Apocalíptico no tiene por qué ser el fin del mundo.


El enfoque apocalíptico ofrece una forma rica de pensar teológicamente sobre lo que notamos y lo que ignoramos, y cómo todos necesitamos una especie de conversión para ver correctamente.

Kevin Hargaden 
Australia22 de abril de 2019

Vivimos en tiempos tumultuosos. Los efectos de la degradación del clima están a nuestro alrededor, al igual que los signos de nuestra negativa a prestar atención. Bajo la influencia de noticias falsas, silos de redes sociales polarizados y grupos extremistas, parece que el centro de nuestro discurso político no puede mantenerse.

La iglesia parece sacudirse de una crisis a la siguiente, y nunca se las arregla para enfrentar los desafíos que enfrenta. Es fácil sentir que las cosas se están volviendo apocalípticas.

Lo que lo hace aún más notable es que uno de los movimientos teológicos más vibrantes del mundo se declare con orgullo «apocalíptico».

Pero para aquellos que forman parte de esta floreciente escuela de pensamiento, la apocalíptica no se refiere al fin del mundo debido a algún conflicto político fuera de control, o al gran trastorno que se deriva del desastre climático.

Estos teólogos están utilizando apocalíptico en su sentido griego original – apo kalypsis – una revelación. Y lo que une su trabajo diverso es el compromiso de escribir teología que asume que el momento revelador de Dios llega a través de Jesús.

En Militant Grace , el teólogo canadiense Philip Ziegler ha articulado este enfoque apocalíptico en su forma más estimulante hasta el momento. A lo largo de 13 ensayos, afirma que Jesús no representa simplemente a otro gran gurú, un dispensador de la verdad espiritual de sentido común, inclinado de una manera particularmente convincente.

Más bien, en Jesús encontramos «el eje del cambio de los siglos, una revolución macrocósmica que también se repite en el microcosmos del ser humano». Esta es la teología que reconoce que si hay algo de verdad en las historias que leemos en los Evangelios, entonces eso tiene el potencial de dar la vuelta al mundo.

La teología apocalíptica, en su mayor parte, se ha llevado a cabo hasta ahora dentro de las tradiciones protestantes. La gracia militante representa así una oportunidad ecuménica. Los lectores católicos romanos encontrarán el recuento audaz de la relevancia de Jesús para nuestras vidas refrescante. Pero también pueden encontrar un desafío.

Gran parte de la enseñanza moral católica opera a partir de una apropiación predeterminada de algo como las líneas del famoso marco ‘ver-juzgar-actuar’, popularizado por el cardenal Joseph Cardijn.

En tales enfoques, imaginamos que la parte difícil de la ética es la etapa en la que tenemos que poner las cosas en acción. Imaginamos que todos podemos estar fácilmente de acuerdo con lo que vemos y llegar a un consenso directo sobre cómo interpretarlo, pero que es en la fe que encontramos obstáculos en nuestro camino.

El enfoque apocalíptico ofrece una cautela oportuna. Lo que podemos ver está determinado por nuestra posición, y también está limitado por ella.

La verdad moral no se puede leer claramente de la superficie de las cosas, e incluso para aquellos santos entre nosotros con la claridad de enfocarnos en lo correcto y lo bueno, el juicio es siempre un acto social, limitado por las posibilidades de los grupos a los que pertenecemos.

El enfoque apocalíptico.

La teología apocalíptica no invalida tales enfoques de ver-juzgar-actuar, pero nos recuerda que están basados ​​en la revelación de Dios. La gracia nos despierta a la verdad, nos inspira en nuestras interpretaciones y nos anima a actuar. En cada paso del camino, dependemos de quien verdaderamente reina.

Muchos de nuestros problemas contemporáneos más polémicos giran en torno a cómo los diferentes puntos de vista a menudo parecen inconmensurables y cómo las cosas que parecen claramente obvias en retrospectiva se pasaron por alto en ese momento.

Los mineros del carbón y los activistas ambientales ven las cosas de manera diferente y, por lo tanto, actúan de manera divergente. El abuso sexual sistémico que abundaba en nuestras sociedades nos recuerda que a menudo elegimos simplemente no ver.

El enfoque apocalíptico ofrece una forma rica de pensar teológicamente sobre lo que notamos y lo que ignoramos, y cómo todos necesitamos una especie de conversión para ver correctamente.

Estamos en un momento interesante en el viaje ecuménico. Existe una calidez entre las diferentes tradiciones, oriental, romana y protestante, que deja muchas esperanzas para el futuro. Pero lo más alentador es el reconocimiento de que la unidad no debe expresarse como uniformidad.

Hay tesoros dentro de nuestras diferentes tradiciones que solo podrían haber surgido allí, y que deben ser celebrados y apreciados.

La teología apocalíptica en general, y específicamente la Gracia Militante de Ziegler , es uno de esos tesoros. Es un libro completamente protestante que se basa en generaciones de pensamientos para presentar ideas vigorizantes en nuestro tiempo y lugar.

Merece una amplia y cuidadosa lectura dentro del catolicismo, no porque se pueda traducir a los términos romanos, sino en sus propios términos, en su propio carácter distintivo. Comprometerse con tales textos es una forma de continuar la tarea esencial de dar la bienvenida a la otredad y ver que no tiene por qué ser el fin del mundo.

Kevin Hargaden es el teólogo social del Centro Jesuita para la Fe y la Justicia en Dublín. Es el autor, más recientemente, de Ética teológica en la era neoliberal.

El gran “error” que podría dejar a Trump fuera de las elecciones en 2020


18 estados estudian proyectos de ley para obligar a Trump a presentar sus devoluciones de impuestos

El gran “error” que podría dejar a Trump fuera de las elecciones en 2020
La que comenzó como una inciativa aislada sigue creciendo en todo el país

POR:REDACCIÓN 
21 ABRIL 2019

Mientras sectores demócratas pensaban que sería el reporte de Robert Mueller sobre la Trama Rusa lo que dejaría a Donald Trump fuera de las elecciones de 2020, ahora las expectativas se posan en diversas inciativas de legislaturas estatales.

Varios funcionarios del partido Republicano y asesores de Trump están en estado de alerta por lo que sería un fuerte y grave impedimento para la victoria electoral del preisdente Donald Trump en 2020.

Trump tendría que elegir entre publicar sus declaraciones de impuestos o tener su nombre en la boleta electoral en 2020.

Hasta ahora son 18 estados incluidos Arizona, California, Connecticut, Hawai, Illinois, Iowa, Kansas, Maryland, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Tennessee, Vermont y Virginia los que ha presentado proyectos de ley “para exigir” a los candidatos presidenciales que revelen las declaraciones de impuestos sobre la renta a fin de que se incluyan en la boleta electoral de la elección general de 2020.

El último estado en sumarse a este esfuerzo fue Illinois donde el Senado estatal aprobó recientemente un proyecto de ley que exigiría que las personas que se postulan para presidente o vicepresidente divulguen sus declaraciones de impuestos de los últimos cinco años.

Aunque hasta el momento ninguno de estos proyectos de ley se ha convertido en ley, el movimiento nacional por obligar a Trump a entregar sus devoluciones de impuestos sigue creciendo en las legislaturas estatales poniendo enorme presión a Trump y a su campaña para 2020.

Habrá que ver hasta cuando Trump puede aguntar la presión que sufrirá por parte de los demócratas para entregar sus devoluciones de impuestos antes de las elecciones de 2020.

https://laopinion.com/2019/04/21

Un expresidente de EEUU va contra toda la élite del país


El único presidente de Estados Unidos en completar su mandato sin guerras, ataques militares u ocupaciones ha llamado a su país «la nación más guerrera de la historia del mundo».

Durante un discurso en la escuela dominical de la Iglesia Bautista Maranatha en Plains, Georgia, Jimmy Carter, el 39º presidente de Estados Unidos, habló sobre una reciente conversación que ha tenido con Donald Trump, el actual mandatario del país, sobre China. De acuerdo con Carter, Trump le dijo que estaba particularmente preocupado por cómo el país asiático se está «adelantando» a EEUU.

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Carter, quien normalizó las relaciones entre Washington y Pekín en 1979, dijo que gran parte del éxito de China se debía a su política exterior pacífica. El presidente llamó a Estados Unidos «la nación más guerrera de la historia del mundo» debido a su deseo de imponer los valores estadounidenses en otros países. 

«Desde 1979, ¿sabes cuántas veces China ha estado en guerra con alguien? Ninguna. Y nosotros hemos estado en guerra todo el tiempo», subrayó Carter.

De hecho, el último gran conflicto importante con la participación de militares chinos tuvo lugar en 1979 cuando el Ejército Popular de Liberación de China llevó a cabo operaciones militares contra las fuerzas armadas vietnamitas. Después de esto, solo se registraron enfrentamientos locales fronterizos y navales entre los dos países, recordó Artiom Filippov en un artículo para Vzglyad.

Según Carter, durante los 242 años de su existencia, Estados Unidos ha estado en paz solo durante 16 años. Y si tomamos en cuenta todas las guerras, los ataques militares, las ocupaciones de territorios extranjeros, en la historia de Estados Unidos solo hubo cinco años de paz: 1976 (el último año del Gobierno de Gerald Ford) y de 1977 a 1980, es decir, durante todo el mandato de Carter (eso si no se tiene en cuenta la fallida operación ‘Eagle Claw’ para intentar rescatar 52 rehenes en la Embajada de Estados Unidos en Teherán).

Banderas de China

© AP PHOTO / NG HAN GUANPor qué Pekín se arriesga a enfrentarse con Washington en América LatinaEl expresidente señaló que la posición pacífica de China contribuye a su crecimiento económico y puso de relieve que el país asiático invirtió recursos en proyectos de infraestructura en lugar de gastos de defensa.

«¿Cuántas millas de ferrocarril de alta velocidad tenemos en este país?», preguntó el expresidente. «China construyó 18.000 millas —unos 29.000 kilómetros—, mientras que nosotros malgastamos tres billones en gastos militares».

Cabe destacar que, según un estudio realizado en noviembre de 2018 por el Instituto Watson de Relaciones Internacionales y Públicas de la Universidad Brown, desde 2001, Estados Unidos ha gastado 5,9 billones de dólares en guerras en Irak, Siria, Afganistán, Pakistán y otros países.

Carter es ganador del Premio Nobel de la Paz (2002) y puede permitirse expresar un punto de vista que es fundamentalmente diferente a la ideología del ‘establishment’ político estadounidense, consideró Filippov. Hace algunos años, por ejemplo, el expresidente afirmó que Estados Unidos ya no era una democracia y que se había convertido en una oligarquía.

Además, el exmandatario ha apoyado repetidamente a Rusia en muchos temas de la agenda internacional. En particular, en 2014, cuando no solo calificó la reunificación con Crimea de «casi inevitable«, sino que también destacó que este evento satisfizo los deseos de la gran mayoría de la población de la península. Carter también se posicionó en contra del fortalecimiento de las sanciones estadounidenses contra Rusia.

Jimmy Carter, expresidente de EEUU

© AP PHOTO / SOUTH BEND TRIBUNE, ROBERT FRANKLINUn expresidente de EEUU, la voz de la razón para el arreglo sirioPese a la negativa pública del Gobierno de Barack Obama de cooperar con Rusia en la crisis siria, a mediados de 2015, Carter entregó a la Embajada rusa en Washington los mapas de las posiciones en el país árabe de ISIS —autodenominado Estado Islámico, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países—. Los documentos fueron preparados por el Centro Carter, una organización no gubernamental dedicada a la protección de los derechos humanos.

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Para Filippov, en el contexto actual en el que muchos políticos estadounidenses continúan insistiendo con el discurso de la supuesta interferencia rusa en las elecciones del país en 2016, Jimmy Carter parece ser una verdadera oveja negra. En la historia de Estados Unidos, no se le considera el presidente más fuerte, pero fue Carter quien normalizó las relaciones con China y quien llevó a cabo una serie de negociaciones con la Unión Soviética sobre la limitación de armas ofensivas, que más tarde formaron la base del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, el cual definió las directrices de la seguridad nuclear mundial durante muchas décadas.

«Jimmy Carter es uno de los pocos políticos de trayectoria vivos que comprende perfectamente la necesidad de normalizar las relaciones bilaterales de las grandes potencias», concluyó Filippov.

https://mundo.sputniknews.com/america_del_norte/201904201086821080-jimmy-carter-critica-politica-belica-de-eeuu/

Gobierno se impone sobre el Dios de Durán y lo saca de La Moneda


PALACIO21/04/2019

por Hans Hansen

Gobierno se impone sobre el Dios de Durán y lo saca de La Moneda

El cuestionado obispo evangélico no quiere renunciar a su cargo a pesar de las críticas de otras iglesias que han visto que su actuar va en contra de la “palabra” de Dios.


No me nombraron los hombres, sino Dios todopoderoso”. Así se expresaba el cuestionado obispo evangélico Eduardo Durán a la petición de renuncia que le hicieron los otros religiosos a cargo de las distintas iglesias protestantes ante lo que consideran actos reñidos con la fe cristiana por el dinero que maneja y por el anuncio de su divorcio. Sin embargo, el Gobiernose impuso sobre el religioso y lo sacó como representante protocolar y representante de los evangélicos ante La Moneda.

Así lo consigna un decreto ordinario, el 517 que está firmado el pasado 11 de abril por el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, quien en lugar de Durán coloca al obispo Jorge Méndez Jara.

Por el presente, pongo en su conocimiento que el nuevo Representante Protocolar de las Iglesias Evangélicas de Chile es el Obispo, señor Jorge Méndez Jara”, señala el documento.

En el segundo párrafo, el ordinario 517 precisa que “lo anterior, con el propósito de que sea comunicado en forma oficial y considerado protocolarmente, en la realización de actividades y relaciones protocolares del Gobierno con las distintas entidades religiosas”.

El ultimo punto señala que Méndez será el representante protocolar de las iglesias evangélicas en La Moneda hasta abril de 2020.

A pesar que fuentes de La Moneda se indica que la salida de Durán se debe al término de su periodo legal, algunos explican que el Gobierno no quiere verse salpicado por temas que solamente le atañen a esa iglesia.

Durán ejerció este cargo desde abril de 2018 hasta ahora y su alejamiento se da en medio de la crisis que afecta a los evangélicos luego que el obispo está siendo investigado por el delito de lavado de activos y cuestionado por otros obispos y feligreses por anunciar su divorcio y un nuevo matrimonio.

Incluso hay sectores que están pidiendo que el cuestionado obispo deje de ser el líder de esa comunidad religiosa. A pesar de esta petición, Durán anunció que no renunciará porque no fue nombrado por los hombres, sino que por “Dios todopoderoso”.

Incluso hizo un llamado “a todos los hermanos y hermanos cristianos de verdad en el Señor, que las puertas de la Catedral Evangélica estarán abiertas para todos aquellos que, independiente del circuito al que permanezcan, a que obedezcan la voz de su pastor”.

La investigación en contra Durán que lleva la justicia es por lavado de activos, conociéndose también que recibe de diezmo mensual más de 30 millones de pesos. Sin embargo, lo que más ha molestado a los seguidores del culto es su vida sentimental, especialmente luego que diera aviso que se divorciaría de quien fuera su esposa Raquel Salinas para casarse con su nueva novia.

Lo anterior llevó a la junta de oficiales de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal comunicó que abrió un proceso para destituirlo como obispo.

https://www.infogate.cl/2019/04/21

COLOMBIA: JEP negó libertad al general (r) Torres Escalante



Torres Escalante es acusado de participar en los falsos positivos

Torres Escalante es acusado de participar en los falsos positivosColprensaiJUDICIAL 22 Abr 2019 07:30 AM

El general es investigado por haber presuntamente ordenado el asesinato de dos campesinos en Casanare.

  RAFAEL PÉREZ BECERRA

La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) negó la solicitud de libertad presentada por la defensa del general (r) Henry Torres Escalante.

En el análisis de la petición se determinó que el oficial del Ejército no cumple con un requisito esencial para recibir este beneficio: haber estado privado de la libertad por cinco años.

Vea también: “Me postulé a la JEP para ofrecer la verdad»: coronel condenado por falsos positivos

El general es investigado por haber presuntamente ordenado el asesinato de dos campesinos, entre ellos un menor de edad, en la vereda Agua Azul de Casanare.

La investigación señala que como comandante de la Brigada dio instrucciones precisas a sus subalternos para demostrar resultados operacionales en la zona.

Según las pruebas, el oficial habría dado esta orden como retaliación puesto que los dos jornaleros habrían sido testigos de un caso de falso positivo que se había presentado meses antes. 

Fue así como integrantes de la mencionada Brigada llegaron hasta la finca El Triunfo en la que habitaban los campesinos Daniel Torres y su hijo menor de edad. 

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Tras sacarlos de la vivienda fueron llevados a un lugar cercano donde los asesinaron. Acto seguido les cambiaron las prendas y les pusieron armamento para presentarlos en el registro oficial como guerrilleros del ELN abatidos en combate. 

El 10 de julio de 2018, el general en retiro firmó su acta de sometimiento ante la JEP manifestando su intención de colaborar con el esclarecimiento de los hechos y aportar a la construcción de la verdad.

Sin embargo, la JEP consideró que el general en retiro podría ser trasladado a una guarnición cercana al lugar en el que vive su grupo familiar con el fin de que este más cerca de ellos. 

Para otorgarle este beneficio, la justicia especial le pide al general firmar un acta de compromiso en la que reafirme el cumplimiento de las obligaciones adquiridas tras la firma del documento de  sometimiento. 

Igualmente le dio un plazo de 10 días para que entregue un plan programado para contribuir con al esclarecimiento de verdad, la reparación integral y la no repetición. 

En repetidas oportunidades el general ha manifestado que no tuvo participación directa con los hechos materia de investigación, indicando que como comandante de Brigada en una de las zonas más conmocionadas del país en materia de orden público tenía muchísimas ocupaciones.

En este sentido ha reseñado que algunas maniobras operacionales y el manejo de información de inteligencia y contrainteligencia eran manejadas por sus subalternos.

El general (r) Torres Escalante se encuentra privado de su libertad en el Cantón Norte de Bogotá. 

FuenteRCN Radio

CHILE: DESTITUYEN A EDUARDO DURAN COMO OBISPO DE LA CATEDRAL EVANGELICA DE CHILE.



IGLESIA 
Destituyen a Eduardo Durán como obispo de la Catedral Evangélica de Chile



https://www.noticiacristiana.com/iglesia/2019/04

«Contrariamente a lo que se piensa, hay una gran sed espiritual»


SOCIEDAD

22/04/2019 14:30

"Contrariamente a lo que se piensa, hay una gran sed espiritual"

El número de fieles de la Iglesia Católica está en un mínimo histórico pero, para Miguel Pastorino, Uruguay sigue la tendencia de la región.«El descenso de los fieles es un fenómeno de causas múltiples pero que hay que aclarar algo que muchas veces se traduce lineal y es un error. La Iglesia Católica, así como otras iglesias cristianas, salen a evangelizar y a buscar a los alejados porque eso es intrínseco a su identidad, porque la iglesia existe para evangelizar. No importa si hay más fieles, menos fieles o un fenómeno de caída. Sturla viene preparando esta misión hace mucho tiempo. No hay un nexo causal entre una salida misionera y una caída en el número de fieles. Las misiones se hacen en sociedades poco católicas como la uruguaya y en otras muy católicas, como pueden ser Paraguay o México, donde la cultura católica tiene un componente muy fuerte. Pensar que la Iglesia Católica sale a hacer una misión porque tiene pocos fieles es un razonamiento trillado y ridículo», dijo a ECOS el Licenciado en Filosofía, Magíster en Comunicación y actual alumno del Doctorado en Filosofía, Miguel Pastorino, ex sacerdote y ex vocero de la Arquidiócesis de Montevideo. 

La cifra que uno de cada tres uruguayos se define como católico y la decisión de la Iglesia de abrir las parroquias para salir a recuperar a los fieles disparó el debate sobre la religiosidad en el país.

«La iglesia quiere salir y anunciar. En cada familia estará el anuncio silencioso y el anuncio que se hará en distintas parroquias: convocamos a un encuentro durante los días, 9, 10 y 11 de mayo en las distintas parroquias de Montevideo», dijo el arzobismo de Montevideo, Daniel Sturla, al anunciar la misión «Casa de todos».

El anuncio de la campaña busca revertir las cifras expresadas por el Latinobarómetro y por el Monitor de Opinión Pública realizado por Opción Consultores, que indican que uno de cada tres uruguayos se define como católico y que solo 1 de 10 va a misa por semana.

Desde Buenos Aires, donde cursa el doctorado en la Universidad Católica de esa ciudad, Pastorino dijo que la postura de la Iglesia Católica ante ciertos temas puede ser vista como una causa en la caída de los fieles, pero que esta responde a fenómenos culturales.

«Hay una causa que se repite mucho y no tiene nada que ver con el descenso y es la postura de la Iglesia respecto a ciertos temas morales. Se dice, por ejemplo, que la iglesia pierde fieles por su postura sobre el aborto. Hay iglesias protestantes más liberales como la metodista, que fue favorable al matrimonio igualitario o a la despenalización del aborto y le bajaron los fieles mucho más que a la Iglesia Católica a nivel mundial. No se ganan más fieles por una postura ética porque no hay una relación causal. Algunos creían que porque el Papa Francisco había tenido un giro en su discurso iba a atraer a los fieles y no fue así, generó más simpatía entre los que están fuera de la Iglesia como institución. La simpatía cambia entre los que están afuera pero los que están adentro no pierden la fe», agregó Pastorino. 

Sin embargo, si se analizan los números, la Iglesia Católica perdió en Uruguay mucho peso del que tenía, por ejemplo, hace menos de 40 años.

En 1979 el número de uruguayos que asistían a misa en Montevideo estaba apenas por encima de los 60.000 y en 2016 son menos de 30.000 los que siguen concurriendo.

«Lo que pasa es que hay muchos católicos culturales o nominales, personas que tomaron la comunión y tienen una formación de colegio católico pero que, si se les pregunta, no vive una vida de fe católica, no van a misa los domingos o no lee la biblia. Hay un 38% de católicos nominales en Uruguay y entre un 4% y 5% de católicos practicantes. En Montevideo asisten a misa 30.000 personas y es un número que también bajó. Entre 1979 y 2009 las personas que van a misa bajaron a la mitad», sostuvo el especialista.

La caída no responde solo a Uruguay sino que es un fenómeno global, con países que sintieron más el impacto como Brasil.

«Brasil bajó del 92% al 64% en 30 años y eso, en Brasil, es una cantidad de gente. Como elemento hay que tener en cuenta los cambios culturales y los procesos de secularización más allá del accionar o la omisión de la Iglesia Católica. Uruguay es un país laico donde la secularización se hizo muy fuerte. Benedicto decía que la iglesia iba hacia una minoría pero de católicos en serio, entendidos estos como fieles que vivían una vida más humilde. En el imaginario creo que la figura de la Iglesia Católica se alejó de los pobres pero la realidad marca que en todos los barrios más vulnerables hay presencia de la iglesia, con católicos de a pie, voluntarios, catequistas y trabajadores que sacan el barrio adelante. Cada uno de esos jóvenes o veteranos que dan su vida por los más pobres todos los días, son la Iglesia también», aseguró.

La caída en el número de fieles de la Iglesia Católica también responde a determinadas zonas, donde el poder adquisitivo, la formación académica vinculada a la religión y las propias constituciones familiares juegan un rol clave.

«Hay una diferencia también en la franja etaria porque el quiebre cultural afectó a los abuelos que no pueden transmitir esa identidad cultural. Antes los creyentes se socializaban cristianos primero en las familias y luego en las iglesias. Hoy los jóvenes no llegan y ahí hay una diferencia territorial también. En la costa de Montevideo las misas de los domingos se llenan de jóvenes de 20 a 30 años en Punta Carretas, Punta Gorda, Malvín, Pocitos o Carrasco. Del otro lado de Avenida Italia el panorama es otro, hay iglesias con muy poquita gente y gente muy mayor», definió Pastorino.

El 62% de las mujeres son religiosas (el 43% católicas) contra el 51% de los hombres (32%). Hilando más fino, los cristianos non católicos (evangelistas, pentecostales, protestantes) son un 10% y los creyentes de otras religiones (judaismo, islamismo, afroumbandismo, hinduismo) son un 9%. 

De acuerdo al estudio publicado por Opción, si se incluye a los creyentes sin confesión, tres de cada cuatro uruguayos «tiene algún tipo de vinculación con los fenómenos religiosos, ya sea en el plano de las creencias o de la auto-idetificación». 

Para Pastorino la Iglesia Católica tiene un desafío en la renovación y dijo que otros movimientos religiosos pusieron el foco en captar adeptos, una pulseada que, al parecer, da resultado.

«Mientras la Iglesia Católica discute sobre lo pastoral hay nuevos movimientos religiosos que se dedican a captar adeptos las veinticuatro horas del día. Hay sectas que invierten tiempo y dinero en una evangelización directa y personalizada. Contrariamente a lo que muchos piensan, hay una gran sed de atención espiritual y hay otros movimientos que llegaron para ocupar ese lugar con cursos bíblicos, seminarios de espiritualidad y atención espiritual para personas en busca de una orientación. Las parroquias se transformaron en academias o clubes sociales que quedaron reducidas a administrar sacramentos», definió.

Según los resultados del Research Center´s Religion and Public Life Project publicados en 2010 los «creyentes sin religión» eran en Europa un 18%, en Asia, 21%, y en América Latina un 8%. 

Si se manejan cifras globales, en el mundo hay un 31,4 % de cristianos, un 23,2% de musulmanes y un 16,4 % de creyentes sin religión definida. 

«Solo en Estados Unidos las personas que no se identifican con ninguna religión pero que tienen una espiritualidad pasaron del 16,1 % en el 2007 a un 22,8 % en 2014. Esta categoría es el grupo más numeroso dentro de los norteamericanos. La única excepción son los evangélicos pentecostales, que por su religiosidad más acorde a la sensibilidad postmoderna, descienden menos en Estados Unidos pero crecen mucho más en América Latina», agregó.

La fuga de creyentes es, a nivel regional, hacia iglesias de corte pentecostal, mientras que en Uruguay asume un camino diferente.

«Los católicos nominales migraron a otras iglesias pentecostales en otros países como Brasil donde el peso de la religión es muy fuerte. En Uruguay, como nación laica, los creyentes sin filiación religiosa son un 24% y es un número alto. Ese pasaje es hacia una religiosidad difusa, de corte new age. Las encuestas cometen el error de poner a esa gente como atea o agnóstica y es un error garrafal. Estas personas creen en dios o en una espiritualidad, pero no tienen un vínculo con las instituciones», sentenció.

http://ecos.la/13/Sociedad/2019/04/22/32700/

«La Iglesia y su teología han olvidado algo crucial: que Jesús se hace hombre, pero hombre pobre»


Jesús es apresado: Jesús en casa de Anás, sumo sacerdote judío junto con Caifás
Jesús es apresado: Jesús en casa de Anás, sumo sacerdote judío junto con Caifás
¿No habremos enterrado al Jesús anticonformista, al que opta por la pobreza, al profeta contracultural, al antisistema, al que no se somete a la autoridad religiosa de Israel ni a los dictados del imperio romano?
No cabe duda de que si no lo hubiéramos momificado y encerrado en el sarcófago del poder y de la divinidad, ese mismo Jesús seguiría hoy interpelándonos y provocándonos

20.04.2019 | José Sánchez Luque (cura ‘antidesahucios’)

Jesús de Nazaret lo hemos cubierto con títulos de gloria tan aparatosos que casi lo hemos sepultado de nuevo. Quizá lo hemos condenado al honor de los altares. Al canonizar al carpintero de Galilea hasta la más última potencia, al hacerlo subir a lo más alto de los cielos, de coronarlo rey de reyes y señor de los señores, al hacerlo Hijo de Dios y segunda Persona de la Santísima Trinidad… casi hemos logrado silenciar por completo al Jesús de los pobres, de las muchedumbres hambrientas, de los marginados, al Jesús rodeado de malas compañías y de pecadores.

La misma Iglesia y la teología católica han olvidado algo crucial: en Jesús, Dios se hace hombre, pero hombre pobre. Nace en un establo, no tiene donde reclinar la cabeza y muere desnudo en una cruz, el suplicio de los últimos, de los más pobres de aquella sociedad. No lo olvidemos: Dios se hace hombre pobre. Ya lo dijo el filósofo alemán: casi siempre el adjetivo es más relevante que el sustantivo.

¿No habremos enterrado al Jesús anticonformista, al que opta por la pobreza, al profeta contracultural, al antisistema, al que no se somete a la autoridad religiosa de Israel ni a los dictados del imperio romano? ¿No nos habremos olvidado del Jesús muy humilde pero desobediente, rebelde y aún provocador, del Jesús libre y liberador, del que, al rodearse de mujeres y de personas marginadas, es criticado por la sociedad híper machista y puritana de su tiempo? Ese Jesús concreto y real, tal como nos lo pintan los evangelios, queda en la mente de muchos eclipsado por el Jesús de los catecismos, del gran poder y de la gloria.

Pienso que no se menciona lo bastante en los triduos, quinarios y vía crucis de la cuaresma, ni en los sermones de la Semana Santa, que Jesús fue rechazado por no ser obediente con lo establecido o por no ser santo según lar normas de la religión oficial. Muy al contrario, nos hemos empeñado durante siglos en hacer de él el modelo por excelencia de la docilidad, el sufrimiento y la sumisión… Pero Jesús, aún colgado en la cruz, no se retracta ni se arrepiente de nada. Es más, desde la cruz Jesús sigue obedeciendo al Dios de la vida y de la libertad, al Dios profundamente enamorado de los que no tienen a nadie que les quiera.

Caravaggio, expulsión de los mercaderes del templo
Caravaggio, expulsión de los mercaderes del templo

No cabe duda de que si no lo hubiéramos momificado y encerrado en el sarcófago del poder y de la divinidad, ese mismo Jesús seguiría hoy interpelándonos y provocándonos. Pero al seguir enterrándolo bajo oropeles y palios tan lejanos a lo que él fue en realidad, lo reducimos a una entidad casi mítica que solo puede interesar a personas esotéricas, supersticiosas y nostálgicas del pasado.

Después del terrible trauma sufrido tras la muerte de Jesús, sus discípulos empezaron a reivindicarlo con sorprendente coraje. Clamaban que Jesús era inocente de todo cuanto lo habían acusado. Para ellos, nadie había sido más hombre de Dios que ese Jesús. Había sido vilmente clavado en la cruz de los esclavos por gente de su pueblo. Y al principio les costó mucho aceptar que Dios les hablara a través de aquel hombre tan humillado. Después, descubrieron que a ese pobre inocente, muerto como un esclavo, Dios – al resucitarlo- lo hizo Señor y el único camino de la verdad y de la vida.

A partir de ahí la máquina se embaló. Todo lo que había de bello, grande, prestigioso y glorioso fue atribuido a Jesús, quien se convirtió con toda razón en héroe, estrella e icono supremo. No hubo títulos, ni palabras suficientes para expresar todo lo que Jesús había llegado a ser. Los escritos del Nuevo Testamento y de los primeros pensadores cristianos están empedrados de maravillosos títulos cristológicos. Pero lo habían pintado tan arriba en el cielo y tan lleno de la deslumbrante luz divina, que nosotros casi no somos capaces de ver a Jesús en los caminos polvorientos de Galilea, en medio de los mendigos, de los apestados y de las moscas, en la lucha por hacer presente el sueño de Dios para este mundo.

Olvidaron, en una palabra, que el Resucitado es el mismo judío marginal que fue crucificado. Y le construimos espléndidas basílicas, catedrales, estandartes, tronos majestuosos y custodias repujadas de ricos metales y piedras preciosas. Nos legaron que, para estar seguros de encontrarlo, había que dejar el mundo polvoriento y hostil, las críticas a la injusticia establecida, la lucha por la trasformación de la sociedad, e introducirse en las evasivas ceremonias y procesiones nunca suficientemente espléndidas para agasajar a tan altísimo Señor.

Y el humilde obrero de Nazaret se encuentra aplastado bajo tanta ostentación. Tan oculto con tanto esplendor que se nos hace muy difícil llegar a reconocerlo. Termino con una luminosa frase del teólogo holandés Erik Borgman que resume todo mi pensamiento: “Si el Salvador y el Hijo de Dios que la Iglesia confiesa no tuviera nada que ver con el Jesús que anduvo sobre la tierra, junto a los empobrecidos y marginados, el cristianismo no pasaría de ser un “mito” ahistórico que ha perdido su significado específico y crítico”. Ojalá en esta Semana Santa del 2019 seamos capaces de desenterrar y seguir más de cerca al obrero de Nazaret.

Hay recuerdos que son olvidos.
Si recordamos lo que hizo Jesús,
¿por qué olvidamos
lo que tenemos que hacer?

Jesús y la samaritana. Angelika Kauffmann

https://www.religiondigital.org/opinion/lectura-Semana-Santa-religion-iglesia-dios-jesus-papa-francisco-fe-pobreza-israel-trinidad-

ACTUALIDAD DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN: Luis Carlos Bernal.


Comencemos por hacer una pregunta que se oye con frecuencia: ¿Qué queda hoy de la teología de la liberación? No se trató de una veleidad, ¿de una moda más que ya se desvaneció?

No lo creemos. Por el contrario, queremos afirmar que queda todo, es decir, que la teología por su naturaleza debe ser liberadora. Algo diferente es que todavía requiera un mayor desarrollo, que haya que evitar escollos en los cuales se ha caído, que el Magisterio eclesiástico debe acoger y desarrollar su intuición fundamental: la liberación personal y social de los pueblos, que la Iglesia, comunidad de hermanos, debe ser pobre y misericordiosa o que no representa la Iglesia de Jesús.

Es cierto que queda mucho trabajo por hacer pero siempre de la mano de esa gran intuición nacida del Evangelio: que los pobres son los preferidos de Dios.

Es bueno recordar que si muchos piensan que la teología de la liberación ya murió, es porque ha tenido que pasar todo tipo de pruebas. Ha debido sufrir un desconocimiento generalizado, presentaciones inadecuadas, la tergiversación de no pocos, el castigo y la descalificación de las autoridades eclesiásticas: Pablo VI… Juan Pablo II… Benedicto XVI…La Congregación para la doctrina de la fe, en fin, la involución de la Iglesia en el nombramiento de la Jerarquía, en la formación de los seminarios; la desautorización, censura y aun condena de brillantes intelectuales a la vez que abnegados pastores comprometidos en las luchas populares. Todo ello ha llevado a la institucionalidad eclesiástica a cerrar filas en una visión extremadamente conservadora que todavía hoy estamos padeciendo. Consecuencia de todo ello, esa larga hibernación que ha tenido que sufrir la teología de la liberación.

Después de estas breves pinceladas, queremos detenernos en dos puntos que explican y fundamentan el valor perene de la teología de la liberación.

En el primero queremos llamar la atención sobre algunos elementos que explican la validez de la teología de la liberación. En el segundo navegaremos mar adentro hasta encontrar el ancla inamovible que fundamenta la teología de la liberación: Jesucristo, el Mesías, el liberador.

1 – VALIDEZ DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN.

Algunas reflexiones generales nos permiten comprender la validez de la teología de la liberación.

  1. Conocimiento y epistemología.

Mientras los teólogos europeos y en general la teología tradicional explican y desarrollan conceptos teológicos de sentido, es decir, se preocupan por un interés eminentemente doctrinal sin que analicen su operatividad social, ni su significación transformadora de la realidad, la teología de la liberación, a partir de una actividad pastoral comprometida en el seguimiento de Jesús, dirige su interés y sus esfuerzos a la transformación de la realidad.

Para Ignacio Ellacuría, por ejemplo, la estructura formal de la inteligencia no es solamente de comprensión del ser o captación de sentido, sino la de aprehender la realidad y la de enfrentarse con ella. Este enfrentarse con la realidad, según dice Ellacuría, tiene una triple dimensión: el hacerse cargo de la realidad, el cargar con la realidad y el encargarse de la realidad. Aunque pueda parecer un simple juego de palabras, la verdad es que en la formulación de Ellacuría hay más meollo del que parece. Creo yo que el primer paso: el hacerse cargo de la realidad, puede recubrir lo que tradicionalmente ha sido el concepto de conocimiento, a saber, una operación intelectual de interpretación o captación de sentido a nivel conceptual. Los dos pasos ulteriores: el cargar con la realidad que vendría a indicar el fundamental carácter ético de la inteligencia y el encargarse de la realidad, que indicaría el carácter práxico y comprometido de la misma, son aspectos que hasta ahora, es decir, hasta la revolución epistemológica propiciada por el marxismo, no habían sido tenidos en cuenta.

He aquí, pues, un punto en donde la teología de la liberación, precisamente por partir de estos presupuestos últimos, va mucho más lejos que la teología clásica, fundamentada sobre el concepto escolástico de conocimiento, que no es otro que la “adaecuatio rei et intellectus” (adecuación de la mente al objeto).  No solamente va más lejos sino que su “concreticidad” práctica del materialismo histórico permite develar lo que La  teología tradicional hasta ahora ha pasado por alto, a saber, su compromiso con un estado de cosas que sólo ha tenido que conocer, ha tenido que leer, interpretar pero no propiamente transformar. El que esto último se hiciera sería algo de supererogación, tarea que estaría más allá del clásico conocimiento        teológico.

  1. Utilización de las ciencias sociales.

En un ambiente de cristiandad como el de la Edad Media, donde lo temporal, aún el poder político estaba orientado y aun subordinado al poder religioso, donde la teología, precisamente por ser “scientia Dei” (la ciencia sobre Dios) era considerada como la reina de las ciencias, era lógico que la teología, en asocio de la filosofía “ancilla theologiae” (servidora de la teología) creyera bastarse a sí misma. Es así como a partir de este “status” de la teología, ésta era considerada como una ciencia de realidades y proposiciones dadas, extrínsecas a la historia misma del hombre. Lo que hasta ayer, la Edad Media, podía parecer válido, hoy es inaceptable.

De ahora en adelante, según el propósito de la teología de la liberación, no se tratará principalmente de interpretar el mundo, de darle sentido y coherencia al lenguaje sobre Dios, cuanto de transformar el mundo, de posibilitar la implantación histórica del Reino de los cielos. En otras palabras, al ocuparse la teología de la liberación también de la realidad concreta y material y no de sus conceptos hay que referirse forzosamente a las ciencias sociales ya que éstas son las mediaciones imprescindibles para poder llegar a ella.

Las ciencias, pues, se constituyen en la posibilidad real de una elaboración teológica, al mismo tiempo que el test de su validez.

En último término, si además de la utilización de las ciencias sociales para analizar, comprender, proponer, ejecutar actividades a fin de cambiar la realidad, y esto se posibilita mediante las ciencias sociales, contamos con la sensibilidad propia y esperanzadora que pone a nuestra disposición el Evangelio en orden a leer en profundidad los “signos de los tiempos”, nos encontramos especialmente dispuestos para trabajar eficazmente por el Reino de los cielos.

  1. Metodología de la teología de la liberación.

La metodología es quizá la característica  más específica y que mejor diferencia la teología de la liberación de la teología tradicional. Mientras en la teología tradicional se ha seguido el método escolástico, eminentemente racional: formulación de una tesis, exposición de adversarios, pruebas bíblicas, razones teológicas y finalmente, anotaciones o consecuencias (“scholion”); la teología de la liberación estará orientada a transformar una realidad de opresión y de muerte, siempre a la luz del Evangelio, pues se trata de una praxis iluminada por la fe.

El método de trabajo de la teología de la liberación ha sido descrito de diferentes maneras pero siempre teniendo en cuenta  lo que podríamos llamar  tres momentos de ejecución: ver – juzgar – actuar. Otros como por ejemplo L. Boff, haciendo referencia a la Gaudium et Spes y en general a los documentos de Medellín 1968, prefieren formular dicha metodología como: análisis de la realidad – reflexión teológica – pistas de acción pastoral.

Por mi parte, teniendo presente la validez de estas dos formulaciones, yo describiría la metodología como un proceso teológico en el que la reflexión y la praxis están estrechamente implicadas: la reflexión nacerá a partir de la práctica y a su vez ésta estará orientada y alimentada por una acuiciosa reflexión evangélica. Así las cosas, la teología dejara de ser una ciencia específicamente conceptual y teórica para convertirse en algo mucho más amplio y totalizante: será el caminar práctico-teórico emprendido para responder a la acción del Señor y madurar en la fe.

Es así como la teología es consciente de que lo primero es comenzar a caminar, a hacer camino, a “teologar” en el sentido evangélico de “hacer la verdad” para luego reflexionar sobre el camino que se ha recorrido. En otras palabras, primero se da un “teologar” es decir, un ejercicio completo en sus dos tiempos complementarios y dialécticos, a saber, práctica-teoría y teoría-práctica para luego volver sobre dicho “teologar” y así poder sistematizar la metodología con miras a prestar alguna ayuda a otros que transiten un camino semejante. La reflexión teológica, es decir la teología de la liberación termina siendo un momento segundo complementario a la praxis

1.4 – Relación teología – política

En el ejercicio mismo de su reflexión, la teología tradicional se ha creído colocada fuera de la división de clases y extraña a toda lucha entre ellas. Siempre ha proclamado que la Iglesia y su acción pastoral están por encima de tales divisiones; más aún, no ha cesado de repetir que ella es ajena a toda ideología: que sólo el Evangelio es su norma de vida. En su práctica histórica las cosas no siempre han sido así.

También se suele aducir para defender la apoliticidad de la teología el carácter específico del Evangelio: tanto éste como la vida misma de Jesús, – se afirma – tienen un sentido estrictamente religioso.

Quienes argumentan en esta forma son simplemente ciegos o no quieren ver la dimensión política que impregna y determina la vida de Jesús. Si hay algo claro en el Evangelio es esa oposición permanente, dolosa, refinada, a muerte que está presente desde la persecución del Rey Herodes hasta la muerte en cruz decretada por el Gobernador romano Poncio Pilatos. Y a lo largo de toda su vida Jesús está del lado de los pobres y de los que no alcanzan Justicia.

El teólogo de la liberación que no puede ser otro que alguien que se encuentra comprometido en medio de la lucha social que se libra, ya ha hecho una opción clara y definitiva: poner sus capacidades intelectuales y entregar sus esfuerzos a favor del pueblo. Su opción es por el pobre y el oprimido y en esta lucha que es real  en nuestras sociedades, no puede haber claudicaciones.

Ante esta situación, el teólogo de la liberación ha comprendido que su compromiso evangélico, para que sea evangélico, tiene una nueva dimensión: tiene que ser político. Si la raíz de  la miseria del pueblo está en un sistema político, el capitalismo, al menos este tipo de capitalismo, sólo mediante una opción política diferente podrá hacer efectiva su decisión de trabajar por la liberación del pobre. El habrá comprendido que, en América Latina, la fe tiene una dimensión política.

2 – FUNDAMENTO  DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN.

El hecho Jesucristo, Hijo de Dios, es un misterio que sólo por la fe lo podemos conocer y aceptar.   Este misterio, sin embargo, desde el punto de vista espacio- temporal y humano cuenta con elementos y precisiones históricas  que son imposibles de negar. Ya se intentó negarlas cuando en el siglo primero de la era cristiana surgió el Docetismo, herejía que pretendía desconocer que Jesucristo hubiera sido verdadero hombre. Hoy en  día es universalmente aceptada la existencia histórica de Jesús de Nazareth. Más aún, a través de los primeros escritos del cristianismo: Evangelios, Hechos de los Apóstoles, Cartas Apostólicas, etc. Podemos conocer con detalles concretos, aun teniendo en cuenta los diferentes géneros literarios de dichos escritos, los valores expresados, las motivaciones profundas, las intenciones últimas del paso de Jesús por este mundo. Es decir, en último término, se trata de un hecho histórico,  universalmente confesado, que ha partido la historia de la humanidad en dos: antes y después de Cristo.

Si para los cristianos Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, si El es el  maestro, si sólo El conoce al Padre (Dios) y ratifica sus enseñanzas con su propia vida y muerte, bien podemos aceptar su seguimiento como un hecho razonable y digno de atención.

Ahora bien, aunque todos los hechos y situaciones de la vida de Jesús de Nazareth son salvíficos hay una expresión que traduce y sintetiza la esencia de su mensaje-realidad: QUE EL REINO DE DIOS YA ESTA PRESENTE.

Abramos el Evangelio de Lucas y reflexiones brevemente sobre los diferentes episodios que nos describe el evangelista antes de entregarnos esta BUENA NOTICIA que es el objetivo último de su mensaje y el motor generador de la familia humana.

La primera alusión que hace Lucas sobre el Jesús adolescente, en el capítulo segundo versículo 41ss., es una escena en la cual Jesús está rodeado por los Maestros de la Ley. Ante las palabras de su madre que lo había estado buscando afanosamente “Hijo, ¿por qué te has portado así? Tu padre y yo te buscábamos muy preocupados…” su  respuesta va al corazón de su misión: afirma que está ocupado trabajando en las cosas de su Padre.

En un segundo episodio, cap. 3, el autor sagrado nos presenta a Juan Bautista preparando la llegada del Mesías, larga y ansiosamente esperado: “Juan empezó a predicar su bautismo… diciéndoles que cambiaran su manera de vivir para que se les perdonaran sus pecados”. La muchedumbre lo acosa con preguntas: “la gente le preguntaba: Qué debemos hacer… también  los cobradores de impuestos… también algunos soldados…” y, en resumen, aunque con otras palabras y más ampliamente, él les contestó: vivan honestamente y compartan lo que tienen.

Ante la pregunta que se hacía la  gente si Juan  no sería el Cristo largamente esperado? El Bautista se empequeñece para dar paso a alguien más poderoso… “del cual no soy digno de soltar los cordones de sus zapatos”. Mientras Juan bautiza con agua El, Jesús, bautizará con fuego y el Espíritu Santo!

A Pesar de la grandeza del profeta, de su acogida por la muchedumbre, es él mismo quien confiesa la inmensa superioridad de Jesús, el Mesías esperado.

Inmediatamente después, cap.  3 vers. 21 ss., Lucas nos presenta un tercer episodio, el bautismo de Jesús. En este caso el propósito de Lucas no es otro que mostrarnos a Jesús como el Hijo de Dios, como el elegido y el amado del Padre. Ahora cuando va a dar comienzo a su obra de trabajo por el Reino, Lucas lo exalta como el hijo escogido, el amado, que tiene toda la autoridad de su Padre, Dios.

Lo presenta orando, en profunda unión con su Padre, mientras el Espíritu Santo desciende sobre El :”mientras estaba orando, se abrieron los cielos; el Espíritu Santo bajo sobre él y se manifestó exteriormente con una aparición como de paloma. Y del cielo llegó una voz: Tu eres mi hijo, el amado; tu eres mi elegido”. El Padre mismo, Dios, da testimonio incondicional sobre  su propio Hijo, Jesús.

Pero llega también un cuarto episodio, que podríamos calificar como la respuesta de Jesús a esa unción recibida de parte de su Padre. Jesús se retira al desierto para mediante la oración y el ayuno, profundizar la identificación con su Padre.

Las tentaciones que aparecen en el Evangelio, Lucas 4, no expresan otra cosa que el rechazo de todo aquello que pueda separarnos de Dios. Jesús se retira al desierto, se entrega a la oración y a la penitencia como preparación inmediata a la promulgación de la misión que su Padre le ha encomendado.           

                                                        Cual es esa Misión?

“Vino (Jesús) a Nazareth donde se había criado  y, según su costumbre,

Entró en la sinagoga el día sábado, y se levantó para hacer la lectura.

Le entregaron el libro del Profeta Isaías, y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:

El Espíritu del Señor sobre mí,

porque me ha ungido.

Me ha enviado a anunciar a los pobres

La Buena Nueva

A proclamar la liberación a los cautivos

 Y la vista a los ciegos,

 para dar la libertad a los oprimidos

y proclamar un año de gracia del Señor.

Enrollando el volumen lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: “Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.” Lc.4, 16-21

Esos cuatro episodios primeros que hemos recordado son como la obertura solemne a esa gran ópera que es la proclamación inaugural que hace Jesús de su Misión sobre la tierra que no es otra que el establecimiento del Reino de los Cielos.

Este no es un texto más del Evangelio. Es la puerta de entrada a la vida pública de Jesús. Se sirve de un texto del más grande de los profetas de Israel, Isaías, para definir el objetivo de su paso por       este mundo: colaborar en el establecimiento del Reino de los cielos. Y El mismo define en qué consiste el establecimiento del Reino de los Cielos:

                                          anunciar la Buena Noticia a los pobres…

                                          proclamar la liberación a los cautivos…

                                          dar la libertad a los oprimidos…

                                          y proclamar un año de gracia del Señor

Y esto que proclamó Jesús en palabras de Isaías fue lo que El realizó a lo largo de su ministerio público. Veámoslo en una breve síntesis

La enfermedad es una situación que mantiene al ser humano en condición de incapacidad para realizar todo aquello que en condiciones normales podría y estaría llamado a realizar. Está disminuido, está preso de esa anormalidad.  Es el caso de los ciegos, de los cojos, del paralítico, de la mujer encorvada o de la que tiene flujo de sangre… personas que ansían ser liberados de esa condición que los tiene prisioneros.  

Otros muchos,  dadas sus obras y el parecer de los demás, son presos social cultural y espiritualmente. Es el caso de los pecadores, publicanos, personajes como Zaqueo,  la Magdalena, la mujer adúltera a quienes Jesús liberó de su pecado, “tampoco yo te condeno”.

Caso especial es el de los endemoniados, el de Cafarnaún, el de Gerasa, el epiléptico… casos que nos sitúan en el corazón mismo de la misión de Jesús: la lucha radical contra las fuerzas del mal hacia la plena liberación-realización del hombre que no es otro que el Reino de Dios. “ Pero si yo expulso los demonios es que ha llegado el Reino de Dios a vosotros” .

Ese múltiple y variado proceso de liberación llega al máximo en este mundo espacio temporal cuando Jesús rescata de la muerte al hijo de la viuda de Naím  Lc. 7, 11 o  a la hija de Jairo  Lc. 8,49  o a su entrañable amigo  Lázaro Jo. 11.  Es el poder de su misericordia infinita y de su capacidad humana de conmoverse  ante las necesidades de los demás que lo llevan a liberarlos del poder de la muerte y a sus parientes y amigos del dolor que están padeciendo.

En conclusión, la vida y obra de Jesucristo se puede sintetizar en la  fecundidad siempre renovada de un proceso de liberación.

Su doctrina, la que El nos entregó para nuestra plena realización, va surgiendo  desde la humildad hacia la grandeza, desde la honestidad y la verdad hacia la perseverancia y el heroísmo, desde la humanidad hacia la divinidad.

Su actuación a lo largo de toda su vida fue un ininterrumpido proceso de liberación de todo aquello que nos impide ser cada vez más humanos. Por algo nos dice Pedro “ vosotros sabéis…  cómo Dios a Jesús de Nazareth le ungió con el Espíritu Santo y con poder y cómo El pasó  haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Hech. 10, 37-38

Liberación es pues el concepto que mejor sintetiza la vida de Jesús. Cuando los enviados de Juan Bautista le preguntan “¿Eres tú el que ha de venir (el Mesías) o debemos esperar a otro? Jesús no responde con palabras sino con obras “Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia la Buena Nueva a los pobres; ¡Y dichoso aquel que no se escandalice de mi!” Lc. 7, 21ss.

Liberación será aquella acción o aquella realidad que desate, que destruya todo aquello que impida caminar hacia el estado perfecto de la realización humana:  hombres y mujeres plenamente humanos. Es decir, el Reino de los cielos será la realización de la humanidad: el estado de perfección en que todo ser es y se comporta como plenamente humano. La humanidad en estado actuante de imagen y semejanza de su Padre Dios.

Remitido al e-mail

The Truth-Teller: de los papeles del Pentágono a la máquina Doomsday


Daniel Ellsberg, activista por la paz y denunciante de la guerra de Vietnam discute con el miembro principal de Tellus, Allen White, la continua amenaza existencial planteada por el complejo militar-industrial, y lo que debe hacerse al respecto.

21 de abril de 2019 Daniel Ellsberg / Allen White  LA GRAN TRANSICIÓNIMPRESORA AMIGABLE 

Daniel Ellsberg,

Te convertiste en una figura fundamental en el movimiento contra la guerra de Vietnam cuando lanzaste Pentagon Papers, un gran lote de documentos clasificados que revelaban un cuarto de siglo de engaño y agresión oficial. ¿Qué te inspiró a tomar una acción tan arriesgada?

Después de graduarme en Harvard con un título en economía y completar mi servicio en la Infantería de Marina de los Estados Unidos, trabajé como analista militar en la Corporación RAND. En 1961, en ese rol, fui a Vietnam como parte de un grupo de trabajo del Departamento de Defensa y vi que nuestras perspectivas allí eran extremadamente escasas. Me quedó claro que la intervención militar era una propuesta perdedora.

Tres años después, me mudé de RAND al Departamento de Defensa. En mi primer día, fui asignado a un equipo encargado de idear una respuesta al supuesto ataque al buque de guerra naval estadounidense  USS Maddox  en el Golfo de Tonkin por parte de los norvietnamitas. Este incidente completamente fabricado se convirtió en la excusa para bombardear Vietnam del Norte, que los Jefes de Estado Mayor Conjunto (JCS) y el Secretario de Defensa Robert McNamara habían querido hacer durante algunos meses.

Esa noche, vi al presidente Lyndon Johnson y mi jefe, el secretario McNamara, a sabiendas, mentir al público que Vietnam del Norte sin provocación había atacado el barco de los Estados Unidos. De hecho, los Estados Unidos habían atacado secretamente a Vietnam del Norte la noche anterior y en las noches anteriores. La afirmación de Johnson y McNamara de que Estados Unidos no buscó ampliar la guerra fue exactamente lo contrario de la realidad. En resumen, la crisis del Golfo de Tonkin se basaba en mentiras. Todavía no me movieron para dejar el gobierno, aunque había llegado a ver la acción militar de los EE. UU. Como ineficaz, ilegítima y mortal, sin razones ni final del juego.

Para 1969, a medida que avanzaba la guerra bajo Richard Nixon, vi tal maldad en el engaño del gobierno que me pregunté: «¿Qué puedo hacer para acortar una guerra que sé que desde el punto de vista de una persona con información privilegiada va a continuar y expandirse?» Los Papeles del Pentágono se lanzaron en 1971, el alcance de las mentiras del gobierno sorprendió al público. Los crímenes de represalia que Nixon cometió contra mí por temor a que expusiera sus propias amenazas, incluidas las amenazas nucleares, en última instancia ayudaron a derribarlo y acortar la guerra de Vietnam. Este resultado parecía imposible después de su reelección en 1972.

Hoy en día, revelaciones similares no causan igual impacto porque en la administración actual en Washington, mentir es una rutina y no una excepción. Si nos dirigimos a un punto de inflexión para llevar a los mentirosos ante la justicia, quedará claro cuando concluyan las investigaciones del gobierno del presidente Donald Trump.

Desde entonces, usted ha criticado las intervenciones militares de los EE. UU. Y la continua adopción de armas nucleares, un problema con el que tuvo familiaridad de primera mano a través de su trabajo en RAND y el Pentágono. ¿Cómo contribuyó su experiencia con la política nuclear a su desilusión con la política exterior de los Estados Unidos?

En RAND, las presuposiciones de la Guerra Fría dominaron todo nuestro trabajo. Estábamos seguros de que EE. UU. Estaba atrasado en la carrera de armamentos y que la Unión Soviética, en pos de la dominación mundial, explotaría su liderazgo al lograr una capacidad para desarmar a los Estados Unidos por completo de su fuerza de represalia nuclear. Estábamos convencidos de que nos enfrentábamos a un Hitler con armas nucleares.

Sin embargo, en 1961, me enteré de una nueva estimación altamente clasificada de armas soviéticas: cuatro misiles balísticos intercontinentales (ICBM). En ese momento, los Estados Unidos tenían cuarenta ICBM, así como miles de misiles balísticos de alcance intermedio en Italia, Gran Bretaña y Turquía (en comparación con el total de cero de la Unión Soviética). El general Thomas Power, jefe del Comando Aéreo Estratégico (SAC), creía que los rusos tenían 1000 ICBM. Estaba equivocado por un factor de 250. Esta creencia errónea y temprana me indicó que algo estaba muy mal con nuestra percepción del mundo y, más específicamente, con cómo percibíamos la amenaza que representa la nación vista como nuestro adversario más formidable.

En ese momento, consideré la errónea «brecha de misiles» como un malentendido o error cognitivo de algún tipo. Pero, de hecho, fue un gran error motivado, motivado en particular por los deseos de la Fuerza Aérea y el SAC para justificar sus solicitudes de presupuesto por enormes aumentos en el número de bombarderos y misiles estadounidenses. Pero, ¿por qué en RAND aceptamos acríticamente las estimaciones de la Inteligencia de la Fuerza Aérea, infladas de manera salvaje, en lugar de las estimaciones contrarias de la Inteligencia de la Armada y la Armada de que los soviéticos habían producido solo «unos pocos» ICBM? De nuevo, un error motivado. A través del autoengaño, nos consideramos como pensadores independientes enfocados exclusivamente en la seguridad nacional, asumiendo que nuestro papel como contratistas en la nómina de la Fuerza Aérea no tuvo influencia en nuestro análisis.

En retrospectiva, está claro que nuestro enfoque y nuestras recomendaciones habrían sido muy diferentes si hubiéramos estado trabajando para la Armada. Como Upton Sinclair dijo: «Es difícil lograr que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo comprenda». Para nosotros era muy importante no entender que nuestro trabajo sirvió sobre todo para justificar las exageradas demandas presupuestarias de la fuerza Aérea.

Mi desconfianza en la sabiduría de los planificadores del Pentágono también se despertó por las estimaciones de JCS de la cantidad de muertos resultantes del despliegue de nuestras armas nucleares. Escuché que el JCS evitó calcular esta cifra porque no querían saber a cuántas personas matarían. Para confrontarlos, redacté una pregunta que apareció en una carta del Diputado de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert Komer, transmitida en nombre del Presidente Kennedy: «Si sus planes de guerra se llevaron a cabo tal como fueron escritos y tuvieron éxito, ¿cuántas personas ¿Serían asesinados en la Unión Soviética y en China?

En una semana, tuve en mi mano un documento secreto para los ojos del presidente con un estimado de 325 millones de muertes en los primeros seis meses. Una semana más tarde, una segunda comunicación agregó un estimado de 100 millones de muertes en Europa del Este y otros 100 millones en nuestras naciones aliadas de Europa Occidental, dependiendo de los patrones de viento después de la huelga. Las muertes adicionales en Japón, India, Afganistán y otros países llevaron el total a 600 millones.

Que los asesinatos de esta magnitud, 100 veces el número de víctimas judías del Holocausto, fueron contemplados voluntariamente por nuestros militares trascendiendo las nociones prevalecientes de crímenes de lesa humanidad. No tuvimos palabras, de hecho, no hay palabras, para semejante devastación. Estos datos me enfrentaron no solo con la pregunta de con quién trabajaba y para quién, sino también con la pregunta fundamental de cómo era posible esa depravación humana.

Su libro reciente,  The Doomsday Machine , describe “un sistema muy costoso de hombres, máquinas, electrónica, comunicaciones, instituciones, planes, entrenamiento, disciplina, prácticas y doctrina diseñado para destruir la Unión Soviética en diversas circunstancias, con la mayoría del resto de La humanidad como daño colateral ”. ¿Cómo surgió este sistema?

La Segunda Guerra Mundial creó un sector aeroespacial altamente rentable en el que los militares de EE. UU. Se basaron para el bombardeo estratégico de ciudades, estableciendo así el escenario para la idea de los bombarderos como un mecanismo de entrega de armas nucleares. A medida que las órdenes declinaban precipitadamente al final de la guerra, la industria estaba en una situación financiera desesperada, enfrentándose a la bancarrota en un año o dos. Acostumbrados a las ganancias garantizadas de los años de guerra, se encontraron incapaces de competir con corporaciones con experiencia en la construcción de productos no militares para el mercado, y la demanda de aviones civiles por parte de las aerolíneas comerciales era insuficiente para reemplazar el negocio militar en tiempos de guerra.

La Fuerza Aérea se preocupó de que la industria no podría sobrevivir en una escala adecuada para ofrecer superioridad militar en conflictos futuros. A los ojos del gobierno, y de los cabilderos de la industria, la única solución era una gran Fuerza Aérea (Guerra Fría) en tiempos de paz con ventas a nivel de guerra para mantener a la industria a flote.

Así surgió el complejo militar-industrial. La movilización para enfrentar a un enemigo externo similar a Hitler, un papel desempeñado por la Unión Soviética, se consideró indispensable para la seguridad nacional. Siguió la planificación militar del gobierno, esencialmente el socialismo para toda la industria de armamentos, que incluye, entre otros, la producción de aviones. Con el beneficio de la retrospectiva, ahora veo a la Guerra Fría como, en parte, una campaña de marketing para los subsidios continuos y masivos a la industria aeroespacial. Eso es lo que se convirtió después de la guerra, y eso es lo que estamos viendo hoy de nuevo. El análogo contemporáneo es la idea de China como un enemigo existencial, lo cual, creo, es el sueño y la expectativa del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

La amenaza de conflicto nuclear persiste como una amenaza existencial a corto plazo, pero aún permanece silenciada en el discurso político y en gran medida ausente en la conciencia pública. ¿Cómo explicas esta evidente inconsistencia?

Los medios contemporáneos de los Estados Unidos se centran en las contradicciones y los conflictos entre los dos partidos principales. Sobre el tema de las armas nucleares, existe poca diferencia entre ellas. Apoyan los mismos programas y ambos reciben donaciones de Boeing, General Dynamics y Raytheon, entre otros. Ambos favorecen más aeronaves de las que solicita el Pentágono, una situación sorprendente dado el nivel de gasto existente. En este momento, el F35, el proyecto militar más grande en la historia, puede terminar costando $ 1.5 billones (una suma increíble incluso para los estándares históricos de gasto del Pentágono), pero aún no puede lograr el desempeño prometido. Este tipo de programa masivo de carne de cerdo es utilizado por los senadores y representantes para obtener una ventaja política, un programa de «empleos» que a menudo es un eufemismo para un programa de «ganancias».

Las armas nucleares y el cambio climático son dos amenazas planetarias por excelencia que requieren una respuesta global coordinada. ¿Ve potencial de alineación y cooperación entre el movimiento antinuclear y el movimiento por la justicia climática?

Nosotros, como sociedad, somos conscientes del riesgo de los impactos devastadores que podrían surgir de la alteración del clima. En contraste con la ausencia del discurso público sobre el conflicto nuclear desde el final de la Guerra Fría, el clima ha sido un tema de intenso debate público. Aunque el peligro de la amenaza nuclear no ha disminuido, el programa de modernización nuclear propuesto por $ 1.7 billones en los Estados Unidos no es un tema de debate serio.

Es difícil comparar el clima y las amenazas nucleares. La catástrofe climática hacia la cual nos estamos moviendo, aunque incierta en términos de tiempo y resultados, es indiscutible. Hemos sobrevivido al peligro nuclear durante setenta años, aunque nos hemos acercado al conflicto con más frecuencia de lo que el público se da cuenta. No me refiero solo a la crisis de los misiles cubanos; en 1983, por ejemplo, también estábamos al borde de un intercambio nuclear, y ha habido otros casos. El riesgo de conflagración sigue siendo continuo y potencialmente catastrófico.

Es cierto que el cambio climático puede alterar totalmente la civilización como la conocemos, pero ¿cuántas vidas costaría? Cualquiera que sea el número, probablemente sobrevivirá alguna forma de civilización. Por el contrario, un invierno nuclear, que tiene una posibilidad distinta de cero, podría ocasionar una extinción cercana.

Dicho esto, tanto las amenazas climáticas como las nucleares son de naturaleza existencial, aun cuando el grado y el tipo de destrucción difieran. Y ambos comparten otra característica crítica: el papel de los intereses corporativos y la influencia para sostener la amenaza. Mientras hablamos, un campo de nieve ártico prístino está bajo amenaza de perforación petrolera. ¿Exxon y las otras corporaciones se contentarán con dejar sus reservas de petróleo conocidas en el terreno, según sea necesario? Creo que eso es tan improbable como que Boeing evite los contratos militares.

A la cuestión de la alineación de los movimientos nucleares y climáticos, en mi opinión, no podemos abordar el problema climático, global o nacional, sin un gasto gubernamental masivo para acelerar la producción y reducir el costo de las energías renovables, y así acelerar la transición desde Una economía de combustibles fósiles a una energía renovable. Esto también requerirá subsidios a los países subdesarrollados para facilitar sus transiciones. En resumen, necesitamos un nuevo Plan Marshall de gran tamaño combinado con la regulación gubernamental para restringir los impulsos más dañinos de la economía de mercado basada en fósiles adoptada por Reagan, Thatcher y otros fundamentalistas del mercado. Necesitamos una movilización nacional similar a la lograda durante la Segunda Guerra Mundial. Entonces confrontamos a Hitler como una amenaza de civilización. La interrupción del clima exige una respuesta equivalente.

Y aquí es donde el nexo climático-nuclear entra de nuevo en juego. No podemos permitirnos el desarrollo derrochador y peligroso de nuevas armas nucleares que «modernizan» la Máquina del Día del Juicio Final al mismo tiempo que necesitamos aplicar grandes sumas para reducir la amenaza de la interrupción del clima. Ante la inminente catástrofe climática, el presupuesto militar de más de $ 700 millones es insostenible e irresponsable. Debemos convertir la economía militar en una economía climática. No podemos tener ambos. Para hacerlo, debemos reconocer que los riesgos planteados por el complejo militar-industrial superan con creces los planteados por Rusia.

La Gran Transición prevé un cambio fundamental en los valores y las normas sociales. ¿Hasta qué punto la eliminación de la amenaza nuclear depende en última instancia de tal cambio?

Pocos no estarían de acuerdo en que activar planes para el despliegue de armas nucleares que conduzcan a un invierno nuclear, y por lo tanto matar a casi todos en la Tierra, es inmoral en un grado que las palabras no pueden transmitir. Es un crimen que trasciende cualquier concepción o lenguaje humano. Pero ¿qué pasa con la amenaza de despliegue? Para muchos, propagar la amenaza de un acto inmoral es en sí mismo inmoral. Pero en la era nuclear, los estados nucleares no han aceptado eso como una norma. Toda nuestra postura nuclear, y la de nuestros aliados de la OTAN, se basa en la disuasión de una guerra nuclear y, si ocurre, responde con nuestro arsenal nuclear.

Revisar esta norma es muy difícil. Está profundamente arraigado en la mentalidad de EE. UU., Rusia y otros estados con armas nucleares y está reforzado por los intereses de corporaciones poderosas. Cuando Reagan y Gorbachov acordaron que la guerra nuclear no se puede ganar y no se debe pelear, no dijeron que no se puede amenazar o arriesgar. Ambas naciones continuaron tales preparativos y lo hacen hasta el día de hoy. Nos han enseñado que las armas nucleares son un mal necesario. Sin un cambio en las normas y valores, esta situación no cambiará.

La Gran Transición describe un futuro esperanzador enraizado en la solidaridad, el bienestar y la resiliencia ecológica. Dados los escenarios distópicos que describe en The Doomsday Machine y en su otro trabajo, ¿dónde ve la base para la esperanza?

Mi intención al abordar la amenaza de la aniquilación nuclear es que al menos abrirá la posibilidad de cambio. Si bien ese cambio en los valores y las normas sería casi milagroso, los milagros pueden suceder y han sucedido en mi vida. En 1985, la caída del muro de Berlín apenas cuatro años después habría parecido improbable, si no imposible, dadas las décadas de tensiones nucleares y casi conflictos. Pero entonces sucedió. Y Nelson Mandela, que llegó al poder en Sudáfrica, sin una revolución violenta, fue imposible. Pero sucedió.

Por lo tanto, pueden suceder cambios impredecibles como estos, y su posibilidad me inspira a comprometerme a continuar mis actividades de paz en contra de las dificultades. Mi actividad se basa en la creencia de que se pueden ampliar las pequeñas probabilidades y que, aunque sea un éxito remoto, vale la pena buscarlo porque hay mucho en juego.

Mi experiencia con los Documentos del Pentágono mostró que un acto de decir la verdad, de exponer las realidades sobre las cuales el público había sido engañado, puede de hecho ayudar a poner fin a un conflicto innecesario y mortal. Este ejemplo es una lección aplicable tanto a las crisis nucleares como a las climáticas que enfrentamos. Cuando todo está en juego, vale la pena arriesgar la vida o el sacrificio de la libertad para ayudar a lograr un cambio radical.


Daniel Ellsberg  es un escritor, activista por la paz, ex analista militar y denunciante conocido por su publicación de Pentagon Papers en 1971. Es autor de The Doomsday Machine: Confessions of a Nuclear War Planner, Secrets: A Memoir of Vietnam and the Papeles del Pentágono, y Riesgo, ambigüedad y decisión. 

La Gran Iniciativa de Transición es un foro en línea de ideas y una red internacional para la exploración crítica de conceptos, estrategias y visiones para una transición hacia un futuro de vidas enriquecidas, solidaridad humana y una biosfera resistente. Al mejorar el discurso académico y la conciencia pública sobre las posibilidades que surgen de las crisis sociales, económicas y ambientales convergentes, y al fomentar una amplia red de pensadores y actores, su objetivo es contribuir a una nueva práctica para la transformación global.

En consecuencia, GTI mantiene una perspectiva cosmopolita que está en sintonía con preguntas de escala críticas y las formas en que los sistemas anidados operan en los niveles global, regional y local. Da voz a diversos colaboradores motivados por preocupaciones tanto éticas como pragmáticas acerca de la necesidad de una forma revisada de pensar, aprender, actuar y ser. Su objetivo es profundizar la comprensión de los valores y las dimensiones culturales del cambio global, junto con los aspectos sociales, económicos, políticos y científicos de una Gran Transición.

https://portside.org/2019-04-21/truth-teller-pentagon-papers-doomsday-machine

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