Un espacio para recrear lo sagrado y lo profano con ojos de mujer. Somos un grupo ecuménico en búsqueda de la justicia e igualdad.Respetamos la opinión, de los autores aunque no necesariamente estemos de acuerdo.
Tiempo de lectura: 1′ 11 feb 2019 – 13:43 Actualizado 15:20
La Santa Sede cuenta con una nueva figura impulsada por el Papa Francisco para combatir la corrupción: la autoridad anticorrupción. Este nuevo cargo será ocupado por el Auditor General del Vaticano.
Esta nueva figura ha sido creada por el Papa, de acuerdo a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción adoptada para la Santa Sede desde el 19 de octubre de 2016. Francisco ha modificado con un nuevo documento el estatuto del Auditor General del Vaticano, cargo ocupado en la actualidad ad interim por Alessandro Cassinis Righini, y lo ha elevado al rango de autoridad anticorrupción.
Concretamente, el Pontífice ha modificado el artículo 4 en el que se estipulaba que el revisor «podrá solicitar a las entidades y administraciones… cualquier información y documentación de carácter financiero o administrativo significativo». Con el cambio, el nuevo artículo dice lo siguiente: «El Auditor General solicita y obtiene de los Organismos y Administraciones auditados…», y por tanto tiene la facultad de acceder sin impedimentos a «la información y documentos de carácter económico o administrativo necesarios para la realización de la auditoría».
Asimismo, la nueva autoridad anticorrupción es competente para llevar a cabo «cualquier otro tipo de procedimiento de auditoría que considere apropiado en las circunstancias». Tras la actividad de verificación, el Auditor está obligado a informar al Consejo de Economía, a la Autoridad de Información Financiera y a comunicar a la Autoridad Judicial competente del Estado de la Ciudad del Vaticano cualquier noticia de delito identificado en el curso de su actividad.
Voces. Joan Chittister. [Redes Cristianas]La Academia Americana de Religión y su asociación adjunta, la Sociedad de Literatura Bíblica, es conocida por reunir teólogos avanzados de diversas denominaciones para favorecer la polinización cruzada entre lo mejor del pensamiento y la investigación religiosa. Por eso no sorprende que en la conferencia de este año los días 22 al 24 de noviembre en Baltimore una parte del orden del día era un panel de conferenciantes cuyos intereses podrían darnos una instantánea del Papa Francisco y de los retos a los que se enfrenta al tratar diversas cuestiones actuales.
La amplia composición del panel –laicos y religiosos, católicos y no católicos, varones y mujeres- resaltaba algunos temas específicos a los que se enfrenta la iglesia y las primeras respuestas del actual papa a las áreas de ecumenismo, teología de la liberación, tradición, formación espiritual y, en mi propio caso, las mujeres y la vida religiosa.
En la columna de hoy, para ampliar la conversación, compartiré las observaciones que hice como parte de ese panel.
*** Pierre Teilhard de Chardin, filósofo jesuita del siglo 20, escribió: “La única tarea que merece nuestro esfuerzo es la construcción del futuro”. Hoy me preocupa cómo construir un futuro nuevo para las mujeres de todo el mundo a través del acercamiento de la iglesia. El filósofo del siglo VI Boethius nos recuerda que cuando una época muere una nueva está naciendo. Una segunda apreciación que me llama la atención es la de Woody Allen, 15 siglos después: “No me da miedo la muerte; sencillamente no quiero estar ahí cuando ocurra”. Ambos mensajes son claros: La primera indica que la continuidad puede alargarse excesivamente. La segunda, que no encarar el momento en el que estamos puede malograr el futuro que viene con nosotros o sin nosotros, y tanto si nos gusta como si no.
Item: Estamos en una encrucijada en la historia Este es el momento en el que la historia ha descubierto a las mujeres. En realidad, los varones y las mujeres inteligentes ahora se dan cuenta de que el feminismo no tiene nada que ver con la condición femenina. No tiene nada que ver con el chovinismo femenino, ni con el machismo feminista. Y definitivamente no se trata de que las mujeres quieran actuar como los varones.
El feminismo consiste en permitir que cada miembro de la raza humana llegue a ser una persona humana adulta, que pueda elegir en cada nivel de la sociedad, participar en la toma de decisiones que afectan a sus vidas, ser independiente económicamente, estar segura en las calles, en sus hogares, tener voz en los tribunales y cuerpos constitucionales del mundo –disfrutar, en otras palabras, plenamente y en igualdad de todos los derechos civiles.
Consiste en traer a la luz pública y al poder público los programas, las percepciones, y la sabiduría de la otra mitad de la raza humana. Consiste en tomar en serio sus ideas y planes. ¡No! Corrijo: consiste en tomar en serio la teología de la creación. En otras palabras, consiste en la “proclamación de la emancipación” de las mujeres en este siglo.
Y como ya han pasado 2000 años desde que el mismo Jesús se constituyó en modelo, no se puede argumentar que estamos tratando de hacer las cosas demasiado de prisa. El mismo Papa Francisco, claramente sensible a este tema, ha adelantado la idea de lanzar un estudio sobre las mujeres, lo que viniendo de Roma es al menos tan trascendental como esperar seriamente que Roma haga algo al respecto.
Tres temas en particular medirán la autenticidad –la moralidad- de la respuesta de la iglesia al tema de las mujeres. Los temas de la maternidad, el poder humano y la pobreza son clave para la forma en la que se nos verá en muchos años venideros.
En primer lugar, la cuestión del papel de las mujeres en la iglesia y en la sociedad no es una de las 39 áreas preocupantes que aparecen en el cuestionario que el Vaticano ha enviado a los obispos de todo el mundo en octubre buscando una respuesta amplia de los católicos a cuestiones relacionadas con la familia. ¿Qué importancia tienen realmente el papel y los derechos de la mujer-como-mujer en la estructuración de la familia realmente?
En segundo lugar, la reciente frase del papa sobre las mujeres en un congreso de la Sección de Mujeres del Consejo Pontificio del Laicado en Roma se centró casi en su totalidad en la maternidad de las mujeres, lo que ocupa –en el mejor de los casos– unos 20 años de la vida de una mujer. La mayoría de las mujeres modernas, según los datos demográficos, viven al menos otros 35 ó 40 años después de que el hijo/a más joven se emancipe.
¿Y después de eso? ¿Qué papel tiene la mujer entonces? ¿Es la maternidad su único valor, su definición a perpetuidad? ¿Qué hace ella ahora con su talento personal, sus percepciones, su dones que, según nos dicen, se nos han dado para mejorar el mundo? ¿Y cómo compensa el mundo la pérdida de tanta experiencia, inteligencia, y sabiduría de la otra mitad de la raza humana si no se espera que las mujeres contribuyan a estructurarlo, ni se les invita a ello? Pero, sin la aportación de las mujeres, la humanidad ve sólo por un ojo, oye con un oído y piensa con sólo la mitad de la mente humana.
Y se nota: lee los periódicos. Más aún, ¿por qué una mujer se define por la maternidad tanto si es madre como si no lo es, mientras que un varón se define por su trabajo, su inteligencia, su liderazgo, o su heroísmo, y raramente, si es que alguna vez se hace, se define por su paternidad?
En la famosa entrevista publicada por la revista jesuítica Civilta Catholica el pasado septiembre, el Papa Francisco dice, “tenemos que trabajar con más intensidad para desarrollar una profunda teología de la mujer. Únicamente dando este paso será posible reflejar mejor su función en la iglesia”.
De acuerdo. Pero la cuestión es quién hará este estudio. Los mismos personajes clericales, patriarcales que lo han estado haciendo durante los últimos 2000 años cuando los primeros padres de la iglesia dijeron, entre otras cosas, que las mujeres “tienen la malicia de dragones y de áspides”. O cuando Tomás de Aquino llamó a las mujeres “varones mal engendrados”. Aparentemente no son el patrón de oro de la humanidad. Los teólogos medievales declararon que las mujeres eran por naturaleza sumisas, secundarias en el orden de creación, más emocionales que racionales.
Y hoy, aquí y ahora, el documento del Vaticano mencionado dice “aquellas formas de feminismo hostiles a la iglesia están entre los temas de profunda preocupación”, pero no menciona como materia de preocupación en absoluto el chovinismo machista ni las estructuras del patriarcado.
Hoy todavía la iglesia nunca trata a las mujeres como adultos totalmente independientes, ni mucho menos como plenas discípulas bautizadas de Jesús. Y esto a pesar de siglos de diaconisas, legiones de mujeres santas y cientos de años de religiosas administradoras que construyeron la gran parte de los sistemas de servicios sociales de la iglesia.
Lo más importante de todo, ¿en la antropología, teología y ciencia de qué siglo basarán sus ideas sobre las mujeres ahora? ¿Qué escritores feministas, investigadores feministas, filósofos feministas, científicos, teólogos, y canonistas, tanto varones como mujeres, darán forma a esta teología en esta era?
¿Volverá a ser otra vez “los varones hacen esto” y “las mujeres hacen aquello”, una antropología dual que contempla a las mujeres como cuidadoras y a los varones como los constructores del mundo exclusivamente? ¿Será una antropología que niega, básica y completamente, nuestra humanidad común, nuestra naturaleza humana conjunta? ¿A pesar del trabajo mujeres como nuestras Dorothy Day (1), Raissa Maritain (2), la Madre Jones (3) y Rosemary Haughton (4), líderes nacionales y bona fide teólogas? Y si es así, ¿qué se puede hacer para ahorrar al mundo tal división?
El hecho es que la religión –todas las religiones- ha sido utilizada para justificar la opresión, la servidumbre, y la invisibilidad de las mujeres siglo tras siglo. Ciertamente, el destino histórico de la religión después de Jesús es arrepentirse en lo que concierne a las mujeres, el catolicismo y el cristianismo entre ellas.
Como resultado de tan pobre estudio del pasado –”religioso” como se habría llamado a sí mismo, posiblemente sincero– en todos los rincones del planeta dos terceras partes de los analfabetos del mundo son mujeres, todavía hoy en este momento, como informa el Fondo de Desarrollo para las Mujeres de las Naciones Unidas. Dos terceras partes de los más pobres entre los pobres del mundo son mujeres. Incluso aquí, incluso ahora. Esto no puede ser un accidente. Esto es una política. Alguien en algún lugar ha decidido que las mujeres necesitan menos, se les debe dar menos, y merecen menos que los varones.
Y todo ello en nombre de Dios. Para cuando terminen esos apologistas, Dios es el único sexista que queda en la sala. El Papa Francisco ha ganado el corazón del mundo siendo humilde, sencillo y pastoral –la cara amable y cálida de la iglesia, un hombre como Jesús que es un hombre de los pobres. Pero está claro que nadie puede decir que es para los pobres como lo fue Jesús si no hace nada, nada, nada a favor de la equidad para con las mujeres.
Encararse al clasismo no empieza a resolver los problemas que vienen con el sexismo. Sin embargo, cuando las integrantes de la Conferencia de Liderazgo de las Religiosas (Leadership Conference of Women Religious) se vuelvan a comprometer –como lo han hecho tantas veces en el pasado- a hacer por las mujeres lo que se debe hacer por seguir el Evangelio y por el bien de la iglesia, se llamará “feminismo radical” y serán investigadas por herejía.
La humanidad completa e integral de las mujeres, la antropología humana, y nuestros esfuerzos para erradicar la pobreza están ciertamente entre los temas que medirán tanto a este papado como a esta iglesia, al pasar de una era que toca a su fin a otra era que empieza. De lo contrario, cuando llegue la muerte, podemos estar todos allá para verla.
En 1998, el Papa Juan Pablo II instruyó a los obispos de Michigan y Ohio en sus visitas ad limina a Roma: “La inteligencia y el genio de las mujeres debe ser cada vez más una fuerza vital de la iglesia en el próximo milenio –como lo fue en las primeras comunidades de los discípulos de Cristo”. Lo que, desde mi punto de vista, lleva directamente a la pregunta de la que las mujeres están cada vez más cansadas: si no es ahora –después de 15 años-, ¿cuándo? Joan Chittister es benedictina y colaboradora habitual del National Catholic Reporter
Notas de la Traductora
1. Dorothy Day (1897-1980): Obl.S.B., fue una periodista de Estados Unidos, activista social, oblata benedictina, anarquista cristiana, y miembro devota de la Iglesia Católica. Será conocida gracias a sus campañas por la justicia social, en defensa de los pobres. 2.- Raïssa Oumansoff Maritain (1883 – 1960) fue una poetisa y filósofa Rusa-Ucraniana. Emigró a Francia y estudió en la Sorbona donde conoció al joven Jacques Maritain, también filósofo, con quien se casó en 1904. Ella era judía, pero después de un periodo en el que se consideró atea, se convirtió al catolicismo con su marido en 1906. 3.- Mary Harris, más conocida como “Mother Jones”, (1837 -1930 ) fue una prominente agitadora sindical y comunal. Nacida en Cork, Irlanda, se trasladó con su familia a Toronto (Canadá) aún joven, después de que su abuelo fuera ahorcado por los británicos por su participación en la lucha nacionalista irlandesa. Hasta completar su educación trabajó alternativamente como profesora y costurera en Estados Unidos. Conoció los sindicatos gracias a su esposo, George Jones, un conocido miembro del sindicato de moldeadores del hierro. Interesante resumen de su vida en la página de los Sindicatos estadounidenses http://www.aflcio.org/About/Our-History/Key-People-in-Labor-History/Mother-Jones-1837-1930 4.- Rosemary Haughton (1927-), nacida en Londres, es una teóloga católica laica que reside en los Estados Unidos.
El líder de la oposición venezolana, Juan Guaido, junto a su esposa, Fabiana Rosales, habla a los medios de comunicación después de asistir a la misa en Caracas, el 10 de febrero de 2019. Aunque ha adoptado públicamente una postura neutral en la crisis política actual en Venezuela, el Vaticano ha expresado su apoyo Para nuevas elecciones en el país dentro de un año, dijo un miembro de una delegación que representa a Guaido. (Foto CNS / Andres Martinez Casares, Reuters)
Por Junno Arocho Esteves • Servicio de noticias católico • Publicado el 12 de febrero de 2019
ROMA (CNS) – A pesar de que ha adoptado públicamente una postura neutral en la actual crisis política en Venezuela, el Vaticano ha expresado su apoyo a nuevas elecciones en el país en el transcurso del año, dijo un miembro de una delegación que representa al líder opositor Juan Guaido.
Rodrigo Diamanti, jefe de la organización de derechos humanos «Un Mundo sin Mordaza», dijo a los periodistas que el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, secretario de asuntos generales del Vaticano, transmitió el apoyo del Vaticano durante una reunión el 11 de febrero en el Vaticano. .
El Arzobispo Peña dijo que el Vaticano «está dispuesto a ayudar y hacer todo lo posible para que este año podamos tener elecciones libres en Venezuela», dijo Diamanti el 12 de febrero durante una reunión informativa con periodistas en la Asociación Italiana de la Prensa Extranjera en Roma.
La delegación estuvo en Roma para solicitar el apoyo del gobierno italiano para reconocer a Guaido como presidente interino de Venezuela.
Una crisis constitucional llegó a un punto crítico después de la toma de posesión del presidente venezolano, Nicolás Maduro, el 10 de enero. Las acusaciones de fraude por parte de monitores locales e internacionales hicieron que Guaido, quien era presidente de la legislatura liderada por la oposición, asumiera la presidencia.
Mientras que más de 50 países han reconocido a Guaido como el legítimo jefe de estado venezolano, el Vaticano ha optado por permanecer neutral y centrarse en los sufrimientos de la población local.
Alessandro Gisotti, portavoz interino del Vaticano, confirmó la visita de la delegación y reafirmó la «proximidad del Santo Padre y de la Santa Sede al pueblo de Venezuela».
«Además, se subrayó la grave preocupación de que se buscara con urgencia una solución justa y pacífica para superar la crisis, respetando los derechos humanos y buscando el bien de todos los habitantes del país y evitando el derramamiento de sangre», dijo Gisotti el 11 de febrero. declaración.
Diamanti dijo a los periodistas que aunque el arzobispo Peña reiteró la postura neutral del Vaticano al reconocer a Maduro o Guaido como el líder del país, «apoya la conferencia de obispos venezolanos», que «reconoció a Guaido como presidente interino, según nuestra constitución».
En un comunicado emitido en la víspera de la inauguración de Maduro el 9 de enero, los obispos venezolanos calificaron de «ilegítimo» a su gobierno.
«Estamos viviendo en un régimen de facto», dijeron los obispos. «El intento de comenzar un nuevo mandato presidencial el 10 de enero de 2019, es ilegítimo en sus orígenes, y abre las puertas a la falta de reconocimiento del gobierno».
Diamanti dijo a los periodistas que el liderazgo interino apreciaba el apoyo de los obispos venezolanos y, aunque no reconoció a Guaido como presidente, entendieron el apoyo del Vaticano a las elecciones.
Las elecciones libres, dijo, «proporcionarían una manera de avanzar en medio de esta crisis que no es solo humana sino también política. Necesitamos todos los recursos posibles porque no es fácil dejar una dictadura como la que tenemos en este momento «.
Durante una conferencia de prensa con periodistas el 27 de enero en su vuelo a Roma desde Panamá, el Papa Francisco dijo que si bien apoya plenamente a las personas que sufren en Venezuela, elegir un lado en la crisis «sería una imprudencia pastoral de mi parte y causaría daños. ”
«Es por eso que tuve que ser, no me gusta la palabra ‘equilibrado’, debo ser un pastor para todos, y si necesitan ayuda, deben llegar a un acuerdo y solicitarlo», dijo.
El Papa dijo que pensó cuidadosamente sobre sus palabras a la gente del país porque «sufro por lo que está sucediendo en Venezuela en este momento».
«¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre «, dijo el Papa. «Y es por eso que pido generosidad de aquellos que pueden ayudar a resolver el problema».
Las monjas de un convento en el sur de la India que apoyan a la religiosa que denunció haber sido violada por un obispo. CreditSamyukta Lakshmi para The New York Times
KOCHI, India — Cuando el obispo Franco Mulakkal decidió oficiar la ceremonia de la primera comunión del hijo de Darly, en su templo católico en India, su familia estaba llena de orgullo.
Durante la ceremonia, Darly volteó a ver a su hermana, una monja que trabajaba con el obispo, y vio que sus ojos se llenaban de lágrimas. Ella suponía que eran lágrimas de felicidad. Después se enteró de las denuncias de su hermana, quien afirma que la noche anterior el obispo la llamó a su habitación y ahí la violó. La familia dice que fue el primer ataque en un infierno de dos años en los que el prelado la violó trece veces.
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El obispo, quien sostiene que es inocente, será acusado de violación e intimidación y enjuiciado por un fiscal especial, afirmaron las autoridades policiales que investigan el caso. Pero la Iglesia reconoció las acusaciones de la monja solo después de que cinco de sus compañeras se rebelaron y la apoyaron públicamente. Querían llamar la atención sobre su búsqueda de justicia durante el último año, a pesar de que habían sufrido una gran presión para que guardaran silencio.
“Solíamos ver a los padres de la iglesia como equivalentes a Dios, pero ya no”, afirmó Darly, con voz temblorosa. “¿Cómo voy a contarle a mi hijo que la persona que nos enseñó sobre lo que está bien y lo que está mal le dio su primera comunión después de cometer un pecado tan terrible?”.
Este caso, sucedido en el estado sureño de Kerala, India, forma parte de un problema mayor de la Iglesia que recientemente fue admitido por el papa Francisco, después de décadas de silencio por parte del Vaticano. La máxima autoridad de la Iglesia católica dijo que el abuso sexual de monjas a manos de clérigos es un problema persistente en la Iglesia.
En una época en que cada vez menos personas asisten a la iglesia en Occidente, mientras se clausuran parroquias y monasterios en toda Europa y América porque están vacíos, el Vaticano depende cada vez más de lugares como India para que la fe siga creciendo.
“Los sacerdotes y las monjas de India son de suma importancia para la Iglesia católica en Occidente. El entusiasmo de los cristianos de Asia sobresale en comparación con la tibia religiosidad que practican en Occidente”, sostuvo Diarmaid MacCulloch, especialista en historia de la Iglesia en la Universidad de Oxford.
Sin embargo, el escándalo en Kerala está dividiendo a los católicos de India, que suman aproximadamente 20 millones, a pesar de ser una minoría relativamente pequeña en una población inmensa.
El obispo Franco Mulakkal, al centro, después de haber sido interrogado por la policía en Kochi, India, el año pasado. CreditPrakash Elamakkara / Associated Press
Y quizá la historia se complique porque, según la policía del estado de Kerala, más monjas se han atrevido a denunciar actos de abuso sexual a manos de sacerdotes. Además, en el distrito Pathanamthitta de Kerala, cuatro sacerdotes han sido acusados de chantajear a mujeres durante la confesión, usando la información que les dan para obligarlas a tener sexo con ellos, según Sudhakaran Pillai, jefe del departamento de policía.
“Si este caso prosigue será un nuevo comienzo, y los sacerdotes y obispos serán obligados a rendir cuentas”, dijo el padre Augustine Vattoly, un sacerdote en Kerala que apoyó las acusaciones de la monja y dijo que sus superiores le ordenaron que dejara el asunto o asumiera las consecuencias.
“La Iglesia está perdiendo su autoridad moral”, dijo Vattoly. “Estamos perdiendo la fe de las personas. La Iglesia se va a convertir en un lugar vacío si esto continúa. Al igual que en Europa, los jóvenes ya no van a acudir a nosotros”.
Los detalles de las acusaciones de la monja provinieron de entrevistas con funcionarios de las fuerzas policiales, así como de declaraciones de su familia y de cinco religiosas que atestiguaron hechos en la Iglesia católica siro-malabar, con sede en India pero supeditada al Vaticano.
Las copias de las denuncias oficiales que la mujer envió a autoridades eclesiásticas por correo electrónico y postal también fueron puestas a disposición de The New York Times (no se menciona el nombre de la monja y a su hermana solo se le llama por su nombre de pila porque, en la ley india, los medios, incluyendo las organizaciones noticiosas internacionales, no pueden divulgar los nombres de las víctimas de violación).
La familia de la monja acusa a Mulakkal, de 54 años, de haberla violado en repetidas ocasiones a lo largo de dos años, a partir del 5 de mayo de 2014.
No se pudo contactar al obispo para que comentara sobre las acusaciones pero, según funcionarios de la Iglesia y la policía de Kerala, él insiste en su inocencia.
La monja, que pertenece a la orden religiosa Misioneros de Jesús, informó por primera vez a las autoridades eclesiásticas de los abusos en enero de 2017. Contactó a alrededor de doce funcionarios eclesiásticos como obispos, un cardenal y a representantes del Vaticano. Algunos le aconsejaron que esperara, asegurándole que la Iglesia tomaría acción. Su familia dijo que otros funcionarios le prohibieron contactar a la policía.
Pero la única acción sucedió en septiembre pasado, después de que el silencio de la Iglesia motivara a otras cinco monjas a rebelarse y acudir al tribunal superior de Kerala para protestar durante varios días.
“La iglesia está perdiendo su autoridad moral”, dijo el padre Augustine Vattoly, un sacerdote en Kerala. “Estamos perdiendo la fe de las personas”. CreditSamyukta Lakshmi para The New York Times
Las mujeres se sentaron frente a un gran afiche basado en la famosa escultura de La piedad que representa a María sosteniendo en su regazo el cuerpo inerte de Jesús después de la crucifixión. En vez de Jesús, en la imagen estaba el cuerpo sin vida de una monja. En una pancarta se leía: “Justicia para las monjas”.
Aproximadamente dos semanas después de que iniciaron las protestas, el Vaticano depuso a Mulakkal de sus deberes administrativos. Al día siguiente, el 21 de septiembre, la policía de Kerala lo arrestó.
“En retrospectiva, la Iglesia debió actuar antes de haber sabido que se cometió un delito. Si ella pensaba que la Iglesia no hacía lo correcto, debió acudir antes con la policía”, afirmó el padre Paul Karendan, un vocero de la arquidiócesis que supervisa las oficinas centrales de la Iglesia siro-malabar.
Karendan dijo que al principio la Iglesia fue muy lenta para actuar, pues creían que la monja simplemente se oponía a las órdenes de transferencia dadas por Mulakkal.
Al regresar a su diócesis cuando salió libre bajo fianza en octubre, Mulakkal recibió una amorosa bienvenida y fue aclamado por la gente bajo una lluvia de pétalos. Su iglesia puso una pancarta grande con su foto en la que se le daba una “calurosa bienvenida”.
Un policía de alto rango que investiga el caso dijo que las autoridades tenían suficiente evidencia para demostrar que Mulakkal había violado a la monja y luego intimidó a su familia y a las de las religiosas que participaron en la protesta para silenciarlas. El policía habló sobre el caso con la condición de mantener su anonimato, pues el informe policíaco final será presentado en febrero, antes de que comience el juicio.
El año pasado, monjas católicas y simpatizantes musulmanas exigieron el arresto del obispo Mulakkal ante el Tribunal Superior de Kochi. CreditAgence France-Presse — Getty Images
“Estamos destrozadas. La Iglesia a la que le hemos dado nuestras vidas ni siquiera nos escucha”, se lamentó Anupama Kelamangalathuveli, una monja que trabajó en el convento en la misma época en que la religiosa dijo que había sido violada. “Esta pelea no es solo para nosotras”, agregó. “La Iglesia tiene que escuchar a las mujeres y no solo a los sacerdotes y obispos”.
En noviembre de 2017, el cardenal George Alencherry le dijo a la monja que no llevara su caso ante los medios o la policía, según su familia y otras religiosas. Los representantes de Alencherry no respondieron a las reiteradas solicitudes de comentarios para este artículo.
Desesperada, la mujer decidió llevar su caso directamente al Vaticano y le escribió al representante del papa en la India, el arzobispo Giambattista Diquattro.
“Apenas llegué a la habitación, me jaló hacia él. Quedé estupefacta y aterrada por esta acción suya. Hice todo lo que pude por zafarme, pero fue en vano. Me violó de una manera brutal”, se lee en una carta que la monja le escribió a Diquattro el 28 de enero de 2018.
En la misiva se acusaba a Mulakkal de intimidarlas a ella y otras personas para que guardaran silencio; luego se explicaba cómo se había quejado con diversas autoridades eclesiásticas que no habían hecho nada al respecto. Reiteradas solicitudes a Diquattro, vía telefónica y por correo electrónico, para incluir sus comentarios en este artículo no fueron respondidas.
La iglesia de Mar Thoma en Kerala está ubicada en el sitio donde los católicos indios creen que Tomás, el apóstol de Jesús, desembarcó para llevar el cristianismo a la India. La fe está muy arraigada en Kerala.CreditSamyukta Lakshmi para The New York Times
A lo largo de más de un año de esfuerzos para conseguir ayuda dentro de la Iglesia, ella les contó a otras cinco monjas que vivían con ella en el convento, St. Francis Mission Home, escondido entre la abundante jungla de la Kerala rural. Después llegaron a un punto crítico.
En abril del año pasado, las cinco —algunas habían sido transferidas a otros conventos— desafiaron las reglas de la Iglesia y se escaparon de sus residencias en otras partes de India, tomaron autobuses y trenes para viajar cientos de kilómetros y estar con su hermana y apoyarla.
Ahora las religiosas están presentando demandas civiles en contra de funcionarios eclesiásticos en India, pues afirman que tratan de intimidarlas para que dejen el caso o ignoren las acusaciones de violación. Las monjas siguen en St. Francis e ignoran las insistentes órdenes de autoridades de la Iglesia que el mes pasado les exigían separarse. El sábado, debido a que las monjas planeaban hacer otra protesta pública, la Iglesia revocó esas órdenes, así que las monjas obtuvieron una pequeña victoria.
“Hicimos un voto para ser una congregación, para que la congregación se convirtiera en nuestra familia”, dijo la hermana Josephine Villoonickal, una de las religiosas, que recibió instrucciones de regresar a su convento en la parte norte de Jharkhand, a unos 2400 kilómetros de distancia. “Ahora tratan de destruir esta familia”.
Juana de Leeds fue una monja del siglo XIV que fingió su propia muerte para escapar de un convento y empezar una vida de “lujuria carnal”. La historia de la religiosa sale a la luz después que un equipo de historiadores medievales investigaran los archivos de la Universidad de York, Reino Unido.
La historia se registra en una pequeña nota escrita en latín que forma parte de los 16 grandes tomos de la época en los que están documentados los negocios de los religiosos de York entre 1304 y 1405, según las publicaciones de The Time y The Washington Post.
“Adviertan a Juana de Leeds, monja de San Clement de York, que debe de regresar a su casa”, inicia la nota que fue escrita por el arzobispo William Melton aproximadamente en 1318. En el texto incita a la monja a regresar al convento de St. Clement.
Según el texto, la monja había caído en “el camino de la lujuria carnal” y dejado de lado su compromiso religioso con “imprudencia”.
Pero no es solo este detalle el que sorprende, sino su plan para escapar de su vida religiosa, digno de una película de Hollywood. Según el texto, ella “con la ayuda de muchos cómplices y malhechores, creó con malicia un maniquí a la semejanza de su cuerpo para engañar a los fieles devotos”.
“Ella tuvo la desvergüenza de procurar su falso entierro en un espacio sagrado para los religiosos del lugar”, se lee en el texto.
Además, el religioso escribió: “de una manera astuta e infeliz, dándoles la espalda a la decencia y al bien de la religión, la monja “pervirtió su camino de forma arrogante” y lo cambió por el de “la lujuria carnal, lejos de la pobreza y la obediencia”. Y todo ello, tras “haber roto sus votos y descartado el hábito religioso”, según publicación de ABC.
“Ahora deambula fuera a pesar del peligro que supone para su alma y del escándalo que existe en toda la orden”, se lee en la nota.
En esa época, cuando la población se dio cuenta que la monja no había fallecido y que había abandonado su monasterio por una “vida de indecencia” en Beverley, situado a 30 millas de su convento. El arzobispo le ordenó que volviera y sintió indignación por la forma “astuta y perversa” en la que había actuado una mujer cristiana.
Sarah Ress Jones, una de las principales investigadoras del proyecto, dice que no han logrado descubrir qué pasó con la oveja descarriada, se desconoce si regresó al convento o no.
“Desafortunadamente, y aunque es muy frustrante, no sabemos qué pudo suceder con ella. Hay bastantes casos de monjes y monjas que abandonaron su monasterio y de los que no sabemos nada”, explicó Jones a The Times.
La historia fue conocida por el proyecto de digitalización de los registros guardados por William Melton, arzobispo de York desde 1317 hasta 1340. Este documento da información sobre la vida de múltiples monjas benedictas.
Millones De Venezolanos Firman Una Petición En Contra De La Intervención Estadounidense. Los Militares No Se Rinden A Los Sobornos Y Amenazas De Los Estados Unidos. Guaido Bajo Investigación Por Tomar Dinero De Fuentes Extranjeras.
Nota: El Proyecto Grayzone está en Venezuela informando sobre lo que está sucediendo, un ejemplo de noticias que no recibimos en los medios de comunicación de los EE. UU. La gente formó filas para firmar una declaración contra el imperialismo estadounidense y en apoyo del presidente Maduro. El gobierno informa que 2 millones de personas ya han firmado las peticiones de una población de 30 millones de venezolanos.
Telesur informa que es probable que 10 millones firmen el llamado contra la intervención de Estados Unidos. Los que firmen deben escribir su nombre, su documento de identidad, su teléfono y su firma. No se les paga nada, ni reciben beneficios por firmar y los voluntarios que ayudan a administrar las líneas no reciben ningún regalo o reconocimiento.
Video: Los venezolanos que esperan en largas filas para firmar una carta abierta al pueblo estadounidense hablan a @anyaparampil , afirmando la independencia de su país y denunciando el intento de golpe de los Estados Unidos.:
Los venezolanos se alinean para firmar peticiones contra la intervención de Estados Unidos el 11 de febrero de 2019. De Telesur.
El País informa que el golpe de estado, Guaido, está siendo investigado por tomar dinero de fuentes extranjeras, lo cual es ilegal bajo la Constitución venezolana. Guaido ha pedido protestas para exigir la llamada ayuda humanitaria.
Estados Unidos continúa «sobornando, chantajeando y presionando» a los oficiales militares venezolanos para que se unan al golpe de Estado. Hasta ahora, no han tenido mucho éxito.
While the US is trying to bribe Venezuelan military officers to betray their country, it’s important to stress there have been very few defections. Corporate media highlighted the case of 1 (corrupt) general, but he is 1 of 2000!
El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, Christoph Harnisch, dijo que la institución no participaría en la distribución de cualquier asistencia que llegue a Venezuela desde los Estados Unidos, ya que considera que no es así. «Humanitario» como afirma el gobierno de trump.
El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, Christoph Harnisch, dijo que la institución no participará en la distribución de asistencia a Venezuela desde los Estados Unidos, porque considera que no es un » «Ayuda humanitaria», como afirma el gobierno de Donald Trump.
«No participamos, no es para nosotros ayuda humanitaria», dijo. Agregó que la Comisión considera que la acción anunciada por el gobierno de los Estados Unidos no cumple con los criterios de ser independiente, imparcial y neutral.View image on Twitter
Traducción del Tweet: El jefe de la Cruz Roja en Colombia, Christoph Harnisch, afirmó que esta institución no participará en la distribución de la asistencia que llegará de los Estados Unidos a #Venezuela: “No participamos en lo que NO es para AYUDA HUMANITARIA ”
La «ayuda», que consiste en un corredor para el paso de alimentos y medicamentos, pero eventualmente las armas, puede ser un pretexto para un ataque militar en Venezuela y el lunes 11 se unió el gobierno brasileño. El equipo del presidente Jair Bolsonaro reconoció a la representante del autoproclamado gobierno interino de Venezuela, María Teresa Belandria, como embajadora oficial del país.
Como el gobierno de Nicolás Maduro debe rechazar la propuesta, los Estados Unidos y sus satélites podrían acusarlo de actuar contra la población misma, allanando el camino para un ataque militar.
«En los últimos años parece que entramos de nuevo en un proceso de involución»
«En ‘esta hora de gracia’, el Espíritu de Jesús nos impulsa a ‘remar mar adentro’, sin miedos ni complejos» Jorge Martínez, teólogo, 12 de febrero de 2019 a las 10:38
Me he sentido muy ilusionado, esperando, como el anciano Simeón, poder morir en paz, después de haber contemplado la llegada de un pastor que va conducir la Iglesia de Dios por los caminos del Evangelio de Jesús
(Jorge Martínez, teólogo).- El 27 de enero, en el vuelo de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa comunicó dos declaraciones desconcertantes a los periodistas que lo acompañaban.
En primer lugar, les dijo que hay que «desinflar las expectativas» en relación al encuentro con los presidentes de la Conferencias Episcopales que se celebrará en Roma del 21 al 24 de febrero sobre el problema de la pederastia.
Se tratará de enseñarles los trámites que deben realizar en las diócesis en casos de pederastia. Simples protocolos. Nada de profundizaren las causas profundas de la pederastia y menos aún analizar otros problemas que están reclamando con urgencia una profunda reforma de la Iglesia.
Esta información ya nos «desinfló» un poco, pero la que nos causó una profunda tristeza y un gran desconcierto fue la declaración de que «no va abolir la ley del celibato obligatorio, porque no quiere presentarse ante Dios con esta decisión».
Sencillamente, no esperábamos esto del Papa Francisco, conociendo su trayectoria pastoral en estos seis años de ministerio como obispo de Roma y animador de la caridad de toda la Iglesia. Por eso le envío esta reflexión.
Hermano Francisco, me llamo Jorge Martínez Rodríguez y tengo 82 años (la misma edad que usted). Ejercí durante 29 años el ministerio sacerdotal como célibe y llevo 27 años como cura casado. En esta última etapa de mi vida, he tenido el privilegio, que muy pocos curas casados pueden disfrutar, de poder continuar hasta el presente realizando trabajo pastoral y evangelizador con el Pueblo de Dios.
Su llegada al ministerio petrino ha generado unas expectativas insospechadas unos meses antes, creando un nuevo clima eclesial. Con su palabra y con su ejemplo, en muy breve tiempo, logró lo que parecía imposible: devolverle frescura a la Iglesia, reavivar el catolicismo a nivel mundial y dar esperanza a una humanidad desencantada.
Yo, personalmente, igual que otros muchos millones de católicos y personas de buena voluntad en todo el mundo, me he sentido muy ilusionado, esperando, como el anciano Simeón, poder morir en paz, después de haber contemplado la llegada de un pastor que va conducir la Iglesia de Dios por los caminos del Evangelio de Jesús.
Para corroborar las bases de mi esperanza, permítame recordarle algunas de las enseñanzas que usted ha ido sembrando en este periodo de tiempo, principalmente en la Alegría del Evangelio y otros documentos de su autoría.
Superar el miedo que nos paraliza. «A veces el miedo nos paraliza demasiado. En lugar de ser creativos, nos quedamos cómodos, como espectadores de un estancamiento infecundo de la Iglesia» (EG 129).
«Más que el temor a equivocarnos espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos…» (EG 49).
«Abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así». «Ser audaces y creativos» (EG 33).
Pasar de una pastoral de conservación a una pastoral de misión. Salir de los templos a las periferias geográficas y existenciales.(EG 15) Superar el clericalismo, que «es uno de los peligros más graves de la Iglesia hoy» (EG 102)
No tener miedo a revisar costumbres y normasmuy arraigadas, que hoy ya no tienen la misma significación. «En su constante discernimiento, la Iglesia también puede llegar a reconocer costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del Evangelio, algunas muy arraigadas a lo largo de la historia. No tengamos miedo de revisarlas.
Del mismo modo, hay normas o preceptos eclesiales que pueden haber sido muy eficaces en otras épocas, pero que ya no tienen la misma fuerza educativa actualmente.
Santo Tomás de Aquino destacaba que los preceptos dados por Cristo y los apóstoles al Pueblo de Dios «son poquísimos». Citando a San Agustín, advertía que los preceptos añadidos por la Iglesia posteriormente deben exigirse con moderación «para no hacer pesada la vida de los fieles» y convertir nuestra religión en una esclavitud, cuando «la misericordia de Dios quiso que fuera libre».
Esta advertencia, dijo usted, hecha varios siglos atrás, tiene unatremendaactualidad. Debería ser uno de los criterios a considerar a la hora de precisar una reforma de la Iglesia» (EG 43).
Comenzar con la conversión del papado. «Debo de comenzar dando ejemplo», promoviendo «una forma de ejercer el primado que, sin renunciar a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva. (EG 32)
Estas ideas, expresadas con meridiana claridad, me pareció que tenían que generar cambios, o procesos de cambio, como a usted le gusta decir. Pero el tiempo va transcurriendo y los procesos de cambio no aparecen con claridad; al contrario, en los últimos años parece que entramos de nuevo en un proceso de involución, y estas recientes declaraciones lo vienen a confirmar.
Por eso, con la ilusión de una Iglesia más sencilla y evangélica, me atrevo a plantearle lanecesidad de dar respuestas urgentes y concretas a múltiples problemas que afectan la vida de la comunidad cristiana en general. Mencionaré solamente algunos.
El celibato obligatorio. Comenzaré precisamente con el tema del celibato obligatorio. SiJesús no lo impuso a sus discípulos (el caso de Pedro nos lo demuestra claramente) y si las primeras comunidades cristianas aconsejaban y hasta casi prescribían la necesidad de que «los obispos y los presbíteros fuesen casados y unos buenos padres de familia», como nos atestiguan las Cartas a Tito y a Timoteo, ¿por qué esta cerrazón para abordar este tema? ¿No estaremos aquí ante un ejemplo claro de esas «normas y costumbres muy arraigadas en la Iglesia», que usted recomienda «no tener miedo a revisar»? (EG 43).
El ejercicio del primado. Pasemos ahora al ejercicio del primado. Reconocemos con cariño y admiración el esfuerzo que usted ha realizado para mantener un estilo de vida sencillo y normal, lejos de las fastuosidades faraónicas de otros pontífices. ¿Pero no se podría ir mucho más lejos sin afectar «lo esencial de la misión del primado de Pedro?
¿No ha llegado la hora de prohibir, tanto para el papa como para los cardenales, arzobispos y obispos, todos lostítulos paganos y profundamente antievangélicos que se continúan usando: Sumo Pontífice, Santidad, Príncipe de la Iglesia, Eminencia, Excelencia, Reverendísimo? ¿La prohibición de estos títulos afectaría en algo «lo esencial de la misión del primado»?
Y otras cosas, más difíciles de cambiar, pero igualmente importantes. ¿La renuncia del papa a su condición de jefe del Estado Vaticano afectaría «a lo esencial de la misión del primado»?
¿No permitiría que sus viajes al extranjero fuesen mucho más sencillos, al ser recibido no como jefe de estado sino como líder religioso? ¿No sería más evangélico que lo reciba a la escalerilla del avión el presidente de la Conferencia Episcopal en lugar del presidente de la república?
Y si el papa deja de ser jefe de estado, los nuncios y las nunciaturas ya no tendrían razón de ser.
¿Afectaría en algo «lo esencial de la misión del primado» que el papa se sometiese a la norma establecida para todos los obispos y sacerdotes de renunciar a su cargo a la edad de 75 años? ¿Acaso al papa no le afectan las incapacidades y los achaques de la vejez?
¿Afectaría en algo «lo esencial de la misión del primado» que el papa, en vez de ser elegido por los cardenales, nombrados por otro papa, fuese elegido por una asamblea de todos los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo? ¿No será una elección mucho más democrática y representativa de la universalidad de la Iglesia?
¿Y los cardenales no podrían ser eliminados como ejemplo de esas instituciones que ya carecen de sentido?
La eliminación del clericalismo y primacía de los laicos. Usted ha insistido repetidas veces en la necesidad de terminar con el clericalismo, que mantiene a los laicos en la condición de» siervos» y «mandaderos».
Pero, ¿cómo superar el clericalismo sin modificar las actuales leyes de la Iglesia? ¿Cómo pueden tener protagonismo los laicos si ni siquiera pueden decir una palabra para la elección de sus párrocos, y mucho menos, en la elección de los obispos? Usted se queja de la falta de canales de participación, pues, si no se cambian las leyes, seguiremos igual.
Y por último, la participación de la mujer en la Iglesia.
En una reciente entrevista, con motivo de los abusos de religiosas por parte de algunos sacerdotes y obispos, usted dijo que «la mujer en muchas partes del mundo todavía está considerada como de segunda categoría». ¿Y qué categoría tiene dentro de la iglesia?
¿Estaría usted dispuesto a aceptar la propuesta del arzobispo de Viena, cardenal Schönborn, que propone un concilio para decidir sobre la ordenación de mujeres como diaconisas, sacerdotes y obispas?
Demasiado carga para un anciano de 82 años, pero no piense en llevarla solo. Convoque al Pueblo de Dios, convoque a un sínodo permanente, convoque a un concilio del Pueblo de Dios, como han solicitado, entre otros, laicos franceses y chilenos y miembros de MOCEOP (Movimiento pro Celibato Opcional) de España.
Lo importante es poner en marcha un profundo proceso de reflexión y de cambio en la Iglesia, con la participación de todo el Pueblo de Dios y fija la mirada en el Evangelio de Jesús.
En «esta hora de gracia», el Espíritu de Jesús nos impulsa a «remar mar adentro», sin miedos ni complejos, porque «la Verdad nos hará libres».
El director del servicio de Televisión de la Presidencia de la República dio un paso al costado luego de que un trino ofensivo suyo desatara una tormenta en redes sociales.
Ignacio Greiffenstein renunció al sistema de televisión de Presidencia.Redes sociales
Un trino insultante contra las mujeres y contra quienes siguen al senador Gustavo Petro, le costó el puesto a Ignacio Greiffenstein, periodista que se venía desempeñando como director del Servicio de Televisión de la Presidencia de la República. Greiffenstein pidió excusas por su mensaje y anunció, desde la misma cuenta en redes sociales, que renunciaba a su cargo.
El periodista se retractó de su acusación, borró el trino y pidió excusas. “Las instituciones están por encima de las personas. Ante los infortunados comentarios realizados en días pasados, he decidido retirarme de las labores que venía desempeñando en el área de televisión de la Presidencia”, escribió el comunicador, y agregó: “Reitero mis excusas a quienes involuntariamente ofendí con un comentario que para nada representa el pensamiento de la Institución ni del Gobierno”.
Y es que unos días atrás Greiffenstein escribió desde su cuenta persona “¿Por qué habrá en Tweeter [SIC] tantas fanáticas petristas con pinta de putas?”. El trino de inmediato se volvió viral y el periodista no tardó en darse cuenta de su error, borrarlo y pedir excusas. Sin embargo, su nombre y cargo ya estaba en expuesto en todas las plataformas.
Tanto así, que la propia vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez le exigió públicamente que se retractara. “Ni a las mujeres petristas, ni a ninguna mujer se les debe tratar de esa manera. No puede haber personas en nuestro gobierno que hagan ese tipo de comentarios y pase como si no tuviera consecuencia”, reclamó Ramírez.PUBLICIDAD
Greiffenstein tiene una larga trayectoria en medios de comunicación. Antes de ingresar a la Presidencia de la República, hizo parte de CNN, Canal Uno e incluso hizo parte de la nómina de Canal Capital durante la administración de Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá. Este comunicador antioqueño también hizo parte del Canal del Congreso y del equipo de comunicaciones del entonces vicepresidente Francisco Santos.
El colombiano Miguel Ángel Ibarra Marín, que ejerció como sacerdote durante más de un año en la provincia de Cádiz hasta que su país alertó de que no había sido ordenado, ha insistido hoy en que es un cura “válido”, un extremo que espera que el Vaticano, al que ha recurrido, pueda acreditar.
Miguel Ángel Ibarra Marín ha regresado a Medina Sidonia, la localidad de Cádiz en la que ejerció por última vez como sacerdote, para expresar su “eterna gratitud” con este pueblo y para ofrecer una rueda de prensa para intentar deshacerse de la etiqueta de “falso cura” que extendió tras su cese.
Y también para ver si aquí encuentra “alguna posibilidad laboral” porque tiene que “subsistir de alguna manera” ya que desde que el pasado 13 de diciembre fuera cesado como sacerdote de Medina Sidonia no percibe ningún emolumento ni tiene seguridad social.
Encontrar alguna posibilidad laboral o retomar en su país su carrera de cantante, bajo el pseudónimo Ángel Serrati, son, dice, las únicas “puertas” que tiene abiertas mientras el Vaticano decide si puede o no ejercer como cura,
“Yo regresaría a mi sacerdocio, por supuesto”, ha asegurado hoy.
Miguel Ángel Ibarra Marín ha repasado hoy ante la prensa su vida y mostrado los documentos que ha enviado a Roma y que, según él, acreditan que fue ordenado sacerdote el 4 de enero de 1998 por Augusto Trujillo Arango, arzobispo de Tunja (Colombia), en una capilla privada.
Según su relato, el arzobispo Trujillo Arango firmó el acta de su ordenación, pero luego, por un fallo, este documento no fue registrado.
El arzobispo se jubiló un mes después al cumplir los 75 años y él quedó “acéfalo”, sin incardinación a ningún obispado.
Estudió después Psicología, Enfermería y emprendió una carrera como cantante, hasta que en 2011 se presentó ante el arzobispo de la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia, Orlando Antonio Corrales García, para pedirle ser incardinado a esta instancia eclesial y poder así ejercer el sacerdocio.
El arzobispo, siempre según su relato, pidió a un juez eclesiástico que investigara toda su documentación y una vez que el acta de su ordenación que autentificada, le aceptó como sacerdote.
Cuenta que trabajó como párroco de una comunidad, como auditor u como perito de un tribunal eclesiástico, hasta que el arzobispo decidió enviarle a Cádiz temporalmente en un convenio de colaboración con el Obispado de esta provincia.
Primero ejerció diez meses en Jimena de la Frontera y luego en Medina Sidonia, donde estuvo apenas dos meses, puesto que llegó en septiembre, en octubre tomó su mes de vacaciones y se marchó a Colombia, y al podo de regresar, el pasado 13 de diciembre, fue cesado.
Ese día el Obispado de Cádiz y Ceuta recibió una comunicación de la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia en la que alertaba de que Miguel Ángel Ibarra Marín no había sido ordenado sacerdote e, inmediatamente, dos representantes de la autoridad eclesiástica fuero a Medina Sidonia a comunicarle que debía dejar la parroquia, la comunidad y volver a su país de forma inmediata.
“Desde entonces mi vida ha sido muy difícil”, explica. En su país se encerró durante un mes con su familia porque “el daño psicológico, moral y social es muy grande”. “Ante el mundo yo he quedado muy mal, lo del falso cura se extendió por todos los continentes”.
Se queja de que su voz no haya sido escuchada en ningún momento y de que no ha podido explicar a sus superiores que “soy un sacerdote válido”.
Cree que hay un motivo oculto y desconocido para él para que el Arzobispado de Antioquia decidiera volver a revisar su documentación, un proceso “insólito”.
Tanto él como el Arzobispado han remitido al Vaticano sus respectivos informes, con los que se decidirá si realmente fue o no ordenado y es o no un falso sacerdote.
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