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Carbones del Cerrejón desvió el Arroyo Bruno que surte de agua al Río Ranchería, llevando a una crisis humanitaria por hambre y sed en la Guajira. Por Rosa María Mateus de CAJAR,
Jenny Paola Ortiz del CINEP, Jessenia Villamil de CENSAT y Hamsa Cárdenas de CAJAR
Desde su postura sobre los migrantes hasta su encíclica Laudato si ‘, el Papa causa controversia.
Robert Mickens, Roma Ciudad del Vaticano12 de julio de 2019
(FOLLETO DE EPA / EFE / VATICAN MEDIA FOLLETO / MaxPPP)
El Papa Francisco es un ofensor de igualdad de oportunidades.
No importa dónde se coloque a lo largo del amplio espectro de la Iglesia Católica: derecha, izquierda o centro; conservador o liberal Tradicional o progresista: si no se siente desafiado e incluso perturbado por algunas de las cosas que este Papa dice y hace, entonces no está prestando atención.
Y eso incluye a cualquiera de ustedes que pueda considerarse a ustedes mismos como «grupos del Papa Francisco» o «católicos de la derecha o del mal». Si él no se está poniendo un poco bajo tu piel, entonces tampoco estás escuchando.
A pesar de lo que afirman algunos de sus críticos más tradicionalistas, Francisco no es políticamente correcto. Él es, de hecho, bastante hablado. Él es profético.
Esto se debe a que es, sin lugar a dudas, uno de los papas evangélicos más radicales que la Iglesia haya visto. Y su lectura radical del Evangelio, como la de su santo homónimo de Asís hace más de 800 años, cuestiona y sirve de crítica a todas las ideologías, estilos de vida y formas de pensar.
Ya es bien sabido que la insistencia del Papa de 82 años de que las sociedades ricas del mundo sean más generosas para recibir e integrar a los migrantes y los refugiados está causando un alboroto entre los residentes de esas sociedades.
Irónicamente, algunos de los opositores más feroces a la adopción de la inmigración por parte de Francisco son inmigrantes o, como el Papa, hijos de inmigrantes.
Y no es un secreto que las críticas del Papa italiano-argentino al capitalismo desenfrenado y su llamado a una distribución más justa de la riqueza y los recursos del mundo han frotado a muchos católicos pro capitalistas de manera equivocada.
Pero los creyentes que se oponen a Francisco en estos temas no son los únicos que encuentran difíciles de aceptar algunas de sus enseñanzas.
Hora calurosa, verano en la ciudad.
Esto fue confirmado recientemente en un mensaje publicado en Twitter por alguien que la mayoría de las personas consideraría un católico progresista.
«Hay varias partes de @Pontifex #LaudatoSi con las que discrepo con vehemencia. Uno tiene que ver con su postura sobre el aire acondicionado», dijo esta persona, que también es catedrática católica de teología, ética y medio ambiente.
Laudato si ‘ es, por supuesto, la polémica encíclica » sobre el cuidado de nuestra casa común » , que Francis publicó hace cuatro años. Y el autor del tweet está realmente entusiasmado con este documento de 2014 sobre temas relacionados con la preservación del medio ambiente y toda la creación de Dios (personas incluidas).
Pero, evidentemente, la toma del A / C por parte del Papa es un desafío demasiado grande para la zona de comodidad de este profesor.
«El aire acondicionado en climas bochornosos es un regalo del cielo. Específicamente, deshumidifica y enfría los cielos, y eso es una bendición», concluyó este «católico» verde «.
Otro católico de mentalidad progresista intervino en:
«Creo que en algunos lugares (A / C) es una necesidad que salva vidas debido al calor excesivo y las alergias. Dicho esto, no tiene que ser una explosión en todas partes en todo momento».
Pero, ¿qué dice realmente nuestro actual obispo de Roma sobre el asunto en su encíclica? Él hace una sola referencia. Se encuentra en el párrafo 55 del texto.
Y parece ser una respuesta directa a nuestros Tweeters antes mencionados.
Se trata de algo más que A / C
«La gente puede tener una sensibilidad ecológica cada vez mayor, pero no ha logrado cambiar sus hábitos nocivos de consumo que, en lugar de disminuir, parecen crecer aún más. Un ejemplo simple es el uso y la potencia cada vez mayores del aire acondicionado». el papa escribe
«Los mercados, que se benefician inmediatamente de las ventas, estimulan una demanda cada vez mayor», continúa.
Francisco llega a una conclusión algo diferente a la de sus críticos. «Un extraño que mira nuestro mundo se sorprendería de tal comportamiento, que a veces parece autodestructivo», dice.
Sí, esto parece una enseñanza difícil. Pero deténgase y piense: ¿cómo sobrevivimos miles de años antes de que se inventara el aire acondicionado?
Incluso hace 20 o más años, el aire acondicionado no era muy común en la mayoría de los lugares de Italia, por ejemplo. Y la mayoría de las personas en este país siguen siendo ambivalentes acerca de su uso hoy.
Desafortunadamente, eso tiene más que ver con el temor de que el aire recirculado no sea saludable, en lugar de sus efectos nocivos para el medio ambiente, por lo que muchos italianos usan aire acondicionado con las ventanas abiertas para dejar entrar aire fresco o natural.
La vida sin aire acondicionado, incluso en lugares calurosos como Roma en julio y agosto, no es imposible. Solía ser la norma. Había estrategias antiguas para evitar que nos quemáramos, como dibujar las persianas y usar uno o dos fanáticos.
El ritmo de vida (y el trabajo) se ralentizó considerablemente cuando no había aire acondicionado. Y los apetitos de las personas se redujeron significativamente. Estas nunca fueron consideradas cosas malas. De hecho, se consideró que el cambio del ritmo diario estaba en sintonía con la naturaleza y era algo muy saludable.
Pero nuestra sociedad cada vez más consumista y la locura de producir cada vez más dan poco valor al tiempo de inactividad.
Poniéndose a tono con la naturaleza.
El Papa Francisco tiene razón al criticar el uso excesivo (y abuso) del aire acondicionado.
«Nadie está sugiriendo un regreso a la Edad de Piedra, pero sí necesitamos reducir la velocidad y ver la realidad de una manera diferente, para apropiarnos del progreso positivo y sostenible que se ha hecho, pero también para recuperar los valores y los grandes objetivos barridos». lejos por nuestros delirios desenfrenados de grandeza «, dice (LS, 122).
Porque, como dice el papa, «donde solo cuentan las ganancias, no puede haber pensamientos sobre los ritmos de la naturaleza …» (LS, 190).
En un mensaje a una reunión de las Comunidades Laudato sì, el Papa Francisco les recordó cómo «la justicia social y la ecología están profundamente interconectadas».
Hay varias docenas de Laudato sì Communities en Italia y en todo el mundo. Todos ellos están comprometidos con una ecología integral, un estilo de vida consistente con los valores contenidos en la encíclica del mismo nombre del Papa Francisco.
El Segundo Foro de Laudato sì Communities se celebra en la ciudad italiana de Amatrice. En agosto de 2016, la ciudad y el área circundante fueron devastadas por un terremoto de magnitud 6.2 que dejó a 247 personas muertas y decenas de familias sin hogar.
En su mensaje a los participantes del Foro, leído en su nombre por el Prefecto del Dicasterio Vaticano para la Comunicación, Paolo Ruffini, el Papa recordó a las víctimas del terremoto y habló sobre el «alto precio» pagado por toda la región.
La memoria de Amatrice siempre está en mi corazón, escribió. Lo que sucedió aquí nos ayuda a concentrarnos en «los desequilibrios que devastan nuestra ‘casa común'». Invariablemente, «son los pobres quienes pagan el precio más alto de la devastación ambiental», dijo el Papa. Citando de su encíclica, el Papa Francisco agregó: «No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano».
El Segundo Foro de Laudato sì Communities se centra en cómo, como el Papa escribe en su Encíclica, «todo está conectado». Específicamente, están examinando los desafíos que enfrenta la región amazónica y contemplan el Sínodo que se dedicará a este tema en octubre. En su mensaje, el Papa Francisco aborda la «situación insostenible de la Amazonía y los pueblos que viven allí», calificándola de «un paradigma triste de lo que está sucediendo en muchas partes del mundo: una mentalidad ciega y destructiva que prefiere beneficiarse de la justicia». Destacando la actitud depredadora con que el hombre se relaciona con la naturaleza «.
«La justicia social y la ecología están profundamente interconectadas», insiste el Papa. «Lo que está sucediendo en el Amazonas tendrá repercusiones a nivel global». No podemos permanecer indiferentes ante los espectadores ante esta destrucción, dice, «ni la Iglesia puede permanecer en silencio».
El Papa concluyó ofreciendo tres ideas para reflexionar: la primera es elogiar ante la belleza de la creación. «La alabanza es el fruto de la contemplación» – «la contemplación y la alabanza llevan al respeto» – y el respeto lleva a venerar los bienes de la creación y su Creador. El segundo es darse cuenta de que todo se nos ha dado de forma gratuita y, a su vez, debe convertirse en un regalo para compartir. El tercero es poder «renunciar a algo por un bien mayor, por el bien de los demás».
Arranca en Madrid el III Seminario sobre Ecología Integral inspirado en la Laudato Si’. El Responsable de Ecología Integral del Arzobispado de Madrid explica cómo se puede desde las parroquias mentalizar a la población hacia una conversión ecológica
Los jóvenes de hoy son “la fuerza más viva y dinámica que tenemos” y nos pueden “impulsar y avergonzar como hace Greta”
Los cambios en las infraestructuras de las parroquias pueden ser un ejemplo que ayude a los vecinos del barrio a tomar decisiones ecológicas, como por ejemplo “la instalación de placas solares, detectores de luz o recogida de agua de lluvia”
06.07.2019 | Mireia Bonilla
(Vatican News).- El 6 y 7 de julio tendrá lugar en la sede de la Fundación Pablo VI en Madrid el III Seminario de Ecología Integral organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española bajo el objetivo de mostrar los pasos que se están dando tanto en parroquias, movimientos, congregaciones y familias hacia la conversión ecológica.
“Las parroquias son un lugar idóneo para poder tratar el tema de la inversión ecológica, no solamente por lo que favorece el aspecto de conversión dentro de la espiritualidad cristiana, sino que también insistimos en que hay que ir en contra de ese consumismo navideño que nos invade, del mercado”, asegura Don Carlos Jesús Delgado, Responsable de Ecología Integral del Arzobispado de Madrid, y uno de los participantes del III Semanario sobre Ecología Integral. Pero las parroquias también son un lugar muy bueno “para trabajar ideas y valores que nos propone la Laudato Si’ desde el punto de vista económico de hacer un consumo responsable y muy en línea con el comercio justo” continúa.
Las parroquias pueden servir de ejemplo para los ciudadanos
El Responsable de Ecología Integral del Arzobispado de Madrid también habla de cómo los cambios en las infraestructuras de las parroquias pueden ser un ejemplo que ayude a los vecinos del barrio a tomar decisiones ecológicas, como por ejemplo “la instalación de placas solares, detectores de luz o recogida de agua de lluvia”. Se trata de actividades – puntualiza – “que pueden ayudar a transformar y a convertir ecológicamente a todas las personas que integran esta comunidad”.
En este sentido, Jesús Delgado explica que uno de los objetivos de la Comisión de Ecología Integral de Madrid es “ver cómo podemos generar de una forma visual ese cambio hacia la conversión ecológica y que invite a la sociedad civil también a esa conversión que nos pide el papa Francisco”. Para ello, asegura, tocan el tema de posibles cambios en las infraestructuras de los edificios más importantes, como por ejemplo “de la catedral, del seminario, de parroquias emblemáticas o monasterios”.Ver imagen en Twitter
Los problemas ambientales son una periferia más de las que habla el Papa Francisco
Durante la entrevista, Jesús Delgado recuerda ese llamado del Papa Francisco de ser una Iglesia en salida y que salga a las periferias, asegurando que la ecología y los problemas ambientales “son una periferia más” que muchas veces “tenemos olvidada como se está demostrando a nivel político y a nivel social”.
Seguir el ejemplo de Greta Thunberg
Por último invita a los jóvenes a imitar el ejemplo de Greta Thunberg, “la activista sueca jovencilla que ha conseguido generar un movimiento mundial, pero sobre todo europeo, de jóvenes estudiantes que todos los viernes reclaman acciones al gobierno para visualizar que efectivamente se están avanzando los problemas de cambio climático”, señala. En este sentido, explica que los jóvenes de hoy son “la fuerza más viva y dinámica que tenemos” y nos pueden “impulsar y avergonzar como hace Greta” tanto a políticos como a adultos: “los jóvenes son el elemento que más nos puede ayudar a transformar su propio futuro, por lo tanto es importantísimo que nosotros los escuchemos y que ellos eleven su voz como bien lo están haciendo a través de estas manifestaciones, acciones comunes conjuntas y siempre desde un espíritu para nosotros cristiano y ligado a la Laudato Si’”. “No olvidemos – concluye – que al final, la ecología integral, aúna los valores de custodiar la vida humana y de custodiar la creación por igual”.
El acuerdo es equivalente en volumen comercial y población afectada a cuatro veces el CETA firmado con Canadá. Tendrá un impacto negativo incalculable sobre la crisis climática y debilitará los derechos de las personas frente a los de las corporaciones. La campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión, integrada por más de 100 organizaciones sociales, sindicales, políticas, agrarias y ecologistas, entre las que se cuenta Ecologistas en Acción, ha calificado el anuncio como “una de las peores noticias de los últimos años”.
El acuerdo comercial UE-Mercosur agravará la crisis climática y de biodiversidad
Por Pressenza – Redacción Madrid
5 de julio, 2019.- La Unión Europea ha cerrado con los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) un acuerdo negociado durante 19 años a espaldas de la ciudadanía, pese a ser el mayor acuerdo comercial alcanzado nunca por la Unión Europea. Afectará a 780 millones de personas y supone un espaldarazo a las políticas extremistas y ultraneoliberales de los presidentes Bolsonaro y Macri.
El tratado conlleva una liberalización muy importante del comercio entre ambos bloques que beneficiará fundamentalmente a las grandes empresas europeas de industrias como la automovilística, la química, la farmacéutica o la textil y a los grandes exportadores de productos agropecuarios de los países de Mercosur, a costa de importantes impactos en el campo europeo y la desarticulación de muchos sectores industriales de Mercosur, con repercusiones muy negativas en el empleo y el medio ambiente.
Algunas de las consecuencias que implicará este acuerdo serán las siguientes:
– Europa recibirá una avalancha de productos de los países considerados “los graneros del mundo”. Los pequeños productores agrícolas y ganaderos se verán gravemente perjudicados, desaparecerán muchos de ellos y se dificultará la adopción de modelos de proximidad y ecológicos. Crisis como la del sector de la naranja, debida a las importaciones de Sudáfrica, se reproducirán en otros sectores.
– El incremento del transporte de mercancías a larga distancia con el consumo de combustibles fósiles asociado tendrá importantes repercusiones climáticas. Pero además, en lo referente al medio ambiente y la biodiversidad, en los países exportadores se incrementará el ya descontrolado ritmo de deforestación de la Amazonía y otros ecosistemas de gran importancia como el Cerrado brasileño o el Chaco en Argentina y Paraguay, ya muy mermados por la expansión de monocultivos agrícolas (soja) y ganadería (vacuno) a gran escala. El acaparamiento de tierras, las deforestación masiva, la invasión de reservas indígenas y los ataques a personas defensoras de la tierra, ya multiplicados en Brasil con Bolsonaro, se incrementarán aún más para satisfacer las exportaciones a Europa.
– Los consumidores europeos estarán más expuestos a alimentos cultivados en los países del mundo que más productos químicos tóxicos emplean. En Brasil, el gobierno de Bolsonaro está favoreciendo a la industria agroquímica incrementando de forma exponencial el ritmo de aprobación de nuevas sustancias hasta alcanzar más de una al día. Solo en 2019 ha aprobado el uso de 239 nuevos pesticidas, un tercio de los cuales no estarían autorizados en la UE. En Argentina el uso del glifosato de Monsanto/Bayer y otros 40 productos similares está totalmente extendido desde hace muchos años. En Uruguay el 97 % de las frutas y hortalizas presentaban en 2016 residuos de pesticidas.
– Como impuestos que son, la eliminación de aranceles supone un desvío directo de dinero de las arcas públicas hacia las empresas. El propio presidente de la comisión europea Juncker indicó al anunciar el acuerdo que las empresas europeas “ahorrarán cada año 4.000 millones de euros en impuestos” (frente a los 600 del CETA). Todo ese dinero son fondos públicos que los Estados de Mercosur dejarán de recibir de las empresas que exportan allí, en perjuicio de sus poblaciones. Pero en Europa, con una cifra no desvelada pero seguramente mucho mayor, sucederá lo mismo. Se dejarán de recaudar miles de millones de euros de las empresas que venden sus productos en nuestro continente. Es una ingente cantidad de recursos, que en lugar de regalarse a esas multinacionales podrían dedicarse a financiar la transición ecológica o a paliar los efectos dramáticos de la política migratoria de la UE.
Para la campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión, de la que forma parte Ecologistas en Acción, este tratado supone una de las peores expresiones de la globalización. Los acuerdos tendrán efectos nocivos sobre el cambio climático, la biodiversidad y los derechos humanos, por una parte, y sobre los derechos de los trabajadores, agricultores, pequeños empresarios y consumidores y la salud, por otra. Brasil, por ejemplo, no ha ratificado algunos tratados internacionales muy relevantes en materia de derechos sindicales y de representación y negociación de las trabajadoras y los trabajadores.
Según la campaña el impulso final de las negociaciones, principalmente por parte de España y Alemania, “ha obedecido a intereses de coyuntura política y es totalmente injustificable desde un punto de vista social y del interés general”.
La firma de este acuerdo, promovido de forma entusiasta en las últimas semanas por el Gobierno español, supone la legitimación por parte de la UE de las políticas en contra de los movimientos sociales, los sindicatos, los pueblos indígenas y el medio ambiente de los presidentes Bolsonaro y Macri.
El tratado deberá pasar aún por la aprobación de los parlamentos nacionales, por lo que la campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión estudiará conjuntamente con diversas organizaciones sociales que se consideren afectadas las acciones a llevar a cabo para tratar de evitar la puesta en marcha de este dañino tratado.
Obispos Austria a REPAM: “Es ejemplar su trabajo. Apoyamos el Sínodo”
Los obispos de Austria expresan su acompañamiento e interés ante el trabajo de la REPAM en preparación al Sínodo para la Amazonía.
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano, 6 de julio de 2019 Logo Sínodo para la Amazonía.
La Conferencia Episcopal austriaca ha querido, a través de un comunicado enviado al Cardenal Claudio Hummes, Relator General del Sínodo para la Panamazonía, expresar su apoyo, acompañamiento e interés en el trabajo que está llevando a cabo la REPAM en preparación al Sínodo para la Amazonía que tendrá lugar del 6 al 27 de octubre de este año.
El trabajo de la REPAM es ejemplar y admirable
En el documento, los obispos de Austria expresan además su profunda admiración por el trabajo de la Red Eclesial Panamazónica, la cual está altamente comprometida con los derechos de las poblaciones indígenas y la denuncia de la cruel violencia y violaciones de los derechos de los representantes de las poblaciones locales y sus organizaciones así como de su firme compromiso ante la destrucción del bioma amazónico. También les expresan que “les parece ejemplar” la articulación de todos aquellos que luchan por la preservación del medio ambiente, especialmente por la protección de la Amazonía y sus habitantes, y el estudio profundo de la Encíclica Laudato Sí’.
“Todo esto – puntualizan – alimenta en nosotros el deseo de saber más sobre estos procesos y aprender de ustedes”, pues en lo que respecta a la solidaridad con los pueblos indígenas y las poblaciones tradicionales de la región, “la Iglesia Católica aparece como un abogado del lado de los pobres” aseguran.
Los obispos austriacos asumen su responsabilidad ante la crisis climática
Los obispos austriacos también aseguran su apoyo a través de sus agencias de solidaridad eclesial bajo el objetivo pastoral “de una Iglesia con rostro amazónico, en defensa del territorio, los espacios de vida y los derechos humanos y en la preservación del medio ambiente”. “Sabemos que aquí en Austria también tenemos el desafío de asumir nuestra responsabilidad, especialmente con respecto a la crisis climática, la explotación de los recursos naturales y los problemas que se derivan de ella” dicen en el comunicado, recordando que el Pontífice nos pide a todos esa “conciencia colectiva” de que todo y todos estamos interconectados.
La Iglesia en Austria ya ha dado los primeros pasos
Al final del documento, la Conferencia Episcopal Austriaca informa que en los últimos años ha dado algunos pasos para contribuir a este proceso: “Hemos tomado la decisión de adquirir solo bienes y cosas que cumplen con los criterios ecológicos y sociales en nuestras instituciones eclesiásticas, y hemos optado por no invertir más dinero en las fuentes de energía fósil”. Por último, aseguran su intención “de seguir este camino con firmeza”, poniendo las causas del Sínodo de la Amazonía en las pautas de su iglesia local y con sus oraciones.
Escuchar, una actitud de Francisco muy presente en el Sínodo para la Amazonía
Víctor Codina
El amazónico «es un pueblo amenazado de muerte, un pueblo explotado»
La Iglesia “a pesar de su gran ayuda, todavía resulte distante, colonial, clerical, impositiva, ajena a sus lenguas, culturas y espiritualidad, más de visita que de presencia cercana”
“Solamente escuchando el clamor del pueblo amazónico podremos denunciar proféticamente la injusticia de los poderosos y buscar una conversión ecológica integral de la sociedad y de la Iglesia»
Una de las novedades del pontificado del Papa Francisco es la escucha, una dimensión que está muy presente en el Instrumento de Trabajo del Sínodo para la Amazonía. Así lo hacía ver Víctor Codina en uno de los diferentes seminarios que se están llevando a cabo en preparación al Sínodo para la Amazonía y que se celebraba en Roma la semana pasada.
En su intervención, que llevaba por título “Amazonía, Ver y Escuchar”, el jesuita destacaba la importancia de añadir el escuchar al método tradicional de ver, juzgar y actuar, insistiendo en que “la Iglesia en el sínodo quiere dar un paso más, escuchar al pueblo amazónico, dejarse estremecer por su clamor, por la historia de su pasión”, una actitud en la que Francisco insiste en la Episcopalis Communio, como ya lo había hecho en Puerto Maldonado, en su encuentro con los pueblos indígenas, algo que la Iglesia de la Amazonía ha puesto en práctica en su largo proceso de escucha.
Esta escucha ha mostrado, según Codina, “que es un pueblo amenazado de muerte, un pueblo explotado por concesiones madereras, megaproyectos hidroeléctricos, petroleros, mineros y de monocultivos, por carreteras y ferrovías, con contaminación de ríos, caza y pesca predatorias, narcotráfico, expulsión de su territorio, pérdida de sus culturas originarias, criminalización y asesinato de sus líderes y defensores del pueblo”, haciendo suyas las palabras del Papa Francisco en Puerto Maldonado, “nunca el pueblo amazónico había estado tan amenazado como ahora”.
Pero el pueblo indígena también ha lamentado actitudes de la Iglesia, de quienes dicen, en opinión del jesuita, que “a pesar de su gran ayuda, todavía resulte distante, colonial, clerical, impositiva, ajena a sus lenguas, culturas y espiritualidad, más de visita que de presencia cercana”, una actitud que debe provocar una reflexión seria entre los participantes de la asamblea sinodal.
En verdad, “solamente escuchando al pueblo amazónico podremos conocer su verdad, una verdad que no es simplemente expresión racional de su cosmovisión sino de su sentir-pensar, de su vida, de su sufrimiento”, insiste Víctor Codina, para quien “solamente escuchando el clamor del pueblo amazónico podremos denunciar proféticamente la injusticia de los poderosos y buscar una conversión ecológica integral de la sociedad y de la Iglesia, edificar una Iglesia de rostro amazónico, salvar la Amazonía y el Planeta Tierra”. Esta es una actitud que siempre estuvo presente en la Biblia y ante la que “los creyentes de la tradición judeo-cristiana no deberíamos sorprendernos”.
Por último, el jesuita reflexionaba sobre los acentos que han surgido después de la publicación del Instrumentum Laboris, insistiendo mucho en la “sugerencia de la ordenación sacerdotal de indígenas aunque tengan ya familia constituida”, y silenciando “el clamor del pueblo amenazado de muerte”, llegando a preguntarse si esto “no es un secuestro de la verdad”, pues para saber lo que es la verdad en la Amazonía es necesario que “escuchen el clamor de la tierra y de los pobres”. El resultado será “promover una conciencia ecológica integral, dar a la Iglesia un rostro amazónico, defender los derechos del pueblo y salvar el Planeta Tierra, que es nuestra casa común”, concluye Víctor Codina.
AMAZONÍA, VER Y ESCUCHAR
En América Latina ya es habitual la triple metodología eclesial del ver, juzgar y actuar, metodología de la revisión de vida típica de los movimientos cristianos obreros (JOC) promovidos por Josef Cardijn.
Pero en el Documento de trabajo para el sínodo de la Amazonía de octubre 2019 (Instrumentum laboris) esta metodología se enriquece, pues no solo se habla de ver sino de escuchar: escuchar la voz de la Amazonía (Iª parte), escuchar el clamor de la tierra y de los pobres (IIª parte).¿Qué importancia tiene este añadido?
Ciertamente es necesario ver y conocer la Amazonía, su extensión geográfica, sus habitantes, la riqueza de su bioma y de sus ríos, la pluralidad de sus culturas, Podemos hacer reportajes sobre la Amazonía, sus riquezas, sus danzas y cantos. La Amazonía es un lugar turístico y folklórico. También podemos elaborar estadísticas científicas y censos. Seguramente esta es la visión, tanto de muchos dirigentes políticos reunidos en el G20, como de las multinacionales, con riesgo de convertirse en fake news y postverdad.
Por esto la Iglesia en el sínodo quiere dar un paso más, escuchar al pueblo amazónico, dejarse estremecer por su clamor, por la historia de su pasión. Francisco pide al Espíritu para los participantes de los sínodos el don de la escucha, escuchar a Dios a través del clamor del pueblo (Episcopalis communio 6); y en su encuentro con el pueblo indígena amazónico en Puerto Maldonado, Francisco no quiso hablar, sino que pidió que ellos mismos expresasen su identidad, para lo cual es necesario escucharlos. Por esto antes del Instrumentum laboris se ha elaborado una amplia escucha y consulta al pueblo indígena.
Y ¿qué escuchamos del pueblo indígena? Que es un pueblo amenazado de muerte, un pueblo explotado por concesiones madereras, megaproyectos hidroeléctricos, petroleros, mineros y de monocultivos, por carreteras y ferrovías, con contaminación de ríos, caza y pesca predatorias, narcotráfico, expulsión de su territorio, pérdida de sus culturas originarias, criminalización y asesinato de sus líderes y defensores del pueblo. Nunca el pueblo amazónico había estado tan amenazado como ahora.Raoni, líder indígena de la Amazonía
También el pueblo lamenta que la Iglesia, a pesar de su gran ayuda, todavía resulte distante, colonial, clerical, impositiva, ajena a sus lenguas, culturas y espiritualidad, más de visita que de presencia cercana.
Solamente escuchando al pueblo amazónico podremos conocer su verdad, una verdad que no es simplemente expresión racional de su cosmovisión sino de su sentí-pensar, de su vida, de su sufrimiento. Solamente escuchando el clamor del pueblo amazónico podremos denunciar proféticamente la injusticia de los poderosos y buscar una conversión ecológica integral de la sociedad y de la Iglesia, edificar una Iglesia de rostro amazónico, salvar la Amazonía y el planeta tierra.
Los creyentes de la tradición judeo-cristiana no deberíamos sorprendernos de esta necesidad de escuchar el clamor del pueblo: la sangre de Abel clama al cielo (Gn 4,10), el clamor del pueblo de Israel explotado en Egipto sube al cielo, Yahvé lo escucha y llama a Moisés para que lo libere (Ex 3,7.10); en los salmos, el pueblo clama a Dios pidiendo ayuda desde el abismo de su dolor (Sal 130, 1-2). En los evangelios, Jesús escucha el grito de los pobres, de los enfermos, de los marginados, de las mujeres (Lc 18,35-43).
La verdad bíblica no es una verdad helénica ni racionalista, el conocimiento semítico bíblico no brota de la simple visión ocular, sino de la escucha de lo que nace de las entrañas, de los riñones, del sufrimiento del pueblo. Cuando Pilato pregunta a Jesús qué es la verdad (Jn 18,38), Jesús no le responde, ni le da una respuesta filosófica. La verdad nace del clamor del Crucificado, la verdad nace de los crucificados de la historia, de las víctimas del pecado de injusticia. La fe cristiana nace del oído, de escuchar la Palabra de Dios, una tradición eclesial de mártires y pobres.
Volvamos a la Amazonía. Es sorprendente que muchos medios de comunicación solo se hayan fijado en el nº 129 b) del Instrumentum laboris sobre la sugerencia de la ordenación sacerdotal de indígenas aunque tengan ya familia constituida, mientras han silenciado los 146 números restantes. ¿Por qué estos medios están tan interesados en la pastoral eucarística amazónica y silencian el clamor del pueblo amenazado de muerte? ¿Es algo casual? ¿No es un secuestro de la verdad?
Quizás nos pregunten, como Pilato ¿qué es la verdad? Únicamente podemos responderles que escuchen el clamor de la tierra y de los pobres. Esta es la verdad de la Amazonía. Esto es lo que nos propone el Instrumentum laboris.
Solo entonces podremos promover una conciencia ecológica integral, dar a la Iglesia un rostro amazónico, defender los derechos del pueblo y salvar el planeta tierra, que es nuestra casa común.Sínodo para la Amazonía
En vísperas de Rio+20 es imprescindible denunciar la nueva ofensiva del capitalismo neoliberal: la mercantilización de la naturaleza. Ya existe el mercado de carbono, establecido por el Protocolo de Kyoto (1997), el cual determina que los países desarrollados, principales contaminadores, reduzcan sus emisiones de gases de efecto estufa en un 5.2 %.
Reducir el volumen de veneno vomitado por esos países a la atmósfera implica reducir las ganancias. Por eso se inventó el crédito del carbono. Una tonelada de dióxido de carbono (CO2) equivale a un crédito de carbono. El país rico o sus empresas, al sobrepasar el límite de contaminación permitida, compra el crédito del país pobre o de sus empresas que todavía no alcanzaron sus respectivos límites de emisión de CO2 y de este modo queda autorizado a emitir gases de efecto estufa. El valor de ese permiso debe ser inferior a la multa que el país rico pagaría, en el caso de que sobrepasara su límite de emisión de CO2.
Pero surge ahora una nueva propuesta: la venta de servicios ambientales. Léase: apropiación y mercantilización de las selvas tropicales, bosques plantados (sembrados por el ser humano) y ecosistemas. Debido a la crisis financiera que afecta a los países desarrollados el capital anda buscando nuevas fuentes de lucro. Al capital industrial (producción) y al capital financiero (especulación) se le suma ahora el capital natural (apropición de la naturaleza), conocido también como economía verde.
La diferencia de los servicios ambientales es que no son prestados por una persona o empresa, sino ofrecidos, gratuitamente, por la naturaleza: agua, alimentos, plantas medicinales, carbono (su absorción y almacenamiento), minerales, madera, etc. La propuesta es poner un basta a dicha gratuidad. En la lógica capitalista el valor de cambio de un bien está por encima de su valor de uso. Por lo cual los bienes naturales deben tener precio.
Los consumidores de los bienes de la naturaleza pasarían a pagar, no sólo por la administración de la “manufactura” del producto (igual que pagamos por el agua que sale por el grifo en casa), sino por el bien mismo. Sucede que la naturaleza no tiene cuenta bancaria para recibir el dinero pagado por los servicios que presta. Los defensores de esta propuesta afirman que, por tanto, alguien o alguna institución debe recibir el pago (el don de la selva o del ecosistema).
Tal propuesta no toma en cuenta a las comunidades que habitan en las selvas. Dice una habitante de la comuidad de Katobo, selva de la República Democrática del Congo: “En la selva recogemos leña, cultivamos alimentos y comemos. La selva proporciona todo: legumbres, toda clase de animales, y eso nos permite vivir bien. Por eso nos sentimos muy felices en nuestra selva, porque nos permite conseguir todo lo que necesitamos. Cuando oímos que la selva puede estar en peligro, eso nos preocupa, porque no podríamos vivir fuera de la selva. Y si alguien nos ordenara salir de la selva, quedaríamos con mucha rabia, porque no podemos imaginar una vida que no sea dentro o cerca de la selva. Cuando plantamos alimentos, tenemos comida, tenemos agricultura, y también caza, y las mujeres recogen mariscos y peces en los ríos. Tenemos diferentes tipos de legumbres, y también plantas comestibles de la selva, y frutas y todo tipo de cosas que comemos, que nos dan fuerza y energía, proteínas, y todo lo que necesitamos”.
El comercio de servicios ambientales ignora esa visión de los pueblos de la selva. Se trata de un nuevo mecanismo de mercado, por lo cual la naturaleza es cuantificada en unidades comercializables.
Esta idea, que suena como absurda, surgió en los países industrializados del hemisferio Norte en la década de 1970, cuando se dio la crisis ambiental. Europa y los Estados Unidos comprendieron que los recursos naturales son limitados. La Tierra no tiene forma de ser ampliada. Y está enferma, contaminada y degradada.
Ante esto los ideólogos del capitalismo propusieron valorar los recursos naturales para salvarlos. Calcularon el valor de los servicios ambientales entre US$ 160 mil y 540 mil millones (el PIB mundial, o sea la suma de bienes y servicios, totaliza actualmente US$ 620 mil millones). “Es el momento de reconocer que la naturaleza es la mayor empresa del mundo, trabajando para beneficiar al 100 % de la humanidad, y lo hace de gratis”, afirmó Jean-Cristophe Vié, director del Programa de Especies de la IUCN, principal red global para la conservación de la naturaleza, financiada por gobiernos, agencias multilaterales y empresas multinacionales.
En 1969 Garret Hardin publicó el artículo “La tragedia de los comunitarios”, para justificar la necesidad de cercar la naturaleza, privatizarla, y garantizar así su preservación. Según el autor, el uso local y gratuito de la naturaleza, como lo hace una tribu indígena, acaba en destrucción (lo que no corresponde a la verdad). La única forma de preservarla para el bien común es volverla administrable por quien tenga competencia, o sea las grandes corporaciones empresariales. He ahí la tesis de la economía verde.
Pero de sobra sabemos cómo enfocan ellas la naturaleza: como mera productora de “commodities”. Por lo cual empresas extranjeras compran, en el Brasil, cada vez más tierras, lo que significa una desapropiación mercantil de nuestro territorio.
(Traducción de J.L.Burguet)
– Frei Betto es escritor, autor de “El amor fecunda el Universwo. Ecología y espiritualidad”, entre otros libros. http://www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.
Aseguran que el Gobierno colombiano «debe tener en cuenta que la presencia de estos cultivos es, en muchos casos, consecuencia del abandono en que viven sumidos los habitantes de estas regiones».
Los obispos católicos de la frontera colombo-ecuatoriana rechazaron la decisión anunciada por el Gobierno colombiano de reanudar las fumigaciones aéreas de cultivos ilícitos con el herbicida glifosato por ser nocivo para la salud y el medioambiente.
«Rechazamos frontalmente la decisión ya anunciada por parte del Gobierno de Colombia de reanudar las fumigaciones de cultivos de uso ilícito con glifosato, dadas las consecuencias negativas para la vida humana y el medioambiente», dijeron los obispos de las Jurisdicciones Eclesiásticas de Ipiales, Pasto, Tumaco y Mocoa Sibundoy, en Colombia, y Tulcán, Ibarra, Sucumbíos y Esmeraldas, en Ecuador.
El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, afirmó que las autoridades esperan reanudar las aspersiones aéreas con glifosato, suspendidas hace cuatro años, tras una reunión del Consejo Nacional de Estupefacientes que se realizará el próximo mes.
Los prelados, añade la información, consideran que el Gobierno «debe tener en cuenta que la presencia de estos cultivos es, en muchos casos, consecuencia del abandono en que viven sumidos los habitantes de estas regiones».
Igualmente invitaron a la administración del presidente Iván Duque a «que se exploren mecanismos complementarios que den una respuesta más integral sobre esta problemática que afecta a nuestros pueblos».
En el comunicado, emitido al finalizar el encuentro de Pastoral Fronteriza, los prelados reiteraron su preocupación ante «la pobreza generalizada y expresada en una crisis social, aparentemente sin solución, que limita las posibilidades de un desarrollo humano integral» de las comunidades en la zona.
La Pastoral se reunió el miércoles en el Santuario de Las Lajas, en la población colombiana de Ipiales, departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, para abordar diversos temas sociales.
El Gobierno colombiano suspendió en mayo de 2015, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), las fumigaciones aéreas de cultivos ilícitos con glifosato tras un fallo de la Corte Constitucional que ordenó hacer seguimiento a los posibles efectos que la aspersión aérea de ese potente herbicida pueda tener sobre la salud humana.
La Organización Mundial de la Salud ha recomendado que no se utilice el glifosato luego de la publicación de varios estudios sobre los efectos negativos en las zonas que han estado expuestas al herbicida.
En ese sentido, el presidente Duque manifestó esta semana que el Gobierno ha avanzado «en todas las líneas de precaución, en todas las líneas de análisis, en todos los exámenes técnicos, en todos los exámenes científicos (de los efectos del glifosato)» para «lograr tener todas las herramientas a disposición» en la lucha contra el narcotráfico.
Según un informe de la Casa Blanca divulgado a mediados del año pasado, en 2017 el área sembrada de coca en Colombia alcanzó un récord de 209.000 hectáreas, mientras que la producción potencial de cocaína pura subió hasta las 921 toneladas métricas.
Los críticos del anterior Gobierno colombiano atribuyen ese aumento de los cultivos ilícitos a varias razones, entre ellas la suspensión de las aspersiones aéreas con glifosato.
Duque aseguró que desde que comenzó su Gobierno, el 7 de agosto pasado, el Gobierno ha avanzado en el cumplimiento de los protocolos exigidos por la Corte Constitucional para el uso del glifosato.
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