Un simposio sobre el postconflicto impulsado por el Instituto Colombo-Alemán para la Paz (CAPAZ), en Fráncfort, evidenció que el camino hacia la paz es aún muy largo y tortuoso, pero que se está forjando.
“Ahora es el diálogo, la palabra y la discusión lo que reemplaza a las armas”, dice a DW Eric Arellana, documentalista colombiano, hijo de Nidia Erika Bautista, exguerrillera del M19 desaparecida por el Ejército. Arellana plaude “las propuestas críticas a los obstáculos que está sufriendo el cumplimiento del Acuerdo de Paz para lograr que la guerra se acabe, de una vez por todas”.
Este simposio, respaldado por el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores, hizo posible un conmovedor encuentro de víctimas de diversos bandos que mostró que la tragedia de 45 millones de habitantes es solo una, la de toda Colombia. Eric Arellana, compartió en la Universidad de Fráncfort del Meno el panel con otra víctima: Helena Urán Bidegain, hija del magistrado Carlos Horacio Urán, “ejecutado extrajudicialmente”, también por el Ejército, tras la toma del Palacio de Justicia por la extinta guerrilla M19. Helena Urán es miembro del colectivo Creando Memoria, de Berlín.
La silenciosa tragedia de las desapariciones forzosas
Dos víctimas de diversos lados, a las que une la recuperación de la memoria, no solo de los crímenes de las guerrillas, sino también de los cometidos por policías y soldados, representantes del Estado, a menudo, “con la complicidad o aquiescencia de los organismos de seguridad, incluidos grupos paramilitares”, como concluye un estudio de la Fundación Nydia Erika Bautista para los Derechos Humanos, respaldado por la ONG alemana Brot für die Welt, que cifra en 44 mil los desaparecidos forzados en Colombia.
De que el impacto social, cultural, político y económico de los crímenes sea puesto en contexto, para evitar que se repitan, se encarga el Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia. Para su director, Gonzalo Sánchez, “los colombianos se acostumbraron tanto a la guerra, que olvidaron que una injusticia contra una sola persona es una injusticia contra la humanidad”.
“Colombia se acostumbró, en efecto, tanto a la guerra, que le da miedo la paz”, apuntó, por su parte, Alberto Rodríguez, economista y sociólogo, de la ONG CETEC, sintetizando su experiencia de 30 años con iniciativas campesinas que buscan competir con sus productos en el mercado. Rodríguez teme que los obstáculos a la paz sean tan grandes que de un postconflicto, pasemos a un “preconflicto”.
El poder destructivo de algunos medios comerciales
La guerra para la mayoría de colombianos se convirtió en reportes de números de guerrilleros, soldados y campesinos muertos lanzados entre telenovela y telenovela. Pero al día siguiente el tema de conversación no eran las tragedias tras las vidas perdidas, sino “las audacias y amoríos de los nuevos galanes de la televisión: los narcotraficantes”, critica la artista y activista Patricia Ariza.
Ariza, directora de la Corporación Colombiana de Teatro, recorre el país promoviendo y recogiendo “innumerables iniciativas civiles y artísticas que buscan curar el dolor y reparar la quebrada dignidad de todos los colombianos”; por ejemplo, pueblos que dan sepultura a “muertos ajenos” que rebautizan con sus nombres, cadáveres flotantes que otros pueblos río arriba no dejaban acercarse a sus riberas, por temor a ser relacionados con uno u otro bando.
DW y las radios comunitarias
La fuerza de la paz está en la misma gente. En iniciativas civiles para asumir su propia vocería a través de radios comunitarias. Algunas de las 600 emisoras comunitarias en Colombia son apoyadas por Deutsche Welle, como es el caso de “Vokaribe”. Esta es una exitosa radio de los habitantes de los barrios marginados de Barranquilla, en donde los pobres luchan contra las consecuencias de la corrupción, el desempleo, la drogadicción y la violencia.
Estas y otras iniciativas civiles le devuelven el ánimo a los participantes del simposio sobre el postconflicto colombiano, después de la certera advertencia del sociólogo Alberto Rodríguez, de que “si no hay más diálogo para darle solución a los problemas del cumplimiento del Acuerdo de Paz, este podría empezar uno nuevo.
Este encuentro fue tan relevante para la paz en Colombia, pero también para investigadores, expertos y estudiantes alemanes y colombianos, que Patricia Ariza prefirió no llamarlo “evento”, sino “acontecimiento”. Así, en Alemania, uno de los países más comprometidos con el futuro pacífico de Colombia, también se está construyendo la paz de Colombia.
DW RECOMIENDA
“No es más odio, sino más oportunidades lo que necesitan los colombianos”
En el simposio “Postconflicto: memoria histórica y reconstrucción de la paz”, en Fráncfort, DW entrevistó a una de las figuras más respetadas en la política de Colombia: el exguerrillero y senador Antonio Navarro Wolff. (04.05.2017)
Colombia: “La memoria, aliada de la construcción de la paz”
La paz en Colombia pasa también por el esclarecimiento de los hechos y la memoria. Especialistas reunidos en Bruselas detectan tareas urgentes para evitar nuevas polarizaciones. (28.04.2017)
Congreso colombiano aprueba la reincorporación política de las FARC
El Senado colombiano aprobó la reincorporación política de las FARC, con lo cual se permite la creación del partido que surja de la desmovilización de ese grupo guerrillero. (27.04.2017)
Amnistía Internacional denuncia “ola de asesinatos” de indígenas en Colombia
“El asesinato de seis indígenas en la última semana genera serias dudas sobre la efectividad de las medidas implementadas por el Gobierno para avanzar en el proceso de paz”, indicó el organismo. (22.04.2017)
- Fecha 05.05.2017
- Autor José Ospina-Valencia