FIESTA DE SAN JUAN: SOLSTICIO DE VERANO.


 

SOLSTICIO DE VERANO y NOCHE DE SAN JUAN

El 21 de junio se celebra en el hemisferio norte, el día más largo del año. Definitivamente no es un día como los demás, la naturaleza, el hombre y las estrellas se disponen a celebrar una fiesta, cargada de gran poder y magia. Hadas y deidades de la naturaleza andan sueltos por los campos; los agricultores dan gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus tareas y entregarse a la diversión. También es el momento justo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los mismos hombres; además se debe comenzar a almacenar alimentos para pasar el otoño y el invierno.

La celebración del solsticio de verano, es tan antigua como la misma humanidad. En un principio se creía que el sol no volvería a su esplendor total, pues después de esta fecha, los días era cada vez más cortos. Por esta razón, fogatas y ritos de fuego de toda clase se iniciaban en la víspera del pleno verano, o 20 de junio, para simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía.

En tiempos posteriores se encendían fogatas en las cimas de la montañas, a lo largo de los riachuelos, en la mitad de las calles y al frente de las casas. Se organizaban procesiones con antorchas y se echaban a rodar ruedas ardiendo colinas abajo y a través de los campos.

 

A menudo se bailaba y saltaba alrededor del fuego para purificarse y protegerse de influencias demoníacas y asegurar el renacimiento del sol.

Se puede decir que todo empezó hace cerca de 5 mil años, cuando nuestros antepasados, tan amigos de  observar  las estrellas, se dieron cuenta que en determinada época del año el Sol se mueve  desde una posición perpendicular sobre el Trópico de Capricornio, hasta una posición perpendicular sobre el trópico de Cáncer. A estos días extremos en la posición del Sol se les llamó solsticios de invierno y verano, los cuales ocurren los días diciembre 21 y junio 21 respectivamente. Estas fechas corresponden al hemisferio norte, pues en el sur es al contrario. El día que veremos al sol ponerse más al sur es el 21 de diciembre y el día que lo veremos ponerse más al norte es el 21 de junio. “Las fechas mencionadas son las típicas, pero puede ser que en un año determinado caiga un día antes o después, debido a las irregularidades del calendario, como los años bisiestos”. Hablando propiamente del solsticio de verano, en esta fecha el eje de la tierra está inclinado 23,5 grados hacia el sol. Esto ocasiona que, en el hemisferio norte, el 21 de junio sea el día más largo del año.

En los antiguos mitos griegos a los solsticios se les llamaba “puertas” y, en parte, no les faltaba razón. La “puerta de los hombres”, según estas creencias helénicas, correspondía al solsticio de verano (del 21 al 22 de junio) a diferencia de “la puerta de los dioses” del solsticio de invierno (del 21 al 22 de diciembre).

 

SOLSTICIO DE VERANO Y DE INVIERNO: Hay dos momentos del año en los que la distancia angular del Sol al ecuador celeste de la Tierra es máxima. Son los llamados solsticios. El de verano es el gran momento del curso solar y -a partir de ese punto- comienza a declinar. Antes de cristianizarse esta fiesta, los pueblos de Europa encendían hogueras en sus campos para ayudar al Sol en un acto simbólico con la finalidad de que “no perdiera fuerzas”. En su conciencia interna sabían que el fuego destruye lo malo y lo dañino. Posteriormente, el hombre seguía destruyendo los hechizos con fuego.

Se ha asociado esta festividad al solsticio de verano, pero esto tan solo es cierto para la mitad del mundo o, mejor dicho, para los habitantes que viven por encima del ecuador (en el hemisferio norte) ya que para los del sur el solsticio es el de invierno y ni tan siquiera para todos ellos pues la fiesta de San Juan es patrimonio del mundo cristiano. Aunque no crean que en los países orientales, con ritos y creencias distintas, no se celebran estas fiestas conservando en todas ellas la misma esencia: rendir un homenaje al Sol, que en ese día tiene un especial protagonismo: en el hemisferio norte es el día más largo y, por consiguiente, el poder de las tinieblas tiene su reinado más corto y en el hemisferio sur ocurre todo lo contrario. En cualquier caso al Sol se le ayuda para que no decrezca y mantenga todo su vigor.

Este simbolismo era compartido por pueblos distantes, separados por el océano Atlántico. Es el caso de los viejos incas en Perú. Los dos festivales primordiales del mundo incaico eran el Capac-Raymi (o Año Nuevo) que tenía lugar en diciembre y el que se celebraba cada 24 de junio, el Inti-Raymi (o la fiesta del Sol) en la impresionante explanada de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco. Justo en el momento de la salida del astro rey, el inca elevaba los brazos y exclamaba: “¡Oh, mi Sol! ¡Oh, mi Sol! Envíanos tu calor, que el frío desaparezca. ¡Oh, mi Sol!” Este gran festival se sigue practicando y representando hoy en día para conmemorar la llegada del solsticio de invierno, con un claro tinte turístico. Los habitantes de la zona se engalanan con sus mejores prendas al estilo de sus antepasados quechuas y recrean el rito inca tal y como se realizaba (más o menos) durante el apogeo del Tahuantinsuyo.

 

ORÍGENES PAGANOS: Ni que decir tiene que esta fiesta solsticial es muy anterior a la religión católica o mahometana. Uno de los antecedentes que se puede buscar a esta festividad es la celebración celta del Beltaine, que se realizaba el primero de mayo. El nombre significaba “fuego de Bel” o “bello fuego” y era un festival anual en honor al dios Belenos. Durante el Beltaine se encendían hogueras que eran coronadas por los más arriesgados con largas pértigas. Después los druidas hacían pasar el ganado entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades. A la vez, rogaban a los dioses que el año fuera fructífero y no dudaban en sacrificar algún animal para que sus plegarias fueran mejor atendidas.

Otra de las raíces de tan singular noche hay que buscarla en las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, que se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador. Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas. Ya entonces se atribuían propiedades medicinales a la hierbas recogidas en aquellos díasEl cristianismo fue experto en reciclar viejos cultos paganos.

 

SÚBITAS APARICIONES Y DESAPARICIONES: En algunas leyendas piadosas, hasta los santos aprovechan la víspera de este día para trasladarse milagrosamente a otra parte. En nuestro mundo terrenal, encontramos muchos casos de desapariciones bastante enigmáticas, esa noche se abran las puertas interdimensionales, así como los encantamientos.

 

NOCHE DE SAN JUAN: Esta es una fecha en la que numerosas leyendas fantásticas son unánimes al decir que es un período en el que se abren de par en par las invisibles puertas del “otro lado del espejo”: se permite el acceso a grutas, castillos y palacios encantados; se liberan de sus prisiones y ataduras las reinas moras, las princesas y las infantas cautivas merced a un embrujo, ensalmo o maldición; braman los cuélebres (dragones) y vuelan los “caballucos del diablo”; salen a dar un vespertino paseo a la luz de la Luna seres femeninos misteriosos en torno a sus infranqueables moradas; afloran enjambres de raros espíritus duendiles amparados en la oscuridad de la noche y en los matorrales; las gallinas y los polluelos de oro, haciendo ostentación de su áureo plumaje, tientan a algún que otro incauto codicioso a que les echen el guante; las mozas enamoradas sueñan y adivinan quién será el galán que las despose; las plantas venenosas pierden su dañina propiedad y, en cambio, las salutíferas centuplican sus virtudes (buen día para recolectar plantas medicinales en el campo); los tesoros se remueven en las entrañas de la Tierra y las losas que los ocultan dejan al descubierto parte del mismo para que algún pobre mortal deje de ser, al menos, pobre; el rocío cura ciento y una enfermedades y además hace más hermoso y joven a quien se embadurne todo el cuerpo; los helechos florecen al dar las doce campanadas…

En definitiva, la atmósfera se carga de un aliento sobrenatural que impregna cada lugar mágico del planeta y es el momento propicio para estremecernos, ilusionarnos y narrar a nuestros hijos, nietos o amigos toda clase de cuentos, anécdotas y chascarrillos sanjuaneros que nos sepamos.

Esta noche se abre la puerta que nos introduce al conocimiento del futuro y a las dimensiones mágicas de la realidad. Es la noche en que los entierros arden, el Diablo anda suelto y los campos son bendecidos por el Bautista. En la mañana, muy temprano la gente se lava el pelo y la cara con las aguas bendecidas y comienza a llamar, tres veces consecutivas:

-¡San Juan!, ¡San Juan!, dame milcao (guiso de papas con manteca) yo te daré pan.

La noche anterior dos han sido los eventos más importantes: el baile del fuego y las pruebas. Algunas de estas pruebas son:

l. La joven que sale al amanecer y se encuentra con un perro su marido será un goloso perro durante su vida.

2. Al salir, después de las 12, se encuentra con un gato negro es mala suerte para el futuro, felicidad si el gato es de otro color.

3. Si a medianoche se hace una cruz en los árboles, producirán el doble.

4. Si a las 12, mira la luna y después la higuera, la verá florecer.

5. La higuera y el “pesebre” (helecho) florecen esta noche. Quien posea una de estas flores será muy afortunado.

6. Quien vea florecer la hierbabuena esta noche será muy afortunado siempre que lo mantenga en secreto.

7. En la víspera se planta la flor de la hortensia, en un tarro con tierra y agua. Luego se le hace un pedido poniendo fe en el bautismo de San Juan.

8. Hay que lavarse las manos con agua de manantial para mantenerse joven y el cabello para conservarlo hermoso. Esa noche las aguas están benditas por el Bautista.

9. Cuando llueve esa noche o al día siguiente, va a haber abundancia de manzanas.

10. Antes de la salida del sol hay que regar los árboles con agua de manantial, para que den bastante fruta durante el año.

11. Para tener buena siembra hay que tirar un pedazo de vela la noche de San Juan.

12. Para aprender a tocar guitarra hay que colocarse durante esta noche bajo una higuera.

 

La noche y el amanecer, están dedicado a San Juan en un esfuerzo por cristianizar las numerosas fuerzas que se manifiestan en esta mágica jornada, en la que todas las sociedades tradicionales de Europa ponen en marcha numerosos rituales de antiguo origen y profunda funcionalidad cultural. La fiesta no es específica de localidades concretas, sino que se extiende por toda Europa con diversas variantes.

Un personaje–símbolo de la cristiandad y un astro presiden la celebración. Por una parte el Sol que, según la tradición popular, sale bailando al amanecer del día 24. Por otra parte el santo de la fecha, San Juan, encargado de dotar de sacralidad a la fiesta, pero que no ocupa lugar central en los rituales.

Contando con el Sol y San Juan como componentes básicos de la celebración, en la noche y el amanecer sanjuaneros los hombres manipulan diversos instrumentos simbólicos con la finalidad de luchar contra los distintos males que perjudican a los humanos, a sus actividades y a sus bienes a lo largo del año.

Fecha de transición astral que anuncia diversos cambios en la naturaleza equivale a una ruptura de orden cósmica propiciadora de emergencias del inframundo. Por eso la noche de San Juan es noche de brujas, entes que pueden provocar numerosos males a los humanos.

La Noche de San Juan, la de las tradiciones mágicas, se caracteriza por la multitud de hogueras que iluminan la noche. Los ciudadanos arrojan a la hoguera antes de su encendido pequeños objetos, conjuros, deseos e incluso apuntes del curso con el objetivo de hacer desaparecer los malos espíritus.

La tradición de enramar las fuentes está relacionada con la prosperidad, la abundancia y la fecundidad. La tradición dice que al amanecer del primer día de verano, las mujeres recogían de las fuentes la flor del agua con la esperanza de encontrar pareja, concebir hijos o hacerse con poderes curativos. Al amanecer, cuando las mujeres iban a la fuente, se cantaba a la flor del agua.

 

¿POR QUÉ SAN JUAN BAUTISTA?: San Lucas narra en su Evangelio que María, en los días siguientes a la Anunciación, fue a visitar a su prima Isabel cuando ésta se hallaba en el sexto mes de embarazo. Por lo tanto, fue fácil fijar la solemnidad del Bautista en el octavo mes de las candelas de junio, seis meses antes del nacimiento de Cristo. (de hoy en seis meses – el 24 de diciembre – estaremos celebrando el nacimiento de nuestro Redentor, Jesús).

 

Desde entonces se señaló esta noche como la de San Juan, muy próxima al solsticio de verano que ha heredado una serie de prácticas, ritos, tradiciones y costumbres cuyos orígenes son inmemoriales en toda Europa y se han extendido por muchos pueblos de América. Lo paradójico del asunto es que el 24 de junio se celebra la fecha del nacimiento del Bautista, que en realidad no debería festejarse porque de los Santos siempre se recuerda el día de su muerte. San Agustín hace la observación de que la Iglesia celebra la fiesta de los santos en el día de su muerte, pero que en el caso de San Juan Bautista, hace una excepción y le conmemora el día de su nacimiento, porque fue santificado en el vientre de su madre y vino al mundo sin culpa. Es digno celebrarse su nacimiento, ya que fue motivo de inmensa alegría para la humanidad tener entre sus miembros al que iba a anunciar la proximidad de la Redención.

En el Evangelio de San Lucas se cuenta que su padre, el sacerdote Zacarías, había perdido la voz por dudar de su mujer, Isabel, estuviera en cinta. Sin embargo en el momento de nacer San Juan la recuperó milagrosamente, como se lo había predicho el ángel Gabriel. Rebosante de alegría, la tradición religiosa dice que encendió hogueras para anunciar a parientes y amigos la noticia. Cuando siglos después se cristianizó esta fiesta, la noche del 23 al 24 de junio se convirtió en una noche santa y sagrada, sin abandonar por eso su aura mágica. Cuando el portavoz de la Redención nació, y Zacarías escribió en una tablilla: “Su nombre es Juan”, el sacerdote recuperó inmediatamente el habla y entonó el hermoso himno de amor y agradecimiento conocido como “Benedictus”, que la Iglesia repite a diario en su oficio.

El capítulo primero del evangelio de San Lucas nos cuenta de la siguiente manera el nacimiento de Juan: Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel, y no tenían hijos porque ella era estéril. Siendo ya viejos, un día cuando estaba él en el Templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del altar.

Al verlo se asustó, mas el ángel le dijo: “No tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos para Dios”.

Pero Zacarías respondió al ángel: “¿Cómo podré asegurarme que eso es verdad, pues mi mujer ya es vieja y yo también?”.

El ángel le dijo: “Yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quien he sido enviado a traerte esta nueva. Mas por cuanto tú no has dado crédito a mis palabras, quedarás mudo y no volverás a hablar hasta que todo esto se cumpla”.

Seis meses después, el mismo ángel se apareció a la Santísima Virgen comunicándole que iba a ser Madre del Hijo de Dios, y también le dio la noticia del embarazo de su prima Isabel.

Llena de gozo corrió a ponerse a disposición de su prima para ayudarle en aquellos momentos. Y habiendo entrado en su casa la saludó. En aquel momento, el niño Juan saltó de alegría en el vientre de su madre, porque acababa de recibir la gracia del Espíritu Santo al contacto del Hijo de Dios que estaba en el vientre de la Virgen.

También Santa Isabel se sintió llena del Espíritu Santo y, con espíritu profético, exclamó: “Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿De dónde me viene a mí tanta dicha de que la Madre de mi Señor venga a verme? Pues en ese instante que la voz de tu salutación llegó a mis oídos, la criatura que hay en mi vientre se puso a dar saltos de júbilo. ¡Oh, bienaventurada eres Tú que has creído! Porque sin falta se cumplirán todas las cosas que se te han dicho de parte del Señor”. Y permaneció la Virgen en casa de su prima aproximadamente tres meses; hasta que nació San Juan.

De la infancia de San Juan nada sabemos. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto con la naturaleza le acercaba más a Dios. Vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración.

Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como alimento, aquello que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y miel silvestre. Solamente le preocupaba el Reino de Dios.

Cuando Juan tenía más o menos treinta años, se fue a la ribera del Jordán, conducido por el Espíritu Santo, para predicar un bautismo de penitencia.

Juan no conocía a Jesús; pero el Espíritu Santo le dijo que le vería en el Jordán, y le dio esta señal para que lo reconociera: “Aquel sobre quien vieres que me poso en forma de paloma, Ese es”.

Habiendo llegado al Jordán, se puso a predicar a las gentes diciéndoles: Haced frutos dignos de penitencia y no estéis confiados diciendo: Tenemos por padre a Abraham, porque yo os aseguro que Dios es capaz de hacer nacer de estas piedras hijos de Abraham. Mirad que ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto, será cortado y arrojado al fuego”.

Y las gentes le preguntaron: “¿Qué es lo que debemos hacer?”. Y contestaba: “El que tenga dos túnicas que reparta con quien no tenga ninguna; y el que tenga alimentos que haga lo mismo”…

“Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y yo no soy digno ni siquiera de soltar la correa de sus sandalias. El es el que ha de bautizaros en el Espíritu Santo…”

Los judíos empezaron a sospechar si el era el Cristo que tenía que venir y enviaron a unos sacerdotes a preguntarle “¿Tu quién eres?” El confesó claramente: “Yo no soy el Cristo” Insistieron: “¿Pues cómo bautizas?” Respondió Juan, diciendo: “Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está Uno a quien vosotros no conocéis. El es el que ha de venir después de mí…”

Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en busca de Juan para ser bautizado. Juan se resistía a ello diciendo: “¡Yo debo ser bautizado por Ti y Tú vienes a mí! A lo cual respondió Jesús, diciendo: “Déjame hacer esto ahora, así es como conviene que nosotros cumplamos toda justicia”. Entonces Juan condescendió con El.

Habiendo sido bautizado Jesús, al momento de salir del agua, y mientras hacía oración, se abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y permaneció sobre El. Y en aquel momento se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias”.

 

Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a su encuentro, y al verlo dijo a los que estaban con él: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo os dije: Detrás de mí vendrá un varón, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo”.

Entonces Juan atestiguó, diciendo: “He visto al Espíritu en forma de paloma descender del cielo y posarse sobre El. Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquél sobre quien vieres que baja el Espíritu Santo y posa sobre El, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo. Yo lo he visto, y por eso doy testimonio de que El es el Hijo de Dios”.

Herodías era la mujer de Filipo, hermano de Herodes. Herodías se divorció de su esposo y se casó con Herodes, y entonces Juan fue con él y le recriminó diciendo: “No te es lícito tener por mujer a la que es de tu hermano”; y le echaba en cara las cosas malas que había hecho.

Entonces Herodes, instigado por la adúltera, mandó gente hasta el Jordán para traerlo preso, queriendo matarle, mas no se atrevió sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía, pues estaba muy perplejo y preocupado por lo que le decía.

Herodías le odiaba a muerte y sólo deseaba encontrar la ocasión de quitarlo de en medio, pues tal vez temía que a Herodes le remordiera la conciencia y la despidiera siguiendo el consejo de Juan.

Sin comprenderlo, ella iba a ser la ocasión del primer mártir que murió en defensa de la indisolubilidad del matrimonio y en contra del divorcio.

Estando Juan en la cárcel y viendo que algunos de sus discípulos tenían dudas respecto a Jesús, los mandó a El para que El mismo los fortaleciera en la fe.

Llegando donde El estaba, le preguntaron diciendo: “Juan el Bautista nos ha enviado a Ti a preguntarte si eres Tú el que tenía que venir, o esperamos a otro”.

En aquel momento curó Jesús a muchos enfermos. Y, respondiendo, les dijo: “Id y contad a Juan las cosas que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio…”

Así que fueron los discípulos de Juan, empezó Jesús a decir: “¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Alguna caña sacudida por el viento? o ¿Qué salisteis a ver? ¿Algún profeta? Si, ciertamente, Yo os lo aseguro; y más que un profeta. Pues de El es de quien está escrito: Mira que yo te envío mi mensajero delante de Ti para que te prepare el camino. Por tanto os digo: Entre los nacidos de mujer, nadie ha sido mayor que Juan el Bautista…”

Llegó el cumpleaños de Herodes y celebró un gran banquete, invitando a muchos personajes importantes. Y al final del banquete entró la hija de Herodías y bailó en presencia de todos, de forma que agradó mucho a los invitados y principalmente al propio Herodes.

Entonces el rey juró a la muchacha: “Pídeme lo que quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino”.

Ella salió fuera y preguntó a su madre: “¿Qué le pediré?” La adúltera, que vio la ocasión de conseguir al rey lo que tanto ansiaba, le contestó: “Pídele la cabeza de Juan el Bautista”. La muchacha entró de nuevo y en seguida dijo al rey: “Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista”.

Entonces se dio cuenta el rey de su error, y se pudo muy triste porque temía matar al Bautista; pero a causa del juramento, no quiso desairarla, y, llamando a su guardia personal, ordenó que fuesen a la cárcel, lo decapitasen y le entregaran a la muchacha la cabeza de Juan en la forma que ella lo había solicitado.

El sepulcro del Bautista, junto con los de Elíseo y Abdía, fue venerado en la ciudad de Samaría hasta el siglo IV, cuando Julián el Apóstata hizo que sus restos mortales fuesen diseminados. La Iglesia católica celebra el 24 de junio el nacimiento de San Juan Bautista y el 29 de agosto conmemora su decapitación.

Oración: “Gloriosísimo San Juan Bautista, precursor de mi Señor Jesucristo, lucero hermoso del mejor sol, trompeta del Cielo, voz del verbo eterno, sois el mayor de los santos y abanderado del Rey de la Gloria; más hijo de la gracia que de la naturaleza y por todas las razones, príncipe poderosísimo en el Cielo; Otorgadme el favor que os pido _____, si fuere conveniente para mi salvación; y si no para mi perfecta resignación, con abundante gracia; que haciéndome amigo de Dios, me aseguré las felicidades eternas de la Gloría. Amén.”

 

El nombre JUAN: Procede del hebreo Yo-hasnam, con el significado de “Dios es misericordioso”. Otra etimología muy cercana es la de Jo-hanan o Jo-hannes, que significa “Dios está a mi favor”. Empezando por san Juan Bautista, la personalidad de los santos y otros hombres insignes que han llevado este nombre, es inconmensurable.

San Juan Bautista es el príncipe del santoral cristiano: es el único santo del que se celebra el nacimiento y no la muerte, y su fiesta, el 24 de junio, es una fiesta solar, de luz y de fuego, decantación de los más antiguos ritos de la humanidad en la más grande de todas las fiestas. Mientras Jesús ocupa el solsticio de invierno (la Iglesia optó por cambiar su titular, al ver que era imposible suprimir estas fiestas), san Juan toma posesión del solsticio de verano porque fue imposible erradicar las ancestrales celebraciones solares. Y fue precisamente el hecho de la vinculación de su nombre a las fiestas más esplendorosas y más vitalistas, lo que elevó su prestigio hasta límites que sólo milenios de historia pueden explicar. Pero no es gratuita la coincidencia entre el ancestral culto solar y san Juan Bautista. El personaje es de una gran talla: es un Sol menor que abre camino al gran Sol que es Cristo, con una firmeza que hace temblar al mismo rey Herodes. Tenía el Bautista una misión, y nada le acobardó. Preparaba los caminos del Señor. Era La Voz que clamaba en el desierto. No se callaba cuando no se debe callar: cuando veía los abusos del poder, no giraba la cabeza, aunque no le afectasen directamente; por eso acabó su cabeza servida en la bandeja de Salomé. Una cabeza que el mismo Herodes valoró en la mitad de su reino. San Juan Bautista abrió de par en par las puertas del cielo a los Juanes, que tras él entraron en legión: san Juan Evangelista, el discípulo predilecto de Jesús; san Juan Crisóstomo, uno de los más grandes oradores de todos los tiempos; san Juan Bautista de la Salle, fundador de las Escuelas Cristianas; san Juan de la Cruz, el poeta que divinizó el amor humano y humanizó el amor divino; san Juan I Papa, iniciador de la serie de grandes papas que llegó hasta el humanísimo Juan XXIII; san Juan de Dios, fundador de los Hermanos Hospitalarios, y así hasta ciento veinte santos. El nombre de Juan tiene un encanto y una virtud invencibles. Se impone con la fuerza positiva del mismo Sol, con la viveza del fuego, con la fecundidad de la verbena. “Entre los nacidos de mujer, nadie más grande que Juan el Bautista”.  

 

Grupo M.A.I.S. TOLTEKAHIOTL. A.C.

«Mancomunidad de la Amerrikua Iniciática Solar»

Xalapa, Ver, México.

Edgar Jerezano Azamar «Torasyah»

lo envió Balo Ortega

Angeles Solares

http://www.actosdeamor.com/nochesanjuan.htm

Arrestada en Colombia falsa profeta que estafó a miles de evangélicos


 

Posted by  on 15 junio, 2013 

María Elvia Rodelo La mujer lideraba una banda de 17 personas que convencía a los religiosos de entregar dinero, asegurando que tenía una herencia de 4.5 billones de pesos que iba a repartir.

María Elvia Rodelo Zambrano lideraba una banda de 17 personas que convencía a los religiosos de entregar dinero, asegurando que tenía una herencia de 4.5 billones de pesos que iba a repartir.

Una mujer de 49 años, cuya estatura no supera el metro con cincuenta centímetros y con rasgos de indígena, está indiciada por la Fiscalía de haberse apoderado de unos 25.000 millones de pesos de feligreses de varias iglesias evangélicas en todo el país.

Se trata de María Elvia Rodelo Zambrano, quien manifestó a pastores y comerciantes de poblaciones de diez departamentos de Colombia que ella era portadora de una herencia calculada en 4.5 billones de pesos, pero el testamento tenía una cláusula que decía que para hacerse acreedora a esta fortuna, tenía que entregar la mitad para obras sociales.

Fue así como muchos incautos creyeron el cuento y empezaron a vender sus casas, fincas, ganado y vehículos, para entregarle a esta mujer fuertes sumas de dinero, que supuestamente iba a destinar al pago de impuestos y abogados para poder repartir la herencia.

Esta mujer se refugió en seguidores de muchas iglesias evangélicas del país, quienes empezaron a consignarle el dinero a la espera que éste fuera multiplicado en más de un 500 por ciento.

El fiscal del caso, Pedro Prada, señaló que la mujer le decía a los pastores que por cada millón de pesos que ellos aportaran, recibirían 30 millones. Les decía, inclusive, que los ceros a la derecha no cambian en los cheques que recibirían una vez entregaran sus aportes.

Según la Fiscalía, esta mujer utilizaba a los pastores de las iglesias para llegar a los incautos feligreses y prometía a los jefes de esos templos una ganancia incalculable, la cual “tenía la bendición del señor Jesucristo”.

Es el caso de un comerciante del municipio de Yondó, quien aportó 200 millones de pesos con la condición de que muy pronto recibiría 2.000 millones de pesos por su contribución.

En las cuentas interceptadas por la Fiscalía a los cómplices de Rosadelia, “La Profeta”, como es conocida por los feligreses, se hallaron 23 cuentas, muchas de las cuales tienen saldos de más de 200 millones de pesos; en cinco de ellas los montos pasaban los 1.500 millones de pesos.

En los operativos realizados en Cartagena, Barrancabermeja y el sur de Bolívar fueron capturadas 16 personas más, muchas de ellas pastores de iglesias evangélicas y familiares cercanos de “la profeta”.

Según la Fiscalía, esta mujer ya había sido condena a 13 años de prisión en el año de 1993 por este mismo delito, pero volvió a reincidir desde el año 2003.

Entre las personas capturadas en varios operativos por el CTI, se encuentra una concejal del municipio de Yondó, nordeste Antioqueño.

También en este proceso fueron vinculados por la fiscalía varios pastores de iglesias evangélicas que les pidieron aportes a las comunidades religiosas.

Las estafas de esta mujer fueron cometidas en los Santanderes, Antioquia, Bolívar, Cesar, Cundinamarca, Valle, Cauca, Atlántico y Magdalena.

Según la Fiscalía, la señora María Elvia Rodelo Zambrano llegó en 1993 al barrio Chile, en Cartagena, en una situación tan precaria y manifestó que había heredado una herencia de manos de una persona identificada como Otovino Otoel Rueda Zarate, quien habría muerto y no tenía más familiares que ella.

Luego de la investigación se pudo comprobar que esta persona no existía y por ende era falso su fallecimiento en la ciudad de Cúcuta.

Los capturados están indiciados por los presuntos delitos de estafa y enriquecimiento ilícito y la audiencia de imputación de cargos se realiza en el palacio de justicia de Bucaramanga.

Los capturados son 8 mujeres y nueve hombres.

(Caracol)

 

http://www.cristianodigital.net/falsa-profeta-estafo-a-miles-de-evangelicos-en-colombia/

Continuarán libres criminales y encubridores de abusos sexuales a niños. Comunicado de SNAP


SATURDAY, JUNE 15, 2013 AT 12:59PM

COMUNICADO INMEDIATO

Por ahora, los funcionarios del Vaticano no se enfrentarán a cargos criminales

Fiscal de la CPI podrá reconsiderar con «hechos o informaciones nuevas»

SNAP: «Vamos a seguir llevando adelante la prueba de la complicidad de la iglesia»

Un fiscal de la Corte Penal Internacional ha determinado que, por ahora, no se presentarán cargos contra altos funcionarios católicos por «crímenes contra la humanidad.» Pero las víctimas de abusos sexuales del clero dicen  que van a seguir para reunir pruebas y «crear el registro» de «crímenes sexuales contra niños en curso y encubrimiento» de los obispos de todo el mundo y confiamos en la Corte Penal Internacional eventualmente investigue y procese  a la jerarquía eclesiástica.

En septiembre de 2011, los líderes de SNAP, la Red de Sobrevivientes de los Abusados ​​por Sacerdotes, y CCR, el Centro para los Derechos Constitucionales, presentaron una queja formal de la página 71 – con el apoyo de más de más de 22.000 páginas de material de apoyo – con la CPI .

La denuncia acusa a cuatro prelados del Vaticano – El secretario de Estado cardenal Tarcisio Bertone, ex secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano, ex Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal William Levada cabeza y el ahora retirado el Papa Benedicto – con «permitir y ocultar la violencia sexual en todo el mundo . »

En abril de 2012, en otro comunicado, los grupos presentaron varios miles más páginas de documentación de la CPI.

Pero en una carta de dos páginas, de 31 de mayo, la fiscalía dice que algunos de los supuestos (delitos) no cumplen con las «condiciones previas de la corte» y por tanto «no parece corresponder a la competencia de la corte,  aunque la oficina puede reconsiderar esta decisión a la luz de los «hechos o informaciones nuevas.»

En la carta, el fiscal sugiere que SNAP pudiera acercarse a tribunales de distintos países.

«No estamos ni disuadidos ni desanimarnos por esta noticia», dijo Barbara Blaine de SNAP. «Estamos seguros de que la CPI encontrará pruebas suficientes de que los altos funcionarios católicos  aún a sabiendas de los abusos,  ha permitido  a los depredadores dañar y poner en peligro a los niños de todo el mundo, al tiempo que ocultan estos crímenes atroces,»

«Tenemos el honor de representar a los sobrevivientes que han demostrado valentía extraordinaria durante tantos años», dijo Pam Spees, abogada senior en el Centro para los Derechos Constitucionales (212-614-6431, PSpees@ccrjustice.org).

«Vamos a seguir trabajando junto a SNAP para construir la relación de pruebas para poner fin a la cultura de impunidad que prevalece en torno a estos crímenes.

Nos aseguraremos de que haya justicia para los sobrevivientes y de rendición de cuentas a los responsables de la perpetuación de este abuso es fundamental para proteger a los niños de todo el mundo a partir de la violación y otras formas de violencia sexual. »

«Nos desanima, que  en la corte mundial se sugiere que de alguna manera, el Papa tiene automáticamente la inmunidad ante la CPI o que la mala conducta generalizada y penetrante que hemos documentado no es lo suficientemente grave como para ser considerado por el tribunal», dijo David Clohessy de SNAP.

«Desde el principio, sabíamos que algunos de los crímenes de funcionarios de la iglesia» están fuera de los parámetros de tiempo y jurisdiccionales de la Corte Penal Internacional «, dijo Clohessy. «Sin embargo, hemos incluido esos crímenes y encubrimientos en nuestra presentación porque la prueba formal de qué tan extensa son las prácticas de larga data y que aún prevalece la jerarquía católica de encubrimiento, sacerdote de desplazamiento y permitir la violación y otras formas de violencia sexual.»

«La jerarquía católica sigue siendo una monarquía poderosa, secreta y en gran medida auto-servicio que protege su reputación, influencia y riqueza en lugar de proteger a los niños», dijo Barbara Dorris de SNAP. «En los últimos años, se ha hecho un gran trabajo de hablar de seguridad para niños. Pero se niega a tomar cualquier pero los pasos más elementales para garantizar efectivamente la seguridad del niño. Es por eso que este esfuerzo internacional para lograr la justicia secular es tan crucial «.

Líderes SNAP dicen que la inmensa mayoría de los católicos «viven en el mundo en desarrollo, donde las autoridades eclesiásticas explotar su poder, la riqueza y otros factores para ocultar los crímenes de pederastia clérigos, incluso más de lo que se puede hacer en el mundo desarrollado.» Así que el grupo advierte contra » el supuesto tentador que lo peor de este escándalo es de alguna manera detrás de nosotros «.

Blaine señala que en mayo de 2011, el Vaticano pidió a todos los obispos a elaborar directrices internas sobre el uso indebido, un movimiento que ella llama «una respuesta mínima, tardío y totalmente ineficaz durante décadas de impresionantes escándalos.»

Pero el año pasado, el Catholic News Service informó que «La mayoría de los obispos de todo el mundo» habían fracasado incluso en esta tarea minima. Eso incluye el nuevo Papa, cuando era más alto oficial católica ranking de Argentina.

«Incluso en los EE.UU., donde la crisis estalló a la luz pública hace más de 20 años, los obispos siguen colocando a los prelados abusadores, , cerca de los niños. dijo Clohessy. (Ver controversias recientes de Kansas City obispo Robert Finn, Newark Arzobispo John Myers y otros:

http://blog.nj.com/njv_guest_blog/2013/05/fugee_case_isnt_an_anomaly_in.html)

«La Corte Penal Internacional ha estado vigente desde hace 11 años. SNAP ha estado alrededor de  de 25 años. Pero las autoridades católicas han venido cometiendo y ocultando los crímenes contra los niños y de la humanidad desde hace siglos «, dijo Blaine. «Esto siempre ha sido y siempre será una lucha larga y ardua.

Como dijo Martin Luther King «El arco del universo moral es largo, pero se dobla hacia la justicia.»

SNAP está representado en este esfuerzo por el Centro para los Derechos Constitucionales, una organización legal y educativa sin fines de lucro comprometida con la promoción y protección de los derechos garantizados por la Constitución de los Estados Unidos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

SNAP es el grupo de apoyo más grande y antigua del mundo para las víctimas de abusos del clero.

SNAP fue fundada en 1988 y tiene más de 12.000 miembros.

A pesar de la palabra «sacerdote» en nuestro título, tenemos miembros que fueron molestados por las figuras religiosas de todas las denominaciones, incluyendo monjas, rabinos, obispos y pastores protestantes.

For more information:  David Clohessy (314-645-5915, 314-566-9790 cell,SNAPclohessy@aol.com), Barbara Blaine (312-399-4747 cell, 312-455-1499, SNAPblaine@gmail.com), Barbara Dorris (314-862-7688 home, 314-503-0003 cell, SNAPdorris@gmail.com)

http://www.snapnetwork.org/

Traduccion al Español

Protege a tus Hijos

Bogotá, Colombia

El problema de la autoridad en la iglesia católica: J.M.CASTILLO


16-Junio-2013

Castillo¿Una potestad ilimitada?

Tal como está redactado y promulgado (1983) el vigente Código de Derecho Canónico, en él se da pie para hacerse esta pregunta: ¿se atribuye la Iglesia católica a sí misma un poder sin límites en este mundo? Es evidente que en la Iglesia a nadie se le ocurre semejante cosa. Porque, entre otras razones, los católicos sabemos que la Iglesia no tiene poder para matar, odiar o hacer lo que prohíbe el Evangelio. El problema está en que, como sabemos por la historia, la Iglesia ha gestionado las cosas de manera que, con frecuencia, ha hecho (y sigue haciendo) no pocas cosas que contradicen literalmente lo que manda el Evangelio. De ahí, la pregunta.

 

Una pregunta que tiene su razón de ser en el texto literal del Derecho Canónico. En él se afirma que el Romano Pontífice tiene una potestad, “que es suprema, plena, inmediata y universal” (c. 331). Una potestad, además, “contra la que no cabe apelación ni recurso” alguno (c. 333, 3). Es más, el Pontífice (la “Primera Sede”, c. 361) “no puede ser juzgado por nadie” (c. 1404). Es decir, el papa no tiene que dar cuenta a nadie de sus decisiones. Y, lo que es más sorprendente, “es derecho exclusivo del papa a ser juez” de toda decisión que se tome en asuntos espirituales o relacionados con ellos (c. 1401). O sea, en todo. Ya que cualquier decisión humana puede tener relación con asuntos que afecten al espíritu.

Pues bien, lo más llamativo es que el papa tiene un poder tal, en un campo tan ilimitado, que él es quien tiene el “derecho exclusivo” (“dumtaxat ius”) de actuar como juez de quienes quebrantan el citado canon 1401, empezando por “quienes ejercen la autoridad suprema de un Estado” (“qui supremum tenent civitastis magistratum”) (c. 1405, 1º). Con lo que el Derecho oficial de la Iglesia católica se apropia el poder de juzgar (y presuntamente condenar) a cualquier jefe de Estado, sea del país que sea y tenga la religión que tenga. Más aún, el papa “es juez supremo para todo el orbe católico, y dicta sentencia o personalmente… o por jueces en los cuales delega” (c. 1442).

Y para que no quede posible resquicio de escapatoria para limitar el poder papal, el c. 1372 establece que “quien recurre al Concilio Ecuménico o al Colegio de los Obispos contra un acto del Romano Pontífice, debe ser castigado con una censura”, que puede ser la “excomunión” (c. 1331), el “entredicho” (c. 1332) o la “suspensión a divinis” (c. 1333). Con lo que se intenta resolver “jurídicamente” un problema decisivo en eclesiología. El problema que consiste en saber quién es el sujeto de suprema potestad en la Iglesia. Un asunto que “teológicamente” no está en modo alguno resuelto. Esto quedó patente en el concilio Vaticano II (LG 22) donde se afirma que el papa es “sujeto de suprema y plana potestad sobre la Iglesia universal”. Pero es importante saber que ese poder no lo tiene sólo el papa. También lo tiene el colegio episcopal, como se dice igualmente en LG 22. Pero, entonces, ¿cómo se armonizan ambos poderes en uno? El Vaticano II lo dejó sin resolver. La Nota Explicativa Previa, que al final impuso Pablo VI (que ni él mismo la firmó), despachó el asunto recurriendo a la “potestad de jurisdicción”, que, según el c. 129, existe en la Iglesia “por institución divina”, cuando en realidad se sabe que la iurisdictio tiene su origen en el pensamiento medieval y quedó fijada por el jurista Bartolo de Sassoferrato, profesor en Bolonia a partir de 1328 [1][2].

Pero hay más. Porque el papa, además de sucesor de Pedro, es jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano. Y, según el art. 1 de la Ley Fundamental de dicho Estado, “el Sumo Pontífice… tiene la plenitud de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial”. El Vaticano es, por tanto, la última monarquía absoluta que queda en Europa. En un Estado así, no cabe la distinción de poderes, que es la base del Estado de Derecho.

Hay pues, motivos para hacerse la pregunta: ¿se atribuye el papado una autoridad ilimitada? Aunque quizá a nadie se le ocurre semejante cosa, el lenguaje jurídico, que utiliza el Derecho eclesiástico, da pie para sospechar que, en cuanto se refiere al tema de la autoridad en la Iglesia católica, la teología admite tranquilamente una forma de expresarse que produce la impresión de manejar una mentalidad auténticamente paranoica. ¿A quién se le ocurre, a estas alturas, afirmar en documentos públicos y oficiales que él —y solamente él— tiene una potestad que es suprema, plena, inmediata, universal, que no puede ser juzgada por nadie, que además es un poder de juzgar y condenar incluso a los jefes de Estado del mundo entero, un poder además que no admite apelación o recurso alguno, y que si alguien recurre a un Concilio o a los obispos del mundo por las decisiones que toma ese poder, quien haga semejante cosa debe ser castigado? Una persona, que esté en su sano juicio, ¿no diría que es un despropósito considerarse tan importante y verse tan superior al resto de los mortales? Es evidente que detrás de este lenguaje jurídico existe una mentalidad teológica, que es la que sustenta una forma de entender una “autoridad” y un “poder” que jurídicamente y teológicamente son un esperpento y un fantasma. Porque ni existe tal autoridad. Ni existe tal poder. A no ser que no hablemos de la Iglesia, sino de Dios. Y en ese caso, en realidad no sabemos de qué estamos hablando. Porque a Dios, nadie lo ha visto jamás (Jn 1, 18).

Pero, sobre todo, lo más fuerte es que un sistema de gobierno así, equivale a un “poder absoluto”, en el que, entre otra cosas, la aceptación y la puesta en práctica de los Derechos Humanos se hace imposible. Es justamente lo que ocurre en la Iglesia católica. El papa concentra todos los derechos hasta tal extremo, que todos los demás católicos carecemos de derechos, si es que hablamos de “derechos” en sentido estricto.

Jesús y el poder

La palabra “poder” indica siempre una relación de dependencia. Cuando es relación entre personas, se expresa mediante el sustantivo exousía, que se puede entender también como “autoridad” [3]. En todo caso, el poder o la autoridad ponen de manifiesto una “desigualdad”. El que ejerce el poder está por encima del que se somete a ese poder. De ahí la utilización, en la vida y lenguaje de Jesús, del verbo “obedecer” (hypakoúô). En los evangelios, la obediencia se aplica únicamente a los demonios (Mc 1, 27), al viento y a las olas del mar (Mc 4, 41 par), y a una planta vegetal (una morera) (Lc 17, 6) [4]. Jamás ni se insinúa en los evangelios que Jesús se relacionase con ningún ser humano desde la superioridad del que manda y al que el inferior obedece. La relación de Jesús con los discípulos y con la gente se expresa siempre, en los evangelios, mediante la experiencia del “seguimiento”, que nace de la “ejemplaridad”, nunca de la “sumisión”, que es la respuesta del débil al fuerte, del pequeño al grande.

Jesús les dio “autoridad” (“exousía”) a los Doce discípulos (Mt 10, 1). Pero el evangelio puntualiza que se trata de una autoridad “para expulsar demonios y curar enfermos”. No es un poder doctrinal y, menos aún, judicial. Es un poder terapéutico, para aliviar sufrimientos y hacer feliz a la gente en sus relaciones con los demás y en su relación con Dios.

El problema, que repetidas veces aparece en los evangelios, es la resistencia que los discípulos presentaron para aceptar esta propuesta de Jesús. Desde las discusiones entre ellos sobre quién era el más importante (Mc 9, 33-37 par) hasta la ambición de los hijos de Zebedeo por los primeros puestos en el Reino (Mc 10, 35-41 par), con las severas advertencias que les hizo Jesús contra toda pretensión de parecerse a los “jefes de las naciones y a los grandes que imponen su autoridad” (Mc 10, 42-45 par). Y es sabido que, en estas resistencias al proyecto de Jesús contra la mentalidad del poder en los planes de Dios, destacó Pedro. Desde el momento en que Jesús le llamó “¡Satanás!” (Mt 16, 23 par), pasando por la resistencia a que Jesús hiciera el oficio de esclavo al lavarle los pies (Jn 13, 6-9), hasta las negaciones del mismo Pedro en la pasión. Lo que allí se planteó no fue la actitud de un cobarde, sino la reacción de un decepcionado ante el mesianismo de la ejemplaridad en el fracaso, cosa que ni a Pedro ni a los otros apóstoles les entraba en su cabeza.

El movimiento original de Jesús fue “un fenómeno de comportamiento social desviado”[5]. Un movimiento que encontró en la comunidad que él reunió el sustitutivo del Templo con sus dignidades y poderes. Hasta llegar a aceptar la función más baja que una sociedad puede adjudicar: la de delincuente ejecutado[6]. De forma que, a partir de semejante comportamiento, fue como Jesús entendió, vivió y ejerció una forma de autoridad que se impondría pronto sobre todos los demás poderes. Porque es una forma que no se basa en la imposición dominante de las conciencias, sino en la ejemplaridad de quien señala la conducta a seguir desde la debilidad y la pequeñez del esclavo y el subversivo, que atrae y arrastra por su bondad.

La primeras “iglesias”

Esta idea y esta forma de ejercer la autoridad ha llegado hasta nosotros (y la hemos podido conocer) gracias a los evangelios, que nos relatan cómo pensaba y cómo actuaba el Jesús terreno. Pero ocurre que, entre el Jesús terreno y el texto de los evangelios, que nosotros hoy leemos, están las cartas de Pablo. Y esto conlleva varios hechos de suma importancia.

  • 1) Las cartas de Pablo se escribieron entre los años 50 al 55/56[7], mientras que los evangelios se redactaron cerca de 30 años después, a partir del año 70.
  • 2) Pablo fue el que organizó las “asambleas del pueblo” cristiano denominándolas “iglesias” (“ekklesíai”)[8].
  • 3) Por tanto, las comunidades cristianas se organizaron como “iglesias” sin conocer —al menos en muchas de ellas— los evangelios, ya que Pablo no conoció al Jesús terreno, sino al “Resucitado” (Gal 1, 11-16; 1 Cor 9, 1; 15, 8; 2 Cor 4, 6; cf. Hech 9, 1-19; 22, 3-21; 26, 9-18). Incluso llegó a decir que el Cristo “según la carne” no le interesó nunca (2 Cor 5, 16).
  • 4) La consecuencia lógica, que esto entraña, es que la Iglesia se organizó y gestionó sus estructuras básicas sin conocer a Jesús, ya que, como bien se ha dicho, “el alcance del conocimiento pasivo de la tradición de Jesús que poseyera Pablo es, en el fondo, irrelevante para la comprensión de la teología paulina”[9]. Por eso las ideas sobre la comunidad cristiana, y sobre el modo de entender y ejercer el poder en las asambleas cristianas, son cuestiones que poco o nada pudieron influir en la Iglesia naciente, por más que este asunto fuera capital para Jesús en su vida terrena. Pablo no pudo sino elaborar sus ideas sobre el poder y su praxis del mismo, no desde el Jesús que anduvo por el mundo, sino desde Hijo de Dios resucitado y glorificado, Mesías y Señor nuestro (Rom 1, 4).

Pablo, Apóstol de Jesucristo

Desde su experiencia del Resucitado, en el camino de Damasco, Pablo tuvo una obsesión. Su vida y su tarea habían adquirido una orientación nueva, que no era solamente “la fe en Jesucristo”, sino que además de eso, él había sido constituido, directamente por Dios, “apóstol de Jesucristo”. Él sabía que hubo antes de él apóstoles en Jerusalén (1 Cor 15, 8-11; Gal 1, 17-19). Cono había quienes reclamaban para sí el título de “apóstol” (Fil 2, 25; 2 Cor 11, 5. 13; 12, 11 etc)[10]. Pero su apostolado dependía directa y únicamente de Dios. No era obra y gracia de los hombres (Gal 1, 1; cf. 1, 11). Su juez era únicamente el Señor (1 Cor 4, 3-5). Como es lógico, en tales condiciones, Pablo tenía que imponerse. Y además imponer su autoridad en las asambleas, es decir, en la Iglesia.

Y lo hizo. Pablo no sabía que Jesús había procedido de otra forma. Para Pablo el apostolado implica un mandato recibido del Señor resucitado (1 Cor 15, 8-9); su misión como apóstol de los gentiles quedó autorizada por una revelación (Gal 1, 15 s). Puesto aparte por Dios (Gal 1, 15; Rom 1, 1), Pablo se veía investido de una autoridad especial respecto a los gentiles (Rom 1, 5. 11-15; 11, 13; 15, 14-24). Lo que representaba, para Pablo, que cuando él predicaba, es como si Dios mismo hablara (1 Tes 2, 2-4. 13; 4, 15; 1 Cor 14, 37; 2 Cor 5,18-20). Hasta el extremo de quien niega el evangelio de Pablo rechaza a Dios (1 Tes 4, 8; Gal 1, 8) [11]. En definitiva, Pablo no tenía más remedio que subrayar su autoridad apostólica para legitimar su doctrina radical, en la que, como sabemos, llega a expresiones muy fuertes[12].

Así, quedaron asentadas las bases de una concepción enteramente peculiar de la autoridad en la Iglesia. Una autoridad que Dios concede directamente a los que escoge como apóstoles. Una autoridad que se identifica con la autoridad de Dios mismo. Y una autoridad que se ve como enteramente necesaria e irrenunciable para legitimar y mantener una enseñanza, la enseñanza que imparte la Iglesia. A partir de estas bases, se entiende perfectamente la evolución que no tardó en producirse. Por supuesto, en esta forma de entender y practicar la autoridad, se encuentran una serie de componentes básicos que poco o nada tienen que ver con lo que vivió y enseñó Jesús. Es más, algunos de esos componentes se ven como difícilmente conciliables con las enseñanzas del Evangelio. Pero, como ya se ha explicado, el Evangelio llegó tarde. Cuando las comunidades o “iglesias” conocieron los evangelios, las asambleas cristianas se venían gestionando, desde hacía bastantes años, por criterios diferentes a las enseñanzas de Jesús. Pero criterios perfectamente admitidos y ya asimilados como “lo que Dios quería y había dispuesto”.

En estas condiciones, los cambios que se produjeron (probablemente) durante el siglo segundo fueron decisivos.

 

El fondo de un proceso de perversión

No se trata aquí de estudiar la historia del proceso que, durante el s. II, hizo que el gobierno de la Iglesia se fuera concentrando en el obispo de Roma. Los datos seguros que, sobre este asunto, se conocen hasta este momento no dan para mucho[13]. Ni el Fragmento Muratoti, ni la conocida afirmación de Ireneo, obispo de Lyón, según la cual todos deben estar de acuerdo con la Iglesia de Roma, que es la que tiene “la principalidad más potente”, no ofrecen una argumentación suficiente para deducir de ahí una primacía ni jurídica, ni apostólica de la Iglesia romana. Tampoco en ella se alude a Pedro para justificar sus privilegios sobre las demás “iglesias” del mundo[14].

El mejor especialista que seguramente ha tenido, hasta ahora, la teología católica en cuanto se refiere a la historia de la eclesiología, Yves Congar, nos dejó un resumen condensado que ofrece mucha luz en este orden de cosas. Lamentándose de los abusos, que se cometían durante el papado de Pío XII, Congar escribió en su diario: “Veo cada vez con más claridad que el fondo de todo es una cuestión de eclesiología, y me doy cuenta de cuáles son las posiciones eclesiológicas que están en causa. Mi estudio de la historia de las doctrinas eclesiológicas me ayuda a ver las cosas con toda claridad. Todo parte de esto: en Mt 16, 19 los Padres han visto la institución del sacerdocio o del episcopado. Para ellos, lo que se funda en Pedro es la ecclesía, la primacía canónica del obispo de Roma. Sin embargo, la propia Roma, y esto a partir, tal vez, del siglo II, monta las cosas de otra forma. Ella ve en Mt 16, 19 su propia institución. Para ella, los poderes no pasan de Pedro a la ecclesía, sino de Pedro a la sede romana. De suerte que la ecclesía no se forma a partir de Cristo, vía Pedro, sino a partir del papa. Para la Iglesia, estar construida sobre Pedro significa, a los ojos de los papas, recibir consistencia y vida del papa, en el cual, como en la cabeza, reside la plenitudo potestatis [potestad plena]”[15].

Es claro que el mismo Congar, años después, habría matizado mejor este juicio de síntesis. En lo que respecta al valor del texto de Mt 16, 19[16]. Y en cuanto afecta a la inexplicable concentración de todo el poder de la Iglesia en un solo hombre, el papa, limitando —o incluso anulando en no pocas cosas— el poder de los laicos, de los sacerdotes y sobre todo del colegio episcopal, sirviéndose de argumentos teológicamente inexistentes, como se hizo en el Vaticano II, cosa que ya he quedado explicado en este artículo. En todo caso, Congar acierta plenamente en su juicio cuando afirma que la teología (de la Curia Romana) defiende que los poderes que el papado se atribuye y, de facto, ejerce en todo cuanto le conviene, provienen directamente de Dios, como es el caso de la llamada “potestad de jurisdicción” a la que el c. 129 le concede “origen divino”. Es uno de tantos casos en los que “lo jurídico” se ve elevado a la categoría de “lo teológico”. Sin otro argumento plausible que (sin decirlo) eso es lo que interesa al sistema romano.

Una institución —como es el caso de la Iglesia— que es débil en su capacidad de presionar por la fuerza de los jueces y la policía, suele echar mano de la fuerza de las amenazas divinas, elevando la impresión de los castigos a la dignidad social de la persona, y a la paz de la conciencia en la intimidad del sujeto, al que se le hace sentir como “pecado” lo que en realidad es el natural “sentimiento de culpa” que nace con cada bebé como mecanismo de defensa, según explican los psicólogos.

Una historia de falsedades

Entre las más importantes, y las que más han condicionado el creciente proceso de concentración del poder de la Iglesia en el poder papal, cabe enumerar, sin duda, la suplantación de la “auctoritas” por la “potestas”[17]. El papa Gelasio (492-496) asignaba la “autoridad” al papa, mientras que lo propio del emperador era la “potestad”. La “autoridad” evoca una fuente carismática de legitimidad, en tanto que la “potestad” indica un poder sustancialmente ejecutivo. Tal era la idea de ambos conceptos en la Alta Edad Media[18]. Con el paso de los tiempos, la potestas, que además se ha calificado como sacra, se ha concentrado en el papa, de modo que, sólo en el c. III de LG, se aplica al “poder jerárquico” 15 veces. Es evidente el desplazamiento del poder religioso a formas de poder político. Y no parece que sea un mero uso semántico. Es decir, la teología católica ha permitido y legitimado exactamente lo que Jesús había prohibido severamente en el Evangelio (Mc 10, 42-45 par).

Otro dato decisivo a tener en cuenta es el hecho de las Falsas Decretales, que se suelen datar hacia el año 850, y se supone que tienen su origen en Isidoro Mercator. Se trata de 313 documentos falsos en los que se atribuye a la autoridad de los papas del tiempo de los mártires el origen de las estructuras eclesiásticas del s. IX. Así, no sólo se arruinó el conocimiento histórico del ejercicio de la autoridad en la Iglesia. Además de eso, se acreditó la idea de que todas las determinaciones de la vida de la Iglesia habían brotado del papado como de su fuente. Y por si fuera poco, se impuso una concepción del papado meramente jurídica[19]. De esta manera, en la Iglesia se instaló el criterio teológico de que toda su vida depende de la cabeza que es la Iglesia romana[20]. Así se preparó el camino para que el papa Juan VIII (872-882) fomentase la convicción según la cual la cristiandad tenía que vivir sometida, no sólo al gobierno papal, sino además al de los príncipes cristianos[21]. El terreno teológico estaba perfectamente preparado para que Gregorio VII pusiera en marcha (S. XI) la reforma decisiva que concentró todo el poder de la Iglesia en el papa. Y así se pervirtió, hasta el día de hoy, la teología y la práctica de la autoridad en la Iglesia.

Conclusiones

  • 1. Jesús no pensó en esta Iglesia que tenemos. Ni tenemos trazas de que pretendiera organizar una institución estructurada sobre la base de la sumisión a un hombre, el papa.
  • 2. Jesús vio como la peor tentación, para el movimiento de seguidores que él puso en marcha, la pretensión de que alguno de sus seguidores quisiera situarse el primero, justificando semejante conducta en que así se mantendría la unidad.
  • 3. Es una ley del comportamiento social que un colectivo, que quiere perpetuarse en la historia, necesita alguna forma de institucionalización. Esto supone la existencia de una autoridad central que coordine al conjunto. Desde este punto de vista, es razonable la existencia del papado.
  • 4. Ningún papa tiene poder para actuar en contra del Evangelio.
  • 5. La autoridad en la Iglesia no es de naturaleza jurídica o política. Urge en la Iglesia acabar con este desplazamiento de estructuras mundanas que han adulterado el significado y la importancia del “seguimiento” de Jesús como principio determinante de la vida cristiana.
  • 6. Jesús no escogió, para el apostolado, sólo a Pedro. Jesús escogió a Doce, que la Iglesia no ha visto nunca la necesidad de perpetuarlos. Se buscó un sustituto para Judas, pero después, cuando fueron muriendo los demás, nadie pensó en elegir sucesores. En todo caso, la “sucesión episcopal”, como puesta en práctica de la “sucesión apostólica”, pertenece a la fe de la Iglesia. Y es al Colegio Episcopal en su conjunto al que corresponde coordinar la diversidad de ministerios y tareas que realiza la Iglesia. La “cabeza”, que coordina al Colegio Episcopal, desde el s. III, es el obispo de Roma.
  • 7. Es urgente que la Iglesia modifique su teología, de forma que en ella pueda encajar y ponerse en práctica la totalidad de los Derechos Humanos.

Publicado en ÉXODO, nº 118, Abril 2013


[1] P. Costa, Iurisdictio. Semantica del potere politico nella pubblicistica medievale (1100-1433), Università di Firenze, Milano 1969, 284; D. Quaglioni, Politica e Diritto nel Trecento italiano, Biblioteca 11, Firenze 1983, 20; E. Cortese, Il Diritto nella Storia Medievale, II, Il Cigno Galileo Galilei, Roma, 1999, 433. 

 

[3] W. Mundle: DTNT III, 385-393.

[4] G. Schneider: DENT II, 1864.

[5] W. Schottroff – W. Stegemann, Der Gott der kleinen Leute, Keiser, München, 1979, 94-120; G. Theissen, Sociología del Movimiento de Jesús, Sígueme, Salamanca, 2005, 29.

[6] G. Theissen, Sociología del Movimiento de Jesús, 53.

[7] F. Vouga, “Cronología paulina”, en D. Marguerat (ed.), Introducción al Nuevo Testamento, Desclée, Bilbao, 2008, 136.

[8] A. Hilhorst, “Termes chrétiens issus du vocabulaire de la démocratie athénienne”: Filología Neotestamentaria I/1 (1988) 29.

[9] Jürgen Becker, Pablo. El Apóstol de los paganos, Sígueme, Salamanca, 2007, 148.

[10] J. Becker, O. c., 104-105.

[11] M. Y. Macdonald, Las comunidades paulinas, Sígueme, Salamanca, 1994, 78-79.

[12] Ch. Rowland, Christian Origins: An Account of the Setting and Character of the most Important Messianic Sect of Judaism, London 1985, 227-228; cf. M. Y. Macdonald, o. c., 79, n. 6.

[13] Un buen resumen en Juan A. Estrada, Para comprender cómo surgió la Iglesia, Verbo Divino, Estella, 1999, 213-235.

[14] J. A. Estrada, o. c., 233.

[15] Y. Congar, Diario de un teólogo (1946-1956), Trotta, Madrid, 2004, 404.

[16] Este dicho puede derivar de Jesús. Pero tal perspectiva tiene cada día menos defensores. Y los mejores estudiosos ven aquí un texto redaccional. Cf. U. Luz, El evangelio según san Mateo, II, Sígueme, Salamanca, 2006, 598, con abundante y selecta bibliografía en pgs. 591-593.

[17] PL 59, 42-43; 108-109. Y. Congar, L’Eglise de saint Augustin à l’époque moderne, Cerf, Paris, 1970, 31-32.

[18] A. Magdelain, “Auctoritas rerrum”: Rev. Intern. Des droits de l’Antiquité 5 (1950) Mélanges De Vischer =, 128 ss. W. Ullmann, The Growth of Papal Gouvernement…, London 1955, 20-23.

[19] Y. Congar, L’Eglie de saint Augustin à l’époque moderne, 62-63. Con selecta bibliografía.

[20] Y. Congar, L’ecclésiologie du Haut Moyen-Age, Cerf, Paris 1968, 230.

[21] J. Rupp, L’idée de Chretienté dans la pensée pontificale des origines à Innocence III (Tesis. Pont. Univ. Gregoriana) P. 1939, 35-52.

 

 

 

http://www.atrio.org/2013/06/el-problema-de-la-autoridad-en-la-iglesia-catolica/

ALEMANIA Altmann presentó el Informe del Comité Especial por los 500 años de la Reforma


Sábado, 15 de junio de 2013 (ALC) – El viernes 14 de junio, el pastor Dr. Walter Altmann presentó al Consejo de la Federación Luterana Mundial – FLM- el informe final de la Comisión Especial de los 500 años de la Reforma, que contiene propuestas para la acción de las iglesias luteranas en el mundo y la FLM para 2015-2017.

El informe hace hincapié en el desarrollo de la Reforma en su dimensión global en siglos posteriores, el compromiso ecuménico de las iglesias de la Reforma inherentes a su propia identidad confesional y una visión prospectiva de la reforma de cara a los desafíos a la fe hoy y en el futuro. También aboga por un celebración que exprese alegría y gratitud por el redescubrimiento del Evangelio de la gracia de Dios a ser aceptada en la fe, pero también reconocer autocríticamente los errores y omisiones de los que las iglesias Luterana también se hace responsable de la historia.

También sugiere el tema (Liberado por la gracia de Dios) y subtemas (Salvación – no se vende; Seres humanos – no se venden; Creación- No está en venta) para la próxima reunión de la FLM, que se celebrará en Namibia en 2017.

Asimismo se propone la celebración del Día de la Reforma el 31 de octubre de 2017 en todas las iglesias con culto festivo que combine elementos litúrgicos comunes a toda la comunión luterana en el mundo con elementos específica para cada uno de los múltiples contextos en los que la confesión luterana está presente hoy en día. La FLM seleccionará los lugares de todo el mundo que tienen sus servicios de transmisión a través de Internet, uno tras otro, todos los días, a partir del oeste al este y en movimiento en concordancia con sus respectivas zonas horarias.

El informe, junto con otras propuestas y consideraciones teológicas, fue aprobado por unanimidad por el Consejo de la FLM.

Fuente: SITE Luteranos- Traducción para ALC: Claudia Florentin
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Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)

Juan y Francisco: dos de una clase


Publicado el 15 de junio 2013 por Romero

| By John Borelli | 15 de junio 2013 | El Tablet |

Cincuenta años después de la muerte del Papa Juan XXIII, se invita a las comparaciones entre él y el actual ocupante de la Cátedra de Pedro.
Un especialista en el diálogo interreligioso, explica lo que tienen en común.

Papas

Desde el momento de su introducción en el mundo como el Papa Francis, Jorge Mario Bergoglio ha parecido a Angelo Giuseppe Roncalli, o el Papa Juan XXIII, más que ningún otro Papa desde la muerte del Papa Juan hace 50 años. La primera similitud es que ambos eran 76 cuando fue elegido. Electores de Roncalli querían un candidato de compromiso a corto plazo. Se dio la vuelta 77 a menos de un mes después de su elección, el actual apenas otros 54 meses antes de sucumbir al cáncer, sin embargo, el muy querido Papa Juan cambió sin duda la vida de los católicos y de muchos otros.

Tres meses después de su papado, Roncalli sorprendió a los cardenales que lo habían elegido, con el anuncio de su intención de convocar un concilio ecuménico de la Iglesia católica. A sólo 20 tales consejos generales habían reunido previamente. Concilio del Papa Juan Vaticano II ha renovado en gran medida la Iglesia católica y los católicos significativamente redirigido hacia la justicia social y el diálogo con los demás.

Papa Francis, quien cumplirá 77 en diciembre, es de hecho un hombre de la justicia social y el diálogo, formada a fondo en los principios y enseñanzas del Papa Juan Vaticano II.Rumoreada para haber llegado segundo detrás de Benedicto XVI en 2005, que ya representa un cambio en la dirección de la Iglesia Católica y una corrección del pasado inmediato, como lo hizo el Papa Juan XXIII. Papa Benedicto acababa de cumplir 78 cuando fue elegido, pero su papado, por el contrario, ya está juzgado como de ocho años adicionales para el largo pontificado de Juan Pablo II.

Angelo Giuseppe Roncalli marcó grandes cambios que se avecinan cuando eligió «John,» romper un patrón de 175 años de los nombres habituales como Pío, Leo, Gregorio y Benedicto. No había aún sido ya un Juan XXIII, quien convocó el Concilio de Constanza (1414), que más tarde tuvo que deponer en una muestra de poder conciliar sobre la autoridad papal. Jorge Mario Bergoglio rompió dos tradiciones aún mayores por ser el primer Papa jesuita y seleccionando «Francis». Nadie nunca había sentido valiente o lo suficientemente digno para elegir el nombre del santo universalmente amada del siglo 13, venerado por su pobreza, la humildad y la sencillez de servicio a cualquier persona en necesidad.

Desde el momento en que el Papa Juan XXIII hizo pública su intención de convocar un concilio, declaró que quería que fuera «una invitación a las comunidades separadas de buscar de nuevo la unidad por la cual tantas almas anhelan en estos días en todo el mundo» ( L’Osservatore Romano, 26 de enero 1959). Juan tenía en mente un fin a la desunión entre los cristianos. En 1960, añadió «algo para Judios» a esta iniciativa. En 1964, y tras la muerte de Juan, los padres conciliares del Vaticano II decidió incluir el diálogo interreligioso, especialmente con los musulmanes, en esta nueva e importante ministerio de diálogo para la reconciliación.

El 22 de marzo de 2013, Nueve días en su pontificado, el Papa dijo a Francisco al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede lo mucho que «agradeció la presencia de tantos líderes civiles y religiosos del mundo islámico» en su instalación. Él les declaró su intención de «intensificar el diálogo entre las distintas religiones» y que estaba «pensando sobre todo en el diálogo con el Islam».

Su modelo, San Francisco de Asís, fue pionero en el diálogo mientras se ignora la llamada del Papa Inocencio III para el apoyo universal a la Quinta Cruzada, literalmente, distanciándose de las autoridades eclesiásticas que acompañan a su ejército, y cruzó las líneas militares para cumplir durante varios días en el diálogo con Sultan Malik al-Kamil.
Después de la elección de Francisco, los periodistas y otros entusiastas se apresuró a leer el libro disponible publicada por el nuevo Papa, Sobre el Cielo y la Tierra (El cielo y la tierra).En realidad se trata de un diálogo en coautoría con Abraham Skorka, científico y profesor, rector de un seminario rabínico y el rabino de una comunidad en Buenos Aires. Rabino Skorka dijo a los lectores de The Tablet, «Creo que va a cambiar todo lo que él cree que hay que cambiar», y agregó: «Él no es una persona para asumir esta función de una manera pasiva. Él no es una persona que se queda tranquila cuando sabe que hay trabajo por hacer «.

Tal era la manera en que Juan XXIII actuó también, querida todavía por los católicos que recuerdan aquellos días embriagadores del Concilio Vaticano II y sus consecuencias. Fue el primer Papa que abordar una encíclica Pacem in Terris «a todos los hombres de buena voluntad». Se siguió a los seis meses de la crisis de los misiles de Cuba y de la falta cercana de una guerra nuclear global. «Paz en la Tierra», promulgada el 11 de abril de 1963, se aplica la dignidad humana – un principio filosófico que hizo un llamamiento a los ateos y un principio teológico reconocido por los creyentes – a todas las relaciones humanas, especialmente las relaciones entre los Estados para la paz mundial.

El diálogo con los demás, creyentes, agnósticos y ateos, ahora estaba en el orden del día de la Iglesia Católica y alentó tan esencial para la vida católica. Papa Francisco pasó una hora después de su toma de posesión en una conversación privada con el Patriarca Ecuménico Bartolomé, el jefe de la ortodoxia oriental. En primer lugar, no tenía precedentes que el Patriarca de Constantinopla asistirá a la inauguración del obispo de Roma. Armenia Catholicos Karekin II estaba allí en la instalación, así, otro ecuménica primero. Dos meses más tarde, cuando el Papa Tawadros II de la Iglesia copta llegó en una visita oficial en la Domus Sanctae Marthae, la casa de huéspedes donde el Papa Francisco ha optado por permanecer en lugar de moverse en el palacio papal, el Papa estaba en la puerta para saludar a la Patriarca copto de Alejandría. Me han dicho fehacientemente que se trataba de otro primero.

Si el Patriarca Bartolomé y el Papa Francisco hicieron hablar en privado durante una hora en marzo, tenían mucho que opinar sobre la gestión de comuniones lejanos de los cristianos.También plantearon la idea de conmemorar el próximo aniversario quincuagésimo próximo mes de enero del histórico abrazo entre el Patriarca Atenágoras y el Papa Pablo VI, sucesor de Juan, en el Monte de los Olivos, fuera de Jerusalén. Francis ya ha demostrado que le gusta este tipo de gestos públicos.

Historias y testimonios de él como arzobispo de Buenos Aires circularon rápidamente después de su elección. Uno en particular recordó cómo él se arrodilló en una gran reunión pública y recibió una bendición de Luis Palau, un predicador evangélico y celebridad de la televisión. Tiene el espíritu adecuado para el diálogo entre católicos y judíos también, como lo demuestra su obra y el testimonio de los líderes judíos. Y la imagen que se muestra al mundo el Jueves Santo del Papa Francisco se inclinó ante una mujer musulmana encarcelado joven y lavar el pie enviaron un claro mensaje de servicio no sólo a los miembros de otras religiones, sino a todos los que viven más allá de los márgenes del poder y la riqueza .

En su libro con el rabino Skorka, el entonces futuro Papa Francisco recuerda haber cinco o seis años y acompañaba a su abuela, cuando dos mujeres del Ejército de Salvación pasaban.Él le preguntó si eran monjas. «No,» respondió ella, «son protestantes, pero son buenos.» Aunque estaba propagandised que todos los protestantes iban al infierno, ser criado en un país estrechamente vinculado con el catolicismo, Bergoglio reflejada en el hecho como arzobispo de la ciudad capital y elogió «la sabiduría de la religión verdadera» de su abuela.

Juan XXIII se presentó de orígenes humildes en un pueblo cerca de Bergamo, Italia, sin olvidar nunca sus raíces. Su chofer secretamente escapó del Vaticano para una visita sorpresa a un querido amigo en el hospital de Roma. Papa John parecía interactuar mejor en conversaciones privadas y ofrecer estímulos con sencillez y humildad en contraste con la alta pompa que rodea el papado. Sabía cómo ejercer la autoridad papal, pero prefirió confiar en sus compañeros obispos que se haga cargo de su consejo y participar en el mundo moderno.

Papa Francisco tiene las mismas preferencias. Él no se sostiene en la ceremonia, y prefiere un estilo sencillo de la liturgia. Sus homilías diarias son cómo se comunica mejor. Él complace a sus electores mediante la formación de un nuevo órgano colegiado de ocho cardenales para ayudar con los principales deliberaciones. Restauración de la consulta y la colegialidad en la Iglesia, lo más nos recuerda el Papa Juan. Se ha quejado más de una vez sobre el arribismo, vinculándola al clericalismo. Las historias de lo que viven a menos de la vida principesca como obispo en Argentina demuestran que se dedica personalmente a la Doctrina Social Católica. En efecto, el 8 de mayo, dijo en una reunión mundial de mujeres religiosas: «A la pobreza teórica es inútil para nosotros.» Hay mucho que gusta de Papa Francisco, especialmente si continúa en el presente supuesto la aplicación de las iniciativas del Concilio Vaticano II.

* Juan Borelli es asistente especial para las iniciativas interreligiosas al presidente de la Universidad de Georgetown. Anteriormente se promovió el diálogo ecuménico e interreligioso de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos y fue un consultor del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. Este artículo es una adaptación de un ensayo más largo de Relaciones Internacionales de correo, www.e-ir.info

 

 

 

http://concernedcatholicsmt.org/john-and-francis-two-of-a-kind/

“De la iglesia copio lo que me sirve, pero hay mucho con lo que no estoy de acuerdo”: hermana Alba E. Barreto


09:36 am 08-junio

Hablo con la hermana Alba Stella Barreto Caro y pienso en la Madre Laura. Su trabajo amoroso con los menos favorecidos le da la autoridad para hablar de perdón, de inversión social, de fe, de religión y de política. Esta es la monja que no usa hábito, que cuestiona la iglesia tradicional y que habla de aborto, matrimonio homosexual y mujeres sacerdotes.

Claudia Palacios - Hermana Barreto

Claudia Palacios: Hermana, ¿por qué la conquistó Aguablanca?

Hermana Alba E. Barreto: Inicialmente una coincidencia de la vida, porque monseñor Pedro Rubiano me dijo que le ayudara aquí. No fue fácil porque era desaprender una cantidad de cosas, bajarme de un estrato social y casi llegar aquí como desplazada. Fui capaz de asumirlo y lo hice con los franciscanos.

Claudia Palacios: ¿Por qué no en Bucaramanga, que es de donde es usted? Allá también hay pobreza y barrios de invasión…

Hermana Alba E. Barreto: Porque nadie es profeta en su tierra. No sé, este es mi lugar teológico, aquí me llamó Dios.

Claudia Palacios: Usted venía de una familia adinerada, acomodada. ¿A qué renunció cuando decidió ser religiosa?

Hermana Alba E. Barreto: A nada. Yo lo hice muy joven y fue una aventura para mí; entré a la congregación de quince años. Esto fue una aventura de adolescente.

Claudia Palacios: ¿Y le ha salido bien?

Hermana Alba E. Barreto: Demasiado bien, no me arrepiento.

Claudia Palacios: Usted colgó los hábitos hace como dos décadas. ¿Por qué?

Hermana Alba E. Barreto: Es que el hábito no hace a la monja. Con el hábito quedaría en un estrato más alto que el de la gente con la que trabajo y vivo acá. Para poder estar de igual a igual tocaba vestirme igual a la gente de aquí.

Claudia Palacios: ¿Y cómo se sintió en ese momento, después de treinta años con hábito?

Hermana Alba E. Barreto: (Risas) Primero cambié mi hábito de franciscana por un vestido en Bogotá. Pero cuando llegué acá, durante los primeros años a la gente no le gustaba que yo usara pantalón y me decían: “Hermana, a usted no le cuadra eso”. Entonces, usaba bata y falda. Yo quise respetar mucho el sentir de la gente, por eso fue poquito a poquito. Además, con falda me comen los zancudos.

C. P.: Y así como eso le ha permitido estar más cerca de la gente del mismo estrato social, ¿no le ha traído problemas en el sentido de que no le creen que es hermana y de pronto un hombre quiere proponerle otra cosa?

H. A. B.: Ningún hombre se atreve porque yo creo que me tienen miedo. Soy Santandereana, y aquí a los Caleños les tienen miedo a las mujeres santandereanas.

Claudia Palacios - Hermana BarretoC. P.: ¿Nunca le han echado un piropo?

H. A. B.: Muchos (risas)

C. P.: ¿Y usted qué hace?

H. A. B.: Soy una adulta mayor que, me imagino, inspiro respeto. Antes me pasaba y los dejaba que gozaran, y me reía. No me molestaba porque la competencia para ellos era y es dura. No ve que mi gran amor y dueño es el Gran Jefe, ¡el máximo! Estoy muy bien casada, y ese sí es celoso, ¡y yo no le voy a fallar!

 

C. P.: Hermana, leí un artículo en el que usted criticaba a los políticos sobre cómo empezó Aguablanca, que les daban los lotes a los desplazados. ¿En todos estos años que lleva acá ha visto algún político que trate a Aguablanca como se debe?

H. A. B.: Sí, cuando Jorge Iván Ospina hizo campaña no nos ofreció cosas, y es el primer político que después de que ganó vino a agradecer. El doctor Rodrigo Guerrero tiene un reconocimiento muy grande en Aguablanca porque ha tenido otro tipo de relación, no es el que viene a que voten y a ofrecer cosas, sino que desde hace mucho ha hecho cosas por Aguablanca. Sergio Fajardo en su campaña estuvo aquí y de verdad que fue otro estilo, aún lo recuerdan.

C. P.: ¿Usted ha peleado con los políticos?

H. A. B.: Ha habido políticos que en la víspera de elecciones –no los voy a nombrar mandaron un helicóptero y tiraron por aquí por encima de toda Aguablanca unas ofertas, trajeron plata y pusieron los niños a cambiar dinero por votos.

C. P.: ¿Y eso en qué año fue?

H. A. B.: Eso no  fue  en las dos últimas elecciones, sino en las pasadas y en las anteriores y en las otras.

C. P.: ¿Usted vive amenazada por cuenta de ser tan frentera?

H. A. B.: (Silencio) Pues yo creo que a la gente no le caigo bien por eso. A mí me enseñaron que uno tiene que decir la verdad aunque cueste.

Claudia Palacios - Hermana BarretoC. P.: ¿Y le da miedo salir a la calle?

H. A. B.: ¡Ah, no!, ningún miedo. Yo miedo no he tenido nunca.

C. P.: ¿Pero cree que usted está segura o no?

H. A. B.: Sí porque la gente me cuida, y los pelados de Francisco Esperanza me dicen: “¡ay de que la toquen a usted hermana!”. No ve que a mí me roban y vienen y me devuelven.

C. P.: ¡Ah, sí! ¿Qué cosas?

H. A. B.: Celulares, los que quiera. Me los han robado con cuchillo. Y vienen y me dicen: “Perdón, hermana, es que a usted no le podíamos hacer eso, es que nos mandaron. Entonces, vamos a restaurar”. Ellos saben que restaurar es reparar el daño causado y recuperar las relaciones rotas.

Una vez nosotras teníamos que levantar una pared en el colegio y los muchachos trabajaron en eso y de lo que se les pagaba en la semana, la mitad era para ellos y la otra mitad para pagar los teléfonos.

C. P.: ¿Y ese modelo de restauración se lo invento usted?

H. A. B.: No, lo conocí en Irlanda del Norte. Es la Justicia Restaurativa en la que la estrategia no es  sancionar sino reparar a la víctima.

C. P: ¿Y cuando el daño es irreparable, como la muerte?

H. A. B.: Se repara simbólicamente. Justicia Restaurativa no se aplica en homicidios ni en violaciones, solo delitos menores. Cuando un muchacho mata, nosotras le decimos: “Tenés que presentarte y nosotros te vamos a acompañar”. Tengo dos casos que se han presentado, y nosotras le hacemos el acompañamiento.

C. P.: ¿Y cómo se convence al ofendido de perdonar?

H. A. B.: Largo… El método es el diálogo. Preparar un encuentro entre ofensor y víctima. Eso es durísimo para los dos y de pronto más duro para el ofensor.  Cuando se logra dar eso me dicen: “Nos quitamos un peso de encima”. Para la víctima es duro, pero es más difícil para la familia de la víctima. Esto funciona si se hace sin presión. Nos podemos demorar un año o dos años preparando la restauración.

C. P.: Pero para eso se necesita un ejército de acompañantes…

H. A. B.: Yo tengo un equipo muy grande, se llaman Consejeras de familia y Consejeras de paz. Hemos llegado a manejar hasta seiscientos jóvenes en un año.

C. P.: Hermana, usted también trabaja con las madres cabeza de familia, otras que han sido víctimas del maltrato intrafamiliar. ¿Cómo logra historias exitosas en esos casos?

H. A. B.: Con personas de la comunidad que escuchan a la víctima con todo el respeto y discreción. La vamos acompañando sin decirle lo que debe hacer, sino mostrándole lo que puede hacer. Hemos logrado que cada vez menos las agredidas retiren las demandas. Las empoderamos y restablecemos su autoimagen porque es pésima.

C. P.: Otro de los programas que usted tiene es el que acompaña a las madres adolescentes. Teniendo tan cerca esa imagen de los niños que crecen sin el apoyo de una madre que está en capacidad de criarlos, ¿está de acuerdo con el aborto en determinadas circunstancias?

H. A. B.: Bueno… sí. No como un método de planificación. Mucha gente dice que ser madre es una vocación de todas las mujeres, yo creo que no, creo que es una decisión personal. Cuando aquí me llegan, sobre todo  mujeres que han sido violadas, les digo: “¿Qué piensas, deseas a ese bebe? ¿Te le vas a dedicar?  ¿Le vas a dar una vida digna? ¿Te vas a sacrificar por él?”. Una gran mayoría dice que sí.

C. P.: Y si le dicen que no, que quieren abortar, ¿usted que les dice?

H. A. B.: Bueno, no, me lo han dicho muchas, me dicen “no quiero tenerlo”. Las he llevado a una atención sicológica a alguna organización y allá toman la decisión, con la familia.

C. P.: Pero si le preguntaran directamente su consejo sobre abortar, según las circunstancias ¿usted diría que sí?

H. A. B.: Seguramente diría que sí cuando vea que esa sería la decisión humana más digna.

C. P.: Hermana, ¿qué le dicen las monjas de los conventos cuando ven el gran impacto que tiene la labor que usted hace, versus el impacto de la labor de ellas?

H. A. B.: Yo respeto. Cuando yo voy a las diferentes comunidades, ellas me preguntan mucho cuándo me nació esta vocación, y les digo: “Es la misma tuya, yo no cambié, me radicalicé”.  Yo no sonsaco a nadie. Yo tengo seguidoras entre las mujeres de la comunidad.

C. P.: Pero que son casadas.

H. A. B.: Sí, porque jamás me he planteado fundar otra congregación. Hay unas treinta y cinco mujeres que comparten la vida conmigo en su condición de casadas, viudas, separadas, vueltas a casar… Yo no soy la superiora, sino una más.

C. P: ¿Qué hacen, qué leen? ¿La Biblia?

H. A. B.: Sí, pero la interpretamos desde la teología de la liberación. Leemos mucha teología feminista, somos feministas no por rechazo al hombre, sino por recuperar el lugar que nos corresponde en la sociedad. A los varones los rebatimos mucho, les decimos que somos iguales pero con funciones diferentes.

C. P.: ¿Y algunas de esas mujeres se han divorciado desde que están bajo su liderazgo?

H. A. B.: Sí, varias.  De una compañera,  una vez el hombre me dijo: “Mi mujer no es la mujer con la que yo me casé”. Yo le dije que yo no tenía la culpa.

C. P.: Ahora que usted habla de la teología de la liberación y que veo ese certificado de felicitación que le dio el papa Juan Pablo II, quien estaba totalmente en contra de esa teología, ¿cómo ve la relevancia de la iglesia católica en la vida de los fieles?

H. A. B.: Yo de eso copio lo que me sirve para lo que estoy haciendo y lo otro no lo copio. Hay cosas con las que yo no estoy de acuerdo.

C. P.: ¿Por ejemplo?

H. A. B.: Muchas posiciones burguesas, miedo de la iglesia jerárquica a comprometerse con los empobrecidos, a proclamar la justicia. Mucho posicionamiento de las jerarquías católicas con la clase dominante, muchas veces en contra de los empobrecidos.  Miedo de denunciar el pecado de injusticia social que hay en todo el mundo, especialmente en América Latina. En la parte espiritual también: para mí la iglesia católica fue abandonando mucho la espiritualidad que Jesús nos dejó, de hacer una vida sencilla, y se volvió un ritual. Mucha gente se tranquiliza con ir a misa, con bautizarse, y todos son actos sociales pero de poco espíritu.

C. P.: ¿Usted es rezandera?

H. A. B.: Yo medito.

C. P.: ¿Usted reza el Rosario, el Padre Nuestro, el Ave María?

H. A. B.: Recé muchos y respeto a la gente que lo hace. Yo hago meditación zen, sin eso no estaría aquí Y voy a Misa,  pero no a las de aplausos. Voy a la misa donde puedo celebrar con la comunidad.

C. P.: ¿El nuevo papa está más en sintonía con eso que usted cree que debería ser el Vaticano y la Iglesia?

H. A. B.: Sí.

Claudia Palacios - Hermana Barreto

C. P.: Hay gente que cree que va a haber muchos cambios: el sacerdocio femenino, la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo… ¿Usted cree que eso debería darse?

H. A. B.: Sí, sí. Pero para mí eso no es lo más importante mientras no cambie el estilo de anuncio del evangelio y mientras Jesús de Nazaret vuelva a ser el centro del mensaje. Yo no quiero ser sacerdote, ¡vaya y me pongan todos estos varones a ser la empleada de ellos, a celebrar las misas que ellos no quieren! No. No quiero ser parte en este estilo de iglesia. Yo de hecho creo que he celebrado.

C. P.: ¿Usted ha celebrado misas?

H. A. B.: Una vez estaba en misión en el campo y había un anciano que se estaba muriendo y él me pidió que lo confesara, y lo confesé y lo absolví. Y yo he celebrado no misas sino ágapes. Porque lo que Jesús hizo en la Última Cena fue compartir la mesa con su gente amigos y familiares. Dijo “hagan esto en memoria mía”, pero nunca dijo que solo los varones lo podían presidir, ni que era pecado no ir los domingos, ni que tenían que decir exactamente esas palabras.

Este año, el Jueves Santo, hicimos una celebración muy linda en Potrero Grande, había más de cien personas de todos los credos que hay allá: católicas, evangélicas, testigos de Jehová, etc. Bendijimos cien panes y luego cada quien se fue a su casa y lo hizo con su familia.

No me gustan las Misas Carismáticas, de mucho alboroto. Me gusta hacer una reflexión con la gente, guiada por un sacerdote católico. Creo que pronto también lo hará una mujer.

C. P.: ¿El matrimonio entre personas del mismo sexo debería ser aprobado por la Iglesia o no?

H. A. B.: Más adelante sí, pero debería ser primero una aprobación social. Si una comunidad o un grupo lo aprueba, ¿por qué la Iglesia no lo va a aprobar?

C. P.: Usted decía que con una de las cosas con las que no comulga de la iglesia es que para no perder los privilegios está muy bien relacionada con las clases de poder, pero uno de sus secretos del éxito, creo yo, es que usted maneja muy bien su relación con gente poderosa…

H. A. B.: Aquí no se trata de excluir a unos y privilegiar a otros, porque sería igualmente injusto. Me relaciono con los ricos pero desde los pobres, y no me salgo de aquí.

C. P.: O sea, ¿usted no se va a reunir con ellos en el Club Colombia ni en la casa de ninguno de ellos?

H. A. B.: Yo sí puedo ir a la casa de ellos, pero no voy a ir al Club Colombia, y eso sí es porque monseñor Isaías Duarte Cancino un día me llamo y me dijo: “Ni usted ni yo tenemos nada tenemos que hacer en el Club Colombia, de modo que no la quiero ver allá”.

C. P.: O sea, ¿usted iba y dejo de ir allá?

H. A. B.: No, yo no iba. A mí me han invitado a matrimonios de gente muy allegada, del estrato 25, pero voy hasta la iglesia, al club no. Yo no voy donde mi gente de Aguablanca no puede entrar. Yo voy a las casas de las familias donde yo pueda ir con personas de Aguablanca.

C. P.: Hermana, usted sacaría todos los votos que quiera. ¿No le han propuesto hacer política, no le gustaría?

H. A. B.: Una vez un candidato me dijo que yo sería la concejala perfecta para Cali. Le dije que eso no me gusta. Una vez, cuando empezamos aquí, queríamos hacer una lista de la junta de acción comunal para que las mujeres participaran, pero eran desconocidas, la más conocida era yo; entonces, me puse en el último reglón, para ayudar, y salió.

C. P.: ¿Los ricos de Cali son generosos?

H. A. B.: Sí.

C. P.: ¿Usted está satisfecha con la manera que la sociedad gobernante vallecaucana y pudiente se comporta con Cali?

H. A. B.: En la gran mayoría sí. Yo tengo una imagen de Cali que no la tienen los caleños: Cali vive una situación muy grave pero la maquillan. El desempleo de Cali es el más alto, los homicidios en Cali son de los más altos, la pobreza de Cali es inmensa, ¡aquí hay gente que come una vez al día! Y este año eso va a quedar tremendamente maquillado porque tuvimos el encuentro del Pacífico y ahora tenemos los Juegos mundiales y el encuentro de alcaldes. Y mire, para ese encuentro del Pacífico me dolió profundamente que escondieron a los pobres, a los pandilleros, sacaron a los vendedores ambulantes.

C. P.: ¿Usted cree que las cosas van a cambiar, que en barrios como este algún día la gente podrá vivir diferente?

H. A. B.: Sí. Si no, ya me habría ido de aquí. Creo que va cambiando el corazón de la gente, así como tengo más de cien personas que han cambiado su escala de valores y su estilo de vida mejoró.

C. P.: ¿Usted llora por lo que pasa?

H. A. B.: Sí, cuando la gente me cuenta sus horrores; pero cuando me ofenden, no; cuando me ofenden, me emberraco.

C. P.: ¿Hasta cuándo va a vivir en Aguablanca, hermana?

H. A. B.: Pues yo tengo unos plazos, porque me quiero ir a vivir al campo. Una señora nos regaló una finca en Bitacoque nosotras tenemos como un modelo de Ecoaldea, y allá tengo mi espacio. No he construido nada pero ya llegará. Pienso tener allá una cabaña y que la gente de Aguablanca pueda ir a pasar unos días allá, por ahora con gente desplazada, que mientras se organizan puedan convivir ahí un tiempo.

C. P.: ¿Como la pueden ayudar?

H. A. B.: Primero abriéndole oportunidades a la gente de acá. Ahora estoy creando el programa “Mirá, ve, yo quiero estudiar”. Que me den becas. Un año de un pelado de estos me vale más o menos  500.000 pesos, eso se lo gasta una familia en nada, mientras que para estos muchachos significa un año de estudio. Y no los puedo mandar a los colegios normales porque estos pelados que han sido pandilleros no se adaptan. Los mandamos al Colegio  Semilla de Mostaza, que es nuestro modelo especial.

C. P.: ¿Y a qué hora se divierte, a qué horas se toma unos traguitos?

H. A. B.: ¿A qué horas me tomo un arrechón? (Risas). Yo me doy mis permisos, me voy para cine, con las mujeres al río, o nos vamos al campo, jugamos cartas, parqués. Mi gran hobby es leer, leo de todo, hasta novelas.

C. P.: ¿Pero lo de arrechón es verdad o no?

H. A. B.: Sí, me traen arrechón y yo me tomo una copa o dos y ya. Un día me dijeron “espere, hermana, la arreglamos”, yo no sabía qué era eso, es meterse un trago que parece fuego, y según ellos ahora sí puedo tomar arrechón, tumbacatre, lo que quiera, ¡y no pasa nada!

C. P: O sea que es toda una experta…

 

 

 

http://elpueblo.com.co/de-la-iglesia-copio-lo-que-me-sirve-pero-hay-mucho-con-lo-que-no-estoy-de-acuerdo-hermana-alba-e-barreto/

PANAMÁ: JESÚS HÉCTOR GALLEGO HERRERA: MARTIR, PROFETA Y PASTOR…


               10 DE JUNIO

 

….por ser fiel
al Evangelio y a los pobres.

Jesús Héctor Gallego Herrera nació en el pueblo antioqueño de Montebello, municipio de Salgar, en Colombia, el 7 de enero de 1938.  Fue el mayor de once hijos del matrimonio de Horacio Gallego y Alejandrina Herrera.  Desde muy temprana edad se sensibilizó con los problemas sociales y políticos que  afectaban a la población más pobre de las áreas rurales y se forjó el propósito de hacerse sacerdote y llevar la palabra de Dios a cualquier parte donde se requiriera sus servicios.

En 1965, a los 27 años, Héctor Gallego fue informado por uno de sus compañero  seminaristas, que en la Diócesis de Veraguas, Panamá, sólo había 9 sacerdotes para prestarle servicios espirituales a 160.000 almas.  Dos años (1967) después es ubicado en San Francisco de Veraguas desempeñándose como Diácono.  Ese mismo año retorna a Medellín Colombia para consagrarse como sacerdote el 16 de julio de 1967. El encargado de ordenarlo en la parroquia del Carmen de su ciudad natal sería el Obispo de Santiago de Veraguas, Mons. Marcos Gregorio McGrath. Su buena relación con Mons. McGrath le facilitaría ser nombrado misionero en Panamá para desempeñar su labor eclesiástica.

 

 

 

El 13 de agosto del mismo año de 1967 se traslada a la población de San  Francisco, en Veraguas, donde oficia su primera misa. Una semana después,  se traslada a la población de Santa Fe donde comienza a  prestar diversos servicios religiosos  a  los campesinos del área.  La situación de pobreza  que se manifestaba en esta región, los abusos ejercidos por las autoridades gubernamentales sobre los campesinos y  la extrema explotación ejercida sobre ellos por los terratenientes de la región fueron sensibilizándolo y orillándolo a convertirse en protector de aquellos campesinos. En dicha población denuncia la violencia institucionalizada contra los pobres.  Su posición en defensa de los intereses de los campesinos lo convierte rápidamente en enemigo de los terratenientes y en blanco de represalia.

 

Después del golpe militar al gobierno panameño en 1968, las comunidades campesinas comenzaron a vivir un período de terror.  Muchos terratenientes aliados con  funcionarios gubernamentales  arrebataron tierras a las comunidades campesinas  y acentuaron la explotación de los jornaleros que trabajaban dentro de sus propiedades.   Además, la producción de los campesinos en las tierras comunales era acaparada por los terratenientes, quienes les compraban los productos a precios irrisorios para que en épocas de escaza producción  poder vendérselas  a precios sumamente altos.  Por estos y muchos otros abusos Gallego comenzó a impulsar la organización de los campesinos en una Cooperativa, hecho que le granjeó la animadversión de dueños de poderosos negocios del área, pues éste constituía el único bastión de lucha para evitar la explotación y la profundización del empobrecimiento del campesinado del distrito de Santa Fe en Veraguas.

El 2 de julio de 1970, uno de los terratenientes que se consideraba afectado por la organización que Gallego había impulsado en la comunidad campesina,  acusó a Gallego de ser el responsable de haber quemado la planta eléctrica que él había  prestado durante la campaña política de 1968.  Los servicios de seguridad de la dictadura arrestaron al sacerdote y con la asistencia de Mons. Marcos Gregorio Mcgrath, pudo librarse de nefastas consecuencias.  El incidente fue muy comentado en todo Veraguas, llegando La Conferencia Episcopal a emitir un pronunciamiento público el 16 de julio de 1971.

Durante el mes de marzo de 1971 Gallego se desempeñaba como vocero de los campesinos de Santa Fe en los encuentros que impulsaba el gobierno para discutir  un plan de desarrollo para esa comunidad. El sacerdote se reunía con los campesinos, escuchaba sus puntos de vista y portaba las peticiones a las autoridades gubernamentales. En ese sentido, Gallego se reunió con el jefe de Estado, el 30 de marzo y  recibió los documentos sobre el nuevo plan de desarrollo. Estos documentos fueron presentados por a los dirigentes  de las comunidades, quienes los analizaron, rechazaron varios puntos del proyecto gubernamental y  presentaron sus propias peticiones

En mayo de 1971 las relaciones entre las comunidades campesinas de Santa Fe y los funcionarios gubernamentales aceleraron su deterioro. Los funcionarios encargados del área agrícola  no compartían las sugerencias propuestas por el campesinado para el plan de desarrollo agrícola de la región.  Las conclusiones de los campesinos alarmaron enormemente a los miembros del Estado Mayor, pues consideraban que las propuestas campesinas se orientaban a provocar la recuperación de tierras, adquirir el control del comercio, aumentar la producción y garantizar los servicios de salud para los campesinos. La cúpula de la dictadura militar dio carta abierta para que se ejerciera presión sobre Gallego para obligarlo a encuadrar sus actos dentro de los lineamientos del régimen.

El 23 de mayo de 1971 elementos de la policía militar del régimen le prendieron fuego al rancho de Gallego, obligándolo a buscar refugio en casa de una familia del lugar.  Este y otros incidentes intimidatorios hicieron que Gallego presintiera que algún acto violento contra él estaban planeando los sicarios de la dictadura. Por eso, les comunicó a  los campesinos de la cooperativa «Esperanza de los Campesinos» que si algo le sucedía ellos deberían de continuar la lucha:

Ustedes saben que ya me están persiguiendo y en cualquier momento me pueden hacer alguna cosa…»  Ustedes son responsables de llevar a cabo el programa de Evangelización que encausará la liberación de los hombres de este mundo, y en especial en Santa Fe. Es por esto que les digo, que si desaparezco no me busquen sino que sigan la lucha, por que lo importante es la salvación de todos los hombres de la explotación y esclavitud ocasionada por los explotadores y por esto hay que morir si es necesario. Este es el compromiso último de un cristiano.

 

EL SECUESTRO DEL PADRE GALLEGO


El 1 de junio de 1971 el padre Gallego hizo un nuevo intento para obtener una entrevista con el jefe del Estado Mayor, con el propósito de  presentarle las principales peticiones de los dirigentes campesinos sobre el plan de desarrollo para el campo. Su gestión no logró materializarse. Durante los 3 siguientes días, Gallego estuvo en la ciudad capital participando en un curso  sacerdotal. Su estancia fue aprovechada por la emisora católica Radio Hogar para realizarle una entrevista. En la entrevista que concede el 4 de junio de 1971 Gallego arremete contra los grandes comerciantes y terratenientes de la región y señala que la orientación del movimiento social y político que se estaba gestando en Santa Fe tenía que  irradiarse a todo el país. Sus declaraciones alarmaron enormemente a los dirigentes de la dictadura, quienes  giraron instrucciones para desmembrar la cooperativa.

Urgía a los militares  acallar, sin demora, la palabra cierta del sacerdote, la que movía voluntades hacia la consecución de una patria en donde resplandeciera la verdad y la justicia; era un imperativo de los militares eliminar al hombre que representaba una bandera contra el atropello y despojo cometido por personajes del régimen y por caciques políticos que siempre han explotado las lágrimas y el sudor del pobres en las zonas rurales de Veraguas y de otros puntos de la nación. El Estado Mayor toma la decisión de capturar y deportar a Gallego acusado de comunista e inventar una serie de delitos subversivos y justificar  su deportación. Lo cierto es que los altos mandos del instituto armado  sabían sobre la operación que se estaba tramando en contra del padre Gallego.

El singular sacerdote fue secuestrado la noche del miércoles 9 de junio de 1971, en la comunidad campesina veraguense de Santa Fe. Los verdugos privaron violentamente de su libertad  al padre Gallego, lo secuestraron y lo forzaron a desaparecer. Poco antes de que saliera el sol ese 10 de junio de 1971, los verdugos se percataron de que las heridas que le habían ocasionado al sacerdote eran de suma gravedad y que los síntomas que manifestaba eran la de un moribundo: «el cráneo de Gallego sufrió fracturas como consecuencia de golpes que recibió después de ser detenido.»

La muerte del sacerdote originó serias preocupaciones en la cúpula del régimen militar. Si el cadáver se le entregaba a los directivos de la comunidad  católica, podía constatarse las consecuencias de las torturas a las que fue sometido el sacerdote y el mundo se enteraría de las atrocidades con la que se manejaba la dictadura militar. Por otra parte, un conflicto diplomático con el Vaticano era lo que ellos menos deseaban. Sin embargo, el pueblo clama continuar con las investigaciones hasta esclarecer la desaparición y muerte del padre Gallego.

Fue en aquellos años, teñidos de sangre y de sacrificios, sellados por profundas  convicciones y esperanzas, años de euforia teológica y de innovaciones pastorales, que Héctor Gallego caminó por las trochas bravas de Santa Fe de Veraguas, Panama.  En apenas tres años de itinerario, aquel hombre, de apariencia insignificante, transformó un remoto rincón del campo panameño y el corazón y el cerebro de muchas de sus gentes.  Y conmovió a todo Panamá.  Un auténtico record pastoral.  Tres años: como Jesús.

Fue un pionero.  Cuando se iniciaba en el continente la pastoral del acompañamiento, ahí estaba él.  Cuando se empezaba a tejer nuevas organizaciones de base cimentándolas en el evangelio, ahí estaba él.  Cuando se inauguraba una nueva manera de ser Iglesia y de ser sacerdote, nuevos compromisos y nuevos riesgos, también estaba él.  Y a la hora de pagar el precio de estos cambios, también.  Cuando en el continente aún no había  «desaparecidos», él desapareció el primero.  Cuando empezaba a escribirse el martirologio de la Iglesia latinoamericana, entre los caídos de la primera hora, a sus 33 años, como Jesús, Héctor Gallego.  Pionero sin pretenderlo.  Hizo mucho en muy poco tiempo.  Tal vez sabía que no viviría demasiado.  Y por eso, su prisa, su paso tenaz, que dejó huellas tan hondas.

Monumento al Padre Héctor Gallego


en Santa Fe de Veraguas, Panamá

 

 

 

Biografía enviada por el Padre:

Pedro Antonio Moreno Mina

Panamá.

http://amerindiaenlared.org/biblioteca/3945/martir-profeta-y-pastor-jesus-hector-gallego-herrera

No hay ninguna investigación por la presunta complicidad del Vaticano en los escándalos de la Iglesia estadounidense


Pederastia: el tribunal de La Haya no indaga sobre Ratzinger

 

 

 

Joseph Ratzinger

JOSEPH RATZINGER

 

REDACCIÓN
ROMA

La Corte penal internacional de La Haya rechazó la petición de investigar sobre el Papa emérito Benedicto XVI por la presunta complicidad de las “jerarquías vaticanas” en los “escándalos sexuales” de la Iglesia estadounidense.

Lo indicó esta mañana el periódico “Avvenire”. La cuestión no entra “en la jurisdicción del tribunal”, decidió la Corte, al responder a una solicitud de una asociación de Nueva York.

El abogado de la Santa Sede, Jeffrey Lena, comentó: “se ha confirmado nuestra línea defensiva”.

 

 

 

http://vaticaninsider.lastampa.it/es/en-el-mundo/dettagliospain/articolo/ratzinger-pedofilia-paedophilia-25673/

Almodóvar: «¿“Lobby gay” en el Vaticano? Podría hacer una comedia»


Pedro AlmodóvarPEDRO ALMODÓVAR

Habla el director español, símbolo de cierta cultura laica: «La Iglesia debe abolir el celibato. Me gustaría confesarme y recibir la Comunión de una monja»

LORENZO SORIA
LOS ÁNGELES

 

Cuando Pedro Almodóvar nació en La Mancha hace 64 años, su padre, semi-analfabeta, tenía una ambición para su hijo: quería que fuera sacerdote. El pequeño Pedro frecuentó escuelas católicas y a los 19 años se mudó a Madrid, en donde habría seguido un camino completamente diferente, que le habría llevado a convertirse en el director español más iconoclasta, en un símbolo de la España libre del post-franquismo que nunca ha tenido ningún problema al reconocer abiertamente su homosexualidad. Pedro Almodóvar conoce muy bien a la Iglesia y su cultura. Ayer, que nos recibió en Los Ángeles en donde se encuentra para presentar su última película, “Los amantes pasajeros”, le preguntamos su opinión sobre las frases que habría pronunciado Papa Francisco relacionadas con la corrupción y la existencia de un “lobby gay” en el Vaticano.

¿Está usted sorprendido?

Sorprendido, no lo sé, pero lo que es cierto es que es la primera vez que un Papa habla sobre un “lobby gay” en el Vaticano, y ahora debemos ver qué pasa porque supongo que este “lobby”, que estoy seguro de su existencia, también es muy potente. Y sí, tengo mucha curiosidad por la sexualidad en el Vaticano, hay tema para una comedia o también para un drama. Tal vez sería más apropiada una tragedia.

¿Qué le parece Papa Francisco?

Creo que debería reflexionar sobre el hecho de que la gente, por lo menos en España, está abandonando el culto porque la Iglesia se ha alejado demasiado de la realidad y de los problemas contemporáneos. Y creo que deberían acabar de una vez con esta historia del celibato. Deberían abolirlo, anularlo. Los sacerdotes son seres humanos, la sexualidad es un don de la naturaleza y, aunque piensen que es un castigo, la sienten porque son humanos. Es decir, creo que con la abolición del celibato muchos de los problemas de la Iglesia católica, muchos de los abusos que vemos en los seminarios y en las demás situaciones, desaparecerían.

¿Alguna otra recomendación? 

Además de anular el celibato, creo que sería hora de empezar a pensar en las mujeres. Por lo menos en Europa, no hay institución que trate peor a las mujeres, peor en el sentido de considerarlas seres inferiores. Renuncian a sus vidas para convertirse en personas religiosas, pero no pueden confesar y no pueden dar la Eucaristía, que es uno de los milagros de la Iglesia. Creo que deberían, por lo menos, tener este derecho; si pudiera expresar un deseo al Papa, sería este: me gustaría confesarme un día con una monja y recibir la Comunión de una mujer. Me parece increíble que estemos en un mundo lleno de problemas y tengamos todavía que ocuparnos de la sexualidad de los demás.

 

 

http://vaticaninsider.lastampa.it/es/reportajes-y-entrevistas/dettagliospain/articolo/gay-gay-gay-25649/

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