Y cuando pasó el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron especias dulces para que pudieran venir y ungirlo. Y muy temprano en la mañana del primer día de la semana, llegaron al sepulcro a la salida del sol. —Marcos 16: 1‑2
Continúan las reflexiones de Cynthia Bourgeault, extraídas de su libro El significado de María Magdalena:
[La unción de Jesús de María Magdalena] proporciona un poderoso punto de acceso ritual a la más profunda sabiduría transformadora del cristianismo. Para empezar, hace que sea virtualmente imposible experimentar el Misterio pascual de otra manera que no sea un acto de amor redentor. Cuando María Magdalena regresa a su papel tradicional como el ungidor de Jesús, también se restaura una simetría muy importante. Vemos que el pasaje de Jesús a través de la muerte está enmarcado en ambos lados por sus actos paralelos de unción. En Betania, ella lo envía a la cruz con la unción de su amor. Y en la mañana de Pascua, él se despierta con la misma fragancia de amor cuando ella llega a la tumba con sus especias y perfumes, esperando ungir su cuerpo por la muerte. Él ha estado enamorado a lo largo de todo su pasaje.
Como resume brevemente Bruce Chilton: «Ella conecta su muerte y su resurrección». [1] Y lo logra precisamente al poner en corchetes toda la experiencia en los rituales paralelos de la unción. Al hacerlo, Chilton agrega: «María Magdalena estableció el lugar de la unción como el ritual central en el cristianismo, recordando la muerte de Jesús y apuntando hacia su resurrección».
Pero, ¿qué es lo que realmente está apuntando hacia adelante? ¿Cuál es este viaje pascual desde el punto de vista de la sabiduría? En el entendimiento común, el cristianismo ha tendido a ver la resurrección como el triunfo de Jesús sobre la muerte física. Pero para los cristianos en la tradición de la sabiduría (que incluyen entre sus filas a los primeros testigos de la resurrección) su significado se encuentra en algo mucho más profundo que la simple resucitación de un cadáver. El verdadero propósito de Jesús en este sacrificio era apostar su propia vida contra su principal convicción de que el amor es más fuerte que la muerte, y que el hecho de ser uno mismo que es la esencia de este amor no conduce a la muerte, sino a la vida. . . . Por lo tanto, el dominio real del Misterio pascual no es morir sino morir a sí mismo.
En el contexto de la resurrección, entonces, la unción se convierte en el ritual más estrechamente asociado con el paso de la muerte del yo a la plenitud de la vida, de la alienación egoica a la «unión en un plano superior». Como tal, transmite la esencia misma del cristianismo. Sabiduría transformadora.
Y su portera es María Magdalena.
Entrada a la presencia:
si quieres profundizar en la meditación de hoy, toma nota de qué palabra o frase se destaca en ti. Regrese a esa palabra o frase a lo largo del día, estando presente a su impacto e invitación.
[1] Bruce Chilton, Mary Magdalene: A Biography (Doubleday / Image: 2005), 52.
Cynthia Bourgeault, El significado de María Magdalena: Descubriendo a la mujer en el corazón del cristianismo (Shambhala: 2010), 185-186.
Crédito de la imagen: Caja de Mary Magdalene de muy preciosa pomada (detalle), James Tissot, 1886-1994, Museo de Brooklyn, Nueva York, Nueva York.
Cristo significa Ungido, María de Magdala y el Ritual de la Unción, la Muerte y el Levantamiento, «Cayendo por Miedo en el Amor»
12 Abr 2019 Deja un comentario
en Iglesia Catolica Romana, Mujeres e Iglesia, Mujeres-Presbiteras
Consejo de Seguridad pide aprobar Ley Estatutaria de JEP
12 Abr 2019 Deja un comentario
en Articulo de Opinion, Derechos Humanos, Paz

12 de abril del 2019
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidió aprobar con celeridad la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), piedra angular de la justicia transicional y del proceso de paz en Colombia.
El llamado unánime se hizo durante la presentación del último informe trimestral de la Misión de Verificación del proceso de paz en Colombia, en cabeza de Carlos Ruiz Massieu.
Varios miembros del Consejo manifestaron su preocupación por el hecho de que a más de dos años de la firma del acuerdo de paz, la JEP no cuente con el marco jurídico que la regula, al tiempo que le pidieron a los diferentes actores políticos del país que se respeten su independencia, autonomía y dictamen.
A diferencia de los demás representantes, el embajador ruso, Vassily Nebenzia, señaló que la implementación del acuerdo “está en un momento crítico y delicado”, al tiempo que manifestó la preocupación de su país por la situación actual de Colombia.
“Preocupa la decisión de Bogotá de devolver la Ley Estatutaria para que se le hagan cambios. Es importante que los acuerdos firmados se cumplan sin modificación alguna”, dijo el diplomático ruso.
Nebenzia también señaló que hay muchos aspectos que no se han incluido en el informe de Ruiz Massieu y advirtió que “hay mucho descontento de las poblaciones” con el avance de la implementación.
Entre tanto, alertó que se han vuelto a sembrar minas en zonas que ya se habían acreditado como libres de estos artefactos, y subrayó que “la situación en el país es más difícil que cuando se firmó el acuerdo”.
El embajador ruso también hizo un llamado para avanzar en los procesos de reintegración de excombatientes a la vida civil, el programa de sustitución de cultivos ilícitos y la reforma agraria planteada en el punto 1 del acuerdo de La Habana.
“La comunidad internacional, la ONU esperan que el Gobierno aplique estrictamente sus obligaciones en el marco del acuerdo de paz”, demandó.
La sesión en Nueva York contó con la participación de Rosa Emilia Salamanca, representante de la sociedad civil y copresidenta de la ONG Ciase, quien
La vocera pidió mayor atención, recursos y capacidad institucional para ejecutar los programas de género incluidos en el acuerdo, al tiempo que manifestó su respaldo al Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, que incluye la JEP.
“Estamos convencidas de que en la JEP, los parámetros internacionales de la violencia sexual se cumplen”, dijo, e insistió en una recomendación para poner en marcha el programa de garantías para mujeres líderes y constructoras de paz.
“Invertir en mujeres genera dividendos para la paz”, aseveró.
Salamanca también se refirió a la polémica suscitada días atrás en el país, luego de que el gobierno de Iván Duque propusiera una reforma constitucional para que los delitos sexuales contra menores de edad no sean juzgados por el mecanismo de justicia transicional sino por la justicia ordinaria. Al respecto afirmó que la violencia sexual “no debería ser utilizada para poner en riesgo los acuerdos alcanzados”, pues “ha sido cometida por todos los actores que han estado implicados” en la guerra en el país.
Por otra parte, subrayó que una reciente demanda de la Comisión de Acusaciones de la Cámara baja del Congreso contra la presidenta de la JEP, Patricia Linares, “enfatiza el imaginario de una persecución a esta instancia y no contribuye al diálogo sino a la polarización”.
El apoyo al mecanismo de justicia transicional en el Consejo de Seguridad fue general. Empezando por el jefe la Misión de Verificación Carlos Ruiz Massieu, quien indicó que “su independencia y autonomía así como su dictamen debe respetarse”.
Karen Pierce, embajadora de Reino Unido ante la ONU, también insistió en “la importancia sobre el funcionamiento de la JEP” e indicó que su país cuenta con que la Jurisdicción “reciba todo el apoyo político y jurídico para consolidar los logros que ha venido registrando”.
“Exhortamos a todas las partes a tomar medidas para la aprobación con celeridad” de la ley estatutaria de la JEP, dijo.
Los demás miembros del Consejo se pronunciaron de manera similar sobre este aspecto: Estados Unidos, Perú, Bélgica, Polonia, Francia, China, Indonesia, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Sudáfrica, Kuwait, República Dominicana y Alemania, actual presidente del órgano.
Jonathan Cohen, el embajador Adjunto de EEUU, recalcó que la JEP es fundamental para investigar y juzgar los crímenes de guerra y pidió a las autoridades colombianas que se “promulgue cuanto antes” su ley marco.
También instó al gobierno de Duque a que tome medidas para evitar reclutamiento de menores y más pedidas para protección de líderes y defensores de derechos humanos y excombatientes de las FARC. Este punto, junto con la reintegración de los exguerrilleros, fueron la segunda mayor preocupación del Consejo de Seguridad.
Entre tanto Marc Pecsteen de Buytswerve, el embajador belga, indicó que es “preocupante observar que ha aumentado la polarización y las tensiones” y advirtió que han aumentado los desplazamientos forzosos, el reclutamiento por parte de grupos ilegales, entre otros.
La representante de Polonia, Joanna Wronecka, hizo énfasis en la necesidad de las garantías de protección a dirigentes sociales, al tiempo que lamentó que exmiembros de las FARC aún no han recibido tierras para sus proyectos productivos y vivienda.
El embajador francés, François Delattre, señaló que la implementación del acuerdo es “fuente de expectativas de la comunidad internacional” y subrayó que una aprobación rápida de la ley estatutaria de la Jurisdicción de Paz “ayudará a que esta institución afiance su autoridad”.
Delattre también pidió a los actores políticos a que respeten las decisiones que toma la JEP e instó a Colombia a que avance en los temas de reincorporación económica y social de los ex miembros de la guerrilla, acceso a la tierra y seguridad.
El Consejo de Seguridad solicitó al gobierno colombiano más medidas “concretas” para garantizar la seguridad en los territorios, pues durante la sesión sus países miembros manifestaron su preocupación por la violencia persistente contra líderes comunitarios.
“Quisiéramos que el ritmo del cumplimiento del proceso aumentara en todo el país. Ha habido algunas demoras”, dijo la representante británica.
Otras peticiones que hicieron los embajadores de los diferentes países fueron acelerar la aprobación y desembolso de fondos para proyectos productivos, decisiones oportunas sobre el acceso a la tierra y sobre el futuro de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), en los que se reunieron los excombatientes luego de la firma de paz, que finalizan en agosto próximo.
En la sesión que tuvo lugar en Nueva York, el canciller colombiano Carlos Trujillo aseveró que el Gobierno Duque respetará la decisión que adopte el Congreso de la República sobre la JEP, al tiempo que informó las medidas que adelanta el ejecutivo para responder a los retos que enfrenta la implementación del acuerdo.
El jefe de la misión de la ONU también espera que las reformas de la Constitución que planea el Gobierno de Duque no se apliquen retroactivamente a aquellos que han dejado las armas.
“En un clima de incertidumbre -para las víctimas, para aquellos que están sujetos a la Jurisdicción Especial para la Paz, para los miembros de las FARC que esperan fondos para la reintegración social y económica y para las comunidades que han sufrido el conflicto- la mayor incertidumbre sería reabrir elementos que están en el núcleo del Acuerdo de Paz”.
https://www.kienyke.com/politica/consejo-de-seguridad-pide-aprobar-ley-estatutaria-de-jep
Teólogos preocupados por el nuevo papel comprometido de Benedicto, papa emérito
12 Abr 2019 Deja un comentario
en Iglesia Catolica Romana, Vaticano
12 de abril de 2019por Joshua J. McElweeVaticano
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El Papa Benedicto XVI, jubilado, saluda a los cardenales ante un consistorio para la creación de nuevos cardenales en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, en esta foto de archivo del 22 de febrero de 2014. (CNS / Paul Haring)
CIUDAD DEL VATICANO: cuando el Papa Benedicto XVI conmocionó una reunión de cardenales el 10 de febrero de 2013, con noticias de que renunciaría al papado a fines de ese mes, prometió que como ex pontífice se retiraría del ojo público y serviría La Iglesia Católica «a través de una vida dedicada a la oración».
Pero para el tercer aniversario de su renuncia, Benedicto estaba asumiendo un papel más activo.
Primero llegó una entrevista en marzo de 2016 con un teólogo belga que se centró en la cuestión de la misericordia de Dios, justo cuando el Papa Francisco estaba celebrando un Año Jubilar Extraordinario, también centrado en la misericordia.
En noviembre de 2016, se publicó una entrevista con el periodista alemán Peter Seewald, donde Benedict defendió su papado 2005-13 contra las críticas. «No me veo como un fracaso» , dijo en el libro, titulado Último Testamento: En sus propias palabras . «Durante ocho años realicé mi trabajo».
Ahora viene una carta en la que se culpa a la revolución sexual y los desarrollos teológicos de la continuación de la crisis del abuso del clero después del Concilio Vaticano II, semanas después de que Francisco organizó una primera cumbre de obispos sobre el abuso que se centró en los problemas estructurales endémicos que tienen Impulsó el encubrimiento en la iglesia durante décadas.
¿Qué hay de este desarrollo de un papa emérito que emerge de las sombras sin ser anunciado de vez en cuando para ofrecer sus comentarios sobre temas de actualidad, o incluso sobre los asuntos que maneja su sucesor actual?
Varios notables teólogos e historiadores de la iglesia están expresando su seria preocupación de que la elección de Benedicto para participar en tal acción pública socave a Francisco y juega en las narrativas dividiendo a los católicos entre dos papas, uno oficialmente en el poder y el otro ejerciendo influencia mientras escribe desde un pequeño monasterio en los jardines del Vaticano.
«Benedicto nos dijo que iba a vivir una vida de contemplación tranquila», dijo Christopher Bellitto, un historiador que ha escrito extensamente sobre siglos de papas. «No lo ha hecho. Un ex Papa no debería estar publicando o dando entrevistas».
Richard Gaillardetz, un teólogo que se centra en las estructuras de autoridad de la iglesia, calificó el precedente de la última carta de Benedicto como «preocupante».
El ex pontífice, dijo el teólogo, está ofreciendo «un polémico análisis de una apremiante crisis pastoral y teológica, y un conjunto de remedios pastorales concretos».
«Estas son acciones que solo son apropiadas para alguien que en realidad tiene un cargo pastoral», dijo Gaillardetz, profesor de Boston College.
«Así que ahora tenemos una situación en la que un ex Papa está ofreciendo una evaluación pastoral y teológica paralela y una agenda pastoral y teológica paralela que no puede dejar de ser vista como una alternativa al ejercicio del liderazgo pastoral del actual y único obispo de Roma. » él dijo.
Incluso el Vaticano parece estar luchando para entender qué hacer con un ex Papa que quiere participar en el debate público. Cuando la última carta de Benedicto apareció en varios sitios web católicos de derecha durante la noche del 10 de abril, la Oficina de Prensa de la Santa Sede no estaba preparada, ni siquiera podía responder a las preguntas sobre si el texto era auténtico.
De hecho, fue el arzobispo Georg Ganswein, secretario personal de Benedicto, quien confirmó a muchos periodistas que el texto era en realidad del antiguo pontífice.
«La institución del papa emérito en la era de los medios masivos y de las redes sociales debe regularse cuidadosamente», dijo Massimo Faggioli, un historiador y teólogo italiano de la iglesia que enseña en la Universidad de Villanova.
«Esto es algo que se debe hacer especialmente sobre el entorno papal», dijo. «El Vaticano es una corte renacentista y es suficientemente difícil gobernar una corte sin tener que lidiar con una ‘corte papal en la sombra’, que es lo que tenemos hoy».
Gaillardetz y Bellitto, profesor de historia en la Universidad de Kean en Nueva Jersey, dijeron que la decisión de Benedict de continuar vistiéndose de blanco después de su renuncia y de llamarse a sí mismo «papa emérito», en lugar de algún otro título como el «obispo emérito de Roma». «no he ayudado a dejar en claro que solo hay un papa a la vez.
«Estas decisiones, de manera bastante predecible, han alimentado las teorías ‘dos papas’ profundamente preocupantes», dijo Gaillardetz.
«El Vaticano es una corte renacentista y es suficientemente difícil gobernar una corte sin tener que lidiar con una ‘corte papal en la sombra’, que es lo que tenemos hoy».
– Massimo Faggioli
Poco después de la publicación de la carta de Benedicto, un periodista italiano señaló el consejo oficial que el Vaticano da a los obispos jubilados sobre cómo manejar sus relaciones con sus prelados diocesanos reinantes.
«El Obispo Emérito tendrá cuidado de no interferir de ninguna manera, directa o indirectamente, en el gobierno de la diócesis», afirma Apostolorum Successores , el último directorio para obispos de la Congregación para los Obispos, publicado en 2004.
«Querrá evitar toda actitud y relación que incluso pueda sugerir algún tipo de autoridad paralela a la del Obispo diocesano, con consecuencias perjudiciales para la vida pastoral y la unidad de la comunidad diocesana», continúa.
«El obispo emérito siempre lleva a cabo su actividad en total acuerdo con el obispo diocesano y en respeto a su autoridad», afirma. «De esta manera, todos comprenderán claramente que solo el Obispo diocesano es el jefe de la diócesis, responsable de su gobierno».
O, como lo dijo la teóloga Natalia Imperatori-Lee sobre Benedicto: «Es crucial que él (y, quizás más importante, los que lo rodean) practique un ministerio de silencio para que no parezca que quiera socavar el actual, único obispo de Roma. , quien es francis «.
«Para continuar hablando sobre asuntos, el Papa está trabajando vigorosamente para corregir en la realidad global y compleja … esa es la iglesia para alentar la disidencia [y] para coquetear con el cisma», dijo Imperatori-Lee, profesor en Manhattan College.
«Que el papa sea el papa», aconsejó. «Y que el papa emérito ore por él».
[Joshua J. McElwee es corresponsal de NCR en el Vaticano. Su dirección de correo electrónico es jmcelwee@ncronline.org . Síguelo en Twitter: @joshjmac .]
La meditación prematura de Benedicto
12 Abr 2019 Deja un comentario
Cómo el ensayo decepcionante sobre el abuso sexual del Papa Emérito está siendo armadoPor Massimo Faggioli12 de abril de 2019Papa Benedicto XVICrisis de abuso sexualVaticano II

El Papa Benedicto XVI, jubilado, asiste a un consistorio para la creación de nuevos cardenales en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, en esta foto de archivo del 22 de febrero de 2014. (Foto CNS / Paul Haring)
En la tarde del 10 de abril, seis semanas después de la conclusión de la cumbre del Vaticano sobre la crisis de abuso sexual, el «papa emérito», Benedicto XVI, dio a conocer sus pensamientos sobre la génesis de esa crisis en un evento de más de cinco mil palabra ensayo enviado a una publicación periódica para los sacerdotes de Baviera, tradujo rápidamente en Inglés, y luego se difunde en línea por los sitios web católicos conocidos por su hostilidad a Francisco.
El ensayo se divide en dos partes. La segunda parte, teológica, es una reflexión sobre la naturaleza espiritual de la iglesia, y refleja el propio enfoque del papa Francisco a la crisis de abuso sexual: el papa emérito está de acuerdo en que la crisis no puede resolverse con solo reformas burocráticas y jurídicas. Ambos creen que la crisis implica un cambio espiritual.El mal que debe ser confrontado en términos espirituales. Benedicto escribe: “De hecho, la Iglesia de hoy en día se considera en general como una especie de aparato político. Uno habla de ello casi exclusivamente en categorías políticas, y esto se aplica incluso a los obispos, que formulan su concepción de la iglesia del mañana casi exclusivamente en términos políticos. La crisis, causada por los muchos casos de abuso clerical, nos impulsa a considerar a la Iglesia como algo casi inaceptable, que ahora debemos tomar en nuestras manos y rediseñar. Pero una Iglesia hecha por sí misma no puede constituir esperanza ”. Todo esto está en consonancia con lo que Francisco ha dicho y escrito sobre el tema.
Sin embargo, el resto del ensayo de Benedict se aparta no solo del análisis de la crisis de abuso sexual cometido por el papa actual, sino también del de casi todos los demás que lo han estudiado. El argumento central de Ratzinger se inicia a partir de un análisis histórico-teológico del período post-conciliar, desde 1968 en adelante, y se centra en los efectos negativos de la revolución sexual en la iglesia. En su opinión, estos efectos eran dobles: una decadencia moral en los comportamientos y el auge del relativismo en la teología moral.
Este es un análisis problemático para decir lo menos. Pone al Concilio Vaticano II en el origen de la decadencia moral en la iglesia. Esto contrasta con la forma en que Francis siempre ha hablado sobre el concilio. Aún peor, la afirmación de Benedicto de que el fenómeno del abuso sexual fue principalmente un producto de los años sesenta se contradice con todos los estudios disponibles sobre el tema, al igual que su sugerencia de una conexión entre el abuso sexual y la homosexualidad (más sobre esto más adelante).
No hay duda de que la Revolución Sexual golpeó duramente a la Iglesia Católica, no solo a los laicos, sino también al clero y los seminarios. Pero la historia de abuso sexual en la iglesia comienza mucho antes de la agitación de los años 60: uno puede encontrar evidencia de ello en los escritos de los Padres de la Iglesia, quienes acuñaron términos que no se encuentran en el griego clásico (cf. Los estudios de John Martens). Existe una vasta literatura sobre el fenómeno y sobre las herramientas desarrolladas por la iglesia, entre la Edad Media y el siglo XX, para combatirlo.
El retrato de Benedicto del período posterior al Vaticano II es una caricatura. De hecho, fue un período extremadamente complejo y contradictorio. Sin duda hubo errores y excesos, y también hubo ingenio por parte de los católicos que intentaban imaginar una iglesia más abierta al mundo. El uso de Benedicto de los términos «conciliar» y «conciliaridad» en este ensayo es invariablemente despectivo, y esto no es consistente con su propia eclesiología y biografía, al menos en el momento del Concilio Vaticano II. Después de todo, fue uno de los teólogos más importantes tanto del Concilio Vaticano II como del catolicismo postconciliar. Particularmente sorprendente es la descripción de Benedicto XVI de los años sesenta y setenta como período caracterizado principalmente por la creciente aceptación de la pornografía. Su caracterización de los últimos cincuenta años hace eco de las cuentas del período de «pornocracia», elSaeculum obscurum de Roma en el siglo X. Esta peculiar «tesis de Ratzinger» no se ofrece aquí por primera vez: puede encontrar rastros de ella en sus escritos y entrevistas anteriores, por ejemplo, en el Informe Ratzinger (1985) y en la carta que envió como papa a la iglesia en Irlanda, de marzo de 2010. En las últimas décadas, muchos católicos han desarrollado una nueva conciencia de la complejidad del abuso sexual, pero esta conciencia no se encuentra en ningún lugar de los escritos de Ratzinger.
El ensayo de Benedicto no muestra ninguna conciencia de que la crisis católica de abuso sexual sea una crisis global, que involucra a países no occidentales que no fueron afectados en gran medida por la Revolución Sexual en Europa y América. El papa emérito ofrece un juicio precipitado y superficial sobre las responsabilidades de la iglesia institucional y del Vaticano durante su propio pontificado y el de su antecesor, Juan Pablo II. No asume ninguna responsabilidad por los fracasos y los trágicos retrasos del Vaticano durante el tiempo en que fue prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, o cuando fue Papa. Estos incluyen el caso del cardenal Bernard Law, que se refugió en Roma para escapar de la persecución en los Estados Unidos, y el caso de Marcial Maciel, el corrupto y predador fundador de los Legionarios de Cristo. Tampoco se responsabiliza por la designación de una generación de obispos conservadores cuyo rigorismo a menudo llevó a duplicar la vida en algunos seminarios, órdenes religiosas y movimientos eclesiales. En este sentido, la hipocresía ha sido al menos tan perjudicial como el relativismo moral.
El ensayo de Benedicto es aún más lamentable porque oculta el hecho de que el Vaticano comenzó a tomar medidas sistemáticas sobre este tema solo durante su propio pontificado. Se merece crédito por eso. Pero en el ensayo, solo se ve la falta de visión de Joseph Ratzinger, el político más importante del Vaticano durante más de treinta años. Se presta muy poca atención a las víctimas de abuso sexual; se mencionan solo una vez en este largo texto. Este descuido se ve agravado por una expresión indecorosa de autocompasión. «Quizás vale la pena mencionar», escribe, «que en no pocos seminarios, los estudiantes que fueron sorprendidos leyendo mis libros fueron considerados inadecuados para el sacerdocio. Mis libros estaban escondidos, como mala literatura, y solo se leía debajo del escritorio. «Una vez más, ensaya su queja con el»Declaración de Colonia «de 1989. Menos de un tercio de este ensayo aborda directamente la cuestión en cuestión, y gran parte del resto se lee como un esfuerzo por cambiar el tema.El problema no es entre Bergoglio y Ratzinger personalmente, sino entre sus dos oficinas. Este incidente demuestra que no es suficiente mejorar el sistema de comunicaciones del Vaticano.
Hay un segundo problemasubyacente a la publicación de este ensayo. Benedicto XVI afirma haber preparado estos comentarios para la cumbre de febrero sobre abuso sexual, pero, por alguna razón, no se publicaron en ese momento. Escribe que el papa Francisco y el secretario de estado del Vaticano, el cardenal Parolin, le dieron permiso para publicar el artículo en una revista en alemán para el clero bávaro. Pero en la tarde del 10 de abril, el extenso texto se hizo disponible, y en una buena traducción al inglés, a unos pocos medios de comunicación católicos y no católicos en los Estados Unidos que se han comprometido a socavar al Papa Francisco. ¿Quién lo envió a estos puntos de venta? ¿Y por qué solo a estos y no a otros? ¿Se informó a los encargados de la comunicación de la Santa Sede que el artículo se publicaría y promovería de esta manera?
Las personas que pueden responder a todas estas preguntas no pertenecen a los medios de comunicación oficiales del Vaticano, que parecen haber sido sorprendidos por la iniciativa, sino a la corte papal paralela que se ha formado alrededor del papa emérito. Publicar el artículo de Benedicto sin informar a la oficina de prensa del Vaticano y otros canales de comunicación institucional representa una grave violación del protocolo. El Romano Osservatore y del Vaticano Noticias limitaron a publicar un breve resumen del artículo de Benedict. Pero en el extranjero, y especialmente en los Estados Unidos, el ensayo de Benedicto ha sido armado rápida y previsiblemente por aquellos que han estado tratando de desacreditar a Francisco desde el inicio de su pontificado.
En los Estados Unidos hay católicos conservadores y tradicionalistas que ahora están coqueteando con el cisma, o que utilizan la amenaza del cisma como un dispositivo de negociación. La narrativa de la crisis del abuso sexual como producto del Concilio Vaticano II es una parte integral de su estrategia. Algunos nos harían creer que el aggiornamento conduce naturalmente a todo tipo de depravación sexual imaginable. Benedicto XVI puede no ser consciente de cómo su propia intervención encaja en esta estrategia, pero quienes organizaron este lanzamiento de prensa lo saben bien. La elección de privilegiar a ciertos medios de comunicación, que han estado atacando al papa actual desde 2013 en adelante, tiene el propósito de indicar que Benedicto XVI es su aliado. Sugiere fuertemente que el papa emérito está siendo manipulado por los oponentes de Francisco.
Hasta ahora, Joseph Ratzinger ha estado, como todos los hombres que ocupaban las posiciones más altas en el Vaticano durante los dos pontificados anteriores, incluidos los cardenales Angelo Sodano y Tarcisio Bertone, notablemente silenciosos sobre los casos aún abiertos, y especialmente sobre el caso del cardenal Theodore McCarrick, quien fue excluido de la universidad de cardenales por el Papa Francisco en el verano de 2018 y fue despojado de su condición de clérigo hace dos meses después de un juicio canónico en la Congregación para la Doctrina de la Fe. El silencio de un papa emérito se puede justificar como parte de la inmunidad que goza el ex soberano del estado vaticano y / o como un intento de no interferir con el gobierno del papa reinante. Pero ahora que Benedicto XVI ha escrito y publicado un extenso texto precisamente sobre la irritante cuestión del abuso sexual clerical,
Eso nos lleva a un tercer problema, este de naturaleza eclesial. La tesis de Ratzinger sobre el abuso sexual en la iglesia constituye una contra-narrativa que alimenta directamente a la oposición al Papa Francisco y crea confusión sobre qué hacer en este momento dramático. Esta contra-narrativa se apoya fuertemente en la afirmación de que el abuso sexual es el resultado de la homosexualidad, una afirmación que ha sido contradicha por los investigadores que han estudiado la evidencia.. Pero Benedicto XVI se contenta con repetir el viejo canard en este ensayo, que es una de las razones por las que los críticos de Francisco lo han acogido con tanto entusiasmo. Rechazan la teoría alternativa respaldada por el Papa Francisco, que es que la crisis del abuso sexual es fundamentalmente sobre el clericalismo y el abuso del poder. No se puede culpar a todo esto de la Revolución Sexual y la proliferación de la pornografía.
Desde marzo de 2013 ha habido demasiadas intrigas y confusiones con respecto a la oficina del papa emérito. El problema no es entre Bergoglio y Ratzinger personalmente, sino entre sus dos oficinas. Este incidente muestra que no es suficiente mejorar el sistema de comunicaciones del Vaticano, si una corte en la sombra que rodea al papa emérito continúa dando la impresión de que hay un segundo papa todavía en servicio, cuidando a los infelices con el único papa gobernante.
Al renunciar voluntariamente hace seis años, Benedicto XVI cambió el papado moderno. Es probable que haya más renuncias en el futuro. Eso significa que la iglesia necesita pensar cuidadosamente sobre la oficina de un papa emérito en lugar de permitir que se la trate como una improvisación única. Tiene que haber algunas reglas, escritas y no escritas. Cuando un papa renuncia, su secretaria o secretarias deben renunciar junto con él y ser reasignadas. La oficina del «prefecto de la casa pontificia» debe ser abolida. El Papa emérito debe dejar de vestirse de blanco, y sus relaciones con los medios de comunicación no deben dejarse a la discreción de sus secretarios personales, quienes pueden tener todo el interés en extender su influencia más allá de sus límites apropiados. Las comunicaciones del papa emérito deben ser manejadas por los medios oficiales del Vaticano.
La publicación del ensayo de Benedicto ya ha dañado su reputación y sembrado confusión. Probablemente no será más que una pequeña molestia para el Papa Francisco, pero sí subraya la necesidad de que una nueva generación de líderes eclesiásticos lidie con la crisis de abuso sexual en sus propios términos en lugar de simplemente reciclar los clichés, excusas, Y evasiones que han obstaculizado hasta el Vaticano hasta ahora.
https://www.commonwealmagazine.org/benedicts-untimely-meditation
Análisis de Benedicto: lo que más me impresionó
12 Abr 2019 Deja un comentario
Por el Dr. Jeff Mirus ( bio – artículos – email ) | 11 de abril de 2019
Hay varias cosas que me parecieron particularmente intrigantes sobre el análisis del Papa Emérito Benedicto XVI de las raíces del problema de la Iglesia contemporánea con el abuso sexual clerical. Y hay una cosa que me pareció más impresionante de cara al futuro.
Primero, fue intrigante y gratificante para mí que Benedict ubique las raíces culturales particulares del problema del abuso en el cambio cultural masivo de los años sesenta. Eso es gratificante porque durante mucho tiempo he argumentado que la crisis en la Iglesia que estalló en la segunda mitad del siglo XX fue principalmente el resultado de la colisión de una Iglesia en necesidad intensa de renovación interior antes de ese período con una enorme circunstancia histórico-cultural. Afortunadamente, la larga y lenta secularización de la cultura occidental finalmente llegó al punto, en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando esa cultura ya no reconocía las razones de la restricción moral pública que había caracterizado principalmente a Occidente en el pasado.
El resultado fue que, en el transcurso de unos pocos años, en la década de 1960, los tabúes sexuales fueron barridos, no en términos de evitación privada, que desde hace mucho tiempo desaparecieron en general, sino en términos de una «respetabilidad» pública que desaparece. Esto fue un cambio de juego para una Iglesia que estaba completamente entrelazada entre las respetables instituciones de Occidente y dependía demasiado de la cultura dominante que la rodeaba para su postura pública de justicia. El resultado fue que cuando ocurrió este cambio cultural público masivo, los obispos y los sacerdotes muy a menudo simplemente continuaron siguiendo la cultura dominante de la cual tendían a tomar sus señales. Es precisamente este análisis, por ejemplo, el que explica por qué el modernismo estaba frecuentemente bajo tierra en las universidades católicas en la primera mitad del siglo veinte, solo para estallar en un dominio descarado casi de la noche a la mañana.
En segundo lugar, me pareció muy interesante ver cuánto sabía el Papa Benedicto sobre los problemas de la Iglesia. A veces, fieles sacerdotes y laicos se preguntaban si Roma realmente sabía cuán malas eran las cosas, digamos, en los años setenta y ochenta, considerando lo poco que era el reconocimiento público y la disciplina pública. El consejo para mí fue la admisión del Papa Emérito de que la primera visita al seminario estadounidense fue prácticamente un fracaso porque se había ocultado tanto (aunque las cosas mejoraron con el tiempo, en parte como resultado). También recordó detalles clave, como que «un obispo, que había sido rector del seminario anteriormente, había dispuesto que los seminaristas se mostraran películas pornográficas, supuestamente con la intención de hacerlos resistentes al comportamiento contrario a la fe». Este fue el obispo Kenneth Untener de Saginaw, Michigan, quien fue,
La tercera cosa que me intrigó era un asunto sobre el que era casi completamente ignorante. El Papa Emérito Benedicto analiza la insuficiencia del Código de Derecho Canónico de 1983 en lo que respecta a la capacidad de investigar, juzgar e imponer sanciones eclesiásticas significativas a los sacerdotes rebeldes. Fue en parte esto lo que llevó a la decisión del Papa Juan Pablo II de poner a la Congregación para la Doctrina de la Fe a cargo de la investigación del abuso clerical, ya que aparentemente solo las violaciones bajo la autoridad de la FCD podrían, como cuestión normal, dar lugar a la expulsión del sacerdocio. Desde entonces, se han realizado varias revisiones al Código, pero es bastante obvio que los procesos judiciales codificados de la Iglesia aún pueden ser difíciles de usar efectivamente en al menos algunas situaciones.
Lo que más me impresionó, sin embargo, es lo que siempre me ha impresionado más sobre el Papa Benedicto y, de hecho, el Cardenal Ratzinger, a saber, su maravillosa profundidad espiritual. El Papa Emérito Benedicto sabe que la crisis de raíz, no solo por el abuso clerical sino por todo el problema de la secularización católica, es la profunda ausencia de Dios en las mentes y los corazones de los católicos. Explora este problema en teología, en liturgia, incluso en la vida espiritual, y tiene mucho que decir al respecto. Pero en general, el punto principal es este:Una tarea primordial, que debe resultar de los trastornos morales de nuestro tiempo, es que nosotros mismos, una vez más, comencemos a vivir por Dios y hacia Él. Por encima de todo, nosotros mismos debemos aprender nuevamente a reconocer a Dios como el fundamento de nuestra vida, en lugar de dejarlo de lado como una frase de alguna manera ineficaz.
El texto completo de La Iglesia y el escándalo del abuso sexual es bastante breve, solo cinco veces más largo que uno de mis comentarios típicos, o de siete a ocho veces más largo que esta breve introducción. Todos deben leerlo, no por ira y recriminación, sino por una mayor comprensión y crecimiento espiritual.

Jeffrey Mirus tiene un Ph.D. En historia intelectual de la Universidad de Princeton. Cofundador de Christendom College, también fue pionero en los servicios católicos de Internet. Es el fundador de Trinity Communications y CatholicCulture.org. Ver biografía completa.
Mi historia de fe: Mary Theresa Streck ARCWP
12 Abr 2019 Deja un comentario
en Sin categoría
(Mary Theresa compartió esta historia en una reunión grupal en Albany, Nueva York)Gracias por venir esta noche a escuchar una de mis historias de fe.
Traje conmigo algunos accesorios: libélulas, un símbolo de transformación y resurrección y la canción Holy Angels de Sara Thomsen.
Mi historia comienza con la canción Holy Angels. https://youtu.be/MddARnvjJGQ
Creo que hay vida después de esta vida.
Creo que hay santos ángeles o guías espirituales que caminan con nosotros, pero no siempre estamos despiertos o conscientes de su presencia o escuchamos sus mensajes.
Con el tiempo me he vuelto más y más consciente de ellos y ahora, les pido que me guíen.
Y cuando llega un pensamiento inspirador o me llega un mensaje de otra persona, lo reconozco como un regalo de mis ángeles, mis guías.
En 2004, Jay Murnane, el amor de mi vida pasó de la vida tal como la conocemos al mundo espiritual. Me afectó profundamente su aceptación llena de gracia de la salud en declive y su creencia inquebrantable de que la vida continúa.
Una noche, mientras estábamos sentados juntos en el sofá y su viaje terrenal terminaba, se volvió hacia mí y me preguntó si podíamos planear su liturgia funeraria.
Lo hicimos, y lloré la mayor parte del tiempo. Y Jay, con su increíble sentido del humor, hablaba de comunicarse conmigo desde el mundo de los espíritus. Nos reímos. Y respondí con: «Oh, Dios, por favor, no te pongas a los pies de mi cama y no me asustes».
En el momento en que el hermoso espíritu de Jay abandonó su cuerpo, tuve la abrumadora sensación de que su vida continuaba. Percibí su resurrección y me hizo sentir menos miedo de mi propia transición. También me conectó con esos primeros seguidores de Jesús y la experiencia que pudieron haber tenido de su resurrección.
Y Jay se comunicó conmigo. Él vino a mí a través de otros. Al principio fue a través de sus sueños.
Un mes después de que él cruzara, mi amiga Kay me llamó y me dijo que tenía un sueño muy vívido con Jay. Fue el primer y último sueño que Kay me entregó. Y nunca la he oído hablar de sus sueños antes o después. Entonces, esto fue una sorpresa.
En su sueño, conoció a Jay debajo del puente de Congress Street que separa los edificios de apartamentos Taylor en Troy. Jay y yo vivíamos en el edificio 4.
Ella dijo que la cara de Jay estaba radiante, saludable, sin signos de cáncer que desperdiciaba su cuerpo. Y Kay, le dijo: «Jay, ¿qué estás haciendo aquí, se supone que estás muerto?» ¡Kay siempre es franca y al grano!
Y él respondió: “Kay, sabes que la vida continúa. Dile a Mary que la quiero ”. Y Kay me dijo riendo:“ Llevaba una gabardina verde oliva, con el cuello levantado ”. Le dije que era la única pieza de su ropa que todavía estaba en el armario del vestíbulo. y él solía amar para poner el cuello para arriba. Ella no sabía esto.
El sueño de Kay fue el primero de una serie de mensajes de sueño que recibí de Jay a través de mis amigos. En las semanas posteriores a la transición, comencé a hablarle en voz alta cuando estaba limpiando mi apartamento. Estoy hablando con él y luego me detengo y le digo: «¡Espero que estés escuchando!» ¡Jay siempre fue un buen oyente!
Al día siguiente, mi amiga Stacey me llamó sobre su sueño de Jay y su mensaje fue: «Quiere que sepas que está escuchando todo lo que tienes que decir».
A lo largo de los años, regularmente llamo a Jay y a mis guías espirituales para que caminen conmigo. Y no me sorprenden los mensajes que recibo.
El domingo pasado, regresé a la liturgia del aposento alto después de estar ausente por tres meses. Mientras me vestía y me ponía las joyas, decidí ponerme el anillo de Jay con estas palabras: «Ven conmigo hoy». El anillo era un recordatorio visible de su presencia.
Después de la liturgia, una mujer de nuestra comunidad que conoció a Jay hace años comenzó a hablarme sobre él y luego dijo: «Sentí su presencia con nosotros hoy». Otra dulce afirmación que dice: «Estoy contigo».
El martes por la mañana de esta semana, pensé en una mujer a la que nunca he conocido, pero alguien a quien mi peluquero quiere que conozca. Ella lo ha mencionado algunas veces. No tengo ni idea de por qué estaba pensando en ella, pero como vino a mi mente, decidí que era hora de contactarla. Lo puse en mi lista de tareas pendientes!
Esa noche, voy a mi clase de entrenamiento de Dirección Espiritual en el Centro Pastoral y durante una conversación con mi director espiritual, ella menciona a esta mujer y realmente quiere que la conozca.
Entonces, al día siguiente, le envío un mensaje instantáneo a la mujer y le digo que creo que mis guías espirituales quieren que nos encontremos. Y su respuesta es tan acogedora y afirmativa, y ella también ha tenido el mismo mensaje. Hemos fijado una fecha.
Entonces, mi deseo para ti es que te des cuenta de los guías o ángeles que caminan contigo. Llame a ellos, sepa que lo están reteniendo y luego escuche sus mensajes.

Foto de Dragonfly por Julie Marsh
https://bridgetmarys.blogspot.com/2019/04/mary-theresa-streck-arcwp-my-faith-story.html
Obispo nicaragüense enviado a Roma tras amenazas
12 Abr 2019 Deja un comentario

CATHOLIC NEWS SERVICE
6:17 PM EST APR 11, 201955
CIUDAD DE MÉXICO (Por David Agren/CNS)—. Un obispo nicaragüense dijo que saldrá del país indefinidamente al aumentar la preocupación por su seguridad personal, posiblemente como consecuencia de su crítica al presidente de la nación centroamericana.
El obispo auxiliar Silvio Báez Ortega de Managua dijo el 10 de abril que viajaría a Roma a petición del papa Francisco una vez que concluyan las celebraciones de Pascua en Nicaragua. El país ha estado experimentando violencia por más de un año. La policía y fuerzas paramilitares leales al presidente Daniel Ortega han reprimido las protestas que piden su deposición y muchos disidentes se han visto forzados a huir del país.

“Doy gracias al papa Francisco quien, habiendo confirmado mi ministerio y mi estilo episcopal, me ha pedido ir a Roma por un tiempo. Llevo en mi corazón de pastor la alegría y las tristezas, los dolores y esperanzas de mi pueblo de Nicaragua. ¡Gracias a todos por su cariño!” dijo el obispo Báez en un tuit el 10 de abril.
“Les manifiesto con toda sinceridad: en este momento experimento un gran dolor en mi corazón, el dolor de no poder estar físicamente en mi amado pueblo nicaragüense”, declaró el obispo Báez en conferencia de prensa, según el periódico La Prensa. “No he pedido salir. El Santo Padre me ha llamado.
“No abandono al pueblo de Dios, donde vaya lo llevaré en mi corazón de pastor. No me voy a desatender de Nicaragua”.
En una conferencia de prensa, el obispo Báez confirmó que en junio de 2018 había sido advertido por el entonces embajador de Estados Unidos en Nicaragua de un plan de asesinarlo a él y otras personas notables opositoras del gobierno de Ortega.View image on Twitter

Hago responsable al criminal de Ortega Murillo de cualquier cosa que le pueda pasar a mi hermano Mons Silvio José Báez. Por las amenazas recibidas y cualquier cosa que le hagan a su integridad física. @Almagro_OEA2015 @camilocnn @TraficoNi @CafeconVozNi @cefeche @EmilianoCHM693442:38 PM – Apr 8, 2019212 people are talking about thisTwitter Ads info and privacy
El obispo Báez ha estado entre los críticos más fuertes de Ortega y se ha visto acosado por su manera directa, especialmente en las redes sociales. La Prensa informó de que se había obligado a algunos funcionarios del estado a firmar peticiones dirigidas al Vaticano pidiendo la retirada del obispo Báez.
Las protestas estallaron en Nicaragua en abril de 2018, sobre las reformas propuestas en el instituto nacional de seguridad social, que sería financiado con impuestos más altos después de que los críticos alegaran que había sido saqueado por oficiales corruptos. Las protestas luego pidieron la dimisión de Ortega, algo a lo que se negó.
La nueva canción de #LuisEMejiaGodoy: Monseñor de la Patria, dedicada a nuestro héroe @silviojbaez. Pronto Nicaragua seremos libres.#SOSNicaragua @xiskya @DiocesisdeMat @israeldej94 @CENicaragua @jorgesolorzanop @AugustoGutirre1 @BiancaJagger55112:47 PM – Apr 7, 2019244 people are talking about thisTwitter Ads info and privacy
Grupos de derechos humanos aseguran que las muertes en las protestas en Nicaragua alcanzaron los 300 en 2018 y acusaron a la policía y los paramilitares de utilizar fuerzas letales sobre los manifestantes.
La Iglesia Católica de Nicaragua ha atendido a manifestantes heridos y ha prestado apoyo espiritual a quienes se oponen al gobierno. Esto ha situado a la iglesia en la línea de fuego; las parroquias se han visto atacadas y las personas de iglesia, incluso el obispo Báez, han sido asediadas por fuerzas pro-gubernamentales.
La Conferencia Episcopal Nicaragüense ha intentado promover una salida pacífica al conflicto político promoviendo un diálogo nacional, pero salió del proceso diciendo que las condiciones no permitían una solución pacífica. Otras personas en la oposición acusaron al régimen de Ortega de negociar de mala fe.
Benedicto XVI: La iglesia y los abusos sexuales (un triste documento)
12 Abr 2019 Deja un comentario
Un texto inoportuno
Un expapa que merece mejor memoria
11.04.2019

El expapa Benedicto XVI ha preparado un texto sobre La Iglesia y los abusos sexuales que iba a publicarse en Semana Santa en Klerusblatt, periódico mensual para el clero en de las diócesis de Baviera en Alemania. Pero ayer, 10.4.19 ha sido filtrado en el New York Post; y ha sido publicado hoy en castellano en https://www.aciprensa.com/noticias/el-diagnostico-de-benedicto-xvi-sobre-la-iglesia-y-los-abusos-sexuales-35201 y reproducido en RD.
Lo he leído con tristeza, pues se trata, por su fondo y por su forma, de un “triste” documento, que no hace justicia al conjunto de la Iglesia, ni al Papa Francisco, ni al mismo Benedicto XVI, cuya memoria me gustaría guardar con respeto agradecido dentro de la Iglesia.
El texto responde a la reunión que celebraron los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo del 21 al 24 de febrero “para discutir la crisis de fe y de la Iglesia, una crisis palpable en todo el mundo tras las chocantes revelaciones del abuso clerical perpetrado contra menores”.
Con ese motivo, sintiéndose interpelado, Benedicto XVI ha querido ofrecer una reflexión “autorizada” (no papal) sobre el tema y sus consecuencias en la Iglesia.
Se trata, como he dicho, de un documento “triste”, que termina con unas palabras de agradecimiento que Benedicto XVI dirige al Papa Francisco “por todo lo que hace para mostrarnos siempre la luz de Dios que no ha desaparecido, incluso hoy. ¡Gracias Santo Padre!”. Pues bien, a pesar de esas palabras “de disculpa no pedida”, pienso que este texto puede interpretarse como una carga de profundidad dirigida por su predecesor al papa actual.
Y eso me parece un juego “poco limpio” (no es un fair play), por lo que dice y lo que omite.
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- DIEZ OBSERVACIONES GENERALES.
- Tras su dimisión, el expapa debería mantenerse en un claro silencio, escribiendo quizá sus memorias y preparando también sus documentos, pero no para publicarlos ahora, sino dentro, por ejemplo, de 20 años, como agua ya pasada. Este texto, tomado en sí mismo, no sólo me parece muy discutible, sino que va en contra (interfiere) con el trabajoso magisterio de Francisco.
- Ciertamente, en cuanto persona y cristiano, Joseph Ratzinger (que ya no es Benedicto XVI) tiene el derecho de pensar e incluso publicar todo lo que quiera. Pero no puede olvidar que no es yauna persona privada, y que su opinión se puede tomar como motivo para una lucha fuerte dentro de la Iglesia, cosa que están aprovechando muchos “adversarios” del Papa Francisco.
- La valoración que el expapa hace del Vaticano II es no sólo sesgada, sino, objetivamente falsa (a mi juicio), al echarle la culpa de la deriva actual de la Iglesia en el campo de los ministerios, de la crisis sexual de la iglesia y de la “pederastia” de cierto clero. La “culpa” no es del Concilio, sino de ciertas formas de conducta nuevas de la nueva sociedad. Y, además, junto a las posibles “culpas”, hay en el Vaticano II muchísimos más valores, ofrecer a los creyentes unas formas nuevas de entender la libertad en el amor y en la vida, en la experiencia de la Iglesia.
- La forma en que el expapa presenta y condena la “revolución estudiantil del año 1968” es no solamente injusta, sino que en ciertos momentos resulta incluso “infantil”. Todos sabemos lo que el expapa sufrió en aquella etapa, cuando era profesor en Tubinga. Conocemos los posibles “excesos” de aquella revolución. También otros estudiábamos en una universidad europea en aquellos momentos, y junto a los excesos descubrimos un aire de libertad, que pudo haberse aprovechado para abrir caminos nuevos de compromiso y tarea cristiana en el amor.
- En vez de asumir y recrear en línea cristiana los valores de aquel movimiento del 68, el expapa optó por retirarse y recluirse en una “universidad clerical”, casi de pueblo (Ratisbona), sin hacer el ejercicio necesario de elaboración de aquel movimiento. Tuvo miedo de las implicaciones de libertad del evangelio, y buscó un tipo de “ley natural” llamada ontológica para defender unas posturas morales y eclesiales que no derivan del evangelio, sino de una visión ya pasada del mundo, especialmente en el campo de la moral sexual (entendida en forma represiva, no de elevación personal del amor).
- El expapa sigue echando la culpa al ambiente de libertad que se dio en ciertos seminarios en aquellos momentos de la década de los setenta y ochenta del siglo pasado, donde se dio a su juicio un“canto a la homosexualidad” e incluso a la “pederastia”, que ha desembocado en la situación posterior del clero. Otros vivimos en aquellos mismos años en seminarios y facultades de teología y tenemos una visión distinta de los acontecimientos (sin negar que pudiera haber casos concretos como los que describe el expapa), pero sin universalizarlos.
- El expapa desciende a detalles personales que resultan poco afortunados en un texto como éste. Así habla incluso de que su teología fue casi prohibida en ciertas facultades y seminarios… Recuerdo perfectamente el hecho, se trata de su libro sobre Introducción al Cristianismo, del año 1968‒1969. Viví ese año en Roma, en Alemana y en Salamanca. En todas partes se habló del texto, inmediatamente traducido a varias lenguas, y se leyó con toda libertad. Pudo haber algún rector de seminario que mostrara reticencias ante el texto; pero eso fue (si lo hubo) algo puramente circunstancial. Aquellos fueron tiempos de tensión, pero también de creatividad, de riesgo, pero también de iluminación cristiana, y Ratzinger fue alguien de los que nos enseñó a pensar (que un hombre como Ratzinger que ha prohibido tantas lecturas en la iglesia… se lamente de que a él le prohibieron parece poco caballeroso).
- La forma en que el expapa presenta la “irrupción” de la pederastia en el clero resulta simplista, con ribetes de infantilismo. El tema es muchísimo más complejo y profundo. No nace de un simple “desorden” formal en los seminarios, sino de un tipo de estructural clerical cerrada (y de un tipo de poder clerical y de poca maduración en el amor) que el expapa quiere seguir defendiendo. Benedicto XVI sabe muchísimo, y ha hecho un gran bien a la Iglesia… Pero en este momento, y en este campo, se equivoca. La solución no está en imponer de nuevo un tipo de derecho y ley natural sobre la Iglesia y en especial sobre los seminaristas y clérigos, sino en abrir la vida de conjunto de la iglesia a la libertad personal y a la madurez en el amor, en línea de evangelio, aceptando este mundo como es, sin lamentarse de ver parejas desnudas o de homosexuales en las vallas de la calle).
- La forma en que el expapa evoca la “Declaración de Colonia” (enero 1989) y muerte de Franz Böckle (1991) por obra del “Dios misericordioso” resulta simplemente penosa, no es digna de un J. Ratzinger a quien muchos hemos admirado y admiramos. Tampoco lo es la forma en que habla de actos “objetivamente desordenados”, ni la manera en que defiende su acción al frente de la Congregación para la Defensa de la Fe resulta elegante. Alguien que lea este texto sin prejuicios (como lo ha hecho un amigo no clérigo al que he pedido que lo haga) recibe la impresión de que el expapa está defendiendo su comportamiento y acusando a otros de culpables.
- La parte final del documento, sobre el sentido del amor cristiano, me parece muy valiosa, en la línea de Deus Caritas est…, pero no es suficiente. De sus mismas palabras se puede derivar y se deriva una ética y mística más alta del amor personal
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- SOBRE LOS ACTOS OBJETIVAMENTE DESORDENADOS (LA HOMOSEXUALIDAD).
Un tema de fondo de este escrito del expapa, latente en todo lo que dice, es el de la homosexualidad en genera, y en especial en la del claro. Cuando él habla de conductas objetivamente condenable se refiere a ella.
El tema es complejo, y no puede resolverse con unas observaciones generales. Pero todo permite suponer que el expapa está molesto con el hecho de que la Amoris Laetitia del Papa Francisco, no condene expresamente la homosexualidad como algo objetivamente malo.
Recordemos el trasfondo del tema. Francisco ha retomado el motivo principal de la primera encíclica de Benedicto XVI, Deus caritas est (Dios es Amor, año 2005), que él ha querido traducir diciendo que el amor es la alegría de los hombres, no en teoría, sino en la vida concreta de célibes y casados, de hetero‒ y de homo‒sexuales, a los 44 años de la cruzada anti-homosexual” de la Congregación de la Doctrina de la fe, en su documento del año 1975 (Sobre algunas cuestiones de ética sexual), retomada por el Catecismo de la Iglesia Católica (1983, num. 2358), que insiste en el carácter objetivamente malo de la homosexualidad, y en la necesidad de un “control” anti homosexual del clero y de la Iglesia en su conjunto, en un momento en que la visión del amor y de la libertad está cambiando con rapidez, desde una moral de persona y desde la lectura radical del evangelio.
Es evidente que el expapa quiere mantener “su” doctrina del 1975 y del 1983, y que se sitúa entre aquellos que, tras cantar la libertad personal del amor, se cierran después en la práctica, en una dudosa “ley natural”, pensando que la doctrina (la no condena) de Francisco es herética, propia de un papa que está abandonando la “disciplina” secular de la Iglesia en materias de “fe y costumbres”. Ciertamente, el expapa no condena expresamente a Francisco, pero se sitúa en la línea de aquellos que lo hacen, porque no defiende las declaraciones ya citadas de 1975 y 1992 donde se afirmaba que los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados”, y que la misma tendencia homosexual es objetivamente desordenada, partiendo de una exégesis bíblica falta de crítica y de una mala interpretación del derecho natural.
Ésta ha sido por ahora (a mi juicio) el gesto más significativo de la nueva doctrina eclesial en Amoris Laetitia (2016). El papa Francisco ya no dice que la homosexualidad sea desordenada, en sentido físico ni personal, sino que la presenta como una tendencia y una forma distinta de ser y amar, que puede a veces ser problemática (como es problemático todo amor), pero no desordenada.
Este mero cambio de perspectiva ha levantado la ira de miles de “pretendidos guardianes” de una pretendida tradición infalible (incluidos cardenales y obispos), que siguen acusando a Francisco de hereje; pero ha encendido la esperanza de millones de católicos (homosexuales o no) a quienes ofrece una posibilidad de entender el amor y las relaciones humanas en línea de libertad y de creatividad evangélica. Sin duda, esta exhortación (Amoris Laetitia) no ha resuelto todos los problemas, ni sobre el estatuto de las parejas homosexuales (¿qué tipo de matrimonio o de unión creyente puede establecerse entre ellos?), ni sobre la participación eucarística de homosexuales “casados” y de creyentes divorciados y vueltos a casar… Pero deja abierto el tema, teniendo en cuenta las rupturas y esperanzas eclesiales que sólo pueden ser resueltas volviendo a la raíz del evangelio, dentro de las circunstancias actuales de la humanidad.
CONCLUSIÓN. SOBRE EL PAPADO DE BENEDICTO XVI (2005-2013). TRES DOCUMENTOS SIGNIFICATIVOS.
(sólo para personas que quieran valorar mejor la doctrina papal de Benedicto XVI, cuya memoria quiero reivindicar).
No quedo satisfecho tras la “crítica” anterior si es que no ofrezco una visión de conjunto de los documentos y textos básicos de Benedicto XVI como papa, no como expapa, ni como pre‒papa (cuando era todavía Joseph Ratzinger). De esa forma quiero expresar mi admiración e incluso mi agradecimiento al papa Benedicto, por encima de la crítica anterior (y sin entrar en mi valoración de su teología personal).
Ratzinger fue elegido papa, tomando el nombre de Benedicto XVI, el 18.4.2005. Sus predecesores papas no habían tenido una personalidad teológica y eclesial tan marcada como la suya, pues llevaba veinticinco años como cerebro “teórico” de Juan Pablo II, que había confiado los temas y tareas doctrinales de su pontificado. A pesar de ello, en cuanto papa, Benedicto XVI, no ha sido un mero continuador de J. Ratzinger, sino que ha insistido en unos aspectos de fondo que antes no había destacado. Entre ellos destacan la primacía de la caridad, la identidad racional del cristianismo y el orden mundial fundado en la justicia
- Deus Caritas est. Primacía de la caridad
Un programa papal. Benedicto XVI firmó su primera encíclica (Deus Caritas est, Dios es amor) a los nueve meses de su elección papal, el 25 de diciembre del 2005, y en ella trata directamente de Dios, no de cuestiones sociales, como habían hecho algunos de sus antecesores, y lo hace desde una perspectiva de diálogo entre la razón y la revelación, en un plano antropológico de fondo (vinculación del eros humano con la caridad evangélica), más que de principios doctrinales.
- Primacía de la caridad. Benedicto XVI insiste en el valor del eros humano (plano de la razón práctica), pero añade que la Iglesia debe centrar y desarrollar su propuesta en el nivel de la caridad cristiana: «La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra. Para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia. La Iglesia es la familia de Dios en el mundo. En esta familia no debe haber nadie que sufra por falta de lo necesario»» (Dios es amor 25).
- Sociedad civil e Iglesia se sitúan en dos planos. (1) La sociedad ha de organizarse en un plano de justicia universal, es decir, de racionalidad humana, resolviendo a ese nivel los temas de la economía y la administración política, buscando un orden que no sea es ya el “imperio cristiano” de Bizancio o Carlomagno, sino una sociedad universal de naciones, con un tipo de dirección unificada en el plano racional, no religioso. (2) Pero, superando ese nivel, la iglesia debe insistir en la caridad concreta, que no va en contra de la justicia, sino que la supone y sobrepasa, en perspectiva sobrenatural (sacramental).
2. Discurso de Ratisbona. Primacía de la libertad, ante el Islam
- El texto más discutido de Benedicto XVI es quizá la Lección que dictó en la Universidad de Ratisbona (12.9.2006), donde había sido profesor de Teología. Retomando el hilo de sus lecciones antiguas, el Papa-Profesor quiso poner de relieve las implicaciones humanas, racionales (y en el fondo helenistas) del cristianismo, citando unas palabras del año 1391 en las que Manuel II Paleólogo, emperador bizantino, acusaba a los musulmanes de emplear la violencia (guerra) para extender la fe, en contra de la razón occidental que es dialogante y no guerrera; quiso poner así de relieve que, a diferencia del Islam, la Iglesia no emplea violencia para expandir o defender la religión (cf: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches).
- Argumento de fondo, querella sobre el Corán. Benedicto XVI parece acusar a los musulmanes afirmando que ellos olvidan (no aceptan) el fondo racional, dialogal (de libertad), de la vida, y que así corren el riesgo de apoyar (extender) la fe con la espada. En esa línea, el Papa distingue en el Corán dos etapas: (a) En una, que sería más antigua (aunque los técnicos no concuerdan sobre ello), Mahoma defendió la libertad en el nivel de la religión (Corán, sura 2, 256: «Ninguna constricción en las cosas de la fe»). (b) Pero en una etapa posterior, el mismo Mahoma habría invitado a “luchar” a favor (=en defensa) de la fe, introduciendo así la violencia en el interior del mismo Islam.
- Reacción musulmana y precisión del Papa. Ese discurso encendió los ánimos de muchos musulmanes, que se sintieron acusados por el Papa, quien se sintió obligado a volver a sus palabras, precisando el sentido de su propuesta: (a) Las religiones deben superar toda forma de violencia para expresarse y extenderse, y eso ha de hacerlo, quizá, de un modo especial el Islam, por el riesgo que ha tenido y tiene en este campo. (b) En el fondo de las religiones (y de todas las relaciones humanas) ha de expresarse un logos o razón universal, fundada en la libertad originaria del hombre, abierta siempre al diálogo, sin que ninguna cultura o religión pueda imponerse por la fuerza sobre las demás, pues en ese mismo momento dejaría de ser religión humana, racional. (c) Conforme a la visión de Benedicto XVI, ese “logos” que vincula a todos los seres humanos)se ha expresado de manera ejemplar en Grecia, y forma parte del sustrato original del cristianismo, que puede y debe vincularse con la razón humana, expresada de forma ejemplar (¡no única, ni definitiva!) en forma helenista, como indicaría el discurso de Pablo en el Areópago de Atenas (Hch 17, 22‒31).
- Un tema vivo. Los ecos de aquel discurso no se han apagado todavía (2020) y, aun reconociendo su claridad y valor, sus palabras suscitan algunas cuestiones que siguen siendo esenciales para la cultura y vida de la humanidad:
‒ Podemos preguntar si la razón griega, tal como se ha desarrollado en occidente, con las cruzadas del siglo XII, las guerras de religión del XVII, las revoluciones del XVIII‒XIX, el fascismo y comunismo del XX, que desembocan en el capitalismo total del XXI, no tiene en sí un fondo de violencia “estructural”, como han puesto de relieve muchos pensadores, sobre todo judíos.
‒Hay que seguir preguntando si el Islam no contiene en sí unos gérmenes de libertad y pacificación distintos (pero no menores) que los del occidente helenizado. El tema en sí no es la historia pasada, sino el posible futuro del Islam en un momento lleno de tensiones y posibilidades como el nuestro. El problema no es por tanto el Islam, como religión particular, sino el fondo de violencia latente en el conjunto de la cultura humana, en la actualidad (siglo XXI).
‒ Finalmente, las palabras de Benedicto XVI (ejemplares por lo que suponen de búsqueda de libertad racional y religiosa, superando toda guerra) han de entenderse y aplicarse de un modo total, no sólo en el campo de las religiones establecidas, sino en la política, en la economía y en la “ideología” (cultura de consumo) de la humanidad actual. En ese contexto, el problema no es ya el Islam como religión particular, sino el capitalismo mundial, con la cultura de consumo y mercado que entrega a los hombres (especialmente a los más pobres) en manos de un Mammón de muerte (cf. Mt 6, 24).
¿Oportunidad o falta de prudencia? Ciertamente, el Papa tenía buenos motivos para evocar la reflexión del emperador bizantino (M. Paleólogo). Pero el tema está en saber si esa reflexión era oportuna y verdadera (si recogía la inspiración más honda del Islam) y, al mismo tiempo, si ayudaba a penetrar en las raíces de la comunión religiosa de musulmanes, cristianos y judíos (con las relaciones entre razón griega, Biblia y Corán). Los conceptos de razón y libertad que emplea el Papa merecen todos los respetos, pero quizá están demasiado vinculados a una tradición occidental, de tipo helenista, que es también limitada y propensa a la violencia.
3. Caritas in Veritate. Un programa papal para el siglo XXI
- De Spe Salvi (2007) a Caritas in Veritate (2009). El año 2007, Benedicto XVI publicó su segunda encíclica titulada Spe Salvi(Salvados en esperanza), que trata de temas de religiosidad profunda, destacando el aspecto trascendente de la esperanza cristiana. Es una encíclica ejemplar, quizá el documento más sabio y técnicamente más perfecto de la iglesia católica en el último siglo, un texto para recuperar y recrear el cristianismo, desde la perspectiva de la escatología bíblica, tal como ha sido reformulada a lo largo de su historia por la teología y espiritualidad de la Iglesia Católica.
- Pero más significativa ha sido, en un contexto de diálogo de la Iglesia con el mundo, la tercera encíclica, Caritas in Veritate(2009), en la que, manteniendo la dinámica espiritual del Evangelio, el Papa afirma que la Iglesia, por su mismo testimonio creyente, debería potenciar el surgimiento de una autoridad universal, de tipo económico-político, en línea racional (de libertad y diálogo), en la línea de las Naciones Unidas. De esa forma asume y vincula la diferencia (y complementariedad) de las cosas del César (autoridad política) y de las cosas de Dios (cristianismo; cf. Mc 12, 13‒17) actualizando la doctrina política de la Iglesia de Roma, desde las cartas de los papas a los emperadores bizantinos (tema 10: siglo VI), pasando por la reforma gregoriana y la lucha por las investiduras (tema 18: siglo XI), con las guerras de religión y el absolutismo (temas 25‒26: siglos XVI‒XVII) hasta la actualidad.
- Una autoridad mundial sobre las naciones particulares. Éste es, en línea formal, el documento papal más perfecto sobre la relación de la iglesia con la política mundial, en la línea de Mc 12, 13‒17 par, pero con la novedad de que el papa pide el surgimiento de un “buen César”, de una autoridad mundial, que responde a la exigencia de la razón, iluminada (pero no dominada) por el Evangelio:
- «Ante el imparable aumento de la interdependencia mundial, y también en presencia de una recesión de alcance global, se siente mucho la urgencia de la reforma tanto de la Organización de las Naciones Unidas como de la Arquitectura Económica y Financiera Internacional, para que se dé una concreción real al concepto de familia de naciones. Y se siente la urgencia de encontrar formas innovadoras para poner en práctica el principio de la responsabilidad de proteger y dar también una voz eficaz en las decisiones comunes a las naciones más pobres. Esto aparece necesario precisamente con vistas a un ordenamiento político, jurídico y económico que incremente y oriente la colaboración internacional hacia el desarrollo solidario de todos los pueblos. Para gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad Política Mundial… que deberá estar regulada por el derecho, atenerse de manera concreta a los principios de subsidiaridad y de solidaridad, estar ordenada a la realización del bien común comprometerse en la realización de un auténtico desarrollo humano integral inspirado en los valores de la caridad en la verdad» (Caritas in Veritate 67).
- Poder político, autoridad cristiana (religiosa). Benedicto XVI ofrece así una conclusión luminosa y coherente a las visiones de la política papal (imperial) de los últimos mil quinientos años de la Iglesia (desde el Papa Gelasio), aunque separando los niveles, de manera que el Estado se situaría en el plano de la razón universal y la Iglesia (la religión, el mismo Islam) en un plano de revelación de Dios y de gratuidad creyente. Ésta es una buena solución, pero algunos piensan que se debería insistir más en la novedad del evangelio, que no sólo separa en un momento los niveles (Dios y el César, religión y razón), sino que los vincula de un modo mesiánico, no en línea de poder, sino de apertura de los hombres y mujeres en un plano más alto de la gratuidad, en servicio de amor, desde los más pobres. Ciertamente, el Papa insiste en los riesgos inherentes a la “razón política” de los estados (del Gran Estado mundial), que corren el peligro de abandonar su nivel de mediación al servicio de la comunicación universal, en línea justicia, para convertirse (como está sucediendo en la actualidad) en un tipo de capitalismo mundial (Mammón). Pero pienso que no lo ha destacado de un modo suficientemente claro, corriendo así el riesgo de poner su proyecto en manos de un tipo de racionalismo económico que termina fatalmente en manos de un capitalismo mundial, con Mammón como único poder (Mt 6, 24) y un Dios cristiano encerrado en la pura subjetividad de los creyentes
- Un tema abierto: Sistema político‒económico, mundo de la vida. Significativamente, la propuesta del Papa se sitúa en la línea del pensamiento político‒social formulado de manera clásica por J. Habermas, en su Teoría de la Acción Comunicativa (1981), donde distingue y vincula el sistema económico‒político (cosas del César), por el que puede elaborarse un orden sistémico mundial y el mundo de la vida (las cosas de Dios), en las que se mantienen e influyen las tradiciones familiares y afectivas, religiosas y morales de la historia de la humanidad. En un sentido “formal” la propuesta de Habermas y el proyecto del Papa Benedicto tienen gran valor. Pero, de hecho, ambos niveles se “contaminan” e influyen de manera poderosa, pues el “sistema” depende del mundo de la vida (es decir, de la vida personal y afectiva, moral y religiosa de los hombres) y el mundo de la vida puede ser colonizado y destruido por un tipo de sistema que tiende a volverse dictatorial.
LUCES Y SOMBRAS DE UN PAPADO
Por formación y por momento que le ha tocado vivir (entre los estertores del nazismo y la nueva humanidad global), Benedicto XVI ha sido un Papa clave en la nueva historia de la iglesia, un papa de grandes luces, con un claro programa teológico, pero también de cruces, en un tiempo de escándalos de iglesia (económicos y clericales) que han marcado su pontificado y que, al fin, han conducido a su renuncia y dimisión como papa, el año 2013.
Es muy posible que, después de Juan Pablo II, Benedicto XVI haya sido un papa adecuado, para recoger una herencia milenaria (mil años de reforma gregoriana) y para repensar los temas de fondo del cristianismo en una línea teórica, de gran hondura teológica. Pero el tema no era conservar la herencia, sino recrearla desde la raíz el evangelio, y en ese sentido ha sido quizá menos apto para dialogar con los nuevos impulsos, tareas y riesgos de la Iglesia del siglo XXI, en línea de salida y diálogo con las periferias y de escucha de las grandes minorías. Quizá no se daba cuenta de que conservar significaba perder, en un momento en que las grandes masas de occidente (y en parte de América Latina) empezaban a separarse silenciosamente de ella (en la línea de lo que he llamado post‒religión). En ese contexto, a modo de resumen, quiero destacar algunos conflictos, que son la cara y cruz de la Iglesia:
- Judíos y cristianos: con holocausto de fondo
En su visita al campo de Auschwitz (mayo de 2006: http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2006/may/documents/hf_ben-xvi_spe_20060528_auschwitz-birkenau.html), Benedicto XVI cargó la culpa del genocidio judío del 1933‒1945 (Holocausto, Shoah) a «un grupo de criminales» (dirigentes del Tercer Reich) que habrían abusado del pueblo alemán, al que utilizaron «como instrumento de su sed de destrucción y de dominación». Ésa valoración fue buena, y debe mantenerse en un nivel. Pero es posible que se quede corta: La persecución de los judíos no fue sólo obra de unos criminales, sino que se cometió con la complicidad (al menos silenciosa) de muchos hombres y mujeres del alemán, de fondo cristiano, los herederos del Sacro Imperio Romano Germánico (siglo XI-XIII), en la línea de una historia larga de persecución de los cristianos en contra de los judíos, uno de cuyos gestos más significativos fue la expulsión de los reino de España el año 1492).
Éste es un tema clave desde el comienzo (nacimiento) de la iglesia, que ha vivido casi siempre en dura confrontación con el judaísmo (y en algún sentido con el Islam), de forma que ella sólo puede reformarse volviendo a su origen mesiánico, es decir, a Jesús judío, mensajero del Reino de Dios, crucificado y resucitado como judío. Este motivo del holocausto/shoah debe llevarnos a reflexionar de manera más honda sobre la relación de la Iglesia (del catolicismo) con ideologías totalitarias que asumen rasgos cristianos, pero pueden desembocar por un lado en el nazismo, por otro en las dictaduras comunistas y, finalmente, en el mismo capitalismo convertido en religión mundial del dinero, causante de muerte de cientos de millones de personas, como había advertido Jesús en Mt 6, 24. Sin volver a las raíces mesiánicas judías de liberación de todos los hombres y los pueblos en gratuidad (en la línea de Is 2, 2‒4) no puede haber reforma de la Iglesia.
2. Amor maduro, era de libertad
Benedicto XVI empezó siendo el papa del amor, como anunciaba su primera encíclica (Deus Caritas est), y en esa línea, partiendo de sus propios presupuestos, con la distinción y vinculación entre eros y agape podía haber trazado un giro profundo en la visión de las relaciones afectivas, en línea de amor (matrimonio, amistad, celibato…). Pero todo nos permite añadir que él no dijo la palabra adecuada sobre el tema, sino que siguió atado a los presupuestos ontológicos de Pio XII (Humani Generis, 1950) y Pablo VI (Humanae vitae, 1968), que él mismo había desarrollado como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe (Donum Vitae, 1987).
La visión del hombre y la mujer que subyace en esos textos responde de hecho, en contra de las intenciones del mismo Papa en Deus Caritas est a una perspectiva de naturaleza más que de persona. Benedicto XVI sabía y decía que las relaciones humanas (de tipo sexual y/o afectivo) se sitúan en el nivel más radical de la persona, de manera que no pueden ser banalizadas, pero no ha sacado las consecuencias que derivan de ese presupuesto, ni en lo relacionado con el uso de los preservativos/anticonceptivos, ni en la forma de entender las relaciones homosexuales, ni en lo referente al celibato de los ministros de la Iglesia.
3. Pedofilia clerical: ministros de la Iglesia
A partir del año 2009 se fueron conociendo y publicando, con escándalo de muchos, diversos casos de pedofilia clerical, en algunos países de honda tradición cristiana, tanto en Europa como en América. Muchos los que han acusado al Papa de haber querido ocultar el problema, mientras ello fue posible, para responder después a la defensiva, como a remolque de los hechos, sin llegar a las raíces del problema. Esas acusaciones son injustas, pues (a diferencia de su predecesor, que prefirió soslayar el tema) Benedicto XVI tuvo la valencia de admitirlo públicamente, aceptando y asumiendo el escándalo eclesial que ello implicaba.
Pero el tema principal no era ni es (unos diez años más tarde) la pedofilia concreta de algunos miembros del clero (siempre en minoría), ni el posible ocultamiento de datos, queriendo resolver los temas en privado (una actitud que era corriente dentro de un contexto cultural antiguo), sino la relación entre ministerio clerical y celibato, con sus implicaciones de maduración afectiva y de poder. Por otra parte, es muy posible que ese problema exija un planteamiento más valiente y más cristiano sobre la identidad del clero y del sentido del celibato, en el plano afectivo y ministerial, volviendo, si hace falta, aunque de un modo distinto, hasta modelos anteriores (previos la Reforma Gregoriana), para así avanzar hacia una Iglesia que no sea clerical como la de los últimos siglos.
4. Conclusión. Una renuncia ejemplar
Desde ese fondo se planteaba el tema de saber si un papa como Benedicto XVI podía liderar un cambio que muchos juzgaban necesario, según el evangelio, pues implicaba hondas transformaciones de fondo (carisma) y estructura (jerarquía, organización cristiana) que un teólogo de tradición como él no era capaz de asumir. En aquel momento (2012‒2013) resultaba claro que él mismo (Benedicto XVI) o su sucesor debía revisar el sentido de esas tradiciones, y la forma de ejercer y liderar la “unidad dialogal” de la Iglesia con respeto al pasado, con apertura y autoridad, sin perder lo que han sido los mil (o mil seiscientos) años de historia de la Iglesia, recuperando su inspiración originaria (siglos I-III), desde los problemas de la actualidad.
En otros aspectos de su vida (doctrinales y teológicos) la iglesia del siglo XX y principios del XXI había querido volver a la raíz del evangelio, de manera que podemos hablar de una renovación bíblica, carismática, caritativa, teológica e en algunos casos incluso litúrgica… Pero en un plano del derecho y de organización la Iglesia (lo mismo que en el campo de la libertad humana) seguía sujeta a su pasado, con estructuras de gobierno que no brotan de la vida y mensaje de Jesús, sino de un tipo de filosofía jerárquica, como si el poder viniera directamente de un Cristo poderoso a un Papa igualmente poderoso sobre el conjunto de la Iglesia, gobernada por una Curia Vaticana cada vez más centrada en sí misma, con riesgo de convertirse en poder autónomo sobre la Iglesia.
El poder actual del Papa (con el Derecho Canónico) retomaba modelos del siglo XI, con sus bases neoplatónicas, imperiales y feudales, ratificadas por un absolutismo posterior (del siglo XVII). Pero imperio y feudalismo habían desaparecido con el tiempo, mientas la autoridad del papa permanecía anclada en un pasado, a pesar del conciliarismo, la reforma protestante y la ilustración del XVIII, y las revoluciones del XIX, y, sobre todo, a pesar del más hondo conocimiento de los orígenes cristianos.
Posiblemente había llegado la hora del cambio, no para negar un tipo autoridad del Papa, sino para estructurarla de una forma radical, desde la raíz del evangelio, no con un simple retoque de la Curia vaticana. Pues bien, el Papa Benedicto no parecía el hombre adecuado para plantear y realizar ese cambio, no sólo por su edad (había nacido el 1927, tenía ya más de 85 años), sino por su manera de pensar y porque en el mismo Vaticano surgieron escándalos de acusaciones, intrigas y luchas intestinas entre los miembros de la curia. La prensa habló de “cuervos” vaticanos, con el vati‒leaks, es decir, con fugas (leaks) o publicaciones de documentos secretos. Todo eso, unido a su propio estado de salud, con el escándalo creciente de la pederastia clerical, hizo que el Benedicto XVI (Joseth Ratzinger) presentara por sorpresa la renuncia al papado (el 11.2. 2013), de forma que los cardenales de la iglesia romana tuvieron que nombran un nuevo papa para situarse ante esos temas.
Rebelión en el Senado por demora en estudio de objeciones a la JEP
12 Abr 2019 Deja un comentario
Las bancadas de la oposición con el respaldo de La U, Cambio Radical y el liberalismo se retiraron de la sesión y amenazaron con un paro legislativo.

Compartir en facebook387Compartir en twitterEnviar por emailReportar ErrorCompartir en linkedinComentariosImprimirCARACOL RADIO11/04/2019 – 21:43 COT
Una extraña jugada política se vivió este miércoles en la plenaria del Senado en donde varias bancadas se retiraron del recinto antes de aprobar el orden del día al percatarse que el estudio de las objeciones a la JEP no estaba en la agenda.
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Cambio Radical, el Partido de La U, Liberales y otras bancadas de oposición se fueron retirando lentamente del recinto y por eso no hubo quórum para seguir adelante con la plenaria y desde ya se habla de una especie de paro legislativo hasta que no se estudie el tema de las objeciones.
El senador Roy Barreras dijo que queda claro que hasta que haya una instrucción de la Mesa Directiva del Senado para adelantar el debate de la JEP no se votará ningún proyecto.
“Las maniobras dilatorias del senador Macías, que se niega a anunciar las objeciones, implica que nada se aprobará en este Congreso hasta que cumpla con el deber legal de anunciar las objeciones, que las anuncie y que se voten”.
Iván Cepeda del Polo Democrático aclaró que la Corte Constitucional fue clara y que por esa razón se debe priorizare el trámite de las objeciones y que hizo parte del estudio de iniciativas que se hizo a través del ‘Fast Track’.
“El presidente del Senado no puede abordar otras materias a la discusión legislativa hasta tanto se avoque la discusión de las objeciones presidenciales a la leyestatutaria de la JEP y eso es así porque esa ley se hizo bajo el régimen del procedimiento especial para la paz y por lo tanto tiene prioridad en el orden del día”.
Sin embargo el presidente del Congreso Ernesto Macías desestimó que se pueda adelantar un paro legislativo y más cuando hay tantos proyectos de ley que están a la espera de debates y que beneficiarían a los colombianos. “No es posible haber paro legislativo, las demás bancadas lo han manifestado, hay unos proyectos importantes, eso sería un pretexto para no trabajar y eso sería muy grave para el Congreso”.
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Reiteró que las objeciones a la JEP se pondrán en el orden del día tan pronto los otros integrantes de la Comisión Accidental radiquen el informe ya que, por ahora, solo está listo uno minoritario que se presentó por dos legisladores.
Así las cosas se espera que después del 23 de abril se haga el estudio de las objeciones a la JEP en el Senado y entre tanto este jueves habrá una audiencia pública sobre el tema en esta corporación.
https://caracol.com.co/radio/2019/04/11/politica/1554943248_331071.html
Iglesia católica necesita renovarse en Iberoamérica
12 Abr 2019 Deja un comentario
Publicado el: 12 abril, 2019
Por: Frank Tejada Cabrera
e-mail: ftejeda@hoy.com.do
La Iglesia católica llegó a América con el descubrimiento y la primera misa fue en La Isabela, RD el 06/01/1493, celebrada por el fraile Boyle y la primera diócesis del continente americano, comenzó en Santo Domingo en 1511. La iglesia fue promoviendo su filosofía religiosa, convenciendo a los nativos a convertirse a la fe católica. La Iglesia tiene que renovarse para mantener el entusiasmo en los feligreses, porque en 1970 representaba un 90% de la población en la región latinoamericana y ha disminuido a un 69% y va fluctuando el porcentaje en los diferentes países, desde México hasta Chile, pero se puede volver a conquistar el interés por la religión católica, ya que Jesucristo no ha perdido el liderazgo entre las gentes, en vista de que se han movilizado de la religión cristiana-católica, a la religión cristiana-protestante, que representa un 19% de la población.
Hay que reconocer que la vocación sacerdotal ha disminuido en la región, pero creo que ahí está la opción, para conquistar nuevos feligreses y es que los sacerdotes sirvan de coordinación a una serie de predicadores sobre la filosofía religiosa del catolicismo, donde este núcleo de mujeres y hombres tengan mayor contacto directo con la población y vayan integrándose más a la sociedad y los feligreses sientan que tienen apoyo de la iglesia católica, con estos nuevos predicadores que irían explicando los evangelios del Nuevo Testamento, los cuales forman el canon de la religiosidad cristiana (católicos y protestantes).
El Papa Francisco es un líder religioso que ha hecho un gran esfuerzo en ir transformando la iglesia; pero a pesar de su liderazgo, no ha sido suficiente para aumentar la feligresía de la religión católica y éstos, nuevos predicadores, traerían cambios en la forma de pregonar el evangelio de Jesús; de tal manera, que los nuevos feligreses entiendan y se integren a participar en un nuevo renacer del cristianismo. Desde luego, la nueva generación que participe en la renovación de la iglesia deberían ser mujeres y hombres que sepan sumar y multiplicar en la vida de cada individuo e ir eliminando la participación de aquellas personas que en sus pensamientos solamente saben restar y dividir. Sumar, multiplicar, restar y dividir se utiliza en la aritmética básica, pero cuando se trata de conseguir personas inteligentes y que vivan con alegría, solamente agregan nuevos feligreses los que tienen pensamientos positivos y piensan en sumar y multiplicar en el quehacer diario.
Cuando Jesucristo predicaba en la tierra, muchos de sus apóstoles estaban casados y hasta el 1200, se permitía el matrimonio entre los sacerdotes y creo, que la iglesia católica debería estudiar profundamente la idea de que los sacerdotes, que así lo deseen, puedan casarse y dar un ejemplo viviente de cómo es el comportamiento de una familia cristiana. La iglesia tiene que fomentar el trabajo individual y comunitario. Asimismo, si una pareja casada por la iglesia católica se divorcia, es preferible que siga practicando su religión, en lugar de no poder comulgar. La Iglesia necesita crear ejércitos de laicos en las Diócesis, predicando los evangelios.
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