Me gusta Publicado el 22/04/2013
La campana de aproximadamente 300 años de antigüedad, hecha en bronce y con un peso de 100 kilos, fue robada de la Iglesia San Antonio de Cali. Este era el lugar donde estaba ubicada, a unos ocho metros de altura, por lo que las autoridades no se explican cómo pudo haber sido hurtada sin que nadie se diera cuenta. Lo más insólito del caso, es que a unos cuantos pasos del templo católico, está ubicado un CAI de la Policía. Samuel Ñáñez, es el hombre que se encarga del mantenimiento de las campanas de la iglesia, y quien dio aviso del hecho a las monjas de la comunidad Las Clarisas que habitan en el monasterio Santa Clara.
Se presume que los delincuentes pudieron haber robado la campana el pasado jueves en la madrugada, utilizando alguna escalera o subiendo por en medio de las rejas hacia el lugar donde se encontraba.
Lo cierto es que quienes hicieron el robo, tuvieron todo el tiempo necesario para subir hasta el campanario, cortar el pesado elemento, bajarlo y transportarlo. La Policía ofreció una recompensa para recuperar la campana, aunque no estableció un monto específico.
La comunidad del sector de San Antonio denunció que la inseguridad ha aumentado en los últimos meses. Aunque hay ubicado un CAI de la Policía, esto no ha impedido que la delincuencia se vaya de la zona. Ahora, la víctima de robos fue una iglesia católica.
Evangelizadoras de los apóstoles 