No se saben aún los motivos del crimen, sólo que el joven de 29 años era de carácter violento.
27 DE FEBRERO DE 2012, BRASIL
Un espacio para recrear lo sagrado y lo profano con ojos de mujer. Somos un grupo ecuménico en búsqueda de la justicia e igualdad.Respetamos la opinión, de los autores aunque no necesariamente estemos de acuerdo.
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No se saben aún los motivos del crimen, sólo que el joven de 29 años era de carácter violento.
27 DE FEBRERO DE 2012, BRASIL
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Por: Jose Antonio Caicedo Ortiz
«Esa voz fue suficiente: encendió mi orgullo de raza, acudí a mi propia conquista y convencido de mi étnia prodigiosa, pude pararme frente a mí y encontrar en mis rasgos mi respuesta».
Amir Smith Córdoba
A pesar de las estadísticas nacionales, yo soy de los pocos negros que no tuvo como destino ser policía, soldado profesional o vendedor ambulante. Tuve la fortuna de contar con una madre insistente en la escolarización, razón por la cual me hice Sociólogo de la Universidad del Valle, por supuesto sociólogo afrodescendiente. El privilegio de formarme en esta Universidad, me permitió conocer a grandes maestros como Alvaro Camacho Guizado, Fernando Urrea, Nina S. de Fridemman, Manuel Zapata Olivella, Arnoldo Palacios y Jose María Rojas -quien diera su último curso a mi generación-.
El trasegar por la universidad pública, siendo yo un joven negro, me convenció de lo que pregonaba Diego Luis Córdoba: la lucha por la libertad, se libra a través de las ideas y del conocimiento. Por eso me volví un sentipensante, como lo dijera el maestro Orlando Fals Borda, para referirse a lo que Candelario Obeso a finales del siglo xix había definido como el pensar con el corazón y la piel negra.
Me gradué rastreando las fiestas de Adoración en Quinamayó, con mi amigo Oscar Larrahondo, en ese norte del Cauca rebelde e inteligente donde nació mi abuelo paterno, y que fuera la tierra de Natanael Díaz, Sabas Casaran, Cinecio Mina y Marino Viveros.
Entendí que el marxismo tenía cuentas pendientes con la negritud, y que la revolución no había considerado el asunto de la raza.
Mi “sociología” transitaba y batallaba entre la lucha de clases y los dramas de mi gente negra, y como el asunto no tuvo paz, ni tregua, seguí buscando y terminé en un programa de maestría que por primera vez planteaba el asunto de la negritud. Así fui a dar a la Universidad Andina en Quito, a un programa que bajo la dirección de Catherine Walsh, se ocupaba de pensar la diáspora afroandina, y en el cual me gradué con un estudio comparado sobre la negritud caleña de Aguablanca y la de Carapungo en Quito. Trabajo que me permitió entender que la exclusión y el racismo operan de forma universal, aun en este mundo del Tahuantinsuyo, que aun no incorpora a los negros en su relato.
Mi paso por la Universidad Andina, me llevó inevitablemente a la diáspora africana, que quiere decir, la hermandad, la familia, el prietaje y el malungaje, como lo nombra Jerome Branche, esa comunión que nos hace a los negros, hijos de la misma tragedia, y al mismo tiempo de su reinvención. Pues donde hay un negro está presente África, así sea a tres mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esto quiere decir que todos los negros somos africanos estemos donde estemos, y por ello, las marcas nos hacen hermanos de un mismo dolor y una misma esperanza. Así algunos crean que el asenso social borra esta distinción.
Por ser nieto de un viejo carpintero barbacuano, entendí que la Gran Comarca no es un mito, que es historia y memoria verdadera, y por ello sigo obstinado en la tarea de no olvidar nuestra grandeza y hacerla notar en cada espacio de la vida. Y como le ha sucedido a muchos de los hombres y mujeres de mi raza, el mundo de las ideas y el conocimiento se me reveló como posibilidad de trascender. ¿Qué iba yo a saber que Cèsaire y Fanón serían profetas de mi destino?.
Luego vino la oportunidad de ser profesor universitario, en un programa que parecía de vanguardia y pluralista. Así vine yo a parar a esta Universidad, que para muchos es un emblema de la Etnoeducación en Colombia. Llegué al programa de Etnoeducación entusiasmado con la idea, seguramente ingenua, de que la negritud y la indianidad, tienen mucho que enseñarle a una sociedad que piensa que no tenemos nada que enseñar.
Durante seis años fui profesor ocasional, y creo que las evaluaciones realizadas por la mayoría de quienes fueron mis jefes, hablan de la calidad de mi trabajo. Participé en cinco proyectos de investigación, dirigí cinco trabajos de grado sobre afrocolombianidad, presenté 13 ponencias como profesor del Departamento de Estudios Interculturales y publique 7 artículos en revistas indexadas y un libro. Cada intervención pública y página escrita, siempre se hizo con la camiseta de profesor de la Universidad del Cauca, pues creo que la vigencia de un contrato no determina la perdurabilidad del compromiso académico y universitario.
Durante este capítulo de mi vida, que inauguré un primero de febrero de 2006, pude conocer el Cauca y sus comunidades afrocolombianas, realicé eventos y reviví las viejas ideas emancipadoras de Fanón, Zapata Olivella, Cèsaire, Senghor, la gente del Pacifico y del norte del Cauca, quienes con su inteligencia de ébano demostraron que ser negro es una condición histórica.
Recorrí con mis estudiantes los textos, los lugares, las historias y las geografías de una diáspora dispersa por el continente y por el país, especialmente en los cursos de etnoeducación afrocolombiana que propuse y orienté. Escribimos, lloramos y entendimos juntos que los acontecimientos de la gente negra han sido negados en la historia oficial racista y por esta razón es urgente escribir de puño y letra afrodescendiente.
Reunimos ancestros. Hicimos encuentros de memoria y palabra, oímos las gestas de los viejos líderes y rendimos tributo editorial a los poetas de la montaña y el río. Produjimos cartillas para entender que el hablar de los negros, no es un mal hablar, es un modo distinto de contar la vida. Esa vida cargada de africanía, lamento y celebración, que a pesar de su falta de “rigor académico” -según la posición de algunos expertos- es nuestra versión de la vida.
A fuerza de golpes y confrontaciones, también entendí el riesgo de mis posiciones y pensamientos como afrocolombiano. De ser inoportuno e incomodo, de insistir en la necesidad de ver en nosotros también intelectuales y no solo informantes de los trabajos etnográficos y antropológicos. Y sentí la incomodidad de algunos colegas, que con mi trabajo y producción no aceptaron la paridad epistémica. Y me fui metiendo en líos, que algunos adjetivan como personales, por decir lo que pienso, por reclamar como cualquier otro, la dignidad de mi cargo como profesor universitario, por atreverme a opinar siendo profesor ocasional, convencido que la autonomía intelectual no está determinada por las formas de los contratos.
Me volví incomodo para mi jefe, incómodo para ese fenómeno que denomino inmunidad étnica, para connotar esa posición bajo la cual, el estudiante negro o indígena, usufrutua su posición marginal en el mundo universitario, y atribuye a algunos docentes su papel de redentores, pues jamás aceptaré que a ninguno de nosotros, por nuestra condición étnica, se nos exima de pensar y producir conocimiento por cuenta propia. Me rebelé ante cualquier intención de hacer educación especial para los étnicos. Regañé, di lecciones morales, fustigue y devolví trabajos mal escritos. Asumo el costo de exigir en el mismo nivel que a mí me exigieron en la Universidad del Valle.
Fui increíblemente feliz celebrando la escritura y la reflexión de los hombres y las mujeres con quienes me encontraba los fines de semana para dar mis cursos de etnoeducación.
Escribí artículos, hice ponencias en eventos nacionales e internacionales, con la terquedad diaspórica que me acompaña desde que era estudiante de Univalle y activista de los grupos afroestudiantiles.
Me vinculé en la aventura de fortalecer los procesos etnoeducativos en el Cauca, y tuve la fortuna de recorrer el departamento y sus geografías de la afrocaucanidad. Conocí los distintos rostros del racismo en la Universidad y fuera de ella, y las formas como unos y otros los enfrentamos. Finalmente, contribuí durante todo el 2010 en el diseño del nuevo plan de estudios de la Licenciatura en Etnoeducación, logrando por primera vez en quince años de existencia del programa, que se incluyera la enseñanza de la historia y el pensamiento afrodescendiente en el currículo.
Ahora debo cerrar este ciclo de mi trayectoria intelectual. Después de seis años de servicio en el Departamento de Estudios Interculturales, he sido vetado por quienes ostentan hoy el poder burocrático del programa y quienes creen que la afrocolombianidad les pertenece como una pieza de colección privada. He sido vetado en ese estilo sutil y administrativamente “correcto”, que hace posible manipular y sesgar las convocatorias al antojo de unos cuantos. Me voy del Departamento de Estudios Interculturales porque me volví incomodo, porque siendo un profesor ocasional, me atreví a ser crítico, y eso se cobra caro. Me voy porque “me hicieron el cajón” como se dice en el argot popular.
He cumplido con el programa de Etnoeducación de la Universidad del Cauca más allá de lo establecido formalmente, y me voy satisfecho de lo que construimos con los estudiantes, los egresados y los maestros con quienes tuve la gran oportunidad de compartir las horas de la vida. Creo que mi tarea en esta unidad académica está terminada.
Es grato y satisfactorio haber logrado, justo ahora que me voy de la Universidad del Cauca, la entrega del Honoris Causa al maestro Alfredo Vanín, con cuyo acto se demuestra que el Alma Mater sigue siendo ejemplar en este país.
Ahora me convoca una causa noble, que sintetiza de modo completo lo que soy como intelectual afrocolombiano. Me voy por esta nueva ruta, no sin antes agradecer a los colegas y amigos de la Universidad del Cauca que siempre me ofrecieron su respeto y su aprecio, y con quienes compartimos las ideas, la palabra y la risa.
A mis colegas del departamento de Antropología, Jairo Tocancipá por apoyar mi iniciativa del curso de antropología de la negritud -que espero dar alguna vez-, y a Cristóbal Gnecco por su lectura generosa de mis textos y su sincera amistad.
A los colegas del departamento de Pedagogía, Freddy Pisso y Robert Euscategui quienes hicieron todo lo posible para que no me fuera de la Universidad.
A la profesora Paloma Muñoz por intentar abrirme nicho en su departamento, y a Jaime Fayad por su solidaridad.
Al decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Jose Olmedo Ortega, quien en más de una ocasión me dio su respaldo.
Al Rector, Danilo Reinaldo Vivas, por mantener a pesar de todos los obstáculos, el voto de confianza en mi labor académica como afrocolombiano.
A los profesores Matilde Eljach, Diego Jaramillo, Rafael Rosero, Marisol Orozco, Elizabeth Tabares y Tulio Rojas por su aprecio hacia mi trabajo académico.
A mis compañeros del equipo de Soccer de la Universidad del Cauca, por la felicidad de los martes y los jueves.
A Diego y su loca Iguana por la cercanía que se produce entre la música y los hombres.
A don Agustín por sus tangos de la Varela y Sabina.
A Tolo y Adriana por compartir más que un café y oir muchas veces mis quimeras de extranjero en Popayán.
A Elvio Cáceres, el mayor poeta de la calle.
A Bárbara y Antonio por creer en mi causa y mis razones.
A Yady por cada hora de trabajo y amistad en este camino de la diáspora.
A los maestros del norte del Cauca, de Itaibe, Cajibío, Guapi y el Patía… gracias por persistir con su trabajo silencioso y valiente.
A Santiago Arboleda, Jhon Arboleda, Alexander Ortiz, Oscar Larrahondo, Jesús Gorkis y Julio Rubio, mis amigos y aliados de toda la vida.
A María Isabel Mena, Sor Inés Larrahondo, Henry Ballesteros, Hermes Carabalí, Didio
Biafara, Herney Lasso, Jorge García, Alberto Chocué, Azahel Balanta, Luis Fernel Bonilla, James Aguilar, Danilo Reyes, Nazly Lucumí, Liliana Carabalí, Bairon Camilo, Wilmer Riascos, Amanda Hurtado, Uriel Viveros y Ángela Abonía, todos y todas hermanos en la diáspora intelectual.
A los muchachos de Palenque Universitario, Isnel, Leidy, Darin, Amanda y Wilmer porque sabemos que lo justo se ha dicho.
A don Raúl y Rosito, por transportarme alegremente por los entroncados caminos de este Cauca.
A Yaneth Hoyos, como pocas, una profesora ocasional con dignidad y principios.
A los compañeros de la Universidad Autónoma Intercultural Indígena -UAIIN- y a la ACIN, por los momentos compartidos que nos sirvieron para darnos cuenta de nuestra hermandad histórica.
A UAFRO por invitarme a compartir sus espacios de formación en la Escuela de Pensamiento Afrocolombiano.
A Blanca Castillo, con quien compartimos los caminos de la Etnoeducación con los maestros de Guapi, a donde hoy llega la Licenciatura en Etnoeducación sin ningún afrocolombiano como docente.
A Luis Antonio Rosas, un amigo de siempre
A quienes apoyaron el honoris causa del maestro Vanín y celebraron sinceramente este feliz momento para los afrodescendientes.
A mis hermanos en la Universidad del Cauca, Raúl Cortes, William Mina, Harold Mosquera, Constanza Bonilla, Giezzi Lasso, Milton Arango y Ronald Macuacé, por representar la esperanza de una Universidad Pública sin racismo.
A mi compañera intelectual, Elizabeth Castillo, de convicciones radicales. Compañera de andanzas, ilusiones, reflexiones teóricas, escritos y utopías libradas contra viento y marea. A ella le agradezco permitirme caminar juntos tejiendo sueños.
En tiempos tan multiculturales, el hecho de exigir dignidad se castiga, y se paga con la exclusión. Ojala mi propuesta sobre la enseñanza de historia africana en el nuevo plan de estudios de Etnoeducación, trascienda a nivel ético y pedagógico, y no se reduzca a cursos de relleno que cualquiera puede dar para completar su labor docente.
Me despido con la convicción que lo que hemos andado los afrocolombianos por estas calles históricas de Popayán, servirá para cambiar la historia del racismo. Eso creo. Así lo intenté.
«La conciencia es actividad de trascendencia». Frantz Fanón
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LECCIÓN 1 LECCIÓN 2 SALMO EVANGELIO
Salmo 25:4-9 Católica Romana Génesis 9:8-15 1 Pedro 3:18-22 Marcos 1:12-15
Salmo 25:1-10 Común Revisado Génesis 9:08, 3:18-22 Marcos 1:9-15 171Pedro Episcopal, Salmo 25
o
Salmo 25:3, 09:08 9Genesis-171Peter 03:18-22Mark 1:9-13
La referencia anterior copiados de http://www.lectionary.com/index20112012.html
Hoy es el Primer Domingo de Cuaresma. Todos estamos familiarizados con los símbolos del desierto y el agua que tan a menudo se utilizan para la Cuaresma. El desierto representa la esterilidad a la espera de los acontecimientos de la Semana Santa. El agua representa la plenitud de la vida y de nuestro renacimiento con el cumplimiento de la Pascua.
Hoy sabemos que el desierto no es estéril, sino que está lleno de vida. Aquellos de nosotros que viven en el desierto lo saben muy bien. También sabemos muy bien el valor del agua. No sólo nos recuerda constantemente para mantenerse hidratado, también somos claramente conscientes de la necesidad de conservar el agua para nosotros, nuestros animales, nuestros cultivos, y para todas las generaciones por venir.
Nuestros antepasados bíblicos tienen un poco diferente – tal vez un poco menos sofisticada – vista del desierto y el simbolismo del agua. Sin embargo, definitivamente sabía de la necesidad que toda la creación tiene para el agua. También sabían de los problemas de ser atrapado en el desierto sin una fuente de agua. Eso no ha cambiado.
Debido a que nuestra comprensión es un poco diferente que la de nuestros antepasados, tal vez deberíamos considerar estos pasajes de las Escrituras de una manera ligeramente diferente mediante la adopción de estos símbolos un paso más allá y mostrar cómo se relacionan no sólo con las lecturas de hoy, sino también a nuestras vidas como personas de el desierto -, así como a las personas del siglo 21.
Mientras pensamos en el desierto y el agua, recordemos también que uno de los temas predominantes en las lecturas de hoy es el pacto. Un pacto es un contrato – pero es algo más que un contrato en el sentido de que pensamos de los contratos de hoy en día. Un pacto es un contrato solemne vinculante. Por esa razón, hoy nos hablan de la alianza del matrimonio – un contrato entre la pareja y Dios.
A lo largo de las Escrituras, tenemos numerosos ejemplos de pactos. Estos convenios fueron los contratos solemnes entre Dios y el Pueblo de Dios. Si leemos el Antiguo Testamento, encontramos que estos convenios fueron sellados con frecuencia en ceremonias y rituales muy elaborados, por lo general la participación de la masacre de los animales, la mejor y sin tacha de la manada con el fin de ser el símbolo perfecto de este contrato duradera entre los pueblos y su Dios.
Echemos un vistazo a las lecturas de hoy y ver cómo podemos encontrar el concepto de pacto y hacer que el concepto de pacto hasta nuestros días y nuestro Primer Domingo de Cuaresma.
La primera lectura es del libro del Génesis. Esta es una historia familiar. Se lleva a cabo inmediatamente después de la inundación y Dios le dice a Noé, y otra vez en un par de frases muy pocos acerca de este pacto – la solemne promesa de Dios que nunca más volverá a la tierra y todas las criaturas vivientes ser destruida por una inundación. Dios selló este pacto con una señal para todas las edades. Esa señal, como todos sabemos, fue el arco iris. Hoy, por supuesto, somos cínicos. Nosotros entendemos la física del arco iris. Incluso podemos demostrar este signo con pompas de jabón simple. Pero, piense en las personas de vuelta en el momento de la Génesis.No tenían ninguna comprensión de la física. Para ellos, el arco iris era un signo maravilloso y hermoso de la promesa de Dios. No sólo eso, después del diluvio la tierra estaba fresca y limpia porque el agua es refrescante y limpiador. No todavía sentimos la misma manera hoy en día? Piense en su última ducha o la última vez que vio un arco iris. Los arco iris son siempre fascinante – aun cuando entendemos la física.¿No que el arco iris de conseguir que un poco emocionado? Sé que me entusiasma del arco iris! Ahora piense acerca de este pasaje del Génesis. Tenemos un recuerdo maravilloso de la alianza de Dios con nosotros. Sí, nosotros! No sólo nuestros antepasados religiosos, pero con todos nosotros. Y todavía tenemos esa sensación de asombro al ver el signo de la alianza – el pacto para toda la humanidad.
Ahora mira a la segunda lectura – de la primera carta de Pedro. Durante nuestro año litúrgico, no leemos mucho de Pedro. Parte de esto es probablemente porque no se ha escrito mucho, bajo el nombre de Pedro, pero es otra parte porque nuestros ciclos litúrgicos tienen mucho que cubrir. Sin embargo, el aviso! Todos los leccionarios, mayoritariamente, utilizan exactamente la misma lectura de Pedro. Ese es un punto crítico. El Pacto no se menciona específicamente en esta lectura, pero son los eventos de la inundación. Por otra parte, Pedro señala una correlación entre las aguas de la inundación y las aguas del bautismo. El bautismo es una parte de nuestro pacto! El bautismo nos introduce en la iglesia de Cristo. El Bautismo significa el nuevo pacto. El bautismo es el sello del nuevo pacto que nosotros los cristianos tenemos con nuestro Dios. Todo el mundo – sin importar la denominación cristiana – lo acepta. Y sí tenemos ese pacto con nuestro Dios! Estamos unidos a nuestro Dios por el bautismo – al igual que las personas que salieron del arca fueron unidos por el arco iris. No sólo eso, además del bautismo, todavía tenemos el arco iris para recordarnos de nuestro pacto.
¿Qué hace nuestra tercera lectura del Evangelio de Marcos que tiene decir acerca de este concepto? Jesús fue conducido al desierto y allí permaneció durante 40 días. La idea más importante que podemos derivar de Jesús después de haber sido expulsados al desierto es doble. En primer lugar, debemos preguntarnos por qué Jesús fue expulsado. Debe haber sido porque tenía algo importante que decir! En segundo lugar, debemos considerar el simbolismo detrás de los 40 días. El número 40 aparece una y otra vez en las Escrituras. Y, el 40 era un número especial a los Hebreos. Piense en todo los años 40 que surgen en las Escrituras, desde Moisés vagando en el desierto de la derecha hacia abajo a Jesús en este pasaje aquí en Marcos.
Pero, ¿qué quiere decir Marcos? Él dice de Jesús, que el tiempo de cumplimiento está a la mano y que tenemos que arrepentirnos y creer en el evangelio.Eso es bastante sencillo, pero ¿cómo se relaciona con nuestro tema? Si nos fijamos en él, podemos ver la conexión con toda claridad.
Jesús dice: «Convertíos y creed.» ¿Qué significa eso? Simple. Reconocemos nuestros errores. Caminamos por el desierto. Sí, 40 días es un número simbólico, pero sigue siendo significativo! Y cuando nuestra caminata desierto es completa, vamos a salir del desierto y que se actualizará por las aguas de la vida. Para nosotros, como cristianos, eso significa que va a ser bautizado, y si ya estamos bautizados, será limpiado. Pero, para todos en el reino de Dios, que quiere decir que vamos a ser lavados y estaremos listos para continuar en nuestro camino.
Ustedes han sido lavados por el diluvio de Noé. Usted ha sido bautizado por la sangre del Cordero. Ahora que has sido enviado a un viaje por el desierto (un desierto cuyo rastro se sabe muy bien!). Al final de la jornada que se lava de nuevo y usted sabrá el motivo de su pacto de Cuaresma.
Bienvenido a la Cuaresma! Y bienvenidos a su viaje de 40 días hacia la Resurrección de Cristo! ¿Usted ve el arco iris que Noé vio? Es allí! Y nos está esperando! El pacto, que nuestro Dios ha hecho con nosotros ha quedado sellado.
– Roberta Meehan M+
27 Feb 2012 Deja un comentario
en Derechos Humanos, Feminismo, Humanizar, Para reflexionar
El „Movimiento Católico de Mujeres de Austria“ es una organización laica presente en la mayoría de las parroquias austríacas, con representación a nivel vicarial y diocesano. Surgió en 1947 de Acción Católica y se ha ido desarrollando hasta convertirse en una referencia consolidada y creciente en todas las diócesis. Un comité central de 15 personas apoya a los grupos locales proporcionándoles materiales, formación y asesoramiento.
Con la profunda convicción de que, como cristianas bautizadas y confirmadas, las mujeres hemos de contribuir a dar forma a la iglesia y se nos ha de tomar en serio, las mujeres del Frauenbewegung no están dispuestas a desempeñar en sus comunidades el “eterno papel de asistentes de los curas“. “Trabajamos sin descanso por una participación igualitaria y fraterna de la mujer tanto en la Iglesia como en la sociedad“, afirma Margit Hauft _presidenta de la asociación_ “no en vano somos conscientes de que la emancipación de la mujer en la Iglesia es un proceso fatigoso y largo, aún sin concluir“.
Se definen como una comunidad de mujeresque se animan entre sí a desarrollar plenamente sus respectivas personalidades y carismas, a abandonar y superar los estereotipos y roles que les han sido asignados y que buscan juntas nuevos caminos. En la Iglesia, comparten la fe, se ayudan a discernir y vivir la llamada que cada una experimenta, trabajan por una participación fraterna e igualitaria en la Iglesia Católica y promueven el ecumenismo con el resto de las iglesias. En la sociedad, se implican en la capacitación de mujeres en diferentes ámbitos, animan a las mujeres a participar activamente en asociaciones de su interés y en organizaciones políticas, ofrecen asesoría a aquellas que se encuentran en los márgenes del primer mundo -extranjeras, mujeres en paro, víctimas de la violencia- y colaboran en la mejora de las condiciones de vida de las mujeres en países en desarrollo.
¿Cómo lo hacen? El comité central de cada diócesis pone a disposición de los grupos parroquiales un amplio abanico de recursos materiales y humanos; así como una extensa oferta de seminarios, charlas, cursillos, asesoramiento y formación sociopolítica, talleres de profundización espiritual, retiros, ejercicios, liturgia para mujeres, lectura de la Biblia y peregrinaciones. Incluso oferta de ocio y relax.
Como de muestra sirve un botón, un vistazo a la oferta de la diócesis de Viena para el curso 2011-2012 basta para hacernos una idea de su actividad e, incluso, nos puede servir de inspiración. Bajo el lema de este año _“Ser Cristiana Hoy“_ un equipo de 33 ponentes recorren las parroquias de la diócesis a discreción con una oferta que cubre siete ámbitos: espiritualidad y teología feminista, liturgia y retiros para mujeres, desarrollo de la personalidad, política social y políticas de mujeres, cooperación y desarrollo, y responsabilidad en la creación.
Para más información: Katholische Frauensbewegung Österreichs
http://eukleria.wordpress.com/2012/02/25/mujeres-en-movimiento-movimientos-de-mujeres/
27 Feb 2012 Deja un comentario
LA HABANA, 27 Feb. 12 / 11:13 am (ACI/EWTN Noticias).- La posibilidad de que el líder cubano Fidel Castro desee regresar al seno de la Iglesia Católicadurante la próxima visita del Papa Benedicto XVI a la Isla se ha convertido en tema de intensa especulación en la prensa italiana.
Según algunos medios italianos, como los diarios La Repubblica y La Stampa, Castro estaría preparándose para ser readmitido en la Iglesia Católica. En declaraciones al primero, Alina Fernández, hija de Fidel, indicó que últimamente su padre «se ha acercado a la religión y a Dios».
Fernández, señalan los reportes de prensa, es una devota católica y visita Roma con cierta frecuencia.
Otro de los hechos que sugerirían el regreso de Fidel a la Iglesia es el posible encuentro del líder cubano con el Santo Padre, que el gobierno de Cuba no descarta «pese a no estar en el programa», según dijo hace unos días el embajador cubano en Italia, Eduardo Delgado.
Delgado dijo que el gobierno de Cuba ve la visita del Papa como una «oportunidad para profundizar aún más en las relaciones entre Iglesia y Estado en el país comunista», que mejoraron «enormemente» desde la histórica visita de Juan Pablo II en 1998.
Aunque la cita con Fidel Castro no es segura, el Santo Padre sí tiene previsto reunirse con su hermano, el presidente Raúl Castro, que recibirá al Pontífice en Santiago de Cuba el 26 de marzo, para conversaciones privadas en La Habana un día después y, por último, despedirle en el aeropuerto el 28 de marzo.
El 3 de enero de 1962, hace poco más de 50 años, el Papa Juan XXIII aplicó la pena de excomunión a Castro tras haberse éste declarado marxista-leninista y anunciar que conduciría a Cuba al comunismo, en su histórico discurso de 2 de diciembre de 1961, además de mostrar su hostilidad hacia la Iglesia con la expulsión de 131 sacerdotes y el cierre de escuelas religiosas.
Juan XXIII tuvo como sustento de esta medida el decreto del Papa Pío XII, elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que estableció la pena de excomunión para todo aquel que difundiera el comunismo.
27 Feb 2012 Deja un comentario
en Afrodescendientes, Evangelio del Domingo, Feminismo, Humanizar, Mujeres e Iglesia
Entonces, ¿A quién estamos dejando de lado, ahora? ¿Qué actitudes no son ni siquiera conscientes ?
Así que con esa conciencia nueva, me di cuenta de una manera que yo no hubiera hecho antes, la desenvoltura con la que hemos educado, de clase media la gente se ríe las personas con menos educación y experiencia. La gente se «gusta» ese puesto que nunca se reiría de una broma acerca de las personas homosexuales o los negros o las mujeres.
El amor y la luz para todos
Chava+
27 Feb 2012 Deja un comentario
en Derechos Humanos, Humanizar, Niñas/os, Para reflexionar, Paz
Le llaman “el ángel de Burundi”, aunque el día en que su vida dio un cambio completo Marguerite Barankitze (“Maggy”) pensó en suicidarse. Maggy de etnia tutsi, trabajaba de secretaria en el obispado de Ruyigi y había escondido a algo más de cien hutus que escapaban de las matanzas. Ese día llegaron las milicias tutsis y, tras maltratarla y acusarla de traidora la ataron a una silla y la obligaron a ver la peor visión de su vida. “Mataron a 72 personas delante de mí. Cuando terminó aquella masacre mi oración se convirtió en protesta y pregunté a Dios si realmente Él es amor”.
Su vida es un vivo retrato de esta negativa a resignarse ante la crueldad y la injusticia. Al día siguiente de aquella terrible masacre, tras enterrar a los muertos, recordó las últimas palabras de una de las mujeres antes de perecer bajo el machete: “Maggy, cuida de nuestros hijos”. Aquello le salvó del suicidio. Sin dinero y sin un lugar a dónde ir, recogió a siete traumatizados niños que habían sobrevivido buscó un techo para ellos; primero, con un cooperante alemán y más tarde con el obispo de su diócesis. Se corrió la voz, y cientos de huérfanos niños –hutus y tutsis- siguieron llegando en busca de protección mientras la guerra se recrudecía en Burundi. “A los cuatro años tenía a 4.000 niños a mi cuidado, y a los 10 años una multitud enorme. Durante este tiempo más de 30.000 niños han pasado por nuestra obra”. Maggy recibió el Premio a la Fraternidad de la revista Mundo Negro. Su testimonio conmovió a las personas que la escucharon. Sin embargo, recalcó que no venía a contar “las miserias de África. Dejad de llorar por los africanos, nosotros tenemos que dejar de ser víctimas eternas.”
blogs.periodistadigital.com
FIRMADO Y RATIFICADO
Declaración de los Derechos del Niño. Art.9:
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguna que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
DEL DERECHO AL HECHO
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hay 350 millones de niños que trabajan. En todo el mundo el servicio doméstico constituye la actividad económica principal de las jóvenes menores de 16 años. Aprovecha hoy para hacer limpieza general de tu habitación: limpia ventanas, suelos, etc. Mientras lo haces, recuerda a tantas niñas obligadas a trabajar sin descanso desde pequeñas.
ORACIÓN
Señor Jesús, tú que te identificas
con los últimos, los pequeños y los más necesitados,
danos un corazón grande para acogerlos.
No permitas que esta sociedad cada vez más egoísta
nos deje indiferentes ante los menores
a quienes se les ha robado la niñez.
27 Feb 2012 Deja un comentario
Desiré y Cárdenás, curas extranjeros que ejercen en Galicia
En España hay 18.633 sacerdotes para atender a 22.686 parroquias, lo que deja a 4.053 de ellas sin cura propio
Unos 500 sacerdotes extranjeros, la mayoría hispanoamericanos, ejercen su labor pastoral en España ya sea al frente de una parroquia o encargados de capellanías que atienden a grupos específicos de fieles. Por contra, entorno a 900 sacerdotes españoles han dejado España para trabajar en otros países, una tercera parte de ellos en países latinoamericanos y bajo los auspicios de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana (OCSHA).
«No se trata de que aquí falten párrocos, que faltan,; ni de que allí necesiten apoyo, que lo necesitan; la Iglesia es universal y funciona como un todo unitario de apoyo y colaboración», subraya el director del secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, Anastasio Gil.
Así, según datos oficiales de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en España hay 18.633 sacerdotes para atender a 22.686 parroquias, lo que deja a 4.053 de ellas sin cura propio.
En los últimos cinco años, tras la llegada masiva de la inmigración, ha aumentado espectacularmente el número de sacerdotes extranjeros que llegan a España, donde son acogidos con los brazos abiertos por las diócesis.
Así, en Canarias hay una decena de sacerdotes católicos llegados de otros países como Guinea Ecuatorial, Polonia, Colombia e incluso Corea.
Polacos y colombianos también están al frente de numerosas parroquias en las diócesis de Zaragoza, donde en total son cerca de 40 extranjeros; la mayoría procedentes de América Latina, aunque también hay llegados del centro y el Este de Europa y África.
En Aragón, el 6 por ciento de los sacerdotes es extranjero, y en Valladolid 7 curas de otros países ya ofician misas en más de 20 pueblos de esta provincia.
«En algunas diócesis, el clero sudamericano llega ya al 20 por ciento«, confirma Gil, encargado, junto con el director del secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, José Luis Pinilla, de la acogida de los extranjeros y el envío de los que se van.
Los sacerdotes extranjeros que llegan a servir en España no se consideran «misioneros».
En su mayoría llegan enviados por su diócesis de origen, cuando un obispo considera que muchos compatriotas están emigrando y necesitarán apoyo y acompañamiento de un párroco de su país de origen.
Otros muchos llegan «por libre, fruto de un deseo personal; por no encontrarse cómodos allá o porque sus familias se vinieron a España», explica Gil, quien precisa que éstos llegan sin el apoyo de su diócesis de origen y se ofrecen a un obispo español, que por lo general les acoge sin problemas,
Todos ellos reciben unas «sesiones o cursos de adaptación» para conocer las características especiales de los fieles españoles y los usos y costumbres de los sacerdotes de aquí.
«Hay que explicarles que si llegan y dan una misa de hora y media, el domingo siguiente no va nadie; nos vacían las iglesias», comenta Gil.
Finalmente, otro grupo numeroso de sacerdotes extranjeros que ejercen en España sonaquellos que llegaron a estudiar en los seminarios españoles y al terminar sus estudios optaron por quedarse.
Pero no todos los sacerdotes extranjeros se ponen al frente de parroquias en pueblos remotos; muchos de ellos establecen capillanías o grupos de católicos con unas características especiales y que requieren una atención diferenciada.
Así, en Madrid funcionan siete capillanías por nacionalidades -filipina, polaca, dos rumanas, ucraniana, africana y china- cada una de ellas atendida por un sacerdote «de su mismo país, que habla el idioma, les comprende y les apoya y ayuda con sus problemas de adaptación», explica el responsable de Migraciones de la CEE.
Según Pinilla, en Barcelona se han creado capillanías para atender a filipinos, polacos, chinos, guineanos y latinoamericanos; y en Mallorca, los católicos polacos, rumanos, chinos, alemanes y nigerianos también cuentan con su propia capillanía.
«España es un país cada vez más internacional y eso se nota también en las iglesias«, subraya.
27 Feb 2012 Deja un comentario
en Derechos Humanos, Humanizar, Iglesia Catolica Romana, Para reflexionar, Teologia de la Liberación, Testimonios
Será difícil encontrar alguien que, con tanta lucidez y amor, de pensamiento, palabra y obra, haya hecho de ella el centro de su vida
Muere Giulio Girardi, uno de los teólogos de la liberación más importantes y prestigiosos. Su amigo, el también teólogo español Benjamín Forcano nos comunica su deceso: «Acabo de recibir de Bruno Bellerate, cuidador hasta el final de Giulio, esta noticia: ‘Queridísimos , por desgracia esta noche ( sábado 25)
ha muerto Giulio Girardi. Un abrazo'».
Y Forcano glosa así su figura: «Giulio fue, para quienes lo conocimos, entrega absoluta a la causa del Reino, concretada en los excluidos y oprimidos. Será difícil encontrar alguien que, con tanta lucidez y amor, de pensamiento, palabra y obra, haya hecho de ella el centro de su vida. Y, además, con un desposeimiento, sencillez y generosidad que lo hacen acreedor al retablo de nuestros santos. Es mucho lo que las bases, el movimiento y la teología de liberación, en definitiva, la Iglesia de Jesús le debemos»
Giulio Girardi (El Cairo, 23 de febrero de 1926) profesor universitario, presbítero, teólogo y filósofo italiano.
Después del nacimiento, su familia se trasladó a París hasta al 1931; más tarde vivió junto con sus padres en Beirut (Líbano) donde estudia con los dominicos en una escuela italiana. En el 1937, después de la separación de los padres, se trasfiere con su madre y la hermana a Alejandría (Egipto); aquí frecuenta la escuela italiana de los salesianos. En el 1939 elige ser salesiano y lo envían a Italia para estudiar y prepararse a la vida sacerdotal con los salesianos de Juan Bosco. Termina los estudios filosóficos en el 1950, con el doctorado en filosofía, con una tesis de metafisica de Tomás de Aquino. Realiza otros estudios de teologia en la Universidad Gregoriana de Roma entre los años 1951 y 1953 y la Universidad salesiana de Turín desde 1953 al 1955. En Turín se ordena sacerdote el 1 de enero del 1955.
Docente universitario
En el 1948 es docente de Filosofía y de Metafísica a la Universidad Salesiana de Turín; en 1960 con el mismo cargo, en la Universidad Salesiana de Roma. Partecipa en el Concilio Vaticano II como perito.Por haber decidido estar con los movimientos de base y acercarse al marxismo, en el año 1969 lo espulsan del Ateneo por «divergencias ideológicas». Se tranfiere a París, donde enseña Antropología a la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica e Introducción a Marxismo al Instituto de Ciencias y Teologías de las Religiones.En los mismos años enseña Antropología e Introducción al Marxismo en el Instituto Superior de Pastoral Lumen Vitae de Bruselas.En estos años se adhiere y fomenta el movimiento «Cristianos por el socialismo»en América Latina y Europa. Su abierto compromiso a nivel ideológico y político por los movimientos revolucionarios hacen que lo expulsen de la Universidad Católica de París en el año 1973 y al año siguiente de la Lumen Vitae de Bruselas. Por solidariedad con él dimiten también François Houtart, Gustavo Gutiérrez y Paulo Freire.
Continúa enseñando con la Universidad de Lecce ( Apulia, Italia) enseñando Historia de la Filosofía en los años 1977-1978, luego en la Universidad de Sassari (Cerdeña, Italia) donde enseña Filosofía Política desde 1978 hasta al 1996, cuando deja de enseñar.
El Concilio y su compromiso político
En 1962, Girardi es invitado en calidad de experto profundo conosedor del marxismo y del ateísmo moderno, al Concilio Vaticano II. Durante el Concilio colabora a la proyecto y la redacción del Esquema XIII, que servirá para la constitución pastoral de la Gaudium et Spes. En 1965 empieza el diálogo entre cristianos y marxistas, en diferente secciones a nivel nacional y internacional. A su búsqueda filosófica se une su compromiso siempre cresciente con las realidades de base en Italia y en el mundo, que empiezan a unir la actualizacción conciliar con el compromiso político. Su conoscimento de la América Latina lo lleva siempre más frecuentemente a dar vueltas en el mundo; es uno de los protagonistas de la Teología de la liberación y difusor de ella en Europa. En 1972 partecipa en el primero encuentro continental de Cristianos por el socialismo a Santiago de Chile después de haber conocido distantas realidades latinoamericanas. ( Chile, Perú, Colombia, México, Cuba) y llevando a Europa el dicho movimiento (1973-1980).
En 1974 es nombrado membro del tribunal Russel II sobre Latinoamérica; desde 1976 hasta hoy es membro del Tribunale de los Pueblos. En el 1977, después de ser expulsado de todas las universidades católicas de donde enseñava, lo expulsan los Salesianos y es suspendido «a divinis». Girardi sigue su compromiso de solidariedad con los pueblos latinosamericanos y su obra de animador y formador en la Comunidad de Base así como en el diálogo entre católicos y comunistas. En el 1980 por primera vez, visita Nicaragua donde se solidariza con la revolución sandinista y colabora con varios movimientos ecuménicos, indígenas y populares de este país. El Frente Sandinista le entrega el título de «Carlos Fonseca» como reconoscimiento al trabajo hecho a lado del pueblo nicaragüense.
Desde 1986 viaja a Cuba, cada año, colaborando con distintas organizaciones culturales y ecuménicas.Desde 1988 se compromete con el movimiento indígena, de particular modo en México, Ecuador y Bolivia, y desde 1992 con el movimento macroecuménico «Asamblea del Pueblo de Dios», donde al tradicional tema de la liberación se une el descubrimiento de las origenas étnicas e indígenas de los pueblos suramericanos. Se interesó también de las temáticas de la educación popular y del nasciente «Movimiento por la Paz». Con los años, su labor en Italia fue sobre las condiciones del mundo del trabajo y su implicaciones de la cosciencia cristiana a pesar de los cambios culturales que han pasado.
En el 2005 entra en el Movimiento «Nosotros Somos Iglesias» continuando con las temática políticas y sociales desarrolladas durante tantos años. Juntos a un grupo internacional de teologos fue promodor de un «Llamamiento a la claridad», un manifesto contra la beatificación del Papa Wojtyla, unas de las pocas señales críticos realizadas contra la figura de Juan Pablo II.
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