JESUS, ¿MUJERIEGO O MISÓGINO?


28.01.15 | 09:34.

Los diccionarios populares, al igual que los oficiales y académicos, rezuman tanto machismo por los poros de las sílabas de sus palabras, que el solo enunciado de los términos “mujeriego” y “misógino” proclama de por sí una acentuada porción de desprecio y desautorización hacia el primero, así como de cultura, y de buen ser y parecer hacia el segundo. A la hora, tan frecuentemente actualizada hoy, de inclinar la apreciación hacia Jesucristo, de si en su vida, evangelio y adoctrinamiento prevaleció uno u otro término –“mujeriego” o “misógino”- en su más limpia y honrosa acepción gramatical, es posible que orienten reflexiones como las sugeridas a continuación.

. Jesús es uno de los personajes que en su tiempo, y fuera del mismo, se distinguió en más nítida proporción y exactitud, en el reconocimiento y aceptación de la mujer, por mujer. La lectura de los evangelios y de la mayoría de los textos neotestamentarios, lo delatan con pulcritud y veracidad, pese a que los tiempos resultaban ser tan inclementes para ellas, además de que los autores de los libros sagrados, y sus respectivos traductores, fueron siempre varones.

. No contiene exageración alguna, ni familiar, ni social, ni política, ni religiosa, proclamar que una de las razones –sinrazones que se hallaron presentes y activas en la condena a muerte de Jesucristo, dictada por las competentes autoridades de la época, fue precisamente el ”escándalo” por él protagonizado, de tratar a las mujeres con idéntica –y aún mayor- consideración y respeto que al hombre.

. La mujer –pecado y tentación al pecado, propiedad y siempre y de por vida, al servicio del hombre-, recibió de parte de Jesús, tratamiento, confianza, consideración, reconocimiento de su dignidad personal, igual o superior al impartido por él respecto al varón como tal. En ocasiones, y por aquello de su predilección por los pobres, oprimidos, enfermos, marginados y esclavos, Jesús extremó con exquisitez y sabiduría humana y divina los gestos más favorables, benévolos y privilegiados.

. Siempre acompañado por las mujeres – sin que su cita exacta sea la correcta aún por los propios evangelistas, que ni siquiera en la “Santa Cena” la hicieron presentes- , las mujeres intervinieron en todo el proceso de evangelización salvadora de Jesús de modo ciertamente decisivo y espectacular. Cuestionar tal hecho, o no conferirle el merecido relieve, equivaldría a tener que confesarse ajeno al mensaje evangélico, obligado además a reconocerse incapacitado para la lectura. inepto e insensibilizado para percibir mensajes de redención y de vida, incluyendo en tan desdichado diagnóstico a sus respectivas madres, esposas y hermanas.

. Esto no obstante, con tan soberana claridad, predicado y vivido el dato por la mitad de la humanidad, más uno, que numéricamente es el censo en todo el mundo, y más en la Iglesia, ella – la mujer-, se encuentra en las peores condiciones de precariedad que registran los cánones, los artículos de la fe y los mandamientos de “Nuestra Santa Madre la Iglesia”. No hay otra institución, -y por más señas, Estado político-administrativo como el Vaticano, en el que constitucionalmente la mujer se ha de sentir preterida y marginada por su propia condición, incapacitada para actuar en el organigrama, con los mismos derechos y deberes que lo hacen, o puedan hacerlo, los hombres.

. Jesucristo, “profesional de la ejemplaridad”, religiosa y civil, mediadora la Iglesia de tan colosal ministerio y tarea, es, y hace perdurar, el testimonio viviente del comportamiento personal e institucional en relación con la mujer hoy, cuyas carencias resulta inhumano y anticristiano someter ya a aplazamientos indefinidos. Conforme a los evangelios, su actitud con las mujeres no pudo ser más natural- sobrenatural, igualitaria, digna y respetuosa, apreciada, elegante, justa, generosa y preciosa. Jesús no mantuvo confrontamiento alguno con ellas, habiéndolos mantenido -¡y de qué manera¡-, con otros grupos, como los de los Sumos Sacerdotes, fariseos, saduceos y demás congéneres.

. Tal constatación evangélica torna más incongruente aún, el comportamiento oficial que todavía perdura en la institución eclesiástica, hasta instar a muchos, y a muchas, a calificarla de inactual, siniestra, corrupta y, a tenor de los pasos tan cortos, cicateros y contradictorios que se registran, obstinada e impenitente, y sin esperanzadoras muestras de que nos encontremos en las ante- vísperas de la solución del problema.

. Es inexplicable- diríase que misterioso y quimérico-, que la mujer católica, contando además con que en otras Iglesias también cristianas, se resolvió ya a su favor el tema del sacerdocio- episcopado femenino, no haya decidido hacer uso de procedimientos de urgencia, factibles en casos de importancia y relieve como el de su exclusión de las responsabilidades jerárquicas. Concluir que la mujer católica “pasa” de estas reclamaciones, equivaldría a dudar de su consciente integración – comunión- en el organigrama eclesiástico, resignada al mantenimiento del mismo como servidora- esclava del hombre, convencido de que es él quien veraz y dogmáticamente encarna, y encarnará “por los siglos de los siglos”, el mensaje y el testimonio de Cristo Jesús.

 

http://blogs.periodistadigital.com/in-itinere.php/2015/01/28/jesus-imujeriego-o-misogino-

Papa recibe a transexual, pero posición de la iglesia sobre la diversidad todavía no es clara


Marcela Belchior
Adital

La noticia de que el Papa Francisco recibió al transexual español Diego Neria Lejárraga en una audiencia privada el último 24 de enero, en el Vaticano, generó fuerte repercusión mundial y optimismo por parte de movimientos sociales con miras a la relación de la Iglesia Católica con la diversidad sexual. Lo que poca gente se pregunta es, al final qué fue discutido durante el encuentro. ¿Qué posicionamiento el Sumo Pontífice presentó ante la discriminación de la comunidad religiosa al fiel católico? ¿Qué defiende claramente sobre las varias formas de género? El gesto es simbólico y puede indicar un cambio gradual, sin embargo todavía no es un hecho que la Iglesia esté abierta a las diversas manifestaciones de la sexualidad.

Ante el silencio del Vaticano en cuanto al tenor de la conversación entre Francisco y Lejárraga, el teólogo André Musskopf abre la discusión sobre los significados del episodio. «Sabemos que el Papa lo recibió y eso ya es un gesto de acogimiento importante, que puede servir como ejemplo para la postura de la propia Iglesia. Pero no sabemos la posición del Papa. (…) ¿Por qué el Vaticano no comenta nada de lo que ocurrió en ese encuentro?”, cuestiona Musskopf, que estudia las relaciones entre religión y sexualidad.

En entrevista con Adital, el teólogo destaca que, hasta el momento, no se observa ningún movimiento en el sentido de modificar los rumbos de la Iglesia en relación con la Teología y la doctrina. «No sabemos qué ocurrió [en la audiencia], ni qué va a ocurrir. Sabemos que Diego salió del encuentro con un sentimiento de mucha paz, pero, ¿qué tiene para decir el Papa de las otras personas –transexuales, gays, lésbicas, travestis– que participan de la Iglesia Católica Apostólica Romana? Él no puede recibir a todas ellas en audiencia privada”, provoca el estudioso.

Musskopf también llama la atención sobre el futuro desdoblamiento del caso, que involucró la discriminación de Diego Lejárraga en su parroquia, en la ciudad española de Plasencia, región de Extremadura. «¿Qué ocurre con esa persona y su familia? ¿Va a haber un proceso de diálogo en la parroquia? ¿Esto abre el debate dentro de la Iglesia?”, indaga Musskopf.

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El español habría sido hostilizado en la parroquia después de una cirugía de reasignación de sexo – Créd Andy Solé.

El estudioso va más allá. Señala cambios de género que permearían el evento, sus personajes y los valores involucrados en la repercusión del caso. Para él, la construcción de la nueva identidad de género de Lejárraga apuntaría a la atención de un patrón masculino heterosexual, valorizando ideales tradicionales de género.

Contribuiría para esto el énfasis, en la cobertura mediática, del hecho de que la compañera del transexual habría participado en la audiencia y en el hecho de que Lejárraga tendría su origen en una tradicional familia católica. Para Musskopf, esos factores corroboran el discurso de afirmación del patrón de familia tradicional defendido por la Iglesia Católica. «No estoy diciendo que esto es bueno o malo. Estoy constatando que el discurso de la repercusión del acto en sí refuerza un modelo tradicional de familia, de la importancia de la preservación de la tradición”, explica.

Entienda el caso

Diego Neria Lejárraga relata, a través de los medios de comunicación internacionales, que después de recibir una carta, el Papa Francisco le habría telefoneado e invitado a participar de una audiencia en el Vaticano. En el documento enviado al Santo Padre, el transexual relataba sentirse fuera de la Iglesia desde que se sometiera a una serie de cirugías para reasignación de sexo, ocho años atrás. El español pedía al Papa que lo ayudara a encontrar un lugar en la «casa de Dios”.

Hoy, a los 48 años de edad, el español nació con sexo femenino, fue educado en familia católica y dice considerarse un fiel «practicante”, con estrecha relación con la Iglesia. Sin embargo, venía sufriendo por la hostilidad de la comunidad religiosa y de la población de su ciudad natal, que cuestionaban su presencia en la iglesia. Según Lejárraga, un sacerdote le habría llamado «hija del diablo”.

Aunque parezca lejos de repercutir institucionalmente, el accionar del Santo Padre puede resonar en las representaciones católicas de todo el mundo. En entrevista con Adital, Carlos Fonseca, presidente de la Asociación Brasilera de Lésbicas, Gays, Bisexuales, Travestis y Transexuales (ABGLT), llama la atención sobre el potencial de propagación del gesto de Francisco en las iniciativas locales de la Iglesia. «Esto empodera a algunos sacerdotes y obispos que ya tenían alguna posición progresista, pero que tenían recelo de sufrir represalias”, afirma. «Es tan importante como cuando una presidente de Estado habla en contra de la homofobia en la ONU (Organización de las Naciones Unidas). El Papa ya dio la señal”, evalúa el activista.

Para Fonseca, la iniciativa del Sumo Pontífice da señales, si no de una apertura, por lo menos no expresa prejuicio de parte de la Iglesia Católica, colaborando a la causa de la diversidad sexual, dentro y fuera de la comunidad católica. «Espero que, además, un día, la Iglesia Católica pueda pedir perdón”, agrega Fonseca, refiriéndose a la marginación y represión histórica que la institución ha conferido a la población homosexual.

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Papa Francisco habría invitado a Diego después de recibir una carta – Créd. Getty Images.

Acciones anteriores de Francisco

En visita a Río de Janeiro (Brasil), durante la Jornada Mundial de la Juventud, en julio de 2013, el Papa Francisco demostró lo que sería «tolerancia” en relación con la homosexualidad. «¿Quién soy yo para juzgar a los gays?”, afirmó. «Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, dijo el Sumo Pontífice. En la ocasión, el primer Papa latinoamericano enfatizó que «el catecismo de la Iglesia Católica explica en forma muy bonita” el tema de la homosexualidad. «Dice que no se debe marginar a esas personas por eso. Es preciso integrarlas a la sociedad”, comentó Francisco.

Aunque haya generado buena repercusión entre militantes y organizaciones que defienden la diversidad sexual, la postura del Santo Padre no ha reverberado dentro del propio Vaticano, de manera institucional. En octubre de 2014, durante el Sínodo de Obispos, convocado por Francisco para discutir temas relacionados con la familia —como aborto, contracepción, homosexualidad y divorcio—, la propuesta que pedía mayor aceptación de parejas homosexuales dentro de la Iglesia fue rechazada.

Un informe preliminar de la propuesta afirmaba que los homosexuales tendrían «talentos y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana”. «¿Será que somos capaces de recibir a esas personas y garantizar que ellas tendrán un espacio fraterno en nuestras comunidades?”, decía el documento. Francisco defendía el reconocimiento de los «aspectos positivos de las uniones civiles y la convivencia” entre personas del mismo sexo, además de instar a los eclesiásticos a acoger y tratar con más respeto a las personas homosexuales y a las parejas «no tradicionales”, evitando la discriminación.

Aún así, la propuesta no impugnaba la histórica oposición de la Iglesia al casamiento gay. Gran parte del alto clero todavía se mantiene en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo.

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Marcela Belchior

Es periodista de Adital. Maestra en Comunicación y Semiótica en Pontifícia Universidade Católica de São Paulo (PUC-SP), investiga las relaciones culturales en América Latina.

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Escuchar con los ojos: Homilía de la Rev. Judy Lee para el cuarto domingo del Tiempo Ordinario 02/01/15


 

El contexto de nuestro texto del Evangelio (Marcos 1: 21-28) es el comienzo del ministerio de Jesús. Ha sido bautizado por Juan el Bautista y lleno de espíritu de amar affirmation- de Dios «Este es mi amado, en quien tengo complacencia» (Marcos 1: 11). Jesús entonces se enfrenta a un período de prueba y la tentación, tal vez un período de discernimiento dolorosa de su llamada, y luego empieza a predicar «cambiar sus vidas y creed en el evangelio» como lo hizo Juan, y agregó «el tiempo del cumplimiento está aquí», y él llama discípulos a seguirlo. Juan es encarcelado rápidamente después de esto. Está claro que para decir la verdad a los poderes religiosos y civiles fácticos es extremadamente peligroso. Jesús sigue adelante.

Jesús comienza su ministerio con la enseñanza y acciones de gran alcance y con autoridad. Él comienza con decir la verdad al poder y aclarar su misión por medio de palabras y hechos. Citando a Isaías 61, dice: «El Espíritu de Dios está sobre mí … me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres ….» (Lucas 4: 18-20). No sabemos lo que estaba enseñando en la marca 1 Evangelio, pero también puede haber sido esto. Y la autoridad del Espíritu es evidente no importa cuáles eran las palabras. Su enseñanza hace que escuchen y se energiza y desafía a los oyentes en las sinagogas.

Como profesor, un profesor de nivel los trabajadores sociales de maestría incluyendo estudiantes de teología doble titulación, por más de veinte y siete años que siento una conexión especial con el Evangelio de este domingo que anuncia el comienzo del ministerio de Jesús: «El pueblo se hechizados por su enseñanza porque Jesús enseñó con una autoridad que no se parecía a sus eruditos religiosos «(Marcos 1: 22- La Biblia Incluido). La mayoría de los profesores (y todos los estudiantes) conocen bien la sensación de hundimiento de aburrir a una clase (ya sí mismos) a la muerte frente a la experiencia de prenderles fuego. Para mí, cuando he logrado este último que era porque yo hablé con un profundo conocimiento de la materia, (me encantó la práctica de ayudar a otros y seguir haciéndolo ahora como lo hice hace más de 40 años) hablé con sentimiento, y compartí mi relevantes experiencias para iluminar el contenido. Mi tesis doctoral fue sobre la percepción de los estudiantes de la importancia del profesor para su práctica dados los diferentes estilos de cursos de práctica docente (aquellos cursos que tenían que ver con la forma de ayudar a las personas): la enseñanza con el sentimiento, la enseñanza de la experiencia, y enseñando principalmente cognitivamente o teóricamente . No fue una sorpresa para mí que los estudiantes en dos escuelas de trabajo social encontraron abrumadoramente aquellos profesores que compartieron sentimientos con contenidos y experiencias en lugar de la teoría desnudo más relevant.In los pasajes del Evangelio que muestran cómo Jesús comenzó su enseñanza, Jesús habla con Dios: dado autoridad y luego da un ejemplo vivo ante sus ojos en cuanto a lo que se trata. Y ambos awes y los asusta.

Esta misma cuenta y el sentimiento es en los tres Evangelios sinópticos, es importante entender que Jesús hablaba con autoridad (exousia-Gr) (Mateo 07:29; Lucas 04:36). No sólo hablar con autoridad, en estas cuentas inmediatamente también actuó con poder (dynamis). Mientras hablaba, y celebró los oyentes embelesados un hombre muy perturbado gritó a él «¿Qué quieres de nosotros Jesús de Nazaret: ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios «(Marcos 01:24). En varias traducciones de este pasaje es el hombre que habla, pero el hombre también tiene un espíritu inmundo, o demonio dentro de él. Esto significa en arameo original que el hombre era un enfermo mental y que Jesús estaba mostrando que él tenía el poder de curar a los enfermos mentales, una tarea formidable, estoy seguro, en un día sin compasión por los que sufren (de hecho algunos eran encadenado) o psicofármacos !! En algunas traducciones Jesús habla directamente al espíritu inmundo o demoníaca «Cállate, sal de él». El hombre, o el espíritu dentro, grita en voz alta y el hombre tiene una convulsión y se tranquilo- sanado de ‘su demonio’ (o dos demonios, la epilepsia y la enfermedad mental). En mi experiencia es a menudo la más perturbada entre nosotros que con valentía hablan la verdad, a veces la verdad no queremos oír. En mi propia práctica clínica de trabajar con personas con enfermedad mental, escuchar con atención el contenido que pueda sonar tan «locos» a menudo tiene más sentido que en una primera impresión. La clave para la curación así puede estar en las palabras pronunciadas y los sentimientos que les asisten. Cuando ministré fuera en el parque local de muchas de las personas sin hogar fueron los enfermos mentales sin tratar. Era mi reto de hacer amistad con ellos y motivarlos a obtener el tratamiento que necesitan. A veces unos gritaban (uno golpeaban un tambor o una pandereta en voz alta) a lo largo de mi predicación o la enseñanza y con frecuencia me hubiera gustado que me podía simplemente «decir la palabra» como lo hizo Jesús. Mientras que yo no podía hacer eso, podría lenta pero constantemente hacerse amigo de ellos y, finalmente, guiarlos para ayudar, en su mayor parte. Cuando no podía conseguir que ayuda psiquiátrica porque no podían aceptar su enfermedad, por lo menos que podía asegurarse que comían y finalmente entraron en la vivienda. Con dos personas en particular, se dijo que yo «Trabajé un milagro» un hombre que asustó al principio todos se sentaron en silencio a través de los Servicios, y el otro a sí misma presentó al sistema de salud mental y su vida cambió por completo, aunque no sin algunos ups y Downs. Sirviendo a las personas con enfermedad mental es un regalo y bendición del Espíritu. Estoy agradecido de que Jesús nos mostró cómo hacer esto con su amor, la compasión y la autoridad.

 

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En el nivel espiritual de Jesús demuestra que tiene poder sobre los espíritus malignos. Y también muestra que el poder que habla con autoridad y tiene el poder de Dios detrás de él. Esta es una afrenta directa a aquellos que tienen el poder en la sinagoga y los que se sienten superiores a los «impuros y poseía». Jesús muestra su poder como un sanador, así como maestro y predicador. Él nos muestra quién y qué Dios se preocupa sobre-el más roto, el más difícil y los que necesitan aprender quién es Dios y lo que Dios quiere de la gente: la justicia, el amor y la inclusión de Dios.

La primera lectura de las Escrituras Hebreas: Deuteronomio 18: 15-20 dice el pueblo hebreo que Dios levantará otro profeta como Moisés y el profeta debe ser oído. Es evidente que el mensaje de los profetas es ser el mensaje de Dios y no sólo reflexiones del profeta. El salmista (PS 95) nos anima: Ojalá escuchéis hoy la voz de Dios, no endurezcáis vuestros corazones «El destino de muchos profetas debía ser ignorado o incluso brutalmente en lugar de oír.. Jesús tiene la atención de las personas, ya sea que se reciban el mensaje o no aún está por verse. La Epístola (I Corintios 7: 32-35) advierte a los seguidores de Jesús a llevar una vida que hace un amplio espacio para Dios. Cuando hay opciones de estilo de vida elegir el que le permitirá más tiempo y energía para ser gastado con Dios. ¿Cuántas cosas hay en la vida que se agolpan a Dios fuera. ¿Cómo se gasta nuestro tiempo en tantas otras cosas! Entonces, ¿cómo hemos de escuchar la voz de Dios si no tenemos tiempo para estar en silencio y escuchar. Ahora la santa Misa dominical o Martes Servicios tengo que decir primero: por favor apaguen sus teléfonos celulares, y sin embargo, se apagan como estamos adorando. ¿No podemos dejar que el mundo pasar ni siquiera una hora? Y ¿cómo sabemos cuando estamos escuchando la voz de Dios a través del predicador o el maestro o la comunidad de la iglesia, o en cualquier lugar? Podemos hacer tiempo para estudiar las Escrituras y los escritos que los abra para nosotros. Podemos encontrar lugares para escuchar el Evangelio predicado. Pero por otra parte, podemos aprender a escuchar con los ojos. Jesús enseñaba con autoridad y actuó en esa autoridad al tocar y entrar en las vidas de los enfermos, los rotos, los marginados y los que nadie quería estar alrededor y diciendo su palabra de curación, la compasión y la justicia. Escuchar con nuestros medios ojos viendo los que comparten la palabra caminar como Jesús caminó, haciendo como lo hizo Jesús, y el siguiente paso es seguir.

Amor y bendiciones,

Rev. Dra. Judy Lee, RCWP

Co-Pastor El Inclusive Comunidad Católica del Buen Pastor en Fort Myers, Florida

Jan 28,2015

https://judyabl.wordpress.com/2015/01/28/listen-with-your-eyes-rev-judys-homily-for-the-4th-sunday-in-ordinary-time-2115/

Ann Harrington, ARCWP preside Liturgia con espíritu libre e Inclusive en la Comunidad Católica en Greenville, Carolina del Norte / Homilía para 25 de enero 2015


25 de enero 2015 Homilía

Asistí a un par de eventos MLK semana pasada. Las cosas que me llamaron la atención sobre su mensaje que es relevante para nosotros hoy aquí fue su llamado a la libertad y su sueño. La libertad es una de nuestras naciones llamadas más profundos, vida, libertad y la búsqueda de la felicidad está en la Declaración de la Independencia. Me atrevo a decir, la libertad está en el núcleo de lo que Dios nos hizo para ser y que Dios desea para nosotros ser – un pueblo libre.Movimiento sacerdote de las mujeres es un movimiento de justicia social que vive el Evangelio de Jesús libremente. Ya no nos sometemos a la definición de la jerarquía  y nos atrevemos a reclamar el derecho a discernir la acción del Espíritu Santo para nosotros mismos. Y espero que se sientan lo suficientemente libre para confrontarme si algo le digo a usted oa nuestra comunidad duele. Como Simón y Andrés nos están cayendo las redes de atrapamiento de nuestra antigua comprensión de la iglesia a la libertad de una circular modelo post Vaticano II, igualitaria de la iglesia.Creemos que estamos siguiendo a Jesús, que nunca afirmó en los relatos evangélicos de ser Dios, pero sí dijo, «sígueme». Yo sí creo en la Tierra Prometida, veo atisbos de ella aquí y ahora. Lo veo en sus rostros, sé que las cosas buenas que haces. Creo que Jesús estaba señalando cómo experimentar Unido viviendo ahora, las parábolas hablan de cómo Dios está trabajando, vivo y presente en este mundo.

Una cosa que es siempre una tensión para mí, es cómo está implicado sea en esta o aquella cosa que se presente. La tentación de «buenos hacedores de escrituras» es de hacer demasiado. De ahí nuestra parábola Zen. ¿Cómo saber qué esto es mi paquete? Hace muchos años leí un libro que me dio un enfoque diario. ¿Qué tareas que tengo que hacer hoy? ¿A quién debo amar hoy? Puedo usar esto como una oración mayoría de las mañanas. Estas preguntas ayudan, junto con una práctica de oración centrado en darme un buen sentido de cuándo decir no y cuándo decir sí.

Hay mucho que preocuparse en nuestro mundo herido. Cada día las noticias están llenas de historias de horror y destrucción. ¿Cómo podemos mantener la esperanza en el rostro de esto? Recuerdo una copia comercial en los años 60 que pide, ¿ves este vaso de agua medio vacío o medio lleno.Fue una promoción para la Paz Corp y realmente me impresionó. Si usamos la metáfora de vidrio y la movemos a nuestro mundo, podemos decir, es el mundo un medio bien o tan mal? Creo que hay más cosas buenas que malas aquí en el planeta Tierra y es importante que recordemos esto leyendo las buenas noticias y las malas noticias. La semana pasada algunos jóvenes visitaron Mark y yo desdeTerceraCalle Centro. Ellos están tratando de construir un centro comunitario para todos en Greenville. Salieron unas galletas y un poco de información (si alguno de ustedes está interesado en aprender sobre el Día Nacional de la Construcción el 11 de abril, me verá más adelante). Eran sin duda un punto brillante en mi día. Compartí con ellos a nuestra comunidad en ciernes y les di mi tarjeta. Algo bueno está moviendo a través de la tierra. Estamos viviendo en un tiempo de gran transición y transformación. Nos encontramos en una encrucijada en la historia humana y que podemos exprimir nuestras manos y maldecir la oscuridad o podemos unirnos para aumentar la luz. Estar aquí en la comunidad aumenta la luz. Y cada día tenemos la oportunidad de aumentar la luz, incluso si se trata de algo tan simple como sonreír y saludar a un extraño. Conozco bien los desafíos no son a menudo tan simple. Pero hacer nuestro mejor día a día y reflexionar sobre lo bien que hemos hecho al final del día son maneras de ser el cuerpo de Cristo ..

Les insto a salir a la calle esta semana y mirar a la naturaleza. En mi patio los narcisos están brotando y aquí estamos sólo un mes en invierno y muy probablemente tendrán la nieve y el hielo en algún momento pronto. Pero ahí están, los narcisos, murieron la pasada primavera, fuera de nuestra vista se multiplicaban y ahora están a punto de reventar con nueva vida. Esta es la realidad, Jesús, la imagen del Dios invisible, nos mostró esta realidad con su vida: vivió plenamente, se rindió a la realidad de su vida en la tierra, murió y resucitó a una nueva vida. Este es el camino de Dios.Esta es nuestra fe. Somos parte de este drama si queremos ser o no. Está en nuestro ADN. Cuanto más nos abrimos al Espíritu, más vida y amamos vamos a experimentar.  MadreIglesianosotros este ha dicho desde el principio. Los místicos nos dicen a rendirse, que cuando dejamos de resistir a la verdad de la vida, la vida se vuelve mucho más maravilloso.Los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo, se convierten en nuestros compañeros.

Mis preguntas para la reflexión:

¿Qué cosa nueva está tratando de nacer en ti?

¿Existen obstáculos para que vivas una vida más libre?

¿Cuál es tu sueño para esta comunidad?

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Empresas indígenas aportan un cambio positivo en Australia



Roy Roger Gibson, un anciano kuku yalanji, tuvo que esperar 20 años para realizar su sueño de formar parte de una empresa de ecoturismo sostenible de propiedad indígena. Crédito: Neena Bhandari/IPS

Por Neena Bhandari

IPS, 28 de enero, 2015.- Roy Roger Gibson, un anciano kuku yalanji, observaba a los miles de turistas y vehículos que pisoteaban su tierra virgen mientras trabajaba en los cañaverales del norte del estado australiano de Queensland. Su pueblo sufría, su cultura se deterioraba y la fauna autóctona estaba desapareciendo.

Le llevó 20 años transformar esa situación, pero hoy el  Centro de la Quebrada Mossman es una próspera empresa de ecoturismo indígena en el Parque Nacional de Daintree, un sitio declarado patrimonio mundial en Queensland.

El turismo es una fuente de preservación de la cultura indígena, ya que brinda empleo, oportunidades de educación y formación y protección del medio ambiente, especialmente en lugares remotos, como la quebrada Mossman, el hogar ancestral del pueblo kuku yalanki en el extremo sur del Parque Nacional Daintree.

Roy y la comunidad aborigen de la quebrada Mossman trabajaron en colaboración con la Corporación de Tierras Indígenas (CDI, en inglés) para construir el centro, donde 90 por ciento de los trabajadores son indígenas, 61 de ellos empleados y 21 aprendices.

Roberta Stanley, de 18 años, comenzó como aprendiz. “Cada mañana, cuando salgo con el uniforme de trabajo, no paro de sonreír. Me ayudó a reconectarme con la historia, las leyendas, los idiomas, la música y las artes nuestras. Tengo una sensación de inmenso orgullo y la confianza para perseguir mi sueño de ser artista y bailarina”, expresó.

Eso era algo que los jóvenes no podían hacer antes de que el centro comenzara a ofrecer cursos de turismo, hotelería, comercio y administración. Sus padres y su hermana también trabajan en el mismo lugar.

En 2011 había unas 207.600 personas indígenas en la fuerza laboral de Australia. Un 42 por ciento de las personas aborígenes mayores de 15 años tenían trabajo, en comparación con 61 por ciento de aquellas que no son indígenas.

Con escasas oportunidades de empleo, perseguir sus sueños no es algo que todos los indígenas australianos puedan hacer.

Pamela Salt, de 41 años, trabajaba como limpiadora y, en su tiempo libre, pintaba. Desde que comenzó a trabajar en el Centro de la Quebrada Mossman, tiene un sentido de pertenencia con el lugar.

“Física, mental y emocionalmente”, el Centro “le dio a nuestro pueblo la confianza de que podemos hacerlo. Una de mis hijas también trabaja aquí”, contó.

Pamela es una pintora autodidacta y hoy su obra se expone en la galería del Centro, donde visitantes nacionales y extranjeros pueden adquirirla.

Desde julio de 2014, más de 250.000 turistas, un 40 por ciento extranjeros, visitaron el Centro.

“El turismo indígena está cobrando impulso. Añade una profundidad cultural a las experiencias que los visitantes tienen en sus destinos. El pueblo kuku yalanji, igual que otras comunidades aborígenes, han cuidado del medio ambiente durante miles de años. Es su supermercado y su farmacia”, afirmó el gerente general del Centro de la Quebrada Mossman, Greg Erwin.

En los próximos 10 a 15 años, la propiedad de la empresa será 100 por ciento aborigen. Esta realidad es muy lejana a la que vivió la llamada Generación Robada, compuesta por decenas de miles de niños y niñas que fueron separados por la fuerza de sus familias entre 1900 y 1970. Las políticas de asimilación del gobierno australiano de entonces pretendían erradicar la “sangre aborigen” y, supuestamente, darles a los niños una vida mejor.

Roy, de 58 años y perteneciente a esa Generación Robada, no quiere que su pueblo vuelva a experimentar ese trauma psicológico de nuevo.

“Este centro es un modelo a seguir para la generación más joven, que sueña con una vida mejor”, destacó.

Él y otros guías indígenas llevan a los visitantes a dar “caminatas de ensueño”, en las que resaltan los matices de la selva tropical más antigua del mundo, con historias sobre su creación, las fuentes de alimentos , la flora y la fauna, las cuevas y Manjal Dimbi, una montaña con significado espiritual para los pueblos autóctonos.

“Ahora somos capaces de proteger nuestro ecosistema y, al mismo tiempo, ofrecer a los visitantes una visión de la vida, la cultura y las creencias de las personas kuku yalanji y su conexión con el entorno natural. Nuestro énfasis está en la sostenibilidad”, explicó Roy a IPS.

Un cambio positivo

Empresas indígenas sostenibles como el Centro de la Quebrada Mossman no solo ayudan a proteger y preservar el ecosistema, sino que sacan de la pobreza a sectores de población vulnerables que padecen abuso de alcohol, violencia de género, enfermedades crónicas, desempleo y altas tasas de suicidio.

Los adultos aborígenes tienen 15 veces más probabilidades de ir a la cárcel que el resto de los australianos. Aproximadamente la mitad de los jóvenes en los centros de detención del país son indígenas.

Las mujeres indígenas son hospitalizadas por violencia familiar 31 veces más que el resto de las australianas, según el informe anual oficial de 2014 sobre Justicia Social e Indígenas.

Edición de Kanya D’Almeida / Traducción de Álvaro Queiruga.
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Fuente: IPS: http://ipsnoticias.net/2015/01/empresas-indigenas-aportan-un-cambio-positivo-en-australia

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El libro que ha revolucionado la economía y politica: «El Capital del siglo XXI» de Thomas Piketty.
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CMI: Los peregrinos de la justicia climática preparan su participación en la COP 21 que tendrá lugar en París


Los peregrinos de la justicia climática preparan su participación en la COP 21 que tendrá lugar en París

23 de Enero 2015

Versión en español publicada el: 28 de Enero 2015

Miles de personas están realizando preparativos para emprender una peregrinación por la justicia climática, ya sea a pie o en bicicleta, en muchos lugares del mundo.

Estos fieles peregrinos, que encuadran esta iniciativa en sus creencias religiosas, desean expresar solidaridad con los afectados por el cambio climático, instando a los líderes mundiales a establecer un acuerdo universal y jurídicamente vinculante sobre el clima en la próxima Conferencia sobre el cambio climático de la ONU (COP21), que tendrá lugar en París.

Los peregrinos proceden, en su mayoría, de Europa y África, y han sido movilizados por organizaciones cristianas que representan a miembros del Consejo Mundial de Iglesias (CMI).  Algunos concluirán su peregrinación en París, uniendo sus voces con las de los representantes de otras organizaciones religiosas en la COP 21 que se celebrará del 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015.

«París es un hito en nuestra peregrinación sobre la justicia climática. Aun así, París no es la meta. En tanto que comunidades religiosas, cuyo papel sería aportar una dimensión ética a los debates sobre el cambio climático, necesitamos establecer estrategias para el 2016 y años ulteriores», declaró el Dr. Guillermo Kerber, responsable del programa del CMI para el cuidado de la creación y la justicia climática.

El Dr. Kerber realizó una intervención en una de las reuniones preparatorias para la COP 21 dedicada a las organizaciones ecuménicas que se celebró el pasado 22 de enero en Ginebra (Suiza).  El concepto «peregrinación de justicia y paz» es la visión que se promovió en la 10a Asamblea del CMI, y la justicia climática es un elemento significativo de esta visión.

Según afirmó el Dr. Keber, tras los llamamientos por la justicia climática realizados por líderes religiosos como el patriarca Bartolomé de Constantinopla y el papa Francisco de la Iglesia católica romana, el CMI se prepara para hacer oír en París las voces contundentes de las comunidades religiosas solicitando un tratado justo, ambicioso y jurídicamente vinculante.

En África, los «peregrinos de la justicia climática» se preparan para cruzar fronteras a pie y en bicicleta, para sensibilizar sobre la cuestión del cambio climático.  Patriciah Akullo, de ACT Alianza, una organización asociada al CMI, compartió información sobre la campaña de su organización por la justicia climática, que tomará impulso durante la COP 21 con un enfoque en África.  Afirmó que, tras atravesar las fronteras entre Sudáfrica, Uganda y Burundi, entre otros países, el destino final de la peregrinación será Nairobi.

Entre las celebridades que sumarán sus voces a la campaña se encuentran el arzobispo Desmond Tutu y el presidente de Kenia Uhuru Kenyatta, junto con otras personalidades de las áreas del deporte, la cultura y la música.

«La peregrinación hacia la COP 21 es una peregrinación de justicia y paz para los pueblos y para la Tierra», afirmó Isaiah Toroitich, que trabaja para la campaña «Act Now for Climate Justice».  «En tanto que comunidades de fe, esperamos hablar con una voz común en París, manifestando nuestra solidaridad con los afectados por el cambio climático», añadió.

Thomas Hirsch, de Bread for the World (Pan para el mundo), declaró que en tanto que comunidades de fe «estamos unidos en nuestra diversidad a través de nuestros esfuerzos para que se atienda al llamamiento por la justicia climática que realizaremos en la COP21». Afirmó que las iniciativas previstas por las iglesias, las organizaciones ecuménicas y sus asociados constituyen una fuente de motivación.  No obstante, advirtió de que «el impulso de estos esfuerzos podría verse disminuido si la COP 21 no cumple con las expectativas».

Las siguientes organizaciones participaron en la reunión preparatoria que tuvo lugar en Ginebra: Alianza ACT, Conferencia de Iglesias Europeas, Norwegian Church Aid (Ayuda de la Iglesia Noruega), MISEREOR, Green Pilgrimage Network, Bread for the World (Pan para el mundo), Federación Luterana Mundial, Christian Aid (organización caritativa internacional), Secours Catholique (servicio católico de socorro), CIDSE (organización para la cooperación  internacional en materia de desarrollo y solidaridad) y CCFD- Terre Solidaire (asociación francesa de desarrollo).

La peregrinación de justicia y paz del CMI

Labor del CMI sobre justicia climática y cuidado de la Creación

El Consejo Mundial de Iglesias promueve la unidad cristiana en la fe, el testimonio y el servicio en pro de un mundo justo y pacífico. El CMI, una comunidad de iglesias fundada en 1948, contaba al final del año 2013 con 345 iglesias miembros que representan a más de 500 millones de cristianos de tradiciones protestantes, ortodoxas y anglicanas entre otras en más de 140 países. El CMI trabaja también en cooperación con la Iglesia Católica Romana. Su secretario general es el pastor Dr. Olav Fykse Tveit, de la Iglesia (Luterana) de Noruega.

 

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ARCWP INTERNACIONAL: PADRE TOM REESEM sj IN SALT LAKE (Archivo)


Archivos adjuntos12:27 (hace 7 minutos)

Querida Comunidad,
El pasado domingo, el P. Thomas Reese, SJ de la NCR fue aquí en Salt Lake City para dar conferencia de Aquino de este año en la Universidad de Newman Center de Utah. Janice me pidió que tomara notas y compartir con todos ustedes. (También envié esto como un archivo adjunto)
Antes de la conferencia programada P. Tom celebró la Santa Misa a un entusiasta,y  alegre congregación, todos los cuales fueron amenizada además por la música litúrgica contemporánea de jóvenes músicos de la parroquia !. En su homilía en las lecturas de las Escrituras, el Padre Tom destacó para nosotros el espíritu conflicto interno de Jonás – señalando una comparación con nuestros propios dilemas contemporáneos inter. Jonás no tenía ningún deseo real de participar en la conversión de Nínive afianzado como estaba en una posición más crítica y superiores a estos extranjeros, habría preferido ver su caída y justificar su propia superioridad y la separación. Nos fuimos desafiados por estas ideas para reflexionar sobre nuestras propias motivaciones en que permite la inclusión de todo misericordioso de Dios de otros diferentes a nosotros.

El tema de su conferencia de Aquino era «Francisco y la Reforma de la Iglesia». Habló con elocuencia de la sencillez del Papa y sus esfuerzos para lograr un cambio radical en los niveles básicos de la cultura de la Iglesia, las estructuras internas y las políticas. Ofreció muchos buenos ejemplos de estos esfuerzos que comienzan por supuesto con sencillo vestido Francisco ‘y petición de oración en su elección papal; su lavatorio de los pies de las mujeres, incluyendo a las mujeres musulmanas el Jueves Santo; y sus recientes elecciones sin precedentes (y despidos) de Cardenales y la reprimenda de la Curia. P. Tom destacó el carácter radical de estos gestos.

La primera pregunta que se hizo durante la Q y A segmento, se le preguntó por una mujer valiente que dijo que su pregunta sería «delicada». Sabía instintivamente lo que ella estaba a punto de abordar. Ella le preguntó si al mirar desde el Vaticano en el «mar» de rostros masculinos, podríamos a ver las caras de las mujeres? Padre La respuesta de Tom a la cuestión de la ordenación de las mujeres fue desalentadora. Dijo que Francisco tenía «4 huelgas contra él» cuando se trataba de esta perspectiva, 1) -fue un varón; 2) él es un hombre célibe que no tenía esposa o hijas con quien podía aprender a niveles íntimos sobre la naturaleza de la mujer; 3) que procedía de un fuerte espíritu Latino patriarcal; 4) que tenía poca experiencia o encuentros con mujeres de América. Sobre la base de estas observaciones, el P. Tom expresa poca o ninguna esperanza de que la postura Francisco ‘cambiaría. Pero yo creo que hay una luz de esperanza en esto.

El rayo de esperanza que veo es la voluntad de Francisco ‘a entablar un diálogo. El Padre Tom lo citó diciendo: «Debemos tener la libertad de decir lo que sentimos que hay que decir.» Y tomando nota de la reflexión del Papa respecto a la discusión entre Pedro y Pablo, dijo: «La clave es que escuchemos el uno al otro.» Francisco está permitiendo que la puerta se abra con respecto diálogo sobre cuestiones que sentimos que debemos hablar. Esto para mí tiene un gran significado y esperanza. Además, Francisco también hace conocer su conocimiento de la falta de presencia de las mujeres en determinados ámbitos, como cuando durante un sínodo reciente que incluyó la participación de una sola mujer joven, que supuestamente se dio cuenta de esto y proclamó: «Espera un minuto, no tiene que haber más mujeres! »

Curiosamente, durante su misa en la mañana de ayer Vaticano, (26 de enero º)Francisco dio una homilía haciendo hincapié en que las mujeres de las familias (es decir, las madres y abuelas) eran «insustituible en la transmisión de la fe de una generación a la siguiente»; las mujeres deben tomar conciencia de la obligación que tienen de transmitir la fe. «El don de la fe que nos llega a través de las mujeres, como Jesús vino a nosotros a través de María.» Por supuesto que muchos de nosotros nos quedamos preguntando, no las mujeres también tienen la responsabilidad de transmitir la fe en el contexto de las familias y comunidades espirituales ?? Si esto parece un don dado por Dios natural tal y responsabilidad, no hace el papel de sacerdote (que interviene en la fe a los demás) parece una vocación natural para las mujeres? Podemos y debemos esperar que Francisco está muy cerca de los puntos de conexión que son tan obvias para muchos de nosotros. Sigamos retenerlo en la oración sincera y llena de esperanza tanto para su protección y por las oportunidades que él encuentra con la visión de las teólogas feministas como el de Elizabeth Johnson, para permitir un diálogo significativo y espero llegar a una visión más clara de los regalos y la presencia de las mujeres en la Iglesia.

 
En un tema diferente pero relacionado. La asociación psicológica de la que soy parte de (Archetypology de la vida cotidiana) inició un estudio formal último fin de semana de Dostoievski «Los hermanos Karamazov» (Me puede deletrear estas palabras ahora!). A continuación se muestra un enlace para video corto con John Gielgud de «El Gran Inquisidor» – uno de los capítulos notables en el libro. Se vuelve a representar el encuentro entre Jesús que ha regresado y el cardenal inquisidor que le ha condenado a la hoguera por su visión radical de la libertad humana. Es muy profunda y algo que parece que todos estamos ahora a nivel mundial en el proceso de llegar a una conciencia de. https://www.youtube.com/watch?v=om6HcUUa8DI
Muchas gracias a todos ustedes por su tiempo.
Mucho amor y muchas bendiciones !!
Clare Julian
 El amor todo lo espera

Los horrores de Auschwitz pasaron a la literatura


El premio nobel Imre Kertész, quien escribió sobre este aterrador lugar que cumple 70 años de haber sido cerrado, conversa con Xavi Ayen quien estará en el Hay Festival de Cartagena
Por: | enero 27, 2015
Los horrores de Auschwitz pasaron a la literatura

Estamos sentados en una placita del barrio berlinés de Charlottenburg, a la sombra de frondosos árboles, con niños que circulan en triciclo, abuelas que disfrutan de la leve brisa y parejas de jóvenes que se cogen de la mano. Ante un refresco y una moderna iglesia de ladrillo rojo, Imre Kertész ríe de buena gana, en una de sus terrazas favoritas. Brilla el sol y se percibe el aroma de las flores de un puesto callejero. Esto es Berlín, la antigua capital del III Reich, hoy capital europea de las zonas verdes, con un total de 426.000 árboles en sus calles. Los ojos verdes de Kertész se lanzan a menudo en la piscina azul de los de su mujer, Magda. Acaban de cumplir once años de casados y bromean continuamente: “¿Aún no tienen bastante, amigos?”, nos dicen.

El Imre Kertész que hoy nos acompaña en una ruta por su Berlín predilecto tiene poco o nada que ver con aquel joven de 14 años a quien, un día de 1944, en Budapest, cuando se dirigía a la fábrica a trabajar, le obligaron a bajar del autobús para llevárselo al campo de concentración. Auschwitz, Buchenwald y Zeitz fueron las paradas de su viacrucis. Le llamaban por un número (el 64.421), le pusieron un uniforme a rayas, le raparon el pelo al cero, le afeitaron axilas y genitales, y lo ducharon con agua contaminada. El joven Kertész aprendía a disfrutar fugazmente de los rayos de sol o del calor de una sopa, mientras su espíritu se envilecía inevitablemente, frente a las humeantes chimeneas donde los nazis iban quemando a sus compañeros. “Desprendían un olor pastoso” que todavía le acompaña en sus pesadillas.

“Tomaré una pizza de salchicha, por favor. ¡Y una  cerveza!”. Los  Kertész tienen casa en Budapest, pero hace ya seis años que viven en Berlín, en un piso de alquiler, no lejos de donde nos encontramos. La jornada había comenzado en la cafetería del hotel Kempinski, un establecimiento que es como su segunda casa. “Allí recibo a todo el mundo. A los periodistas, a los amigos… Tiene esa atmósfera de los viejos cafés”.

La gran paradoja de Kertész, el hombre que ha escrito como nadie lo que fueron los campos de concentración, es que él no sabía que era judío. “Jamás me vi a mí mismo como un judío… hasta que me cosieron la estrella en la ropa y me llevaron a los campos. Mis padres pertenecían a una clase media muy asimilada, solamente hablaban húngaro, religiosamente eran indiferentes. Para mí, ser judío es pertenecer a un grupo de personas que la autoridad ha decidido que son judíos… y nada más. En Europa existe una notable comunidad judía cuya identidad no le viene de nacimiento sino de haber vivido el Holocausto. No tenemos una relación especial con la lengua hebrea ni con el sionismo ni con ningún patriotismo”.

Este año, Kertész ha publicado tres libros en España. La novela corta “Un relato policíaco” (Acantilado), ambientada en una república bananera muy parecida -a pesar de las palmeras- a la Hungría comunista o a la España de Franco, el volumen de ensayos “La lengua exiliada” (Taurus) y, este mes de septiembre, su esperado “Expediente K”, que él define como “unos diálogos platónicos conmigo mismo, una autobiografía con bastante humor”.

El gran tema de su obra son “los estados totalitarios, que conozco bien, porque he vivido tanto en el sistema nazi como en el comunista, y he observado que, en ambos casos, el poder transforma profundamente los cimientos del carácter humano”.

-¿Qué diferencias hay entre nazismo y comunismo?

-El gulag y los campos de concentración son la misma cosa. Ambos regímenes son la realización de un nuevo totalitarismo político que la humanidad creó en el siglo XX, y que obligó a la gente a ser víctima o verdugo. Hitler decidía quién era judío y el Partido Comunista quién era un burgués. Y no hay inocentes: víctima y verdugo, ambos, se implican en la lógica perversa del sistema. Yo he visto, en un campo, hacer cosas perversas por conseguir un pedacito más grande de pan.

-Alguno de sus personajes va a Auschwitz en los tiempos modernos y lo encuentra convertido en un parque temático, repleto de turistas. Sólo faltan bailarines con trajes a rayas. ¿Es lo que usted sintió?

-Ja, ja. Más que un parque temático, es una reconstrucción hiperrealista a escala natural. Las grandes masas que acuden a diario a Auschwitz le arrebatan bastante su autenticidad. En cambio, Birkenau, que sólo está a tres quilómetros, es un lugar mucho más difícil de convertir en atracción turística. Todo allí muestra que era un campo de exterminio.

Kertész salió del campo en 1945. Y decidió ser escritor en 1955. Tardó diez años en redactar “Sin destino”, su experiencia en Auschwitz y Buchenwald. Luego, diez años más en poderla editar. Así que publicó su primera novela ya con 46 años. “Necesité tiempo para digerir la experiencia, sí, pero también para decidir que quería ser escritor, y más tarde para decidir sobre qué quería escribir. Este no era un tema atractivo y no podía compartirlo prácticamente con nadie, porque tenía secretos. También necesité tiempo para elaborar mi filosofía propia al respecto, y para escoger un punto de vista desde el cual narrar”. Así, halló un personaje que ya forma parte de la literatura universal, ese adolescente inmerso en el horror que entra en Auschwitz con una mirada limpia que el tiempo va pervirtiendo, ensuciando.

Ahí está la sonrisa de Kertész, a pesar de lo vivido. Alguien que ha visto, por ejemplo, cómo a sus compañeros de vagón -los más débiles, enfermos, viejos, mujeres y niños- eran destinados a los crematorios. “Antes de matarlos, los guardias de Auschwitz los trataban con mucha amabilidad: les daban  las instrucciones sobre cómo colgar sus ropas en las perchas, sobre cómo funcionaban las duchas del campo, igual que a nosotros, como si fueran a quedarse a vivir allí. Los niños jugaban a pelota y cantaban, y el lugar donde se les asfixiaba estaba entre prados de hierba, bosquecillos y parterres. Yo me preguntaba: ¿cómo se les ha ocurrido hacer esto? Y me imaginaba una reunión de oficiales alemanes en un despacho: uno que decía lo del gas, otro lo de poner flores alrededor, y así. Pero, para que las ideas de aquella reunión se pusieran en práctica, hicieron falta muchas manos. Las cosas no suceden sin más, solas, como si los hombres no pudieran hacer nada. ¿Qué hubiera pasado si la gente no hubiera secundado a los nazis? ¿Algo más grave de lo que sucedió? ¿A usted se le ocurre algo peor? Yo he explicado cómo, cuando me detuvieron para ir a Auschwitz, un solo policía rural, ¡uno solo! retenía a decenas y decenas de judíos en una habitación. Y, cuando nos comunicaron con días de antelación que se iban a llevar a mi padre al campo de concentración donde fue asesinado, ¿qué hicimos? ¡Le preparamos la maleta y le despedimos toda la familia como si fuera a coger el autobús! Ese no era nuestro destino. En cada minuto, en cada momento de la vida, se pueden cambiar las cosas. El conformista, que asume los hechos, por absurdos que sean, y se adapta a ellos, pierde su libertad, porque se convierte, en mayor o menor grado, en víctima o verdugo”.

Kertész fue llevado a los campos nazis en 1944. Su novela Sin Destino, es un relato autobiográfico de su desdichada experiencia. Fue llevada al cine or el hungaro Lajos Koltai, que tuvo un reparto con dos ganadores del Oscar.

Antes de detenerse a comprar fruta, en un pequeño colmado que exhibe su mercancía en la acera, nos señala la limpieza de las calles berlinesas. “¿Se dan cuenta? Todo está limpio. Incluso en las manifestaciones, pasa detrás un coche escoba que lo va limpiando todo, al momento. Me encantan las manifestaciones: aquí hay mucha solidaridad, los alemanes no paran de manifestarse, mientras que en Hungría nadie levanta la voz. Los cuarenta años de dictadura han matado la solidadridad, ese es el triste resultado del comunismo”.

Confiesa que “el Nobel me ha hecho vivir muchas experiencias bonitas pero también otras bastante malas. Vengo de un país muy pequeño, donde la envidia es muy fuerte, y se produjeron actos antisemitas que me hicieron sufrir mucho”. Aunque él prefiere no concretarlo, las hemerotecas nos revelan que se quemaron libros suyos en la calle. “Al contrario que Hungría, Alemania ha asumido su historia, ha mirado a los ojos al Holocausto y se ha planteado algunas preguntas muy duras. Sin embargo, en mi país natal, incluso en el idioma en que escribo, el tema del Holocausto es muy extraño. La primera reacción que provocó mi libro fue el rechazo. Hungría ha sufrido unas humillaciones que no han cicatrizado: tras la primera guerra mundial, perdimos dos tercios de nuestro territorio nacional. Eso hace que la gente crea que no se puede permitir el lujo de pensar en el sufrimiento de los demás, porque todavía quedan muchos dolores nacionales por superar y asumir. Hungría es un estado cada vez más abierto, que forma parte de la Unión Europea; sin embargo, todavía escribo más para Europa que para mi país. En Hungría hay antisemitismo. Se avanza, porque la sinagoga mas grande de Europa está en Budapest, y se hacen actos en memoria de muchos judíos asesinados, son esfuerzos para estar conforme a la norma europea. Pero hay mucha rabia, muchos problemas y hay que culpar a alguien de lo que sucede; y como Dios esta muy lejos, se coge al vecino más cercano, que son los judíos”.

El largo paseo por las calles de Berlín elude los lugares turísticos. “Prefiero mostrarles sitios sencillos a los que acudo habitualmente”. Por ejemplo, evita fotografiarse ante el vasto memorial del Holocausto que el arquitecto Peter Eisenman inauguró hace dos años: 2.711 bloques verticales de color carbón, de diferentes alturas, y que forman un laberinto por el que pasear; muchas de estas siniestras columnas -unas cuatrocientas-, sorprendentemente, ya muestran signos de deterioro, unas grietas cuya reparación ascenderá a unos 28 millones de euros. El escritor prefiere mostrarnos todo lo contrario: nos pide que le acompañemos a la Wittenbergplatz, donde existe un discreto monumento con el listado de los principales campos de concentración, y una sencilla placa, como si indicara un recorrido del metro, dice: “Los lugares del horror que nunca hay que olvidar”. Con la espalda encorvada, sonriente y tranquilo, Kertész los lee en voz alta a nuestro lado: “Treblinka, Auschwitz, Stutthof, Buchenwald, Dachau, Sachsenhausen, Ravensbrück, Bergen-Belsen…”. “Es importante recordar”, concluye.

“Vengan, ya que estamos aquí, les mostraré la Iglesia del Recuerdo”. Para llegar a ella, pasamos frente a los almacenes KaDeWe (Kaufhaus des Westerns), “los más grandes del mundo, yo soy un asiduo de su sexta planta, donde me abastezco de comida porque tienen una variedad increíbe de productos de todos los países”. Enseguida, la conversación deriva hacia “Expediente K”, que define como “una auto-entrevista sobre mi vida, en la que hablo de mis padres, de mis amores, de mi carrera, de mi trabajo de escritor y de la conexión entre mi biografía y mis personajes. Abordo mis fracasos y mis luchas internas. Mi vida no se reduce a subir al tren de Auschwitz y bajarme en la parada del Nobel. He querido explicar muchas más cosas… En parte, porque se han escrito muchas cosas incorrectas sobre mí. También he tenido que abordar algo nada fácil: el enorme sentimiento de culpa. Es muy difícil superar el remordimiento de haber sobrevivido, sabiendo que muchísima gente se ha muerto. Siento vergüenza por el hecho de sobrevivir. A mí me sumergieron en una lógica, en un sistema de pensamiento ideado por los demás para destruirme, haber sido eliminado era lo lógico, todo el sistema legal, emotivo e ideológico lo justificaba, yo viví inmerso en eso y formé parte de esa lógica, la seguí, fui imbuido de ella y seguir viviendo contradecía todo lo que, de algún modo, había interiorizado como mi destino. Es por eso que algunos supervivientes acaban suicidándose, porque hay algo dentro de ellos que les dice que deben hacerlo. Tras sufrir el Holocausto, no es nada fácil mirarse al espejo, creerse digno de la vida y asumir un nuevo rol. Les ha sucedido a muchos escritores, pensadores y gente anónima: vivieron durante años con una sentencia de muerte dictada contra ellos, y llegaron a interiorizarla como propia, por lo que, al final, la ejecutaban ellos mismos. Yo tambien lo hubiera hecho si no fuera por que tenía una novela por escribir, y eso me ocupaba toda la mente y me facilitaba un territorio donde podía ser libre, porque, al pasar de un autoritarismo a otro, al comunismo, continué con una vida exterior esclavizada. ¿Cómo contar todo esto, esta complejidad psicológica e intelectual, de manera que alguien que no lo ha experimentado me entienda? Sobrevivir no es una victoria, al contrario de lo que dicen filmes como ‘La lista de Schindler’. Nunca sobrevives: a mí, el campo me acompaña cada día”.

“Expediente K” es “un diálogo entre dos personajes, y ambos son Kertész. Yo respondo a un Kertész que se me apareció de repente en mi ordenador, mientras escribía, y me hacía preguntas sobre mi vida, pero a su vez hay un tercer Kertész que los observa, como si ellos jugaran un partido de ping-pong y, desde fuera del campo, el tercero recogiera la pelota y la lanzara a la mesa”.

El Nobel le acaba de ceder todos sus manuscritos a la Academia, la cuál ha dispuesto crear el Archivo Kertész. Hay notas inéditas de sus novelas. Finales que no fueron e ideas inconclusas.

Andamos un poco y llegamos a la Iglesia del Recuerdo, la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, un templo que sufrió los bombardeos aliados en la contienda europea, unas bombas que, como recuerda el Nobel, “sólo dejaron en pie una torre que no ha sido restaurada para que, así, su estado nos recuerde lo absurdo de la guerra”. En lo alto, suena la llamada “Campana de la Libertad” y, al lado, un edificio ultramoderno alberga la parroquia actual. Desde nuestro ángulo de visión, la iglesia parece rodeada por el capitalismo germano: dos enormes logotipos dan vueltas a su alrededor, desde lo alto de sendos rascacielos circundantes, el de Mercedes y el de Bayer. La iglesia se puede visitar y, de noche, la iluminación le otorga una delicada tonalidad azulada.

Kertész estuvo en Auschwitz e incluso fue feliz allí. La idea, recogida ya en “Sin destino”, es tan cierta como compleja: “Las palabras de una novela nunca significan lo mismo que en la vida cotidiana. Del mismo modo que una catedral se construye de ladrillos una novela se erige a partir de palabras. Por eso no debemos hacer abstracción de una palabra o de un ladrillo en sí mismo, sino que más bien admiramos todo el conjunto de la catedral. Esa palabra, ‘felicidad’, no se puede interpretar fuera de la novela, tiene su sentido dentro de ella, el lector se va acercando poco a poco a ella, a través de múltiples episodios dramáticos y, al encontrarse de repente con eso, se produce una explosión, mucho más eficaz que describir con detalle el sufrimiento. Hay situaciones en la vida que ya no pueden ser más graves y, entonces, en esos momentos, cualquier estímulo positivo, en las pausas entre torturas, se vive muy intensamente, con una sensación de paz y de alivio enormes. Oyes unas campanas al fondo, hueles un guiso, hace buen tiempo… y no sirve de nada la razón, que te dice donde estás y en qué estado, de repente sientes un instante de felicidad… lo necesitas”.

Aún debe de haber historiadores que se sorprendan, al hurgar en los papeles de Buchenwald, y ver que Imre Kertész, según la documentación interna del campo, murió allí. “Todavía me pregunto por qué me inscribieron como muerto. Buchenwald, en 1944, ya era un campo menos duro, también había un horno crematorio en funcionamiento, pero solamente uno, porque lo que más les interesaba era que trabajáramos. En Auschwitz nos inscribían nuestro número en la piel del tobillo, en Buchenwald lo llevábamos sobre la ropa, y gozábamos de comodidades enormes, como un caldo por la mañana o tanta agua como quisiéramos. Los escalones más bajos de la administración cotidiana no estaban en manos de los militares alemanes, sino de algunos presos políticos y de delincuentes, que intentaban salvar a la gente de la muerte, sobre todo a los niños. En la última etapa de la guerra, los nazis ordenaron exterminar a todos los judíos, y probablemente alguien me eliminó de la lista para que no me pudieran encontrar. En cualquier caso, los norteamericanos llegaron muy rápido y evitaron mayores masacres”.

Más tarde, andando, volveremos a su querido Charlotteburg y llegaremos a la Casa de Literatura, otro de los lugares favoritos del escritor. Es un lugar bucólico, un centro cultural con un restaurante y una librería a la que se accede bajando unas escaleritas. Allí encontramos libros de Hannah Arendt. “Su teoría sobre la banalidad del mal, es decir, que las personas que cometen los mayores horrores pueden hacerlo sin darle más importancia, como algo banal y cotidiano, es exactamente lo que yo viví en los campos, lo que yo siempre había pensado, incluso mientras escribía ‘Sin destino’, pero en Hungría no pudimos conseguir sus libros hasta 1990, así que la descubrí muy tarde”, dice ante el enésimo café del día.

En muchas de las novelas de Kertész, la policía pide a los personajes que se conviertan en confidentes y les redacten informes. En ocasiones, parece que a cualquier persona que pudiera escribir se le pidieran informes. Esas escenas cobran actualidad cuando en países como Polonia o Alemania, surgen voces a favor de una “caza de brujas” contra los colaboradores del comunismo. Para Kertész, es hipócrita escandalizarse: “En los países comunistas existían redes de informadores cuyo paradigma organizativo era la de la Stasi en la Alemania del Este. El problema es que, tras la caída del muro, nadie quiso aceptar que colaboró con el estalinismo. ¡Todos eran disidentes! Ahora que han pasado tantos años, descubrimos que muchas personas de quienes no sospechábamos nada estaban ejerciendo de confidentes, lo que nos resulta chocante, como el caso del maravilloso escritor checo Bohumil Hrabal. Pero no podemos ser simplistas y encasillar a esta gente como si fueran lo mismo que los dirigentes totalitarios, sin entender el contexto de la dictadura, que hacía que esta actividad existiera necesariamente como parte de un sistema que ejercía una formidable presión sobre las voluntades y la mente de las gentes”.

Mientras Anna Süveges -la intérprete que, durante esta entrevista, nos ha ido traduciendo el húngaro del escritor-, le explica a Kertész la situación lingüística en España, su esposa Magda nos cuenta, en inglés, cómo se conocieron: “Soy húngara pero vivía en Chicago desde 1956. Volví a mi país por un período de un año, para abrir una oficina del estado de Illinois en Centroeuropa, pero conocí a Imre en Budapest y ya me quedé. Tras el Nobel, en el 2002, abandoné mi trabajo para poder acompañarle en sus viajes”. Al llegar a una plaza, Kertész se pone a hablar con un niño; al ver disparar al fotógrafo, un padre se levanta airado a pedir explicaciones. El Nobel -que no ha sido reconocido y que, siempre sencillo, no se identifica como tal- tranquiliza al progenitor, al que luego justifica: “Es que, con tantas noticias de pederastas, la gente está nerviosa”.

Hemos visitado a Kertész justo después de ver a Günter Grass en Lübeck. El novelista alemán, que aún arrastra la polémica de haber confesado recientemente su paso por las SS, no es juzgado severamente por el húngaro. “Lo que le reprochan no es tanto que formara parte de las SS sino, más bien, que lo haya callado durante tantos años -apunta-. Grass era un joven que vivía en un Estado con una dinámica muy potente, en la que la radio, las películas, la ideología, todos los mecanismos estatales iban en la misma dirección, y era natural que la juventud empezara a pensar así. Grass hizo eso por unas razones muy poderosas, que a mí no me apetece analizar. Me he liberado del sentimiento de venganza. Conozco gente que sigue buscando vengarse, pero ese es siempre un sentimiento muy difícil de colmar”.

Kertész nos pregunta por España, por sus amigos, el editor Jaume Vallcorba -“que nos ofrece siempre muy buen jamón y vino”-, y su traductor al castellano, Adan Kovacsics (“podrían entrevistarle a él, porque sabe lo mismo que yo con la ventaja de que habla su idioma”, bromea). Nos habla de Córdoba, San Sebastián y Barcelona, donde recuerda que “estuve el 11-M del 2004, justo cuando el atentado terrorista de Madrid. Yo estaba en Barcelona, visitando la Casa Batlló tranquilito, y llegó aquella impresionante manifestación de dos millones de personas, una masa enorme que, al salir a la acera, me arrastró y tuve esa sensación de no poder escoger mi destino, de no poder salirme de la masa y de que la masa me estaba llevando por donde quería. Me dio miedo. La masa me da siempre miedo. Me hizo pensar en mi primer día en Auschwitz, cuando una corriente humana me atrapó, me arrastró y me condujo al campo, una corriente que separaba a los padres de sus hijos, y a las parejas entre sí…”

Las consecuencias de haber estado en un campo de concentración sobrepasan lo literario. En junio de 1965, Kertész escribió en su diario: “Nunca podré ser el padre de otro ser humano”. En 1990, publicaba su novela “Kaddish por el hijo no nacido”, en el que explica por qué, tras la experienia de los campos, resulta muy difícil dar la vida a otro ser humano. “Las acciones y pensamientos del protagonista son comunes con los míos. Se trata de una novela de amor y acerca del conflicto que supone en la pareja que la mujer quiera tener un hijo y el hombre, por sus experiencias vividas, no”.

La historia de amor entre Kertész y Berlín es sólida. “En esta ciudad, por ejemplo, los aficionados a la ópera tenemos una vida fantástica -exclama el Nobel-. Fíjese, Berlín tiene tres óperas de primera magnitud, y cada año hay un debate muy importante sobre si la ciudad debe mantener a las tres, discuten encendidamente, lo votan… ¡y cada año vuelven a decidir que sí! ¿No es fantástico? Estoy muy integrado en la vida cultural de aquí, hace poco incluso di un pequeño espectáculo, una lectura de mis textos en una sala pequeñita de la Filarmónica de Berlín, mientras un pianista tocaba al fondo”.

Pero, en realidad, lo que le gusta de la capital alemana es que “en ella vivo muy intensamente, experimento una sensación de profunda paz e intensidad. Me he dado cuenta, de repente, de que nunca había vivido en paz en ningún sitio: siempre había guerra, siempre habia conflictos, siempre había dictadura”.

-¿En Hungría no siente paz?

-No. Hay un ambiente muy malo, respiro rabia y destrucción. Abandonar las mentalidades de la dictadura está costando demasiado. La libertad no se puede experimentar donde uno ha sido antes esclavo. En Berlín, ver a la gente así, todos tranquilos, tomando algo en una terraza, me transmite tanta paz que me encanta y no quiero vivir nunca más sin eso. Me gusta pasear, comer al aire libre… Berlín tiene dos o tres semanas de verano, ultimamente algo más, y la gente lo disfruta con pasión, se lanzan a disfrutar del calor. He vivido  40 años sin poder obtener un visado para salir al extranjero. Y ahora disfruto por vez primera de una ciudad abierta y cosmopolita. Hablo la lengua, de hecho es el único idioma extrajero que domino, mi editor vive aquí y noto que la gente me quiere especialmente. Esta es la ciudad a la que llegan todas las literaturas del este, los libros se traducen antes al alemán que al inglés, aquí viven muchos escritores, músicos, artistas plásticos, es una ciudad que atrae a los talentos. Me gusta esta atmósfera, mi mujer dice que soy como un joven que descubre una ciudad grande por primera vez.

-¿Se da cuenta de que habla de la que fue capital del III Reich?

-Sí, a veces pienso en ello. Durante alguno de mis paseos, me doy cuenta de que Berlín tiene un pasado nazi. Es una paradoja. Y, a la vez, la realización de un ideal, del ideal europeo.

Bromea con su mujer sobre su adicción a la escritura. Magda revela que “escribe incluso de madrugada, ¡durante horas!”. Y él lo confirma: “Duermo muy poco, y además hay tan poco tiempo para las cosas… No consigo estar de vacaciones. Me llevo el ordenador y, mientras mi mujer disfruta de la playa, yo trabajo. Es como una obsesión, una manía, siempre me pica…”.

Kertész gesticula en vano, intentando que le sirvan otro café, pero la camarera parece no vernos. Él se lo toma bien: “¿Se dan cuenta? La eficacia alemana está en crisis. ¡Camarera! Nada… Todo se degrada. Hace unos diez años, cuando vi que en el aeropuerto no funcionaba la cinta de las maletas, me dije: ‘Alemania se ha acabado’. Ja, ja. Y sigue así. Intenten llamar un taxi…”

 

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El pastor de ovejas que hoy decide el precio del petróleo


Alí al Naimi a sus 80 años pone a temblar el mercado del crudo cada vez que habla. Deja en aprietos a los min. de finanzas de los países productores y a los consumidores les desfonda el bolsillo
Por: | enero 27, 2015
El pastor de ovejas que hoy decide el precio del petróleo

 En el salón de reuniones de Opep en Viena, una nube de cámaras y lentes apuntó hacia el hombre pequeño y de andar firme procedente de Riad que ingresaba a la crucial reunión del 27 de noviembre pasado. Todos sabían que él tenía en su mano la llave para cerrar o abrir el grifo del petróleo. Para detener la brutal caída de los precios – 30 dólares en cuatro meses- o para llevarlos al fondo. De Londres a Nueva York, de Zurich a Hong Kong, todos estaban a la expectativa, mientras los flashes deslumbraban al saudita de 79 años, responsable del crudo de su país y, sin duda, el más influyente del mundo petrolero. Ese día, que ya es histórico, Alí al Naimi, mantuvo su decisión de no recortar la producción, llevando consigo a los doce miembros del cartel. El precio del petróleo entró, entonces, en caída libre. En los dos meses siguientes descendió por debajo de los ¡50 dólares por barril! Y, al parecer, no ha tocado fondo.

Suficiente ilustración para confirmar por qué Forbes ha colocado a Alí Ibrahim al Naimi en el puesto cincuenta entre los hombres más poderosos del planeta. Una condición de la que nunca ha hecho gala este musulmán sunita que se siente orgulloso de su origen beduino, nacido en el seno de una familia humilde del este del reino.

Pasó la infancia en su tierra, ayudando a su padre a pastorear ovejas. Pero todo cambió a los 12 años, cuando un golpe de suerte lo llevó a ser el muchacho de los recados de Aramco, la gigante petrolera estatal que Arabia Saudita había fundado el 29 de octubre de 1933 y que por aquel 1947 ya era una de las más grandes del mundo.

Fue entonces cuando aparecieron los rasgos de su personalidad que conocen bien amigos y contradictores, los mismos que percibieron de inmediato los funcionarios de Aramco: inteligencia y tesón. Por ello no dudaron en volverse sus mecenas y pagarle los estudios en el International College de Beirut y la American University de esa misma ciudad, para después enviarlo a Estados Unidos. Geología en la Universidad de Lehigh y maestría en hidrología y economía geológica en la prestigiosa Universidad de Stanford. El chico del desierto había logrado lo que nunca hubiera soñado mientras arreaba las ovejas en ar-Rakah.

El regreso fue para hacer una meteórica carrera en la empresa que le había dado todas las oportunidades. No podía ser de otra manera en este hombre de gratitud y lealtad a toda prueba. En Aramco fue vicepresidente ejecutivo, presidente y miembro del consejo de dirección durante los ochenta hasta que en 1995 recibió el llamado para dirigir el Ministerio de Petróleo de la nación que produce el diez por ciento del crudo mundial, y que tiene la batuta de la Opep, —organización responsable de la tercera parte de la producción mundial de 90 millones de barriles diarios—  con capacidad para poner la economía del planeta patas arriba.

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Tanto poder no lo desvela. Excepto para las reuniones diplomáticas en Occidente, Al Naimi sigue usando el traje tradicional de su país y cultivando virtudes acendradas de los beduinos, como la humildad y la hospitalidad. Si, definitivamente, este superministro no tiene ínfulas de superestrella.

Su bajo perfil no tiene nada que ver con la ostentación de su predecesor, el jeque Ahmed Saki Yamani. Ese que fue el protagonista del primer shock petrolero en diciembre de 1973 cuando los precios pasaron de tres a doce dólares y puso a tiritar de frío a Europa, a los americanos a cambiar sus autos derrochadores de gasolina, a la economía del mundo al borde del abismo, y a  Oriana Fallaci, la estrella del periodismo, a hospedarse durante tres meses en un hotel de Riad para hablar con el que sería uno de los 26 de su libro más famoso, La entrevista con la historia.

No, Alí al Naimi no se parece a Yamani. Ni a los fatuos jeques del petróleo. Al ministro octogenario no se le ve en Montecarlo del brazo de una mujer despampanante bajo un cerro de fichas en la ruleta o elchemin de fer. Porque prefiere el calor del hogar al lado de los nietos. Y al ejercicio para estar en forma. A él sí se le ha visto trotar a las siete de la mañana en medio de una multitud de guardaespaldas mientras se prepara para una conferencia o una reunión antes de abordar un auto a prueba de balas, comenta The Guardian

Al Naimi es un hombre cordial, muy respetado por su inteligencia y conocimientos, según afirman los medios especializados del sector. Y a todos consta que sus declaraciones son breves porque sabe que un adjetivo de más puede costar millones de dólares en el volátil mercado del petróleo.

Por eso ha llamado tanto la atención que el 23 de diciembre le dijera al Middle East Economic Survey:“Ya sea que el petróleo baje a 20 dólares por barril, a 40, 50, o 60, es irrelevante”.  Y le resulta irrelevante porque al Naimi está totalmente decidido a no dejarle arrebatar a Arabia Saudita el primer puesto como productor mundial ni su participación en el mercado. Para ello no se aparta un ápice de su estrategia: Opep no debe disminuir su producción porque aunque los precios suban beneficiando a todos los productores, Arabia Saudita se queda con una tajada más pequeña del pastel. Y eso es, precisamente, lo que quiere evitar.

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Al Naimi se ha mantenido firme en mantener la producción de Opep en 30 millones de barriles diarios, amarrará al cartel para que no haga recortes y  con los precios bajos espera asestarle un duro  golpe a la producción de alto costo, desde los esquistos de Estados Unidos hasta los yacimientos de aguas profundas de Brasil, responsables de la sobreoferta de petróleo en momentos de un débil crecimiento económico mundial. La inapelable ley de la oferta y la demanda ha funcionado: los precios están en su nivel más bajo desde hace cinco años y medio.

El ministro saudita, aunque parezca un contrasentido,  ha hecho que por primera vez la Opep deje que sea el mercado el que fije el precio. La batalla ha empezado. Y esto es lo que está sucediendo. Los precios del petróleo han caído casi un 60 por ciento en los últimos seis meses, los dos crudos de referencia, el Brent y el West Texas Intermediate (WTI) están por debajo de los 50 dólares, impulsados hacia el tobogán por el aumento de los suministros de media docena de países, entre ellos Estados Unidos y Canadá. “Los mercados siguen orientados a la baja, debido a un excedente creciente de al menos 1 millón de barriles diarios”, informó la  Opep hace quince días en Viena.

El pulso con Estados Unidos, que a Al Naimi le resulta difícil de aceptar público, no tiene fecha de vencimiento. Para ilustrar la situación, basta pensar que en diciembre del 2007, antes del boom del petróleo no convencional Estados Unidos producía 5,1 millones de barriles diarios, en septiembre pasado llegó a 8,9 millones;  y si en el 2007 importó 9,8 millones, en septiembre fueron solo 2,9 millones. Por eso pocos dudan que Al Naimi busca dejar caer los precios para hacer inviables económicamente a los crudos provenientes de los esquistos extraídos mediante fracturamiento hidráulico. Como el de la cuenca de Permian en Texas  que puede llegar a ser rentable a 57 dólares, o el de Bakken de Dakota del Norte a 61 dólares; y otros más en todo el mundo provenientes de las aguas profundas en el océano, o los crudos pesados como melcochas, esos cuyos costos de extracción promedian de 80-85 dólares, al decir de banqueros de inversión como Goldman Sachs, que proveen la financiación.

¿Cuándo dará su brazo a torcer al- Naimi? ¿Hasta cuándo lo acompañarán los miembros de Opep en esta cruzada? Difícil saberlo. En Opep solo Kuwait (que necesita un precio de equilibrio  para sus finanzas de US$75), Qatar (US$71) y Emiratos Árabes Unidos (US$80) pueden manejar la caída de precios de manera razonable. Otros la pasan muy mal. Por ejemplo, Venezuela que necesita un exorbitante US$162, —aunque el gobierno de Maduro bajó la previsión de este año a 60 dólares, el déficit fiscal de 17 % del PIB hizo que Standars & Poors pusiera en categoría de bonos basura la calificación de su deuda soberana—, o Irán US $134, y Nigeria US$126. Fuera de Opep, productores como Rusia necesitan petróleo a US $100, aunque por ahora se destaca que ha logrado sortear las vacas flacas. Colombia, que inicialmente hizo cálculos de US$97 y un millón de barriles por día para su presupuesto de este año, tendrá que vérselas con una reducción de sus previsiones de incremento de producción que la Agencia Internacional de Energía acaba de estimar en 175.000 barriles diarios, además de la caída de los precios que significan una reducción de 350.000 millones de pesos por cada dólar que disminuyan. Y aunque la devaluación ha ayudado a paliar los efectos, si el crudo sigue tal como va ahora, el hueco será tan grande como del tamaño de otra reforma tributaria, o habrá que hacer un enorme apretón de cinturón en el gasto, o elevar el endeudamiento (la semana pasada inscribió en Estados Unidos un prospecto de de emisión de bonos por 1.950 millones de dólares a 30 años, con vencimiento en junio de 2045). El bolsillo de los colombianos pagará los platos rotos.

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Mientras unos la ven cruda, Al- Naimi no parece tener prisa. El reino produce 9,6 millones de barriles diarios y en  Arabia Saudita se rumora que se le ha advertido a Aramco que se prepare para dos años de precios bajos. Y lo más probable es que sea así porque  Ibrahim Al-Assaf, el ministro de Finanzas dijo hace pocos días  que “tenemos la capacidad de soportar los bajos precios del petróleo a un mediano plazo de hasta cinco años, incluso si eso significa utilizar las reservas fiscales para cubrir un gran déficit”. Con un ingrediente adicional: la certeza de los sauditas  en que además del crudo y las reservas, tienen las relaciones con los bancos y el acceso a la financiación que otros productores dentro y fuera de Opep no tienen.

Pronósticos de cuándo se revertirá la situación hay tantos cuantos analistas del sector petrolero.  La AIE —adscrita a la Ocde que agrupa a 28 miembros—  acaba de decir que “los precios podrían caer más y un cambio de la tendencia tomar algún tiempo, no obstante las señales de que ello terminará posiblemente en el segundo semestre de este año”.

En un mercado tan volátil cualquier cosa es posible. Prueba de esa ansiedad se dio el viernes pasado a raíz del fallecimiento del rey de Arabia Saudita, Abdalá Ben Abdel Aziz Al Saud. Su sucesor, el príncipe Salman tuvo que salir a llevar la calma a los mercados anunciando que se mantendrán las políticas petroleras. Pero la gran incógnita se centraba en si Alí al Naimi, el guardián del petróleo del reino durante  veinte años, continuará en el cargo. Porque todos saben que el leal ministro ha querido retirarse hace algún tiempo, y si está ahí es porque se lo pidió el rey Abdalá. Como en tantas ocasiones, al Naimi no ha dicho palabra alguna. Por algo los medios de comunicación lo  llaman “el saudita silencioso”.

 

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