Destituyen a un líder religioso tras escándalo por sus consejos a mujeres abusadas


Paige Patterson encabezó la Southern Baptist Convention, que reúne a cerca de 47,000 iglesias bautistas en EEUU, y hasta este miércoles era el presidente de un seminario en Texas. El religioso ha sido señalado de comentarios sexistas, no actuar ante un reporte de agresión sexual y «enseñanzas no acordes con la Biblia».
UNIVISION

23 MAY 2018 – 6:00 PM EDT

Paige Patterson fue retirado esta semana de la presidencia del seminario bautista Southwestern, pero permanecerá como presidente emeritus y podrá vivir en el campus.Archivo AP

DALLAS, Texas.– En las últimas semanas, el presidente de un seminario en Texas y prominente líder de la convención Bautista Sureña ha estado en el centro de acusación de sexismo y «enseñanzas no acordes con la Biblia», luego de que circularan grabaciones de declaraciones que ha hecho en el pasado.

Paige Patterson, de 75 años, fue destituido de la presidencia del seminario teológico Southwestern Baptist en Fort Worth, anunció la junta de vocales en un comunicado emitido el miércoles. La decisión fue tomada luego de una reunión de 13 horas en la que se optó por «avanzar hacia un nuevo liderazgo a beneficio de la misión futura del Seminario».

La nota de prensa no hace alusión a las grabaciones o los alegatos que han surgido hacia Patterson por sus comentarios hechos en presentaciones a lo largo de los años. Más de 3,000 personas se identificaron como «mujeres preocupadas de la convención Bautista Sureña» en una carta firmada en línea en la que piden tomar acción a los líderes del seminario.

En una grabación de una entrevista que data del 2000 y volvió a circular recientemente se escucha a Patterson aseverar que su consejo a mujeres abusadas por sus esposos es que «no olviden el poder de la oración» y asegura que una separación temporal es aconsejable «solamente en los casos más graves» de abuso doméstico. Pero «nunca» ha recomendando un divorcio, señaló.

También sugiera que las mujeres en esas situaciones sean «lo más sumisas posible».

La carta también hace alusión a una video en el que Patterson aparece en una convención religiosa en el 2014 refiriéndose al aspecto físico de una joven de 16 años.

«Les urgimos que ejerzan la autoridad que les han dado las iglesias de la Convención Bautista Sureña y demuestren su rechazo hacia enseñanzas no acordes con la Biblia respecto a las mujeres, la sexualidad y la violencia doméstica», señala la misiva del 6 de mayo.

Cuatro días después, el religioso emitió un comunicado en el que pedía disculpas a «cada mujer que pudo haber sido herida por cualquier cosa que haya dicho que haya sido inapropiada o poco clara».

«Todos vivimos en un mundo de dolor y tristeza, y lo último que debo hacer es sumar al sufrimiento de nadie», indicó.

Además esta semana The Washington Post publicó una historia en la que una seminarista cuenta que cuando era estudiante fue violada. Acudió a las autoridades pero Patterson no lo reportó a la policía y le dijo que perdonara a su atacante, le aseguró al medio.

La mujer asegura que tuvo la valentía para contar su historia luego de la carta publicada a principios de mes.

Pero si bien Patterson ya no presidirá el seminario, seguirá siendo un presidente emeritus y recibirá un salario. También podrá vivir en un centro que abrirá en el campus y en el que se archivarán sus documentos y libros.

La institución indicó asimismo que «existe evidencia de que el doctor Patterson ha cumplido con la leyes sobre denuncias de agresión y abuso» y que el seminario rechaza «cualquier tipo de abuso».

La mujer que habló con el Washington Post asegura que no quiere ser una activistas del movimiento #MeToo que denuncia el acoso sexual, pero el escándalo en torno a Patterson ha sido visto por algunos como el momento #MeToo de las cristianos conservadores, reporta The Dallas Morning News.

De acuerdo con la agencia AP, Patterson encabezó la «toma conservadora de la Convención Bautista de cerca de 15 millones de integrantes» en los años 70. Bajo su liderazgo, se aprobó el prohibir que las mujeres fuesen pastoras y que la Biblia «está libre de errores».

https://www.univision.com/dallas/kuvn/noticias/religion/destituyen-a-un-lider-religioso-tras-escandalo-por-sus-consejos-a-mujeres-abusadas

COLOMBIA: CARDENAL RUBEN SALAZAR IRIA A ALTO CARGO EN EL VATICANO.


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https://www.alaluzpublica.com/cardenal-ruben-salazar-iria-alto-cargo-en-el-vaticano/

Iglesia Católica denuncia al gobierno de Ortega por campaña de desprestigio y amenazas a Báez


 Juan José Arévalo

En la comunicación oficial aclaran que la Conferencia Episcopal de Nicaragua protege a cada uno de sus integrantes

Una campaña de “descrédito y amenazas de muerte” fue denunciada por la Conferencia Episcopal de Nicaragua, de las que “están siendo objeto obispos y sacerdotes, particularmente nuestro buen hermano Monseñor Silvio José Báez Ortega, OCD, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, a través de distintos medios”.

El Monseñor Juan Abelardo Mata Guevara, Obispo de la diócesis de Estelí y Secretario General de la Conferencia Episcopal, es quien firma el comunicado de la Iglesia, asegurando que las campañas provienen de “ataques del gobierno orquestado a través de periodistas y medios de comunicación oficialistas y cuentas anónimas en redes sociales como Facebook y Twitter”.

“A pesar de estas amenazas, recordamos a los agresores que somos un cuerpo colegiado y que si se ataca a un obispo o a un sacerdote se nos ataca a la Iglesia, y que no renunciaremos a acompañar en esta hora decisiva a todo el pueblo nicaragüense que bajo el azul y blanco de nuestra bandera han salido a las calles a reclamar sus justos derechos”, señala el documento oficial, con fecha del 22 de mayo de 2018.

El documento completo a como fue recibido en nuestro email…

Comunicado de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. 22 de Mayo 2018

A TODOS LOS SACERDOTES, RELIGIOSOS Y RELIGIOSAS, LAICOS COMPROMETIDOS, HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD. “La Verdad los hará libres” (Jn 8, 31)

El ejercicio del ministerio profético, de denunciar y anunciar (Cf. Jr 1,4-10.17-19), propio de los que hemos sido llamados al episcopado en la Iglesia Católica, nos exige estar atentos y a la vez, actuando en favor de los justos reclamos del pueblo que Dios nos ha confiado.

Este pueblo atraviesa hoy una de las peores crisis de su historia tras la cruda represión por parte del gobierno de Nicaragua que trata de evadir su responsabilidad como principal actor de las diversas agresiones. Como mediadores y testigos en el diálogo nacional, estamos llamados a proponer y promover todas las vías posibles para alcanzar la tan deseada democratización del país y, por tanto, es nuestro sagrado deber pronunciar la Palabra Verdadera que nos haga libres (cf. Jn 8, 31-32).

Sin embargo, ante algunos sectores sociales poco acostumbrados a la cultura del diálogo y ante los inmediatismos de los que quieren perpetuarse en el poder, nos vemos en la urgente necesidad de informar a nuestro pueblo sobre el descrédito y las amenazas de muerte de las que estamos siendo objeto Obispos y Sacerdotes, particularmente nuestro buen hermano Monseñor Silvio José Báez Ortega, OCD., Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, a través de distintos medios: ataques del gobierno orquestados a través de periodistas y medios de comunicación oficialistas y cuentas anónimas en redes sociales como Facebook y Twitter.

A pesar de estas amenazas, recordamos a los agresores que somos un cuerpo colegiado y que si se ataca a un Obispo o a un Sacerdote se nos ataca a la Iglesia, y que no renunciaremos a acompañar en esta hora decisiva a y a todo el pueblo nicaragüense que bajo el azul y blanco de nuestra bandera han salido a las calles a reclamar sus justos derechos.

Una vez más nos acogemos al amor maternal de María Santísima que en Cuapa nos dijo “no basta con pedir la paz, sean constructores de paz”.

Dado en la sede de la Conferencia Episcopal en Managua, a los 22 días del mes de mayo de 2018.

+Mons. Juan Abelardo Mata G. SDB. Obispo de la diócesis de Estelí Secretario General.

https://www.lajornadanet.com/index.php/2018/05/23/iglesia-catolica-denuncia-al-gobierno-de-ortega-por-campana-de-desprestigio-y-amenazas-a-baez/#.WwWxlEjt42w

“ESTAMOS PELEANDO CON EL MONSTRUO MÁS GRANDE QUE ES EL GOBIERNO”


La diócesis de Barrancabermeja proporcionó a las familias de las víctimas sitios en el cementerio el jardín del silencio, donde hoy se encuentran descansando ocho los restos de los familiares que fueron encontrados. Foto: Caldwell Manners/ECAP

Luz Almanza, Jaime Peña y Rocío Campos tienen más en común que solo vivir alrededor de la misma cancha de fútbol, el sitio de una de las masacres más terribles de Colombia. El 16 de mayo de 1998, cada uno de lxs tres perdieron un miembro de la familia en la masacre. Su resistencia a la impunidad del estado y organizándose en la búsqueda de los desaparecidos es lo que les une.

Durante poco más de una hora, en el sureste de la Comuna 7 de Barrancabermeja, cuarenta hombres armados, una mezcla de paramilitares, policía, inteligencia estatal (DAS) y militares mataron a siete personas y desaparecieron 25. Las Autodefensas Unidas de Santander y Cesar (AUSAC), un grupo paramilitar regional, llevaron a cabo una masacre coordinada para purgar la ciudad de los guerrilleros y sus llamadxs simpatizantes, lo que marcó el comienzo de la toma paramilitar de la capital petrolera.

Luz Almanza, de 48 años, posa con una foto de su esposo, Ricky Nelson García. Reflexionando sobre lo que la impulsa, ella dice: «Lo que a mi me pasó es poco para lo que le ha pasado a la gente en la región. Uno se queda aterrado. Esas son las energías que uno tiene para seguir adelante.» Foto: Caldwell Manners/ECAP

Lxs tres recuentan sentir menos ansiedad cuando vieron a las fuerzas armadas estatales. Ellxs suponían que era una operación de búsqueda, una ocurrencia común en una zona controlada por grupos guerrilleros en aquel momento. Almanza recuerda llamar a un oficial que llevaba un chaleco y brazalete del DAS cuando les vio maltratar a un hombre, “Señor, ¿por qué señor, por qué ese atropello con la comunidad?” Dándose  la vuelta, respondió: “déntrese antes que le pase algo”, dejándola en un estado de sorpresa.

“Nunca imaginé que fuera a suceder eso en compañía de la fuerza pública,” dice, obviamente todavía dolida después de 20 años.

Almanza estaba en el bazar para recaudar fondos, en el rincón norte de la cancha de fútbol. Los hombres armados rodearon la cancha desde las 9:20 p.m. y comenzaron a llevar a la gente de las tiendas y puestos de venta de los alrededores a la cancha. Mario Jaimes Mejía, un comandante paramilitar, también conocido como “El Panadero,” se paró en medio de la cancha y comenzó a gritar, “Partida de guerrilleros hijueputas, hoy se mueren todos, les llegó la guerra!”

Luego ordenó que alrededor de 100 personas ponerse boca abajo y los hombres enmascarados comenzaron a señalar a los presuntos miembros de la guerrilla y subirles a uno de los dos camiones. Pedro Julio Rendón se negó a cooperar y fue degollado al instante.

Viendo esa brutalidad, Almanza recuerda, “Me asusté, entonces la policía nos está matando, el ejército nos está matando.”

Ella comenzó a darle refugio a personas en su casa cerca del lugar y siguió pensando para sí: “Esa era mi tranquilidad, porque [mi esposo] no estaba aquí, mi familia, mis hermanos tampoco habían venido ese día al bazar.” Pero justo cuando llegó a su casa le dijeron que el grupo paramilitar había llevado a su esposo, Ricky Nelson García, de su taller de motos.

“Dios mío que no vaya a pasar nada malo,” pensó mientras corría hacia al taller y pasaba al lado del camión en el cual estaban cargando gente cerca el taller.

“Hoy después de 20 años yo no tengo odio ni rencor. Lo que tengo es un sentimiento de indignación contra el estado por lo que pasó, cómo pasó, y cómo ha asumido entre comillas su responsabilidad – cuando es total la responsabilidad del estado en la masacre.” Jaime Peña posa debajo de la imagen y el arte de su hijo, Jaime Yesid Peña. Foto: Caldwell Manners/ECAP

A la vuelta de la esquina, Jaime Peña se había acostado justo después de mirar una telenovela con su familia. Su hijo, Jaime Yesid Peña de 16 años, estaba en el patio delantero con sus amigos. De repente fue despertado por un perro ladrando. “Me impresionó la forma en que ladraba,” el padre recuerda. “Yo me levanté y desde la puerta veo como va mi hijo y a un tipo detrás de él apuntándole con un fusil por la espalda. Yo desde aquí le gritó, ‘oye, Yesid ¿que pasa?’ El intentó responderme pero el tipo no le permitió porque le metió el fusil por la espalda y lo empujó.”

El comandante de la base militar local, Nueva Granada, emitió la Orden Nº 100, una orden para instalar un retén de control militar a pocas cuadras de distancia en un lugar conocido como “El Retén.” La orden se basaba en la inteligencia de una amenaza de una incursión paramilitar. El retén fue instalado a las 6.00 de la mañana del 16 de mayo y se suponía que debía ser permanecer 24 horas. Durante el día, la policía y los militares patrullaban la zona con regularidad. Sin razón, el retén fue retirado a las 9:00 p.m. y la incursión paramilitar comenzó a las 9:30 p.m. En un testimonio legal posterior, se descubrió que la policía había permitido que la masacre se llevará a cabo bajo la condición de que AUSAC no dejará muertos en la ciudad.

“Yo en ese momento pensé que era la fuerza pública ya que todo el día hubo ese movimiento,” recuerda Peña.

“Yo voy a la cancha de fútbol y lo reclamó,” el pensó. “Están pidiendo papeles, mi hijo es menor de edad, es un estudiante.”

Mientras Peña corría  hacia la cancha de fútbol, vio el camión y los hombres armados, y uno de ellos tenía las letras “DAS” inscritos en la parte posterior de su chaleco. “Con eso yo me reafirmo de que era la fuerza pública” recordó. Oyó que alguien había sido degollado y que los hombres armados eran los Masetos, un grupo paramilitar de la región, también conocido como AUSAC.

“Yo pensé que ojalá no fuera mi hijo,” Peña dice. “Cuando llegue a el lugar donde está el muchacho degollado, me agacho y miro que no era mi hijo.”

Al tiempo que corría de regreso a despertar a su esposa, oyó una ráfaga de disparos en la distancia cuando un vecino le gritó, “A su hijo como lo golpearon para subirlo al camión.”

La puerta del patio atrás en la casa de Rocío Campos fue colocada por su hermano, Daniel Campos, unas horas antes de su desaparición. “Cuando estoy angustiada, tengo dificultades, no con mi familia sino en el trabajo – porque a veces los mismos contextos lo ponen a uno en aprietos. Yo me regocijo contra la puerta y empiezo a hablar con él. A decirle, ‘Así como esta puerta se ha mantenido, porque usted fue el que la colocó así mismo me tienes que mantener a mi de pie. No me tienes que dejar caer. No me tienes que dejar quebrantar.’” Foto: Caldwell Manners/ECAP

A una cuadra de los disparos, Daniel Campos se preparaba para enseñar Vals para una quinceañera y había ido a un salón de billar vecino para rebobinar  un casete. Rocío Campos, su hermana estaba a un par de casas más abajo en la calle cuando escuchó gritar hermano, “¿Por qué me empuja, no me empuje si yo no he hecho nada, mire tengo mis papeles aquí.”

Campos estaba confundida. Alcanzó a ver a una persona armada con un chaleco DAS cuando su cuñado cerró las puertas y ventanas.

Ella le gritó, “¿Pero por qué cierras, si esa la voz de Daniel?”

“No, no salgan,” dijo el cuñado. “No salgan, hay unos manes todos raros, sí ese es Daniel pero no sabemos.“

Logró gritar por la ventana, “Suéltalo malparido!” En ese momento, el captor de Daniel lo golpeó con la culata de la pistola en la nuca, tirándolo al suelo. Este fue el “peor dolor”, verlo “golpeado injustamente”, y escuchar a su hermano decir: “No me pegue que yo no he hecho nada.”

El propietario del billar, había tratado de ocultar a Daniel, pero él mismo se vio obligado a  arrodillarse con el fusil atascado en su boca.

Estos fueron los últimos momentos que Luz Almanza, Jaime Peña y Rocío Campos vieron a su esposo, hijo y hermano.

Rocio Campos presenta imágenes de su hermano que a menudo lleva consigo. Foto: Caldwell Manners/ECAP

Siendo las 10.20 p.m. los hombres armados se habían ido y las familias de las víctimas comenzaron su búsqueda. Peña fue a la estación de Policía donde comenzó a relatar el incidente cuando sonó el teléfono. El oficial respondió: “Sí mi comandante, todo bajo control no hay novedad … nos fuimos porque no había nada que hacer.”

Almanza, tomó una moto y se dirigió a una de las dos bases militares, a 150 metros de distancia para pedir ayuda. “Me respondió que ellos no tenían autorización para salir [de la base].”

Campos, junto con su madre fue a la estación de policía donde les dijeron: “Aquí no han traído gente señora, mejor espere que mañana amanece carne fresca en la Foronda.” La Foronda fue una funeraria popular, ya que sirvió a todos, incluso a los más pobres.

A raíz de la masacre, Barrancabermeja cambió. Miles de personas salieron a las calles para exigir el regreso de lxs 25 desaparecidxs. Junto con la Unión Sindical Obrera  (USO), la Coordinadora Popular y otras organizaciones de derechos humanos, la ciudad fue cerrada obligando al gobierno a responder a las demandas del pueblo. El cierre de Ecopetrol, la mayor refinería de petróleo del país casi paralizó al país.

Los testigos y testimonios judiciales indican que la masacre tuvo lugar entre dos bases militares con la planeación y el apoyo de la policía, el ejército y el DAS. “Los autores materiales están presos, pero los autores intelectuales dónde están?,” preguntó Peña. “Las reuniones con los paramilitares se hacían en el barrio el Rosario dentro de ecopetrol y que varios de los principales comerciantes de la ciudad aportaban una cuota mensual a los paramilitares para el mantenimiento de ese proyecto.”

La lucha contra la impunidad del estado ha sido costosa. Almanza no quería tener nada que ver con el conflicto.“ Me frustré mucho y no quería salir para ningún lado,” dice. “Los que salieron a las marchas y las protestas fueron mi suegro y cuñadas.“ Dos años más tarde, fue asesinado su suegro. Él le dijo: “Mija si a mi me llega a pasar algo, luche por encontrar a mi hijo, no me lo deje botado por allá donde lo dejaron tirado. Luche para encontrarlo.”

Para Campos, exigir respuestas le quitó su pareja –  un fenómeno de la injusticia impuesta sobre lxs defensorxs de derechos humanos que son empujadxs a elegir entre la familia y la lucha. “Él [mi ex marido] me dijo que tenía que elegir entre mi hogar y mi hermano,” dice Campos. “Le dije que no. Lo siento, pero conocí a  mi hermano primero. Él es mi sangre. Si va a ser de esta manera, prefiero estar sola porque tengo el apoyo de mi familia.”

“Era un precio muy grande pero nunca me he arrepentido ni me arrepiento,” Campos reflexiona. “Siempre le pido a Dios, siempre de poder encontrar así sea un huesito, así sea el del meñique que es el más chiquito. Pero por lo menos eso va a ser parte de mi sanación y de mi reparación.”

Peña tiene medidas de protección del estado. Viajando a La Habana, Cuba, para representar a las víctimas del conflicto armado durante las negociaciones de paz entre las FARC-EP y el gobierno recibió llamadas telefónicas amenazantes en su habitación de hotel, a pesar de que nadie sabía dónde estaba alojado. Continuó a declarar, “Yo no era una víctima de las FARC, soy una víctima de crímenes de estado.”

La masacre marcó el inicio de la toma paramilitar de la ciudad. Con masacres en 1999 y 2000, para el fin del año tenían el control total de la ciudad.  La brutalidad de la matanza no era solo diseñado para garantizar el control territorial y de recursos, pero para romper el tejido social y los sectores populares fuertemente organizados de la ciudad a través del terror.

A pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado como uno de los actores principales de la masacre y la declararon “crimen de lesa humanidad”, de acuerdo con el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, ha sido imposible obtener justicia.

Los restos de Ricky Nelson García fueron hallados en una exhumación realizada por la Fiscalía en 2008 y entregados a Almanza.

“Yo hablo con rabia y rencor,” dice Almanza. “A mi cuando me hablan del tema de ‘reconciliación’, yo todavía no me hallo en esa palabra de reconciliarme. Hasta que no haya una verdad de los victimarios y una justicia, yo no puedo hablar de reconciliación y de perdón.”

“Estamos peleando con el monstruo más grande que es el gobierno,” dice Almanza. “El Estado que tiene mucho poder y que en cualquier momento nos puede asesinar también –  quitar la vida.”

17 personas siguen desaparecidas.  Jaime Yesid Peña y Daniel Campos están entre ellos.

http://www.ecapcolombia.org/2018/05/estamos-peleando-con-el-monstruo-mas-grande-que-es-el-gobierno/

El principal ayudante del Papa Benedicto: Las mujeres nunca serán ordenadas, ni siquiera ‘después de mi muerte’


 

Foto principal

El arzobispo Georg Gänswein y el papa Benedicto XVIshutterstock.com

Claire Chretien

NOTICIAS IGLESIA CATÓLICA Martes 22 de mayo de 2018 – 1:24 pm EST

Baviera Católica Georg Ganswein Papa Benedicto Xvi Ordenación De Mujeres

22 de mayo de 2018 ( LifeSiteNews ) – El secretario personal del Papa Benedicto XVI y el jefe de la casa papal, el arzobispo Georg Gänswein, reafirmó la enseñanza de la Iglesia de que los «sacerdotes» católicos son imposibles a pesar de un «movimiento ruidoso» que los impulsa.

«La pregunta [de si las mujeres pueden ser ordenadas] ha sido definitivamente respondida, si puedo recordar claramente este hecho, y en sentido negativo», dijo Gänswein en una entrevista el 16 de mayo con una revista alemana, traducida por el Dr. Maike Hickson a OnePeterFive .

«La Iglesia está ligada a la Voluntad y la Palabra de Cristo», dijo. «Ella no está autorizada para hacer un cambio en esta cuestión central de la fe. Por supuesto, soy consciente de que hay un movimiento ruidoso que tiene como principal objetivo ideológico la lucha por el sacerdocio femenino «.

La «ordenación» femenina no ocurrirá «después de mi muerte», dijo. Gänswein reconoció que Alemania, donde la mayoría de los obispos católicos apoya la intercomunión con los protestantes y la Santa Comunión para los que cometen adulterio, tiene «falta de sacerdotes, pero también una gran falta de fieles».

Al comentar sobre cómo Baviera, la región de origen del Papa Benedicto, exhibirá crucifijos en edificios públicos, Gänswein dijo que «acogió con satisfacción la decisión de preservar la presencia del crucifijo también en el ámbito público».

Hickson informa que Gänswein «hizo una ligera crítica irónica del reciente rechazodel Cardenal Reinhard Marx a la decisión de Baviera de mostrar cruces en edificios públicos»:

Cuando se le preguntó acerca de la afirmación de Marx de que esta decisión estaba causando «división, inquietud y animosidad», Gänswein respondió que estas palabras pronunciadas por Marx eran solo «una primera afirmación inicial que era poco esclarecida [ wenig erleuchtet ]». «Mientras tanto, él [Marx] retrocedió con fuerza «, añadió Gänswein, quien también es el Prefecto de la Casa Pontificia.

Las palabras del arzobispo Gänswein vienen después de la afirmación del Cardenal Christoph Schönborn de Viena de que un futuro concilio ecuménico podría permitir la ordenación de mujeres y un reclamo del monje alemán a quien el Papa Francisco elogió que algún día pueda haber una papa .

También dijo que la escasez de sacerdotes católicos en algunas áreas no se debe al celibato, una declaración con la que los católicos preocupados por los abusos en la liturgia y la emasculación del clero probablemente estén de acuerdo.

https://www.lifesitenews.com/news/pope-benedicts-personal-secretary-women-will-never-be-ordained-not-even-aft

«Desobediencia tradicional renovando el legado del activismo católico» por John Gehring, sacerdotes católicos, monjas y obispos sobre la desobediencia tradicional a las leyes injustas, revista Commonweal


https://www.commonwealmagazine.org/traditional-disobedience




«Cuando a cuarenta católicos con rosarios fueron esposados ​​y llevados por la policía en el Capitolio a fines de febrero durante una protesta para mostrar su apoyo a los jóvenes inmigrantes indocumentados que enfrentan la deportación, el obispo John Stowe de Lexington, Kentucky, rezó por los manifestantes.
«Pido la bendición de Dios sobre aquellos que actúan en desobediencia civil, parte de una larga tradición de no apoyar leyes injustas», dijo el obispo mientras las cámaras de televisión intervinieron y el personal del Congreso observó desde el balcón de la rotonda en el edificio de oficinas Russell Senate.
Los activistas católicos tienen una larga historia de participar en la desobediencia civil no violenta en los Estados Unidos y en todo el mundo. Pero la presencia del obispo en Washington ese día creó un murmullo. En comparación con la década de 1980, cuando la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU. Publicó importantes cartas pastorales sobre guerra, paz y justicia económica que recibieron atención nacional, la jerarquía católica en los últimos años ha puesto la mayor parte de su defensa en los esfuerzos para oponerse a la cobertura de control de la natalidad en Obamacare, vencer el matrimonio entre personas del mismo sexo y abordar una variedad de preocupaciones sobre la libertad religiosa.
En un signo de los cambios de prioridades, la última vez que la USCCB planteó la posibilidad de desobediencia civil para los católicos-y puso en marcha un gran esfuerzo de movilización en las parroquias, se produjo en 2012, ya que varias instituciones católicas presentaron demandas para impugnar la inclusión de la administración Obama de la cobertura de la anticoncepción en La Ley de Asistencia Asequible. «Algunas leyes injustas imponen tales injusticias a individuos y organizaciones que desobedecer las leyes puede estar justificado»,  escribieron los obispos  en los insertos de boletines de la iglesia utilizados en las parroquias de todo el país. «Cuando los bienes humanos fundamentales, como el derecho a la conciencia, están en juego, es posible que tengamos que dar testimonio de la verdad resistiendo la ley y incurriendo en sus penas».
En una entrevista, el Obispo Stowe reflexionó sobre su decisión de bendecir a los activistas católicos arrestados en el Capitolio y compartió que está conversando con varios obispos sobre maneras de demostrar una mayor urgencia pública para oponerse a la represión de la administración Trump contra inmigrantes indocumentados. (Divulgación completa:  participé en la acción de desobediencia civil.) Jóvenes inmigrantes indocumentados traídos a los Estados Unidos cuando eran niños, a menudo llamados «Dreamers», son de particular interés para los líderes de la iglesia porque su destino ahora es incierto después de que Trump rescindió un programa de la era de Obama que les ofrecía protección contra la deportación. La USCCB ha enviado cartas al Congreso, ha presionado a los legisladores a puertas cerradas y en febrero organizó un día de llamado nacional para los Dreamers. El obispo piensa que se necesita una acción más dramática.
El Obispo John Stowe de Lexington, Kentucky, habla durante una protesta del «Día Católico de Acción para los Soñadores» para presionar al Congreso para proteger a los «Soñadores» fuera del Capitolio de los EE. UU. El 27 de febrero en Washington. (Foto CNS / Bob Roller)
«No estamos en una situación política habitual, y los obispos tienen que ser más creativos», dijo Stowe, un franciscano designado por el Papa Francisco para dirigir la diócesis de Lexington hace tres años. En cuanto a por qué finalmente decidió no ser arrestado, señaló la responsabilidad del obispo de ser un signo de unidad en su diócesis, y una preocupación sobre el potencial debilitamiento de su capacidad de ser un maestro que puede llegar a los católicos a través de líneas políticas e ideológicas. «Una parte considerable de mi diócesis se encuentra en los Apalaches, y es el país de Trump. Tengo que sopesar si el hecho de que un líder de la iglesia sea arrestado podría llevar a la gente a descartarme como radical y desconectarme. Tengo que estar atento a cómo se recibe esa acción «. Como estudiante en la Escuela Jesuita de Teología en Berkeley, Stowe fue arrestado junto con otros católicos durante una acción de desobediencia civil a principios de la década de 1990 en un sitio de pruebas nucleares en Nevada. Citó el uso del Papa Francisco de acciones públicas simbólicas como rezar en el muro de concreto que separa la Cisjordania ocupada por Israel de Jerusalén, y su primera visita oficial a la isla mediterránea de Lampedusa, de la cual se han ahogado miles de inmigrantes, como ejemplos de cómo «la imagen visual puede hablar». La desobediencia civil no violenta, piensa el obispo, es algo que los líderes de la iglesia deberían considerar.
Los riesgos y las oportunidades  con los que lidian algunos obispos católicos hoy sobre si participar en la desobediencia civil están lejos de ser nuevos. En diferentes épocas, el papel de la conciencia y los debates sobre lo que se requiere moralmente de un cristiano frente a leyes injustas, acciones militares o regímenes opresivos han preocupado a todos, desde los líderes y teólogos de la iglesia hasta los fieles de todos los días en las bancas.
Robert Ellsberg, el editor en jefe de Orbis Books y un destacado cronista de Dorothy Day, cofundadora de Catholic Worker, que fue arrestada varias veces por desobediencia civil, piensa que tales acciones han perdido gran parte de su capacidad de conmocionar y atrapar atención generalizada de los medios en comparación con décadas pasadas. Pero él ve la era de Trump como un terreno fértil para una nueva generación de líderes.
«La desobediencia civil puede ser estratégicamente muy importante, y va al corazón del Evangelio», dijo Ellsberg, cuyo padre, Daniel Ellsberg, filtró los «Papeles del Pentágono». «¿Qué está haciendo la dirección de la Iglesia Católica ahora para enfrentar la dureza, la inhumanidad y la crueldad que vemos de este presidente? Sabemos que los obispos pueden movilizarse y mostrar indignación por las disposiciones sobre anticoncepción en la Ley de Asistencia Asequible. ¿Dónde está la indignación cuando Trump y otros republicanos se ocultan en libertad religiosa mientras violan los derechos humanos básicos? «Ellsberg dice que su padre no era una persona religiosa, pero cuando decidió filtrar documentos de seguridad nacional, se inspiró en el reverendo Martin Luther King Jr., cuya «Carta desde la cárcel de Birmingham» de 1963 sigue siendo una defensa icónica de la desobediencia civil,
Más tarde, King enervó a muchos estadounidenses e incluso a algunos de sus asesores más cercanos cuando denunció la Guerra de Vietnam desde el púlpito de Riverside Church en la ciudad de Nueva York. Y fue Vietnam quien llevó al sacerdote jesuita  Daniel Berrigan  y al resto de los «Catonsville Nine» a quemar cientos de archivos de borrador que tomaron de la Oficina de Servicio Selectivo en Catonsville, Maryland, en 1968.
La Guerra de Vietnam también inspiró al ahora retirado Obispo de Detroit Thomas Gumbleton a participar en su primer acto de desobediencia civil: entrar ilegalmente en una base de la Fuerza Aérea donde los pilotos fueron entrenados para misiones de bombardeo. «La tradición cristiana que se remonta al principio dice que la ley de Dios debe anteponerse a la ley humana», dijo Gumbleton, que ahora tiene ochenta y ocho años. El obispo calcula que ha sido arrestado más de una docena de veces a lo largo de los años. Cuando las Naciones Unidas impusieron sanciones a Iraq en 1990, Gumbleton viajó allí para entregar alimentos, medicinas y otros suministros. Durante años, se ha negado a pagar el impuesto federal sobre la renta para protestar por los presupuestos militares. «Necesitamos más maestros católicos, sacerdotes y obispos que eduquen a los católicos que hay momentos en los que es apropiado o incluso una obligación violar la ley», dijo.
La oposición a las armas nucleares también ha inspirado acciones coherentes de desobediencia civil de parte de los católicos. Desde la década de 1980, miles han sido arrestados durante protestas no violentas en un sitio de pruebas nucleares de Nevada ubicado a unas sesenta millas al noroeste de Las Vegas. Activistas pro-vida, incluidos algunos obispos en décadas pasadas, también se han enfrentado a la cárcel por protestar contra lo que consideran leyes injustas que legalizan el aborto.«Jesús hizo la desobediencia civil», argumenta el Padre. John Dear, un activista por la paz de renombre internacional que ha sido arrestado ochenta veces. «Casi todo lo que hizo fue ilegal. Jesús claramente estaba subiendo la apuesta todo el tiempo y enfrentando al imperio. La iglesia cristiana primitiva era un movimiento de desobediencia civil no violenta. «El sacerdote ya no puede votar y no puede viajar a algunos países. Varias diócesis católicas le han prohibido hablar. «De Jesús a Gandhi al Rey, la historia muestra que la única forma de hacer el cambio es de abajo hacia arriba», dijo. «Piensa en los abolicionistas, los sufragistas, el movimiento obrero. En cada uno de estos movimientos no violentos ha habido una primera línea de personas que se arriesgan rompiendo las malas leyes y aceptando las consecuencias «.
Escribiendo en el siglo XIII , Tomás de Aquino articuló un caso moral para oponerse a la autoridad civil. «La ley humana es ley únicamente en virtud de su conformidad con la razón correcta, y así es manifiesto que fluye de la ley eterna», escribió en la  Summa Theologica . El Catecismo de la Iglesia Católica cita a Aquino sobre leyes injustas en su tratamiento de la responsabilidad de los católicos de participar en la vida social. «Si los gobernantes promulgaran leyes injustas o tomaran medidas contrarias al orden moral», dice el Catecismo, «tales disposiciones no serían vinculantes en conciencia».  Gaudium et spes , la  Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo moderno, un documento histórico del Concilio Vaticano II, también subraya la importancia de la conciencia y defiende el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar. La declaración de 1993 de los obispos de Estados Unidos,  La cosecha de justicia se siembra en paz , cita específicamente el derecho a participar en la desobediencia civil como parte de un compromiso de «resistir la injusticia manifiesta y el mal público con medios que no sean la fuerza».
El obispo de San Diego, Robert McElroy , teólogo moral que también obtuvo un doctorado en ciencias políticas de la Universidad de Stanford, distingue dos tipos de desobediencia civil. La primera categoría implica violar una ley que es claramente injusta y requiere que un ciudadano cometa un acto inmoral. En este caso, la ley se rompe precisamente para evitar la maldad moral. La segunda categoría de desobediencia civil ocurre cuando un ciudadano desobedece una ley moralmente neutral con el fin de llamar la atención sobre un error moral que no está específicamente relacionado con la violación de la ley. Los manifestantes durante el movimiento de derechos civiles, dijo, rompieron las leyes que regulan la asamblea general con el fin de señalar los males de la segregación. La reacción brutal de las autoridades civiles atrajo la atención de la nación sobre los horrores de la segregación de Jim Crow.
«En la tradición católica, se requiere la desobediencia civil cuando se te coloca en una posición donde se te impone una ley injusta y es de tal gravedad que no puedes cumplirla», dijo McElroy. Dependiendo de cómo el Congreso decida manejar casos de jóvenes inmigrantes indocumentados traídos a los Estados Unidos cuando eran niños, luego de que el presidente Trump rescindiera la política de la DACA de la era Obama (Acción Diferida para Llegadas Infantiles), McElroy ve el potencial para que los obispos participen en la desobediencia civil. «Es posible que el gobierno nos pida que actuemos como obispos para despedir a los empleados de DACA». Eso es inmoral y no lo haría «, dijo. «Sería llamado a desobedecer la ley». En este ejemplo, sería la compulsión por parte del gobierno de hacer algo moralmente incorrecto que provoque el acto de desobediencia civil. Esta es una categoría teológica diferente, argumenta el obispo, cuando alguien toma parte en una acción simbólica y profética que llama la atención hacia algo injusto. «Hay una variedad de formas de escalar el testimonio público», dijo McElroy. «La desobediencia civil no es la única forma. La pregunta es cómo escalar y participar en estrategias que resaltan esta terrible tragedia humana que enfrentan los inmigrantes. Muchos obispos están trabajando para tratar de resolver eso «.
El arzobispo John Wester de Santa Fe, Nuevo México, que presidió el comité de inmigración de los obispos de Estados Unidos desde 2007 hasta 2010, ha participado en esas conversaciones. «Como obispo, la pregunta en la que pienso es cuál es la forma más efectiva para hablar», dijo. «Soy pastor de 350,000 católicos. ¿Cómo afectaría ser arrestado mi ministerio? Por ejemplo, estamos luchando contra el aborto tardío aquí. Si me arrestan, ¿debilita mi posición con los legisladores sobre este tema y otros? Los obispos tienen que mirar tantas variables «.
Aún así, Wester acepta que la desobediencia civil es una poderosa herramienta moral. Él no ha descartado arriesgarse a ser arrestado en el futuro. «En muchos sentidos, los obispos han intentado todas las vías para defender a los inmigrantes y no ha funcionado. Todavía ves estas deportaciones masivas. Al pensar en ello, hay situaciones en las que puede ser más probable «. En las reuniones nacionales, Wester también instó a sus compañeros obispos a considerar ofrecer refugio a los inmigrantes indocumentados que enfrentan la deportación alojándolos en iglesias. La mayoría de los obispos recelan de ofrecer santuario en parte porque no quieren dar falsas esperanzas de que a un inmigrante se le garantizará la protección en una iglesia. Wester comprende la complejidad, pero se enfoca en la urgencia. «Si la gente está siendo deportada a una muerte segura, debemos considerar el santuario», dijo el obispo.
David DeCosse, un profesor de estudios religiosos que dirige el programa de ética del campus en la Universidad de Santa Clara, contrasta un modelo de «resistencia» de desobediencia civil con un enfoque «institucional». Él ve un marco de resistencia como más simbólico o espiritual. Este modelo también considera que la ley civil o el sistema al que se opone es en gran medida corrupto y más allá de la reforma. Un modelo institucional, argumenta DeCosse, surge de una movilización social más amplia y tiene más esperanzas en la capacidad de influir en las estructuras políticas tradicionales. Él señala las acciones de United Farm Workers de Cesar Chavez y Dolores Huerta en la década de 1960, que a menudo incluían a monjas y clérigos católicos, como un ejemplo de enfoque institucional.
 «Creo que es especialmente importante ahora para la comunidad católica en estos tiempos políticamente cargados moverse en el espacio del modelo institucional de desobediencia civil», dijo DeCosse. «Ya sea a causa de nuestra cultura libertaria antigubernamental o del tribalismo basado en la identidad de la derecha y la izquierda, la desobediencia civil puede ahora caer fácilmente en un modo de exclusión de ser simbólico pero ineficaz. Es importante volver a involucrar a la desobediencia civil como un modo de optar y reafirmar a la comunidad política estadounidense. Nuestro énfasis teológico en la desobediencia civil también debe equilibrarse con un énfasis en postularse para un cargo, de modo que no solo estimulemos las protestas para cambiar las leyes, sino que también fomentamos la responsabilidad política de aprobarlas y hacerlas cumplir «.En el nivel del suelo, el p. Chris Wadelton, pastor de una congregación mayoritariamente hispana en Indianápolis, no pasa mucho tiempo analizando argumentos teológicos. Decidió participar en la desobediencia civil por primera vez en marzo. «Si sus cartas, mítines y conversaciones no parecen funcionar, la desobediencia civil es el siguiente paso natural», dijo Wadelton.
Cuando la Hermana Tracey Horan, una organizadora de Faith in Indiana -una red con más de sesenta congregaciones de varias denominaciones en todo el estado- pidió bloquear una calle del centro para llamar la atención sobre la difícil situación de Dreamers, Wadelton participó con entusiasmo. Unos cientos de activistas cerraron la esquina de Pennsylvania y Ohio Street, cerca de las oficinas de los senadores de Estados Unidos sobre los que el grupo espera influir. Diecinueve personas, entre ellas Wadelton, fueron arrestadas. «Animaría a los sacerdotes y obispos a considerar la desobediencia civil», dijo. «Es una declaración pública fuerte. Muestra que estás dispuesto a exponerte. Tenemos control total sobre si somos arrestados o no. Pero los inmigrantes pueden ir a trabajar por la mañana y terminar detenidos por la tarde. Es intolerable Necesitamos responder «.  
Las posibilidades de un resurgimiento del  activismo católico dependerán en parte de si más jóvenes católicos fusionan o no el compromiso de su generación con el servicio y la justicia social con una identidad de fe más fuerte. Pero con los millennials cada vez más distantes de la religión institucional, eso está lejos de ser cierto.
Al escribir sobre la acción de desobediencia civil católica en el Capitolio en  Estados Unidos , Colleen Dulle preguntó: » ¿Dónde están todos los activistas católicos milenarios ?»
Las hermanas religiosas siempre llamarán la atención en las protestas, de hecho, ese es a menudo el objetivo de incluirlos en una manifestación. Pero ver a estas hermanas mayores arrestadas mientras abogan por personas indocumentadas de mi edad,  en sus primeros 20 años , me sorprendió. ¿Dónde estaban todos los católicos de 20 y tantos que deberían haber estado protestando por nuestros compañeros junto a estas hermanas? ¿Por qué el rostro del activismo católico hoy en día es tan a menudo un Baby Boomer?
A sus treinta y tres años, Jason Miller es considerado un «Millennial tardío». Ni su asistencia a la misa semanal ni su experiencia en acciones de desobediencia civil son emblemáticas de su generación. Como director de campañas y desarrollo de Franciscan Action Network, Miller reconoce que, en muchos casos, es a menudo uno de los católicos más jóvenes en eventos de justicia social. En parte, él ve eso como una acusación de las instituciones católicas que nunca abrazaron completamente el impulso del Concilio Vaticano Segundo para involucrar a los laicos católicos en la lectura de los «signos de los tiempos» y tomar medidas para abordar las injusticias. «Creo que el liderazgo de la iglesia volvió el reloj al Vaticano II y se olvidó de nuestra tradición profética. Muchos jóvenes católicos no encuentran relevante lo que están escuchando en el púlpito, y no entienden el vínculo entre ese tipo de activismo y nuestra fe. Pero eso no es culpa de los Millennials. Es un fracaso del liderazgo de la iglesia «.
Christopher Kerr es el director ejecutivo de Ignatian Solidarity Network, una organización con sede en Cleveland que se asocia con las escuelas secundarias y universidades jesuitas de todo el país para ayudar a cultivar la defensa basada en la fe. «La evolución de las redes sociales ha cambiado la dinámica de cómo el activismo estudiantil se desarrolla», dijo.
La desobediencia civil y la acción directa en las calles no son un punto de referencia típico para estos jóvenes católicos, sugirió Kerr, que usar plataformas digitales como Facebook Live y Twitter para llegar a un público amplio. Pero los jóvenes católicos aún se están organizando. Kerr señala un esfuerzo liderado por estudiantes en la Universidad de Georgetown, que presionó con éxito a la administración para aumentar los salarios de los trabajadores de limpieza y servicios de alimentos. Los organizadores publicaron informes de investigación, usaron medios digitales e incluso organizaron una huelga de hambre para ganar su campaña. Y en 2014, después de que la policía matara a balazos a Michael Brown en Ferguson, Missouri, los estudiantes de la Universidad de St. Louis, una institución jesuita, desempeñaron un papel clave al forzar a los funcionarios universitarios a desarrollar un plan detallado para abordar el racismo en el campus y en el comunidad más amplia.
Kerr también ve energía renovada entre los católicos en el campus en la época de Trump, especialmente en defensa de los estudiantes inmigrantes que ahora temen la deportación. Esta primavera, la Red de Solidaridad Ignaciana ayudó a llamar la atención sobre un estudiante de medicina en la Universidad de Loyola en Chicago, cuyo padre enfrenta la deportación. En la Escuela Preparatoria de Brophy College, una escuela de niños católicos en Phoenix, los estudiantes se han unido detrás de varios de sus compañeros de clase que son Dreamers. «Los estudiantes reconocen que muchos de los que son blanco de la administración son sus pares o los miembros de su familia», dijo Kerr.Michael Lee, un profesor de la Universidad de Fordham que a fines de la década de 1980 protestó contra las armas nucleares como parte de una comunidad de Trabajadores Católicos, cita lo que llama hoy un «vacío generacional» entre los católicos más jóvenes. Boomer y la Generación X Católicos, dice la joven de cincuenta años, creció con la larga sombra de King, Dorothy Day y los hermanos Berrigan. «Incluso si no sabía mucho sobre ellos, eran parte de la atmósfera de mi Niño católico y la edad adulta joven «, dijo Lee. «Que mis estudiantes de hoy tengan que agarrarse a las mismas figuras indica una brecha». Aun así, Lee ha visto a sus alumnos involucrarse en la última década con Occupy Wall Street, Black Lives Matter y otras formas de activismo. Menos visible es un sentido de identidad católica distintiva en esa defensa.
«Como muestra dramáticamente la lucha por los derechos LGBT, a menudo experimentan a la Iglesia Católica y al liderazgo de la iglesia como un obstáculo, no como una fuente de apoyo para su activismo», dijo Lee. «Más estudiantes ven apoyo para su activismo en el Papa Francisco, pero es en un sentido general o global. No tienen muchos obispos locales, sacerdotes, católicos laicos auto identificados para sacar, y los que sí tienen a menudo reciben mucho calor de la blogósfera católica conservadora. La pregunta más profunda es si los jóvenes católicos ven la transformación social como parte integral, y no solo como un subproducto de su fe. Esa es la pregunta que requiere introspección por parte de católicos de todas las edades «.
Richard Wood, un sociólogo de la Universidad de Nuevo México que estudia la organización religiosa y ha consultado con la Conferencia de Obispos de EE. UU., Sugiere que las instituciones católicas tradicionales o conservadoras a menudo tienen más éxito en forjar una identidad católica más fuerte entre los jóvenes que las redes católicas a la izquierda. El activismo católico con una tendencia más liberal, Wood dice, aborda cuestiones centrales de justicia, pero a menudo tiene menos éxito en formar el sentido de profunda identidad católica de los jóvenes. Para llenar estos vacíos, Woods cree que los grupos de oración, los retiros espirituales y las experiencias litúrgicas deben establecer conexiones claras entre la fe y la justicia. Esto requiere educar al clero y a los líderes laicos que enseñan la fe para ver la formación espiritual y la formación de la justicia como unidas.
Una renovación del activismo y la organización católica amplia requerirá educar a una nueva generación de líderes, institucionalizar la defensa de la justicia en las parroquias y las escuelas católicas de una manera más intencional, y poner recursos financieros detrás de estos esfuerzos. Los movimientos de base exitosos que crean un cambio social no ocurren espontáneamente. Rosa Parks tomó la decisión de no alquilar su asiento en un autobús de Montgomery en 1955, pero se entrenó en el Highlander Center de Tennessee como organizadora antes de aparecer en los titulares. La Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur y otras instituciones proporcionaron la estructura para un movimiento. Los activistas católicos tienen una gran cantidad de recursos teológicos e históricos de los que pueden aprender sobre las mejores tradiciones de nuestro pasado.
Nuestro actual populismo oscuro se alimenta del miedo y del resentimiento avivado por los demagogos que quieren dividirse. Los cristianos blancos, en particular, con demasiada frecuencia han sido cómplices de esta traición del Evangelio. Si los obispos católicos y los laicos católicos van a jugar un papel más potente para resistir la injusticia y reclamar el bien común como una virtud política, debe haber un ajuste honesto con los límites de los esfuerzos de defensa tradicionales, como cabildear y enviar cartas al Congreso. . La civilidad es importante. Pero también puede convertirse en una capitulación involuntaria de los males sistémicos. Cuando los niños inmigrantes son quitados de los brazos de sus padres como una cuestión de política federal y la gente de color se enfrenta a la brutalidad policial letal todos los días, las declaraciones moderadas de preocupación y las oraciones suenan huecas.

Sacerdotes víctimas de Karadima: “El Papa constató que había una crisis en la iglesia chilena”


Sacerdotes víctimas de Karadima: “El Papa constató que había una crisis en la iglesia chilena”

Un grupo de 9 personas se reunirán con el Papa en el Vaticano, con el fin de contar sus propias experiencias con el ex párroco de El Bosque.

NACIONAL

Por  23 de mayo de 2018

Hace un mes y medio, los sacerdotes Francisco Astaburuaga, Alejandro Vial y Eugenio de la Fuente fueron invitados directamente por el Papa Francisco a su residencia en Santa Marta, ubicada en el Vaticano. Ellos junto a otras 6 personas se reunirán con él para relatarle sus testimonios de los abusos que sufrieron por parte de Fernando Karadima cuando era párroco de El Bosque.

“Esperamos que nuestra experiencia pueda dar voz  a muchos otros que han sufrido abuso”, comenzó diciendo De la Fuente en una conferencia de prensa, advirtiendo que esta sería la única vez que hablarían hasta el regreso del encuentro con el Papa.

“La invitación tiene que ver con todo el proceso que está llevando él, escuchar nuestra experiencia personalmente más allá de documentos más o documentos menos. Es un deseo de él de escuchar a ciertas víctimas de abuso y a quienes han acompañado a las víctimas”, señaló Vial.

Por su parte, Astaburuaga contó que la mayoría de ellos se entrevistó con la comisión Scicluna, con el fin de aportar más testimonios y antecedentes de los abusos de Karadima, que se traducían en abuso de conciencia y abuso sexual.

Los sacerdotes hicieron una especial mención a James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, quienes fueron los primeros en destapar la espiral de abusos. “Estamos tremendamente agradecidos de ellos, han sido pieza clave. Estamos agradecidos de su testimonio, de su amistad”, dijo De la Fuente.

Este nuevo encuentro se suma a una serie de citas que ha tenido Francisco I para investigar y poner fin a los abusos por parte de sacerdotes. “El Papa constató que había una crisis en la iglesia chilena”, sentenció el sacerdote Alejandro Vial.

https://www.eldinamo.cl/nacional/2018/05/23/sacerdotes-victimas-de-karadima-el-papa-constato-que-habia-una-crisis-en-la-iglesia-chilena/?from=newsletter

¿Qué hay de bueno en el pecado original? por Crispin Sartwell, New York Times, ¿Qué tal la bendición original? Bridget Mary Meehan ARCWP


https://www.nytimes.com/2018/05/21/opinion/original-sin-ethics.html?em_pos=small&emc=edit_ty_20180521&nl=opinion-today&nl_art=16&nlid=20621639emc%3Dedit_ty_20180521&ref=headline&te=1

Detalle de  The Fall , después de 1479, de Hugo van der Goes.  Imágenes deCreditBridgeman

Mi respuesta: ¡Este artículo sobre el pecado original en el New York Times me llamó la atención!
Mientras recibo el giro secular positivo sobre el pecado original como enraizado en la condición humana de las limitaciones podemos ayudarnos a crecer en humildad, la teología del pecado original desarrollado por San Agustín y otros ha infligido daño espiritual a los cristianos a lo largo de los siglos. Esta teología tóxica presenta a Dios como un padre abusivo que envía a su hijo a compensar el pecado de Adán y Eva. Creo en la bendición original propugnada por muchos pensadores y teólogos como Matthew Fox. Desde este punto de vista, crecemos en una conciencia cada vez mayor del amor divino e infinito dentro de la creación y dentro de nuestras almas como nuestra realidad última. Esta teología no niega nuestras limitaciones humanas y fracasos espirituales, sino que ofrece esperanza en la gracia y la divinidad en nuestro interior y a nuestro alrededor guiándonos a través de la oscuridad y tropezando en nuestro viaje por la vida.

«Honrando a toda la creación como Bendición Original, la espiritualidad de la creación integra la sabiduría de la espiritualidad oriental y occidental y las culturas indígenas globales, con la comprensión científica emergente del universo y la pasión de la creatividad. Es una tradición y un movimiento, celebrado por místicos y agentes del cambio social de todas las edades y culturas. También es la tradición del mismo Jesús histórico, ya que es la tradición  de la  sabiduría de Israel «. Matthew Fox 
                                                                                                                                                                                                               -Matthew Fox

Brevemente, nosotros (incluyendo toda la creación) somos bendecidos, amados, conectados a todo lo que es, con nuestras imperfecciones en un viaje hacia la plenitud y la santidad. Si bien admitimos honestamente nuestros defectos y nuestros fallos y pecados personales, nos regocijamos en nuestra realidad más profunda -que somos infinitamente amados y bendecidos- en nuestra humanidad. Para los seguidores de Jesús, encontramos nuestro camino como vivir la visión del Evangelio en las bienaventuranzas, el camino hacia la plenitud de la vida, que se encuentra en el amor, la compasión y la justicia. En nuestros desórdenes espirituales, la gracia siempre está presente, guiándonos a descubrir nuestra identidad como reflejos del Espíritu Santo, Dios, o como nombre o imagen incomprensible, misterio divino que nos impregna a nosotros y a todo ser. Bridget Mary Meehan ARCWP #womenpriestsnow, www.arcwp.org

Artículo del New York Times: comprensión secular del pecado original:

https://www.nytimes.com/2018/05/21/opinion/original-sin-ethics.html?em_pos=small&emc=edit_ty_20180521&nl=opinion -hoy y nl_art = 16 & nlid = 20621639emc% 3Dedit_ty_20180521 & ref = headline & te = 1 
«La doctrina del original el pecado -en versiones religiosas o seculares- es una expresión de humildad, una expresión de una resolución para enfrentar nuestras propias imperfecciones. Al emprender cualquier acto de ese tipo, existe el riesgo. Permitir que el auto-escrutinio requerido en este acto se convierta en autodesprecio. sería debilitante. Pero una doctrina secularizada del pecado original, una autoestima escarmentada, no implica entregarnos a las llamas. Hay mucho para afirmar en nuestro ser dañado y en nuestras vidas dañadas, incluso una especie de dignidad y belleza compartimos nuestra conciencia imperfecta de nuestra propia imperfección y nuestros intentos vacilantes de enfrentarla,y nosotros mismos «.

https://bridgetmarys.blogspot.com.co/2018/05/what-is-good-about-original-sin-by.html?spref=fb

Bergoglio en el laberinto de los abusos


Carlos Lombardi

Otro papa desbordado por el flagelo de los abusos eclesiásticos. Desbordado y cómplice. El caso Barros es para Francisco, lo que el caso Maciel fue para la dupla pontifical encubridora Juan Pablo II / Benedicto XVI.

El caso Barros es la réplica chilena del flagelo mundial de abusos eclesiásticos donde la impunidad, abuso de poder y denegación de justicia para con las víctimas están, también, presentes. Pero acá, Francisco ordenó reiniciar una investigación que él mismo defendió, en especial, respecto a los resultados.

¿Qué fue lo que ocurrió para que el papa argentino ordenara retomarla?

En primer lugar, el estrepitoso fracaso que sufrió en su visita al país trasandino, donde la indiferencia y el repudio público fueron los denominadores comunes. En segundo lugar, en Chile no ocurrió lo que sí pasa en otros países latinoamericanos colonizados mental y espiritualmente por el catolicismo romano, donde la sumisión servil, devoción acrítica y adoración sentimental priman.

1. El narciso clerical herido

Las respuestas del pueblo chileno (también del argentino, cuya presencia «multitudinaria», brilló por su ausencia), calaron hondo e hirieron un componente clave del ADN clerical. Hablamos del desorden narcisista, en palabras de De Paoli.

«A partir del siglo IV el sueño megalómano y la agresividad de Constantino se instalan en la Iglesia. Convencida de tener cromosomas divinos, la élite eclesiástica sólo exige devoción. La diversidad de opiniones es percibida como deslealtad y falta de amor, verdadero delito que el narcisista no tolera» (1).

La falta de amor del pueblo fiel, causó una fuerte indigestión a las sotanas, acostumbradas al trato obsecuente del rebaño, en particular, de la lastimosa clase política, de la que reciben todos sus privilegios jurídicos, legales, económicos y políticos.

La herida se profundizó por la propia demagogia del papa argentino. Ya había tildado de «zurdos» a los católicos de Osorno que habían osado criticar el nombramiento del pederasta Barros. Exigió más pruebas. Pero, cuando le advirtieron la torpeza y el autoritarismo en el que había caído, cambió por el eufemismo evidencias. Y reabrió el procedimiento.

2. Aparentar, esa es la cuestión

«El juego del «parecer» en lugar del «ser» es parte integrante de la dinámica narcisista que impregna gran parte de la vida eclesiástica», sostiene el autor citado. Y en este marco hay que contextualizar la decisión de reabrir el procedimiento y la posterior respuesta de Bergolio a los obispos chilenos.

Todo se reduce a lo institucional, a tratar de salvar la imagen de una organización cuyo modelo monárquico-sacerdotal ha devenido anacrónico, dato que también advierte De Paoli. «La patología mencionada no es un atributo sólo de las personas. Caracteriza también a las organizaciones sociales, donde se encuentra amplificado», y la Iglesia Católica no es la excepción.

¿En qué lugar colocó la iglesia a las víctimas? ¿Por qué sus declaraciones no valieron antes y con el procedimiento nuevo sí? ¿No declararon los padecimientos en ambas oportunidades? ¿Se pensó en evitar la revictimización?

Resurge, claramente, la violencia institucional.

3. El documento del papa: culpas y lazos fraternos con los delincuentes

La lectura general del documento permite destacar el espíritu que lo inspira, es decir, el más puro clericalismo que, paradójicamente, es criticado por el propio Francisco, a punto tal que lo califica de perversión.

El libelo es una primera respuesta a la «renuncia» en bloque de todos los obispos chilenos, calificado de inédito en la historia de la iglesia. Entrecomillamos porque la renuncia no ha sido tal, mucho menos «renuncia indeclinable», sino que el funcionariado clerical puso a disposición de su jefe los cargos que ostentan. Cargos u oficios contrarios al cristianismo primitivo, por cierto.

Ese dato permite iniciar no sólo la lectura en particular, sino destacar el callejón sin salida en el que se metió el propio Bergoglio.

Prescindiendo de la fraseología bíblica empalagosa que es característica de los documentos eclesiásticos, pueden extraerse indicadores de peso, todos denunciados por las diversas redes de sobrevivientes de abusos, a lo largo del tiempo.

Para destacar, en primer lugar, están los reconocimientos, a saber:

Que tomaron diversas acciones (no las menciona), que no han servido de mucho para reparar el daño a las víctimas.

Que quisieron dar vuelta la página rápido para evadir afrontar el flagelo.

La cobardía para no afrontar las responsabilidades, omisiones y dilaciones en el tiempo para tratar el problema.

Carecer del temple, es decir, de fortaleza y valentía necesarias para asumir institucionalmente el problema.

Pensaron que podían seguir adelante sin asumir los errores.

Ninguna novedad hasta acá.

El propio sistema pergeñado por los papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y la mafia de sotanas (denominada Curia), es sostenido por aquellos pilares, en especial, las normas jurídicas canónicas violatorias de convenciones internacionales sobre derechos humanos.

A renglón seguido, manifiesta que escuchó a diversas personas (no las nombra, no dice si fueron víctimas, clérigos o laicos), cayó en la cuenta de la persistencia del problema y decidió crear una comisión cuyo objetivo fue elaborar un diagnóstico lo más «independiente» posible. La Comisión, evidentemente, no fue integrada por personas con pensamiento autónomo ni crítico, ajenas a la institución, sino por cuadros clericales, o laicos clericalizados.

Termina el puntapié inicial del documento con una cita bíblica (Jn 3, 30), para iniciar la reflexión fraterna con los delincuentes.

4. La institución en primer lugar, las víctimas invisibilizadas

El narcisismo institucional salta a la vista. La palabra iglesia se utiliza 20 veces; la palabra víctima, ninguna. Mucho menos, sobreviviente. Sólo se habla de «tantas personas que han sufrido». Luego, con el mismo mesianismo que Bergoglio critica, agrega simbólicamente a la biblia otra categoría de marginados: hambrientos, presos, migrantes y… abusados. Estos últimos ¡creados por su propia iglesia!

El rol que le concede al laicado frente al flagelo es el que el clero siempre le asignó: pasivo, secundario, infantil, ignorante: «… un pueblo sencillo, que confiesa su fe en Jesucristo, ama a la Virgen, se gana la vida con el trabajo, (tantas veces mal pagado), bautiza a sus hijos y entierra a sus muertos; en ese pueblo fiel que se sabe pecador pero no se cansa de pedir perdón porque cree en la misericordia del Padre, en ese pueblo fiel y silencioso reside el sistema inmunitario de la Iglesia» (2).

Dicho de otro modo: destaca a aquellos que tienen la fe del carbonero, es decir, los que no discuten, no piensan, no se quejan, no preguntan, pero tienen fe.

Continúa el papa con la mención de las «perversiones en el ser eclesial». Mesianismo, elitismo, clericalismo y narcisismo, son las que destaca. Nada nuevo.

Son los «valores» que nutren la conducta del clero, desde un cardenal o un párroco. Los mismos que son consentidos por el rebaño de bautizados y que también son cómplices – por omisión – del flagelo.

En palabras de De Paoli, aquellos que para pertenecer a la iglesia admiten ser mantenidos en la «condición de «recién nacidos», carentes de facultades mentales desarrolladas, con las mismas que han sido recibidos y mantenidos en la Iglesia desde el día del bautismo». Integran la fórmula «bautizados-gregarios-insignificantes».

Aquellas perversiones ya habían sido abordadas por Bergoglio años atrás. Las llamó «Enfermedades de la Curia Vaticana», enumerando quince de ellas (3).

5. El núcleo duro del documento: laberinto sin salida

En la última parte del documento, encara la cuestión de los abusos encubiertos por los prelados chilenos.

Brota por los poros algo que las redes de sobrevivientes vienen denunciando hace años: el flagelo continúa enquistado en la estructura, organización y funcionamiento. Las supuestas soluciones no buscan otra cosa que blindar la institución, en desmedro de los derechos de las víctimas. La Iglesia Católica continúa incumpliendo convenciones internacionales sobre derechos humanos.

El cándido pontífice recién ahora cayó en la cuenta que en Chile (y perfectamente puede hacerse extensivo a numerosas conferencias episcopales, en particular, la argentina), tiene colegas que:

Minimizan la gravedad de los hechos y sus denuncias.

Consideran a los abusos como faltas morales, de hombres débiles.

Esos pobres hombres fueron trasladados y acogidos en otras diócesis.

Se les confió cargos diocesanos o parroquiales, con contacto directo con menores.

Graves defectos en la recepción de las denuncias que, en no pocos casos, fueron calificadas de inverosímiles.

No investigación de los delitos denunciados, o nunca investigados.

Graves negligencias en la protección de niños y niñas.

Presiones ejercidas sobre los investigadores canónicos.

Destrucción de documentos por parte de los encargados de archivos eclesiásticos.

Graves problemas en la etapa de formación de sacerdotes en los seminarios.

Numerosas situaciones de abuso de poder, de autoridad, de abuso sexual.

Todos y cada uno de los problemas enumerados por el papa Francisco son hartos conocidos. No sólo las redes de sobrevivientes sino la propia O.N.U. se los advirtieron y señalaron a la Santa Sede. Ninguna novedad.

En el caso de Argentina, pueden encontrarse en todos y cada uno de los casos que la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico asesora, acompaña y contiene.

Es – pues – el sistema de encubrimiento que el papa Francisco avala con más de 50 acciones llevadas a cabo por él mismo y que se aplica a nivel mundial (4).

Párrafo aparte merece la estigmatización – nuevamente – del colectivo gay. En la nota a pie de página (25, pto. 3), dice el papa: «De hecho, constan en las actas de la «Misión especial» graves acusaciones contra algunos Obispos o Superiores que habrían confiado dichas instituciones educativas a sacerdotes sospechosos de homosexualidad activa».

La frutilla del postre es su renuencia – como primera medida – a la remoción de personas culpables de abusos. Sostuvo:

«Recibí con cierta preocupación la actitud con la que algunos de Ustedes, Obispos, han reaccionado ante los acontecimientos presentes y pasados. Una actitud orientada hacia lo que podemos denominar el «episodio de Jonás» […] creyendo que la sola remoción de personas solucionaría de por sí los problemas…» […] «Los problemas que hoy se viven dentro de la comunidad eclesial no se solucionan solamente abordando los casos concretos y reduciéndolos a remoción de personas; esto – y lo digo claramente – hay que hacerlo, pero no es suficiente, hay que ir más allá. Sería irresponsable de nuestra parte no ahondar en buscar las raíces y las estructuras que permitieron que estos acontecimientos concretos sucedieran y perpetuasen».

¿Se opone el papa a la expulsión de los autores de los abusos? No. Relativiza la medida. Sí. Y la condiciona a modificar la estructura – ilegal y contraria al derecho internacional – amparada y sostenida por él mismo.

Estructura que posibilita que no existan en la actualidad espacios eclesiásticos libres de abusadores sexuales y que no se adecua a las exhortaciones realizadas por el Comité de los Derechos del Niño en 2014.

6. Futuras sanciones: otra trampa del sistema

Finalmente, la cuestión de las sanciones. El antijurídico sistema canónico se proyecta, también, a ellas. En este punto, el laberinto presenta encrucijadas preparadas para confundir aún más.

Sabido es que el Código de Derecho Canónico regula una maraña de penas: medicinales, que buscan la enmienda espiritual del pecador, corregirlo y moverlo al arrepentimiento (excomunión, entredicho y suspensión); expiatorias, cuyo objetivo es reparar el daño ocasionado (prohibición de residencia, de ejercicio de actos de potestad, traslados a otros oficios y la expulsión del estado clerical).

También existen remedios y penitencias. Los primeros buscan prevenir los delitos (amonestación y reprensión); las segundas se aplican en lugar de una pena, o para aumentarla (orden de realizar alguna obra de caridad, piedad o religión).

Existen penas de aplicación automática (latae sententiae); otras que se imponen luego de un proceso (ferendae sententiae). Estas últimas son la regla.

La pregunta que cabe es ¿cuál es la pena que les aplicará a los obispos chilenos? ¿Distinguirá entre autores de los delitos y encubridores?

Se llega a un punto neurálgico del sistema de encubrimiento ya que hay dos cánones que sirven de fuentes. Ellos son:

«1341. Cuide el Ordinario de promover el procedimiento judicial o administrativo para imponer o declarar penas, sólo cuando haya visto que la corrección fraterna, la reprensión u otros medios de la solicitud pastoral no bastan para reparar el escándalo, restablecer la justicia y conseguir la enmienda del reo».

«1347. § 1. No puede imponerse válidamente una censura si antes no se ha amonestado al menos una vez al reo para que cese en su contumacia, dándole un tiempo prudencial para la enmienda.

§ 2. Se considera que ha cesado en su contumacia el reo que se haya arrepentido verdaderamente del delito, y además haya reparado conveniente los daños y el escándalo o, al menos, haya prometido seriamente hacerlo» (5).

Se leyó bien. Corrección fraterna, reprensión (regaño, reprimenda), amonestación (poner cara de malo y un tirón de orejas), es lo que primero hacen los obispos (y los papas, incluido Francisco), con los sacerdotes violadores de niños y niñas.

Además, dándole un tiempo prudencial para la enmienda. No hace falta decir que desde el primer tirón de orejas hasta la imposición de la sanción, pueden pasar días, meses, hasta años. Mientras, ¡¡a seguir violando niños, niñas y adolescentes!! Todo es garantizado por la propia institución.

Es por ello que el documento del papa Francisco que comentamos circula por la ancha avenida de la impunidad, el abuso de poder y la denegación de justicia para con las víctimas.

Si se tiene en cuenta que los obispos chilenos no renunciaron, mucho menos de modo indeclinable, sino que pusieron sus cargos a disposición del papa, quien se tomará un tiempo prudencial para sancionar, la encrucijada del laberinto se cierra aún más. La impunidad, también.

¿Qué hará con los abusadores y sus encubridores una vez aceptada la renuncia? ¿Los enviará a un monasterio a rezar, como fue el caso de Karadima, Maciel y Buela? ¿Les dará un reto como una Madre amorosa, permitiendo el contubernio con los juzgadores? ¿Les irá a palmear las espaldas, dando consejos fraternos?

Y a nivel institucional ¿Tendrá el coraje de extender esta conducta transparente a todas las conferencias episcopales? ¿Derogará el secreto pontificio? ¿Extirpará de raíz el sistema delictivo amparado por él mismo, haciendo operativas las exhortaciones urgentes efectuadas por la O.N.U. en 2014?

Finalmente, ¿presentará el último informe de avance en la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño que venció en septiembre de 2017?

  Abog. Carlos Lombardi

Asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina.

Apoderado de la Rete L’Abuso, Associazione italiana vittime di preti pedofili, Italia.

Notas

(1) De Paoli, Luigi, Psicoanálisis del Cristianismo.

(2) Exclusivo: Documento reservado del Papa a obispos revela fallas que descubrió en la Iglesia chilena, en http://www.t13.cl/noticia/nacional/exclusivo-documento-reservado-del-papa-obispos-revela-fallas-descubrio-iglesia-chilena

(3) Estas son las 15 enfermedades de la Curia Vaticana, diagnosticadas por el Papa Francisco, https://www.aciprensa.com/noticias/estas-son-las-15-enfermedades-de-la-curia-vaticana-diagnosticadas-por-el-papa-francisco-64748

(4) Las acciones del papa Francisco que consolidan el sistema de encubrimiento del clero abusador, en https://www.laizquierdadiario.com/Las-acciones-del-papa-Francisco-que-consolidan-el-sistema-de-encubrimiento-del-clero-abusador

(5) Código de Derecho Canónico, en http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P4Y.HTM

https://www.mdzol.com/opinion/795826-bergoglio-en-el-laberinto-de-los-abusos/

Las monjas contemplativas: autonomía en cuarentena?


TRADUCCIÓN NO OFICIAL DEL CATALAN.

Fotografía: parroquia de San Juan de Vilassar de Mar.

(Laura Mor -CR)   Primeras impresiones de la nueva instrucción del Vaticano a la vida religiosa contemplativa femenina. Las comunidades afectadas, como pueden ser las carmelitas, las benedictinas, las cistercienses, las dominicas o las clarisas, entre otros, todavía no han hecho un debate a fondo del documento ‘ Corazón Orans‘. Pero algunas perciben que la nueva legislación les hará perder autonomía.

Las monjas del monasterio de las carmelitas descalzas de Mataró participaron en la consulta previa que hizo el Vaticano a las comunidades de todo el mundo. Fruto de aquellas orientaciones, el Papa Francisco publica en junio de 2016 la constitución apostólica   Vultum dei Quaerere. Y ahora se ha concretado en un texto normativo.

Sorpresa por el asistente religioso

la carmelita   Anna Boj   es priora de las carmelitas de Mataró desde el 2013. Señala la importancia de tener una pauta, una normativa conjunta para la vida contemplativa. Pero reconoce que les ha sorprendido la novedad de las visitas: «Nos ha venido muy de nuevo».

Se refiere a la figura del asistente religioso, que explicita el punto VI del segundo capítulo de la instrucción. «En nuestra federación, en Cataluña, no habíamos querido y nunca se nos había impuesto. Ahora será obligatorio «. Además, dice, «podríamos tener una asistenta, por qué tiene que ser siempre un hombre?».

Boj hace una valoración desde la prudencia. Ahora les corresponde estudiar su aplicación. Pero, a priori, la primera impresión no es muy positiva: «No parece que las normas favorezcan mucho la apertura que habíamos visto con el primer documento del papa Francisco. Esta instrucción de leyes en vez de abrir, cierra «.

mayor control

Una impresión basada en el hecho de que «hay muchos puntos de control». Por ejemplo, con la visita pastoral que pasa a ser regular. Para Boj es un buen mecanismo que puede ayudar a «solucionar problemas cuando desde dentro es muy complicado». La crítica la hace porque «estas medidas se adoptan para todas las comunidades, tengan o no dificultades».

Interpretan que esto les resta autonomía. «Hasta ahora no nos venía nadie de fuera a ver cómo estábamos dentro de casa; no nos hace mucho ilusión «, apunta. «Parecen cosas muy superficiales, de norma y estructura, pero que responden a una concepción teológica de cómo entiendes Dios y la vida espiritual y, y las relaciones humanas y fraternas.»

En el caso particular de las carmelitas, cada monasterio es autónomo. La priora es la máxima autoridad. Hasta ahora, la presidenta federal era elegida en asamblea cada tres años -un mandato que con la nueva instrucción pasa a ser de seis años- y tenía como objetivo «crear más fraternidad». Ahora gana autoridad desde Roma: «Podrá decidir, intervenir, ir y pedir cuentas a una comunidad; y eso no nos hace gracia «.

La priora del monasterio de Mataró diferencia el hecho de que «tenga la facultad de solucionar un problema puntual» -cosa que sí habían pedido- a que se establezcan unas visitas regulares, en el que la presidenta federal irá acompañada del obispo o de un delegado episcopal: «Aquí no estábamos acostumbradas».

Según Anna Boj, el primer texto del papa Francisco,   Vultum dei Quaerere, pedía no juzgar por la diferencia entre institutos de vida contemplativa. «La normativa no debería ahogar», dice.

Desde las carmelitas de Mataró, una comunidad de 15 monjas, han convocado una reunión para comentar con el vicario de los frailes, que consideran sus hermanos. «Pero a ellos no les afecta. Es una normativa para la vida femenina «. El caso contrario no se da. No hay mujeres que asesoren o hagan acompañamiento a una congregación masculina.

«Los frailes tienen un general de la orden y provinciales por regiones o países». El general de los carmelitas no tiene ningún poder jurídicamente sobre las monjas, pero como hermanos colaboran y la relación es muy buena. «Siempre se ha intentado que las relaciones fueran de tú a tú». Un caso que difiere, por ejemplo, de otras congregaciones, como son las monjas cistercienses, que dependen jurídicamente del monasterio masculino de Poblet.

Después de la consulta

«Cuando se nos pidió la opinión hace unos años, nos dimos cuenta de que el sector que quería más apertura era minoritario». Por eso «nos sorprendió positivamente el aire que le daba el Papa Francisco».

Para Boj el Papa Francisco en el primer texto defendió que «se puede ser diversamente plural y que esto sea enriquecedor». Y recomendaba «que cada uno intentara vivir fielmente a lo que le decía el espíritu o la conciencia y que no juzgara a la comunidad de al lado que lo hacía diferente». Un aspecto que ellas reivindicaron durante la consulta: «Pedimos una palabra de autoridad que dijera puede ser diferente y ser igualmente auténtico».

Cada institución tiene su carisma y muchos acentos diferentes. «Sólo en las carmelitas también hay una gran diversidad de interpretación». La realidad de cada país también condiciona: «No tenemos la misma mentalidad aquí que en China».

Clausura y redes sociales

«La famosa clausura, si nosotros la observáramos tal como está establecida, muchas de las salidas que hacemos  deberíamos pedir permiso al obispo y eso no lo hemos hecho nunca.» En el caso de las carmelitas. «Por ley deberíamos dar razón de nuestros movimientos y pensamos que esto, hoy en día, ya no debería ser».

Aplauden las orientaciones referidas a la formación, pero también pone en cuarentena que sea una ventaja poder estudiar desde casa gracias a las nuevas tecnologías: «Antes si te querías formar tenías que salir, ahora no es necesario». Pero no les ha llamado la atención ningún aspecto concreto en el capítulo dedicado a la formación.

Sobre el uso de las redes sociales , Boj reivindica el criterio de cada comunidad a la vez de discernir qué ayuda y qué dificulta la oración. «No se nos debe decir desde fuera internet sí y facebook no ‘o puede mirarlo de día, pero de noche está prohibido». Cree que las pautas que da el nuevo documento «son orientaciones para cualquier colectivo o persona» y que «por ser de vida contemplativa no tenemos más peligro que las otras personas».

Boj encuentra curioso que en relación a la vida contemplativa «siempre se fijan en las cosas que tienen que ver con el contacto con el exterior»: «Como si nos pudiéramos contaminar o no fuéramos capaces de poner un filtro», dice.

Una cuestión que liga a la actualización de la clausura. «Lo que nos gustaría de verdad es acabar sacando la clausura papal, pero eso ya son palabras mayores». Por lo menos, querrían «entenderla de otra manera». Es decir: que no se las defina primeramente como monjas de clausura sino de vida contemplativa. «Es toda una concepción teológica: la clausura puede ser un medio, pero no el fin de nuestra vida».

Desde las carmelitas de Mataró entienden que conviene hacer un replanteo, con perspectiva: «La clausura nos ha llevado más inconvenientes que ventajas: de falta de formación, de conocimiento de la realidad del mundo, de una vida más aislada».

Señala que «hay hermanas que ya se encuentran cómodos y les va bien» o de otras que seguirán haciendo su. Pero también cree que «si realmente algo no te identifica, se debería poder cambiar -… vas con unos escritos que luego no responden a la realidad». En un futuro inmediato prevé «continuar viviendo como la conciencia nos dice que tenemos que vivir» y plantea una duda: «saber si se pondrán muy encima».

 

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