Una mujer llamada Whitney Houston


febrero 19, 2012

La cantante y estrella estadounidense llevaba años dando tumbos caminando en la inestabilidad personal y profesional con reapariciones accidentadas que la ponían en entredicho en giras musicales. Whitney Houston se despidió el 11 de febrero, de forma trágica, a los 48 años. Todo lo anterior es lo que dice la  nota de prensa interesada de la industria de la música. Pero, hay  otro orden de cosas.

——————————————————————————————————-

Teresa Sosa

Whitney Houston nació en Newark, Nueva Jersey (1963). Estuvo rodeada toda su vida de mujeres  con talento artístico; su madre, Cissy Houston, cantante de góspel (música espiritual o música evangélica; es la música religiosa que surgió de las iglesias afroamericanas en el siglo XVIII y que se hizo popular durante la década de 1930); sus primas Dionne Warwick y Dee Warwick, también cantantes de góspel.Y por si fuera poco, Houston tenía de madrina a Aretha Franklin, histórica y famosa cantante de soul y góspel, hija de un predicador evangélico. Ésta recuerda, en estos días, que la primera vez que escuchó la voz de Houston, a finales de los años 70, pensó: “¡Esta pequeña de diez años sabe cantar! Houston fue la hija menor del militar y ejecutivo de entretenimiento John Russell Houston, Jr., quien falleció en 2003. Fue sepultada al lado de la tumba de su padre.

Guinness World Records reporta que Houston es hasta la fecha la cantante más galardonada de todos los tiempos. También es una de las artistas musicales que ha vendido un mayor número de discos en el mundo: más de 170 millones de álbumes, sencillos y vídeos. Una mujer hermosa, esbelta, de vestir lujoso para la escena, pero que no rompía los cánones convencionales de  una“muchacha decente” con su vestuario.

Conocida como «The voice» («La voz») debido a su calidad vocal, Houston llegó a la fama en 1985 con su álbum ‘Whitney Houston’ que vendió 30 millones de copias y se convirtió en el álbum de debut con mayores ventas de una cantante en la historia de la industria. Le costó convencer a los miembros de la industria de que ella era apta para todos los públicos y no sólo para el mercado afroamericano. Finalmente, consolidó su estatus de diva con ‘Saving All My Love for You’ (1992), su primer número uno, tanto en Gran Bretaña como en su país natal, que  además le significó un Grammy al año siguiente.

Una niña evangélica 

 Houston asistió desde niña a una iglesia evangélica bautista,  donde pronto destacó por su voz, participando en el coro de la iglesia (la “New Hope Baptist Church” de Newark, New Jersey). Su madre era la directora del coro.  A partir de los  11 años ya participaba como solista en convenciones bautistas, hasta que fue “descubierta” por un buscatalentos en 1983 que la llevó a la cima de la fama como cantante profesional.

Cuando en 2009 intentó reiniciar una nueva etapa de su vida,  retomó su raíz espiritual evangélica.  Se centró en su rol de madre y de hija y en sus creencias religiosas: “Mi madre se está haciendo mayor. Quería pasar más tiempo con mi madre porque durante la mayor parte de mis veinte y treinta años he estado ocupada en grabar discos, viajar por el mundo y ser un icono”, declaró entonces. Se refugió en su fe en Jesús,  volviendo a las raíces de su vida musical surgida del góspel.

“Le doy gracias a Dios por el cariño de la gente, pero también por al amor de Jesús. Le agradezco que nunca me abandonara. Renuncié a mi juventud por giras, conciertos y el proyector”. “Yo sólo quería ser normal”, dijo a los medios. Lanzó en esa época “Te miro a Tí” (I Look to You), el que a la postre ha sido su último álbum. En él hablaba de mirar a Dios en medio de las circunstancias difíciles de la  vida. Houston también hablaba en una de las canciones que tras “estar perdida” con la vida sumida en “tormentas de invierno”, necesitaba “que tu luz brille sobre mi”, y entonces “te miro a Ti”.

La última canción que interpretó en público fue la noche antes de morir, y llevaba el título de «Sí, Jesús me ama».Fue el viernes 10 de febrero, en un concierto de Kelly Price & Friends previo a la entrega de los Grammy. Se subió al estrado espontáneamente y entonó la canción a capela. Aretha Franklin, declaró que se enteró del fallecimiento de Houston a través de la televisión, y que la noticia le hizo “saltar de la cama” y exclamar “¡no puede ser!”.La diva del soul justificó su incredulidad aduciendo que a la cantante, en los últimos tiempos, “le brillaban los ojos, no sonreía sólo con los labios”, y ratificó que una de las últimas canciones que interpretó fue “Sí, Jesús me ama”.”Si Dios te ama, ¿qué puede haber mejor que eso?”, enfatizó Franklin, quien también asistió al funeral de carácter privado ayer sábado en la iglesia bautista en cuyo coro la artista fallecida cantaba cuando era una niña.

“Amor que mata”

El músico Bobby Brown aparece hoy como uno de los personajes más detestables en Estados Unidos. Todo apunta a que la cantante fue víctima del efecto de aniquilamiento y de  violencia de género por parte de este músico, su ex marido; el que le abrió la puerta a Houston de la senda autodestructiva, en lo que  coinciden todos los medios estadounidenses. “Su matrimonio con Bobby Brown –se lee en el obituario que le dedicó The New York Times– se transformó en un asunto miserable. En los años 2000 sus canciones desaparecieron de las listas y Houston se convirtió en sujeto de los tabloides: The National Enquirer publicó una foto de su lavabo con toda la parafernalia de las drogas”.

Houston fue entrevistada en  2009 por la famosa presentadora afroamericana Oprah Winfrey en su show de televisión. En el sofá de entrevistada, Houston se describió como una adicta perseverante a la marihuana, la cocaína y las píldoras. “Consumir drogas se transformó en una actividad diaria. Quería hacer mi trabajo, pero, durante dos años, tomar drogas fue lo habitual, cada día, me destruía”, añadió. Afirmó estar recuperada de su adicción de marihuana y cocaína, aunque admitió sentir la tentación de volver a consumir.

Su adicción a las drogas ella la atribuyó en la entrevista a la influencia directa de su pareja. En medio de una relación en la cual no faltó la violencia física y psicológica por parte de su ex-marido  Houston habló con detalles sobre el “amor loco” hacia su marido y calificó su vínculo con Brown de “emocionalmente abusivo”. Houston le confesó a Oprah su dependencia cada vez mayor hacia Brown durante su matrimonio que duró 15 años. “Él era mi droga”. “Yo todo lo que he hecho lo hice con él”.

La entrevista fue una conversacion intimamente personal entre dos mujeres. Ante la audiencia televisiva, el diálogo, la presencia, actitud y expresión corporal de ambas no pudo ser más contrastante. Oprah, una mujer que por encima de  todo ha estado su carrera; Houston una mujer que dejó toda su carrera en el camino y había maltratado su voz por su “loco amor”. “Fue él y yo juntos, y éramos compañeros, y todo lo que hicimos, lo hicimos juntos. No importa qué sea, lo hicimos juntos”, confesó Houston. A lo que Oprah, agregó, “Debido a que eras su esposa…”. “Yo firmé un acuerdo prenupcial, sin embargo…” “Creo que en algún lugar dentro, algo le sucede a un hombre cuando una mujer tiene el control del oro. Mucho más si ella tiene mucha fama”, dijo Houston.

Contrajo matrimonio con Brown en 1992, en el momento cumbre de su carrera,  Con él tuvo su única hija, Bobbi Kristina en 1993. Se divorciaron en el 2007 y ella obtuvo la custodia. “No se puede confiar en él”, declaró ante el tribunal. “Si dice que vendrá, a veces lo hace, casi nunca cumple”, enfatizó. Cuando Brown se enteró del fallecimiento de Houston, el 11 de febrero, dijo ante el micrófono, donde cantaba: “Quiero decirte que te amo”. Lloro. Lanzó un beso al cielo. Mientras ofrecía un recital con su grupo New Edition en el estado de Mississippi. Y decidió seguir adelante con su espectáculo.

Algunos fans fueron al hotel Beverly Hilton (California) donde la cantante falleció, y se encontraban frente al edificio, desde donde se podía escuchar el eco de la fiesta organizada por el productor Clive Davis, “descubridor” de Whitney Houston, a la que ésta asistiría; se estaba comenzando a arreglar cuando la muerte le tendió una emboscada en la bañera de su habitación.

Descargar ediciónimpresa Diario de los Andes

Fuente: http://www.palabrademujer.wordpress.com

¿Quién arruina a las pequeñas y medianas empresas que crean empleo?


Juan Torres López, catedrático de economía aplicada

Uno de los mayores problemas que tienen las pequeñas y medianas empresas españolas (que representan más del 80% del empleo de nuestro país) y los trabajadores autónomos es que las administraciones públicas le deben una gran cantidad de dinero: 35.000 millones de euros a las pymes y unos 15.000 millones a los autónomos.

Esa deuda es una losa gigantesca con la que es muy difícil por no decir imposible que levanten cabeza estos empresarios. Algo que sería muy necesario puesto que crean casi el 90% del empleo nuevo que se genera en España.

La mayoría de los empresarios y empresarias que conozco echan la culpa de esa deuda al Estado, como si éste no les pagara por capricho, creen que su enemigo es el gasto excesivo que hacen las administraciones públicas y reclaman en compensación no pagar IVA mientras no cobren dichas cantidades. Esto último me parece justo como solución transitoria pero no creo que esa sea la mejor a medio y largo plazo ni la que más convenga a estos empresarios. Y lo que me extraña es que, estando acostumbrados a hacer números, no se hayan dado cuenta de que hay otra fórmula más justa y eficaz para que sus empresas y el conjunto de la economía salgan adelante mucho más satisfactoriamente.

Como he dicho, la deuda total con autónomos y pymes es de unos 50.000 millones de euros. Pues bien, según los técnicos del Ministerio de Hacienda que de esto son los que más saben, la evasión fiscal de las grandes empresas y grandes fortunas españolas fue de unos 42.711 en 2010. Es decir, que simplemente logrando que los más ricos de España pagaran como los demás podría saldarse la deuda que atenaza a estos empresarios en un solo año y evitar que volviera a repetirse en el futuro.

Claro que la cosa no puede terminar aquí. El fraude de las grandes fortunas y grandes empresas es el 75% del total mientras que el de las pymes (que constituyen el 97% del tejido empresarial español) representa el 17% y el de los trabajadores autónomos el 8,6%. Es mucho menos que el de los más ricos pero también hay que acabar con él porque no es justo que prácticamente solo los asalariados de menor renta sean los que estén libres de pecado fiscal.

Es una prueba más de que la solución ante la deuda que proponen los neoliberales, recortar gasto público y especialmente el de carácter social, no es la única ni la mejor. Cuanto menor sea este gasto, menos demanda tendrán las pequeñas y medianas empresas y los trabajadores autónomos y peor será su situación. Por el contrario, acabar con la evasión fiscal es mucho más expedito, más eficaz y menos oneroso para las propias empresas y para el conjunto de la sociedad.

Si no se hace asi, porque siga predominando la estrategia de reducir la inversión pública y el gasto social (para que los ricos tengan que pagar menos impuestos y no haya dinero suficiente para financiar los servicios públicos y se privaticen más fácilmente) las consecuencias serán nefastas para todos: las pequeñas y medianas empresas y los autónomos que viven de este gasto perderán actividad y terminarán cerrando y destruyendo empleo.

Así que estos empresarios que se quejan con mucha razón de esta deuda no deben llevarse a engaño. Su enemigo no es la actividad pública (que es la que les proporciona el capital y las infraestructuras que necesitan y que ellos no podrían fiananciar por sí mismos) sino las grandes empresas y grandes fortunas que evaden sus obligaciones con el fisco.

DON CAMILO Y DON PEPONE: I,II,III



Don Camilo y don Pepone (III)

09.02.12 | 18:37.

Don Camilo, sin duda, llevó más gente al seminario que todas las campañas vocacionales que se hicieron en las décadas de los años 70 y 80. Y además a los seminaristas les mostró al cura de siempre, al prototipo de párroco común, como un faro con el que orientarse en una época bastante tormentosa, clericalmente hablando.

Era una época en que todos los curas jóvenes se preguntaban qué era ser cura. El dichoso asunto de la identidad sacerdotal, un tema muy setentero. Ya estas cosas nos suenan muy lejanas.

Y allí, en medio del desastre, estaba ese cura sencillo que no era santo, pero que se esforzaba por seguir a Cristo. Detrás de la simplicidad de las películas de Don Camilo está la Mano de Dios. No tengo la menor duda de que Dios, como queriendo coger las riendas, dijo: vamos a hacer unas cuantas películas de don Camilo. Porque en medio de lo que se estaba cociendo en esos años en muchas facultades de teología bolcheviques radicadas en España, Francia e Italia, esas novelas eran un chorro de aire fresco. Eran agua clara en medio de tantas mentes intoxicadas por teorías que llegaban de las turbias aguas de Lovaina y otros reconocidos centros de desviación teológica.

Yo hay cuatro películas en las que veo la Mano de Dios detrás de ellas: Don Camilo (para recordar qué es un párroco), El Exorcista (para recordar la existencia de la posesión), Un hombre para la eternidad (para recordar la unión con Pedro y el valor de la verdad), y Los Diez Mandamientos (para recordar lo que pasó en el Éxodo y que tantos iban a negar enfermos de desmitologización). Después hay otras películas menores que también han hecho mucho bien.

Bueno, me voy a dormir, pues este post lo escribo en la Ciudad Eterna en una noche de insomnio gracias a un plato de legumbres en la cena.

 

 

 

Don Camilo y don Pepone (II)

08.02.12 | 20:19. Archivado en Con clave

 

Don Camilo no es un personaje hierático en lo alto de un trono sacro. Es un personaje que se arremanga su sotana negra y anda entre charcos, que mueve cajas, que barre la iglesia, que hace de todo. No hay un solo momento en que diga: yo no me he hecho cura para esto.

Además, la figura de don Camilo es la de un hombre normal. La sobrenaturalidad se construye sobre la normalidad. Sobre una psicología normal, sobre las virtudes, sobre la ausencia de complicaciones.

Después están sus conversaciones con el Cristo de la parroquia: toda una escuela de oración.

El genial Guareschi, el novelista, hizo de Pepone (el alcalde comunista) no un demonio, sino un ser humano que nos muestra también sus virtudes. El escritor, como quien no quiere la cosa, nos enseña a ver al ser humano que hay detrás de la ideología, nos hace reparar en su nobleza, en su buen corazón. El Cristo de la parroquia en ningún momento habla contra Pepone. Por el contrario siempre le pide a don Camilo que vea todo lo positivo de este otro hijo suyo.

Por último está el otro gran personaje de la novela: el pueblo. Resulta difícil darse cuenta si estamos en España o en Italia. Son pueblos idénticos, curas idénticos, arquitectura exactamente igual. De hecho, en esa época, eran iguales también los pueblos de Portugal, Francia y Grecia. En aquel entonces, todos esos países formábamos una unidad secular en la que sólo la lengua nos diferenciaba. El Mediterráneo con su clima, su agricultura, su legado común, vivísimo, nos identificaba.

El pueblo de don Pepone es una sociedad católica ideal. Las verdades de la Ley de Dios y las leyes de la Naturaleza forman una unidad indiscutida. Puede haber pecados personales, pero el ser de las cosas no admite discusión.

Esos pequeños pueblos mediterráneos regidos bajo las leyes de la agricultura, que eran una gran familia, sociedades igualitarias de gente sencilla, venían siendo lo mismo desde la noche de los tiempos hasta los años 70. Quiero insistir en el igualitarismo de esos pueblos. Esa sociedad que se muestra en las películas de don Camilo ya no existe. Ha desaparecido completamente y ya no volverá. Para bien y para mal ese mundo se transformó completamente a partir de la década de los 70 del siglo pasado. Hace tan poco.

Esas pueblos, en los que había también pecado, no obstante eran sociedades sobre las que había triunfado el Evangelio.

Seguiré mañana.

 

 

 

Don Camillo y don Pepone

07.02.12 | 19:54. Archivado en Con clave

 

Hace un mes vi (de forma abreviada) una película de don Camilo que me pasó un compañero sacerdote italiano. En la cena, otro sacerdote me comentaba que en su parroquia una cosa que hacían de vez en cuando era ver una película de don Camilo con los jóvenes y comerse una pizza después. Una forma típicamente italiana de pasar la tarde, le he dicho, extremadamente italiana. Es la cosa más italiana que he oído nunca.

Después, por la noche, he estado pensando en la película que he visto. He tenido mucho tiempo para pensar, puesto que nuestras santas monjas siguen poniéndonos legumbres para cenar. Tienen todo el día para ponernos judías. Pero piensan que de algún modo las judías nos ayudarán a conciliar el sueño. Concretamente nos ponen una cosa muy italiana que se llama farro, y que son como unas lentejas-judías pequeñitas y blancas.Y ya tengo yo muy comprobado que existe una relación directa entre un plato de farro para cenar y dos horas de imsomnio. De hecho estoy escribiendo este post habiéndome levantado de la cama, son las dos de la mañana. (Ya he dicho también que este post lo escribí hace un mes)

Bueno, como iba diciendo, le he dado vueltas (en mi lecho) a la película y he llegado a varias conclusiones. La primera conclusión es que cada vez tengo más manía al cura guay (joven, guapo, conocedor de las tecnologías, con un blog, dos cuentas de facebook y tres de twitter, activo, dinámico y todo eso, ah, y además simpático) y por el contrario cada vez me cae mejor la figura del cura don Camilo: cura con panzita, antipático, cascarrabias y con la sotana llena de polvo. Porque la figura de don Camilo es una figura completamente realista, no oculta sus defectos, es un personaje de carne y hueso. De hecho se basa en un párroco real conocido del autor de la novela, cura cuyo nombre me han dicho y que no recuerdo. Pero, al mismo tiempo, el don Camilo de la película tiene sus virtudes. De las cuales no se duda ni entre los afiliados al Partido Comunista del pueblo. Porque sus virtudes son patentes. Además, don Camilo tiene muy clara cuál es su misión en el pueblo del que es pastor. No se pregunta cuál es su identidad sacerdotal. Él sabe muy bien lo que tiene que hacer: visitar enfermos, sentarse en el confesonario, ser fiel a sus labores sacramentales, ser padre de un pueblo lleno de hijos. Es decir, el contacto con sus parroquianos creyentes y no creyentes, en la calle, en la plaza, en el mercado, en las casas. Un contacto que es real, no virtual, una relación humana.

Mañana seguiré.

http://blogs.periodistadigital.com/padre-fortea.php

¡Que alguien cierre la puerta!


15.02.12 | 09:06.

…que se escapa el gato. Ya han salido, a saber: cables de Wikileaks, complots para asesinar al Papa, supuestas dimisiones de Benedicto XVI, denuncias de malversaciones de fondos y luchas de poder a dentelladas. Ya va siendo hora de que alguien -sea Bertone, sea el propio Papa o cualquier otro- ponga un poco de orden en la Curia. Porque ya se han alzado los cuchillos, y ya no estamos en la época en la que cada cardenal poseía un ejército capaz de montar una guera para alcanzar el solio. Pero las intrigas continúan como hace siglos.

Roma debe, de una vez por todas, de abrir las puertas, para que salga toda la verdad, y todos los mentirosos, y después cerrar a cal y canto la entrada a aquellos que utilizan la fe para medrar, subir y, llegado el caso -y con la confianza justa en el Espíritu- alcanzar el poder -el servicio- absoluto. Benedicto XVI no es es clase de hombre… pero lo cierto es que está rodeado. Entre los que quieren ocupar el lugar de la antigua casta y los que defienden anteriores beneficios -y silencios ominosos-. El gato ya se ha escapado. Que no lo hagan los fieles, despavoridos como Jesús ante los mercaderes del templo.

baronrampante@hotmail.es

http://blogs.periodistadigital.com/elbaronrampante.php/2012/02/15/p310440#more310440

Teología de la liberación: una nueva manera de hacer teología


/2 (J. M. Fajardo)

19.02.12 | 18:42.

Presenté ayer la nueva tesis sobre Teología de la Liberación, defendida el 5 del II de 2012 en la Universidad Complutense de Madrid por J. M. Fajardo, de la Universidad Nacional de Heredia, en Costa Rica.

Retomo hoy el argumento, presentando unas páginas centrales de la tesis, en las que se expone el método argumentativo (filosófico, epistémico) de la teología de la liberación.

Aprovecho la ocasión para agradecer la elaboración y defensa de este tesis al Departamento de Ciencias de la Religión de una Universidad Complutense de Madrid y, en especial, al Prof. Fernández Vallina, por su dirección y magisterio.

Teología de la liberación: una nueva manera de hacer teología

El énfasis profético imprime a la teología de la liberación un carácter “ortodoxo”, en el sentido de que se establecen las líneas fundamentalmente aceptadas respecto a su orientación y contenido. Estamos en el génesis”593 de la teología de la liberación en el que se configurar la identidad de la teología latinoamericana594. Es en éste sentido desde el que hay que entender cuando se expresa que la teología latinoamericana nace en la segunda mitad del siglo XX.

En este momento se define el desarrollo posterior de la teología latinoamericana hasta nuestros días. ¿En qué sentido la teología de la liberación es punto de partida?, la lectura histórica que hace Oliveros es iluminadora al respecto:

Las instituciones, esbozos, artículos, simposios, las orientaciones de Medellín, las búsquedas y profundizaciones posteriores vinieron a cristalizar en el libro de Gustavo Gutiérrez: Teología de la liberación. El esfuerzo teológico de los sesenta encontró forma y cauce en este trabajo. En él se expresa con claridad y penetración el tema central del quehacer teológico en América Latina:

Hablar de una teología de la liberación es buscar una respuesta al interrogante: ¿qué relación hay entre salvación y el proceso histórico de liberación del hombre? Se aborda el tema con el método teológico que hemos descrito con anterioridad, el cual se delinea y profundiza en ese estudio. Y se abren las perspectivas para repensar y resituar los grandes temas de la teología.

El libro de G. Gutiérrez es un hito, un salto cualitativo en la teología latinoamericana; marca un antes y un después… El pensamiento teológico latinoamericano llegó a alcanzar vida propia con dicho estudio595

La teología latinoamericana formulada en términos de teología de la liberación, toma cuerpo hacia 1971, cuando se publica la primera edición de Teología de la liberación. Perspectivas, de Gustavo Gutiérrez. Se inicia un período de formulación en el que toman curpo, con distintos énfasis596, las líneas fundamentales que identificarán y darán cuerpo a una disciplina que se hace presente cada vez más en la experiencia cotidiana y política.

Desde la formulación que de teología hace G. Gutiérrez, “teología… reflexión crítica sobre la praxis [de liberación]”, la teología latinoamericana se esboza como sistema teológico con identidad propia, donde sin negar la diversidad de temas y perspectivas, como tampoco el proceso histórico al que se ve sometida, la identidad está referida a unos ejes epistemológicos fundamentales597, a saber:

a. Teología pensada desde la realidad

El punto de partida del quehacer teológico es la praxis de liberación. Este carácter hace que la teología sea concebida como un acto [“segundo”] respecto a la praxis. Concepto de praxis que remite a la noción marxista598, pero que, como hemos mostrado en nuestro análisis anterior, adquiere una densidad propia, de carácter metafísico-teológico, en relación con la categoría historia, que es donde se despliega la realidad [del Ser de Dios].

Si bien la praxis es el punto de partida, no es cualquier praxis. Es la praxis de liberación, que se inscribe en el espíritu del don gratuito de Dios en la historia. La realidad no es la praxis, porque la praxis es el punto de partida de la “experiencia histórica elevada al nivel de lo consciente”599. La realidad a la que se accede en la teología es, por tanto, no al término ontológico de Dios en cuanto ser, sino a su presencia como “don” en el devenir histórico. Es la realidad que se sustenta en la teología, donde no hay separación entre sujeto cognoscente y realidad objetivada, puesto que la experiencia desde el lugar adecuado, situados en clave de lectura pertinente (el pobre; la praxis de liberación; el compromiso político), nos abre desde la experiencia a la absoluta totalidad de Dios, que no es “el otro” sobrenatural, sino el inmanente en la historia misma600.

Por esta dimensión transcendental de la praxis histórica a la luz de la palabra de Dios, hay que hacer opción. La teología “será una reflexión en y sobre la fe como praxis liberadora. Inteligencia de la fe que se hace desde una opción”601, por tanto, función de la teología es su carácter crítico, reflexivo, respecto a la verdad en el compromiso liberador.

El punto de partida y la realidad que se desvela602, redimensionan la función de la teología. La teología de la liberación es “una nueva manera de hacer teología”603, por lo que la mplicación es más radical que abrirse a nuevos y distintos temas. Es un cambio de método.

De este modo, aunque tomando distancia considerable respecto a otras teologías europeas y norteamericanas, la teología de la liberación imprime un carácter novedoso y radical respecto a ellas. El punto de partida establecido, y el necesario cambio de método, expresan la novedad de la teología latinoamericana [de la liberación] en el ámbito eclesial y teológico. Novedad que, por otro lado, queda limitada a los presupuestos de los que parte, en cuanto que su apertura es respecto a una comprensión moderna de la historia, que se presenta como un
horizonte en el que devienen procesos, mecanismos y leyes autónomas, ante los cuales el ser humano es sujeto de actuación, capacitado para comprender y actuar (praxis) en el proceso de realización de la misma. .

En este sentido, de igual manera, la teología latinoamericana en su versión formulación originaria es determinada por el carácter eclesial católico. Representa una novedad respecto a otras teologías, pero al mismo tiempo es fuertemente determinada por la preocupación de la Iglesia Católica de abrirse al mundo, a la modernidad. Esto, podemos decir, es un proceso normal en la génesis de una teología que se abre críticamente a las nuevas comprensiones de realidad y religión. Teología que encuentra en la noción de Dios-historia la superación [o plenificación] de una visión religiosa que, en su pretensión de sostener su existencia604 objetiva y marca una distancia absoluta entre el absolutamente otro y el sujeto humano.

En la nueva noción teológica, Dios “es” en la historia el horizonte en el cual, y desde el cual, el ser humano se abre a su plenitud (personal, social y de la historia misma), como lo señala el propio Gutiérrez:

Si ahondamos un poco en la forma como se plantea hoy la cuestión del valor de salvación, descubrimos en la tarea histórica así entendida, es decir, como praxis liberadora, que se trata de una pregunta sobre la significación misma del cristianismo. Ser cristiano es, en efecto, aceptar y vivir solidariamente en la fe, la esperanza y la caridad, el sentido que la palabra del Señor y el encuentro con él dan al devenir histórico de la humanidad en marcha hacia la comunión total. Colocar la relación única y absoluta con Dios como horizonte de toda acción humana es situarse, de primer intento, en un contexto más amplio, más profundo. Más exigente también.

Estamos, lo vemos más descarnadamente en nuestros días, ante la cuestión
teológico-pastoral central: ¿qué es ser cristiano?, ¿cómo ser iglesia en las condiciones inéditas que se avecinan? Es, en última instancia, buscar en el mensaje evangélico la respuesta a lo que, según Camus, constituye el interrogante capital de todo hombre: «Considerar si la vida merece o no merece la pena ser vivida»605

b. El sujeto como lugar teológico

En su traducción pastoral, el método de la teología latinoamericana se traduce en tres momentos “ver-juzgar-obrar”606. Estos tres momentos del método pastoral corresponder a las tres mediaciones del método teológico: mediación socio-analítica, mediación hermenéutica y mediación práctica607. La teología latinoamericana establece un círculo hermenéutico608 que, con momentos y mediaciones determinadas, formula un punto de partida, un momento de análisis hermenéutico, con el propósito de volver a la realidad desde la conciencia de una
acción transformadora. La teología, en este sentido, es reflexión crítica ubicada, desde un lugar determinado.

El lugar teológico, el desde dónde se hace teología, encuentra en la teología latinoamericana diversas formulaciones. Para Gustavo Gutiérrez, una de las intuiciones centrales de la teología de la liberación es “la perspectiva del pobre”609. En este sentido, el pobre sería la clave de lectura, el lugar teológico privilegiado. Sin embargo, esta preferencia por el pobre es, ante todo, una opción eclesial610. En el contexto eclesial latinoamericano de las conferencias de Medellín (1968) y Puebla (1979) donde se explicita el carácter de opción profética611. Desde
este punto de vista, la explicitación del lugar teológico –en cuanto explicitación teológica, no tanto en su densidad bíblica o eclesial– es “el compromiso de los cristianos”612 (praxis histórica), “la vida, predicación y compromiso histórico de la Iglesia”613.

Desde otras perspectivas, la explicitación del lugar teológico ha sido central en la teología latinoamericana. Desde esta perspectiva, lugares teológicos han sido el la religiosidad popular614, los pobres, las culturas indígenas, los afro, las mujeres oprimidas, la tierra explotada615.

¿Cómo entender, entonces, la centralidad del lugar teológico en la teología latinoamericana? Más allá de los temas, la teología latinoamericana se ha formulado siempre como “un nuevo modo de hacer teología”, con lo cual, el método es su criterio determinante. La novedad del método teológico latinoamericano es que se formula respecto a una comprensión de realidad.

Aquella comprensión de realidad que subsiste a la reflexión teológica es la noción de dependencia, que es asumida como presupuesto epistemológico. El carácter sistémico estructural del presupuesto permite establecer lecturas en las cuales lo fundamental es el carácter relacional, de poder, de dualidad. Este carácter determinó la identidad de una teología hecha desde la periferia, interpretada en términos de “cautiverio”, de “exilio”.

El carácter estructural de la categoría dependencia constituyó uno de los aspectos del método teológico, que desde sus primeros momentos fue complementado con otra perspectiva propiamente teológica, y marcada dependencia filosófica: el horizonte de la historia en cuanto manifestación de Dios. De este modo la praxis humana, es situada en el horizonte de la historia, lo que posibilita leer la realidad en término de sujetos. Sujetos excluidos, empobrecidos, marginados, que, en el horizonte de la historia de salvación, exige opción y compromiso transformador de cara a la liberación.

El lugar teológico, en esta comprensión del método, se formula en términos de sujetos excluidos, marginados, empobrecidos, que en virtud de la plenitud a la que está orientada la historia, exige asumir la fe como praxis liberadora. Es este aspecto de sujeto “periférico”, “marginado” el que proporciona la densidad de lugar teológico, desde el cual se leen los distintos sujetos en la teología latinoamericana.

Esta perspectiva, por otro lado, traslada la discusión del problema religioso de creyentes o no creyentes, a ser partícipes o no de la experiencia religiosa auténtica. La verdad religiosa es compromiso de liberación. El no-compromiso, aun cuando se formule en términos de doctrina cristiana, es idolátrico.
c. Teología, palabra segunda

La teología es “reflexión crítica”, en cuanto tal, acto segundo respecto al acto primero que es el “compromiso en el proceso de liberación”616. Desde esta perspectiva, se recuperan las dimensiones más amplias de la tarea clásica de la teología: sabiduría y saber racional (logos)617, frente a las concepciones que reducen el quehacer teológico al ámbito de los dogmas618.

La teología establece una “integración epistemológica”619 con las ciencias sociales. Propio de su qué hacer es realizar una lectura crítica que, sin entrar en competencia y ompartimentación respecto a otras disciplinas, ponga en evidencia la exigencia ético-profética de la praxis. De este modo, la teología se plantea como una reflexión no determinada por los temas a los que se refiera, sino por mostrar la exigencia ética de la voluntad divina en el devenir de la
historia. La teología es, así, reflexión que busca orientar la praxis liberadora620.

d. Clodovis Boff y el primado de la praxis

Este carácter de reflexión segunda caracterizó la comprensión de teología en las
alusiones de los propios teólogos. Un esfuerzo por sistematizar el discurso teológico latinoamericano, y establecer las condiciones epistemológicas lo realizó Clodovis Boff, en su obra Teología de lo Político (1980). Para Clodovis es necesaria la distinción entre saber y método, aspectos que los teólogos de la liberación no habían distinguido. Tarea que se propone realizar, y para lo cual formula la tipología tripartita de las mediaciones: mediación socio-analítica, mediación hermenéutica y mediación práctica de la fe. La teología, expresa, debe tener claro los ámbitos del saber y el momento que corresponde a cada uno, para evitar ambigüedades en el discurso.

Hay en la obra de Clodovis una crítica directa a la praxis como punto de partida, acto primero, de la teología, y propone en su lugar propone lo político. Este acto primero se constituye en objeto formal, que objetiva la realidad social desde la perspectiva de las ciencias sociales621. La teología no es, así, acto segundo de la praxis, sino acto segundo de la mediación socio-analítica622. La praxis, al contrario, “es el verdadero medio de realización de la práctica teológica concreta”623, pero no punto de partida o medio con el cual se el medio se haga
teología.

¿Implicaría esto una reflexión teórica “teológica” sobre postulados científico sociales? Boff postula que no se trata de una preocupación teórica, pero si de una preocupación teológica respecto a la práctica de la fe: “”ha sido la relación histórica fe-política la que ha provocado la relación teórica teología-CdS. En términos más sencillos, el encuentro práctico de los cristianos con los desafíos políticos ha sido el punto de partida y la base del encuentro teórico de los
teólogos con las «ciencias sociales». De esta forma la relación teología-CdS fue postulada y lo sigue siendo en su raíz por la relación fe-praxis”624

En su análisis, Clodovis establece la distinción entre lo político y la fe (cristiana), formulando que la exigencia teológica está en función del dato de fe, cuestionado por la experiencia política concreta de hombres y mujeres.

Asumido en sus aspectos más prácticos, cuando no dejado de lado por las implicaciones críticas hacía el método teológico625, su obra puso en evidencia un problema profundo del quehacer teológico latinoamericano: el primado de la praxis. Boff parece intuir que la categoría praxis tiene el problema de referir tanto a la práctica (cotidiana) de hombres y mujeres, cristianos o no, y de referir también, al aspecto metafísico al que hemos aludido en nuestra investigación: la historia como devenir del Espíritu de Dios. En esta ambigüedad del término, Boff le da preeminencia a la práctica concreta y cotidiana, donde se juega la cuestión crucial que es la fe del creyente en su compromiso político. Práctica que por ser política no puede ser analizada teológicamente, ni tampoco es objeto de la teología, a no ser en su mediación del análisis social. Por lo que la preocupación, y por tanto destinatarios de la reflexión teológica, la fe del cristiano creyente.

e. Experiencia auténticamente profética

En virtud de la primacía de la praxis y del carácter profético626, la teología latinoamericana se formula en términos de verdad radical en cuanto alude al núcleo profético fundamental: “… en la predicación de los grandes profetas de Israel. Y veremos, sin no me equivoco, que el pensamiento profético o, si se quiere, la teología de los profetas, tiene poco que ver con los supuestos eclesiológicos vigentes y con los criterios de la teología política europea”627.

En la teología latinoamericana, expresa Tahar,

[se dio] la convicción de haber encontrado lo más fundamental del mensaje cristiano,
es decir el “cristianismo auténtico”, desde la actualidad histórica de América Latina… Se reinterpretaban los temas tradicionales del cristianismo y los textos bíblicos desde la actualidad de la “opresión” y de la “liberación”, así como esa actualidad se interpretaba a la luz del mensaje evangélico y de las grandes gestas bíblicas (el éxodo, el sufrimiento de Job, la crucifixión, la resurrección, etc.). Se definían dos tradiciones cristianas, una “occidental” y “romanizada” de opresión y otra “judeocristiana” y “original” de liberación 628

En este mismo sentido, se resaltaba el compromiso de liberación frente a la fórmula “promoción humana”, que proponía la Comisión Teológica Internacional que en 1974 decidió estudiar el fenómenos de la teología de la liberación629.

La conciencia profética se traduce en práctica eclesial concreta. La promoción de la teología popular, la constitución de comunidades eclesiales de base, y la conciencia de iglesia verdadera, en la radicalidad profética, tenían como punto de partida la noción de la praxis histórica de liberación, y se traducía, al mismo tiempo, en compromisos popular, social y eclesial. La teología, en este sentido, no era recluirse en el ámbito académico o intelectual, sino que pasó a ser dimensión de orientación práctica.

f. La nueva humanidad dentro de los límites de la razón

La teología de la liberación, fundándose en los presupuestos de la primacía de la praxis, la conciencia de dependencia (por tanto, marginación, pobreza, y liberación) y la historia en cuanto realidad del devenir de Dios, proponían un sentido de esperanza utópica cristiana, identificado con el Reino de Dios630. La reflexión teológica es un momento segundo que eleva la conciencia al nivel de la historia en sus mecanismos, lo que exige el compromiso y la participación activa por la liberación631.

En el análisis que Gutiérrez hace de “los límites de la teología moderna”, inicia señalando: “la reflexión teológica se realiza en el contexto de procesos históricos determinados y está por lo tanto ligada a ellos”632. Este carácter contextual de la teología le sirve para analizar la relación de las pretensiones teológicas europeas, en autores como Bonhoeffer y Barth, que se abren a las preocupaciones modernas, dejando de lado, expresará Gutiérrez, lo fundamental: Estamos, en definitiva, ante la cuestión no de quién es el espíritu moderno, qué es lo que puede aceptar de la fe cristiana, sino frente a una interrogante radical: ¿Quién es Dios?”633. Y señala:

La respuesta a la modernidad no está en colocar a Dios más allá de los límites de la razón, o en introducirlo en la historia, o en domiciliarlo en el sentimiento religioso, o dentro de una abierta mentalidad burguesa en hacer de la creencia en él un factor de perfeccionamiento humano. Ni tampoco en afirmar que alejarse de él es perder la raíz de toda cultura humana, o en hacerlo objeto de una libre decisión personal. Dios en Cristo es el Dios sufriente, participar en su debilidad es creen en él. Eso es ser cristiano634

Para Gutiérrez, sólo desde la experiencia del sufriente, desde abajo, desde el pobre, se puede superar el límite de la mentalidad moderna y burguesa. Por lo mismo,

Solo a partir de la fe vivida y pensada en la situación de las clases sociales explotadas, las razas despreciadas, las culturas marginadas. Desde allí los hoy ausentes de la historia hacen suyo el don gratuito del amor del Padre creando nuevas relaciones sociales, relaciones de fraternidad. Ese es el punto de partida de lo que llamamos una
teología «desde el reverso de la historia»635

Con ello, la teología latinoamericana, teología desde el reverso de la historia, se presenta como poseedora de la verdad emancipadora que libera al hombre de la esclavitud, desde la identificación (y conversión636) con el Dios sufriente. La conciencia-relación con el Dios sufriente, desde la experiencia del pobre y excluido, abre la posibilidad de una apertura al don gratuito, que es construcción de relaciones de fraternidad, un nueva humanidad637. La teología, en este sentido, cumple una función de razón moderna, que en su dimensión crítica y de reflexión, posibilita descubrir la dimensión emancipadora en la creencia del Dios
verdadero.

Desde este punto de vista, la teología latinoamericana formula su identidad propia a partir de la teología de la liberación. En su desarrollo posterior, se abre a nuevos temas y sujetos, pero, permanece en ella un carácter central e incuestionable que se hace presente, incluso hoy día, en las lecturas que buscar abrir el horizonte diverso y plural de la teología latinoamericana.

http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2012/02/19/p309921#more309921

El Mejor de los Vinos


19FEB

Por Dolores Aleixandre en RSCJ

Fabio Pusterla
Porque el vino significa el amor y tiene color de sangre, representa también el sacrificio, especialmente el sacrificio por amor, y nos sugiere la misteriosa relación que en el hombre tienen ambas cosas. No es auténtico el amor que rehusa sacrificarse; no es valioso el sacrificio que no nace del amor.” (L. ALONSO SCHÖKEL)1

Mi padre fue comerciante de vinos en Caná de Galilea y, desde pequeño, me habitué a escucharle dar su opinión al catarlos, después de permanecer unos instantes con los ojos cerrados para concentrarse en el sabor y el aroma de lo que probaba: – ” Este  resulta muy afrutado…, este, demasiado áspero…, éste es de una cosecha espléndida…”

Sin darme cuenta fui aprendiendo yo también y, con el paso de los años, me hice indispensable en los banquetes y fiestas, no sólo de Caná sino de toda la comarca y, a veces, hasta de fuera de Galilea. Por eso, cuando Ana y Bartolomé, dos jóvenes de Caná, decidieron casarse y me pidieron que hiciera de maestresala en el banquete de su boda, acepté con gusto: conocía a los padres de ambos, comerciantes de buena posición, y estaba seguro de que no iban a regatear nada con tal de que la celebración fuera un éxito y los convidados estuvieran satisfechos.

Habíamos preparado todo con esplendidez, incluso por encima del cálculo de invitados que esperábamos, pero cuando me di cuenta de que faltaba sitio en las mesas y que iba entrando más gente de la prevista, empecé a preocuparme. Vi a María de Nazaret, una amiga de la madre del novio y que por supuesto estaba convidada, pero, junto a ella, apareció también su hijo Jesús con su grupo de amigos inseparables, y cuando los vi llegar pensé: “Como cada invitado se traiga a sus parientes y a los amigos de sus parientes, las previsiones se nos vienen abajo…”

Y eso fue lo que ocurrió: empezó a faltar vino y los sirvientes iban y venían nerviosos entre la gente, con sus jarras vacías. Yo estaba medio furioso medio avergonzado, pensando no sólo en mi fracaso, sino sobre todo en el disgusto de los novios y sus familias, que iban a ser recordadas como tacañas o, al menos, como poco previsoras, y su alegría se iba a ahogar en el agua, que era la única bebida que ya podíamos servir.

Vino para alegrar la fiesta

De pronto, un sirviente se me acercó con un cacillo lleno de vino y me dijo que lo probara: lo hice y ¡era el mejor de cuantos había probado en mi vida! ¿Qué estaba ocurriendo?. Me dirigí muy alterado hacia el novio y lo encontré con una copa en la mano.

-“¿De dónde ha salido este vino?”, le pregunté, -”¿Por qué no me has avisado de que guardabas para el final este vino, infinitamente mejor que el que hemos servido al principio? Y si lo tenías, ¿cómo has permitido que pasáramos tan malos momentos, pensando que se había acabado?”. Se echó a reír mientras apuraba el contenido de la copa y me di cuenta de que el vino comenzaba a hacerle efecto. – “Sé tanto como tú”, me dijo, “pero te aseguro que me da igual, que beban todos y se embriaguen en este día inolvidable…”
Yo seguía asombrado y busqué al sirviente que me había traído el vino: me contó que habían notado inquieta a María, la de Nazaret, al darse cuenta de que escaseaba el vino y la vieron hablando en voz baja con su hijo que, al parecer, hizo un gesto de desentenderse del asunto. Entonces ella, inesperadamente, se acercó a los servidores y les susurró: -”Mi hijo va a hablar con vosotros, hacedle caso aunque os parezca extraño lo que os diga. Fiaos de él y hacedlo.” Entonces Jesús se levantó y les ordenó que llenaran de agua las tinajas: ellos, aunque atónitos, le obedecieron, y fue entonces cuando les dijo que me lo dieran a probar a mí.

El festín mesiánico

Miré a Jesús sentado entre su gente, bebiendo y riéndose como todos, y de pronto me vinieron a la memoria palabras del Cantar de los Cantares que había escuchado más de una vez en la sinagoga:

“Ya vengo a mi jardín, hermana y novia mía, a recoger mi bálsamo y mi mirra, a comer de mi miel y mi panal, a beber de mi leche y de mi vino. Compañeros, comed y bebed, y embriagaos, amigos míos.”(Cant 5,1)

¿No sería esta abundancia de vino un signo de los tiempos definitivos, de los desposorios de Dios con su pueblo? ¿No estaría llegando hasta nuestro pequeño rincón de Galilea la primera ráfaga del viento mesiánico, el anuncio de que habían acabado los tiempos de escasez y estábamos entrando en la era de la esplendidez y del derroche?
No me atreví a acercarme a Jesús, ni a intentar desvelar su secreto: pensé que lo importante no era saber sino saborear, no dominar ni controlar, sino asombrarnos, admirarnos, abrirnos a la irrupción del gozo y de la gratuidad. Y acogerlo con la alegría desbordante de la novia que espera radiante la llegada del novio, y recibe de sus manos la copa del mejor vino de bodas.

Tiempo para la palabra

“Se sentirá alegre, como si hubiera bebido… “ (Za 10,7)
“Así saca él el pan de los campos y el vino que alegra el ánimo “ (Sal 104, 14)
“Alegría, gozo y euforia es el vino bebido a tiempo y con tiento.

el vino y el licor alegran el corazón; mejor que los dos gozar del amor (Eclo 31, 28; 40,20)
“Amigo nuevo, vino nuevo; deja que envejezca y lo beberás” (Eclo 9,15)
“Son mejores que el vino tus amores…” (Cant 1,2)
“Nadie echa vino nuevo en odres viejos; si no, el vino reventará los odres y se perderán el vino y los odres. No, al vino nuevo, odres nuevos Mc 2, 22

Tiempo para otras palabras

Vino y pan en la Biblia. “El AT nos suministra una leyenda sobre el origen del vino, inventado por Noé después del diluvio (Gen 9,18-28). El relato nos enseña dos cosas: primera, que el vino es espada de doble filo porque da alegría y quita el sentido, el vino despoja y deja inerme; segunda, que el vino o la vid, inaugura etapas decisivas: la era después del diluvio, la entrada en la tierra prometida, que ostenta sus frutos en un gigantesco racimo, la era de Cristo inaugurada en su pasión, apuntando a su consumación celeste.
El pan es humilde y sencillo, no se da importancia, se entrega sin presunción ni resistencia. El vino es la poesía, la propina, la fiesta. Pan y agua son indispensables pero cuando se agasaja o festeja a una persona, se le ofrece pan y vino que equivale a convite, banquete. La palabra “propina” viene de pino, beber. Representa lo inútil de la vida y que, sin embargo, le da sentido y, sin ello, la vida quizá no valga la pena; lo inútil puede ser más importante que lo útil. El vino representa la poesía junto a la prosa; es como el color frente a un mundo en blanco  negro; es la música frente a rumores y ruidos; es la danza frente al caminar; es el juego frente al trabajo; es el arte y la artesanía frente a la simple técnica; es el humor frente a la seriedad. “¿Qué vida es cuando falta el vino, que fue creado al principio para alegrar?” (Eclo 31,33)
El vino nuevo simboliza la novedad que trae Jesús: Lucas reconoce la dificultad de adaptarse a la nueva realidad. “Nadie, acostumbrado al vino de siempre, quiere uno nuevo porque dice: Bueno está el de siempre” (Lc 3, 39)
Porque el vino significa el amor y tiene color de sangre, representa también el sacrificio, especialmente el sacrificio por amor, y nos sugiere la misteriosa relación que en el hombre tienen ambas cosas. No es auténtico el amor que rehusa sacrificarse; no es valioso el sacrificio que no nace del amor.” (L.ALONSO SCHÖKEL)1

Tiempo para orar

Sitúate en Caná y colócate junto a una de las enormes tinajas de piedra llenas de agua que Juan, intencionadamente, dice que eran “de piedra, destinadas a las purificaciones de los judíos”. Es su manera de hacer ver la rigidez pétrea y la inutilidad del agua a la hora de animar una fiesta. Siente todo lo que hay de agua encerrada e inmóvil en tu vida, todo aquello a lo que quizá das valor de “purificarte” o acercarte a Dios, pero que te deja frío y es tan incapaz como la piedra de movilizar tu vida.
Contempla después la sala de bodas, después de haber circulado entre los invitados el vino que contienen ahora las tinajas: la preocupación se ha convertido en júbilo, hay una comunicación expansiva, se brinda por los novios…
Reconoce y agradece todo lo que en tu vida se parece al  vino, lo que te dilata y anima, lo que te da sentido de fiesta. Acércate a María y cuéntaselo. Pídele que te acompañe hasta donde está Jesús y que le susurre: “No tiene vino…, pero quiere hacer lo que tú le digas.” Quédate un rato bajo la mirada de los dos.

Tiempo para compartir y celebrar la fe

Con niños Puede ser una buena ocasión para educar el sentido de los signos que hacía Jesús, recorriendo algunos de ellos y haciendo ver que lo importante no es que haga algo “milagroso”, sino qué es lo que provocan: alegría, abundancia, sanación, reconstrucción de las personas etc.
Con jóvenes y adultos Poner la palabra EUCARISTIA en el centro de un mural o pizarra y en torno a ella dos círculos concéntricos. Repartir tiras de papel en las están escritas con un color palabras como: sacramento, rito, sacrificio, liturgia, memorial y con otro:  alegría, bodas, fiesta, banquete, abundancia, derroche…Cada participante escribe en uno de los dos círculos la palabra que le ha tocado, según le parezca más o menos cercana a lo que significa la Eucaristía y comentar luego los resultados.Recordar el contexto festivo y de abundancia de los relatos evangélicos de comidas (Lc 5,27; 19,1-10;24,13-35.36-52…)  y sacar consecuencias para nuestro talante cristiano hoy.

1 Meditaciones bíblicas sobre la Eucaristía, Santander 1986, pp.66-71

Dos teólogos, entre los favoritos para la presidencia de Alemania


El partido de Merkel y sus socios liberales buscan a toda prisa un candidato aceptable para la oposición

GUILLEM SANS MORA / CORRESPONSAL EN BERLÍN
Día 19/02/2012
Un carrusel de nombres y candidatos estuvo ayer mareando a los medios de comunicación germanos. Pero, de entre todos ellos, dos teólogos evangélicos se perfilaban como los favoritos para suceder a Christian Wulff en la presidencia de Alemania. El primero es Joachim Gauck, figura destacada de la reunificación, y que fue el candidato propuesto por los socialdemócratas en el verano de 2010, cuando la canciller Merkel se salió con la suya al apostar por Wulff. El otro es Wolfgang Huber, jefe de la Iglesia Evangélica Alemana entre 2003 y 2009.

Los primeros nombres barajados no tenían las condiciones necesarias para presentarse como candidatos de consenso. La oposición no aceptaría a ministros como Wolfgang Schäuble y Ursula von der Leyen. El presidente del Tribunal Constitucional, Andreas Vosskuhle, cuenta con el aprecio de todos los partidos, pero ya aclaró que no quiere ser candidato. En el mismo sentido se pronunció el democristiano Norbert Lammert, presidente del Bundestag. Y el político democristiano Klaus Töpfer, un ecologista de libro, no gusta a los socios liberales de Merkel.

Y es que la dimisión de Wulff le ha brindado un fin de semana muy movido a Merkel. Como su apuesta por Wulff fue un fiasco, ahora se esfuerza por arreglar el desaguisado con la mayor rapidez posible. Pero es posible que el nombre del candidato no se anuncie hasta el próximo miércoles de ceniza, ya que darlo a conocer en estos días de carnaval podría entenderse como una continuación del circo en que se convirtió la retahíla de escándalos de Wulff. Merkel se ve obligada ahora a presentar un candidato de consenso. A diferencia de lo que sucedía en 2010, cuando fue elegido Wulff, la mayoría conservadora-liberal es ahora demasiado ajustada. Ha perdido varias elecciones en los estados federados y, con ello, un buen número de votos en la Asamblea Federal, el órgano que elige al presidente. Merkel ya no está en situación de proponer un candidato que simbolice la fortaleza de su mayoría parlamentaria.

Tras 598 días en el cargo, el ex presidente pasó su primera noche fuera de las estancias del Palacio de Bellevue: en su casa de las afueras de Hannover, que pagó con el controvertido crédito que obtuvo de la mujer de un amigo empresario.

Al tiempo que socialdemócratas y verdes dejaron claro que no apoyarán a un candidato del gabinete de Merkel. La coalición de Gobierno «tiene que mostrar una mayor amplitud de miras», dijo el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, a quien Merkel derrotó en las elecciones de 2009.

http://www.abc.es/20120219/internacional/abcp-teologos-entre-favoritos-para-20120219.html

Carta de Ivone Gebara


17FEB

Introducción de Isabel Gómez Acebo en Religión Digital

La monja feminista brasieña Ivone Gevara
La falta de respeto a las historias y elecciones personales, a los sufrimientos y razones de muchas mujeres, se vuelve moneda corriente en muchas iglesias cristianas que se arman para una llamada“guerra santa”, sin preocuparse de aproximarse a las personas envueltas en situaciones de desesperación. Usan su autoridad sobre el pueblo para gritar palabras de orden y, en nombre de su dios, confundir las mentes y los corazones.

Este artículo duro de Ivone nos asoma a una realidad eclesial distinta de la nuestra. No conozco el mundo brasileño, ni si sus quejas son fundadas, pero nos somete a todos a una batería de preguntas, que creo debemos meditar para no caer en los errores que ella critica y a los que todos estamos expuestos.

“Me espanta la facilidad con la que algunos clérigos y obispos afirman poder distinguir con claridad las fuerzas generadoras de vida y las generadoras de muerte. Reflexionan como si estuvieran en un campo de certezas. No perciben que la propia utilización de esas dos palabras, sobre todo en sus discursos acalorados sobre la importancia de elegir la vida, conduce casi necesariamente a defender trampas mortales y provocar formas sutiles de violencia. ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Es posible que la muerte se sustente fuera de la vida, y la vida fuera de la muerte? ¿No somos vida y muerte, al mismo tiempo? ¿No somos siempre aprendices, marchando inestablemente, dando un paso después del otro, en las decisiones diarias que intentamos tomar?

Hace algún tiempo que la Iglesia Católica en Brasil está desarrollando una línea equivocada de defensa de la vida. Cuando hablan de esa defensa, reducen el término vida a la vida del feto humano y, una vez segura, se olvidan de todos los demás aspectos y personajes reales de la compleja trama de la vida. Me pregunto de nuevo por qué insisten en ese error y en ese límite lógico, condenado en muchos sentidos por muchos filósofos y teólogos de la Tradición Cristiana. Se alejan hasta de las últimas reflexiones de Benito XVI que, con justicia, reflexiona sobre la complejidad de la vida en el universo, incluida la vida humana.

Me espanta constatar, una vez más, la poca formación filosófica y teológica por parte del episcopado y de muchos clérigos, que se alzan para defender la vida, pero tiran piedras contra las personas que consideran “mal-amadas” solo porque defienden un ideario diferente del suyo. ¿Por qué “mal-amada” o “mal-amado” ha de ser una forma de menospreciar o disminuir a las personas? ¿Qué quieren decir realmente con eso?

¿No estamos todos nosotros necesitados de amor? ¿No es el amor la misión cristiana? ¿No es para los descuidados, olvidados y “mal-amados” para los que el cristianismo dice mantener su misión a ejemplo de Jesús? Es desconcertante percibir que usan expresiones de ese tipo e instrumentalizan el mensaje cristiano, para afirmar posiciones discordantes, como lo hace Benedito Simâo, obispo de Assis y Presidente de la Comisión para la vida del Regional Sur I de la CNBB. En una entrevista al Grupo Estado de Sâo Paulo, la semana pasada, con ocasión de la elección de la Profesora y Doctora Eleonora Menicucci, como ministra Secretaria de Políticas para las Mujeres, el citado obispo calificó a la nueva ministra como de “mal-amada” y, con ello le faltó al respeto e incitó a la falta de respeto y de diálogo en relación a la responsabilidad pública de abordar los serios problemas sociales ¿Sería el obispo, entonces, un privilegiado “bien amado”? ¿En virtud de qué criterios?

La falta de respeto a las historias y elecciones personales, a los sufrimientos y razones de muchas mujeres, se vuelve moneda corriente en muchas iglesias cristianas que se arman para una llamada “guerra santa”, sin preocuparse de aproximarse a las personas envueltas en situaciones de desesperación. Usan su autoridad sobre el pueblo para gritar palabras de orden y, en nombre de su dios, confundir las mentes y los corazones.

Se pierde el civismo. Se pierde el deseo de consagrarse a la sabiduría y al buen sentido. Se pierde una escucha de los acontecimientos y un acercamiento respetuoso a los sufrimientos ajenos. Se responde a partir de PRINCIPIOS y de una pretendida autoridad. Pero ¿qué son los principios fuera de la vida cotidiana de las personas de carne y hueso? ¿Cuál es el techo de los principios? ¿Quién los establece? ¿Dónde viven? ¿Cómo se conjugan las diferentes situaciones de la vida? La invitación a reflexionar se hace absolutamente necesaria, cuando las tinieblas de la ignorancia oscurecen las mentes y los corazones.

En este momento crítico de incredulidad respecto a muchos valores humanos, las actitudes “policialescas” de uno o más obispos, de clérigos y pastores, así como de algunos fieles, nos aterran. La ignorancia de las propias fuentes del Evangelio y la instrumentalización de la fe de los más sencillos nos espantan. La democracia real está en peligro. La libertad está amenazada por el oscurantismo religioso. De nada sirven palabras como diálogo, escucha, conversión, solidaridad, respeto a la vida, cuando en la práctica es la violencia y la defensa de ideas preconcebidas, las que parecen guiar algunos comportamientos religiosos públicos. Seguimos olvidando que no se debe tomar el nombre de Dios en vano. No solo su nombre, pues esto ya lo hacen. Tomar a Dios en vano es tomar a las criaturas en vano, discriminándolas, faltándoles al respecto y juzgándolas de antemano. Todas/os tenemos pajas atravesadas en nuestros ojos, y yo, la primera. Por eso, cada persona o grupo apenas consigue ver algo de realidad, que es siempre mayor que nosotras. Entre tanto, si queremos ver un poco más, se nos invita a acercarnos desarmados a los otros. Se nos desafía a escuchar, mirar, sentir, acoger, preguntar, conversar como si el cuerpo del otro o de la otra pudiese ser mi propio cuerpo, como si los ojos y oídos de los otros pudiesen completar mi visión y mi escucha. Y más, como si los sufrimientos ajenos pudiesen ser en realidad mis propios sufrimientos, y sus historias de vida, mis maestras. Solo así podremos tener un poco de autoridad digna. Solo así nuestras bellas palabras no estarán huecas. Y, tal vez, en esa renovada apertura a cada día, podremos creer en la necesidad vital de cargar unos los fardos de los otros y esperar que la fraternidad y la sororidad, sean posibles en nuestras relaciones”.

Febrero, 2012

Traducción: María José Ferrer Echávarri

Fuente: Adital http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=PT&cod=64343

http://eukleria.wordpress.com/

A %d blogueros les gusta esto: