Investigan asesinato de misioneros de EU en NL


 

Autoridades investigan si el móvil del crimen se debió a un robo ya que, según las fuentes, en la casa faltaban aparatos electrónicos, una camioneta y otros objetos de valor

Dos misioneros estadounidenses fueron estrangulados con cables en el municipio rural de Santiago en el estado de Nuevo León, al norte de México, informaron hoy fuentes oficiales.

Wanda Casias, de 67 años, y John Frank Casias, de 76, originarios de Colorado y quienes radicaban desde hace unos 25 años en México, fueron localizados por su hijo en un rancho de Nuevo León, a más de 37 kilómetros de Monterrey, dijo un portavoz de la Agencia Estatal de Investigaciones.

La fuente explicó que el cuerpo de la mujer fue localizado en la cocina de la casa, mientras que el del hombre en el patio, ambos con golpes y con un cable enredado en el cuello.

Los cadáveres de este matrimonio, ambos misioneros de la Primera Iglesia Bautista Fundamental Independiente, fueron encontrados ayer martes por la tarde.

Hasta el momento las autoridades mexicanas investigan si el móvil del crimen se debió a un robo ya que, según las fuentes, en la casa faltaban aparatos electrónicos, una camioneta y otros objetos de valor.

El municipio de Santiago es considerado un «pueblo mágico» debido a sus atractivos turísticos, pero hace dos años un grupo de pistoleros del grupo de Los Zetas asesinó al alcalde Edelmiro Cavazos para controlar esa población.

EFE
02 de febrero de 2012

LA SUEGRA DE PEDRO, UNA MUJER QUE SE PONE EN PIE (Mc 1, 29-31)


-Emma Martínez Ocaña-

Quiero presentarme, pues apenas me conoces.
Soy otra mujer “sin nombre” del Nuevo
Testamento. Una vez más los redactores de los
evangelios me niegan identidad, y sólo soy un
de en relación a un varón importante: “suegra
de Pedro”. Quizá no te sorprendas, seas varón

o mujer, pues estamos todos tan
acostumbrados a que así sea que nos parece
lo más natural; hija de, hermana de, esposa de,
pareja de, madre de, viuda de… ¿A que hoy
sigue siendo también así? ¿No crees que ya ha
llegado la hora de que eso deje de ser como
es?
Algunos varones querrán convenceros de que
éste es un dato que no tiene importancia,
aunque eso lo dicen ellos, que siempre son los
nombrados, no sólo por su nombre sino que su
sexo identifica al género humano. Todos y
todas somos hombres porque ellos han
decidido que ése es un nombre genérico… Eso
sí, ellos nos dirán lo importante que es, en la
Biblia, dar nombre, llamar por el nombre, poner
nombre… ¿Sólo es importante para los varones

o cuando lo hacen ellos?

¿Por qué tantas mujeres renuncian a su
apellido cuando se casan? ¿Por qué hemos
aceptado pasivamente durante siglos el hecho
de que para nuestros hijos nuestro apellido sea
el segundo y no el primero? Os invito a
rebelaros contra esta forma de negarnos
identidad. Porque es verdad que nombrar es
dar identidad, y que lo que no se nombra se
hace invisible y termina por parecer inexistente,
aunque nosotras existimos y construimos la
historia igual que ellos.

Nosotras, las mujeres, también construimos la
Iglesia primitiva y eso es lo que quiero contar al
hablarte de mí.

El evangelista Marcos se refiere a mí en estos
términos: “Jesús salió de la sinagoga y se fue
con Santiago y Juan a casa de Simón y
Andrés. La suegra de Simón estaba en la cama
con fiebre” (v.29-30).

Estar en la cama con fiebre expresa bien mi
situación de mujer. Estoy tumbada, separada
de la comunidad, sin nada que decidir ni hacer
en casa deSimón y Andrés. La casa, sabes
bien, es símbolo de la comunidad donde los
varones se sienten dueños. Además tengo
fiebre… Es otra forma de expresar mi condición
de excluida, de estar impura, dominada por
malos espíritus. Estoy postrada, no de pie, y
por tanto humillada, pasiva y, además, soy
impura, estoy sometida a Satanás.

Soy el símbolo de las mujeres de Israel, en ese
tiempo, y desgraciadamente de tantas mujeres
aún hoy. Es expresivo el dicho que corre por
ahí: “Mujer de mesa y cama” o ¿quizá sólo
para la cama y la mesa?

¿Cuáles son las “camas” y las “fiebres” que aún hoy
nos mantienen a las mujeres excluidas de los lugares
de decisión, no reconocidas como sujetos de derechos
en igualdad con los varones, postradas, demonizadas
de tantas maneras?

Seas varón o mujer quien me estás leyendo, no
dejes de responder a la pregunta anterior. Y si
no tienes fuerzas para más, al menos haz lo
que los varones de la narración de Marcos
hicieron: “Enseguida le hablaron de ella”.
Arriésgate a hacerlo porque eso supondría que
al menos te has dado cuenta de que la
situación debe cambiar. Háblale a Jesús de
ello, quizá por ahí puedas encontrar luz para
saber cuál es su verdadero proyecto sobre el
mundo en general y las fuerzas para colaborarcon Él en ese sueño.

Mi curación hay que leerla en la necesidad de
una profunda “metanoia” que viene precedida
de otro gesto simbólico. Inmediatamente
después de la llamada a seguirle, Marcos dice:
“Y fueron a Cafarnaún (1, 21). Era sábado,
Jesús entró con ellos en la sinagoga y dejó
asombrados a los oyentes porque “les
enseñaba como quien tiene autoridad, no como
los letrados” (v.22). en este momento introduce
el evangelista el primer signo liberador de
Jesús. “Estaba en aquella sinagoga un hombre
poseído por un espíritu inmundo e
inmediatamente empezó a gritar: ¿qué tienes tú
contra nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido
a destruirnos? Jesús le conminó: Cállate la
boca y sal de él” (23-25). Jesús dice con los
hechos que ha venido a destruir el dominio del
mal, a luchar contra el poder de todos “los
espíritus inmundos”.

No sólo nosotras, las mujeres, estamos
dominadas por demonios sino también vosotros
los varones. Todos y todas estamos hoy
contaminados por fiebres y demonios
excluyentes e injustos que sólo cuando los
podamos nombrar y exponer a la luz, nos
permitirán dejarnos ayudar y salir de esta
esclavitud.

Seguir a Jesús requiere una profunda
conversión. Necesitamos redefinirnuestras
identidades sin falsos estereotipos de género,
que nos dividen y nos empobrecen. A nosotras
negándonos nuestro poder y nuestra fuerza, y
encadenándonos a roles, cualidades y
funciones que no hacen justicia a nuestra
verdad. A los varones postrándolos bajo el
peso de falsas identidades masculinas,
despojándolos de la ternura, sentimientos,
receptividad, intuición, pasión y cuidado por la
vida. Empobrecidos por identificar la
masculinidad con dominar, mandar, ser
prepotentes, pretender ser superiores…
Vosotros y nosotras necesitamos manos
tendidas para salir de esta situación,
necesitamos liberarnos de demonios y
ponernos en pie como expresión de la nueva
identidad que confiere la fe en Jesús.

En este contexto, introduce Marcos el episodio
donde narra lo que Jesús hizo conmigo,
expresándolo así: “El se acercó, la cogió de la
mano y la levantó” (v. 31).

No te olvides de un dato muy importante: es
sábado, por tanto Jesús está, de nuevo,
transgrediendo un precepto sagrado, porque Él
sólo considera sagrado lo que agrada a su
Dios: la vida, la calidad de la vida para todos y
todo.

En la construcción de su nueva comunidad, en
esa “casa de Pedro y Andrés”, quiere poner de
relieve, lo mismo que lo que acababa de hacer
en la sinagoga, que no es posible una religión
que, en nombre de Dios, mantenga a las
personas sometidas, tumbadas, como seres de
segunda categoría, sin sentirse miembros
activos de la comunidad, con capacidad para
decidir, en igualdad de derechos y deberes.

SE ACERCÓ A MÍ. No sabes cuánto agradecí
ese gesto de cercanía; era su modo de
decirme: “estoy contigo”, a tu lado, conozco tu
sufrimiento y no me es ajeno. Aunque no
siempre logres reconocer mi presencia yo
estoy contigo en tu lucha por ponerte en pie.
No creas a quienes se escandalizan de ello,
quienes me critiquen o te critiquen por hacer
algo prohibido en nombre de Dios. Ese Dios no
es en el que yo creo, no es el que me envió a
revelaros su sueño: un mundo de hijos e hijas y
de hermanos y hermanas.

ME COGIÓ DE LA MANO. Me tocó y de nuevo
transgredió la ley tocando a una mujer enferma.

Ese contacto sanador era el que me iba a
posibilitar la curación. Coger de la mano es un
gesto lleno de ternura, es un gesto sencillo y
cotidiano con el que Jesús no sólo me iba a
sanar de la fiebre sino que me estaba
mostrando un modo nuevo de hacer
comunidad, de ir por la vida tendiendo la mano
para ayudar a levantar a cualquier persona
tumbada en el camino de la vida esperando
que alguien le eche una mano y pueda también
ponerse en pie. ¿Te animas a hacer tuyo ese
gesto?

ME LEVANTÓ. El verbo tiene una enorme
carga simbólica. “Levantarse” es el símbolo de
la dignidad. El hombre y la mujer vivos se
ponen de pie, experimentan la plenitud (Sal 20,
9) y desde esa posición pueden actuar, hablar,
cantar. Pasar de la postración a levantarse esla experiencia del Éxodo; fue Yahvé quien los
salvó, quien los puso de pie y por lo que
pudieron pasar de la esclavitud a la libertad.

Pasar de la postración a estar en pie resume
bien la experiencia de salvación que Jesús
proclama.

Cuando Jesús me dio su mano para
levantarme sentí que era una mujer nueva.
Comprendí muy bien que estaba pasando algo
muy revolucionario, aunque Marcos lo sintetice
en una breve frase: “La fiebre la dejó y ella se
puso a servirles” (v.31).

LA FIEBRE ME DEJÓ. Fue la fuerza de Jesús
la que hizo posible que la fiebre me dejara. Fue
necesario un gesto activo, una acción directa
contra “la fiebre” porque no basta lamentarse
por las situaciones sin hacer nada; no era
suficiente rezar por mí (Lc 4, 38).

Los discípulos eran testigos de que Jesús
luchaba activamente contra el mal,
desenmascarando así todos los mecanismos
encubridores y justificadores de actitudes
acríticas y pasivas ante las circunstancias que
nos pedían estar en pie, en situación de
igualdad. Una comunidad que no luche contra
ello no puede sentirse fiel a Jesús.

ME PUSE A SERVIR. Claro, eso es lo que nos
toca a las mujeres: ponernos el delantal y servir
la mesa a los varones, sobreponernos a
nuestras enfermedades para servir… ¿Y si el
texto no dijese eso “tan obvio”?

Te recuerdo algunos detalles significativos. En
el texto griego del Nuevo Testamente “servir”
(diakonein) es un verbo técnico que describe la
actitud característica del seguidor o seguidora
de Jesús y que significa ayudar, colaborar,
adhesión personal. En definitiva, hacer verdad
el seguimiento.

Jesús hizo de este término un lugar de
identificación de su vida y misión: “Yo estoy en
medio de vosotros como el que sirve”, “no he
venido a ser servido sino a servir” (Mc 10, 45).
Expresiones que tienen su última interpretación
en el gesto insólito de Jesús lavando los pies a
sus discípulos y reprochando con una enorme
dureza a Pedro diciéndole que si no entiende
así su vida, no podrá ser discípulo suyo, notendrá nada que ver con Él.

¿Qué fue lo que realmente pasó en mi vida en
este momento? Que Jesús me integró en su
grupo de seguidores y pude “servir”
construyendo la comunidad de iguales que
Jesús quería, rompiendo con la tradición judía y
la mentalidad patriarcal, realizando en mí otro
gesto aún más trasgresor que el anterior, que
fue pórtico para una ruptura mucho más
revolucionaria, tanto que después de veintiún
siglos seguimos sin asumirlo en toda su
novedad.

Gracias a muchas personas que se dejaron
“tomar de la mano” por Jesús, “levantarse” y
“servir”, el cristianismo primitivo se fue viviendo
en pequeñas comunidades domésticas,
reunidas en nuestras casas, donde muchas
mujeres asumimos funciones eclesiales como
misioneras itinerantes o como matronas de las
iglesias domésticas donde presidíamos la
oración y la fracción del pan.

Quizá esto te resulte extraño, incluso increíble.
Pero hay muchas investigaciones, realizadas
sobre todo por mujeres biblistas, que desde
hace años han puesto de relieve esta realidad
ignorada y silenciada aún por muchos teólogos.

Pero la verdad se irá imponiendo cada vez más
y quizá algún día podamos celebrar que hemos
abandonado nuestras “camas” y “fiebres” para
sentarnos juntos a la mesa de la fraternidad en
igualdad de condiciones. Entonces estaremos
haciendo verdad la comunidad de Jesús. Entra
tanto yo os invito a hacer lo que hizo Jesús
conmigo: acercarse a los lugares donde están
las personas postradas, tomarlas de la mano y
ayudar a que se levanten. Entonces todos nos
pondremos a servir, tejeremos el manto de la
solidaridad social y eclesial desde la
cotidianidad y seremos testigos creíbles en una
sociedad cansada de palabras y necesitada de
experiencias que se hagan verdad histórica.
Con mi afecto, yo, una mujer puesta en pie.
Que pasé de la postración a la construcción de
la comunidad, como deseo que te pase a ti.

Remitido por Juan Cejudo

5 FEBRERO/12 IGLESIA CATÓLICA INCLUSIVA «SAN ROMERO DE AMÉRICA»


El boletín Domingo, el 5 de febrero de 2012, 
Iglesia Católica Inclusiva de Oscar Romero 
V Domingo Tiempo Ordinario

Mis amigos y amigas,

Nos reunimos cada vez para la Misa, también nos reunirmos por amistad. Los primeros días en  San Romero los domingos, compartiamos el  desayuno, después de la misa. Algunas veces fue un desayuno grande, con huevos, chorizo y fruta; otras veces solo pan y café. Los  Jueves en la iglesia de san Romero, siempre nos sentamos y compartimos galletas todos juntos después de la misa (recuerde la historia de la vez un mapache corre con todas las galletas?) y hablamos juntos.

Ahora, cada Jueves en la tarde cuando se viene  a la educación religiosa con el miembro mas joven de nuestra comunidad, siempre tenemos algunas galletas o algo para compartir. Algunas veces comemos juntos (la semana pasada, fue tamales!) y otras veces es solo las galletas, pero pienso que sentarnos,  comer y hablar es una parta importante de la vida de la comunidad, lo mismo que es una parte importante en la vida de una familia.

Algunas veces, aprendemos cosas. Por ejemplo, no sabia que las tortillas son util para acompañar  muchas comidas, no solo para burritos o tacos. La semana pasada yo hice tortillas por mi primer vez. Nuestra joven amigo se  sorprendió mucho  cuando aprendí ha hacer tortillas por primer vez. “Cuando las personas comen huevos en su casa?  pregunte. “Que usan, un tenedor?!”

Me gusta  aprender y crecer es en ambos sentidos. Los domingos después de la misa, me gusta sentarnos de las mesas, simplemente hablar. Es compartir la vida de la Comunidad, y de todos nosotros, yo creo.

Entonces, es  triste  que nosotros decidimos no servir el
desayuno en domingos por algunas semanas. En los dos o tres semanas pasadas es una situación cuando las personas solo llega durante la misa, aparentemente por la expectativa del  desayuno, y no es posible ofrecer comida para todos.

Es un almuerzo gratis en San José mas tarde en el día, y la casa se abre a una y media por hospitalidad. Conocer esto ayuda en decir, “lo siento, no ahora.”

Pero estoy triste de abandonar nuestra dulce relación  de amistad por algunas semanas. Tengo esperanza sera posible hacer otra vez, después algunas semanas.

Damos nuestro sentimientos  más profundo a la familia de Sue McVey, a quien todos  extrañan. Sue y su esposo, George, fue un parte de nuestra comunidad en San José desde  1980, y perderla es como perder una parte de nuestra familia. Ella servia en mi comunidad cuando hago mi “field ed” en San José en 2006. Qué bendición fue, conocerla. San José sera cerrado esta jueves así la comunidad pueden asistir a su funeral.

Queremos pedir también sus oraciones esta semana para nuestro “Capo,” que tiene su primera vez en la Corte de inmigración este viernes. Colocamos esto  en las manos de Dios como siempre, y todos es bien.

Amor y luz a todos/as.

Chava+

La Iglesia de Oscar Romero
Una Comunidad de Liberación,  Justicia y Alegría 
que veneran en la tradición católica
La Misa: los Domingos a las once de la mañana
la Casa de San Joseph de la Hospitalidad, 402 South Avenue, Rochester NY 14620

Remitido al e-mail

CUERPO ESPIRITUAL Y SILENCIO CREADOR


Mc 1, 29-39

(pinchar cita para leer evangelio)                

Prácticamente al inicio de su evangelio, Marcos nos ofrece un sumario, en el que parece querer sintetizar la obra de Jesús, subrayando su actividad sanadora, su dimensión orante y la comprensión de su misión como anuncio de la Buena Noticia (eso significa la “predicación”).

Jesús fue un sanador o, por decirlo con un térmico técnico, un “taumaturgo” (literalmente, “hacedor de milagros”). En un nivel de conciencia mágico o incluso mítico, el taumaturgo era considerado como un mago, alguien poseedor de poderes especiales o que, gracias a la ayuda sobrenatural, podía realizar acciones portentosas que no estaban al alcance del común de los humanos.

 

Precisamente por haberse vinculado el “milagro” con la “magia”, en el nivel racional de conciencia, todos los hechos considerados “milagrosos” son puestos en cuestión y, frecuentemente, considerados falsos, invención de unos pocos y objeto de la credulidad de la mayoría.

 

Desde nuestra perspectiva parece que es posible adoptar una actitud más ajustada: existe un nivel de realidad que escapa a nuestra mente consciente y que, sin embargo, no es reducible a la magia ni a la ingenua credulidad de la gente.

 

Progresivamente vamos aprendiendo a ser más humildes ante la realidad. Si la ciencia nos dice que apenas vemos el 4% de la realidad de la que ella puede dar razón –existiría un 23% de materia oscura y otro 73% de energía oscura-, ¿qué credibilidad podemos dar a nuestros sentidos y a nuestra mente cuando salimos del pequeñísimo espacio que ella puede controlar?

 

Simultáneamente, es también la propia ciencia la que empieza a hablarnos del poder de la mente sobre la materia. Algo que no debería ya extrañarnos, si tenemos en cuenta que todo lo que existe no es sino energía en diferentes niveles de “condensación”: determinadas actitudes mentales y vitales, desde el amor hasta la autosugestión, pueden “canalizar” la energía de una forma determinada y provocar reacciones que resultan incomprensibles para el grado de conocimiento del que hoy disponemos. Por citar un solo caso: si las investigaciones de Masaru Emoto han demostrado que un simple pensamiento puede modificar el “dibujo” de la estructura de las moléculas del agua, ¿cómo dudar del impacto de nuestros pensamientos y sentimientos en el mundo que nos rodea? (M. EMOTO, Mensajes del agua. La belleza oculta del agua, La Liebre de Marzo, 11ª edición, 2010; pueden también consultarse diversas páginas web, comentando esos experimentos).

En lo que se refiere a nuestro tema, si bien los relatos de milagro han sido, en su mayoría, elaborados (y “magnificados”) en forma de catequesis por la primera comunidad cristiana, parece claro que Jesús realizaba obras que llamaban la atención y que eran consideradas “milagrosas” por sus contemporáneos. De hecho, en el evangelio se afirma que el debate no estaba centrado en torno a si el maestro de Nazaret obraba prodigios, sino en la discusión sobre a qué habría que atribuirlos: al poder de Dios o a fuerzas demoníacas por las que estaría poseído (Marcos 3,22).

 

La lectura que los propios evangelios hacen de ello se resume en una sola expresión: “Toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos” (Lucas 6,19). A mi entender, eso es la definición de que lo está llamado a ser todo cuerpo: un “cuerpo espiritual”, es decir, un cuerpo que comunica una fuerza sanadora, como “canal” por el que fluye la Vida en beneficio de todos.

 

Hablar de la fuerza que salía de su cuerpo, significa reconocer la transparencia, la verdad, la profundidad, la unificación y la bondad amorosa del propio Jesús, cauce limpio del Amor en una conciencia de Unidad.

 

Según el texto, Jesús alimentaba su vida en la oración. Si tenemos en cuenta que lo que estamos comentando es un “sumario”, podemos concluir que el hecho de “levantarse de madrugada y marcharse al descampado a orar” era algo habitual en él; formaba parte de su actividad cotidiana.

 

La “noche” y el “descampado” –el silencio que precede al nacimiento del nuevo día- han sido siempre buscados por aquellas personas que deseaban vivir conectadas con su Anhelo más profundo, con su “maestro interior”.

 

Todos tenemos experiencia de la multitud de “voces”, externas e internas, que nos bombardean constantemente, hasta el punto de correr el riesgo de convertirnos en marionetas de unas y otras. Cuando esto nos ocurre, sobrevivimos en una superficialidad vacía o quedamos enredados y reducidos a pensamientos inestables y egocentrados.

 

Necesitamos del silencio, que no es sólo ausencia de ruidos externos –si bien esto lo puede facilitar-, sino, sobre todo, acallamiento de nuestro “murmullo interno” y del protagonismo de nuestro ego.

 

Javier Melloni lo ha expresado de una forma inspirada: «El silencio comienza por ser una práctica y acaba convirtiéndose en un estado. Porque el silencio no es ausencia de ruido, sino ausencia de ego. Acallar el ego significa pasar de una perspectiva autocentrada y depredadora a una actitud receptiva y reverente ante la realidad. Este cambio de perspectiva opera como una espaciosidad que se abre entre nosotros permitiendo que se haga transparente la Presencia que todo lo sostiene«.

 

Ese Silencio nos pone en contacto inmediato con lo que realmente somos. Por eso –quien lo experimenta, lo sabe-, es fuente de libertadinterior, de compasión y de creatividad.

 

El Silencio es la Quietud de donde todo brota, tal como cantan estos versos atribuidos al maestro Lao-Tsé (siglo VI a.C.), de quien se suele decir que es el autor del Tao te Ching:

 

Treinta radios convergen

en el eje de la rueda,

pero es su vacío

el que la hace útil.

Se recoge arcilla

y se modela la vasija,

pero es su vacío

el que la hace útil.

Se abren puertas y ventanas

al edificar una casa,

y es el vacío interior

el que la hace útil.

Así, el Ser nos da el Servicio

y el No–Ser da la utilidad.

 

Para terminar, quiero ofrecer una sencilla “guía” para ejercitarnos en la práctica:

 

Escucha el silencio…

Percibirás enseguida los ruidos que te rodean… Pero permanece atendiendo al silencio, y notarás cómo los ruidos caen en ese vacío.

Vendrán pronto pensamientos… Pero permanece atendiendo al silencio, y notarás cómo los pensamientos caen también en ese vacío: un pensamiento es mucho menos que ese puro estar despierto y atento.

Sigue escuchando el silencio…:

ningún concepto, ninguna imagen,

sólo silencio…

Vuelve a esa práctica, una y otra vez…

 

 

Enrique Martínez Lozano

http://www.enriquemartinezlozano.com

 

Fuente: http://www.feadulta.com

PREGUNTAS



No sé muy bien de dónde ni por qué, pero en algún momento de la comida de Año Nuevo salió el tema del Vaticano y de los obispos, de eso que indebidamente se llama “la iglesia”. Yo estaba sentado frente a tres de nuestros veinte sobrinos, tan distintos de nosotros y entre sí, todos ellos encantadores: Josu, Mikel y Xabier. Tienen, los tres, entre 18 y 28 años.

 

Quise provocarles un poco, a ver hasta dónde llegábamos. Y no se me ocurrió otra cosa que lanzarles una pregunta tan extravagante como el último desatino de algún obispo que seguramente estaba en el origen de aquella conversación: “¿Se os ha ocurrido alguna vez ser curas, o frailes, ir al seminario?”.

 

El más tímido de los tres sonrió amablemente, el más desenvuelto hizo algún aspaviento, el más divertido soltó una carcajada.

 

“¿Tan disparatado os parece? –insistí–.  Pues poned las condiciones que pudieran hacer el oficio de cura algo interesante para vosotros. Tú, por ejemplo, Xabier, si te dejaran seguir y vivir con tu novia, podrías ser un buen cura para los jóvenes de Azpeitia. ¿No?” (Xabier es un chico juicioso, responsable, y muy agradable). Arrugando la frente y levantando las cejas, como suele, respondió con su habitual franqueza: “Puff…, la verdad, no me parece una vida muy divertida”.

 

No era la vocación clerical de mis sobrinos lo que me interesaba, y avancé un poco: “Bueno, pero la religión… ¿no creéis nada de la religión?”. Josu, el más joven de los tres, con su carita de bueno, alegre y espabilado como es, se apresuró a responder: “Yo no, nada”. Pero, a su lado, Mikel intervino con su característica ponderación y calma: “Depende”.

 

“¿Cómo que depende?”, le repuse. Mikel parece muy tímido, pero no lo es tanto, y el primer día de este año descubrí lo inteligente y agudo que es, además de muy modesto, y lo muchísimo que sabe de todas las ciencias.

 

“Depende –se explicó– de lo que entiendas por religión”. “¡Oh, qué interesante! –dije yo–. De modo que ‘religión’ puede significar más de una cosa… Explícate un poco”. Mikel siguió: “Pues, por ejemplo, yo no creo que haya un dios ahí arriba, y que creó el mundo, y todas esas cosas que dicen…”.

 

Ya nos habíamos lanzado y podíamos seguir, como sobre una barquichuela en alta mar, o sin barquichuela. Dije a Mikel: “Seguramente tienes razón, seguramente no existe por ahí un dios como dices, que haya creado el mundo así, de repente y desde fuera. Pero todo lo que existe, existe por algo, ¿no? ¿Y por qué existe este mundo tan maravilloso? ¿Cómo, por qué, por quién?”

 

“Dicen –respondió Mikel– que el universo nació del vacío cuántico. Es una ecuación matemática que se puede explicar”. Me dejó aturdido.

 

“Sí, algo me suena… –repuse–. Pero bueno, de la nada no puede salir nada, ¿verdad?”. Mikel asintió. Y proseguí: “Y ese vacío cuántico no pudo ser una pura nada, ¿verdad?”. “No, por supuesto, el vacío no significa que no haya nada –concedió Mikel sin perder su tímida y decidida parsimonia–. En ese vacío habría algo, pero ese algo también sería algún tipo de materia. Todo lo que hay es materia. También en nosotros es así. Todos los átomos de nuestro cuerpo (hidrógeno, carbono, oxígeno, silicio…) se formaron en las reacciones que se dieron dentro de las estrellas. Venimos de ahí. Somos eso. También nuestras neuronas, son eso: materia. Y algún día, observando el cerebro de alguien, seremos capaces de saber lo que está pensando o sintiendo”.

 

“Me parece muy posible –dije yo–. Nada es sin eso que llamamos ‘materia’, aunque no sabemos muy bien qué es la materia. No sabemos ni si está compuesta de partículas o de ondas. Por supuesto, el pensamiento y el sentimiento son gracias a la materia, emergen de ella, pero ¿te parece que la emoción que sientes tú al escuchar una música maravillosa o al ver la sonrisa de tu novia no es algo más que tus neuronas? De la materia surge la vida, pero ¿la vida no es algo ‘más’ que los átomos? ¿La belleza no es algo más que su soporte físico? Tus ‘ideas’ y tus emociones brotan de la materia, de las neuronas, de sus complejas conexiones, pero ¿no son algo ‘más’ que neuronas físicas?”.

 

“Pues sí…”, asintió Mikel con aire reflexivo. Yo seguí: “¿Pero qué es, entonces, esa materia de la que puede surgir la forma, la vida, la belleza, el pensamiento, la ternura?”. Mikel, primero, calló. Luego encogió los hombros y dijo muy serenamente: “Pues no sé”.

 

Yo tampoco, Mikel. Nadie lo sabe. Pero es maravilloso, ¡a que sí! Tal vez eso tenga que ver con lo que llamamos “Dios”. “Dios”, tal vez, tenga que ver con ese misterio del ser, con esa matriz o materia, con el Origen eterno o el Todo insondable, y tal vez sea como un océano inmenso que nos alberga o un inmenso corazón que late dentro de cada corazón y de cada átomo. Para mí, la religión es fundamentalmente reconocer el misterio de la realidad con gratitud y respeto, vivir en confianza y respeto, llenarlo todo de bondad y de respeto.

 

Llegados a ese punto de silencio, me atreví a plantear otra pregunta, una pregunta que a todos nos duele: “Y la muerte… ¿qué será? ¿Qué creéis que pasará después de esta vida?”. Josu, que seguía atento, hizo en silencio un movimiento horizontal con sus manos, como diciendo: “Se acabó, todo se acabó”. Su rostro no había perdido vivacidad, pero sus ojos reflejaban una pena profunda. Era el primer Año Nuevo que celebrábamos sin ella, la añorada madre, la querida abuela.

 

Yo, compartiendo su zozobra, pregunté todavía: “¿Nada? ¿Pero existe la nada? ¿Conoces algo que se convierta en nada? La flor que se muere ¿se convierte en nada? La música bella que tú tocas en la banda, cuando dejas de tocarla, ¿se convierte en nada? Tu querida abuela, ahora, ¿es nada?”.

 

De nuevo intervino Mikel con toda su calma: “Los que se mueren no se convierten en nada, se transforman en otras cosas, pero dejan de ser lo que eran. Al disolverse el soporte material, se disuelve y desaparece la forma, la persona”.

 

A mí tampoco me quedaban ya argumentos, sino solo preguntas, y alguna imagen, frágil como la memoria: “¿Será tan seguro, Mikel, que desaparece del todo la forma, o la persona, o la abuela, cuando se disuelve el soporte material o el ‘cuerpo’? Tú eres ingeniero en informática: ¿En qué se convierte una bella canción que acabas de escuchar o la fresca risa de tu novia que acabas de mirar en el ordenador cuando lo apagas? Ahí está en la memoria, en esos circuitos eléctricos que parecen tan fríos. ¿Y si hubiera una inmensa memoria cósmica y cálida como un gran corazón que guarda vivas todas las formas, todas las canciones, todas las risas, a todas las abuelas? Y ¿si Dios fuera esa inmensa memoria, ese inmenso corazón, donde el pasado y el futuro son el mismo presente?”.

¿Y si la religión no fuera dar respuestas, sino mantener siempre abiertas todas las preguntas con reverencia, compasión y confianza?

 

José Arregi

 

(Publicado en el Diario DEIA)

Para orar

AGUSTINIANO

«Ámame más, Señor, para quererte».
Búscame más, para mejor hallarte.
Desasosiégame, por no buscarte.
Desasosiégame, por retenerte.

Pódame más, para más florecerte.
Desnúdame, para no disfrazarte.
Enséñame a acoger, para esperarte.
Mírame en todos, para en todos verte.

¡Por los que no han sabido sospecharte,
por los que tienen miedo de encontrarte,
por los que piensan que ya te han perdido,

por todos los que esperas en la muerte,
quiero cantarte, Amor, agradecido,
porque siempre acabamos por vencerte!

Pedro Casaldáliga

Fuente: http://www.feadulta.com

 

Evangélicos mexicanos rechazan reforma al artículo 24 de la Constitución que solo beneficiará a la Jerarquía Católica.


 

La protesta de los evangélicos resalta que la reforma sólo beneficiará a la jerarquía católica que intenta ampliar sus dominios; además, de que, a su juicio, es un “regalo” de la clase política para congraciarse con el papa Benedicto XVI que visitará el país en marzo próximo.

D.F. El Senado de la República, reformó al artículo 24 de la Constitución, para permitir libertad de culto religioso en lugares públicos, sin embargo, evangélicos y laicos manifestaron su rechazo en el Distrito Federal, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo y Guanajuato, entre otros puntos del país.

La protesta de los evangélicos resalta que la reforma sólo beneficiará a la jerarquía católica que intenta ampliar sus dominios; además, de que, a su juicio, es un “regalo” de la clase política para congraciarse con el papa Benedicto XVI que visitará el país en marzo próximo.

Alrededor de mil evangélicos advirtieron que la reforma al artículo 24 es un primer paso de la Iglesia católica, para lograr la instrucción religiosa en las escuelas públicas y que sus sacerdotes puedan ocupar cargos de elección popular.

“La jerarquía católica está interesada en recuperar privilegios que le reportarían beneficios inmensos en los campos de la educación pública, y la posesión y control de los medios masivos de comunicación”, decía hoy un desplegado de prensa en varios periódicos del Distrito Federal.

También se agregó que “aparte del artículo 24, la jerarquía católica pretende que también se modifiquen los artículos 3, 5, 27 y 130 de la Constitución, así como la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.

Los evangélicos pidieron a los legisladores discutir este mes el tema en el Senado, y rechazar estas pretensiones eclesiásticas para “actuar en congruencia con los principios de la laicidad, que han demostrado ser la única garantía de la convivencia armónica y de las libertades y derechos fundamentales en una sociedad cada vez más diversa y plural”.

Varios académicos, políticos, activistas y especialistas en el tema firman el desplegado, como Jorge Carpizo, Roberto Blancarte, Rolando Cordera, Clara Jusidman, Marta Lamas, Carlos Tello Macías, Enrique Provencio y Raúl Trejo Delarbre, entre muchos otros.

Entre los firmantes también aparecen varias organizaciones: Católicas por el Derecho a Decidir, Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual, Acción para el Bienestar Ciudadano, Asociación Mundial de Radios Comunitarias, y muchas más.

La reforma al 24 constitucional ya fue aprobada por la Cámara de Diputados en diciembre pasado. Falta su discusión en el Senado, se espera que se realice este mes de febrero.

En Veracruz, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo y Guanajuato. Frente a los congresos de sus respectivas entidades, manifestantes exigieron a los legisladores que, “presionen” a sus compañeros federales para que rechacen la minuta enviada por la Cámara de Diputados al Senado.
En Jalapa, unos tres mil manifestantes de agrupaciones religiosas diferentes a la católica y laicos consideraron que la reforma constituye un retroceso en la vida democrática nacional.
El presidente de la Red de Evangélicos en la entidad, Guillermo Trujillo Álvarez, reprochó que no se especifique claramente cuáles serán en que espacios públicos se podrá pregonar la fe religiosa.

En Villahermosa, más de 100 representantes de grupos evangélicos protestaron frente al Congreso del estado.

Julio César Mora Méndez, coordinador del “Foro Laico”, dijo que con la modificación legal se permitirá hacer cultos hasta en las escuelas, donde sus hijos serán inducidos a participar en actos de la Iglesia católica.

Coincidió en que dicha reforma sólo se beneficia a la Iglesia católica y que es “un regalo” que diputados y senadores pretenden hacerle al papa Benedicto XVI.

Refirió que la Constitución mexicana establece que la educación es laica y que, por lo tanto, no se puede mezclar la religión en las escuelas. Además consideró que esta reforma también “tiene un trasfondo político”, por el proceso electoral que se vive.

Mientras tanto, en Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, decenas de quintanarroenses protestaron contra la reforma. El contingente más numeroso se concentró en Cancún, donde aproximadamente medio millar de personas de diferentes asociaciones civiles y religiosas protestaron contra la reforma, y exigieron a los senadores no refrendarla.

Fuente: http://www.noticiacristiana.com

Liberación no significa solamente asumir un tipo concreto de praxis o discurso específico


Escrito el 02 febrero 2012 por Nicolás Panotto

Entrevista realizada por Michael Martin Nachtrab para la Befreiungstheologische Netzwerk (Red de Teología de la Liberación – Alemania), publicada originalmente enwww.befreiungstheologisches-netzwerk.de

“Liberación no significa solamente asumir un tipo concreto de praxis o discurso específico sino, por el contrario -o más allá de eso-, la liberación de cualquier tipo de cerradura discursiva, ideológica o militante en la praxis cotidiana y socio-política.”

Nicolás Panotto es teólogo  y actualmente se desempeña como Director General del Grupo de Estudios Multidisciplinarios sobre Religión e Incidencia Pública (GEMRIP).

En tu Blog te presentas como “un imperfecto creyente en continua búsqueda de nuevas experiencias y universos”. ¿Desde cuales experiencia(s) ya hecha(s) y universo(s) ya habitado(s) emprendes tu camino como buscador? ¿Y que implica tu condición como “imperfecto creyente” y tu búsqueda para tu quehacer teológico?

Soy argentino, un país con particularidades que lo acercan y alejan –al mismo tiempo- del gran “continente latinoamericano”, espacio que dista de ser homogéneo y que posee una compleja historia. A su vez nací en una pequeña ciudad de la provincia de Santa Fe donde viví hasta mi adolescencia, para luego emprender una aventura que me llevó por diversos países del mundo –en África, Europa y Medio Oriente-, terminando en la gran Bestia Urbana de Buenos Aires, donde resido actualmente. De pequeño pertenezco a la tradición cristiana, de la cual también provienen mis abuelos y padres. Aunque siempre formé parte de la iglesia bautista, tuve la posibilidad de conocer todo tipo de comunidades y estudiar teología en instituciones con diversas expresiones y corrientes teológicas. Con ello, ha oscilado también mi manera de ver la fe, la cual defino como un constante proceso, un camino, un transitar con paradas, caminatas, corridas y saltos.

Nicolás PanottoEste breve recorrido por los senderos donde ha transcurrido mi corta historia, refleja en gran manera mi percepción de la fe, de la teología, de la vida. La falta de un lugar único y el tránsito constante, ha determinado el nomadismo que he elegido asumir. Más aún, creo que esta pluri-territorialidad, en cierta manera, nos determina a todos y todas, de diversas maneras e intensidades. Es por ello que es imposible comprender la vida como un camino único que nos lleva a un lugar específico, ubicado a priori delante de nosotros y nosotras. La vida, la fe, la teología, están constituidos de este caminar constante.

De aquí que comprendo y reconozco mi “imperfección”. Y con ello no me refiero a la obviedad de no ser perfecto, de tener errores, contradicciones y falacias. Más bien, asumo la imperfección como aquella instancia que define la vida en contraposición a lo que se entiende o impone como “perfecto”, o sea, a los ideales, los estándares, lo marcos, las moralinas. Ellos están presentes en todos los campos: la espiritualidad, la fe, la teología, lo social. Pero la realidad es que nada ni nadie es perfecto, por lo cual es inevitable movernos en las imperfecciones. En otras palabras, es gracias a la imperfección que nuestra vida se mantiene en movimiento, en una resignificación constante de lo que somos y creemos. Rosi Braidotti dice“lo que define al nómade es la subversión de las convenciones establecidas, no el acto literal de viajar”. Por ello, asumo la imperfección que me atraviesa como una manera de burlar lo que se dice ser perfecto, y como aquella brecha que me permite ver en esa negación –im– la apertura hacia nuevos caminos, nuevos senderos, nuevas posibilidades.

Y de esta manera asumo, también, mi vocación como teólogo. El discursar a Dios está plagado de demarcaciones que se pretenden “perfectas”, pregonando una forma clausurada y delimitada. Y esto lo vemos no sólo en corrientes tradicionales o conservadoras sino también en las más progresistas y liberales. Es el vicio de pretender explicar la persona divina, haciéndola a nuestra propia imagen y cercenando toda posibilidad de “ser más”. Por ello, hacer teología también implica asumir ese “sentido negativo” de los discursos teológicos como paradas que proyectan la inagotable apertura de la persona divina. Esto es, precisamente, hablar de trascendencia.

Es en esta densidad dogmática que comprendo el sentido político de la teología: así como toda comprensión de Dios va ligada a una filosofía de la historia, el reconocimiento de la alteridad (trascendencia) divina promueve una visión que pone sobre la mesa la tensión que imprime la dinámica histórica hacia la posibilidad liberadora de ser “siempre más”. Como dice Eberhard Jungel: “…en la teología los recuerdos históricos no son un fin en sí. Tienen la función de preservarnos de ser ‘tiranizados’ por el pasado. De ese modo sirven a la interrupción de la tradición mediante la pregunta acerca de quién o qué sea Dios propiamente. El que se deja interrumpir por esa pregunta, se acerca más a la verdad“.

Actualmente te desempeñas como Director General del Grupo de Estudios Multidisciplinarios sobre Religión e Incidencia Pública (GEMRIP). Partiendo desde la supuesta secularización de las sociedades occidentales, ¿en que manera una comunidad religiosa puede ejercer o ejerece una incidencia publica? ¿Podes dar un ejemplo concreto?

Como bien decís, en primer lugar es necesario redefinir el concepto de “secularización”. Este ha definido históricamente el estatus de las sociedades occidentales modernas, las cuales habrían superado los cercos teológicos de la Edad Media a través de una cosmovisión más bien antropocéntrica. Esto reubicó considerablemente el lugar de la religión, pasando de ser una institución social central a una periférica. Muchos llegaron a pregonar que con el tiempo la mítica religión se dejaría de lado hasta extinguirse.

Pero los hechos mostraron algo muy distinto. La descentralización de la institución cristiana en tanto núcleo neurálgico de la sociedad occidental es algo indiscutible. Pero esto no significó la dilución de lo religioso per se. Por el contrario, dicho fenómeno se extendió aun más a través de su pluralización en diversas expresiones e identidades. Por ello, muchos afirman que antes que secularización, lo que ha ocurrido es una desacralización de la sociedad. En resumen, podemos decir que lo que comprende este fenómeno no es la extinción de lo religioso sino más bien el cuestionamiento de su monopolio por parte de una expresión institucional específica: el cristianismo (que, demás está decir, dista de ser homogénea).

Esto nos lleva a cuestionar la tajante división entre sociedad y religión que muchas veces se hace al hablar de secularización. Por el contrario, lo religioso sigue siendo un marco socio-cultural central en la dinámica de cualquier sociedad actual (y también en Occidente). Y es desde aquí –respondiendo a tu pregunta- que las comunidades hacen incidencia pública. Como siempre afirmamos en GEMRIP, el lugar político de una comunidad religiosa no tiene que ver solamente con su relación en torno a asuntos públicos, instituciones sociales o ideologías políticas. Más bien, las comunidades religiosas poseen un rol político y público desde su misma especificidad: su discurso teológico, su liturgia, su estructura institucional, etc.

Esto también parte de una resignificación de “lo político”. Tradicionalmente se comprende este concepto como una práctica que incumbe sólo a ciertas instituciones sociales, tales como el Estado, los partidos políticos, las clases y –a lo sumo- los movimientos sociales. Pero vale hacer una diferenciación entre lo político –como la dinámica y búsqueda constantes de construcción identitaria por parte de un grupo social- y la política –aquellas institucionalizaciones que intentan historizar de forma pasajera tal búsqueda a través de expresiones partidarias, grupales, identitarias particulares. En este sentido, toda institucionalización política está sumida a un proceso constante de construcción de lo identitario; o sea, toda segmentación es pasajera ya que se ve atravesada por dicha dinámica.

De aquí, entonces, decimos que las comunidades religiosas son marcos de construcción política y ejercen incidencia pública en tanto espacios de construcción identitaria. Los miembros de una comunidad de fe construyen su sentido depolis desde los recursos simbólicos, rituales y teológicos que ella ofrece. Más aún, muchos imaginarios sociales, políticos e ideológicos son reapropiados y resignificados desde tales marcos.

Un elemento notable en América Latina es el crecimiento de iglesias pentecostales y neocarismáticas en sectores populares del continente. Algunos abordajes tradicionales –desde una perspectiva ingenuamente marxista, si se quiere- hablan de dicho fenómeno como un intento de construir espacios de prácticas místicas que tienen por objetivo obviar y palear los problemas estructurales y socio-económicos (“la religión como opio de los pueblos”). Por otro lado, existen numerosos estudios sociológicos y antropológicos que muestran cómo los discursos teológicos de estas comunidades impulsan positivamente a la construcción de horizontes utópicos que movilizan la acción política de los sujetos (en el sentido que le he dado aquí, o sea, como construcción identitaria). En este sentido, por ejemplo, podemos ver que los marcos institucionales de estas comunidades proveen de recursos simbólicos que le son negados en la sociedad general o cómo la valoración del lugar de la mujer dentro de la estructura eclesial (con el respectivo discurso teológico que lo sustenta) transforma dinámicas dentro de los núcleos familiares, sesgados históricamente por el patriarcalismo. Ahora la mujer es una “sierva de Dios” a quien hay que respetar.

Heinrich Bedford-Strohm, uno de los exponentes de una teología pública en Alemania, formula la Teología Pública como “teología de la liberación para sociedades democráticas”.  Ese titulo sugiere una relación armoniosa, hasta familiar, entre la teología pública y la teología de la liberación. ¿Un cuadro familiar perfecto o también hay tensiones y fisuras?

Antes de responder a tu pregunta, vale aclarar un punto: ni la teología pública ni la teología de la liberación son marcos homogéneos y delimitados. Ambas propuestas representan una pluralidad de discursos, perspectivas y sujetos. Más allá de esto, también hay que resaltar que la teología pública intenta construir una propuesta superadora de ciertos determinismos –discursivos, ideológicos, epistemológicos- dentro de la teología de la liberación.

Yo acuerdo con varios exponentes del tema sobre el hecho de que la teología de la liberación puede ser considerada una teología pública; más aún, es una de sus primeras y más importantes expresiones. Pero como mencioné anteriormente, la teología pública intenta presentarse como una alternativa con respecto a ella en varios sentidos. Podría mencionar muchos puntos, pero me gustaría resaltar sólo tres. En primer lugar, la teología pública ofrece un diálogo más fructífero con nuevos marcos teóricos y epistemológicos, tales como teorías de la democracia, poscolonialismo, posestructuralismo, entre otras, a diferencia de la teología de la liberación, que posee –mayormente, aunque no exclusivamente- una influencia de corrientes de tronco marxista. En segundo lugar, la teología pública asume en su abordaje una mayor pluralidad de sujetos. Aunque la teología de la liberación ha tenido expresiones en diversos grupos -como el feminismo o los pueblos originarios-, el sujeto privilegiado de reflexión ha sido siempre el/la pobre. La teología pública, por otro lado, ha logrado elaborar un abordaje teológico más profundo desde diversos locus identitarios. En tercer y último lugar, la teología pública ha trabajado más en profundidad ciertas temáticas en torno a la relación entre religión, teología, política y la arena pública, tales como ética social, teoría política, filosofía, ciencia, entre otras.

En resumen, más allá del innegable y aún vigente aporte de la teología de la liberación -especialmente para el continente latinoamericano-, la teología pública ha sabido enfrentar su limitaciones metodológicas, epistemológicas y discursivas, ofreciendo marcos teóricos alternativos que permiten la revisión y actualización del trabajo teológico, inclusive en nuestro continente, enfrentando temáticas centrales pero no trabajadas en profundidad por la teología de la liberación: el impacto de la globalización, el desafío de la posmodernidad, las dinámicas poscoloniales, el fenómeno de la migración, entre otros.

 

El diario Time elogio al “manifestante” como personaje del año 2011, reconociendo así la fuerte presencia tanto de los manifestantes de la Primavera Árabe como de “los indignados” en Europa y EEUU en el espacio público. ¿Surge con “el indignado” un nuevo sujeto teológico? ¿Ves hoy en día movimientos teológicos que se indignan?

Este fenómeno es muy complejo y demasiado nuevo como para sacar conclusiones objetivas aún. De todas formas, refleja un panorama enriquecedor. En primer lugar, creo que es necesario plantear una realidad: es interesante notar cómo estos movimientos de resistencia cobraron notoriedad internacional en tan poco tiempo, cuando por estas latitudes movimientos sociales y diversos grupos vienen hace mucho tiempo (décadas) desarrollando protestas, resistencias y cuestionamientos de distinto tipo, con una gran organización, historia y tradición. No creo que sea una casualidad que este movimiento cobre tanto lugar público tras nacer en el corazón de los centros de poder contemporáneos. Más aún, su dinámica de “exportación” es más que particular: europeos –mayormente españoles- viajando a Estados Unidos y a otros países para participar de marchas y compartir sus experiencias; algo que no sucede (y tal vez sería impensable) desde nuestro continente.

Ha sido interesante ver cómo han surgido diversas reflexiones teológicas –aunque nada sistemáticas o elaboradas- sobre este fenómeno, hablando de Jesús como un indignado o de la necesidad de que las iglesias se comprometan con estos acontecimientos. Por otro lado, también vienen a mi mente distintos trabajos de Jung Mo Sung o Franz Hinkelammert –teólogos latinoamericanos pertenecientes la escuela del DEI (Departamento Ecuménico de Investigaciones)-, quienes hace ya décadas hablan de la necesidad de una “indignación ética” con respecto a los sacrificios que el capitalismo demanda para su supervivencia. En este sentido, sí, veo muchos movimientos teológicos que se indignan, sean organizaciones, instituciones, movimientos y comunidades eclesiales, que desde su praxis, su discurso, inclusive su liturgia y organización institucional, se indignan frente a ideologías, prácticas y cosmovisiones que pretenden absolutizarse.

Pero si hablamos de un nuevo sujeto teológico –cosa que aún me parece apresurado, pero no por ello irrelevante-, creo hay que hacerse algunas preguntas: ¿de qué se están indignando? ¿Qué es lo que pretende alcanzar esta indignación? En relación a esto, hace un tiempo atrás escribí lo siguiente en un breve artículo sobre este tema:

Lo que está sucediendo en estos días es una nueva oportunidad que la historia nos da para cambiar el rumbo de las dinámicas políticas. “Los indignados” son la plasmación de que los modelos políticos y las comprensiones ideológicas vigentes continúan en crisis y no responden a las demandas del global, heterogéneo y posmoderno contexto en que vivimos. Debemos cuidarnos de no blanquear superficialmente aquello que nos ha llevado a la crisis actual. Asumir la heterogeneidad de lo político implica un cambio en nuestros discursos absolutistas y deterministas, a ver la complejidad de los procesos sociales, a comprender que nuestros posicionamientos requieren ser relativos y pasajeros, para así facilitar la inclusión y permitir el flujo constante del poder y el necesario cuestionamiento de todo aquello que se presenta como respuesta. Que la indignación se proyecte de una coyuntura histórica determinada a una actitud de revisión constante de nuestros ejercicios políticos.

De todo lo que podríamos inferir a partir de este párrafo, creo que es importante resaltar el hecho de que “los indignados” son un movimiento que representa una heterogeneidad de sujetos, experiencias, ideologías y expresiones. Dicha pluralidad imprime en sí misma un cuestionamiento a los intentos –fallidos- de homogeinización y absolutización identitarios e ideológicos típicos del entorno moderno y occidental (sea en sus expresiones conservadoras y fundamentalistas como liberales y progresistas), a los cuales la teología también ha respondido de diversas maneras, a través de un discurso igualmente homogeneizante. ¿Cómo atendemos, entonces, a dicha realidad? ¿Puede la teología ofrecer un marco –discursivo y epistemológico- que promueva la construcción y el mantenimiento de dicha heterogeneidad de voces, en contraposición al asentamiento de dogmatismos y hermetismos políticos, sociales, religiosos e ideológicos? En este sentido, hay mucho por hacer. Y creo que en esa apertura hacia y promoción de lo heterogéneo, la teología cobra una relevancia política y pública centrales.

 

¿Que frase/dicho quisieras dedicarle a la Befreiungstheologisches Netzwerk (Red de Teología de Liberación)?

Me gustatía dejarles una pregunta que hizo uno de los teólogos de la liberación que más admiro, a quien he tenido posibilidad de estudiar en profundidad, Juan Luis Segundo: “¿cómo pretenden ellas [las teologías de la liberación] ser liberadoras sino se liberan a sí mismas de su ´concepción de información exacta dada una vez para siempre´?“ Segundo afirma que uno de los errores de la teología de la liberación –enmarcada en una concepción marxista mesiánica y cerrada-, fue construir un discurso cerrado, a través de una visión finita y teleológica de la historia, al igual que una definición estrecha de los sujetos. En otras palabras, estas teologías, que han hecho un aporte central y poseen un discurso aún vigente, han caido en ciertos hermetismos que impedieron su relevancia con respecto a las problemáticas contemporáneas. Como hace poco trabajamos con un grupo de estudiantes, la clave para un cambio se encuentra en la radicalización de las propuestas hechas por esta corriente: la pluralización de la noción de sujeto teológico, la complejización de la definición de historia como escenario de la acción divina, la ampliación de los marcos teóricos subyacentes, entre otros aspectos.

 

Liberación no significa solamente asumir un tipo concreto de praxis o discurso específico sino, por el contrario -o más allá de eso-, la liberación de cualquier tipo de cerradura discursiva, ideológica o militante en la praxis cotidiana y socio-política. Liberar es abrir un espacio de apertura frente a todo aquello que, como dice Segundo, limita la creatividad y dinámica humanas en cualquiera de sus facetas: lo corporal, económico, institucional, político, social, sexual. Esto es, también en palabras de Segundo, abogar por una liberación de la teología -comenzando por su ejercicio y siguiendo por la misma noción de Dios- que permita promover, prioritariamente, una liberación de lo histórico frente a cualquier absoluto particular que pretenda cooptar su dinámica, encarcelar los cuerpos, limitar los discursos y diluir las posibilidades de creación política.


La entrevista fue realizado para la Befreiungstheologisches Netzwerk (Red de Teología de Liberación). La entrevista en aleman se puede encontrar en la revista online losgehen.

http://www.lupaprotestante.com/lp/secciones/teologia/liberacion-no-significa-solamente-asumir-un-tipo-concreto-de-praxis-o-discurso-especifico/?utm_source=rss&utm_mediu

HOMOFÓBICOS AL TABLERO



Catalina Ruiz-Navarro
1 Feb 2012

«Quienes llevamos mucho años administrando seres humanos aprendemos más o menos a conocer un poco lo que es la esencia de la vida humana, y por eso yo puedo decir que no hay nada con más posibilidades de contagiarse, no hay peor enfermedad, si se puede llamar así, con el respeto del que la sufra, que el homosexualismo». Esto dijo Álvaro González vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol al referirse a la demanda por acoso sexual que se presentó contra el árbitro Óscar Julián Ruiz.

Después de estas declaraciones el primer impulso es decir que González es un ‘cerdo’, pero elad hominem es poco fino, irrelevante, e injusto con los porcinos que nada tienen que ver en este asunto. Lo que sí puede decirse es que claramente alguien que cree que los seres humanos pueden “ser administrados” poco los conoce y prueba de eso es que González, cegado por su prejuicio de macho, no ha podido entender que la homosexualidad no es una enfermedad y que nada tiene que ver con el acoso u otros crímenes sexuales. Técnicamente las declaraciones de González no son ni una novedad ni un problema. Él no es un funcionario público y tiene derecho a desarrollar libremente su personalidad así eso sea convertirse en homofóbico y misógino. Pero las declaraciones de González no son aisladas, son parte de un discurso ignorante y lleno de odio con el que a cada rato nos encontramos en los medios nacionales.
El mismo martes, en Hora 20, la concejal Clara Lucía Sandoval, de la U, ‘denunció’ indignadísima que en algunos colegios de Bogotá se da una cátedra que enseña a aceptar, respetar y tolerar la diversidad sexual. De entrada el planteamiento del tema por parte del programa (“Los riesgos de la cátedra LGBTI”) fue homofóbico, pues no hay riesgo alguno en recibir información sobre el comportamiento humano. El cura Novoa — un personaje tan caricaturesco que parece salido de South Park — y la concejal no lograron explicar cuál era el peligro de una clase que enseña tolerancia, un eufemismo con el que dicen estar de acuerdo, pero solo cuando piden tolerancia para la discriminación.
Novoa dijo que aceptaba la homosexualidad pero que otras orientaciones como la bisexualidad y el transgenerismo son consideradas desórdenes mentales por algunas corrientes psiquiátricas cuyos datos el cura no recuerda. También igualó la pederastia a la homosexualidad, como si el abuso fuera lo mismo que el sexo consensuado. La concejal Sandoval añadió que “el homosexualismo” era una “ideología que una minoría quería imponer” — como si chantarle el sufijo “ismo” bastara para convertirlo en doctrina —, y que hay científicos que aseguran que los gays se pueden ‘curar’ y entonces citó a Richard Cohen, un charlatán que acaba de sacar un libro que afirma que a punta de mantras le volvieron a gustar las mujeres. Finalmente dijo que los homofóbicos son discriminados y que lo suyo no es miedo, ni prejuicio sino “una manera de pensar distinta”.
La falta de rigor de las afirmaciones de González, Novoa y Sandoval evidencia la necesidad de la cátedra que los últimos dos rechazan. En ella habrían podido aprender cuán descarado es declararse una minoría oprimida por oprimir a una minoría y otros detalles de razonamiento básico que tal vez los haría más tolerantes. También sabrían que la homosexualidad no es ni una ideología, ni una creencia, ni una enfermedad, y que la orientación sexual parte de algo básico, natural e inofensivo: dos personas que se gustan.
Diego Acevedo

Santa Brígida de Kildare, Abadesa y obispo de Kildare


  Bendición

Santa Brígida de Kildare en la Capilla de San Patricio en Ballyroan, Irlanda
» Entonces, se llena de la gracia del Espíritu Santo, el Obispo Mel leer la forma de ordenar a un obispo por Brigit. Mientras ella estaba consagrada, una llama de fuego brillante ascendió de la cabeza ….»
Bendición St.Brigit ‘s  

I debe dar la bienvenida a los pobres a mi fiesta, 
porque son hijos de Dios. 
me debe dar la bienvenida a los enfermos a mi festín 
porque son la alegría de Dios. 
Que se sientan mal con Jesús en el lugar más alto 
y la danza de los enfermos con la los ángeles. 
bendecir a los pobres, bendecir a los enfermos, 
bendecir a nuestra raza humana. 
Bendice a nuestros alimentos, bendice a nuestra bebida, todos los hogares, 
O el abrazo de Dios. 

Orar con Celti Santas Mujeres por Bridget María Meehan y Regina Madonna Oliver 
  http://www. amazon.com/Praying-Celtic-Regina-Madonna-Oliver/dp/0764809296
Fuente: http://bridgetmarys.blogspot.com/

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