Un espacio para recrear lo sagrado y lo profano con ojos de mujer. Somos un grupo ecuménico en búsqueda de la justicia e igualdad.Respetamos la opinión, de los autores aunque no necesariamente estemos de acuerdo.
Las dos mujeres que nos hicieron volver a creer en la humanidad, lo que hicieron te hará llorar. FOTO. FACEBOOK
El mayor acto de solidaridad se vivió el pasado domingo durante el Maratón de Pisttburgh, cuando dos participantes hicieron lo inimaginable. Se trata de las dos mujeres que nos hicieron volver a creer en la humanidad, al demostrarnos que vale más una amistad que una medalla. Lo que hicieron te hará llorar.
Seguramente, las dos se pusieron una meta independiente durante esa carrera, lo que no sabían, es que la meta que lograron iba a superar cualquier expectativa, pues todo mundo quedó asombrado y conmovido con sus acciones.
Se trata de Laura Mazur de Ohio, y Jessica Robetson de Pennsylvania, dos desconocidas entre sí, que acabaron por robarnos el corazón, al solidarizarse la una con la otra cuando ya no podían más, e iban en último lugar.
En el tramo final, se emparejaron, se tomaron de la mano y se dieron porras y palabras de aliento para terminar al mismo tiempo, sin competencias, sin rivalidad. Sólo con la intención de no soltarse para poder llegar a la meta.
Para ellas, el maratón se tornaba difícil, pues después de 7 horas y 22 minutos de recorrido de 42 kilómetros, ya el aliento les faltaba. Pero fue verse mutuamente luchar por llegar a la meta, que las motivó a lograrlo, tomadas de la mano.
«Miré hacia atrás para ver si era el último y encontré otro corredor y un nuevo amigo, le dije que me quedaría con ella si ella se quedaba conmigo», relató Laura Mazur en su cuenta de Facebook.
A pesar de que vieron muy de cerca a un auto encargado de reunir a las competidoras que por algún motivo no alcanzaron a terminar, ellas no se dieron por vencidas, y decidieron hacerlo juntas.
Para Mazur, ese fue su doceava competencia en maratón, mientras que para Robertson era su primera vez.
Uno de los corredores que ya había llegado a la meta del medio maratón, vio a Laura Mazur y Robertson acercándose tomadas de la mano, y de inmediato reaccionó.
«Simplemente corrí para agarrar mi teléfono cuando venían. Solo quería capturar el momento que demostró que estas dos damas iban a terminar la misma carrera que [la] ganadora», dijo a la CBS.
La foto que publicó Heckert en su red social, se ha compartido más de 3,100 veces en Facebook.
Muchos usuarios han comentado que se sintieron inspirados por la perseverancia y el apoyo mutuo de las dos mujeres, incluso el locutor les agradeció por haber sido una inspiración.
Por su parte, Robertson publicó en Facebook que era “un logro que sé que nunca olvidaré”,y se refirió a su compañera como “amiga de toda la vida».
«No se trataba de género, no se trataba de raza, no se trataba de religión, nada de eso importaba. Solo éramos dos individuos, dos humanos, que teníamos un objetivo en mente y nos apoyamos el uno en el otro para llegar allí», expresó.
Betsy Magovern, que estaba alentando a las mujeres con Heckert, dijo que era «uno de los momentos de carrera más emotivos y bellos» que había presenciado. Y definitivamente lo fue.
“La menopausia es un avance evolutivo privilegio del pueblo de las mujeres”
Entrevisté a Marianna en mi viaje a España del pasado verano. Sin conocerme de nada accedió enseguida a responder a mis preguntas y ayudarme en este texto que forma parte de mi trabajo de final de carrera. La seguía desde hace años, leyendo sus textos y lamentando no poder participar, por la distancia, en los talleres que organiza. Pionera en el trabajo del despertar femenino y la espiritualidad de la Diosa en España, creadora de la sororidad Arboleda de Gaia, ha publicado el libro “Fiestas de la Tierra y espiritualidad matrística en la península ibérica”. Me interesaba mucho hablar con ella sobre la menopausia, etapa vital que en pocos años habré de atravesar. Y como ella es una iniciadora de mujeres en este tránsito, le pedí centrar la entrevista en este momento tan importante para la mujer, a lo que ella accedió amablemente.
– Tú hablas de la energía núbil ¿podrías explicarnos cómo es esta energía? Núbil es una palabra que deberíamos incorporar a nuestro vocabulario para referirnos a la mujer que ya ha alcanzado la madurez sexual y puede tener hijos, sin tener que definirla necesariamente como “madre” ya que, sean o no madres, todas las mujeres atraviesan esa etapa.
La energía núbil está orientada hacia la reproducción, la cual es su razón de ser. Es la energía que domina la frecuencia vital biológica de toda mujer a partir de su primera menstruación. En esta frecuencia el 80% de su actividad biológica diaria está destinada a madurar un óvulo cada luna. Si ese óvulo no es fecundado será eliminado con la menstruación, que desechará toda esa sustancia que el cuerpo tomó de lo mejor de su propia energía vital acumulada en los riñones, las glándulas, el cerebro y la médula ósea.
El influjo energético núbil está administrado por el poder del ciclo sexual menstrual que, por su naturaleza lunar, es básicamente un influjo inconsciente que escapa al control de la voluntad. Mucho de lo que vivimos como atracción hacia el hombre tiene en realidad que ver con la energía núbil actuando en nosotras para lograr que nuestro cuerpo se reproduzca. En este sentido es interesante recordar a Simone de Beavouir, que define a la mujer núbil como persona “enajenada” de sus propios procesos biológicos reproductivos, los cuales no puede eludir. Como ella nos dice en su libro El Segundo Sexo: “… el cuerpo de la mujer es presa de una vida terca y extraña que todos los meses hace y deshace en su interior una cuna; cada mes, una criatura se dispone a nacer y aborta en el derrumbamiento de los rojos encajes; la mujer, como el hombre, es su cuerpo: pero su cuerpo es también algo distinto de ella misma.”
Con o sin hijos todas las mujeres, nos guste o no, vivimos esos años bajo el influjo de la energía núbil que, guiada por el ciclo sexual menstrual y sus alternancias lunares, nos obliga durante más de treinta años a ovular y menstruar cada luna, sufriendo las subidas y bajadas de nuestro estado de ánimo y energía al ritmo que nos marca ese ciclo.
La mujer es la única mamífera que ovula cada mes y que, debido a la pérdida del estro o celo, está permanentemente receptiva sexualmente. ¿Cuál es la razón de que la naturaleza haya realizado este cambio en nosotras? Básicamente ocurrió para multiplicar las posibilidades de embarazo de nuestra especie y garantizar su supervivencia, ya que el embarazo y el parto en las humanas son procesos complejos, debido a los cambios que nuestra pelvis experimentó con la bipedestación y al crecimiento cerebral que agrandó el cráneo de nuestros bebés.
Por eso la naturaleza suprimió el celo o estro y puso a las mamíferas humanas en receptividad sexual permanente. Al mismo tiempo, nos vinculó muy profundamente con el ciclo lunar que, al ser más corto que el ciclo solar que domina los ciclos del resto de mamíferas, multiplica las posibilidades de fecundación. Esa es la razón de ser del ciclo sexual menstrual. El hecho de que lleve incluida en su nombre la palabra “sexual” no es casual y tiene muchísimas connotaciones que explican ciertos aspectos de la sexualidad femenina. También hay mucho que reflexionar en el hecho de nuestra permanente disponibilidad sexual, así como de las dimensiones energéticas y espirituales de la sexualidad a las que abrió las puertas este cambio.
Durante los años menstruales todas las hembras humanas, desde las primeras homínidas que se pusieron de pie y comenzaron a menstruar, hasta las mujeres actuales, hemos sustentado la continuidad de la familia humana ofrendado el 85% de nuestra fuerza vital en el altar de la energía núbil. Siendo conscientes de esto, algunas tradiciones indígenas como el pueblo lakota de América del Norte, consideraba a la mujer una guerrera, ya que mes a mes sangra por la vida de la tribu. Y también consideraban el sangrado femenino (tanto el menstrual como el del parto) como un sacrificio ritual, que eximía a la mujer de tener que participar en otros ritos sacrificiales como la Danza del Sol.
Antiguamente la menopausia era considerada una bendición por las mujeres. Nuestras bisabuelas y tatarabuelas tenían clarísimo que la desaparición del riesgo de embarazo y de la menstruación era un acontecimiento feliz. Ellas daban la bienvenida con alivio y alegría a esa liberación del mandato de la energía núbil, con todo el desgaste y zarandeo físico y emocional que conllevan sus ritmos lunares.
También es importante tener presente que nuestro cuerpo está diseñado para experimentar un embarazo cada 3 o 4 años aproximadamente, pero no para ovular 13 veces al año a lo largo de toda nuestra vida fértil. Este es otro tema, que sería largo de explicar en esta entrevista, pero quiero mencionarlo para remarcar la importancia fundamental de los rituales menstruales que ayudan a la mujer a sostener esta época núbil, de profunda entrega femenina. Los trabajos simbólicos de los rituales de ofrenda de la sangre menstrual a la Tierra ayudan a resignificar este período, y ofrecen a la mujer metáforas que pueden sustentarla y que la ayudan a sostener y dar sentido a la constante pérdida de energía que el sacrificio núbil conlleva.
– ¿Por qué te refieres a la menopausia como a un puente? La menopausia es un tránsito crucial de nuestra vida. Un tiempo que debe ser aprovechado, y que es fácil malgastar si no lo comprendemos adecuadamente. Dura entre 13 y 15 años y, como si fuera un puente, nos lleva de la etapa núbil en la que bajo el influjo lunar ovulamos y podemos tener hijos, a la etapa del climaterio en la que nuestro cuerpo se moverá en una frecuencia que ya nada tendrá que ver con la energía materna y el influjo lunar. Climaterio es una palabra de origen griego que significa escalón o peldaño.
Esa metamorfosis es similar a la de la oruga que se transforma en mariposa, y que, siendo el mismo ser, acaba siendo otro completamente distinto. La oruga es ciega, no tiene órganos sexuales ni reproductores, come hojas y se arrastra. La mariposa puede ver, se reproduce sexualmente, liba néctar y puede volar. Del mismo modo, la mujer núbil va a transformarse en la mujer climatérica, un ser nuevo que, siendo ella misma, será también otra completamente distinta de la que fue. Cuando lleguemos al otro lado del puente, nos estaremos adentrando en el territorio de la sabiduría de la anciana. Eso ocurrirá alrededor de los 62 años, época en la cual la Abuela Margarita, anciana sabia mexicana, dice que las mujeres nos volvemos oro molido.
La menopausia no nos inicia en el camino de la anciana sabia, sino en el territorio de la libertad y el gozo de ser una misma. Algunas mujeres temen hacer su iniciación a la menopausia porque creen que las va a envejecer, cuando en realidad las va a ayuda a tomar consciencia de cómo aprovechar el tiempo de vigor que aún les queda por delante. Por eso, cuanto antes haga una mujer su iniciación a la menopausia, mejor será para ella.
– ¿Qué puede aprovechar una mujer su menopausia? Menopausia significa exactamente “última menstruación”, y es importante recordarlo para entender que la menopausia es al climaterio, lo que la primera menstruación es a la adolescencia. La primera y la última sangre son dos hitos puntuales similares, que nos informan de que el proceso de metamorfosis que se estaba gestando en nuestro cuerpo ya ha avanzado lo suficiente como para poder manifestarse exteriormente, indicándonos que ya no hay vuelta atrás. La metamorfosis ha comenzado, y su evolución será ineludible durante los próximos 13 años.
A la púber se la denomina adolescente porque, durante su metamorfosis, adolece de identidad propia. Ya no es una niña, pero aún no es una mujer. Está atravesando el puente entre la infancia y la madurez sexual completa de la mujer en la que se transformará. La mujer que experimenta su última sangre vive una realidad análoga. Durante esos años, muchas veces se encontrará adoleciendo de identidad propia. Ya no será la que acostumbraba a ser, pero aún le faltará camino para encarnar la mujer en la que va a transformarse.
La mujer completa su ciclo de madurez sexual con el tránsito de la menopausia, en el que deja de sangrar. A partir de ahora ella contará durante unos años con una ingente cantidad de energía, que se dirigirá por sí sola hacia aquello donde la mujer ponga su foco con la intención de realizarlo. Madre naturaleza nos libera de la atadura de la energía núbil cuando, aunque ya maduras, somos aún jóvenes y aún conservamos un cuerpo vigoroso que puede aprovechar el enorme caudal del poder menopáusico que ahora vamos a recibir.
La menopausia no es una carencia o una enfermedad, es ni más ni menos que un avance evolutivo privilegio del pueblo de las mujeres, y desde esta perspectiva ha de ser celebrada y honrada. En su origen, se cree que la menopausia apareció para que hubiera más mujeres disponibles para cuidar a las criaturas concebidas. Eran una ayuda imprescindible para las madres, en el duro contexto de vida de los pueblos cazadores recolectores. Mujeres que ya no concebían, pero que disponían de la fuerza y la experiencia necesaria para ayudar a las que sí lo hacían. Actualmente, esa necesidad ha perdido vigencia, por eso la mujer del tercer milenio puede utilizar ese tiempo para completarse a sí misma y contribuir con su sabiduría a su comunidad de pertenencia.
Cuando llega la última sangre, la mujer ya casi no madura ovocitos, pero su cuerpo aún podría gestar un bebé. La mujer debe aprovechar esta capacidad de gestación que aún alberga orientándola hacia sí misma, para iniciar su propia gestación y evolucionar hacia un estado de libertad interior y sabiduría que la llevará a experimentar una nueva dimensión de sí misma. Con ese fin el cuerpo ha detenido la capacidad reproductiva y la ha librado del desgaste de la ovulación y la menstruación mensuales, y para eso su fuerza vital ahora es retenida en su interior.
Liberar y recuperar toda esa energía para una misma, en un momento vital en que la mujer es madura, pero aún conserva su vigor, es una experiencia formidable para la mujer iniciada que ha despertado su consciencia, conoce los trabajos que debe realizar en ese momento y asume la responsabilidad de llevarlos a cabo. Por eso, cuando oigo hablar de “maspausa”, como nombre simbólico para resignificar la menopausia, no puedo estar de acuerdo. Mi menopausia fue una época maravillosa en la que pude realizar trabajos ingentes (como traer a España al Consejo de las 13 abuelas indígenas, por ejemplo), ya que dispuse de una enorme energía. En esa época me liberé de la cadena del influjo núbil que nos ata energéticamente al hombre y a las crías, y pude dar lo mejor de mí enfocándome completamente en mi activismo espiritual, gracias a la fuerza que dejar de sangrar me otorgó. A la vez, he sido testigo de este florecimiento femenino menopáusico en todas mis hermanas de camino, así como también lo vi en la menopausia de mi propia madre que, sabiamente, definía la década de la cincuentena como el mejor período de la vida de la mujer.
Por eso creo que no es “maspausa” lo que toca durante la menopausia. Por el contrario, ahora es el momento de bailar un buen mambo, porque aún no eres vieja hermana, y toda esa sangre que ya no sangras, te siembra por dentro creando nueva vida en ti y para ti. Si aprovechas adecuadamente estos años, completas tu iniciación y no te pierdes por el camino; si trabajas en profundidad las enseñanzas que la menopausia trae consigo, tu climaterio promete ser fantástico.
Son enormes las implicaciones de darte cuenta de que ya no necesitas sangrar más… La herida se cerró y ya no sangra más, compañera… Al fin cicatrizó y selló la época de tu servicio a esa energía núbil que, afortunadamente, se marcha definitivamente de tu vida porque AHORA TE TOCA A TI.
En este momento se debe recapitular lo vivido y hacer el duelo por lo que ya no volverá. Soltar lo que ya no corresponde. Completar lo que quedó incompleto o pendiente. Llenar las alforjas con aquello que sí te será útil y partir, para luego quemar las naves con gozo y habitar definitivamente en la Tierra de las que ya no necesitan sangrar.
– ¿Qué es una iniciación de menopausia? Nuestra tradición originaria europea pre patriarcal no practicaba ninguna religión, pero se reunía en celebración cíclica al ritmo de las fiestas de la Tierra, cuyo ciclo consideraba sagrado. Siguiendo los ritmos de la naturaleza, nuestros ancestros pudieron observar su analogía con nuestro ciclo vital y sus variaciones a través de las edades de nuestra vida.
Nosotros hemos perdido nuestra tradición originaria y, con esa pérdida, olvidamos la importancia de los ritos de paso iniciáticos de la familia humana, que pueden ayudarnos en el camino de la vida, y que no es casual que sean comunes a todos los pueblos del planeta que han vivido en comunión con la naturaleza. Sin embargo, desde hace ya varias décadas, algunas personas estamos trabajando en su recuperación en la sociedad occidental. En el caso de las mujeres, las iniciaciones más importantes se encuentran en los ritos de paso de la sangre femenina, como bien enseña Myriam Wigutov, maestra de los misterios de la sangre, que señala en su libro La Rueda Púrpura el rito de paso de la menopausia como la culminación de esas iniciaciones.
Comencé a realizar iniciaciones de menopausia en 1999. Pasados todos estos años, el trabajo se ha ido puliendo y mejorando y hemos tenido bellas experiencias, que han sido de gran utilidad para las mujeres participantes.
La iniciación es un proceso de retiro de cuatro días, en los cuales trabajamos en fusión con la naturaleza utilizando la creación de belleza y el arte ceremonial. Con estas herramientas construimos un portal físico y energético que, al atravesarlo, nos ayuda a soltar los lastres que nos atan al pasado y nos enseña a aprovechar las oportunidades de la nueva etapa vital que se abre ante nosotras. Es un espacio para celebrar entre iguales este momento crucial de nuestras vidas. Lo hacemos en un lugar hermoso y de un modo inolvidable que podamos atesorar en nuestra memoria y que nos ayude a enorgullecernos de ser quien somos en este momento vital.
Todo este trabajo, por un lado, resignifica la menopausia, nos recuerda su sentido y la sitúa en un lugar comunal de honor, que derrumba las ideas negativas que la sociedad actual ha creado en torno a ella. Por otro lado, esto se acompaña de un trabajo circular en el cual cada mujer puede hacer su propia recapitulación vital, lo que le permite regresar a su vida cotidiana con un mapa personal de lo que cada una tiene que trabajar para transitar libre de lastres el puente de la menopausia.
Los efectos de una iniciación de menopausia no pueden ser relatados, porque son experiencia y vivencia pura, y las palabras no pueden expresar su belleza y el cambio que produce en nosotras. Es como si nuestro cuerpo y nuestra energía recordaran algo que fue olvidado hace ya cientos, quizá miles de años… y como tenemos gran sed de símbolos y de ritos que puedan sustentar nuestros ciclos vitales, enseguida sentimos que ese espacio y ese tiempo ceremonial que entre todas creamos, es como un hogar al que anhelábamos intensamente retornar y al cual, finalmente, hemos llegado.
Acabamos la entrevista y le comento que, escuchándola, a mis cuarenta y dos años ya me han entrado ganas de que me llegue la menopausia para poder participar de ese rito de paso que me atrae poderosamente. Me responde que no hay que apresurar nada, que ahora debo atender mi momento, que cada etapa vital tiene su propio encanto y que todo llegará a su tiempo. También me dice que está en proceso de concluir su libro “Mujer que ya no sangra: una visión matrística de la menopausia”
Nos despedimos con un cálido abrazo. Gracias Doña Loba por tu camino y por tu enseñanza, pero fundamentalmente gracias por haber sembrado en mí una ilusión que ahuyenta los fantasmas que rodeaban y ensombrecían la idea de ver acercarse mi tiempo de menopausia. Espero que todas podáis disfrutar de la misma sensación con esta entrevista que dedico con amor a todas las mujeres.
Para más información sobre el trabajo de Doña Loba:
En el tiempo de Cristo, nuestros antepasados judíos tenían una visión (incluso estrecha!) Muy limitada de la promesa mesiánica. Ellos creían que el nuevo reino – y por lo tanto el Mesías – podrían ser de y para los Judios, y de este mundo, y que los Judios se convertiría así en la fuerza mundo superior. Que los gentiles serían incluidos en el plan estaba más allá de su comprensión colectiva. Esto es particularmente cierto si los gentiles se programaría para tener un pie de igualdad con los Judios.
Si bien es plenamente consciente del hecho de que algunos de nuestros lectores son judíos, creo que tenemos que realizar lecturas de hoy se extienden mucho más allá de la etnia de cualquiera Judio o gentil. El mensaje aquí es muy específico para los gentiles – pero los Judios son de ninguna manera ignorado!
Veamos ese hilo común que juntos no sólo las lecturas de hoy, sino también a todas las personas de todos los tiempos y lugares.
Si empezamos con el Evangelio de Juan, vemos el tema que serpentea a lo largo de estas lecturas. «Jesús dijo: ‘Mis ovejas oyen mi voz;… Yo las conozco, y me siguen, yo les doy vida eterna y no perecerán Nadie puede tomarlos de la mano de mi Padre, quien les ha dado a mi, es mayor que todos, y nadie puede sacarlos de la mano del Padre. ‘»
Jesús era un buen Judio! Pero, en este mensaje del Evangelio, que no distingue entre Judio y gentil. Es simplemente una cuestión de seguir el mensaje y la llamada de Jesús – al igual que las ovejas siguen a su pastor. Si oímos su voz y lo seguimos, somos su! Y nadie nos puede llevar lejos de él! No importa quién o qué somos!
La primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, un libro escrito por Lucas, casi parece un poco extraño a la luz del Evangelio. Algunas personas pueden pensar que se trata de una condena total de los Judios para rechazar a Jesús. Sugiero que también se lea otra vez – en una luz diferente. Lucas fue seriamente frustrado por lo menos algunos de los Judios. ¿Quién puede culparlo ?? Mira esta afirmación contradictoria de la lectura de los Hechos. «… (A) C asi toda la ciudad se reunió para oír la palabra del Señor. Cuando los Judios vieron la muchedumbre, se llenaron de celos …». ¿Podemos aceptar que Lucas fue seriamente frustrado? ¿Quién de nosotros no ha visto seriamente frustrado? Pablo y Bernabé habían rechazado. Pero, si la casi totalidad de la ciudad salió, hay que preguntarse cómo muchos Judios estaban molestos. Fueron estos Judios molestó a los líderes del templo? Eran estos molestos parte Judios de un puñado de personas descontentos? ¿Podemos simplemente ponernos en las sandalias de Lucas (y por lo tanto Pablo y Bernabé) y sentir la frustración absoluta de conocer la llamada de Jesús y darse cuenta de que algunas de las personas que Jesús llama no lo oyeron? Hoy sabemos que Dios nunca abandonará al pueblo judío – Su pueblo elegido. Lucas puede haber sido demasiado exasperado a entender eso. Sea como fuere. Dios nunca nos abandonará, ya sea! No importa cual sea nuestro origen. Pertenecemos a Dios!
Lucas, en los Hechos, continúa diciendo, «Los gentiles se alegraron cuando oyeron esto [que el mensaje era para ellos también!] Y glorificaban la palabra del Señor.» Esta es una frase clave !!! Esto le dio la credibilidad gentiles en el Reino de Dios !!!! Eso era y es fantástico! Si volvemos a la historia de los pueblos gentiles de este tiempo y lugar, veremos que muchos de ellos tenían una base religiosa, pero no tienen un concepto de la redención personal en el mundo eterno. Imagínese lo que el dinamismo de Pablo y Bernabé (como relatado por Lucas) hizo por estas personas! Debe haber sido abrumadora!
El cambio de nuevo al Evangelio, sin embargo, vemos que Jesús no especificó las personas para las que fue concebido este mensaje. En otras palabras, todo el mundo era parte del mensaje! Lucas estaba siendo humano. Jesús estaba dando la declaración divina! Increíble, ¿verdad? Dios no se preocupa por nuestra raza, color, credo, origen étnico, sexo, orientación sexual o cualquier otra clasificación que nosotros o cualquier otra persona puede poner en nuestro ser. Somos amados! Estamos llamados! Estamos queríamos! Todo lo que tenemos que hacer es escuchar al pastor y seguir la Palabra. Se vuelve más sorprendente por el momento!
Es interesante que el Salmo afirma esto en forma afirmativa. «Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.» En otras palabras, siglos antes de que Jesús vino a la tierra, el salmista proclama la verdad que Jesús haría eco de las palabras del Evangelio de San Juan – Somos las ovejas y, como dice Jesús, sus ovejas oyen su voz y le siguen. Este es el mismo punto que Jesús hace en el Evangelio. Sabemos su voz y seguimos su llamada. Una vez más, esto es increíble!
Vamos a giro a la segunda lectura – la lectura de la Revelación. Esta lectura es realmente la clave para todos nosotros! Juan, el autor del Apocalipsis escrito en Patmos, «… (H) anuncio un visión de una gran multitud, la cual nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua». ¡Imagina eso! ¡Todos! Un incontable todo el mundo!
¿No es esto realmente lo que Jesús estaba diciendo? Él nos llama y nosotros a nosotros mismos. Nadie nos puede contar! Somos su – una gran multitud que nadie puede contar. Todos nosotros. Venimos de toda nación, raza, pueblo, lengua y todo lo demás! Estamos a su! Hemos escuchado la llamada del Pastor y seguimos. Y somos más numerosos que las estrellas en el cielo!
Aquellos que crearon / alentaron la mentalidad de que incluso hablar de conducta sexual inapropiada invitaría a los «fuegos del infierno» proverbiales, ahora habrá que tener cuidado: se ha establecido el principio de responsabilidad y se extenderá progresivamente a todas las esferas de la Iglesia. marcha.
Editorial | Nueva Delhi | 12 de mayo de 2019 12:02 a.m.
El papa Francisco bebe un vaso de agua durante la Conferencia de la Diócesis de Roma en la Basílica de San Juan de Letrán (San Giovanni in Laterano) el 9 de mayo de 2019 en Roma. (Andreas SOLARO / AFP)
El marco legal revisado que el Papa Francisco acaba de prescribir para lidiar con el abuso sexual podría pasar a la historia como la reforma más progresista que la iglesia católica ha iniciado desde el Concilio Vaticano II a principios de los años sesenta.
Después de vivir en la negación durante décadas, si no más, la Iglesia finalmente ha tenido el coraje de tratar de llegar a un acuerdo con un cancro que tiene una manifestación mundial. Tal vez sea cierto que los principales cardenales han sido declarados culpables de delitos sexuales en los tribunales civiles de los Estados Unidos, Australia y otros lugares, el Vaticano no tuvo más remedio que romper el látigo o enfrentar una revuelta potencial entre los fieles.
Aún así, las medidas anunciadas por el Vaticano el 9 de mayo encontrarán una resonancia universal, incluso si no son suficientes automáticamente para eliminar un mal que ha sido sistemáticamente encubierto durante tanto tiempo. El Papa Francisco, y su equipo, al menos han mostrado el coraje moral para mirar hacia adentro, y al hacerlo, han encomendado a miles de sacerdotes y monjas el deber sagrado de «hacer sonar el silbato» cuando obtienen información, no necesariamente prueba, de una Toda la gama de delitos relacionados con el sexo.
Dado que la mayoría de los sacerdotes y monjas otorgan un peso considerable a las órdenes del Vaticano, se han generado genuinas esperanzas de que se realizará una limpieza. Esto no es ni siquiera para sugerir momentáneamente que el abuso y la explotación sexual son desenfrenados, solo para enfatizar que el Papa Francisco ha aclarado las dudas entre los fieles de que sería pecaminoso exponer las faltas.
Aquellos que crearon / alentaron la mentalidad de que incluso hablar de conducta sexual inapropiada invitaría a los «fuegos del infierno» proverbiales, ahora habrá que tener cuidado: se ha establecido el principio de responsabilidad y se extenderá progresivamente a todas las esferas de la Iglesia. marcha. Una nueva responsabilidad adicional ahora recae sobre los obispos de todo el mundo. Lo que se ha reiterado poderosamente es su deber de garantizar que los sacerdotes y las monjas caminen «recto y estrecho».
Las condiciones varían de un lugar a otro: en las sociedades más atrevidas, la pedofilia se había generalizado, en la India, la situación económica había resultado en que las monjas y las trabajadoras de hospitales, escuelas, etc., fueran víctimas de sacerdotes depredadores que abusaban del poder considerable que ejercían, y más las monjas de mayor rango en los conventos a menudo no brindaban la debida protección a sus pupilos.
Sería incorrecto señalar los dedos acusadores, pero la acción oportuna de la Conferencia de Obispos Católicos de la India podría haber evitado los despreciables desarrollos en Kerala. El argumento del CBCI, «dejar que la ley siga su curso» es oblicuamente lo que el Vaticano ahora ha desaprobado.
El Papa Francisco no ignora las debilidades y las tentaciones humanas; lo que acaba de enfatizar es el sentido del «deber sagrado» que cada sacerdote o monja debe aceptar y cumplir: tomar las Órdenes Sagradas ahora se ha vuelto aún más oneroso. Esa podría ser la característica definitoria del papado actual.
El padre Mugica fue asesinado en 1974 por una organización de derecha Argentina llamada Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).
El padre Carlos Francisco Mugica era fiel protector de los pobres, perteneció al movimiento de sacerdotes tercermundistas y se alió a las luchas populares en los años 60 y 70 en Argentina.
También participó en el mundo de la política siendo crítico del Gobierno del expresidente de Argentina Juan Carlos Onganía, quien estuvo en el poder entre 1966 y 1970.
Asimismo, estuvo a favor de las políticas implantadas por el Gobierno del presidente Juan Domingo Perón, del expresidente de China Mao Tse-tung, y de los ideales del cubano Ernesto el «Ché» Guevara.
Su vinculación con la política hizo que tuviera varias confrontaciones con sus superiores eclesiásticos.Ver imagen en Twitter
El sacerdote era conocido como el «mártir de los pobres» por su dedicación y apoyo a los más necesitados, además criticaba a los gobernantes por tanta pobreza y desidia.
Inició su labor social dedicada a los pobres en uno de los barrios más pobres de Argentina llamado para ese entonces La Villa del Retiro, y actualmente conocido como Villa 31.
Tras sus diversos reclamos públicos contra el Gobierno por no atender a los pobres, el 11 de mayo de 1974 fue asesinado por un hombre que llevaba consigo una ametralladora, quien le disparó 15 veces en tan solo unos segundos.
Mugica antes de ser asesinado, salía de la iglesia San Francisco Solano, del barrio Mataderos, Buenos Aires, luego de oficiar la eucaristía, y justo en ese momento un hombre de barba (perteneciente al grupo los Triple A) le preguntó si él era el sacerdote Mugica, el padre aludido le confirmó y el hombre lo mató.
Aunque muchos crean que el Día de la Madre es una jornada simplemente comercial, cuyo origen es simplemente atribuible al afán de estimular las ventas, lo cierto es que fue una proclama antibelicista y una convocatoria a un congreso mundial de madres, lo que dio inicio a la fecha en cuestión.
El olvidado origen del Día de la Madre: La proclama pacifista contra las guerras quedó muy lejos de la celebración comercial.
Corría 1870, cuando la escritora estadounidense Julia Ward Howe, una pionera del activismo, el abolicionismo de la esclavitud y los derechos de las mujeres, convocó a todas las madres del mundo a rebelarse contra la guerra, en una desgarradora proclama pacifista que mantiene plena vigencia.
En la proclama se convocaba a un Congreso Internacional de Madres buscando promover alianzas entre diferentes naciones y el arreglo sin belicismos de cuestiones internacionales. Las buenas intenciones de la primera mujer electa para la Academia Estadounidense de Artes y Letras, en 1908, apenas lograrían que el Congreso de su país, votara en 1914, a instancias del presidente Woodrow Wilson, la celebración anual del Día de la Madre.
La idea se concretó pero jamás tuvo efectos reales
Su idea de un congreso de madres, no logró verla concretada en tanto escribía por aquellos días que las mujeres “están más interesadas en la promoción del sufragio femenino que en idear una protesta mundial de mujeres contra las crueldades de la guerra”.
Sus ideas no obstante fueron tomadas por Anna Jarvis, un ama de casa que organizó a las mujeres durante la Guerra Civil para trabajar en mejorar las condiciones sanitarias de los hijos heridos en combate y en 1868 comenzó a trabajar para conciliar los vecinos de la Unión y la Confederación. Su hija también Anna Jarvis, cuando su madre murió, promovió la idea del día de las madres. En 1873, mujeres en 18 ciudades estadunidenses realizaron una reunión del Día de las Madres, y en Virginia Occidental en 1907 se celebró el primer congreso, que no tuvo mayores efectos reales.
La proclama original de Julia Ward, es aún material de estudio en EE.UU.
“¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ‘¡Desarma! ¡Desarma!’ La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales”.
El Papa respondió a las preguntas de las superiores de las órdenes religiosas femeninas
El Papa Francisco recibió este viernes a las participantes de la XXI Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) en el Vaticano. La cuestión de los abusos, el diaconado, el papel de la mujer en la Iglesia, la posibilidad de un viaje apostólico al sur de Sudán. Estos son algunos de los temas tratados por el Papa Francisco durante el diálogo con las Superioras Generales
“Nadie nos puede robar la pasión por la evangelización. No hay Pascua sin misión: ‘Vayan y anuncien el Evangelio a todos los hombres’”, dijo el Papa.
El Papa respondió a varias preguntas de las superioras sobre diversos temas, tal y como recoge Vatican News.
Abuso de poder
El Papa subrayó, en particular, que las religiosas no deben «convertirse en servidores de un clérigo. Deben llevar a cabo su misión en la dimensión de servicio, no en la de servidumbre».
Diaconado femenino
En cuanto al diaconado femenino, el Papa recordó que una comisión había examinado a fondo esta cuestión. Para «un decreto sacramental», explicó, se necesita un fundamento teológico e histórico. El trabajo, dijo el Santo Padre, continuará.
Sudán del Sur en el corazón del Papa
Respondiendo a la pregunta de una superiora de Sudán del Sur, el Papa dijo, finalmente, que este año quizás haya la posibilidad de un viaje. No es una promesa, precisó, sino una posibilidad que tal vez se haga realidad con ocasión del viaje apostólico a Mozambique, Madagascar y Mauricio. «Quiero ir -dijo-, llevo a Sudán del Sur en mi corazón».
El Papa continúa: “Vayan hermanas y anuncien a Cristo Resucitado como la fuente de la alegría que nada ni nadie nos puede arrebatar. Renueven constantemente su encuentro con Jesucristo Resucitado y serán sus testigos, llevando a todos los hombres y mujeres amados por el Señor, particularmente a cuantos se sienten víctimas de la cultura de la exclusión, la dulce y confortadora alegría del Evangelio”.
Tengan miedo de ser insignificantes
El Papa constató el momento difícil que pasa la vida consagrada, particularmente lo que se refiere a la disminución numérica y apuntó dos tentaciones: “la tentación del desánimo, la resignación o el “arrocamiento” en lo de “siempre se ha hecho así”.
Por eso el Papa insistió: “no tengan miedo de ser pocas, sino de ser insignificantes, de dejar de ser luz que ilumine a cuantos están inmersos en la ‘noche oscura’ de la historia. No tengan miedo tampoco de ‘confesar con humildad y a la vez con gran confianza en el amor de Dios su fragilidad’. Tengan pánico de dejar de ser sal que dé sabor a la vida de los hombres y mujeres de nuestra sociedad”.
El Papa enumeró el mucho bien que hacen las religiosas. Porque la Iglesia y el mundo “necesitan de su sonrisa amiga que les devuelva confianza; de sus manos que les sostengan en su caminar; de su palabra que siembre esperanza en sus corazones; de su amor al estilo de Jesús que cure las heridas más profundas causadas por la soledad, el rechazo y la exclusión”.
Además, el Papa invitó a descentrarse: “Cuanto más urgente es descentrarse para ir a las periferias existenciales, más urgente es centrarse en Él y concentrarse en los valores esenciales de nuestros carismas”.
Igualmente, prosiguió afirmando que “entre los valores esenciales de la vida religiosa está la vida fraterna en comunidad. Compruebo con tanta alegría los grandes logros que se han alcanzado en esa dimensión: comunicación más intensa, corrección fraterna, búsqueda de la sinodalidad en la conducción de la comunidad, acogida fraterna en el respeto por la diversidad”.
Preocupaciones sobre la vida fraterna
El Papa expresó su preocupación sobre algunos puntos fundamentales de la vida fraterna, uno de ellos son las personas que llevan años ausentes ilegítimamente de las comunidades; le preocupa aquellos Institutos “en los que la multiculturalidad y la internacionalización no son vistas como una riqueza, sino como una amenaza”.
“Vivan hermanas la internacionalización de sus Institutos como buena noticia. Vivan el cambio de rostro de sus comunidades con alegría, y no como un mal necesario para la conservación. La internacionalidad y la interculturalidad no tienen vuelta atrás”, dijo.
Ayer, el Papa Francisco se reunió con religiosas de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG). En respuesta a su pregunta inquebrantable hace tres años acerca de las mujeres diáconas, les entregó un informe que decía que no había habido acuerdo sobre si las diáconos estaban ordenadas en la Iglesia primitiva de la misma manera que los hombres.
Varias cosas saltan fuera.
En primer lugar, es sorprendente que buscara una posición unificada de la comisión en lugar de sopesar la evidencia y la corriente de la erudición contemporánea. La evidencia convincente de que las mujeres fueron ordenadas con los mismos ritos que los diáconos masculinos abunda, pero incluso si algunos no estaban de acuerdo con esa conclusión, el estándar que usó es un valor atípico. No se harían muchas cosas en esta Iglesia si esperamos que todos estén de acuerdo. Incluso Gaudium et Spes obtuvo 75 votos de «no» (más de 2300 votos de «sí») durante el Concilio Vaticano II. Ciertamente, el desacuerdo sobre los temas dentro de los documentos del sínodo en los últimos cinco años es una prueba de que este Papa no ha esperado el acuerdo, sino que buscó cierto grado de consenso.
En segundo lugar, es sorprendente que no tenga un camino claro hacia adelante. ¿Investigación individual? ¿Cuánto más podría haber? Si Phyllis Zagano y otros en el campo aún no lo han descubierto, es posible que no exista.
En el lado positivo, no hubo ningún intento de cerrar el diálogo sobre esto, ni se pronunció que la pregunta está cerrada, como fue el caso con el antecesor del Papa Francisco. La pregunta aún está bajo deliberación y así es como debería ser.
El Papa Francisco puede sentir que necesita una base sólida para tomar esta decisión, sabiendo que incomodará a los clérigos masculinos y otros católicos inclinados conservadores que quieren que las mujeres tengan más autoridad.
Pero lo que «pesa poco» en su cálculo son las profundas esperanzas y los anhelos de las mujeres en esta iglesia que saben que sus dones están siendo subutilizados o ignorados y se lamentan por la incapacidad de los líderes masculinos de ser verdaderos hermanos y verdaderos socios. En resumen, el Papa Francisco y quienes lo rodean continúan fallando a las mujeres y a toda la iglesia en este frente.
¿Qué más se necesita para crear el ímpetu para el cambio?
Por un lado, el Papa Francisco necesita consejeros cercanos que sean mujeres. Sus oídos están en sintonía con las voces de otros hombres ordenados, el grupo en el que más confía, pero como la mayoría de los cambios, su corazón debe ser cambiado a través de la experiencia con aquellos que están excluidos.
El Papa Francisco necesita establecer estructuras mediante las cuales pueda sumergirse en la experiencia de las mujeres en esta Iglesia. Debe tener un contacto más reflexivo y comprometido con las mujeres líderes que la visita ocasional a una asamblea. Reunirse con un grupo tan poderoso como la UISG es extremadamente útil, pero, más que eso, las mujeres deben formar parte de los grupos centrales que lo asesoran, especialmente el grupo de cardenales que se reúne regularmente. Las mujeres deben convertirse en miembros de plena votación en los sínodos. Las mujeres deben estar representadas por igual en oficinas curiales, oficinas diocesanas y oficinas parroquiales. Donde quiera que se encuentren hombres, las mujeres deben estar de pie junto a ellas como parejas iguales.
Aun así, ante todas las dudas que parece habitar el papa Francisco; Por todas las maneras en que no puede escuchar el Espíritu de Dios en las voces de la fe, las mujeres se llenaron porque su mundo, sus conversaciones y sus interacciones todavía están dominadas por clérigos masculinos, así es como cambiará.
Durante la asamblea de la UISG, un superior religioso se puso de pie y le dijo al Papa que «las mujeres como ella buscaban servir a la iglesia en un entorno igual al de los hombres». Preguntó por qué la pregunta de si las mujeres podían servir como diáconos descansaba en la práctica histórica.
Su pregunta flota sobre toda la duda: un faro de luz.
Una voz profética puede cambiar todo en esta Iglesia. De hecho, es la única forma en que ha ocurrido el cambio. Dios siempre está muy por delante de su pueblo, incluso por delante de sus papas. Ella nos habla, a veces en susurros, pero a menudo en las preguntas inquebrantables de Sus profetas.
La sociedad se “des-cristianiza” a una velocidad y hasta unos niveles que impresionan a quienes, por la edad y por los recuerdos de familia, tenemos la impresión de estar viviendo en una sociedad que, hace unas décadas, no podíamos imaginar
Una Iglesia, que vive al margen de la sociedad, es una Iglesia que no se relaciona con la “realidad”, sino que se relaciona con la “representación da la realidad”, que la misma Iglesia elabora para sí, según sus intereses y conveniencias
Si la Iglesia se ha situado en “lo marginal” de la vida y la sociedad, ¿pretendemos, desde fuera de la sociedad, influir en ella?
¿Qué presencia tiene la Iglesia en la ONU? ¿Qué influencia tiene en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas? ¿Tiene alguna capacidad de decisión en la Unión Europea, en Bruselas? ¿Es determinante la Iglesia en Ginebra? ¿Ha pintado algo la Conferencia Episcopal Española en la reciente campaña electoral que se ha debatido en España?
Por supuesto, habrá personas que, al leer estas preguntas, se van a partir de risa. Como habrá también quienes se van a crispar indignados por el solo hecho de que este tipo de cuestiones se escriban para que las difunda un blog de Religión Digital. Todo esto es posible. Y cualquier tipo de reacción resulta comprensible, cuando se toca el tema de la Iglesia y su presencia en los organismos internacionales, en los que se deciden cosas que hacen felices o desgraciados a miles y millones de ciudadanos.
Yo comprendo perfectamente todo esto. Como comprendo que, si en los medios se habla de Iglesia o de religión, con demasiada frecuencia es para poner a obispos, curas y frailes (incluso a monjas también) de vuelta y media. Que si la pederastia, que si la homosexualidad, que si la violencia de género… ¿Qué sé yo?
Incluso hay quienes no tiene el menor reparo en poner al papa Francisco de vuelta y media. Y en todo caso, nadie me va a discutir que, si alguien se salva de todo este embrollo, es precisamente el papa que tenemos ahora. Porque ha sido el primer papa que ha tirado de la manta y ha puesto al descubierto tantas cosas turbias, que da vergüenza decirlas en público.
En todo caso, es un hecho – que nadie me va a discutir – la creciente y alarmante marginalidad de la Iglesia que tenemos y presentamos en la sociedad en que vivimos. Cada día, las iglesias más vacías, cada día menos curas y más viejos los que van quedando, los seminarios también casi vacíos, los conventos se transforman en hoteles… ¿qué sé yo?
Y lo más preocupante, no es que la gente vaya o no vaya a misa. Lo más serio y lo más profundo es que, si se piensa a fondo todo este asunto, es un hecho que la sociedad se “des-cristianiza”, a una velocidad y hasta unos niveles que impresionan a quienes, por la edad y por los recuerdos de familia, tenemos la impresión de estar viviendo en una sociedad que, hace unas décadas, no podíamos imaginar.
Y lo peor de todo es que, en esta sociedad, la Iglesia está cada día está más ausente. ¿Cómo y por qué hemos llegado hasta esta situación? ¿Tenemos motivos para hablar, con toda razón, de que pertenecemos a una “Iglesia marginal”?
Mi convicción es que, al menos en Europa, en el continente donde nació y creció la Iglesia, justamente donde reside su centro de organización y gestión (el Vaticano), esta Iglesia nuestra tiene tan escasa presencia, que, sin sacar las cosas de quicio, la impresión que se tiene es que todo esto de la Iglesia va a quedar como recuerdo, como historia que pasó, como conjunto de recuerdos que sirven para estudiar el arte y los recuerdos de un pasado que visitarán los turistas o los estudiosos eruditos, pero que nunca más volverá a ser un factor determinante de nuestra forma de vida, de nuestra convivencia, nuestra cultura y, menos aún, nuestra economía o nuestra política. ¿Se puede decir que, para la mayoría de la gente, todo eso pasó al rincón de los recuerdos?
¿Qué le ha pasado a la Iglesia? Sencillamente, se ha marginado de la “historia”, del “tiempo” y de la “cultura” en que vivimos. Hablo, por tanto, de un fenómeno sorprendente: una Iglesia, que está presente en la sociedad actual. Pero que, al mismo tiempo, vive ausente (y cada día más ausente) de la cultura y de la sociedad en que vivimos.
Ahora bien, una Iglesia, que vive al margen de la sociedad, es una Iglesia que no se relaciona con la “realidad”, sino que se relaciona con la “representación da la realidad”, que la misma Iglesia elabora para sí (para ella misma), según sus intereses y conveniencias.
La hermenéutica (tal como quedó formulada en el s. XX), nos dice que el “desde dónde” vemos la realidad condiciona y determina “cómo vemos (y lo que vemos de) la realidad”. Desde un palacio episcopal o desde un monasterio, no se ve la vida como se la ve desde un barrio marginal o desde una chabola.
Por otra parte, toda Religión es “generalmente aceptada como un sistema de rangos, que implica dependencia, sumisión o subordinación a superiores invisibles” (Walter Burkertt, H. Steible, M. J. Seux). En todo caso, el poder religioso es un tipo de poder que llega donde nadie más puede llegar. Porque el poder de la Religión toca en lo más profundo de la conciencia, determinando los sentimientos de culpa y, por eso mismo, la conducta, la orientación del pensamiento, la visión global de la vida y del futuro, hasta la muerte y hasta después de la muerte.
Pero, ¿cómo se explica y se justifica semejante poder? Sólo puede argumentarse desde una “Revelación divina y, por tanto, inmutable”. Lo cual quiere decir que “hechos” y “mitos”, que se datan en cientos o miles de años, se interpretan como absolutamente intocables e indiscutibles: “¡Lo ha dicho Dios!”
Consecuencias, que se siguen de semejante planteamiento: 1) Los “mitos” se convierten en “historia” (Adán y Eva, por quienes “entró el pecado en el mundo, y por el pecado, la muerte” [Rom 5, 12], el pecado original…, los once primeros capítulos del Génesis. 2) Los hechos, costumbres y derechos de la Antigüedad se erigen en “dogmas revelados”. Por ejemplo, las mujeres no son sólo “diferentes” de los hombres, sino además “desiguales”. Por lo que no pueden ser ordenadas de sacerdotes y cosas así….
Por ejemplo, también los homosexuales son enfermos o pervertidos (¿también lo son los leones o los gatos homosexuales?). Por ejemplo, la sexualidad es incompatible con “lo sagrado”, lo que exige que los sacerdotes tengan que vivir célibes. 3) La liturgia es un conjunto de ritos antiguos, de hace unos mil quinientos años y muchos de ellos, tomados de la corte imperial (mitras, ropajes, tronos, palios, estolas, capas pluviales, reverencias y más reverencias…
¿Qué tiene que ver todo eso con aquel modesto galileo que nació en el pesebre de un establo y acabó su vida colgado como un delincuente? ¿Y nos extraña que la gente no entienda este “galimatías”? ¿A quién le puede interesar todo esto? ¿Qué puede decirle a la gente de ahora el pensamiento que justifica todo esto? ¿A dónde vamos por este camino?
Que quede claro: si la Iglesia se ha situado en “lo marginal” de la vida y la sociedad, ¿pretendemos, desde fuera de la sociedad, influir en ella?
LA ACP EXPRESA LA DESAPOLERACIÓN DE LOS COMENTARIOS DEL PAPA SOBRE LAS MUJERES
Sábado 11 de mayo de 2019
Los comentarios del Papa Francisco sobre las mujeres diáconas en la conferencia de prensa en el avión de regreso de Bulgaria, su patear la lata por un camino sin tiempo, es una gran decepción. Habíamos llegado a esperar reacciones como esta de los papas anteriores, pero pensábamos que Francis era diferente y, en consecuencia, nuestra decepción es mayor.
La igualdad de las mujeres es fundamental para la credibilidad y el futuro de la Iglesia. Presentar a las mujeres diáconos es un paso tan minimalista que si él no puede avanzar en eso, hay pocas o ninguna posibilidad de un verdadero movimiento hacia la igualdad.
Sus comentarios envían todos los mensajes erróneos sobre mujeres a mujeres y hombres.
Confirma que las mujeres no son lo suficientemente buenas, y que a los ojos de la Iglesia «oficial» los hombres son más dignos que las mujeres.
Confirma que muchos de los regalos de las mujeres continuarán siendo desperdiciados.
Confirma que la Iglesia institucional oficial es una Iglesia de hombres.
Confirma que para ser un miembro pleno de la Iglesia, ejerciendo todos los privilegios, tienes que ser un hombre.
Confirma que la Iglesia es una estructura construida por hombres para hombres.
Confirma que la Iglesia sigue siendo un patriarcado jerárquico clerical.
Confirma que la injusticia está incorporada en el corazón de la Iglesia.
Este es un enorme golpe para reformar la Iglesia y llevarla al siglo XXI.
Ahora es el momento de que todos los que creemos en la igualdad hagamos oír nuestras voces, con claridad y sin ambigüedades. No debe haber ningún problema sobre dónde estamos parados; Obispos, sacerdotes y personas en los bancos. Ahora no es el momento de mirar por encima de nuestros hombros, pensar en nuestras posibilidades de promoción o de ofender a los que tienen autoridad. Esto es demasiado importante.
Debe estar conectado para enviar un comentario.