El Señor nuestro Dios, nuestro Pastor, ha suscitado nuevos profetas para estos tiempos. El martirologio del pueblo de Dios, en nuestro medio, cuenta con los seguidores de Jesús; Leonidas Proaño y ahora Gonzalo López Marañón, que el día 7 de Mayo del presente año se fue a la casa del Padre. Murió en la Misión de Calunda y Cazombo, Angola- África. Como es el dicho popular: al pie del cañón. No podía ser de otra manera sino como el evangelio enseña: “El buen pastor da la vida por sus ovejas”. Fiel a su misión ofrendó su vida hasta el último momento enseñando, predicando y viviendo el evangelio como Jesús.
Gonzalo López Marañón fue un testigo fiel del evangelio mientras ejerció el ministerio episcopal en la Diócesis de Sucumbíos – La selva oriental de Ecuador. Fue un continuador del plan pastoral, ajustado a las enseñanzas del evangelio, del Concilio Vaticano II, Medellin, y a la voz de las comunidades indígenas y populares, que el obispo Leonidas Proaño, propuso al pueblo de Dios de la diócesis del Chimborazo.
Es justo y necesario en esta oportunidad destacar las virtudes y los valores de este insigne profeta que fue un cristiano, un sacerdote, un obispo a carta cabal, coherente con su vida, con la predicación, un luchador incansable por la liberación del pueblo, de las cadenas del analfabetismo, la ignorancia, la corrupción, la mentira, el doble discurso, la explotación de los trabajadores, de los nativos que en su diócesis sufrían por parte de las empresas extractoras de las materias primas y de la fuerza de trabajo.
No se puede olvidar la solidaridad con los hermanos refugiaos que llegaban de la frontera de Colombia por motivo de la guerra. Como fiel apóstol fue perseguido y castigado por las leyes civiles, y eclesiásticas, que fieles al sistema vigente no entraba en sus planes de dominación. Durante el problema en la Iglesia de Sucumbios fue firme junto a las comunidades eclesiales de base, que con los pastores diocesanos y los agentes de pastoral había trabajado. De esta manera enfrentaron a los Heraldos del evangelio, que entraron a dividir las comunidades y a expulsar al obispo Gonzalo López Marañón.
El ejemplo de protesta pacífica ante los atropellos, dio cuando realizo la huelga de hambre en el parque de la Alameda, de la ciudad de Quito, en donde denuncio las mentiras y componendas de los poderes civiles y religiosos.
Adjuntamos a este homenaje unos pensamientos tomados de los afiches EUCARISTIA, de Zaragoza, 1972
AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR. PERO LA VIDA, LA LIBERTAD, LA DIGNIDAD, SON DERECHOS DEL HOMBRE, NO DEL CESAR.
UN PUEBLO QUE LIQUIDA A SUS PROFETAS, ES UN PUEBLO SIN FUTURO.
EL PROFETA AMOS, LOS PROFETAS, NO FUERON PROFETAS DE OFICO, NO VIIVERON DE SU PALABRA NI LA VENDIERON
EL PROFETA ES UN DELINCUENTE DONDE IMPERA LA MENTIRA
Mario Sandoval Mullo
Quito, 1 de Junio 20016
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