No traigáis nada. Tercera carta a los Reyes Magos


Faustino Vilalabrille, sacerdote

Eclesalia

Queridos amigos, Reyes Magos: Esta es la tercera carta que os escribo y va a ser muy distinta a las dos anteriores, en las que os pedía muchas cosas. Os recuerdo solo algunas:
En la primera (ECLESALIA, 05/01/10) os pedía:
Una iglesia que bajase a Jesús, es decir, a los pobres de la cruz, escuchase al pueblo, fuese democrática y dejase de hacer todo a dedo, buscase la verdad con todos, dialogase con la ciencia, fuese antropocéntrica (de hombres y mujeres) y no androcéntrica (solo de hombres), y así valorase por igual a hombres y mujeres en la sociedad y en sí misma y por tanto admitiese por igual a hombres que a mujeres para ser curas, obispos, etc., pero no como muchos de los de ahora que tanto dañan al mensaje de Jesús y no solo con la pederastia, pues para ser como los de ahora vale más que no lo sean.

Os pedía también una iglesia que revisase a fondo la moral sexual, denunciase a las multinacionales y a los políticos corruptos, defendiese la creación, gastase mucho menos en boatos, caminase con los de abajo y no con los de arriba, etc. etc.

En la segunda (Redes Cristianas 07/05/11) os pedía:
– Que pase la crisis para los pobres.
– Que los gobiernos gobiernen para los pobres, y no para los ricos, los banqueros y las multinacionales.
– Que no paguemos todas las culpas siempre los de abajo, sino los de arriba que son los verdaderos culpables de que haya empobrecidos.
– Que se acabe la carrera de armamentos y los gastos militares, 1.4 billones de dólares al año, y ese dinero se dedique a escuelas, hospitales, carreteras, investigación, etc., sobre todo para el Tercer Mundo.

– Que España deje de ser el séptimo país del mundo exportador de armas.
– Que el fútbol y otros mitos mediáticos del mercado dejen de ser el opio del pueblo.
– Que el dinero deje de ser el dios que todo lo decide.
En esta tercera carta (ECLESALIA, 03/01/12) no os voy a pedir nada de eso. Es más, os pido encarecidamente que no traigáis nada, a no ser un tren enorme y vacío para llevaros muchas cosas que sobran en este mundo.

Pero no os deprimáis al leerla: al final os daremos una pequeña sorpresa, pero muy importante. Ese gran tren es para que os llevéis muchas cosas, por ejemplo:
– Llevaros en el vagón más blindado y seguro, a los bancos y a sus banqueros, a las cojas y a sus cajeros, usureros y desahuciadores, a los ladrones de guante blanco, a los especuladores y defraudadores, a los gastos militares, a los traficantes y trapicheantes de droga (uno de los negocios más grandes del mundo) que llenan nuestras cárceles de personas llenas de sufrimiento, dolor y de fracaso. Llevaros a todos los ricos del mundo (también a los del Tercer Mundo) que son la causa y los causantes de la pobreza de los pobres y de la pobreza de la Tierra.

– Y en el vagón siguiente llevaros a las multinacionales del Primer Mundo que depredan, esquilman y arrebatan las materias primas y las tierras a los pobres del Tercer Mundo como en Colombia, Haití, Honduras, Ruanda, el Congo y otros muchos países, produciendo miles de empobrecidos y asesinatos por hambre todos los días, o trafican y negocian con niños y sus órganos ganando en cada uno más de 120.000 € (sí, ciento veinte mil euros), o destruyen con las deforestaciones masivas al planeta de la vida, que nos da vida a todos.
– Llevaros las injusticias, las desigualdades, la corrupción, la crisis, la contaminación, el consumismo, los desahucios, los productores de parados…
– Llevaros los paraísos fiscales, que son paraísos para los ricos y miseria para los pobres.
– Llevaros las superjubilaciones de los banqueros (Santander, BBVA, etc.), de la CAM, de Caixa Galicia o del Penedés…

– Llevaros, sin dejar ni uno, a todos los políticos corruptos y a quienes los corrompen…
– Llevaros a todos los dignatarios eclesiásticos, obispos y clérigos, o de otras religiones, escorados hacia la derecha, es decir, afines a los ricos, al poder, a la los privilegios, la favoritismo, a las prebendas, al integrismo…
– Llevaros a todos los políticos que gobiernan para los ricos, para los bancos y banqueros, para los que más tienen. Llevaros al Senado que no sirve para nada.
– Llevaros la congelación del Salario Mínimo.

– Llevaros los sueldos de médicos, registradores, asesores, etc. que por dos horas de trabajo al día cobran 5000, 6000 ó 7500 € al mes. Aquí en Asturias los tenemos.
– Llevad a todos los pederastas y violadores, incluidos curas y obispos, y a sus encubridores.
– Llevaros a todos los militares y policías que defienden a los ricos contra los pobres, aquí y más en el Tercer Mundo.
-Llevaros a todos los dictadores, que oprimen, cercenan, encarcelan y matan a los ciudadanos.
– Llevaros los muros entre México y EE.UU. y a los emigrantes muertos en el desierto de Arizona; llevaros las alambradas de Ceuta y Melilla, y todo aquello que obliga a los empobrecidos a vivir encerrados en sus países y sometidos a la miseria más horrible en África Subsahariana o América.

– Llevaros la discriminación de los inmigrantes por ser mujeres o ser negros, a quienes les desmoronamos la vida sumiéndolos en la angustia, el sufrimiento y la desesperación.
– Llevaros a los laboratorios multinacionales farmacéuticos, que negocian con la salud y la vida de las personas y los animales.
– Llevaros a los incendiarios, deforestadores del Amazonas, contaminadores de los ríos de Brasil, Guatemala, etc.

– Llevaros a todos los misóginos de todas las religiones y filosofías, desde Aristóteles, la Meca o el Vaticano.
– Llevaros la teología machista.
– Llevaros todo el armamento militar y a quienes lo diseñan, lo venden a los pobres y lo utilizan para hacerse con los bienes de de los países más pobres.
– Llevaros a las tabacaleras, que contaminan y matan.
– Llevaros a los mitos y sus creadores, a los modistos y toda clase de modas que seducen a los ingenuos.
– Llevaros la mitad de la monarquía. Nos sobra con la otra mitad.

– Llevaros los lujos del Vaticano, de las catedrales, basílicas e iglesias que ofenden, indignan y sublevan a los pobres y por tanto a Dios, aunque los unos y el Otro estén callados.
Pero ahora viene la pequeña e importante y gran sorpresa: en medio de tanta basura vais a encontrar flores maravillosas, es decir, personas extraordinarias, cada día más, que luchan por la justicia, por los empobrecidos y marginados, por la causa de los desamparados, como por ejemplo:
– Miles de misioneras y misioneros que comparten, arriesgan y dan a diario su vida en medio de los pobres del Tercer Mundo.
– Miles de miembros de ONGs que en medio de los indígenas de América, de los pobres de África o la India luchan y a veces ponen en peligro su vida por la rehabilitación de la dignidad de las personas más necesitadas.

– Colaboradores que en medio de los países desarrollados viven austeramente para compartir lo que ahorran con los que menos tienen y apoyar proyectos de desarrollo en los países pobres.
– Personas que acogen a los inmigrantes y parados, defienden a los desahuciados, rehabilitan a los reclusos, drogodependientes y alcohólicos.
– Gentes, cada vez más, que releen el Evangelio del Jesús que vosotros fuisteis a visitar para vivirlo, transmitirlo y convertirlo en fuerza liberadora y comprometida desde la Teología de la Liberación a las Comunidades de Base, denunciando las injusticias y a los injustos, proclamando no solo que otro mundo es posible, sino cada vez más necesario.

– Personas solidarias que siendo pobres se unen a los pobres para, con la fuerza de la unidad, hacerse valer ante los poderosos.
– Comunidades indígenas que cultivan las plantas medicinales, defienden los cultivos ecológicos, protegen los bosques, cuidan los ríos, y aman vitalmente, incluso con riesgo de sus vidas, a la Madre Naturaleza y la defienden contra las Multinacionales depredadoras.

– Personas creyentes cuyo Dios es el Dios de los humildes, el defensor de los pequeños, el apoyo de los débiles, el refugio de los desvalidos, el salvador de los desesperados (Ver en la Biblia Judit 9,11). Personas creyentes en Jesús de Nazaret cuya religión es la misma que El practicó: “que los ciegos vean (Aún hoy tenemos en el mundo 24 millones de ciegos, y para 2020, si no mejoran las condiciones, serán unos 75 millones), los cojos anden, los leprosos (unos 10 a 12 millones) queden limpios, los sordos (en el mundo unos 4,5 millones) oigan, los muertos vuelvan a vivir, y a los pobres les llegue una Buena Noticia” (Ver Evangelio de Mateo 11,4 a 6).

Todas estas maravillosas flores son la esperanza de la humanidad, el futuro de la vida, la salvaguarda del mañana, la luz que brilla en medio de la noche, el fuego que ahuyenta el frío, el futuro para un mundo mejor, la estrella de Belén que nos señala el camino de la vida y son el faro que nos llevará a ser dignos de desembarcar en el puerto de la Plenitud Final.

faustino.vilabrille@gmail.com
GIJÓN (ASTURIAS).

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Fuente:www.redescristianas.net

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