COLOMBIA: La acción pastoral en una Iglesia renovada


 

Categoría: Asamblea Ponencias

 

Publicado el Martes, 04 Febrero 2014 13:04
Escrito por Mauricio Fernández

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Con la guía de Monseñor Fabio Suescún Mutis, Obispo Castrense de Colombia, la XCVI Asamblea Plenaria del Episcopado analizó en su segundo día lo que significa la acción pastoral en una iglesia renovada.

Mons. Suescún Mutis recordó que la Conferencia Episcopal de Colombia asumió hace tres años asume la responsabilidad de orientar y fortalecer la Evangelización del país por medio de procesos que lleven a acoger nuevos discípulos misioneros de Jesús y a formarlos en una fe madura.

Ponencia:

Recalcó que la reflexión sobre «La acción pastoral en una Iglesia renovada» está iluminada por la enseñanza del Papa Francisco en su reciente documento y pretende ser una introducción general a las dimensiones esenciales de la acción pastoral para que los Obispos de Colombia la apliquen a la problemática del país.

Invitó a los miembros del Episcopado a tener muy presente la figura del buen pastor que guía y da la vida por su rebaño, a fin de evitar que ésta se convierta «en un lugar común, sin actualidad ni novedad».

«La realidad de tantos hombres y mujeres que en el mundo vagan como ovejas sin pastor, interroga a los pastores de hoy, como sucedió en tiempos del profeta Ezequiel, sobre la compasión y preocupación por atender no solo a las ovejas sanas, sino especialmente a las descarriadas, que no encuentran camino para su felicidad o se muestran renuentes a ver y seguir la senda de la vida verdadera», afirmó.

En su ponencia enfatizó que la Iglesia es misericorde y se preocupa no solo por los «buenos», sino por acercarse al pobre, el enfermo, el pecador, el excluido, ya que sin misericordia no hay acción pastoral y todo cae en un «gris pragmatismo» que desgasta la fe y degenera en mezquindad (Documento de Aparecida 12).

Aseguró que la labor de la Iglesia debe ser «una acción integral que llega a todos los hombres y mujeres, responde a las necesidades de toda la persona, enseña todo lo que recibe de Cristo e involucra a todos los fieles. La acción pastoral es de la Iglesia toda».

Precisó que la acción pastoral de la Iglesia es ante todo un dinamismo vital, mejor representado por la figura de un espiral que manifiesta «la integralidad de la vida cristiana que nos va envolviendo en la vida de Cristo Jesús y así muestra una Iglesia viva, no instalada, en continuo movimiento salvador».

El plan pastoral diocesano elaborado y ejecutado bajo el inmediato cuidado del Obispo y con la participación de toda la comunidad, debe animar y promover una renovada actividad pastoral idónea que unifique en un solo cuerpo los varios carismas, ministerios y estados de vida, como lo propone el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, en 2012.

Igualmente se refirió a los planteamientos del Papa Francisco y del Documento de Aparecida, respecto a que para formar discípulos misioneros, «no basta el estilo pastoral de mera conservación que lleva la Iglesia hasta ahora, sino que se hace necesaria una decidida pastoral de misión».

Mons. Suescún Mutis también recordó algunas de las «tentaciones» que presenta la cultura globalizada a los agentes evangelizadores, entre las que figura el individualismo, el aislamiento, la insatisfacción de laicos y presbíteros; y la presencia de «profetas de calamidades», entre otras.

 

http://www.cec.org.co/noticias-7/2295-la-accion-pastoral-en-una-iglesia-renovada

‘Si hay hambre no habrá paz’, le dijeron obispos al presidente Santos


Por:  |

9:40 p.m. | 04 de Febrero del 2014

El mandatario se reunió con los máximos representantes de la Iglesia Católica congregados en Bogotá.

Durante una hora y media el presidente Juan Manuel Santos, el cardenal Rubén Salazar y los demás arzobispos y obispos del país congregados en la sede del Episcopado, en Bogotá, se reunieron con el fin de hablar sobre algunos asuntos de la vida nacional.

Ni el presidente Santos ni el cardenal Salazar dieron declaraciones. Sin embargo, consultado por un grupo de reporteros, monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de la Diócesis de Fontibón y exsecretario de la Conferencia Episcopal, informó que uno de los temas que se abordaron durante el encuentro fue el de la paz.

Según Córdoba, el clero le expresó su disposición y respaldo en la búsqueda de la paz, pero le reiteró su preocupación por el denominado posconflicto.

“Al pueblo no le importa mucho si hay paz o no si sigue con hambre. Si hay hambre, no habrá paz”, afirmó monseñor Córdoba al explicar que los obispos le pidieron al mandatario que fortalezca sus planes de reconstrucción de tejido social y que se enfoque en acabar con la inequidad y la pobreza.

A propósito, aclaró Córdoba, el presidente Santos les informó que está en marcha un equipo de trabajo y un ambicioso proyecto social que se desarrollaría si se llega a firmar la paz.

El presidente Santos, añadió este prelado, les pidió apoyo a los obispos en los temas del perdón y la reconciliación. “Si se llega a firmar la paz, hay que hacer un gran trabajo para no tener que volver a la retaliación y la venganza”.

REDACCIÓN VIDA DE HOY

 

http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/religion/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-13454775.html

COLOMBIA: UE da un paso para eliminar visa


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Con decisión política, se destraba el debate. Aún faltan trámites legislativos y administrativos.

Por MARÍA VICTORIA CORREA LILLIANA VÉLEZ DE RESTREPO | Publicado el 5 de febrero de 2014

Si usted fue uno de los colombianos que armó la maleta ayer después de leer el comunicado de la Unión Europea que anunciaba la eliminación de la visa Schengen, lo mejor es que la guarde ya que para que el anuncio sea una realidad, pueden pasar meses o hasta años.

Lo que se pasó ayer fue que la Unión Europea, UE, ratificó el buen ambiente político que hay para que la medida cruce su trámite burocrático, ya que desde finales de 2013, la voluntad política estaba cantada.

Cabe anotar que este mismo trámite lo están realizando los peruanos, quienes están confiados y esperan que en un mes se haga efectiva la exención de la visa para ingresar a 26 países europeos.

«Esta es una muestra de confianza y voluntad de seguir trabajando juntos. No podemos dar aún una fecha exacta de a partir de cuándo se podrá ingresar sin visa a los países del espacio Schengen porque aún es necesario efectuar actos legislativos e institucionales», dijo la embajadora de la Unión Europea en Colombia, María Antonia van Gool.

La misma UE fue clara al afirmar que después de la ratificación de la voluntad política, queda pendiente que la Comisión Europea, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo decidan, cada uno por aparte, si acogen o no la exención del trámite. A esto se le suma, que en mayo hay elecciones del Parlamento Europeo.

En caso que todo esto se de, se debe firmar un acuerdo entre Colombia y la UE para definir exactamente cuándo se elimina la visa. Por último, es importante señalar, que los países europeos se seguirán reservando el derecho de admisión.

No hay que cantar victoria
Para el analista de la Universidad del Rosario Mauricio Jaramillo Jassir, con lo de la visa Schengen no «nos puede pasar lo del Mundial del 94 en donde íbamos a hacer campeones mundiales, no quiero restarle expectativa al anuncio, pero en política las coyunturas no se pueden descartar».

El académico subrayó, sin embargo, que el anuncio que hizo la UE ayer es importante en la medida en que hace parte de «una deuda histórica que la Unión Europea tenía con nosotros. Y también porque nos pone en un plano de mayor igualdad de condiciones con los otros Estados».

Ahora bien, frente al proceso que hace falta para que la decisión quede en firme, para Jaramillo Jassir, este no se debe ver como un «mero trámite porque estamos hablando de un tema de migraciones y en cualquier momento puede presentarse coyuntura y algún Estado puede bloquear la decisión por la vía del Parlamento. Por eso hay que tener mucho cuidado, y por eso este tema es difícil de pronosticar».

En ese mismo sentido, Carlos Arévalo, profesor de derecho internacional de la Universidad de la Sabana, sostuvo que es muy temprano para cantar victoria y destacó que efectivamente la voluntad política de la UE estaba clara desde octubre del año pasado.

«No creo que se vaya a presentar un cambio radical en la decisión, de pasar del sí al no. Eso no va a pasar. Creo que efectivamente sí nos van a levantar las visas, porque hay una evidente manifestación política de que eso va a pasar, pero se puede demorar más o menos hasta mediados de año», dijo Arévalo.

Paula Cortez, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, Anato, esto no significa mucho.

«La realidad es que no podemos dar ningún parte de satisfacción. Venimos en un proceso importante con la Comunidad Europea y creo que de pronto a mediados o finales de este año podamos tener algo en firme. Insisto, se avanzó un poquito, pero en realidad lo que estamos esperando son las votaciones legislativas».

María Claudia García, presidente de la Asociación Hotelera de Colombia (Cotelco) destacó que este anuncio es un extraordinario ejemplo que nos están dando los europeos.

«Colombia debería seguir el ejemplo y levantar las barreras al turismo interno y para los turistas no residentes. Tenemos otro tipo de barreras que no nos están permitiendo ser competitivos: una sobretasa de energía del 20 por ciento, un IVA que subió del 10 al 16 por ciento. Estos costos repercuten en los turistas «, dijo.

Precisó que esta decisión «debe venir acompañada, en Colombia, con una política de la promoción del turismo doméstico, porque sin lugar a dudas tendremos más colombianos viajando a los países de la UE».

 

http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/U/ue_da_un_paso_para_eliminar_visa/ue_da_un_paso_para_eliminar_visa.asp

El papa Francisco plantea “una revolución de ideas”, dice Mujica


4 de febrero de 2014 | 10:57:31

Montevideo, Uruguay | AFP

Esas ideas no se ven en la iglesia «desde los tiempos ya lejanos de Juan XXIII”, dijo el mandatario uruguayo

Por elnuevodiario.com.ni | Globo

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El presidente uruguayo elogió el martes al papa Francisco por exponer «una revolución de ideas» que derriba los lugares comunes y llamar la atención sobre la falta de «solidaridad» e «iniquidad» en el mundo.

La iglesia católica «nos sorprende con la aparición de un jefe, su papa actual, Francisco, que está planteando una revolución de ideas», señaló Mujica en su audición semanal, en la estatal radio Uruguay.

Esas ideas no se ven en la iglesia «desde los tiempos ya lejanos de Juan XXIII», dijo el mandatario, y agregó que Francisco «ahí está señalando permanentemente la falta de solidaridad e inequidad de este mundo».

Francisco, el primer papa latinoamericano, ha impuesto su estilo familiar, sencillo y directo que ha conquistado a los católicos y a millones de personas alrededor del mundo que sin predicar ninguna religión simpatizan con el argentino.

Mujica leyó varios pasajes de la primera exhortación apostólica del papa argentino ‘Evangelii Gaudium’ (‘La alegría del Evangelio’), presentada en noviembre de 2013, que llama a dar prioridad a los pobres.

El papa «está levantando polvareda (llamando la atención) porque está pateando un conjunto de lugares comunes» con su discurso y accionar, afirmó.

Mujica recordó su condición de no creyente, pero admitió su «admiración política por la Iglesia católica».

Como «cualquiera de las cosas que construye el hombre se le pueden señalar defectos, se le pueden señalar culpas y vaya que las tiene la Iglesia católica, pero también paralelamente tiene un gigantesco haber (…) una obra gigantesca», añadió.

Mujica, un exguerrillero de 78 años que lleva un austero modo de vida que le valió el rotulo de «presidente más pobre del mundo», invitó a sus compatriotas a leer el documento «no para tomarlo como catecismo, sino para pensarlo en la profundidad».

 

 

http://www.elnuevodiario.com.ni/internacionales/309986-papa-francisco-plantea-revolucion-de-ideas-dice-mujica

IN MEMORIAM DE CARLOS PARIS- JJTAMAYO


ºCARLOS PARÍS: LA FILOSOFÍA COMO GRITO CONTRA LA INJUSTICIA

Intervención en el Ateneo de Madrid en la capilla ardiente. 3 de febrero de 2014

Publicada en el diario EL PAÍS, 4 de febrero de 2104

Juan José Tamayo

Maestro, amigo y colega. Estas tres palabras resumen mi relación con Carlos París durante más de treinta años. Comenzó a finales de la década de los 70 del siglo pasado en que inicié mis estudios de filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid. Allí  seguí sus clases de Antropología Cultural en la licenciatura, sus lecciones sobre la Técnica en Ortega y Gasset y Heidegger en los cursos de doctorado y, bajo su dirección, hice la tesis doctoral sobre la filosofía utópica de la religión en el pensador alemán Ernst Bloch. Recuerdo que cuando le propuse el tema de la tesis me comentó: “Perfecto. Coincide con mi actitud vital, ya que soy un creyente con esperanza pero sin fe”.  Yo le recordé entonces la afirmación de Bloch: “La razón no puede florecer sin esperanza. La esperanza no puede hablar sin razón”. Desde entonces razón y esperanza han sido las claves intelectuales de nuestra sintonía.

Mi relación con Carlos París se ha mantenido viva y activa hasta el final. El año pasado me invitó a intervenir, junto con Jacob Muñoz, Pedro López Arriba y él mismo, en la presentación de la segunda edición de su libro Ética radical. Los abismos de la actual civilización, una de las más lúcidas y creativas contribuciones a la ética, que cuestiona los límites y ocultamientos de las morales tradicionales, dilata el horizonte de la filosofía moral y las responsabilidades humanas a otros campos que no son separables de lo humano, como la ciencia, la técnica, la naturaleza, etc., e incorpora la crítica del capitalismo y de la política liberal. El libro completa la trilogía iniciada con Crítica de la civilización nuclear y continuada conEl animal cultural. Biología y cultura en la realidad humana (1994)tres obras mayores de la filosofía española y latinoamericana del siglo XX y principios del siglo XXI.

En un texto antológico de Ética radical describe así lo que es para él la reflexión filosófica: “La filosofía que profeso parte del grito, del lamento, de la encrespada protesta ante la injusticia del mundo que vivimos. Si Aristóteles afirmaba que la Filosofía nace de la admiración, yo diría que también mi filosofar parte de la admiración, pero no solo de la que suscita la contemplación de los cielos, sino de la que brota ante el heroísmo de tantos hombres y mujeres que, incansables, dieron su vida, luchando por el reino de la libertad y la hermandad universales. Y el pensamiento que se levanta, a partir del grito y de la admiración no quiere reducirse a contemplar el mundo, sino que aspiración a contribuir a su radical transformación”.

La vida de Carlos París fue el mejor ejemplo de esa manera de entender la filosofía que logró superar oda tendencia idealista. En su vida se dan cita la teoría y la práctica, la militancia política y la reflexión filosófica, la creación literaria y el pensamiento crítico, la interpretación y la transformación de la realidad histórica, conforme a la tesis 11 de Marx sobre Feuerbach: “Hasta ahora los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”. Tomando prestada la segunda parte del título de uno de sus libros más emblemáticos, su vida bien puede definirse como “existencia auténtica”, bajo la guía del altruismo que él entiende como “el refuerzo mutuo entre el yo y el otro, en una sinergia en que ambos se potencian”.

Cuando seguía sus clases en la Autónoma, me venía a la mente la idea de Kant sobre el profesor de filosofía. El buen profesor de filosofía, decía el filósofo de Königsberg, no es el que enseña la historia de la filosofía, sino el que enseña a filosofar. Carlos París encarnó esta idea de Kant en su magisterio de manera ininterrumpida durante más de sesenta años.

Gracias, Carlos, por enseñarme a filosofar. ¡Adiós! Tu discípulo, amigo y colega.

            Juan José Tamayo fue discípulo de Carlos París. Actualmente es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones en la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Invitación a la utopía. Estudio histórico para tiempos de crisis (Trotta, Madrid, 1012) y de Cincuenta intelectuales para una conciencia crítica (Fragmenta, Barcelona, 2013)

 

Remitido al e-mail

¿LA IGLESIA O LA BIBLIA? UNIVISIÓN.COM


 LA IGLESIA O LA BIBLIA?? – Univision Foro / Forum – 491456209

¡Hay personas que dicen «no importa a que Iglesia asista!» Si, si importa pues debes buscar la que tiene una enseñanza valida, si no HAS CREÍDO 

Papa Francisco: También Dios llora, como un padre por sus hijos


Homilia de hoy en la Domus Santa Marta

Radio Vaticano

04.02.2014 //IMPRIMIR
Filippo Monteforte/AFP
También Dios llora: su llanto es como el de un padre que ama a sus hijos y que no reniega nunca de ellos aunque sean rebeldes. Es lo que ha afirmado Papa Francisco esta mañana durante la Misa presidida en la Casa Santa Marta.

Las lecturas del día presentan la figura de dos padres: el rey David, que llora la muerte del hijo rebelde Absalón y Jairo, jefe de la sinagoga que pide a Jesús que cure a su hija. El Papa explica el llanto de David cuando recibe la noticia del asesinato de su hijo, no obstante este luchase contra él para conquistar el reino. El ejército de David ha vencido, pero a él no le interesa la victoria, “espera a su hijo”. ¡Sólo le interesaba su hijo! Era el rey, el jefe del país, ¡pero también era padre! Cuando le llega la noticia del fin de su hijo, se sintió sacudido por un temblor, subió al piso de arriba y… lloró”.

“Cuando se iba decía: ‘Hijo mío, Absalón, ¡hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! Absalón, hijo mío ¡hijo mío!’. Este es el corazón de un padre, que no reniega nunca de su hijo. ‘Es un bribón, es un enemigo. ¡Pero es mi hijo!’. Y no reniega de la paternidad: solo llora. Dos veces llora David por un hijo suyo: esta y la otra vez que llora por la muerte del hijo del adulterio. También aquella vez hace ayuno, penitencia para salvar la vida del hijo. ¡Era su padre!”.

El otro padre es el jefe de la sinagoga, “una persona importante, afirma el Papa, pero ante la enfermedad de la hija no se avergüenza de arrodillarse a los pies de Jesús: ‘Mi hijita se está muriendo, ven a imponerle las manos, para que se salve ¡y viva!’. No se avergüenza”, no piensa en lo que puedan decir los demás, porque es padre. David y Jairo son dos padres.

“¡Para ellos dos lo único que es importante es el hijo, la hija! No hay nada más. ¡Lo único importante! Nos hace pensar en la primera cosa que nosotros le decimos a Dios en el Credo: ‘Creo en Dios Padre…’ Nos hace pensar en la paternidad de Dios. Pero Dios es así. ¡Dios es así con nosotros” ‘Pero Padre, ¡Dios no llora!’ ¡Cómo que no! Recordemos a Jesús cuando lloraba al mirar a Jerusalén: ‘¡Jerusalén, Jerusalén! ¡Cuántas veces he querido recoger a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas!’ ¡Dios llora! ¡Jesús lloró por nosotros! Y ese llanto de Jesús es figura del llanto del Padre, que quiere que todos estemos con Él”.

“En los momentos difíciles”, destaca Papa Francisco, “el Padre responde. Recordemos a Isaac cuando se va con Abraham a hacer el sacrificio: Isaac no era tonto, se había dado cuenta de que llevaban la leña, el fuego, pero no el cordero para hacer el sacrificio. ¡Tenía angustia en el corazón! ¿Y qué dice? ‘¡Padre!’. Y enseguida le responde: ‘Aquí estoy, hijo mío!’. El Padre responde”. Así, Jesús, en el Huerto de los Olivos, dice “con esa angustia en el corazón: ‘¡Padre, si es posible que pase lejos de mí este cáliz!’. Y los ángeles bajaron a darle fuerza. Así es nuestro Dios: ¡es un Padre! ¡Un Padre así!”. Un Padre como el que espera al hijo pródigo que se fue “con todo el dinero, toda la herencia. Pero el padre lo esperaba” todos los días y “lo vio desde lejos”. “¡Este es nuestro Dios!”, observó el Papa, y “nuestra paternidad”, tanto la de los padres de familia como la paternidad espiritual de obispos y sacerdotes, “debe ser como esta. El Padre tiene una unción que viene del hijo: ¡No puede entenderse a sí mismo sin el hijo! Y por esto necesita del hijo: lo espera, lo ama, lo busca, lo perdona, lo quiere cerca de sí, tan cerca como la gallina quiere a sus polluelos”.

“Volvamos hoy a casa con estas dos imágenes: David que llora y el otro, el jefe de la sinagoga, que se postra ante Jesús, sin miedo a convertirse en vergüenza y que se rían de él. En juego estaban sus hijos: el hijo y la hija. Y con estas dos imágenes digamos: ‘Creo en Dios Padre…’. Y pidamos el Espíritu Santo, porque solo es él, el Espíritu Santo, el que nos enseña a decir ‘¡Abbá, Padre!’. Es una gracia. Poder llamar a Dios ‘¡Padre!’ con el corazón, es una gracia del Espíritu Santo. ¡Pedídsela a Él!”

Sínodo sobre encuestas familiares: Los Obispos alemanes, y suizos rechazan las enseñanzas sobre el matrimonio, la sexualidad


 | National Catholic Reporter


Si bien la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. continúa su guerra santa contra el mandato de la Ley de Asistencia Asequible que los planes de beneficios de salud deben proporcionar los beneficios del control de natalidad sin costo compartido, el mensaje de los católicos viene en claro: La Iglesia está fuera de contacto con la práctica católica y la creencia personal con respecto a control de la natalidad, el divorcio y la homosexualidad. Los obispos de Alemania y Suiza son los primeros en informar sobre los resultados de la encuesta ordenada por el Vaticano de los feligreses en la preparación para el Sínodo Episcopal sobre la doctrina de la familia de la Iglesia y la pastoral. – GWC
Sínodo sobre encuestas familiares: Alemán, los católicos suizos rechazan las enseñanzas sobre el matrimonio, la sexualidad | National Catholic Reporter :

El Papa Benedicto XVI, el Papa Francisco y muchos obispos de todo el mundo han considerado la situación de los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente un problema pastoral urgente, sino que es uno de los problemas Papa Francis ha dicho es una cuestión a tener en cuenta en el sínodo.
Ambos Episcopal Alemana y de los obispos suizos resúmenes dijeron los católicos en sus países creen que la iglesia es inmisericorde a los católicos cuyos matrimonios han fracasado primero.
«El divorcio y volver a casarse con frecuencia conducen a un proceso de llegar a ser distante de la iglesia o de ampliar la brecha existente», informaron los obispos alemanes. «Muchos ya no quieren ser asociados con una institución que consideran que no perdona.»
Tanto las encuestas de los obispos alemanes y suizos encontraron que la gran mayoría de los católicos rechazan o simplemente ignoran la enseñanza de la iglesia que cada acto sexual entre marido y mujer debe estar abierto a la transmisión de la vida, lo que se evita el uso de anticonceptivos artificiales.
Los obispos suizos dijeron que «aproximadamente el 60 por ciento de los participantes en la consulta admite el reconocimiento y la bendición de la iglesia para las parejas homosexuales», aunque las respuestas mostraron «un consenso, sino más bien una polarización», con fuertes reacciones negativas.
Mientras que la enseñanza católica insiste personas homosexuales no deben ser discriminados, sostiene que los actos homosexuales son siempre inmorales y que el matrimonio sólo puede ser una unión entre un hombre y una mujer.
Los obispos alemanes dijeron que los católicos de su país, que ha reconocido «asociaciones civiles» de parejas del mismo sexo desde 2000, en gran parte «consideran que el reconocimiento legal de personas del mismo sexo uniones civiles y la igualdad de trato vis-a-vis el matrimonio como un mandamiento de la justicia. «

http://blackstonetoday.blogspot.com/2014/02/synod-on-family-surveys-german-swis

Papa Francisco presenta su mensaje para Cuaresma 2014


Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza

04 17:21:07 de febrero de 2014
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        «Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza»

«Queridos hermanos y hermanas:

Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de san Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» . El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?

La gracia de Cristo

Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza; «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se «vació», para ser en todo semejante a nosotros ). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto,»trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado»

La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino -dice san Pablo-«…para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, san Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo», «heredero de todo» .

¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros. La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es la mayor riqueza; la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar ni un instante de su amor y su ternura. La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando Jesús nos invita a tomar su «yugo llevadero», nos invita a enriquecernos con esta «rica pobreza» y «pobre riqueza» suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito.

Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos ; podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.

Nuestro testimonio

Podríamos pensar que este «camino» de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.

A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria; la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual. La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana; privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad. En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir.

No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros -a menudo joven- tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.

El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual; en cada ambiente el cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza! Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.

Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.

Que el Espíritu Santo, gracias al cual» [somos] como pobres, pero que enriquecen a muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os guarde».

F r a n c i s c o

 

http://www.reflexionyliberacion.cl/articulo/3292/se-hizo-pobre-para-enriquecernos-con-su-pobreza.html

Betty Friedan, en el 93 aniversario de su nacimiento


Betty Friedan fue una mujer excepcional, sin duda. En 1964 ganó el premio Pulitzer con su libro “La mística de la feminidad” y entre sus singularidades está que nació y murió un 4 de febrero, así era ella.

Unas lineas recogidas de “Feminismo para principiantes” en su recuerdo y en agradecimiento por su trabajo:

 

Betty Friedan fue una joven brillante que desde niña supo lo que era ser “diferente”. Nació en 1921, en Peoria (EEUU), en una familia judía. Cuando comenzó sus estudios universitarios escribió: “En Smith no sólo sacaba sobresalientes, sino que las demás muchachas –supongo que también habrían sufrido por ser demasiado inteligentes “para ser chicas” en sus institutos– me aceptaban. En mi pueblo yo era un ser solitario, muy a mi pesar”. La muchacha diferente se graduó en psicología social con las mejores notas, con experiencia de liderazgo entre sus compañeras y con un premio literario universitario por sus editoriales en el periódico. Pero tras aquel extraordinario comienzo, renunció a una beca de investigación y eligió ponerse a trabajar y formar una familia.
Pasó sus estrecheces, pero todo iba más o menos bien hasta que, recuerda: “En el quinto mes de embarazo, me anunciaron que me despedían del trabajo del periódico sindical. No me dieron ninguna razón. Finalmente, un compañero me explicó que no estaban dispuestos a dejar que me tomara otro permiso de maternidad, como había hecho la primera vez. Estaba furiosa. No era justo. Pero Jule, nuestro jefe de redacción me dijo: ‘Tuya es la culpa, por haberte quedado embarazada otra vez’. Entonces no había una expresión para designar la discriminación por razón de sexo, ninguna ley para evitarla”.

Expulsada del mundo laboral, Betty comenzó a trabajar por libre, desde su casa: “Me embarqué en una carrera clandestina y no reconocida como escritora freelance”. Betty reconoce en su autobiografía que su vida se parecía bastante a lo que había soñado… aunque comenzó a detectar algunos síntomas: “Lo que de verdad quería era ser un ama de casa feliz y realizada, afincada en un barrio residencial y muy pronto madre de tres hijos. Pero recuerdo que un domingo que salimos de excursión en familia con algún grupo de feligreses y luego, otra vez, en el aparcamiento de un supermercado, sentí un ataque de pánico repentino, inexplicable y aterrador. Aquello era peor que el asma”. También, con la distancia de los años, Betty analiza su matrimonio: “Había llegado a un punto en el que dependía casi por completo de Carl (su marido) para relacionarme con otros adultos y gozar de su apoyo. Y además, tenía que escribir aquellos artículos a la fuerza, para contribuir a pagar nuestros gastos. Debí mostrarme menos indulgente con los negocios de Carl –pues teníamos un montón de pagos pendientes– y también con que no viniera a casa a cenar. Creo recordar una impresión de horror, de miedo indecible; me sentía aturdida, hasta que una noche me pegó. Y después lloró, aquella primera vez”.

 

Betty Friedan era prototipo de la mujer norteamericana de su época, la década de los cincuenta. Pero una serie de circunstancias la empujaron a profundizar tanto en sus sensaciones como en el mundo que la rodeaba. Así, ante una reunión de antiguas alumnas de la universidad, los organizadores pidieron a Betty que realizara un cuestionario. Era 1957. A partir de ahí, una serie de cabreos consecutivos llevaron a la publicación de su primer libro. Betty aceptó realizar el cuestionario por varias razones: por un lado, se sentía culpable de no haber hecho las grandes cosas que todo el mundo esperaba de ella tras su brillante expediente académico. Al final, su currículum decía: renunció a una beca en psicología, fue expulsada de su trabajo por estar embarazada y se dedica a escribir artículos superficiales para revistas femeninas. Pero además, hacía escasas semanas que había leído un libro recién publicado y que había suscitado amplio debate, “Modern Women. The Lost Sex”, de Marynia Farnham y Ferdinand Lundberg. Estos dos psicoanalistas freudianos sostenían la siguiente tesis con respecto a las mujeres norteamericanas: “Éstas tenían un nivel educativo demasiado alto, lo que les impedía adaptarse a su rol como mujeres”. Poco más o menos decían que de aquellos barrios residenciales ideales en los que entre nueve de la mañana y cinco de la tarde no se movía nada que midiera más de un metro de alto empezaba a surgir un rumor de desasosiego, de descontento y de ira. Si las amas de casa estadounidenses de los barrios residenciales no se sentían “felices” cuidando de sus hijos y utilizando los electrodomésticos con los que soñaban otras mujeres, el problema debía de residir en su educación.

“Aquello me puso furiosa”, recuerda Friedan: “Por supuesto, había aceptado sin cuestionarlo todo aquel rollo freudiano sobre el papel de las mujeres. Al fin y al cabo ¿acaso no había renunciado también yo a mi carrera para realizarme como esposa y madre? Pero la idea de que educar a las mujeres tenía consecuencias negativas para ellas mismas y sus familias sobrepasaba los límites”. Betty decidió entonces hacer el cuestionario y luego, aprovecharlo para escribir un reportaje oponiéndose a las tesis de aquel libro y demostrar que la educación no era la causa de la frustración de las mujeres. Pero una vez realizado, las respuestas que le enviaron doscientas mujeres suscitaban aún más preguntas que las que ella les había hecho: “Las mujeres que aparentemente valoraban más su educación, que se mostraban más alegres y positivas con respecto a su vida, eran las que no encajaban exactamente en el ‘rol de las mujeres’, en el sentido en que se definía entonces –esposa, madre, ama de casa, entregada a su marido, a sus hijos, al hogar–. Las que manifestaban dedicarse únicamente a ello estaban deprimidas o totalmente frustradas. Tal vez el problema que impedía que las mujeres estadounidenses ‘se adaptaran a su rol como mujeres’ no fuera la educación, sino aquella obtusa definición del ‘rol’ de las mujeres. El ‘problema femenino’, como se le llamaba entonces. Las mujeres acudían al médico aquejadas de enfermedades extrañas, sin diagnóstico; y los facultativos no daban con el motivo o el remedio de su ‘síndrome de fatiga crónica’”.

Betty decidió entonces escribir el artículo y con él llegó el segundo gran cabreo. Por primera vez en su vida de freelance, ninguna revista quiso publicárselo. A grandes males, grandes remedios: si nadie quería publicar su reportaje, escribiría un libro. El contenido quedó definido una mañana de abril de 1959, cuando Betty escuchó a una madre de cuatro hijos, que estaba tomando café con otras madres en tono de resignada desesperación: “Es el problema. Soy la esposa de Jim y la mamá de Janey, especialista en poner pañales y monos de nieve, en servir comidas, en hacer de chófer. ¿Pero yo quién soy como persona? Es como si el mundo siguiera adelante sin mí”. Así fue como Friedan identificó lo que más tarde llamaría “el problema que no tiene nombre”

Según Betty Friedan, en aquella época se achacaba a las mujeres la responsabilidad de todo tipo de “problemas”: que los niños se hicieran pis en la cama, que sus maridos tuvieran úlcera, que el fregadero no reluciera, que las camisas no estuvieran bien planchadas, incluso que ellas no tuvieran orgasmos. “Si una mujer tenía un problema en las décadas de 1950 y 1960 sabía que algo debía de ir mal en su matrimonio, o que algo le pasaba a ella. ¿Qué clase de mujer era si no se sentía misteriosamente realizada sacando brillo al suelo de la cocina?”

Friedan se planteó escribir el libro en un año, pero tardó cinco. Ella misma estaba inmersa en la mística de la feminidad. Y le costó muy caro salir. En su autobiografía, Betty cuenta que sufrió malos tratos psíquicos y físicos por parte de su marido y que tardó muchos, demasiados años, en divorciarse. Prácticamente, lo hizo cuando pensaba que le quedarían marcas en la cara para toda la vida de las palizas que recibía. De hecho, reconoce que tiene alguna cicatriz.

Pero en los cinco años que tardó en escribir el libro aprendió y reflexionó todo lo que había alrededor de aquel vacío vital que bautizó con el título de su libro: La mística de la feminidad. ¿Qué hacía que la mística pareciera inevitable, absolutamente irreversible y que cada mujer pensara que estaba sola ante ‘el problema que no tiene nombre’, sin darse cuenta jamás de que había otras mujeres a las que no les producía el menor orgasmo sacar brillo al suelo del cuarto de estar?
La mística de la feminidad se publicó en 1963 y como le había ocurrido a Simone de Beauvoir, el libro cambió la vida de miles de mujeres en todo el mundo y, al mismo tiempo, la vida de su propia autora. Recibió “un reguero de cartas, que luego se convirtió en un auténtico mar, que procedía de mujeres que estaban hartas de sentirse ‘como un electrodoméstico’ o ‘descerebradas’, o ‘con una depresión mortal’. (…) Cuando tuve el primer ejemplar del libro en mis manos, lo único que sabía era que, de repente, era capaz de volar”

El libro se convirtió en un best-seller. Friedan había dado en el clavo:
“La mística de la feminidad afirma que el valor más alto y la única misión de las mujeres es la realización de su propia feminidad. Asegura que esta feminidad es tan misteriosa e intuitiva y tan próxima a la creación y al origen de la vida que la ciencia creada por el hombre tal vez nunca llegue a entenderla. Pero por muy especial y diferente que sea, no es en manera alguna inferior a la naturaleza del hombre; incluso puede que sea, en algunos aspectos, superior. El error, afirma esta mística, la raíz de los problemas de la mujer en el pasado, estriba en que las mujeres envidiaban a los hombres, intentaban ser iguales que ellos, en vez de aceptar su propia naturaleza, que sólo puede encontrar su total realización en la pasividad sexual, en el sometimiento al hombre y en consagrarse amorosamente a la crianza de los hijos”. .
El libro se centraba sólo en las mujeres privilegiadas de la clase media de Estados Unidos, no daba una teórica explicativa ni del patriarcado ni del privilegio masculino y tampoco presentaba estrategias alternativas de vida, pero en todo el mundo a través de sucesivas traducciones, se convirtió en un clásico del feminismo. Su importancia estuvo en descifrar con lucidez el rol opresivo y asfixiante que se había impuesto a las mujeres de medio mundo y analizar el malestar y el descontento femenino. Friedan afirmaba de forma clara que la nueva mística convertía el modelo ama-de-casa-madre-de-familia, en obligatorio para ¡todas! las mujeres.

No era un libro complejo, tenía un lenguaje claro y analizaba la vida cotidiana, su propia vida. Friedan escrutaba todo lo que le parecía significativo, incluso las revistas femeninas o las heroínas de Hollywood. Por eso facilitó a millones de amas de casa, en distintos países, referentes comunes con otras mujeres y les permitió identificar su situación de opresión como experiencia ya no personal, sino colectiva. La mística de la feminidad fue un revulsivo en un nuevo proceso de concienciación feminista al crear una identidad colectiva capaz de generar un movimiento social liberador.
Además, para Friedan, el problema era político: la mística de la feminidad, que en realidad era la reacción patriarcal contra el sufragismo y la incorporación de las mujeres a la esfera pública durante la Segunda Guerra Mundial, identifica mujer con madre y esposa, con lo que cercena toda posibilidad de realización personal y culpabiliza a todas aquéllas que no son felices viviendo solamente para los demás”.

Acciones, no palabrería
“Mi ‘segundo libro’ de verdad fue el movimiento de mujeres que hizo posible la aparición de nuevos modelos”. No le falta razón a Betty Friedan cuando explica así lo que fue su vida a partir de La mística de la feminidad. Metida en un continuo ajetreo de ir y venir dando conferencias por Estados Unidos, Europa e incluso países como Irán, también fue requerida para organizar lo que sería el comienzo del más amplio movimiento de mujeres que conocería la historia. Ella contribuyó a poner la primera piedra creando la Organización Nacional para las Mujeres cuyas siglas, (NOW), en inglés, significan ahora, ya.

La mística de la feminidad había contribuido a la conciencia de las mujeres de su propia opresión, pero no veían cuáles eran los caminos para ir cambiando las cosas. Así que un puñado de mujeres creó –basándose sobre todo en la amistad y en las continuas decepciones–, lo que Friedan llama una “organización clandestina”. Muchas de aquellas mujeres trabajaban en la Administración, precisamente encargándose de los nuevos organismos públicos a favor de las mujeres. Algunas de estas funcionarias habían comprendido que eran sólo un medio para callarles la boca, pero, detrás no había ningún tipo de voluntad política para cambiar la realidad. Cuando a Franklin Roosevelt, Jr. le preguntaron en una rueda de prensa en la Casa Blanca en 1965 lo que pensaba hacer con respecto a la discriminación por razón de sexo, contestó: “¡Ah, ya! ¡Discriminación sexual! Supongo que tendremos que empeñarnos en que los chicos puedan ser conejitos del Playboy”.
No sabemos si los conejitos de Playboy fueron el detonante, pero unos meses más tarde arrancaba una nueva Revolución, con mayúsculas. El movimiento de mujeres nació en una comida que se celebró el 29 de junio de 1966. Aquel día, en dos mesas contiguas, quince mujeres que hablaban en voz baja y con gran animación y agitación, se pasaban notas escritas en las servilletas de papel. Se creó durante la tercera conferencia anual de las distintas comisiones sobre el estatus de las mujeres que se celebraba en Washington.

“Estábamos preparando el terreno para una de las revoluciones sociales más profundas del siglo XX. Teníamos que darnos mucha prisa, porque la mayoría habíamos reservado avión para aquella misma tarde. Había que hacer la cena y preparar a los niños para ir al colegio el lunes. Decidimos que el nombre del movimiento de mujeres moderno sería National Organization for Women. No se trataba de enfrentar a las mujeres contra los hombres; los hombres formarían parte de la organización, aunque serían las mujeres las que llevarían la voz cantante” .
Friedan, quien sería su primera presidenta, escribió la frase fundacional de la Declaración de Principios de NOW en una servilleta de papel. “Acometer las acciones necesarias para que se incluya a las mujeres en la corriente general de la sociedad norteamericana ya, ejerciendo todos los privilegios y responsabilidades que de ella se derivan, en una asociación auténticamente igualitaria con los hombres”. Acciones, no palabrería, repetiría Friedan.
NOW empezó oficialmente el 29 de octubre de 1966 con unos trescientos afiliados. Entre sus miembros se contaban dos monjas, mujeres sindicalistas, empresarias y algunos hombres. “Había un sentimiento de estar haciendo historia que todos percibíamos cuando pusimos aquello en marcha. Las mujeres llevábamos muchos años haciendo labor de voluntariado, colaborando en la organización y el apoyo a las causas contra el fascismo, o en la lucha contra la pobreza, organizando cosas para todo el mundo menos para nosotras mismas. (…) La palabra ‘liberación’ estaba en el aire, y hubiera sido sorprendente que las mujeres no se la hubiesen aplicado a sí mismas”.

En la Declaración de Principios de NOW sólo el aborto se quedó fuera de las reivindicaciones que quería Friedan. “Me recomendaron que no lo incluyera porque resultaba excesivamente polémico (no lo planteamos hasta el segundo año de NOW)”, recuerda. La declaración reivindicaba la igualdad de oportunidades y que se pusiera fin a la discriminación de las mujeres y de otros grupos marginados frente al empleo, que en las instituciones de educación superior dejaran de existir las cuotas de acceso para mujeres, que hubiera igual número de mujeres que de hombres en las comisiones y las direcciones de los partidos políticos, que se pusiera fin a la falsa imagen que de la mujer daban los medios de comunicación y a las políticas y prácticas proteccionistas que negaban oportunidades a las mujeres.
Friedan asegura que la ideología de las personas que iniciaron el movimiento de mujeres no era ni sexual ni política. Trabajaban bajo la idea de igualdad, de democracia: “No se trataba en absoluto de un grupo oprimido que se hace con el poder y se dedica a oprimir a sus antiguos opresores. Aquello era una revolución y un concepto totalmente nuevo. Un movimiento de mujeres que luchaba por la igualdad en una asociación auténticamente igualitaria con los hombres”.

Betty Friedan hizo su propia revolución y en 1969 se divorció: “Al fin, reuní el coraje para divorciarme de Carl. Tan importantes acontecimientos tenían lugar en mi vida pública, en tanto que en mi vida privada mi marido no dejaba de pegarme. Ya no podía seguir siendo la mujer de dos cabezas” . A esas alturas, se había hecho una mujer pragmática y sus consignas nacían a pie de obra: “Si no hay guarderías, lo demás es palabrería”. “Si las mujeres necesitan leyes de protección (en el trabajo), también se deben aplicar a los hombres. Después de todo, los hombres también se lesionan la espalda y tienen hernias por levantar pesos. Partiendo de esto, las leyes debían tener en cuenta la salud y no el sexo. En lugar de proteger a las mujeres, lo que hacían esas leyes era mantenerlas alejadas de los buenos puestos de trabajo”.
La autora de La mística de la feminidad ya ha dejado escrito cuál le gustaría que fuese su epitafio: “Contribuyó a construir un mundo en el que las mujeres están satisfechas de ser mujeres y se sienten libres de poder amar de verdad a los hombres”.
No le falta razón. Además de escribir La mística de la feminidad, y contribuir a fundar NOW –que ha llegado a ser una de las organizaciones feministas más poderosas de Estados Unidos, en el año 2003, NOW tenía 500.000 afiliadas–. , Friedan y NOW son las máximas representantes del feminismo liberal. Éste se caracteriza por definir la situación de las mujeres como una desigualdad –y no una opresión o una explotación–. Por ello, defienden que hay que reformar el sistema hasta lograr la igualdad entre los sexos. Las liberales definieron el problema principal de las mujeres como su exclusión de la esfera pública, y propugnan reformas relacionadas con la inclusión de las mismas en el mercado laboral. También, desde el principio tuvieron una sección destinada a formar y promover a las mujeres para ocupar cargos políticos.

 

 

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