HOMILIA EN LA ORDENACIÓN DE SILVIA BRANDON PEREZ  Abril 8 del 2017: Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*


 

En esta ocasión nos hemos reunido para acompañar a nuestra compañera y hermana Silvia, en la celebración de su Ordenación como presbítera al servicio de la Iglesia en el Movimiento y  Asociación Internacional de Presbíteras Católicas Romanas.

Somos un movimiento internacional de mujeres católicas romanas, en estado de persistencia y resistencia. Dicha persistencia y resistencia no es nueva, las mujeres llevamos muchos siglos bajo la “teología de la desigualdad” y del sexismo, ¡ya es hora de levantar la piedra, abrir la puerta y anunciar la Buena Nueva!

No es un capricho femenino, no son ansias de poder y, menos una competencia.

Nuestro interés no es un gran estadio, una plaza de toros, o el campo de golf colmado de gente.  ¡Esto es un asunto de consciencia! Aquí el poder más fuerte que nos empuja es la energía Divina, recibida en nuestro Bautismo.

Un Bautismo conversando y preparado en familia, entre las/os abuelas/os, tías/os, y nuestros padres, allí, en el mejor sitio de la casa: al calor de la cocina. Lugar en donde se fue gestando el sentir de Iglesia, no solo con la familia, sino con las vecinas/as, amigas/os. Allí dónde se comparte no solo la comida, sino las buenas noticias, los proyectos, las ilusiones y la vida.

Es en familia, en aquellos grupos pequeños de comunidad nacientes, donde aprendimos los valores del cristianismo, el cuidado de la fe, y el quehacer de Iglesia, que hoy vivimos heredados de aquellas primeras apóstolas y discípulas de Jesús.

No es nuestra pretensión violar o deformar la historia del Cristianismo, en el Evangelio, Hechos de los Apóstoles, en las Cartas de Pablo, encontramos cómo fueron las mujeres las que abrieron las puertas de sus casas, al anuncio de la Palabra, incluso al mismo Jesús le ayudaron con sus recursos económicos, nos lo cuenta Lucas 8:22-24.

Los textos que hemos escuchado en nuestra Liturgia nos traen buenas advertencias que no debemos dejar pasar desapercibas. Ellas nos están mostrando la radiografía de la realidad de nuestros pueblos.

Hemos escuchado del Evangelio la lectura de Juan 11:45-57; éste nos devela el complot para matar a Jesús, preparado por los Sumos Sacerdotes, fariseos y políticos de su época.

Acababa de suceder la resurrección de Lázaro, el hermano de Marta y María. Los comentarios por los corredores y pasillos eran:

47 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el Concilio, y dijeron:

¿Qué haremos?, pues este hombre hace muchas señales. 48 Si lo dejamos así, todos creerán en él, y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación”.

Ni Lázaro se les escapaba.  Él será perseguido a muerte por los judíos igual que el Maestro (Juan 12:10). La persecución será también contra él, porque es testimonio vivo de los hechos.

Nada, ni nadie se atrevería a negar, que lo que acabamos de leer, sucedió en Jerusalén, en Galilea y aquí está sucediendo, y no solo aquí, sino en el mundo entero… cuidar la vida del que está en peligro: mujeres, ancianos, niños, dar testimonio de ello. Fueron acciones, que el Maestro les enseñó a sus seguidores.

El complot para matar a Jesús incluye el hecho de que ¡no tuvo un juicio justo! Se compró información, hubo testimonios falsos. Se amedrantó a sus seguidores, mediante la violencia y la guerra psicológica. Se conocen los culpables, pero hasta el sol de hoy no han sido juzgados, ni condenados. El caso ha sido archivado, y declarado cerrado.

Así como ayer,  ante estos hechos brutales e infames acontecimientos las mujeres, abuelas, tías y madres, acompañadas de nuestros hombres, protectoras/es de la vida, no nos podemos quedar de brazos cruzados, viendo  los hechos de vandalismo, burla y abusos sexuales contra la humanidad y la naturaleza.

No hemos venido a celebrar un carnaval caribeño, ni a mirar una obra de teatro. Hemos venido a celebrar un compromiso con la Vida, acompañando a nuestra hermana Silvia en su ministerio con los refugiados, desplazados/as, inmigrantes, prisioneros/as, los que no tienen un techo, indígenas, afros, ancianos/as, ni un abogado que les defienda.

En la Palabra de Dios, encontramos suficientes testimonios, unos con nombres, otros anónimos, o ignorados. El encontrarnos con ellos ha sido una delicia, disfrutar de sus testimonios y darlas a conocer.

Dejo constancia de algunas de ellas:

María la Madre de Jesús: Lucas 1:26-56

La mujer hemorroisa: Marcos 5:25-34

Mateo 9:20-22

Lucas 8:43-48

La mujer que unge a Jesús. Lucas 7:36-50

La samaritana. Juan 4:4-42

La cananea. Mateo 15:21-28

En todas ellas, está su testimonio de persistencia y resistencia. Me voy a detener de manera especial en el texto de la Cananea, que es el que acabamos de escuchar. Llama la atención, esta mujer, empezando porque no es del grupo de los paisanos de Jesús, es una mujer extranjera, emigrante, refugiada,  para qué entendernos mejor. Su gran necesidad,  ¡la salud de su hija! Jesús no la atiende, es más, ¡se hace el que no la escucha! Son los discípulos, los que le dicen a Jesús, que por favor, la atienda:

“a ver si se va, pues viene gritando detrás de nosotros”. Jesús, no de muy buena gana les dice: “Vea, señora, Yo he sido solamente enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel” Pero, ella se le aproximó, y se postró ante él, diciendo: “Ayúdame, Señor”.

Él repuso: “No está bien coger la comida de los hijos y echársela a los perritos”

“Si, Señor, dijo ella, “pero hasta los perrillos pueden comer de las migajas que caen de la mesa de sus amos”

Entonces Jesús le respondió: Mujer, ¡grande es tu fe! Sea como lo quieres. ¡Y desde aquel momento quedó curada su hija!”

 

Este texto es hermoso de manera fascinante y de un gran argumento para demostrarnos que el mundo y su historia pueden cambiar y que depende de  nuestro propio esfuerzo.

Observemos: ella iba en la marcha con los seguidores de Jesús, gritando. Estaba sacando de casillas a los compañeros de Jesús. Y él para sacársela de encima le dice lo que le dijo: “Yo solo solamente he sido enviado a las ovejas perdidas de Israel”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esas misma palabras nosotras las mujeres, aunque diferentes pero con la misma connotación? No pretendo forzar el texto. ¿Acaso esa frase no se nos parece a: “Sólo los hombres bautizados pueden ser ordenados” (Canon 1024)?

Pero es una mujer forastera la que se atreve a desafiar a Jesús. Es una mujer ajena a las costumbres y cultura judías, que se atreve a dirigirle la palabra a Jesús, en la calle, delante de una multitud, con miraba inquisidora cual cámara vigilante, como las que tenemos hoy.

Jesús mismo no es ajeno a la discriminación, al racismo, y al regionalismo de su tiempo, y por eso le responde como le respondió a la mujer,  hasta de una manera descortés y poco amigable.

Es la insistencia, la persistencia, la resistencia, el coraje, la fuerza de voluntad de una mujer cananea la que es capaz de hacer cambiar la mentalidad de Jesús, haciéndole romper paradigmas hebraicos, culturales y hasta religiosos, ¡a Jesús de Nazaret, el varón de Galilea!

Lo que estamos celebrando, lo que estamos viviendo hoy en esta celebración, es una invitación, es más, es un desafío, en medio de la oposición, tensión  y negatividad de una Jerarquía Eclesiástica,  la opresión de un Estado, cualquiera que sea aquí o allá, estamos aprendiendo del testimonio de tantas mujeres que hoy se multiplican. Que han sellado con su vida el compromiso y entrega de vida, para generar un mundo de Paz, de Vida, de Justicia y Reconciliación, y los más recientes asesinatos de lideresas y defensoras del medio ambiente y de los derechos humanos como las hondureñas BERTA CÁCERES, una indígena lenca asesinada por su defensa del agua y del medio ambiente, JANETH KAWAS, defensora del medio ambiente en Honduras, MARGARITA MURILLO, activista por las comunidades campesinas, y las colombianas ANA FABRICIA CORDOBA, afro-colombiana asesinada por su defensa de los derechos de las víctimas de la violencia,  IDALIA RENTERIA, profesora de la Universidad Tecnológica de Chocó, LUZ HERMINIA OLARTE, lideresa campesina comunitaria y defensora de los derechos humanos, MARICELA TOMBE, lideresa campesina indígena dedicada al trabajo comunitario, EMILCE MANYOMA, lideresa afro-colombiana y defensora de los derechos humanos, YANETH CALVACHE, lideresa indígena y defensora de los derechos humanos, YOLANDA CERÓN, religiosa afro-colombiana y luchadora contra la violencia, y Ángela Anzola Tejero, lideresa ambientalista, con lo que completamos 6 mujeres en 4 meses en Colombia, así como los muchos otros feminicidios como las 200 en Guerrero, México en el 2016, las muchas mujeres en Juárez, y tantas otras mujeres en todos los continentes como RACHEL CORRIE, la joven norteamericana asesinada por Israel en la defensa de Palestina, que mueren con la complicidad de muchos, ya que sus asesinatos se cometen con impunidad. En El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua se produjeron, sólo entre 2012 y 2014 hubo 31 asesinatos y 39 intentos de acabar con la vida de mujeres que luchan por los derechos humanos, según el último informe de la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de los Derechos Humanos.

Imposible terminar sin hacer mención del dolor y sufrimiento de nuestros niños, víctimas de la violencia y abuso sexual como el reciente caso de la niña indígena Yuliana Samboní, que conmovió a nuestro país de Colombia.

Necesitaríamos semanas para hablar de todas las mujeres asesinadas en todo el mundo con impunidad, pero estamos aquí hoy para unirnos a Silvia y para renovar con todos/as los presentes nuestro compromiso por la defensa a la vida, recordando nuestro BAUTISMO, e invitando a muchas y muchos a que el coraje, la persistencia y la resistencia entre nuestras mujeres al igual que la cananea, nos multipliquemos mostrando que el cambio en la Sociedad y en la Iglesia, sí es posible y sobre todo haciendo quedar bien a la Divinidad, a nuestro Dios-Padre y Madre presente en cada uno/a de nosotros/as.   AMEN.

*Presbitera católica romana.

5 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. Leila Rosa Betancur Díez
    Abr 12, 2017 @ 21:28:37

    El texto de la homilía, a partir del párrafo que empieza diciendo «Lo que estamos celebrando, lo que estamos viviendo hoy en ésta celebración, es una invitación, es un desafío….» se convierte en un texto subversivo, muy pegado a la esencia del evangelio que es subversivo frente al orden injusto de su tiempo y de todos los tiempos injustos. El modelo de persona y de sociedad que nos propone Jesús es desafiante. Lo que proponen las ARCWP al ejercer el sacerdocio sin permisos eclesiásticos, pero si con la claridad de la fe, la madurez de la conciencia y la urgencia de la justicia, es desafiante y subversivo en la misma línea del evangelio. Así pues, adelante mujeres valientes. Contra toda evidencia, parece ser que, ustedes están logrando por ahora, que en la estructura clerical se abran postigosl. Lo más probable es que se conviertan en ventanas y puertas por donde no haya manera de atajar el reconocimiento que por siglos nos ha sido negado.

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  4. Gustavo Junca
    Abr 15, 2017 @ 13:04:36

    La Nueva Ordenación renueva el espíritu de la primera Comunidad Cristiana que se reunían para compartir el pan. La apertura De la Iglesia debe ir en la dirección del espíritu para la construcción del Reino aquí y ahora con la defensa de la Fe y la promoción de la Justicia que la fe exige.

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  5. silviantonia
    Abr 20, 2017 @ 13:41:44

    Reblogueó esto en silviantonia.

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