PRONUNCIAMIENTO DE LA IGLESIA EVANGELICA LUTERANA DE COLOMBIA.


Iglesia Evangélica Luterana De Colombia Personería Jurídica Especial No. 0322 del 20 de Febrero de 1998 Nit.: 860.015.164-5 Calle 75 # 20 c – 54 Tel: 212 5735 – 743 4867 Telefax: 212 5714 http://www.ielco.org email: ofcentral@ielco.org A.A: 51538 –

Bogotá D.C. – Colombia Bogotá, 19 de enero de 2019

“La justicia traerá para siempre paz, tranquilidad y confianza”. Isaías 32:17 La Iglesia Evangélica Luterana de Colombia – IELCO, aboga por el goce de los Derechos Humanos y la paz en el país y rechaza todo acto violento que siembre miedo y atente contra la vida digna de las personas.

Nos unimos en solidaridad y compromiso con las familias de las víctimas del carro bomba en la Escuela de Policía General Santander, que el pasado 17 de enero registró el asesinato de 21 personas y 68 heridos en Bogotá, entre quienes se encontraban jóvenes cadetes en formación. Igualmente rechazamos las acciones violentas que durante los últimos meses se han perpetrado contra líderes sociales y defensores de Derechos Humanos especialmente en los territorios periféricos de nuestra nación.

Clamamos por Verdad y Justicia ante el grave recrudecimiento de la violencia, el retroceso en la salida negociada al conflicto armado y los hechos comprobados de corrupción que permean al Estado. Ante la militarización del territorio, la restricción de las libertades democráticas y el escalamiento de los enfrentamientos bélicos oramos para que se retomen las negociaciones entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del ELN, insistiendo en que la paz, como un derecho constitucional, nos corresponde tutelar a todas y todos y particularmente al Gobierno Nacional.

Su servidor en Cristo,

Rev. Atahualpa Hernández M.

Obispo Presidente.

Calle 75 # 20 c – 54 Tel: 212 5735 – 743 4867 Telefax: 212 5714 http://www.ielco.org email: ofcentral@ielco.org A.A: 51538 – Bogotá D.C. – Colombia

Remitido al e-mail

La Diócesis Católica de Dallas ofrece la lista de los sacerdotes acusados de abuso sexual


El anuncio se llevo a cabo durante una rueda de prensa en la Diócesis Católica de Dallas.UNIVISION31 ENE 2019 – 3:33 PM ESTCOMPARTE

La oficina del Diócesis Católica de Dallas anunció oficialmente los nombres de los sacerdotes acusados por abuso sexual.

El proceso para compilar esta lista, según la comunicación oficial, comenzó con un grupo externo de ex oficiales de la ley estatales y federales que revisaron los archivos de los 2,424 sacerdotes que han servido en esta diócesis desde 1950.

¨Investigadores identificaron archivos que contenían denuncias creíbles de abuso sexual de menores. La Junta de Revisión Diocesana, que incluye expertos locales en aplicación de la ley, psicología clínica, derecho y medicina, luego revisó esas acusaciones¨, expone el documento revelado por la Diócesis Católica de Dallas.

Lista de sacerdotes acusados en Dallas

NombreEstatusOrden religiosa
Matthew BagertLaicizedDiocese of Dallas
Richard BrownAbsent on leaveDiocese of Dallas
Alejandro BuitragoRetired with faculties suspendedDiocese of Dallas
Robert CrispRetired with faculties suspendedDiocese of Dallas
Paul DetzelLaicizedDiocese of Dallas
John DuesmanDeceasedDiocese of Dallas
James FitzpatrickDeceasedDiocese of Dallas
Michael FlanaganDeceasedDiocese of Dallas
Timothy HeinesSuspended, Pending lawsuit alleging abuse of minorDiocese of Dallas
William HooverDeceasedDiocese of Dallas
(1969 – Diocese of Fort Worth)
William HughesLaicizedDiocese of Dallas
Richard JohnsonDeceasedDiocese of Dallas
Rudy KosLaicized
Incarcerated
Diocese of Dallas
William LaneDeceasedArchdiocese of Port of Spain (Trinidad – 1933)
Diocese of Dallas (1958)
Justin LucioDeceasedDiocese of Dallas
Patrick LynchDeceasedDiocese of Dallas
Henry McGillDeceasedDiocese of Mobile (1941)
Diocese of Dallas (1954)
Jeremy MyersSuspendedOrder of St. Benedict (1984) Diocese of Dallas (1996)
Edmundo ParedesSuspendedDiocese of Dallas
Robert PeeblesLaicized
Deceased
Diocese of Dallas
James ReillyDeceasedDiocese of Dallas 
Diocese of Fort Worth (1969)
Kenneth RobertsDeceasedDiocese of Dallas
Jose SaldanaLaiciziation PendingDiocese of Dallas
Raymond (John) ScottDeceasedDiocese of Dallas

Sacerdotes incardinados en otras diócesis

NombreEstatusOrden religiosa
Michael BaroneRetiredDiocese of Tyler
Thomas BehnkeDeceasedOrder of Discalced Carmelites
Gabriel HentrichDeceasedOrder of Discalced Carmelites
Patrick KochDeceasedSociety of Jesus (the Jesuits)
Vincent MalatestaUnknownSociety of Jesus (the Jesuits)
Anthony NwaoguUnknownDiocese of Umuahia, Nigeria
Benjamin SmylieDeceasedSociety of Jesus (the Jesuits)

https://www.univision.com/dallas/kuvn/noticias/abuso/iglesia-catolica-ofrece-la-lista-de-los-sacerdotes-acusados-de-abuso-sexual

La administración de Trump está tratando de facilitar que los médicos nieguen atención a las personas LGBTQ


28 de enero de 2019, 4:09 pm se smith

Los proveedores de atención médica podrían negarse a proporcionar tratamiento, derivaciones o asistencia con los procedimientos si estas actividades violaran sus convicciones religiosas o morales.

[Foto: una persona queer con una expresión sombría escucha mientras su médico explica las opciones de tratamiento.]
La discriminación ya desalienta a las personas LGBTQ de buscar atención médica, lo que exacerba sus disparidades de salud; Las personas LGBTQ tienen más probabilidades de experimentar la infección por el VIH, las condiciones de salud mental y las complicaciones relacionadas con la atención preventiva diferida.
 Shutterstock

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) anunció la semana pasada que está cerca de finalizar una regla de protección de conciencia que permitiría a las personas discriminar en entornos de atención médica bajo la cobertura de la ley.

La regla final se encuentra en la Oficina de Administración y Presupuesto para su revisión y no está disponible para el público. Pero bajo el borrador de la norma , que se ha hecho público, los proveedores de atención médica podrían negarse a proporcionar tratamiento, referencias o asistencia con los procedimientos si estas actividades violaran sus convicciones religiosas o morales. El lenguaje deliberadamente vago podría aplicarse a todos, desde recepcionistas que se niegan a reservar citas, a enfermeras que se niegan a ayudar en una cirugía de emergencia.

Esto podría ser devastador para muchas personas marginadas en el país que buscan atención médica. Pero podría ser especialmente peligroso para las personas LGBTQ, que han luchado arduamente para establecer protecciones legales que las protejan contra este tipo de denegaciones. Cuando su propio cuerpo y su existencia se consideran objetables, buscar atención médica en el mejor momento puede ser peligroso.

“Las personas trans y no conformes con el género ya enfrentan una discriminación realmente grave en los entornos de atención médica”, dijo Bridget Schaaff, miembro de la política federal de justicia reproductiva de If / When / How en la Fuerza de Tarea Nacional LGBTQ. Reglas como éstas «harán esto aún más difícil».

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El HHS ya finalizó dos reglas que permitirían a las empresas y otras entidades, como las iglesias, negarse a pagar la cobertura del seguro que incluye el control de la natalidad o los servicios de aborto si viola sus convicciones religiosasmorales . La aplicación de estas reglas se encuentra actualmente en suspenso debido a decisiones legales, y los jueces de Pensilvania y California deciden a favor de los retadores. La agencia también propuso recientemente otra regla que crearía una carga administrativa significativa para las compañías de seguros que incluyen el aborto en sus pólizas, incentivándolas efectivamente a abandonar esta cobertura.

Ahora, esta última regulación «aseguraría que las personas o entidades no estén sujetas a ciertas prácticas o políticas que violan la conciencia, coaccionan o discriminan». . ”Un médico podría, por ejemplo, negarse a dar a una paciente embarazada información sobre un obstetra si sospecha que la paciente puede solicitar un tratamiento» objetable «como el aborto a ese obstetra. La Oficina de Derechos Civiles de HHS sería responsable de hacer cumplir lo que los críticos llaman un » derecho a discriminar «.

El borrador de la norma se basa en leyes como la Ley de Restauración de Libertad Religiosa para argumentar que los proveedores de atención médica y otras entidades no deben ser obligados a participar en actividades como realizar abortos o esterilizaciones, proporcionar control de la natalidad, participar en suicidio asistido por un médico o ser » Moralmente cómplices ”en otros cuidados de salud que violan las creencias religiosas. Esto incluye actividades como exigir a los centros de crisis para el embarazo que coloquen carteles con información completa sobre los servicios de salud reproductiva de amplio espectro. La extensión de las protecciones de conciencia a las actitudes morales, así como a las religiosas, ofrece aún más municiones para aquellos que desean rechazar la atención médica.

El Family Research Council , Americans United for Life y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidostienen todas las regulaciones identificadas, como el borrador de la regla, como una prioridad. El cabildeo de grupos como estos llevó al HHS a desarrollar una división completa sobre “ conciencia y libertad religiosa ” que se enfoca explícitamente en las preocupaciones de una minoría vocal de cristianos conservadores. Una encuesta de 2017 National Women’s Law Center encontró que el 61 por ciento de los votantes se oponen a exenciones religiosas como estas.

Los derechos reproductivos y las comunidades de justicia están preocupadas por las claras implicaciones de una regla que podría exacerbar un problema ya documentado: el rechazo de la atención médica para las personas que buscan servicios de salud reproductiva, incluidos el aborto y el control de la natalidad. Este problema es particularmente extremo en los hospitales católicos , que están experimentando un crecimiento explosivo en los Estados Unidos. En particular, el aborto ha sido objeto repetidamente de «objeción de conciencia», por ejemplo, por parte de enfermeras que se niegan a ayudar en el aborto y, a veces, incluso a los abortos espontáneos .

Y para los miembros de la comunidad LGBTQ, especialmente para las personas trans, la importancia de esta regla es alta. Uno de cada cuatro encuestados en la encuesta Trans de 2015 había experimentado negaciones de seguro asociadas con su género, mientras que uno de cada tres encontró «experiencias negativas», como que se le rechazara el tratamiento. En una encuesta del 2017 Center for American Progress , al 8 por ciento de las personas LGBQ se les negó atención debido a su orientación sexual percibida.

Las «protecciones de conciencia» descritas en el borrador de la regla podrían incluir cosas como un farmacéutico que se niega a surtir una receta de hormonas o un cirujano que no realiza un procedimiento relacionado con la transición. Pero técnicamente podrían aplicarse aún más ampliamente, y las líneas sólo pueden quedar claras en los tribunales. Siempre que un proveedor pueda encontrar una razón «moral» para rechazar la atención, podría ser difícil para alguien rechazarla, ya sea una limpieza dental o un tratamiento para el cáncer de mama. Un pediatra podría negarse a cuidar al niño de padres lesbianas . La norma tal como estaba redactada no contenía orientación sobre situaciones de emergencia, lo que planteaba la preocupación de que un rechazo letal a la atención médica, como un equipo de ambulancia que dejaba morir a una mujer trans, podría estar justificado.

La discriminación ya desalienta a las personas LGBTQ de buscar atención médica, lo que exacerba sus disparidades de salud ; Las personas LGBTQ tienen más probabilidades de experimentar la infección por el VIH, las condiciones de salud mental y las complicaciones relacionadas con la atención preventiva diferida. La discapacidad también es más frecuente en la comunidad trans que en la población cis , incluidas las discapacidades que pueden requerir cuidados complejos de por vida, como las enfermedades mentales.

Gracias a los prejuicios sistémicos, las personas LGBTQ también tienen muchas más probabilidades de vivir en la pobreza , especialmente las mujeres de color trans; la mayoría de las personas trans negras en Washington, DC, ganan menos de $ 10,000 al año. La pobreza es un conocido conductor de las disparidades en la atención médica . Las personas trans tampoco tienen seguro o tienen un seguro insuficiente a tasas mucho más altas que la población general, por una razón que la Sección 1557 de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio , que prohíbe la discriminación por motivos de raza, sexo, discapacidad, edad u origen nacional, fue tan importante. El gobierno de Obama interpretó la Sección 1557 en el sentido de que las aseguradoras no podían negar la cobertura a las personas transgénero por su identidad de género.

La sección 1557, dijo Schaaff, está directamente en riesgo de una reglamentación como esta. «Es una puerta trasera para discriminar», dicen, señalando que el gobierno de Obama deliberadamente no incluyó exenciones religiosas en su reglamentación sobre la discriminación en entornos de atención de salud, mientras que  incluyó explícitamente la identidad de género.

A los pocos meses de la inauguración de Donald Trump, el HHS eliminó el lenguaje de «identidad de género» de su sitio web e indicó su intención de dejar de hacer cumplir las quejas de discriminación de identidad de género . Al asignar a la oficina de derechos civiles el cumplimiento de esta regla, el HHS dice que consagrar el derecho a rechazar la atención médica es un asunto de derechos civiles, para la persona que niega la atención, no para el paciente vulnerable.

Incluso si la regla no permitía a los objetores privar a los pacientes del acceso a la información sobre los proveedores de atención médica que los tratarán, las personas limitadas por la geografía, la cobertura del seguro, la incapacidad de pagar de su bolsillo y las situaciones de emergencia tal vez no puedan encontrarlos. alguien mas. Esto podría ser particularmente peligroso para las personas con necesidades urgentes, como las personas que buscan un aborto en estados con limitaciones legales para hacerlo, las personas trans en crisis de salud mental o los pacientes con complicaciones emergentes de enfermedades crónicas o discapacidades.

«Al dar cobertura legal a la discriminación, la administración de Trump-Pence está alentando a los proveedores a que nieguen a las personas la atención médica por su propia homofobia o misoginia, mientras empeoran el acceso a la atención médica y obligan a algunos a renunciar a la atención por completo», dijo la Dra. Leana Wen, presidenta de Planned Parenthood Federation of America, dijo a Rewire.News en un comunicado.

https://rewire.news/article/2019/01/28/the-trump-administration-is-trying-to-make-it-easier-for-doctors-to-deny-care-to-lgbtq-

¿Cómo combatir el clericalismo?


Muchos laicos siguen convencidos de que una «renovación interior» de los bautizados no será suficiente para remediar los abusos de poder por parte del clero condenados por el Papa.

Anne-Bénédicte Hoffner 
Francia31 de enero de 2019 

Un sacerdote durante una misa en París. (Foto por P. Deloche / Godong / Leemage) 

Laicos y sacerdotes, durante un taller en Francia, han reflexionado sobre su experiencia en el ejercicio de la autoridad en parroquias y diócesis, destacando la falta de regulaciones con respecto al gobierno en la Iglesia.

El Instituto Católico de París organizó el taller de capacitación sobre «Gobernanza en la Iglesia: ¿quién decide y por qué?» el 28 de enero. Cincuenta sacerdotes y laicos se reunieron para abordar la cuestión.

El padre Bruno Becker, responsable de los programas de formación en su diócesis, está buscando propuestas sobre cómo construir una «Iglesia menos clerical».

Habiendo sido dos veces miembro de un equipo de animación parroquial, una participante quiere comprender por qué su experiencia inicial fue tan rica, basada en la «colegialidad y corresponsabilidad» entre sacerdotes y laicos, mientras que la segunda fue extremadamente dolorosa y marcada por un poder Lucha «con el nuevo párroco».

En una línea similar, otra participante, que es líder de catequesis en su diócesis, ahora se pregunta si es «mejor tratar de avanzar sin decir nada», luego de que ella se enfrentó a las negativas y demoras de sus superiores con respecto a los proyectos que finalmente se llevaron a cabo. terminado.

El ejercicio de la autoridad claramente sigue siendo un problema en la Iglesia como en otras partes de la sociedad.

Cada participante tuvo una experiencia positiva o negativa propia para compartir y las discusiones en grupos pequeños se extendieron rápidamente a los descansos.

«Muchos líderes pastorales se han sentido heridos debido a problemas de gobierno mal manejados», dijo la organizadora del programa, Marie-Laure Rochette, en sus comentarios introductorios, que parecieron encontrar un eco entre los líderes de las diócesis, parroquias y movimientos de la Iglesia presentes.

Altas expectativas

La » Carta al pueblo de Dios » del Papa Francisco a fines de agosto, que condena el «clericalismo» como una «forma anómala de concebir la autoridad en la Iglesia», ha creado expectativas poderosas.

Tanto los sacerdotes como los laicos quieren comprender los «cambios iniciados» y las «resistencias» que ha desatado, deseando, como el Papa, comprometerse con «la transformación eclesial y social que tanto necesitamos».

¿Qué hacer? ¿Y por dónde empezar?

Cuando se le pidió que explicara el proceso seguido por un capítulo general de la Congregación de la Divina Providencia de St. Jean de Bassel, la Hermana Agnes Lang enfatizó los siglos de experiencia de religiosos y religiosas en el ejercicio y la regulación de la autoridad y «su funcionamiento, que es En última instancia, altamente democrático «.

Durante un capítulo general, que decide sobre las principales orientaciones que vincularán a los superiores de la congregación, la «autoridad suprema» reside en «todos los miembros (que) tienen los mismos derechos y deberes, desde la superiora general hasta la hermana joven elegida», dijo la Hermana Lang.

Todavía prisioneros de la antigua jerarquía.

«¡No hemos llegado a esa etapa en nuestras diócesis!» Susurró un líder pastoral durante la presentación de la hermana Lang.

El modelo no es fácilmente transplantable en una iglesia diocesana ya que el Concilio Vaticano II aumentó el poder del obispo local.

A pesar de la afirmación de igual dignidad de todos los bautizados en el Consejo, «hemos permanecido prisioneros de la antigua jerarquía entre la Iglesia docente (sacerdotes) y la Iglesia enseñada (los fieles)», concluyó el padre oratoriano Luc Forestier, director del departamento. de teología dogmática y fundamental en el Theologicum del Instituto Católico de París.

Aunque las congregaciones religiosas tienen muchos reglamentos altamente formalizados, esto es «mucho menos que en las diócesis y parroquias, que están más sujetas a la regla arbitraria del pastor», comentó Marie-Laure Rochette, la persona responsable de la formación permanente en el Instituto Católico. París y quien organizó el seminario.

A pesar de esto, ¿cómo lograr un camino para «avanzar juntos?» Fuera de los ministerios ordenados que están reservados a los hombres, ¿qué otras formas de «legitimidad» pueden promoverse?

«Durante el Sínodo en nuestra diócesis de Créteil, se eligieron algunos delegados, lo que les dio legitimidad para expresarse y luego implementar orientaciones del sínodo», observó un participante.

Otra participante, que participa en Caritas France (Secours catholique), así como en el cuidado pastoral de los familiares que han perdido a sus seres queridos, cree que es su formación teológica más que su «antigüedad» la que le ha otorgado su «autoridad». en la parroquia

Mientras tanto, otros siguen insatisfechos, convencidos de que una «renovación interior» de los bautizados no será suficiente para remediar los abusos de poder, conciencia y abuso sexual condenados por el Papa.

«¿Hay sitios teológicos para pensar acerca de la reforma de la Iglesia? ¿El ecumenismo sigue siendo un camino?» preguntó un participante, agregando a la lista de preguntas para un taller futuro.

https://international.la-croix.com/news/how-to-combat-clericalism/9355

Teilhard digno de leer


Cómo no leer un gran pensador religioso.

John F. Haught 
30 de enero de 2019

Pierre Teilhard de Chardin (1955). (Fuente: Archives des jésuites de France)

¿Fue el sacerdote y científico jesuita Pierre Teilhard de Chardin realmente un oponente racista, fascista e incluso genocida de la dignidad humana?

Pensé que, al menos entre los católicos educados, esta pregunta estaba casi muerta, y que los focos de hostilidad podrían desaparecer para siempre, especialmente después de que varios papas recientes hayan citado con admiración la visión cósmica de Teilhard por su belleza teológica y su poder eucarístico.

Pero mi optimismo fue prematuro. En un artículo de diciembre de 2016 en Filosofía y Teología titulado «Tendencias peligrosas de la teología cósmica: El legado no contado de Teilhard de Chardin», John Slattery escribe que «desde la década de 1920 hasta su muerte en 1955, Teilhard de Chardin apoyó inequívocamente las prácticas racistas eugénicas, elogiado las posibilidades de los experimentos nazis, y menospreciaba a aquellos que [sic] consideraba ‘imperfectos’ humanos «.

Slattery, un recién graduado del Departamento de Teología de Notre Dame, afirma que una atracción persistente por el racismo, el fascismo y las ideas genocidas «explícitamente sienta las bases de la famosa teología cosmológica de Teilhard». Esto, nos informa, «es un vínculo que ha sido ampliamente ignorado en la investigación teilhardiana».

Un artículo más reciente del mismo crítico en Religion Dispatches (mayo de 2018) se titula «El legado de la eugenesia y el racismo de Pierre Teilhard de Chardin no puede ser ignorado». En él, Slattery cuelga su caso de ocho citas extraviadas de las cartas de Teilhard y otros escritos dispersos.

La mayoría de las citas presentan lo que eran preguntas especulativas por parte de Teilhard, preguntas que muchas otras personas reflexivas han hecho, incluidos muchos católicos, en lugar de tesis desarrolladas sistemáticamente para el consumo público.

Su estilo es provocativo e interrogatorio, no declarativo. Exactamente lo que Teilhard realmente quiso decir con ellos es, en cada caso, altamente discutible.

Y, sin embargo, Slattery nos presenta estos extractos como una evidencia innegable de que el verdadero «legado» de Teilhard es uno de hostilidad hacia la afirmación católica de la dignidad humana, la justicia racial y la preocupación por los desfavorecidos.

Aún más importante, sin embargo, es la afirmación de Slattery de que fue el compromiso de Teilhard con estos males lo que fundamenta y sustenta su «teología cosmológica». Nada podría ser más absurdo.

Slattery no niega que la mayor parte de los escritos religiosos de Teilhard son indiscutiblemente cristianos y en sintonía con la enseñanza católica. Sin embargo, ignora este hecho al definir lo que él llama el «legado» de Teilhard.

Aunque seguramente sabe que la mayoría de los lectores no estarán familiarizados con el hombre y su pensamiento, ha decidido exponerlos primero a lo que considera el lado más siniestro de Teilhard.

En el proceso, toma algunas citas fuera de contexto, las publica en un fondo en blanco y no dice nada sustancial sobre el 99.9 por ciento restante del trabajo de Teilhard.

El no tener en cuenta la arquitectura general del pensamiento de Teilhard siempre conduce a los tipos de exageración y distorsión que Slattery comete.

Comienza recitando el más conocido de los atesorados comentarios de Teilhard: «Si la humanidad alguna vez captura la energía del amor, será la segunda vez en la historia que descubramos el fuego».

Al notar que millones de personas que sintonizaron la boda del príncipe Harry y Meghan Markle escucharon estas frases recitadas en un emotivo sermón del obispo episcopal Michael Bruce Curry, Slattery comenta que los oyentes que se «desmayaron» sobre ellas desconocían las raíces venenosas de la cosmovisión religiosa de Teilhard.

Él procede a revelar la podredumbre que encuentra en un paquete de ocho pasajes seleccionados de las voluminosas cartas y escritos de Teilhard.

Condensaré la más ofensiva de estas a continuación, pero quiero comenzar mi respuesta a Slattery resumiendo lo que otros estudiantes de la obra de Teilhard consideran su verdadero legado. Solo después de conocer sus ideas centrales podemos interpretar correctamente lo que Slattery considera tan ofensivo en el trabajo de Teilhard.

Los estudiosos experimentados de Teilhard son conscientes de los comentarios cuestionables que señala; pero la ofensiva aparente de tales comentarios se desvanece en las sombras cuando los leemos en términos de los principios fundamentales que guían la visión científicamente informada de Teilhard del mundo y de Dios. Aquí hay cuatro de estos principios fundamentales:

El universo (como la ciencia ha demostrado) todavía está surgiendo . De ahí que el mundo aún no esté perfeccionado. Teológicamente, esto significa que la creación permanece «sin terminar» y que los humanos, que son parte de este universo, pueden contribuir significativamente a su creación.

La oportunidad de participar en «construir la tierra» es una piedra angular de la dignidad humana. (También es una enseñanza del Concilio Vaticano II). El hecho de que nuestra creatividad a veces nos lleve a resultados monstruosos no nos exime de la obligación de mejorar el mundo y a nosotros mismos.

Aprovechar esta oportunidad es a veces peligroso, pero también es esencial para mantener la esperanza y el «entusiasmo por vivir», sostiene Teilhard.

Además, nada «corta las alas de la esperanza» más severamente que la idea teológica ahora obsoleta de que el universo se completó de una vez por todas al principio, y que hay poco o nada que podamos hacer para hacerlo nuevo.

Crear es unir. El mundo nace, y se vuelve nuevo, por un proceso de unificación. Científicamente entendido, el cosmos emergente se vuelve inteligible solo al traer gradualmente formas de coherencia cada vez más complejas fuera de su estado primordial de difusión y dispersión atómica.

A medida que el universo en el transcurso del tiempo se vuelve más complejo, también se vuelve más consciente.

Teológicamente, este principio está implícito en la esperanza cristiana, tal como se resume en la oración de Jesús de que «todos pueden ser uno» y en la expectativa paulina de que todo será «llevado a la cabeza» en Cristo, «en quien todas las cosas consisten».

Teilhard declaró explícitamente que toda su teología de la naturaleza es consistente con las expectativas del apóstol Pablo y del Cuarto Evangelista: «El Señor nos hace uno».

Su verdadero legado reside en su rico sentido cristiano de un universo que converge sobre Cristo y se lleva a la unión final en lo que él llamó Dios-Omega.

La verdadera unión diferencia. A medida que el amor creativo de Dios trae una unidad cada vez mayor al universo inacabado, es la voluntad de Dios que la diversidad de la creación también aumente, incluida la aparición de personas humanas libres y únicas.

En Cristo, Dios busca volverse cada vez más encarnado en el mundo no a través de un orden que se le impone, sino mediante una comunión diferenciadora, liberadora y personalizada con él. Muchas distorsiones de las intenciones de Teilhard, incluidas las de Slattery, se deben a la incapacidad de comprender lo que Teilhard entiende por verdadera unión.

Como veremos, perder el motivo profundamente cristiano de diferenciar la unión en sus escritos es hacerle una grave injusticia.

El mundo descansa sobre el futuro como su único apoyo . A medida que seguimos el curso de la historia cósmica desde su pasado remoto hacia el futuro, observa Teilhard, descubrimos una «ley de recurrencia» en la que algo nuevo, más complejo y (eventualmente) más consciente siempre ha estado tomando forma «más adelante». «

Científicamente hablando, ahora sabemos que los elementos subatómicos se organizaron alrededor de núcleos atómicos; los átomos se reunieron en moléculas; moléculas en las células; y las células en organismos complejos, algunos de los cuales dieron el salto al pensamiento.

Sin embargo, los tipos más importantes de emergencia pueden ocurrir solo si los elementos se organizan en torno a un centro nuevo y superior , uno que los levante a una unidad más elaboradamente diferenciada .

Para experimentar la verdadera unión, el verdadero ser, la verdadera bondad y la verdadera belleza, por lo tanto, debemos permitirnos, como Abraham, los profetas y Jesús, ser captados por el Futuro.

Solo después de familiarizarnos con estos cuatro principios podemos decidir correctamente si Teilhard era un racista, un fascista, un enemigo de los discapacitados y un monstruo genocida. Déjame examinar estos cargos a su vez.

¿Teilhard era un racista? Slattery señala que en 1929, mientras trabajaba en China, Teilhard había preguntado: «¿Tienen [los chinos] el mismo valor humano que los blancos?» y continuó especulando que las «desigualdades» raciales podrían ser menos culturales que «naturales».

Si estuviera aquí hoy para responder a la acusación de Slattery, creo que Teilhard señalaría que casi todos los evolucionistas son conscientes de la evidencia paleontológica de una variedad de líneas de ascendencia humana. Y se preguntarán comprensiblemente si y en qué medida las «desigualdades» genéticas pueden permanecer, tanto en los seres humanos como en otras especies.

Para Teilhard, al menos, el término «desigualdad» no implica un valor más bajo para algunos pueblos que otros a los ojos de Dios, sino que tiene más que ver con la «diferenciación» como se establece en el tercer principio que mencioné anteriormente.

Reconocer las diferencias entre las razas y entre nuestros antepasados ​​evolutivos no plantea ningún problema teológico, ya que la «verdadera unión se diferencia».

De hecho, la comprensión de Teilhard de la unidad dominante del «fenómeno humano» es amorosa y expansiva; incluso incluye formas de homínidos extintos dentro de la categoría de «el humano».

Finalmente, ubica la base metafísica de la unidad humana no tanto en nuestro oscuro pasado biológico como en la futura comunión de toda la creación con el Dios que viene.

Además, como él continúa diciendo en el mismo pasaje que Slattery cita, «el amor cristiano supera todas las desigualdades, pero no tiene que negarlas». Seguramente estas no son ni las ideas ni los sentimientos de un racista.

¿Teilhard era un fascista? Mientras afirmaba su aversión por el nacionalismo, se declaró «muy interesado en la primacía que devuelve al colectivo», y reflexionó aún más: «¿Podría una pasión por» la raza «representar un primer borrador del Espíritu de la Tierra?» Es importante entender adecuadamente tales reflexiones.

Cuando Teilhard expresa interés en los experimentos fascistas del siglo XX, lejos de aprobarlos, como lo sugiere Slattery de forma furtiva, simplemente observa que tales movimientos se alimentan de forma parasitaria de la tendencia cósmica generalizada hacia la unión como se establece anteriormente en el segundo principio.

El mal en el fascismo, entendió Teilhard, consiste en su falta de atención al tercer principio, a saber, que la verdadera unión diferencia. Si somos honestos, podemos reconocer el espíritu embriagador de la unificación incluso en sus formas más retorcidas; pero la verdadera unidad promueve las diferencias.

Contrariamente a la acusación de Slattery, Teilhard siempre consideró los experimentos fascistas y comunistas como malvados en la medida en que no pudieron ver más allá de la uniformidad, la homogeneidad y el conformismo ideológico a la verdadera unidad que diferencia, libera y personaliza .

¿Qué hay de la consideración de Teilhard, o del supuesto desprecio, por la dignidad de los discapacitados? Slattery lo cita:

¿Qué actitud fundamental … debería llevar el ala avanzada de la humanidad a grupos étnicos fijos o definitivamente no progresivos? La tierra es una superficie cerrada y limitada. ¿En qué medida debe tolerar, racial o nacionalmente, áreas de menor actividad?

Aún más en general, ¿cómo debemos juzgar los esfuerzos que realizamos en todo tipo de hospitales para salvar lo que a menudo no es más que uno de los rechazos de la vida? … ¿Hasta qué punto no debería el desarrollo de los fuertes … tener prioridad sobre … ¿La preservación de los débiles?

Slattery tensa tendenciosamente este pasaje como «una reflexión que sugiere fuertemente, a falta de una palabra mejor, prácticas genocidas por el bien de la eugenesia». Sin embargo, note nuevamente que lo que Teilhard está planteando son preguntas en lugar de declaraciones.

En estas preguntas lo encontramos luchando por una visión moral coherente con los cuatro pilares de su cosmología religiosa, especialmente con el hecho de que el universo todavía está surgiendo.

En un universo inacabado, de alguna manera la vida moral humana debe incluir nuestro esfuerzo por intensificar la vitalidad, la complejidad, la conciencia y la belleza. Teilhard no está «derribando» a los discapacitados como afirma Slattery; y aquellos que han leído a Teilhard de manera más completa y justa saben que nunca compara los «rechazos de la vida» con los «rechazos de Dios».

Lejos de ser indiferente al sufrimiento de los discapacitados, constantemente fomenta una visión de la vida que les ofrece esperanza y un sentido más profundo de dignidad. Teilhard muestra cómo nuestros sufrimientos pueden ser «divinizados» e insiste en que todas las ramas rotas en el árbol de la vida contribuyen de manera creativa a su riqueza.

Mientras reflexiona con silenciosa empatía sobre el sufrimiento incesante de su hermana inválida, por ejemplo, desarrolla una teología cristiana del sufrimiento que otorga a los discapacitados un lugar de suma importancia en el esquema más amplio de las cosas. Acusarlo de insensibilidad moral a los discapacitados es simplemente un error.

Finalmente, y partiendo de la acusación que los niveles de Slattery anteriores, debemos preguntar: ¿Fue Teilhard un eugenista? Él escribió que «nuestra generación todavía mira con desconfianza todos los esfuerzos propuestos por la ciencia para controlar la maquinaria de la herencia … como si el hombre tuviera el derecho y el poder de interferir con todos los canales del mundo, excepto los que lo hacen él mismo.

Y, sin embargo, es sobre esta base que debemos intentarlo todo, hasta su conclusión. «Al juzgar esta idea como moralmente imprudente, sin embargo, Slattery ignora el hecho de que para Teilhard es siempre, y solo, dentro de las limitaciones de una moral responsable. Visión arraigada en la esperanza cristiana, y en los principios mencionados anteriormente, de que debemos estar listos para «intentarlo todo».

Teilhard está buscando en la era de la ciencia una vida moral más aventurera, que construya el mundo y que mejore la vida, de lo que podemos encontrar en los patrones religiosos clásicos de piedad.

Debido a que los seres humanos son parte de la naturaleza, y la naturaleza está lejos de estar terminada, es legítimo preguntarse hasta qué punto los humanos pueden participar moralmente en su propia creación y en la creación continua del mundo.

Al hacerlo, ¿podemos manipular justificadamente nuestra herencia genética así como la de otros seres vivos? Quizás Teilhard fue a veces incauto y demasiado optimista sobre el potencial humano en este dominio. Sin embargo, los esfuerzos de Slattery y otros para cargarlo con una cosmovisión contaminada deben ser resistidos.

Desearía que Teilhard se hubiera expresado más claramente a veces. También deseo que haya sido más sensible ecológicamente, menos eurocéntrico, un poco más darwiniano y menos lamarckiano, más consciente de las cuestiones de género, más en sintonía con las ambigüedades de la tecnología, etc.

Bueno, también deseo que John Chrysostom y Martin Luther hayan purgado su predicación y prosa de todo rastro de antisemitismo, y que Tomás de Aquino nos haya dado una comprensión más profunda de la sexualidad humana.

Mi punto, por supuesto, es que la mayoría de nosotros no tomamos las imperfecciones de nuestros clásicos religiosos como fundamentos o legados. Si somos justos, generalmente podemos encontrar en los principales escritos de santos y eruditos los principios que demuelen esos defectos. Seguramente podemos y debemos leer la gran cantidad de escritos de Teilhard, no menos indulgente.

Las reflexiones y los principios de Teilhard presentan un marco teológico y moralmente rico dentro del cual nosotros, y él, deberíamos poder al menos hacer las preguntas difíciles sin tener que ser acusado de monstruosidad ética.

John F. Haught es un distinguido profesor de investigación en la Universidad de Georgetown y autor de The New Cosmic Story: Inside Our Awakening Universe (Prensa de la Universidad de Yale, 2017).

Corrupción de los obispos chinos por la secularización.


Los problemas centrales de la iglesia china se exponen a medida que más clérigos caen en la codicia

John Lo 
China31 de enero de 2019

Se muestra que el obispo Tan Yanquan (centro) está consagrado en su rango eclesiástico actual en la diócesis de Nanning en China en 2013. Está flanqueado por el obispo Ma Yinglin de la diócesis de Kunming (izquierda) y el obispo Jin Peixing de la diócesis de Liaoning. (Foto por ucanews.com)

Los funcionarios del gobierno chino a menudo aparecen en los titulares por participar en injertos , o sospechas de injertos, pero parece que los superiores de la Iglesia también son susceptibles a la corrupción, potencialmente en una escala alarmante.

El obispo Tan Yanquan de la diócesis de Nanning en la provincia de Guangxi, en el sur de China, es un buen ejemplo. Como informó ucanews.com el 15 de enero, se sospecha que el obispo ha malversado 27 millones de yuanes (4 millones de dólares) de fondos de la iglesia para abrir al menos cinco empresas privadas. También se cree que el prelado tiene una deuda de millones de yuanes debido a las pérdidas de inversión en propiedades.

Como resultado, no ha podido cubrir los gastos básicos de subsistencia, la cobertura médica o las primas de pensión de los sacerdotes, monjas y otros miembros de la congregación en su diócesis.

Muchos casos sospechosos como este son solo la punta del iceberg debido a reglas no escritas que prohíben que la Iglesia exponga escándalos que lo arrojen a la luz, lo que ha llevado a una cultura de encubrir crímenes desde dentro.

Esta «cultura de silencio» en nombre de «proteger» a la Iglesia, sin importar si se relaciona con el abuso sexual de menores o la malversación de fondos de la Iglesia, es una de las mayores amenazas para la legitimidad de la Iglesia hoy en día.

En China, algunos afirman que es más fácil para los infractores invadir las propiedades de la Iglesia porque la Iglesia Católica China no tiene un sistema de supervisión para protegerse contra esto.

Sin embargo, la razón principal de la corrupción desenfrenada dentro de la Iglesia china es que muchas personas involucradas en esta institución no tienen ninguna fe real.

Si realmente tuvieran a Dios en sus corazones, no participarían en acciones tan perjudiciales para la salud espiritual y la reputación de la Iglesia de Cristo.

San Pablo hizo algunos comentarios notables sobre la codicia en Timoteo I 6: 8-10 cuando dijo: «siempre que tengamos comida y ropa, nos contentaremos con eso. Las personas que anhelan ser ricas son víctimas de un juicio; quedar atrapado en todo tipo de ambiciones tontas y dañinas, que hunden a la gente en la ruina y la destrucción. «El amor al dinero es la raíz de todo mal» y hay algunos que, persiguiéndolo, se han alejado de la fe y así han dado su Almas cualquier cantidad de heridas fatales «.

Uno se pregunta a veces si los clérigos chinos han olvidado las enseñanzas de San Pablo.

El mal que surge de la codicia a menudo se cita en la Biblia, entonces, ¿cómo concilian eso los corruptos sacerdotes y ministros chinos con su propio comportamiento? Tal hipocresía aturde la mente.

De hecho, la secularización de la Iglesia china es ahora un hecho indiscutible de la vida en China continental.

La Iglesia ha cambiado más allá del reconocimiento. Parece haber perdido su misión original de evangelización y ahora se trata más de buscar placer y de no tener en cuenta las enseñanzas de Jesús.

Esto no solo es el resultado de su creciente separación de la Iglesia católica universal, que ha estado ocurriendo durante décadas, sino que también es el resultado de los compromisos políticos que la Iglesia China ha hecho.

Cuando la Iglesia china se ramificó de manera efectiva y optó por cooperar con el Partido Comunista Chino, sembró las semillas que hoy en día se han convertido en frutos tóxicos.

Con respecto al obispo Tan, también se sabe que firmó un contrato con Nanning Qiai Property Services, sin la autorización de la Iglesia, para reconstruir la Iglesia del Sagrado Corazón en Nanning. Esto implicó que varias unidades de la propiedad se vendieran ilegalmente para beneficio personal.

Cientos de víctimas de un plan de inversión administrado por la Iglesia cuelgan pancartas que buscan una compensación por sus pérdidas del obispo Ma Yinglin en la Diócesis de Kunming del suroeste de China, en esta foto de archivo de 2017. (Foto suministrada)

Desafortunadamente, el obispo Ma Yinglin de la Diócesis de Kunming, también en el sur de China, parece haber tomado el mismo camino que el obispo Tan. Él también ha llevado a cabo actividades fraudulentas en nombre del desarrollo de la propiedad de la Iglesia.

La Diócesis de Kunming estaba trabajando con un desarrollador en un proyecto de reconstrucción conocido como Kunming Subway 101. También estableció un centro de administración de autoservicio católico para supervisar el arrendamiento de espacios comerciales para tiendas en un centro comercial.

El sitio del proyecto recibió la aprobación del gobierno en 2008, y en 2013 la diócesis trabajó con Yunnan Wang Guo Investment para construir un complejo que incluye una catedral, la residencia del obispo, el lugar de la boda y un centro comercial.

El proyecto fue luego considerado ilegal, con la construcción suspendida y el centro disuelto. Los informes afirman que esto causó que más de 100 inversionistas sufrieran pérdidas totales de US $ 15 millones.

Ahora están buscando una restitución basada en su argumento de que depositaron su dinero de inversión en cuentas bancarias de la iglesia, y se hizo referencia a la diócesis en los contratos que firmaron. Además, todos los anuncios que promocionan el proyecto se denominan diócesis y muestran una fotografía del obispo Ma.

La Diócesis de Kunming publicó una declaración en un periódico local el 25 de julio de 2017, en la que afirmaba que nunca había establecido el centro de administración y que ninguno de los empleados que habían estado trabajando allí eran clérigos o habían sido nombrados por el gobierno. En efecto, negó cualquier responsabilidad y amenazó con demandar a los que continuaron difamando o calumniando su nombre.

Uno podría entender a un hombre de negocios deshonesto sin fe religiosa por no tener en cuenta a su conciencia, ya que esa persona presumiblemente solo adoraría ganancias materiales y financieras.

Sin embargo, como pastores de la Iglesia y representantes de Cristo en el mundo, los obispos que se desvían del camino de la justicia y traicionan tanto su conciencia como la ley son claramente una causa importante de preocupación.

Podemos decir que la Iglesia china ahora está enferma, y ​​posiblemente no se puede reparar.

Aunque el Papa Francisco ha aceptado a los obispos chinos ilegales, la postura de las autoridades chinas sigue siendo algo ambigua.

La Iglesia en China parece estar en comunión con la Iglesia universal, pero la anterior insiste en nombrar y ordenar a sus propios obispos sin buscar el respaldo de la Santa Sede.

Esto se debe a que el propio gobierno chino es corrupto y secularizado. Si los obispos chinos quieren jugar a lo seguro, deben seguir a las autoridades chinas. Esa es la regla del juego. Además, Beijing no permite que las «potencias extranjeras», incluido el Vaticano, interfieran en sus negocios.

La Iglesia china ha sido propensa a la corrupción secular durante décadas. Se ha teñido con el color rojo asociado con el PCC plagado de injertos. Y si quiere rectificar eso, seguir la metáfora, a través de un proceso de blanqueo, el trabajo no se puede hacer en un día.

Las prácticas corruptas expuestas de los dos obispos mencionados también reflejan la razón principal por la cual la Iglesia China ha sido y continúa desarrollándose a un ritmo tan lento: a sus pastores les importa más llenar sus propios bolsillos que difundir el Evangelio.

Uno se pregunta cómo tales obispos pueden inspirar y persuadir a otros sacerdotes y católicos para que los sigan.

John Lo es un sacerdote católico en China.

MÁS DE LA MITAD DE LOS OBISPOS USA «CONSIDERARÍA» ORDENAR A DIACONISAS. Por: Cameron Doody


Un 54% de los obispos estadounidenses «consideraría» ordenar a mujeres diaconisas si el Papa y la Conferencia Episcopal del país dieran su visto bueno a la reinstitución de este ministerio. Esta es la principal conclusión de una nueva encuesta del Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA), de la Universidad de Georgetown, que también ha revelado que un 97% de los prelados norteamericanos cree que su diócesis está comprometida con aumentar la implicación de las mujeres en el liderazgo eclesial.

La cuestión de la posible reintroducción del diaconado femenino -ministerio que se fraguó rápidamente en la Iglesia primitiva luego para existir durante al menos un milenio- ha estado en boca de todos después de que dos miembros de la Comisión del Vaticano sobre las diaconisas, Phyllis Zagano y Bernard Pottier, sj, revelaran que el Papa Francisco ya tiene sobre la mesa el informe de este organismo. «Depende de la Iglesia hacer ruido» respecto a una posible reinstitución de este ministerio, sostuvo Zagano, catedrática de la Universidad Hofstra de Nueva York, añadiendo que el Papa «sabrá el momento de decir algo» sobre el informe.

Y es que el momento y las formas parecen serlo todo, o al menos respecto al panorama en los Estados Unidos. Si bien es cierto que solo un 33% de los obispos de este país afirma que la Iglesia «debe» ordenar diaconisas a las mujeres, y solo un 41% opina que la ordenación de mujeres es «teóricamente posible», un 79% de los prelados cree que si el Papa le diera su visto bueno la Conferencia Episcopal del país dejaría la decisión final en manos de los respectivos obispos.

Es cierto que los obispos estadounidenses tienen sus reservas a la hora de poner en la práctica el diaconado femenino, sobre todo por la oposición de los ministros y fieles varones o por el temor de que la ordenación de diaconisas llevaría a llamadas cada vez más insistentes de ordenar a las mujeres curas, según el sondeo de CARA. Pero también es verdad que una amplia mayoría de los mitrados estadounidenses cree que las diaconisas serían de «bastante» o «mucha» ayuda en la Iglesia. Un 61% considera que lo serían en las celebraciones litúrgicas, un 71% en las celebraciones de la Palabra y un abrumador 83% en los ministerios de caridad.

Dada la eventualidad de que Francisco sí decidiera dar luz verde a que hubiera en la Iglesia mujeres diaconisas de nuevo, el camino a seguir presumiblemente sería uno parecido al que se siguió con la reintroducción del diaconado permanente tras el Concilio Vaticano II, según apunta América. El Papa delegaría la decisión en los episcopados nacionales, que decidirían si quisieran reinstituir el ministerio en sus países, y luego la decisión final de ordenar a las mujeres estaría en manos de los obispos individuales.

Cameron Doody

Religión Digital

MUJERES SACERDOTES ¿POR QUÉ NO? Por Maria Jose Arana rscj


8 noviembre 2018, Donosti

Arratzaldeon danori, ta benetan eskerrik asko zeure inbitazioagaitik. Gauko Gaia, oso garrantzitzua da nirentzat! Bai, eskerrik asko.

Bueno, agradezco de corazón la posibilidad de comunicarme con vosotros/as y de forma muy especial por el tema tan directo que me habéis propuesto.  He dado un montón de charlas en mi vida sobre “la Mujer en la Iglesia” y similares (y por supuesto aquí he tratado siempre el tema, ¡claro!), he escrito sobre el sacerdocio de las mujeres un libro y artículos especialmente para libros… pero así, sobre el sacerdocio de las mujeres, directamente, pocas veces (y alguna precisamente aquí en Donosti) por lo tanto, estoy muy agradecida.

El tema es muy amplio, casi imposible de abarcarlo en este limitado espacio de tiempo, pero trataré de ir lo más abreviadamente posible, para abarcar todo lo que se pueda.

Estamos en un momento en el que en la sociedad civil crece más y más la conciencia sobre la situación de las mujeres ; violencia de género, desigualdades laborales y salariales, el “me too” con el acoso sexual, toda la revisión que se está realizando con lo del “roce sin consentimiento” etc, etc… y otras muchas cuestiones que están plasmando otra sensibilidad y otra conciencia respecto a las mujeres en la sociedad civil sobre todo, pero también respecto a otras desigualdades y marginaciones. ¡Gracias a Dios!

Sin embargo, en la Iglesia -que está muy por detrás de la sociedad civil-  mucho decir y poco hacer y ningún paso a dar… y es que hasta que no se aborde esta cuestión en la Iglesia NO HAY NADA QUE HACER…

¿POR QUÉ TANTA IMPORTANCIA Y CENTRALIDAD DEL TEMA?

Pero ¿por qué es tan importante este tema tratado en exclusiva?

Pues sencillamente porque –como acabo de decir- cualquier cambio de la situación de las mujeres en la Iglesia pasa forzosamente por este cambio. Una cuestión “tabú” desde que Juan Pablo II en 1994 (11 días después de que saliera nuestro libro!!!).

Y lo triste es que ¡¡¡no están por la labor de afrontarlo!!!

  • El primer viaje de vuelta de Brasil (JMJ): Francisco dijo que NO en la entrevista que le hicieron en el avión. Fue algo muy chocante.
  • El prefecto de la Sagrada Congregación, Monseñor Luis Ladaria, a los poquísimos días de ser nombrado Cardenal dijo que NO por los mismos motivos: todo está dicho por Juan Pablo II.

Ni siquiera nos podemos apoyar en la cuestión del diaconado para las mujeres porque llevamos más de 3 años con la famosa Comisión que el Papa nombró como respuesta a las Madres Generales de las Congregaciones religiosas que le preguntaron por el tema, pero la Comisión aún no han dicho NADA y el Papa tampoco.

El Papa Francisco lleva todo el tiempo de su Pontificado diciendo que las mujeres deberían tener más protagonismo, está reivindicando más autoridad para ellas; dice: “necesitamos ampliar los espacios para que haya una presencia femenina más incisiva en la Iglesia”, y en otro lugar a los jesuitas: “un lugar específico para la mujer también en aquellos lugares donde se ejerce la autoridad de la Iglesia” (podríamos citar muchísimas intervenciones), pero ¿qué tiene en la mente el Papa cuando habla de autoridad para ellas? ¿O cómo podrán entrar y formar parte de ese proceso de decisiones? ¿Cómo podrá incidir verdaderamente en un cambio eclesial tan necesario?.

Ahora con el Sínodo de los obispos sobre los jóvenes,  Monseñor De Jongtrazó, ha señalado: «La presencia de las mujeres en el Sínodo es fuerte, y su voz es escuchada. El voto no implica un poder. Puedo asegurar que tomamos muy en serio las indicaciones que nos hacen las mujeres«, La verdad es que  nunca se sabe el alcance de las palabras de nuestras autoridades eclesiásticas.

Ahora bien es casi imposible que la cosa avance significativamente porque según el Derecho Canónico casi todos los cargos en Ella requieren que “sea varón ordenado”. Es una cuestión medular, la única llave para que se puedan abrir todos los demás espacios y entrar, de una vez por todas, en el camino de una justa igualdad, sin injustas discriminaciones. Para casi todos los cargos de Iglesia es necesaria una ordenación (aunque sea diaconal).

Por eso  digo que esta cuestión es central, y porque como dijo Karl Rahner, “estas dos potestades (habla de la Potestad de orden y de la de jurisdicción) son la base de la visibilidad y de la unidad visible de la Iglesia” [1], así, es evidente que las mujeres, al estar alejadas totalmente de ambas potestades dada su ‘íncapacidad’ para recibir el sacramento del Orden (Potestad de Orden), sufren las consecuencias inevitables para el acceso a los estamentos condicionados a dicha potestad para la jurisdicción en sus distintos aspectos y así son mantenidas en la invisibilidad… repitiendo y prolongando una larga historia de dependencia y sumisión en la Iglesia.[2]

          Consecuencias evidentes han sido la negación de cualquier tipo de autoridad y responsabilidad dentro de la Iglesia, la reclusión en la ignorancia, porque,  privadas del saber teológico docente y discente… En realidad el mismo Benedicto XVI lo reconoció en una entrevista con la Bayerischer Rundfunk (ARF)[3] nos recordó que el hecho de tomar decisiones jurídicamente vinculantes va unido al Orden sagrado”, y expresamente reconoce -cosa que no es nada habitual- que “desde este punto de vista hay límites”, es decir,  el límite para las mujeres… Y esto es tanto más contradictorio porque se trata de una Iglesia que proclama un evangelio de Justicia, Igualdad, y busca una forma de autoridad y participación según ese Evangelio.

Es decir, la ordenación viene a suponer no sólo el reconocimiento de la vocación, del ministerio… y la concesión de la gracia vocacional y sacramental, sino la única posibilidad para entrar en las potestades de la Iglesia, Orden y Jurisdicción, es decir a formar parte de la visibilidad de la Iglesia lo que quiere decir: la administración de los sacramentos además de formar parte de la autoridad y los órganos de decisiones y discernimiento eclesiales, prolongando la larga historia de dependencia y sumisión o dicho con palabras de Kari Elisabeth Borresen: “Equivalencia (en el orden de la Gracia) y sumisión (en todo lo demás),” situación que tristemente hoy permanece más o menos disfrazada y ante la que ellas se sienten incómodas…

Y esta negación vocacional llega a la esencia de la persona humana. Pablo VI negó explícitamente a las mujeres el hecho de que puedan tener la vocación o llamada al sacerdocio: “porque “por muy noble y comprensible que sea, no constituye todavía una vocación”… ya que, según este papa “es indispensable la autentificación por parte de la Iglesia” (Inter Insig. nº 38), que evidentemente no la concede si no se refiere a un varón.

           Así lo afirmó el mismo Papa, de forma más cruda aún, en unas conversaciones con Jean Gitton: “La mujer no puede ser sacerdote. No realiza el Sacrificio. Pero la mujer puede ser víctima”:

¡Terrible! Además de que es terrible y siempre me ha parecido muy injusto que sean los varones los que determinen lo que es válido o no para ellas. Jesús, varón, fue el que se inmoló a sí mismo por la Humanidad entera –no sólo las mujeres- y ésta (hombres y mujeres) la que ha de aceptar esta función.  

La realidad nos dice que ¡claro que ha habido y hay vocaciones sacerdotales entre las mujeres!…. (Santa Catalina de Siena, Santa Teresita, Sor Isabel de la Trinidad, Madre Nazaria, la Checa Ludmila Javorova –la única mujer válida y lícitamente ordenada, etc…). Hay mujeres que hoy reivindican con mucha fuerza esta cuestión; hay muchas mujeres –y entre ellas yo misma- que manifiestan su vocación sacerdotal.

          Sin embargo, según el código de Derecho Canónico de 1983 las mujeres no pueden ser ni lectoras ni acólitas (can 230). Tampoco pueden gozar de la facultad de ejercer en la “plena cura de almas” (Can. 120); la homilía continúa reservada a los clérigos (Can. 764 y 767) etc… ¡Así están las cosas!!!

Y así las cosas las mujeres católicas muchas veces se sienten alejadas de muchos planteamientos eclesiales, incomprendidas cuando no, heridas y tristemente vamos viendo cómo el descontento se traduce en una especie de “éxodo” silencioso y doloroso pero continuo de tantas mujeres que van abandonando la Iglesia porque no la sienten cercana a su problemática; es más, se sienten mal bajo unas normas etc…  trazadas PARA ellas pero no  CON ellas  y así,  se sienten distantes de su gobierno, de su culto, de su legislación… en definitiva se van alejando, en la práctica, de una Iglesia que ven que en la práctica cuenta con ellas para “llenarla” o para “trabajar en ella” pero no para responsabilidades y servicios mayores.

RAZONES POR LAS QUE HISTÓRICAMENTE SE NIEGA LA ORDENACIÓN A LAS MUJERES. En este asunto podríamos detenernos mucho pero vamos a tratar de resumir y simplemente enumerar las razones.

  • SANTO TOMÁS: “el estado de sumisión” o de “sujeción”, en las mujeres “por naturaleza”: “primera y principalmente por la condición del sexo femenino (ser defectuoso, inferior) que debe estar sometido al varón”.  (la diferencia entre la ordenación del esclavo y la ordenación de una mujer).
  • “El varón es cabeza de la mujer”… (San Pablo)
  • OTROS: “pero la mujer no es perfecto miembro de la Iglesia, sino el varón” (Guido de Baysio). 
  • “A causa de su condición de servidumbre , por la cual debe estar sometida al varón en todas las cosas” (Graciano).
  • “Sin  embargo las mujeres no sólo no podrían ser conducidas al sacerdocio, sino que tampoco al diaconado” (Decreto de Graciano).
  • “Porque en esta Sacramento, la persona ordenada significa a Cristo mediador y como el Mediador fue de sexo masculino, no puede significarse sino por el sexo masculino” (San Buenaventura).
  • Por la impureza de la sangre y la menstruación: (Levitico, Concilios de Nicea y de  Constantinopla)…

– Además otras cuestiones “menores” por ejemplo: La cuestión de la “tonsura” Duns Scoto y otros) porque “San Pablo prohibió que se cortara el cabello!!!. Ahora bien este autor añade que la Iglesia podría cometer “máxima injusticia” no sólo “para unas pocas personas sino para todo el sexo” si “se hubiese arrogado el privarles sin culpa de un acto que le fuera lícito (al sexo femenino) y estuviera ordenado a la salvación  de las mujeres y de otros en la Iglesia” pero no lo ve así porque el mismo Cristo no lo instituyó así y ordenó que las mujeres no fueran ordenadas.

Ni por “el estado de sujeción”, la “tonsura”, “la imposibilidad de que las mujeres enseñen”, porque María no fue ordenada”….. y ve en “María Magdalena una excepción  que se extingue con ella”…

A partir del Código de Derecho Canónico de 1917, 1983,… esquemáticamente queda asi la cosa:

  • El carácter masculino del sacerdocio en el A.T. y la subordinación de las mujeres a los varones según las Cartas Pastorales.
  • El argumento simbólico y antropológico: Porque Cristo fue varón y sigue siendo varón (Inter Insignores) y la imposibilidad de las mujeres de representar a Cristo.
  • La venerable Tradición y la práctica de la Iglesia.
  • El hecho de que Cristo positivamente no eligió a ninguna mujer entre los Doce y las excluyó de esta posibilidad. Ellas “no estuvieron en la Última Cena”.

Ahora bien: aunque la Comisión Bíblica ha declarado sin ambigüedad: “como no hay indicios suficientes para decidir la cuestión, la Iglesia podría modificar su práctica secular y admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal”,  sin embargo Roma continúa afirmando que “La Iglesia, por fidelidad al ejemplo de su Señor, no se considera autorizada a admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal” (I. I.).

En palabras de Juan Pablo II: «Ella (la Iglesia) sostiene que no es admisible ordenar mujeres para el sacerdocio, por razones verdaderamente fundamentales. Tales razones comprenden: el ejemplo, consignado en las Sagradas Escrituras, de Cristo que escogió sus Apóstoles sólo entre varones; la práctica constante de la Iglesia, que ha imitado a Cristo, escogiendo sólo varones; y su viviente Magisterio, que coherentemente ha establecido que la exclusión de las mujeres del sacerdocio está en armonía con el plan de Dios para su Iglesia»[1]. (Ordenatio sacerdotalis)

Hoy, sin excesiva dificultad, creo yo puedo perdonar  a Santo Tomás, San Agustín,  San Jerónimo y otros lo del “estado de sumisión” pero me resulta casi imposible hacerlo con Juan Pablo II, Ms Ladaria y otros que hoy en día digan que “las mujeres no fueron ordenadas por Jesús” (tampoco lo fueron los varones y tampoco se instituyó el sacramento del Orden en la última Cena etc… -recordar a Karl Rahner) o que no estuvieran en la “Última Cena” porque una exégesis mínimamente seria (esta exégesis es inexistente e injusta) nos impide decirlo y porque esas conclusiones son IMPOSIBLES.

ENCONTRAR MUJERES PRESBÍTERAS EN LA ANTIGÜEDAD.

Como ya hemos visto, hoy, uno de los argumentos es que no ha habido “presbiteras” en la Antigüedad; voy a decir que está probado que hubo diáconas, si, pero también que hubo presbiteras e incluso epíscopas, pero yo me quedaré en las “presbiteras” (y lo haré de forma muy muy resumida dado el tiempo de que disponemos) y dando por supersabida la cuestión de las diáconas o diaconisas.

Tampoco voy a entrar hoy en la exégesis del Evangelio y otros textos neotestamentarios. Sería interesantísimo y palpitante pero ¡cómo abarcarlo todo!… Quizás sería más importante aún, pero voy a ir por un camino menos conocido…, aunque si nos da tiempo nos asomaremos un poco.

Pero antes quiero decir algo muy importante. Aunque el encontrar estas presbíteras en la Antigüedad sea muy satisfactorio y ayuda mucho a caminar hacia la ordenación de las mujeres hoy, sin embargo a mi modo de ver NO SERÍA EL ARGUMENTO PRINCIPAL a la hora de exigir este cambio en la Iglesia, Más importante vería detenernos en el carácter EVOLUTIVO del Evangelio y de la Tradición. Es fundamental la idea que tengamos sobre la Tradición o como DEPÓSITO DE LA FE o saber encontrar las “semillas” y la fuerza interna, evolutiva del Evangelio y de la Tradición que  nos permitan  descubrir cómo hacer vida hoy las intuiciones más profundas, el mensaje más genuino. Es necesario evidenciar el carácter dinámico y activo del Evangelio y de la Tradición (ahí también entra lo de encontrar mujeres presbíteras): Palabra encarnada en la vida de la Iglesia a través del tiempo y el espacio, “aquí y ahora”; es necesario desvelar la fuerza liberadora del Evangelio y actualizante del Mensaje.

Rahner dice que en el primer caso «expuestos/as al peligro de perder la apertura ante lo venidero y de ser llevados a un aferramiento estéril en el pasado«[4] . Sin embargo sabemos que un proceso es algo vivo, dinámico, inacabado, en el que la asistencia del Espíritu  y la evolución humana avanzan juntas hacia el futuro.

Así, aunque encontrar restos y realidades de mujeres ordenadas diáconas, presbíteras e incluso epíscopas, sin dejar de ser palpitante e importantísimo  no será la única razón (si es poderosa razón aunque no única) para la ordenación. La cuestión de fondo está en la fidelidad al Espíritu que habla y actúa a lo largo de la historia y en cada tiempo!… La realidad, las condiciones sociales, religiosas, etc… y especialmentemente humana evolucionan y en cada momento requieren una respuesta. El estar bien atentos a este punto es fundamental para la interpretación de la Biblia (Palabra de Dios ENCARNADA) y de la Tradición.

No puedo detenerme a observar detenidamente las primeras comunidades cristianas en las que parece claro que las mujeres presidian la Cena del Señor en las Iglesias domésticas. La cuestión de María Magdalena y su papel en las primeras comunidades cristianas y en la que Duns Scoto ve “un privilegio personal que se extingue con ella”. Los textos antiguos de la “Didascalia” y de “las Constituciones de los Apóstoles” nombran explícitamente a las “presbíteras” y a las “diaconisas” como figura del Espíritu Santo.

De que hubo diáconas no queda ninguna duda (otra cosa es el alcance sacramental que quieran admitir o reconocer en ellas). Hay mucha y preciosa documentación  y es universalmente admitido que las hubo. El Cardenal Martini lo recordó en el Sínodo 1994: “en la Historia de la Iglesia, dijo, hubo diaconisas y por lo tanto podemos pensar en esa posibilidad”… Quedan huellas de algunas ordenaciones diaconales de mujeres[5], de sus símbolos y funciones, así como del paso que se fue efectuando hacia mujeres de otras instituciones como las abadesas, las seroras[6], algunas formas de beatas etc, etc… Incluso a algunas de ellas las conocemos por sus nombres propios, por sus servicios concretos… Hay muchos vestigios.

MUJERES PRESBÍTERAS:

Pero vamos a asomarnos a un curioso testimonio.

Finalizando el siglo X,  un sacerdote llamado Ambrosio preguntó al obispo de Vercelli, Atto[7], sobre el significado de las palabras “presbítera” y “diácona”. Él contestó: “Desde las palabras del Señor, ‘la mies es mucha y los obreros pocos’, se entiende que, para ayuda de los varones, también ordenabanen la Iglesia a mujeres religiosas tonsuradas”. El Obispo de Vercelli no veía ninguna novedad, ya que  Pablo mismo lo indica cuando habla de Febe, diácona “que está en el ministerio de la Iglesia” (Rom 16, 1)… Y continúa: “de donde se entiende que entonces, no sólo los varones sino también las mujeres presidían (estaban al frente de) las Iglesias, es decir, para gran utilidad”…

Atto ve el ocaso de estas ordenaciones auténticas en el concilio de Laodicea (s. IV) que en el capítulo XI prohibió estas ordenaciones. Y también alude al Concilio de Calcedonia (s. V).

Después distingue entre presbiteras y diáconas, pero a estas segundas les dedica menos porque las da por más conocidas y no tengo tiempo de pararme en ellas.

Por cierto, a las seroras vascas, en las que no podemos detenernos ahora el Padre Manuel Larramendi las entronca con las diaconisas y con las presbíteras; las primeras las estudia a través de los Concilios de Calcedonia, de Trullo, de Orleans (años 138) y del romano 721. También las entronca con las presbíteras o presidentas de las que habla el concilio de Laodicea del 367 a 372.

Pero este no es el único testimonio. Voy a enumerar muy resumidamente otros. El Papa Gelasio el año 494 envió un documento con serias amonestaciones a los obispos del sur de Italia: … “hemos sabido con impaciencia… que hasta se afirma que las mujeres ministran en los sagrados altares y practican todas las cosas que fueron encargadas a los varones y que no corresponden a su sexo”… y denuncia a los obispos que han callado, han animado y ordenado a las mujeres etc… Es decir habla de mujeres ordenadas verdaderamente por obispos válidos.

 Quiero avisar también que para leer estos textos es necesario conocer el lenguaje y expresiones de la época en que fueron escritos.

Hay otros documentos que desvelan y  apoyan la presencia de estas mujeres presbiteras.

  1. En lápidas de las tumbas del s. V y VI nombran a mujeres “presbiteras” cuyas tumbas las habían levantado sus maridos no presbíteros y se lee que “fueron verdaderas presbiteras” vgr: Leta cuyo marido ordenó construir la tumba; Flavia Vitela “Presbítera y santa matrona” (y otras en Italia). En Poitiers “ Martia presbitera”.
  2. También existen huellas de las mujeres que realizaban oficios que sólo podían realizar los presbíteros como era la venta de oro líquido.
  3.  En las catacumbas de  San Genaro en Nápoles aparece pintada Bitalia revestida con ropas sacerdotales y actitud celebrante. Otras pinturas de la Biblioteca Vaticana.
  4. Concilio de Laodicea 11 “que las que se dicen presbíteras o presidentas no sean ordenadas en la Iglesia”. También encontramos restos en el concilio de Paris S IX. Es verdad que si se prohíbe es señal de que se hacía.
  5. En el siglo IV el autor del Ambrosiaster dice que las mujeres en los comienzos del cristianismo ejercían las funciones al igual que los varones y como ellos enseñaban, bautizaban etc… aunque después se instituyó un orden diferente en el gobierno de la Iglesia porque “parecía irracional, vulgar y vil que todos hicieran las mismas cosas”.
  6. Y otros testimonios: En diversos lugares de Francia en el siglo VI “las cohospitae”, en Oriente las “Pepodistas”, en el siglo XIII en Alemania, mujeres de los movimientos heterodoxos, etc…

EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA: También ofrece la posibilidad de recoger datos muy interesantes. Si ha habido un sacramento que ha evolucionado es el de la penitencia: en cuanto a ministro, frecuencia, etc…

No hay duda de que las mujeres también fueron ministros de la confesión y especialmente las abadesas.

Honorio III, en el siglo XIII, escribe a la “hija amadísima, Abadesa Jotrense (Sagra Toledo ahora diócesis de Getafe), que es cabeza y patrona de los presbíteros» Pero el año 1210 el Papa Inocencio III lanzó una reprimenda a los obispos de Burgos y Palencia porque que las abadesas “bendicen a sus propias monjas, oyen confesiones de sus pecados y, leyendo el Evangelio, presumen de predicarlo públicamente” … (en J. M. ESCRIVÁ DE BALAGUER, La abadesa de las Huelgas, Madrid 1988, 150-151).

Doña Urraca Díaz de Haro abadesa (enterrada en el monasterio de San Salvador de Cañas)

En una Capitular de Carlomagno (s VIII): “se ha oído que algunas abadesas, contra la costumbre de la Santa Iglesia de Dios, dan bendiciones (sacramentales) e imposiciones de manos y signos de la Santa Cruz sobre las cabezas de los varones, y también velan a las vírgenes con la bendición sacramental; lo cual…” y hay otros textos que lo refuerzan: …“lo que parece cierto que significaba otorgar la penitencia o absolución, lo que comporta necesariamente la confesión de los pecados” (C. CHARDON Historia de los sacramentos, Madrid 1800, t. II. P 549).

San Donato de Besançon escribió unas normas para las abadesas en las que Vacadard y otros interpretan la posibilidad de que las abadesas pudieran confesar a sus religiosas. Lo mismo San Basilio en la Regla para monasterios, la Regla de San Columbano, algunos textos de Balsamón, y otros.

Pero es particularmente expresiva la historia que se narra en la vida de Santa Burgundofora (siglo VII) de las dos monjas fugitivas que no quisieron confesarse con su abadesa y murieron sin absolución que se da por supuesto de que era válida.

En fin, éste es un “territorio” importante para descubrir la historia. Como también lo es la cuestión del a) poder de jurisdicción de las abadesas, b) el “poder de las llaves”, y c) restos del poder externo de las religiosas.

En el prólogo del libro sobre “la abadesa de las Huelgas”, Escrivá de Balaguer escribe: “Voy a hablar especialmente de su JURISDICCIÓN cuasi episcopal ‘vere nullius’ que le permitía obrar en su territorio separado, como un obispo en su diócesis”. El Padre Florez: “Con jurisdicción plena, privativa, cuasi episcopal, vere nullius, y con poderes reales”… y, añade “ejercía esta doble jurisdicción en pacífica posesión como es público y notorio”… Cuando la célebre abadesa de Pedralbes (Clarisa) se opuso a la entrada de los visitadores en su monasterio se le declaró en suspensión de oficio porque “le privaron del poder de las llaves” luego lo tenía!!!. De esta forma  analizan también otros autores a las abadesas de Fontevrault, La abadesa jotrense, la de Montvilliers, la de Notre Dame de Troyes, Whitby, Shaftesbury, Magdeburgo, Conversano, y otros monasterios europeos.

Analizar el poder de jurisdicción de las abadesas, el poder abacial en general y el debate que ha habido intentado negar poderes a las mujeres abadesas después del siglo XIII, es interesantísimo y da muchas pistas para las cuestiones que analizamos.  

También hay otros signos en las vestiduras y objetos monacales: entrega de las llaves (a las abadesas e incluso a las seroras vascas), roquete y la muceta de los canónigos (agustinas y benedictinas), la “mitra” de las abadesas mitradas, anillo y báculo abacial, la cruz pectoral y los demás signos abaciales que significan el poder de jurisdicción como los abades varones. También otros como la “estola diaconal” el manípulo etc…

Podríamos seguir profundizando no sólo esta cuestión sino otras muchas en esta línea, bien interesantes: Datos de la Iglesia Primitiva y las iglesias domésticas, Los Doce y el Discipulado, la diaconía, la profecía y otras muchas cuestiones.

 Pero especialmente entrar en esa cuestión de Duns Scoto: “porque el mismo Cristo no lo instituyó así y ordenó que las mujeres no fueran ordenadas” y desde ahí hacernos la pregunta: ¿es tan evidente que Jesús no quiso a las mujeres como sacerdotes??? ¡Cuantísimas cosas podríamos responder en este sentido cuando precisamente en Jesús encontramos el fundamento para la dignificación de las mujeres y el ejercicio pleno del discipulado!! Una novedad y un trato increíble para ellas! Pero otra vez será.

Por otra parte ya decíamos al comienzo que el encontrar rastros de mujeres presbíteras, diáconas etc… aunque palpitante y de mucha utilidad, sin embargo no sería la razón o el motivo principal para ordenar mujeres en la Iglesia y que tampoco se trata de reproducir una copia exacta del pasado en el hoy… sino más bien de hallar las semillas y la Fuerza íntima del Espíritu en el Evangelio y en la Tradición primera. Es necesario evidenciar el carácter dinámico y activo de Evangelio y Tradición y leerlos escuchándolos en el hoy.

Porque además queremos unas ordenaciones EN UNA IGLESIA  que DEBE CAMBIAR escuchando al hoy, escuchando a la sociedad, al mundo de hoy, a las mujeres, y a la misma Iglesia, escuchándose a si misma.

ESCUCHAR A LA SOCIEDAD CIVIL, A LA IGLESIA Y A LAS MISMAS MUJERES.

¡Tuve una alegría inmensa con la concesión del Premio Nobel de la Paz 2018!: un médico ginecólogo congoleño y una mujer kurda ex-esclava, ambos, protectores de las mujeres y activistas contra la violencia machista de la que cada vez somos más conscientes y estamos más concienciadas/os! Y además, me gusta mucho que sean un varón y una mujer!!!

  1. Sí, hay que escuchar al mundo Occidental que va en avanzada con respecto a nuestra Iglesia y escuchar también a otras iglesias, lo cual, lo primero, es una clara contradicción con el Evangelio. ¡Porque la Iglesia Católica debería de ir en la avanzada y no a la zaga respecto a la sociedad civil!
  2. Hay que escuchar a las mujeres que tienen algo muy importante que decir y están hablando en movimientos feministas dentro y fuera de la Iglesia.
  3. Hay que escuchar a la misma Iglesia, a su laicado, a tantas personas, grupos, comunidades… que están elevando su voz pero no son escuchadas.

Y hay que escuchar y percibir desde dentro  a la situación íntima de la misma Iglesia que se empobrece clamorosamente por la falta de la aportación femenina en los lugares de actuación en la Iglesia visible, en los espacios de pastoral, liturgia, en su magisterio…, en las decisiones, orientaciones, en la misma forma y talante de ser Iglesia.

  1. No cabe duda de que la sociedad civil va por delante en la causa de las mujeres. Concretamente este año, como ya venimos señalando ha sido especial en esta materia y se ha dicho de mil formas que este siglo XXI será el siglo de las mujeres. Sí, tenemos que mirar y calibrar el avance que la sociedad civil propone. No hace mucho acudí a un Congreso sobre “Democracia e Iglesia” con la intervención de gente muy importante y de mentalidad diversa (desde algún cardenal a políticos de distintos colores); María Teresa Fz de la Vega (presidenta del Consejo de estado y exvicepresidenta de gobierno) insistió en la importancia de la igualdad de género en una auténtica democracia e instó a la Iglesia en tomarse en serio la cuestión “incluso en el SACERDOCIO” …

Porque además no es casual el hecho de que la sociedad civil y, por supuesto, la Iglesia, adolezcan de falta de un tipo de valores y relaciones más en consonancia con “lo femenino”, y acusen una gran descompensación y desequilibrio relacional… Esta situación nos está queriendo comunicar algo y hemos de escucharlo.

Jorge Costadoat, sj. alerta de una cuestión apenas tenida en cuenta: “sin duda la voz de los movimientos feministas de hace ya más de cien años constituye una palabra de Dios a la que la Iglesia debe poner atención” (Atrio, 8, III, 2017), ¡Magnífico! ¡Oir la voz de las mujeres en la sociedad civil y el eco que permanece desde hace casi dos siglos en los muy diferentes movimientos feministas y también no estrictamente feministas pero movimientos concientizados de las mujeres del mundo!.

Es verdad, a pesar de lo mucho que queda por hacer, sin embargo hay que mirar a la sociedad civil y ver el lugar que ocupan las mujeres, ellas están en todos los lugares –ya hasta en el ejército y tenemos ministras de defensa!!!- y estamentos etc… , ver todo ello y además hemos de constatar una mentalidad mucho más avanzada en el tema.

  • Hay que escuchar la situación íntima de la misma Iglesia.

Este verano –y no sólo este verano, ahora mismo- me estoy desesperando buscando curas para decir misa en nuestro convento y eso ¡en un Madrid!. Cuando dicen que no hay curas etc… y se quejan yo les digo que haberse preocupado antes y haber trabajado para que así NO FUERA…

 Sabemos que contamos con un clero escaso y anciano… Y este clero tan escaso para un laicado generalmente mayor y del que, por supuesto, la mayoría son mujeres –no hace falta contarlas porque salta a la vista- que se esfuerzan  en el servicio de Iglesia sin ninguna clase de RECONOCIMIENTO. La falta de jóvenes es también evidente y a menudo, cuando los hay, son muy conservadores…  Indudablemente la tentación es “echar mano” de las mujeres para múltiples funciones y trabajos “subalternos”, porque además, ellas, en general, lo hacen muy bien y suelen ser muy disponibles y hasta incondicionales (cuando son mayores).

El Papa Francisco dijo a las Superioras Generales: “la Iglesia necesita que las mujeres entren en el proceso de toma de decisiones” pero como decíamos ¿cómo entrar si no cambia la estructura y el acceso a esos lugares sigue siendo la condición de varón y de sacerdote?. ¿Cómo entrar en una estructura que ha prescindo totalmente de ellas?

Pero esta incorporación plena de las mujeres requiere también un cambio en la estructura eclesial, es decir, un cambio estructural y eclesiológico.

Ante esta cuestión, el “Colectivo de Mujeres en la Iglesia de Cataluña”  expresa su deseo de que «el servicio diaconal femenino e, incluso, la ordenación sacerdotal de las mujeres, no signifique sencillamente una repetición de los modelos existentes, ni que, como cualquier otro servicio eclesial, venga a reforzar la estructura piramidal de la Iglesia, modelo contrario al deseo de una ‘Iglesia de iguales Y tienen razón, porque en realidad se requiere un modelo, una estructura eclesiológica distinta “que no repita exactamente” los modelos, sino que avance hacia ese cambio tan necesario.

         Sin embargo este cambio no debería, no puede hacerse sin ellas. Por lo tantono habría que esperar a cambiar para que las mujeres entren en la estructura y en el ministerio eclesial, por el contrario ¿No debería ser  la inclusión de “lo femenino”, de las mujeres en la Iglesia, algo que verdaderamente CAMBIE Y MODIFIQUE  significativamente la estructura eclesial? Esto, ¿no debería ser una especie de impulsor de cambio? Pero sobre todo a ellas debe reconocérseles  el derecho y el deber de participar activamente y de aportar su ser y hacer en una tarea tan fundamental como es la aportación a una modificación estructural que la Iglesia tanto necesita

Ahora bien, todo esto es bien importante pero vamos a intetar entrar más a fondo:

La Iglesia debe escucharse a sí misma, sus carencias más profundas.

Como decíamos, la Iglesia se empobrece clamorosamente por la falta de la aportación femenina en los lugares de actuación en la Iglesia visible, en los espacios de pastoral, liturgia, en su magisterio…, en las decisiones, orientaciones, en la misma forma y talante de ser Iglesia. La Iglesia se empobrece íntimamente.

         La conocida carmelita, Cristina Kauffman, detectó muy claramente esta descompensación eclesial y el consiguiente empobrecimiento íntimo; vamos a leerlo con máxima atención “El hecho de que todas las decisiones últimas en la Iglesia se tomen sólo por los varones es un grave desequilibrio que no deja brillar la verdad en la Iglesia en todo el esplendor, ni deja fluir toda la corriente de vida para bien de todos”[8].

         Willigis  Jäger, que además es varón, lo detecta en una dimensión tan importante como es la de la mística, pero que afecta a una forma de ser Iglesia“Un problema central de nuestras Iglesias es el hecho de que apenas enseñan el gran tesoro de su tradición mística y espiritual (…). Me he dado cuenta muchas veces de que las mujeres están más abiertas a una experiencia mística que los hombres”[6]…  Y busca la solución correcta: “Tenemos que volver a activar las fuerzas femeninas que se han ido perdiendo durante siglos de sistemas patriarcales. Sólo surgirán si despertamos en nosotros/as las fuerzas originarias del cuidar, sanar, observar,  sentir… despertar la intuición, Compasión, dedicación, entrega, amor…  Lo femenino nos proporciona el acceso a nuestra  naturaleza más profunda”[9]

        Ciertamente la Iglesia necesita escuchar a fondo e interiorizar sus propias carencias. Desde ahí habrá de reflexionar sobre el servicio presbiteral o/y diaconal integrar lo femenino… Las mujeres no son ni mejores ni peores que los varones, son diferentes, unos y otras se necesitan mutuamente y desde ahí han de aportar para el enriquecimiento del Cuerpo total de Cristo en la realidad eclesial.

El mismo Juan Pablo II  reconoció en “Vita Consecrata” esta necesidad de lo femenino en los varones y en las estructuras, una necesidad mutua. Después de aceptar que las mujeres reivindiquen incluso en la Iglesia (un milagro), dice : “ Es obligado reconocer que la nueva conciencia femenina ayuda también a los hombres a revisar sus esquemas mentales, su manera de autocomprenderse, de situarse en la Historia e interpretarla y organizar la vida social, política, religiosa, eclesial”… (Vita Consecrata, Juan Pablo II).

La falta de esta aportación produce ese desnivel tan peligroso.

         Pero además hay que constatar que un servicio presbiteral y diaconal en una Iglesia de Comunión y de Caridad implica una mística de servicio en caridad, misericordia, compasión… todas esas actitudes del cuidar, sanar… en empatía, intuición, entrega… tan en consonancia  con esas fuerzas femeninas “a despertar”… a integrar… y que tanto ayudará al ser comunitario de hombres y mujeres en la Iglesia.

         Recuperar el presbiterado y/o el diaconado eclesial para las mujeres no significa “la panacea de todos los bienes”, pensar así sería además de simplista, injusto; pero sí es un paso no sólo importante, sino fundamental para caminar hacia esa “comunidad de iguales” querida por el mismo Jesús, una “casa común” más acogedora, que debe ser la Iglesia…, con un tipo de relaciones más cálidas, cercanas, igualitarias… comunitarias…

         Un equilibrio relacional que sepa armonizar lo femenino y lo masculino en un Cuerpo.

         Volvamos a las palabras del Papa Francisco para completar esta imagen de Iglesia tan necesaria hoy y siempre, para adentrarnos en las necesidades de curación en la Iglesia:

«Yo veo claramente qué es lo que más necesita la Iglesia hoy: la capacidad de curar las heridas y de calentar los corazones de los fieles, la cercanía y la proximidad. Yo veo a la Iglesia como un hospital de campo después de una batalla…” (Papa Francisco). Esto es muy importante porque: “hay que curar las heridas. Después podremos hablar de lo demás. Hay que curar sus heridas, curar sus heridas,… y hay que comenzar desde abajo” (Papa Francisco en entrevista con Antonio Spandaro director de Civiltá Cattólica).

Quizás sea también ésta una de las primeras a tener en cuenta y realizar con la cuestión de las mujeres en la Iglesia: curar tanta herida acumulada en la mujeres, si, pero no sólo en ellas. Es una  tarea delicada y muy urgente; hace falta mucho tacto, mucho amor, mucha comprensión. Sí, también las heridas de la Iglesia y en la Iglesia…

A las mujeres se les ha reconocido precisamente esta habilidad especial para curar, cuidar, para “atender desde abajo”, en realidad éste es un auténtico servicio diaconal y pastoral…  ¿Se les reconocerá ahora este papel, este carisma cuidador y sanador de la Iglesia, en la Iglesia y para la Iglesia?

     Hay que tener en cuenta que hay heridas que no se pueden curar más que aplicándose con  actitudes muy especiales y, poniendo manos a la obra para buscar realmente los remedios y actitudes, necesarios para encontrar caminos y formas nuevas.

     Caminos que los varones no pueden ni deben buscar ni imponer ellos solos. Es una tarea compartida… Esto conlleva un proceso arduo, trabajoso, pero también gratificante. Las mujeres tenemos ahí, una responsabilidad, una aportación indeclinable.

La Iglesia tiene la obligación de escucharles y recibir de ellas este carisma especial.

Las Teólogas feministas son una voz importante a escuchar. Vienen hablando desde hace tiempo, investigando, descubriendo, dialogando… vienen comunicando muchas cuestiones en todos los ámbitos de la Teología y la espiritualidad, que estaban ocultas y que es necesario escuchar muy atentamente.

     Yo he trabajado mucho, ahora menos, pero también lo hago por esta cuestión y las otras que afectan a la situación de la mujer en la Iglesia antes lo hacía pensando más en mí, en mi vocación sacerdotal , además de por conciencia ¡claro! Lo hacía y lo hago por el bien de las mujeres y de la misma Iglesia; Pero, ahora ya sé que lo he de hacer como aquellos “testigos” del Antiguo Testamento que enumera la Carta a Los Hebreos y que dice “en la fe murieron todos ellos, sin haber conseguido el objeto de las promesas, viéndolas y saludándolas desde lejos” (Hbr. 11, 13)… es decir, para las generaciones futuras y ¡estoy contenta del papel que ha tocado a nuestra generación!!! ¿por qué no?; cada uno/a de nosotros hemos de aportar en el poquito de historia que nos toca vivir…

        En un mundo tan necesitado de todo esto, en donde la igualdad, la liberación, el reconocimiento de la dignidad humana son tan urgentes…,, en el que  es necesario un renacimiento espiritual que comunique energía y vitalidad, incluso supervivencia a este mundo nuestro.

Necesitamos un cambio de conciencia y la Iglesia debería colaborar más y marcar señales más proféticas y arriesgadas, también dentro de sus propias estructuras, en el camino de liberación de las mujeres y de los seres humanos más necesitados de ello. La Iglesia debería ir, en todos estos asuntos, en la avanzada, y no a la zaga de la sociedad civil. No sólo predicar sino realizar y realizarlo en sí misma. Éste es un reto serio que tiene ante sí la Iglesia. La desigualdad daña a la misma Iglesia y afecta a su credebilidad… Porque, sin duda, la Iglesia tendría que ejemplificar en sí misma las relaciones igualitarias y fraternales del Reino.

Como veíamos antes, Benedicto XVI, después de reconocer el problema jurídico que existe en el Derecho Canónico para tomar decisiones jurídicamente vinculantes, asegura: “Desde este punto de vista hay límites”, y añade, “pero creo que las mismas mujeres, con su empuje y su fuerza, con su superioridad, con su “potencial espiritual” sabrán hacerse espacio. Y nosotros deberemos intentar ponernos a la escucha de Dios, para que no seamos nosotros a impedirlo”… (Benedicto XVI, 5, VIII, 2006). Esto es importantísimo.

Me encantaría hablar con el Papa Benedicto del alcance de estas palabras y mostrárselas al Papa Francisco y ver con ellos su responsabilidad: “para que no seamos nosotros a impedirlo” y también la de ellas, porque “con su empuje, con su fuerza, con su potencial espiritual… sabrán hacerse espacio”.

En cierta manera es una forma de invitarnos a trabajar por ello, a “hacernos espacio”… y esta invitación nunca se había dado…

Hay que curar sus heridas” (Papa Francisco) La Eucaristía podría y debería ser el lugar real y simbólico de reconciliación, de curación y de reconocimiento, signo de esa humanidad nueva, visible, verdaderamente Cuerpo de Cristo; de la Humanidad entera, de lo femenino y lo masculino, de las diferentes razas, pueblos y sensibilidades… La nueva Humanidad que anhelamos y que se va gestando poco a poco.       

Ciertamente: “La Iglesia tiene necesidad hoy, de recuperar la visión cósmica, ecológica, positiva y optimista de la Eucaristía y celebrarla en una liturgia que exprese la alegría del cielo en la tierra y la espera del festín en el Reino de Dios”[10], sin embargo no es fácil que esto se realice significativamente mientras existan discriminaciones dentro del ámbito eclesial.

Es decir, su visibilidad y significación no será clara hasta el día en que la Iglesia  ensanche la mesa eucarística del altar y considere ahí a las mujeres no sólo como comensales de pleno derecho sino reconociendo en ellas la posibilidad de que, como María, hagan presente a Cristo en el mundo, transformando los dones creados, en su Cuerpo, para la reconciliación de este mundo dividido.

El festín eucarístico podría ser así mucho más claramente lugar de reconciliación y signo y anticipo de aquellas relaciones igualitarias y fraternas del Reino que en él se proclaman.

Quisiéramos que la Eucaristía, presidida y animada por hombres y mujeres, fuera verdaderamente el lugar simbólico y expresivo de esa anhelada curación y reconciliación humana, en la que hombres y mujeres, re-conocidos, re-encontrados mutuamente se solidaricen totalmente en la Iglesia para salvación del mundo, como signo y anuncio de una creación pacificada. Porque “la Humanidad no puede reconocerse a sí misma más que en la perfecta identidad de lo masculino y lo femenino como imagen de Dios[11] y lo que es mucho más serio, difícilmente Dios podrá reconocerse en una humanidad partida.


[1] K. RAHNER, La incorporación  a la Iglesia según la Encíclica de Pío XII ‘Mistici Corporis’, en Escritos de Teología, Madrid, 1863, tomo II p. 15.

[2] MJ ARANA, Mujeres Sacerdotes ¿por qué no?, Reflexiones históricas, teológicas y ecuménicas, Madrid, 1994, edic. Claretianas. P. 12.

[3] Castelgandolfo, 5, VIII, 2006.

[4] K. RAHNER, Diccionario Teológico, Barcelona 1870, p.  740. L. PACOMIO, Diccionario interdisciplinar. Salamanca, 1983, IV, v. Tradición.

[5] Por ejemplo: The Hadrianum Sacramentary 786 AD, y otros muchos documentos.

[6] Es importante lo que dice de ellas J. A. LIZARRALDE: “aunque nunca fueron sacerdotisas, gozaban de algún modo del foro eclesiástico” y, tanto él como G. HENAO y M. LARRAMENDI, las ven como descendientes de las diaconisas antiguas.

[7] ATTO DE VERCELLI, P.L. 134, PP 113-115

[8] C. KAUFFMAN,  “Renacer desde la Contemplación”, entrevista grabada en video para la XIX Semana de Vida Religiosa de Bilbao, abril, 2001.

[9] W. JÄGER,  En cada hora hay eternidad. Palabras para todos los días, edit. Desclée de Brouwer, Bilbao, 2004, p. 148.

[10] Ibidem.

[11] G. LAFONT, Dios, el tiempo y el ser, Salamanca, 1991.

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El avance de la religión en la política pone en riesgo los Derechos Humanos en Latinoamérica


Foto con fines meramente ilustrativos: Pixabay
Foto con fines meramente ilustrativos: Pixabay

El ingreso y avance continuo de los cristianos evangélicos neopentecostales en la política está poniendo en riesgo la agenda de derechos humanos conquistada por los sectores progresistas en los distintos países latinoamericanos. El rezago en estos derechos en algunas naciones del continente coincide con la fuerte entrada de los evangélicos al poder.

“Existe un gran riesgo en el avance de los neopentecostales; como ellos creen que están luchando por la derrota del mal y de Satán, cualquier oposición va a ser percibida por ellos como una señal demoníaca”, dijo a la agencia Sputnik el doctor en antropología y profesor de la UDELAR, Nicolás Guigou.

Los evangélicos neopentecostales son una versión latinoamericana de las iglesias protestantes que han tenido su auge en las últimas décadas. Se diferencian de sus antecesores, los protestantes luteranos, por ser más “carismáticos” y sus oficios religiosos son espectaculares, con bandas de música rock, gigantescos templos que llevan a valer millones de dólares y joviales pastores que prometen alcanzar el cielo a sus feligreses.

Han logrado llevar exitosamente su retórica de “milagros”, “sanaciones” y otras acciones épicas a la política, en donde han cosechado votos para colocar diputados, senadores y hasta presidentes, como es el caso del actual mandatario de Guatemala, Jimmy Morales, que además de comediante es pastor evangélico, el bien Jair Bolsonaro, que arrasó con el voto evangélico en Brasil y consiguió la presidencia del país.

Contra todo lo antirreligioso

“Ellos tienen una visión del mundo guerrera, en la que suponen de antemano que van a existir enemigos a los que deben derrotar; en este contexto, la izquierda no ha actuado adecuadamente y se ha posicionado como un enemigo ante ellos”, explicó Guigou.

Para muchos de estos movimientos, el mundo está en un constante estado pre-apocalíptico, a menos que ellos hagan algo para “salvarlo”. Desde su cosmovisión, la humanidad está siempre en una lucha “entre el bien y el mal”, según Guigou que es autor de importantes libros como “Religión y memoria: una perspectiva antropológica”, “La nación laica: religión civil y mito-praxis en el Uruguay” y “Religión y producción del otro”.

Claramente, consideran derechos humanos como el aborto, el matrimonio igualitario y el empoderamiento de las mujeres como “pecados”, y se introducen en la política para deshacerse de ellos por considerarlos perversiones.

Estos religiosos ven a la propiedad económica como una “señal divina” y realizan “exorcismos” a representantes de izquierda o sindicalistas, indicó Guigou.

“En Brasil estaban exorcizando a gente que había sido sindicalista o militante del Partido de los Trabajadores; lo que muestra que tienen una visión muy conservadora del mundo, del lugar del hombre y del tipo de familia que tiene que existir”, explicó el académico.

Recalcó que, aunque la religión judía no es cristiana, estos sectores evangélicos sí se consideran cercanos al judaísmo desde su lado. “Cuando asumió la ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos en Brasil –quien dijo que los niños debían de volver a vestirse de celeste y las niñas de rosado- ella lo hace con una bandera de Israel, porque para ellos es la tierra del pueblo elegido y la muralla contra el avance del Islam”, indicó.

De acuerdo a un estudio de 2014, el 19% de la población latinoamericana se declara evangélica neopentecostal.

http://www.lr21.com.uy/mundo/1391179

El valor de los viejosPedro Serrano


temas socialesene312019 

Enviado a la página web de Redes Cristianas

En estos tiempos de vacuidad y simpleza no están bien vistas las canas y las arrugas. Sin embargo, la vejez no es un fracaso, sino un logro. Llegar a viejos significa que se ha superado la efervescencia juvenil y las duras pruebas de la vida. Pruebas y experiencias del camino que nos han ido forjando como el metal que pasa por la fragua y las manos del herrero.

No, los viejos no siempre estamos enfermos o chocos, ni somos objetos en desuso que haya retirar al desván. Todo lo contrario. Una sociedad inteligente no debería desaprovechar la experiencia y la sabiduría acumulada durante una larga vida. Las sociedades antiguas sí sabían respetar y valorar a sus mayores. Para los jóvenes de entonces, los viejos eran sabios y filósofos a los que recurrían para la resolución de conflictos y recibir asesoramiento y consejo.

La jubilación no es el final de la vida útil de una persona, sino el inicio de una etapa intelectualmente enriquecida que ni la sociedad ni los políticos saben aprovechar. Para empezar, pongamos un viejo en cada casa, en cada colegio, en cada hospital, en cada bar, en cada plaza, en cada empresa, en cada debate, en cada partido político, en cada gobierno. “ Buey viejo mal tira, pero bien guía”.

/ Antoñán del Valle (León)

http://www.redescristianas.net/el-valor-de-los-viejospedro-serrano/#more-95832

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