Nos acaban de informar que por orden directa del cardenal Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, se ha prohibido la conferencia que mañana Jueves, 15.01 debía celebrarse en los locales de la parroquia de Sant Medir.
Los organizadores han decidido trasladar el acto a otro local, propiedad de la misma parroquia, situado en la calle Olzinelles, 116.
Esta prohibición es una muestra de la falta de sintonía que tienen muchos obispos con el programa renovador del papa Francisco. Cuando este se acerca a la teología de la liberación y habla con los teólogos hasta ahora perseguidos por el Vaticano, cuando ha relanzado el proceso de beatificación de monseñor Romero, cuando pide apertura, diálogo y acoger la diferencia, buena parte del episcopado español mira hacia otro lugar.
No sé si el arzobispo de Barcelona estaba presente en el encuentro que el Papa hizo con los cardenales de la curia, donde los leyó la cartilla públicamente, si no era también debería tomar buena nota de cada una de las 15 enfermedades de la curia, denunciadas por Francisco, y de manera muy especial la número 4 «la enfermedad del funcionalismo» que según el Papa consiste en «que siempre es más fácil y más cómodo amoldarse a las propias posiciones estáticas e inmutables, cuando en realidad la Iglesia es fiel al Espíritu Santo en la medida en que no tiene la pretensión de regularlo y domesticarlo -ay domesticar el Espíritu Santo! – cuando Él es frecor, fantasía, novedad «También debería estar atento a la enfermedad número 6, la que el Papa llama «del Alzheimer espiritual» y que afecta a aquellos que «dependen completamente de su presente, de sus pasiones, caprichos y manías; lo vemos en aquellos que construyen a su alrededor muros. «
Esta prohibición es un mal final de su etapa como arzobispo de Barcelona. Esperamos que el relevo llegue pronto.
JT
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