COLOMBIA: Para sanar su dolor, las Madres de Soacha llevan sus historias de vida a las tablas del teatro →


Para sanar su dolor, las Madres de Soacha llevan sus historias de vida a las tablas del teatro →

Mi madre indocumentada, la trabajadora doméstica de Estados Unidos

09 Jul 2016 Deja un comentario


Por LUBA CORTÉS 29 junio 2016

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Uno de mis primeros recuerdos de la ciudad de Nueva York es estar refregando inodoros al lado de mi madre. Ella trabajaba limpiando las casas de familias ricas y, como no podía pagar una niñera, solía llevarme con ella. Hacía mis tareas entre miradas a mi madre, que sacudía televisores o doblaba sábanas en casas a las que íbamos una vez a la semana.

Recuerdo el día en que mi madre dejó un empleo después de que la dueña de la casa se negara a pagarle. Yo tomaba una siesta y mi mamá me despertó. Había estado discutiendo con la dueña, quien le dijo que debería estar agradecida por tener un trabajo al que podía llevar a su hija. Explotaban a mi mamá, pero era indocumentada así que no podía hacer nada.

Ella ha estado indocumentada por 16 años. En 2014 pensamos que esto al fin podría cambiar. El presidente Obama anunció un programa, Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales, que la habría protegido contra una deportación por lo menos durante tres años y le habría dado la oportunidad de obtener un permiso de trabajo.

Sin embargo, Texas y otros 25 estados protestaron para que el programa no fuera válido, calificándolo como abuso de poder. Durante meses mi mamá me llamaba para preguntarme qué estaba pasando con el plan de inmigración del presidente. Yo le decía: “Nada nuevo”, y siempre sentía su desencanto. Luego sus llamadas se volvieron menos frecuentes.

La llamé temprano el jueves de la semana pasada. Tenía que contarle que la Corte Suprema había revisado el caso… y al votar, se generó un empate, lo que bloquea una decisión definitiva. El programa del presidente ya no podía avanzar más. Mi madre sigue sin poder conseguir un permiso de trabajo o un poco de alivio para sus noches de ansiedad.

Ella y yo nos mudamos a Estados Unidos desde Puebla, México, en octubre de 1999 y desde entonces hemos vivido en Nueva York. Mi hermana pequeña nació aquí. En Puebla, mi mamá era abogada. Aquí es parte del grupo de inmigrantes indocumentados que facilitan el estilo de vida de muchísima gente en este país, que ella llama hogar. Parece que hemos pasado más tiempo en las casas de otras personas que en la nuestra: limpiando, sacudiendo, fregando, cocinando, las mismas tareas que le permiten subsistir a muchas otras mujeres que emigran a Estados Unidos.

Desde una edad temprana, entendí mi lugar en el mundo a través de la mirada de mi madre. Sus empleos requerían usar productos que quemaban su piel y nublaban su vista. Sus rodillas tienen cicatrices por todos los años que ha pasado fregado pisos. Las trabajadoras domésticas son las heroínas de la economía de la inmigración: hacen su trabajo en silencio, eficientemente, y recogen el dinero de la mesa una vez que terminaron. No hay intercambios de historias. Ninguna de las personas para las que ha trabajado limpiando sus casas sabe que ella era abogada, que es una mujer intelectual y apasionada; no saben que cruzó una frontera traicionera ni que vive con el miedo constante de que la deporten.

A mi madre y a muchas otras como ella las dejan al margen de las conversaciones sobre la reforma migratoria. Cuando la gente habla sobre quién “merece” tener una vía hacia la ciudadanía, le gusta referirse a los jóvenes que llegaron a este país como niños y, por lo tanto, no merecen un castigo por ello. En consecuencia, en 2012 el presidente Obama estableció el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, que protege de la deportación a personas como yo.

Si yo no merezco un castigo, mi madre tampoco. Fue porque ella me trajo aquí que tuve la oportunidad de ir a la escuela, de echar raíces y forjar amistades, aun cuando mi niñez fue muy diferente de la de muchos pues pasaba los días en hogares de extraños ayudando a mi mamá a doblar y limpiar.
Más adelante tuve la oportunidad de escapar de esa realidad. Gracias al programa de arribos durante la niñez, tengo un permiso de trabajo y un buen empleo. Pero mi madre sigue limpiando casas, todavía es indocumentada y aún es criminalizada por un gobierno que sigue deportando a los miembros más débiles de nuestra comunidad. Y gracias a la Corte Suprema, eso no cambiará pronto.

Debemos seguir luchando para vivir sin miedo en este lugar que llamamos hogar. Pero en momentos como este, de tristeza y derrota, pienso en la noche en que cruzamos la frontera. Mientras corríamos me caí y, por un momento, miré el cielo nocturno, temerosa de que me dejaran atrás. Mi mamá estaba ahí; estuvo ahí todo el tiempo: me levantó y comenzamos a correr de nuevo.

Luba Cortés es una organizadora juvenil de Se Hace Camino Nueva York, una organización que defiende los derechos de los inmigrantes.

«HE VISTO A DIOS…»

09 Jul 2016 Deja un comentario


«Un niño pequeño quería conocer a Dios. Sabía que tendría que hacer un largo viaje para llegar hasta donde Él vive, así que guardó en su maleta pastelitos de chocolate y refrescos de fruta. Y empezó su andadura. Cuando había caminado unas horas, se encontró con un hombre anciano. Estaba sentado en un banco del parque, solo, contemplando en silencio algunas palomas que picoteaban migajas de pan que él les arrojaba.
El niño se sentó junto a él y abrió su maleta. Comenzó a beber uno de sus refrescos cuando notó que el anciano le miraba, así que le ofreció uno de ellos. Él agradecido lo aceptó y le sonrió. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció entonces uno de sus pastelillos. De nuevo él le sonrió. El niño estaba encantado, y se quedó toda la tarde junto a él, comiendo y sonriendo, aunque sin hablar una palabra.
Cuando oscurecía, el niño se levantó para irse. Dio algunos pasos, pero se detuvo; dio vuelta atrás, corrió hacia el anciano y le dio un abrazo. Él después de abrazarlo, le dedicó la más grande sonrisa de su vida.
Cuando el niño llegó a su casa, su madre quedó sorprendida de la cara de felicidad que traía.
Entonces le preguntó: -«Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?». El niño le contestó:»¡Hoy almorcé con Dios!»… Y antes de que su madre reaccionara, añadió: -«Y ¿sabes? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que nunca he visto!»
Mientras tanto, el anciano, también radiante de felicidad, regresó a su casa. Su hijo se quedó sorprendido de la expresión de paz que reflejaba en su cara, y le preguntó: -«Papá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz?“. El anciano le contestó: -«¡Comí pasteleros de chocolate con Dios, en el parque!». Y antes de que su hijo respondiera, añadió: -«Y ¿sabes? ¡Es más joven de lo que yo pensaba!».
Con frecuencia, no damos importancia al poder de un abrazo, de una palmada en la espalda, de una sonrisa sincera, de una palabra de aliento, de un oído que escucha, de un cumplido sincero, o del acto más pequeño de preocupación. Mas todos esos detalles tienen el mágico poder de cambiar tu vida o la de los demás, de darle un gran giro y hacerla feliz.
Todas las personas llegan a nuestras vidas por una razón, bien sea por un tiempo o se quedan para toda una vida. ¡Recíbelos a todos por igual!»…

Foto de Mi pagina pesa.
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¡Nosotros primero!:

09 Jul 2016 Deja un comentario


Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) – Lunes, 4 de julio de 2016

“Yo soy ciudadano, no de Atenas ni de Grecia, sino del mundo”. Sócrates escribió esas palabras hace más de veinticuatro siglos.  Hoy más que nunca éstas son palabras que necesitaríamos apropiarnos porque, más y más, nuestro mundo y nosotros mismos estamos sumergiéndonos en formas perjudiciales de tribalismo donde nos importa en primer lugar tener cuidado de nosotros mismos.

Hoy vemos esto por todos sitios. Tendemos a pensar que esto vive sólo en círculos de extremismo, pero está siendo defendido virtualmente, con un  fervor moral  siempre intensivo, en todos los lugares del mundo. Eso suena así: ¡América primero! ¡Inglaterra primero! ¡Mi país primero! ¡Mi estado primero! ¡Mi iglesia primero! ¡Mi familia primero! ¡Yo primero! Más y más, estamos haciéndonos la prioridad y definiéndonos de maneras que no sólo van contra el Evangelio sino también nos están haciendo inferiores en  espíritu y más avaros de corazón. ¿Qué hay que decir sobre esto?

Lo primero de todo, va contra el Evangelio, contra casi todo lo que enseñó Jesús. Si los Evangelios son claros en todo, hablan claro de que todas las personas de este mundo son iguales a los ojos de Dios, que todas las personas de este mundo son hermanos nuestros, que se nos pide compartir liberalmente los bienes de este mundo con todos, especialmente con los pobres, y, lo más importante, que no estamos para ponernos los primeros, sino que estamos siempre para considerar las necesidades de otros antes que las nuestras propias. Todos los eslóganes que de alguna manera ponen primero “yo”, “nosotros”, “lo mío”, “mi grupo”, “mi país”, niegan esto. Además, esto no se aplica sólo a pequeño nivel, donde volvemos amablemente a la delicadeza de permitir a otro entrar en un lugar delante de nosotros; se aplica, y especialmente así, a nosotros como conjunto de naciones. Para nosotros, como naciones, hay una cierta inmoralidad e inmadurez al pensar primero, y primariamente, en nuestros propios intereses, como contrario a pensar como ciudadanos del mundo, comprometidos en el bien de todos.

Y la verdad de esto se encuentra no sólo en Jesús y los Evangelios, sino también en lo que hay más grande y mejor en nosotros. La auténtica definición de tener un gran corazón se afirma precisamente alzándose sobre el auto-interés y queriendo sacrificar nuestros propios intereses en aras del bien de otros y del bien de una comunidad más amplia. Lo mismo vale para ser amplio de miras. Somos amplios de miras exactamente en la medida en que somos sensibles  a una imagen más amplia y podemos integrar en nuestro pensar las necesidades, heridas e ideologías de todos, no sólo las de su propia clase. Eso es lo que significa entender, más bien que simplemente ser inteligente. Cuando somos mezquinos, somos incapaces de entender más allá de nuestras propias necesidades, nuestras propias heridas y nuestras propias ideologías.

Esto lo sabemos también por experiencia. En nuestros mejores días, nuestros corazones y mentes están más abiertos, más dispuestos a abrazar más ampliamente, más dispuestos a aceptar las diferencias y más dispuestos a sacrificar el auto-interés por el bien de otros. En nuestros mejores días, somos amables, de gran corazón y comprensión, y, en esos días, es impensable para nosotros decir: ¡Yo primero! Sólo nos ponemos primeros y dejamos que nuestros intereses aventajen a nuestra propia bondad de corazón los días en que nuestras frustraciones, heridas, cansancio y contagios ideológicos nos abruman. Y aun cuando volvamos a la mezquindad, parte de nosotros sabe que esto no es lo mejor para nosotros  sino que somos más de lo que nuestras acciones delatan en ese momento. Bajo nuestras heridas y dolencias ideológicas, permanecemos afianzados en la verdad de que somos, primero, ciudadanos del mundo. Aún late un corazón sano bajo el nuestro herido e infectado.

Por desgracia, hoy casi todo en nuestro mundo induce  a esto. Somos hijos adultos de René Descartes, que ayudó a modelar la mente moderna con su famoso dicho: ¡Pienso, luego existo! Nuestros propios dolores de cabeza y pesares son lo que nos resulta más real, y ajustamos la realidad y el valor a otros en primer lugar en relación a nuestra propia subjetividad. Por eso podemos decir tan fácilmente: ¡Yo primero! ¡Mi país primero! ¡Mis pesares primero! 

Pero no puede haber paz, ni comunidad mundial, ni verdadera fraternidad, ni real comunidad eclesial mientras no nos definamos, en primer lugar,  como ciudadanos del mundo, y sólo en segundo lugar, como miembros de nuestra propia tribu.

Se entiende que necesitemos tener cuidado de nuestras propias familias, de nuestros propios países y de nosotros mismos. La justicia pide que también nos tratemos convenientemente. Pero, al fin, la tensión aquí es falsa, esto es, las necesidades de otros y nuestras propias necesidades no están en competencia. Atenas y el mundo son de una misma pieza. Nos servimos de la mejor manera a nosotros mismos  cuando servimos a otros. Somos lo más amables para con nosotros cuando somos amables con los otros. Sólo siendo buenos ciudadanos del mundo somos buenos ciudadanos en nuestros propios países.

Ponernos a nosotros primero va contra el Evangelio. Es también una pobre estrategia: Jesús nos dice que, al fin, los primeros serán los últimos.

http://www.ciudadredonda.org/articulo/nosotros-primero

ALEMANIA: Merkel, a los refugiados: «Cada uno puede vivir su religión, pero todos deben respetar nuestras leyes»

09 Jul 2016 Deja un comentario


La mandataria alemana Angela Merkel asegura que su país garantiza el respeto a las costumbres de los refugiados, pero a su vez les advierte de que la tolerancia no implica cambiar los hábitos de los ciudadanos alemanes.
Merkel recuerda a los refugiados su obligación de respetar las leyes | EFE

La canciller alemana, Ángela Merkel, ha garantizado que existen recursos suficientes para integrar a los solicitantes de asilo en el país, pero también recordó a los refugiados que deben respetar las leyes y libertades del país. Además, la canciller se congratuló por la aprobación de una ley de integración basada en el principio de «exigir y apoyar».

La máxima mandataria alemana ha querido recordar que el país bávaro ofrecerá cursos y servicios a los refugiados para facilitar su integración en la sociedad, aunque siempre con una contraprestación: «que aprendan alemán y respeten nuestras leyes».

Además, también ha querido destacar la figura de la mujer en la sociedad alemana. Merkel ha compartido su intención de impartir cursos específicos para que las mujeres puedan aprender el idioma al mismo tiempo que sus hijosy así puedan integrarse de manera más rápida en la sociedad.

En este contexto, y para suavizar las tensiones que han surgido en algunas zonas del país, Merkel ha garantizado el respeto de las distintas costumbres, pero siempre y cuando no se cambien los hábitos de los ciudadanos alemanes, como con la polémica surgida por algunos refugiados rechazando que se ofrezca cerdo en los comedores escolares. La canciller se ha comprometido a buscar soluciones.

UNA MIRADA DE AMOR. ELISABETH KUBLER ROSS

09 Jul 2016 Deja un comentario


El director Stefan Haupt (Utopia Blues) ha realizado un documental biográfico sobre la doctora y escritora…
YOUTUBE.COM

EL OBISPO DE BATON ROUGE INSTA A LA COMUNIDAD A NO CEDER A LA IRA, EL MIEDO…

09 Jul 2016 Deja un comentario


07/07/2016 , EN: NACIÓN

El cardenal Sean P. O’Malley: cardenal O’Malley: «Nos unimos al duelo nacional ‘

BATON ROUGE, La (CNS) -. El Obispo Robert W. Muench de Baton Rouge está instando a la comunidad local a ser «ministros de sanidad a un mundo herido», mientras que las protestas se llevan a cabo sobre el tiroteo de la policía de un hombre negro fuera de su conveniencia almacenamos en Baton Rouge 5 de julio «Esta semana en nuestra comunidad, al igual que en nuestro país, y como en nuestro mundo, nos encontramos frente a las muchas emociones que acompañan a los actos de violencia. nosotros experimentamos tristeza, ira, frustración y miedo» el obispo dijo en un Informe de julio 7. la declaración fue emitida dos días después de 37 años de edad, Alton Sterling fue muerto a tiros como dos policías blancos le lucharon al suelo, una acción publicado en línea por un video teléfono móvil del tiroteo. el obispo instó a los miembros de la comunidad de no dejar que la ira de ellos se mueven «para infligir dolor a los demás», pero en lugar de ser «embajadores de la esperanza y de misericordia.» «que no nos temen dar lugar a la desesperación», dijo, instando a la comunidad para ser movido por «la gracia del sufrimiento de Cristo por nosotros» ya su vez «impartir esa gracia el uno al otro.» preguntó el gobernador de Luisiana John Bel Edwards el Departamento de Justicia de Estados Unidos 6 de julio al conducir una investigación de derechos civiles sobre la muerte. «tengo muy serias preocupaciones. El vídeo es preocupante, por decir lo menos «, dijo el gobernador en una conferencia de prensa.

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Según informes de prensa, Sterling fue confrontado por la policía tras una llamada anónima informó haber sido amenazado por alguien con un arma de fuego fuera de la tienda de conveniencia de Baton Rouge. En el video, alguien grita, «¡Tiene una pistola! Arma!» y un oficial sacó una pistola de su funda. Después de algunos gritos, lo que suena como un disparo no se escucha. Un comunicado de la Conferencia Intereclesial de Luisiana, que incluye las iglesias cristianas de todo el estado, dijo que «los líderes religiosos locales y las autoridades civiles han llamado a la calma ya que la investigación se desarrolla.» La declaración también dijo que el grupo se une en oración por la familia de la libra esterlina, los barrios de Baton Rouge y «autoridades en su intento de dar respuestas a las preguntas que esta muerte plantea.» «rogamos que como nuestras comunidades, estado y nación continúan luchando con violencia y muertes trágicas, que pueden abordar el flagelo del racismo que sigue la superficie en muchos de estos eventos «, continuó. el grupo, que incluye a miembros de la Arquidiócesis de Nueva Orleans y Baton Rouge y Houma-Thibodaux diócesis, dijo:» nosotros llamar a la calma como ciudadanos se reúnen en respuesta a este evento, y pedir oraciones a los que lloran. » Pocos días después del disparo de Sterling, Philando Castilla fue fatalmente baleado por un policía durante una parada de tráfico de julio de 8 en el suburbio de Minneapolis de Falcon Heights . en respuesta a los disparos, el arzobispo Bernard A. Hebda de St. Paul y Minneapolis previsto para celebrar una «misa de la Preservación de la Paz y la Justicia» en la catedral de San Pablo el 8 de julio «Como personas de fe, nos volvemos a Señor en tiempos difíciles, buscando no sólo su consuelo y la curación, sino también su sabiduría y orientación «, dijo en un Informe de julio para 8 personas. el arzobispo, haciendo hincapié en la necesidad de unirse» en medio de la ira, el miedo y la frustración » dijo a la congregación pediría a Dios para consolar a la familia de Castilla y también para «curar las divisiones en nuestra comunidad, para guiar nuestros servidores públicos en su búsqueda del bien común y para satisfacer los deseos de aquellos que tienen sed de justicia y de paz.» en de Radio relevante «La hora Rediscover» con el anfitrión Jeff Cavins, Arzobispo Hebda dijo que ha estado animando a los católicos locales para orar por Castilla y su familia y seres queridos, así como para orar por la sociedad y las comunidades «para que podamos ser lugares de paz y un lugar donde se respete la dignidad de cada vida humana, donde llegamos a conocer unos a otros como hijos e hijas de Dios y reconocer que la imagen de Dios en cada uno de nosotros. » la reacción a ambos disparos provocó protestas pacíficas en todo el país, incluyendo la protesta en Dallas que terminó con al menos un francotirador abriendo fuego y matando a cinco agentes de la ley de Dallas. Dallas obispo Kevin J. Farrell dijo que la ciudad había sido «arrastrado por el ciclo de la escalada de la violencia que ahora nos ha tocado íntimamente.» «nos no se puede perder el respeto por los demás «, dijo, instando a los líderes cívicos para» trabajar juntos para llegar a una solución sensata a esta escalada de violencia «.

El cardenal Sean P. O’Malley: cardenal O’Malley: «Nos unimos al duelo nacional ‘

BATON ROUGE, La (CNS) -. El Obispo Robert W. Muench de Baton Rouge está instando a la comunidad local a ser «ministros de sanidad a un mundo herido», mientras que las protestas se llevan a cabo sobre el tiroteo de la policía de un hombre negro fuera de su conveniencia almacenamos en Baton Rouge 5 de julio «Esta semana en nuestra comunidad, al igual que en nuestro país, y como en nuestro mundo, nos encontramos frente a las muchas emociones que acompañan a los actos de violencia. nosotros experimentamos tristeza, ira, frustración y miedo» el obispo dijo en un Informe de julio 7. la declaración fue emitida dos días después de 37 años de edad, Alton Sterling fue muerto a tiros como dos policías blancos le lucharon al suelo, una acción publicado en línea por un video teléfono móvil del tiroteo. el obispo instó a los miembros de la comunidad de no dejar que la ira de ellos se mueven «para infligir dolor a los demás», pero en lugar de ser «embajadores de la esperanza y de misericordia.» «que no nos temen dar lugar a la desesperación», dijo, instando a la comunidad para ser movido por «la gracia del sufrimiento de Cristo por nosotros» ya su vez «impartir esa gracia el uno al otro.» preguntó el gobernador de Luisiana John Bel Edwards el Departamento de Justicia de Estados Unidos 6 de julio al conducir una investigación de derechos civiles sobre la muerte. «tengo muy serias preocupaciones. El vídeo es preocupante, por decir lo menos «, dijo el gobernador en una conferencia de prensa.

 

Según informes de prensa, Sterling fue confrontado por la policía tras una llamada anónima informó haber sido amenazado por alguien con un arma de fuego fuera de la tienda de conveniencia de Baton Rouge. En el video, alguien grita, «¡Tiene una pistola! Arma!» y un oficial sacó una pistola de su funda. Después de algunos gritos, lo que suena como un disparo no se escucha. Un comunicado de la Conferencia Intereclesial de Luisiana, que incluye las iglesias cristianas de todo el estado, dijo que «los líderes religiosos locales y las autoridades civiles han llamado a la calma ya que la investigación se desarrolla.» La declaración también dijo que el grupo se une en oración por la familia de la libra esterlina, los barrios de Baton Rouge y «autoridades en su intento de dar respuestas a las preguntas que esta muerte plantea.» «rogamos que como nuestras comunidades, estado y nación continúan luchando con violencia y muertes trágicas, que pueden abordar el flagelo del racismo que sigue la superficie en muchos de estos eventos «, continuó. el grupo, que incluye a miembros de la Arquidiócesis de Nueva Orleans y Baton Rouge y Houma-Thibodaux diócesis, dijo:» nosotros llamar a la calma como ciudadanos se reúnen en respuesta a este evento, y pedir oraciones a los que lloran. » Pocos días después del disparo de Sterling, Philando Castilla fue fatalmente baleado por un policía durante una parada de tráfico de julio de 8 en el suburbio de Minneapolis de Falcon Heights . en respuesta a los disparos, el arzobispo Bernard A. Hebda de St. Paul y Minneapolis previsto para celebrar una «misa de la Preservación de la Paz y la Justicia» en la catedral de San Pablo el 8 de julio «Como personas de fe, nos volvemos a Señor en tiempos difíciles, buscando no sólo su consuelo y la curación, sino también su sabiduría y orientación «, dijo en un Informe de julio para 8 personas. el arzobispo, haciendo hincapié en la necesidad de unirse» en medio de la ira, el miedo y la frustración » dijo a la congregación pediría a Dios para consolar a la familia de Castilla y también para «curar las divisiones en nuestra comunidad, para guiar nuestros servidores públicos en su búsqueda del bien común y para satisfacer los deseos de aquellos que tienen sed de justicia y de paz.» en de Radio relevante «La hora Rediscover» con el anfitrión Jeff Cavins, Arzobispo Hebda dijo que ha estado animando a los católicos locales para orar por Castilla y su familia y seres queridos, así como para orar por la sociedad y las comunidades «para que podamos ser lugares de paz y un lugar donde se respete la dignidad de cada vida humana, donde llegamos a conocer unos a otros como hijos e hijas de Dios y reconocer que la imagen de Dios en cada uno de nosotros. » la reacción a ambos disparos provocó protestas pacíficas en todo el país, incluyendo la protesta en Dallas que terminó con al menos un francotirador abriendo fuego y matando a cinco agentes de la ley de Dallas. Dallas obispo Kevin J. Farrell dijo que la ciudad había sido «arrastrado por el ciclo de la escalada de la violencia que ahora nos ha tocado íntimamente.» «nos no se puede perder el respeto por los demás «, dijo, instando a los líderes cívicos para» trabajar juntos para llegar a una solución sensata a esta escalada de violencia «.

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ARGENTINA: ENTREVISTA: La pasión de un misionero

09 Jul 2016 Deja un comentario


Escrito el 07 Jul 2016

Padre Juan Francisco Higgins, Misionero de Nuestra Señora de La Salette:

“Elegí Argentina y Bolivia para realizar mi Misión”

 

Su nombre real es John Frances Higgins (71) pero se siente mas cómodo como lo conocen en la comunidad hispana, Padre Juan Francisco. Nació en Woburn y fue criado en Metford, Massachusetts. Con gran emoción nos dijo, “El 2 de Julio cumplí 50 años desde que tomé mis primeros votos como religioso”. Realizó una carrera misionera por mas de 30 años por América del Sur, especialmente en Argentina y Bolivia. Desde Diciembre del 2015, es residente de la Iglesia Our Lady of Sorrows de Hartford, donde también funciona la comunidad de los Misioneros de Nuestra Señora de La Salette, a la que pertenece. Con gran amabilidad y humildad nos recibió en las oficinas de la Parroquia y nos contó parte de su vida.

 

-Padre Juan Francisco, ¿Cómo se compone su familia y cómo nació su vocación de sacerdote?

-Soy uno de siete hermanos. 5 varones y dos mujeres. Yo era el tercero. Mi padre era profesor secundario y mi mamá ama de casa. Mi vocación empezó en mi hogar, de los varones yo fue el único que sentí el llamado. Mi mamá tiene un hermano jesuita y dos hermanas monjas, y mi papá tenía un hermano sacerdote. Pero mi más grande influencia era mi tío que me invitaba a acompañarlo algunas veces, porque vio que yo tenía la inclinación al sacerdocio.

-¿Cómo fue su etapa de estudiante?

-Fui a la escuela católica para la Primaria y la Secundaria. Me gradué y fui a un Semanario en Nueva York, en las afueras de Albany. Estuve en el Seminario por diez años, una duración normal en ese tiempo. Y después comencé la Universidad. Hice dos años en Filosofía, 4 años de teoría, un año no oficial, un año pastoral y un año extra para mejorar mi Latín. Me ordené como sacerdote el 27 de Mayo de 1972.

-¿Cómo aprendió el idioma español?

-Cuando estaba haciendo un curso de teología en Washington, tomé un curso por un Semestre de Español para sentir como era; también, antes de comenzar mi misión en Argentina me mandaron a Perú para aprender Español en un curso intensivo de 5 meses. Después de siete años de ser sacerdote, ofrecí ir a nuestra misión en Argentina.

-¿Cómo funciona su Congregación de los Misioneros de La Salette?

-Los Misioneros de Nuestra Señora de La Salette fue fundado como una congregación religiosa inspirada por la aparición de la virgen en Francia, como dice la historia. Los primeros padres en ese país se dedicaban atender a los peregrinos en el santuario. Pero como estaban en los Alpes, en los meses de Invierno, los sacerdotes se dedicaban a ir a las ciudades.

-¿En qué países ha vivido?

-Ofrecí ir a la misión en Argentina. Cuando eliges a un país, tienes un compromiso de quedarte ahí por al menos 3 años. Cada tres años, decides si te quedas tres años mas o te regresas. Estuve en Argentina por 20 años.

-¿Qué experiencias tiene de esos primeros años?

-Cada misión como cada país tiene su propia realidad. En 1980 fui a Argentina, y mi primer lugar fue un sitio turístico, las Termas de Rio Hondo, donde tuve la oportunidad de relacionarme con personas de todo el mundo. Estuve en Brasil por 10 meses, en Córdoba, Argentina por 2 años y en Cochabamba, Bolivia por 11 años. En Bolivia, la gente es mas reservada y desconfiada, no me dejaban pasar a sus casas al principio; distinto Argentina que me abrían las puertas de sus casas apenas me conocían. En Santiago del Estero, vi que no estaban muy actualizados, muchos estaban practicado la religión católica como en la época de la colonización. Muchos nunca hicieron la primera comunión. Había falta de sacerdotes.

-¿Cómo le fue en Argentina con los militares y la dictadura?

-Todo era raro en ese tiempo, con las desapariciones de personas y otras situaciones difíciles. Pero nadie nunca te decía nada sobre los militares. En la iglesia, había una mujer joven que nunca me dije que dos de sus parientes habían desaparecido. Pero muchos en la Iglesia ayudaron, como el Cardenal de Córdoba, que escondió gente para que reciban su libertad, pero con el costo de tener que eventualmente huir del país. Había un silencio incómodo. El momento más difícil para mi fue durante la Guerra de Malvinas porque los sacerdotes sentíamos que era injusta la guerra. Estuvimos contra la guerra y la muerte. También porque soy norteamericano, muchos argentinos me preguntaban, “¿De qué lado estás vos?”, especialmente porque el gobierno estadounidense apoyó a los Británicos. El gobierno militar cayó por la pérdida de las Islas Malvinas y la economía que se vino abajo.

-¿Qué opinión tiene del espíritu de apertura del Papa Francisco?

-A mí me encanta. Habla con mucha libertad. Lamentablemente, siempre tratan de cambiar sus palabras. Siento que ha traído aire fresco a los católicos y al mundo, y siento una sintonía porque lo entiendo, habiendo vivido tantos años en América Latina.

-¿Qué opina del celibato y de que las monjas puedan celebrar misa?

-En muchas otras religiones, como en la Oriental, por siglos ha habido figuras religiosas casadas; pero la Iglesia romana está en favor del celibato. Tengo amigos que tuvieron que dejar el sacerdocio porque se enamoraron. No pienso que los sacerdotes puedan seguir con sus deberes estando casados porque tienen que repartir su tiempo. Pero si hay algunos sacerdotes casados, los anglicanos. Sinceramente no hay una razón bíblica por qué las monjas no pueden celebrar misa. Pero eso llevaría a un gran cambio.

-¿Cómo ha encontrado a los feligreses de Hartford?

-Son muy generosos y comprometidos con sus parroquias. Los curas hispanos ya han estado por más de 30 años. También escucho que hay muchos curas que hablan español pero no trabajan con la comunidad Hispana. En este momento hay varios curas colombianos en el área de Hartford.

-¿Desea dar un mensaje a la gente de Connecticut?

-Por haber vivido en América Latina, tengo una óptica diferente de personas como Trump. El año pasado, el número de nacimientos de personas de color sobrepasó los nacimientos blancos y no hay mucho nacimientos de blancos. Esto significa que el país necesita de la inmigración para ayudar a los que están retirados, y estos requieren el dinero de los que todavía trabajan. Deseo que la población en general entienda la importancia de los 11 millones de indocumentados porque hay partes del país que no tienen trabajadores. Espero que haya una conversación honesta. En adición de que vengan profesionales y científicos, también debe continuar la tradición de tener las puertas abiertas a los pobres del mundo.

Jorge Alatrista

  1. de R.: Los que deseen comunicarse con el padre José Francisco le pueden escribir a: misterjfco@yahoo.com

http://identidadlatina.com/entrevista-la-pasion-de-un-misionero/

La conquista de América, según Antonio Caballero

09 Jul 2016 Deja un comentario


Como adelanto al lanzamiento del libro digital ‘Historia de Colombia y sus oligarquías (1498-2017)’ del columnista de ‘Arcadia’, que se llevará a cabo el martes 12 de julio en la Biblioteca Nacional, reproducimos una fragmento del primer capítulo de la obra.

2016/07/07

POR REVISTAARCADIA.COM

Los hombres y los dioses

Nuestros antepasados de hace cinco siglos en sus dos ramas, los muy diversos castellanos de la España del Renacimiento y los muy diversos aborígenes americanos con quienes se tropezaron violentamente cuando desembarcaron en el Nuevo Mundo, dieron comienzo a una larga y tragicómica historia de malentendidos resueltos con sangre.

En 1492 descubrieron América los europeos, y los americanos descubrieron a los europeos recién llegados: los españoles de Castilla, blancos y barbados. No fue un amable y bucólico “encuentro de dos mundos” mutuamente enriquecedor, como se lo ha querido mostrar en las historias oficiales para niños y adultos ñoños de Europa y América. Fue un cataclismo sin precedentes, en nada comparable a las innumerables invasiones y guerras de conquista que registra la historia. Fue un genocidio que despobló hasta los huesos un continente habitado por decenas de millones de personas: en causa de por la violencia vesánica de los invasores —uno de ellos, el conquistador y poeta Juan de Castellanos, cuenta como testigo ocular en sus Elegías de varones ilustres de Indias que los más de entre ellos “andaban del demonio revestidos”—; y en parte aún mayor por la aparición de mortíferas epidemias de enfermedades nuevas y desconocidas, venidas del Viejo Mundo o surgidas en el choque de pueblos que llevaban separados trescientos siglos: desde la Edad de Piedra. Ante la viruela y la sífilis, el sarampión, el tifo, o ante un simple catarro traído de ultramar, los nativos del Nuevo Mundo caían como moscas. Se calcula que el 95 por ciento de los pobladores indígenas de América perecieron en los primeros cien años de la llegada de Cristóbal Colón, reduciéndose de unos cien millones a sólo tres, por obra de las matanzas primero y de los malos tratos luego, de las inhumanas condiciones de trabajo impuestas por los nuevos amos y, sobre todo, de las pestes.

De ahí viene la llamada “leyenda negra” de la sangrienta España, propagada en primer lugar por los ingleses y los franceses celosos del poderío español, pero iniciada por la indignación cristiana de un sacerdote español, fray Bartolomé de Las Casas, autor de la terribleBrevísima relación de la destrucción de las Indias y de otra docena de obras en las que denunció los horrores de la Conquista y la colonización españolas, y que en su testamento llamaba a que “el furor y la ira de Dios” cayeran sobre España para castigar sus criminales excesos. Pero con la misma crueldad y rapacidad iban a comportarse otras potencias europeas que siguieron sus pasos: Portugal, Inglaterra, Francia, Holanda, en sus colonias respectivas de América, de África, de Asia. La “muerte blanca” han llamado algunos antropólogos a esa ansia de exterminio. La que devastó la América recién descubierta quiso explicarla, o disculparla, un poeta español laureado y patriótico, ilustrado y liberal de principios del siglo XIX, Manuel José Quintana:

“Su atroz codicia, su inclemente saña crimen fueron del tiempo, y no de España”.

En todo caso, más que de España o del vago tiempo, de los españoles que llegaron a América y desde un principio desobedecieron las relativamente benignas leyes de la Corona: nuestros antepasados.

Los intrusos, muy poco numerosos en los primeros tiempos —y que no hubieran podido conquistar imperios poderosos como el azteca con los trescientos hombres y los veinte caballos de Hernán Cortés, o el inca con los doscientos soldados y un cura de Francisco Pizarro, si no los hubiera precedido la gran mortandad de las epidemias que desbarató el tejido social de esos imperios—, morían también a puñados, víctimas de las fiebres tropicales, de las aguas contaminadas de la tierra caliente, de las flechas envenenadas de los indios, de las insoportables nubes de mosquitos. A muchos se los comieron vivos las hormigas, o los caimanes de los inmensos ríos impasibles. No pocos se mataron entre sí. Llama la atención cómo siendo tan pocos en los primeros tiempos y hallándose en una tierra desconocida y hostil, dedicaron los conquistadores tanto tiempo y energía a entredegollarse en pleitos personales, a decapitarse o ahorcarse con gran aparato por leguleyadas y a asesinarse oscuramente por la espalda por repartos del botín, y a combatir a muerte en verdaderas guerras civiles por celos de jurisdicción entre gobernadores. En México se enfrentaron en batalla campal las tropas españolas de Hernán Cortés y las de Pánfilo de Narváez, enviadas desde Cuba para poner preso al primero. En el Perú chocaron los hombres de Pizarro con los de Diego de Almagro, hasta que éste terminó descabezado. En el Nuevo Reino de Granada, Quesada, Belalcázar y Federmán estuvieron al borde de iniciar una fratricida guerra tripartita. Y no fueron raros los casos de rebeldes individuales que se alzaban contra la Corona misma, como los “tiranos” Lope de Aguirre en el río Amazonas o Álvaro de Oyón en la Gobernación de Popayán. Mientras duró su breve rebelión, antes de ser ahorcado y descuartizado con todos los requisitos de la ley, Oyón firmó sus cartas y proclamas con el orgulloso y contradictorio título de ‘Príncipe de la Libertad’. No sabía que inauguraba una tradición de paradojas.

Se ha calculado que tres de cada diez españoles no sobrevivían a su primer año de estancia en las Indias. No en balde las llamó uno de los supervivientes “esas Yndias equivocadas y malditas”.

Y todo era nuevo para los unos y los otros: asombroso y cargado de peligros. Para los españoles, los venenos, las frutas, los olores y los pájaros de la zona tórrida, la ausencia de estaciones, el dibujo de las constelaciones en el cielo nocturno, la equivalencia del día y de la noche. Para los indios, el color de la cara y de los ojos de los inesperados visitantes, sus barbas espesas, sus recias vociferaciones al hablar, y los caballos, y el filo de acero de las espadas.

Ni siquiera sabían, de lado y lado, quién era el otro.

¿Quién era Colón?

Ni nosotros hoy, ni sus contemporáneos hace quinientos años, hemos sabido a ciencia cierta quién era Cristóbal Colón, el Descubridor, el autodesignado Almirante de la Mar Océana, el charlatán genial que engatusó para su insensato proyecto ultramarino a los Reyes Católicos de Castilla y Aragón, pese a que por entonces estaban ocupados unificando a España bajo su doble Corona: derrotando a los últimos moros de la Reconquista, expulsando a los judíos, sometiendo a los grandes señores feudales y arrasando sus castillos. Bien ocupados estaban y, sin embargo, se dejaron distraer y convencer por el verbo iluminado de ese advenedizo aventurero, navegante mercenario, comerciante de lanas por el Mediterráneo y el mar del Norte hasta Islandia, improbable cartógrafo autodidacta, salido de no se sabía dónde. ¿Se llamaba Colón, Colombo? Más tarde, ya famoso, vendrían las interpretaciones cabalísticas, propiciadas e iniciadas por él mismo: Cristóbal, Christo ferens, el llevador de Cristo; Colón, el que coloniza en el sentido latino, romano: el que puebla de nuevo. ¿De dónde venía? ¿De quién era vasallo? Tal vez era italiano de Génova, tal vez catalán, tal vez portugués de la isla de Madeira, tal vez mallorquín. Y muy probablemente judeoconverso: muy mala recomendación en un momento en que los judíos estaban siendo desterrados, y los que para no irse se hacían conversos (o “reconciliados”) eran altamente sospechosos ante la Inquisición, que los perseguía para confirmarlos en la verdadera fe, la de Cristo, mediante el tormento o la hoguera.

O muy buena recomendación, por el contrario. Judíos o judeoconversos seguían siendo los más cercanos consejeros y los principales financistas y banqueros de los Reyes Católicos, como lo habían sido durante siglos de todos los gobernantes de España, tanto cristianos como musulmanes, desde los tiempos de los visigodos.

La idea de Colón era cosmográficamente simple, pero tremendamente arriesgada en la práctica. Consistía en llegar al Oriente navegando hacia occidente. Es decir, desafiando el desconocido y aterrorizador Mar Tenebroso, el océano Atlántico repleto de monstruos y de tempestades, de cuyas orillas apenas si se habían atrevido a apartarse unas pocas leguas los intrépidos navegantes portugueses que exploraban las costas del África o que, más al norte, habían osado empujar sus frágiles buques hasta las islas Azores, casi en la mitad del mar. Antes que a los españoles, Colón le había propuesto la aventura al mucho más marinero rey de Portugal, volcado hacia el océano, que la rechazó por descabellada. Pero además ¿por qué empeñarse en buscar el Oriente en contravía? Pues porque medio siglo antes los turcos otomanos habían conquistado Constantinopla, en el extremo del Mediterráneo, acabando con el moribundo Imperio de Bizancio y cerrando para el Occidente cristiano las puertas del Asia y su comercio.

Para convencer a los reyes de que le financiaran su expedición a lo desconocido (que en fin de cuentas recibió también el respaldo de banqueros judíos), Colón les propuso tres tentaciones: las especias, el oro, y la expansión de la religión verdadera. La reina Isabel de Castilla, que aún no se llamaba Católica (lo sería por la conquista del último enclave musulmán de Granada y por la gracia del Descubrimiento) pero que lo era de convicción, se interesó por lo último: la santa evangelización, obsesión vieja de su confesor, el futuro regente de Castilla y gran inquisidor cardenal Cisneros. Su marido, el rey aragonés Fernando, se entusiasmó por el oro: la ambiciosa política de conquista de Aragón en el Mediterráneo y en Italia lo requería en ingentes cantidades. Y los dos a una (“Tanto monta, monta tanto / Isabel como Fernando” rezaba su divisa) por las especias: los condimentos —clavo, pimienta, canela, nuez moscada— necesarios para aderezar y sazonar y aun para soportar los sabores de las carnes pasadas de punto y los pescados podridos que se servían en la mesa de su itinerante Corte, en Valladolid o en Santa Fé de Granada, en Barcelona o en Sevilla o en Burgos.

Cumplió Colón con las dos primeras: aunque muy poco al principio, pronto sus descubrimientos empezaron a rendir oro a raudales. La evangelización de los indios idólatras tenía por delante un campo inmenso —aunque reducido por el genocidio: todavía estaban en vida Colón y la reina cuando ya no quedaban aborígenes por convertir en las primeras islas del Caribe descubiertas por el Almirante, La Española, Cuba y Puerto Rico, y el reguero de Pequeñas Antillas: todos estaban muertos—. En lo de las especias, en cambio, resultó que en América no las había. Colón trató de engañar a los reyes bautizando como “pimiento” el ají, una baya amarilla, a veces roja, que encontró en las islas y que imitaba las virtudes picantes de la pimienta de las islas de las especias, las Molucas, en el sudeste asiático. Y bueno, sí: el ají picaba (y aún más cuando vinieron a descubrirse las variedades mexicanas). Trató también de hacer colar el rojo y verde pimiento morrón, y ahí el engaño no convenció. Pero sin embargo el ají o guindilla, y el pimiento morrón o pimentón, o pimiento a secas, se convertirían desde entonces, acompañados poco más tarde por el tomate de México y la papa del Perú, en puntales de la culinaria española y europea. Y el tabaco, claro, que Colón encontró en Cuba fumado por los indios, y que un siglo más tarde popularizarían los piratas ingleses. Para el uso generalizado de otras hierbas descubiertas, como la marihuana, la coca, la ayahuasca, faltaba medio milenio.

En reciprocidad, y traídos a veces por el propio Colón en sus siguientes viajes, vinieron al Nuevo Mundo el ajo y la cebolla, la vid, el olivo, los fríjoles y los garbanzos, el trigo, las naranjas. Y, aunque suene contraintuitivo e increíble, el plátano y el coco y la caña de azúcar, venidos ellos sí, a través de los árabes, de las remotas Indias verdaderas.

¿Quiénes eran los indios?

Tras su cháchara de culebrero para deslumbrar o embaucar a los reyes, la verdad es que Colón no sabía para dónde iba. Creía que el diámetro de la Tierra —para entonces toda persona educada sabía que era redonda, o, más precisamente, esférica— era mucho menor del verdadero, se equivocaba al equiparar las millas árabes con las millas italianas y en consecuencia calculaba la distancia existente entre el cabo Finisterre de Europa y las islas de Cipango (el Japón) en un tercio menos de la real. Por lo cual confiaba en llegar pronto a la China de Kublai Kan, que doscientos años antes había descrito Marco Polo en su Libro de las Maravillas. Pero no las tenía todas consigo. Viajaba, por si acaso, con un intérprete de lengua caldea (aunque curiosamente, dado el declarado aspecto evangelizador de su empresa, no llevaba ningún cura). Y sin embargo, cuando se tropezó con un continente nuevo a la mitad de lo que para él debía ser el final del camino, se empecinó en su error.

Llamó a sus naturales indios, por estar en las Indias (que sólo mucho más tarde, remendando a medias la equivocación del Descubridor, empezarían a apellidarse Occidentales). Unos cuantos años después esos indios equivocados empezarían a ser llamados americanos, por otro malentendido: el de un cartógrafo alemán que le dio al continente nuevo, al Nuevo Mundo, el nombre de un cosmógrafo italiano que viajaba en un navío portugués, Américo Vespucio. Creyó Colón que los indios, cuando se señalaban a sí mismos diciéndose ‘canibas’ —o caribes—, trataban de chapurrear las palabras “gente del Kan” en mal castellano (lo cual lleva a sospechar que tal vez él mismo era castellano, y no genovés ni sardo: los castellanos no conciben que existan lenguas distintas de la suya, que es la que hablan todos los extranjeros pronunciándola, por supuesto, mal). Y de ahí dedujo que los indios caribes eran chinos; o, si en realidad estaba en Cipango por haber desviado el rumbo en unas cuantas millas, japoneses.

Aunque tal vez, sin saberlo, tuviera razón el Descubridor en cuanto al origen asiático de sus “indios”, pues los seres humanos llegaron a lo que hoy es América hace treinta mil años, cruzando a pie el entonces congelado estrecho de Bering desde las estepas siberianas. Si bien otra teoría supone que más bien, o también, llegaron por mar cruzando el Pacífico en balsas desde la Polinesia. El aspecto físico de los indios americanos es claramente asiático: la piel cobriza, el pelo lacio y negro, los pómulos pronunciados, los ojos rasgados. Pero hay hipótesis más pintorescas que las de los paleoantropólogos y los paleoetnólogos. El propio Colón aventuró la idea de que los indios podían ser los descendientes de las doce tribus perdidas de Israel. En el siglo XVI un cronista conjeturó que eran vascos, descendientes de Jafet, el hijo del Noé del Diluvio, a través de Túbal, primer rey legendario de Iberia. Y no ha faltado quien corrobore esa tesis por el parecido que tienen con el euskera actual ciertas palabras chibchas: ‘padre’, por ejemplo, se dice ‘taita’ en ambas lenguas (aunque también se ha querido emparentar el chibcha con el japonés por vagas coincidencias fonéticas). Otros han pretendido que los americanos venían del antiguo Egipto, navegando por el Mar Rojo y el océano Índico, circundando el África y atravesando el Pacífico hasta la isla de Pascua, y de ahí a las costas del Perú. Un oidor de la Real Audiencia de Lima sostuvo la tesis de que los americanos eran españoles de cepa pasados a este lado a través de la hundida Atlántida, antes del cataclismo; y por eso eran súbditos naturales de la Corona española: no había habido aquí conquista, sino reconquista. Pero también se les atribuyó a los indios una ascendencia escita o sármata, cuando circuló la leyenda de que en las selvas de un majestuoso río equinoccial vivían tribus de mujeres guerreras como las amazonas de Heródoto en las fronteras nórdicas y bárbaras de la antigua Grecia.

Se barajaron otros orígenes todavía más extraordinarios, de corte mitológico. En el sur del continente (cuando se llegó al sur) vivían los patagones descendientes de los gigantes clásicos, que eran gente de tres metros de estatura. Y algún marino náufrago había visto indios que tenían la cabeza en el pecho, sin cuello (todavía los hay, especialmente entre los mayas de América Central); y otros con un solo pie, pero muy grande, bajo cuya sombra solían sentarse a descansar. Y en todas partes, desde las Antillas hasta el Perú, desde México hasta el Brasil recién descubierto por los portugueses, se oía hablar de un maravilloso cacique indio hecho todo de oro, que vivía siempre un poco más allá: un río más allá, una cordillera más allá: la persistente leyenda de El Dorado, causante de muchas desdichas.

En todo caso, ya para cuando llegó Colón los primitivos pobladores remotamente asiáticos se habían multiplicado en cientos de etnias distintas, que hablaban miles de lenguas hoy desaparecidas en su inmensa mayoría, como extintos están los pueblos que las hablaron. Y cada cual, en la suya, reservaba la palabra ‘hombre’ para su propio pueblo. ‘Inuit’ quiere decir ‘hombre en esquimal; y ‘caribe’, ‘hombre’ en caribe; y ‘mapuche’, ‘hombre’ en mapuche; y ‘muisca’, ‘hombre’ en muisca o chibcha. Los españoles, tan poco dotados para los idiomas extranjeros, llamaron ‘moscas’ a los muiscas.

(Hay que advertir que en el siglo XV no existía todavía la corrección política con perspectiva de género, y la palabra ‘hombres’ designaba —en español o en chibcha, en mapuche, en inuit— a los seres humanos sin distinción de sexos).

*

El lanzamiento del libro, en el que Caballero conversará con el historiador Jorge Orlando Melo, será el martes 12 de julio a las 5 de la tarde en el Biblioteca Nacional.

http://www.revistaarcadia.com/agenda/articulo/historia-de-colombia-y-sus-oligarquias-1498-2017-antonio-caballero-biblitoeca-nacional/49676

¿Internet es cosa de mujeres?

09 Jul 2016 Deja un comentario


El último Estudio General de Medios (EGM), publicado hace unas semanas, ha confirmado que el 50% de los usuarios de Internet son mujeres. Atrás quedó la época donde se consideraba mayoritariamente cosa de hombres. El público femenino ha llegado a la red para quedarse y el sector debe empezar a adaptarse a quien supone ya la mitad de su demanda.

Mujeres consultando Internet.Mujeres consultando Internet.

En este marco, la nueva oleada del EGM muestra la creciente presencia que Internet tiene en la vida de los españoles: el 77,4% de ellos acceden a la Red de forma habitual. Por territorios, catalanes, madrileños y vascos lideran el ránking de ciberactividad, que cierran riojanos y gallegos.

Mayor presencia femenina por la cuestión social

Este aumento ha venido provocado por una cuestión social. En primer lugar, en lo referente a cotidianidad: la Red ha ido asumiendo nuevos servicios llamados a facilitar el día a días de las mujeres: desde poder comprar en su tienda favorita a consultar las notas académicas, pasando por un audio-receta o el chequeo de sus cuentas bancarias.

También ha influido el auge de las redes sociales. La empresa We Are Social analiza en su estudio Digital in 2016 la penetración que internet tiene en cada país. En el caso de España, cuantifica en 1:36 horas la media que los hombres y mujeres dedican a las redes sociales.

La diferencia viene en el uso que de estas hacen hombres y mujeres: mientras ellos las utilizan como un medio de ocio, ellas lo hacen para comunicarse, sobre todo con familiares y amigos.

De acuerdo al Centro de Investigación Pew y Burst Media, Facebook, Instagram y Pinterest son redes sociales con mayor presencia femenina. En Twitter, hombres y mujeres comparten un nivel similar de participación, a diferencia de en Linkedin donde los usuarios masculinos todavía son mayoría.

El trabajo, puerta para las mujeres en Internet

El ámbito profesional también ha repercutido en el crecimiento de la digitalización de la mujer. En la actualidad, la incorporación de esta al mercado laboral es prácticamente total y su creciente presencia en puestos de dirección comienza a extenderse a muchos ámbitos: Ana Botín, presidenta del Banco Santander, Marta Ortega -heredera del imperio Inditex- o Anaïs Pérez Figueras, dirimo de Google para España y Portugal, son solo algunos de los ejemplos.

En todos ellos Internet se ha convertido en una herramienta indispensable y de incalculable utilidad. Lo demuestra el ejemplo de sus empresas, hoy caracterizadas por su alto nivel de digitalización.

Las mujeres están sabiendo leer los cambios que necesita la actual sociedad. Entienden la cotidianidad que ha adquirido la Red para los españoles y tratan de prever las nuevas necesidades que, en consecuencia, empiezan a surgir.

Su cualificación es indudable: las mujeres han aumentado su conocimiento de la Red, conocer las oportunidades que ofrece e, impulsadas por las redes sociales, comienzan a ganar influencia profesional y repercusión entre los internautas.

De hecho, la Fundación Telefónica en su informe La Sociedad de la Información en Españreferido al 2015 señala expresamente el nivel tecnológico alcanzado por las mujeres en los últimos años. Tal es así, que las ensalza como una de los pilares en los que debe apoyarse el sector para hacer frente al déficit de profesionales al que se enfrenta.

Medidas a favor de la paridad laboral

Este desembarco, sin embargo, no se ha realizado todavía en los niveles intermedios de quienes crean el contenido virtual. Aunque la mitad de la audiencia de Internet es femenina, las mujeres solo suponen un 30% de las plantillas de los medios digitales según El Proyecto de Monitoreo Global de Medios 2015.

En esta línea, el Parlamento Europeo debatió el pasado 27 de abril la violencia de género y el empoderamiento de la mujer en la era digital. Al término del pleno, los eurodiputados instaron a los países miembro a impulsar la paridad en los trabajadores dedicados a las TIC, las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

En primer lugar, con apoyo económico a las emprendedoras del presente., pero también con vistas al futuro. Es decir, desde la educación. El Parlamento Europeo ya define Internet como un servicio básico para todo el mundoEs necesario que los más pequeños aprendan a desenvolverse en él con los mismos principios que rigen su día a día.

Se avecina un futuro esperanzador

El cambio en la Red ya se ha producido en España. Como demuestran los estudios mencionados y reafirma la propia experiencia, la mujer ha ganado en acceso a la Red y comienza a crecer su presencia e influencia entre los internautas.

Los organismos consultados coinciden en que queda mucho por hacer, sobre todo en eámbito profesional, pero reconocen el mérito del primer paso que ya se ha dado.

Gobiernos, instituciones y empresas trabajan en el siguiente paso. El mercado laboral lo reclama y los usuarios lo esperan. Todos coinciden en decir que Internet, ya es cosa de mujeres.

http://www.elconfidencialdigital.com/te_lo_aclaro/Internet-cosa-mujeres_0_2742925703.html?utm_term=%5Cu00BFInternet%20es%20cosa%20de%20mujeres&utm_campaign=Olga%20Lucia%20buenos%20d%EDas%20tu%2

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