Lima, jueves, 31 de julio de 2014 (ALC) – Uno de los hechos más graves en contra de la comunidad evangélica del país ocurrió el 1 de agosto de 1984. Ese día, una patrulla de la Infantería de Marina irrumpió violentamente en la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Callqui, en Huanta-Ayacucho, cuando se realizaba un culto, y sin mediar explicación sacaron a seis miembros de la iglesia a quienes asesinaron a pocos metros del templo. «Demandamos justicia para nuestros hermanos asesinados en Callqui, pero también para miles de personas que fueron victimados en aquellos años tanto por Sendero Luminoso como por agentes del Estado”, indicó el pastor Alva, del Concilio Nacional Evangélico del Perú.
30 años después, muy poco se ha avanzado en las investigaciones para determinar la responsabilidad de tan execrable hecho, y sólo un guía civil de la patrulla ha recibido una sentencia condenatoria, aunque condicional.
Para el Pastor Enrique Alva, presidente del Concilio Nacional Evangélico del Perú, es inaceptable que el asesinato de Paulino Ccayo Ccoriñaupa, Jorge De la Cruz Quispe, Melquiades Quispe Rojas, José Yáñez Huincho, Wenceslao Huamanyalli Oré y Constantino Yáñez Huincho continúe impune, porque contradice el estado de derecho en el Perú y sigue vulnerando la dignidad de las víctimas.
Roger Mendoza, director ejecutivo de la Asociación Paz y Esperanza, recordó que cientos de evangélicos fueron victimados por Sendero Luminoso durante el conflicto armado interno, debido a su resistencia a la prédica fundamentalista y práctica criminal de esa agrupación.
“Sin embargo, crímenes como el de Callqui nos muestran que desgraciadamente el terror que sufrieron miles de peruanos y peruanas fue un recurso que también utilizaron los militares al servicio del Estado”, añadió.
Los representantes del Concilio Evangélico y de Paz y Esperanza coincidieron en su exigencia para que las autoridades del Ministerio Público y Poder Judicial profundicen las investigaciones y, previo debido proceso, se sancione a los responsables.
Ambas instituciones preparan una ceremonia en homenaje a las víctimas de Callqui y del periodista Jaime Ayala, la cual se realizará el 1 de agosto en el memorial El Ojo que llora, ubicado en el Campo de Marte, en el distrito de Jesús María.
Foto: Monumento El Ojo que llora
Nota realizada en base a un prensa de la Asociación Paz y Esperanza
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Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)