hace dos años, sin ir más lejos, se le diera el galardón a Obama, que tal vez quiere y no puede o, más seguramente, no quiere cuanto puede a favor de la paz justa, la única verdadera. Le honra, al menos, que en esa ocasión reconociera: «No me lo merezco».

Estas mujeres de este año sí se lo merecen: Leymah Gbowee, una sencilla trabajadora social liberiana, madre de seis hijos, infatigable soñadora y luchadora por la paz; Ellen Johnson Sirleaf, madre de cuatro hijos, liberadora y presidente de Liberia; Tawakul Kerman, yemení, madre de tres hijos, principal protagonista de la revuelta pacífica contra la dictadura de su país. Las tres son madres. ¿Y por qué lo digo, si en el caso de Kissinger y de Obama he eludido señalar su condición de padres? No lo sé muy bien, pero algo debe de tener que ver el ser madre con merecer el Nobel de la Paz. Luego volveré.

Las mujeres sostienen gran parte del peso del mundo, de la familia, de la maternidad e incluso de la paternidad

Leymah Gbowee empezó con un sueño. Primero soñó despierta que la paz en su país, Liberia, era posible. Nada es posible si primero no se sueña despierto. Pero Leymah, además, un día soñó dormida que ella lideraba un movimiento de paz. Y al despertar se dijo: «Hágase. Yo lo haré». Y a ello se entregó y sigue entregada en alma y cuerpo, con todos sus hijos, hasta convertir el sueño en realidad. Luchó con sus armas: a veces ocupando el mercado para impedir que reclutaran niños para la guerra, a veces poniendo barricadas para impedir que los hombres allí encerrados pudieran salir mientras no acordaran la paz; otra vez, aliándose -ella, cristiana- con una musulmana para formar un movimiento interreligioso de paz; un día, proclamando: «Nos merecemos tener un futuro. Yo quiero un futuro, porque tengo hijos». Y otro día, decidiendo: «Nuestros maridos no tocarán nuestros cuerpos hasta que logren un acuerdo de paz. No habrá sexo sin paz». La última estrategia fue tal vez la más eficaz, pues ya se sabe por dónde flojean los varones.

Ellen Johnson Sirleaf es presidenta de Liberia desde 2005, primera mujer africana en acceder a la presidencia de un Estado, otra forma de asistencia social. Liberia: un país con nombre de libertad, pero sumido en la opresión. Un pequeño y hermoso país creado para que los esclavos deportados de otro tiempo fueran libres, pero sometido luego a todas las modernas esclavitudes. Un país de solo cuatro millones de habitantes con 800.000 refugiados por la guerra. Un país con 20 médicos y sin maestros. Un país destrozado y hundido, trágica caricatura de quienes lo habían soñado y bautizado como «Liberia», «Tierra de la libertad». Vino ella y puso su corazón, su inteligencia, su fuerza de mujer y de madre. No en vano la llaman Mamá Sirleaf y Dama de hierro, por haber logrado también ella esa síntesis a la que las entrañas y las circunstancias han inducido a tantas mujeres. Las dificultades en su país siguen siendo inmensas. Las resistencias internas y externas perviven. Los fracasos no faltan, los errores tampoco. Pero ella sigue ahí, reengendrado a su país para la libertad y la paz.

Tawakul Kerman, primera mujer árabe en recibir el premio, es una de las protagonistas de la revuelta popular del Yemen contra el presidente Ali Abdalá Saleh y su régimen violento en el poder desde hace 33 años. Vive en una tienda de campaña en la Plaza del Cambio de Saná, convertida en un campamento en pie de paz. Y ahí, ella es la primera, por si alguien duda todavía del alcance de la primavera árabe. Fundadora de Mujeres Periodistas Sin Cadenas, ha declarado: «Por el camino de la paz, se derriban las dictaduras». Y ha dedicado el premio «a la juventud de todos los países árabes, a los de Túnez, Egipto, Libia y Siria. A todos los jóvenes de la revolución. A todas las mujeres».

Tres mujeres por la paz, más allá del Nobel. Madres de una nueva Liberia digna de su nombre, de un nuevo Yemen, de una nueva África, de nuevos continentes asentados en la paz de la justicia. ¿Y por qué resalto su condición de mujer y madre? Es un terreno resbaladizo, y sé de antemano que, diga lo que diga, me equivocaré. No pienso que la mujer, por serlo, esté mejor preparada que el varón para hacer la paz, aun teniendo como tiene el hemisferio cerebral izquierdo más desarrollado que el varón y siendo por ello, como salta a la vista, más hábil que el varón con la palabra. La palabra es fundamental para la paz, pero no creo que esa sea la razón fundamental que ha llevado a estas mujeres y tantas otras a merecer el Nobel. La razón fundamental es, me parece, que han sido excluidas de los engranajes del poder y del sistema, y eso, aun siendo injusto, de hecho las hace más libres para derribar el sistema violento y edificar la casa de la paz. Veo el mismo fenómeno en la Iglesia, en nuestra Iglesia tan masculina: el que vive de la institución se empeña en sostenerla y difícilmente la transformará. Luchar por la paz siendo madre tiene un mérito añadido: ¿De dónde sacan tiempo estas madres? No quiero decir que la maternidad deba demandar a la mujer más tiempo y dedicación que la paternidad al varón. Tampoco eso debiera ser así, pero, de hecho, las mujeres sostienen gran parte del peso del mundo, de la familia, de la maternidad e incluso de la paternidad. Y no digamos en África. Y las religiones son responsables de ello en buena medida. Pues he aquí que estas madres, como innumerables madres, han superado al parecer las condiciones vigentes del tiempo y del espacio. Verifican en sus vidas novedosas leyes físicas, biológicas, matemáticas y económicas, hasta hacer proezas. Y convierten la exclusión en impulso. Se merecen todos los Nobel a la vez.    

Fuente: http://www.fecansada.com 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“La relación de la religión con el poder tiene que ser crítica, no legitimadora”


<a title="Permanent Link to Juan José Tamayo, teólogo: “La relación de la religión con el poder tiene que ser crítica, no legitimadora”

Dori Nuñez

» href=»http://www.redescristianas.net/2011/11/02/juan-jose-tamayo-teologo-%e2%80%9cla-relacion-de-la-religion-con-el-poder-tiene-que-ser-critica-no-legitimadora%e2%80%9ddori-nunez/» rel=»bookmark»>Juan José Tamayo, teólogo 

Dori Nuñez

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El doctor en Teología Juan José Tamayo ofreció su perspectiva sobre las religiones monoteístas.
El doctor en Teología Juan José Tamayo cosechó un gran número de felicitaciones por la intervención que realizó ayer en las Jornadas de Religión, Ciudadanía y Espacio Público. Así, comentó en declaraciones a El Faro que el tema de las jornadas era el acertado, puesto que en estos momentos, la religión y el espacio público son objeto de debate entre intelectuales, teólogos y políticos. Su conferencia comenzó con el título ‘Judaísmo, cristianismo e islam, tres religiones en diálogo’.

¿Cuál es el lugar que debe ocupar la religión en el espacio público y en la ciudadanía?

“La relación de la religión con el poder tiene que ser crítica y en ningún caso tiene que ser legitimadora del poder como lo ha sido históricamente. Hay que romper definitivamente todas esas alianzas, que han sido muy negativas y perjudiciales para la ciudadanía. Mientras que hay que reformar la relación de religión y ciudadanía de forma que la primera no sea un elemento distorsionante ni dificulte los lazos de convivencia, sino que sea un elemento más, que contribuya a establecer esas relaciones entre los ciudadanos de forma más homogénea e inclusiva”, destacó Tamayo.

“Por último, la relación entre religión y espacio público no puede ser de ocupación. La religión no puede ocupar un espacio para dominar las mentes o los comportamiento de los ciudadanos. El espacio público tiene que ser abierto, y en él caben todas las organizaciones, colectivos y propuestas que se deben debatir racionalmente, pero en ningún caso imponerse por su superioridad numérica, la revelación, o cualquier otro tipo de causa”, aseguró.

Por otro lado, Tamayo destacó que en España “la permisividad que se tienen con las actividades de la iglesia católica en el espacio público también se debe tener con el resto de confesiones y culturas”. Y en referencia a la construcción de templos de culto aseguró que “deben establecerse unos criterios y normas” y ante todo el espacio público debe estar sujeto a que “no se atente contra las libertad de otras personas y a que se respete las reglas del juego”, concluyó Tamayo.

http://www.redescristianas.net/2011/11/02/juan-jose-tamayo-teologo-%E2%80%9Cla-relacion-de-la-religion-con-el-poder-tiene-que-ser-critica-no-legitimadora%E2%80%9Ddori-nunez/

La Iglesia anglicana comulga con el credo de los indignados


Fuente:euronews

(Video en español) La Iglesia anglicana comulga con el credo de los indignados

En una cartga pública que reproduce el ‘Financial Times’, el líder espiritual de la Iglesia anglicanaafirma que «las protestas son la expresión de una profunda y amplia exasperación contra los abusos del sistema financiero». 
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UN GRUPO DE MUJERES SACERDOTES DESAFÍAN AL VATICANO. HAZTE SACERDOTE.


Miércoles, 2 de noviembre 2011

CBS historia de la televisión

http://minnesota.cbslocal.com/2011/10/20/group-of-women-defy-vatican-join-priesthood/ 

MINNEAPOLIS (WCCO) – «Aunque el Vaticano no reconoce a las sacerdotes mujeres, un grupo de mujeres todavía se encuentran una manera de ser ordenados sacerdotes -. con la esperanza de que algún día las mujeres serán recibidas en el ministerio en la Iglesia Católica Romana, la fe y tradición se mezclan todos los domingos Sin embargo, en la compasión de Cristo, la comunidad católica en Minneapolis hay un nuevo acercamiento a las enseñanzas semanales. Las mujeres sirven como sacerdotes, una práctica no permitida dentro de la Iglesia Católica.
«Tuve que trabajar a través de un montón de miedo antes de que yo estar dispuesta a decir: yo estoy listo para ser ordenada,» dijo la Rev. Monique Venne , co-pastor de la compasión de Cristo.
Venne está entre 90 mujeres de todo el mundo que han ido en contra de la ley canónica para seguir una vocación. Su paso en el ministerio católico se llevó a cabo el año pasado. »  

Los indignados de Londres fuerzan la dimisión del deán de San Pablo


Los animadores de la protesta, a punto de recibir un ultimátum para retirar sus tiendas

BORJA BERGARECHE / CORRESPONSAL EN LONDRES
Día 01/11/2011
La fuerte presión que sufre la iglesia anglicana ante la «ocupación» de la catedral de San Pablo se cobró ayer la segunda dimisión de un responsable clerical. El deán del templo, Graeme Knowles, de 60 años, abandonó su cargo por considerar su situación «insostenible», después de que «las críticas a la catedral se hayan incrementado en la prensa y la opinión pública», según su comunicado. El deán se apea del cargo para dar así «una oportunidad a un enfoque fresco sobre las cuestiones complejas y vitales a las que se enfrenta San Pablo».

Se trata de la segunda dimisión de un responsable en pocos días, después de la del canónigo de la catedral, Giles Frazer, la semana pasada. Además, un tercer clérigo que desempeñaba funciones menores a tiempo parcial también ha dimitido. Pero la de Knowles, cuyo sucesor deberá ser aprobado por Isabel II, cabeza simbólica de la Iglesia de Inglaterra, apunta a las contradicciones que atraviesa la jerarquía anglicana.

El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, se vio ayer obligado a apoyar a los responsables de la catedral, que estuvo cerrada al público la semana pasada por primera vez desde los bombardeos nazis de 1940. «Las cuestiones más amplias expresadas por los manifestantes siguen sobre la mesa», dijo ayer Williams, reconociendo que su iglesia se siente interpelada por la crítica a los mercados financieros que realiza el movimiento «indignado». Se espera que los acampados reciban un ultimátum para retirar las 200 tiendas plantadas en 24 ó 48 horas. El previsible incumplimiento llevaría a las autoridades eclesiásticas y de la City —distrito donde se erige la catedral— a pedir su expulsión a los tribunales, un proceso que podría durar meses.

http://www.abc.es/20111101/internacional/abcp-indignados-londres-fuerzan-dimision-20111101.html

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