¿Pederastia, centro de la crisis?


A ALEXANDRA KENNEDY-TROYA

9 Jueves 28 de febrero 2019

Las propuestas que se desprenden de la última cumbre de la Iglesia Católica sobre abusos sexuales a menores nos deja a muchos atónitos y a otros con más desconfianza en la institución. El establecimiento de “estructuras de escucha” y denuncia no hace sino dejar al descubierto una Iglesia que intenta tapar huecos donde hay verdaderos socavones que tratar. También sorprende las voces de algunas mujeres –monjas y seglares- que desde organizaciones como “Voices of Faith” (Voces de Fe) reclaman ejercer cargos de responsabilidad con el fin de estar presentes en la toma de decisiones de esta monolítica y jerárquica institución. Si bien en extremo importantes, el problema de fondo que se debería tratar va más allá de todos los abusos de poder y sexuales por parte de curas, obispos y…también de monjas (poco tratado por los medios); más allá de si pueden ordenar o no a las mujeres, situación que a estas alturas ya debiera haberse resuelto. ¿Por qué se dan estos abusos execrables? El centro está más bien en la crisis general del sacerdocio/obispados ejerciendo un poder omnímodo en sus comunidades, poder instituido por la misma Iglesia y aceptado tácitamente por los fieles a lo largo de 2000 años. Jesús nunca mencionó al sacerdocio ni a los sucesores de sus apóstoles como obispos. Estos “cargos” se ejercen al margen de las Escrituras, explica el teólogo suizo Herbert Haag en una obra seminal: “Qué Iglesia quería Jesús?”(1998). Esta “autoridad” patriarcal tiene su propia historia. El obispo y mártir Ignacio de Antioquia entre los años 160 y 170 realizó un cambio decisivo instituyendo un episcopado monárquico que establecía jerarquías entre sus servidores cercanos. En el siglo III la Iglesia se vuelve clerical, es decir se divide el sector laico del clero. El clero adquiere autoridad y privilegios. San Cipriano aprueba el ascenso jerárquico; el Papa ocupa, dice, el lugar de Cristo. Cambia la figura de “pueblo sacerdotal” al “pueblo de los sacerdotes”. Y la historia del ejercicio del poder es interminable. Recordemos en casa propia los abusos de curas y encomenderos denunciados por el dominico Bartolomé de las Casas en el siglo XVI, cuando apenas la Iglesia empieza la colonización cultural de los pueblos indígenas americanos. Recordemos la famosa figura del “derecho a pernada” que tenían los curas de pueblo. Historias que se han seguido repitiendo hasta el presente. Una cumbre, un posible concilio Vaticano III, debería tratar el desmontaje total y absoluto de la figura sacerdotal y las proyecciones para recrear una comunidad fraterna horizontal como la que propugnó Jesús. De esta manera se excluirían varios problemas: el poder de los “ordenados” frente al pueblo, el celibato, la ordenación de mujeres…y se lograría una verdadera comunidad cristiana.

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El papa Francisco lanza un balde de agua fría a sus feligreses tras la cumbre antipedofilia


El papa Francisco

© REUTERS / Yara NardiRELIGIÓN01:00 01.03.2019(actualizada a las 01:04 01.03.2019)URL cortoJuan Ignacio Mazzoni 0 10

Los católicos de todo el mundo miraron con expectativa la cumbre sobre la pederastia en el Vaticano. Pero la esperanza de un cambio en el seno de la mayor Iglesia cristiana del mundo se esfumó, a la luz de los dichos del papa Francisco contra el feminismo y sobre la culpa del diablo en el abuso sexual a menores.

La cumbre convocada por el líder de la Iglesia de Roma había encendido un faro de esperanza para miles de creyentes, en medio de escándalos de que tocan a las más altas esferas de poder de la estructura eclesiástica. Pero al final de los tres días, las conclusiones del evento —que prometía ser histórico— saben a poco, a entender de las organizaciones católicas más críticas con la postura que el Vaticano ha tenido al respecto.

El papa Francisco pronuncia el mensaje 'Urbi et Orbi' en la Basílica de San Pedro

© REUTERS / ALESSANDRO BIANCHILas mil caras del papa FranciscoParticularmente luego del exhorto que dio en 2014 el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas a la Santa Sede. El organismo, con sede en Ginebra, instó a la Iglesia reformar el derecho canónico y a garantizar protocolos de denuncia y protección que rompieran con la situación de «protección de los autores de los abusos por encima del mejor interés de los menores».

Sin embargo, las conclusiones del discurso del Santo Padre echaron la culpa directamente al diablo: «El consagrado, elegido por Dios para guiar las almas a la salvación, se deja subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de satanás», aseguró Francisco, en el cierre de la cumbre.

«Nosotras teníamos la esperanza de que el Vaticano tomara las recomendaciones que hizo en 2014 el Comité de la Convención de los Derechos de la Infancia. Se le planteaba una serie de exigencias que, de acuerdo con las normas de las Naciones Unidas deberían haber sido tomadas, porque el Vaticano ratificó la Convención de los Derechos del Niño», dijo a Sputnik María Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir de México.

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«El Vaticano juega un doble papel porque cuando le conviene es Estado y ratifica convenciones, y cuando le conviene es religión, es Iglesia, y no tiene que cumplir con estas cosas», agregó la dirigente feminista católica.

Papa Francisco durante el encuentro con medios a bordo del avión papal

© REUTERS / ALESSANDRO DI MEOFrancisco quiere seguir destapando «la olla» de la pederastia en la Iglesia católicaLejos de los cambios que planteó la convención, el papa hizo referencia a cuestiones como el turismo sexual, los desafíos del mundo digital. Aunque Francisco condenó los casos de pederastia en la Iglesia, no hizo referencia a cómo lucharía contra este mal, ni mucho menos explicitó que facilitaría la entrega de los responsables de los crímenes a la Justicia penal civil.

El papa minimizó la incidencia de la pedofilia en la Iglesia, al afirmar que la mayoría de casos de abusos a menores se dan en el ambiente doméstico y otros ámbitos como el barrio, la escuela, el deporte. «También, por desgracia, el eclesial», dijo Francisco.

Desde Católicas por el Derecho a Decidir, así como otras organizaciones que han hecho acompañamiento a las víctimas o que las nuclean, había «mucha esperanza por otras afirmaciones que había hecho Francisco de que esto iba a tener otras conclusiones».

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Mejía subrayó especialmente el caso del cardenal George Pell, número tres en la estructura de la Iglesia, condenado en su Australia natal por abuso sexual de menores. El fallo judicial, que llevó al eclesiástico tras las rejas casi en simultáneo con la conclusión insípida de la cumbre, es de acuerdo a Mejía «paradigmático», dado el poder que tenía Pell como tesorero de la Iglesia católica.

«Aunque lo condene un tribunal civil, el hecho de que esta noticia haya explotado justo cuando termina la cumbre antipederastia puede interpretarse como una buena señal; de hecho el Vaticano le prohíbe inmediatamente oficiar misas y acercarse a menores hasta que se resuelva su recurso en segunda instancia», señaló la directora de CDD México.

No obstante, el Vaticano ha tomado estas medidas recién después de que las autoridades locales de la Iglesia en Australia lo hicieran. También toma el recaudo de subrayar que Pell puede ser declarado inocente aún.

Papa Francisco

© REUTERS / TONY GENTILEAcusan al asesor del papa Francisco de pederasta

¿Feminismo igual a machismo?

Otro asunto que causó escozor en quienes vislumbraban en Francisco una intención de adaptar la Iglesia a los tiempos que corren fueron sus dichos sobre el feminismo, particularmente cuando en todo el mundo —no son excepción los países tradicionalmente católicos— el movimiento de mujeres cobra cada vez más visibilidad en la reivindicación de sus derechos.

En una de las ponencias en el marco de la cumbre, el papa —considerado un pontífice cercano a los movimientos sociales de base— dijo que «todo feminismo acaba siendo un machismo con falda», al mismo tiempo que subrayó que «la mujer es la imagen de la Iglesia» porque «es esposa, es madre».

«No nos sorprende, pero nos da mucha tristeza, porque hemos escuchado del papa otras afirmaciones en las que no solo reconocía el papel fundamental que juegan las mujeres en la sociedad, sino la contribución que ha hecho el feminismo al desarrollo de la sociedad, a la justicia», aseguró la directora de CDD México.

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«Nos da tristeza escuchar que hoy todavía se estén planteando este tipo de cosas, sobre todo (…) la referencia al hecho de que la Iglesia es madre y que el espíritu femenino de la Iglesia es porque es madre», dijo Mejía.

Vaticano

CC0 / PIXABAYEl Vaticano expulsa a sacerdote sospechoso de abusar sexualmente de monjas en BrasilSegún dijo la dirigente, desde su organización se ha venido viendo «esta nueva necesidad de reafirmar que los papeles de las mujeres son fijos» en términos de madres y esposas. Anteriormente, el papa argentino había dicho que las mujeres deberían tener una mayor participación en las estructuras de la Iglesia.

«Aquí lo que dice es que darle a las mujeres más posiciones de poder en la Iglesia no soluciona la situación, que lo que hay que hacer es integrar a la mujer como figura de la Iglesia en nuestro pensamiento. Eso nos parece bastante poco avanzado con relación a otras cosas que le habíamos oído a él», dijo Mejía.

Por otra parte, la entrevistada agregó que en los dichos de Bergoglio dejan entrever una afirmación «que suele hacerse mucho desde quienes se oponen al avance de los derechos humanos de las mujeres».

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«El feminismo se estigmatiza, se califica, se condena sin entender realmente qué es hablar de él. Hay muchas posiciones al interior del feminismo», resaltó la activista sobre el espectro que separa a las posturas más radicales de las más articuladoras.

Papa Francisco

© REUTERS / SAUL LOEBPapa Francisco admite que sacerdotes y obispos abusaron sexualmente de monjasUna gran parte de este movimiento se identifica en el reclamo de «una sociedad donde haya justicia para la mitad de la humanidad y no solamente para las mujeres por el hecho de ser mujeres, sino que las desigualdades de toda índole deben ser atacadas y superadas».

Por otra parte, así como la Iglesia tiene un prontuario en el tema del abuso sexual a menores, la situación hacia las mujeres no dista demasiado. En ese sentido, la integrante de CDD México recordó antecedentes graves.

Entre estos, los hallazgos de una Maura O’Donohue, una religiosa que investigaba la situación del SIDA en África y descubrió que «los sacerdotes buscaban tener relaciones sexuales con religiosas porque eran la única población segura para no infectarse» con el VIH.

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En 2018, en Chile, un grupo de monjas de la Congregación del Buen Samaritano denunció haber sido víctima violaciones sistemáticas por parte de sacerdotes. ¿La respuesta de la iglesia? «Fueron maltratadas por su congregación, las expulsaron. Cuando dieron a conocer esto al obispo, no hizo nada», recordó.

Boda

© FLICKR/ DANIELLEDos monjas renuncian a sus hábitos y se casan entre ellasCuando el terremoto de encubrimiento de la pederastía que sacudió a la sociedad chilena terminó con la renuncia de los 34 obispos chilenos en Roma, la congregación reconoció el abuso y prometió investigar. Pero hasta el día de hoy, no ha pasado nada.

El mismo año, en la India, una monja de la Congregación de Misioneras de Jesús denunció que Franco Mulakkai, el obispo de Jalandhar, la había violado repetidamente durante dos meses. La congregación la acusó de «promiscuidad». «Revelaron su identidad a los medios de comunicación locales y las religiosas que la apoyaron fueron acusadas de estar en contra de la Iglesia», recordó Mejía.

A pesar de tener 81 testimonios a su favor, la Policía no detuvo al religioso, sino hasta tiempo después de la denuncia. Mulakkai fue detenido durante unas semanas, pero luego fue liberado y el asunto quedó en la nada.

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Estos casos, sin contar las denuncias sobre abuso psicológico y explotación laboral, particularmente de las monjas provenientes de países más desfavorecidos.

«Poco a poco ese silencio que ha sido criticado en el caso de la pederastia clerical está siendo roto por las religiosas. Las religiosas tienen mucho que decir, no solo en el sentido de haber sido maltratadas desde el punto de vista humano y laboral sino además de la sexualidad», subrayó Mejía.

Monja

© SPUTNIK / VLADIMIR ASTAPKOVICHVídeo: monjas ayudan a exfuncionario argentino a esconder bolsos con dineroMejía concluyó en que no existe una contradicción entre ser mujer católica y feminista. Según dijo, las integrantes de Católicas por el Derecho a Decidir hacen una «ruptura de la historia oficial». Al investigar desde su perspectiva el mensaje de Jesucristo —la figura más importante para los seguidores de la Iglesia— se han dado cuenta de que ha ocurrido «una tergiversación» de su palabra.

«Hay una serie de cuestiones centrales como la vida y el mensaje de Jesús y muchos otros planteos en la doctrina e historia de la Iglesia que nos permiten seguir siendo parte de esta comunidad y defender nuestros derechos», aseguró.

«Se puede ser católica y feminista. Se puede ser católica y defender el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad. Se puede ser católica y exigir rendición de cuenta y justicia real por los abusos y crímenes que se están cometiendo», resaltó.

https://mundo.sputniknews.com/religion/201903011085800052-papa-francisco-feminismo-machismo-falda/

ESPAÑA.ENCUENTRO INTERRELIGIOSO A TRAVÉS DE LOS/AS DIFERENTES MISTICOS/AS


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Reflexiones sobre el encuentro ‘protección de menores en la Iglesia’


Antonio Duato, 25-febrero-2019

El pasado 23 de febrero fue un día tan tenso para este moderador como aquel de triste memoria. El papa Francisco se había cargado sin querer, con un desafortunado comentario, una reunión convocada por él. Yo había experimentado una especial resistencia a asomarse a esa reunión . Hoy quien quiera puede cubrir por streaming las sesiones públicas y las ruedas de prensa desde su ordenador. No es necesario viajas, pero sí dedicarle tiempo. No me apetecía hacerlo, pero el cachondeo de los titulares me obligó a entrar a fondo en esa reunión, viendo vídeos, leyendo atentamente y traduciendo algunos textos. [En esta página se puede encontrar el conjunto de enlaces visitados].

Por otra parte, para ese mismo sábado 23 de febrero, en Venezuela, se había proclamado el día D de todo el golpe. Aún dando por descontado lo que serían los titulares de los medios, pasé mucho tiempo del día asistiendo en vivo a lo que acontecía en las fronteras, para poderlo evaluarlo todo personalmente. El resultado, fue un presidente al que se le permitió organizar un golpe desde el interior, a plena luz de los medios (¡qué tremenda y criminal dictadura es esta, mis queridos jesuitas y obispos venezolanos!), parece que se ha exiliado para pedir la intervención militar desde fuera. El ejército y gran parte del pueblo  venezolano no han cedido al chantaje de la “intervención humanitaria”. Pero de esto hablaremos otro día.

Por fin, el domingo se sexagésima (así se designaba en mis tiempos), tras publicar la columna de Alberto, con un estilo ágil que nunca oculta el mensaje serio de fondo, me decido a poner al servicio de todos mis reflexiones finales sobre la reunión del Vaticano que acaba concluir.

  1. Me he dado cuenta de que el motivo de mi resistencia inicial a entrar en esa reunión era que se afrontase un tema relacionado con la sexualidad en un contexto de ostentoso clericalismo. Hago mía la condición primera que proponía Oscar Varela: fuera de la sala todo disfraz jerárquico (sotanas, fajines, solideos y pectorales que son como los uniformes, estrellas y medallas de un ejército bien jerarquizado). Mientras los responsables de la comunidad cristiana no se desvistan de sus rangos y privilegios y tomen el aspecto de personas normales (empezando por el siervo de los siervos) estarán planteando un escenario anticristiano.
  2. La presencia de la mujer es todavía turbadora en una reunión como esa y descubre la morbosidad que adquieren las cuestiones de sexo y género en un contexto clerical. ¡Cuánto revela que el papa tuviese que resaltar la intervención de Linda Ghisoni, experta en teología del derecho canónico, que habló muy atinadamente! Más grave que la desgraciada frase sobre el machismo con faldas fue su visión de “integrar a las mujeres como figura de la Iglesia en nuestro pensamiento. Y pensar también en la Iglesia con las categorías de mujer”. Todo es más sencillo, querido Francisco: ¡las mujeres son personas y la Iglesia es comunión de personas, creyentes y corresponsables, iguales en todo a todos los demás! ¡Olvídese de María, de la Iglesia y de su capacidad maternal para reconocer su dignidad! [Véase aquí la ponencia de Ghisoni y la intervención de Francisco].
  3. Entre las muchas intervenciones públicas y publicadas [Véanse aquí de nuevo un resumen del programa, con el acceso al vídeo y a los textos de cada ponencia] hubo reflexiones valiosas. Yo destacaría las de Linda Ghisoni sobre accountability o rendición de cuentas, el card. Marx sobre transparencia en la comunidad creyente y la periodista mexicana Valentina Alazraki sobre comunicación. Ellos y otros dijeron cosas muy valiosas que seguramente hicieron reflexionar. Pero yo eché en falta otras ponencias hechas desde la psicología y la teología moral. Creo que la incapacidad del estamento jerárquico clerical a plantearse a fondo este problema de los abusos sexuales es la ignorancia supina de cómo surgen y condicionan la conducta los impulsos sexuales y el fixismo absurdo de la moral oficial de la Iglesia en esta materia. Mientras se siga manteniendo que todo goce sexual fuera del matrimonio, tanto de pensamiento como de obra, es pecado mortal, es imposible pretender una “educación al celibato” sana como se pretende para evitar abusos criminales.
  4. En el discurso final, el papa Francisco, extendió el mal de los abusos a todos los ambientes educativos, desde la familia a las parroquias. Y ve tan enorme este mal que no tiene más explicación sobre él que el Mal supremo, Satanás lo llama, sin dejar claro si se refiere a un sujeto de naturaleza angélica o a una metáfora retórica. No es esa la única explicación, Francisco. Aquí se me revuelven las entrañas pues he vivido demasiado tiempo en esa cultura clerical católica que hoy veo desde fuera. Y ahí veo ahora claro con qué mecanismos morbosos se iba queriendo formar una castidad angelical totalmente antinatural. En esta reunión tendría que haber estado Eugene Drewerman, un verdadero profeta para nuestro tiempo. Se tendría que levantar no solo el secreto pontificio sobre los casos gravísimos que deberían estar en los archivos del Vaticano, sino el secreto de confesión para que todo lo que se ha conocido en estas circunstancias pudiera ser trasladado a expertos, quienes, sin entrar en casos concretos, pudieran hacer un estudio clínico a fondo de las patologías típicas del clero y de ambientes católicos en cuestiones de sexo y género. Un congreso honrado, transparente y crítico sí que hubiera puesto el dedo en la llega y dado explicaciones de lo sucedido en este caso de los abusos (¡no solo a menores en edad sino a personas influenciables al poder de personas aureoladas de santidad profesional!) sin tener que recurrir al “poder del Maligno”.
  5. Abro este blog no solo al derecho legítimo de expresar su indignación por cómo se ha desarrollado esta reunión, sino a análisis crudos del problema y de los verdaderos remedios para afrontar esos males, con minúscula. Entretanto mantengo para mí la luz que me proporcionó aquel libro Clérigos. Psicograma de un ideal, de Drewerman, que hoy todavía es el mejor referente que conozco.

http://www.atrio.org/2019/02/reflexiones-sobre-el-encuentro-proteccion-de-menores-en-la-iglesia/

MEDELLIN. CENTRO FE Y CULTURAS INVITA.


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“Están poniendo en peligro a las mujeres más pobres”


Entrevista a Cecilia Ousset, miembro de la Red de Profesionales por la Vida y el Aborto Legal de Tucumán
Soledad AllendeAPU

En la provincia de Tucumán y otra provincias del Norte argentino parece existir un entramado de relaciones de poder que involucra a directores de hospital, operadores de justicia y funcionarios provinciales. Estos actores no sólo están obstaculizando las interrupciones voluntarias del embarazo (ILE), y violando todos los protocolos que existen, sino que en muchos casos han llegado a tener prácticas violentas con mujeres que acuden al hospital con abortos en curso.

Algunos ejemplos de estas violencias, que son de público conocimiento, tienen que ver con la práctica de un legrado sin anestesia y la denuncia penal de mujeres que acuden al hospital con abortos en curso; una de las cuales llegó a cumplir una condena de 3 años de prisión. Se trata de cuestiones que están fuera de los marcos de la ética profesional, e incluso, de la medicina legal.

En éste contexto se inscribe el caso de la niña tucumana de 11 años, a quien se le negó el acceso a la ILE aun habiendo hecho el pedido expreso de interrumpir su embarazo, y que fue obligada en el Hospital Eva Perón a proseguir el embarazo a los fines de culminar en una cesárea, tal como ocurrió con la niña jujeña de igual edad.

La Dra Cecilia Ousset, es médica especialista en ginecología y obstetricia, e integrante de la Red de Profesionales por la Vida y el Aborto Legal, que acompaña a la Campaña Nacional por la Legalización del Aborto. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO (la entrevista se realizó antes de que se hiciera, finalmente, la intervención a la niña) reflexionó sobre los intereses que hay detrás de la obstaculización de las ILE, y el clima de violencia política que se fomenta a través de las manifestaciones violentas de los pañuelos celestes en las instituciones de salud, así como las persecuciones que sufren profesionales de salud y sus familias que integran la Red.

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo caracteriza la red de complicidades que se construyó en torno a la obstaculización del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos ya adquiridos por las personas gestantes?

Cecilia Ousset: En Tucumán no sólo hay un entramado político entre el poder ejecutivo y el judicial, ese entramado involucra también la iglesias católica y las evangelistas, que tienen gran influencia en el legislativo y también en el electorado. Éste es un año electoral y nosotros como profesionales lo tenemos muy claro. Creemos que en el caso de ésta niña de 11 años, donde no se practica la ILE y la van a obligar a tener una cesárea como la niña de Jujuy, hay un objetivo que es conformar a un electorado que está en contra de las leyes que protegen los derechos humanos.

Elizabeth Àvila, directora del Hospital donde se encuentra internada la niña, se ha mantenido callada. La situación en este hospital es atípica, porque los profesionales de los equipos de salud mental y del servicio social no estàn asistiendo a la niña.

El director de salud mental y adicciones de la provincia, Dr Walter Sigler, está asistiendo personalmente a la niña, sustituyendo al equipo de salud mental del hospital y siendo él, además, psiquiatra de adultos y no de niños: ¿Por qué el gobierno envía funcionarios a hacer asistencia, habiendo profesionales donde la niña está internada?, ¿Por qué Vigliocco, viceministro de salud y pediatra, dijo tan irresponsablemente que la niña estaba en condiciones de maternar porque pesa más de 50 kg?, ¿Por qué la Dra Obeid, jefa del servicio de Tocoginecología del Hospital Eva Perón, antes practicaba las ILE y ahora guarda silencio sobre el caso de la niña de 11 años obligada a proseguir con el embarazo?

El año pasado, el vicegobernador Jaldo impulsó exitosamente la iniciativa de declarar a la provincia Pro Vida y Cuna del Niño por Nacer. Luego hubo un legislador de apellido Caponio que propuso una ley para dejar de practicar las ILE y otorgar subsidios para apoyar la crianza de niños, sin importar el deseo de la paciente de no continuar con un embarazo que es producto de una violación. Parece que eso es muy difícil de comprender.

Aquí no hay un desconocimiento de las leyes, ni de los protocolos, ni de los derechos del niño, ni del daño que provoca que una niña esté embarazada. Aquí hay conveniencias políticas, y un deseo de caerle bien a un electorado estructurado, patriarcal e hipócrita que lidera las encuestas en nuestra provincia.

APU: ¿Creé que hay un recrudecimiento de las prácticas de violencia institucional que vulneran los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres desde que se masificó la lucha por la legalización del aborto?

C.O: En realidad el Norte del país se caracteriza por practicar la menor cantidad de ILE en nuestro país. Sin embargo, antes no veías manifestaciones en la puerta de los hospitales de las personas con pañuelos celestes, o la exposición de las niñas y mujeres que tenían que practicarse las ILE. La judicialización de las ILE ahora es rapidísima. Y las causas las toma como una causa personal la fiscal Gianolli.

Jamás había visto yo que un gobernador, que además fue ministro de salud (Manzur) encabezara una marcha a favor del aborto clandestino, poniendo plata para sonido, iluminación, etc.

Entonces creo que sí. Desde que esto se puso en debate y la sociedad tomó partido, se han formado dos bandos, y las personas en contra de la legalización del aborto comenzaron a manifestarse de manera muy violenta en clínicas y hospitales, incluso poniendo en peligro la libertad de los trabajadores de la salud.

La situación que se vive en Tucumán es muy grave. Muchos integrantes de nuestra Red tienen miedo a perder su trabajo o a ser agredidos. Sin ir más lejos, a mí y a mi familia, después de mi exposición en la cámara de senadores, nos pasaron muchas cosas. El colegio católico al que iban mis hijos dejó de aceptarlos. Mis hijos, que son niños, han sufrido un hostigamiento tremendo, con agresiones físicas y psicológicas. Esto me llevó a denunciar al colegio ante el INADI y el ministerio de educación. Mi familia es muy consciente de esta lucha, que es una lucha por la justicia social, y no vamos a claudicar. Pero los antiderechos no tienen límites, y se meten con los niños también.

APU: Hay organizaciones y personas que se reivindican católicas o evangelistas que están a favor de la legalización del aborto. ¿Pensás que el pañuelo celeste se identifica con la religión o te parece que es una utilización político-electoral de estas alternativas de derecha para generar adhesión hacia ideas antiderechos en general?

C.O. Yo creo que no sólo en las iglesias, sino que en las familias, en los clubes, en todos lados hubo dos posturas. De hecho yo soy catolica practicante, y no estoy a favor del aborto en sí, pero sí a favor de su legalización. Porque las únicas que sufren son las personas gestantes que han sido vulneradas en sus derechos, que son pobres y no tienen acceso a la información, y que no pueden pagar un lugar con buenas condiciones sanitarias. Hay mucha gente de la iglesia que comparte mi idea. De hecho los curas de la opción por lo pobres me han acompañado y apoyado diariamente con todo a lo que me tuve que exponer. El arzobispo de Tucumán hizo una bajada de linea importante, que se está cumpliendo, pero no todos los sacerdotes piensan igual.

Lo que más une a la Red de profesionales por la vida y el aborto legal es que somos personas religiosas y no religiosas, e incluso hay objetores de conciencia adentro. Yo, por ejemplo, no soy capaz de hacer un aborto, pero sé que otros colegas si; derivamos tranquilamente y nos respetamos. Tenemos que tener el suficiente amor y apertura para saber que hay inequidad social, que tenemos que llegar a la justicia social, y que las acciones de cada uno quedan en la vida y la conciencia de cada uno.

El poder ejecutivo, judicial y el legislativo provincial está poniendo en peligro a las mujeres más pobres, porque hacen que tengan terror de acudir a los hospitales. Cuando llegan esas mujeres, arrojadas a la clandestinidad por estos poderes, no podemos hacer nada. Los abortos no van a disminuir pero si van a aumentar las muertes, los avasallamientos a los derechos de las mujeres. Esto es lo que más nos preocupa como grupo, porque lo que nos une es la salud pública, el amor y la justicia social, más allá de las diferencias religiosas y políticas.

Fuente: http://www.agenciapacourondo.com.ar/generos/tucuman-estan-poniendo-en-peligro-las-mujeres-mas-pobres

Las faldas machistas del Papa


ABUSOS EN LA IGLESIA CATÓLICA

El papa Francisco, el domingo 24 de febrero, durante el cuarto día de la cumbre sobre los abusos sexuales en la Iglesia.

AFP

Sílvia Cóppulo

Sílvia Cóppulo

Los jerarcas católicos viven las consecuencias de haber retorcido hasta la extenuación los conceptos de género y la sexualidad

Jueves, 28/02/2019 | Actualizado a las 14:10 CET

Cuando el papa Francisco dice que cualquier feminismo acaba siendo un machismo con faldas, o sea un machismo perpetrado por mujeres, resulta evidente que, tanto él como la mayoría de la jerarquía eclesiástica católica, no conocen a las mujeres, de tanto que las han relegado a papeles subordinados en la Iglesia y las quieren así, disminuidas, en la sociedad.

Al fin y al cabo, el Pontífice define el objetivo del feminismo (el movimiento social que busca la equiparación de derechos y libertades entre hombres y mujeres) utilizando como referente a los hombres (como ellos) que desprecian o maltratan a personas del otro género, o sea, machistas. Sin darse cuenta de ello, el Papa equipara un movimiento que trabaja en pro de los derechos humanos de las mujeres con una actitud de prepotencia que las maltrata. Aplaudo que finalmente hayan bajado la cabeza, pedido perdón y empiecen una depuración del clero que impunemente ha abusado sexualmente de criaturas, novicios y monjas. Sinceramente, me sabe muy mal el silencio cómplice mantenido durante décadas y la extensión de estas prácticas asquerosas en todo el mundo.

ENTRETODOS

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Dar más funciones a las mujeres dentro de la Iglesia no resolvería el problema, añade el Pontífice. Es decir, su planteamiento no arranca de pensar que se trata de una cuestión de equidad y de justicia que mujeres y hombres puedan desarrollar roles equiparables, sino que calcula qué utilidad se sacaría de ceder poder a las mujeres.

El Papa hace estas afirmaciones en una cumbre en el Vaticano sobre la pederastia, en la que interviene la experta en Derecho Canónico Linda Ghisoni, la primera mujer que ahí toma la palabra. Parecería que Francisco se excuse cuando asegura que no están entrando en un feminismo eclesiástico. ¡Lástima! Y lo remata añadiendo que la Iglesia debe incorporar el rol de una mujer femenina, esposa y madre. Supongo que para algunos sectores esta idea debe ser de una modernidad rompedora, pero a esta periodista, en pleno siglo XXI, le produce una profunda desazón. Las mujeres son lo que el Papa dice y mucho más, gracias a Dios.

Los jerarcas católicos viven las consecuencias de haber retorcido hasta la extenuación los conceptos de género y la sexualidad. Pero ahora, el poder de la represión se les ha escapado de sus sotanas.

https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190228/las-faldas-machistas-del-papa-francisco-abusos-sexuales-iglesia-catolica-ped

INDIA: Las hermanas disidentes en el caso de violación dicen que son ‘parias’ de la iglesia


Cinco hermanas de las Misioneras de Jesús protestaron por la supuesta violación de su antiguo superior por parte de un obispo en su convento de Kuravilangad en Kerala. La primera fila, desde la izquierda, es Josephine Villoonnickal, Ancitta Urumbil y Neena Rose. La segunda fila, desde la izquierda, son Anupama Kelamangalathuveli y Alphy Pallasseril. (Saji Thomas)por Saji Thomas

28 de febrero de 2019 en

Kochi, India »

Mientras el Vaticano se esfuerza por idear protocolos y respuestas más sólidos después de una cumbre histórica centrada en el abuso de menores por parte del clero de menores, cinco monjas en la India se quejan de la represión de la iglesia por su apoyo a un ex superior general que supuestamente fue violado por un obispo.

«El liderazgo de la Iglesia Católica nos ha estado tratando de ser marginados después de que hicimos público el Obispo Franco Mulakkal [de Jalandhar]. Incluso el Vaticano no se ha molestado en reconocer nuestras quejas», dice la Hna. Anupama Kelamangalathuveli, portavoz de cinco misioneras de las Misioneras de Jesús. quien en septiembre del año pasado organizó una sentada para la detención del obispo .

Las hermanas solicitan atención del Vaticano a la situación de mujeres religiosas maltratadas por el clero, con protocolos más claros y más protección. Por ahora, las cinco hermanas viven con la víctima en un convento en Kerala, rechazando las órdenes de regresar a sus propias comunidades mientras el caso continúa. Están atrapados en una disputa entre un obispo que apoya su negativa y su liderazgo congregacional. Mientras tanto, soportan el rencor de las hermanas en su comunidad que las ridiculizan y descartan las acusaciones de la víctima.

Las cinco hermanas se unieron detrás de su ex superior general, quien el 28 de junio se quejó a la policía de Kerala, en el sur de la India, de que Mulakkal había abusado sexualmente de ella varias veces desde 2014 hasta 2016. Kelamangalathuveli dice que la víctima escribió por primera vez a las autoridades de la iglesia en enero de 2017. nuncio apostólico en la India en enero de 2018, y luego al Papa el 14 de mayo, en busca de una acción de la iglesia contra Mulakkal. Copió a los prefectos de la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Congregación de Obispos, y luego envió recordatorios antes de acudir a la policía. Ella no ha recibido respuesta, dice Kelamangalathuveli.

El Sr. Kelamangalathuveli cuida pollos en su granja avícola en Kuravilangad.

Mulakkal, de 54 años de edad, ha negado sistemáticamente las acusaciones y afirmó que el caso se debió a la venganza personal de la monja por su acción disciplinaria iniciadora contra ella. Entonces era el patrón de la congregación que está bajo la Diócesis de Jalandhar en el norte de la India.

Sin embargo, se retiró de la supervisión diocesana a mediados de septiembre y el 20 de septiembre el Vaticano nombró al obispo Agnelo Rufino Gracias como administrador de la diócesis de Jalandhar.

Kelamangalathuveli dice que el único gesto positivo que han recibido de la iglesia hasta ahora proviene de Gracias. El administrador suspendió una orden de las Misioneras de Jesús, Superiora General, Hna. Regina Kadamthottu, pidiéndole a cuatro de las monjas que regresen a sus conventos asignados.

Al enterarse de la presunta violación y la reacción violenta temprana contra la víctima, las cuatro monjas, Josephine Villoonnickal, Alphy Pallasseril, Ancitta Urumbil y Kelamangalathuveli, se apresuraron a ofrecer apoyo moral en abril antes de que se presentara la queja. Dejaron sus conventos en diferentes partes de la India y vinieron a la Casa de la Misión St. Francis en Kuravilangad, Kerala, el convento de la congregación donde vive la sobreviviente de violación junto con su quinta compañera, la Hna. Neena Rose.

Los cinco se unieron a una sentada en septiembre en Kochi en Kerala para pedir el arresto de Mulakkal. La protesta fue organizada por Save Our Sisters Action Council, un foro formado por personas laicas para ayudar a las religiosas católicas en apuros. La protesta de las monjas, con el apoyo de cientos de personas y grupos sociales, terminó con el arresto de Mulakkal el 21 de septiembre y el encarcelamiento posterior. El 15 de octubre, el Tribunal Superior de Kerala concedió la libertad bajo fianza al obispo .

Stephen Mathew, en la cuna, está en una huelga de hambre indefinida, mientras que las monjas de las Misioneras de Jesús organizan una sentada indefinida cerca del Tribunal Superior de Kochi, centro comercial del estado indio de Kerala, en el suroeste del país. Están exigiendo el arresto del obispo Franco Mulakkal de Jalandhar, quien está acusado de violar a otra hermana en su congregación. (Saji Thomas)

Sin embargo, la protesta ganó a las monjas la ira de los cuerpos de la iglesia, como el Consejo de Obispos Católicos de Kerala, que los condenó por incitar a los enemigos de la iglesia. Su superior y su consejo emitieron las órdenes de transferencia que requieren que regresen a sus conventos originales.

«Fue la primera comunicación oficial que recibimos de una autoridad de la iglesia. Nos sentimos encantados», dijo Kelamangalathuveli al Informe Global Sisters.

La intervención de Gracias se produjo después de que varios líderes sociales y grupos de derechos humanos condenaron las órdenes de Kadamthottu como un intento de intimidar a los cinco testigos clave y debilitar el caso.

Un partidario, el reformista social hindú y activista Swami Agnivesh, escribió al Papa Francisco el 21 de enero para ayudar a las cinco monjas que, según dijo, se enfrentaban a la reacción de la iglesia por exigir justicia.

«Es realmente impactante que la diócesis en cuestión y sus órdenes religiosas no sean fáciles con el presunto violador mientras ataca a quienes se levantaron y lucharon por la justicia de la víctima», dijo el líder hindú de 79 años .

Agnivesh, quien a menudo ha protestado por la persecución de los cristianos en la India, señaló que los indios respetan a las cinco monjas por su «posición audaz» en apoyo de una «víctima oprimida».

Al mismo tiempo, lamentó que la imagen de la iglesia en India sufriera enormemente por no haber «respondido de manera proactiva» a la denuncia de abuso sexual de la monja.

Save Our Sisters también vino al rescate de las monjas. Se escribió al ministro principal Kerala Pinarayi Vijayan el 26 de enero instándole a proteger a las cinco monjas. Más de 50 activistas sociales, periodistas, maestros y escritores respaldaron la carta de SOS.

La carta alegaba que las órdenes de transferencia eran los intentos de la congregación para sacar a los testigos clave de la jurisdicción policial de Kerala y hacerlos vulnerables a la intimidación de Mulakkal y sus partidarios.

El obispo Franco Mulakkal de Jalandhar, India, aparece en una foto sin fecha. (CNS / Cortesía de la Diócesis de Jullundur)

También señala que Kadamthottu es un «fuerte partidario» de Mulakkal y lo ha defendido voluntariamente ante la policía y los medios de comunicación.

La congregación aclaró que la orden de transferencia no «tenía la intención de hacer ningún tipo de intervención o interferencia en el debido proceso de la ley y la justicia». Las cinco monjas, dijo, pueden comparecer ante los oficiales de investigación y los tribunales cuando sea necesario.

Las cinco hermanas ignoraron las órdenes y las etiquetaron como parte de «una estrategia bien orquestada» para sabotear el caso. «Saben que nuestra hermana [la víctima] no podrá luchar contra el caso si está aislada. Entonces podrán ganar el caso fácilmente», dice Kelamangalathuveli, hablando en malayalam, el idioma oficial en Kerala.

Las hermanas también dicen que temen por sus vidas si se separan antes de que termine el caso.

Rose, a quien se le pidió que estuviera en Jalandhar el 26 de enero para explicar sus razones para unirse a la sentada, dice que cumplir con la orden habría sido «suicida» para ella porque Mulakkal reside en esa ciudad.

Las hermanas Alphy Pallisseril, a la izquierda, y Neena Rose levantaron tierra en el huerto de su cocina en su convento de Kuravilangad en el estado de Kerala, en el sur de la India.

«El obispo [Mulakkal] es tan poderoso que podría hacer cualquier cosa conmigo si llegaba allí», dijo a GSR a principios de febrero.

Se le pidió a Kelamangalathuveli que regresara a su convento original en Jalandhar. A Villoonnickal se le pidió que fuera a Jharkhand y de Pallasseril a Bihar, ambos estados en el este de la India. Urumbil fue publicado originalmente en otro convento en Kerala.

Gracias expresó sorpresa y consternación por las órdenes de transferencia y dijo que estaba lejos de Jalandhar cuando se emitieron el 3 de enero.

«Le estoy dando una directiva al (superior) general de que ella no emitirá ninguna carta para ustedes cinco sin mi permiso explícito. Esta será una orden para mí como Administradora Apostólica a cargo de la Congregación, ya que es De derecho diocesano, me corresponde «, decía la carta del obispo a las cinco mujeres.

El prelado también aseguró a las monjas que «en la medida en que [esté] dentro de mi poder, no habrá movimiento de la Diócesis de Jalandhar para expulsarlo del Convento de Kuravilangad mientras sea necesario para el caso judicial».

Gracias, más tarde, dijo a GSR por teléfono: «Canónicamente es cierto que se supone que deben volver a sus respectivos lugares de publicación, sin embargo, en vista de la situación actual, no es posible que lo hagan».

Las hermanas Ancitta Urumbil, Alphy Pallisseril y Neena Rose trabajan en la huerta de su convento de Kuravilangad en el estado de Kerala, en el sur de la India. (Saji Thomas)

El superior general no respondió a varias llamadas de GSR.

Pero Kelamangalathuveli dice que ella y las otras cuatro hermanas no se dejan llevar por la declaración de Kavumpuram porque él había presentado un caso falso contra la víctima y los miembros de su familia en nombre de Mulakkal para disuadirlos de presentar una queja por violación a la policía. El caso fue abandonado debido a pruebas insuficientes.

«Él es sólo un sacerdote y no está por encima del obispo», dice ella.

Mientras tanto, el gobierno de Kerala incrementó la seguridad de las cinco monjas después del padre. Kuriakose Kattuthara, otro testigo del caso, murió en circunstancias misteriosas cuatro días después de que Mulakkal regresara a Jalandhar luego de su liberación bajo fianza. El informe de la autopsia dijo que la muerte fue natural, pero los amigos del sacerdote sospechan lo contrario, diciendo que estaba bajo una gran tensión mental después de que el obispo fue liberado bajo fianza.

La policía solicitó a la congregación instalar cámaras de circuito cerrado de televisión y cumplir con otros requisitos básicos en su convento de Kuravilangad.

La superiora general respondió que la congregación no tiene dinero y que ella no tenía ninguna objeción si la policía cambiaba a las cinco monjas a un refugio del gobierno.

«Esta fue otra estratagema del superior para despedirnos de la congregación», afirma Kelamangalathuveli.

Villoonnickal le dijo a GSR que no se mudarían del convento de Kuravilangad hasta que el caso termine, «pase lo que pase».

El caso de violación y la protesta de las monjas se han convertido en un hito en la iglesia de la India, dice el Padre. Agustín Vattoly, quien fue el coordinador de SOS hasta que recientemente fue presionado por la diócesis para que renunciara.

Activista social p. Agustín Vattoly en Vathuruthy, trabaja en un barrio bajo en las afueras de Kochi, estado de Kerala, al sur de la India. (Saji Thomas)

«Mientras el caso exponía a la iglesia, la protesta de las monjas se convirtió en parte de la historia de la iglesia india. Las cinco se probarán justo tarde o temprano», dijo.

El sacerdote activista lamentó que muchos obispos hayan exonerado abiertamente a Mulakkal y lo hayan visitado en la cárcel, dando la impresión de que la iglesia está del lado de los acusados. «Nadie se molestó en ver a las monjas que protestaban o a la víctima», dijo Vattoly.

Urumbil dice que muchos obispos han pasado por el camino cerca de su convento, pero «nadie ha venido a vernos hasta ahora».

Kelamangalathuveli dice que el convento de Kuravilangad tiene otras cuatro monjas, todas ellas simpatizantes de Mulakkal, que a menudo se burlan y acosan al sobreviviente de violación y a las otras cinco hermanas.

El superior local les pidió que no trabajaran en el jardín y amenazó con presentar un caso policial contra las trabajadoras que las hermanas habían llamado para ayudarlas.

«Nos impidieron cultivar hortalizas, criar aves de corral y otros trabajos», dice, y agrega que los partidarios de Mulakkal «incluso amenazaron a los trabajadores a los que llamamos para que trabajen en la tierra para cultivar hortalizas».

La vida en el convento ha sido tensa, dijo Kelamangalathuveli. Las 10 monjas se juntan solo cuando tienen misa ocasional en el convento. De lo contrario, los dos grupos rezan por separado.

Las hermanas Josephine Villoonnickal y Ancitta Urumbil riegan su huerta en su convento de Kuravilangad. (Saji Thomas)

Las cinco monjas pudieron perseverar en plantar su jardín. Pallasseril dice que la huerta y la granja avícola les dan energía positiva en su vida estresada.

«Todos nos reunimos para regar las plantas y alimentar a los pollos con regularidad para desviar nuestra atención de la caja y respirar un poco de aire fresco. Realmente es una recarga y entretenimiento estar en el jardín», dice Pallasseril.

Los cinco encuentran tiempo para orar juntos, meditar y compartir sus experiencias entre ellos. Se sientan ante el tabernáculo y leen la Biblia para obtener fuerzas de Dios y entre sí, y están agradecidos por los partidarios de su lucha.

KV Rajan, un hindú que participó en la protesta de las monjas, dice que se ha cometido una «injusticia grave» contra las monjas y que la gente debería presentarse para corregir y controlar a los líderes de la iglesia. «La gente no debe temer a los líderes, pero los líderes deberían temer a la gente», dijo a GSR.

«Recibimos oraciones y apoyo de personas de todos los ámbitos de la vida», dice Kelamangalathuveli. «Los extraños se encuentran con nosotros en la carretera o en el transporte público y nos alientan a continuar nuestra lucha».

[Saji Thomas es un periodista independiente que reside en Bhopal, una ciudad del centro de la India. Ha trabajado para varios periódicos importantes como The Times of India. Este artículo es parte de una colaboración entre GSR y Matters India , un portal de noticias que se enfoca en temas religiosos y sociales en la India.]

https://www.globalsistersreport.org/news/equality/dissenting-sisters-rape-case-say-they-are-church-outcasts-55918

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