Alguien me escribió ayer: No se si Romero hubiera querido esta ceremonia de beatificación, pero si se quiénes NO; entre ellos sus asesinos y los sectores ultramontanos e integristas de la iglesia católica, dentro y fuera de América Latina.
En ese sentido, es curioso constatar que el canal de TV católico romano en español EWTV, basado en los EUA, no transmitió la misa de beatificación de Romero. El portal de EWTV tampoco hizo ni hace mayor alusión al acontecimiento, salvo por una entrevista, traspapelada en la sección de noticias, a monseñor Ricardo Urioste, exsecretario de Romero. Y, en vez de publicar lo que el papa Francisco y el postulador de la causa monseñor Vincenzo Paglia han dicho y dijeron ayer sobre monseñor Romero, no encontraron nada mejor que desempolvar breves trozos totalmente descontextualizados de una homilia de 1983 del papa Juan Pablo II durante su visita a San Salvador. Tras esos párrafos, en más del resto de la mitad del artículo un anónimo periodista se dedica a:
1. Desacreditar a supuestos «teólogos marxistas», poniendo en boca de monseñor Jesús Delgado el descrédito que el autor pretende trasladar hacia todos los teólogos de la liberación con la cita de Delgado, según la cual Romero nunca leyó sus libros, pues al revisarlos después de su asesinato esos libros “estaban puros e inmaculados, nunca los abrió, nunca jamás, ni los leyó, ni los consultó nunca”. Osea que monseñor Romero jamás leyó nada e ignoró sistemáticamente los textos de la más importante corriente teológica latinoamericana de todos los tiempo a la cual adscribían muchos de los sacerdotes, religiosas, agentes pastorales y laicos de su arquidiócesis y de El Salvador. Increíble…
2. No encontró el autor del artículo nada menos conexo y desactualizado que nombrar en el mismo texto una supuesta carta de Romero al papa Pablo VI, escrita un año después (en 1976) de la muerte de José María Escriva en la que el arzobispo Romero (¡consagrado en 1977!) le pedía la beatificación del fundador del Opus dei «a quien conoció en 1974, en Roma» y por quien sentía «un gran afecto y cercanía».
Conclusión que el anónimo autor del artículo pretende que saquemos: Romero (al igual que Juan Pablo II) rechazaban a los supuestos «marxistas» de la Teología de la Liberación y, en cambio, sentían gran afecto y cercanía por el Opus dei.
Tras tamaña manipulación, el autor del artículo publicado en EWTV se permite incluso citar al papa Francisco, quien al referirse a Romero en algún momento dijo: «que ningún interés ideológico pretenda instrumentalizar su sacrificio de Pastor entregado a su grey».
Tengo la impresión de que en esa cita el papa Francisco no se refería a «teólogos marxistas», que nunca fueron acogidos en la corriente central de la Teología de la Liberación, sino más bien a los agentes del Opus dei que, como el autor del artículo, pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino… La manipulación, como forma sofisticada de la mentira, es también un pecado…
Vean por favor en cambio la entrevista de hace dos días en el portal Factum al postulador de la causa de monseñor Romero Vincenzo Paglia: Saquen sus propias conclusiones. Sería bueno que EWTV publicara el texto completo de la intervención de Paglia (así como los textos del papa Francisco y del cardenal Amato) durante la beatificación de monseñor Romero:
Tienen que entender que tema aquí ya no es como pidió «San Juan Pablo II que se recuerde a Mons. Óscar Romero», sino como las autoridadesactuales de la Iglesia, que lo acaban de beatificar, nos piden que lo recordemos. La Guerra Fría terminó, desechen la nostalgia.
Evangelizadoras de los apóstoles 
May 25, 2015 @ 12:11:23
Es la Iglesia histórica que corrió tras los romanos y sgtes. poderosos. Escasean los Juan XXIII.