Mujeres en Colombia: ciudadanas de segunda clase


El Estado y la sociedad son cómplices de los feminicidios en Colombia, el silencio y la falta de medidas que eviten la violencia hacia la mujer son responsables
Por: Julieth Zúñiga Cárdenas Abril 26, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2Orillas.
Mujeres en Colombia: ciudadanas de segunda clase

Foto: Uniradio

Según datos de Medicina Legal, en lo que va corrido del año 2017 van 204 mujeres asesinadas en Colombia. Por otro lado, en la Fiscalía General de la Nación han sido denunciados 345 casos de feminicidios, donde se encuentra que los principales agresores son los compañeros sentimentales.

Ante este panorama debemos preguntarnos, ¿por qué en Colombia los hombres asesinan a las mujeres? Porque somos una cultura profundamente machista, les enseñamos a los hombres desde niños que son los dueños de la vida de las mujeres, que ellas son sub-humanos, es decir, andan en “el proceso de convertirse en seres humanos” y mientras eso ocurre, son ellos quienes deben decidir sobre nuestros cuerpos y si vivimos o no.

No se trata solo de decir “mujer, quiérete, valórate”, aquí hay un trasfondo más preocupante, la lucha por la igualdad de género. Esta no es solo cuestión de empoderar mujeres, porque aunque yo soy feminista, creo y lucho por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, cuando salgo a la calle me acosan, los hombres opinan sobre mi cuerpo, mi vestido y forma de caminar. No ha pasado un día en que salga a manejar bicicleta sin que me acosen, sin que me hagan sentir completamente incomoda los conductores que lanzan frases violentas, miradas lascivas o besos, violentando mi subjetividad y mi derecho a la ciudad. Así que la cuestión no es solo que nosotras estemos empoderadas puesto que mientras ellos ignoren el tema seguirán violentándonos.

En este orden de ideas escuchamos otras frases de campañas que ya suena trillado y es “mujer denuncia”, como si denunciar en Colombia fuera la solución. Claudia Rodríguez denunció, huyó, gritó, imploró por su vida y no sirvió de nada. Estamos ante un Estado feminicida y un Gobierno que tiene como máximo exponente al premio Nobel de Paz, que hace alardes sobre el trabajo para la consecución de un país en paz, pero que nos deja morir. Vivimos en un país donde desde niñas nos matan por ser mujeres, donde unos padres matan a una bebé de 33 días de nacida porque no nació niño, donde una niña que huyó con su familia de la violencia del conflicto armado es asesinada por el hecho de ser mujer (Yuliana Samboní). Este es el país en paz donde ni en el colegio están seguras nuestras niñas porque los compañeros, profesores y trabajadores abusan sexualmente de ellas. La violencia machista está tan naturalizada en la población como en el Estado que es cómplice de nuestras muertes, que calla o que no sensibiliza a sus instituciones en materia de género y entonces revictimizan a las mujeres, las hacen contar 11 veces ante la Fiscalía cómo fue que fueron abusadas sexualmente como en el caso de la periodista Jineth Bedoya.

Las culpables de la violencia machista que vivenciamos las mujeres no somos nosotras mismas: iniciar una relación amorosa con alguien que estuvo en prisión, ni por no denunciar, ni por vestirnos de x manera, o por salir solas a la calle, por salir tarde, por no parar a tiempo. La violencia contra nosotras es un problema estructural y cultural. La culpa es de una sociedad que en silencio ve día a día como somos víctimas y no hacen nada para exigir a ese otro culpable que es el Estado que nos vulnera, que también nos culpa cuando denunciamos y que no vela por nuestros derechos, ¿será por qué en Colombia las mujeres seguimos siendo ciudadanas de segunda clase?

https://www.las2orillas.co/mujeres-colombia-ciudadanas-segunda-clase/

Días de la sinceridad: Por Domini M. Torrevillas


Desde las gradas :   (La Estrella de Filipinas) |
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Soy un fan de Francisco. Él es realmente un hombre de Dios, tan preocupado por los pobres, por lo inteligente de la calle, así que tipo de roca del barco, lo que le hace digno de ser amado a millones de cristianos y algunos no cristianos. Se lava los pies de los internos (en la tradición de Jesús), lleva vaqueros, huye de los vehículos a prueba de balas, mientras que en desfile por las calles, ha adoptado los niños refugiados, lleva a los bebés en sus brazos.

Esto es lo último lo que ha hecho por los pobres. El 11 de abril, abrió una nueva lavandería automática de seis lavadora-secadora y cerca del Vaticano, según lo informado por la Associated Press, que dijo: “Parece un poco raro, ¿verdad? Resulta que este es exactamente el gesto amable que hemos llegado a esperar de Francisco “.

Los servicios de este lavandería son gratis.

“Las personas que no tienen hogar ya se enfrentan a muchos desafíos. Ellos pueden tener un acceso limitado a la atención médica. Muchos de ellos tienen problemas de salud mental o están huyendo de los abusos.

“Ropa limpia no parece ser un gran problema entre todo esto, pero la materia. Es en parte por la higiene, pero también se trata de lo que  representan . Es la dignidad. Se trata de algo tan simple como otras personas que tratan como a un ser humano.

“Esa camisa limpia es importante. Cuando se ha luchado para anotar, finalmente, una entrevista de trabajo, lo que podría ayudarle a salir de una situación horrible, sólo para tener que cancelar porque no se puede conseguir algo tan simple como una camisa limpia – bueno, entonces lavandería importa  mucho .

AP dice: “La lavandería es sólo el último de una larga lista de servicios que el Papa ha abierto para las personas sin hogar, incluyendo una barbería, duchas, y un dormitorio. Digan lo que quieran acerca de la iglesia, pero es difícil negar que Francisco realmente parece que se preocupan por todos, incluyendo a nuestros vecinos más vulnerables, marginadas. Vaya, papa “.

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Francisco es conocida por su apertura a las conversaciones a largo considerados tabú en la iglesia, tales como cuestiones LGBTQ (Lesbianas, Gay, Bisexual, Transgénero, Interrogación), los anticonceptivos y el aborto. Ahora se está cuestionando la regla de larga data de la iglesia que los sacerdotes no pueden casarse.

En una entrevista con un reportero para el periódico alemán Die Zeit, el Papa sugirió que los hombres casados ​​pueden ser ordenados como sacerdotes en las comunidades rurales con escasez de sacerdotes.

“Debemos tener en cuenta si  viri probati  es una posibilidad”, dijo en la entrevista. “Entonces tenemos que determinar cuáles son las tareas que pueden realizar, por ejemplo, en comunidades remotas.”

Dice el informe de la AP: “La frase latina al papa utilizada se traduce como ‘hombre sometido a prueba.’ Es la idea de que los hombres casados ​​que han demostrado su fe y participan activamente en la Iglesia Católica podría convertirse en sacerdotes.

“Durante siglos, la iglesia ha requerido que los sacerdotes sean casados ​​y célibes con el fin de dedicarse totalmente al servicio de Dios. La regla del celibato se explica en el Código de Derecho Canónico de la Iglesia:

“Los clérigos están obligados a observar una continencia perfecta y perpetua por el bien del reino de los cielos y por lo tanto están obligados al celibato, que es un don especial de Dios por el cual los ministros sagrados pueden unirse más fácilmente a Cristo con un corazón indiviso y son capaces de dedicar con mayor libertad al servicio de Dios y de la humanidad.

Según la CNN, mientras que Francisco reconoció la idea de permitir que los hombres casados ​​fieles a convertirse en sacerdotes, él también hizo hincapié en la entrevista que los hombres que ya son sacerdotes no se les permite casarse.

Los comentarios son una respuesta a los desafíos que enfrentan las iglesias de América Latina, especialmente en Brasil. La AP informó que el viejo amigo de Francis, el cardenal brasileño Claudio Hummes, está promoviendo  probati viri en un país que tiene sólo un sacerdote por cada 10.000 católicos. Permitiendo que los hombres casados para convertirse en sacerdotes serían potencialmente ayudar a aliviar ese déficit.

Los miembros del clero y sacerdotes han cuestionado la regla del celibato durante décadas, con el argumento de que los hombres casados fieles se les debe permitir ser ordenado. En un artículo de opinión publicado en el año 2016 de febrero de la  Catholic Herald,  un periódico católico británico, el reportero Jon Anderson describe la Iglesia Católica como “envuelto en discusiones sobre si el celibato sacerdotal tiene un lugar en el mundo de hoy.”

Anderson dijo que los oponentes de un requisito del celibato cree que la regla era fuera de fecha y haciendo más difícil para animar a los jóvenes a unirse al sacerdocio.

Por otro lado, según Anderson, las personas que abogan por la regla dice que los sacerdotes deben comprometerse plenamente a Dios y su fe, en lugar de compartir a sí mismos con sus esposas o hijos. papas anteriores San Juan Pablo II y Benedict XVI ambos creían que los sacerdotes tenían que permanecer célibes.

Pero la iglesia en realidad ya permite excepciones a la regla. Un protestante casado sacerdote que se convierte al catolicismo pueden permanecer casados, mientras trabajaba como un cura, el tiempo que tiene el permiso de su esposa. Algunas iglesias orientales católicas también se les permite mantener su tradición de tener sacerdotes casados.

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Para que los sacerdotes pueden casarse todavía está en estudio. PERO, y es un gran pero, hay un área que el Papa no está dando en. Como se informó, él sigue el decreto hizo hace 22 años por el Papa John Paul II sobre la exclusión absoluta de las mujeres del sacerdocio. Se nos ha informado de que un obispo fue despedido después de que él sugirió que la elevación de las mujeres al sacerdocio podría ser una manera de resolver la escasez crónica de la iglesia católica de sacerdotes.

Un movimiento feminista que sirve “ilícitamente” como sacerdotes y que están bajo la excomunión, continúan desafiando el decreto. Monjas han puesto carteles desafiantes que decreto.

Ex monja Michele Abedul-Conery, que ahora está sirviendo como obispo contra la ley de la iglesia, lleva una camisa púrpura y un crucifijo alrededor del cuello y las bebidas de un cáliz. Por encima de su imagen son las palabras italianas  Alcune dopne disobbediscono  (algunas mujeres desobedecen).

Kate McElwee, co-director ejecutivo de la Conferencia para la Ordenación de la Mujer (WOC), dijo que los carteles estaban destinados para celebrar mujeres sacerdotes de todo el mundo. La actividad puede ayudar a impulsar un diálogo con la iglesia sobre la igualdad de las mujeres, dijo, un problema que ella ve como un “verdadero punto ciego para Francisco.”

AP informa que de acuerdo a McElwee, hay cerca de 150 mujeres sacerdotes renegados de todo el mundo. Muchos de ellos fueron ordenados después de la elevación al sacerdocio de un grupo de siete mujeres, conocido como el Danubio Siete, que fueron ordenados ilegalmente en 2002 por un obispo argentino.

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La mayoría, no todos, las denominaciones protestantes han ordenado a las mujeres como ministros y obispos.

La no ordenación de las mujeres es una zona defensora considerada como un ejemplo extremo de la desigualdad y anti-feminista en dogmas de la iglesia.

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E-mail: dominitorrevillas@gmail.com

http://www.philstar.com/opinion/2017/04/18/1691387/days-candor

Posverdades eclesiásticas: Pepe Mallo


mar112017

 

Enviado a la página web de Redes Cristianas

Poder clerical, Código canónico y Catecismo antes que Evangelio, celibato obligatorio, discriminación… principales posverdades arraigadas en la Iglesia
La época de la “posverdad”
Vocablo de moda, elegido como palabra del año 2016 por el Diccionario Oxford y admitido por gacetilleros y analistas. La verdad (o la posverdad) es que tal palabro necesita una definición conceptual precisa y rigurosa. Según el diccionario, el término designa el “fenómeno que se produce cuando los “hechos objetivos” tienen menos influencia en la formación de la opinión pública que la “emoción de las creencias personales”. O sea, que la objetividad importa mucho menos que las teorías o creencias que hacen que nos sintamos a gusto.

La posverdad es como una “mentira emotiva” (remedo de las “mentiras piadosas”). Puede ser una mentira asumida como verdad o incluso una mentira asumida como mentira, pero reforzada como creencia o como hecho consentido y compartido en una sociedad. Se resume como la idea de que “algo que parezca ser verdad es más importante que la propia verdad”. Para mentir no es necesario caer en el bulo. Se puede mentir diciendo solo medias verdades. Se destaca una pequeña parte de la verdad, se la ilumina, se la descontextualiza, se la carga de notas sentimentales… y ya tenemos esa pequeña parte de la verdad convertida en una descomunal mentira. Es el “photoshop” del engaño. Ya no estamos en la modernidad ni en la postmodernidad, sino en la época de la “posverdad”.

La Iglesia, fuente de posverdades
Este exordio viene a cuento al considerar cuántas posverdades se han elaborado durante tanto tiempo en la Iglesia; cuántos sacrificios intelectuales, que se han aceptado con tal de mantener en pie un sistema de certidumbres que ha arraigado en nuestra identidad, y que, para complacencia de muchos y desasosiego de no pocos, incluidas ciertas facciones de la jerarquía, el papa Francisco está intentando desarticular y esclarecer. Porque posverdades haberlas hay las. Las posverdades no son nuevas en el mundo de la Iglesia. Por ejemplo, así, en términos generales, ¿qué cara de Dios nos ha presentado durante largo tiempo la Iglesia Institución? Nos habla del Dios de los pobres, pero se concilia con la opulencia; el Dios que ama a los pecadores, pero los condena al infierno; el Dios de la paz, pero se alía con el vencedor; el Dios de la igualdad, pero marca lamentables distinciones honoríficas entre jerarquía y laicos y niega a los curas casados y a la mujer los ministerios eclesiales; el Dios de la salvación, pero, eso sí, a largo plazo, en la “otra vida”; el Dios de la justicia, pero favorece con sus beneficios a los que cooperan con “donaciones”; el Dios de los marginados, pero pone cotas a los homosexuales y divorciados; el Dios del Amor, pero es intolerante con ciertas ideas y comportamientos…; y más etcéteras.

El clericalismo, posverdad recalcitrante
El clericalismo, posverdad de la ambición del poder, del privilegio, de la preeminencia, de la usurpación del derecho a la verdad, del monopolio de la sabiduría. Rotunda denuncia de Francisco: “El clericalismo es un mal que aleja al pueblo de la Iglesia”. Pastores convertidos en intelectuales de la religión. Se presentan como representantes de Dios, pero no representan a Jesús. El pueblo se siente descartado y abusado. Ya no es el “pueblo de Dios”. Lo han apocopado, ha quedado reducido a simple “pueblo” (¿populacho, para algunos?). “La Iglesia no es una élite de los sacerdotes, de los consagrados, de los obispos, sino que todos formamos el Santo Pueblo fiel de Dios; no es el pastor el que tiene que determinar lo que tienen que decir en los distintos ámbitos los fieles”, ha subrayado Francisco. Signo claro del monopolio narcisista de los dirigentes eclesiales es que se han reservado para ellos el título común de “sacerdotes”, “otros Cristos”… El Espíritu reparte sus dones entre los miembros de la Iglesia para el servicio de la comunidad. La Iglesia de Jesús es una Iglesia “toda ella ministerial”. Nació como oposición a toda estructura clerical. El “ismo” ha frustrado los orígenes.

La ley como pretexto para avasallar
El poder espiritual, posverdad del afán de saberlo todo, de tener todas las respuestas, dominando a los fieles con un tipo de “dictadura espiritual”. Es aquel dicho del catecismo: “doctores tiene la Santa Madre Iglesia que os sabrán responder”. El pueblo humilde y modesto (ignorante para ellos) es víctima de los “intelectuales de la religión”, “los seducidos por el clericalismo”. Se confiere más autenticidad y solidez al Código de Derecho Canónico y al Catecismo que al Evangelio. En este magisterio la ley sustituye a Jesús; se trata de una sutil manipulación. No proponen, imponen. Usan la ley como pretexto para avasallar. No se privan de ofender, sojuzgar y humillar. Esta es la posverdad. Los ministros están llamados a formar las conciencias, no a pretender sustituirlas. “Acompañar, discernir, integrar”. Estas son las claves de la Iglesia de Francisco.

Los sacerdotes deben ser varones célibes
El celibato obligatorio, posverdad de la injusticia y la falacia, de la repulsa y la desconsideración, opuesta a la ley natural y al Evangelio. Las leyes eclesiales han infringido a los llamados curas casados un severo, riguroso, implacable y hasta cruel “agravio comparativo” respecto al resto de los creyentes, discriminándolos, impugnándolos, menoscabándolos. En la práctica, ocupan el estamento más ínfimo en la pirámide clasista eclesiástica, puesto que ni siquiera se les reconocen los mínimos derechos ni se les permiten actividades que se consienten y autorizan a los laicos. Se dogmatiza abiertamente que la vocación sacerdotal es una llamada personal de Dios. ¿Quién es, pues, la Iglesia para anular y desautorizar con arbitrarias leyes canónicas esta llamada de Dios? El celibato obligatorio no es don de Dios, sino un don-de la Iglesia que coarta la libertad, invade la conciencia de la persona y contradice al Evangelio. Esta es la posverdad.

La posverdad de la excomunión
Los excluidos y marginados, posverdad de la discriminación, de la segregación, del aislamiento. La dignidad es el derecho que posee “todo ser humano”, hombre o mujer, de ser respetado y valorado como ente individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el solo hecho de ser persona. Hay grupos en la Iglesia, ovejas descarriadas, que se han visto privados de su dignidad. Se ve privada de su dignidad la mujer, pues es considerada indigna para ciertos “servicios” a la comunidad. Se ven privados de su dignidad los homosexuales y transexuales rechazados, marginados y vituperados. Y los que se “hacen oír” intentan amordazarlos. Se ven privados de su dignidad quienes han intentado rehacer su vida de amor tras un fracaso matrimonial. A estas parejas, en lugar de hacerles vivir “la alegría del amor”, les condenan a “la angustia del amor”. Es la posverdad de la excomunión. “Hay que salir al encuentro de las familias tal y como están, no como nos gustaría que estuvieran”. Eso entraña “conmoverse a la vista de la desgracia humana” y no juzgar desde categorías inmisericordes. La Ley apaga el Espíritu, el Evangelio lo ilumina: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi. El culto que me dan no tiene valor, porque las doctrinas que enseñan son mandatos humanos” (Mc. 7,7).

Hagamos de la Iglesia una “Iglesia doméstica”, no domesticada con mentiras maquilladas.

http://www.redescristianas.net/posverdades-eclesiasticaspepe-mallo/#more-79545

Papa dice que faltan sacerdotes, ¿por qué no permiten ordenar mujeres?


(CNN Español) – El papa Francisco dice que hay falta de clérigos y vocaciones en la Iglesia católica, y que eso es un «problema enorme», según lo comentó en una entrevista con el diario alemán Die Zeit. Por esa razón, Francisco dijo que estaba abierto a que los hombres casados puedan convertirse en sacerdotes.

Frente a esta escasez de sacerdotes que menciona el pontífice ha resurgido una pregunta recurrente para la Iglesia, ¿por qué no permitirles a las mujeres ser sacerdotes?

La Iglesia actualmente permite que religiosos casados que se convierten al catolicismo desde otras religiones continúen sirviendo como sacerdotes. La opción que estaría considerando el papa permitiría a los hombres ya casados que se ordenen como sacerdotes. Pero los hombres solteros que ya son sacerdotes no podrían casarse, dice el papa.

Francisco no mencionó nada sobre que se esté considerando a mujeres sacerdotisas para esta crisis de vocaciones.

En agosto de 2016 el pontífice despertó las esperanzas acerca de un cambio que les permitiría a las mujeres participar como diaconisas.

En ese entonces el papa creó la comisión para estudiar el rol histórico del «Diaconado de las mujeres» en la Iglesia católica, según reportó El Vaticano.

¿Por qué no hay mujeres sacerdotes en la Iglesia católica? Te explicamos: http://cnn.it/2ms62KQ  ¿Estás de acuerdo en que no haya? Vota:

«Tras una intensa oración y una madura reflexión, el papa Francisco ha decidido instituir la Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres», señaló la Oficina de prensa del Vaticano en ese momento.

El papa se había comprometido a crear la comisión después de una reunión con un grupo de monjas el 12 de mayo de 2016, cuando dijo que quería ver un mayor número de mujeres en las posiciones de toma de decisiones en la Iglesia, añadiendo que la integración de ellas a la vida de la Iglesia ha sido muy «débil».

El diaconado es un grado anterior al sacerdocio, que actualmente ejercen hombres casados o solteros, y otorga la posibilidad de administrar algunos sacramentos como matrimonios y bautizos, pero no consagrar o absolver los pecados.

Las diaconisas fueron una figura en la Iglesia católica que desapareció con el paso del tiempo.

Según ha señalado El Vaticano, hay mucha evidencia de que las mujeres fueron diaconisas en los primeros siglos de la Iglesia. Un ejemplo fue Phoebe, una diaconisa citada en la carta de San Pablo a los Romanos.

Con esta puerta abierta, muchos se preguntaron si las mujeres sacerdotes serían una posibilidad.

Sin embargo, en noviembre de 2016, el papa fue muy firme al decir que las sacerdotisas no serán permitidas en la Iglesia católica, y añadió que es probable que nunca pase.

«Sobre la ordenación de mujeres en la Iglesia católica, la última palabra es clara y fue dicha por San Pablo II y eso permanece», dijo el papa durante una rueda de prensa en un vuelo desde Suecia.

El periodista sueco que le hizo la pregunta insistió: ¿Nunca? ¿Jamás?

«Si leemos cuidadosamente la declaración de San Pablo II va en esa dirección, sí», añadió el papa.

¿Por qué las mujeres no pueden ser sacerdotes católicas?

Según afirmó propio papa en ese vuelo desde Suecia, no se trata de una falta de capacidad de las mujeres.

El pontífice cita las discusiones «largas e intensas» de San Juan Pablo II. Se refiere a la carta apostólica Ordinato Scerdotalis, de mayo de 1994, en la que se trata el tema de la ordenación de mujeres como sacerdotes en la Iglesia anglicana, en la que sí se permite y se explica la posición de la Iglesia católica sobre este asunto.

La carta cita un estudio previo del papa Pablo VI (en 1975), en el que dice que «no es admisible ordenar mujeres para el sacerdocio, por razones verdaderamente fundamentales. Tales razones comprenden: el ejemplo, consignado en las Sagradas Escrituras, de Cristo que escogió sus Apóstoles sólo entre varones; la práctica constante de la Iglesia, que ha imitado a Cristo, escogiendo sólo varones; y su viviente Magisterio, que coherentemente ha establecido que la exclusión de las mujeres del sacerdocio está en armonía con el plan de Dios para su Iglesia».

Pablo VI, citado en la carta de Juan Pablo II, añade que la iglesia «no se considera autorizada a admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal» citando razones de tradición y acciones de Cristo. Por ejemplo, que cuando llamó a los apóstoles, por designo de Dios y por medio del Espíritu Santo, afirma el papa, eligió a hombres.

«Por otra parte, el hecho de que María Santísima, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, no recibiera la misión propia de los Apóstoles ni el sacerdocio ministerial, muestra claramente que la no admisión de las mujeres a la ordenación sacerdotal no puede significar una menor dignidad ni una discriminación hacia ellas, sino la observancia fiel de una disposición que hay que atribuir a la sabiduría del Señor del universo», afirmó el entonces papa Juan Pablo II en la carta.

«Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia», concluye.

La Asociación de Mujeres Sacerdotes Romanas Católicas, una organización que promueve «la igualdad de derechos y justicia para las mujeres en la Iglesia», y la ordenación de sacerdotisas (algo que El Vaticano castiga con la excomunión), afirman que quieren renovación y que sirven a la Iglesia y a los necesitados, según estipula su página web.

Afirman que hay más de 124 mujeres sacerdotisas y 10 mujeres obispos en el mundo en Europa, Sudamérica y Estados Unidos.

«El Vaticano dice que estamos excomulgadas, sin embargo, nosotros no aceptamos eso y afirmamos que somos miembros leales de la Iglesia», añaden.

Cambios para las mujeres

Francisco ha resaltado el papel de las mujeres e la Iglesia diciendo que son «más importantes que los hombres porque la Iglesia es mujer. Es «la» iglesia, no «el» iglesia. La Iglesia es la esposa de Cristo. Y la Virgen es más importante que los obispos y sacerdotes», dijo en 2015 en una sesión de preguntas en El Vaticano.

A pesar de su férrea posición frente a la posibilidad de sacerdotisas católicas, Francisco ha instado por cambiar algunas políticas de la Iglesia frente a las mujeres.

En enero de 2016 el pontífice declaró que las mujeres deben ser incluidas en la tradicional ceremonia de lavado de pies del Jueves Santo, una decisión muy esperada por las mujeres occidentales.

El Vaticano anunció el cambio y dijo que la práctica ahora será parte del Misal Romano, el libro que guía la liturgia católica en todo el mundo. El cambio se hizo efectivo a partir del 24 de marzo de 2016, Jueves Santo.

En febrero de 2016, durante una conferencia de prensa en el avión papal de regreso a Roma luego de seis días de visita apostólica en México, el papa Francisco abrió la posibilidad de que las mujeres puedan usar anticonceptivos para evitar embarazos específicamente para prevenir el virus del Zika.

Cuando los periodistas le preguntaron al papa sobre si la iglesia Católica podría permitir el uso de anticonceptivos en el caso de las madres que no quieren quedar embarazadas debido al virus del Zika, el papa dijo que “evitar el embarazo no es un mal absoluto”.

“El aborto no es el menor de los males. Es un crimen. En el mal menor —evitar el embarazo— estamos hablando en términos del conflicto entre el quinto y el sexto mandamiento (No matar y no cometer actos impuros, respectivamente)”, dijo el pontífice a periodistas.»Es un crimen. Es eliminar a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia, ¿eh? Es un crimen. Es un mal absoluto».

La Iglesia católica no acepta el uso los métodos de anticoncepción artificiales, como pastillas y condones, pues se consideran inmorales ya que intervienen en el plan de Dios para el matrimonio: tener hijos.

“El gran Pablo VI, en una difícil situación en África, permitió a las monjas usar anticonceptivos en casos de violencia”, recordó Francisco en febrero.

“Por otra parte, evitar el embarazo no es un mal absoluto. En ciertos casos, como en este que mencioné del papa Pablo VI, era claro”, añadió.

Actualmente, el sacerdocio de las mujeres es permitido en religiones como el aglicanismo y en las iglesias protestantes.

Papa dice que faltan sacerdotes, ¿por qué no permiten ordenar mujeres?

Arturo Sosa Abascal, sj.: «Los muros son inhumanos, existen tantos agujeros en cualquier muro»


Sosa

«El esfuerzo del Papa contra el clericalismo, el elitismo y el sexismo que están conectados»

«Identificar al islam con el terrorismo es una locura», advierte el general de los jesuitas

Jesús Bastante, 09 de marzo de 2017 a las 08:41

Sin la mujer no hay Iglesia. En este momento las mujeres son el soporte más estable de la Iglesia y la Iglesia tiene la vitalidad que puede tener porque las mujeres están muy involucradas

(J. Bastante/Notimex).- «Los muros son inhumanos. Cualquier intento por cerrarse es inútil, existen tantos agujeros en cualquier muro». El prepósito general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, advirtió que la iniciativa de Trump «sólo crea más tensión» con México y con el resto del mundo.

En declaraciones a los medios tras participar en una conferencia sobre el papel de la mujer en la construcción de la paz, el jesuita venezolano insistió en que el muro «va contra los valores de los estadunidenses y de los cristianos«.

«Identificar al islam con el terrorismo es una locura», criticó Sosa. A su vez, advirtió del «avance de los populismos», que esconden «peligros muy grandes» y el gran riesgo de «volver a los regímenes autoritarios, dictatoriales».

Durante su intervención en «Voices of Faith», encuentro organizado por la Academia de las Ciencias en el Día de la Mujer, el general de los jesuitas recordó que la mayor parte de los desplazados que se encuentran en la frontera entre Venezuela y Colombia son mujeres y niños.

Asimismo, denunció que las mujeres son «más vulnerables ante la violencia«, y advirtió del riesgo de que puedan caer en la explotación laboral o sexual. «Ante el drama global de las migraciones, no puede no subrayar en modo suficiente la necesidad de colaboración entre las mujeres y los hombres: sólo juntos podemos obtener lo que parece imposible: una humanidad reconciliada y paz entre los hermanos y hermanas», apuntó.

Además, el líder de la Compañía de Jesús reconoció que aún no ha llegado a la Iglesia la igualdad de participación de las mujeres. Para Sosa, la inclusión de las mujeres en la Iglesia podría traer consigo un modo creativo para promover los cambios que tanto se necesitan, puede cambiar la imagen, el concepto y la estructura de la Iglesia, empujándola a ser cada vez más pueblo de Dios.

«El Papa Francisco está dando a las voces de las mujeres más posibilidades de ser escuchadas. En este esfuerzo contra el clericalismo, el elitismo y el sexismo que están conectados; el Papa busca abrir la Iglesia a voces fuera del Vaticano. Lo opuesto del clericalismo es la colaboración», estableció.

Consultado sobre si ve un papel de mayor responsabilidad de la mujer en la Iglesia, por ejemplo en el diaconado femenino, el padre Sosa subrayó que la institución de parte del Papa de una expresa comisión de estudio es «una señal clara de apertura a nuevas posibilidades».

«Yo debo decir de la experiencia que tengo de la Iglesia latinoamericana sobre todo -afirmó- que sin la mujer no hay Iglesia«.»En este momento las mujeres son el soporte más estable de la Iglesia y la Iglesia tiene la vitalidad que puede tener porque las mujeres están muy involucradas, realmente están mucho más empeñadas, en muchos niveles. Y en papeles de responsabilidad: en las comunidades de base, por ejemplo, las mujeres tienen toda la responsabilidad«.

«Me parece que este papel será todavía más en el futuro si realmente el proceso de justicia hacia la mujer y hacia las mujeres progresa», aunque «hay que buscar modos distintos». «Porque no es lo único si la mujer es ordenada o no es ordenada: este es un punto que hay que discutir. Pero hay otros, me parece que el cambio de la Iglesia, que impulsa tan fuertemente el Papa Francisco, es para buscar cambiar esta estructura hacia una situación en que la responsabilidad sea mucho más compartida», concluyó.

 

ww.periodistadigital.com/religion/vida-religiosa/2017/03/09/arturo-sosa-abascal-sj-los-muros-son-inhumanos-existen-tantos-agujeros-en-cualquier-muro-religion-iglesia-jesu

Jorge Costadoat: «La actual condición de la mujer en la Iglesia no es un descuido, es un pecado»


Mujeres silenciadas en la Iglesia

Agencias

«La Iglesia necesita un sínodo de la mujer, no uno «sobre» o «para» ella»

«Hoy muchas mujeres piensan que el estamento eclesiástico las sacraliza para sacrificarlas»

Jorge Costadoat, 08 de marzo de 2017 a las 18:32

(Jorge Costadoat, sj).- El Papa Francisco ha abierto un ciclo de sínodos para auscultar lo que ocurre en la Iglesia. Terminó el sínodo de la familia. Comienza dentro de poco el de los jóvenes… ¡Extraordinario! Me pregunto: ¿no podría convocar un sínodo de la mujer?

No un sínodo «sobre» o «para» la mujer, sino uno «de» la mujer: organizado y llevado a efecto por las mismas mujeres. Uno «sobre» o «para» la mujer no se necesita. Terminaría en esos florilegios a las mujeres que, en vez atender a sus necesidades, las ensalzan tal cual son para que sigan haciéndolo tan bien como hasta ahora. Sí se necesita, en cambio, un sínodo «de» la mujer: urge oír a las mujeres.

Para la Iglesia la escucha de la palabra de Dios en los acontecimientos históricos tiene una obligatoriedad parecida a la de dejarse orientar por la Sagrada Escritura. Si Dios tiene algo que comunicar en nuestra época, la Iglesia ha de discernir entre las muchas voces que oye aquella que, gracias a los criterios que le suministra su tradición histórica, es imperioso reconocer, oír y poner en práctica.

Pues bien, sin duda la voz de los movimientos feministas de hace ya más de cien años constituye una palabra de Dios a la que la Iglesia debe poner atención. No toda propuesta feminista puede ser «palabra» de Dios, pero excluir que Dios quiera liberar a las mujeres ha llegado a ser, en teología, una especie de herejía; y, en la práctica, un tipo de pecado.

¿Qué habría la Iglesia de oír de la mujer como signo de los tiempos? El derecho de la mujer a ser mujer, entiendo, se expresa en dos tipos de movimientos (A. Touraine: 2016). El movimiento «feminista», en términos generales, ha luchado para que la mujer tenga iguales derechos cívicos y políticos que los hombres. Este movimiento se replica en el campo eclesiástico en las demandas por participación de las mujeres en las instancias de gobierno, pastorales y sacramentales. La causa emblemática es la de la ordenación sacerdotal.

Pero hay otro movimiento que es más profundo y más crítico, y que constituye el fundamento de derechos jurídicamente exigibles. A saber, el movimiento «femenino» que tiene por objeto la liberación «de» la mujer «por» la mujer de las funciones, categorizaciones y servicios que se le han impuesto a lo largo de la historia. Me refiero a la liberación interior que algunas mujeres han logrado alcanzar, desprendiéndose del patriarcalismo y androcentrismo que les ha sido inoculado desde el día de su nacimiento.

La Iglesia institucional en el mundo de las democracias occidentales ha llegado tan tarde a luchar por los derechos de las mujeres; es más, ha sido tan sorda a sus clamores de comprensión y de dignidad, que tiene poca autoridad para hablar de ellas. La misma exclusión de las mujeres en las tomas de decisión eclesiales es prueba de un interés insincero o acomodaticio por ellas. Acaba de terminar un sínodo sobre la familia en el que no votó ninguna madre…

Es verdad que ha habido algún espacio en la Iglesia para una liberación femenina. Siempre ha sido posible el encuentro persona a persona entre Dios y la mujer -ocurrida, por ejemplo, en ejercicios espirituales y en la vida religiosa. Este encuentro ha hecho a las mujeres más mujeres. En estas ocasiones el amor de Dios ha podido sostener la lucha de una «hija de Dios» contra la «sirvienta» del marido, de su hijos, de su padre y de su propia madre («machista»).

Pero, ¿han sido estos encuentros suficientemente significativos como para decir que la Iglesia se interese por la mujer? ¿Quiere realmente la Iglesia que sean ellas personas libres y dignas, capaces de recrearse y recrear la Iglesia con su diferencia? ¿Interesa al colegio episcopal acogerlas, es decir, está dispuesto a considerarlas realmente protagonistas y no actores secundarios de la evangelización? Hoy muchas mujeres piensan que el estamento eclesiástico las sacraliza para sacrificarlas.

La mujer hoy levanta la cabeza. Ya no aguanta que se aprovechen de su indulgencia. Me decía una señora de clase alta: «Dejé a mi ex marido cuando descubrí que me hacía sentir culpable por no tolerar sus violaciones». Dos años después dejó la Iglesia.

La Iglesia necesita un sínodo de la mujer.

¿Cómo habría de hacerse? No dará lo mismo el cómo. En este sínodo tendrían que participar especialmente las mujeres que están haciendo la experiencia espiritual de haber sido liberadas por Dios del «hombre» que, personal, cultural o institucionalmente considerado las ha precarizado. Ayudarían las muchas teólogas de calidad que existen. Las he leído. Poco tendrían que aportar, por el contrario, mujeres asustadas con su propia libertad. ¿Pudieran participar en él algunos hombres? Sería indispensable. El descubrimiento de la mujer por la mujer necesita de la mediación de su «opresor».

Hablo de algo grave. La actual condición de la mujer en la Iglesia, a estas alturas, no es un descuido. Es un pecado. La apuesta cristiana es esta: el Evangelio ayuda a que las mujeres lleguen a su plenitud; el anuncio del Evangelio si no se encamina a desplegar integralmente a las mujeres, no es evangélico.

Pensé que la carta del Concilio Vaticano II a las mujeres tendría algo que aportar sobre este tema. Nada. Todo lo contrario. Confirma el problema: «La Iglesia está orgullosa, vosotras lo sabéis, de haber elevado y liberado a la mujer, de haber hecho resplandecer, en el curso de los siglos, dentro de la diversidad de los caracteres, su innata igualdad con el hombre». Sigue: «Esposas, madres de familia, primeras educadores del género humano en el secreto de los hogares, transmitid a vuestros hijos y a vuestras hijas las tradiciones de vuestros padres, al mismo tiempo que los preparáis para el porvenir insondable. Acordaos siempre de que una madre pertenece, por sus hijos, a ese porvenir que ella no verá probablemente» (año 1965). La mujer es alabada y postergada.

El Concilio no abordó el tema de la mujer. Esta carta fue un saludo a la bandera.

Se necesita un sínodo que, al menos, devuelva a las mujeres la importancia que tuvieron en las comunidades cristianas de siglo I. Un sínodo, y mejor un concilio, que ponga en práctica al Cristo liberador de las más diversas esclavitudes y auspiciador de la dignidad de los seres humanos sin exclusión.

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Entaconadas e irrespetadas: CECILIA RODRIGUEZ.


Cecilia Rodríguez

Cecilia Rodríguez

Esta revolución, iniciada por Nicola Thorpe, no solo es una protesta contra el sexismo de tantas empresas, empleadores y jefes, sino un asunto de salud pública.

7:25 p.m. | 8 de marzo de 2017

Hace dos años el supervisor de una recepcionista en la firma PwC, en Londres, le informó que los zapatos bajitos que tenía puestos eran inaceptables y que debía cambiarlos por unos con tacones de por lo menos cinco centímetros.

Mucho ha pasado desde ese día, cuando la mujer, Nicola Thorp, en vez de cambiarse los zapatos, decidió iniciar una petición en internet para solicitar leyes que protejan a las mujeres de códigos laborales anticuados y sexistas.

La petición se volvió viral al recibir miles de firmas de apoyo de mujeres de todo el mundo, dando lugar a un movimiento popular con cientos de mujeres profesionales que publicaron desafiantes fotos en zapatos planos en el trabajo. La inesperada reacción llevó a una investigación de dos comisiones del Parlamento inglés.

El reporte final publicado recientemente descubrió que todavía muchas compañías no solo exigen el uso de tacones en el trabajo, sino condiciones tan absurdas como que se tiñan el pelo de rubio, se vistan con prendas ‘reveladoras’, no usen pantalones, se desabotonen las blusas, se pongan minifaldas y se refresquen el maquillaje frecuentemente.

Igualmente, concluyó que imponerles a las mujeres vestimentas discriminatorias es un problema extendido entre muchas empresas del mundo y es ilegal, porque, aparte de discriminatorio, es medieval y humillante. Sistemas de justicia, igualmente atrasados, no favorecen a las empleadas y más bien tienden a proteger a los empleadores cuando alguna tiene la valentía de presentar su caso.

Tratar de disuadir a una empleada de vestirse de cierta manera es inaceptable. Es imperativo que el mensaje sea difundido y que haya leyes para proteger a la mujer, sobre todo en esta era de Trump, cuando los hombres del mundo tienen como modelo en la presidencia del país más poderoso a un hombre que alardea de irrespetar y manosear a las mujeres y públicamente admite cometer acoso sexual.

La revolución de los tacones iniciada por Nicola Thorpe no solo es una protesta contra el sexismo de tantas empresas, empleadores y jefes, sino un asunto de salud pública, dado el daño que los zapatos de tacón alto hacen no solo a los pies de las mujeres.

El hecho de que una mujer decida libremente usar tacones en su vida privada o pública es un derecho. Si es una decisión inteligente o no, es problema individual. Pero que una empresa los exija como condición laboral es un atentado contra la salud y el bienestar. Igualmente, está contraviniendo las normas que establecen igualdad en el lugar de trabajo.

Ser forzadas a usar zapatos de tacón conlleva impactos psicológicos y físicos: dolor extremo y crónico que impide llevar una vida normal y muchas veces deformaciones que requieren cirugía correctiva. Los tacones altos pueden impedir la concentración, hacen difícil el movimiento, afectan los patrones de respiración y, por lo tanto, reducen el rendimiento laboral.

Hay países proactivos en la lucha contra la discriminación hacia las mujeres. El alcalde de Londres, por ejemplo, recientemente prohibió la publicidad que muestra mujeres escasamente vestidas en avisos en los buses de transporte público, porque promueven imágenes irrealistas y malsanas.

Lo que es seguro es que no hay estudios que indiquen que los zapatos altos promueven la productividad o contribuyen a que las empleadas se sientan integradas en sus equipos de trabajo. El punto no es simplemente incluir normas antidiscriminatorias. ¿Si sigue siendo práctica común exigirles que se pongan tacones, para qué sirven? Lo importante es cumplirlas.

CECILIA RODRÍGUEZ

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/entaconadas-e-irrespetadas-cecilia-rodriguez-columna-el-tiempo/16837874

Mujeres en huelga de hambre contra la violencia machist


 18.02.2017 – 15:06Contacta: redaccion.internet@telemadrid.es

La «Asociación Ve la luz», formada por 8 valientes mujeres, inició hace ya 10 días la campaña «A sol vamos todas» . Desde entonces, comenzaron una huelga de hambre en la Puerta del Sol, en protesta contra las 10 mujeres muertas a manos de sus parejas en lo que va de año. Dicen que la mantendrán hasta que se apruebe un pacto de Estado que proteja a las víctimas por violencia de género.

Entre las 25 medidas que exigen al Congreso de los Diputados, está la de reconocer a las madres de hijos asesinados sean reconocidas como víctimas de violencia machista, así como a los niños que han quedado huérfanos de madre como consecuencia de este tipo de violencia. Asimismo, consideran «imprescindible» un plan de prevención que empiece en los colegios y que se atienda en «todos los aspectos necesarios» a las familias que estén en esta situación.

En este punto es preciso manifestar que en lo que va de año han sido asesinadas un total de diez mujeres a manos de otros tantos hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación de pareja. La última fue en la localidad de Daimiel, en Ciudad Real, donde un hombre fue detenido acusado de acabar con la vida de su pareja y de la hija de esta, que tenía 18 años de edad.

Gloria Vázquez, presidenta de la Asociación Ve-La Luz, ha señalado que no están dispuestas a asumir una mujer asesinada más y lamenta que la violencia machista esté ganando. Denuncia que en la sociedad «se está normalizando» el hecho de que «cada tres días se mate a una mujer».

http://www.telemadrid.es/noticias/sociedad/noticia/mujeres-en-huelga-de-hambre-contra-la-violencia-machista

MARIA, LA MADRE DE JESUS Y EL MAGNIFICAT. Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*


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Lucas 1:46-48,52-53

46Proclama mi alma la grandeza de mi Dios,
47se alegra mi espíritu en la Divinidad, mi Salvación;
48porque ha mirado la humillación de su esclava.

52 Quitó de los tronos a los poderosos,
Y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes,
Y a los ricos envió vacíos.

Bueno, aquí tenemos otro hermoso texto en boca de Maria, la Madre de Jesús. Una mujer, que no era muda y la injusticia no le tapaba la boca. Ella era la hija de Ana y de Joaquin. Dentro de la cultura judía, con todas sus restricciones de la época en su sociedad y cultura, ni imaginar siquiera que una mujer pudiera conocer los textos de la Torá, como los conoció Ella. Por qué decimos esto? Los aprendió en la casa, allí los escuchaba en boca de sus padres…Son texto conocidos también por el profeta Isaías 29:19-21 y en los Salmos, eran leídos en la Sinagoga, y en las familias.

«19. los pobres volverán a alegrarse en Yahvé, y los hombres más pobres en el Santo de Israel se regocijarán.
20. Porque se habrán terminado los tiranos, se habrá acabado el hombre burlador, y serán exterminados todos los que desean el mal;
21. los que declaran culpable a otro con su palabra y tienden lazos al que juzga en la puerta, y desatienden al justo por una nonada».

Recuperamos la imagen de su Madre Ana, con quien la niña paso la mayoría de su niñez, antes de ser presentada en el Templo…Ana, le enseñó las costumbres y la tradición de su pueblo, y no le ocultó, la injusticias en que vivían las mujeres y el pueblo:

«Estas palabras que Yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes».

Deuteronomio 6:6-7 

Imposible no imaginar, Madre e hija, en sus buenas conversaciones y la niña, haciendo muchas preguntas…era un dialogo sin fin. En la cocina, por el barrio, al acostarse…y Ana diciéndole: «mañana continuamos…»

No habia, T.V. ni PC, ni Whatssap que les interrumpiera…

Evocamos también, la unión y solidaridad mutua entre Maria y su prima Isabel. No perdamos de vista a estas dos mujeres, que vivían en la cultura judía. Maria denuncia el imperio de los poderosos y el resurgir de la dignidad entre los oprimidos. Ellas, sufrían y conocían a qué estaban expuestas como mujeres dentro de una sociedad patriarcal-judia, donde las mujeres eran vistas solo para tener hijos…tener hijos era una bendición divina! Atender la casa, y no hablar con hombres en la calle…la Divinidad «ha mirado la humillación de su esclava»:

«Mirad, la herencia del Señor,

son los hijos, su salario el fruto del vientre.

Como saetas en manos de un guerrero

son los hijos de la juventud».

Salmo 127: 3-2

Ambas mujeres, esperaban esos hijos como un don de Dios, que las liberaría a ellas y su pueblo. Maria, va de prisa a compartirle a su prima, la Buena Noticia, las dos ademas de ser primas, eran muy amigas y se querían mucho. Por eso Maria, corre a hacerla participe de su gozo y alegría.

Maria e Isabel, como buenas judias, no fueron ajenas a este tipo de reuniones desde su infancia…2 Crónicas 20:13  Hasta los niños estaban participando en la Asamblea en una importante reunión de oración, leer todo el capitulo 2 Crónicas 20 para que nos demos cuenta: «Todo Judá estaba en pie delante del Señor, con sus niños y sus mujeres y sus hijos».

El canto del Magnificat le brota a Maria por los poros, el alma se le escapa y es toda una profecía para su tiempo de ayer y para nosotras/os hoy!

Para Ella, la Divinidad, le dignifica en su género, como mujer. En su Cántico, Ella expresa la «ideología de genero» que hoy se persigue y se condena»:

46Proclama mi alma la grandeza de mi Dios,
47se alegra mi espíritu en la Divinidad, mi Salvación;
48porque ha mirado la humillación de su esclava.

Maria, comparte con Isabel, la condición en que la Sociedad, y la Cultura judia, como mujeres las tienen sometidas, ayer y hoy…

Solo en la medida en que las mujeres nos dignifiquemos, y vibremos con nuestro Bautismo, con Ellas seremos capaces de hacer el Cántico del Magnificat, nuestro, apropiándonos de su sentir y alabanza a la Divinidad!

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
49porque la Divinidad ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
50y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Maria, nos invita a hacer participes del «Acuerdo» con la Divinidad, sugerido, aceptado y firmado por Ella, por Isabel, y por todas las que quieran gozar de los beneficios de la Dignidad. No hay que ir a Cuba, ni a Ecuador para firmarlo, aquí estamos todas las que necesitamos poner en práctica dicho «Acuerdo». Despojándonos del miedo, desenmascarando las trampas y mentiras del machismo, ya que su presencia en nuestra Sociedad y Cultura, para nosotras es igual al terrorismo y violencia en la que vivimos!

51Él/Ella hacen proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
52derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
53a los hambrientos los colman de bienes
y a los ricos los despiden vacíos.

Dos mujeres unidas, embarazas de esperanza, de sueños, ilusiones, colmadas de dignidad por la Presencia Divina, que en Ellas se gesta y llega hasta nosotras, a pesar del tiempo y la distancia, del Dios-humano y sencillo que buscamos en medio del marginado/a, del empobrecido/a, de quien ha perdido la libertad, del hambriento, del estresado/a, del enfermo, del desplazado/a -inmigrante- del anciano/a abandonado/a, del niño/a de la calle, abusados/as, de las mujeres maltratas, del rechazado/a por su etnia, indígena, afro, ó condición sexual.

No podemos colocar a Maria, como niña bonita, cargada de joyas y ropas muy finas, en el nicho de la distancia, soledad, separada de su gente!

Las mujeres afro, que batean el oro en las orillas del rio Telembí, en Salahonda-Nariño, cuando los ladrones dejaron la imagen de Maria totalmente despojada de sus adornos, esto fue lo que dijeron: «…ahora si se parece a nosotras».

Es Maria, quien nos convoca, como la mujer sacerdote, que lleva en su vientre, cual custodia peregrina, caminando por atajos peligrosos hasta llegar a casa de su prima Isabel, anunciando la Buena Nueva. Nos invita a desafiar el miedo, el peligro. La Buena Nueva, es denuncia y anuncio de liberación, es el Acuerdo de Paz, en Justicia, Misericordia, y Amor que no falla:

54Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia
55-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Mensaje entregado a mujeres, por la Madre de Jesús, que hoy retomamos, para anunciar el Reino de la Divinidad, concebido en toda la extensión de la palabra, sin fronteras. Su mensaje no es de «propiedad privada», ni de «privilegiados». Es la verdad, el amor, la misericordia en la inclusividad en el abrazo protector de la Divinidad, que rompe la opresión, la injusticia, el sexismo que no son del mandato divino.

Resultado de imagen para La visita de Maria a su prima isabel

*Presbitera Católica romana


 

 

 

 

 

 

«¿Por qué el Papa dijo que no a las mujeres sacerdotes» CNN, ¿qué pasa con la Comisión para el Estudio de la Mujer diáconos?


http://www.cnn.com/2016/11/02/europe/analysis-pope-female-priests/

Delia Gallagher: «Uno, que se adhiere a la larga tradición de sacerdocio masculino de la Iglesia Católica porque Jesús escogió a los hombres como sus apóstoles y debido a su comprensión teológica de que un cura», actúa en la persona de Cristo, «por lo que debe ser masculino Esto es. lo que Francisco estaba reafirmando cuando citó a san Juan Pablo II «.
Respuesta de Bridget María:
1.El resucitado Cristo escogió a María de Magdala ser el apóstol de los apóstoles. El cristianismo se basa en la creencia en la resurrección de Cristo según los cuatro evangelios, María Magdalena fue la primera en encontrarse con el Cristo resucitado, que la llamó para ir y decirle las buenas noticias -el descripción del trabajo de un apóstol. Por lo tanto, había más de 12 apóstoles. Además, St. Pablo se refiere a Junia, una mujer, en Romanos 16: 7 como apóstol excepcional y mentor.
2. Gálatas 3:28 nos recuerda que el bautismo nos hace que las imágenes iguales de Cristo. «Ya no se distingue judi y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque todos somos uno con Cristo Jesús.»  
3. Como miembros del Cuerpo de Cristo, estamos llamados y capacitados para actuar en la persona de Cristo. 
4. Si se piensa que un sacerdote debe ser hombre para actuar en la persona de Cristo es sexista y justifica la discriminación contra la mujer en la iglesia y la sociedad. Se viola la integridad del alma de la mujer como imágenes de Dios.
5. declaración de Francisco me intriga porque él ha puesto en marcha una Comisión para estudiar las diaconisas. Según los estudiosos, había miles de mujeres diaconisas en los primeros siglos del cristianismo.  Si se abre la puerta a las mujeres diáconos, mujeres sacerdotes son lógicamente el siguiente paso. Así que mi pregunta es ¿qué pasa, Francisco?

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