Vuelo MH17 – Lo Que No Te Están Contando


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El 17 de julio 2014 dos acontecimientos importantes tuvieron lugar: el vuelo MH17 de Malasia fue derribado sobre el Este de Ucrania, presumiblemente por un misil, e Israel comenzó la invasión terrestre de Gaza.

A la invasión de Israel se le concedió un bloqueo informativo casi total. La tragedia MH17, sin embargo, tuvo una cobertura total, y de inmediato fue propagandizado.

Salir de la Iglesia para ser Iglesia: Xabier Pikaza Ibarrondo


 

Éste es en el fondo el lema del Coloquio de Raspanti (Ahedo, Buenos Aires) donde nos hemos junto personas de diversos países para analizar la situación y tarea de la Iglesia a los cincuenta años de la Ecclesiam Suam, al año de la Evangelii Gaudium.

Pablo VI nos pidió dialogar… y a la Iglesia le ha costado (y aún le cuesta) dialogar, pero ha de hacerlo, si cree en Jesús que es la Palabra.

Francisco Papa nos pide salir… Quiere que dejemos el castillo asegurado, el redil cerrado, que vayamos por montes y caminos buscando las ovejas… Es evidente que apenas hemos salido todavía…

Desde ese fondo he querido ofrecer mi propuesta, que tiene un sentido místico y misionero:

  1. El Místico tiene que salir de sí… También la Iglesia Mística que formamos tiene que salir de su seguridad y encontrar a Dios en la vida concreta de los hombres y mujeres.
  2. Sólo saliendo así podremos encontranos…, pues sólo el que pierde su vida será capaz de hallarla.

Ofrezco aquí un resumen de las primeras páginas de mi ponencia inaugural en el Coloquio. La seguimos estudiando. Buen domingo a todos…Al final va un esquema del Coloquio.

De Ecclesiam suam a Evangelii Gaudium

Dos acontecimientos solicitan poderosamente nuestro interés cristiano en este momento (año 2014), y a partir de ellos quiero ofrecer una reflexión sobre el sentido de la Iglesia que existe en sí misma, como Cuerpo Mesiánico de Jesús, en la medida en que sale de sí misma:

‒ La conmemoración de los cincuenta años del Vaticano II (1962-1965) con la Encíclica Ecclesiam Suam (1964), uno de los documentos eclesiales más importantes de los últimos decenios, en el que Pablo VI pedía a los cristianos que pasaran del paradigma de la verdad ya sabida, que se impone desde arriba, al paradigma del diálogo humilde y fecundo con la cultura y con la vida de la humanidad.

‒ La aplicación trabajosa de la Encíclica de Francisco, Evangelii Gaudium (2013), en la que el nuevo Papa pide no sólo que la Iglesia dialogue con todos (como decía Pablo VI), sino que salga de sí misma, abriendo caminos de vida, es decir, que primeree, que abandone su lugar asegurado, que involucre en la vida de los hombres, que les busque y acompañe, en un gesto de compromiso a favor de todos (y especialmente de los pobres).

Nos hallamos en un momento clave no sólo de la Iglesia en sí misma (llamada a salir de sí misma, según el evangelio), sino de la humanidad, que empieza a correr el riesgo de destruirse a sí misma, no sólo por influjo de un capitalismo sin control, que todo lo convierte en pura mercancía, sino por cansancio de muchos, que pueden negarse a transmitir la vida. En este contexto, la tarea esencial de la Iglesia no consiste simplemente en ofrecer una pequeña ayuda a los hombres y mujeres, sino en defender y transmitir la vida humana, es decir, la creación de Dios.

  1. Del éxtasis de Dios a la salida de la Iglesia

Estos acontecimientos me invitan a reflexionar sobre el don y tarea del evangelio, y en especial de la Iglesia, este año de gracia y gran riesgo, en medio de una crisis global, que amenaza con destruirnos, no sólo en el nivel de lo político-económico, sino también de lo religioso, en un sentido personal y social.

La situación de este comienzo alargado del Tercer Milenio resulta por un lado duramente tenebrosa, pues nos hallamos bajo la amenaza de una economía financiera que hace y deshace, destruyendo instituciones, pueblos y naciones, poniendo en riesgo la misma vida del hombre sobre el mundo. Pero, al mismo tiempo, muchos de nosotros nos sentimos portadores de una semilla de evangelio, de una fuerte luz de humanidad, que nos invita a salir y explorar y crear, en éxtasis de amor, en diálogo y misión esperanzada, en una línea que va de Pablo VI (Ecclesiam suam) a Francisco (Evangelii gaudium).

Un éxtasis eclesial.

No podemos retroceder a los planteamientos anteriores al Vaticano II, con una Iglesia que se consideraba suficiente en sí misma (sociedad perfecta), con respuestas sabidas de antemano, y con una estructura que se suponía asegurada por principio. Han cambiado los tiempos, y debe cambiar la Iglesia, desde la raíz del Evangelio, y tenemos que hacerlo nosotros, que hemos recibido la tarea de recrear la fe. Para ello debemos confiar básicamente en el poder de Dios, y en la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, retomando la misión de su Iglesia, que nació tras (con) la Pascua, para mantener su mensaje y promover el testimonio de su vida, en este duro mundo, sin buscar seguridades en un más allá, pero esperando con gran fuerza la plenitud del Reino.

Pues bien, en este momento, sólo podemos realizar nuestra “misión” cristiana y ser testigos del Dios de Jesús si nos arriesgamos a salir finalmente de la fortaleza sitiada de una Iglesia que se había mantenido a la defensiva, como entidad social y espiritual en la que todo estaba ya resuelto. Tenemos que salir, como Jesús, para dialogar y aprender, pero sobre todo ofrecer un testimonio y camino de evangelio fuera de los muros anteriores. En este contexto quiero hablar de una Iglesia que no se cierra en lo que tiene, sino que empieza dialogando con el nuevo mundo en el que se halla inserta (como quería Pablo VI) y que se arriesga a ofrecer su experiencia y tesoro de vida en medio de un entorno amenazado, peligroso (Papa Francisco).

Parece que habíamos sido educados (preparados) para realizar unas tareas, con respuestas ya sabidas… Pero a lo largo de la marcha hemos descubierto que Dios nos pide algo distinto, en un mundo diferente. Nuestro modelo en este momento de cambio vuelve a ser Jesús, que empezó a proclamar el juicio de Dios con Juan bautista, desde las coordenadas de un judaísmo que tendía a cerrarse en sí mismo, pero que tuvo que salir fuera de los muros de seguridad de su pueblo, dejando el río Jordán y subiendo a Galilea y después a Jerusalén, en circunstancias peligrosas, precisamente por fidelidad a Dios y a su Reino. En este contexto podemos y debemos retomar el impulso extático de Dios y de su evangelio, conforme a un esquema en el que pueden trazarse estos momentos:

‒ Dios bíblico, un éxtasis social y eclesial. La experiencia del Jesús kenótico. El Dios de Jesús no es el ente supremo, una esfera, la realidad absolutamente perfecta que reposa en su conocimiento-amor, como ha pensado un tipo de ontología filosófica de tipo helenista, y una visión trinitaria también de tipo ontológico. Al contrario, el Dios bíblico-cristiano es el éxtasis perfecto, aquel que sale de sí, que se expresa, se despliega, se revela dándolo todo, es decir, dándose a sí mismo. Así lo ha visto la mejor teología trinitaria, que recoge el impulso de los Padres Griegos y de Ricardo de San Víctor, la teología de la Kénosis de Cristo, que se vacía de sí a fin de que otros sean, en plena generosidad, en infinito amor.

‒ Vida Cristiana, amor extático. En esa línea han explorado y desarrollado el evangelio los grandes “espirituales” del siglo XII (entre ellos Ricardo de S. Víctor y Bernardo de Claraval), diciendo que el evangelio no se funda en un tipo de “amor físico”, propio de la naturaleza que se busca a sí misma y se complace en su propia perfección, sino que se funda y plenifica al salir sí mismo, en gesto de amor extático, el amor “loco” cuya grandeza consiste en darse y perderse en el amado. Pero la línea del amor “físico”, de la naturaleza que se busca a sí misma para reposar en lo que es y en lo que tiene, triunfó en el siglo XIII, con la vuelta a una escolástica ontológica (con la “buena” filosofía de Aristóteles). Pues bien, ahora ha vuelto el momento y la tarea del amor extático, no sólo en sentido individual, sino eclesial y social.

‒ Un tema comunidad, una “esfera” cuyo centro está fuera de sí misma. Los rasgos anteriores del amor extático han tenido cierto influjo en la teología trinitaria y en la cristología, donde el éxtasis de Dios y la kénosis de Cristo resultan determinantes. Pero no se han aplicado de un modo consecuente a la experiencia y tarea de la iglesia que, en vez de salir de sí, ha tendido a centrarse en sí misma, como una sociedad perfecta, asentada en su propia perfección. Pues bien, pienso que ha llegado ya el momento de que la iglesia descubra su carácter “excéntrico”, el hecho de que ella sólo puede estar en sí (ser en plenitud) saliendo de sí misma, como supone el Papa Francisco.

  1. Para refundar la comunión cristiana

Ésta es a mi juicio, la experiencia y tarea que está al fondo de estos dos grandes documentos de Pablo VI y de Francisco, que han marcado la tarea esencial de la Iglesia en los últimos cincuenta años, y que la seguirán marcando en los próximos cincuenta, que serán, a mi entender, años de gran éxodo, de misión excéntrica. Sólo si la iglesia sale de forma programada y consecuente de su lugar asegurado, haciéndose semilla de vida fuera de sí misma, en un mundo que parece adverso, podrá ser signo del Dios creador y del Cristo del evangelio.

‒ Ha llegado el momento del Cristo extático (kenótico), no para que le veneremos simplemente como Señor, sino para reafirmar su impulso misionero desde “Galilea” (es decir, desde el margen del judaísmo establecido), como saben y proclaman los evangelios (cf. Mt 28, 16-20). Desde el mismo centro de la tradición judía (tema del Éxodo y de la profecía mesiánica), Jesús abandonó los caminos asegurados de la buena Ley que santificaba un tipo de vida bien asegurada, para situarse “fuera”, en los lugares donde padecían los cojos-mancos-ciegos, los expulsados e impuros, para iniciar para y con ellos un camino de evangelio. Como salió Jesús, así debemos salir nosotros, portadores de su mensaje, no para crear una nueva Iglesia cerrada en sí misma, sino para promover un movimiento de comunión (Pablo VI) y de transformación humana, con el gozo del evangelio (Papa Francisco).

‒ Retomamos de esa forma la misión de Pablo. En este tiempo de gran crisis, con una Iglesia llamada a refundarse desde su principio, debemos recuperar el motivo fundamental del mensaje de San Pablo, que ha ido comprendiendo, sorprendido, emocionado, la nueva y más honda “estrategia” creadora de Dios, que no se revela a través de un Hijo de David triunfante, según la carne, sino por medio del Señor Crucificado (Rom 1, 2-3). Por eso, Pablo sale de la Iglesia-Sinagoga de un tipo de judeo-cristianismo que quería seguir centrado en Jerusalén (¡con sus valores legales y sacrales!), para plantar su “tienda” en el espacio público de la cultura helenista, en los suburbios y villas miseria del imperio romano, para dialogar con un mundo que parecía condenado (pecador). Este Pablo pide a los cristianos que abandonen un tipo de “ley” que parecía absolutamente inmutable, para ponerse al servicio de la revelación del Dios que ama a los gentiles, que quiere ser de ellos, de todos los hombres, para que así vivan en plenitud.

De esta “salida” de Pablo, que anuncia y promueve el mensaje del Cristo Crucificado en un mundo radicalmente distinto, no para cerrarse en grupos de iniciados, sino para exponer y expandir el éxtasis de Dios en la plaza pública, sigue viviendo la Iglesia. Ciertamente, Pablo no fue el único misionero de la Iglesia antigua; estaban antes que él y con él las mujeres de la pascua, con Pedro y Santiago, con los zebedeos y con otros seguidores de Jesús que fueron capaces de recrear la fe de sus antepasados (cf. Heb 11), en medio de una situación adversa, haciendo que el judaísmo saliera de las instituciones y seguridades de la Ley, para abrirse al mundo entero. Pero su “salida” fue quizá la más significativa, y a ella tenemos que volver, para recrear el evangelio, pues solamente aquello que cambia permanece. En ese fondo se sitúan las reflexiones que siguen.


La vida: una opción, un riesgo de muerte

Modernidad es el proceso de maduración cultural y social que ha definido al hombre de occidente en estos últimos siglos (XVIII-XX), capacitándole para salir de una naturaleza “sagrada” y crear un tipo de sociedad racionalizada, con grandes valores pero también con muchos riesgos (quizá más peligrosos que los mismos valores). Hasta ahora se podía pensar que la cultura formaba sólo una pequeña capa adicional y secundaria sobre un suelo firme de naturaleza, en la que estaban asentadas, por otra parte, las grandes religiones. Sólo la naturaleza ofrecía una seguridad permanente, mostraba una base de esencia duradera, conocida por la razón humana. Pero hoy no estamos tan seguros del sentido de la naturaleza (a pesar de la necesidad de un mayor compromiso ecológico), y parece que hemos caído en manos del potencial transformador (y amenazante) de un tipo de cultura que nosotros mismos construimos.


  1. Mira. Hoy pongo ante ti la vida y la muerte (Dt 30).
    Desde fondo anterior cambia la experiencia de Dios, nuestra forma de asumir la vida personal y social, entendida de modo creciente como creación humana, algo que se encuentra en nuestras manos, de manera que nosotros mismos la vamos modelando, con el riesgo que ello implica. Así nos descubrimos responsables de aquello que somos y hacemos; podemos vivir o matarnos (morir), como sabe el Deuteronomio:

Mira, hoy ponto ante ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor… vivirás y crecerás. Pero si tu corazón se aparta y no obedeces, si dejas arrastrar y te prosternas dando culto a los dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio… Hoy cito contra vosotros al cielo y a la tierra: Pongo ante ti bendición y maldición, elige la vida y vivirás… (cf. Dt 30, 15-20).

Ésta es quizá la palabra más significativa de la Biblia (Antiguo Testamento), el signo de una reflexión profunda de Israel sobre su historia. Dios aparece en ella como principio de la Vida, pero, al mismo tiempo, se revela como fuente de libertad para los hombres, a quienes abre un camino de autonomía personal y social, dejando que ellos mismos se definan, pudiendo así optar por la vida o por la muerte, en medio de un gran riesgo. Ésta es la tarea, ése el misterio: Los hombres y mujeres no estamos ya hechos (terminados) para reposar en lo que somos, pues sólo podemos “ser” (vivir) si es que optamos por la vida, que es el bien, en un gesto de fidelidad al Dios que nos impulsa y nos ofrece libertad.

Éstas nos han parecido a veces palabras de exageración retórica. Hoy descubrimos su verdad más honda, pues ellas expresan la riqueza y el riesgo de nuestra libertad. Creer en Dios significa optar por la vida, superando así el riesgo mayor de nuestro tiempo, que sería un tipo de suicidio colectivo, que consistiría en negarse a vivir, destruyendo a los demás y destruyéndonos a nosotros mismo. En esa línea, lo contrario a Dios no es ya el puro ateísmo, sino la “adoración de los dioses extranjeros”, centrados básicamente en un tipo de “capital divinizado” (mamón: Mt 6, 24) que llevan a la muerte.

  1. Se ha cumplido el tiempo. Convertíos (Mc 1, 14-15). Eso significa que no estamos ante una sencilla mutación de superficie, sino ante una revolución integral, definida por un tipo de cultura (de creatividad humana) que se vuelve dominante, imponiéndose sobre la naturaleza, pero no para abrirse al Dios de la Vida, sino para caer en manos de los dioses de la muerte (con su potencial destructor). En principio, el proceso de la historia ha sido positivo: El hombre ha conquistado el mundo, se ha multiplicado, ha pervivido… Pero ahora ese proceso puede invertirse y llevarnos a la muerte, pues corremos el riesgo no sólo de perder un tipo de fe religioso, sino de perder (es decir, de destruir) nuestra misma vida. Éste es un momento clave de la revolución de la modernidad. Este es el reto ante el que viene a situarse, quiera o no, la Iglesia.

En ese contexto de libertad y de riesgo anunció Jesús el evangelio, pidiendo a los hombres y mujeres que cambiaran, que se convirtieran, que optaran por la Vida de Dios, que es el reino, desde los pobres y expulsados del mundo. Así ha recogido Mc 1, 14-15 su primera palabra: Se ha cumplido el tiempo, llega el Reino, convertíos y creed en el Evangelio… Éste es un tiempo de cambio radical para la iglesia, es decir, para los que escuchan y siguen a Jesús. No se trata de un cambio superficial, pequeñas cosas, ni de una pura celebración litúrgica intimista de la Cuaresma o Semana Santa, sino de una transformación total del sentido de la vida, pues de los contrario corremos el riesgo matarnos todos.

En ese fondo propuso y desarrolló San Pablo su misión a los gentiles, en medio de un mundo que podía destruirse a sí mismo, cayendo en manos de sus ídolos de muerte (cf. Rom 1, 18-32), no para quedar en lo que había, sino para salir y abrir un camino de vida que responde al dios de Jesucristo. En esa línea se sitúa actualmente la tarea de la Iglesia, llamada a dialogar con todos los hombres (Pablo VI), pero también a ofrecer un impulso de evangelio, una buena nueva del gozo de Dios fuera de los muros de la misma Iglesia (Papa Francisco).

En esa línea, debemos afirmar que una Iglesia que sólo es Iglesia (es decir, ella misma, cerrada en sus muros) no es Iglesia, no puede llamarse comunidad mesiánica del Dios de Jesús, que es “éxtasis”, salida de sí mismo. El centro de la Iglesia no está en su interior (dentro de su circunferencia), sino fuera, en los pobres, en los angustiados y perdidos, en aquellos que se encuentran aplastados por el poder de Mamón (Dios del mundo) y por su propia angustia ante la vida.

Ésta es la misión, ésta la tarea de la Iglesia que parece haber vivido por siglos ocupada de sí misma, empeñada en una misión que no era AMDG (¡Ad Maiorem Dei Gloriam, a mayor gloria del Dios de Jesús!), sino AMSG (¡Ad Maiorem Sui Gloriam, a mayor gloria de la misma Iglesia!). Pues bien, ahora descubrimos que la gloria del Dios de Jesús, amigo de enfermos y excluidos, no es una iglesia cerrada en sí misma, sino la vida de los hombres, y en especial de los excluidos y pobres, como sabe San Ireneo, uno de los primeros Padres de la iglesia (cf. Adv. Haer. IV, 20, 1-7).
Éste es el cambio ante el que debemos situarnos. No se trata de añadir un pequeño barniz sobre un mundo bien centrado en sí mismo, sino de mostrar el gran riesgo ante que estamos todos (la humanidad en su conjunto), para abrir un mensaje y camino de supervivencia, de superación de la muerte, en un mundo que “ha perdido al padre” y que tiene que empezar a ser adulto, responsable de sí misma. Hemos perdido a un “padre” que nos arregla las cosas desde fuer; tenemos que descubrir al Padre que nos capacita para ser nosotros mismos, para asumir así como Iglesia el camino de su vida.

En un mundo sin padre (reconocido). El riesgo de negarse a transmitir la vida

Un rasgo clave de esta cultura de los “gentiles” modernos es lo que algunos han llamado la muerte del padre, es decir, la caída o eclipse de una ley externa, de tipo personal, familiar, social, cultural y religioso, con un Dios que domina nuestra vida desde fuera. Antes éramos “hijos de”; así nos definíamos por nuestro mismo apellido, que aún se conserva en las lenguas semitas (ben, bar, ibn…). Eso significa que nacíamos de una “norma previa”, simbolizada en los padres conocidos, que se expresaba en las leyes de la sociedad, en la misma naturaleza, que dictaba y fijaba lo que somos. Ese Dios “padre/madre” que marcaba nuestra vida desde fuera ha muerto, le hemos matado, y así nos encontramos de pronto en manos de nuestra libertad.

  1. Un Padre exterior ha muerto. Esa norma superior de Dios se expresaba no sólo en la familia y el orden social, sino en el ciclo de los astros, en la estabilidad cósmica y en el mismo proceso de la vida, que se entendía como palabra instituyente de lo divino. En esa línea, como representante del Padre-Dios, la misma jerarquía de la Iglesia marcaba y definía desde fuera lo que debíamos hacer. Por eso, el hombre era ante todo un ser que escucha y obedece (ob-audire) al “buen padre”, un ser a quien le trazan de antemano la estructura y dirección de su existencia. Lógicamente, los cristianos se hallaban ligados a la “tradición” de la iglesia, que definía ante (y por encima de) ellos lo que era bueno y malo, en una línea básica de fidelidad al orden dado. Dependíamos no sólo de un Dios, sino también de una Iglesia para ser lo que somos.

‒ En principio, esa obediencia al padre (y en representación del Padre a la Iglesia) era no sólo positiva, sino necesaria, pues el hombre no nace de sí mismo, sino de otros que le “regalan” (le conceden), la existencia, situándole en el mundo, y enseñándole a vivir, porque piensan que eso es bueno, conforme a un orden que debe mantenerse según tradición asegurada de siglos. Así se decía (y se puede decir) que nacemos a la vida humana adulta en el seno de una Iglesia, con una ley que marcaba lo que somos. Pero corríamos el riesgo de vivir en manos de un “padre mítico” que nos resolvía las cosas desde fuera.

‒ Hemos perdido ese “padre exterior”, que era la Ley, que era un tipo Estado, una Iglesia que marcaba desde fuera el ritmo de nuestra vida. Pero ahora, muchos hombres y mujeres nos hallamos solos y perdidos, en el “desierto” de nuestra libertad: Sin que los padres nos digan para qué (y por qué), sin un Dios ni una Iglesia que ratifique la razón de nuestra existencia, sin reglas a las que obedecer. Aquí surge el problema: Al perder un tipo de padre o madre, al carecer de raíz (¡no nos sentimos ya arraigados en el mundo de la vida!) podemos sentir que no merece la pena seguir existiendo, ni transmitir a otros la llama de nuestra realidad.

‒ Éste es el momento de encontrar al Padre verdadero, de un modo distinto… Al Padre que nos hace libres, que vive y actúa en nosotros sus hijos, pues nos ha dado la responsabilidad de ser. Éste es un Padre que ya no está fuera, sino en nosotros, como el Padre de Jesús que le da su esencia (toda su ousia, dice la doctrina trinitaria), de manera que es él quien han de asumir su camino y actuar, como responsable del Reino.

  1. Llevamos al Padre dentro, somos de su “esencia”. En esa línea, al menos en el mundo occidental, el mayor problema de los hombres y mujeres no es ya si existe Dios, sino si ellos aceptan y transmiten la vida, porque muchos se limitan a soportar su destino y renuncian a transmitir la vida (a ser padres), porque piensan que no merece la pena engendrar e introducir a otros en un “infierno” como éste, pues “el mayor delito del hombre es haber nacido” (Calderón de la Barca, Soliloquio de La vida es Sueño). Negarse a vivir y engendrar (negarse a ser padres) empieza a ser la cuestión radical de un tipo de hombres y mujeres que quieren aprovechar su libertad, para ganar y disfrutar de muchos bienes (de dinero), pues eso es lo único que a sus ojos tiene valor.

Antes había problemas graves, pero en una sociedad tradicional se pensaba casi instintivamente que era bueno transmitir la vida, porque se creía que en el fondo de ella (de la vida que somos y de lo que damos a los hijos) había un impulso divino. Hoy es distinto, muchos han perdido la fe en la vida, y el deseo de transmitirla, y existen medios para cultivar el sexo evitando la procreación, de manera que podemos negarnos a seguir viviendo como especia humana, a no ser que queramos, que lo queramos, haciendo positivamente que otros vivan, porque es hermoso transmitir y compartir la vida.

‒ En un sentido es bueno que exista esa libertad, que no estemos obligados a transmitir la vida por ley o destino, porque un “padre exterior” nos ha impuesto su tarea desde arriba. En ese contexto, un tipo de revolución cultural de la modernidad nos ha permitido re-descubrir algo que hasta entonces se encontraba marginado en el trasfondo de la revelación cristiana: Cristo nos ha liberado de la ley, no estamos sometidos al destino impositivo de este cosmos, ni a vivir sin más. No estamos obligados a vivir y a procrear, sino que podemos negarnos a ellos, y si lo hacemos es porque queremos, es decir, por gracia y libertad.

‒ El Padre nos ha dado la vida para que seamos nosotros mismos, es decir, para que asumamos nuestra responsabilidad, si queremos vivir. En ese contexto surge el mayor riesgo (la posibilidad de dejarnos morir); pero puede darse y se da también la mayor bendición, allí donde los hombres y mujeres quieren vivir y transmitir la vida, porque se quieren, y porque desean expandir su amor, a fin de que otros nazcan y vivan en responsabilidad y gozo, como signo de Dios, que así aparece como principio libre de la Vida.

Pero eso requiere una nueva conciencia, una recuperación distinta del Padre/Madre, es decir, de Dios. Como he señalado ya, partiendo de la encarnación y de la doctrina trinitaria, llevamos al Padre dentro (somos de la ousía de Dios, en y con Jesús), en estos “vasos de barro” (cf. 2 Cor 4, 7). De esa manera, a través de la iglesia, debemos recuperar nuestra conciencia de unión radical con Dios. Somos representantes suyos, creados a su imagen y semejanza (cf. Gen 1, 27). Él nos ha confiado su tarea, en manos suyas vivimos y somos (Hch 17, 28). No podemos pedirle que nos ayude desde fuera, le llevamos por dentro, de tal forma que él vive en nuestra vida, se encarna y actúa en nuestra carne.

  1. Dios Padre, frente al padre opresor (Mamón)

Ésta es la primera tarea de la Iglesia: Salir de sí, para que los hombres descubran a Dios como Padre generoso que engendra la vida y la mantiene porque quiere, es decir, porque nos quiere, sin obligarnos a ello. Éste es el mensaje central de Jesús, el descubrimiento del Dios-Padre verdadero (amor que cura, principio de esperanza) frente a un tipo de ley que actúa como padre falso, y que destruye y esclaviza a los hombres.

Éste es el punto de partida de la experiencia radical de Pablo, tal como la expone en sus dos cartas “doctrinales” (Gálatas y Romanos), en la que nos dice que allí donde se supera un tipo de ley se encuentra y se revela el Padre. Pues bien, de manera sorprendente, la nueva cultura nos puede ayudar a redescubrir esta experiencia (somos libres para vivir o negarnos a la vida), reconociendo, al mismo tiempo, que eso que hemos llamado llamada “muerte del padre”, no era muerte de Dios, sino de un ídolo:

‒ Mundo sin padre (reconocido), bajo Mamón el padrastro. Se dice que la crisis de nuestro tiempo proviene de nuestra carencia de “padre”: Hemos perdido la ley, vivimos perdidos, sin “norte”. Pues bien, como sabía la gnosis antigua (siglo II-III d.C.), interpretando el evangelio de san Juan, no hemos quedado simplemente sin padre, sino que estamos bajo un padrastro destructor, que nos esclaviza (cf. Jn 8, 44: Sois hijos del Diablo). Ese padrastro-diablo, bajo el que queda la humanidad sin Dios es actualmente Mamón, un tipo de capital absolutizado, como proclamó Jesús (Mt 6, 24 par); eso significa que no estamos en un mundo “ateo”, sino en un mundo que ha idolatrado al dinero, quedando bajo su dominio.

‒ Desde ese fondo ha de entender la tarea de la iglesia, que ha de salir de sí, para impulsar la vida, no por obligación, sino por amor al Dios de la vida, que es Padre, en contra del Diablo que es Mamón. Lógicamente, para cumplir esa tarea, la Iglesia tiene que “salir” de su recinto asegurado, romper todo pacto con Satán-Mamón, para ponerse y poner a los creyentes al servicio del regalo originario de la vida. En esa línea, la Iglesia tiene que poner a los hombres y mujeres ante comienzo de la creación, en el lugar en el que Dios vence a la tiniebla y el engaño (centrado actualmente en Mamón) para encender así el deseo y gozo de vida, no por obligación o pura ley, sino por gracia.

Ésta es la tarea clave de la Iglesia, que se pone al servicio de la creación de Dios, no de sí misma, sino de la humanidad. Ella no tiene su fin en sí misma, sino en que los hombres y mujeres vivan, y puedan transmitir la vida, en libertad, porque se quieren y lo quieren. Esta finalidad de la iglesia no consiste en convencer a los hombres y mujeres a que tengan muchos hijos (¡todos los que Dios les conceda, como antes se decía!), sino los que ellos mismos quieran, de un modo responsable, libremente. El problema no es la superpoblación del mundo, de la que se habla en algunos contextos, ni es tampoco la falta de niños, de la que se habla en otros. El problema está vinculado a la libertad de los hombres y mujeres, que se descubren así portadores de la vida de Dios en el mundo.

Coloquio Internacional “a 50 años de Ecclesiam Suam”
Anticipando auroras – releyendo profecías – consolidando sueños…

Horario preliminar
VIERNES 18
09.00

Acreditación
10.00 Acto de apertura
Presentación de los participantes
Exposición inaugural: Dr. Xabier Pikaza
11.00
12.30 Almuerzo
13.30 Descanso
15.00 CONCIENCIA
Este primer bloque está destinado a profundizar en la comprensión de Iglesia, misterio de unidad en la diversidad, desde la eclesiología del Vaticano II, y con una especial atención a sus expresiones en la fe del pueblo de Dios.
Exposiciones:

– La Iglesia por-venir que el Concilio soñó (Oscar Campana)
– Unidad y pluralidad en la iglesia (Héctor Zimmer)
– Un pueblo que peregrina en la fe: la Iglesia que se comprende a sí mis-ma desde lo popular (Jorge Seibold)

16.00 Diálogo abierto
16.30 Trabajo en grupos
17.30 Plenario

SÁBADO 19
09.00

RENOVACIÓN
Este segundo espacio de reflexión tiene como objetivo discernir “lo que el Espíritu dice a las iglesias…”, en la búsqueda de pistas que anticipen nuevos y audaces caminos para la vida de la Iglesia, sus estructuras y su misión evangelizadora y catequística.
Exposiciones:

– De la iglesia de Dios al Dios de la iglesia: claves teológicas para una renovación (Michael Moore)
– La Misión como diálogo profético: un nuevo paradigma de misión desde el caminar de la Iglesia Latinoamericana (Gabriela Zengarini)
– Desafíos a la catequesis entre la EN y la EG (María Irene Nesi)
10.00 Diálogo abierto
10.30 Café
11.00 Ponencias de los participantes
12.30 Almuerzo
13.30 Descanso
15.00 DIÁLOGO
La reflexión de este tercer bloque plantea la importancia del diálogo como camino y dinámica para la transformación de la Iglesia,- en sus estructuras y en su convivencia con la sociedad, las religiones y las otras Iglesias- en fidelidad creativa a sus orígenes y en el espíritu del Vaticano II.
Exposiciones:

– Reimaginar el diálogo en la vida cotidiana de las primeras comunidades cristianas: diversidad, pluralidad y comunión (Graciela Dibo)
– Estructuras de diálogo en la Iglesia (Federico Altbach)
– Diálogo ecuménico e interreligioso: Imprescindible encuentro hacia una paz posible» (Marcelo Figueroa)

16.00 Diálogo abierto
16.30 Trabajo en grupos
17.30 Plenario

DOMINGO 20
09.00

Talleres:
Anticipando auroras
releyendo profecías
consolidando sueños
Elaboración de conclusiones
10.30 Café
11.00 Plenario de los talleres y Conclusiones
12.30 Eucaristía
13.30 Almuerzo de despedida

 

http://amerindiaenlared.org/biblioteca/5885/salir-de-la-iglesia-para-ser-iglesia

7 ENFERMEDADES “INVENTADAS” por las farmaceúticas para sacar dinero  


El muy polémico libro de Jörg Blech, “Los inventores de enfermedades. Cómo nos convierten en pacientes”. La tesis que mantiene el autor es la siguiente:

Los consorcios farmacéuticos, empecinados en ampliar sus mercados para forrarse todavía más, nos manipulan haciéndonos creer que estamos enfermos aunque realmente estemos sanos. Para ello,están convirtiendo lo que son procesos normales de la vida (cuyos síntomas son ciertamente confusos) en enfermedades de “nuevas” que finalmente son tratadas con los productos (las pastillitas de turno) la industria.

Los “Big Pharma” dedican nada menos que un tercio de su facturación a lanzar nuevos medicamentos al mercado, exagerando la gravedad de enfermedades ya conocidas o simplemente inventándoselas.
Por supuesto, de ser ciertas estas afirmaciones nos encontraríamos ante una estafa colosal en la que las farmacéuticas utilizan todo su poder de influencia (poderoso caballero… ) en hacer llegar su mensaje a la sociedad a través de agencias de relaciones públicas, médicos, catedráticos de medicina, celebridades, centros de investigación públicos y privados, periodistas, etc etc…

Por lo que a mí respecta, no voy a creerme porque sí el 100% de la información que aparece en este libro, pero sí voy a darle un crédito importante (te hace pensar y enfocar el asunto con otra perspectiva mucho más escéptica). A continuación voy a exponer 7 de estas enfermedades “nuevas” que aparecen en dicho texto, y que cada uno llegue a sus propias conclusiones (se agradecen opiniones):

Menopausia masculina: Las empresas de hormonas están encantadas con el timo de la nueva epidemia masculina.

Trastorno de ansiedad social: La timidez de toda la vida.

Déficit de atención e hiperatividad infantil (esto se traduce en darle psicofármacos a los niños inquietos).

Hipertensión arterial: Aquí el truco de la industria reside en haber disminuido los valores que determinan si alguien precisa de tratamiento médico. En Alemania se pasó de 160-100 mmHg a 140-90 mmHg, lo que supuso tripicar la cifra de hipertensos.

Osteoporosis: La osteoporosis (pérdida de densidad ósea), un efecto secundario natural de la vejez, se convierte en fenómeno de masas.

Colesterol alto: La creencia difundida es que un nivel de colesterol alto es factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares. Pues bien, hay médicos que afirman que no hay nada más falso que el mito de que cuanto más bajo sea el nivel de colesterol, más sanos estaremos o más años viviremos.

Síndrome del colon irritable: Lo que era un trastorno psicomático leve se ha convertido en una auténtica enfermedad a través de un plan de marketing para el medicamento Alosetron (del grupo GlaxoSmithKline).

Hay muchísimas más enfermedades “nuevas”, pero éstas me han parecido las más populares y aceptadas acríticamente por la población. ¿Son realmente enfermedades con todas las de la ley o son un sofistFuente :  Ujj

Fuente :  Universo Despierto

PHILADELPHIA: Iglesia Episcopal más igualitaria y menos patriarcal…


Philadelphia 11 ordenaciones marcadas con llamados a continuar el trabajo de justicia

Celebración del 40 aniversario incluye memorias, discursos, Eucaristía alegre,

Entre los que asistieron a la celebración 26 de julio en Filadelfia eran un poco de historia de decisiones.  Entre ellos, de izquierda a derecha, la mejilla Rev. Alison (Philadelphia 11), se retiró el obispo de Costa Rica Antonio Ramos (quien asistió a los Philadelphia 11 ordenaciones, pero no participó en la imposición de las manos), el reverendo Carter Heyward ( Philadelphia 11), la Obispa Presidenta Katharine Jefferts Schori (cuya elección en 2006 la convirtió en la primera mujer de primates en la Comunión Anglicana), el Rev. Merrill Bittner (Philadelphia 11), el Rev. Betty Powell (uno de los cuatro Washington que fueron ordenados en septiembre de 1975), el Rev. Marie Moorefield Fleischer (Philadelphia 11), el Rev. Nancy Wittig (Philadelphia 11) y se retiró Massachusetts obispo sufragáneo Barbara Harris (quien celebra este año el 25 aniversario de su consagración como la primera mujer obispo en la Comunión Anglicana).  Foto: Mary Frances Schjonberg / Episcopal News Service

Una línea de tiempo interactiva de la historia de la ordenación de mujeres en la Comunión Anglicana está aquí.

[Episcopal News Service – Philadelphia, Pennsylvania] Una alegre celebración del 40 aniversario de la ordenación sacerdotal de las mujeres el 26 de julio aquí incluye las llamadas para que las personas se dan cuenta de que el sueño de una Iglesia Episcopal más igualitaria y menos patriarcal – y la sociedad – que se plasmó por ordenaciones del Philadelphia 11 requiere mucho más trabajo.

«Me pregunto por qué no podemos acelerar el trabajo de la justicia de género y opresiones alineados en los días y años venideros», Fredrica Thompsett Harris, Mary Wolfe profesora emérita de Teología Histórica en Episcopal Divinity School , pidió durante su discurso en el simposio que se inició fuera un día destinado a celebrar el 29 de julio de 1974, las ordenaciones de 11 mujeres diáconos en la Iglesia del Abogado aquí. «Esta sería una manera de honrar a nuestros valientes hermanas y los que estaban con ellos.»

La Rev. Merrill Bittner, La  Rev. Alison, el reverendo Alla Bozarth, el reverendo Emily C. Hewitt, el reverendo Carter Heyward, la  Rev. Suzanne R. Hiatt, la Rev. Marie Moorefield, la Rev. Jeanette Piccard, la Rev. Betty hueso Schiess, la reverendo Katrina Welles Swanson y la Rev. Nancy Hatch Wittig fueron ordenados en ese día en 1974, poco más de dos años antes de la Convención General de la Iglesia Episcopal dio su permiso explícito para que las mujeres convertirse en sacerdotes.

Retirado el obispo sufragáneo Daniel Corrigan, se retiró Pennsylvania obispo Robert L. DeWitt y se retiró West Missouri Obispo Edward R. Welles II (padre de Katrina Wells Swanson) fueron los obispos a ordenar. A ellos se sumaron Costa Rica obispo Antonio Ramos, el único de los cuatro que entonces ejercía la jurisdicción en la iglesia. Ramos no participó en la ordenación actual, pero se unió a la imposición de las manos.

El grupo «40 Años Ordenados – 2000 Años en el Ministerio «, organizado por la Diócesis de Pennsylvania en conjunto con otros a través de la iglesia, diseñó la celebración 26 de julio no sólo con motivo del Philadelphia 11 ordenaciones – y los de la Washington Cuatro en septiembre 7, 1975, a San Esteban y la Iglesia Encarnación Episcopal en Washington, DC -, sino también para celebrar el ministerio de todas las mujeres, laicos y ordenados, en el pasado, presente y futuro.El encuentro incluyó la Santa Eucaristía en la Iglesia del Abogado, seguida de una recepción en medio de las pantallas de los distintos ministerios en los que las mujeres participan.

Acelerar el progreso hacia la justicia de género y la eliminación de otras opresiones entrelazadas sería una buena manera de honrar a las primeras mujeres ordenadas al sacerdocio en la Iglesia Episcopal, dice Fredrica Thompsett Harris, Mary Wolfe profesora emérita de Teología Histórica en Episcopal Divinity School, durante su 26 de julio discurso de apertura.  Foto: Mary Frances Schjonberg / Episcopal News Service

«Esta celebración no debe ser honrado mediante la exclusión de los demás», dijo Harris Thompsett durante su discurso de apertura. «No hay que sentimentalismos por Hallmark [saludo] la teología de la tarjeta, o trivializa invocando un Dios demasiado pequeño, un no-polémica, la divinidad complaciente semi-comprometidos.»

Dio tres desafíos a los cerca de 230 hombres y mujeres que asistieron al simposio. La primera fue en honor a las primeras ordenaciones de las mujeres al convertirse en «defensores mucho más insistentes para el bautismo por ser el primero entre las Órdenes Sagradas», advirtiendo en contra de lo que llamó «la teología espeluznante por ahí en el uso diario», que supone que los diáconos, sacerdotes y obispos son de alguna manera más conectados con Dios, llamados a ser más profética de los laicos.

El segundo reto era realmente vivir en la «naturaleza encarnada de la teología anglicana», que hace hincapié en la bondad de toda la creación y la morada de Cristo encarnado en nosotros y nosotros en él. Todas las personas, dijo, deben reclamar sus cuerpos «, como vehículos sagrados de autoridad espiritual.»

Tercer desafío de Harris Thompsett fue muy específico, llamando a hacer la Cámara de Obispos 30 por ciento de mujeres en los próximos 10 años. Eso significaría que la elección de unos 50 o más «altamente diversa y mujeres obispos calificados», dijo. Para ello sería necesario una mayor atención que se presta a la discriminación y la participación simbólica en todos los procesos de búsqueda, incluyendo aquellos para el episcopado, agregó.

El simposio en la Universidad de Temple también contó con un panel de mujeres laicos y ordenados, que respondieron al discurso de Harris Thompsett. Los participantes incluyeron a la Bishop Carol Gallagher, la Rev. Miguelina Howell, el Rev. Pamela Nesbit, el reverendo Sandye Wilson y educador y trabajador social Nokomis Wood. El panel fue moderado por el Muy Rev. Katherine H. Ragsdale, EDS decano y presidente. Philadelphia 11 miembro de Wittig cerró el simposio con una meditación.

Wilson, el rector de St. Andrés y Santa Comunión en South Orange, Nueva Jersey, se hicieron eco de los comentarios realizados por sus colegas panelistas y Harris Thompsett sobre opresiones entrelazadas. Durante años, las mujeres negras eran invisibles en la Iglesia Episcopal, dijo.

«Cuando hablaban de las mujeres, hablaban de las mujeres blancas, y cuando hablaban de negro, hablaban de hombres negros», dijo, y agregó que «tenemos que nombrar estas cosas porque si no nombramos ellos, estamos re sujetos a repetirlos «.

Wilson, que fue la cuarta mujer afroamericana ordenado en la Iglesia Episcopal, dijo que «tenemos que estar seguros de que estamos dando la bienvenida radicalmente todos y que nadie se quede fuera o se deja atrás, que la mesa está puesta para todos y que nadie uno en un comité tiene que abogar por un grupo u otro «.

Ragsdale dijo el simposio que escuchó un tema recurrente de la «celebración de la diversidad, junto con el dolor y el dolor …-dar y enfureciendo a la realidad de lo lejos que todavía tenemos que ir a la iglesia y el mundo para celebrar de verdad que la diversidad» y el justicia que debe venir con él.

Añadió que también se escuchó un llamado a la población para valorar las cuatro órdenes de ministerio y para reconocer que los miembros del orden ordenado, debe escuchar las historias de los trabajos realizados por los laicos fuera de las puertas de la iglesia y la autonomía de los ministros a continuar .

La Obispa Presidenta Katharine Jefferts Schori durante su sermón en la Iglesia del Abogado utiliza un par de zapatos de tacón rojo para ilustrar las expectativas establecidas en las mujeres ordenadas.  Foto: Mary Frances Schjonberg / Episcopal News Service

La Obispa Presidenta Katharine Jefferts Schori, predicar y presidir la eucaristía de celebración al final del día, dijo que toda la Iglesia Episcopal da gracias de que las mujeres sirven ahora en todos los órdenes del ministerio. A medida que la congregación de unos 600 rugió su aprobación, se dio la vuelta en el púlpito adornado del Abogado y se inclinó ante los cinco miembros de la Philadelphia 11 y uno de los cuatro Washington que participó en la Eucaristía.

Jefferts Schori recordó a la congregación que las mujeres sacerdotes se les ha dicho que no deberían usar tacones altos o colgantes pendientes en el púlpito o en el altar. Después blandiendo un par de zapatos de tacón rojo, ella dijo: «Las mujeres de todas las órdenes de ministerio – bautizados, diáconos, sacerdotes y obispos – pueden caminar con orgullo hoy en día, en cualquier tipo de zapatos que quieren usar, por lo que pasó aquí 40 años hace. »

«Podemos caminar con orgullo, sin embargo, incluso si no está en condiciones de plena igualdad, a sabiendas de que las filas de los que caminan en la solidaridad están expandiendo», continuó.

«Trate de caminar en los zapatos de las mujeres maltratadas y víctimas de la trata. Walk on a Sión llevar a los niños que nacen y sufren en medio de la guerra «, dijo el obispo que preside. «Reunir a las niñas casadas antes de que se cultivan, recogerá las colegialas que todavía falta en Nigeria, y reunir todas esas vidas perdidas en la guerra y la cárcel. Marchar con audacia, proclamando la buena nueva a todos los que se han hecho a un lado, y los llama a la mesa de Dios, para el banquete de la Sabiduría «.

El video y el texto del sermón del obispo presidente está aquí.

Asistieron a la celebración de entre los 11 miembros de las ordenaciones 1974 fueron la mejilla Rev. Alison, la reverendo Carter Heyward, el reverendo Merrill Bittner, la Rev. Marie Moorefield Fleischer y la Rev. Nancy Wittig.

El Retirado obispo de Costa Rica Antonio Ramos, quien asistió a las ordenaciones de Filadelfia, pero no participó en la imposición de las manos de ese día, se procesa con las mujeres, como lo hizo la reverendo Betty Powell, uno de los cuatro de Washington, y se retiró Massachusetts Obispo sufragáneo Barbara Harris, que este año está celebrando su 25 aniversario de ser la primera mujer obispo en la Comunión Anglicana.

Hablando durante el tiempo para el anuncio, Ramos dijo a la congregación que el 26 de julio de 1974, «hemos decidido desobedecer la orden de la iglesia por el bien de las órdenes de la iglesia.»

«Hemos decidido poner fin a una serie de cánones discriminatorio para hacer todos los órdenes de la iglesia ambos igualmente incluyente para los hombres y las mujeres», dijo.

Pennsylvania obispo provisional Clifton «Dan» Daniel había sido sacerdote durante un año, cuando decidió participar en las ordenaciones de Filadelfia (sacerdotes a menudo son invitados a unirse al obispo ordenante o los obispos en la imposición de manos). Recordó a la reunión que, si bien las ordenaciones cambiaron la historia de la Iglesia Episcopal, fue también un acontecimiento muy personal para los 11 ordenandos.

«En ese momento yo creo que tenía un sentido muy diferente de lo que estaba en juego para nosotros y de lo mucho que teníamos que ganar o perder», dijo Heyward ENS en una entrevista.»Yo sólo sabía que era un importante paso a tomar dado donde estaba la iglesia y dado donde yo estaba en mi vida.»

En la misma entrevista, Carrillo dijo que su conciencia elevada ya-«quedó levantado mucho más alto después de su ordenación. «Fue un gran punto de inflexión real en mi vida y creo que eso fue porque un buen número de grupos oprimidos de la gente entonces se acercaron a nosotros y querían que venga a celebrar para ellos», dijo.

El Rev. Merrill Bittner, uno de los 11 Philadelphia quien fue honrado en la celebración del 40 º aniversario el 26 de julio distribuye la comunión en la Eucaristía.  Foto: Mary Frances Schjonberg / Episcopal News Service

Además de experimentar los sentimientos típicos de una persona prepararse para y después de ser ordenado, antes y después, las mujeres fueron bombardeados con críticas de que se desvió en amenazas directas.Nombres no imprimibles llamados, sus apariencias y sus voces fueron examinados y hallados faltos al igual que sus personalidades e intelectos. A algunos les dijeron que sería bueno para la iglesia, ya que sería mejor verlos en el púlpito que, antiguos rectores hombres feos. Se les acusó de ser inmoral y auto-indulgente. Uno recibió un trozo de cuerda de pescado con la sugerencia de que ella lo utilizan para ahorcarse, según Darlene O’Dell en su nuevo libro «La Historia de la Philadelphia Once.»

En el día de las ordenaciones, los cubos se alinean a lo largo de la pared de la iglesia en el caso de las bombas o el fuego, los agentes de policía vestidos de civil-se encontraban entre los 2.000 miembros de la congregación, un autobús lleno de policía estaban estacionados por la calle y la congregación incluyen un grupo de radicales lesbianas, algunos entrenados en el control de multitudes y el karate, O’Dell escribió.

El camino hacia la Iglesia del Abogado y más allá
Cuando, después de años de lucha y rechazo, el 11 Philadelphia rompió la prohibición tradicional contra la ordenación de mujeres al sacerdocio de las Iglesias episcopales y anglicanos que entraron en una especie de limbo. No había ningún canon en la ley eclesiástica que específicamente prohibió a las mujeres de ser sacerdotes y no había ningún canon que dijo que sólo los hombres podían ser sacerdotes.

Sin embargo, los canónigos hicieron y hacen todavía describen un proceso que conduce a la ordenación primero al diaconado transitorio y luego al sacerdocio. El paso final de este proceso antes de la ordenación sacerdotal es la aprobación por el comité de la posición de uno. Para las mujeres, que nunca ocurrió.

Mientras que en los 11 habían pasado por el proceso canónico para la ordenación al diaconado (que había sido abierto a las mujeres sólo a partir de 1970), sólo uno de ellos había recibido la aprobación del Comité Permanente necesaria para la ordenación sacerdotal. Su obispo se negó a ordenar a ella. De otro obispo dijo que iba a ordenar a ella si el Comité Permanente aprobó. No lo hizo.

Ninguno de los ocho obispos que tenían autoridad sobre el 11 accedió a las ordenaciones y el obispo de Pennsylvania se opuso a las ordenaciones que tienen lugar en esa diócesis. Se requiere que los obispos de la Iglesia Episcopal de ordenar sólo las personas que han pasado por el proceso de ordenación en sus diócesis, o deben tener el permiso del obispo, que supervisó el proceso. Por lo tanto, no se observaron obispos ordenar del Philadelphia 11 de haber violado la ley de la iglesia, así como la tradición.

Charles V. Willie, quien predicó en los Philadelphia 11 ordenaciones, es recibido durante la paz por el Rev. Renee McKenzie, vicario y capellán de la iglesia del Abogado.  Willie fue vicepresidente de la Cámara de Diputados y miembro del Consejo Ejecutivo de la Iglesia Episcopal en el momento de las ordenaciones pero renunció ambas posiciones a la protesta cuando, tres semanas más tarde, la Cámara de Obispos invalidó las ordenaciones.  Willie leyó una de las lecturas durante el 26 de julio Eucaristía.  Foto: Mary Frances Schjonberg / Episcopal News Service

El 15 de agosto de 1974, la Cámara de Obispos, llamados a una reunión de emergencia, que al parecer era convierte por rencoroso y confundido,denunció las ordenaciones y declararon que «no se cumplieron las condiciones necesarias para la ordenación válida para el sacerdocio en la Iglesia Episcopal. «En efecto, los obispos dijeron que nada había sucedido en la Iglesia del Abogado y del 11 todavía estaban diáconos – a los que ofrecen cuidado pastoral.

Se presentaron cargos contra los obispos que ordenaron e intentos, eclesial y de otra manera, se hicieron para evitar que las mujeres ejerzan sus ministerios sacerdotales.

Sin embargo, el movimiento de la ordenación de mujeres continuó. Resignado Rochester Obispo George W. Barrett ordenó cuatro mujeres diaconisas en 07 de septiembre 1975 , en la Iglesia de San Esteban y de la Encarnación, en Washington, DC, a pesar de la negativa de Washington obispo William F. Creighton para permitir la acción. Acerca de 1200, entre ellos 50 sacerdotes, al que asistieron. El Rev. Lee McGee, el reverendo Alison Palmer, el Rev. Betty Powell, todo Washington, DC, y la Rev. Diane Tickell de Anchorage, Alaska, llegó a ser conocido como el Washington Four.

En septiembre de 1976, la Convención General aprobó la ordenación de mujeres al sacerdocio y al episcopado, añadiendo una nueva sección con los cánones de ordenación de la iglesia que se leía: «Las disposiciones de estos cánones de admisión de los candidatos, y para la ordenación de los tres órdenes : obispos, sacerdotes y diáconos serán igualmente aplicables a hombres y mujeres «.

La Cámara de Obispos, durante la convención de 1976, en un principio establecido que el Philadelphia 11 y el Washington Cuatro tendrían que ser re-ordenado, llamando a las primeras acciones «ordenaciones condicionales» similares al bautismo condicional permite en situaciones de emergencia cuando no se es seguro de si una persona fue bautizado. Las mujeres dijeron que se negarían a ser re-ordenado y, al día siguiente, los obispos votaron unánimemente para una ceremonia de «conclusión» que evitaría la imposición de manos.

El Rev. Betty Powell, uno de los cuatro Washington que fueron ordenados en septiembre de 1975 y que fue honrado durante la celebración del 40 º aniversario el 26 de julio asperges la congregación durante la Eucaristía, que hizo hincapié en el ministerio de todos los bautizados.  Los seis de las primeras mujeres que acudieron al servicio de los miembros de la congregación roció con agua de la pila bautismal.  Foto: Mary Frances Schjonberg / Episcopal News Service

La historia no había terminado aún. En octubre de 1977, la Cámara de Obispos aprobó una «Declaración de Conciencia», que aseguró que «Ningún Obispo, sacerdote, o un laico, deben ser coaccionados o penalizados de ninguna manera, ni sufren algún tipo de discapacidad canónicos como consecuencia de su objeción de conciencia o apoyo de los sesenta y cinco acciones de la Convención General en relación con la ordenación de mujeres al sacerdocio oa episcopado «.

La declaración surgió de una reunión que se inició con el Obispo Presidente John Allin diciendo que no creía «que las mujeres pueden ser sacerdotes más de lo que pueden llegar a ser padres o esposos», y ofreciendo a renunciar como obispo presidente. La Cámara de Obispos confirmó el liderazgo de Allin y adoptó la «cláusula de conciencia», contenida en una carta pastoral emitida después de la reunión .

Dado que la cláusula nunca fue aprobado por la Cámara de Diputados, no tenía autoridad canónica, sino un puñado de obispos y sus diócesis lo utilizó para prohibir las mujeres del sacerdocio durante 33 años más .

Una línea de tiempo más completa de la historia de la ordenación de las mujeres en la Comunión Anglicana está aquí.

Una mirada estadística a las mujeres ordenadas en la Iglesia Episcopal de hoy

  • Del Church Pension Group informe anual de 2014 muestra 2.471 mujeres ordenadas que participan en el plan de pensiones del clero, en comparación con 4188 hombres.
  • Clero masculinos constituyen el 62 por ciento del clero empleadas recién ordenados y el 66 por ciento de todos los clérigos que trabajan, según el último de la organización estatal del informe Clero desde 2012 .
  • El clero femenino recién ordenados hacen constantemente entre $ 1.000 a $ 7.000 menos de clérigos varones de la misma edad. También, como la edad del clero femenino en incrementos de ordenación, la compensación disminuye constantemente. Además, las mujeres pueden esperar un aumento de sueldo $ 1766 menor al cambiar de posición de la parroquia.
  • El informe llama la brecha «sorprendente» y dijo que apunta a «desigualdades estructurales importantes confrontar el clero femenino en la búsqueda de nuevos puestos de trabajo.»
  • «Nuestros hallazgos revelan que las mujeres se están dando cuenta clero consistentemente menores ganancias de tomar nuevos puestos de trabajo que en los hombres, sin importar el tipo de parroquia que sirven», concluyó el informe.

También para 2012, del Church Pension Group informe anual Clero Compensación mostró que

  • la mediana de compensación de tiempo completo para todos los sacerdotes masculinos, parroquiales y no parroquiales, fue un poco más de 10.000 dólares superior a la de mujeres sacerdotes (75.747 dólares de los 3.455 hombres, en comparación con $ 65.438 para las 1.827 mujeres).
  • la mediana de compensación de tiempo completo para los sacerdotes masculinos mayores era $ 103.660 en comparación con 93.566 dólares para los altos sacerdotes femeninos (había 572 hombres en esas posiciones y 138 mujeres)

Los organizadores de la celebración ofrecieron los aficionados conmemorativas a cada uno de los más de 600 personas que acudieron a la iglesia del Abogado en Filadelfia 26 de julio para celebrar el 29 de julio de 1974, las ordenaciones sacerdotales de 11 mujeres diaconisas poco más de dos años antes de la Convención General de la Iglesia Episcopal Iglesia dio su permiso explícito para que las mujeres se convierten en sacerdotes.  Foto: Mary Frances Schjonberg / Episcopal News Service

Lea más sobre esto
» La Historia de la Philadelphia Once , «Darlene O’Dell, (Seabury Books, 2014)

» Mirando hacia el futuro, mirando hacia atrás: Cuarenta años de la ordenación de mujeres , «Fredrica Harris Thompsett, editor, (Moorehouse Publishing, 2014)

» El Espíritu del Señor está sobre mí: Los Escritos de Suzanne Hiatt , «Carter Heyward y Janine Lehane, editores, (Seabury Books, 2014)

» Cuarenta Primicias «, una serie en línea de la Diócesis de Los Ángeles que marca el 40 aniversario

– La Rev. Mary Frances Schjonberg es un editor / reportero del Episcopal News Service.

 

http://episcopaldigitalnetwork.com/ens/2014/07/28/philadelphia-11-ordinations-marked-with-calls-for-continued-justice-work/

MEXICO: Pastor de Morelos habría abusado de más miembros de la iglesia: fiscal. Con López Dóriga


28 de Julio, 2014

 

Rodrigo Dorantes Salgado, fiscal general del estado de Morelos, dijo que están en la etapa de investigación, van a seguir buscando más antecedentes, tanto de miembros de la iglesia o de algún otro lugar en donde se tenga relacionada a Rodrigo Mata.

Rodrigo Dorantes Salgado, fiscal general del estado de Morelos, indicó que el pastor Rodrigo Mata, ha sido vinculado a proceso desde el pasado 25 julio, por el delito de abuso sexual agravado, en agravio de una menor de 14 años.

Detalló que dicho pastor, de acuerdo a las investigaciones, cuenta con antecedentes respecto a que varios miembros de la iglesia han sufrido ese tipo de abuso; sin embargo, no han querido denunciar.

En entrevista con el espacio de Joaquín López Dóriga, el fiscal pidió a la gente que ha sido agraviada en su persona o en sus hijos, que se acerquen a la Fiscalía de Morelos para denunciar.

Rodrigo Mata, es pastor de una iglesia de denominación cristiana en la colonia Flores Magón.

«La investigación que se tiene es que nos refieren que esta persona, según la doctrina que profesa, aprovecha la autoridad que tiene en esa congregación para cometer ese tipo de ilícitos».

Dorantes Salgado dijo que están en la etapa de investigación, van a seguir buscando más antecedentes, tanto de miembros de la iglesia o de algún otro lugar en donde se tenga relacionada a Rodrigo Mata.

La víctima señaló que Mata la forzó a entrar a su oficina que tiene dentro del local y en la doctrina que maneja, señala que los ángeles debían de meterse con las hijas de los miembros de la Iglesia, porque es una forma de generar la doctrina hacia los miembros de la Iglesia.

«Nosotros no estamos criminalizando, nosotros lo tenemos como investigación y solicitando que la gente que se vea agraviada en este tipo de situación, también comparezca ante la autoridad correspondiente».

El Fiscal subrayó que en estos dos meses de investigación van a fortalecer la carpeta para que haya más pruebas y se pueda dar una penalidad ejemplar porque la mínima es ocho años y la máxima 12 años de prisión en Morelos.

Dijo que de manera extraoficial, existen dos víctimas más; sin embargo, no tienen la denuncia, «que es lo que estamos pidiendo y solicitando a la gente que venga porque tenemos el compromiso de actuar conforme a derecho».

En lo que respecta a la Iglesia, se revisará si tiene los permisos y la legalidad correspondiente.

mra

– See more at: http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=429141&idFC=2014#sthash.GC6V51o3.dpuf

ARCWP recién ordenada sacerdote, Ann Harrington preside la Liturgia la Comunidad Free Spirit  en honor de Santa María de Magdala, en Carolina del Norte el 27 de julio


 

30 personas asistieron a la liturgia Free Spirit en honor de Santa María Magdalena en Greenville, Carolina del Norte el 27 de julio de 2014.

Ann Harrington compartió la homilía con otras dos mujeres que tienen una fuerte conexión con María Magadala. Aquí están las palabras de Ann:

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«Me identifico con María de Magdala y espero que en algún nivel que tú también.

He tenido mis propios demonios para exorcizar, la depresión clínica es una de ellas.

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A través del arte de la psicoterapia, el apoyo de amigos, un esposo amoroso y comprometido una conexión profunda con Dios, encontré la curación.

He oído lo que creo que todos deseamos escuchar, «Digno eres, porque eres, Dios te ama con un amor incondicional, no importa lo que hagas o no hagas».

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«A medida que mi conciencia de mi relación con Dios ha crecido, soy más capaz de amarme a mí mismo y a los demás de una manera que afirman la vida saludable. Después de todo, este es Jesús un gran dominio. Miremos a María de Magdala y seguimos a Jesús más plenamente días por día, por lo que podríamos estar brillando con la luz de Cristo y de irradiar esa luz donde quiera que vamos. «

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Remitido al e-mail

Iglesia Episcopal celebra 40 años de la mujer en el sacerdocio


  • Desde la izquierda, los Revs. Cheek Alison, Carter Heyward y Jeannette Piccard celebrar un servicio eucarístico en la Iglesia Riverside en Nueva York el 27 de octubre de 1974. (RNS / Chris Sheridan)
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Cuarenta años después de las primeras mujeres fueron ordenados sacerdotes en la Iglesia Episcopal, el obispo presidente es incierto donde ella – sí, ella – hogar espiritual sería que la iglesia todavía se negó a ordenar a mujeres.»No sé si todavía seria episcopal», dijo la obispo Katharine Jefferts Schori, en una entrevista conNCR . «Esa es una buena pregunta.»

La iglesia al principio declaró esas ordenaciones – 11 mujeres en Filadelfia el 29 de julio de 1974, y cuatro el próximo año en Washington, DC – ser tanto «irregular» y «no válido», pero con el tiempo la etiqueta ellas válidas aunque irregular. En 1976, el órgano nacional de gobierno de la iglesia, presionado por la amplia aceptación de estas ordenaciones irregulares, cambió las reglas y permitió la ordenación de mujeres como sacerdotes, no sólo como diáconos. También las ordenaciones de Filadelfia y Washington «regularice».

Sin ese cambio de reglas, «yo estaría pescando en otros mares», dijo Jefferts Schori, quien tiene un título de maestría en oceanografía. Es una buena suposición de que el mar religiosa no estaría donde pasó los primeros ocho años de su vida, en el catolicismo, con su sacerdocio exclusivamente masculino.

El 40 º aniversario de la ordenación del Philadelphia 11, ya que las mujeres se conocieron, se está convirtiendo en una ocasión para la introspección considerable acerca de cómo ocurrió todo y qué diferencia que ha hecho para la iglesia episcopal, la comunión anglicana en todo el mundo, y por la iglesia en general.

Debido a este aniversario, hay un espíritu de fiesta en la iglesia Episcopal, que hoy cuenta con poco más de 2 millones de miembros en los EE.UU. y otros 170.000 más o menos en las diócesis en el extranjero. Hay planes para una celebración 26 de julio en la Iglesia del Abogado en Philadelphia, donde las ordenaciones tuvieron lugar, y tres nuevos libros relacionados con esas ordenaciones han sido publicados.

Pero hay también un reconocimiento triste que las mujeres en la iglesia todavía se enfrentan a barreras informales al avance, así como la misoginia de plano ocasional. (De hecho, no fue hasta 2010 que la última diócesis Episcopal en los EE.UU. – Quincy, Illinois – finalmente ordenó su primera sacerdotisa Eso diócesis desde entonces se ha fusionado en la diócesis de Chicago.).

Uno de los Philadelphia 11, Carter Heyward, ahora retirado de la docencia en la Escuela de la Divinidad Episcopal en Cambridge, Massachusetts, dijo a NCR que existe «una especie de efecto techo de cristal en la iglesia.» Eso, dijo, tiene que ver con una actitud común de que, «sí, no puede haber mujeres sacerdotes en la iglesia Episcopal, pero ¿cuántos es lo que realmente quieres?» Más allá de eso, dijo, algunas congregaciones se preocupan de que van a ser conocido como los lugares que contratan sólo los sacerdotes de sexo femenino.

De hecho, dijo Heyward, tener un obispo presidente hembra «engaña a la gente. Es como tener el presidente Obama, con toda franqueza, y pensar que el racismo está más allá de nosotros.»

Como Obispo Barbara C. Harris, sufragánea jubilado (que significa subordinación a un obispo diocesano), escribió recientemente: «Si bien me complace que hayamos llegado a este hito de cuarenta años, no estoy seguro de que hemos llegado a ninguna madurez en la realidad de este testimonio vivo y el fenómeno «.

Hoy en día, las mujeres constituyen casi la mitad de los ordenados al sacerdocio de cada año en la Iglesia Episcopal. Aproximadamente un tercio de todos los sacerdotes episcopales ahora son mujeres. Pero los hombres siguen predominando en las altas esferas del liderazgo de la iglesia, a pesar de que la situación no parece haber llevado a las mujeres sacerdotes y obispos para proteger Jefferts Schori de críticas. Como ella dijo: «No tengo ninguna escasez de personas que no están de acuerdo conmigo – de ambos sexos y de todas las inclinaciones Y creo que eso es un signo de salud.».

Sin embargo, algunos sacerdotes femeninos pueden sentirse aislados.

«Para mí, personalmente, la lucha no ha terminado», dijo el Rev. Gail Greenwell, decano de Christ Church Cathedral en Cincinnati. «Como decano de la catedral, yo soy sólo uno de los seis o siete mujeres en toda la Iglesia Episcopal, que ejercerá dicho cargo. También he servido como rector de una gran … parroquial, otra anomalía para las mujeres en la Iglesia Episcopal. Las mujeres son en realidad perdiendo terreno en la Cámara de Obispos. Nosotros pocos somos los «irregulares» de nuestros días «.

Cuando Jefferts Schori se enteró de lo que había dicho Greenwell, reconoció el problema: «Seguimos a elegir a mujeres obispos pero son casi todos los obispos sufragáneos Estamos perdiendo terreno en términos de los obispos diocesanos que son mujeres Al mismo tiempo, esa puerta.. Ahora se abren alrededor de la comunión anglicana. Ahora hay dos mujeres obispos en África, hay mujeres obispos en Australia y Nueva Zelanda y Canadá, y ha habido dos en Cuba. Hay uno en Irlanda ahora, y la puerta está abierta en Escocia y Gales, y esperamos y oramos que será abierta en Inglaterra «. (Como se esperaba Jefferts Schori, la Iglesia de Inglaterra este mes aprobó la ordenación de mujeres como obispos.)

Así que ya que ni la Proclamación de Emancipación, ni Martin Luther King «I Have a Dream» discurso libera inmediatamente los afroamericanos y los ha integrado plenamente en la vida estadounidense, por lo que esas ordenaciones de las mujeres hace 40 años en un día caluroso verano en Filadelfia no hice distancia con obstáculos para su plena inclusión en la iglesia Episcopal.

Aún así, los cambios provocados por 11 valientes mujeres diáconos y un puñado de obispos que toman riesgos dispuestos a ordenar como sacerdotes durante ese servicio bulliciosa de tres horas han sido notables. Tal vez ninguno ha sido tan evidente como la elección de un obispo que preside femenino 2006. Heyward ha escrito que la elección de Jefferts Schori era «inimaginable para cualquier episcopal en 1974, un poco como imaginar un Papa mujer de dónde estamos en el 2014.»

Otro de los Philadelphia 11, Alison Carrillo, ahora de 80 años, dijo a NCR que ella cree que «las mujeres, en general, por lo que yo puedo ver, han hecho un muy buen trabajo en la iglesia, aunque algunos son difíciles de distinguir de los hombres «.

El novelista y profesor de Darlene O’Dell ha capturado la lucha por la igualdad de la mujer en la Iglesia Episcopal y en la historia de la Philadelphia Once , un libro de 250 páginas que acaba de publicar Seabury Press. Otro libro publicado en respuesta a los 40 años está mirando hacia adelante, Looking Backward: Cuarenta años de la ordenación de mujeres , editado por Fredrica Harris Thompsett. Incluye más de una docena de ensayos, incluyendo uno por Jefferts Schori. Por último, está el Espíritu del Señor está sobre mí: Los Escritos de Suzanne Hiatt , editados por Heyward y Janine Lehane. Heyward llama Hiatt, uno de los Philadelphia 11, «el motor» detrás de las ordenaciones 1974. Hiatt murió en 2002.

Aunque, como escribe O’Dell, Heyward considera la ordenación, el «más extraordinario y el mejor día» de su vida, ella y otros miembros sobrevivientes del Philadelphia 11, así como las mujeres ordenadas después, no se han mantenido congelados en esa época turbulenta de Watergate justo antes de la renuncia de Richard Nixon. Más bien, han seguido respondiendo a los cambios en las ideas y necesidades de teología en una iglesia que a menudo ha estado cerca de la cara frontal de tales movimientos sociales como la igualdad de derechos para las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.

Cristianismo requiere necesariamente la continuidad y el respeto a su propia historia, Heyward dijo a NCR , pero «necesita siempre nos puede capacitar para hacer lo que es justo y compasivo y promueve la dignidad humana y el bienestar de la creación. Así que uno de los lugares de discontinuidad que yo creo que tenemos que tomar en serio y trabajar hoy es la dominación – la dominación violenta – de la creación por los seres humanos …. Esta es ahora mismo en nuestra cara todo el tiempo Otra área de la discontinuidad es la ongoingness de. supuestos patriarcales sobre Dios y el mundo «. La idea de que los hombres han nacido para «dirigir el mundo,» dijo ella, «necesita ser desafiado sin violencia pero con firmeza.»

Heyward alaba mucho del tono y el enfoque Papa Francis se ha puesto. Pero cuando se trata de asuntos de la mujer, dijo, «no parece ser todo lo que – no sé qué palabra usar, pero yo voy a usar la palabra – conscientes de que en realidad hay problemas significativos en La tradición cristiana y especialmente en la tradición católica, cuando se trata de la función y el lugar de las mujeres «.

Esta falta de conciencia no ha sido ayudado por lo que al final muchos de los Philadelphia 11 experimentaron ordenación de las mujeres, una vez Episcopales convirtió en un evento de rutina – algo así como una falta de interés en su trabajo pionero.

Por ejemplo, Greenwell, que no entró en la universidad sino hasta varios años después de la ordenación de Filadelfia, asistió a una conferencia hace unos 10 años en los que los organizadores trajeron como muchos de los Philadelphia 11 posible.

«A medida que compartieron sus historias», dijo a NCR , «había una inquietud audible en la audiencia. Varios de los más jóvenes las mujeres clero sentía la lucha de las mujeres en el panel no era su historia, no su lucha y no es relevante para su propio . Ministerio Sintieron los hombres estaban siendo demonizados como el enemigo, mientras que su propia experiencia (y la mía) era de los hombres que a menudo habían sido sus campeones Me senté allí dando cuenta de que estaba de alguna manera en el medio ambivalente -. agradecido por el coraje y el espíritu pionero de los ‘irregulares’, pero también simpática con la idea de que había llegado el momento de pasar de una conversación se centró en la lucha. Me llamó la atención lo que es una brecha generacional se había planteado en sólo 30 cortos años «.

Sin embargo, es interesante imaginar lo que la Iglesia Episcopal se vería hoy y cómo las vidas de innumerables mujeres serían diferentes había ordenación de las mujeres nunca tenido lugar.

  • Carter Heyward, por ejemplo, dijo que aunque no había sido ordenado, habría sido un maestro «, porque eso fue realmente en la parte inferior de mi vocación. Fui llamado a un ministerio de enseñanza con una especie de borde sacerdotal ella «. Así que el borde habría sido embotado, por lo menos.
  • Jefferts Schori probablemente se habría quedado en las ciencias.
  • En cuanto a Greenwell, se preguntó: «¿Sería la señora Iglesia Episcopal energético que mi madre había sido, contento con la enseñanza de la escuela dominical y organizar la despensa de alimentos o le he dejado la iglesia por completo que no se sabe muy bien?». Lo que la iglesia no sabe es que Greenwell ha sido un defensor persistente para aquellos cuyo ministerio no ha sido bien acogida. Como ella dice, «Para el 20 y tantos años he luchado por la inclusión plena de nuestros hermanos y hermanas LGBT en las órdenes sagradas.»
  • Cheek no sabe si ella todavía estaría episcopaliano hoy si tenía un sacerdocio exclusivamente masculino. Por un lado, su preocupación inmediata después de las ordenaciones 1974 – y, de hecho, lo que se espera que suceda – era que ella y los otros se «depuesto», es decir sus ordenaciones como sacerdotes y diáconos como anulado.

«Creo que fue la prensa la que nos salvó», dijo, y señaló cómo los medios de comunicación, incluyendo el National Catholic Reporter , se negaron a que la caída de las ordenaciones no fueran  historia.

Las experiencias de estas mujeres plantean la cuestión de lo que las mujeres han traído al ministerio que es diferente de lo que los hombres han traído.

Porque la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), como se le conoce hoy en día, comenzó a ordenar mujeres en 1956, hice esa pregunta del reverendo Margaret E. Towner, ahora 89, la primera mujer presbiteriana ordenada.

«Creo que han traído una perspectiva del cuidado real, paciencia», dijo Towner, sigue activo en los órganos regionales de gobierno de la iglesia en la Florida. «La mayoría de ellos tienen una gran cantidad de paciencia. Creo que han traído una perspectiva de apertura real y comprensión de lo que [el Nuevo Testamento significaba] al visitar al prisionero, etc Es un tipo diferente de la compasión que algunos de los hombres tienen. Yo creo que muchas veces las mujeres clérigos tienen buenas ideas, más profundos antes de lo que muchos de los clérigos varones hacen. De las mujeres que he oído predicar, traen una humanidad a los sermones, las meditaciones, que muchas veces me no ven a los hombres llevar «.

Jefferts Schori dijo que cree que las mujeres han traído «formas colegiadas de ejercer el ministerio y el liderazgo colaborativo» que no era tan completamente desarrollados cuando el sacerdocio era exclusivamente masculino. «Creo que las mujeres también han traído un sentido de lo que es vivir en los márgenes, por no ser la norma en la cultura en general, y eso es un regalo, ya que nos abre los ojos para ver a los pobres y los niños, los inmigrantes, las personas que no viven en el centro «.

Heyward acredita mujeres con traer experiencias para el sacerdocio «, que en gran medida han sido socializados en nosotros en términos de cuidado, la hospitalidad y la cotidianidad de lo que mantiene la gente va …. Hemos heredado un montón de esto de nuestras madres y abuelas.»

Como Towner, Cheek dijo que cree que las mujeres han ayudado a «humanizar» el ministerio y la iglesia en general. Señaló, sin embargo, que algunas mujeres sacerdotes han adoptado algunos de los enfoques que buscan el poder menos admirables de algunos sacerdotes masculinos.

Pero es la organización de la iglesia, dijo Cheek, que ha hecho que sea difícil para las mujeres a ser todo lo que pueden estar en el ministerio: «Con las estructuras que tenemos en la iglesia, que es muy difícil para las mujeres para hacer una diferencia considerable.»

De hecho, son las estructuras aún más jerárquicas de la Iglesia Católica que causa mejilla a preguntarse si los católicos nunca permitir que las mujeres sacerdotes.

«Tiene un sistema político tan diferente de la nuestra,» dijo ella, «que es difícil imaginar cómo se podría.» El cambio en la ley de la Iglesia Episcopal que permite la ordenación de mujeres como sacerdotes era uno que «la Cámara de Diputados (clero medio, medio laicos) y la Cámara de Obispos votaron para.» El catolicismo no se encuentra esa estructura más democrática, dijo, y por lo tanto será más difícil hacer el cambio.

«Pero», añadió, «si un Papa fuera elegido que era un apasionado de ella, quién sabe qué pasaría?»

Como Jefferts Schori mira hacia la posibilidad de sacerdotisas católicas, ha concluido, «Yo no creo que vaya a suceder en mi vida. Los ortodoxos puede llegar antes de los romanos.»

Hay, por supuesto, las mujeres ahora que dicen que han sido ordenados como sacerdotes católicos en relación con organizaciones como romanos Womenpriests católicos, aunque las estructuras oficiales de la Iglesia se han negado a reconocer la validez de tales ordenaciones.

Por ahora, lo más probable es que lo más parecido al mundo tendrá que sacerdotes católicos femeninos son mujeres sacerdotes episcopales – y son ocupados celebrando el 40 aniversario de un acontecimiento crucial que ayudó a que ellos y su iglesia hasta este punto.

[Bill Tammeus, un anciano presbiteriano, escribe una columna Web, «Una pequeña c católica», por NCR (NCRonline.org / blogs / small-c-católica). Su último libro es Woodstock: una historia de los estadounidenses Media ].

 

http://ncronline.org/news/faith-parish/episcopal-church-celebrates-40-years-women-priesthood

Mujeres en el altar: JUAN JOSE TAMAYO


JUAN JOSÉ TAMAYO

Profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. Es autor de ‘Cincuenta intelectuales para una conciencia crítica’.

La Iglesia anglicana ha dado a la católica otro ejemplo de apertura al permitir ordenación de obispas

LUNES, 28 DE JULIO DEL 2014

Dos escenas religiosas diferentes, dos imágenes distintas de mujeres. 7 de noviembre del 2010: en torno a 250.000 personas aclaman al papa Benedicto XVI por las calles de Barcelona. Misa solemne presidida por el papa Benedicto XVI en la iglesia de la Sagrada Família, con presencia de los Reyes de España. Acompañan al Papa cardenales, arzobispos, obispos, clero, ¡todos varones! El Papa procede a la consagración del templo ungiendo el altar con crisma e incensiándolo alrededor. Se ha vertido aceite en el suelo que es necesario limpiar. De inmediato aparecen siete religiosas pertenecientes a las Auxiliares Parroquiales de Cristo Sacerdote, quienes se agachan para limpiar las gotas de aceite y preparan el altar para la celebración, mientras los varones contemplan la escena sin prestarles ayuda. Luego ellas abandonan el altar. Su función ha terminado.

La escena dio la vuelta al mundo y causó estupor, más aún, consternación e indignación por la falta de paridad, la irrelevancia y la discriminación de las mujeres en la Iglesia católica. Situación que nada tiene que ver con la paridad entre hombres y mujeres que practicó Jesús de Nazaret y que se vivió en las primeras comunidades cristianas. Las monjas, empero, dijeron sentirse felices por haber prestado ese servicio en un momento tan solemne.

11 de septiembre de 1992: el Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra aprueba la ordenación sacerdotal de mujeres. Pueden acceder las mujeres al altar pero no para prepararlo para el culto, sino para presidir la eucaristía. Otras provincias de la Comunión Anglicana comenzaron a incorporar a las mujeres al ministerio sacerdotal a partir de la década de los 70 del siglo pasado.

Posteriormente se planteó el debate en torno al acceso de las mujeres al episcopado y varias provincias de la Comunión dieron el paso definitivo y ordenaron a mujeres obispo: Escocia, Irlanda del Norte, EEUU, Canadá, Australia… El Sínodo de la Iglesia de Inglaterra, sin embargo, se resistió a tomar la decisión última. Hubo un intento en el 2102, que fracasó por la negativa de los representantes de los sectores laicos. Finalmente se han vencido las resistencias y el Sínodo reunido en la ciudad de York acaba de dar su aprobación para que las mujeres puedan ser obispas por una abrumadora mayoría de los tres sectores sinodales. Tan trascendental decisión cuenta, además, con el apoyo del 74% de los anglicanos. El primero en felicitarse ha sido el arzobispo de Canterbury, quien ha declarado la efemérides en que se aprobó como «un día para la historia» y no ve lejana la posibilidad de que una mujer sea arzobispa de Canterbury. No es este un gesto aislado de la Iglesia anglicana en el camino hacia la inclusión efectiva. Desde hace varias décadas camina en esa dirección dando pasos firmes y sin vuelta atrás en la construcción de una Iglesia inclusiva. Junto a la incorporación de las mujeres en el ejercicio de los ministerios sacerdotal y episcopal, en las funciones directivas y en la elaboración de la doctrina teológica y moral, hay que valorar también muy positivamente el respeto y el reconocimiento a las diferentes identidades sexuales.

Los gais y las lesbianas forman parte de la comunión eclesial entre los anglicanos. Se bendicen los matrimonios homosexuales. La ordenación sacerdotal y episcopal no se limita a las personas heterosexuales, como sucede en la Iglesia católica, sino que se extiende a otras identidades sexuales. Se celebran uniones matrimoniales entre los clérigos homosexuales.

Una característica de la Comunión Anglicana es el elevado grado de autonomía en las diferentes provincias, lo que conlleva un importante nivel de creatividad y un amplio pluralismo, en sintonía con la autonomía, la creatividad y el pluralismo en las comunidades cristianas de los orígenes.

Cada paso que ha dado hacia una Iglesia más abierta e inclusiva no ha sido fruto de un decreto de la cúpula episcopal, sino que tiene lugar a través de un proceso de diálogo, del debate abierto, incluso de la confrontación, siempre con luz y taquígrafos, democráticamente, respetando en todo caso a los discrepantes.

No creamos, sin embargo, que la Iglesia anglicana vive una situación angelical. Los pasos dados hacia adelante con frecuencia provocan oposición, resistencias y hasta rupturas. Pero los problemas no la llevan al estancamiento en posiciones de carácter discriminatorio y excluyentes, sino a buscar soluciones por la vía de la paridad, respetando las opciones de tintes más conservadores.

Me parece un ejemplo a seguir por la Iglesia católica, donde las mujeres y los homosexuales siguen viviendo una situación de auténtica segregación.

 

http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/mujeres-en-el-altar-3412193

  La verdad incomoda de los Medicamentos


Hacer clik aqui, para ver el video.https://www.youtube.com/watch?v=8A9IftVH3Ks

Subido el 07/12/2011

Uploaded by airismex on Nov 18, 2011

Los medicamentos son un remedio sin cura, un tratamiento sin final, afectan severamente a la salud, solo son un remedio sin verdadera cura al igual que las vacunas.

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    03 AGOSTO/14. LO POCO VIENE A SER MUCHO EN LAS MANOS DE JESUS. MENSAJES PARA NIÑOS/AS


    Mensajes para niños

    Sermón de la semana

    Propio 13 (18) Año A

    03 de agosto 2014
    Sermón de la semana
    Título: Un Festín Para Todos

    Tema: Lo poco viene a ser mucho en las manos de Jesús – Propio 13 (18)

    Objeto: Una canasta de pasadía

    Escrutura: «Todos comieron hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron» (Mateo 14:20 – NVI).

    ¿A cuántos de ustedes les gusta ir de pasadía? ¡A mí me gusta también! Bueno, hoy traje la canasta que uso cuando voy de pasadía. Vamos a usar nuestra imaginación y a pensar en las cosas que pondríamos dentro si fuéramos a un pasadía. Veamos: habría emparedados (sandwiches), papitas, galletas, y algún refresco o jugo. ¿Pueden pensar en algo más que nos gusta comer y que se me haya olvidado? (Dele tiempo a los niños para que le digan lo que desean comer en el pasadía.)

    Creo que tenemos bastante comida en nuestra canasta para gozar de un buen pasadía, ¿no creen? Si tuviéramos todas las cosas que hemos mencionado, ¿creen que habría suficiente comida para nuestro grupo de niños? ¿Qué pasaría si toda la iglesia viniera al pasadía? Si todas las personas del pueblo vinieran a nuestro pasadía, ¿habría comida para todos? ¡De ninguna manera! No podríamos alimentar a todo el pueblo con sólo esta canasta de alimentos.

    En una ocasión Jesús y sus discípulos deseaban tener un ratito de relajación. Se montaron en un bote y se fueron a un lugar tranquilo a descansar. Cuando llegaron habían personas que estaban esperando a Jesús para que les enseñara y sanara a los enfermos. Jesús habría deseado descansar, pero cuando vio la gente se olvidó de cuán cansado estaba, porque les amaba mucho. Sanó enfermos y les enseñó acerca del reino del reino celestial.

    Al poco tiempo se hizo la hora de comer. Los discípulos fueron a Jesús y le pidieron que despidiera a las personas para que pudieran comer. «No tienen que irse,» dijo Jesús, «dénles de comer ustedes.»

    «Todo lo que tenemos es cinco panes y dos pescados» dijeron los discípulos.

    Jesús les pidió a los discípulos que le trajeran los panes y pescados y que les dijeran a las personas que se sentaran en la grama. Jesús tomó los panes y pescados, miró al cielo y dio gracias. Entonces le entregó los alimentos a los discípulos para que los repartieran. Todo el mundo comió hasta que estar satisfecho. Entonces los discípulos recojieron lo que había sobrado, ¡y llenaron doce canastas! La Biblia nos dice que allí habían cinco mil hombres que fueron alimentados además de las mujeres y niños.

    ¿Puedes imaginarte alimentando a toda la gente de un pueblo con los alimentos que quepan en una canastita de ir de pasadía? Con Jesús, ¡todo es posible!

    Querido Jesús, ayúdanos a recordar que cuando te damos aún lo poquito que tenemos, eso es suficiente. En su nombre oramos. Amén.

    Páginas para colorear y actividades

     

    (Imprima la primera página y luego insértela en la impresora para imprimir el otro lado.  Doble el boletín por la mitad y tendrá un boletín de cuatro páginas para los niños.)

     

    Enlaces a los sermones
    Impresión amistosa:    «Un Festín Para Todos»

     

    Otro sermón basado en Mateo 14:13-21: «Alimentando los 5000»

     

    Otro sermón basado en Génesis 32:22-31: «Jacob lucha con Dios»

     

    Tenemos materiales para ayudarle con los niños

    Tenemos un CD conteniendo estos materiales:

    Tres años de sermones de Sermons4Kids
    Páginas para colorear del Antiguo y Nuevo Testamento
    Una serie de páginas para colorear de Graham Kennedy
    Lecciones: La vida de Cristo de cada uno de los cuatro Evangelios
    Canciones para la Escuela Bíblica de Niños
    Catorce presentaciones de PowerPoint
    Un año de lecciones del Antiguo Testamento (de Mission Arlington)

    Para imprimir una forma para ordenarlo haga clic aquí. (Es gratis)

    Traducción de Zulma M. Corchado de Gavaldá
    Derechos de autor Sermons4Kids, Inc.
    Todos los derechos reservados.

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