«La Iglesia salvó a mucha gente de izquierdas durante la Guerra Civil»


ENTREVISTA | FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA
28/01 · 23:27 · Antonio Atienza
  Francisco Glicerio

No para y tras escribir la historia de la Asociación Católica de Propagandistas ha sacado a la luz un nuevo libro al que seguirán otros sobre la Catedral Vieja de Cádiz y sobre el papel de la Iglesia en la Constitución de 1812. Investigador y docente, reparte a partes casi iguales la búsqueda de la verdad objetiva con la enseñanza y la divulgación, precisamente en esta última faceta en la que este periódico comenzó a seguirle la pista cuando empezó a colaborar en sus páginas. Y por su vecindad con esta casa, en la misma calle San Nicolás.

—Usted es historiador, una vocación…
—Desde pequeño, desde que tenía diez años y mi madre me compró mi primer libro de historia me he dedicado a buscar el sentido de las cosas que hacemos los seres humanos, de las historias tan enrevesadas o sencillas que están dentro de nosotros y que conforman nuestro exterior. Siempre he estado buscando la verdad objetiva.

—Ha sido colaborador de ‘San Fernando Información’ durante mucho tiempo, lo cual nos agrada porque sus escritos están en la hemeroteca y de vez en cuando hacemos uso de ellos para documentarnos. Pero como decía Paco Umbral, hablemos de su libro, la biografía de Doña María Madariaga y Alonso, que puede que no les suene a muchos, pero sí suena Salus Infirmorum, la escuela de enfermería más prestigiosa que conocemos en España y, según el libro, no sólo en España.
—Efectivamente. Es la más prestigiosa y la obra de María de Madariaga Alonso, esta mujer que formaba a las enfermeras desde un punto de vista, no sólo de la calidad sino de la cualidad, una cualidad humana en el cuidado de los enfermos, de los niños en el caso de las puericultoras, y Salus Infirmorun tiene ese prestigio que es tal que fuera de España, en Marruecos, cuidaron a los miembros de la Casa Real alauita y la Casa Real en el exilio, en Estoril, demandaba a estas enfermeras. E incluso la reina Victoria Eugenia, viuda de Alfonso XIII, fue cuidada en Suiza por enfermeras de Salus hasta su muerte en 1969. Recientemene el Rey de Marruecos nos ha felicitado por esta obra en la que él sale siendo cuidado por estas enfermeras.

—El prestigio sobrepasaba lo que ahora puede ser impensable tal y como están las religiones, aunque antes quizá más. Pero que un rey musulmán como Hassan II llame a enfermeras cristianas, católicas, para cuidar a su hijo que terminaría siendo su sucesor…
—Salus tiene ese carisma cristiano pero por encima de todas las razas y las religiones. En el Archivo Histórico encontramos documentación que nos dice que incluso hay japonesas budistas que vienen a formarse en nuestro centro, no tienen inconveniente. Y Hassan II quiere lo mejor para sus hijos. Hemos encontrado documentación de estas enfermeras cuidando al rey Mohamed VI y a su hermana, la princesa Lalla Meryem. En el libro salen unas fotos en las que están las cuidadoras, las nanis, que incluso llegaron a defender en 1971, según un reportaje que hizo El Mundo, a la Casa Real marroquí contra el golpe de estado de los coroneles contra Hassan II.

—Usted habla de nosotros al referirse a Salus. ¿Por qué? Por que usted no es enfermero…
—Porque formo parte del cuadro de profesores, soy profesor de Historia de la Enfermería. Yo soy doctor por el CEU-San Pablo y de ahí pasé al Archivo Secreto Vaticano, donde encontré muchos documentos también de la hermana mayor, de Doña María de Madariaga Alonso, que es el objeto del libro. Después conocí a Isabel Resilles, que es la presidenta de la Asociación Salus Infirmorum que es la que me ha traído aquí y hemos presentado ahora documentación en un congreso de Alicante en el que hablamos de los cuidados de enfermería. Yo soy director del Archivo Histórico, donde está toda esta documentación con la cual hemos construido esta historia.

—Y además la difunde, porque viene de dar una conferencia en la población de San Carlos.
—También he dado conferencias a los militares.

—¿Salus sigue teniendo el mismo prestigio hoy en día?
—Sí. E incluso más, porque hoy en día, ante la deshumanización de la sociedad, la Sanidad se mide en muchas ocasiones por números y Salus siempre pone de relieve esa visión cristiana del cuidado del ser humano, que no es número, es una persona. El otro día hicimos una representación en la que el enfermero ponía todo su amor en el enfermo. Simplemente dando los buenos días por la mañana, no sólo hacer la cama, un trato personal. Y esa calidad y esa cualidad de las enfermeras de Salus Infirmorum la tienen desde sus orígenes hasta nuestros días.

—Si nos escuchan otras enfermeras que no sean de Salus dirán que ellas también tratan con cariño a todo el mundo.
—Por supuesto, eso no lo dudamos, pero es lo que yo veo en los textos, en la documentación y ciertamente, muchas instituciones piden enfermeras de Salus Infirmorum por esa calidad humana y profesional.

—Teniendo delante a una persona que me acaba de decir que viene del Archivo Secreto del Vaticano, me intriga y me pongo a pensar en códices perdidos de las películas… ¿Es verdad?
—Desde el CEU me enviaron a la Universidad Pontificia Santa Croce para hacer una investigación sobre mi último libro sobre la Asociación Católica Propagandista en el Archivo Secreto Vaticano, desde 1908 a 1939. Ahí hay documentación de toda la Cristiandad, entraba las 8.15 de la mañana, tenía que pasar primero por la Gendarmería, luego por la Guardia Vaticana, luego depositaba la maleta, me daban unas llaves y con las cámaras ya podía acceder a la documentación. Tres peticiones diarias podía hacer y quiero publicar otro libro sobre las Cortes de Cádiz en el Archivo Secreto Vaticano.

—Pero está restringido su uso…
—Necesitas un permiso del prefecto para entrar y la documentación que se puede consultar es hasta 1939, que es el final del pontificado de Pío XI y principios del de Pío XII.

—El papel de la Iglesia en la Segunda Guerra Mundial no se puede ver todavía…
—Se va a desclasificar, poco a poco se irá desclasificando pero sí se puede consultar sobre la Guerra Civil. En este libro, por ejemplo, saco bastante documentación sobre el asesinato de Calvo Sotelo en julio de 1936. Están ahí los comentarios del nuncio, en italiano, que después de dos años los he traducido y es interesante todo lo que hay de la Guerra Civil, de cómo veía la guerra la representación diplomática vaticana.

—¿Fue tan determinante la posición de la Iglesia a favor de uno de los bandos o se ha exagerado?
—Yo creo que se ha exagerado.

—Independientemente de lo que decía un cura, “si estos me quieren matar me tengo que ir con los del otro bando”.
—Se encuentra documentación, no sólo en el Archivo Secreto Vaticano sino en otros archivos que hablan que las Checas preguntaban si había que matar a un sacerdote que era muy santo y la respuesta de la Checa provincial fue que a los más santos, los primeros. La posición de la Iglesia fue difícil en aquellos momentos pero lo que intentó fue salvar el mayor número de vidas posible. La Iglesia salvó a muchas personas de izquierdas y eso no se ha reflejado suficientemente, pero una gran cantidad de personas se salvaron gracias a la labor de sacerdotes, de frailes… Y lo que encuentro son muchas actas de martirio, de personas que mueren por ser cristianos. Es una labor interesante.

—Ahora habrá que esperar a que se desclasifique algo más para conocer lo que hizo la Iglesia después de la Guerra Civil y arrojar luz a una historia que cada uno cuenta según los datos que tiene. 
—El Archivo Secreto Vaticano es desde 1940 a 2012 y ahí sólo pueden entrar el Papa y dos o tres cardenales. Secreto viene de secretaría y de secretario, que era el que guardaba todos los papeles.

—A los secretarios de los ayuntamientos les pasa lo mismo. Yo estoy detrás de uno pero me dice que hasta que no pasen no sé cuántos años no puede abrir la boca. Siguiendo con usted, que no para, también va a sacar un libro sobre las Cortes de Cádiz y la Iglesia, que tuvieron mucho que ver ambas. Sólo hay que leer la fórmula del Juramento de los diputados en la Iglesia Mayor de San Fernando…
—Ahora voy a dar una conferencia en marzo en el Casino Gaditano, en el Centro de Estudios Constitucionales, y hablo y defiendo lo mismo, que más que unas cortes parece un concilio por la cantidad de eclesiásticos que había. Unos más liberales, otros más conservadores, no era un todo homogéneo, pero eclesiásticos defendiendo la libertad de imprenta son Diego Muñoz Torrero y de una tendencia más conservadora, el obispo de Orense, don Pedro Toledo, que estuvo el 24 de Septiembre de 1810 en la apertura de las Cortes y él se niega al refrendo de la soberanía nacional. Pero están otros a favor de la abolición de la Inquisición y toda esa documentación está en el Archivo Vaticano. Otros más conservadores como Pedro Iguanzo, o más liberales como el abad de Valdeorras… Hay de todo.

—A partir de ahí me supongo que descansará. ¿O tiene más proyectos?
—Sí, porque dos años trabajando en el Archivo Vaticano dan para mucho, la documentación es riquísima y he fotocopiado medio archivo. Entonces estoy produciendo, produciendo… y estoy terminando uno sobre la heráldica de la Catedral Vieja, la Iglesia de Santa Cruz, que espero que salga en 2013. Esta iglesia fue quemada por los ingleses y hay una documentación muy rica en Roma que es las visitas ad limina, relaciones que los obispos de Cádiz mandan al Papa. Este saqueo fue en 1596 y en 1597 hay una visita, una redacción del obispo de Cádiz que es Maximiliano de Austria, que es pariente de Felipe II y es interesantísima porque cuenta el estado de la diócesis justo después de que el conde de Essex saqueara e incendiara gran parte de Cádiz.

—Volviendo al libro que nos trae, Doña María de Arteaga y Alonso, le han mandado a usted una carta de la Casa Real Española de parte de la Reina Sofía, además de una carta del rey de Marruecos, Mohamed VI. Me supongo que será un orgullo.
—La verdad es que sí porque no esperaba que pudiera tener tanta repercusión. Pero aparece en el libro cuidado por Ascensión Díez que es una de nuestras enfermeras que en los años 60 acudió a la Casa Real alauita. Cuando hicimos el libro se lo enviamos al cónsul de Marruecos y el otro día me llamó y me dijo que quería entregarme una carta de Su Majestad Mohamed VI. Y yo creo que le gustó verse de pequeño cuidado por sus niñeras, por sus nanis. Y con respecto a la Reina Doña Sofía, fue puericultura en Grecia y también la infanta Doña Margarita de Borbón, la hermana del Rey, también nos ha felicitado y ha hecho el prólogo. Doña Margarita es puericultura de Salus Infirmorum.—Gracias por todo, pues

http://www.andaluciainformacion.es/portada/?a=211598&i=98&f=0

 

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: