Las palabras del Pontífice que hicieron temblar la Curia


06/13/2013
Sacerdotes en la Plaza San PedroSACERDOTES EN LA PLAZA SAN PEDRO

Los prelados admiten: es una cuestión conocida. Algunos incluso revelan que ha habido carreras truncadas por el “gossip”

ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO

 

Silencio en la Curia romana después de las palabras que habría pronunciado el Papa sobre un “lobby gay”. Incomodidad por la difusión del encuentro privado que sostuvo Francisco con los religiosos latinoamericanos, pero hasta ahora no ha habido nadie que desmienta lo publicado. La reacción, después de la bomba de las palabras sobre el “lobby gay” en el Vaticano, atribuidas a Papa Francisco, es la del silencio. La cúpula de la Clar, la Confederación latinoamericana de los religiosos, que transcribieron su diálogo con Bergoglio y que acabó siendo publicado en el sitio chileno de “Reflexión y Liberación”, deploran la publicación, sin explicar, sin embargo, cómo llegó a manos de los editores del sitio. Aunque en el Vaticano dicen que no es correcto poner entre comillas, como si fuera una cita verdadera, las afirmaciones que habría hecho el Papa, nadie ha desmentido la sustancia de lo publicado.

 

«En la Curia hay desconcierto por el hecho de que Francisco no sea libre de hablar en privado sin que después se publiquen sus palabras», susurra desconsolado un monseñor, y después añade, con respecto al “lobby gay”: «se habla de ello desde hace tiempo, no es ningún misterio; la novedad es que ahora ha hablado de ello el Papa, aunque no en estos términos específicos».

 

 

Viendo al Papa durante la audiencia de ayer, saludando y bendiciendo a más de 50 mil fieles durante la audiencia de los miércoles, no se diría que estaba preocupado por el que habría podido transformarse en el primer accidente mediático de su pontificado. Por lo demás, ¿cómo olvidar las palabras sobre la «suciedad en la Iglesia» que pronunció hace 8 años el entonces cardenal Ratzinger, a pocas semanas de haber sido elegido Papa? ¿Cómo no recordarque justamente los grupos, las facciones de poder dentro de la Curia romana y el escándalo de los “vatileaks” ocuparon mucho espacio en las discusiones entre los cardenales, sobre todo extranjeros, antes del último Cónclave? Por no hablar del caso del purpurado escocés, Keith O’Brien, obligado a renunciar y a no participar en el Cónclave después de haber admitido molestias de hace treinta años en contra de algunos seminaristas (adultos).

Es decir, a pesar de algunas reacciones indignadas, no es ningún misterio que el problema exista. Antes de partir de Argentina, el cardenal Bergoglio –según lo que se lee en la biografía apenas publicada por Evangelina Himitian (“Francisco. El Papa de la gente”), respondió a una pregunta sobre el perfil del futuro Papa e indicó que habría tenido que «limpiar la Curia». No se esperaba que habría debido hacerlo él mismo, a pesar de sus 76 años.

 

Es comlicado adentrarse en el laberinto de intrigas y acusaciones cruzadas que circulan los palacios sacros, en donde las cartas anónimas están a la orden del día y en donde justamente la acusación de la homosexualidad es la que se usa con mayor desenvoltura para destruir a los adversarios. No hay que olvidar que hace algunos años, después de una investigación del programa italiano “Exit”, en el canal 7, un monseñor de la Congregación del Clero fue filmado en secreto con un joven que había conocido en la red. El prelado perdió su puesto en la Curia, a pesar de haber sostenido que estaba llevando a cabo un estudio, como si fuera un infiltrado, aunque sus superiores ignoraran el caso. En otros casos, en cambio, no es suficiente ser sorprendido para interrumpir una carrera, como en el caso del brillante diplimático vaticano que fue descubierto en la cama con un hombre; le echaron de la nunciatura, pero, de cualquier manera, se convirtió en un obispo pocos años después. Para algunos, evidentemente «protegidos», la carrera no se interrumpe. Una acusación de homosexualidad hecha por un cardenal en contra de un importante obispo curial “congela” cualquier nombramiento del acusado en puestos importantes, aunque después de las investigaciones de los “007 en sotana”, hayan caído las acusaciones y llegara el anhelado nombramiento.  Por no hablar de algunos jovenes y emprendedores laicos, en la gracia de las más altas esferas vaticanas gracias a inconfesables cuestiones sexuales. Un botón de muestra sobre este sórdido mundo fue el caso del “gentilhombre de Su Santidad” Angelo Balducci, a quien uno de los coristas de la Capilla Giulia procuraba amantes a cambio de dinero.

 

La existencia de una red de monseñores “homosensibles” fue confirmada en el sitio web “Venerabilis”, promovido por los miembros de la “Homosexual Roman Catholic Priests Fraternity”, grupo virtual que pone en contacto a los sacerdotes gays, y algunos de ellos trabajan en las oficinas de la Curia romana.

 

 

Los mensajes que lanza al respecto, como los que ha repetido sobre el «carrierismo» eclesiástico y sobre la transparencia de las finanzas vaticanas, indican que el Papa está al tanto de la situación que debe afrontar y cambiar.

 

 

 

http://vaticaninsider.lastampa.it/es/vaticano/dettagliospain/articolo/chiesa-church-vaticano-vatican-gay-25605/

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