Pederastia, la vergüenza de la Iglesia que se va develando en Colombia


Hay apenas 57 procesos penales contra sacerdotes por pederastia, la mayoría en Antioquia.

Pederastia: el vergonzoso capítulo de la Iglesia colombiana que se empieza a revelarEl sacerdote jesuita Carlos Novoa, doctor en teología, analiza esta problemática.

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Por: REDACCIÓN EL TIEMPO 14 de mayo 2019 , 05:42 p.m.

En una celda de la cárcel de Villahermosa, Cali, está recluido William de Jesús Mazo Pérez, párroco en 2009 de la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, quien paga 33 años por violar a cuatro niños. Y en la cárcel de Manizales permanece Pedro Abelardo Ospina Hernández, párroco de Filadelfia, Caldas, en el 2008, condenado a 21 años por abusar sexualmente de un joven con trastorno mental moderado.

Fausto Coronel Riveros y Evelio Ortiz Macías, sacerdote y seminarista de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Villavicencio entre 2017 y 2018, pagan 16 y 12 años en la cárcel de la capital del Meta por la violación de un menor de 14 años, quien era acólito de esa parroquia. 

Ellos, y decenas de sacerdotes más, hacen parte de la historia que avergüenza a la Iglesia católica en el mundo: la pederastia, cuyo capítulo en Colombia apenas empieza a ser develado.

El pasado 2 de mayo, después de un accidentado proceso, el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, tuvo que pedir perdón a las víctimas que dejó el paso del sacerdote Mazo Pérez por el necesitado sector de Aguablanca, oriente de la capital del Valle.

Fue un mea culpa obligado en cumplimiento de una posición judicial que está tomando cada vez más fuerza en las cortes colombianas: que aunque la responsabilidad penal de los sacerdotes que cometen abusos sexuales es individual, la Iglesia puede ser llamada a responder solidariamente ante las víctimas. Precisamente, porque si los agresores no hubieran sido religiosos, difícilmente habrían tenido acceso a quienes fueron atacados.

Toda denuncia de abuso sexual contra un miembro de la Iglesia debe ser reportada a las autoridades penales, sin tintas medias

Es la misma línea marcada en el 2015 por la Corte Suprema de Justicia, que ratificó la condena civil contra la Diócesis de Líbano-Honda, Tolima, por los abusos del sacerdote Luis Enrique Duque Valencia contra dos hermanos de 7 y 8 años. Ellos fueron acogidos en la parroquia de San Antonio de Padua porque sus padres atravesaban por una difícil condición económica. 

“(…) No existen clérigos que se administren solos o estén por fuera de la autoridad de una iglesia particular; es decir, de una diócesis u otra circunscripción eclesiástica que le sea asimilable —dice esa sentencia histórica— (…) Esta particular situación jurídica permite a una víctima de actos ilícitos o culposos cometidos por un ministro del culto religioso en razón o con ocasión de su función, o prevalido de la posición que ocupa en esa organización, demandar indistintamente y de manera solidaria tanto a la parroquia a la que pertenezca el clérigo como a la diócesis”.

Hace apenas cinco días, en un paso inédito, el papa Francisco envió un mensaje contundente a todos sus obispos en el mundo: toda denuncia de abuso sexual contra un miembro de la Iglesia debe ser reportada a las autoridades penales, sin tintas medias. Es un avance clave porque la indefinición en esta materia ha sido la norma. 
Al punto que, al menos en Colombia, cada diócesis podía decidir si reportaba o no ante la justicia ordinaria las denuncias contra sus religiosos, si bien existía la obligación de informarle al denunciante su derecho a llevar el caso ante instancias civiles.

Reporteros de EL TIEMPO buscaron por varias regiones y en el exterior las historias que por años estuvieron escondidas. Hablaron con víctimas e indagaron con la Iglesia sobre los pasos que ha dado para prevenir nuevos abusos y para evitar que, como ha sucedido, el traslado de sacerdotes de una diócesis a otra termine encubriendo el rastro de los depredadores y generando nuevos peligros. 

De los obispos consultados, solo cinco respondieron a los cuestionarios entregados a través de sus secretarios y jefes de prensa.Entre quienes no contestaron están los arzobispos de Cali y de Medellín, precisamente dos de las diócesis con más denuncias.‘Quisiera que el padre que me violó por lo menos dejara de dar misa’‘Aún no sabemos cuántos casos de abuso sacerdotal hay en el país’Papa Francisco ordena a la Iglesia denunciar penalmente a pederastas

Aunque, al menos desde el 2011, el espinoso tema entró en la agenda de la Conferencia Episcopal, la curia colombiana está aún lejos de promover decididamente una revisión a fondo de lo que sucedió en el pasado, situación reconocida por el mismo cardenal Rubén Salazar.

“En el país no estamos capacitados todavía para hacer este tipo de investigaciones (…) Creo que aún nosotros no somos lo suficientemente conscientes de que este es un problema que ha afectado y sigue afectando a la Iglesia”, le dijo la máxima cabeza del catolicismo en Colombia a este diario. 

Las cuentas que hace la Conferencia Episcopal son de cerca de un centenar de casos denunciados. El exfiscal Élmer Montaña —quien es abogado de cuatro víctimas en Cali— asegura que ya hay 53 procesos documentados y, al menos, otros 80 en etapas preliminares de investigación, con víctimas que hoy tienen entre 40 y 50 años.

Esas cifras son tan solo la punta del iceberg. De hecho, la investigación por uno de los mayores escándalos de la Iglesia en el país, el del padre Efraín Rozo, fue cerrada en el 2007 por el Tribunal Eclesiástico de Bogotá, a pesar de que el religioso —toda una figura pública entre los años 60 y 80 por su participación en clásicas ciclísticas— reconoció en un proceso similar en Estados Unidos haber abusado de decenas de menores.

De cara a los nuevos vientos que soplan desde el Vaticano, la Conferencia Episcopal completa ya varias reuniones con la Fiscalía para afinar los protocolos de entrega de sus archivos de denuncias contra religiosos por pederastia y otros abusos sexuales.

Mario Gómez, jefe de la Unidad de Infancia y Adolescencia de la Fiscalía, aseguró que se está haciendo un barrido nacional de procesos contra religiosos y que se revisarán los casos archivados para determinar si esas decisiones fueron ajustadas a la ley.

El Fiscal explica que ese barrido servirá para determinar si hay patrones en el accionar de los pederastas y, además, establecer si hay responsabilidad penal de superiores que no actuaron para detenerlos, a pesar de que tenían información de sus delitos.

El camino por recorrer para la Iglesia será largo, y el punto de partida será crear desde adentro conciencia sobre los alcances de ese flagelo, así como reconocer que en más de una ocasión los agresores terminaron protegidos porque los cambiaron de diócesis, no obstante que ya había denuncias. Un pecado, el encubrimiento, que ha cobrado cabezas de poderosos obispos en Chile, Estados Unidos y Europa.Ya había denuncias

Un reportaje de EL TIEMPO reveló, hace dos semanas, la lista de curas colombianos que tienen procesos de pedofilia en EE. UU. y cómo algunos de ellos regresaron sin haber ajustado sus cuentas con la justicia federal.

Entre los condenados y procesados en Colombia hay varios que también pasaron de una parroquia a otra, dejando una estela de víctimas. El sacerdote y profesor Jairo Alzate Cardona murió en la cárcel La 40 de Pereira, pagando una condena de 7 años por abusar sexualmente de un niño de 10 años en el 2011.

Pero ese no fue su primer crimen. Se había acogido a sentencia anticipada en 2002 por abusar de una niña de 9 años y, en el 2008, fue denunciado por atacar a un niño de 11 años.

Cuando lo volvieron a capturar por nuevos cargos de pederastia, el obispado le había permitido volver a otra parroquia como ayudante. Monseñor Francisco Arias Salazar, entonces vicario jurídico de la diócesis de Pereira, justificó así ese hecho: “Cuando se observó un cambio (en la vida del sacerdote) y tras la promesa firme de no volver a tener este tipo de faltas, se le permitió ayudar en la parroquia de la Santísima Trinidad. Mientras estuvo allí, no se recibió en la curia ninguna queja de mal comportamiento”. Todas las investigaciones contra Alzate precluyeron en el 2015 por su muerte. 

La lista de la trashumancia de depredadores sigue. A Hernando de Jesús Ruiz Zabala, sacerdote de Yarumal, Antioquia, lo condenaron a 70 meses de prisión en 2007 por abusar de un niño de 5 años en un hogar de Bienestar Familiar. En 2017, apareció como asistente del cura principal de la parroquia de San Andrés de Cuerquia, dependiente de la diócesis de Santa Rosa de Osos, e incluso fue fotografiado en un bautismo.Prófugo de la Interpol

Uno de los casos más graves es el del exsacerdote y profesor Danilson Mena Abadía, quien llegó a cambiar su identidad (se llamaba Antonio José Mena Abadía) para eludir sus procesos y así logró por décadas seguir vinculado a la actividad religiosa. 

Hay denuncias de niñas agredidas desde 1997 en Colombia, y su nombre está en una circular roja de Interpol por una condena por violación que le impuso un juez de Nicaragua en 2001. Apareció después en una parroquia de Bolivia, estuvo en la diócesis de Engativá, Bogotá, donde fue denunciado por agredir a una niña de 13 años; incluso fue capturado. 

Finalmente, terminó de nuevo en Quibdó, la diócesis donde se había ordenado y donde en 2013 habría violado a otra niña, quien tuvo un hijo suyo. Lo capturaron hace medio año, dictando clase en una universidad.

Y otra historia de escándalo es la del padre Roberto Antonio Cadavid. Él es uno de los que están en la lista negra de Estados Unidos y logró llegar hasta una parroquia en Brooklyn, Nueva York, con una recomendación de la Arquidiócesis de Medellín. Su vida sacerdotal de más de 30 años está salpicada de acusaciones de pederastia. 
El obispo de Medellín, Ricardo Tobón López, ha sido cuestionado por su supuesta tolerancia con casos como el de Cadavid y otros denunciados que han logrado seguir en el ministerio religioso. Hay pruebas de que Cadavid habría pagado a varias de sus víctimas para acallarlas.

En los últimos cinco años, la Iglesia en Colombia empezó a tomar medidas para tratar de cerrarles el paso a los pederastas. Así hay dos documentos de la Conferencia Episcopal que poco se conocen entre los colombianos y en los que se plantean medidas para prevenir e investigar los abusos sexuales perpetrados por religiosos. 

Pero también incluyen artículos polémicos que, de alguna manera, podrían justificar internamente por qué a probados depredadores no se les aleja de la actividad clerical. Además, en ninguno de ellos está explícita la clara decisión de buscar, activamente, la verdad de lo que ocurrió en el pasado.

En esos decretos diocesanos, que deben ser, a su vez, adoptados por cada obispo (que se conozca, la única que lo ha hecho es la Arquidiócesis de Bogotá), se establece que “ningún menor de edad podrá residir establemente en las instalaciones eclesiásticas diocesanas o residencia de sacerdotes, a menos que exista una causa grave que lo justifique”. También, que “ninguna persona puede servir como supervisor o acompañante de una actividad eclesial con menores, si ha sido objeto de condena judicial por un delito que pudiera poner en riesgo la integridad física o moral de un menor”.

Ningún menor de edad podrá residir establemente en las instalaciones eclesiásticas diocesanas o residencia de sacerdotes, a menos que exista una causa grave que lo justifique

Los religiosos tienen la orden de “evitar situaciones de contacto físico inapropiado y el uso de un lenguaje o expresiones inadecuados”. Y entre las medidas está el control de la internet en despachos curales para rastrear el acceso a sitios de pornografía. 

También se ordena que cuando se traslade a un clérigo a otra circunscripción, el obispo de la diócesis de origen deberá “informar sobre la eventual existencia de acusaciones de abuso sexual en su contra”. Pero a la par de esas medidas de protección hay afirmaciones polémicas. Así, es posible que un abusador vuelva al ministerio religioso, salvo que haya amenaza inminente contra menores o “riesgo de escándalo para la comunidad”.

Igualmente, se señala que “las acciones delictivas del clérigo infractor y sus eventuales consecuencias civiles o penales, incluido el posible resarcimiento de daños, son responsabilidad exclusiva del acusado y no del obispo o de circunscripción eclesiástica”, en contravía de la línea marcada por las altas cortes.Tres pasos claves para llegar a la verdad de este flagelo

Con el acompañamiento de religiosos y voceros de las víctimas, EL TIEMPO plantea estos interrogantes de fondo a la Iglesia católica en Colombia sobre la manera como ha enfrentado el flagelo de la pederastia.1. Verdad, esencial para la reparación

La Iglesia católica ha jugado en las últimas tres décadas un papel clave en la búsqueda de la paz en el país y la defensa de las víctimas del conflicto armado. 

Sus obispos han sido también abanderados de la reconciliación a través de la verdad ofrecida por los victimarios. Sin embargo, ese papel fundamental en la búsqueda de la verdad de lo sucedido en la guerra no se ve cuando se trata de establecer los alcances de la pederastia en la Iglesia. 

Más allá de la actitud abierta a recibir las denuncias, hasta ahora no se ha establecido una ruta explícita y organizada para tratar de establecer la verdad y que haya justicia y reparación apara las víctimas de la pederastia, sin importar los años que hayan pasado.2. Convocar a los fieles a denunciar y prevenir

El domingo pasado, muchos curas del país les hablaron a sus fieles sobre el mensaje de cero tolerancia a la pederastia enviado por el papa Francisco. El tema aparece con frecuencia en las homilías, pero podrían darse pasos mucho más decididos. Uno de ellos, convocar a los fieles en las misas a denunciar casos de abusos sexuales en las iglesias, así como mantener publicaciones en los templos sobre la ruta de denuncia establecida por cada diócesis. Eso no está por ahora en los planes de la curia.3. Lupa a los delitos conexos

Otro frente es la investigación contra los que por acción u omisión permitieron que sacerdotes abusadores siguieran activos a pesar de denuncias previas. Que se conozca, no hay hasta ahora ningún proceso interno por este asunto. Y no hay datos consolidados de los casos contra miembros de órdenes religiosas, pues estos no dependen de la Conferencia Episcopal.

Participaron en este reportaje multimedia: Marta Elvira Soto, Carol Malaver, Carolina Becerra, María Camila González, Luis A. Miño, José Alberto Mojica, Daniel Valero, Sair Buitrago, Carolina Bohórquez, Miguel Espinosa, Guillermo Reinoso, Sandra Rojas, Juan Camilo Melo y María Eugenia Lombardo. Coordinación general: Jhon Torres. 

Explore el cubrimiento especial sobre la pederastia cometida por la Iglesia en Colombia aquí.

http://www.eltiempo.com/vida/religion/casos-de-pederastia-de-la-iglesia-catolica-en-colombia-361196

Curas pagaron para frenar leyes; pederastia en EU


La Iglesia invirtió 10.6 millones de dólares para cabildear en ocho congresos estatales

06/06/2019 05:00  EFECOMPARTIR SÍGUENOS  

Fotoarte: Horacio Sierra

WASHINGTON.

De 2011 a 2018, la Iglesia católica de Estados Unidos destinó 10.6 millones de dólares para bloquear leyes contra curas pederastas.

En esos años, ocho estados del país impulsaron legislaciones para ampliar el tiempo de prescripción de los delitos.

Lo cual hubiera permitido juzgar a clérigos que cometieron abusos sexuales hace décadas.

Así lo reveló un informe de los despachos de abogados Abraham, Watkins, Nichols, Sorrels, Agosto y Aziz, Williams Cedar y Seeger Weiss.

Este reporte expone lo que sabemos, la Iglesia católica se rehúsa a tomar responsabilidad por décadas de abuso que ocurrieron ante sus ojos”, dijo el abogado Stephen Weiss, quien trabaja en una de las firmas responsables del reporte.

En el lapso de siete años, los estados de Pensilvania, Nueva York, Connecticut, New Jersey, Massachusetts, New Hampshire, Maine y Rhode Island discutieron leyes para ampliar el tiempo de prescripción de ese tipo de delitos.

Las actividades de cabildeo de la Iglesia contrastan con sus declaraciones públicas sobre la necesidad de apoyar y ofrecer una conclusión a los sobrevivientes”, denuncia el informe.

Pensilvania es el estado donde la presión fue más intensa. Según los datos recopilados por estos bufetes de abogados, la Iglesia invirtió 5.32 millones de dólares para paralizar una ley que, tras ser aprobada el pasado 10 de abril por la Cámara de Representantes estatal, espera todavía ser votada en el Senado.

La entidad ha sido centro del escándalo de los presuntos abusos por parte de religiosos en el país.

Por su parte, en el estado de Nueva York (que el pasado 14 de febrero aprobó la conocida como Ley de Víctimas Infantiles) la inversión fue de 2.9 mdd.

En New Hampshire, donde el gasto fue de 134 mil 345 dólares, hasta ahora no se ha presentado ninguna propuesta legislativa sobre el tema.

RECIBIERON APOYOS

Personas con antecedentes penales por delitos sexuales en Nueva York recibieron en total 63mil dólares en medicamentos para la disfunción eréctil y otros tratamientos a través del programa Medicaid, según la auditoría del estado.

Esto, pese a que regulaciones federales prohíben que Medicaid cubra tratamientos sexuales a todos los beneficiarios, no sólo a los convictos por delitos sexuales.

El programa gubernamental de asistencia médica para personas pobres o discapacitadas aprobó pagos por 930 mil dólares por los medicamentos de 2012 al 2018. De los beneficiados, 47 eran agresores sexuales identificados.

-AP

CASTIGO A PEDERASTAS

El Congreso del estado de Alabama aprobó un proyecto de ley que autoriza la castración química para pederastas convictos.

El castigo aplicaría para los pederastas condenados por delitos sexuales con niños de 13 años o menos.

Se trata de un requisito para salir de la cárcel una vez cumplida su condena, al que los reos podrán negarse a riesgo de seguir en prisión.

El promotor del proyecto, el congresista republicano Steve Hurst, detalló que la medida “quizás reduzca los números” de abusos sexuales a menores en la entidad del sur de EU.

-EFE

http://www.excelsior.com.mx/global/curas-pagaron-para-frenar-leyes-pederastia-en-eu/1317005

El sacerdote que destapó escándalos sexuales de la Iglesia en Cali


El cura Germán Robledo dijo que por años la comunidad utilizó el ‘tapen tapen’ para encubrir abusos.

Confesiones de un párroco testigo de pederastiaEl sacerdote Germán Robledo, de la Arquidiócesis de Cali, fue de las primeras personas en el país en denunciar casos de pederastia en el interior de la Iglesia Católica, específicamente, en la capital vallecaucana. Sus denuncias levantaron polvareda en 2010, cuando en ese año las publicó en el libro ¿Hacia un clero gay?. Señala que los arzobispos en la ciudad tenían responsabilidad de abrir investigaciones contra párrocos y diáconos pedófilos, pero no lo hicieron. Ni siquiera fueron expulsados del Clero.

Párroco Germán Robledo Ángel

Santiago Saldarriaga Quintero / EL TIEMPO

Por: Carolina Bohórquez 22 de mayo 2019 , 07:50 a.m.

El sacerdote Germán Robledo, de la Arquidiócesis de Cali, fue de las primeras personas en el país en denunciar casos de pederastia en la Iglesia Católica, específicamente, en la capital vallecaucana.

Sus denuncias levantaron polvareda en 2010, cuando en ese año las publicó en su libro ¿Hacia un Clero gay?  

La publicación señala que los arzobispos en la ciudad tenían responsabilidad de abrir investigaciones contra párrocos y diáconos pedófilos, pero, según él, no lo hicieron, ni cuando estuvo estuvo al frente del Tribunal Eclesiástico de Cali entre 1994 y 2000. Cuestiona que la Iglesia “ha mantenido una desmedida prudencia”.

No ha tomado el toro por los cuernos por invisibilizar una homosexualidad predatoria

El párroco Robledo, quien cumplirá 80 años en octubre de este 2019 y quien dejó de oficiar eucaristías a los 65, debido a la edad de retiro, reconoció que EL TIEMPO fue el primer medio que publicó denuncias de presuntos sacerdotes y diáconos pederastas en Cali y Palmira.

Cuestiona que la Arquidiócesis de Cali “no ha tomado el toro por los cuernos por invisibilizar una homosexualidad predatoria”, causa para él, de estos abusos a menores de edad. A su vez, cuestiona el acto de reparación que hace poco hizo la Arquidiócesis, a cuatro víctimas, todos varones, que en 2009 tenían entre 10 y 12 años. Por este caso, la justicia ordinaria condenó penalmente al sacerdote William de Jesús Mazo a 33 años de prisión.Este es el caso de pederastia por el que el arzobispo de Cali pidió perdón

En la Arquidiócesis de Cali informaron que este sacerdote ya no es parte de la Iglesia.

Así mismo, la Arquidiócesis indicó que no se pronunciará frente al tema relacionado con la entrevista al sacerdote Robledo. Reiteró que la «Arquidiócesis entrega siempre información a las autoridades eclesiásticas y civiles correspondientes». 

Bacanales gais de cómo llevaban a niños. Todas esas cuestiones, daba vergüenza realmente

¿Cómo ve la actuación de la Iglesia en la actualidad sobre pederastia y de que en Cali la Arquidiócesis pidió perdón a cuatro víctimas?

Esto yo ya lo había dicho y lo denuncié. Yo critiqué el famoso ‘tapen tapen’, el encubrimiento de los pederastas. Era 2010 y ya se decía algo en Cali. Había unos terribles pederastas. Yo en el libro lo digo. Que por lo menos había estos casos en el 30 por ciento de los sacerdotes del Clero. Eran como 120 o 130 que estaban involucrados. Yo denuncio en el libro que en el seminario conciliar había profesores absolutamente gay. Yo denuncié que había un sacerdote en Cali que utilizaba las limosnas para pagar favores sexuales. Fue un caso tremendo.¿Era un caso de pederastia?

Sí. Pero no solo de pederastia. Por ejemplo, jóvenes que venían de otras partes con hambre llegaban a pedir una limosna. Imagínese en qué terminaban las ayudas caritativas. Era una cosa inicua. Yo me di cuenta de eso y tomamos grabaciones en las que contaban con pelos y señales.¿Grabaciones de quiénes y qué decían?

Bacanales gais de cómo llevaban a niños. Todas esas cuestiones, daba vergüenza realmente, a mí, como sacerdote que había estado como presidente del Tribunal Eclesiástico. Los problemas llegaban.

Les decían (a las familias) que se quejaban tráigame pruebas, como si para eso se pudiera traer fotografías

¿La Iglesia en Cali hizo investigaciones o no a sacerdotes pederastas en la época en que usted denunció públicamente, en 2010?

Me ponían a mí la queja y a la gente que la ponía la mandaban a la Curia. Pero a pesar de que había jueces en el Tribunal Eclesiástico, por mandato era el obispo y el arzobispo -que es en el caso nuestro-, que tenía que ordenar la investigación. No el juez. El juez en el Tribunal Eclesiástico juzga en el momento cuando le corresponde. 

Debe haber un promotor de justicia conforme con el derecho en ese tiempo y era el obispo quien tenía que nombrar a una persona que hiciera la investigación, a un auditor, y una vez que existieran las pruebas se pasaban al Tribunal.

Párroco Germán Robledo Ángel

El párroco Germán Robledo, que en 2010 publicó ‘¿Hacia un Clero gay?’, se refiere a la pederastia en Colombia.Foto:

Santiago Saldarriaga Quintero / EL TIEMPOLe puede interesar: Secreto de confesión: ¿hora de levantarlo en casos de abuso?¿Se hizo esa toma de pruebas?

Les decían (a las familias) que se quejaban tráigame pruebas, como si para eso se pudiera traer fotografías. Entonces, la gente salía desesperada y volvían a buscarme. Ya después de que había renunciado al Tribunal seguían las quejas hasta que dije no, no me aguanto más, voy a denunciar eso.¿Ningún obispo o arzobispo de Cali en estas últimas dos décadas ha ordenado una investigación por estas denuncias?

No, y en ese tiempo lo normal era tapar, ocultar. Hoy día no se puede. Hoy en día esto es motivo de destitución. A partir del papa Francisco no se puede tapar ni alcahuetear.Entonces, ¿la Iglesia en Cali no ha tomado medidas severas contra la pederastia?

No desde los anteriores tres arzobispos. Eso no se ha cumplido Si el decreto de destituir a un sacerdote pederasta se hubiera aplicado antes y no ahora, por el papa Francisco, no se habrían salvado estos arzobispos.Respecto al caso del sacerdote que usted denunció, especialmente, y que usaba las limosnas correspondió a la época del 2000, ¿qué postura tomó el Arzobispo por este caso?

Se tomaba una posición de desmedida prudencia. Yo le dije al Arzobispo que el sacerdote debía salir inmediatamente de la parroquia. Tenía que hacer un curso especial con psicólogo, mínimo de seis meses a un año. Le dije: ‘Hay que velar por los niños’. Hay que poner psicólogos para ellos, hay que hablar con los padres de familia que habían amenazado con que se iban a retirar de la Iglesia y yo les dije que con toda la razón del caso. Había que preocuparse por la fe de los padres. También le dije que había que entrar a indemnizar, inclusive, económicamente a las familias.

Supe que lo cambiaron simplemente de parroquia y le dijeron sea más prudente y realmente fue más prudente porque se cambió de casa

¿Qué hizo la Arquidiócesis?

Dijo que había que tomar sanciones.¿Pero se hizo o no se hizo nada de lo que sugirió?

Parece ser que solucionaron el problema económicamente.¿El sacerdote recibió algún castigo?

Ni siquiera ante la justicia ordinaria y después pasó a otra parroquia donde siguió haciendo lo mismo. 

Párroco Germán Robledo Ángel

El párroco Germán Robledo, que en 2010 publicó ‘¿Hacia un Clero gay?’, se refiere a la pederastia en Colombia.Foto:

Santiago Saldarriaga Quintero / EL TIEMPOIglesia niega escándalo sexual en famosa comunidad religiosa del CesarComunidad clausurada por excesos sexuales tenía sede en Cesar¿Cuántos niños fueron abusados dentro de ese caso en particular?

Creo que eran dos o tres.¿Cuántos años tenían?

Eran niños pequeños. De 10-12 años.¿Dónde está este padre?

Falleció.¿Fue condenado?

No.¿Este caso dónde sucedió?

En un sector suroriental de Cali. No era Aguablanca, pero sí limitaba con el Distrito.Son muy pocos los casos de sacerdotes condenados penalmente

Aquí en Cali se recuerda al padre Víctor Blanco (2006), que sí lo condenaron (57 meses en la cárcel Villahermosa de la ciudad). 

Después, el padre William de Jesús Mazo (por los cuatro niños, de entre 10 y 12 años abusados en 2009 en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, en el barrio Alfonso Bonilla Aragón de Aguablanca). Hubo otro sacerdote. Era el padre William Lasso, quien en 2016 fue llamado a rendir indagatoria en una forma comprobada por la Fiscalía (por acceso carnal abusivo con un menor de 14 años) y el sábado anterior se suicidó, se colgó. 

Yo intervine porque supe que cuando fue párroco del municipio La Cumbre cómo este sacerdote tenía una casa de campo a la cual habría llevado a niños del Distrito de Aguablanca. Yo llamé al vicario general le dije: ‘El próximo escándalo en Cali va ser este’.¿Qué pasó después de esta advertencia?

Supe que lo cambiaron simplemente de parroquia y le dijeron sea más prudente y realmente fue más prudente porque se cambió de casa, compró otra, era una más cerrada, más segura y fue donde, precisamente, se suicidó.

Mucha gente se ha quedado callada por amor a la Iglesia, por respeto al religioso como una persona de Dios y eso vale mucho ante la gente

¿Los sacerdotes en Cali, cuestionados por pederastia, han sido expulsados de la Iglesia?

Los obispos, muy nerviosos tomaron una actitud muy tolerante, tomaron una actitud muy a la defensiva, muy propia de lo que yo denuncié: el ‘tapen tapen’. Hicieron todo lo posible para evitar que los testigos en una parroquia, inclusive que eran empleados, pudieran decir la verdad. Los intimidaron y a lo último también los destituyeron de sus puestos; los indemnizaron muy bien, no puedo decir que no.¿En la actualidad conoce nuevos casos de pederastia en la Iglesia?

No. Pero por fortuna y con la crítica que han ejercido los medios que son fundamentales en ese aspecto, las sanciones ya son reales. Precisamente, la justicia acaba de ordenar reparación por los cuatro niños abusados en esa época (2009) en Aguablanca. Pero la Arquidiócesis actuó muy contrariamente a lo que él decía. Es un error, el culpable con causa es el obispo.¿Por qué?

Porque el derecho canónico dice que para nombrar a un párroco con la calidad y el título de párroco tiene que tener certeza moral de la idoneidad y moral total a quien va a nombrar de párroco. Mucha gente se ha quedado callada por amor a la Iglesia, por respeto al religioso como una persona de Dios y eso vale mucho ante la gente. Pero muchos casos quedan sin sanción, sin reconocer que la institución es la que tiene que responder. Ahora un obispo o arzobispo tiene que responder haciendo la denuncia penalmente, ante potestad civil.

Un homosexual o quien tenga arraigadas tendencias homosexuales no puede ser admitido en el sacerdocio

¿La Arquidiócesis cómo ha manejado estos casos, como el del perdón a las cuatro víctimas de 2009 o el del padre Lasso?

Deja mucho que desear el acto del perdón. Invisibilizó el problema: la homosexualidad predatoria como lo llama el obispo de Filadelfia, en Estados Unidos. Aquí se habla de un abuso de poder y eso no es enfrentar la verdad. En el acto de reparación se cumplió en cuestión del dinero para resarcir en alguna forma. Pero, la reparación pública es la que queda muy en duda. Ha habido y con todo respeto, se refiere al abuso del poder y esto no es abuso de poder, puede tener un elemento de abuso de poder, pero las cosas hay que llamarlas por su nombre, en la otra carta que mandó a las familias sí,  por lo menos, dijo abuso sexual.Entonces, padre, ¿usted no está de acuerdo con que la Arquidiócesis se hubiera referido a un abuso de poder y no como abuso sexual?

Hoy en día, por ejemplo, decir abuso de poder. ¡Hombre! Eso ya es invisibilizar lo que es; es la homosexualidad. No confundamos decir abuso de poder, es un abuso homosexual predatorio. Mientras la Iglesia Católica no agarre, como decimos nosotros, el toro por los cuernos seguimos en lo mismo.¿Qué piensa de que las cuatro familias y las víctimas no aceptaron el acto de reparación de la Arquidiócesis de Cali?

Todo parte del principio de tapar el problema. Nadie habló de homosexualidad. En las estadísticas de la Iglesia Católica, el 90 por ciento de los casos abusados es con niños varones. Las niñas abusadas, en un 10 por ciento. El papa Benedicto escribió todo un tratado sobre la homosexualidad clerical, condenándola fuertemente. Un homosexual o quien tenga arraigadas tendencias homosexuales no puede ser admitido en el sacerdocio, no puede ser aceptado en el Seminario.

Acto de perdón a víctimas  de abusos sexuales por parte de la Iglesia

En una eucaristía en la parroquia Nuestra Señora de La Candelaria del barrio Alfonso Bonilla AragóFoto:

Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO

El papa Benedicto escribió todo un tratado sobre la homosexualidad clerical, condenándola fuertemente

¿Eso no genera polémica entre la comunidad homosexual porque quedan como los posibles pederastas? ¿Pero qué pasa con los pederastas heterosexuales? En ambos es pederastia.

Si es pederastia, expulsión del Estado clerical, sea homosexual o sea heterosexual, expulsión porque es un abuso ya de niños. Pero, lo que yo hago referencia del homosexualismo es el hecho de las estadísticas, 90 por ciento contra 10 por ciento, entonces, para erradicar el problema por completo hay que tocar de raíz.Padre, por eso insisto en que sus declaraciones sobre homosexualidad pueden causar rechazo entre la comunidad gay

Ya me dijeron alguna vez que era homofóbico y en el libro yo hablo de eso.¿Usted es homofóbico, padre?

No. Ni más faltaba que llegara hasta ese punto, pero tengo unos principios fundamentados en la Biblia, en la moral de la Iglesia. Pero, el problema en este momento es que tienen la Biblia en su contra.¿Cuando usted presidió el Tribunal Eclesiástico hubo casos de pederastia denunciados en otras ciudades de Cauca, Nariño o del Valle, donde esta institución tenía competencia?

El único caso que tuve cuando estuve como presidente del Tribunal Eclesiástico fue en Palmira. El obispo de Palmira envió el caso. No era un sacerdote, pero era un diácono, un clérigo y se ordenó la expulsión por violación. Era un profesor en colegios.

No era un sacerdote, pero era un diácono, un clérigo y se ordenó la expulsión por violación. Era un profesor en colegios

Por este hecho, ¿cuántos niños abusados?

Una gran cantidad. Fue a finales de 1990.¿Y qué pasa con las religiosas? ¿Le ha llegado alguna denuncia de conventos sobre presunta pederastia?

Las mujeres tienen más madurez. He sido confesor de monjas y no he visto ni conocido denuncias en Cali ni en Colombia. Yo confío en las monjas. Nos dan ejemplo.

He sido confesor de monjas y no he visto ni conocido denuncias en Cali ni en Colombia. Yo confío en las monjas. Nos dan ejemplo

Párroco Germán Robledo Ángel

El párroco Germán Robledo, que en 2010 publicó ‘¿Hacia un Clero gay?’, se refiere a la pederastia en Colombia.Foto:

Santiago Saldarriaga Quintero / EL TIEMPO¿Qué medida debería tomar la Iglesia frente a una denuncia penal contra un sacerdote en Miranda (Cauca), en relación con un presunto acceso carnal con una niña de 13 años? Eso fue en octubre del año pasado, cuando la menor tenía 12.

Deben expulsarlo. Al Arzobispo de Popayán le tocaría conseguir todas las pruebas y despachar eso para Roma.¿Usted ha recibido amenazas por hacer estas denuncias?

Sí, recibí amenazas de muerte. Pero no solamente a mí. También a otros testigos. Tuve que aconsejarles tomar mucha prudencia en las declaraciones porque la vida vale más y después estos muchachos no podían dar la información exacta sobre todos estos hechos de pederastia.

CAROLINA BOHÓRQUEZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CALI

https://www.eltiempo.com/colombia/cali/sacerdote-que-destapo-abusos-a-ninos-de-la-iglesia-en-cali-364928

Corte en India ordena investigación de cardenal tras acusación de encubrimiento


Corte en India ordena investigación de cardenal tras acusación de encubrimiento

El cardenal Oswald Gracias de Mumbai, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de India, habla durante una conferencia de prensa a principios de febrero en Bangalore. (Crédito: Anto Akkara / CNS.)

MUMBAI, India – La policía de Mumbai recibió la orden de investigar las acusaciones de que el Cardenal Oswald Gracias y dos obispos auxiliares encubrieron una acusación de abuso sexual clerical en 2015.

La orden provino de un Tribunal Especial de POCSO, que fue establecido por la Ley de Protección de Niños de Delitos Sexuales (POCSO) de 2012.

El padre Lawrence Johnson fue arrestado en 2016 por acusaciones de abuso sexual de un niño, pero la familia de un niño maltratado por el sacerdote se reunió brevemente con Gracias el 30 de noviembre de 2015, poco antes de que el cardenal fuera a Roma.

El padre de la víctima dijo al tribunal que el obispo John Rodrigues realizó una investigación interna sobre la denuncia, pero se negó a compartir los detalles con los padres y no denunció la denuncia a la policía.

Según la ley de 2012, todas las denuncias de abuso sexual deben informarse a la policía.

“Se requiere investigación para averiguar cuándo y dónde se reunieron el solicitante, su esposa y la víctima y con quién y qué información proporcionó y si dichas personas han realizado alguna investigación y el deseo de tener conocimiento no proporcionó información a la policía según lo requerido. Sección 19 de la Ley POCSO «, decía el documento del tribunal.

Otro obispo auxiliar, Savio Dominic Fernandes, se menciona en la queja, aunque en ese momento estaba fuera de la ciudad.

Gracias es el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de la India y formó parte del comité organizador de la cumbre contra el abuso del Vaticano en febrero.

En su declaración, el Tribunal Especial de POSO señaló que ni el padre ni ningún otro testigo habían divulgado previamente ningún hecho relacionado con la falta de denuncia del delito por parte de los tres prelados.

«La policía no llevó a cabo ninguna investigación al respecto, como se desprende de la respuesta del oficial de investigación», dijo el tribunal.

La ley prescribe una sentencia máxima de un año de prisión si una persona a cargo de una institución no reporta un delito por parte de un subordinado bajo su control.

La Arquidiócesis de Bombay emitió una declaración sobre el caso en febrero, luego de que fue informada por la BBC en el período previo a la cumbre del Vaticano.

RELACIONADO: La Arquidiócesis de Bombay contabiliza los reclamos de la BBC sobre la respuesta del cardenal al abuso

La declaración de la arquidiócesis dijo que el cardenal había concedido de inmediato la solicitud de reunirse con la familia después de escuchar la acusación, se reunió con la víctima, los padres de la víctima y el amigo de la familia, quienes alegaron que Johnson había abusado sexualmente del niño.

El cardenal intentó consolar a los padres. El cardenal debía partir hacia Roma esa misma noche. Después de que los reclamantes se fueron, el cardenal llamó de inmediato al padre Johnson y le informó de las denuncias formuladas contra él, y aunque el padre Johnson negó las acusaciones, el cardenal lo destituyó de inmediato y le dijo que ni siquiera se le permitía celebrar misa. a la mañana siguiente. «El padre Johnson quería conocer personalmente al cardenal, pero el cardenal le dijo que se iría a Roma en un par de horas y que se reuniría con el obispo John Rodrigues», dijo el comunicado.

La arquidiócesis dijo que Gracias inmediatamente llamó a su auxiliar y le pidió que se mantuviera en contacto con la familia y que iniciara una investigación mientras Gracias estaba en Roma. Al llegar a Roma, el cardenal llamó a Rodrigues para ponerse en contacto con la policía.

“En ese momento, el obispo John le dijo al cardenal que la familia ya había informado a la policía la noche anterior. «A su regreso de Roma, el cardenal hizo una cita con un consejero para aconsejar a la víctima, pero el obispo John Rodrigues le dijo que la familia había dicho que las autoridades gubernamentales estaban haciendo los arreglos para un consejero», dijo la declaración de la arquidiócesis.

Los registros muestran que la familia fue a la policía el 30 de noviembre de 2015, realizó el Informe oficial del primer incidente poco después, y el sacerdote fue arrestado el 2 de diciembre.

La arquidiócesis agregó que se hicieron muchos otros intentos para llegar a la víctima, pero la familia rechazó cualquier ayuda, y que Gracias «intentó en muchas ocasiones acercarse a la familia y a la víctima, pero se negaron a reunirse con el cardenal».

La hermana Arina Gonsalves, con sede en Mumbai, es miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y ha trabajado como consultora de la Arquidiócesis de Bombay en casos de abuso sexual de menores.

«La declaración dada por la arquidiócesis … brinda la secuencia de eventos y la acción que tomó la autoridad de la Iglesia después de que se presentó la queja», dijo.

“Después de cuatro años de este caso, de repente se está estudiando este nuevo ángulo. Según el informe de la prensa, incluso el juez ha comentado sobre esto «, le dijo a Crux . «Una investigación de la policía establecerá claramente la verdad».

https://cruxnow.com/church-in-asia/2019/05/22

Papa Francisco se entretiene con las mujeres, y se muestra asustadizo con los policías: Mary Hunt


15 de mayo de 2019, 3:00 pm 

Al continuar oponiéndose a la ordenación de mujeres, el Papa argumenta que algo debe ser revelado para que se haga; pero que no lo hagamos por lo que no debe haber sido revelado. Un breve examen del cambio en los puntos de vista católicos sobre la pena de muerte y la usura hacen que el argumento sea rápido. La revelación proporciona dirección hacia una mayor justicia; No es una lista de verificación de datos históricos.

Papa Francisco. 
 Matt Cardy / Getty Images


¿Por qué muchos católicos están tan disgustados con el Papa Francisco que continúa resistiendo a las mujeres diáconos? ¿Por qué los sobrevivientes de abuso sexual no están tan impresionados por sus nuevas pautas que permiten que los mismos obispos traten internamente con los mismos crímenes y criminales? A pesar de toda la preocupación de la derecha católica de que Francisco se deshaga de ellos, es triste decir que estas dos decisiones recientes deberían disipar sus preocupaciones.

Tal vez no haya una palabra italiana para «cambio», pero el cambio es lo que los católicos razonablemente esperan dado el estado sombrío de la iglesia. Ni la pérdida masiva de credibilidad ni los enormes pagos (muchos para los abogados) por los delitos sexuales cometidos por el clero, ymucho menos las vidas arruinadas de las víctimas , castigan a Francisco y a sus colegas. Trotan descaradamente los mismos viejos argumentos para apuntalar su control exclusivo sobre la institución, o lo que queda de ella.

La ordenación de mujeres, ya sea como diáconos, sacerdotes u obispos, es la pesadilla persistente de papa tras papa que parece preferir una pequeña iglesia magra sobre una robusta comunidad religiosa. La ordenación de mujeres significaría la aceptación intelectual y espiritual de la igualdad de género y el fin de siglos de discriminación. Con un poco de suerte, podría acelerar un movimiento en la dirección de nuevas formas de iglesia participativas y democráticas. Del mismo modo, pasar los casos de abuso sexual del clero a la policía sería una admisión de que la iglesia no puede controlar su propia situación, que miles de niños y adultos vulnerables han sufrido porque los líderes de la iglesia se niegan a renunciar al poder. Lamentablemente, la jerarquía rechaza el cambio, maniándolo de forma maníaca a cada paso mientras los católicos salen en tropel.

Incluso un movimiento tan tímido como ordenar a las diáconas , es decir, sacramentalizar y reconocer que la mayor parte del ministerio de la iglesia ahora lo hacen las mujeres , es demasiado para estos hombres. Cuando se le preguntó sobre el trabajo de la comisión que estableció para estudiar la cuestión de permitir que las mujeres fueran diáconos, Francisco se sumergió y vaciló en uno de los prensadores de su avión, esta vez en ruta de regreso a Roma desde el norte de Macedonia. Aparentemente, el asunto es tan trivial que puede manejarse de manera gratuita con los reporteros y no ser digno desde el principio con un informe, documento o incluso un comunicado de prensa adecuado. ¿Es de extrañar que las mujeres se sientan disidentes?

Francisco informó que los miembros de la comisión estuvieron de acuerdo en algunos asuntos y en otros no. Es de suponer que lo configuró de esa manera para obtener una difusión completa de los materiales históricos. Los desacuerdos entre los teólogos son la moneda del reino. ¿Cuántas comisiones papales fueron unánimes en algo? Incluso algunos que tenían una mayoría que favorecía el cambio, como en el caso de Humanae VitaeEn la encíclica de 1968 que prohibió el uso de la mayoría de las formas de anticoncepción eficaz, el pontífice reinante simplemente ignoró el consenso y se unió a la minoría, que era su prerrogativa como monarca. En una jerarquía, el Papa hace un juicio y establece una política. No es mi forma preferida de hacer negocios, pero es cómo funciona el sistema. En el caso de las mujeres diáconas, Francisco no puede hacer nada más que abrazar el status quo convenientemente sexista. Él elige el modo administrativo igualmente conveniente cuando se trata de casos de abuso. 

Francisco admitió lo que muchos de los mejores eruditos han argumentado durante mucho tiempo: a saber, que las mujeres diáconos en la iglesia primitiva ayudaron a las mujeres y los niños (por modestia) que fueron bautizados por inmersión. También examinaron a las mujeres víctimas de violencia doméstica en busca de hematomas como parte del proceso de búsqueda de la disolución eclesial de sus matrimonios. Se deja sin explorar si y cómo los diáconos o sacerdotes hombres trataron de alguna manera con los perpetradores. Pero lo que pesa sobre este Papa es si dichas diáconas fueron ordenadas sacramentalmente  como sus homólogos masculinos, o si solo fueron mujeres las que ayudaron en situaciones que los hombres ordenados encontrarían torpes. El cielo para que cualquiera confunda el trabajo de las mujeres con un real.ministerio. Aún más expertos alinean las liturgias de ordenación para mujeres y hombres y concluyen que no hay mucha diferencia, si es que la hay.

En una conversación posterior con la Unión Internacional de Superiores Generales, líderes de órdenes religiosas de mujeres en todo el mundo, Francisco dijo, según la transcripción del National Catholic Reporter, “No puedo hacer un decreto sacramental sin un fundamento histórico teológico”. El razonamiento es que si algo como mujeres diáconas no fueron revelados por Dios desde el principio de la tradición de fe, no puede implementarse ahora. Tres conjeturas en cuanto a quién llega a decidir lo que Dios reveló. Es un redux patriarcal que contribuye a que las mujeres lloren todo el proceso. Para su crédito, Francisco sí compartió con las monjas los puntos en los que los miembros de la comisión estuvieron de acuerdo porque fue este grupo de mujeres las que formalmente solicitaron el estudio. No está claro si este u otro grupo de académicos continuará el trabajo, o si el trabajo continuará , y si es así, hasta cuándo.

Francico admitió cómo la revelación está en «movimiento continuo para aclararse a sí misma …. Está en continuo crecimiento». Sin embargo, también dijo: «Si veo que esto, lo que pensamos ahora, está en relación con la revelación, bien». Pero si es una cosa extraña que no está de acuerdo con la revelación … no funciona. En el caso del diaconado, tenemos que ver qué había al principio de la revelación. Si había algo, déjalo crecer, déjalo vivir. Si no hubiera algo … no funciona «.

¿Serían millones de mujeres alimentando a los hambrientos, vistiendo a los desnudos, celebrando la Eucaristía, presionando por la justicia, cuidando a los enfermos, enseñando a los niños, escribiendo teología, predicando el Evangelio durante milenios algo así como lo que Francisco está buscando en términos de continuidad histórica? Si no, no hay esperanza de cambio. Si es así, hablemos inteligentemente al respecto y encontremos formas de permitir que las mujeres usen sus talentos como mejor les parezca.

El pensamiento circular protege el status quo: hay que revelar algo para que se haga; No lo hacemos por lo que no debe haber sido revelado. Un breve examen del cambio en los puntos de vista católicos sobre la pena de muerte y la usura hacen que el argumento sea rápido. Las enseñanzas de la iglesia cambian y maduran a medida que se hace evidente que las necesidades contemporáneas de justicia resuenan con ideas antiguas. Hemos aprendido que matar a personas que actúan mal solo resulta en más maldad; la carga de tasas de interés altísimas ofende el bien común. Los diáconos solo para hombres (sacerdotes, obispos, cardenales y papas mientras estamos en eso) contradicen las normas posmodernas de la igualdad de género y limitan el grupo de aquellos que están capacitados y capacitados para participar en el ministerio. La revelación proporciona dirección hacia una mayor justicia; No es una lista de verificación de datos históricos.

Uno no puede dejar de notar el poco de snark papal con el que Francisco cerró sus comentarios a las monjas sobre el tema: “Somos católicos. Si alguien quiere hacer otra iglesia, es libre de hacerlo ”. Creo que lo que quiso decir fue que nosotros , los católicos ,  somos mujeres católicas y que las mujeres que quieren participar también son libres de formar su propia iglesia . Puedo asegurarle, con buena autoridad, que el proceso de formación de nuevos modelos de iglesia está en marcha cuando las mujeres católicas atienden las necesidades del mundo. También puedo informarle sobre el hecho de que algunas de las monjas con las que hablaba dirigen órdenes que incluyen a miembros que han perdido tanto respeto por la iglesia institucional que apenas reconocen su relación con ella.

La gran ironía de la discusión sobre el diaconado es que no se trata de poder sino de servicio. Espera hasta que lleguemos a la parte de poder!

Phyllis Zagano, posiblemente el miembro más progresista de la comisión de estudio sobre mujeres diáconos, es una académica muy respetada que ha investigado la pregunta exhaustivamente. Ella insiste en que históricamente las mujeres diáconos no estaban relacionadas con las mujeres sacerdotes. Hoy, para los hombres, hay un diaconado de transición que conduce al sacerdocio y un diaconado permanente que no lo hace. La Dra. Zagano argumenta que las mujeres diáconos primitivas fueron ordenadas de forma no relacionada con el presbiterio, por lo que la ordenación de mujeres como diáconos no es un preludio de la ordenación de sacerdotes u obispos. Esto podría calmar los temores de algunos hombres, aunque muchos conservadores retuercen sus manos sobre el Caballo de Troya diaconal que temen que tenga su nariz debajo de la tienda clerical.

Si la Dra. Zagano fuera el valor atípico liberal en el panel de estudio, Francisco tenía incluso menos de qué preocuparse de lo que pensaba. Si hubiera sido lo suficientemente inteligente, habría abrazado a las mujeres diáconos según la interpretación de Zagano. Es posible que no obtenga muchas más oportunidades de softbol a medida que las formas de pensar evolucionan teológicamente más allá de lo meramente histórico patriarcal. Con un enfoque teológico más sólido, uno puede ser un buen caso para simplemente dejar el género fuera de los criterios para ministros calificados y bien entrenados, como la mayoría de las otras denominaciones cristianas han hecho con buenos resultados.

Mis profundas reservas sobre el diaconado de las mujeres provienen de su propia naturaleza como una receta para el trabajo de una mujer en una cultura patriarcal. Seguramente el sistema actual apunta a que las mujeres se encarguen de todo el trabajo diario: visitar a los enfermos, cuidar a los niños, ayudar a los abusados, enseñar educación religiosa, lo que ya hacen, para que los hombres puedan continuar con la predicación y la enseñanza. , sacramentalización, y toma de decisiones que se reservan para ellos mismos y se manejan tan mal en general. Pero si Phyllis Zagano y otras mujeres quieren ser este tipo de diáconos, les digo que las ordenen.

Les advierto a las mujeres que no se sorprendan cuando se den cuenta de que están siendo utilizadas, aunque sin saberlo, para reforzar las estructuras que subordinan a las mujeres y les prohíben ser sacerdotes. Les notifico con anticipación que una vez que estén ordenadas, trabajarán oficialmente para  y no solo con  colegas varones que los consideran aptos para el servicio, pero esencialmente no son aptos para el liderazgo. El sacerdocio, y no el diaconado, viene con jurisdicción o toma de decisiones. Insisto en que incluso con todas estas advertencias, es decisión de las mujeres ser diáconos y su derecho a hacerlo. Solo las comunidades igualitarias y democráticas nos salvarán a todos de estos escollos, pero por ahora el asunto es el derecho de la mujer a elegir. 

Entiendo la ira de las mujeres por no ser permitidas ser diáconas. Pero muchas mujeres que no tienen tal inclinación también están indignadas de que a las mujeres no se les permita servir y que se les reconozca su servicio (sí, ordenadas). Lamentablemente, decirle a las mujeres que «no» esta vez con un razonamiento tan lamentable solo hace que las personas bien intencionadas quieran a las mujeres diáconos aún más. Esto casi garantiza, a pesar de mis profundas reservas, que las mujeres diáconas de alguna forma acudan a una iglesia cercana a usted en un futuro no muy lejano, lo que cimenta aún más la estructura patriarcal, esta vez con mujeres como proveedoras de servicios y no como tomadores de decisiones. Una salida de este enigma está fuera de mi alcance en este momento.

Lo que se discute aquí, tanto como el sexismo flagrante, es un fracaso de la imaginación y el método teológico. El papa Francisco opera como si las fuentes de la teología fueran solo escrituras y tradiciones, tal como las interpretan personas como él. Pero el estándar de oro para la teología ha evolucionado hacia un conjunto de fuentes mucho más diferenciadas: la experiencia humana contemporánea; datos de las ciencias sociales y biológicas; ideas de las artes; la historia leída desde la parte inferior no desde la perspectiva de los que están en el poder; El análisis de las formas de opresión entre estructuras estructurales que ahora revelan acciones humanas moralmente horribles, de las cuales el sexismo y el racismo forman parte. Estos y otros materiales son insumos para las decisiones teológicas.

Decir a los católicos posmodernos que algo tan benigno como la ordenación de las mujeres a una forma truncada de diaconado es inadmisible porque no está arraigado en la revelación es un insulto a nuestra inteligencia. Es una forma de retrasar el cambio social, y en este caso, eclesial, simplemente porque Francisco puede en virtud de un poder unilateral. Si uno no puede ver el valor simbólico y real de resaltar y reforzar a las mujeres que buscan ministrar en un mundo problemático con especies que se extinguen y personas que mueren por falta de acceso básico a agua potable y atención médica, entonces todo se pierde para los católicos.

De manera similar, en el reciente Motu Proprio de  Francisco sobre cómo manejar los casos de abuso sexual titulado «VOS ESTIS LUX MUNDI» («Tú eres la Luz del Mundo»), la falta de imaginación teológica es evidente. Hay algunas mejoras, particularmente en aquellos que deben reportar el abuso, en la forma en que se protegerá a los denunciantes, en plazos más cortos para manejar los casos. Pero el resultado final sigue siendo el mismo: los líderes de la iglesia controlarán a los suyos. Al parecer, Francisco y sus asesores se perdieron los múltiples memorandos de sobrevivientes de abuso sexual del clero que insisten en que solo remitir los casos a las autoridades civiles  legales será suficiente para contener la marea.

El Vaticano responde que en algunos países la policía tratará a los sacerdotes acusados ​​injustamente, incluso poniéndolos en peligro. El Washington Post lo definió en un editorial : “El Vaticano sostiene que la obligación de informar a las autoridades civiles pondría en peligro a los católicos en algunos países donde ya enfrentan la opresión. De hecho, el Papa podría haber hecho excepciones para esos países al imponer protocolos difíciles en otros lugares ”. Los Estados Unidos son un caso en el que los agentes de la ley en Pennsylvania, por ejemplo, se han mostrado bastante capaces de hacer su trabajo mientras que los funcionarios de la iglesia han fracasado manifiestamente. en el de ellos. Cuando los periódicos seculares muestran más imaginación teológica que los funcionarios de la iglesia, hay mucho espacio en la parte superior.

El disgusto de las mujeres y la desilusión continua de las sobrevivientes no son sentimientos que deben ser reconocidos y pasados ​​por alto. Más bien, presentan un fuerte mensaje de que Francisco y sus colegas han perdido de nuevo el barco en un esfuerzo por conservar lo que debería ser desechado. A menos que estos problemas se corrijan a toda prisa, hay un montón de culpa que asignar por daños colaterales a un mundo que necesita cada hombro al volante.

https://rewire.news/religion-dispatches/2019/05/15

A denunciar (curas) pederastas


Urge abrir en Colombia oficina de denuncias que pide el Papa.Juan Lozano | @JuanLozano_R

Por:Juan Lozano 12 de mayo 2019 , 10:44 p.m.

Los trámites para abrir la primera oficina que reciba denuncias por pederastia sacerdotal en Colombia deberían iniciarse ya. Inmediatamente. Es cuestión de ganas y voluntad de las autoridades eclesiásticas dar cumplimiento a la voluntad y a las órdenes del papa Francisco.

El nuevo ‘motu proprio’ del sumo pontífice ‘Vos estis lux mundi’ (Ustedes son la luz del mundo) obliga a los sacerdotes, religiosos y monjas a denunciar a sus superiores todos los episodios de abusos de los que tengan conocimiento y simultáneamente obliga al episcopado colombiano y a todos los epicospados del mundo a tener abierta, en un plazo máximo de un año, hasta junio de 2020, una oficina especial dedicada a recibir y tramitar todas las denuncias contra religiosos acusados de delitos sexuales y a brindar apoyo a sus víctimas.

Las generalizaciones son injustas y dañinas. Y, en este caso, peor. Resulta dramático el manejo complaciente, tolerante y cómplice que en muchos casos, la Iglesia les ha dado a criminales con sotana, monstruos depredadores de niños, sádicos crueles, depravados y degenerados. Y, como la Iglesia ha tardado tanto en reaccionar y hasta ahora parece que se hubiera puesto más del lado de los victimarios que del de las víctimas, las instrucciones que afortunadamente ha impartido Francisco aparecen en un momento crucial para la Iglesia.

Este ‘motu proprio’ del Papa no solo les hace justicia a los centenares de miles de víctimas de abusos sexuales que en el mundo habrá, sino que además protege la honra de la inmensa mayoría de sacerdotes probos, inmaculados y buenos. Ellos, todos ellos, deben constituirse en un colectivo que en el interior de la Iglesia presione por la pronta y cumplida ejecución de la instrucción papal.

Qué importante, cardenal Salazar, que el episcopado colombiano fuera el primero en el mundo en decirle al Papa que la oficina de este país ya está lista para recibir las denuncias, iniciar los trámites y apoyar a las víctimas. Qué deplorable, cardenal Salazar, que el episcopado colombiano esperara con desdén, desánimo e indiferencia hasta junio del año entrante para abrir la oficina.

Y que los leguleyos no vengan a enredar la piola en nuestro país de incisos y parágrafos, pues ‘Vos estis lux mundi’ no entra en carpintería de tipificaciones de delitos en las distintas jurisdicciones del planeta, ni crea nuevos tipos penales, ni cambia las leyes penales ni endurece las leyes existentes.

Aquí, inicialmente, se trata de informar de inmediato al Vaticano, sin entrar en disquisiciones acerca de la prescripción del delito o de la caducidad de las acciones penales. Así, la pista judicial es una consecuencia de la denuncia, pero no una exigencia de esta y si en la pista judicial el proceso se desestima, en todo caso habrá de seguir su curso en las instancias eclesiásticas.

Con esta iniciativa, el papa Francisco le sale al quite a la infamia doble de la indolencia de los jerarcas con los niños y niñas abusadas, por una parte; y, por la otra, de la prescripción de los delitos sexuales contra los menores. En países como el nuestro, la impunidad ha sido atroz, pues, en muchos casos, a las víctimas les toma media vida decidirse a denunciar y cuando lo hacen ya la prescripción ha operado.

Están documentados centenares de casos en el mundo en los que los niños o las niñas que fueron víctimas solo se deciden a denunciar cuando ellos mismos se convierten en padres y entienden, conmovidos por el amor y la ternura que les despiertan sus amados hijos, la inmensidad de la infamia que cometieron contra ellos. Y en la mayoría de esos casos, ya las acciones penales están prescritas. Por eso debemos apoyar el proyecto que cursa en el Congreso para establecer la imprescriptibilidad de los abusos sexuales contra los niños, sean o no sacerdotes sus victimarios. 

Por lo pronto, la pelota queda en manos del episcopado colombiano y del señor cardenal.

JUAN LOZANO

https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juan-lozano/a-denunciar-curas-pederastas-columna-de-juan-lozano-360612

57 casos de sacerdotes vinculados en casos de pederastia


La Fiscalía reportó que la concentración de casos por pederastia se da en los siguientes departamentos

57 casos de sacerdotes vinculados en casos de pederastia. Foto: Colprensa

Laura Palomino14/05/2019 – ( hace 3 horas )

La Fiscalía reportó que la concentración de casos por pederastia  se da de esta manera en el país:

 

Antioquia 26,3%
 

Cundinamarca 2%
 

Bogotá 10%

Santander 10%

Boyacá 9%

Cauca 5%

Tolima 3,5%

Risaralda 3,5%

Valle del Cauca 3,5%

Meta 3,5%

Huila 3,5%

Casanare 3,5%

Caldas 3,5%

Nariño 3,5%

Chocó 2%

Magdalena 2%

Caquetá 2%

Arauca 2%

Norte de Santander 2%

Sobre estos casos el papa Francisco envió un mensaje a todos sus obispos en el mundo: toda denuncia de abuso sexual contra un miembro de la Iglesia debe ser reportada a las autoridades penales, sin tintas medias.


De hecho el diario El Tiempo realizó un especial sobre los procesos judiciales que se adelantan en Colombia por pederastia. Según las cifras reveladas hay 57 procesos penales, la mayoría en Antioquia. 

La W en el especial «dejad que los niños vengan a mí» ha denunciado 45 casos de abuso sexual a menores, aquí está el link: «Dejad que los niños vengan a mí».

http://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/57-casos-de-sacerdotes-vinculados-en-casos-de-pederastia/20190514/nota/3902488.aspx

COLOMBIA.Bogotá.El video en el cual sacerdote del 20 de Julio confesaría abuso a niño


El padre García Salesman fue confrontado por menor víctima de abuso y reconoce que estuvo con él.

El video en el cual sacerdote del 20 de Julio confesaría abuso a niñoAndrés* dice que la Iglesia no ha hecho justicia en su caso. La conversación se dio a mediados del 2012 entre Andrés* y el padre Gustavo Eliécer García Salesman. El fragmento está grabado en video, pero el diálogo duró más de una hora. En el momento de la confrontación, el entonces párroco de la iglesia Divino Niño Jesús, en el barrio 20 de Julio de Bogotá, se molestó y se fue.

Andrés, especial pederastia

Por: Miguel Ángel Espinosa 14 de mayo 2019 , 02:34 p.m.

Andrés* fue víctima de un cura en el barrio 20 de Julio, en el suroriente de la capital colombiana. Dice que la Iglesia no ha hecho justicia en su caso.

– Padre Gustavo, entonces tengo que preguntarle: hace 30 años nos conocimos y recuerdo que usted me acariciaba, me tocaba y llegamos a tener relaciones.

– ¿Sí? ¿Y cuántas veces?

– Bueno, yo no recuerdo, fueron muchas. Tal vez unas 20.

– Esas sí se las imagina usted. Yo me acuerdo de una, un domingo, 4 de la tarde. Después de tres misas, usted no se imagina lo rendido que queda uno. Y usted se me presenta en pantaloneta. Fuimos a la habitación y eso duró como cinco minutos. Yo recuerdo una, las demás se las imagina usted.
‘Quisiera que el padre que me violó por lo menos dejara de dar misa’

La conversación se dio a mediados del 2012 entre Andrés* y el padre Gustavo Eliécer García Salesman. El fragmento está grabado en video, pero el diálogo duró más de una hora. En el momento de la confrontación, el entonces párroco de la iglesia Divino Niño Jesús, en el barrio 20 de Julio de Bogotá, se molestó y se fue.

La denuncia de Andrés se remonta a 1983. En ese sector del suroriente de la capital era reconocida la fama del padre García Salesman de ayudar a los necesitados. Si alguien tenía una necesidad, el párroco lo ayudaba con dinero y acompañamiento.

En ese entonces, uno de sus tres hermanos y él jugaban en un parque del barrio cuando apareció el párroco y les ofreció dinero a cambio de ayuda con algunas labores en la parroquia.

Un día me llevó a su habitación y ya ahí sí cometió el abuso. Me bajó la pantaloneta, me acarició e hizo lo que hizo

El caso de pederastia por el que el arzobispo de Cali pidió perdón

“Lo que nos ofrecía era limpieza y organización de los libros del apostolado bíblico –cuenta Andrés-; También organizábamos almanaques y velas. Todo eso”.

Sus labores no pasaron de lo cotidiano durante seis meses, hasta un día cuando, según cuenta Óscar, el padre le agradecía por sus labores mientras le acariciaba las piernas.

Fue el inicio de un periodo de 10 años. Una década en la que pasó de sus piernas a sus brazos, la espalda y, finalmente, no paraba de acariciar sus partes íntimas.Pederastia: el pecado que empieza a confesar la Iglesia en Colombia

“Yo nunca supe lo que pasaba –asegura Andrés-; estaba muy pequeño y no entendía. Un día me llevó a su habitación y ya ahí sí cometió el abuso. Me bajó la pantaloneta, me acarició e hizo lo que hizo”.

Durante ese lapso de 10 años, Óscar señala que la forma de tratarlo del padre Eliécer era como la de una relación de pareja.
 Todo terminó cuando, a los 18 años, este joven bogotano se fue a prestar el servicio militar.

Esto es asqueroso. Que yo haya sido como el novio de ese señor, me tuvo durante toda mi niñez y yo nunca hablé de esto

El proceso

Luego de los abusos cometidos por el párroco, Andrés vivió un periodo de confusión en su paso por el Ejército, pues lo que pasó en su niñez lo llevó a pensar que las relaciones sentimentales siempre debían ser entre hombres mayores y niños.

Ese choque con la realidad fue crucial, pues a partir de ahí las pesadillas empezaron a rondar sus noches y ya no paraba de pensar en ello.

“En ese momento me viene una sensación de asco y de culpa –asevera Andrés-; y de temor impresionante porque esto es asqueroso. Que yo haya sido como el novio de ese señor, me tuvo durante toda mi niñez y yo nunca hablé de esto”.

Esa sensación lo acompañó por muchos años. Su secreto lo consumía de tal forma que buscó refugio en el alcohol y las drogas.

No obstante, en su interior sabía que tenía que confrontarlo de alguna forma, pues así como él vivió tales abusos, muchos niños podrían, aún en el presente, estar viviendo esa misma situación.

Aún conservo el video porque él aceptó haber abusado de mí y lo tengo como prueba para que me puedan ayudar a denunciarlo.

Casi a diario, Andrés frecuentaba la iglesia y esperaba hablar con el padre, pero cuando estaba a punto de hacerlo, se congelaba y no podía.

Por eso, en 2010, cuando conoció a la mujer que hoy es su esposa decidió enfrentarlo. La cita se pudo concretar en el 2012.

“Fui, hablé con él y lo grabé –recuerda Andrés-. Aún conservo el video porque él aceptó haber abusado de mí y lo tengo como prueba para que me puedan ayudar a denunciarlo. Quiero que se haga justicia porque esto no puede quedar impune”.

Luego de hablar con él, intentó dirigirse a la Fiscalía, pero le dijeron que no se podía hacer mucho en su caso, así que fue a la Conferencia Episcopal y expuso lo que le había pasado y les pedía una condena ejemplar para el padre García.

Cuando lo confronté me respondió que si él fuera malo ya estaría en la cárcel, por eso me parece un descarado

Para su sorpresa, en la iglesia le ofrecieron 50 millones de pesos para enmendar los daños causados, pero Andrés no los aceptó y continuó su labor de sacar a la luz los crímenes del padre Gustavo García.

Así ha pasado desde entonces, ha hablado con las máximas autoridades de la Iglesia en el país y nada ha pasado.

“Cuando lo confronté -rememora-; me respondió que si él fuera malo ya estaría en la cárcel, por eso me parece un descarado y peor aún la Iglesia que lo defiende”.

Hace un año, cuando falleció la madre de Andrés, el padre fue hasta la clínica San Rafael para darle el pésame a su familia. Aquel episodio lo llenó de rencor y de nuevo fue a exigirle a la Iglesia respuestas, pero una vez más le ofrecieron 50 millones de pesos por su silencio.Empezar de nuevo

En la actualidad, Andrés vive junto a su esposa y sus dos hijos en Tunja, no ha sido fácil superar lo que pasó y tampoco ha sido fácil esperar por justicia; no obstante, pasa sus días enseñando y realizando mantenimiento a computadores.

Hoy solo busca justicia, pues gracias a su familia ha logrado sobreponerse a lo sucedido en su niñez.

“Necesitamos que estas cosas no se repitan -insiste-; pero si la Iglesia le cubre la espalda a este tipo de abusadores, no hay esperanza para nadie. Cuando fue a visitarnos por la muerte de mi mamá no pude dejar de pensar en lo cínico que es. Esto es muy indignante”.

EL TIEMPO intentó ubicar al padre en la parroquia Divino Niño del 20 de Julio, pero las personas que trabajan en ese lugar aseguraron que el padre, hoy de unos 89 años, no puede atender al público por “situaciones”.

*El nombre fue cambiado por petición de la fuente

MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA BORRERO
Redactor de Nación de EL TIEMPO

https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/sacerdote-del-20-de-julio-en-bogota-reconoce-caso-de-pederastia-en-video-361494

‘Hay curas a quienes se les está pidiendo el pasado judicial’


El cardenal Rubén Salazar descarta una epidemia, pero admite que hasta ahora arrancan indagaciones.

Cardenal

El cardenal Salazar dijo que hay protocolos para identificar casos de abuso, ayudar a víctimas espiritual y psicológicamente y evitar nuevos casos.Foto:

Por: MARTHA SOTO Y JOSÉ ALBERTO MOJICA  14 de mayo 2019 , 08:07 a.m.

El máximo jerarca de la Iglesia católica, cardenal Rubén Salazar, admitió, en entrevista con EL TIEMPO, que están rezagados en las investigaciones de casos de sacerdotes pederastas y violadores. Y, aunque no tiene cifras en la mano, aseguró que no cree que el problema sea tan grave como se ha registrado en otros países.‘Nos dieron la espalda por acusar al sacerdote que violó a mi hija’‘Quisiera que el padre que me violó por lo menos dejara de dar misa’Pederastia, la vergüenza de la Iglesia que se va develando en ColombiaPederastia: el pecado que empieza a confesar la Iglesia en Colombia

En tono enérgico, también descartó que obispos hayan sido cómplices en casos de traslados al exterior de sacerdotes con antecedentes. Sin embargo, reveló que ahora les exigen pasado judicial a los curas trasladados y que ya hay protocolos para proteger a los niños en ambientes eclesiales.

Por primera vez, el también arzobispo de Bogotá, habló de colaboración con la Fiscalía, de posibles indemnizaciones a las víctimas por parte de la Iglesia y hasta de apoyo a sus victimarios.

Además, rechazó de tajo que el celibato tenga relación alguna con el abuso a menores y anunció que se opondrá a cualquier intento por obligar a los sacerdotes a denunciar casos de pederastia que conozcan durante la confesión.

¿Qué tan grave es el tema de abuso en Colombia? 
No tenemos una investigación a fondo, y nos hace falta. No porque no hayamos querido sino porque no hemos podido. Cualquier cosa que se diga es una aproximación. 

Las indagaciones van muy adelantadas en otros países. ¿Qué ha impedido que pase lo mismo acá?

Acá no estamos capacitados aún para hacer ese tipo de investigaciones. En otros países, el fenómeno ha sido casi avasallador, y eso ha hecho que la Iglesia, allí, se haya visto en la necesidad de investigar. Nosotros todavía no tenemos esa consciencia clara de que aquí, el problema puede ser grande porque no lo conocemos. También hay un factor importante y es que no tenemos investigadores lo suficientemente serios para hacer ese trabajo. Se necesita gente especializada, consciente, racional. 

¿Y eso cuándo va a suceder? 
Cuando tengamos un equipo suficientemente profesional y los recursos para hacer una investigación a fondo. Cada diócesis está haciendo esa tarea. Más adelante vamos a poder hacer un esfuerzo a nivel nacional de reunir todos los datos y tratar de presentarlos.

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El cardenal Rubén Salazar destaca que, en el caso de Bogotá, ya existe un completo protocolo con el que el riesgo de abuso por parte de un sacerdote es mínimo.Foto:

Claudia Rubio

Usted habló de 100 casos en Colombia… 
No es un dato que pueda reafirmar. Pero, al decir que hay una aproximación de 100 casos, significa que en Colombia el fenómeno no ha sido tan grave. No quiere decir que esa cifra sea despreciable. El papa Francisco lo ha dicho con toda claridad, basta un caso para que tomemos consciencia de que es un crimen que nunca se ha debido cometer. Basándome en lo que conozco, puedo decir que aquí no hemos tenido una epidemia de abusos.

Hay casos de curas acusados de violar mujeres y abusar de niños que han salido del país con el respaldo de sus superiores. ¿También van a revisar esa trashumancia? 
El abuso de menores es una cosa, y problemas de sacerdotes con mujeres e hijos es otra. 

¿Qué diferencia hay si han abusado de niñas de 11 años dejándolas embarazadas?
Ahí habría doble crimen: un abuso de un menor y un abuso de una mujer que la lleva al embarazo. Pero hay sacerdotes que pudieron haber tenido fallas con mujeres mayores de edad en donde no hay el caso de abuso a menores. En cuanto a los que se han ido al exterior hace algunos años, cuando un sacerdote pedía permiso para viajar por propia cuenta, no había una sospecha del obispo. 

En el caso del cura Jesús Suárez, suspendido en Texas, tenemos evidencia de que salió del país con el apoyo de superiores a pesar de que había denuncias…
Ese es un caso puntual que habrá que investigar y no pueden generalizar. Pero no podemos sacar conclusiones de que los obispos se desencartaban de los curas problema. En ningún momento ha habido el deseo de encubrir, eso lo puedo afirmar conociendo los obispos del país. Ahora, a cualquier sacerdote que salga de una diócesis hacia otra se le exige un testimonio de su obispo de si tuvo o no problemas. Incluso se les está pidiendo el pasado judicial.

¿El derecho canónico tiene herramientas para enfrentar estos casos? 
Hay una sección penal que prevé que un sacerdote o un clérigo pueda cometer una falta, pero es una cosa relativamente vaga. Juan Pablo II precisó un poco más a raíz de los escándalos en Estados Unidos. Pero, sobre todo, Benedicto XVI, en el 2011 publicó normas más estrictas en la Congregación de la Doctrina de la Fe. Tenemos muy claro cómo enfrentar un problema de esta clase.

En Chile y California se abre paso la excepción al secreto sacerdotal cuando se trate de abuso. ¿Está de acuerdo?
No está permitido. El sacerdote que recibe una acusación en confesión no puede ser infidente. Se le tiene que advertir al penitente la obligación de denunciar.

EL TIEMPO conoció casos ocurridos en los 90. ¿Se pueden reconstruir?
Es difícil porque en muchos casos solo tenemos el testimonio de uno contra el de otro. Uno tiene que creerle más a la víctima. Sin embargo, se han conocido casos de falsas acusaciones, de calumniadores que se han retractado. 

La Iglesia participó en el proceso de paz con las Farc. ¿Qué hacer para conseguir verdad, justicia y reparación en casos de violación y pederastia?
Eso es lo que pedimos. Hay una investigación previa en la cual se nombra a dos auditores y un notario para que se haga todo el proceso de investigación para ver hasta dónde es válida. De inmediato se sigue el proceso administrativo. Sí es el caso de un menor, va a Roma y allá se autoriza iniciar el proceso para buscar la justicia. En cuanto a la reparación está lo civil. Tenemos instituciones que ayudan a que las víctimas se recuperen psicológica y espiritualmente y se reintegren a la sociedad. 

¿La Iglesia está obligada a una reparación económica? 
Hay que analizar cada caso. El primer responsable es el sacerdote. El diocesano tiene sus bienes, por eso es el primer responsable. 

¿En qué casos debe responder económicamente la Iglesia?
Hay un peligro grande y es que se han probado falsas acusaciones por obtener dinero. Yo espero y confío que la justicia colombiana sea siempre justa, y, por lo tanto, que en cada caso sea capaz de discernir cuándo se da o no la necesidad de una remuneración económica por parte de las diócesis.

Ya hubo una indemnización en la diócesis del Líbano. ¿Se pueden afectar las finanzas de la iglesia? 
Ahí fueron 400 millones o algo así. Tuvimos que hacer casi una vaca, una colecta para ayuda. 

¿Hay contacto con la Fiscalía para los casos en curso?
No hemos entrado en diálogo oficial, en el sentido de mirar cada caso. Pero sí, en facilitar todos los procedimientos que pueda hacer.

Hay un peligro grande y es que se han probado falsas acusaciones por obtener dinero. Yo espero y confío que la justicia colombiana sea siempre justa

¿Están en ese mismo diálogo con congregaciones que también tienen casos, como jesuitas, capuchinos…?
Es permanente. He tenido reuniones con provinciales para tratar casos concretos. Estamos listos a hacer lo necesario para que se cumpla lo que ustedes dicen: verdad, justicia y reparación. En la próxima asamblea plenaria del episcopado, ese es un tema que vamos a tratar de nuevo. Y aquí falta una pregunta clave: ¿qué vamos a hacer para evitar casos futuros? Debemos crear una mentalidad nueva respecto al cuidado de niños y adolescentes. Hay protocolos de lo que tiene que ser la protección de los menores en cada ambiente eclesial, para que el riesgo sea cada vez menor. En la Arquidiócesis de Bogotá tenemos unos protocolos tan estrictos que el riesgo de un abuso es mínimo. 

¿Llegó la hora de poner en el tapete el tema del celibato?
No. Estoy convencido de que no tiene nada que ver con el abuso.

Entonces, ¿algunos curas se volvieron pederastas o algunos pederastas se volvieron curas?
Es difícil generalizar. Podría decir que el pederasta no se hace, tiene esa tendencia desde pequeño. Nosotros también buscamos la recuperación del victimario.

¿Es posible? 
Está prevista. No podemos decirle a un sacerdote: usted es un criminal, váyase. Vamos a ayudarlo a ver cómo lo recuperamos. 

¿Ya hay casos de abuso a monjas identificados?
Que sepa, no, pero seguramente los puede haber.

EL TIEMPO les pidió a obispos información sobre casos de abuso y la respuesta fue mínima y hasta evasiva…
Ahí está el problema. ¿Por qué EL TIEMPO se apropió de eso? ¿Qué autoridad tiene para decirle al obispo que confiese?

La prensa en el mundo ha sido clave en este escándalo. Y tenemos un deber con las víctimas que nos buscan…
Hay obispos que se han sentido incómodos con estas preguntas. Responderlas dependerá de su criterio. 

¿Usted cree que la Iglesia va a salir fortalecida después de estos escándalos?
Nunca la verdad puede destruir,es siempre salvadora. El Señor lo dijo en el evangelio: la verdad los hará libres. En la medida en que descubramos estas manzanas podridas, nos haremos más sanos. Eso lo dijo Juan Pablo II: “De esta crisis tendremos una Iglesia más santa, unos obispos más santos y unos sacerdotes más santos”.

MARTHA SOTO Y JOSÉ ALBERTO MOJICA

https://www.eltiempo.com/vida/religion/panorama-de-la-pederastia-en-colombia-segun-el-cardenal-salazar-361194

Pederastia, la vergüenza de la Iglesia que se va develando en Colombia


Hay apenas 57 procesos penales contra sacerdotes por pederastia, la mayoría en Antioquia.

Pederastia: el pecado que empieza a confesar la Iglesia en Colombia

¿Cuáles son las preguntas que debe responder la Iglesia Católica frente a los casos de pederastia que se han presentado en Colombia y en el resto del mundo?Foto:

Por: REDACCIÓN EL TIEMPO 14 de mayo 2019 , 12:00 a.m.

En una celda de la cárcel de Villahermosa, Cali, está recluido William de Jesús Mazo Pérez, párroco en 2009 de la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, quien paga 33 años por violar a cuatro niños. Y en la cárcel de Manizales permanece Pedro Abelardo Ospina Hernández, párroco de Filadelfia, Caldas, en el 2008, condenado a 21 años por abusar sexualmente de un joven con trastorno mental moderado.

Fausto Coronel Riveros y Evelio Ortiz Macías, sacerdote y seminarista de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Villavicencio entre 2017 y 2018, pagan 16 y 12 años en la cárcel de la capital del Meta por la violación de un menor de 14 años, quien era acólito de esa parroquia. 

Ellos, y decenas de sacerdotes más, hacen parte de la historia que avergüenza a la Iglesia católica en el mundo: la pederastia, cuyo capítulo en Colombia apenas empieza a ser develado.

El pasado 2 de mayo, después de un accidentado proceso, el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, tuvo que pedir perdón a las víctimas que dejó el paso del sacerdote Mazo Pérez por el necesitado sector de Aguablanca, oriente de la capital del Valle.

Fue un mea culpa obligado en cumplimiento de una posición judicial que está tomando cada vez más fuerza en las cortes colombianas: que aunque la responsabilidad penal de los sacerdotes que cometen abusos sexuales es individual, la Iglesia puede ser llamada a responder solidariamente ante las víctimas. Precisamente, porque si los agresores no hubieran sido religiosos, difícilmente habrían tenido acceso a quienes fueron atacados.

Toda denuncia de abuso sexual contra un miembro de la Iglesia debe ser reportada a las autoridades penales, sin tintas medias.

Es la misma línea marcada en el 2015 por la Corte Suprema de Justicia, que ratificó la condena civil contra la Diócesis de Líbano-Honda, Tolima, por los abusos del sacerdote Luis Enrique Duque Valencia contra dos hermanos de 7 y 8 años. Ellos fueron acogidos en la parroquia de San Antonio de Padua porque sus padres atravesaban por una difícil condición económica. 

“(…) No existen clérigos que se administren solos o estén por fuera de la autoridad de una iglesia particular; es decir, de una diócesis u otra circunscripción eclesiástica que le sea asimilable —dice esa sentencia histórica— (…) Esta particular situación jurídica permite a una víctima de actos ilícitos o culposos cometidos por un ministro del culto religioso en razón o con ocasión de su función, o prevalido de la posición que ocupa en esa organización, demandar indistintamente y de manera solidaria tanto a la parroquia a la que pertenezca el clérigo como a la diócesis”.

Hace apenas cinco días, en un paso inédito, el papa Francisco envió un mensaje contundente a todos sus obispos en el mundo: toda denuncia de abuso sexual contra un miembro de la Iglesia debe ser reportada a las autoridades penales, sin tintas medias. Es un avance clave porque la indefinición en esta materia ha sido la norma. 
Al punto que, al menos en Colombia, cada diócesis podía decidir si reportaba o no ante la justicia ordinaria las denuncias contra sus religiosos, si bien existía la obligación de informarle al denunciante su derecho a llevar el caso ante instancias civiles.

Reporteros de EL TIEMPO buscaron por varias regiones y en el exterior las historias que por años estuvieron escondidas. Hablaron con víctimas e indagaron con la Iglesia sobre los pasos que ha dado para prevenir nuevos abusos y para evitar que, como ha sucedido, el traslado de sacerdotes de una diócesis a otra termine encubriendo el rastro de los depredadores y generando nuevos peligros. 

De los obispos consultados, solo cinco respondieron a los cuestionarios entregados a través de sus secretarios y jefes de prensa.Entre quienes no contestaron están los arzobispos de Cali y de Medellín, precisamente dos de las diócesis con más denuncias.‘Quisiera que el padre que me violó por lo menos dejara de dar misa’‘Aún no sabemos cuántos casos de abuso sacerdotal hay en el país’Papa Francisco ordena a la Iglesia denunciar penalmente a pederastas

Aunque, al menos desde el 2011, el espinoso tema entró en la agenda de la Conferencia Episcopal, la curia colombiana está aún lejos de promover decididamente una revisión a fondo de lo que sucedió en el pasado, situación reconocida por el mismo cardenal Rubén Salazar.

“En el país no estamos capacitados todavía para hacer este tipo de investigaciones (…) Creo que aún nosotros no somos lo suficientemente conscientes de que este es un problema que ha afectado y sigue afectando a la Iglesia”, le dijo la máxima cabeza del catolicismo en Colombia a este diario. 

Las cuentas que hace la Conferencia Episcopal son de cerca de un centenar de casos denunciados. El exfiscal Élmer Montaña —quien es abogado de cuatro víctimas en Cali— asegura que ya hay 53 procesos documentados y, al menos, otros 80 en etapas preliminares de investigación, con víctimas que hoy tienen entre 40 y 50 años.

Esas cifras son tan solo la punta del iceberg. De hecho, la investigación por uno de los mayores escándalos de la Iglesia en el país, el del padre Efraín Rozo, fue cerrada en el 2007 por el Tribunal Eclesiástico de Bogotá, a pesar de que el religioso —toda una figura pública entre los años 60 y 80 por su participación en clásicas ciclísticas— reconoció en un proceso similar en Estados Unidos haber abusado de decenas de menores.

De cara a los nuevos vientos que soplan desde el Vaticano, la Conferencia Episcopal completa ya varias reuniones con la Fiscalía para afinar los protocolos de entrega de sus archivos de denuncias contra religiosos por pederastia y otros abusos sexuales.

Mario Gómez, jefe de la Unidad de Infancia y Adolescencia de la Fiscalía, aseguró que se está haciendo un barrido nacional de procesos contra religiosos y que se revisarán los casos archivados para determinar si esas decisiones fueron ajustadas a la ley.

El Fiscal explica que ese barrido servirá para determinar si hay patrones en el accionar de los pederastas y, además, establecer si hay responsabilidad penal de superiores que no actuaron para detenerlos, a pesar de que tenían información de sus delitos.

El camino por recorrer para la Iglesia será largo, y el punto de partida será crear desde adentro conciencia sobre los alcances de ese flagelo, así como reconocer que en más de una ocasión los agresores terminaron protegidos porque los cambiaron de diócesis, no obstante que ya había denuncias. Un pecado, el encubrimiento, que ha cobrado cabezas de poderosos obispos en Chile, Estados Unidos y Europa.Ya había denuncias

Un reportaje de EL TIEMPO reveló, hace dos semanas, la lista de curas colombianos que tienen procesos de pedofilia en EE. UU. y cómo algunos de ellos regresaron sin haber ajustado sus cuentas con la justicia federal.

Entre los condenados y procesados en Colombia hay varios que también pasaron de una parroquia a otra, dejando una estela de víctimas. El sacerdote y profesor Jairo Alzate Cardona murió en la cárcel La 40 de Pereira, pagando una condena de 7 años por abusar sexualmente de un niño de 10 años en el 2011.

Pero ese no fue su primer crimen. Se había acogido a sentencia anticipada en 2002 por abusar de una niña de 9 años y, en el 2008, fue denunciado por atacar a un niño de 11 años.

Cuando lo volvieron a capturar por nuevos cargos de pederastia, el obispado le había permitido volver a otra parroquia como ayudante. Monseñor Francisco Arias Salazar, entonces vicario jurídico de la diócesis de Pereira, justificó así ese hecho: “Cuando se observó un cambio (en la vida del sacerdote) y tras la promesa firme de no volver a tener este tipo de faltas, se le permitió ayudar en la parroquia de la Santísima Trinidad. Mientras estuvo allí, no se recibió en la curia ninguna queja de mal comportamiento”. Todas las investigaciones contra Alzate precluyeron en el 2015 por su muerte. 

La lista de la trashumancia de depredadores sigue. A Hernando de Jesús Ruiz Zabala, sacerdote de Yarumal, Antioquia, lo condenaron a 70 meses de prisión en 2007 por abusar de un niño de 5 años en un hogar de Bienestar Familiar. En 2017, apareció como asistente del cura principal de la parroquia de San Andrés de Cuerquia, dependiente de la diócesis de Santa Rosa de Osos, e incluso fue fotografiado en un bautismo.Prófugo de la Interpol

Uno de los casos más graves es el del exsacerdote y profesor Danilson Mena Abadía, quien llegó a cambiar su identidad (se llamaba Antonio José Mena Abadía) para eludir sus procesos y así logró por décadas seguir vinculado a la actividad religiosa. 

Hay denuncias de niñas agredidas desde 1997 en Colombia, y su nombre está en una circular roja de Interpol por una condena por violación que le impuso un juez de Nicaragua en 2001. Apareció después en una parroquia de Bolivia, estuvo en la diócesis de Engativá, Bogotá, donde fue denunciado por agredir a una niña de 13 años; incluso fue capturado. 

Finalmente, terminó de nuevo en Quibdó, la diócesis donde se había ordenado y donde en 2013 habría violado a otra niña, quien tuvo un hijo suyo. Lo capturaron hace medio año, dictando clase en una universidad.

Y otra historia de escándalo es la del padre Roberto Antonio Cadavid. Él es uno de los que están en la lista negra de Estados Unidos y logró llegar hasta una parroquia en Brooklyn, Nueva York, con una recomendación de la Arquidiócesis de Medellín. Su vida sacerdotal de más de 30 años está salpicada de acusaciones de pederastia. 
El obispo de Medellín, Ricardo Tobón López, ha sido cuestionado por su supuesta tolerancia con casos como el de Cadavid y otros denunciados que han logrado seguir en el ministerio religioso. Hay pruebas de que Cadavid habría pagado a varias de sus víctimas para acallarlas.

En los últimos cinco años, la Iglesia en Colombia empezó a tomar medidas para tratar de cerrarles el paso a los pederastas. Así hay dos documentos de la Conferencia Episcopal que poco se conocen entre los colombianos y en los que se plantean medidas para prevenir e investigar los abusos sexuales perpetrados por religiosos. 

Pero también incluyen artículos polémicos que, de alguna manera, podrían justificar internamente por qué a probados depredadores no se les aleja de la actividad clerical. Además, en ninguno de ellos está explícita la clara decisión de buscar, activamente, la verdad de lo que ocurrió en el pasado. 

En esos decretos diocesanos, que deben ser, a su vez, adoptados por cada obispo (que se conozca, la única que lo ha hecho es la Arquidiócesis de Bogotá), se establece que “ningún menor de edad podrá residir establemente en las instalaciones eclesiásticas diocesanas o residencia de sacerdotes, a menos que exista una causa grave que lo justifique”. También, que “ninguna persona puede servir como supervisor o acompañante de una actividad eclesial con menores, si ha sido objeto de condena judicial por un delito que pudiera poner en riesgo la integridad física o moral de un menor”.

Los religiosos tienen la orden de “evitar situaciones de contacto físico inapropiado y el uso de un lenguaje o expresiones inadecuados”. Y entre las medidas está el control de la internet en despachos curales para rastrear el acceso a sitios de pornografía. 

También se ordena que cuando se traslade a un clérigo a otra circunscripción, el obispo de la diócesis de origen deberá “informar sobre la eventual existencia de acusaciones de abuso sexual en su contra”. Pero a la par de esas medidas de protección hay afirmaciones polémicas. Así, es posible que un abusador vuelva al ministerio religioso, salvo que haya amenaza inminente contra menores o “riesgo de escándalo para la comunidad”.

Igualmente, se señala que “las acciones delictivas del clérigo infractor y sus eventuales consecuencias civiles o penales, incluido el posible resarcimiento de daños, son responsabilidad exclusiva del acusado y no del obispo o de circunscripción eclesiástica”, en contravía de la línea marcada por las altas cortes.Tres pasos claves para llegar a la verdad de este flagelo

Con el acompañamiento de religiosos y voceros de las víctimas, EL TIEMPO plantea estos interrogantes de fondo a la Iglesia católica en Colombia sobre la manera como ha enfrentado el flagelo de la pederastia.1. Verdad, esencial para la reparación

La Iglesia católica ha jugado en las últimas tres décadas un papel clave en la búsqueda de la paz en el país y la defensa de las víctimas del conflicto armado. 

Sus obispos han sido también abanderados de la reconciliación a través de la verdad ofrecida por los victimarios. Sin embargo, ese papel fundamental en la búsqueda de la verdad de lo sucedido en la guerra no se ve cuando se trata de establecer los alcances de la pederastia en la Iglesia. 

Más allá de la actitud abierta a recibir las denuncias, hasta ahora no se ha establecido una ruta explícita y organizada para tratar de establecer la verdad y que haya justicia y reparación apara las víctimas de la pederastia, sin importar los años que hayan pasado.2. Convocar a los fieles a denunciar y prevenir

El domingo pasado, muchos curas del país les hablaron a sus fieles sobre el mensaje de cero tolerancia a la pederastia enviado por el papa Francisco. El tema aparece con frecuencia en las homilías, pero podrían darse pasos mucho más decididos. Uno de ellos, convocar a los fieles en las misas a denunciar casos de abusos sexuales en las iglesias, así como mantener publicaciones en los templos sobre la ruta de denuncia establecida por cada diócesis. Eso no está por ahora en los planes de la curia.3. Lupa a los delitos conexos

Otro frente es la investigación contra los que por acción u omisión permitieron que sacerdotes abusadores siguieran activos a pesar de denuncias previas. Que se conozca, no hay hasta ahora ningún proceso interno por este asunto. Y no hay datos consolidados de los casos contra miembros de órdenes religiosas, pues estos no dependen de la Conferencia Episcopal.

Participaron en este reportaje multimedia: Marta E. Soto, Carol Malaver, Carolina Becerra, María C. González, Luis A. Miño, José Mojica, Daniel Valero, Sair Buitrago, Guillermo Reinoso, Sandra Rojas, Juan Camilo Melo y María Eugenia Lombardo. Coordinación: Jhon Torres. 

Explore el cubrimiento especial sobre la pederastia cometida por la Iglesia en Colombia aquí.

https://www.eltiempo.com/vida/religion/como-enfrentar-la-pederastia-de-la-iglesia-catolica-en-colombia-361196

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