Además de los delitos sexuales, el maltrato verbal y emocional es degradante.
La Croix International staff
Internacional26 de noviembre de 2018
(Foto por Wolfmann )
Una organización que representa a más de 500,000 monjas de todo el mundo ha instado a las hermanas que han sufrido abusos a que denuncien sus denuncias a la policía.
Y la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG) se comprometió a prestarles apoyo moral y práctico para buscar justicia y someterse a una curación personal.
El grupo denunció una «cultura de silencio y secreto» en la iglesia, informó la agencia internacional de noticias Associated Press (AP).
Su declaración fue emitida el 23 de noviembre en vísperas del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, designado por la ONU.
Siguió un escándalo renovado sobre las revelaciones sobre el abuso sexual de monjas adultas por parte de clérigos en diversas partes del mundo.
A principios de este año, AP informó que el Vaticano había sabido durante décadas sobre tales ofensas, pero hizo poco para intervenir.
En su declaración, la UISG no especificó al clero masculino como los únicos agresores.
También ha habido casos de abuso sexual cometido por mujeres contra otras mujeres dentro de las congregaciones.
La UISG se refirió al abuso verbal y emocional, así como al abuso sexual, señalando relaciones de poder desiguales que degradan la dignidad de las víctimas.
«Condenamos a los que apoyan la cultura del silencio y el secreto, a menudo con el pretexto de ‘proteger’ la reputación de una institución o nombrarla ‘parte de la cultura'», dijo el grupo.
Además, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el grupo Voces de Fe que tiene como objetivo reunir a líderes en el Vaticano con la comunidad católica mundial, organizará un foro el 27 de noviembre en Roma para iluminar Las historias de mujeres y monjas que han sido violadas sexualmente por el clero.
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