ECUADOR: LA RED JUVENIL PRÓXIMO ENCUENTRO


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Ivet Castro G
Directora

La Red Juvenil

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«No nos oponemos a la despenalización»: Monseñor Salazar


Monseñor Rubén Salazar.
Archivo SemanaMonseñor Rubén Salazar.

DROGASEl presidente de la Conferencia Episcopal hizo el pronunciamiento al referirse al debate por la despenalización y legalización de las drogas propuesto por el presidente Juan Manuel Santos para que sea analizado en la Cumbre de las Américas.

Martes 10 Abril 2012

El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rubén Salazar, aseguró que está de acuerdo con la despenalización de la droga en el país, pero aclaró que no comparte la idea de que esta sea legalizada.

«Nosotros como Iglesia no nos oponemos a la despenalización, pero sí tendríamos ciertos reparos frente a su legalización», dijo monseñor a La FM radio.

Para el jerarca de la Iglesia Católica la despenalización se debe tratar con cuidado ya que es un tema complejo, pero destacó que es bueno que el país siente una posición definitiva.

Frente a la idea que el debate se lleve a la Cumbre de las Américas monseñor dijo que estaba de acuerdo, pero aclaró que Estados Unidos no debe imponer las políticas de la lucha antidrogas. «Debe ser algo concertado, pues no es un problema de ese país».

Para Salazar es claro que se debe analizar a fondo toda la problemática que tiene que ver con la producción y el consumo de drogas en el mundo ya que este es un problema internacional en el cual deben estar incluidas muchas naciones.

«Estados Unidos no puede seguir en solitario determinando qué es lo que está bien y qué se debe hacer», puntualizó el jerarca.

http://www.semana.com/nacion/no-oponemos-despenalizacion-monsenor-salazar/175212-3.aspx

Crear e…sclavitud: J. I. González Faus, teólogo


Cristianismo y justicia

“Hay cosas en este mundo más importantes que Dios – que un hombre no escupa sangre pa que otros vivan mejor”. Hace 40 años cité esos versos de Atahualpa Yupanki comentando que, para un cristiano, ésas no son palabras ateas. Son el resumen de la forma como Dios se nos ha revelado en Jesucristo.

Hoy, malherido por recortes, ajustes y tijeretazos, quisiera retomar aquellos versos. No sé cómo ni cuándo saldremos de la crisis. Hasta ahora todo lo que se nos dice o hace se resume así: “los ricos han estado viviendo por encima de sus posibilidades financieras y por eso ahora toca a los pobres vivir por debajo de sus posibilidades humanas”. Por eso, en Grecia hay niños que se desmayan de hambre en las clases, en España los jóvenes son obligados a emigrar y nada digamos de Etiopía, Mozambique y demás. Hay dinero para optar a la olimpíada, para la Fórmula 1 o el monumento a los Castellers…; pero no para evitar que un ciudadano de a pie retrase diez meses una operación urgente.

No son cifras: son seres humanos con necesidades como las mías, sentimientos como los míos, posibilidades como las mías y dolores muy superiores a los míos que, además, se ven ninguneados y despreciados como si la culpa de lo que sufren fuera suya. El decálogo del Dios bíblico mandaba no matar; en el decálogo del dios Capital el quinto mandamiento parece ser “bendecir al que te asesina”. Quienes tenemos alguna palabra (o sólo tenemos palabra) nos sentimos como aquel Balaám de la Biblia, enviado por el rey Balac para maldecir a sus enemigos antes de una guerra y que, tras mil resistencias y peripecias, se negó diciendo: ¿cómo puedo maldecir yo a quienes Dios bendice?.

No quisiera ensañarme con políticos y economistas, aunque sorprende que, si todos coinciden en que “para crear empleo hay que reactivar la economía”, luego tomen medidas tendentes a desactivarla. Pero comprendo que no sepan cómo actuar porque nuestra situación es tan nueva como la de los días en que acababa de aparecer el SIDA: enfermedad desconocida que necesitaba mucha investigación y de la que sólo se sabía que era consecuencia de una “burbuja” o desmadre drogosexual, que se propagaba casi a la velocidad de la luz y que quienes más la iban a pagar serían los pobres. Hablando del SIDA, sospecho que nuestros gobernantes celebraron dos orgías sin preservativos que nos han traído el actual síndrome de inmunodeficiencia económica: la creación precipitada del euro (¡ay que leer lo que se decía entonces!). Y además usar el dinero de los ciudadanos para socorrer a los Bancos, convirtiendo así la deuda privada en deuda pública…

Comprendo que nuestros gobiernos “vivan en el lío” como dijo Rajoy, aunque considere muy criticable el contraste entre su prepotencia cuando era oposición (“váyase Ud que esto lo arreglo yo”…; “no se escude en Europa”) y su modestia cuando gobierna arrodillándose ante Europa y afrontando profecías de paro y decrecimiento tan malas o peores que las anteriores. O el contraste del otro, reclamando “soberanía para el pueblo catalán” para luego (ante decisiones muy serías que afectaban a todo ese pueblo), tomarlas él solo sin consultar al pueblo: “todo contra el pueblo pero sin el pueblo”, parece ser la nueva Ilustración.

Comprensivo con la perplejidad de los políticos, sí cabe apuntar que tienen claro a quién favorecer, aunque duden de cómo hacerlo: favorecer al capital frente al trabajo. Rajoy pronosticándose una huelga general y Guindos asegurando una reforma laboral “muy agresiva”, dejaron claro que lo que preparaban era una agresión del Capital al trabajo, que no desaparece aunque la reforma tenga medidas aceptables. Se acabó el “gobernar para todos”: se gobierna para el capital insaciable; y se disimula hablando de “crear empleo” cuando en realidad se pretende crear esclavitud. La esclavitud siempre fue necesaria para que unos pocos vivan bien y fue un error de cristianismos y humanismos empeñarse en suprimirla.

Pero si las reformas son agresiones del capital al trabajo no es sólo porque sus autores piensen así, sino porque vivimos en un sistema montado sobre una agresión de ese tipo. Si el Banco me presta un dinero y no se lo devuelvo, tiene derecho a quedarse con lo mío y a seguirme exigiendo más. Los que dejaron su dinero en una Caja o en un Banco y no se lo han devuelto no tienen derecho a nada. Si esto no es una agresión que venga Dios y lo vea. O: hablar de salario “justo”, como haría la ética más elemental, es burda incoherencia: porque lo que necesita el capital son salarios lo más bajos posible y que logren mantenerse así por miedo a perder esos céntimos. “La Iglesia enseña la prioridad del trabajo frente al capital…: el trabajo siempre es una causa eficiente primaria mientras el capital es sólo un instrumento” (Juan Pablo II). Pero esto sólo vige desde una idea de Dios que ni los obispos comparten. Visto desde Wall Street, el trabajador sólo es una herramienta. Y las herramientas no tienen dignidad.

Me tacharán de ignorante o analfabeto económico. Pero… Tuve una hermana gemela que murió de cáncer, por culpa de un claro fallo médico. Cuando se le comunicó el diagnóstico fatal se limitó a exclamar: “yo no sabré medicina, pero cuando digo que algo me duele es porque me duele; y al médico no le dolía”. Temo que a nuestro médicos económicos tampoco les duela.

http://www.redescristianas.net/2012/04/10/crear-esclavitudj-i-gonzalez-faus-teologo/

¿Obediencia o fidelidad?


Antonio Duato, 07-Abril-2012

Un comentarista de ATRIO me ha llamado la atención sobre la importante homilía del papa en la mañana del jueves santo, en la que hace expresa referencia a la “Llamada a la desobediencia de los párrocos austriacos” y dice que esa iniciativa está en total oposición a la promesa de obediencia que habían hecho todos ellos a sus obispos el día de la ordenación sacerdotal. Publicamos a continuación el texto de la homilía.

 

Pero permítaseme que diga que a los serios problemas que planteaban desde su responsabilidad pastoral aquellos y otros muchos párrocos no se puede contestar desde la cumbre de la Iglesia con un simple llamamiento a la obediencia, aunque el papa diga que también él está sometido a la obediencia. La obediencia implica siempre un superior y un mandato. ¿Obediencia del papa a Dios? ¿Y quién dice lo que Dios quiere? ¿Dónde está el mandato de Dios, por el que el papa, siguiendo a Juan Pablo II, tiene prohibido en la Iglesia católica dar las más altas responsabilidades a mujeres? ¿No es casi blasfemo creer que Dios ha mandado eso a los papas del siglo XXI? ¿No debería preocuparle más ser responsable y fiel al evangelio de Jesús?

Marcel Légaut, en su libro “Un hombre de fe y su Iglesia”, página  134, dice: “De forma general, la obediencia se incluye en la fidelidad. Sin embargo la fidelidad desborda a la obediencia por toda la interioridad que la obediencia no implica necesariamente. Se es fiel cuando se responde a una exigencia íntima determinada que se nos impone por lo que uno es en sí mismo y por ls condiciones en las que uno se encuentra… Esto está muy en línea con lo que Jesús practicó y enseñó cuando afirmó, en las polémicas suscitadas sus afirmaciones y su comportamiento, que ‘el sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado’”. Y, en las páginas anteriores explica muy bien cómo, aunque Pablo empleó el término “obediencia” en el famoso texto de que “Jesús obedeció hasta la muerte” la experiencia interior que él tuvo respecto a Dios y que atribuyó a Jesús fue claramente la de “fidelidad a una misión” y no “obediencia a un mandato concreto”.

Otros podrán, tras leer la homilía y (si lo tienen a mano, el texto completo de Légaut), comentar más aquí cómo se debe entender obediencia y fidelidad hoy. Pero una vez más pido, ahora como moderador de ATRIO: que se expresen con libertad todos en los comentarios, que sean respetuosos y breves, que no se argumente exclusivamente desde el principio de autoridad, estableciendo un círculo vicioso, sino con razones éticas o evangélicas, y que no se aproveche el tema concreto para hacer descalificaciones universales de los que no opinan como uno.

HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

Basílica Vaticana
Jueves Santo 5 de abril de 2012

(Vídeo)

Queridos hermanos y hermanas

En esta Santa Misa, nuestra mente retorna hacia aquel momento en el que el Obispo, por la imposición de las manos y la oración, nos introdujo en el sacerdocio de Jesucristo, de forma que fuéramos «santificados en la verdad» (Jn 17,19), como Jesús había pedido al Padre para nosotros en la oración sacerdotal. Él mismo es la verdad. Nos ha consagrado, es decir, entregado para siempre a Dios, para que pudiéramos servir a los hombres partiendo de Dios y por él. Pero, ¿somos también consagrados en la realidad de nuestra  esta pregunta, el Señor se pone ante nosotros y nosotros ante él: «¿Queréis uniros más fuertemente a Cristo y configuraros con él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia?». Así interrogaré singularmente a cada uno de vosotros y también a mí mismo después de la homilía. Con esto se expresan sobre todo dos cosas: se requiere un vínculo interior, más aún, una configuración con Cristo y, con ello, la necesidad de una superación de nosotros mismos, una renuncia a aquello que es solamente nuestro, a la tan invocada autorrealización. Se pide que nosotros, que yo, no reclame mi vida para mí mismo, sino que la ponga a disposición de otro, de Cristo. Que no me pregunte: ¿Qué gano yo?, sino más bien: ¿Qué puedo dar yo por él y también por los demás? O, todavía más concretamente: ¿Cómo debe llevarse a cabo esta configuración con Cristo, que no domina, sino que sirve; que no recibe, sino que da?; ¿cómo debe realizarse en la situación a menudo dramática de la Iglesia de hoy? Recientemente, un grupo de sacerdotes ha publicado en un país europeo una llamada a la desobediencia, aportando al mismo tiempo ejemplos concretos de cómo se puede expresar esta desobediencia, que debería ignorar incluso decisiones definitivas del Magisterio; por ejemplo, en la cuestión sobre la ordenación de las mujeres, sobre la que el beato Papa Juan Pablo II ha declarado de manera irrevocable que la Iglesia no ha recibido del Señor ninguna autoridad sobre esto. Pero la desobediencia, ¿es un camino para renovar la Iglesia? Queremos creer a los autores de esta llamada cuando afirman que les mueve la solicitud por la Iglesia; su convencimiento de que se deba afrontar la lentitud de las instituciones con medios drásticos para abrir caminos nuevos, para volver a poner a la Iglesia a la altura de los tiempos. Pero la desobediencia, ¿es verdaderamente un camino? ¿Se puede ver en esto algo de la configuración con Cristo, que es el presupuesto de toda renovación, o no es más bien sólo un afán desesperado de hacer algo, de trasformar la Iglesia según nuestros deseos y nuestras ideas?

Pero no simplifiquemos demasiado el problema. ¿Acaso Cristo no ha corregido las tradiciones humanas que amenazaban con sofocar la palabra y la voluntad de Dios? Sí, lo ha hecho para despertar nuevamente la obediencia a la verdadera voluntad de Dios, a su palabra siempre válida. A él le preocupaba precisamente la verdadera obediencia, frente al arbitrio del hombre. Y no lo olvidemos: Él era el Hijo, con la autoridad y la responsabilidad singular de desvelar la auténtica voluntad de Dios, para abrir de ese modo el camino de la Palabra de Dios al mundo de los gentiles. Y, en fin, ha concretizado su mandato con la propia obediencia y humildad hasta la cruz, haciendo así creíble su misión. No mi voluntad, sino la tuya: ésta es la palabra que revela al Hijo, su humildad y a la vez su divinidad, y nos indica el camino.

Dejémonos interrogar todavía una vez más. Con estas consideraciones, ¿acaso no se defiende de hecho el inmovilismo, el agarrotamiento de la tradición? No. Mirando a la historia de la época post-conciliar, se puede reconocer la dinámica de la verdadera renovación, que frecuentemente ha adquirido formas inesperadas en momentos llenos de vida y que hace casi tangible la inagotable vivacidad de la Iglesia, la presencia y la acción eficaz del Espíritu Santo. Y si miramos a las personas, por las cuales han brotado y brotan estos ríos frescos de vida, vemos también que, para una nueva fecundidad, es necesario estar llenos de la alegría de la fe, de la radicalidad de la obediencia, del dinamismo de la esperanza y de la fuerza del amor.

Queridos amigos, queda claro que la configuración con Cristo es el presupuesto y la base de toda renovación. Pero tal vez la figura de Cristo nos parece a veces demasiado elevada y demasiado grande como para atrevernos a adoptarla como criterio de medida para nosotros. El Señor lo sabe. Por eso nos ha proporcionado «traducciones» con niveles de grandeza más accesibles y más cercanos. Precisamente por esta razón, Pablo decía sin timidez a sus comunidades: Imitadme a mí, pero yo pertenezco a Cristo. Él era para sus fieles una «traducción» del estilo de vida de Cristo, que ellos podían ver y a la cual se podían asociar. Desde Pablo, y a lo largo de la historia, se nos han dado continuamente estas «traducciones» del camino de Jesús en figuras vivas de la historia. Nosotros, los sacerdotes, podemos pensar en una gran multitud de sacerdotes santos, que nos han precedido para indicarnos la senda: comenzando por Policarpo de Esmirna e Ignacio de Antioquia, pasando por grandes Pastores como Ambrosio, Agustín y Gregorio Magno, hasta Ignacio de Loyola, Carlos Borromeo, Juan María Vianney, hasta los sacerdotes mártires del s. XX y, por último, el Papa Juan Pablo II que, en la actividad y en el sufrimiento, ha sido un ejemplo para nosotros en la configuración con Cristo, como «don y misterio». Los santos nos indican cómo funciona la renovación y cómo podemos ponernos a su servicio. Y nos permiten comprender también que Dios no mira los grandes números ni los éxitos exteriores, sino que remite sus victorias al humilde signo del grano de mostaza.

Queridos amigos, quisiera mencionar brevemente todavía dos palabras clave de la renovación de las promesas sacerdotales, que deberían inducirnos a reflexionar en este momento de la Iglesia y de nuestra propia vida. Ante todo, el recuerdo de que somos – como dice Pablo – «administradores de los misterios de Dios» (1Co 4,1) y que nos corresponde el ministerio de la enseñanza, el (munus docendi), que es una parte de esa administración de los misterios de Dios, en los que él nos muestra su rostro y su corazón, para entregarse a nosotros. En el encuentro de los cardenales con ocasión del último consistorio, varios Pastores, basándose en su experiencia, han hablado de un analfabetismo religioso que se difunde en medio de nuestra sociedad tan inteligente. Los elementos fundamentales de la fe, que antes sabía cualquier niño, son cada vez menos conocidos. Pero para poder vivir y amar nuestra fe, para poder amar a Dios y llegar por tanto a ser capaces de escucharlo del modo justo, debemos saber qué es lo que Dios nos ha dicho; nuestra razón y nuestro corazón han de ser interpelados por su palabra. El Año de la Fe, el recuerdo de la apertura del Concilio Vaticano II hace 50 años, debe ser para nosotros una ocasión para anunciar el mensaje de la fe con un nuevo celo y con una nueva alegría. Naturalmente, este mensaje lo encontramos primaria y fundamentalmente en la Sagrada Escritura, que nunca leeremos y meditaremos suficientemente. Pero todos tenemos experiencia de que necesitamos ayuda para transmitirla rectamente en el presente, de manera que mueva verdaderamente nuestro corazón. Esta ayuda la encontramos en primer lugar en la palabra de la Iglesia docente: los textos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica son los instrumentos esenciales que nos indican de modo auténtico lo que la Iglesia cree a partir de la Palabra de Dios. Y, naturalmente, también forma parte de ellos todo el tesoro de documentos que el Papa Juan Pablo II nos ha dejado y que todavía están lejos de ser aprovechados plenamente.

Todo anuncio nuestro debe confrontarse con la palabra de Jesucristo: «Mi doctrina no es mía» (Jn 7,16). No anunciamos teorías y opiniones privadas, sino la fe de la Iglesia, de la cual somos servidores. Pero esto, naturalmente, en modo alguno significa que yo no sostenga esta doctrina con todo mi ser y no esté firmemente anclado en ella. En este contexto, siempre me vienen a la mente aquellas palabras de san Agustín: ¿Qué es tan mío como yo mismo? ¿Qué es tan menos mío como yo mismo? No me pertenezco y llego a ser yo mismo precisamente por el hecho de que voy más allá de mí mismo y, mediante la superación de mí mismo, consigo insertarme en Cristo y en su cuerpo, que es la Iglesia. Si no nos anunciamos a nosotros mismos e interiormente hemos llegado a ser uno con aquél que nos ha llamado como mensajeros suyos, de manera que estamos modelados por la fe y la vivimos, entonces nuestra predicación será creíble. No hago publicidad de mí, sino que me doy a mí mismo. El Cura de Ars, lo sabemos, no era un docto, un intelectual. Pero con su anuncio llegaba al corazón de la gente, porque él mismo había sido tocado en su corazón.

La última palabra clave a la que quisiera aludir todavía se llama celo por las almas (animarum zelus). Es una expresión fuera de moda que ya casi no se usa hoy. En algunos ambientes, la palabra alma es considerada incluso un término prohibido, porque – se dice – expresaría un dualismo entre el cuerpo y el alma, dividiendo falsamente al hombre. Evidentemente, el hombre es una unidad, destinada a la eternidad en cuerpo y alma. Pero esto no puede significar que ya no tengamos alma, un principio constitutivo que garantiza la unidad del hombre en su vida y más allá de su muerte terrena. Y, como sacerdotes, nos preocupamos naturalmente por el hombre entero, también por sus necesidades físicas: de los hambrientos, los enfermos, los sin techo. Pero no sólo nos preocupamos de su cuerpo, sino también precisamente de las necesidades del alma del hombre: de las personas que sufren por la violación de un derecho o por un amor destruido; de las personas que se encuentran en la oscuridad respecto a la verdad; que sufren por la ausencia de verdad y de amor. Nos preocupamos por la salvación de los hombres en cuerpo y alma. Y, en cuanto sacerdotes de Jesucristo, lo hacemos con celo. Nadie debe tener nunca la sensación de que cumplimos concienzudamente nuestro horario de trabajo, pero que antes y después sólo nos pertenecemos a nosotros mismos. Un sacerdote no se pertenece jamás a sí mismo. Las personas han de percibir nuestro celo, mediante el cual damos un testimonio creíble del evangelio de Jesucristo. Pidamos al Señor que nos colme con la alegría de su mensaje, para que con gozoso celo podamos servir a su verdad y a su amor. Amén.

http://www.atrio.org/2012/04/%C2%BFobediencia-o-fidelidad/

COLOMBIA: JÓVENES CRISTIANOS POR LA PAZ: NUESTRAS PEQUEÑAS-GRANDES INICIATIVAS.


HUERTAS URBANAS

Jóvenes Cristianos por la Paz –El mundo al revés- de la comunidad
Hermandad en Cristo de Veraguas, interesados e interesadas en analizar y proponer alternativas en medio de la realidad urbana, llevará a cabo una jornada para compartir experiencias sobre las Huertas Urbanas y para comprender más sobre el “marco teórico” teológico y político que ánima dicha propuesta.

Es por ello, que les queremos invitar a seguir fortaleciendo prácticas
que puedan ser de vida y esperanza para nuestras comunidades de fe y
esperamos que junto con otras alternativas en todo el mundo se logre
un mundo mas humanizado.

Les esperemos el día Sábado 21 de Abril de 9:00 am a 12 m, en la
Comunidad Hermandad en Cristo de Veraguas: Cra 31A 4a-49 Estación de
transmilenio comuneros.

Ver adjunto..

Por favor confirmar asistencia

Viviana Machuca 320 2935509
Bibiana Morales 318 8994127
jc.porlapaz@gmail.com


Bibiana Morales
Jóvenes Cristianos por la Paz -EL MUNDO AL REVÉS


Jóvenes Cristianos por la Paz -EL MUNDO AL REVÉS-

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COLOMBIA: HISTORIAS QUE DUELEN…


En Medellín hay más de 5.000 sicarios distribuidos en unas 300 bandas o combos por toda la ciudad
«Seguiré hasta el fin. Mato o caigo»
Viaje por el mundo de los sicarios de Medellín, jóvenes de vida breve y gatillo fácil. Para los pistoleros del siglo XXI asesinar es un acto sin importancia en una existencia vacía

Pablo de LLano / Martes 10 de abril de 2012

Aunque sabía que el muchacho llevaba encima un revólver, y que en el barrio tenía fama de duro, el padre Juan Carlos Velásquez no sintió miedo cuando se bajó del coche al llegar a su casa parroquial y lo vio venir hacia él en medio de la noche.

— Qué hay, brother — le dijo el chico.

“Pensé que venía a pedirme dinero para drogarse o para alicorarse”, recuerda Velásquez, un cura católico de 38 años con barba y melena negra rizada y brillante que lleva ocho años dedicado a intentar comprender y ayudar a los jóvenes sicarios de los barrios pobres de Medellín.

“Cuando se acercó, le dije de una manera muy seca: ‘Hombre, qué necesitás’. En vez de contestarme fuerte, se reblandeció y me dijo que era su cumpleaños, y que nadie lo había felicitado”.

El cura pensó que el chico lo quería enredar de alguna manera. “Y yo más duro me puse, porque estos muchachos son muy tramadores. Le dije otra vez: ‘Qué necesitás”.

—Padre, necesito un abrazo —le respondió el chico.

“Y yo solté el escudo que tenía y lo abracé. Él lloró unas lágrimas, me dio las gracias y se fue”. “Esa noche”, recuerda, “no pude dormir pensando en ello”.

Aquella madrugada de diciembre de 2009, el cura captó algo que no había comprendido en seis años de relación con los jóvenes de los combos —las pandillas que sirven de comandos de barrio para los capos de la ciudad—. “Allí mismo descodifiqué el conflicto”, afirma Velásquez en el comedor de su modesta casa parroquial, en la Comuna 5 de Medellín. “Yo creía que era un problema económico, pero la solución no es solo de dinero. Tiene que ver con la falta de afectos y con distintas formas de rechazo social. Ellos son seres humanos que merecen oportunidades, y las instituciones, llámense Iglesia, Gobierno o escuela, lo único que hacemos es vetarlos. A los chicos los echan de la casa, los echan de los colegios, y entonces su único refugio es la esquina, el combo, que les da un lugar para ser personas… Entre comillas”.

Una tarde de octubre, en un café de Medellín, un sicario retirado se dispone a contar sus años como asesino a sueldo mientras merienda un pastel de hojaldre y un refresco. Habla en voz baja y de vez en cuando echa una ojeada a su alrededor como si no se sintiera seguro. El joven ha pasado ya de los 20 años de edad, algo que no logran muchos de ellos. Esnifó su primera raya de cocaína a los 10 años. Con 12 cogió por primera vez un arma de fuego. Con 14 ya era miembro de una banda criminal. “Nos juntamos los de mi barrio, los típicos pelaos que en preescolar íbamos cogidos de la mano para la escuela, y montamos un combo de 80 personas”, explica. “Cuando uno cumple una edad y no estudia ni hace nada, las cuchas [las madres] le ven a uno el símbolo del peso en la cara, y le piden que aporte para la casa. Le dicen que es un mantenido, y eso cala. Yo estuve en ese punto: sin trabajo, con la familia presionando, que llegaba a casa y a mí no me ponían ni un plato de arroz, y me miraban mal si abría la nevera. Y aparece un tipo y le pone delante de usted un millón, dos, tres millones de pesos”.

Asesinar por encargo se ha convertido en un oficio ruinoso. A veces no se paga más de 5.000 pesos (unos 2 euros)

Por lo que cuenta, de los 14 a los 16 años fue un asesino muy solicitado, aunque los detalles que ofrece son inverosímiles. No parece que exagere para presumir, o que esté contando mentiras, sino más bien que su niñez y su primera juventud fueron tan salvajes y lo arrasaron de tal manera que difícilmente puede recordar los datos exactos de aquel caos sin medida. “Cada semana hacía unas ocho vueltas [encargos diversos; no siempre asesinatos], y con eso me ganaba como 10 millones de pesos (4.200 euros). Viajaba en avión, tenía un apartamento, a todas las niñas que quería, mi moto, revólveres, un rifle, la coca… Mire que entre cuatro consumíamos 70 gramos diarios”.

— ¿Quiere decir siete gramos?

— No señor, 70.

— ¿Y cómo no se murieron?

— Uno sí murió de sobredosis, otro se quedó ciego, y a otro un día se le cayó algo blanco de la nariz. Pensó que era una roca de coca, pero era el tabique.

En España, un gramo de coca cuesta 60 euros en la calle. En las barriadas de Medellín cuesta 2 euros, y, sin embargo, por allí no se ven drogadictos decrépitos como, por ejemplo, los de los poblados del extrarradio de Madrid. El testimonio de este sicario retirado indica que esto no se debe a una mayor contención en el consumo, sino a la mera pobreza. Según explica, los jóvenes de ahora no encuentran de dónde sacar dinero, ya no para drogarse, sino para comer o vestirse. Incluso asesinar por encargo, que antes podía ser bastante lucrativo, se ha convertido en un oficio ruinoso. El antiguo asesino a sueldo, que mantiene contacto diario con ejecutores en activo, pone un par de ejemplos: “El otro día, un pelao me dijo que mató a alguien y le dieron 20.000 pesos [8,4 euros] por esa cabeza, y me consta que otros matan hasta por 5.000 [2,5 euros] y que luego usan la plata para comprarle unas arepas a su mamá”.

En Medellín hay más de 5.000 sicarios distribuidos en unas 300 bandas o combos por toda la ciudad

En Medellín, la oferta de asesinos excede la demanda de víctimas. Tanto, que los chicos más jóvenes llegan a matar gratis para intentar hacerse un hueco en el saturado mercado del crimen. El padre Velásquez asegura que ahora es tan difícil prosperar como sicario que muchos le juran que lo dejarían si pudiesen encontrar otro modo de sobrevivir. “Hay infinidad de jóvenes que quieren salirse de esto”, comenta. “No hace falta ni siquiera que lo veamos desde el punto de vista humano, sino desde el mero punto de vista comercial: hay una sobrecarga de combos y de sicarios”. En la cafetería, el asesino retirado que viajaba en avión dice lo mismo: “Uno sabe que ahora hay más pelaos que nunca metidos en las vueltas”.

En Medellín hay más de 5.000 sicarios distribuidos en unas 300 bandas por toda la ciudad. Y, sin embargo, el número de asesinatos no llega ni a la mitad que a principios de los noventa, en la época del capo Pablo Escobar, cuando había más de 4.000 muertos anuales. En 2011 hubo 1.648, casi 400 menos que en 2010. Aunque el índice de homicidios sigue siendo uno de los más altos de las ciudades grandes de Latinoamérica, la cifra se ha estabilizado en la última década en torno a los 2.000 muertos anuales.

Lo paradójico es que mientras el crimen se reduce, parece que aumenta la disponibilidad de chicos empobrecidos y desocupados dispuestos a asesinar para ganar un poco de dinero. Igual de desconcertante es que en tiempos de menos violencia la relación que tienen ellos con la muerte se deshumanice cada vez más. “Algunos ya matan por deporte”, comenta el exsicario, que siempre que hace una afirmación general, la ilustra luego con un horror particular.

“La semana pasada estuve con un chico de 16 años de mi barrio. Estábamos sentados en la calle y él andaba como ansioso. Se movía, se tocaba mucho la pierna”.

—¿Qué le pasa a usted? —le dije.

«Tienen una idea simple de la existencia», dice el padre Velásquez. «Viven el hoy. Lo que se gana se gasta en el día»

— Que tengo ganas de matar —me contestó.

“Él mantenía el fierro [pistola] al pulmón, ahí cerquita. Entonces se levantó, se fue, oí pa-pa-pa. Volvió, se sentó y me dijo: ‘Ya me calmé’. Había matado a un pelao que no tenía nada que ver. Al primero que se encontró”.

Así es la vida en las comunas. Estos barrios pobres se construyeron sobre las laderas que rodean el centro de Medellín. Cuando se entra en la comuna, la carretera se empina, la calidad de las casas empeora según se sube. En las aceras, los vecinos charlan sentados en las puertas de las casas. Acabamos de traspasar la frontera de un sitio donde no suelen entrar forasteros y donde todo el mundo se conoce. A los lados de las calles principales, el tejido urbano se convierte en un laberinto de callejuelas y casuchas de ladrillo y chapa apretujadas. En ese escenario, dos sicarios hablan de esas extrañas ganas de matar. “Me picaba el dedo”, dice uno de ellos para explicar su pulsión por apretar el gatillo. Es un sicario en activo mayor de lo habitual, cercano a la treintena, y lo acompaña un adolescente callado que a veces sonríe. El chico tiene una actitud extraña, como una mezcla de timidez y suficiencia.

Si se les pregunta por la muerte, el menor no dice nada. El mayor se queda con cara de incomprensión, y al final responde: “Pues señor, eso es algo de lo que no se vuelve, y ya”.

El padre Velásquez sostiene que los chicos de las comunas entienden la vida en presente simple, sin más futuro que las próximas horas. “Tienen una idea muy simple de la existencia. Experimentan la muerte al día. Viven el hoy. Lo que se gana, se gasta en el día. Es como una expresión popular que hay por acá que dice: ‘Volador hecho [cohete lanzado], volador quemado’; o como el título de una canción de Juanes, La vida es un ratico”.

Eso, sin embargo, no significa que vivan a todo trapo, rodeados de las míticas riquezas del narcotráfico, sino que su vida corre rápidamente hacia una muerte inmediata, amarrados a la miseria y sin mejor camino que delinquir. El cura, que conoce sicarios de todas las edades y de todos los puntos de la ciudad, dice que por lo general son personas frustradas, perfectamente conscientes de que han nacido para morir en “la guerra”, como le llaman ellos a lo que las autoridades colombianas y los analistas definen como “el conflicto”.

Federico Ríos, el reportero colombiano que hizo las fotografías que ilustran este reportaje, habló durante meses con los chicos de las bandas para entender su mundo y ganarse su confianza. Le parecieron “serios, apagados, como amargados, ensimismados, sin chispa”. Según Ríos, su día a día consiste en hacer lo que les mandan mientras esperan el momento de que les den un balazo. En una de sus charlas con los sicarios, Ríos le preguntó a un pandillero de 16 años qué le gustaría ser en la vida. “Camellador de busero [ayudante de un conductor de autobús]. Ese es el sueño mío”, respondió el sicario.

El fotógrafo Federico Ríos, que pasó meses con los sicarios, los describe como «serios, apagados, amargados, sin chispa»

Pero el chico, por lo que le dijo a Ríos, tiene claro que no llegará a eso, que su futuro es terminar su vida cumpliendo con sus obligaciones: “Hasta el fin”, dice, “hasta que me maten. O mato, o caigo”. Y lo resume con una idea vacía: “Como dice el dicho, el que muere queda así”.

Para los jóvenes sicarios de Medellín, matar o morir no tiene ningún significado, es un hecho sin más, algo que se hace o se padece por necesidad, una función técnica y un destino obligado. “Es la pérdida del concepto de lo humano”, reflexiona Carlos Ángel Arboleda, de 61 años, sacerdote y profesor de doctrina social de la Iglesia de la Universidad Pontificia de Medellín. Él recuerda que en los primeros tiempos del narco, en la década de los ochenta, los asesinos a sueldo eran adultos de raíz campesina y con un pensamiento católico tradicional —básico pero sólido— que les hacía sentir de otra forma lo que hacían. “El primer sicario tenía una religiosidad popular muy fuerte”, explica. “Era consciente de que matar era pecado, pero le valía para conseguir dinero para la casa y para sacar a la mamá de la pobreza”.

El padre Velásquez entiende que esa correa de transmisión de valores tradicionales se ha ido cortando por la descomposición de las familias humildes, causada en parte por la rápida incorporación de las mujeres al mercado laboral. Según Diego Herrera, miembro del Instituto Popular de Capacitación, una ONG local, en la ciudad se ha producido desde los años noventa una transformación industrial que ha convertido las fábricas tradicionales, de textiles y de alimentos, en nichos laborales de segunda clase para ciudadanos pobres y sin formación: en un 80% de los casos son mujeres, muchas de ellas madres solteras o adolescentes con hijos recién nacidos.

La Personería de Medellín, una oficina pública de defensa de los derechos civiles, alertó en un informe de 2011 de que las mujeres de las barriadas ganan entre uno y cinco euros a la jornada. El paro ronda el 12% en toda la ciudad, pero en algunos barrios pobres llega al 40%, y la mitad de los ciudadanos que aparecen en las estadísticas como trabajadores tiene un contrato informal, sin prestaciones sociales ni derecho a una pensión.

Mientras tanto, la economía formal prospera. Medellín es la ciudad colombiana mejor valorada internacionalmente como destino de negocios, según explica Max Yuri Gil, sociólogo de la Universidad de Antioquia, y tiene éxito como lugar de servicios, desde los turísticos hasta otros más singulares, como la cirugía estética. También es la ciudad colombiana en la que mayor cantidad de riqueza se concentra en un menor número de ciudadanos. Según datos de la Personería, en 2009 la ciudad tenía 2.400.000 habitantes, de los que 900.000 eran pobres, y unos 250.000, indigentes.

«Padre, yo ya no tengo salvación, yo estoy muy mal, a mí ya ni siquiera Dios me perdona», le dicen los chicos al cura

Un informe de 2011 de la Veeduría de Medellín, una organización civil, preguntaba por la causa de esta desigualdad social, y a continuación invitaba a la lectura de algunas frases de un manual de inversión publicado en 2006 por el propio Ayuntamiento de Medellín: “El salario mínimo en Colombia es uno de los más bajos de los países latinoamericanos (…). Colombia tiene uno de los regímenes laborales más flexibles de América Latina (…). Con una jornada laboral diurna extendida desde las 6 a. m. hasta las 10 p. m., el empleador puede contratar dos turnos sin necesidad de pagar horas extra (…). Modalidad de contratación de aprendices sin vinculación laboral con la empresa: el empleador no tiene obligación de pagar prestaciones sociales (…). Colombia presenta costes de despido sin justa causa considerablemente inferiores a países como México, Argentina, Guatemala y Brasil”.

Medellín evoluciona, pero no logra incorporar al desarrollo a la mayoría de sus ciudadanos. “Aquí la economía sube y la gente pasa cada vez más hambre”, dice el padre Velásquez.

En ese contexto, las mujeres han dejado de ser amas de casa y educadoras primarias, y sus hijos se han quedado solos, entre un hogar vacío y un ambiente callejero que los atrapa desde la infancia. “Los niños son educados por los combos”, afirma el profesor Arboleda. Es la misma idea que transmite Velásquez, que la función maternal de crianza ha sido suplantada por una socialización criminal. “Para los muchachos, pertenecer al grupo no es un trabajo, es una opción de vida”, dice el cura. “Encuentran el afecto y una identidad. Para ellos, el combo es un lugar en el mundo”.

En los años ochenta, durante el reinado de Pablo Escobar, por el contrario, el crimen era para los sicarios un puesto de trabajo, y su lugar en el mundo era la familia, la madre sobre todo. La religión era el esquema simbólico que amueblaba sus cabezas, un conjunto de creencias en el que la vida y la muerte adquirían un sentido trascendente. Entre el apego a la familia y la fe en el más allá, los soldados de la era de Escobar formaban parte de un mundo pobre pero estable, y esperaban de la vida algo más que un tiro en la sien. “Por entonces no tenían conciencia de vida corta”, dice el padre Velásquez. “Apenas empezaba el fenómeno del sicariato. Ellos entraban en eso con la idea de salirse luego con la plata suficiente para hacerse una casa, o comprarse una licencia de taxi, o montar cualquier otro negocio”.

Antes de que Medellín, la ciudad más católica de Colombia, se convirtiese en una ciudad latina moderna, los asesinos creían en Dios, y hasta pedían disculpas al cielo por lo que hacían en la tierra. “La confesión se consideraba un paliativo”, dice Velásquez. “El sacramento era una catarsis”.

En un municipio de las afueras había un templo que todos los martes se llenaba de gente, la iglesia de Sabaneta, donde se rendía culto a la Virgen María Auxiliadora, La Virgen de los sicarios, como la definió el escritor colombiano Fernando Vallejo en el título de su famosa novela sobre los asesinos de Medellín. Vista ahora, la obra parece un parteaguas de la cultura del sicariato: antes, la Virgen y la mamá, y después, nada.

El libro se publicó en 1993, cuando se iniciaba la transformación social y económica de la ciudad, el mismo año en que Escobar, a quien en las comunas aún llaman Don Pablo, murió en un tejado de Medellín tiroteado por la policía. Vallejo, que atendió a este diario por teléfono, recuerda que en aquel tiempo ya estaba “bajando la devoción”. Unos años después, el escritor volvió a pasar por la iglesia de Sabaneta y la encontró en decadencia.

Por entonces estaban naciendo los sicarios de hoy día, que por lo general ya no van a misa, ni se confiesan. Según el padre Velásquez, su vacío simbólico y sentimental se ahonda a medida que pasan la adolescencia y se afianzan en las estructuras criminales, que es cuando pierden cualquier resto de emoción infantil por pertenecer al mundo del crimen y asumen que solo les queda morir, que, en realidad, solo se merecen morir. “Uno los invita a ir a la misa y ellos mismos no se creen merecedores de la misericordia de Dios”, cuenta el cura. “Es una cosa triste. Te dicen: ‘Padre, yo ya no tengo salvación, yo estoy muy mal, a mí ya ni siquiera Dios me perdona”.

Cuando mueren, las familias de los muchachos de los combos prefieren enterrarlos rápido. Es más económico. Retiran su cadáver cuanto antes de la calle y lo llevan a un crematorio. Evitan así que la policía analice la escena del crimen y que los forenses escruten el cuerpo.

Aquel sicario que celebró su cumpleaños en la calle, solo, esperando a medianoche al padre Velásquez para pedirle afecto, tampoco llegó a entrar nunca en su iglesia. Un año más tarde murió tiroteado. El sacerdote recuerda que nadie le hizo un funeral.

Vea el video: http://elpais.com/internacional/2012/04/04/actualidad/1333550793_104937.html

Fuente: http://prensarural.org/spip/spip.php?article7908

Alerta por criminalización del movimiento indígena en América Latina


Marielle Cauthin
Periodista. Colabora con Upside Down World, Zur2 y medios bolivianos
Adital

Para la CIDH es sintomático que atropellos contra los derechos humanos, hostigamiento, agresión y ataques van en aumento a medida que se incrementan los conflictos con «sectores de gran poder económico, como lo son las empresas que lideran proyectos de las industrias extractivas”; de hecho, la CIDH ha ubicado los conflictos sobre megaproyectos en la misma categoría de países con quiebres democráticos, conflicto armado interno o enfrentamiento con grupos del crimen organizado.

Golpistas, terroristas, opositores y saboteadores, entre otros han sido los calificativos que gobiernos de la región han usado estos últimos años para referirse a las acciones del movimiento indígena en Sudamérica; consecuente con esto, líderes indígenas, activistas y organizaciones de apoyo en su defensa han denunciado ser víctimas de persecución política y judicial, a tal extremo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha hecho una mención especial a la situación de riesgo de líderes y lideresas indígenas e hizo pública su preocupación sobre las sistemáticas agresiones, amenazas y actos de hostigamiento que padecen[1].

Las cifras demuestran la magnitud de estas aseveraciones: organizaciones indígenas de Ecuador denuncian el procesamiento de 194 indígenas por sabotaje y terrorismo; mientras en Bolivia 24 altos dirigentes y dirigentas indígenas y no indígenas -que participaron de una marcha en 2011- son investigados por delitos de secuestro e intento de homicidio. A esto se suman situaciones crónicas como la peruana: los últimos diez años se han abierto procesos penales contra decenas de dirigentes y campesinos peruanos por delitos de secuestro, lesiones y daños a la propiedad provocados durante manifestaciones contra empresas privadas; por la misma causa en Chile más de cien mapuches han sido acusados al amparo de la Ley Antiterrorista y se han abierto causas contra el pueblo Rapa Nui.

En ese contexto no suena ajena la posición pública de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI)[2] -que aglutina a Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú- que ha exigido públicamente el 15 de marzo pasado el cese de la criminalización y persecución de indígenas, la anulación de procesos y la dotación de garantías para el ejercicio de sus derechos, entre ellos el derecho a la protesta. Para la CIDH, «la persistencia de los ataques” buscan «reducir las actividades de defensa y protección de territorios y recursos naturales, así como la defensa del derecho a la autonomía e identidad cultural” de los pueblos indígenas, ataques se dan a través de la criminalización, la intimidación y la estigmatización.

Intereses de izquierda, de derecha y de las transnacionales

Con el tiempo se ha hecho evidente la ruptura del pacto político y las alianzas entre el movimiento indígena y gobiernos como el boliviano, el ecuatoriano, el brasileño e incluso el peruano, los cuatro países de amplia población indígena. De hecho presidentes como Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) se apoyaron en estos movimientos electoral y discursivamente, los comprometieron en procesos constituyentes y les reafirmaron el cumplimiento de derechos colectivos, pero han sido los primeros en poner límites a las prerrogativas indígenas a favor de proyectos de inversión extranjera en sus territorios.

En otras palabras, no se han modificado la lógica de contraponer intereses privados en desmedro de los derechos colectivos. En ese sentido, el movimiento indígena se enfrenta a millonarios proyectos de infraestructura, privatización del agua, concesiones petroleras, gasíferas, mineras y forestales, e incluso cuestiona la tenencia y distribución de la tierra: en Bolivia se enfrentan a un proyecto carretero de 400 millones de dólares que atraviesa el territorio indígena TIPNIS, en Perú se oponen a la explotación de oro por la minera Yanacocha que invertirá 4.800 millones en Cajamarca y en Brasil buscan evitar la construcción de una hidroeléctrica que costará 11.000 millones de dólares, entre otros casos.

Para la CIDH es sintomático que atropellos contra los derechos humanos, hostigamiento, agresión y ataques van en aumento a medida que se incrementan los conflictos con «sectores de gran poder económico, como lo son las empresas que lideran proyectos de las industrias extractivas”; de hecho, la CIDH ha ubicado los conflictos sobre megaproyectos en la misma categoría de países con quiebres democráticos, conflicto armado interno o enfrentamiento con grupos del crimen organizado.

Al mismo tiempo, esta situación de vulnerabilidad se incrementa con la paulatina militarización de territorios indígenas y violencia policial como se ve en los casos de Bolivia, Chile y Colombia. En Bolivia el territorio indígena del TIPNIS ha denunciado la invasión de la Armada Naval para intimidar y perseguir a la dirigencia[3]: «Ahora vinieron al TIPNIS a militarizarlo, a dar miedo a la gente humilde como nosotros”, denunciaba la dirigenta Miriam Yubanore. En tanto que en Chile el pasado 23 de marzo, 30 policías y 15 funcionarios municipales desalojaron «en forma muy violenta» a un comunario de Tekel Mapu, pero estos casos de violencia policial son recurrentes para los mapuche y las organizaciones que defienden sus derechos: «es un tema triste y avergonzante para la sociedad chilena», dijo la ONG Comisión Ética contra la Tortura[4], ya que en 2010 sucedió otra violenta represión contra el pueblo rapa nui. En Colombia la situación de los grupos armados en conflicto y la militarización de las zonas rurales ha desencadenado en muertes y desplazamientos de indígenas.

Ecuador y Bolivia: dos marchas nacionales denuncian persecución

Las últimas acusaciones en Ecuador ocurrieron con motivo de la Marcha Plurinacional por la Vida, el Agua y la Dignidad de los Pueblos, que llegó a Quito el 22 de marzo. En operativos realizados días antes de iniciarse la marcha, el Gobierno detuvo a una decena de jóvenes (estudiantes y activistas) y los acusó de planificar actos sediciosos y de pertenecer a grupos subversivos irregulares. En su defensa los detenidos sostuvieron que son simpatizantes y militantes del Partido Marxista Leninista Ecuatoriano (PMLE), vinculado al partido Movimiento Popular Democrático (MPD), como declarara el director del MPD, Luis Villacís.

No solo organizaciones políticas que apoyan al movimiento indígena son acusadas, Humberto Cholando, principal dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), ha dicho que una de las demandas de la marcha es el cese de la criminalización y judicialización de 194 indígenas, y señaló que el gobierno en lugar de atender sus demandas «se apresuró a calificar la marcha de ‘golpista’, de ‘intento de desestabilización del régimen’ y ‘desestabilizar la democracia’”[5]. Estas mismas quejas fueron elevadas ante la veeduría internacional del exjuez Baltazar Garzón por las organizaciones indígenas CONAIE, Ecuarunari y Pachakutik que representan a pueblos indígenas amazónicos, de costa y sierra.

En la misma lógica, en Bolivia en este momento 24 dirigentes indígenas entre hombres y mujeres de los pueblos mojeño, yuracaré, chimán, quechua, aymara, guaraní, entre otros, además de la fundadora de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) y otros defensores y activistas de derechos indígenas forman parte de la investigación judicial del gobierno por el delito de «tentativa de homicidio” y «lesiones graves y leves”. Esta acusación se basa en los hechos ocurridos entre el 24 y 25 de septiembre de 2011 mientras se desarrollaba la VIII Marcha en Defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), que logró una Ley que prohíbe la construcción de la millonaria carretera que atravesaría su territorio y comprometería su hábitat, este proyecto es financiado por Brasil y ejecutado por la empresa brasileña OAS. Mientras el gobierno boliviano los acusa de estos delitos, los indígenas acusan al gobierno por la violenta represión policial del día 25, en la que 600 policías gasificaron, torturaron, agredieron y secuestraron a dirigentes y a más de 800 marchistas.

Organizaciones como la Central de Pueblos Étnicos Moxeños del Beni (CPEMB) y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) denunciaron en varias resoluciones las «acciones de amedrentamiento y persecución de la Fiscalía” contra indígenas, «por delitos que nunca cometieron ni se dieron en la realidad”. El ex dirigente de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), Celso Padilla, ha denunciado hostigamiento y persecución política ante el Concejo Continental del Pueblo Guaraní que agrupa a Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia: «en Bolivia hay una coyuntura represiva de los principales líderes y quien habla es uno de los blancos del gobierno”, sostuvo.

En ambos casos los gobiernos de turno han desmentido o minimizado los actos de criminalización del movimiento indígena, incluso apelando a calificativos que desmerecen a la dignidad indígena: el presidente Correa se ha referido a los indígenas participantes de la marcha como «cuatro emponchados y emplumados”[6]. Estas declaraciones no son distintas a las que Evo Morales hiciera respecto a las indígenas que se oponen a la carretera a través de su territorio, incitando a seducirlas para que acepten el proyecto: «conquistar a las compañeras yuracarés trinitarias para que no se opongan a la construcción del camino”[7], dijo.

Perú y Chile: pugnas contra intereses privados

La CAOI también ha denunciado que existen decenas de dirigentes y comunarios peruanos víctimas de persecución policial y con procesos penales en su contra por participar en protestas antimineras. Entre diciembre de 2011 y marzo de 2012 se arrestaron a dirigentes del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca y de la Plataforma Institucional de Celendin[8], acusados de «atentar contra los servicios públicos, producto de la protesta social» contra el proyecto minero Conga de la empresa Yanacocha, que planea drenar cuatro lagunas. El presidente del Consejo Regional, Elzer Elera López, denunció que habría un plan de detención de personas, autoridades y líderes sociales.

Previo a estos nuevos conflictos, la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI) ha recordado su preocupación por el proceso que se sigue a 17 campesinos por participar en una movilización en defensa de más de 80 ojos de agua en Condorhuain en 2008, durante el gobierno de Alan García. El pronunciamiento de las organizaciones sostiene: «en represalia de nuestra defensa por el agua, ahora somos víctimas de persecución penal. Nos acusan de secuestro, lesiones, daños a la propiedad y otros delitos, pretendiendo imponernos 30 años de cárcel”[9].

En contrapartida, el problema de criminalización y represión en Chile se ha agudizado por los atropellos que sufren las comunidades indígenas mapuche: redadas policiales, allanamientos y represión con uso de balines y gases. A esto se suma la aplicación y vigencia de la Ley Antiterrorismo, norma en la que se ampara gran parte de los juicios iniciados contra los mapuche por delitos comunes y por los cuales se les da el trato judicial de terroristas, ha denunciado la ONG Human Rights Watch. Según estimaciones, tan solo en el gobierno de Ricardo Lagos (2000 – 2006) la Ley fue aplicada 11 veces, de las cuales 10 se la utilizó contra el pueblo mapuche; de hecho, 108 indígenas han sido acusados bajo esta Ley y -hasta 2011- 10 fueron condenados[10].

Uno de estos casos es el que en 2008 involucró a 17 mapuches de una comunidad cercana a la orilla del lago Lleulleu en la región del Bio Bio, por el reclamo a privados de la devolución de tierras que ellos asumen como propiedad ancestral. Casos similares son la condena contra un dirigente en conflicto con la represa hidroeléctrica Ralco en los Altos del Bio Bio y el vocero de la comunidad Huilliche Pepiukelen, enjuiciado en 2010 por la empresa salmonera Los Fiordos, acusada de contaminar ríos y lagos. Esta semana 10 mapuche (dos menores de edad) comienzan un juicio por «robo con intimidación de carácter terrorista, incendio terrorista y asociación ilícita terrorista» en Victoria, de ser hallados culpables pagarían una pena de 25 años.

La CIDH ha denunciado el caso ocurrido en julio de 2010, cuando cerca de 70 personas del pueblo rapa nui -que ocupaban la plaza Riro Kainga como acto de protesta por derechos ancestrales territoriales- fueron desalojadas por un centenar de carabineros armados, fueron golpeados mujeres y niños. En este caso, la Comisión otorgó medidas cautelares a favor del pueblo Rapa Nui y exigió al Estado chileno cesar la violencia armada, acciones judiciales y desalojos.

Brasil y Colombia, otras formas de violencia contra los indígenas

En Brasil y Colombia hay una situación de vulneración de derechos humanos por terceros. En Colombia, es persistente la amenaza de las ejecuciones extrajudiciales, muertes de civiles (campesinos e indígenas) por militares que falsamente los asocian a grupos insurgentes o guerrilleros y obtienen réditos por esto[11], los casos más conocidos son los homicidios de los indígenas Wayúu, aunque a lo largo de 2010 la CIDH ha denunciado los casos de asesinatos de dirigentes de los pueblos Nasa, Wayúu, Sikuani, Pasto, Embera-Chamí y la dirigenta del pueblo U’wa.

En marzo, la Corte Constitucional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenaron al Estado colombiano proteger a los indígenas Awá amenazados por grupos armados en conflicto en la guerra en Nariño, enfrentamiento que este año ha dado como saldo varias desapariciones y asesinatos, además del desplazamiento de 800 personas. Aunque la respuesta del gobierno es incrementar la militarización, los indígenas la rechazan: «Ellos creen que la solución de las cosas se limita a enviar más tropa a la región, pero eso en vez de darnos seguridad, nos expone aún más al peligro del conflicto», declaró el líder, Alex Guanga[12].

En Brasil, el líder de los guaraní-kaiowá en el estado de Mato Grosso do Sul fue asesinado en 2003 y este 2012 el juez absolvió a los presunto homicidas, acusados de tortura por otros seis dirigentes. La muerte sucedió cuando cerca de 40 hombres armados golpearon a varios líderes indígenas que demandaban las tierras de un hacendado, situación recurrente en esta región pues los hacendados buscan ampliar sus tierras en predios guaraníes. Pero los indígenas no solo se enfrentan a hacendados y grupos armados, recientemente los indígenas Kayapó y otros pueblos se han enfrentado al gobierno brasileño para detener la construcción de la hidroeléctrica Belo Monte[13] que compromete su hábitat, ya que inundará un área que los obligará con el tiempo a éxodos masivos. La portavoz indígena Vera Glass sostuvo: «Las presas causarán daños culturales, sociales y medioambientales irreversibles. Nos están tratando como a animales”. La OIT ha declarado que el gobierno violó el Convenio 169 porque no se consultó a los indígenas sobre esta construcción y la pugna continúa.

¿Hacia el movimiento internacionalista indígena?

Pero desde otra óptica, estos conflictos y la nueva coyuntura política en la región están significando un desafío para la internacionalización e independencia del movimiento indígena en América del Sur y el fortalecimiento de sus alianzas, como la Coordinadora de Organizaciones Indígenas Andinas (cuatro países), el Concejo Continental del Pueblo Guaraní (cuatro países) y la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (nueve países), que han comenzado a afianzar nexos de solidaridad con activistas, artistas e intelectuales e instituciones, firmando peticiones, organizando acciones, etc.

Al mismo tiempo, gran parte de los conflictos están ubicando al movimiento indígena en un contexto no solo de legítima defensa de sus derechos político y culturales, de la ética medioambiental, de los cuestionamientos de modos de desarrollo de saqueo versus modos de desarrollo sustentables; sino que los pueblos indígenas movilizados se van convirtiendo en un actor fundamental para «la consolidación del Estado de Derecho y el fortalecimiento de la democracia”, como lo dice la CIDH.

Más allá, nuevamente el movimiento indígena se encuentra en un momento decisivo para demostrar si es capaz de construir una agenda propia de contra poder, a sabiendas que sus antes aliados, los gobiernos de corte progresista, no van a profundizar las reivindicaciones históricas de tierra, territorio y soberanía y autogobierno; sino que son gobiernos de continuidad del sometimiento al extractivismo neoliberal a favor de empresas transnacionales y potencias internacionales, como denuncian Quechua, Guaraní, Aymara, Mapuche, Awá, Wayú, Moxeño, Yuracaré o Kayapó.

Notas:

[1] Segundo Informe Sobre la Situación de las Defensoras y los Defensores de Derechos Humanos en las Américas (28/03/2012), en: http://www.oas.org/es/cidh/defensores/docs/pdf/defensores2011.pdf
[2] Pronunciamiento de las organizaciones indígenas andinas (15/03/12), en:http://www.coordinadoracaoi.org/
[3] Ex viceministro denuncia militarización del Tipnis (12/03/12), en: http://lapatriaenlinea.com/?nota=100621
[4] ONG denuncia violencia policial contra mapuches (15/1/12), en:http://noticias.aollatino.com/2012/01/15/chile-ong-denuncia-violencia-policial-contra-mapuches/ – (27/03/12)Denuncian violento desalojo a mapuches: http://www.anbariloche.com.ar/noticia.php?nota=27261
[5] Carta al pueblo ecuatoriano (19/03/12), en: http://www.ecuadorinmediato.com/index.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=169356&umt=10h20_movilizacion_indigena_llega_hoy_a_latacunga_conaie_entrega_carta_al_pueblo_ecuatoriano
[6] Indígenas denuncian persecución y siguen su marcha a Quito (14/03/12), en:http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101298249/1/Ind%C3%ADgenas_denuncian_persecuci%C3%B3n_y_siguen_su_marcha_a_Quito.html
[7] Mujeres le exigen a Evo una disculpa pública por sus declaraciones «machistas» (04/08/11), en:http://www.paginasiete.bo/2011-08-04/Sociedad/Destacados/MUJERES.aspx
[8] Detienen en Perú a siete dirigentes antimineros de Cajamarca (06/03/12), en:http://exwebserv.telesurtv.net//secciones/noticias/101292-NN/detienen-en-peru-a-siete-dirigentes-antimineros-de-cajamarca/
[9] Deficiencias en Acusación Fiscal retrasan Juicio Oral a procesados del caso Condorhuain (21/03/12), en: http://www.conacami.pe/2012/03/deficiencias-en-acusacion-fiscal.html
[10] Usan en Chile leyes antiterrorismo contra indios mapuche, en:http://noticias.latino.msn.com/latinoamerica/chile/usan-en-chile-leyes-antiterrorismo-contra-indios-mapuche-80
[11] Estarían involucrados en la presunta ejecución extrajudicial de dos indígenas de la comunidad Wayúu (27/07/11), en: http://www.eltiempo.com/justicia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10025406.html
[12] Las voces awá en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Víctimas (22/03/12), en:http://www.verdadabierta.com/component/content/article/40-masacres/3950-las-voces-awa-en-la-comision-interamericana-de-derechos-humanos/
[13] Organismo de la ONU dice que Brasil viola los derechos indígenas (26/03/12), en:http://www.survival.es/noticias/8226

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=65903

COLOMBIA: Manifiesto por la paz, hasta la última gota de nuestros sueños


Varias organizaciones
Adital

Existe en el corazón de América un refugio humano abrazado a tres cordilleras, arrullado por exuberantes valles, frondosas selvas, y bañado por dos océanos. Manantiales y caudalosos ríos convierten las tierras en prodigios de fertilidad, culminando al sur en la Amazonía: lo que convierte a Colombia en objeto de grandes codicias. Y desde ahí empieza el martirio de un pueblo: desde la cartografía de la codicia de un puñado. Colombia, a pesar de tenerlo todo para hacer posible la vida digna de la totalidad de sus 48 millones de habitantes, padece una élite continuadora de la violencia colonial, que se atornilla en el poder local ofertando las riquezas del país al poder transnacional, condenando al pueblo a una sangrienta historia de despojos. Hemos olvidado ya cuántas generaciones no han conocido jamás un asomo de paz, ni voluntad de los gobernantes para permitir que sobre este suelo habite por fin una democracia real, no una pantomima macabra de rituales de urnas que pierden su sustancia democrática ante el exterminio contra la oposición política. A fuerza de represión incesante para apagar el germen de la dignidad, los gobernantes han pretendido forzarnos a enterrar en las profundidades del dolor nuestros gritos de apabullada humanidad.

1. Hacemos de la empatía social el primer paso hacia una verdadera paz

Nosotros hemos decidido conjugar el sentir de nuestro pueblo a la primera persona del plural, porque somos pluralidad, y porque hacemos de la empatía social el primer paso hacia una verdadera paz: el sentir de nuestro pueblo clama justicia en la voz de sus desterrados, despojados, empobrecidos, marginados, desaparecidos, encarcelados, amordazados, torturados, asesinados. Y nosotros decidimos ser ‘nosotros’ también con nuestros presos y muertos: porque si bien la violencia de una intolerante élite ha pretendido borrar sus ideas y sus sueños eliminándolos físicamente o separándolos de nosotros mediante rejas abyectas, en nosotros siguen vivas sus ansias de justicia y dignidad.

2. Terror que configura el latifundio a favor del gran capital

El 68% de los colombianos vivimos en la pobreza, ocho millones de nosotros deambulamos por las calles en la indigencia. Más de 5 millones hemos sido desplazados violentamente por las fuerzas represivas oficiales o paramilitares que colaboran fielmente con el regimiento militar. Hemos sido sometidos al terror que configura el latifundio a favor del gran capital transnacional, en detrimento de nuestras condiciones de sobrevivencia y dignidad, en detrimento de la soberanía alimentaria, y de la paz. Masacres, bombardeos, aspersiones y envenenamientos del suelo y del agua, preceden nuestras enlutadas marchas de destierro forzado. Nosotros los campesinos, los afrodescendientes, los indígenas que hemos intentado vivir en los suelos de nuestros ancestros, hemos sido exiliados.
Reventamos de dolor porque ya se ha rebasado el límite de resignación al sufrimiento. Cuando protestamos sufrimos exterminio, o somos sometidos al ostracismo y al silencio que impone el terror estatal.

3. Abrir los espacios de tolerancia a la reivindicación social, para hablar de paz

Somos ocho mil presos políticos a quienes se nos violentan todos los derechos humanos, ocho mil que gritamos en medio de la indiferencia de esta sociedad amordazada y empujada a la alienación, que gritamos bajo las torturas aberrantes que la dignidad no se arranca como se nos arrancan las uñas, que las rejas no impiden que los sueños existan. La institución carcelaria que denunciamos como campo de exterminio de la reivindicación social, llega incluso a denegarnos la asistencia médica como forma de tortura, empujándonos a la muerte. La organización social, el pensamiento crítico, el estudio de la historia y la sociedad colombiana han sido proscritos; a los defensores de los derechos humanos, a los sindicalistas, a los intelectuales críticos, a los artistas comprometidos con su entorno, a los ambientalistas, a los líderes comunitarios, a los campesinos, se nos considera criminales y «terroristas”.

Somos defensores de la paz, y se nos acalla por no estar de acuerdo con que decenas de miles de niños mueran anualmente en Colombia por desnutrición, falta de agua potable y enfermedades curables; por reclamar una educación gratuita que se piense para la soberanía, por reclamar que la salud sea un derecho y no una mercancía, por alzar nuestras voces contra el saqueo de nuestros recursos. Hay una guerra estatal contra el pensamiento y la empatía: nos asesinan las fuerzas represivas oficiales o las paraestatales sin que hayamos siquiera empuñado las armas. Infinitas voces yacen en las fosas comunes, otras tantas quedan esparcidas en el pavimento entre los charcos de sangre que dejan los sicarios pagados para eliminar la voz disidente.

4. La guerra de la que no se habla: la guerra sucia

Los civiles estamos siendo diezmados por la guerra sucia: el terrorismo de estado es también parte de la guerra, esa parte que nunca se nombra en los mass-media y que sin embargo representa el raudal más caudaloso del baño de sangre. La llave de la paz es exigir que cese la práctica estatal de exterminar la participación política civil, porque al verse esta participación política arrinconada de manera sistemática, los medios de reivindicación social devienen armados.

No somos «la democracia más antigua de América Latina” porque no la hemos conocido. Se nos obliga a callar para que seamos cómplices de la sanguinaria «Seguridad”, que no es otra cosa que la seguridad para que ejerzan el saqueo las transnacionales sin tener que escuchar la justa reivindicación popular; una «seguridad” que se traduce en violación de la soberanía alimentaria para las mayorías.

5. Intervencionismo de EEUU apuntala la guerra y es peligro regional

Los mismos que han convertido a una parte de los empobrecidos de Colombia en carne de cañón para proteger los intereses de las transnacionales y de una minoría criolla, permiten la instalación de la amenaza imperialista contra nuestros hermanos de la región. Hemos sido condenados a renunciar a la soberanía que heredamos de las campañas libertadoras del siglo XIX, y asistimos a la instalación de bases militares estadounidenses, desde donde se imponen las doctrinas de apisonamiento de los derechos humanos y el manejo del narcotráfico como una herramienta más de dominación. Los estadounidenses gozan de total impunidad para los crímenes que cometan en Colombia, en virtud de la inmunidad que les es otorgada por el estado colombiano. Los EEUU justifican su intervencionismo bajo el pretexto de la «lucha contra el narcotráfico”, cuando en realidad éste fortalece sus mismas arcas y asimismo a un gobierno y a sus estructuras narcoparamilitares, a la par que criminalizan al campesino cultivador de la hoja de Coca a sabiendas que ésta no es cocaína.

6. La paz no es degradar en extremo al opositor

Son los mismos gobernantes que posan exhibiendo manos cortadas y lanzan carcajadas de júbilo al lado de cadáveres, los que pretenden convertirnos a todos en aplaudidores del exterminio. Son los mismos gobernantes que han puesto tarifas a la vida, impulsando los mal llamados ‘falsos positivos’ que no son otra cosa que asesinatos de civiles para implementar los montajes militaro-mediáticos para la guerra sicológica: usando los cadáveres para el exhibicionismo necrofílico que busca degradar al opositor al presentarlo en bolsas negras, como pedazo de carne. Nosotros decimos que las y los colombianos no son pedazos de carne, y rechazamos dicha estrategia del terror estatal que enferma a la sociedad entera, degradando la ética. Se alza el clamor por una paz con justicia social para las mayorías: una paz que nazca del debate conjunto.

7. Negociación política, cambios estructurales, cuestionar el modelo económico

La solución política es el clamor del pueblo colombiano: implementar cambios estructurales de fondo que eliminen las condiciones de despojo, desigualdad y exclusión que han dado lugar a las múltiples formas de resistencia. Urge una verdadera reforma agraria, urge la cesación de la práctica estatal de exterminar la oposición política, el desmonte de la estrategia paramilitar, la cesación de la entrega del país en concesiones a multinacionales (el 40% del país está hoy pedido por multinacionales mineras), el fin del sometimiento a la bota estadounidense. Se trata de replantear el modelo de desarrollo de la sociedad colombiana: el ser una economía dependiente, concebida como una bodega de recursos, con un desarrollo endógeno nulo, es el gen de la guerra.

No se trata de una negociación superficial, ni de negociar prebendas a la ‘reinserción’ para los insurgentes, que lo único que haría sería reinsertar a miles de mujeres y hombres a la pesadilla del hambre que crece a diario en los cinturones de miseria de las ciudades. Tampoco se trata de negociar una ‘reinserción’ para avalar que luego miles de ‘reinsertados’ sufran el exterminio estando inermes, como ya ha sucedido más de una vez en la historia de Colombia. Apelamos a la responsabilidad social e histórica: no queremos avalar otro genocidio descomunal, ni podemos pretender que el campesino despojado se resigne a la indignidad.

8. Redefinir las partes en conflicto con una visión integral, para caminar hacia la paz

La paz no es un acuerdo solamente entre el gobierno y las guerrillas,porque las partes en este conflicto van más allá de esa definición estrecha que lo único que busca es quitarle su carácter esencialmente social y económico al conflicto: las partes somos todos los colombianos; también consideramos parte del conflicto a las transnacionales que se benefician del despojo fomentando masacres y desplazamientos poblacionales; a los Estados Unidos que constantemente intervienen en nuestros asuntos. Uno de los puntos medulares del problema es el negocio gigantesco que el complejo militar-industrial estadounidense y europeo tiene con el gobierno colombiano: la compra de aparatos de destrucción es financiada por el erario público, y por una creciente deuda externa que se le endosa de manera ilegítima a todo el pueblo colombiano.

9. Por la paz con justicia social hasta la última gota de nuestros sueños

No creemos en acuerdos que se basen sólo en la entrega de armas, porque lo que sustentaría una verdadera paz en Colombia sería que los codiciosos depusieran su codicia, cesaran la depredación de los recursos de Colombia a costa del despojo y genocidio contra sus gentes. Para la paz haría falta que el latifundio, las transnacionales, el estamento militar, desactivaran su herramienta paramilitar; y que cesaran definitivamente las pretensiones del fuero penal militar y demás artimañas del lúgubre aparato de impunidad que perpetúa el horror. El gasto militar es descomunal: más de 12.000 millones de dólares anuales; para la paz reclamamos que esta suma sea invertida en salud, educación, vivienda, desarrollo endógeno.

Queremos poder participar en el debate político amplio, en la construcción social sin ser asesinados; queremos que cese el exterminio contra la reivindicación social, que sean liberados los presos políticos, que cese la desaparición forzada… Son algunos pasos.

Nuestra intención es acercarles al sueño de un pueblo, que a fuerza de terrores se ha tardado en nacer. Hacemos un llamado a la opinión pública internacional para que se solidarice con el pueblo colombiano, y lo acompañe en un proceso de negociación política del conflicto social y armado. Entendemos que el conflicto es ante todo social, y deviene armado ante la intolerancia política del estado, y que la guerra en Colombia tiene su principal factor de durabilidad en la alimentación que los Estados Unidos suplen a los aparatos del Estado.

En el corazón de América, al son de tambores, de gaitas, acordeones, el alma de un pueblo danza; custodia en la policromía de su piel milenios de historia; guarda recónditos saberes susurrados por las selvas. Un pueblo llora sobre las tumbas desparramadas en su latitud silente. Latiendo está Colombia con una geografía repleta de cantarinas cascadas, de multitud de verdes; se enrisca, se extiende, se oculta selvática, se asoma abisal y oceánica; nada en ella es avaricia, es toda abundancia; su pueblo clama por vivir dignamente en el paraíso que unos pocos pretenden atesorar: «¡POR LA PAZ, HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE NUESTROS SUEÑOS!”

Primeras firmas:

Mundo

Atilio A. Boron, politólogo argentino
Santiago Alba Rico, escritor, España
Franck Gaudichaud, Catedrático. Francia
Bernard Duterme, Sociólogo, director del Centro Tricontinental (CETRI) basado en Louvain-la-Neuve, Bélgica
Fausto Giudice, escritor y traductor. Miembro fundador de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística
Michel Collon, periodista, Bélgica
Luis Casado, escritor, Editor de Politika, Chile, colaborador de La Pluma
PAIZ (Partido de Izquierda) Chile
Salvador Muñoz Kochansky, Presidente PAIZ (Partido de Izquierda). Chile
Camilo Navarro, Sociólogo. Miembro Dirección PAIZ. Chile
Luis Alberto Jaqui Muñoz. Administrador Público. Universidad de Santiago de Chile (Ex UTE). Coordinador Nacional Estudiantil PAIZ (Partido de Izquierda). Chile
Silvia Cattori – Periodista. Suiza
Carlos Aznárez, periodista, director de Resumen Latinoamericano, Argentina
José Bustos, periodista argentino residente en Francia, colaborador de La Pluma
Manuel Talens, novelista, traductor y articulista, miembro fundador de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística.
Renán Vega Cantor, historiador. Profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional, de Bogotá, Colombia. Premio Libertador, Venezuela, 2008
Miguel Ángel Beltrán V., Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia y perseguido político
Víctor Montoya, escritor boliviano
Carlos (Koldo) Campos Sagaseta de Ilúrdoz, Poeta, dramaturgo y columnista, Republica Dominicana
Ossaba, Artista Plástico, Colaborador de La Pluma. Francia
María Piedad Ossaba, periodista, directora de La Pluma. Francia
Lilliam Eugenia Gómez, Ph.D. Eco-Etología, IA. Colaboradora de La Pluma Colombia.
Álvaro Lopera, Ingeniero químico, Colaborador de La Pluma Colombia.
Juan Diego García, Doctor en Sociología, Colaborador de La Pluma. España
Marta Lucía Fernández, filósofa, Colaboradora de La Pluma. Colombia.
Jorge Eliécer Mejía Diez, abogado colombiano, colaborador de La Pluma. Bélgica
Azalea Robles, periodista, poeta. Colaboradora de La Pluma y de otros medios
Lía Isabel Alvear. Ingeniera Agrónoma. Colaboradora de La Pluma. Colombia.
Rafael Enciso Patiño, Economista Investigador. Colaborador de La Pluma. Venezuela
Matiz, artista colombiano. Colaborador de La pluma. Bélgica
Éric Meyleuc poeta, escritor, hombre de teatro y militante sindical. Francia
Salvador López Arnal, colaborador de rebelión y El Viejo Topo.
Elio Ríos Serrano, médico, ambientalista y escritor. Maracaibo, Venezuela
Gilberto López y Rivas, Profesor-Investigador Instituto Nacional de Antropología e Historia, Cuernavaca, Morelos, México
Pedro Vianna, poeta, escritor, hombre de teatro y militante asociativo. Francia
Cristina Castello- Poeta y periodista argentina residente en Francia
André Chenet. Poeta y editor de revistas. Francia
Sandrine Féraud. Poeta. Francia
Cédric Rutter, periodista. Bélgica
David Acera Rodríguez, actor. Asturias (España)
Sinfo Fernández Navarro, Traductora Rebelion.org. Madrid
Susana Merino, Traductora Rebelión. Buenos Aires, Argentina
Agustín Velloso, profesor de la UNED. Madrid
Rosina Valcárcel, escritora, Lima, Perú
José Antonio Gutiérrez D. analista político solidario con los movimientos populares de Colombia
Carlos Casanueva Troncoso, secretario general Movimiento Continental Bolivariano
Dick Emanuelsson, Reportero Suecia-Honduras
Mirian Emanuelsson, Reportera Suecia-Honduras
José Rouillon Delgado, Sociólogo-Educador Lima-Perú
Martín Almada, Defensor de los Derechos Humanos de Paraguay.
Graciela Rosenblum, presidenta Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Argentina
Annalisa Melandri, periodista. Italia
Sandra Marybel Sánchez, miembro del Colectivo de Periodistas por la Vida y la Libertad de Expresión. Honduras
Miguel Segovia Aparicio, Poeta. Barcelona, España
Badi Baltazar, escritor. Bélgica
Antón Gómez-Reino Varela, Tone. Activista social. Galicia
Winston Orrillo. Premio Nacional de Cultura del Perú
Myriam Montoya, Poeta. Francia
Jaime Jiménez, abogado colombiano
Enrique Santiago Romero, abogado, ex director del CEAR. España
Hernando Calvo Ospina, periodista y escritor colombiano. Francia
Ramón Chao, periodista y escritor gallego. Francia
Jaime Corena Parra, Físico, Ingeniero Industrial y Doctor en Didáctica de las Ciencias. Venezuela
Fernando Reyes U., Economista. Venezuela
Sergio Camargo, escritor y periodista colombiano. Francia
Colectivo Regional de apoyo a Vía Campesina y Salvación agropecuaria. Colombia
Campaña Permanente por la Libertad de lxs Prisionerxs Políticxs Colombianxs, Capítulo Cono Sur
Juan Cristóbal, poeta peruano y periodista
Cristóbal González Ramírez. Periodista y profesor universitario retirado y pensionado. Colombia
Antonio Mazzeo, periodista, escritor, Italia
Mario Casasús, periodista, México
Mário Osawa, Periodista, Brasil
Félix Orlando Giraldo Giraldo, Médico. Colombia
Polo Democrático Alternativo-Seccional Suiza.
ARLAC-Suiza
Mónica Alejandra Leyton Cortes .Estudiante; Miembro del Colectivo Soberanía y Naturaleza. Colombia
Eliecer Jiménez Julio-Periodista-Suiza
Ángela Peña Marín, socióloga MsC en educación Ambiental, Colombia
Marta Eugenia Salazar Jaramillo, comunicadora social, Colombia
Diana María Peña Economista, Colombia
Adolfo León Gómez, Economista. Colombia
Héctor Castro, abogado. Francia
Elisa Norio, defensora de de derechos humanos y ambientalista. Italia
Guadalupe Rodríguez, activista e investigadora de Salva la Selva. España
Jaime Corena Parra, Físico, Ingeniero Industrial y Doctor en Didáctica de las Ciencias. Venezuela
Fernando Reyes U., Economista. Venezuela
Enrique Lacoste Prince, artista cubano. Colaborador de La pluma. Cuba

Argentina

Aurora Tumanischwili Penelón, FeTERA FLORES (Federación de trabajadores de la energía de la República Argentina en CTA)
Guillermo López., FeTERA FLORES (Federación de trabajadores de la energía de la República Argentina en CTA)
Ingrid Storgen, Responsable del colectivo Amigos por La Paz en Colombia.
Marta Speroni, Militante por los DD.HH.
Igor Calvo, Militante de base del FNRP Honduras
Aline Castro, Red por ti América, Brasil.
María Rosa González, Comunicadora Social
Alejandro Cabrera Britos, Delegado general, ATE, Senasa Martínez, Dilab en CTA
Carlos Guancirrosa, Agrupación Enrique Mosconi
Carlos Loza, Junta Interna de ATE, AGP (Asociación General de Puertos en la Central de Trabajadores de La Argentina, CTA)
Eduardo Espinosa (Asociación de Trabajadores del Estado, en CTA), Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia de Buenos Aires
Carina Maloberti, Consejo Directivo Nacional – ATE-CTA
Convocatoria por la Liberación Nacional y Social, Frente Sindical, Argentina:
Agrupación Martín Fierro (Varela – Alte. Brown – Matanza – Mar del Platay Neuquen)
Agrup.Sindical Tolo Arce-ATE-SENASA,
Agrupación «Germán Abdala» – ATE-Ministerio de Trabajo de la Nación,
Agrup. Agustín Tosco-Río Segundo-Córdoba,
Movimiento de Trabajadores Desocupados Flamarión-Rosario, Democracia Popular-Rosario, Comunidad Campesina de Tratagal-Salta,Biblioteca Popular Fernando Jara-Cipoletti-Río Negro, Unión de Trabajadores de la Provincia de Chubut.-

Europa

RedHer Europa (Red europea de Hermandad y Solidaridad con el pueblo colombiano)
Tribunal Internacional de Opinión Sur de Bolívar, Paris, Francia
La Confederación General del Trabajo del Estado Español (CGT).
Colectivo Coliche, La Rioja. España
El Comité de Solidaridad Internacionalista de Zaragoza. España
PASC Projet Accompagnement Solidarité Colombie. Canadá
CO.S.A.L. XIXÓN(Comité de Solidaridad con América Latina de Xixon)
ASSIA (Acción Social Sindical Internacionalista).Estado Español
Komite Internazionalistak de Euskal Herria-País Vasco
Comitato di Solidarietà con i Popoli del Latino America Carlos Fonseca (Italie)
Colectivo Iquique de la Universidad de Zaragoza. Estado español

Colombia

RedHer Colombia (Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia)
Aca – Asociación Campesina De Antioquia
Acader – Asociación Campesina Para El Desarrollo Rural- Cauca
Afasba – Asociación De Familias Agromineras Del Sur De Bolívar y Bajo Cauca Antioqueño
Alianza De Mujeres De Cartagena: «Nelson Mándela»
Amar – Arauca
Ascatidar – Arauca
Asedar – Arauca
Asoagros – Asociación De Agrosembradores. Valle
Asociación Agroambiental Y Cultural De Taminango – Nariño
Asociación Agrominera Del Rio Saspí – Nariño
Asociación De Arrierros De La Montaña De Samaniego – Nariño
Asociación De Mujeres Y Familias Campesinas Sanpableñas – Cima Nariño
Asociación Movimiento Campesino De Cajibío – Cauca
Asociación Agroambiental Y Cultural De Arboleda – Nariño
Asojer – Arauca
Asonalca – Arauca
Asoproa – Antioquia
Cabildo Indígena del Sande Nariño
Cabildo Indígena de Betania Nariño
Cecucol – Centro Cultural Las Colinas. Valle
Ced Ins – Instituto Nacional Sindical
Cima – Comité De Integración Del Macizo Colombiano
Cisca – Comité De Integración Social Del Catatumbo
Cna – Choco
Cna – Coordinador Nacional Agrario
Cna Huila
Colectivo Icaria – Antioquia
Colectivo Orlando Zapata – Antioquia
Colectivo Soberanía Y Naturaleza
Colectivo Surcando Dignidad – Valle
Comité De Integración Del Galeras – Ciga Nariño
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Antioquia
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Atlántico
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Centro
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Eje Cafetero
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Nororiente
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Suroccidente
Comité De Derechos Humanos De La Montaña De Samaniego – Nariño
Consejo Comunitario Del Remate Rio Telembi Nariño
Coordinador Nariñense Agrario
Corporación «Somos Mujer y Nación»
Corporación Aury Sará Marrugo
Corporación Jurídica Libertad – Medellín
Corporación Sembrar
Corporación Social Nuevo Día – Medellín
Cospacc – Corporación Social Para El Asesoramiento Y Capacitación Comunitaria
Cut – Subdirectiva Arauca
Escuelas Agroambientales De La Unión – Nariño
F.C.S.P.P. – Fundación Comité De Solidaridad Con Los Presos Políticos
Fcspp – Seccional Valle
Fedeagromisbol – Federación Agrominera Del Sur De Bolívar
Fedejuntas – Arauca
Frente De Mujeres Populares De Bolívar
Fundación De D.H Joel Sierra – Arauca
Fundación Del Suroccidente Y Macizo Colombiano – Fundesuma Nariño
Fundación Territorios Por Vida Digna – Cauca
Fundación Tomas Moro –Sucre
Kavilando – Antioquia
Lanzas Y Letras – Huila
Movimiento De Mujeres De Los Pueblos De Nariño
Movimiento Juvenil De Nariño
Movimiento Juvenil Macizo Joven De Nariño
Mujeres Sobre Ruedas
Nomadesc – Asociación Para La Investigación y Acción Social
Organizaciones Sociales De Arauca
Periódico Periferia – Medellín
Pup – Poder y Unidad Popular
Proceso Nacional Identidad Estudiantil- Palmira
Proceso Nacional Identidad Estudiantil-Cali
Red De Jóvenes Populares De Cartagena
Red De Agrosembradores De La Cordillera Nariñense
Red De Chigreros De Guachavez – Nariño
Red De Familias Lorenceñas «Las Gaviotas» – Nariño
Red Proyecto Sur – Huila

Firme aquí el Manifiesto: http://www.tlaxcala-int.org/campagne.asp?reference=2

 

Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=65955

Metodistas y Presbiterianos aislarían empresas que usufructúan ocupación israelí.



 

Por Rabbi Elizabeth Bolton. (*)
EE.UU.

En algunas semanas más la Iglesia Metodista Unida (United Methodist Church) votará si se debe aislar a las empresas que usufructúan sobre la ocupación israelí. Algunos meses después algo similar hará la Iglesia Presbiteriana de los EE.UU.

Estas iglesias y el pueblo creyente  que apoya estas iniciativas, están siendo  violentamente atacados  por lo que la mayoría de nosotros ha venido diciendo hace  ya mucho tiempo que los asentamientos israelíes en la Cisjordania y en el Este de Jerusalem deben terminar y que la verdadera paz entre Israelíes y Palestinos debe basarse tan solo en la justicia y en la equidad para todos. Y están tomando conciencia de que deben apelar a sus propios recursos alentados por su fe, como también nosotros.

Esto es por lo que una cantidad de rabinos del Consejo Rabínico  Voz judía por la Paz se reunieron y redactaron una carta  abierta – y harán  también un video –  expresando nuestro su apoyo a esas iglesias. Léalo por favor.

Creemos que invertir en empresas que están beneficiándose con la injusta ocupación reduce las posibilidades de alcanzar la paz y contraria los valores judíos.  Hacemos nuestro el desafío planteado por las iniciativas de esas iglesias para defender esos valores.

Estos son los datos que conocemos  sobre las empresas hacia las que las iglesias orientarán sus acciones:

CATERPILLAR gana con la destrucción de las viviendas palestinas  y la destrucción de los huertos proveyendo los bulldozers  armados que se usan para realizar esas demoliciones. Destruir viviendas no es un valor judío.

MOTOROLA  SOLUTIONS gana en muchos sectores relacionados con la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza incluyendo los sistemas de vigilancia perimetral  instalados en decenas de asentamientos en Cisjordania, establecidos en tierra palestina. Defender la propiedad robada no es un valor judío

HEWLETT-PACKARD provee  apoyo  y mantenimiento de los sistemas de identificación biométrica ID instalados en los puestos de control  israelíes en Cisjordania con el que privan a los palestinos de la libertad de movimientos en su propia tierra, y permiten a los militares israelíes  de ocupación  autorizar o denegar  a los civiles bajo su control algunos  privilegios. La discriminación no es un valor judío.

Los valores judíos que nosotros mantenemos se pondrán mañana en evidencia cuando nos sentemos a la mesa de la Pascua. Sentarnos a la mesa y volver a contar la historia de nuestra esclavitud y de nuestra liberación. Recordaremos nuestro cautiverio, una experiencia que no queremos   ni para nosotros mismos ni para otros. Creemos en la libertad para todos. Y estamos junto a todos los que tienen la misma creencia. Esperamos que con ustedes también.+ (PE)

(*) Rabbi Elizabeth Bolton. Jewish Voice for Peace Rabbinical Council.
 
Traducción Susana Merino.
 
PreNot 9935
120410
 
Para recibir el servicio de PE conectarse con 

 

Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
54  291 4526309. Belgrano 367.
Cel. 2914191623
Bahía Blanca. Argentina.
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asicardi@ecupres.com.ar

PENSIONES: CAÍDA DEL 93.4% DE LAS GANANCIAS EN EL 2011, DE LOS FONDOS, FRENTE AL 2010



Lecciones que no se aprenden; en el boletín de julio 17/2006, “PROTECCIÓN, le explica”, dice: “Los mercados financieros nacionales e internacionales, han venido presentando fuertes sacudidas.

Inestabilidad, es la palabra que mejor define el comportamiento de los mercados financieros en los últimos meses….los movimientos al alza y a la baja no cesan.  Las rentabilidades de los fondos de pensiones y cesantías en corto plazo han sido afectadas….._

Toda esta situación  estaba justificada por la incertidumbre que había en los mercados a raíz del posible incremento de las tasa de interés de los Estados Unidos, Europa y Japón, hoy, pese a que el dato conocía la volatilidad continua”.

Esto  lo  decían  en  el  2006;  en  el  2007,  se  repite  la  historia  – carta de la Dra. Peñaranda, a los pensionados  de “Protección”, enero 28/2008.

“A nivel mundial se registran crisis en las Bolsas de China, en el 2007, y el mercado hipotecario en los Estados Unidos, en el segundo semestre.  En Colombia, el índice general de la Bolsa de valores – IGBC – se desvalorizó en un 4.2%, el dólar estuvo bastante volátil….._

En el 2008,  “Vivir Bien”, pag. 5, # 42 “Acciones y Renta Variable” – todas las Bolsas del mundo desarrollado y de mercados emergentes, tuvieron pérdidas entre 30% y 50% en dólares.  En Colombia, los índices como el IGBC, perdieron alrededor del 30% en pesos”.

Julio 21/2011, “El Colombiano”, pag. 2B.

“David Aldana – Subdirector de estudios económicos de Ultrabursátiles…la mayoría de estas empresas están en un buen momento, registran solidas fundamentales, por  lo que no se justifica la caída que están atravesando….

Para David Aldana, las  acciones que hacen parte de las últimas emisiones que se han dado en el mercado colombiano, son las que deberán caer en los próximos días; la explicación tiene que ver con que algunas de estas acciones no  cumplieron las expectativas de valorización y hay mucho especulador de los inversionistas que participan de este tipo de operaciones….._

Agosto 30/2011, “El Colombiano”, página de “Negocios”.

Luis Felipe Jiménez, director de estudios económicos de “Asofondos”; lo que está haciendo disminuir las ganancias de los fondos es la volatilidad de los mercados, especialmente la caída en el precio de las acciones locales, a las que se les atribuyó una sobrevaloración a finales del 2010 y desde entonces vienen a la baja.

Enero 2012 – “Vivir Bien Editorial” – Claudia M. Palacio, Gerente de Mercadeo “Protección”.

“En el año que termina, la volatilidad ha marcado el día a día de los mercados accionarios del mundo, producto del nerviosismo que generó la situación fiscal en Grecia, lo que a su vez influyó en una pérdida de confianza en la banca y en general en la integración de la Unión Europea.  Esto sumado a las dificultades de Estados Unidos, que ha presentado índices bajos de crecimiento económico, creación de empleo y producción….._

Por eso al hablar de Colombia, se destaca que aunque los eventos de 2011, han  impactado el desempeño de los mercados locales, la economía nacional  ha crecido bien y los fundamentales, macroeconómicos, así lo demuestran: el desempleo alcanzó niveles de un solo digito (9.7% en septiembre).  Aumentó la Producción Nacional a 9.5%….

Febrero 16/2012, página 21 “El Colombiano”.

Los fondos administrados no perdieron dinero, pero si dejaron de ganar por cuenta de la volatilidad.

Las utilidades de los fondos administrados (pensiones obligatorias y voluntarias, las inversiones en carteras colectivas), fueron el  lunar en los resultados del sistema financiero, durante el año pasado.

Mientras que en el 2010, registraron un beneficio de 22.8 billones de pesos (en el 2009, beneficios por 28.1 billones de pesos, fuente Superfinanciera, “El Colombiano”, julio 7, pag. Negocios), en 2011, esas utilidades llegaron a 1.5 billones de pesos, es decir, una caída de 93.4 por ciento frente al 2010.

La principal explicación a este interrogante fue la desvalorización que registraron los activos, tanto en el mercado externo, como local, debido a la crisis de las economías desarrolladas de Estados Unidos y Europa, que impactó en las acciones listadas en bolsa.

En el caso colombiano, las acciones registraron un fuerte desplome: El Colcap, bajó un 14% y el IGBC, 18%.

Felipe Toro Valencia, analista de Interbolsa, explica que la inestabilidad de los mercados fue el gran detonante para esta situación.

En el país hubo un elemento adicional que fue el aumento de 175 puntos básicos en la tasa de intervención del Banco de la República, que tuvo un fuerte efecto en la desvalorización de los TES, en el que invierten los fondos.

Una explicación similar  dio Mauricio Restrepo del Toro, Director de Investigaciones Económicas de Bolsa y Renta.  El experto, añade que alrededor de 35% de los  fondos de pensiones, tienen  inversiones en las acciones colombianas que como ya se dijo, bajaron  durante 2011…..

Mauricio Toro Bridge, Presidente de “Protección”, afirma que el 2011 fue volátil para  el mercado, lo que hizo que los resultados de los fondos fueran distintos a los esperados._

Resultado de los fondos administrados – variación año a año (fuente: Superintendencia   Financiera;   cálculos  Interbolsa,  feb.  16 / 2012,  pag.  21,   “El Colombiano”):

Fondos de pensiones obligatorias                                                -100.2%

Fondos de pensiones voluntarias                                                  -126   %

Cesantías                                                                                          -120.3%

 

Como  vemos,  los  fondos  dejan  de  ganar el 93.4% referente al 2010, o sea 21.2 billones  de  pesos  y  con  referencia  al 2009, que tuvieron ganancias de 28.1 billones de pesos, con menos capital, dejaron de ganar con referencia al 2011,  el 99.57%.

Acumulado  a   mayo  2011,  los  fondos  ganaban 2.9 billones y solo terminaron el año ganando 1.5 billones.

Esta recopilación de datos nos muestra claramente que los fondos de pensiones y cesantías no deben invertir en la Bolsa, pues se dejaron de ganar en el 2011, la suma de 21.2 billones de pesos, que no quedaron en nuestras cuentas, sino, en las  manos de los especuladores de Bolsa, como lo afirma el Dr. David Aldana – Subdirector de Estudios Económicos de Ultrabursátiles (El Colombiano, pag. 26 –  Julio 21/2011) y este dinero pertenece a 17 millones de ahorradores – trabajadores colombianos para sus cesantías y pensiones.

No estamos de acuerdo con las afirmaciones del Dr. Santiago Montenegro, presidente de «Asofondos” (“El Colombiano” – Mayo 11/2008, pag. 2d): Para lograr estas rentabilidades es  inevitable asumir riesgos; es decir, invertir en activos volátiles que pueden mostrar rendimientos negativos en algunos períodos.  Este es un precio que hay que pagar para que los ahorros de los trabajadores (y cualquier ahorro), tenga un rendimiento mucho más alto que los CDT’s y las cuentas de ahorro._

Pues, consideramos  que nuestros ahorros, no los podemos poner en la Pirámide de la Bolsa, donde los especuladores son los que ganan, y en los TES, donde cuando el gobierno necesita cubrir sus huecos fiscales, sube la tasa de intervención en el Banco de la República e inmediatamente baja su rendimiento.

Segura sí es la inversión, pero a qué precio?.

¡Y los multifondos!, solo una fantasía que sirve como disculpa a las AFP, para justificar las pérdidas y la recuperación a largo plazo, cuando como hemos visto, el panorama de las Pirámides de la Bolsa son desoladoras por la especulación y el mal comportamiento de USA; España, especialmente, con el 25% de desempleo; Grecia, y el resto de los países europeos.

Como queda demostrado siempre, la incertidumbre de los mercados en Bolsa e internacional, no son garantía para los ahorradores en los Fondos de Pensiones y Cesantías y se llega el momento de aprovechar la reforma pensional para hacer cambios positivos.

El país necesita infraestructura nacional – autopistas de la prosperidad – puertos – aeropuertos – túneles –  hospitales – vivienda – hidroeléctricas, etc., inversión que queda en manos del país y no en manos de extranjeros, para no ser exilados, en nuestro  propio terruño.  Además, genera empleo estable y digno – Crece nuestra Ingeniería, se pagan impuestos, crece el aporte a los fondos pensionales y cesantías, aportan a parafiscales y seguridad social – y no dependemos de las crisis mundiales de Grecia, España, Italia, USA y quién sabe si otra guerra en Asia o el medio oriente, nos haga perder nuestros ahorros, sino tomamos medidas.

Si el escándalo de las pirámides, el desfalco a la DIAN, el carrusel de los contratos, el carrusel de las pensiones de la justicia, El Guavio, la barcaza, etc, los investiga la ley, por qué no el comportamiento de los especuladores de Bolsa, que ponen en riesgo la estabilidad del sistema pensional y el futuro de 17 millones de trabajadores colombianos?

LUIS GUILLERMO ÁLVAREZ B.

Remitido a. e-mail 

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