Laicos: Si el sucesor de Ezzati es extranjero, la señal del papa es categórica.


Publicado: Sabado, 1 de Diciembre de 2018 Autor: Cooperativa.cl

El mundo católico reaccionó luego de que versiones aseguraran que la salida del actual arzobispo de Santiago es inminente.

Laicos: Si el sucesor de Ezzati es extranjero, la señal del papa es categórica

Diversas reacciones y especulaciones han surgido luego de que Austen Ivereigh, uno de los biógrafos del papa Francisco, anticipara la inminente salida de Ricardo Ezzati del Arzobispado de Santiago, y apuntara a un religioso extranjero como su sucesor.

Osvaldo Aravena, vocero de los laicos de Santiago, advirtió que «si (el elegido) es efectivamente una persona extranjera, se da una señal mucho más categórica» por parte del pontífice respecto al clero chileno.

Sería una señal en el sentido de que «el papa ha visto que no hay en Chile quien tenga una coherencia con lo que quiere hacer».

Mostraría una carencia «desde el punto de vista de la confianza para las directrices que está implementando, en términos de, una vez por todas, cambiar esto que ha ocurrido en la Iglesia Católica», reflexionó Aravena.

Voces Católicas espera a «alguien capaz de aunar al clero y co-construir»

Para la presidenta de Voces Católicas, María Paz Lagos, «más que si sea extranjero o sea chileno, (lo deseable) es que sea una persona que conozca la Arquidiócesis de Santiago, y conozca por el dolor que ha pasado la Iglesia chilena«.

Lagos espera un religioso «que sea capaz de aunar al clero santiaguino, que ha estado dividido y tensionado producto de toda esta situación y esta crisis de la Iglesia».

Voces Católicas quiere un arzobispo «capaz de co-construir una Iglesia renovada con los laicos, restablecer las confianzas, de conducir el proceso en los casos que están siendo investigados».

¿Bertomeu?

Guillermo Rosas, sacerdote de la Congregación de los Sagrados Corazones, aseguró no conocer a los candidatos del papa para ocupar el cargo que dejaría Ezzati, pero apuntó a un nombre ya conocido por los chilenos.

«Quién podría ser, no tengo idea, porque me contó hacía meses que había escuchado la especulación de que podrían nombrar a Bertomeu, porque justamente él vino y se interiorizaron de la realidad, claro, teóricamente es posible, pero vaya a saber uno», comentó.

No obstante, plantea ponerse «en el lugar» de Bertomeu: «Uno dice, pucha que es fregadoque lo lleven de arzobispo de una diócesis de un país que uno sólo ha conocido a propósito de una visita especial, como hizo el papa para tratar un asunto particular que son los abusos», comentó.

Experto en Iglesia Católica: «Hay otros nombres sobre la mesa»

Por su parte, el historiador y experto en Iglesia Católica Marcial Sánchez apuntó que, de no tratarse de Bertomeu, «hay otros nombres que están sobre la mesa», reconociendo que este religioso es cercano al papa y trabaja con él, «por lo tanto él sería una sorpresa a estas alturas que llegara».

«No sabemos a ciencia cierta quién habría negado la posibilidad de poder venir, más aún por el momento cuando aparece la carta de (Carlo María) Viganò, donde involucraban al papa con el tema de (Theodore) McCarrick».

Sánchez recordó que bajo esas circunstancias «el papa necesitaba gente cercana», lo que se tradujo en el nombramiento de Charles Scicluna como secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En tanto, según La Tercera es posible que durante diciembre se conozcan los detalles de la investigación eclesial contra el sacerdote Diego Ossa, antes cercano a Karadima.

También puede que se defina la asistencia del obispo castrense y presidente de la CECh, Santiago Silva, al Encuentro Episcopal convocado por Francisco para febrero.

https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/iglesia-catolica/laicos-si-el-sucesor-de-ezzati-es-extranjero-la-senal-del-papa-es/2018-12-01/141032.html

Ivone Gebara: “El feminismo se está satanizando dentro y fuera de la Iglesia”


https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2336635163281211&id=100008042492573 «Tenemos que preguntarnos hoy qué significa ser creyentes y feministas. ¿Creyentes de qué? ¿Feministas cómo?”, interpeló Gebara al auditorio a quienes confesó que “no tiene sentido tanta esperanza puesta en Francisco. Él puede colaborar en denunciar ciertas injusticias, pero el cambio real en la Iglesia solo puede venir desde abajo, nunca desde arriba”.

La teóloga Irene Gebara, en una imagen de archivo

VIDANUEVADIGITAL.COM

Ivone Gebara: “El feminismo se está satanizando dentro y fuera de la Iglesia”“A partir del feminismo, queremos reinterpretar la tradición cristiana y el mundo”. Esta ha sido una de las invitaciones que ha regalado la religiosa.

Pederastia, ¿abuso divino?


Durante años cientos de jerarcas de la Iglesia católica han abusado y violado a miles de niños en todo el mundo, aprovechando el fuero clerical con la complacencia y laxitud de una justicia ordinaria ciega y vergonzosa que apenas comienza a investigar los más horrendos actos de pederastia contra víctimas que han callado y sufrido el infierno enmascarado en una milenaria fe mojigata, abusadora, errónea y peligrosa. Una fe que ha fundado su existencia en demonios imaginarios, cuando los propios demonios cobran vida en carne y hueso de cada sacerdote abusador y de los grandes jerarcas que los encubren, desencadenando el más grande y doloroso episodio de abuso sexual contra niños en nombre de la fe.

La fe ya no se viste de idolatrías a ciegas, la fe ya tiene ojos, los ojos de aterrorizados niños que hoy claman justicia y de adultos que callaron obedeciendo el “secreto de confesión”que sus verdugos hicieron que guardaran una y mil veces, pero que su cuerpos y sus almas hoy gritan para que cese la doble moral de una iglesia indigna.

Es difícil mantener una fe con pederastas como mensajeros de Dios, es difícil creer en una iglesia con un manto que ya no le alcanza ni para encubrir los errores propios, pero más doloroso es aún, que los abusadores sean juzgados por tribunales eclesiásticos conformados por miembros que también han sido acusados de violaciones, jugando a cerrar casos y a imponer irrisorios castigos con traslados a otras diócesis o expulsiones canónicas por actos endémicos que bien podrían llamarse “abusos divinos”.

Nada cambiará radicalmente hasta que exista una verdadera voluntad desde el Vaticano para ordenar que sean develadas todas las investigaciones y sentencias de los tribunales eclesiásticos que siguen estando bajo secreto pontificio.

Ni siquiera existe ley divina que contenga la pasividad, el silencio y el encubrimiento de la Iglesia católica en los casos de pederastia. ¡Oh! Han violado nuestra fe.

Astrid Llano Restrepo. Comunicadora y especialista en gerencia social.

https://www.elespectador.com/opinion/dos-cartas-de-los-lectores-columna-826417

Audaz relectura del cristianismo (29). De machos, hembras y entrambos


El tema del sexo, a juzgar por su permanente presencia en los medios, trae a mal traer a la Iglesia católica actual. Lamentablemente, pasará todavía mucho tiempo hasta que las aguas desbordadas discurran por su cauce natural y el sentido común nos alumbre desde su atalaya. Lo digo porque las declaraciones del flamante recién estrenado secretario de la CEE, Mons. Luis Argüello, en la rueda de prensa del 23.11.18, han sido muy desafortunadas. No me refiero al lapsus anecdótico sobre que los futuros sacerdotes han de ser “enteramente varones”, es decir, machos bien pertrechados o heterosexuales, expresión puntualizada de inmediato ante las lógicas críticas provocadas al precisar que “no puedo ni quiero decir que los varones homosexuales no sean perfectamente varones». Obviemos los matices que caben entre los adverbios que aluden a integridad o entereza, en la primera declaración, y a perfección o totalidad, en la segunda.

Heterosexualidad y sacerdocio

Lo desafortunado a que me refiero es el ejercicio del derecho que se abrogan los dirigentes eclesiales de seleccionar para el sacerdocio solo a los “enteramente varones”, a los heterosexuales. De ser rigurosos en las exigencias de ese derecho, el problema no es que hoy haya pocos sacerdotes, sino que van a quedar todavía menos al verse obligados a prescindir lógicamente de los que no den la talla de la heterosexualidad. Si bien la medida de penalizar y orillar por completo a los pederastas es urgente y ejemplar, prescindir de los homosexuales, ordenados u ordenandos, privaría seguramente a la Iglesia católica de excelentes ministros del Señor. Rizando el rizo, uno puede preguntarse qué pasará con los ordenados u ordenandos que sean pedófilos sin ser pederastas u homosexuales.

En esto, como en todo lo demás, no conviene nunca mezclar churras con merinas ni bascular el agua sucia de la bañera antes de sacar al niño. Lo digo sencillamente porque una cosa son los órganos sexuales de que está dotado el cuerpo de cada cual y otra la orientación sexual, dictada por el cerebro, que es la que impulsa la actividad sexual real del sujeto. De poco sirve que a un supuesto macho (por sus órganos) se le diga que es varón si su cerebro dice que es hembra, en cuyo caso, además de comportarse como mujer, tratará de hacer todo lo posible para que los órganos sexuales recibidos de la naturaleza sean transformados.

Pueblo de sacerdotes

Detengámonos un momento en discernir los elementos integrantes del cirio actual. En lo básico hemos de apreciar que no es lo mismo la Iglesia que los ministros eclesiales, pues aquella está formada por todos los fieles, entre los que hay machos, hembras y entrambos, mientras que estos son los que han recibido el visto bueno de los dirigentes eclesiales para ejercer el ministerio sacerdotal. Es necesario insistir en que tanto los homosexuales como las mujeres heterosexuales son parte de la iglesia, pues no creo que haya ningún dirigente tan puritano que, excluyéndolos del sacerdocio, pretenda expulsarlos, además, de ella.

Por otro lado, no parece buen criterio que los méritos para acceder a un ministerio eclesial sean básicamente físicos u orgánicos, como si, vulgarmente hablando, a uno le dijeran que para acceder al sacerdocio tienes que tener testículos y gustarte las mujeres. Entiendo que el desempeño del ministerio sacerdotal debería depender, más bien, de la conducta del candidato, de su actitud frente a la vida, sin que importe que se trate de un “enteramente varón”, de un homosexual o de una mujer. Lo único que debería importar es que el candidato esté dispuesto a llevar una vida ejemplar y a vaciarse en el servicio sacerdotal. Lo que realmente pone a salvo a un candidato al sacerdocio de convertirse en depredador sexual no son sus gustos en ese campo sino su vocación y su total entrega al servicio de sus semejantes. Tan depravados pueden llegar a ser una mujer como un hombre, un heterosexual como un homosexual.

Además, a mi modesto entender, hay una gran diferencia entre concebir la “misión sacerdotal” como acto de culto o como ministerio ordenado por una institución eclesial. La primera pertenece a todo el pueblo de Dios, que es un “pueblo sacerdotal”. Para la segunda, la animación y dirección del culto, los dirigentes eclesiales deberían elegir solo a los mejores, al margen de su sexo o, mejor dicho, de su orientación sexual. A resultas de lo expuesto, cualquier miembro de un “pueblo sacerdotal” puede celebrar la eucaristía, el rito nuclear del cristianismo, si se convierte esa celebración en el hecho vital de que tanto el celebrante como los asistentes se conviertan realmente en pan que se parte y se comparte. La eucaristía es la Iglesia viva. Celebrar y oír misa sin que cada participante sea al mismo tiempo comida y comensal es un rito vacío que a nada conduce y demuestra lo absurdo del mandamiento de la Iglesia que obliga a “oír” misa los domingos, igual de absurdo que ser invitado a una cena para comportarse en ella solo como espectador pasivo.

Insisto en que, para la misión sacerdotal de animar y dirigir el culto, deberían ser elegidos los mejores sin que tenga relevancia alguna que sean machos, hembras o entrambos. La escasez de sacerdotes actual desaconseja la criba previa que ahora pretende llevarse a efecto por el riesgo de dejar en la cuneta a algunos de los mejores. Marginar a dos tercios de la población como fuente de vocaciones no parece que sea una medida acertada.

Gritos de la humanidad

El papa acaba de proclamar que la Iglesia debe escuchar el grito de la humanidad. Pues bien, clamor popular es hoy que sacerdotes ancianos tengan que ocuparse de varias parroquias y, que haya comunidades cristianas de más de veinte mil fieles. No se puede cargar con tanta tarea a personas tan mayores ni se puede hacer una buena obra de evangelización en parroquias tan grandes. Sería mucho mejor que las comunidades cristianas fueran pequeñas y que al frente de cada una hubiera siempre un líder espiritual que, además, se encargara del culto.

Otro clamor popular es que ya no se puede seguir marginando a las mujeres en lo referente al ministerio del culto y al gobierno de la institución eclesial. Su exclusión está privando a la Iglesia de la mitad de sus fuerzas reales. Es un clamor que se está convirtiendo en grito del Espíritu.

Si la misión sacerdotal se confía solo a hombres heterosexuales, obligados a renunciar al matrimonio, no es de extrañar la alarmante escasez actual. Además, rizando el rizo, uno puede preguntarse para qué diablos necesita la Iglesia varones heterosexuales cuando el celibato obligatorio, impuesto para ejercer el ministerio sacerdotal en occidente, les obliga a inhibir o sublimar su potencia sexual. Además, que los seleccionados sean varones heterosexuales no garantiza en absoluto que sean los menos expuestos a desmanes sexuales, como si el sacerdocio fuera un talismán que inhibiera la pulsión sexual. De buscar esa garantía, lo mejor sería, sin la menor duda, elegir solo a hombres y mujeres felizmente casados que ya tienen legal y dignamente encauzada su actividad sexual. Por otro lado, el celibato obligatorio no se justifica como si se tratara de una exquisitez espiritual para manejar mejor las cosas sagradas, cuando a cualquiera le resulta obvio que tal justificación es una treta para camuflar la auténtica razón de tener a los sacerdotes bien amarrados y libres para poder manejarlos incluso a capricho al no tener cargas familiares.

Elegir solo a los mejores

Como el lector habrá observado, lo dicho cuestiona incluso el contenido de la excusa ofrecida por Mons. Luis Argüello, pues no es cuestión de que los “homosexuales son también perfectamente varones”, sino de que no lo son de ninguna de las maneras, pues quien se siente mujer y actúa como tal es realmente mujer. Subrayemos de paso, como simple curiosidad, que, siendo la orientación sexual lo que determina en última instancia el sexo de un ser humano, la Iglesia católica occidental ha ordenado como sacerdotes a no pocas mujeres al ordenar a homosexuales.

Espero que la sociedad civil no tarde mucho en reconocer a todos los efectos que la auténtica sexualidad de un ser humano viene determinada por su orientación sexual. En los documentos públicos de identidad personal debería hacerse constar la salvaguarda de que el sexo de un individuo, prefijado conforme a sus órganos genitales, pueda ser cambiado sin obstáculo alguno cuando la orientación sexual del sujeto determine otra cosa. Que una persona quiera cambiar de sexo, haciendo que lo que solo es un hombre aparente se convierta en la mujer real que es y viceversa, no obedece a un capricho vicioso sino a una profunda necesidad humana. La administración pública debería prestar todo su apoyo a esos casos.

Quedémonos hoy con que los seres humanos somos como somos y que como a tales debería valorarnos la Iglesia católica (las jerarquías eclesiales). Las exclusiones del ministerio sacerdotal que se han venido haciendo y las que ahora se proponen hacer no conseguirán más que aminorar la fuerza evangelizadora que hay en el seno de la Iglesia. La Iglesia católica haría bien en olvidarse una larga temporada de la sexualidad para centrarse en el vigoroso mensaje de Jesús de Nazaret y buscar a los mejor dotados y posicionados para que ese mensaje produzca su fruto, también en nuestro tiempo, independientemente de que los seleccionados para tal misión sean hombres, mujeres o entrambos. Célibes o casados, con su sexualidad ordenadamente activa o sublimada, los elegidos para el ministerio sacerdotal deben ser seres humanos convertidos en eucaristía, en pan que se parte y se comparte. Solo así podrán celebrarse con dignidad los ritos sagrados y promover la fraternidad evangélica.

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Otras declaraciones desafortunadas

Anteayer, viernes, cuando ya tenía elaborado lo que precede, RD ha publicado una entrevista al papa sobre este tema que me incomoda sobremanera, siendo como soy un ferviente e incondicional admirador suyo. Con el mayor respeto, en aras de la caridad y la justicia debidas a los homosexuales, dejo a continuación constancia de mi malestar.

A la pregunta de si hay límites que no deben tolerarse en la formación de los candidatos al sacerdocio, el papa ha respondido: Evidente. Cuando hay candidatos con neurosis y desequilibrios fuertes, difíciles de poder encauzar ni con ayuda terapéutica, no hay que aceptarlos ni al sacerdocio ni a la vida consagrada. Hay que ayudarlos a que se encaminen por otro lugar, no hay que abandonarlos. Hay que orientarlos, pero no los debemos admitir. Tengamos en cuenta siempre que son personas que van a vivir al servicio de la Iglesia, de la comunidad cristiana, del pueblo de Dios. No olvidemos ese horizonte. Hemos de cuidar que sean psicológica y afectivamente sanos.

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice el papa, pero a condición de que se aplique por igual a homosexuales y heterosexuales, a varones y mujeres, pero me encorajina que aquí se refiera solo a los homosexuales, confundiendo obviamente condición sexual con comportamiento ético. Las neurosis y los desequilibrios fuertes ni se dan en todos los homosexuales ni son exclusivos de ellos. ¡Qué gran despiste! Aunque habla de discernimiento, se queda muy corto al mezclar sexualidad y conducta impropia. Lo dicho demuestra que está condicionado por el arraigado prejuicio de valorar a los homosexuales prácticamente como enfermos psíquicos o depravados morales. Solo pensarlo resulta deprimente y humillante, pues ellos no son ni lo uno ni lo otro.

Desde luego, la Iglesia institucional puede elegir a los ministros que quiera, pero, al obrar de la forma que se propone, sus dirigentes son responsables de dejar en la cuneta a candidatos que podrían ser excelentes sacerdotes y religiosos. Si de todos son conocidos, sin que nadie se escandalice o se rasgue las vestiduras por ello, los muchos homosexuales españoles que hoy ejercen de forma competente y digna responsabilidades públicas en la política, en la empresa, en el mundo artístico y en los medios de comunicación, ¿por qué han de ser excluidos los que quieran hacerlo en la Iglesia si están dispuestos, como deben estarlo también lo heterosexuales, a aceptar las condiciones que ello requiera? Si la sociedad civil ha asumido con absoluta normalidad el hecho natural de la homosexualidad, cuanto más tarde en hacerlo la Iglesia católica tanto peor para ella.

http://blogs.periodistadigital.com/esperanza-radical.php/2018/12/02/audaz-relectura-del-cristianismo-29-de-m

Asamblea Presinodal en Manaos insiste en una Iglesia más ministerial y femenina


Si hay algo en lo que el Papa Francisco está insistiendo dentro del proceso del Sínodo para la Amazonía es en la necesidad de escuchar las voces de los pueblos, los clamores que vienen de la base. Todo eso está siendo recogido en diferentes niveles, que van desde los encuentros en pequeños grupos a aquello que la Secretaría del Sínodo llama Asambleas Presinodales. Una de estas asambleas ha tenido lugar en Manaos, de 30 de noviembre a 2 de diciembre, reuniendo representantes de las nueve circunscripciones eclesiásticas do Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – CNBB.

Como señalaba en una carta enviada por el Cardenal Baldesseri, Secretario del Sínodo, al Arzobispo de Manaos, Monseñor Sergio Castriani, con motivo del encuentro, “las Asambleas Territoriales nos ayudan en todo el territorio de la Amazonia a participar activamente en la preparación del Sínodo Pan-Amazónico”, insistiendo en no olvidar que “el objetivo del Sínodo Pan-amazónico es la evangelización de los pueblos de los territorios pan-amazónicos, con especial atención a los pueblos indígenas, a la salvaguarda de la Creación y al actual y urgente tema de la ecología integral”.

El Sínodo para la Amazonía se está convirtiendo en algo que, más allá del resultado final, que debe aparecer en la exhortación apostólica postsinodal, está provocando que surjan nuevas actitudes prácticas a ser asumidas por la Iglesia católica en la región. De hecho, como reconoce Baldisseri en su carta, “estoy seguro de que las respuestas al cuestionario, fruto del trabajo y del discernimiento de estos días, serán muy útiles para su Archidiócesis y toda la región amazónica”.

Monseñor Mario Antonio da Silva, Obispo de Roraima y Presidente del Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – CNBB, ha reconocido en la Asamblea que “la sinodalidad es algo que nos lleva a caminar juntos, a identificar los peligros y lo que el pueblo necesita”. De hecho, ésta es una actitud que le gusta a Jesús, quien en el Evangelio siempre alabó al grupo de los discípulos cuando éstos caminaban juntos, en la misma dirección.

La importancia de esta dimensión de un caminar común, también fue destaca por Mauricio López, Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, quien insistía en la dimensión pan-amazónica del Sínodo, destacando el tradicional papel profético de la Iglesia latinoamericana como defensora de los pobres. En sus palabras, definía el Sínodo como un kairós, un tiempo de gracia, resultado de la misión de la Iglesia en la Amazonía. En ese sentido, el Secretario Ejecutivo de la REPAM, mostraba que la Iglesia no puede continuar caminando aislada ante los desafíos contra la vida que están apareciendo en el horizonte. De hecho, las fuerzas del mal están juntándose, lo que exige una unión eclesial.

Mauricio López veía tres dimensiones presentes en el Sínodo para la Amazonía, definiéndolo como proceso, que genera posibilidades, acontecimiento, pues es la primera vez en que el pueblo está siendo escuchado, y herramienta, que ayudará a recoger las voces proféticas amazónicas.

En Brasil el Sínodo se desarrolla dentro de un contexto eclesial y político un tanto conturbado. En ese sentido, Monseñor Ionilton Lisboa de Oliveira, Obispo de Itacoatiara, al hacer un análisis de la coyuntura eclesial, destacaba que, a nivel mundial, la Iglesia católica vive un tiempo de gracia con el Papa Francisco, pero a nivel local, los ataques a la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil y a las Pastorales Sociales, deben llevar a la propia Iglesia a reflexionar sobre una situación que pone de manifiesto que la Iglesia de Brasil, en las últimas décadas, se fue concentrando en las actividades internas y apartándose de lo externo, hasta el punto de que cada vez es más difícil juntar gente en las actividades de cuño social, algo que repercute en los propios medios de comunicación católicos brasileños, donde lo social no forma parte de las pautas de información.

Esta dimensión también era abordada por la profesora Ivania María Carneiro Vieira, al hacer el análisis de la coyuntura sociopolítica, quien se preguntaba con quién, cómo y por qué se comunica la Iglesia católica. La profesora de Universidad Federal del Amazonas partía de un texto de 1991, “Amazônia busca de alternativas”, con el que pretendía demostrar que después de casi treinta años, las problemáticas presentadas en aquel momento, no cambiaron, sólo aumentaron.

En ese sentido, basada en estadísticas, mostraba que un alto porcentaje de católicos votaron en Bolsonaro y que ahora es momento de asumir las consecuencias de eso, que se manifiesta en propuestas extremamente perversas. Resultaron proféticas las palabras de Deolinda da Silva, indígena del pueblo macuxi, quien afirmaba que están de pie, juntos en la lucha, frente a los ataques del futuro Presidente. Según Ivania Vieira, el mercado es el que marca los destinos de nuestra vida.

Ella reflexionaba sobre el papel de la mujer en la Iglesia católica, cuestionando la falta de reconocimiento, algo que debe ser cuestionado en la región panamazónica, donde las mujeres garantizan la presencia de la Iglesia y son la posibilidad de que la Iglesia asuma un rostro amazónico. Desde esa perspectiva, la profesora se preguntaba el por qué la Iglesia amazónica insiste en mantenerse patriarcal y romana, todavía más si tenemos en cuenta que las mujeres son las columnas de la Iglesia católica.

La Asamblea ha recogido las aportaciones llegadas desde las diferentes circunscripciones eclesiásticas, que siguiendo las preguntas del Documento Preparatorio, han respondido a las preguntas elaboradas por la Secretaría del Sínodo, a partir del esquema ver, juzgar y actuar. Es precisamente esta dimensión práctica la que ha despertado mayor interés, pues lleva a reflexionar sobre el modelo de Iglesia que puede surgir a partir del Sínodo, que quiere hacer realidad nuevos caminos para la Iglesia.

Los participantes de la Asamblea han querido dejar claro que la Iglesia de la Amazonía se sueña osada, profética, dialogal, inclusiva, pobre, solidaria, mística, en salida. Una Iglesia que quiere expresarse en una liturgia y sacramentos inculturados, que asimilan las culturas, que da valor a la religiosidad popular y mariana y promueve el diálogo interreligioso, desde la escucha y la teología indígena. Una Iglesia profética, que promueve nuevos paradigmas de comunicación, que tiene como pauta los pueblos de la Amazonía, que actúa en red y busca repercusión de la vida de la región.

La Iglesia de la Amazonía quiere promover el protagonismo social y eclesial de los laicos, que quieren ser formados, de las mujeres, para las que se pide que puedan participar del ministerio ordenado y de las instancias de decisión, de los actores nativos, de la Vida Religiosa y misioneros, de quienes se espera disponibilidad, osadía y perseverancia, capacidad de acogida y de diálogo intercultural, levedad estructural e incremento de la vida de las comunidades. Junto con eso, es una Iglesia que insiste en la ministerialidad, incrementando los ministerios existentes, promoviendo el diaconado permanente y las diaconisas, el ministerio de la presidencia eucarística, para hombres y mujeres, y los ministerios a partir de las culturas locales.

Muchos de estos elementos han sido recogidos en una carta, con la que la Asamblea Presinodal ha querido hacer partícipe a toda la Iglesia del Regional de lo que está siendo vivido y reflexionado dentro del proceso sinodal, que es un nuevo instrumento que quiere que la Amazonía no tenga fin. Todo ello ha sido confiado en las manos de los obispos presentes, que serán delegados sinodales, a quienes la Asamblea ha enviado como portavoces de toda la vida encerrada en la Tierra Sagrada Amazónica y en los pueblos que la habitan.

Carta de la Asamblea Pre-Sinodal del Regional Norte 1

«No importa lo que donas: es tiempo de avanzar de manos dadas con quien va en el mismo rumbo.»
Thiago de Mello

Como Iglesia del Regional Norte 1, Amazonas y Roraima, nos reunimos, en el Centro de Entrenamiento de Líderes Maromba, en Manaus, en camino sinodal, con la presencia de laicos y laicas, diácono, sacerdotes, religiosos y religiosas, obispos, representando todas las diócesis de la Regional. El Sínodo es una gran luz que el Papa Francisco encendió para hacer pequeñas luces en nuestra realidad Amazónica. En este camino, muchos signos de Dios vienen siendo colocados como marcos, para indicar la dirección a seguir.

El Sínodo es un tiempo de gracia, un kairós, que nos convoca a elevar nuestras voces, a dar las manos y seguir, siempre creyendo que es el Señor que nos convoca a ser «sal de la tierra» (Mt 5,13). El Sínodo es un proceso que genera posibilidades, un acontecimiento que promueve la escucha y una herramienta que ayuda a recoger las voces proféticas de los pueblos de la Amazonia, en una Iglesia llamada a cuidar la forma, el contenido de su comunicación y reconocer el papel de la mujer, en una sociedad dominada por el mercado, por los grandes proyectos, donde se vislumbran propuestas extremadamente perversas.

A partir de la síntesis de la amplia escucha realizada, éste fue un tiempo para dejar que tanta riqueza pasara por el proceso de decantación. Junto a los pueblos de nuestro Regional, soñamos con una Iglesia osada, dialogal, inclusiva, pobre, solidaria, mística, en salida. Una Iglesia que quiere expresarse en una liturgia y sacramentos inculturados, que asimila las culturas, da valor a la religiosidad popular y mariana, promueve el diálogo interreligioso, desde la escucha y la teología indígena. Una Iglesia profética, que promueve nuevos paradigmas de comunicación, con pauta en los pueblos de la Amazonia, que actúa en red y busca repercutir la vida de la región.

Queremos una Iglesia que promueva el protagonismo social y eclesial laical, de las mujeres, de los actores nativos, de la Vida Religiosa y misionera, de quienes se espera disponibilidad, osadía, perseverancia, capacidad de acogida, diálogo intercultural, ligereza estructural e incremento de la vida de las comunidades. Una Iglesia que insiste en la ministerialidad, con los ministerios existentes, promoviendo el diaconado permanente y diaconisas, el ministerio de la presidencia eucarística, para hombres y mujeres, y los ministerios a partir de las culturas locales.

Que Nuestra Señora de la Amazonía, reina de las luces y de las flores, nos dé juicio y sabiduría, para proteger nuestra tierra, nuestra gente, para que la Amazonia no tenga fin.

Manaus, 02 de diciembre de 2018.

http://blogs.periodistadigital.com/luis-miguel-modino.php/2018/12/02/asamblea-presinodal-en-manaos-insiste-en

Papa Francisco: Vivir el Adviento es «optar por lo inédito» con Dios


Redacción ACI Prensa1

El Papa Francisco recibe en audiencia a diócesis italianas este 1 de diciembre. Foto: Vatican Media.

El Papa Francisco recibe en audiencia a diócesis italianas este 1 de diciembre. Foto: Vatican Media.

El Papa Francisco aseguró hoy que “vivir el Adviento es ‘optar por lo inédito’, por lo nuevo, es aceptar el buen revuelo de Dios y de sus profetas”, y alentó a los cristianos a ser «atrevidos» al soñar.

En su audiencia con cerca de 6.500 peregrinos de las diócesis italianas de Ugento-Santa Maria di Leuca y de Molfetta-Ruvo-Giovinazzo-Terlizzi, el Santo Padre señaló que “el que se entristece se queda solo, habla mal de todos, chismorrea aquí y allá. Tiene el corazón triste”.

“El chismoso, la chismosa, tienen el corazón triste”, dijo, y “el que se entristece se queda solo, no tiene amigos y ve únicamente problemas; ve solamente el lado oscuro de la vida. Quizás todo es hermoso, todo blanco, todo luminoso, pero él o ella ven la mancha, ven la sombra, lo negativo”.

“A veces, cuando encuentro personas así, que viven siempre tristes y criticando, pienso ¿Pero que tienes en las venas, sangre o vinagre?”, cuestionó.

Ante esto, el Papa alentó a dejar de quejarse, y en lugar de caer en la tristeza pidió “hacer lo contrario: consolar, ayudar”.

El Santo padre recordó que “esta noche comienza un tiempo de consuelo y esperanza, el tiempo de Adviento: comienza un nuevo año litúrgico, que trae consigo la novedad de nuestro Dios, que es el ‘Dios de toda consolación’”.

“Hemos nacido para estar con el Señor. Cuando dejamos entrar a Dios, llega la novedad verdadera. El renueva, desplaza, siempre sorprende: es el Dios de las sorpresas”.

“A mí me gusta pensar en San José. Él, un hombre bueno, se durmió y le cambiaron los planes. Se durmió otra vez y le volvieron a cambiar los planes. Va a Egipto, se duerme otra vez, y regresa de Egipto. ¡Que sea Dios el que nos cambia los planes con nuestra alegría!”.

El Santo Padre señaló que “es hermoso esperar la novedad de Dios en la vida: no vivir de esperas, que quizás no se hagan realidad, sino vivir en espera, es decir, desear al Señor que siempre trae novedad. Es importante saberlo esperar”.

Además, destacó, “los cristianos estamos llamados a preservar y difundir la alegría de esperar: esperamos a Dios que nos ama infinitamente y, al mismo tiempo, somos esperados por Él. Vista así,  la vida se convierte en un gran noviazgo”.

“Si tú lo echas, el Señor se queda a la puerta, esperando, a la espera de que lo dejes entrar otra vez. No echemos nunca al Señor de nuestra vida. Él está siempre esperando estar con nosotros”.

“Si el miedo te hace tirarte al suelo, el Señor te invita a levantarte. Si la negatividad te empuja a mirar hacia abajo, Jesús nos invita a dirigir nuestra mirada al cielo, de donde vendrá. Porque no somos hijos de miedo, sino hijos de Dios”, dijo.

El Papa aseguró que “el Señor nos llama a cada uno de nosotros a salir al mar abierto. No quiere que seamos los revisores del muelle ni a los guardianes del faro, sino  los navegantes confiados y valientes, que siguen las rutas desconocidas del Señor, lanzando las redes de la vida sobre su palabra”.

“Una vida ‘privada’, privada de riesgos y llena de miedo, que se protege a sí misma, no es una vida cristiana. Es una vida sin fecundidad”.

“No estamos destinados a sueños tranquilos, sino a sueños atrevidos”, señaló.

¿Es Dios quien prohíbe el sacerdocio de las mujeres?


Published on domingo, 2 diciembre (2018)SHARE

Una clase en un colegio religioso concertado / Mario Rojas

Yolanda Alba | Periodista y escritora. Autora del libro Sacerdotas

Sacerdota es una palabra que fue propuesta y defendida por el periodista Haro Tecglen que admiraba la valentía anglicana de adecuarse a la época: “He escrito sacerdotas por no escribir sacerdotisas, que en España es un término reservado a las servidoras de las divinidades y los templos gentílicos (ojo, no confundir con gentilicios); pero sacerdote no tiene femenino. La Academia siempre ha sido hija amantísima de la Iglesia, y siempre ha tenido dignidades eclesiásticas para que, precisamente, definieran su propio vocabulario”La situación de inferioridad de las mujeres y su marginación del poder en casi todas las creencias me hace afirmar que las religiones son hoy auténticos templos de la no-paridad.

Incluso Miguel Ángel, rompiendo esquemas y prejuicios ideológicos de su tiempo, había pintado en la cúpula de la Capilla Sixtina el Altar del Sacrificio de Noé con tres mujeres ejerciendo funciones sacerdotales, siglo tras siglo inconmovibles ellas ante las miradas de visitantes, papas y autoridades eclesiásticas. También fuentes arqueológicas y epigráficas testifican casos de sacerdocio femenino (sepulcros con inscripciones: presbíteras y obispas), al igual que otras referencias en las comunidades cristianas primitivas: cartas y epístolas de obispos y papas que testimonian la presencia de mujeres presidiendo la liturgia cristiana (s. IX, obispo  Vercelli: “estas mujeres que eran llamadas presbíteras asumieron las funciones de predicar, dirigir y enseñar”), práctica extendida durante los 9 primeros siglos (especialmente en la Iglesia de Oriente) que muestra que los ritos y la ordenación del diaconado era idéntica en lo esencial para hombres y mujeres.

Apelando a esta tradición, crecen hoy las demandas reiteradas de movimientos que claman que otro mundo es posible desde la cordura justa donde las religiones puedan ser sal y fermento transformadores con su potencial de ética. Y hasta al mismo cielo llegan también lasreivindicaciones de cristianas feministas a favor de la ordenación sacerdotal de las mujeres. Con este propósito, la Red Internacional de organizaciones ecuménicas para la Ordenación de Mujeres Católicas en el Mundo (WOW) había organizado en 2001 el Congreso Internacional de Dublín, dado que en otras iglesias cristianas las mujeres sí están teniendo acceso a todos los ministerios y existen ya obispas y primadas (la de Londres y la de Suecia).

Todo ello ha potenciado que las opiniones a favor del sacerdocio femenino se multipliquen desde hace tiempo en el seno de la Iglesia Católica pero la reacción vaticana ante esas decisiones ha sido negativa. Teólogas feministas, que honran a su religión pero no la idolatran, han protagonizado declaraciones donde “se sueltan la toca”, como Teresa Forcades (monja, doctora en medicina, graduada en Teología en Harvard y que pasó por la política), quien opinaba con contundencia: “La Iglesia católica a la cual pertenezco, la mía, es patriarcal y misógina y reserva a las mujeres un papel secundario caracterizado por la sumisión y el servicio”.

LA CURA CATÓLICA CHRISTINA MOREIRA 

Precisamente en nuestra costa atlántica, Christina Moreira, la primera mujer católica (apostólica y romana) que llegó al sacerdocio, ejerce en una comunidad gallega su condición de mujer ordenada como cura: “Formo parte de la Asociación internacional de Presbíteras Católicas ARCWP cuyo fin es ordenar diaconisas, presbíteras y obispas católicas dentro del rito y la tradición romana. Esto conlleva un quehacer práctico y teológico por renovar los ministerios y la eclesiología; adelantamos evoluciones que nuestra querida pero anciana y lenta Iglesia irá haciendo tal vez, pero que a nosotras se nos antojan urgentes…”.

De momento es la única española que ha sido ordenada presbíterarespetando la sucesión apostólica (lo que quiere decir ‘ordenada por un obispo’),  desobedeciendo el derecho canónico (canon 1024) que establece que sólo un hombre puede celebrar la eucaristía: “Para ser presbítero te tiene que ordenar alguien que haya seguido la línea de los apóstoles, es decir: que fuera ordenado por Pedro, primero, o por el resto de los apóstoles. Y así sucesivamente. Y nosotras hemos seguido esa línea”. Ordenada por una mujer que sí está en la sucesión apostólica (en Florida, 2015, por la obispa Bridget Mary Meehan) la presbítera Moreira ejerce su ministerio sin inhibición, sirviendo con dignidad absoluta, soportando miradas de incomprensión, de perplejidad o las preguntas impertinentes que jamás se harían a un varón. Pero ella habla de bendiciones, de certezas y de ‘Amor a Dios’: “Mis compañeras y yo vivimos ya en un nuevo paradigma y estamos avanzando con nuestras comunidades”.

Esta mujer (gallega nacida en Francia) es una persona brillante intelectualmente, políglota, vanguardista, dedicada a su función y con rigurosa formación religiosa (último año de licenciatura en Teología católica). Es un placer intelectual intercambiar opiniones y hasta discutir sobre el sexismo en el lenguaje con la cura católica, a quien precisamente no le gusta la expresión ‘sacerdota’ ni siquiera la de sacerdote: “No quiero que me llamen sacerdote porque no lo soy, no tengo templo, yo soy cuidadora ​de la comunidad, es decir: soy cura, simplemente, como mis compañeras de la Asociación de Presbíteras Católicas, apóstola de Cristo y continuadora de la tradición. Mi función es la de cura, y en esa función mi género o mi sexo no se requieren. La función se ejerce independientemente que uno sea varón o mujer”.  Ella y sus compañeras prefieren definirse como presbíteras ya que en realidad es el término bíblico. Comprometida con varias causas (el feminismo, la defensa de los grupos minoritarios y excluidos) “Practico tanto como puedo la inclusividad absoluta y la acogida respetuosa y amorosa en el marco de una pastoral circular de iguales, pauta identitaria de mi comunidad ARCWP”.

RABINAS, IMANAS, PASTORAS…

Hoy ya en muchas religiones las mujeres han logrado un ascenso en los niveles jerárquicos: casi 300 rabinas en todas las ramas del judaísmo,1.800 pastoras en la Iglesia Unida de Cristo, 3000 mujeres ordenadas en la iglesia presbiteriana, 1.000 ministras episcopales y 1.429 clérigas luteranas en USAO Sherin Khankan, imana, fundadora de la mezquita Mariam en Copenhague, quien sólo lleva el velo para rezar y dirigir el salat, y que se define como una líder religiosa moderna y flexible que predica una relectura del Corán y que quiere “contestar las interpretaciones patriarcales del Islam, demostrando que es posible practicarlo y al mismo tiempo ser miembro de una sociedad democrática”.

Este ejemplo innovador del feminismo islámico como movimiento centrado en el mensaje de su libro, es realizado por personas musulmanas dotadas del conocimiento lingüístico y teórico necesario para desafiar las interpretaciones integristas, y ofrecer lecturas alternativas. Su argumento es que el Islam ha sido interpretado a lo largo de los siglos de un modo primitivamente patriarcal y misógino“El espíritu como la letra del sagrado Corán han sido distorsionados y es preciso, en el contexto de las sociedades plurales del siglo XXI, un retorno a las fuentes igualitarias de la religión mahometana”.

Otras activistas están llevando a cabo protestas, rezos, cultos y liturgias subversivas contra la falocracia religiosa, para dejar en evidencia el arraigadísimo sexismo de sus instituciones: una ciudadana israelí detenida por una acción para que las mujeres judías puedan rezar en voz alta en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén al igual que lo hacen sus correligionarios varones. O Kate Kelly, quien recibió la excomunión tras fundar el movimiento “Ordain Women” para defender el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad en el seno de la Iglesia mormona. Tal vez asistimos hoy a una cierta extinción de la desigualdad histórica que existe en las creencias desde finales de la Edad del Hierro. ¡Ojalá, Insh’Allah, Amén! algún día (¡el dios Progreso lo quiera!) acabe el androcentrismo en el que la civilización humana se halla inmersa (ergosus religiones).

Evidentemente, el Gran Espíritu (léase Ser Supremo, Mater Natura, Creador, Gran Arquitectura del Universo, Diosa Madre, Realidad divina, Wakan Tanka, Dios…) “ha creado” a mujeres y a hombres iguales en dignidad y no es quien considera a las mujeres menos espirituales que a los varones, ni con desiguales derechos. Definitivamente, no es dios quien prohíbe a las mujeres el acceso al sacerdocio o a las funciones de dirección ritual en las religiones, sin duda es mucho más feminista que los cleros, arzobispados, imanatos, ayatolatos, papados y popados que dicen representarlo en la tierra. Pero todo es susceptible de cambiar, de evolucionar. Retos más difíciles se han conseguido. También  en otras épocas históricas las religiones se vieron obligadas a contextualizarse, a colocarse en un nuevo tiempo, a reelaborarse culturalmente.

TESTOSTERONA Y PEDOFILIA, SÍ. MUJERES SACERDOTES, JAMÁS

La jerarquía kyriarcal vaticana no debe seguir discriminando a las mujeres y culpar a Dios por ello, quienes niegan a las mujeres la plena participación en el liderazgo de la iglesia moderna, basándose para ello en la enseñanza y en la praxis de Jesús y de la iglesia primitiva, están sencillamente equivocados. La feligresía católica está concienciada sobre la necesidad de abrir la Iglesia a las mujeres en igualdad de condiciones, al igual que otras iglesias cristianas la gozan: el 80% de los católicos europeos estaría dispuesto a recibir mujeres sacerdotes y hacer realidad la propuesta igualitaria de Jesús. Hoy hay mujeres católicas que quieren ser sacerdotas, párrocas, capellanas, curas, chantres…

El Vaticano no traga, pero lo hará. Los tiempos cambian y la igualdad acabará socavando la falsa fortaleza del dogma. Al igual que ocurrió con monjas como Hildegarda de Bingen, Catalina de Siena o Teresa de Ávila, mujeres que gozaron de una autoridad carismática sin precedentes. Es bien cierto que en el terreno de la mística las mujeres mostraron mayor imaginación y creatividad que los hombres. ¡Ahh, a ello tienen miedo los sumos sacerdotes, gruesos y pomposos patriarcas bajo palio!: a perder el monopolio del poder que ejercen en la administración de la palabra y el sacramento (en griego misos puede interpretarse como miedo).

Por esa misoginia las mujeres fueron consideradas seres inferiores e incompletos, fuentes continuas de seducción e impuras por la menstruación: ¿cómo se les podía conferir el liderazgo que implica el sacerdocio? ¿Cómo ellas iban a tocar objetos sagrados como el cáliz y la patena, o distribuir la santa comunión (prohibiciones contenidas en el Código de Derecho Canónico promulgado en 1917 y vigente hasta 1983)? Pero por supuesto sí estaban preparadas para lavar, planchar y almidonar el mantel de los altares, o servir al clero kyriarcal como criadas…  ‘carne’ y cuerpo para ser abusadas y violadas. Ellas son impuras pero ellos (limpios y puros como las patenas) curas pedófilos y violadores, según recientes acontecimientos sacados por fin a la luz y sancionados con imputaciones. Pedofilia ad nauseam sí, abuso sexual sí, pero mujeres sacerdotes jamás…

Cederán: el devenir histórico les obligará (y la presión imparable de las propias católicas, laicas y religiosas). Las dóciles monjas de antes tienen hoy estudios universitarios y programas en tv, o escriben libros con recetas del convento; las abadesas pueden ser doctoras en teología o analistas de sistemas informáticos… La Iglesia precisa un aggiornamento,necesario además ante la escasez de vocaciones masculinas en los seminarios y de los pueblos que se quedan sin curas. ¿Llegarán los monseñores de la curia a pensar cuanto se enriquecería la Iglesia con el ingreso de mujeres al sacerdocio? La irrupción de las mujeres en las jerarquías eclesiásticas y en la dirección de los rituales de los templos, sinagogas, iglesias y mezquitas es la última posibilidad de resucitar unas religiones infinitamente más apasionantes, más humanas, más lúdicas.¿”Sacerdotas”? Definitivamente sí. Dios, el Incognoscible, no fue, ni es, ni será el que se lo impida.

https://www.atlanticaxxii.com/es-dios-quien-prohibe-el-sacerdocio-de-las-mujeres/

CLAR: Religiosos latinoamericanos denuncian que «todo abuso es fruto de una relación asimétrica de poder»


LA CLAR EXPRESA EN UN SEMINARIO EN BOGOTÁ SU «VERGÜENZA Y TRISTEZA» POR LA PEDERASTIA

Se comprometen a «poner a las víctimas al centro» en aras de construir «un nuevo modo de ser Iglesia»CLAR, 01 de diciembre de 2018 a las 21:33  

Las heridas de los abusosRELIGIÓN | AMÉRICA

Nos sentimos llamados a acoger el dolor de las víctimas, a acercarnos a su realidad, igual que cuando nos acercamos a la Cruz para contemplar a Jesús como víctima y para reconocerlo en sus rostros

(CLAR).- La Confederación Latinoamericana de Religiosos, realizó en días pasados el Seminario Continental sobre Cuidado y Protección de Menores con el fin de colaborar en la formación y acompañamiento de comisiones de protección de menores a nivel de las Conferencias Nacionales y las Congregaciones Religiosas.

En el Seminario se primó el diálogo abierto y sincero, en donde se pudieron manifestar las preocupaciones y dificultades que se experimentan en este servicio, para construir juntas y juntos líneas comunes de carácter intercongregacional.

La CLAR quiere impulsar procesos de sensibilización y profundización por parte de las Conferencias Nacionales y las Congregaciones Religiosas, con miras a crear espacios sanos y seguros para los menores y personas vulnerables.

CONFEDERACIÓN CARIBEÑA Y LATINOAMERICANA DE RELIGIOSAS/OS – CLAR

SEMINARIO CONTINENTAL SOBRE CUIDADO Y PROTECCIÓN DE MENORES

Bogotá – Colombia, 20 a 23 de noviembre de 2018

MENSAJE FINAL «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12, 26)

En la ciudad de Bogotá nos encontramos religiosas, religiosos, sacerdotes diocesanos y laicos. En total, 76 participantes de 19 países desde EE.UU. hasta Chile. Han sido cuatro días, del 20 al 23 de noviembre de 2018, en los que disfrutamos del compartir fraterno, de ser una Iglesia que camina, reflexiona, ora y crece desde las raíces del Reino.

La CLAR nos convocó bajo el lema, «Salgamos aprisa al cuidado de niñas, niños y adolescentes».

Mensaje Final del Seminario Continental sobre Cuidado y Protección de Menores

En la ciudad de Bogotá nos encontramos religiosas, religiosos, sacerdotes diocesanos y laicos. En total, 76 participantes de 19 países desde EE.UU. hasta Chile. Han sido cuatro días, del 20 al 23 de noviembre de 2018, en los que disfrutamos del compartir fraterno, de ser una Iglesia que camina, reflexiona, ora y crece desde las raíces del Reino. Leer aquí:http://clar.org/assets/semcpm_mensajefinal.pdf

https://www.periodistadigital.com/religion/america/2018/12/01/religion-iglesia-america-clar-religiosos-latinoamericanos-denuncian-abuso-sexual-fr

Charla del ex sacerdote, foro moderado para centrarse en la crisis católica


Por Jay Tokasz | Publicado 30 de noviembre de 2018 | Actualizado 30 de noviembre de 2018C

Dos próximos eventos separados, una charla del ex sacerdote el domingo y un foro patrocinado por la parroquia el lunes, tratarán la crisis de abuso sexual del clero en la iglesia católica y la Diócesis de Buffalo.

Roy Bourgeois, retirado del sacerdocio católico por su apoyo abierto a la ordenación de mujeres, discutirá «Crisis en la Iglesia Católica: Clericalismo o el Evangelio», a las 3 pm del domingo en el Centro para el Mañana en el Campus Norte de la Universidad en Buffalo Amherst.

Bourgeois, sacerdote de la orden de Maryknoll por más de 40 años, fue destituido del sacerdocio en 2012 después de que rechazó una orden del Vaticano para retractarse de su participación en una misa de ordenación de 2008 para una mujer de Lexington, Kentucky. El Vaticano determinó que su apoyo a la ordenación de mujeres fue causa de «grave escándalo».

Bourgeois respondió diciendo: «cuando los católicos escuchan la palabra ‘escándalo’, piensan en los miles de niños que han sido violados y maltratados por sacerdotes católicos, no por la ordenación de mujeres».

Y el lunes, la Iglesia de la Universidad de St. Joseph en 3269 Main St. será el anfitrión de «Reconstruir mi casa: Avanzando con fe juntos», una discusión moderada que presenta los puntos de vista de un historiador de la iglesia, un psicoterapeuta, un periodista y otros sobre cómo abordar la crisis de abuso. y cómo ha sido mal manejado por los líderes de la iglesia. El foro se desarrollará de 7 a 8:30 pm.


Jay Tokasz : Jay Tokasz forma parte del equipo de vigilancia de The Buffalo News. Ha pasado 25 años en periódicos, escribiendo sobre una amplia gama de temas, desde policías que manipulan la evidencia hasta elecciones papales

https://buffalonews.com/2018/11/30/former-priests-talk-moderated-forum-to-focus-on-catholic-crisis/

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