«No creo que sea imposible que una mujer llegue a ser sacerdote» P.Arrupe s.j.


  • El religioso de la Compañía de Jesús ofrece esta tarde una conferencia sobre el Padre Arrupe como figura revolucionaria y profética dentro de la iglesia

Pedro Miguel Lamet (Cádiz, 1941) ha vivido siempre con un pie en la «religión» y otro en el «mundo». Además de Jesuita, es filósofo, teólogo, periodista, experto en cine y sobre todo, poeta. De la poesía reconoce que es el puente entre lo espiritual y lo mundano. La literatura también le llevó a novelar la historia de amor «imposible» entre Jesús de Nazaret y María Magdalena, y con ella a defender el papel de la mujer en la Iglesia hasta el punto de alcanzar el sacerdocio femenino. Hoy ofrece en el Auditorio Príncipe Felipe, a las ocho de la tarde, la conferencia ‘Pedro Arrupe: Testigo del siglo XX, profeta del siglo XXI’.

Jesuita, licenciado en Filosofía, Teología, Ciencias de la Información, diplomado en Cinematografía… Más polifacético imposible.

Siempre he tenido un pie en la religión y otro en el mundo. He intentado ser un mediador entre la cultura de hoy y la fe poniendo mucho hincapié en el lenguaje.

Habla de tener un pie en la religión y otro en el mundo. Da la sensación de que son conceptos enfrentados.

En general, el peligro de los clérigos es que tienen un lenguaje y una manera de presentar las cosas que se alejan de la sensibilidad actual.

Llega hoy al Auditorio para hablar del Padre Arrupe. ¿Qué gancho lanza para que quién no conozca su figura acuda a la conferencia?

El padre Arrupe es un eslabón muy importante entre el siglo XX y el siglo XXI porque nació y vivió como testigo del primero y su mensaje fue profético de lo que está sucediendo en este siglo. Hay que tener en cuenta que fue testigo privilegiado de la bomba atómica en Hirosima.

¿De qué modo?

Actuó como médico en el noviciado de los jesuitas de Hirosima, improvisó un hospital y recibió a los afectados. Los curó con procedimientos muy sencillos con agua y una cuchilla de afeitar.

El padre Arrupe tuvo varios enfrentamientos con el Vaticano.

Era un avanzado y quiso optar por la unión de la fe y la justicia. Fue revolucionario y le causó problemas con Pablo VI y Juan Pablo II que le acusaron, erróneamente, de marxista. Con el paso del tiempo, todo el mundo le ha dado la razón excepto los que son ultraconservadores y no aceptan la evolución de la fe.

El seno de la Iglesia, ¿las posturas más cercanas a la realidad molestan?

Creo que todo revolucionario no es aceptado, en un principio, porque rompe.

Usted también rompe moldes. Ha escrito una novela sobre la historia de amor entre María Magdalena y Jesús de Nazaret. Ha levantado un tabú.

Describo una mujer maltratada por la vida, que se encuentra con Jesús, se enamora de él pero se le escapa. Jesús está poseído por la premura de llevar adelante la misión que le encomendó el Padre. Hay un amor más platónico que otra cosa, pero no deja de ser un gran amor que se demuestra cuando a la primera persona que se apareció Jesús fue a María Magdalena. Además, el Papa Francisco la ha nombrado la Apóstol de los Apóstoles y le ha dado una categoría equivalente a un apóstol masculino.

Eso también es una revolución porque el papel de la mujer en la Iglesia no siempre ha sido muy bien avenido.

Es un problema cultural y real. Es la asignatura pendiente de la Iglesia que se ha intentado solventar actualmente con el estudio del nombramiento de diaconisas por parte del Papa Francisco.

¿Usted cree que algún día la mujer puede llegar a ser sacerdote?

No creo que sea imposible. Volviendo al Padre Arrupe, que en su día le preguntaron sobre ello, contestó que hay que tener mucha paciencia con la Iglesia. El Papa Francisco está dando mucha esperanza, sobre todo a la gente que está lejos de la Iglesia. Existen algunos superconservadores, gente de la caverna, que no lo aceptan pero el acierto del Papa actual es que ha dado un salto al Evangelio, y eso no puede ser rechazado por nadie.

http://www.elcomercio.es/oviedo/201705/10/creo-imposible-mujer-llegue-20170510000424-v.html

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