No es fácil decir “Feliz Navidad”, sobre todo, en estos momentos que vive la Humanidad, el Cosmos y nuestro planeta.
¿Quién o quienes celebran la Navidad? No se sabe. Porque ante tanto alboroto, para ahogar tanta tristeza y dolor, nunca se supo.
No se puede celebrar Navidad, si antes no se ha trabajo para lograrla. No se puede celebrar Navidad, si nos hemos prestado al silencio de la injusticia, si infamemente, con trampas y mentiras se busca el poder, atropellando, gestando discordias y divisiones, para engañar y escalar posiciones o mantenerse en ellas.
Son muchas las historias que se conocen, que se viven fruto de envidias, egoísmo, amenazas, ambición.
Allí donde todo funciona de manera piramidal dentro de la sociedad, bien sea instituciones civiles o religiosas, allí, no se puede vivir la Navidad. Allí pululan las intrigas, las conspiraciones, reclamando prebendas de “gratitud” por los buenos servicios prestados.
Si es política, todo se compra. En las campañas electorales, eso es lo normal y nadie dice nada. La Corte Suprema de Justicia, no opera en su jurisprudencia. Se compran Magistrados, se amenazan jueces, no se analizan en justicia los procesos. Se hacen trampas, se “pierden” expedientes, –los documentos-, se les sustraen pruebas, para anular los procesos. Tribunales eclesiásticos (CSF) discriminando, excomulgando a las mujeres por su ministerio al servicio de la Iglesia, a la vez que protege a los pedófilos. A todo lo anterior se le conoce con el nombre de: CORRUPCIÓN!
Se circula información tendenciosa, cargada de mentiras, haciendo juzgamientos e interpretaciones acomodadas.
Se ignora todo lo anterior, evitando así la Navidad. Se tergiversa el acontecimiento de Dios humanado, haciendo creer que para celebrar la Navidad, hay que ir a los Centros Comerciales, a comprar paliativos para olvidar tanta injusticia y dolor.
Se podrá celebrar Navidad, sin haber logrado la Paz tan anhelada, expulsando a los inmigrantes, desalojando a los indígenas, campesinos y afros de sus tierras? Se podrá celebrar Navidad, ante las incontables violaciones y feminicidios contra las mujeres y el abuso contra los niños?
Se podrá celebrar Navidad, apiñados en estrechos apartamentos en aquellos edificios, gestores de violencia intrafamiliar, conflictos y desavenencias, con familiares y vecinos, fruto de la ambición de constructores y arquitectos sin un reglamento y ordenamiento territorial? A todo lo anterior se le conoce con el nombre de: CORRUPCIÓN!
Se podrá celebrar Navidad, sin lograr la inclusividad, la igualdad de mujeres y hombres según el Evangelio?
Se podrá celebrar Navidad, sin denunciar las injusticias? Sin trabajar por la Justicia y la Paz?
Se podrá celebrar Navidad, conociendo acerca de las 30 guerras que arden en el mundo? Incluyendo las nuestras?
Para celebrar la Navidad, debemos recordar y aprender del Emanuel, asumiendo sus enseñanzas fielmente. El vino a cumplir una misión; vino a enseñarnos a ser cada vez más humanos! Misión, que debemos asumir como tal. Nos toca a todos, sin distingo de clases, etnias, lengua, género, ser profundamente humanos los unos/as con los otros/as.
Gracias, Emanuel, por tu Presencia, porque estás con nosotros insistiéndonos a que seamos cada vez más humanos! Gracias, Emanuel porque nos acompañas, en la búsqueda y preparativos para celebrar la Navidad. Gracias, Emanuel por todo lo que has hecho, por todo lo que haces y por todo lo que harás, a través de quienes te buscan y trabajan con sincero corazón.
Gracias, Emanuel, Esencia Divina humanada, porque te haces presente en las niñas y niños recién nacidos/as (Sofía, Samuel, Paulina) y los por nacer, futuros forjadores de una Feliz Navidad, construyendo la Paz, Amor y Bienestar para toda la Humanidad!
*Presbitera Católica Romana
Evangelizadoras de los apóstoles 
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