Un espacio para recrear lo sagrado y lo profano con ojos de mujer. Somos un grupo ecuménico en búsqueda de la justicia e igualdad.Respetamos la opinión, de los autores aunque no necesariamente estemos de acuerdo.
Aunque muchos crean que el Día de la Madre es una jornada simplemente comercial, cuyo origen es simplemente atribuible al afán de estimular las ventas, lo cierto es que fue una proclama antibelicista y una convocatoria a un congreso mundial de madres, lo que dio inicio a la fecha en cuestión.
El olvidado origen del Día de la Madre: La proclama pacifista contra las guerras quedó muy lejos de la celebración comercial.
Corría 1870, cuando la escritora estadounidense Julia Ward Howe, una pionera del activismo, el abolicionismo de la esclavitud y los derechos de las mujeres, convocó a todas las madres del mundo a rebelarse contra la guerra, en una desgarradora proclama pacifista que mantiene plena vigencia.
En la proclama se convocaba a un Congreso Internacional de Madres buscando promover alianzas entre diferentes naciones y el arreglo sin belicismos de cuestiones internacionales. Las buenas intenciones de la primera mujer electa para la Academia Estadounidense de Artes y Letras, en 1908, apenas lograrían que el Congreso de su país, votara en 1914, a instancias del presidente Woodrow Wilson, la celebración anual del Día de la Madre.
La idea se concretó pero jamás tuvo efectos reales
Su idea de un congreso de madres, no logró verla concretada en tanto escribía por aquellos días que las mujeres “están más interesadas en la promoción del sufragio femenino que en idear una protesta mundial de mujeres contra las crueldades de la guerra”.
Sus ideas no obstante fueron tomadas por Anna Jarvis, un ama de casa que organizó a las mujeres durante la Guerra Civil para trabajar en mejorar las condiciones sanitarias de los hijos heridos en combate y en 1868 comenzó a trabajar para conciliar los vecinos de la Unión y la Confederación. Su hija también Anna Jarvis, cuando su madre murió, promovió la idea del día de las madres. En 1873, mujeres en 18 ciudades estadunidenses realizaron una reunión del Día de las Madres, y en Virginia Occidental en 1907 se celebró el primer congreso, que no tuvo mayores efectos reales.
La proclama original de Julia Ward, es aún material de estudio en EE.UU.
“¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ‘¡Desarma! ¡Desarma!’ La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales”.
Las imperativas expresiones de la congresista Tamar Arimborgo (Fuerza Popular) prescribiendo que el sexo entre hombres y mujeres sólo tiene un propósito reproductivo y no placentero, han causado revuelo. Y aunque la mayoría de los peruanos no prestemos crédito a sus dichos, debe saber que Arimborgo representa a cientos de miles (espero que no a millones) de cristianos que tienen profundo temor ante los sucesos que el cambio de época ha traído, desde la aparición de los anticonceptivos. Gente a la que la revolución de las costumbres y de la cultura global de los últimos 60 años les llena de pavor y no sabe cómo reaccionar sino sólo refugiándose en una visión religiosa dogmática y antihistórica que pretende poner fin a la educación sexual en los colegios.
Se deduce de la visión religiosa de Arimborgo que las mujeres han recibido la misión de ser madres -vírgenes, como María[1], es decir, negadas para el placer. Idea que se exalta por estas fechas, sembrando la sospecha sobre “las otras”. Pero hay que ver que la mayoría de varones, y hasta los liberales e igualitaristas, la suscriben inconscientemente y quiere fijarlas en ese modelo de mujer-amorosa-sumisa-sacrificada. El magisterio de la Iglesia descuidó completamente durante veinte siglos la reflexión teológica sobre el rol de la mujer en la Iglesia, la familia y la sociedad.
La reivindicación de María Magdalena es reciente y empezó con La última tentación de Cristo, la novela del ortodoxo Nikos Kazantzakis de 1953, aunque el Vaticano puso férrea resistencia a la divulgación de su versión fílmica a cargo de Martin Scorsese en 1988. La tentación no era escabrosa ni blasfema sino sencilla y subyugante: Cristo ya en la cruz imagina cómo hubiera sido su vida si renunciaba a la predicación, como carpintero en Nazareth, casado con María de Magdala y muchos hijos. Antes, César Vallejo en Los Dados Eternos (1915) había cuestionado directamente a Jesús por no haber tenido la experiencia del amor de pareja: “Dios mío, si tú hubieras sido hombre / hoy supieras ser Dios … ¡Tú no tienes Marías que se van!”
Muchos de los cristianos que Arimborgo representa, deben pensar que la historia da vueltas y están otra vez frente al promiscuo mundo grecorromano que enfrentó San Pablo[2] y por eso, quieren dar las mismas respuestas que él. El río revuelto de la multiplicación de tatuajes y peinados raros, pasando por modas de vestir extravagantes, música y bailes extraños, hasta la liberalización femenina, la oferta sin restricciones de pornografía en las redes sociales, la denuncia contra miles de curas pederastas de la Iglesia Católica, la eclosión de movimientos LGTBI, los matrimonios homosexuales y la reivindicación abortista, fuera de la multiplicación de la violencia urbana, el tráfico de drogas fuertes y de los suicidios, no crean, precisamente, un panorama luminoso y esperanzador para quienes fueron criados en una época menos agitada.
El racional y ateo Freud, con la autoridad que muchos le reconocemos, planteó una tesis irrefutable: la represión sexual que trajeron las religiones de oriente ha permitido el avance de la cultura. Pero a la vez, la exagerada represión sexual sólo conduce a la neurosis, la deshumanización y al atraso. No toda revolución política trajo consigo la liberalización de las costumbres, pues algunas, como las del socialismo real, terminó reprimiendo la reproducción y el placer sexual. Entre nosotros, el advenimiento de la República mantuvo a las mujeres tapadas, cocinando su rebeldía a fuego lento. Tan fuerte es nuestro machismo que tuvo que imponerse desde arriba en tiempos del fujimorismo una política de cuotas para que las mujeres participasen en política.
Por eso, el reclamo que, en la interpelación de la ministra Flor Pablo, les hizo la congresista Tania Pariona (Nuevo Perú) a los fujimoristas sobre su retroceso por aliarse con los fundamentalistas cristianos, fue muy certero. No se entiende cómo defensores del exitoso (a decir de Vergara) modelo neoliberal puedan seguir aliados con gentes que no son conservadoras, deseosas de mantener el statu quo, sino reaccionarias, que querrían hacer retroceder el carro de la historia.
Pero la señora Arimborgo dirige su discurso no sólo a los suyos sino también a los católicos de base, pues sabe que no están vacunados contra el miedo ni contra la propaganda de #ConMisHijosNoTeMetas, y que el cardenal Cipriani tuvo una orientación proclive a esa alianza. Tal vez a eso quiso referirse recientemente el nuevo arzobispo de Lima, Carlos Castillo, al recordar que el apóstol Juan decía que no debe haber temor en el amor, que el amor al prójimo debe presidir la vida del cristiano porque “el temor y el miedo mira al castigo, en cambio el amor expulsa al temor”.[3] Pero no es suficiente, se necesita la orientación del nuevo arzobispo en un mes en que la ofensiva fundamentalista amenaza con una marcha nacional.
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[1] El invento del dogma de la inmaculada concepción de María no tiene fundamentos teológicos sólidos. No se entiende cómo, si Jesús es Dios-hombre, afectaría a su divinidad (o a la pureza de María) el que tuviera otros hermanos, como, de hecho, lo reconocen los Evangelios.
[2] Aunque su alusión a Sodoma y Gomorra nos lleva miles de años atrás, a los tiempos primordiales y míticos.
El cura añadió que los hombres, padres o madres que dejen a sus mujeres o hijas acudir a la iglesia de esta manera «deberán rendir cuentas a Dios»
Sacerdote pide a las feligresas no llevar vestimenta indecente | Pixabay
El Cairo, Egipto. – Un sacerdote copto ortodoxo recriminó a las mujeres el uso de «vestimenta indecente» en las iglesias, una reprimenda que desató una polémica en Egipto, donde vive la minoría cristiana más importante de Oriente Medio.
«Por una parte las fiestas de Pascua nos alegran pero por otra nos entristece que las mujeres y niñas vengan a la iglesia con ropa indecente», declaró ante los fieles el padre Daud Lamei, de un suburbio acomodado de El Cairo.
¿Por qué vienen?», se preguntó en este discurso difundido en las redes sociales y en el que instó a las cristianas a taparse la cabeza y el cuerpo.
En su sermón con motivo de la Pascua ortodoxa de finales de abril, el cura añadió que los hombres, padres o madres que dejen a sus mujeres o hijas acudir a la iglesia de esta manera «deberán rendir cuentas a Dios».
El padre Lamei no respondió a las peticiones de entrevista de la AFP. Los coptos representan alrededor del 10% de los aproximadamente 100 millones de egipcios, en su mayoría musulmanes.
Han sido blanco de ataques de extremistas musulmanes y están poco representados en la administración. Sandra Awad, una estudiante universitaria de 22 años, se siente apenada por las declaraciones del sacerdote.
Condena a las mujeres en vez de explicar el código de vestimenta y la actitud adecuada en la iglesia en general, para todo el mundo, declara a la AFP.
Otros fieles de esta comunidad discreta y conservadora aprueban en cambio las palabras del cura.
El padre Daud habló con mucho respeto de la ropa de la gente para que despierten y veneren a la iglesia en la que entran, comenta un internauta en Facebook.
Bajo el eslogan «tápese para que podamos rezar», circulan en internet llamamientos que incitan a los cristianos a vestirse con decoro. Una campaña similar exhorta a los musulmanes a taparse más durante el mes de ayuno del Ramadán, que comenzó esta semana.
El padre Lamei negó en Facebook y en Twitter haber aprobado estas campañas. La iglesia en la que oficia subió un vínculo Youtube a su página Facebook oficial con todo el discurso.
«Los miembros del clero son modelos para la comunidad, que los considera guardianes de sus tradiciones y de su fe. Es en particular el caso cuando una comunidad se siente amenazada», explica a la AFP Elizabeth Monier, especialista en temas coptos en la Universidad británica de Cambridge.
Según Monier, el sermón del padre Lamei «refleja la cultura dominante en la iglesia y la sociedad» egipcia, muy conservadora.
Recientemente la iglesia copta ortodoxa se ha implicado más en política, de la mano del papa Teodoro II, partidario del presidente Abdel Fatah al Sisi. Y está más activa en la vida pública.
Muchos activistas coptos acusan al gobierno, e incluso al clero, de hacer la vista gorda ante los ataques anticristianos. Estiman que no se reprimen suficientemente las agresiones a la comunidad.
Entre ellos figura Ishak Ibrahim, investigador de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales (EIPR), quien tacha de «salafismo cristiano» al conservadurismo de algunos sacerdotes coptos. El salafismo es una tradición rigorista del islam sunita.
«En un momento en el que la educación religiosa está en crisis, el clero liga la piedad al pudor» para eludir el problema de fondo, estima. Una retórica que tiende a «justificar el acoso sexual» contra las mujeres.
La abogada copta de 28 años Marianne Sedhom coincide con él. «Las mujeres en la iglesia deben expresarse más -dice- contra las ideas retrógradas y machistas».
En lo que va de abril, dos mujeres fueron detenidas en Irán por protestar pacíficamente contra el uso obligatorio del velo acusadas de difundir propaganda contra el sistema e “incitar a la corrupción y la prostitución”, dio a conocer la organización Amnistía Internacional (AI).
El pasado 10 de abril, la defensora de los Derechos Humanos Yasmin Aryani fue detenida en su domicilio y llevada a un lugar desconocido. Mientras que Monireh Arabshahi, madre de Yasmin, fue detenida al día siguiente mientras investigaba el paradero de su hija.
De acuerdo con Amnistía Internacional, la detención de ambas mujeres ocurrió debido a un video que se hizo viral en el que se puede observar a Yasmin, a Monireh y a otras defensoras, con la cabeza descubierta y repartiendo flores a mujeres que viajaban en un vagón del metro de Teherán.
En esta protesta pacífica, Monireh Arabshahi dijo esperar que llegue el día en que las mujeres no se vean obligadas a luchar por sus derechos. Al mismo tiempo que su hija, Yasmin Aryani, entrega una flor a una mujer, mientras afirma “espero que un día podamos caminar juntas por la calle. Yo sin hiyab y tú con él”.
Por estos actos, Yasmin fue llevada a un centro de detención de seguridad, tal como lo afirmó la joven a través de una llamada telefónica realizada el 15 de abril a su familia. Hasta ahora las autoridades se han negado a revelar su paradero exacto.
Por su parte, Monireh se encuentra detenida en la cárcel de Shahr e Rey, en condiciones de hacinamiento y falta de higiene extremas, sin acceso a agua apta para el consumo, alimentación adecuada, medicinas ni aire fresco, denunció AI.
Ante esta situación, la organización defensora de Derechos Humanos a través de su directora adjunta para Oriente Medio y Norte de África, Magdalena Mughrabi, expuso que las autoridades iraníes intentan intimidar y silenciar a las mujeres que se manifiestan contra el uso obligatorio del velo.
“Las leyes de Irán que imponen el uso obligatorio del velo son una flagrante vulneración del derecho a la libertad de expresión, creencias y religión de las mujeres iraníes. Las autoridades de Irán deben derogar de inmediato estas leyes discriminatorias y suprimir las degradantes normas que prohíben que las mujeres se presenten en público sin el hiyab”, dijo Magdalena Mughrabi.
Luz Marina Monzón (Villavicencio, 1964) lleva media vida dedicada al tema de los desaparecidos en Colombia. Desde que comenzó a trabajar con la Comisión Colombiana de Juristas, hace más de 20 años, ha representado algunos de los casos más emblemáticos. Abogada con especializaciones en ciencias penales y criminológicas y derechos humanos, dirige desde hace poco más de un año la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), la entidad encargada de atender las estremecedoras dimensiones del fenómeno en medio del conflicto armado que durante más de medio siglo ha asolado Colombia. Con cerca de cien mil casos, la cifra supera a todas las dictaduras del Cono Sur.
Surgida de los acuerdos de paz con la exguerrilla de las FARC, la Unidad hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, en conjunto con la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz(JEP), que dos años y medio después de la firma del pacto aún enfrenta resistencias en algunos sectores del Centro Democrático, el partido del presidente Iván Duque. En este contexto, Monzón comienza este lunes una gira para fortalecer relaciones con autoridades, organizaciones de derechos humanos y familiares en el exilio en Madrid, Berlín y Barcelona.
Pregunta. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha dicho que la búsqueda de desaparecidos es el reto de más largo aliento para Colombia
Respuesta. Estoy totalmente de acuerdo. Por un lado, la dimensión del problema es gigantesca. Nosotros estamos teniendo una aproximación a un universo que no está definido en el país, que es más o menos cien mil personas. La gran deuda es determinar cuántos y quiénes son los desaparecidos en Colombia. El período durante el cual ha tenido lugar la desaparición es extenso, eso indica que el desafío de la búsqueda implica abordar distintos escenarios históricos, geográficos… ¿Vamos a encontrar a todos los desaparecidos? No necesariamente. El desafío es de largo aliento. Si esta búsqueda se hace con la responsabilidad, con el respeto y con la entereza científica, personal y humanitaria que demanda este mandato podemos construir muchas bases de convivencia y paz.
P. Usted tiene una extensa trayectoria que precede a la Unidad. ¿Recuerda alguna historia en particular que ilustre el drama de la desaparición en Colombia?
R.La desaparición colectiva de 43 campesinos en el corregimiento de Pueblo Bello, en el Urabá [en 1990]. Pensar en una experiencia de un corregimiento de muy pocos habitantes, donde una noche se llevan 43 hombres de esa comunidad, cómo queda devastada no solamente la familia sino toda la población. Destruye no solamente la vida de esos familiares que se dedican a buscar, sino la seguridad de esa comunidad y los lazos que se construyeron de confianza, de progreso, de proyección. De la noche a la mañana llegaron y sometieron a estas personas, se las llevaron y nunca más volvieron a saber. Cómo se transformó esa vida colectiva de ese corregimiento me impactó bastante. Haber escuchado a los familiares decir que durante meses dormían en los potreros porque temían que si dormían en las casas iban a llegar nuevamente. Eso es atroz.
P. ¿Qué es lo más difícil de buscar personas desaparecidas en Colombia?
R. El mayor obstáculo es la información. Cuando emprendes la búsqueda deberías planificar, luego hacer los hallazgos y luego emprender lo que es todo un proceso de identificación. Todas esas actividades están sustentadas en algo común, que es la información. Qué calidad de información tienes disponible, qué tan actualizada está, qué tan completa, es lo que te permite llegar a conclusiones en cualquiera de esas fases. Eso no se ha consolidado en Colombia. La fiscalía tiene la información de la investigación penal; Medicina Legal la de su trabajo de necropsias sobre cuerpos; el Centro de Memoria Histórica la que le da su mandato de hacer memoria en este país; la Unidad de Víctimas, un registro dirigido a la reparación. Son pedacitos de información, valiosísimos, pero no completos. Ese es el gran desafío de la búsqueda.
R. Ha sido un gran desafío. El concepto es interesante, pero el diseño es retador. Es importante que se piense un sistema en el que una sola institución no sea encargada de la satisfacción de todos los derechos, sino que se divida el mandato. Sin embargo, las instituciones no tienen la misma vigencia. Hay una Comisión de la Verdad de tres años, una JEP que tiene 15 años (prorrogables otros cinco), y una Unidad de Búsqueda que tiene 20 años. La búsqueda no tiene el mismo dinamismo que tiene la construcción de un proceso de verdad, y mucho menos la construcción de un proceso judicial. La sincronía está siendo unos de los retos más grandes.
P. ¿Teme que algún sector se oponga a la búsqueda de víctimas?
R. No debería pasar, es un acto humanitario para darle alivio al sufrimiento de tanta gente que vive en la incertidumbre. Pero hay circunstancias que pueden ser un riesgo para la Unidad. Por ejemplo, la persistencia del conflicto armado.
P. ¿Que le pediría al presidente Duque para poder desarrollar su labor?
R. Que pusiera en su agenda prioritaria la búsqueda de los desaparecidos. Que comprendiera la necesidad que tiene el país de reconocer no solamente una reparación en los términos económicos en los que se ha implementado hasta ahora, sino en los términos de reconocimiento y dignificación de quienes buscan a tantas personas sobre las cuales no se conoce su paradero.
Son sufrimientos muy distintos. La Unidad no solamente va a buscar a las personas desaparecidas forzadas, va a tener que buscar a quienes fueron secuestrados, donde las familias dieron quizás mucha plata por su rescate y no supieron nunca más de ellos. Familias a las que un día les arrebataron a sus hijos de sus casas, de sus fincas, y nunca más volvieron a saber de ellos porque fueron reclutados. Todos están buscando, pero las vivencias son distintas. Todo eso conspira contra una convivencia pacífica. El reconocimiento y el respaldo a la búsqueda de los desaparecidos tiene que ser la perspectiva de la construcción de paz en este país.
P. ¿Ha llegado a sentir falta de recursos, o de voluntad política?
R. Sí. No tengo los recursos que deberían haberse dispuesto para este año por parte del Gobierno. No veo en algunos momentos la disposición a darle lugar a este tema en la agenda política, y creo que eso dificulta aún más la tarea.
P. ¿Cómo definiría el momento que atraviesa Colombia?
R. Un momento de un gran desafío, de una gran responsabilidad y de una gran oportunidad.
P. ¿El país está experimentando una batalla por la memoria y el relato del conflicto?
R. Sí, pero justamente me parece que esa es una gran oportunidad. Estamos dando una batalla por la memoria y no una batalla por la vida.
«Tuve una conversación extraña con un sacerdote, después de publicar mi artículo sobre el acoso sexual de los seminaristas en Buffalo.El sacerdote dijo que nada de esto había sucedido en su seminario: no había sacerdotes abusivos involucrados en la formación allí. Sin embargo, dijo, había muchas mujeres en el campus y en las clases en su seminario, lo que ofrecía «un desafío para la formación humana», desafío que no dio más detalles. Y luego dijo, «elige tu veneno, supongo».Para mí, eso parece una elección bastante fácil. Dada la opción entre los sacerdotes presa que acosan a los seminaristas que sienten miedo de dejar una fiesta y mujeres genéricas en el campus, yo elegiría mujeres en el campus. Porque, a diferencia de esos sacerdotes, las «mujeres» en general no son un veneno. Las personas que se supone que son modelos a seguir, pero que se comportan de manera abusiva, son tóxicas para la formación humana y todo lo que tocan. Las mujeres, por el contrario, son solo personas. Algunos son abusivos o peligrosos, pero la mayoría de nosotros solemos ocuparnos de nuestros propios asuntos, sin pensar en cómo podemos lastimar a los seminaristas.Dije algo así al sacerdote, que se enojó. Comenzó a enumerar a las mujeres que conocía y a las eruditas que lo ayudaron con su tesis, para demostrar que no era un misógino. No había dicho que era un misógino; Acabo de señalar que dijo «elige tu veneno» en una elección entre la formación de un seminarista que involucra a sacerdotes abusivos o mujeres que se presentan a clase y estudian teología. Insistió en que yo no entendía, y tenía razón. Yo no. Como demostró el propio sacerdote, no es realmente peligroso dejar que las mujeres interactúen con los seminaristas.Quizás incluso podamos nombrar algunos beneficios para la práctica.El hecho es que aproximadamente la mitad de las personas en una parroquia católica dada serán mujeres.Es necesario que un sacerdote diocesano sepa cómo comportarse frente a las mujeres, porque eso va a surgir en su línea de trabajo.También es necesario que un sacerdote diocesano sepa cómo comportarse frente a los sacerdotes abusivos, por supuesto: debe alejarse de ellos lo más rápido posible, informar a las autoridades y advertir a su congregación que se mantenga alejado de ellos. Los seminaristas que informaron sobre los sacerdotes en esa fiesta en Buffalo y luego fueron a la prensa dieron un gran ejemplo de esto. Pero creo que esa lección podría enseñarse en ausencia de cualquier sacerdote abusivo real, de la misma manera que me enseñaron a no tomar drogas de extraños en el patio de recreo del programa DARE en la escuela primaria.Por lo que he notado en mi experiencia, interactuar con mujeres como si fueran seres humanos es algo que podría no ser tan fácil sin la práctica. Cuando era niña, rápidamente noté que los niños que no interactuaban con las chicas con regularidad eran el peor tipo de niño. Los niños que no tenían hermanas en casa tenían más probabilidades de acosarme y perseguirme por el patio cuando iba a la escuela católica. Los niños en el grupo de educación en el hogar que fueron alentados a mantener a las niñas a distancia para mantener la pureza eran insoportables: en el grupo de teatro de la escuela en el hogar y en otras reuniones, se amontonaron en las esquinas burlándose de todos y no ayudaron en nada.
Cuando llegaron a la pubertad, algunos de ellos se volvieron francamente depredadores y aterradores.. Los muchachos que pasaron directamente del grupo de educación en el hogar a la escuela preparatoria de chicos, cuando eran adolescentes, parecían permanecer en esa etapa incómoda adolescente de burlas y chicas molestas en lugar de formar relaciones hasta que se fueron a la universidad.Si alguno de esos muchachos alguna vez fue a un seminario que consideraba el contacto con cualquier mujer como un veneno parecido a tener un sacerdote abusivo en el personal … bueno, puedo entender por qué tantos sacerdotes que he conocido actúan de forma tan extraña alrededor de las mujeres. No todos ellos por un largo tramo; Mucho del sacerdote que conozco no tiene problema con la presencia de mujeres. Pero hay un número considerable de personas que no saben qué hacer con nosotros, que actúan como adolescentes perpetuos, que ignoran o frecuentan a las mujeres que las rodean en lugar de tomarlas en serio como seres humanos.Por supuesto, esto no es una relación directa de uno a uno. He conocido a sacerdotes que están acostumbrados a estar cerca de mujeres y también son idiotas. He conocido a hombres jóvenes sin ninguna experiencia en torno a las mujeres que se relajaron y aprendieron a estar bien. Pero aún así, veo un patrón.Me parece que, no solo la presencia de mujeres no es venenosa para la formación de los seminaristas, en realidad es algo que necesitan. Es algo a lo que tendrán que estar completamente acostumbrados, si van a funcionar con la madurez como sacerdotes y tratan a los miembros de sus congregaciones como seres humanos.Eso es lo que queremos, ¿no es así?
Se crea un nuevo comité de redacción para el suplemento femenino, coordinado por la periodista, feminista y primera mujer en convertirse en vicedirectora de un gran periódico italiano. «Monda nos da absoluta libertad»
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“L’Osservatore Romano” Pubblicato il 30/04/2019Ultima modifica il 30/04/2019 alle ore 15:55DOMENICO AGASSO JRCIUDAD DEL VATICANO
El suplemento femenino del periódico vaticano será publicado regularmente en el mes de mayo. Y seguirá adelante. Se ha creado en “L’Osservatore Romano” un comité de dirección para “Mujeres Iglesia Mundo”, coordinado por la periodista Rita Pinci, que fue la primera mujer italiana en convertirse en vicedirectora de un gran periódico italiano. Lo comunicó la Santa Sede.
Cambiará la configuración de la redacción. Ya no habrá un director, sino un comité de dirección. El nuevo personal es internacional e interreligioso, además de un notable prestigio. Está conformado por: Francesca Bugliani Knox, Elena Buia Rutt, Yvonne Dohna Schlobitten, Chiara Giaccardi, Shahrzad Houshmand Zadeh, Amy-Jill Levine, Marta Rodríguez Díaz, Giorgia Salatiello, Carola Susani y Rita Pinci (coordinadora). En la redacción estarán: Giulia Galeotti, Silvia Guidi, Valeria Pendenza y Silvina Pérez.
Feminista sin miedo a las manifestaciones, muy activa desde siempre, Pinci es licenciada en Sociología. Comenzó como corresponsal de “Il Messaggero”, en donde trabajó durante más de 20 años. Fue jefa de redacción y después vicedirectora. También fue vicedirectora del portal de Rcs-Hdp, dirigió el suplemento “Specchio” del periódico italiano “La Stampa”, fue vicedirectora de los semanales “Panorama” y “Chi”. Ha trabajado en “The Huffington Post” (Italia) y colaborado como autora en la transmisión “In mezz’ora”, del canal televisio italiano Rai 3. Actualmente trabaja para Tv2000. Estas fueron las primeras palabras de la nueva coordinadora: «Estoy feliz de este trabajo, es algo que no me esperaba y al principio me sorprendí con la propuesta del director de “L’Osservatore Romano”, Andrea Monda. Tanto porque pensó en mí, como por la total libertad que nos ha asegurado a mí y al Comité de Dirección». Pinci ha estado muy pendiente desde que comenzó “Mujeres Iglesia Mundo”, y «creo que la Iglesia necesita la mirada y la voz de las mujeres que representan a más de la mitad de los fieles».
Explicó que no es «una teóloga, una historiadora de la Iglesia, una experta en cuestiones vaticanas. Soy una periodista, soy una persona creyente».
Dijo que se le pidió «poner mi experiencia a disposición de una comunidad y de un periódico que he leído siempre con interés, y creo que es para mí una gran oportunidad humana, antes que profesional, poder sumarme a este proyecto».
Su aportación «será principalmente la de coordinar al Comité de Dirección en su trabajo, que será desempeñado colegialmente y con espíritu de compartir entre los diferentes talentos y competencias de las mujeres que participarán en él y con las que estoy orgullosa de compartir este pedazo del camino en el surco de un recorrido que, para mí, comenzó antes que el camino profesional, en los primeros años de la universidad, cuando comencé a compartir algunos temas fundamentales del movimiento de las mujeres».
Estas son las colaboraoras
Bugliani Knox es Honorary Senior Research Associate en el University College London e Honorary Research Fellow de la University of Roehampton. Se ocupa, en el ámbito académico, de literatura y cultura europea, en particular de la relación entre la literatura, la teología, la espiritualidad y la filosofía. Desde hace ya bastante tiempo se encuentra comprometida en el acompañamiento espiritual y desempeña también como abogada en las causas matrimoniales en el tribunal eclesial diocesano.
Buia Rutt, licenciada en Letras y después en Filosofía, es poeta y traductora. También ha colaborado, durante alrededor de 20 años, en los programas culturales de los canales Rai 3 y Rai Educational.
Dohna Schlobitten es profesora en la Pontificia Universidad Gregoriana, en donde enseña Estética, Filosofía e Historia del Arte Cristiano en la Facultad de Bienes Culturales y en el Instituto de Espiritualidad.
Galeotti desde 2014 es responsable de las páginas culturales de “L’Osservatore Romano”.
Giaccardi, licenciada en Filosofía en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, Con un doctorado en Social Sciences en la University of Kent (UK), es profesora de Sociología de los Procesos Culturales y Comunicativos en la Universidad Católica de Milán, en donde también dirige la revista “Comunicazioni Sociali-Journal of Media, Performing Arts and Cultural Studies”. Se ocupa de transformaciones culturales vinculadas con los procesos de globalización y con la red.
Guidi, periodista de profesión, trabaja en la sección cultural de “L’Osservatore Romano” desde 2008.
Houshmand Zadeh, licenciada en Teología Islámica en la Universidad Libre de Irán y en Teología Fundamental Cristiana en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Fue profesora de Estudios Islámicos en la Pontificia Universidad Gregoriana y en la Universidad Roma Tre.
Levine es escritora, académica e historiadora estadounidense, profesora de Estudios Neotestamentarios en la Universidad Vanderbilt, en el Departimento de Estudios Religiosos y en el Departamento Superior de Religión. Se auto-describe de esta manera: «feminista hebrea yankee que enseña en una escuela teológica preponderantemente protestante en el centro de la Franja Bíblica estadounidense».
Pendenza, licenciada en Letras en la Universidad la Sapienza de Roma. Trabaja desde hace 20 años en “L’Osservatore Romano”.
Perez es una periodista y autora de televisión. Actualmente dirige la edición española de “L’Osservatore Romano”.
Rodríguez Díaz dirige desde 2010 el Instituto de Estudios Superiores sobre la Mujer del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, en cuya fundación colaboró en 2003.
Salatiello, profesora de la Facultad de Filosofía de la Pntificia Univeridad Gregoriana y profesora invitada en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Se ocupa de Filosofía de la Religión,de las relaciones entre la filosofía y la teología, de la diferencia sexual, de asesoría filosófica y de neurobioética.
Susani escribe novelas para grandes y chicos. Enseña Escritura narrativa y forma parte de los “Piccolo Maestri”, escuela de lectura para chicos.
La comisión nombrada por el Papa Francisco en 2016 para estudiar la posibilidad de reincorporar a las diáconas ha terminado su trabajo y le envió los resultados. Aunque no sabemos qué decidirá el Papa Francisco en este momento, sí sabemos que las mujeres reconocen su llamado al diaconado permanente más que nunca. Y sabemos que los católicos reconocen que las mujeres están siendo llamadas a participar plenamente en nuestra iglesia, ya que el diaconado permanente es un paso importante para abrir la puerta más plenamente a los dones y la fe de las mujeres. Más mujeres que nunca están contando la historia de su vocación al diaconado permanente. Te llamas ¿Compartirás tu historia en este momento histórico?Aquí es cómo. Llene el formulario en catholicwomendeacons.org/ 100 y comparta su historia.T weet «Me llaman para ser diácono» usando #WomenDeaconsPublique «Estoy llamado a ser diácono» y comparta su historia y su foto en Facebook usando #WomenDeaconsMe gusta «nuestra página de Facebook en facebook.com/ CatholicWomenDeacons /y comparte tu historia usando #WomenDeacons.CatholicWomenDeacons.org , un sitio web impulsado por FutureChurch, está dedicado a restaurar a las mujeres diáconos a través de la educación y la promoción.
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Las víctimas de Karadima la elogian: «Qué mujer más impresionante y con un alma enorme»
01.05.2019 | RD/La Tercera
Marcela Aranda, denunciante del sacerdote Renato Poblete -expárroco del Hogar de Cristo- realizó, en una entrevista con AhoraNoticias, un descarnado relato de los abusos que cometió en su contra el fallecido sacerdote.
La mujer, ingeniera mecánica y teóloga, contó que “él comenzó a abusarme sexualmente con mucha violencia. Me llevaba donde otros hombres, con los rostros cubiertos, para que me violaran y me golpearan por turnos, mientras él miraba”. Todo ocurrió en la década del 80 y terminaron en los años 90.
Luego indicó que “fue un periodo de ocho años de abuso. Es un abuso de conciencia, poder y sexuales”. Manifiesta que decidió hablar porque “contando algo de mi historia puedo ayudar a muchas personas a salir de su dolor”.
La mujer, que en ese entonces tenía 19 años, agrega que “lo que más me hace sufrir es que él me obligó a abortar, y no solo una vez, tres veces”, agregó.
Renato Poblete
«Fueron ocho años de martirio»
Detalla que los abusos de Poblete fueron en las oficinas del Hogar de Cristo, en su casa y en distintos lugares. “Fueron ocho años de martirio. Me fue despedazando palmo a palmo hasta que no quedara nada en mi”, confidencia.
Asegura que el religioso se aprovechó de la fragilidad de su entorno familiar en el tiempo que ingresaba a la universidad. “Seré tu padre de ahora en adelante y yo te voy a cuidar”, afirma que le dijo el cura. “Nunca imaginé que una bestia como Poblete podría transformarlo en un abuso”.
Más adelante indica que contó su situación al padre Juan Ochagavía, ex Provincial de los Jesuitas. Con él que conversó en varias ocasiones. “Le conté lo que me estaba pasando, le presenté un escrito y no recibí ninguna respuesta, mientras los abusos se seguían repitiendo”.
Dice que después terminaron los abusos porque el padre Poblete se entusiasmó con otra niña. “Yo he pensado mucho en esa chica”, expresa con pena.
Tras dos intentos de suicidio, amigos y cercanos la ayudaron a salir adelante. Junto con precisar que sigue siendo católica, cuenta que ahora disfruta de su hija. “Ella me ha hecho vivir, mi hija le dio sentido a mi vida”.
Al conocer las denuncias la Compañía de Jesús inició una investigación canónica, la que ya acumula diez denuncias de abusos sexuales contra el expárroco del Hogar de Cristo, fallecido en 2010.
Víctimas de Karadima expresan su «cariño, respeto y apoyo»
Por su parte, Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton, víctimas del cura pederasta Fernando Karadima y ahora conocidos activistas anti-pedofilia, mostraron en las redes todo su «cariño, respeto y apoyo» a Marcela Aranda tras su desgarrador testimonio.
«Estoy descompuesto con el relato de la valiente Marcela Aranda. Cuánto dolor y cuánta valentía. Qué mujer más impresionante y con un alma enorme. Miserable Poblete y todos los que lo encubren», tuiteó Cruz.
«Cuando uno piensa que te has puesto más resistente, oyes a sobrevivientes y sufres con sus relatos», agregó. «Oyes el de la gran Marcela Aranda y te descompone. Poblete acompañó a mi papá mientras moría a los 39 años, amigo de mi familia. Se merece el infierno por todo el mal que ha causado«.
«Yo te creo y admiro tu valentía, Marcela Aranda», tuiteó por su parte Murillo, tachando a Poblete de «abusador asesino de cuerpos y de almas». Sentimientos a los que se sumó Hamilton, elogiando la «dignidad, coraje [y] ejemplo» de Aranda a la vez que denunció a la «basura» de Poblete.
«Qué valor de mujer, ¡solo gracias totales!», finalizó Hamilton.
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