Obispos africanos y europeos abordan la colaboración entre continentes


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    El Papa en Benin
    LA NECESIDAD DE EVANGELIZAR
    13 FEB 2012 | EP
    Destacan que la relación entre la Iglesia en África y en Europa, se ha visto a menudo limitada, como si Europa sólo pudiera dar a África ayuda económica para proyectos sociales.

  • Obispos africanos y europeos se reunen en Roma en el segundo simposio que celebran bajo el lema ‘Evangelización hoy: comunión y colaboración pastoral entre África Europa. La persona y Dios: La misión de la Iglesia de proclamar la presencia y el amor de Dios’ para abordar, entre otros temas, la relación entre ambos continentes y la necesidad de evangelizar.

    En este sentido, el secretario general del Consejo de Conferencas Episcopales Europeas (CCEE), Duarte da Cunha, ha señalado que la relación entre la Iglesia en África y en Europa «se ha visto a menudo como si Europa sólo pudiera dar a África ayuda económica para proyectos sociales» y, aunque ha destacado que se sigue necesitando apoyo en este ámbito, la colaboración «no se puede limitar a eso».

    La Fe

    Así, ha precisado que el «principal regalo» que pueden conpartir es su fe. «África todavía necesita misioneros de Europa y Europa necesita aprender de la fe alegre de las comunidades africanas«, ha apuntado, al tiempo que ha recordado las palabras del Papa: «Encontrarse con esa fe que está tan dispuesta al sacrificio y tan llena de felicidad es un poderoso remedio contra la fatiga que se está experimentando en Europa en la actualidad».

    El encuentro será inaugurado por el vicepresidente del CCEE, Angelo Bagnasco, y el presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), el cardenal Polycarp Pengo. Además, el vicepresidente de la SECAM, el cardenal Theodore-Adrien Sarr, y el exvicepresidente del CCEE, el cardenal Josip Bozanic, presentarán los logros y retos que se plantean para este Simposio.

    La evangelización

    Entre los temas que abordarán los participantes, destaca la evangelización que llevan a cabo los misioneros en África y Europa, la proclamación del Evangelio a las mujeres y hombres de hoy, la colaboración pastoral entre sacerdotes y diócesis y el futuro de la colaboración entre SECAM y CCEE.

    En la reunión, que se prolongará durante cinco días, además de los obispos, también estarán presentes organizaciones como Cáritas África, Cáritas Europa, Missio y Ayuda a la Iglesia Necesitada. Está previsto que todos los participantes del Simposio sean recibidos en audiencia por el Papa Benedicto XVI el próximo 16 de febrero.

    http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/iglesia/obispos-africanos-y-europeos-abordan-colaboracion-continentes-y-necesidad-ev

Ordenadas más mujeres que hombres en la Iglesia Anglicana


13 Febrero 12 – – P.G.

MADRID-  El Sínodo anglicano ha debatido esta pasada semana sobre si la Iglesia de Inglaterra puede tener mujeres obispo o no, pero el tema ha quedado aplazado hasta el verano. Las reverendas como Rose Hudson-Wilkin piden que llegue este cambio. Ella exige que  «los que no quieran mujeres obispos que se vayan a Roma y se sumen al ordinariato». Por el momento, ya son seis los obispos anglicanos en el país que se han hecho católicos. Ya antes de las votaciones, Hudson-Wilkin pedía acabar con el debate: «Como iglesia tenemos que decir que ordenamos a mujeres y hombres, punto». Es un hecho que desde 1994 el clero anglicano se ha feminizado y durante 2010, último año con datos disponibles, fueron ordenadas por primera vez más mujeres que hombres: 290 sacerdotisas frente a 273 sacerdotes. En total, el clero de la Iglesia Anglicana consta de unos 8.000 sacerdotes varones y 3.500 mujeres.  La mayoría de las «mujeres presbíteros» siguen este perfil: no cobran sueldo, se dedican a tiempo parcial y casi todas entran en la vida clerical al llegar a los 40 años de edad e incluso más tarde, ya que casi el 80% tienen más de 50 años. También el 72% de los sacerdotes anglicanos supera el medio siglo.

http://www.larazon.es/noticia/360-ordenadas-mas-mujeres-que-hombres-en-la-iglesia-anglicana

RE-CREANDO A CAMILO TORRES: 46 AÑOS DE AMOR EFICAZ


 *1929 +1966

miércoles 15 DE FEBRERO TEMA: RELIGIÓN Y REVOLUCIÓN

Hora: 3:30pm -Lugar: Auditorio 121 Aulas de Ciencias Humanas Universidad Nacional
-La Golconda,  cristianismo revolucionario. Sigifredo Romero, historiador, Universidad Nacional.
-La experiencia de las Comunidades Eclesiales de Base y su lectura de Camilo Torres. Comunidades Eclesiales de Base.
-Celebración ecuménica a la memoria de Camilo Torres.

jueves 16 DE FEBRERO TEMA: LA HERENCIA DE CAMILO

Hora: 3:30- Lugar: Auditorio Virginia Gutierrez- Posgrados de Ciencias Humanas-Universidad Nacional
-La metodología del amor eficaz. Fernando Torres, teólogo e investigador
-La herencia de Camilo Torres en el movimiento estudiantil actual. Red Revuelta

-Intervención musical a la memoria de Camilo.
-La experiencia del Frente Unido. Maria Elvira Naranjo, militante del Frente Unido, docente Universidad Nacional.
-La propuesta política de Camilo Torres sobre las mujeres (ponente por confirmar)

MINGA ARTÍSTICA CAMILISTA

jueves 16 de febrero. Plaza Ché-Universidad Nacional. Hora: 6pm

-Taller pictórico re-creando a Camilo
-Proyección de vídeos
-Lectura de poemas a Camilo
-Intervenciones musicales

Convoca:

Memoria y Palabra

Red Revuelta

Coordinadora Juvenil 3 de Octubre

Comunidades Eclesiales de Base- Bogotá

Fuente:http://kaired.org.co

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Doctrina de la Fe ordena retirar un libro de Marciano Vidal de una editorial argentina


El volumen de Marciano Vidal se sigue vendiendo en Brasil y toda Iberoamérica

«Sexualidad y condición homosexual en la moral cristiana» fue editado por San Pablo

Redacción, 14 de febrero de 2012 a las 09:16
El redentorista Marciano VidalEl redentorista Marciano Vidal

Carta del superior general de San Pablo al responsable de la congregación en Argentina/>

Carta del superior general de San Pablo al responsable de la congregación en Argentina

La Congregación para la Doctrina de la Fe ha ordenado la retirada de «Sexualidad y condición homosexual en la moral cristiana» del redentorista Marciano Vidal… sólo en Argentina. El libro, publicado en 2010 por la San Pablo en este país, fue calificado, según publica hoy El País, como «contrario a la doctrina de la Iglesia sobre sexualidad». Sin embargo, ese mismo libro no ha recibido ninguna censura en Brasil, donde fue publicado por la editorial redentorista Santuario, ni en otros países de Iberoamérica.

La noticia ha causado «perplejidad» en Argentina, donde el director editorial de San Pablo, Aderico Dolzani, pidió explicaciones. «No sé quién meva a dar una respuesta de por qué se tomó la decisión, pero la espero». Al parecer, la orden de retirar el libro vino después de una carta escrita por el prefecto de Doctrina de la Fe, William Levada, al superior general de San Pablo en noviembre. Junto al libro de Vidal, también se ha cancelado la venta de «Pareja y sexualidad en la comunidad de Corinto», del pastor Pablo Manuel Ferrer.

http://www.periodistadigital.com/religion/america/2012/02/14/s-marciano-vidal-sexualidad-retirada-argentina-doctrina-fe-levada.shtml

Dos curas de Bogotá pagaron a sicarios para que los mataran porque tenían sida


Salud Hernández-Mora | Bogotá
Actualizado martes 14/02/2012 10:24 horas

Ni el mejor guionista cinematográfico hubiera tramado algo tan truculento.Dos sacerdotes contratan a sicarios para que les asesinen haciendo creer que es un atraco. ¿La razón? Parece ser que quisieron evitar un escándalo público que dejaría al desnudo sus intimidades porque uno de los dos padecía una enfermedad incurable que podría ser sida.

Rafael Reátiga y Richard Píffano eran dos curas respetables queejercían su apostolado en barriadas deprimidas del sur de Bogotá. El 26 de enero del 2009, aparecieron muertos en el interior de un vehículo en la misma zona donde ejercían su labor pastoral.

Al principio todo apuntaba a que el móvil había sido el robo puesto que a ambos les faltaban todos sus objetos personales valiosos. Pero poco a poco los investigadores fueron desentrañando la compleja madejahasta dar con la verdad de los hechos.

Descubrieron que habían hecho un pacto secreto para morir juntos y que días antes de la fecha fijada para dejar este mundo, viajaron hasta el Cañón de Chicamocha, un enclave natural espectacular, situado en el departamento de Santander, al noreste del país, para despedirse. Reátiga había nacido en esa región en 1975 mientras que su amigo, un año menor, era oriundo del Norte de Santander, departamento vecino.

Los sacerdotes buscaron a sus asesinos entre una banda dedicada al «bolillazo», como aquí se conoce a una modalidad de timo que consiste en engañar a la gente haciéndoles creer que ganarán millones multiplicándoles el dinero con falsas inversiones. Un par de ellos se prestaron a hacer el trabajo por el equivalente a unos 7.000 euros.

Antes del día D, los religiosos comenzaron a poner sus cosas en orden.Comenzaron a rechazar cualquier compromiso posterior el 26 de enero, incluso el bautizo de un familiar que tendría lugar en febrero. Dijo uno de ellos que «para esa fecha no estarían disponibles». Otro traspasó todos sus bienes a su madre.

La Fiscalía estudió las llamadas telefónicas que los amigos hicieron durante las semanas previas a su muerte y dieron con unos números que al final condujeron a los sicarios. Confesaron que les pagaron días antes del crimen consentido la mitad de lo pactado y que el mismo día de los hechos les dieron el resto.

Frecuentaban locales gays

Rafael Reátiga era párroco de la iglesia Jesucristo de Nuestra Paz, entre los barrios de Bosa y Soacha de la capital. El quinto de siete hermanos, se había ordenado en el año 2000 en Honduras, y estudió Teología y Filosofía.

Su amigo, Richard Píffano, párroco de San Juan de la Cruz, en Kennedy, también era sacerdote desde el 2000, además de tener el título de Filosofía. Se habían conocido en la Universidad y desde entonces eran íntimos.

Los investigadores del CTI de la Fiscalía general supieron que los dos jóvenes frecuentaban locales gays de Bogotá vestidos de calle y sin llamar la atención. Los dos jóvenes eran muy apreciados en sus respectivas parroquias por su gran labor social y pastoral.

Tal vez por esa causa, no querían decepcionar a los feligreses que tanto les respetaban y querían ni a sus familias.

http://www.elmundo.es/america/2012/02/14/colombia/1329233052.html?a=1ed9150705a54633ea9c76c2ac1e2995&t=1329238905&numero

DIOS EN MI BÚSQUEDA DE LIBERTAD: Ivone Gebara


 
Por Ivone Gebara1

¿Por qué hablar de Dios dentro de mi búsqueda de libertad? ¿Por qué poner a Dios y a la libertad en correlación? La respuesta podría ser, porque aprendí de la tradición religiosa cristiana que Dios nos llama a la libertad, que Dios nos quiere libres. Eso está bien, pero pienso ir más lejos y profundizar en mis sentimientos y en algunas imágenes que
me han habitado, en relación con Dios.

Dios, en mi experiencia de vida, nunca ha estado marcado por la claridad. Al contrario, fue siempre algo oscuro, fue para mí una “persona” o un ser especial que no me ha permitido, jamás, sentirme cómoda con él y conmigo misma. Era “algo” bastante
desconocido, pero un desconocido muy particular, poderoso y con una fuerte imagen masculina. En realidad tuve siempre dificultades en decir que amaba a Dios. El amor me recordaba la ternura, la comprensión mutua, el intercambio, el diálogo y no sentía nada deeso cuando se trataba de Dios. Él se mostraba más como soledad que como comunicación, más distante que próximo, más duro que tierno, más desconocido que conocido, más juez que amigo. Era una especie de intruso espiritual que comandaba mi mundo de una manera
poco clara. A menudo, envidiaba a la gente que tenía certezas respecto a Dios y, sobre todo, en relación con lo que él les pedía. Para mí era la oscuridad casi total. Siempre he titubeado en esta relación como si en cada nuevo momento de mi vida hubiera debido aprender un nuevo paso a dar en esta misteriosa búsqueda de comunicación.

No sé de dónde surgen mis primeros balbuceos sobre Dios. Ciertamente de mi medio familiar, pero no tengo recuerdos precisos de enseñanzas sobre Dios en mi casa. Las referencias a él estaban incluidas en los hechos cotidianos de la vida con mis padres y otros miembros de la familia. Desperté a la existencia con esta palabra, Dios, como un término familiar, pronunciado en portugués o en árabe, que quería decir a veces una cosa y, a veces, otra bastante diferente; palabra potente que se asociaba a un ser capaz de protegernos y de
ayudarnos en nuestros desamparos y en nuestros miedos […]. La aprendí cuando comencé a hablar […].

Dios tomó para mí, en primer lugar, el rostro de un juez capaz de medir mis buenas y mis malas acciones. Me acuerdo del ojo de Dios en un triángulo, dibujado sobre un altar de una de las iglesias que frecuentaba. Él me vigilaba todo el tiempo, según me decían los
adultos y, por consiguiente, sabía todo sobre mí. Y yo no sabía mucho de él. La asimetría de nuestra relación era evidente […]. Sin embargo, me demandaban amarlo y obedecerlo, pero yo no sabía muy bien cómo hacerlo. No sabía lo que era amar a Dios. Se me decía que
bastaba con obedecer a los adultos y que así obedecía a Dios y se le amaba. A veces, me preguntaba a quién obedecería cuando fuese adulta […].

No me atrevía a plantear los interrogantes sobre Dios en mi casa ni en la escuela. Esperaba comprender un día lo que los adultos pensaban, a pesar del bloqueo que sentía en mi mente cuando se trataba de Dios. Para consolarme, me decía que me faltaba todavía tiempo para crecer y comprender.

Durante casi toda mi infancia y mi adolescencia, tuve un miedo íntimo de Dios, un miedo que me hacía a veces temblar con la idea de un castigo, del infierno o de que un

1 Selección de textos de las pp. 165-180 del capítulo 5, “Dios y la libertad”, de Ivone GEBARA. Las
aguas de mi pozo: Reflexiones sobre experiencias de libertad. Montevideo: Doble Clic Editoras, 2005.

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adulto pudiera descubrir mis pensamientos pecaminosos. Mi relación con esa imagen de Dios nunca me ha gustado y no era fuente de ningún placer, de ninguna alegría o distensión. Él me quería perfecta y buena según la perfección y la bondad que los adultos próximos a mí me proponían y, a menudo, este modelo de perfección no me agradaba.

Este Dios en mi interior controlaba mis pensamientos, mi cuerpo, mis pequeños placeres y el descubrimiento de mi sexualidad. Tenía siempre miedo de él, miedo a desagradarle. Peor aún, estaba casi convencida de que le desagradaba. Tenía miedo de morir en estado de pecado y de ser castigada por la eternidad […]. Este Dios me angustiaba. Sí, me molestaba y me angustiaba, sobre todo cuando era necesario ir a
confesarse. ¡Me horrorizaba la confesión! […]

Mi historia con Dios continuó su camino a pesar de este malestar. Por un lado, se me hablaba de la bondad y de la justicia divinas, pero tenía dificultades en comprender ya que, por otro lado se me decía que las enfermedades, las guerras, el infierno y el fuego eterno eran castigos de Dios… Esto era radicalmente diferente, contradictorio, opuesto y,
no pudiendo seguir el razonamiento, mantenía esto como parte de mi ignorancia y buscaba averiguar más u olvidar a Dios, ya que pensaba yo, ¡nunca llegaría a amarlo!

Mi cuerpo se sentía mal con este Dios, y también mis pensamientos que se adaptaban difícilmente a un rostro tan contradictorio. Me sentía más culpable cada día, porque en mi interior no me sentía cómoda con Dios. Mi culpabilidad era profundamente religiosa. Pensaba que no era como Dios me quería y que no lograría serlo. No era suficientemente obediente, agradable, piadosa, casta. Me preguntaba por qué él me había impuesto este sufrimiento de no comprenderlo, de no ser como él quería […].

Dios estaba siempre allí, en mi entorno, pero no comprendía nada de él ni de su lógica. Yo no lo rechazaba, al contrario, lo buscaba casi sin cesar […].

A los dieciocho años, cuando pensé en la vida religiosa, Dios tenía para mí un rostro un poco diferente. El Dios-Juez que me hacía temblar estaba siempre allí, pero el Dios-Justicia comenzaba a abrirse su camino. Tenía deseo de cambiar el mundo, de ser libre, de hacer cosas diferentes, de cambiar el curso de las cosas, pero como no era posible
hacerlo sola o con mi familia y me parecía que no podía ser feliz sola, decidí hacerlo con un grupo guiado por Dios; era más seguro. Me orientaba entonces hacia personas que me parecían felices dentro de instituciones religiosas y que ayudaban a otros en nombre de
Dios.

No experimentaba todavía nada significativo sobre Dios en mi vida, pero esas personas me parecían convencidas de que la fuente de su lucha por la justicia y la solidaridad era Dios, y eso me permitía sentirme un poco más cómoda. La imagen que tenía de Dios se desplazaba hacia otra referencia y mejoraba […]. Dios comenzó a
convertirse, de alguna manera, en mi aliado. Lo vivía en mi intimidad, a pesar de todas las dudas que tenía. Me refería a él en mi súplica de justicia sin buscar demasiado experiencias sensibles de su presencia.

Cuando entré en la congregación, a los veintidós años, Jesús ocupó de cierta forma el lugar de Dios. Era más concreto, más fácil de comprender, de seguir, aunque los dogmas cristológicos me incomodaron mucho siempre. Dios quedaba como en un segundo plano
en mi vida, como el sol de donde llegan todas las cosas. Pero ya no me preocupaba y no me esforzaba más por comprenderlo, a pesar de las grandes tensiones que tenía en ese momento de mi vida.

El Dios de Jesucristo se convirtió en mi Dios y en el Dios de los pobres, de los sedientos de justicia e igualdad. Pasaba a ser una referencia interior y exterior para mis

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pensamientos y mis acciones. En esa época, me sentía más cómoda, más coherente conmigo misma, menos agredida por los prejuicios de mi infancia.

De hecho, la cuestión de Dios no me ha abandonado nunca durante toda mi vida. Y ahora en este periodo más tardío de mi vida, mientras que mi deseo es simplemente permanecer en un gran misterio, a menudo, soy invitada a hablar de Dios, a reflexionar sobre Dios, a realizar exposiciones sobre él. Ahora bien, cada vez sé menos cosas y tengo
cada vez menos ideas sobre Dios […]. Entonces, en mis conferencias o en mis cursos, hablo de nosotros, mujeres y hombres en la búsqueda de un sentido que pueda llenar nuestra existencia […].

Hoy, más que antes, pensar en Dios es para mí bastante difícil. Dios, ¿qué es lo que es?, ¿quién es? Mis interrogantes existenciales se añaden al gran número de preguntas planteadas por muchas personas sobre la lógica de la existencia y de algunas imágenes de Dios. Las escucho y me doy cuenta que estas preguntas son realmente interrogantes sobre
sí mismos, sobre el sentido de la vida humana, sobre los problemas de fondo que afloran a la superficie de nuestra existencia, sin que nos demos cuenta verdaderamente. Buscamos un ser poderoso, distinto a nosotros, del que podríamos intentar descubrir su voluntad sobre
este mundo. Y esto llega, a menudo, por una cierta enajenación de nuestra propia voluntad o de nuestra responsabilidad social. El sistema jerárquico actual en nuestras culturas nos obliga a pensar la transcendencia fuera de nosotros, como algo radicalmente distinto a nosotros […]. Y esta forma de convertirlo en un “objeto” fuera de nosotros se vuelve una de las fuentes de nuestra angustia con relación al Misterio que somos y en el que estamos.

Digo todo esto ahora, después de muchos años de búsqueda y de silencio. En un sentido, el concepto Dios, como el concepto libertad, contiene varias realidades inagotables que se ajustan a distintos modelos de pensamiento y que pueden ser utilizadas por distintas ideologías […]. Por mi parte, me gusta decir y repetir que Dios es un
concepto vacío y que, en este concepto vacío, puedo aceptar poner los valores que llevo o que nosotros llevamos en el corazón. Puedo también comprender los contenidos que otros definen como siendo Dios. Construimos nuestro contenido de Dios a partir de nosotros
mismos, a partir de nuestras búsquedas de sentido, de nuestros amores, de nuestras elecciones en la vida. Generalmente nosotros no tenemos conciencia de este proceso. Creemos en la objetividad del ser divino como realidad transcendente y absolutamente separada de nosotros; creemos en un ser en el cielo, todopoderoso, viviendo por él mismo
y en él mismo.

Creo que en nuestros conceptos de “Dios”, ponemos nuestra propia realidad, nuestra manera de actuar en sociedad, nos incluimos a nosotros mismos, nuestras preguntas y nuestras respuestas, de acuerdo a nuestra historia personal y colectiva.
Podemos reducir a Dios a nuestros problemas existenciales y creer que vienen de él, pero también podemos decirnos que nuestros problemas vienen de nosotros y deben ser solucionados por nosotros mismos. Dios, el Misterio, puede ser todo y más allá de todo.

Todo está en este Misterio mayor y el Misterio mayor está en todo. Tener conciencia de este proceso de humanización del misterio inefable en nuestra historia relativiza nuestras concepciones religiosas y nos permite ser más humildes y estar en diálogo con los diferentes enfoques del misterio.

[…]

En los años 70 y 80, se hablaba de Dios como el liberador de los pobres. Nadie más que Dios tiene verdaderamente la preocupación por los pobres, decían los teólogos de la liberación. Eso me encantaba, me apasionaba incluso, e iba lo más lejos posible en este razonamiento. Hasta llegaba a decir que Dios no tenía otra elección que cambiar de manera

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ética el mundo a partir de los pobres […]. Esto para mí era una afirmación de fe. La libertad, incluso de Dios, se condicionaba por el amor y el amor no podía elegir sino la justicia hacia los más pobres. Mi lógica parecía perfecta y me alimentó a lo largo de mis
compromisos por la justicia en el mundo […].

Este Dios liberador era exigente. El tiempo de la liberación estaba allí y era necesario no perderlo. Todas nuestras energías debían ir en este sentido y así juntos llegaríamos a ver, al menos en parte, el Reino de Dios sobre la tierra a menudo identificado con un proyecto político y económico.

Pero la confianza de ver realizarse estas esperanzas históricas pasó muy
rápidamente. Como otros, me fui dando cuenta de una cierta ingenuidad en nuestros análisis y en nuestras expectativas. El cambio no se hace con la buena voluntad de un pequeño grupo, ni aun dentro de nuestras iglesias; la complejidad social exigía otros análisis. Un pluralismo de enfoques debía intervenir en esta visión ética y teológica, aunque yo creía entonces que uno solo de ellos era capaz de devolver la justicia a los pobres.

En los años 80 y 90, la miseria de los países del sur aumentó. Los pobres se duplicaron en las grandes ciudades del Tercer Mundo. El tráfico de drogas a escala nacional e internacional con todas sus consecuencias, sobre todo para las poblaciones pobres, pasó a ser una plaga. La concentración del beneficio económico en las manos de una minoría de
países y grupos parecía crecer […].

Del mismo modo, en estas dos décadas en América Latina, la cuestión de Dios se amplió a partir de otros puntos de referencia: ¿será necesario hablar de Dios como Él, como Ella, como ser supremo, como energía en todos los seres? ¿O será necesario guardar silencio ante este concepto tan complejo, capaz de producir amor y temor? ¿Qué queremos
decir cuando decimos Dios? ¿Qué quiero decir cuando digo Dios? Estas cuestiones fueron la entrada del feminismo en el pensamiento teológico y en mi propio pensamiento […]. Por otra parte, comencé a darme cuenta, desde otro ángulo, de la opresión vivida por las mujeres de los medios populares. Conocía su opresión pero nunca había tenido conciencia del papel de la religión, y especialmente de la teología, en la acentuación de esta opresión.
Las mujeres me cuestionaban con sus interrogantes. Yo me abría a otras perspectivas y a otros modelos de pensamiento. Mis ojos veían lo que no habían visto antes. Mis oídos escuchaban lo que no habían podido escuchar. Y yo me descubría diciendo cosas insospechadas en mi lógica teológica de antes.

Los sufrimientos de las mujeres pobres me planteaban el desafío de pensar la fe de un modo diferente, de pensar su vida de otra forma en las distintas instituciones sociales.
Las feministas, desde otra perspectiva, me invitaban a reflexionar sobre las cuestiones relativas al cuerpo femenino en la teología. ¡Nunca había tenido tantas cuestiones sobre las cuales reflexionar al mismo tiempo! Y luego, en este contexto, la pregunta sobre Dios volvía a presentarse como una clave importante. El Dios de los hombres parecía liberarlos
en algunas luchas sociales, pero justificaba al mismo tiempo la soberanía masculina en la sociedad, las iglesias y el hogar. Las mujeres no eran sino una pálida imagen de lo divino, dado el poder y el rostro masculino del cristianismo en la historia.

Pensar a Dios de una forma diferente era pensar otros fundamentos de la sociedad, otras imágenes de la trascendencia, otros comportamientos institucionales basados sobre una mayor igualdad y justicia en las relaciones humanas. Acepté el desafío de pensar en primer lugar en el ser humano, las mujeres y los hombres, que viven en situaciones
culturales diversas. Y a partir de nuestras búsquedas de sentido en nuestra historia concreta, balbucear el Misterio en el cual vivimos. En cada encuentro, en cada reunión, me sentía desafiada a articular mejor mi pensamiento […]. El feminismo no tranquilizaba. El

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feminismo teológico no aportaba la misma protección religiosa que la institución patriarcal. Los análisis sobre las imágenes de Dios en el curso de la historia habían sido útiles a un reducido número de personas, pero la mayoría había quedado con las imágenes tradicionales o, para ser más exacta, no habían tenido la ocasión de hacer evolucionar sus enfoques.

Mi perspectiva feminista también evolucionó hacia un enfoque que incluía la ecología, ya que me daba cuenta, cada vez más, que limitar a Dios a una imagen puramente antropomórfica corría el riesgo de contribuir al proceso de dominación entre nosotros y sobre la tierra. Una percepción más amplia del misterio debía incluir todo lo que existe e invitarnos a mantener vivo, como nuestro cuerpo, todo este mundo en evolución constante. Las aproximaciones a las distintas narraciones de la historia del universo, que hablan del nacimiento y la evolución del sistema solar y del desarrollo de la vida, ampliaron
mi sensibilidad y mi pensamiento. La ciencia física, la química, la biología, la arqueología tenían muchas cosas de decir a nuestra fe […].

Constato que se vuelve cada vez más difícil para mí hablar de Dios o pensar en él según las referencias tradicionales; hay en mí una contradicción existencial cuando digo Dios, una contradicción similar y a la vez diferente de la vivida en mi infancia y mi juventud. ¿Hablo de Dios como alguien diferente de mí? ¿Hablo de mí como un yo en un
Otro más grande que yo? Pienso que hay muchas maneras de nombrar al Misterio de un modo diferente a nuestras propias formulaciones. El advenimiento de la reflexión sobre la importancia de la subjetividad humana nos llevó a considerar la diversidad de creencias y enfoques sobre Dios, incluso en un mismo grupo o en una misma comunidad de creyentes.

Algunas feministas me han reprochado las idas y vueltas con respecto al concepto “Dios” […]. Ellas consideran que como feminista no debería permitirme, en el plano conceptual y en el plano teórico, vacilaciones con relación al sentido que doy al concepto “Dios”: de modo radical, no debería tener ningún trazo de identificación con el Dios del mundo patriarcal o, simplemente, del mundo masculino. Debería permitir a este concepto expresarse más allá de su historia masculina en el cristianismo.

Estás cuestiones me hicieron reflexionar. Una respuesta a estas feministas es que, desgraciadamente, existe casi una imposibilidad lingüística para nombrar a Dios más allá de un término masculino, sobre todo cuando se trata de las lenguas latinas. Y aun si digo Dios o Diosa ¡estoy en el mismo cúmulo de contradicciones! No puedo evitar los límites culturales dentro de los cuales estamos; comprendo los cuestionamientos en el plano teórico pero constato, concretamente, la dificultad de mantener una determinada coherencia.

[…]

En realidad, nuestra inconsistencia teórica y lingüística, y especialmente la mía, es fruto de una conciencia que crece intentando expresar de una manera diferente el misterio que nos habita y en el cual habitamos. Pero estas nuevas formas de expresarlo no son aún
un acervo de nuestra cultura en la que la simbología religiosa más importante es la masculina. Y debemos aceptarlo ya que es imposible vivir en un oasis, al margen del discurso general, aunque a veces lleguemos a vivir algo nuevo, sobre todo en el plano del pensamiento o cuando intercambiamos con personas en una misma sintonía.

Las teólogas feministas, y me incluyo en esta categoría, caemos a menudo en las trampas de la cultura patriarcal y esto es casi inevitable ya que no podemos dejar de considerar el medio en el que nos movemos, ni tampoco suponernos condiciones diferentes de las que existen, sin tener en cuenta los condicionamientos en los cuales vivimos. El pensamiento no puede cambiar la realidad histórica por sí mismo. Los procesos

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de cambio son más complejos de lo que se piensa. Somos lo que somos, aun cuando pretendemos vivir aquello que todavía no es y que forma parte de nuestros sueños de igualdad y solidaridad.

Hay atavismos en nuestras maneras de pensar. Por ejemplo, el discurso sobre Dios, lo divino, la divinidad nos coloca casi instantáneamente en primer lugar en lo masculino, como si lo divino, en los límites de la experiencia cristiana, fuera masculino y fuera un hecho demostrado de una vez para siempre en nuestra psicología religiosa […]. Una
evolución es posible, pero es necesario aceptar la lentitud de los cambios de la cultura y de nuestra psicología individual […].

Los procesos de cambio cultural obedecen a ritmos bastante complejos y a este respecto nada es lineal. Es necesario apostar a la educación de las personas, invitarlas a pensar para convertirse en ciudadanas y ciudadanos capaces de reflexionar sobre el sentido de su vida y de sus creencias.

[…] Nos encontramos en un proceso de cambio de conceptos, en una especie de falta de precisión del significado que damos a cosas y, algo más grave aún, hablar de dios es todavía hablar de un ser con identidad propia, un ser sobre nosotros, un ser con una consistencia existencial particular. Por lo tanto, cuando decimos Dios, incluso sin una
imagen precisa, seguimos afirmando una jerarquía en el ser. En otros términos, seguimos afirmando que los seres humanos vivimos en una jerarquía en la que Dios es la cumbre.

Recuerdo haber leído en un texto de Maître Eckart, que debemos incluso superar la palabra “Dios”. ¡Es un reto que solamente los místicos pueden proponer! Y, personalmente, me gusta este desafío.

He llegado a un momento de mi vida en el cual aún digo Dios, pero sin ninguna precisión al respecto; cada vez que digo Dios o suspiro su nombre en mi intimidad, tiene el mismo contenido y, al mismo tiempo, otro diferente que las veces anteriores. Lo digo sin asignarle una identidad particular. Lo digo como una respiración o un aliento, como una fuerza, un suspiro o un clamor ante las situaciones intolerables, ante la violencia creciente, ante mi propio desasosiego. Digo Dios como esperanza, como alivio, como deseo de libertad, como alegría, como amor. Pero también, me callo… No digo nada, acojo lo que es
y busco hacer algo para aliviar el dolor humano. Dios es la palabra más vaga que se pueda pronunciar hoy. Es un concepto vacío. Pero también, es la palabra más utilizada por aquellos que tienen grandes certezas.

Dios es una de las palabras más subjetivas y, aun así, se la dice como si fuera una “cosa” evidente, objetiva para todos y todas. Y hay una apropiación de la palabra Dios para consolidar no importa qué poder y, sobre todo, los poderes despóticos.

Para mí, una vez más, esta palabra me remite a la palabra libertad. Dios y la libertad, han poblado los poderes políticos y los poderes religiosos. En nombre de Dios, o en nombre de la libertad hicimos la historia de occidente y de oriente, e hicimos nuestra propia historia personal.

¡Ah! Si pudiéramos sólo nombrar a Dios en el silencio de nuestro corazón, nombrarlo como el Sí y el No de la vida, nombrarlo como el Misterio que lo atraviesa todo. Pero, al mismo tiempo, si pudiéramos no decir Dios, callar y solamente vivir, intentando crear relaciones de justicia y de rectitud sería algo de gran valor en este momento. He aquí donde me ubico hoy.

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Continúa la búsqueda de la igualdad: Leonor Esguerra


He encontrado esta historia de una monja colombiana volvió guerrillera que desde entonces ha sido voluntariamente desmovilizados del Ejército de Liberación Nacional (ELN – el «Ejército de Liberación Nacional», uno de los dos colombianos principales grupos guerrilleros) y reintegrarse en su país para ser muy fascinante , tanto más cuando, en la búsqueda de información acerca de Leonor Esguerra, me encontré con que había escrito cartas en apoyo de activistas por la paz de América, como Kathy Boylan y Kobasa Stephen que se publican en el sitio Web de Jonah House. Ella también firmó una declaración de los militares de EE.UU. para participar en la resistencia a la guerra.Ahora la historia de esta hermana le ha dicho en su totalidad en un nuevo libro, La Búsqueda , publicado este año por Aguilar. El siguiente artículo fue escrito el pasado otoño antes de que el libro fue recogido por una importante editorial. – RGPor Marianne Ponsford (traducción Inglés por Rebel Girl)
Revista Arcadia
19/09/2011

Ella vestía con fervor los uniformes de la Iglesia y la guerrilla. Y abandonó a ambos en su búsqueda de vida para un país más justo. En un momento en Colombia, por desgracia, es en primer lugar por la desigualdad en América Latina según el Banco Mundial, Leonor Esguerra, es un ejemplo de una vida que es tan atípica como es deslumbrante.

¿Cómo entender a un adolescente simpática, una chica de fiesta acaba de empezar a vivir, enamorarse, descubrir los pequeños placeres del mundo y la vanidad inocente de la juventud, que decide, a los 17 años, para convertirse en una monja? Es difícil. Pero la respuesta de Leonor Esguerra, es muy simple. ¡Qué vida tan frívola que era! Vivir de fiesta en fiesta, salida a salida? Casarse con uno de los niños de mamá? Ser ama de casa? Jugando a la canasta? Bueno, no.

Acababan de matar a Gaitán . Leonor había sido a través de los mejores colegios de Bogotá, como corresponde a una niña de la alta sociedad, y ese año había entrado en la Escuela de reciente apertura Marymount.

La gente pobre no le interesaba mucho. Ella les considera parte del paisaje urbano. Ella creía en Dios y la promesa de una vida diferente a la ofrecida por la ciudad capital ensimismada. Una vida más espiritual. El avión Constellation en el que ella se fue a Nueva York el 24 de junio 1948 hacia el noviciado de las Religiosas del Sagrado Corazón de María (los mismos que dirigían la escuela), marcó el comienzo de una vida extraordinaria, de un destino forjado por un personaje que, desprovisto de cualquier ardor combativo o vehemencia pasajera inútil, se ha hecho con la paz de la mente más increíble de las decisiones dictadas por tremendas su indignación intelectual discreto y elegante.

Por supuesto, ella veía las cosas con otros ojos cuando regresó dos años después, sigue siendo un adolescente. Nueva York no estaba rodeada por cinturones de miseria o la pobreza atroz, que anidaba en Bogotá. A ella le gustaba la idea de ser un maestro en una escuela que enseña a las niñas de la elite local. Se contempla el significado profundo de la educación, la oportunidad de enseñar a las niñas de estas élites para llenar un papel más activo en la sociedad. Pasó varios años en el Marymount en Barranquilla y, en 1960 y apenas 30 años de edad, fue nombrada madre superiora de Marymount de Medellín.

Estos fueron años turbulentos en América Latina y el mundo. La revolución cubana había triunfado y el Concilio Vaticano II, inaugurado por Juan XXIII, había sido un llamado revolucionario a cuestionar el papel de la Iglesia en la sociedad. Leonor, que ahora se llamaba la madre María del Consuelo, regresó a los Estados Unidos para continuar su formación religiosa y fundar una sociedad sacudida por el asesinato de Kennedy, los discursos de Martin Luther King, los Panteras Negras, Angela Davis y la lucha por los derechos civiles.

Antes de cumplir 35 años, Leonor fue nombrado director de Marymount de Bogotá. La escuela era hermosa y al pie de la colina, por encima de la iglesia de Usaquén. Justo debajo, a la misma escuela tuvo su proyecto social: una sala de piso de tierra, mal iluminada y pobres, la pequeña escuela para niñas pobres. Las madres de los alumnos de Marymount se reunió a beber té y tejer los vestidos de encaje que piadosamente distribuidos una vez al año a los pobres, que les vendió tan rápido como sea posible para ellos conseguir algo de comer.

Leonor vio que estaba equivocado. Ella simplemente se terminó el Club de Madres de Buttler (eso es lo que se llama), decidió que las niñas pobres merecen una educación y una infraestructura de la escuela de la misma calidad que las chicas de élite, y comenzó la tarea de lograrlo. Del mismo modo, pensó que era absurdo que la educación de las niñas que más tarde se casan con los que se convertirían en los líderes del país, consistió en clases de geografía de los EE.UU., la artesanía y la dirección con adecuado de las tareas domésticas. Empezó a leer la historia del país. Empezó con La Violencia en Colombia («La violencia en Colombia») por Orlando Fals Borda. Fue el comienzo de la debacle.

Mientras tanto, Leonor siguió a los acontecimientos turbulentos: la agitación causada por las palabras y las acciones del sacerdote Camilo Torres, su incorporación a la guerrilla, que ella desaprobaba profundamente porque ella no creía que la lucha armada era el camino correcto. Luego sorprendió a la pena después de su muerte en combate.

Siguiendo los dictados del Consejo y la necesidad de llevar a la Iglesia hasta la fecha, Leonor continuó con su revolución educativa. Ella decidió fundar una escuela en el barrio Galán y pensé que sería adecuado para los hijos de los trabajadores a recibir una educación de acuerdo con su condición y tiempo. Para ello, se asocia con los sacerdotes que, en el calor de la teología de la liberación, trataron de poner fin a la desigualdad social en América Latina y se había formado el histórico Golconda asociación, a la que los sacerdotes españoles Domingo Laín y Manuel Pérez pertenecía antes de unirse al ELN. Leonor quería capacitar a las niñas pobres y ricos en la auténtica conciencia de clase.

Sin embargo, la buena educación es costosa. Cuesta muy caro. Y en este caso el que abogó por que pagó muy caro. Cada vez más incómodo, los padres de la alta sociedad de Bogotá había planteado sus pelos de punta. Sus hijas habían comenzado a hacer preguntas impertinentes. Las preguntas que tenían que ver con la desigualdad en el país. No se puede responder, comenzó a quejarse de los cambios en el contenido educativo. Fue Colegio Marymount!

Después de las protestas, las reuniones, la intervención de los obispos y las consultas, Leonor pensó que todo se resolvería si ella tuviera que dimitir de la dirección. Así lo hizo.Ella fue a Medellín. Pero fue imparable. Abra las ventanas no sólo puede ser cerrado por el estilo. Es que había que entender esto a la luz de lo que estaba ocurriendo en el continente. Y de miedo eterno de las élites nacionales «de las ideas de izquierda. La victoria de Fidel en Cuba, la crisis de los misiles, el surgimiento de la guerrilla en Colombia, teología de la liberación – todo parecía presagiar la llegada del monstruo temido del viejo continente, el comunismo.

Lo que detonó la crisis parece ser una anécdota tonta. Fue llamado el Festival de la Canción. Era un simple evento de fin de año escolar, en el que las chicas de cada clase en el Marymount preparado un acto musical. En Inglés, por supuesto. Pero los estudiantes en la última clase se rebelaron y crearon un acto en el español con un mensaje de justicia social cristiana basada en el evangelio, que criticó a la Iglesia y la sociedad. Después de idas y venidas, consultas en Roma y Nueva York, los titulares escandalosos en la primera página de El Tiempo y en los tabloides, las acusaciones de infiltración marxista en la mejor escuela en la ciudad, Marymount cerrado. El escándalo creció hasta alcanzar proporciones internacionales y el New York Times dedicó media página a la cuestión, con una entrevista a Leonor.

Por supuesto, Marymount reabierto más tarde como una escuela laica (que era intolerable que perder el nombre de glamour). Lo extraño es que ni los estudiantes ni a los antiguos alumnos de la Marymount actual, incluyendo las más serias y estudiosas, tienen la más remota idea de lo que sucedió allí. La historia se borró a la perfección. Esos acontecimientos no se hablaba de nuevo.

Con las visas canceladas, las acusaciones de ser un comunista, rumores locos sobre el comportamiento de las monjas (y monjas que, de hecho, dejaron la vida religiosa), Leonor renunció a la escuela y en octubre del mismo año, 1969, decidió vivir el voto de pobreza el mandato de la Iglesia de un modo más genuino. Ella fue a Buenaventura para trabajar como profesor con un pequeño grupo de mujeres religiosas. Ella tomó el lugar simplemente porque sabía que el sacerdote que tenía una misión allí. Ella vivía en condiciones tan humildes. Pero hacia el final de ese año lleno de acontecimientos, le llegó la noticia que la dejó estupefacta – Fabio Vásquez Castaño le envió un mensaje diciendo que quería llegar a conocerla. Después de un período de duda y la ansiedad, Leonor fue a la cita porque piensa erróneamente que Vásquez quería preguntarle para ayudar al sacerdote español Domingo Laín, que había sido expulsado del país, para volver. Ella había conocido a Laín en Golconda, había vuelto a verlo durante una visita a España y el afecto profesado grande para él.

Leonor de regresar de la reunión con Vásquez en las montañas rebosantes de admiración por la lucha guerrillera y llena de amor para el que en ese momento parecía ser un heroico combatiente contra la desigualdad atroz del país. Ella cambió casi de inmediato, sin pensarlo dos veces, en su amante feliz. Pero, incapaz de tomar las armas, comenzó a colaborar en las actividades de apoyo logístico en las ciudades. La agitación política continuó a lo largo de la década siguiente. El ELN no sólo sufrió los desastres militares, pero la locura de los tiroteos que se iniciaron dentro de la guerrilla. Leonor ha cometido un error de logística (unos papeles mediocres llevó a la captura de un militante en la carrera) y Vásquez, de Cuba, le ordenó disparar. Gabino se negó. De todos modos, en 1979, Leonor tenía la policía sobre sus talones, se escapó milagrosamente, y tuvo que abandonar el país. Ella vino a Nicaragua, donde la Revolución Sandinista había triunfado y se renueva la esperanza de que una sociedad más justa era posible en América Latina.Es lo que Leonor había querido – simplemente una sociedad menos desigual. Menos pobreza, menos sufrimiento, la injusticia económica menor.

Leonor Esguerra, es una mujer de la formación intelectual poco común. Ella ha leído el canon literario con pasión y rigor la teoría marxista. Su simpatía desbordante, su fuerte acento de Bogotá, sus modales corteses y su edad avanzada son muy engañando – uno cree que uno se enfrenta a una linda mujercita de edad con quien se puede hablar del tiempo y tener un poco de té. Se divierten sin querer, debido a los prejuicios arquetípicas que nos condicionan. Pero Leonor es una mujer de amplitud intelectual probada. Y de una inteligencia serena donde el alma, el cerebro y el flujo del corazón juntos en un equilibrio envidiable y alegre.

Los trece años que vivió en Nicaragua fueron los años de lecturas, participación en la Revolución Sandinista y el ejercicio tranquilo de la construcción de un marco político y teórico que sirva como hoja de ruta para la guerrilla. Ella tuvo como objetivo dar al ELN una estructura internacional y tuvo la visión cosmopolita que les faltaba. Ella participó en la Coordinadora Guerrillera en México, estaba en Guatemala, se reunió con Fidel en Cuba, junto con Navarro Wolff. Ella estaba con el Comandante Tomás Borge, con Carlos Pizarro, con Jaime Bateman. Con la misma claridad con la que, décadas antes, que había adivinado el genio literario de García Márquez, el mismo año que Cien años de soledadfue publicado y lo había invitado a Marymount en Barranquilla (él aceptó, curioso y fascinado), Leonor trabajado incansablemente en su formación intelectual y tratando de sacudir la estrechez de miras de la guerrilla colombiana. Pero la historia es machista y la guerrilla también. De esta forma es idéntica a la de las élites que querían combatir. Su nombre ha sido discretamente dejado de lado y la contribución de su voz ha desaparecido en la historia de la izquierda colombiana de debate intelectual.

Leonor decidió, ante la insistencia de su gran amigo, el arquitecto peruano Inés Claux Carriquiry, para contar su historia. Inés se encargó de transcribir y por escrito que la historia en los años de la reunión esporádica y el resultado fue un manuscrito emocionante que el año pasado ninguna editorial quiso publicar y que vino a mí en una modesta edición titulada La búsqueda («La Búsqueda») y patrocinado por por el amigo, de los cuales apenas un puñado de copias permanecen en tres librerías de Bogotá – Lerner Norte, La Madriguera del Conejo y La Central. Pero esta historia debe ser re-publicado por una importante editorial [La búsqueda fue re-publicado recientemente en 2012 por Aguilar y puso en marcha en el Hay Festival el mes pasado]. Debido a que es una historia que es imposible de resumir aquí, ya que es imposible hablar de la extensa obra de Leonor hizo durante una década con las mujeres en Medellín, después de regresar de Nicaragua, volando las banderas de un feminismo que ha sido otra cosa que un traje diferente para el mismo ideal.

La historia es, sobre todo, lo que se habla acerca de la historia. La narración que le damos. Los acontecimientos que elegimos como determinantes. Las personas que consideren protagonistas. La historia está construida y en que la construcción, las cosas se desechan, se omite y se ignoran. Y borrado. Así que cada época cree que su versión de la historia es la definitiva, la verdadera. Son certezas que son tan necesarias como son falsas, y es por eso que debe ser demolido. La maravillosa vida de Leonor Esguerra Rojas, la historia de la participación de una persona de valor excepcional en la historia del país es el que ha sido ignorada, borrada, y se omite en la versión oficial. Hay que hacer algo para reparar este error y celebrar la vida de una gran mujer que, en casi 81 años, sigue serenamente indignado.

Hoy en día Leonor vive en Chía con su hermana Milena, la viuda del gran escritor guatemalteco Augusto Monterroso. «Sí, soy una marxista», me dice. «No he encontrado una mejor explicación de cómo funciona la sociedad. Si alguien me mostrara uno, yo estaría encantado de escuchar. Pero hasta ahora, no lo he encontrado. No sé si Dios existe. I mirar a la naturaleza …, tal vez soy una panteísta. Pero lo que sí sé es que no me parece justo que después de toda una vida, todo termina. Creo que, en algún lugar del universo, seguimos siendo. No me resigno a no ser «, agrega, y deja escapar una sonrisa muy dulce.

MÁS INFORMACIÓN

BELGAS ACTIVISTAS POR REFORMA EN LA IGLESIA OFRECEN MANIFIESTO A LOS OBISPOS.


El año pasado se informó sobre una INICIATIVA para la reforma de la iglesia dirigido por un grupo de católicos belgas, Werkgroep Kerkenwerk (Grupo de Trabajo de la Iglesia de Trabajo). El grupo estaba circulando una petición / manifiesto titulado Gelovigen nemen het Woord («Los creyentes Speak Out»).

El pasado jueves, los líderes de Kerkenwerk entregó la petición con 8.235 firmas a un grupo de obispos flamencos. Los firmantes incluyen 304 sacerdotes (aproximadamente el 10% de todos los sacerdotes belgas), a los diáconos 41, 184 agentes de pastoral y asistentes parroquiales y religiosas 89. El manifiesto fue presentado a los obispos de Brujas (Jozef De Kesel), Gante (Luc Van Looy), Hasselt (Hoogmartens Patrick) y Malinas-Bruselas (André-Joseph Léonard), y los obispos auxiliares de Bruselas de Jean Kockerols) y flamencos Brabante y Mechelen (Leon Lemmens). El obispo de Amberes (Johan Bonny) estuvo ausente debido a una misión en el extranjero.

El grupo está llamando a una serie de reformas encaminadas a contrarrestar la escasez de sacerdotes que crece en su país, incluyendo la ordenación de mujeres y los hombres casados y permitir que los laicos para dirigir los servicios religiosos. Un resumen de idioma Inglés de las demandas del grupo se pueden encontrar en el post anterior .

Bruselas, monseñor André-Joseph Léonard, presidente de la Conferencia Episcopal belga, aceptó la petición, junto con los obispos flamenca y agradeció al grupo por su «iniciativa verdaderamente fiel pero crítico». Los obispos pasó a emitir su propia declaración en la que afirmaron que no eran indiferentes a las preocupaciones de los peticionarios, al reconocer que una gran cantidad que se está exigiendo en estos momentos de líderes pastorales. Se trató de distinguir entre los factores que ellos veían como estar dentro de su poder para cambiar (la celebración de las liturgias de la Palabra en ausencia de un sacerdote) y los factores que dijeron tendría que ser cambiado en el ámbito de la Iglesia universal (admisión de las mujeres y los hombres casados al sacerdocio). Los obispos concluyó: «Vamos a trabajar juntos para crear una comunidad de la iglesia que se preocupa por su identidad, fiel a la misión que ha recibido, una iglesia que es abierto y accesible para todo el mundo, con un corazón generoso para todas las personas.»

El grupo dijo que su petición «no es un fin, sino sólo el comienzo.» La empresa dijo que quería trabajar con los obispos para resolver problemas que frustran cada vez más católicos practicantes.

Al comentar sobre la petición, el semanario católico flamenca Tertio escribió que la escasez de sacerdotes amenazaba el futuro de la fe católica. «No sólo son las instituciones en crisis – la base sobre la cual han sido construidos se hunde bajo nuestros pies», escribió esta semana.

Foto: Un representante de Kerkenwerk ofrece el manifiesto del grupo, con las firmas de los obispos belgas.

Fuente: http://www.iglesiadescalza.com

Murió el obispo Ladislao Biernaski de Pinhais


Informamos que murió esta tarde el obispo de San José de los Pinos, la región metropolitana de Curitiba, D. Ladislao Biernaski. Fue uno de los obispos que siempre apoyó el movimiento de sacerdotes casados. Participó en la primera. Encuentro Latinoamericano desde la apertura, junto con arcbispo permanesceu y durante toda la reunión. Ha participado en el trabajo en grupo y sesiones plenarias, incluyendo la discusión y votación de Proposiciones pastorales aprobados. Se retiró de la reunión justo antes del cierre, fingiendo un compromiso. De hecho, él se retiró para dar la libertad a todos los concebrarem la Eucaristía, entre ellos D. Jerónimo, a quien D. Ladislao, la apertura, dio la bienvenida llamándolo hermano en el episcopado. Todos los presentes se le preguntó a presidir la Beverian Alirio la Eucaristía, como él era el delegado del Consejo de Sacerdotes de Brasil.
D. Ladislao, que fue ayudante de Arzobispo de Curitiba, fue nombrado titular de la nueva Diócesis de San José y se hizo cargo de día 19/03/2007. Nos conocíamos desde 1960 cuando el comienzo de la filosofía en Curitiba. Ya estaba empezando a la teología, en el mismo seminario, aunque Lazarista diócesis. Nos hicimos amigos desde entonces, una amistad que no ha cambiado, incluso cuando fue consagrado bispo.Juntos trabajado en varias pastorales, a pesar de que soy sacerdote casado. También estábamos pescando compañeros, que él amaba. Fuimos al Mato Grosso para los peces, junto con un primo que fue obispo de tres estanques.
Estábamos en el hospital la semana pasada. Demostrado una gran alegría.Hablamos mucho acerca de asuntos de la iglesia, y también servicios. Yo quería seguir hablando, pero nos separamos porque sabíamos que la delicadeza de su estado. Sufría de un cáncer de intestino.
Obispo era un abierto, simple, inteligente, accesible y amigable. A menudo, compartió conmigo el aceite para ungir a los enfermos cuando vivíamos en Pinhais.
La fe se dice Aleteia en griego, quiere decir no Letes, que en la mitología griega era el río que cruzaba la hora de la muerte y llegó al mundo del olvido. donde no existía nada más. Aquellos que creen en Cristo Aleteia llamar a su fe, no Letes es decir, no al olvido, sino la plenitud de la vida que Dios AAOS su dios.
Así que podemos decir, es su eterna memoria. Por lo tanto arrogante y decir que, sea la eterna memoria de nuestro amigo de Ladislao. No los atletas, = Aleteia!
 Remitido al e-mail por: Armando Holyszewski

CONVOTARIA FORO ECUMÉNICO PENTECOSTES


 
FORO ECUMÉNICO PENTECOSTES
 
CONVOCATORIA
 
REUNIÓN JUEVES 16 DE FEBRERO, A LAS 19:00 H
LUGAR
Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe
C/ Puerto Rico, nº 1 – Madrid
Teléfono Parroquial: 91 457 00 39
Frente al Parque de Berlín
(Metro Concha Espina)
           
Queridos hermanos y hermanas en Cristo
Hace poco menos que una semana y media de la finalización de los actos oficiales y no oficiales de la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos en el Hemisferio Norte. En Madrid, nos encontramos hermanos y hermanas de distintas confesiones cristianas para orar juntos a Dios Padre y conocernos más los unos a los otros.
Sin duda han sido unas jornadas especiales, con mucha asistencia y espero que con renovadas energías para volver al trabajo ecuménico, con humildad y co-responsabilidad entre los pastores y los fieles laicos.
Por otro lado y como viene siendo habitual, el Foro Ecuménico Pentecostés (FEP) inicia en esta época del año su recogimiento para centrarnos en la preparación del gran evento anual, la preparación de la VII Vigilia Ecuménica Pentecostés en Madrid.
Y es que, aunque por medio está la Cuaresma y la Semana Santa, el camino a recorrer es corto y en él se cumple aquello de que lo importante del camino a veces no es tanto la meta como la experiencia recorrida hasta llegar, en fraternidad.
Además este año y a petición y ofrecimiento del Consejo Pastoral de la comunidad de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe y su comunidad de Misioneros del Espíritu Santo, este año celebraremos allí la reunión de Febrero del FEP y Dios mediante, también la propia Vigilia Ecuménica de Pentecostés.
Por este motivo, queremos convocarnos mutuamente a esta reunión de Febrero, para que entre todos e inspirados por el Espíritu Santo, sepamos dar contenido, sentido y una Fe viva a la próxima celebración de Pentecostés:
Programa
·         18:30 h  – Acogida, presentación y Oración
·         Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Breve compartir sobre la experiencia que ha supuesto entre los participantes.
·         Celebración de Pentecostés. Plantear el tema/Lema que la centrará, y la dinámica a grandes rasgos, de cara a comenzar su preparación.
·         Otras iniciativas ecuménicas en el presente curso (Ecudir, ADIM, Encuentro Ecuménico en Majadahonda, ACEMU…)
·         Compartir agendas, comunicación de eventos de interés en los que participamos o de los que tenemos noticia.
Así mismo agradecemos a la Comunidad Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, su ofrecimiento y disponibilidad en acoger al FEP.
Se ruega la máxima asistencia de los miembros y de los representantes de las organizaciones y entidades religiosas y eclesiales que componen el Foro Ecuménico.
Cualquier persona o grupo que se sienta llamada a trabajar por el ecumenismo en Madrid es bienvenido.
Rogamos confirmar asistencia al email: carlosjesusd@yahoo.es
Os esperamos con los brazos abiertos y la alegría del reencuentro fraterno.
Carlos Jesús Delgado Reguera
Coordinador Foro Ecuménico Pentecostés
Delegado de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz Madrid
carlosjesusd@yahoo.es – Tlf. 619 285 243
 
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