DOMINGO DE RAMOS
Cuando la ciudad bullía, mil visitas ,¡qué trajín!,
por la calle que da al templo un hombre se acerca al fin.
Cabalga en asno prestado, que es sinónimo de paz.
Por los suyos aclamado, por el pueblo saludado las palmas al agitar.
Los muchachos que lo miran cantan al verlo marchar un ¡hosanna!,¡hosanna!…
El himno que ellos entonan enoja a la autoridad.
Como quien llega a su casa se baja al sacro portal,
y el ver sus patios hollados como cueva de ladrones ofende a su santidad.
Hace un azote de cuerdas, trastorna mesa de cambios y desordena al mercado,
descubriendo la maldad de quienes hacen negocio de aquel lugar para orar.
La corrupción se agazapa, sabiendo que ha de llegar
la hora de la venganza sobre el joven galileo que se atrevió a denunciar.
Vuelve el jinete al camino mas ya no se oye cantar,
ganó las calles el miedo ,y Él que conoce su hora se marcha a ignoto lugar.
Alguien prepara una mesa de Pascua , al agasajar al que vino a limpiar templos.
Sin saber que el agasajo será la cena final.
Y en otro lugar preparan, los dos palos al cruzar,
la venganza del mercado , en vidriera amedrentante que el Gólgota mostrará .
CARTA A JUDAS
Dicen que fuiste traidor y que vendiste a Jesús .Que tu nombre es una mancha en la historia de la cruz. ¿Qué te pasó? Porque un día debiste ser buena gente. Algún día Cristo, al verte, te invitó a seguirle siempre. Y otro día al sumar doce entre los doce estuviste.
Los doce que conocieron días alegres y tristes. Cuando alzó en brazos a niños y los bendijo sonriente. Cuando curó a la mujer, y a la muerta adolescente.
Y aquel día de los panes ¡tan pocos! y pocos peces, con los que comieron tantos que hasta mentira parece .O cuando fue caminando por el lago a la barquita. O aquel otro, el de la entrada a Jerusalem en humilde cabalgadura. Algún día habrás sentido admiración y ternura.
Aquel día, en que quisieron hacerle rey y dijeron que era profeta venido de Dios, qué pensa bas? Porque de Juan y Jacobo sabemos que calculaban ser los primeros ministros. De Pedro que se creía capaz de ordenar a Cristo. Felipe que no entendía, Tomás que quiso ser héroe, el otro Judas curioso… Pero de ti sólo que eras digno de mucha confianza. ¡Si te nombró tesorero!
¿Qué te pasó? Yo no entiendo cómo pudiste cambiar, de amigo en entregador.
Pero, me pongo a pensar que yo también soy su amigo. Que también habló conmigo y que me invitó a seguir Su camino como a Ti. Y eso me hace desconfiar de mi amor, de mi amistad, de si no podré fallar, venderlo al mejor postor… De si no podré cambiar renombre o comodidad, éxito o modernidad, por este discipulado al que también me ha llamado. Que como a ti me ha confiado.
Dime Judas, qué pasó?
VÍSPERA DE VIERNES
Todavía tiene amigos. Y una casa donde estar. Una mesa, pan y vino. Pan y vino de amistad.
Alguien preparó en los altos el lugar donde estarán. Y el cordero, hierba amarga, vino, y el delgado pan.
A los postres, el Amigo con estas palabras da: “Tomen el pan”, y al partirlo, “Así mi cuerpo estará”.
Mudos de asombro comparte el pan que el Amigo da. Y al ofrecerles la copa, “Es mi sangre” les dirá.
Por fin, comprenden el texto “Al cordero matarán”. Y se preguntan inquietos quién el culpable será.
Y responden por sí mismos. Cada uno por sí mismo, y por nadie, nadie más.
El culpable sobreactúa y se adelanta por pan. El Amigo le susurra que se apresure a actuar.
El Amigo le está dando postrera oportunidad. Pero Judas ya no piensa, él ve la plata brillar.
Las sombras cubren el monte. Él ora, no los demás que sólo duermen su miedo, incapaces de velar.
Transpira gotas de sangre que mojan su cuerpo pan. Y apresura aquella copa, cáliz de prueba final.
Porque ya no tiene amigos, ni una casa donde estar .Ni pan, cordero, ni vino. Sólo al Padre Celestial.
COPLITAS DEL CIRENEO
Doce hombres se escondieron cuando pasaba la cruz, pero pasó El Cireneo , y él la llevó con Jesús .
Un soldado imperativo le ordenó que la llevara, y Simón el compasivo la tomó cual si la acunara.
En la senda de tu vida verás pasar a Jesús, camino de la subida que lo lleva hasta la cruz.
Y Él te dirá que si quieres seguir de su vida en pos, cargar con esa cruz debes y servir así a tu Dios.
La cruz con que te desprecian los que niegan al Señor. La cruz que olvidó la Iglesia cuando el poder eligió.
La cruz que es puente del cielo que hasta la tierra bajó. La cruz por la que se asciende al cielo que prometió.
La cruz donde cielo y tierra se funden en un abrazo y será llave certera para abrir la puerta aquella que a Su hogar en las alturas a todos nos dará paso.
LECCION DE PASCUA
“Señor Tú sabes todo…
Tú sabes que te amo”(Juan 21.17)
Yo estuve allí, Señor. En ese Judas que estuvo presto
A saludarte con la falsa amistad del falso beso.
Soy gemelo de Tomás y su exigencia de tocar lo intocable
En la creencia de que sólo es verdad lo razonable.
Y estoy en la medrosa compañía
Que te miró de lejos aquel día.
Y en María, aquélla de Magdala
Que fue a buscarte entre los muertos, de mañana.
Y en Jacobo y en Juan los que buscaban
Por tu amistad lograr poder y fama.
Y en Felipe, que en terca y triste miopía
Te defraudó pidiendo ver la faz divina.
Y en el Judas Tadeo que dudara
De que a los tuyos Tú te revelaras.
Y soy siempre impaciente como el celote Simón ,
Más dado al activismo que a la calma oración.
Ah sí, yo estuve allí, en Pedro el inestable
Pagado de sí mismo…fiel…cobarde…
En ellos, su carácter y sus fallas
Veo las mías y mis circunstancias.
En ellos y en sus huellas tan humanas
Reconozco mi error y mi ignorancia.
Mas en Tu paciencia y fe al encomendarles
Nada menos que ser tus mensajeros
Me atrevo a sostener esta esperanza.
De que tu Espíritu mantenga la confianza,
Aun conociendo mis errores y mis miedos,
De que es mayor mi amor que mi inconstancia.
P. Domingo Ferrari – Iglesia Metodista en el Uruguay
Fuente: Red de Liturgia CLAI
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