9/9/2015Los aportes de las más relevantes feministas negras, sobre todo estadounidenses y británicas, desde el siglo XIX hasta nuestros días.
A lo largo de estas páginas aprendemos mucho sobre las condiciones de vida de las mujeres negras en América y Gran Bretaña durante los dos últimos siglos, encontramos temas sobre folklore popular, desigualdad, migraciones, colonialismo o sexualidad, y aprendemos cómo las mujeres oprimidas construyeron una identidad que las ayudó a resistir y a luchar por sus derechos. Descarga:
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Madrid, 13 sep (EFE).- El XXXV Congreso de Teología organizado por la Asociación Juan XXIII valora la sensibilidad del papa Francisco con inmigrantes y refugiados y sus denuncias contra la insolidaridad de Europa, así que le pide que, «por coherencia», abra las puertas del Estado vaticano a esas personas.
«As? tendrán credibilidad sus denuncias», se argumenta en el mensaje de conclusiones de esta reunión, celebrada entre el jueves 10 y hoy, en la que se ha reflexionado sobe las religiones, la violencia y los caminos de la paz.
Los participantes se comprometen a luchar contra el modelo económico neoliberal «injusto y violento», a colaborar en la acogida de inmigrantes y refugiados con las organizaciones implicadas, a abrirles las puertas de sus casas y comunidades y a destinar una parte de la colecta del Congreso a tal fin, informa la asociación de teólogos.
Reclaman el desarme militar de los Estados y el «rearme moral» por medio de la cooperación con los países del Sur, la solidaridad, la acogida y la apertura de fronteras a todos los inmigrantes, refugiados y desplazados por el hambre, la intolerancia religiosa y la persecución política.
En esta línea, piden a las confesiones y a sus dirigentes que eliminen las fronteras religiosas que separan y trasmitan mensajes y ejemplos de solidaridad, superen la endogamia y desarrollen «un macroecumenismo de la no violencia activa, la hospitalidad y la lucha por la justicia».
Denuncian que los conflictos armados y la violencia de gobiernos y organizaciones terroristas están causando muertes, el deterioro de la naturaleza, la eliminación de manifestaciones culturales milenarias, éxodos masivos y persecución de minorías.
En algunos de esos conflictos, las religiones tienen un papel «importante, a veces decisivo», y se convierten en «fuente de violencia» o, al menos, en justificación y vehículo de la misma.
La violencia más extrema es la de género, aseguran, un «instrumento permanente de poder y de dominación del patriarcado contra las mujeres», según estos teólogos, que también recuerdan a los niños «robados con la complicidad directa de instituciones católicas».
Además, destacan la violencia contra los homosexuales, bisexuales y transexuales.
«La jerarquía católica, sin embargo, lejos de condenar la violencia patriarcal y homófoba, tiende a guardar silencio -opinan- (…) Ella misma la ejerce contra las mujeres y las minorías sexuales al negarles el acceso al ministerio ordenado, excluirlas de los ámbitos de responsabilidad, negarles los derechos sexuales y reproductivos e imponerles una moral represiva».
Por el contrario, propone un cambio religioso que reconozca la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida religiosa y reconocimiento de las diferentes identidades sexuales, étnicas, culturales y religiosas, diálogo, cultura de paz y hospitalidad.
«Sólo así -auguran- dejarán (las religiones) de ser fuentes de violencia y se convertirán en caminos de paz».
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