Michael Landon y la autopista que acerca el cielo


Jaime Fernández Garrido

Michael Landon y la autopista que acerca el cielo
Algo trascendental se está perdiendo en la vida de mucha gente. Parece como si la humanidad estuviese avanzando en el sentido equivocado.

23 DE AGOSTO DE 2013

Michael Landon comenzó a hacerse famoso por su papel como uno de los hijos Carwright en la serie “Bonanza” que se emitió en casi todas las televisiones del mundo.

Más tarde dirigió y protagonizó diferentes series dedicadas a toda la familia como “La casa de la pradera” y “Autopista hacia el cielo”.

De esta última, recuerdo uno de los episodios en los que cuando le ofrecieron una comida y le preguntaron si le gustaba, Michael contestaba:  “Todo es bueno y sabe bien cuando estás con alguien a quien quieres”.

Algo trascendental se está perdiendo en la vida de mucha gente. Parece como si la humanidad estuviese avanzando en el sentido equivocado.

Cuanto más tiempo y más facilidades tenemos para viajar y comunicarnos, menos sabemos estar con aquellos que nos quieren y a los que queremos. Antes, los amigos iban a verse y pasaban horas juntos; las familias se encontraban y disfrutaban, conversaban sin preocuparse del tiempo, y lo más normal es que se quedasen en casa contigo por varios días.

Con el paso de los años, las visitas pasaron a ser de un día, una mañana o una tarde… En los años setenta y ochenta las personas se encontraban para comer y se escribían cartas en las que se explicaba cómo se sentían y las cosas que estaban pasando.

Años más tarde, la gente comenzó a llamarse por teléfono porque ya no había tiempo para visitar a la familia ni escribirles. Hoy los amigos se envían mensajes a través del teléfono móvil, o se escriben o “chatean” por medio de internet. Ya no se habla sólo por el placer de hablar, de escuchar la voz del otro, ya no se mira a los ojos de quien quieres para saber sí lo que estás hablando llega a su corazón.

Poco a poco y casi sin darnos cuenta, se ha perdido el placer de estar con el otro, de conocerlo, de saber cómo reacciona; el deseo de expresar lo que hay en lo profundo de nuestro corazón y que alguien nos escuche.

El arte trascendental de mirar a los ojos de aquellos a quienes amas y saber cómo se sienten.

Todo es bueno cuando estás con alguien a quien amas. No permitas que la sociedad te arrastre en mil proyectos inútiles que sólo añadirán a tu vida unas cuantas monedas.

Aparta tiempo cada semana para estar con tu familia, para hablar con ellos, para llamar y encontrarte con tus amigos. Disfruta de cada momento en el que puedes abrazar a alguien a quien quieres.

Utiliza tu corazón para hablar, para escuchar, para disfrutar, para abrazar, para enseñar a tu familia y a tus amigos que son importantes para ti.

Utiliza tu tiempo para lo que es realmente importante, y no dejes que los demás te arrastren. Porque todo es bueno cuando estás con aquellos a quienes amas.

Autores: Jaime Fernández Garrido

©Protestante Digital 2013

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