Casaldaliga y asesinatos de campesinos.


Los cuatro asesinatos de campesinos ocurridos en la Amazonia brasileña la semana pasada configuran un cuadro de «guerra» afirmó el obispo Pedro Casaldáliga, de la Pastoral de la Tierra.

«La muerte de José Claudio y Maida do Espírito Santo (la semana pasada) no fue un hecho aislado, es un episodio más de la guerra en el campo, es fruto de la impunidad y la corrupción sobre todo en Pará que es campeón de violencia y deforestación» afirmó el religioso.

La presidenta Dilma Rousseff ordenó el envío de tropas y creó un grupo de tareas para investigar los asesinatos en la Amazonia presuntamente por sicarios financiador por traficantes de maderas y hacendados.

«La violencia está ligada al Brasil hegemónico, que está al servicio del agronegocio que es depredador» aseguró Casaldáliga, obispo emérito de Sao Félix de Araguaia, en el este de la región amazónica.+ (PE/Argenpress)

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Iglesia argentina inicia proceso de beatificación de dos sacerdotes y laico



La Iglesia católica de Argentina inició el proceso de investigación para avanzar en la eventual beatificación de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, nacido en Francia, y del laico Wenceslao Pedernera, asesinados durante la dictadura, dijeron hoy fuentes eclesiásticas.

El proceso se inició en la provincia norteña de La Rioja, donde se desempeñaban Murias y Longueville, quienes fueron secuestrados, torturados y fusilados el 18 de julio de 1976 en la localidad de Chamical.

Por su parte, Pedernera fue asesinado en el distrito riojano de Chilecito, una semana después, durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).

La Iglesia formó dos equipos de investigación que se dedicarán a recolectar datos y testimonios que sirvan de pruebas para que el Vaticano declare eventualmente beatos a las tres víctimas del régimen.

«(Los tres) llevaron el Evangelio y no los comprendieron, realizaron un proyecto pastoral y no fueron entendidos. Los que los mataron pensaron que le estaban haciendo un bien a Dios y a la Patria», explicó el obispo de La Rioja, Roberto Rodríguez, durante una ceremonia realizada anoche en una parroquia de Chamical.

«Necesitamos que el pueblo de Dios se exprese con su devoción ante los encargados de reunir todos los datos de la vida de estos tres hombres de Dios», destacó.

El sacerdote riojano José Luis Genaro explicó hoy en declaraciones radiales que «unos 70 testigos comparecerán ante el Tribunal Eclesiástico» durante el proceso, que «llevará un año y luego llegará a Roma, donde será estudiado por la Cámara Pontificia de los Santos», detalló.

Por el asesinato de Longueville, el cardenal primado de Argentina y arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, fue llamado a declarar por escrito como testigo en una causa que se instruye en París.

El testimonio de Bergoglio fue solicitado por un exhorto de la jueza Sylvie Caillard, que instruye actuaciones en el Tribunal de Gran Instancia de París, a su colega Daniel Herrera Piedrabuena, que investiga el mismo caso en Argentina y decidió aceptar la petición.

El exhorto de la Justicia francesa pretende que la máxima autoridad religiosa de Argentina diga si existen en el país o en el Vaticano archivos sobre este caso.

Días después del crimen de los dos sacerdotes, Enrique Angelelli, obispo de La Rioja, murió en esa provincia en un extraño episodio que la dictadura argentina quiso hacer pasar por un accidente de tránsito pero que posteriormente la Justicia dijo que se trató de un homicidio.

Angelelli, de 53 años y que formó parte de un grupo de obispos que denunció las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura, llevaba consigo un informe con las pesquisas que había realizado sobre el asesinato de Longueville y Murias.

Por el asesinato de Angelelli la justicia de La Rioja procesó al exdictador Jorge Videla (1976-1981) y a quien fuera su ministro del Interior, Albano Harguindeguy.

Según las organizaciones humanitarias, durante el Gobierno de facto 19 sacerdotes desaparecieron o fueron asesinados, otros 11 fueron secuestrados, torturados y liberados, y 22 fueron detenidos a causa de persecución política.

Otras dos monjas francesas, Alice Domon y Leonie Duquet, también fueron asesinadas durante el régimen militar en Argentina, que se saldó con 30.000 desaparecidos.

“A la puerta de un cristiano llaman los necesitados, no los principios”


CARTA DE UN ARZOBISPO A UNA AMIGA … DESDE LO HONDO.

Querida: cada vez que desde dentro, desde lo hondo, me acerco al misterio de la vida y al drama del aborto, tú, tal vez por lo que digo, tal vez por lo que no digo, entiendes que en el ser humano veo sólo a alguien a quien amar, y que su vida es un bien que siempre se ha de cuidar. Lo entiendes, y me envías mensajes que no reprochan mi modo de ver personas y cosas, aunque advierto que reclaman la admisión a trámite de otras miradas.

 

Hace años, alguien me invitó a participar en una tertulia sobre el aborto, y me asignaba el papel de “defensor de la postura de la Iglesia”. No acepté la invitación, y no porque me viese lejos del sentir de la Iglesia, sino porque la supuesta “doctrina eclesial” que yo debía defender, sería sólo eso, doctrina, principios que, considerados por encima de las personas y al margen de la realidad, estaban condenados a ser percibidos como doctrina indiscutible y a ser rechazados como materia fría, principios que, en la conciencia del oyente o espectador, quedarían interiorizados como indiferentes al sufrimiento, reñidos con la libertad y enemigos del bien de la mujer.

 

Hoy, en las instituciones, en la prensa y en la calle, alguien ha conseguido organizar a lo grande la vieja tertulia de antaño. Y mucho me temo que “los defensores de la postura de la Iglesia” le estén haciendo a ésta un lamentable servicio. Por mi parte, continúo sin tener doctrinas que debatir con nadie. Sólo tengo lo que vivo, y eso lo puedo compartir contigo y con quienes lo que quieran respetar.

 

Querida: a la puerta de un cristiano llaman los necesitados, no los principios. Más de una vez, a mi puerta los he visto llegar “con la vida en las manos”, la propia o la de sus hijos. Y lo que esperan es que les ayudemos a vivir.

 

Por eso rehúso la tertulia, y me obstino en hablar de seres humanos a los que amar. Me interesan sus dolores, sus esperanzas, su libertad. De ellos me ocupo, nacidos ya, o todavía en un seno a la espera de nacer. Permíteme, hermana mía, que comparta contigo lo que, pensando en ellos, he compartido antes conmigo mismo:

 

· Considero inviolable la vida humana. Temo, sin embargo, que obsesionados por la utopía de un mundo sin vidas violadas o profanadas, unos y otros estemos perdiendo en perseguirlo las energías que necesitamos aunar para evitar una sola profanación, una por vez.

 

· En una mujer que se arriesga a cortar la trama de otra vida enraizada en la suya, no quiero suponer ligereza o maldad, sólo puedo atribuirle una libertad recortada por las circunstancias: soledad, preocupaciones, miedo, tal vez angustia, eventuales intereses, supuestas conveniencias, presiones del entorno, esclavitudes varias, puede que vergüenza… Al margen de convicciones e intereses de parte, todos estamos llamados a colaborar para que esa mujer se vea libre de condicionamientos, y asuma la responsabilidad de sus decisiones.

 

· Percibo en la sociedad síntomas de un desprecio inconsciente y cruel por la vida de los pobres: Antes de abrirte la puerta, estimo el beneficio que eso me puede traer. Mi seguridad cuenta más que tu necesidad. Cierro los ojos para no verte, y te dejo morir porque no te he visto… ¡Necesitamos ver!

 

· Si una mujer sin papeles es violada, no la ve el violador, no la ven quienes lo ven, no la ven quienes lo pagan, no la ven quienes tienen bastante con ocuparse de los propios asuntos: ¡Necesitamos ver!

 

· Lo peor que pueden hacernos los soñadores que se agolpan a nuestras puertas es morirse delante de ellas, pues eso, por un momento, aunque sólo sea por un momento y a destiempo, los hace visibles, y, de paso, sacude nuestra indiferencia: ¡Necesitamos ver!

 

· Desdichadamente, también en lo que concierne a no nacidos, andamos empeñados en hacerlos invisibles. Usamos silencios y palabras, sofismas y eufemismos, para no ver, para que nadie vea: ¡Necesitamos ver!

 

· Un día preguntaremos: Señor, ¿cuándo te vimos? Y hallaremos sorprendidos que al Señor lo hemos amado sin verlo, cuando vimos y cuidamos a sus hermanos más pequeños: ¡Necesitamos ver!

 

· Si queremos seguir siendo humanos, ¡necesitamos ver!

 

Supongo, hermana mía, que, si se trata de aunar energías para cuidar la vida, si se trata de crear espacios de libertad para escogerla y acogerla, si se trata de ayudarnos honestamente a ver, hay muchas posibilidades de colaboración cordial entre todos los que formamos la sociedad civil. Claro que, no obstante el esfuerzo, tropezaremos siempre con la realidad del aborto. A mí no me toca juzgar, sólo acoger y amar.

 

La esperanza es una virgen encinta de un mundo diverso.

Sólo las mujeres, las madres, conocen la espera,

porque está inscrita físicamente en sus cuerpos.

Se espera, no por una carencia, sino por una plenitud,

no por ausencia que colmar,

sino por una sobreabundancia de vida que ya presiona”.

(Ermes Roch)

 

 

Pide por tu hermano menor

+ Fr. Santiago Agrelo Martínez

Arzobispo de Tánger  

fuente: http://www.fecansada.com

Sobre ciencia y mística: Joxe Arregi


Los pasados días 19 y 20 de mayo tuvieron lugar en el Palacio Miramar de Donostia (San Sebastián), unas Jornadas sobre Ciencia y Mística, organizadas por la Asociación GUNE de la que me honro en formar parte. Afuera, el cielo se reflejaba en el mar, el mar se reflejaba en el cielo, la luz de la tarde revelaba el infinito. Dentro, ante un salón repleto y seducido, las palabras expresaban el prodigio de lo conocido y evocaban el misterio de la Realidad indecible.

 

Allí participaron, entre otros, nuestro ilustre Pedro Miguel Etxenike, el físico catalán David Jou y la monja catalana Berta Meneses, profesora de matemáticas y Maestra Zen. Pedro Miguel Etxenike (Premio Príncipe de Asturias de Física) encarna el rigor de la ciencia, la elegancia del saber y la modestia del científico («el mayor producto del conocimiento es el aumento de la ignorancia», declaraba como si tal unos días antes en una entrevista). David Jou conjuga de manera singular la ciencia y la poesía (una fórmula matemática es un poema para él). Berta Meneses (Chosui-An, «agua que purifica») combina clases de matemáticas con cursos de Zen, como si ambas cosas no fueran sino dos maneras de iniciar al mismo misterio que somos y que nunca alcanzamos a ser ni a decir.

 

Durante miles de años, y hasta hace bien poco, la ciencia y la mística estuvieron unidos como la luz y la belleza del arcoíris, como la cuerda y la melodía del piano, como la gramática y el misterio del poema. No son lo mismo, pero no se pueden separar. ¿Pero cómo es que, no siendo lo mismo, no se pueden separar? Pues no lo sé, pero todo es así: hay un misterioso todo, una forma misteriosa, una vida inasible que no existe sin las partes, que es inseparable de ellas, pero que no se reduce a ninguna de las partes, ni siquiera a la suma de todas ellas. Nuestra ciencia —de otras posibles no sabemos nada— empezó cuando el ojo alcanzó a analizar y distinguir las partes en el todo, y ello nos ha permitido fabricar herramientas, curar enfermedades, comprendernos mejor, ser más libres, sobrevivir. Pero el ojo que analizaba y miraba las partes nunca dejaba de percibir y de admirar el todo, la forma, la vida, y ambos ejercicios nacían del asombro y llevaban a la oración, fuera ésta religiosa o no, se dirigiera a un dios personal con forma o al misterio mismo del Todo sin nombre y sin forma.

 

Luego vino el divorcio que aún persiste en muchos, aunque no precisamente en los grandes científicos ni en los auténticos místicos. El divorcio se dio porque la ciencia olvidó el misterio y porque la religión se apoderó de la mística. Ambas cosas se dieron a la vez, y no se podría decir cuál de las dos se dio primero. En realidad, la raíz de ambas es la misma, y se llama «voluntad de dominio». Voluntad de prender y de aprehender, de capturar y poseer.

 

La ruptura entre la ciencia y la mística llegó tarde, pero el conflicto estaba en ciernes ya desde muy antiguo, en el corazón mismo del ser humano. Ya el libro bíblico del Génesis nos lo cuenta a su manera. Había dos árboles en el paraíso, nos dice: el árbol de la Vida y el árbol del conocimiento del Bien y del Mal. A Adán y a Eva, al hombre y a la mujer, se les abrieron los ojos y el apetito de tomar y de comer, de ser dueños y señores de todo, incluso el uno del otro, incluso de Dios. Imaginaron a Dios como dueño y señor y no lo pudieron soportar. El mal no consistía en no soportar a un tal Dios supremo, sino en imaginarlo de ese modo. «Seréis como dioses». El mal no consistía en querer ser como Dios o incluso ser Dios, pues a eso estamos llamados y eso somos; el mal consistía en perder el sentido del don, la actitud de respeto, el sentido de la gratitud y la admiración, en querer conquistar lo que es regalo. El mal no consistía en querer comer del árbol de la ciencia y acceder al conocimiento, pues para eso estaba allí y ofrecía sus frutos en medio del paraíso; el mal consistía en querer forzar al árbol, para arrebatarle el fruto gratuito y devorarlo. Entonces se les abrieron los ojos y vieron que estaban desnudos, y sintieron vergüenza el uno del otro y tuvieron miedo a Dios, como si Dios fuera como ellos.

 

Nietzsche y Heidegger mostraron que la ruptura entre la ciencia y la mística se dio en Grecia en los albores mismos de lo que se llama «cultura occidental». En cualquier caso, se manifestó en toda su crudeza en la modernidad en forma de positivismo. El positivismo cientificista pretendió que todo lo que es se puede conocer con métodos empíricos y que solo es verdad aquello que conocemos empíricamente y formulamos matemáticamente. Mucho antes, por otro lado, se había ido desarrollando en el seno de la Iglesia católica un auténtico positivismo teológico que afirmaba la revelación cristiana como la única revelación plena de Dios en el mundo, consideraba los dogmas cristianos como expresiones inmutables de verdades ocultas reveladas por Dios, y sostenía que la jerarquía católica ha sido instituida por Dios mismo como depositaria y garante única de la verdad y del misterio divino en la Tierra y el cosmos entero. La religión, vacía de mística, se creía autorizada así para dictar verdades a la ciencia. No es descabellado pensar que el positivismo cientificista moderno ha sido una reacción contra el positivismo y absolutismo cristiano que se había apoderado del misterio en exclusiva, lo que equivale a negarlo.

 

El olvido del misterio arruina la religión y reseca la ciencia. Es necesario que el misterio vuelva a animar la religión y que la ciencia vuelva a recuperar aquella admiración originaria de la que nació como pregunta, como búsqueda, como una exploración casi religiosa de la realidad particular y universal. La ciencia y la mística no se oponen, ni se yuxtaponen, ni siquiera se complementan. Se entrelazan y animan, como la observación y el asombro, como el cálculo y la admiración, como la medida y el infinito. No se identifican, pero son inseparables como la parte y el todo, como el organismo y la vida.

 

La ciencia es el arte de medir las partes del todo. La mística es el arte de mirar el todo en cada parte. Mira un arcoíris maravilloso una tarde soleada y lluviosa. Se puede medir el espectro de frecuencias de la luz y explicar la aparición de los siete colores, del azul al violeta, cuando los rayos del sol atraviesan las gotitas de agua de la atmósfera, y por qué el arco entre el cielo y la tierra, naciendo del agua, pero tus ojos ven la belleza del arcoíris como un todo y exclamas: «¡Oh, qué bonito!».

 

Y el científico puede admirar más que nadie, porque sabe más que nadie el milagro que es cada gota de agua o de aire, cada organismo, cada célula, cada átomo y cada partícula. Y no solamente ve que todo es parte de un Todo, sino que también mira cada parte como un todo, pues cada átomo es un universo sin medida de quarks, gluones y electrones, semejante al universo inmenso y sin fin de las galaxias, y porque sabe que todo, desde lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande, está en relación y en movimiento, que en el tiempo está la eternidad y que el futuro es absolutamente indeterminado e impredecible, que del orden se deriva el desorden y del desorden se deriva un nuevo orden maravilloso imprevisible. Y sabe mejor que nadie que toda la realidad es abierta y siempre capaz de novedad y de más, gracias a la relación y al azar. Y que todo, desde la roca al pensamiento y la ternura, todo es materia, salvo la propia materia que nadie sabemos qué es, sino que es. Y la admiración, eso es la mística. La admiración convertida en amor, eso es la verdadera religión.

 

Joxe Arregi, teólogo

 

DIARIO DE NOTICIAS 

Fuente: fecansada.com

Noveno día de ayuno para monseñor Lopez Marañón: «soy coherente en ver a Jesús en los más pobres»


Quito, miércoles,  1 de junio de 2011 (ALC) -Monseñor Gonzalo López Marañón, Obispo Emérito de Sucumbíos, cumple su noveno día de ayuno y oración por la reconciliación de la provincia. Con el lema “Para curar heridas y reconciliar Sucumbíos”, Monseñor López Marañón, de 77 años de edad, retirado del Obispado de la provincia amazónica desde el pasado mes de octubre, está en el patio de la Capilla del Belén, en la ciudad de Quito, de forma indefinida hasta que haya señales claras de reconciliación entre la población.

 

La decisión de Monseñor llega tras la agudización del conflicto social y religioso que vive Sucumbíos desde hace meses con la llegada al Vicariato Apostólico de la Congregación de los Heraldos del Evangelio. Los Heraldos del Evangelio es una congregación de la línea más conservadora de la Iglesia Católica, que llega al Vicariato de Sucumbíos por orden del Vaticano en octubre del 2010. Desde su llegada la confrontación con las comunidades y organizaciones de base, se evidenció.

 

A media tarde del lunes 30, el Presidente de la República, Rafael Correa, hizo un alto en su agenda y pasó media hora en el onCampamento de la Reconciliación de Sucumbíos. El Obispo de Sucumbíos lo recibió con su ya habitual gorro de lana y una sonrisa serena.

 

Monseñor Gonzalo López Marañón y el Presidente Rafael Correa conversaron sobre la salud del Obispo y sobre el origen de la tensión social en Sucumbíos. Este es un fragmento de la conversación que mantuvieron:

 

Presidente: Ya, levante el ayuno por favor, las cosas en Sucumbíos se van a arreglar (…) Le veo demacrado.

Monseñor: Yo seguiré hasta cuando sea necesario…

Presidente: Usted es un verdadero revolucionario.

Monseñor: Yo solamente soy coherente; soy coherente con lo que es ver el rostro de Jesús en los más pobres.

Presidente: Me tiene preocupado su salud.

Monseñor: Usted rece. Esta idea del ayuno es porque se abrió una herida grande, y mi deber es hacer lo que pueda, reconciliar Sucumbíos… La herida es grande.

 

La vocera de Monseñor, María de los Ángeles Vaca, quien acompañó la visita presidencial, enumeró al Presidente Correa algunas de las medidas concretas que ayudarían a la resolución del conflicto y la tensión que se vive en la provincia.

 

Entre las situaciones, María de los Ángeles Vaca solicitó que desde la gobernación y la fiscalía provinciales no se agudice el conflicto y propicien salidas efectivas y concretas como apoyar a desechar las demandas por terrorismo organizado para causar lesiones que recaen sobre más de 20 ciudadanos de la provincia, entre ellos representantes de organizaciones sociales y trabajadores de la Radio Sucumbíos; que ambas instancias llamen a la conciliación; que se creen veedurías para garantizar el buen estado de los menores del Hogar Infantil, Hogar que fue traspasado al INFA sin estar todas las condiciones dadas para ello; y que se revisen los despidos improcedentes al personal del Hogar Infantil y al personal de la Radio Sucumbíos.

 

La Vocera también manifestó la preocupación sobre el tono violento de declaraciones realizadas por políticos locales como Eliseo Azuero ex prefecto y ex diputado, Guido Vargas, asambleísta por Sucumbíos de Sociedad Patriótica Son mensajes, dijo la vocera que en estos momentos hacen daño y no ayudan a la reconciliación.

 

Según algunos radio escuchas, la emisora local Radio Bolívar emite llamados para que la población acompañe las marchas blancas organizadas por miembros del Movimiento Carismático, marchas donde uno de los lemas principales es «fuera sacerdotes diocesanos».

 

En su noveno día de ayuno, la salud del Obispo es estable, pero la Cruz Roja, que le visita a diario, y su médico personal, quien llega cada noche para una revisión, permanecen más atentos que nunca a sus signos vitales. Mientras, recibe muestras de solidaridad y apoyo de todo el mundo.

 

Más información en http://www.isamis2010.blogspot.com

 

foto: Monseñor Lopez Marañon, con el Presidente Correa. (elciudadano.ec)

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Comienza Año Internacional de los Pueblos Afrodescendientes


ene 09, 2011

Se trata de un acuerdo adop­tado en 2009 por la Asam­blea Gen­eral de Naciones Unidas, la cual reafirmó la validez de todas las declara­ciones, con­ve­nios y otros instru­men­tos inter­na­cionales vin­cu­la­dos al desar­rollo de los herederos del legado africano

El mundo ini­cia hoy el Año Inter­na­cional de los Pueb­los Afrode­scen­di­entes, insti­tu­ido por la ONUpara impul­sar el pleno dis­frute de los dere­chos económi­cos, cul­tur­ales, sociales, civiles y políti­cos de esas comunidades.

Se trata de un acuerdo adop­tado en 2009 por la Asam­blea Gen­eral de Naciones Unidas, la cual reafirmó la validez de todas las declara­ciones, con­ve­nios y otros instru­men­tos inter­na­cionales vin­cu­la­dos al desar­rollo de los herederos del legado africano.

Entre ellos están la Declaración Uni­ver­sal de Dere­chos Humanos, el Pacto Inter­na­cional de Dere­chos Civiles y Políti­cos y la Con­ven­ción Inter­na­cional sobre la Elim­i­nación de todas las For­mas de Dis­crim­i­nación Racial.

Tam­bién las con­ven­ciones con­tra la dis­crim­i­nación de la mujer, por los Dere­chos del Niño y para la pro­tec­ción de los dere­chos de todos los tra­ba­jadores migra­to­rios y de sus famil­iares, entre otras.

El propósito del acuerdo de la Asam­blea es for­t­ale­cer las acciones nacionales y la coop­eración inter­na­cional en ben­efi­cio de los afrode­scen­di­entes y sus dere­chos y pro­mover un mayor conocimiento y respeto de la diver­si­dad de su heren­cia y cultura.

Hace tres sem­anas, Naciones Unidas cele­bró una cer­e­mo­nia de saludo al Año Inter­na­cional que comienzó este 1 de enero y lanzó un fuerte lla­mado a acabar de man­era defin­i­tiva con la dis­crim­i­nación racial.

En esa ocasión, el sec­re­tario gen­eral de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a for­t­ale­cer el com­pro­miso político para erradicar esa lacra en el 2011, como trib­uto a la con­tribu­ción hecha por los pueb­los de ori­gen africano al pro­greso político, económico, social y cul­tural de todas las sociedades.

Asimismo, advir­tió que los afrode­scen­di­entes están entre las comu­nidades más afec­tadas por el racismo y la negación de dere­chos bási­cos, como la igual­dad para dis­fru­tar de los ser­vi­cios de salud y educación.

El tit­u­lar de la ONU apuntó que el com­er­cio transna­cional de esclavos con­sti­tuyó una trage­dia, tanto por su bar­barismo como por su mag­ni­tud, nat­u­raleza orga­ni­zada y la negación de la esen­cia humana de sus víctimas.

“Todavía hoy los africanos y los pueb­los de esa ascen­den­cia sufren las con­se­cuen­cias de esos actos”, declaró.

Al respecto, instó a for­t­ale­cer la lucha por la plena inte­gración de los pueb­los de ori­gen africano en la vida social, económica y política y por lograr su par­tic­i­pación en todos los nive­les de toma de decisiones.

“El mundo no puede acep­tar que comu­nidades enteras sean mar­gin­adas por el color de su piel”, concluyó.

 

http://www.afrodescendientes.org

¿UNA CASA/IGLESIA?


¿Qué es una Comunidad Casa/Iglesia?

 

Olga Lucia Álvarez Benjumea

Sociológicamente hay muchas Comunidades, todas ellas por su complejidad, difícil de definir. ¿Será qué la Comunidad de fé, entra en el campo de la in-definición?

Las Comunidades en los primeros siglos del cristianismo, no fueron “macro-comunidades”, la comunidad que formaba el grupo de discípulos/as de Jesús era una pequeña comunidad, que bien se podía reunir en una casa.  Podía ser en la casa de Pedro, (Lucas 4:38) como en la casa de Betania (Lucas 10:38-42; Juan 11:18-45) o en la casa de Jairo (Marcos 5:35-43);  O prestar un espacio más grande, como aquel donde se celebró la “última Cena” (Lucas 22:10-12) o aquel otro donde estaban reunidos, con la puerta trancada para el “Pentecostés”.(Juan 20:19).

El tipo de Comunidad que Jesús soñaba, era una Comunidad no solo de fe, en su propuesta y propósito sugería y sugiere un cambio radical y profundo. Asunto, que a quienes detentan el poder, ayer y hoy, no les cae muy bien.

A lo largo de la historia por eso es que vemos la preocupación de los poderosos como los constantinos del pasado  y del presente, haciendo alianzas con los “cristianos”, para controlarlos y mantenerlos a raya, o bien para apoyarse mutuamente en el “poder”.

¿A cuál “comunidad” queremos pertenecer? ¿A la de los “constantinos” o a la de Jesús?

Se dice que hay muchas clases de comunidades…no estoy tan segura. La propuesta por Jesús es única.

No hay comunidades itinerantes y menos flotantes. Una comunidad se puede trasladar de un sitio a otro, pero es la misma comunidad, tampoco creo en las “comunidades virtuales”, o peor “comunidades en el aire” como la “casa en el aire” de la canción de Rafael Escalona, hay presbíteros/as itinerantes.

Una Comunidad de fe, no tiene papeles, sin embargo, su estructura es más fuerte que una que tenga personería jurídica. Pueden existir varias y en diferentes sitios, diferentes etnias, diferentes países, o regiones.

La Comunidad de fe, es una fuerza que se hace sentir, en busca de un propósito básico, mediante el compartir lo cotidiano de la vida, y buscar maneras de ayudarse mutuamente.


La Comunidad de fe, suelen estar acompañas, por una diacona/o, presbitera/o, o laicos comprometidos, mas no son de su propiedad. Una comunidad de fe, es autónoma.

Una Comunidad de fe, no se deja enmarcar fácilmente, en estructuras que la marginen y atropellen su creatividad celebrativa. Ellas van más allá de la estructura de poder civil, política o jerarquía religiosa.

Las comunidades de fe, se perfilan como signos o señales del Reino de Dios, porque en su manera de ser ellas son presencia sacerdotal. Son ellas las que hacen visible y asequible la presencia del UNO dentro de su comunidad y, muy particularmente dentro de su vivencia como pueblo de Dios. Ellas representan, sus deseos, sus anhelos, necesidades y celebraciones como pueblo. Ellas son ofrenda permanente ante la presencia de la Unidad Divina:

“Todo es tuyo oh! Señor, y de lo que es tuyo te damos”

 (1 Cronicas 29:14)

Una comunidad de fe, puede nacer en una cárcel, en un hospital, en una sala de velación, en una cafetería, una fiesta. Una persona o familia ofrece su casa, invita a sus amigos y vecinos, para reunirse determinado día, para compartir la cotidianidad de sus vidas y dar gracias a Dios por el regalo de la vida. Creándose un ambiente comunitario e inclusivo.

El número no importa, es muy variado: “Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo” (Mateo 18:20). Lo importante es el testimonio: “mirad como se aman” (Hechos 4:32-37; Salmo 92; Juan 3:11:15). La Comunidad va creciendo, multiplicándose, hacia otras casas y barrios, porque su propósito además de compartir sus dificultades, sus éxitos, es buscar maneras reales y prácticas de ayudarse mutuamente, como familia: hijas/os de Dios.

Se ilumina la vida, mediante la Lectura Popular de la Biblia Comunitaria (LPBC), se puede acompañar de cantos, testimonios, oraciones. Es celebrar la vida, en la dimensión sacerdotal de nuestro Bautismo común.

Junio 2011

Remitido al e-mail

La Ingenuidad de Jesús.


01.06.11 | 10:00

Enterrado Yesuá, nos hicimos un Cristo a medida.
Machado, el poeta andalud _los andaluces son especialistas en la muerte de Jesúa_, se dió cuenta de lo inaguantable que fue la muerte de Jesús y pedía una escalera.

¿Quien me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazarena?

¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

El problema de la cruz y de la vulgaridad humana de Jesús se desenfocó pronto. A ese Yesuá tan agreste y humano había que estudiarlo desde arriba, desde la divinidad, desde la Trinidad. Y empieza una Cristología escolástica que va de arriba hacia abajo. Y se encontró la excusa, como siempre en la Escritura. Había que estudiar a Jesús primero como Dios, pasándose al ámbito del misterio. Así todo se traga y apaña más fácilmente. Con ese enfoque se perdió el hombre Yesuá, el hijo de José, ese otro gran desconocido.

Pero olvidamos que fue precisamente Yesuá, el de Nazaret, con su humanidad, y a través de su humanidad sin decorados, quien nos convenció de que Yahvé era su Padre y nuestro Padre, y de que Dios y hombre eran inseparables. Él, el de Nazaret, era la palabra de Dios.

No ir a Jesús viniendo de Dios, sino ir a Dios partiendo del Jesús histórico, es lo que se llama Cristología desde abajo. Quizá nunca creímos en Jesús. Hemos creído en Dios.
A lo sumo en Cristo. Pero aceptar al hombre es más difícil que aceptar a Dios.

El problema es muy antiguo: Para aceptar a Jesús había que lavarlo, adornarlo con nubes, ángeles, magia, demomios
Ni nos gusta ni nos basta el Jesús histórico. A través de él no acabamos de ver a Dios.

Por eso las virginidades, por eso los cantos y las voces celestiales que quizá nunca se oyeron. Como tampoco vemos a Dios en el vecino, en el peatón, en el marroquí…Quien ama al próximo y lo acepta por amor a Dios, no ama ni acepta al próximo, dice amar a Dios, engañándose a sí mismo.

L. Alemán Mur, La ingenuidad de Jesús.
La venganza de la Torá.

Ed. Nueva Utopía

http://blogs.periodistadigital.com/franciscomargallo.php/2011/06/01/la-ingenuidad-de-jesus-venganza-de-la-to-1?ut

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