Uno de las formas que más impacta y deja huellas en la vida, es escuchar y leer historias de experiencias de líderes. Muchxs en nuestra adolescencia disfrutamos escuchar y leer acerca de la vida de los Santxs.
Aquí en el libro de la Apocalipsis, tenemos un avance más. No es la historia de un personaje. Es la historia de una comunidad, de un pueblo. Tan peligrosa es conocer la Historia, que en nuestro país al menos, en las Escuelas y Colegios, esta materia ha sido suspendida del pensum…
Si no fuera, porque se conocen algunas historias de grupos, que se mantienen en la persistencia y resistencia como es la Comunidad de Paz, de San José de Apartadó, (Urabá-Colombia) que acaba de celebrar sus 20 años en medio de la persecución, amenazas, desplazamiento, desaparición y asesinatos de sus miembros…Esta Comunidad ha contado con la presencia de la Divinidad, hecha manifiesta a través de sus ángeles misioneros/as, que les acompañan, guían y protegen. Al igual que en las iglesias mencionadas por Juan, ”conociendo tus obras, tus fatigas…”(Iglesia de Efeso), “conociendo tu aflicción y tu pobreza”(Iglesia de Esmirna), “cuando Antipas, mi testigo fiel, fue asesinado”( Iglesia de Pérgamo), “conozco tus obras, tu amor, y tu fe, tu paciencia y tu honradez” (Iglesia de Tiatira), corrige, advierte y sugiere: “Conozco tus obras: pasas por vivo y estas muerto. Vigila y robustece el resto que todavía no ha muerto…” (Iglesia de Sardes). Apoya y estimula: “Conozco tus obras. Mira, te he puesto delante una puerta abierta que nadie puede cerrar. Aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra y no has renegado de mí…” (Iglesia de Filadelfia), cuestiona y reprende:”Conozco tus obras, no eres ni frio ni caliente…” (Iglesia de Laodicea). (ver Apocalipsis cap. 2-3)
Comentábamos de la celebración del 20 aniversario de la Comunidad de Paz, de San José de Apartadó. Eran 1.200 familias, hoy quedan 60, defendiendo la Madre tierra, sus familias y la vida.
Marcharon, escucharon y leyeron, en su liturgia del pasado 22 de Marzo/17 llevando las fotografías de los que con su cuerpo y sangre, dieron su vida, resucitando, haciendonos renacer en el Miedo y la Esperanza. Avanzaban cantando: “Santo, santo, santo. Maestro, Dios Todopoderoso, el que era y es y será” (cap.4)
Imposible no reconocer, la Iglesia Pueblo de Dios, que se ha movido y sigue moviendo, mediante sus Iglesias locales, como en las Comunidades Eclesiales de Base, aunque en algunos sitios debido a la persecución montada por los nicolaitas=pirámide clerical del poder institucional, se han visto obligadas a cambiar de nombre y hoy crecen dando gloria a la Divinidad.
Continuará…
*Presbitera catolica.
BIBLIOGRAFIA:
Luis Alsonso Schokel: La Biblia de nuestro pueblo. Ediciones Mensajero. Ed. en China 2015
Ricardo Pérez Márquez: Carta a las siete Iglesias. file:///C:/Users/USER/Downloads/20170309174654291(1)%20(1).pdf
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