«…la santa se ofrece como víctima de holocausto para ser consumida sin cesar por el fuego del Amor Misericordioso de Dios, hasta llegar a ser mártir de su amor (cf. PRI 6; mS a 84 R). Respuesta amante y sacerdotal en el más pleno sentido del término.
Vale aclarar que esta «dimensión sacerdotal» de la que hablamos, no tiene que ver con el sacerdocio ´ministerial´ de la Iglesia jerárquica, sino con la participación de todos los bautizados en el verdadero y único sacerdocio de Cristo, el cual, no habiendo sido «sacerdote» en el sentido funcional del término, sin embargo, lo fue en la entrega de su vida por nosotros hasta la muerte.
Pero entonces…¿cómo participará Teresa del sacrificio de Cristo? ¿En qué acciones concretas se resuelve la dimensión sacerdotal de existencia…?
«… No dejando escapar ningún pequeño sacrificio, ni una sola mirada, ni una sola palabra, aprovechando hasta las más pequeñas cosas y haciéndolas por amor…» (Ms B 4r-4v).
«Vivir de amor» (PN 17) es la consigna. En ello se cifra el secreto de Teresa de Lisieux y el significado más profundo de su existencia «sacerdotal». Y en este sentido, TODO el Pueblo de Dios encuentra un modelo a seguir…».
(GRACIELA MORANCHEL, «La teología de los santos según H. U. von Balthasary F.-M. Léthel. Descripción teórica y su aplicación a Teresa de Lisieux», Tesis para licenciatura en Teología Dogmática presentada en la Universidad Católica Argentina, Facultad de Teología, Bs. As. 2002, 260-261).