La Red Juvenil
ECUADOR: LA RED JUVENIL PRÓXIMO ENCUENTRO
10 Abr 2012 Deja un comentario
en Jóvenes, Otras Denominaciones
«No nos oponemos a la despenalización»: Monseñor Salazar
10 Abr 2012 Deja un comentario
en Para reflexionar Etiquetas:Obispos
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Archivo SemanaMonseñor Rubén Salazar. |
DROGASEl presidente de la Conferencia Episcopal hizo el pronunciamiento al referirse al debate por la despenalización y legalización de las drogas propuesto por el presidente Juan Manuel Santos para que sea analizado en la Cumbre de las Américas.
El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rubén Salazar, aseguró que está de acuerdo con la despenalización de la droga en el país, pero aclaró que no comparte la idea de que esta sea legalizada.
«Nosotros como Iglesia no nos oponemos a la despenalización, pero sí tendríamos ciertos reparos frente a su legalización», dijo monseñor a La FM radio.
Para el jerarca de la Iglesia Católica la despenalización se debe tratar con cuidado ya que es un tema complejo, pero destacó que es bueno que el país siente una posición definitiva.
Frente a la idea que el debate se lleve a la Cumbre de las Américas monseñor dijo que estaba de acuerdo, pero aclaró que Estados Unidos no debe imponer las políticas de la lucha antidrogas. «Debe ser algo concertado, pues no es un problema de ese país».
Para Salazar es claro que se debe analizar a fondo toda la problemática que tiene que ver con la producción y el consumo de drogas en el mundo ya que este es un problema internacional en el cual deben estar incluidas muchas naciones.
«Estados Unidos no puede seguir en solitario determinando qué es lo que está bien y qué se debe hacer», puntualizó el jerarca.
http://www.semana.com/nacion/no-oponemos-despenalizacion-monsenor-salazar/175212-3.aspx
¿Obediencia o fidelidad?
10 Abr 2012 Deja un comentario
en Humanizar, Iglesia Catolica Romana, Vaticano
Antonio Duato, 07-Abril-2012
Un comentarista de ATRIO me ha llamado la atención sobre la importante homilía del papa en la mañana del jueves santo, en la que hace expresa referencia a la “Llamada a la desobediencia de los párrocos austriacos” y dice que esa iniciativa está en total oposición a la promesa de obediencia que habían hecho todos ellos a sus obispos el día de la ordenación sacerdotal. Publicamos a continuación el texto de la homilía.
Pero permítaseme que diga que a los serios problemas que planteaban desde su responsabilidad pastoral aquellos y otros muchos párrocos no se puede contestar desde la cumbre de la Iglesia con un simple llamamiento a la obediencia, aunque el papa diga que también él está sometido a la obediencia. La obediencia implica siempre un superior y un mandato. ¿Obediencia del papa a Dios? ¿Y quién dice lo que Dios quiere? ¿Dónde está el mandato de Dios, por el que el papa, siguiendo a Juan Pablo II, tiene prohibido en la Iglesia católica dar las más altas responsabilidades a mujeres? ¿No es casi blasfemo creer que Dios ha mandado eso a los papas del siglo XXI? ¿No debería preocuparle más ser responsable y fiel al evangelio de Jesús?
Marcel Légaut, en su libro “Un hombre de fe y su Iglesia”, página 134, dice: “De forma general, la obediencia se incluye en la fidelidad. Sin embargo la fidelidad desborda a la obediencia por toda la interioridad que la obediencia no implica necesariamente. Se es fiel cuando se responde a una exigencia íntima determinada que se nos impone por lo que uno es en sí mismo y por ls condiciones en las que uno se encuentra… Esto está muy en línea con lo que Jesús practicó y enseñó cuando afirmó, en las polémicas suscitadas sus afirmaciones y su comportamiento, que ‘el sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado’”. Y, en las páginas anteriores explica muy bien cómo, aunque Pablo empleó el término “obediencia” en el famoso texto de que “Jesús obedeció hasta la muerte” la experiencia interior que él tuvo respecto a Dios y que atribuyó a Jesús fue claramente la de “fidelidad a una misión” y no “obediencia a un mandato concreto”.
Otros podrán, tras leer la homilía y (si lo tienen a mano, el texto completo de Légaut), comentar más aquí cómo se debe entender obediencia y fidelidad hoy. Pero una vez más pido, ahora como moderador de ATRIO: que se expresen con libertad todos en los comentarios, que sean respetuosos y breves, que no se argumente exclusivamente desde el principio de autoridad, estableciendo un círculo vicioso, sino con razones éticas o evangélicas, y que no se aproveche el tema concreto para hacer descalificaciones universales de los que no opinan como uno.
HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Basílica Vaticana
Jueves Santo 5 de abril de 2012
(Vídeo)
Queridos hermanos y hermanas
En esta Santa Misa, nuestra mente retorna hacia aquel momento en el que el Obispo, por la imposición de las manos y la oración, nos introdujo en el sacerdocio de Jesucristo, de forma que fuéramos «santificados en la verdad» (Jn 17,19), como Jesús había pedido al Padre para nosotros en la oración sacerdotal. Él mismo es la verdad. Nos ha consagrado, es decir, entregado para siempre a Dios, para que pudiéramos servir a los hombres partiendo de Dios y por él. Pero, ¿somos también consagrados en la realidad de nuestra esta pregunta, el Señor se pone ante nosotros y nosotros ante él: «¿Queréis uniros más fuertemente a Cristo y configuraros con él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia?». Así interrogaré singularmente a cada uno de vosotros y también a mí mismo después de la homilía. Con esto se expresan sobre todo dos cosas: se requiere un vínculo interior, más aún, una configuración con Cristo y, con ello, la necesidad de una superación de nosotros mismos, una renuncia a aquello que es solamente nuestro, a la tan invocada autorrealización. Se pide que nosotros, que yo, no reclame mi vida para mí mismo, sino que la ponga a disposición de otro, de Cristo. Que no me pregunte: ¿Qué gano yo?, sino más bien: ¿Qué puedo dar yo por él y también por los demás? O, todavía más concretamente: ¿Cómo debe llevarse a cabo esta configuración con Cristo, que no domina, sino que sirve; que no recibe, sino que da?; ¿cómo debe realizarse en la situación a menudo dramática de la Iglesia de hoy? Recientemente, un grupo de sacerdotes ha publicado en un país europeo una llamada a la desobediencia, aportando al mismo tiempo ejemplos concretos de cómo se puede expresar esta desobediencia, que debería ignorar incluso decisiones definitivas del Magisterio; por ejemplo, en la cuestión sobre la ordenación de las mujeres, sobre la que el beato Papa Juan Pablo II ha declarado de manera irrevocable que la Iglesia no ha recibido del Señor ninguna autoridad sobre esto. Pero la desobediencia, ¿es un camino para renovar la Iglesia? Queremos creer a los autores de esta llamada cuando afirman que les mueve la solicitud por la Iglesia; su convencimiento de que se deba afrontar la lentitud de las instituciones con medios drásticos para abrir caminos nuevos, para volver a poner a la Iglesia a la altura de los tiempos. Pero la desobediencia, ¿es verdaderamente un camino? ¿Se puede ver en esto algo de la configuración con Cristo, que es el presupuesto de toda renovación, o no es más bien sólo un afán desesperado de hacer algo, de trasformar la Iglesia según nuestros deseos y nuestras ideas?
Pero no simplifiquemos demasiado el problema. ¿Acaso Cristo no ha corregido las tradiciones humanas que amenazaban con sofocar la palabra y la voluntad de Dios? Sí, lo ha hecho para despertar nuevamente la obediencia a la verdadera voluntad de Dios, a su palabra siempre válida. A él le preocupaba precisamente la verdadera obediencia, frente al arbitrio del hombre. Y no lo olvidemos: Él era el Hijo, con la autoridad y la responsabilidad singular de desvelar la auténtica voluntad de Dios, para abrir de ese modo el camino de la Palabra de Dios al mundo de los gentiles. Y, en fin, ha concretizado su mandato con la propia obediencia y humildad hasta la cruz, haciendo así creíble su misión. No mi voluntad, sino la tuya: ésta es la palabra que revela al Hijo, su humildad y a la vez su divinidad, y nos indica el camino.
Dejémonos interrogar todavía una vez más. Con estas consideraciones, ¿acaso no se defiende de hecho el inmovilismo, el agarrotamiento de la tradición? No. Mirando a la historia de la época post-conciliar, se puede reconocer la dinámica de la verdadera renovación, que frecuentemente ha adquirido formas inesperadas en momentos llenos de vida y que hace casi tangible la inagotable vivacidad de la Iglesia, la presencia y la acción eficaz del Espíritu Santo. Y si miramos a las personas, por las cuales han brotado y brotan estos ríos frescos de vida, vemos también que, para una nueva fecundidad, es necesario estar llenos de la alegría de la fe, de la radicalidad de la obediencia, del dinamismo de la esperanza y de la fuerza del amor.
Queridos amigos, queda claro que la configuración con Cristo es el presupuesto y la base de toda renovación. Pero tal vez la figura de Cristo nos parece a veces demasiado elevada y demasiado grande como para atrevernos a adoptarla como criterio de medida para nosotros. El Señor lo sabe. Por eso nos ha proporcionado «traducciones» con niveles de grandeza más accesibles y más cercanos. Precisamente por esta razón, Pablo decía sin timidez a sus comunidades: Imitadme a mí, pero yo pertenezco a Cristo. Él era para sus fieles una «traducción» del estilo de vida de Cristo, que ellos podían ver y a la cual se podían asociar. Desde Pablo, y a lo largo de la historia, se nos han dado continuamente estas «traducciones» del camino de Jesús en figuras vivas de la historia. Nosotros, los sacerdotes, podemos pensar en una gran multitud de sacerdotes santos, que nos han precedido para indicarnos la senda: comenzando por Policarpo de Esmirna e Ignacio de Antioquia, pasando por grandes Pastores como Ambrosio, Agustín y Gregorio Magno, hasta Ignacio de Loyola, Carlos Borromeo, Juan María Vianney, hasta los sacerdotes mártires del s. XX y, por último, el Papa Juan Pablo II que, en la actividad y en el sufrimiento, ha sido un ejemplo para nosotros en la configuración con Cristo, como «don y misterio». Los santos nos indican cómo funciona la renovación y cómo podemos ponernos a su servicio. Y nos permiten comprender también que Dios no mira los grandes números ni los éxitos exteriores, sino que remite sus victorias al humilde signo del grano de mostaza.
Queridos amigos, quisiera mencionar brevemente todavía dos palabras clave de la renovación de las promesas sacerdotales, que deberían inducirnos a reflexionar en este momento de la Iglesia y de nuestra propia vida. Ante todo, el recuerdo de que somos – como dice Pablo – «administradores de los misterios de Dios» (1Co 4,1) y que nos corresponde el ministerio de la enseñanza, el (munus docendi), que es una parte de esa administración de los misterios de Dios, en los que él nos muestra su rostro y su corazón, para entregarse a nosotros. En el encuentro de los cardenales con ocasión del último consistorio, varios Pastores, basándose en su experiencia, han hablado de un analfabetismo religioso que se difunde en medio de nuestra sociedad tan inteligente. Los elementos fundamentales de la fe, que antes sabía cualquier niño, son cada vez menos conocidos. Pero para poder vivir y amar nuestra fe, para poder amar a Dios y llegar por tanto a ser capaces de escucharlo del modo justo, debemos saber qué es lo que Dios nos ha dicho; nuestra razón y nuestro corazón han de ser interpelados por su palabra. El Año de la Fe, el recuerdo de la apertura del Concilio Vaticano II hace 50 años, debe ser para nosotros una ocasión para anunciar el mensaje de la fe con un nuevo celo y con una nueva alegría. Naturalmente, este mensaje lo encontramos primaria y fundamentalmente en la Sagrada Escritura, que nunca leeremos y meditaremos suficientemente. Pero todos tenemos experiencia de que necesitamos ayuda para transmitirla rectamente en el presente, de manera que mueva verdaderamente nuestro corazón. Esta ayuda la encontramos en primer lugar en la palabra de la Iglesia docente: los textos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica son los instrumentos esenciales que nos indican de modo auténtico lo que la Iglesia cree a partir de la Palabra de Dios. Y, naturalmente, también forma parte de ellos todo el tesoro de documentos que el Papa Juan Pablo II nos ha dejado y que todavía están lejos de ser aprovechados plenamente.
Todo anuncio nuestro debe confrontarse con la palabra de Jesucristo: «Mi doctrina no es mía» (Jn 7,16). No anunciamos teorías y opiniones privadas, sino la fe de la Iglesia, de la cual somos servidores. Pero esto, naturalmente, en modo alguno significa que yo no sostenga esta doctrina con todo mi ser y no esté firmemente anclado en ella. En este contexto, siempre me vienen a la mente aquellas palabras de san Agustín: ¿Qué es tan mío como yo mismo? ¿Qué es tan menos mío como yo mismo? No me pertenezco y llego a ser yo mismo precisamente por el hecho de que voy más allá de mí mismo y, mediante la superación de mí mismo, consigo insertarme en Cristo y en su cuerpo, que es la Iglesia. Si no nos anunciamos a nosotros mismos e interiormente hemos llegado a ser uno con aquél que nos ha llamado como mensajeros suyos, de manera que estamos modelados por la fe y la vivimos, entonces nuestra predicación será creíble. No hago publicidad de mí, sino que me doy a mí mismo. El Cura de Ars, lo sabemos, no era un docto, un intelectual. Pero con su anuncio llegaba al corazón de la gente, porque él mismo había sido tocado en su corazón.
La última palabra clave a la que quisiera aludir todavía se llama celo por las almas (animarum zelus). Es una expresión fuera de moda que ya casi no se usa hoy. En algunos ambientes, la palabra alma es considerada incluso un término prohibido, porque – se dice – expresaría un dualismo entre el cuerpo y el alma, dividiendo falsamente al hombre. Evidentemente, el hombre es una unidad, destinada a la eternidad en cuerpo y alma. Pero esto no puede significar que ya no tengamos alma, un principio constitutivo que garantiza la unidad del hombre en su vida y más allá de su muerte terrena. Y, como sacerdotes, nos preocupamos naturalmente por el hombre entero, también por sus necesidades físicas: de los hambrientos, los enfermos, los sin techo. Pero no sólo nos preocupamos de su cuerpo, sino también precisamente de las necesidades del alma del hombre: de las personas que sufren por la violación de un derecho o por un amor destruido; de las personas que se encuentran en la oscuridad respecto a la verdad; que sufren por la ausencia de verdad y de amor. Nos preocupamos por la salvación de los hombres en cuerpo y alma. Y, en cuanto sacerdotes de Jesucristo, lo hacemos con celo. Nadie debe tener nunca la sensación de que cumplimos concienzudamente nuestro horario de trabajo, pero que antes y después sólo nos pertenecemos a nosotros mismos. Un sacerdote no se pertenece jamás a sí mismo. Las personas han de percibir nuestro celo, mediante el cual damos un testimonio creíble del evangelio de Jesucristo. Pidamos al Señor que nos colme con la alegría de su mensaje, para que con gozoso celo podamos servir a su verdad y a su amor. Amén.
Alerta por criminalización del movimiento indígena en América Latina
10 Abr 2012 Deja un comentario
en Campesinas/os y desplazadas/os, Derechos Humanos, Ecologia, Humanizar, Para reflexionar, Pueblos Indigenas
Para la CIDH es sintomático que atropellos contra los derechos humanos, hostigamiento, agresión y ataques van en aumento a medida que se incrementan los conflictos con «sectores de gran poder económico, como lo son las empresas que lideran proyectos de las industrias extractivas”; de hecho, la CIDH ha ubicado los conflictos sobre megaproyectos en la misma categoría de países con quiebres democráticos, conflicto armado interno o enfrentamiento con grupos del crimen organizado.
Golpistas, terroristas, opositores y saboteadores, entre otros han sido los calificativos que gobiernos de la región han usado estos últimos años para referirse a las acciones del movimiento indígena en Sudamérica; consecuente con esto, líderes indígenas, activistas y organizaciones de apoyo en su defensa han denunciado ser víctimas de persecución política y judicial, a tal extremo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha hecho una mención especial a la situación de riesgo de líderes y lideresas indígenas e hizo pública su preocupación sobre las sistemáticas agresiones, amenazas y actos de hostigamiento que padecen[1].
Las cifras demuestran la magnitud de estas aseveraciones: organizaciones indígenas de Ecuador denuncian el procesamiento de 194 indígenas por sabotaje y terrorismo; mientras en Bolivia 24 altos dirigentes y dirigentas indígenas y no indígenas -que participaron de una marcha en 2011- son investigados por delitos de secuestro e intento de homicidio. A esto se suman situaciones crónicas como la peruana: los últimos diez años se han abierto procesos penales contra decenas de dirigentes y campesinos peruanos por delitos de secuestro, lesiones y daños a la propiedad provocados durante manifestaciones contra empresas privadas; por la misma causa en Chile más de cien mapuches han sido acusados al amparo de la Ley Antiterrorista y se han abierto causas contra el pueblo Rapa Nui.
En ese contexto no suena ajena la posición pública de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI)[2] -que aglutina a Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú- que ha exigido públicamente el 15 de marzo pasado el cese de la criminalización y persecución de indígenas, la anulación de procesos y la dotación de garantías para el ejercicio de sus derechos, entre ellos el derecho a la protesta. Para la CIDH, «la persistencia de los ataques” buscan «reducir las actividades de defensa y protección de territorios y recursos naturales, así como la defensa del derecho a la autonomía e identidad cultural” de los pueblos indígenas, ataques se dan a través de la criminalización, la intimidación y la estigmatización.
Intereses de izquierda, de derecha y de las transnacionales
Con el tiempo se ha hecho evidente la ruptura del pacto político y las alianzas entre el movimiento indígena y gobiernos como el boliviano, el ecuatoriano, el brasileño e incluso el peruano, los cuatro países de amplia población indígena. De hecho presidentes como Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) se apoyaron en estos movimientos electoral y discursivamente, los comprometieron en procesos constituyentes y les reafirmaron el cumplimiento de derechos colectivos, pero han sido los primeros en poner límites a las prerrogativas indígenas a favor de proyectos de inversión extranjera en sus territorios.
En otras palabras, no se han modificado la lógica de contraponer intereses privados en desmedro de los derechos colectivos. En ese sentido, el movimiento indígena se enfrenta a millonarios proyectos de infraestructura, privatización del agua, concesiones petroleras, gasíferas, mineras y forestales, e incluso cuestiona la tenencia y distribución de la tierra: en Bolivia se enfrentan a un proyecto carretero de 400 millones de dólares que atraviesa el territorio indígena TIPNIS, en Perú se oponen a la explotación de oro por la minera Yanacocha que invertirá 4.800 millones en Cajamarca y en Brasil buscan evitar la construcción de una hidroeléctrica que costará 11.000 millones de dólares, entre otros casos.
Para la CIDH es sintomático que atropellos contra los derechos humanos, hostigamiento, agresión y ataques van en aumento a medida que se incrementan los conflictos con «sectores de gran poder económico, como lo son las empresas que lideran proyectos de las industrias extractivas”; de hecho, la CIDH ha ubicado los conflictos sobre megaproyectos en la misma categoría de países con quiebres democráticos, conflicto armado interno o enfrentamiento con grupos del crimen organizado.
Al mismo tiempo, esta situación de vulnerabilidad se incrementa con la paulatina militarización de territorios indígenas y violencia policial como se ve en los casos de Bolivia, Chile y Colombia. En Bolivia el territorio indígena del TIPNIS ha denunciado la invasión de la Armada Naval para intimidar y perseguir a la dirigencia[3]: «Ahora vinieron al TIPNIS a militarizarlo, a dar miedo a la gente humilde como nosotros”, denunciaba la dirigenta Miriam Yubanore. En tanto que en Chile el pasado 23 de marzo, 30 policías y 15 funcionarios municipales desalojaron «en forma muy violenta» a un comunario de Tekel Mapu, pero estos casos de violencia policial son recurrentes para los mapuche y las organizaciones que defienden sus derechos: «es un tema triste y avergonzante para la sociedad chilena», dijo la ONG Comisión Ética contra la Tortura[4], ya que en 2010 sucedió otra violenta represión contra el pueblo rapa nui. En Colombia la situación de los grupos armados en conflicto y la militarización de las zonas rurales ha desencadenado en muertes y desplazamientos de indígenas.
Ecuador y Bolivia: dos marchas nacionales denuncian persecución
Las últimas acusaciones en Ecuador ocurrieron con motivo de la Marcha Plurinacional por la Vida, el Agua y la Dignidad de los Pueblos, que llegó a Quito el 22 de marzo. En operativos realizados días antes de iniciarse la marcha, el Gobierno detuvo a una decena de jóvenes (estudiantes y activistas) y los acusó de planificar actos sediciosos y de pertenecer a grupos subversivos irregulares. En su defensa los detenidos sostuvieron que son simpatizantes y militantes del Partido Marxista Leninista Ecuatoriano (PMLE), vinculado al partido Movimiento Popular Democrático (MPD), como declarara el director del MPD, Luis Villacís.
No solo organizaciones políticas que apoyan al movimiento indígena son acusadas, Humberto Cholando, principal dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), ha dicho que una de las demandas de la marcha es el cese de la criminalización y judicialización de 194 indígenas, y señaló que el gobierno en lugar de atender sus demandas «se apresuró a calificar la marcha de ‘golpista’, de ‘intento de desestabilización del régimen’ y ‘desestabilizar la democracia’”[5]. Estas mismas quejas fueron elevadas ante la veeduría internacional del exjuez Baltazar Garzón por las organizaciones indígenas CONAIE, Ecuarunari y Pachakutik que representan a pueblos indígenas amazónicos, de costa y sierra.
En la misma lógica, en Bolivia en este momento 24 dirigentes indígenas entre hombres y mujeres de los pueblos mojeño, yuracaré, chimán, quechua, aymara, guaraní, entre otros, además de la fundadora de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) y otros defensores y activistas de derechos indígenas forman parte de la investigación judicial del gobierno por el delito de «tentativa de homicidio” y «lesiones graves y leves”. Esta acusación se basa en los hechos ocurridos entre el 24 y 25 de septiembre de 2011 mientras se desarrollaba la VIII Marcha en Defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), que logró una Ley que prohíbe la construcción de la millonaria carretera que atravesaría su territorio y comprometería su hábitat, este proyecto es financiado por Brasil y ejecutado por la empresa brasileña OAS. Mientras el gobierno boliviano los acusa de estos delitos, los indígenas acusan al gobierno por la violenta represión policial del día 25, en la que 600 policías gasificaron, torturaron, agredieron y secuestraron a dirigentes y a más de 800 marchistas.
Organizaciones como la Central de Pueblos Étnicos Moxeños del Beni (CPEMB) y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) denunciaron en varias resoluciones las «acciones de amedrentamiento y persecución de la Fiscalía” contra indígenas, «por delitos que nunca cometieron ni se dieron en la realidad”. El ex dirigente de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), Celso Padilla, ha denunciado hostigamiento y persecución política ante el Concejo Continental del Pueblo Guaraní que agrupa a Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia: «en Bolivia hay una coyuntura represiva de los principales líderes y quien habla es uno de los blancos del gobierno”, sostuvo.
En ambos casos los gobiernos de turno han desmentido o minimizado los actos de criminalización del movimiento indígena, incluso apelando a calificativos que desmerecen a la dignidad indígena: el presidente Correa se ha referido a los indígenas participantes de la marcha como «cuatro emponchados y emplumados”[6]. Estas declaraciones no son distintas a las que Evo Morales hiciera respecto a las indígenas que se oponen a la carretera a través de su territorio, incitando a seducirlas para que acepten el proyecto: «conquistar a las compañeras yuracarés trinitarias para que no se opongan a la construcción del camino”[7], dijo.
Perú y Chile: pugnas contra intereses privados
La CAOI también ha denunciado que existen decenas de dirigentes y comunarios peruanos víctimas de persecución policial y con procesos penales en su contra por participar en protestas antimineras. Entre diciembre de 2011 y marzo de 2012 se arrestaron a dirigentes del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca y de la Plataforma Institucional de Celendin[8], acusados de «atentar contra los servicios públicos, producto de la protesta social» contra el proyecto minero Conga de la empresa Yanacocha, que planea drenar cuatro lagunas. El presidente del Consejo Regional, Elzer Elera López, denunció que habría un plan de detención de personas, autoridades y líderes sociales.
Previo a estos nuevos conflictos, la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI) ha recordado su preocupación por el proceso que se sigue a 17 campesinos por participar en una movilización en defensa de más de 80 ojos de agua en Condorhuain en 2008, durante el gobierno de Alan García. El pronunciamiento de las organizaciones sostiene: «en represalia de nuestra defensa por el agua, ahora somos víctimas de persecución penal. Nos acusan de secuestro, lesiones, daños a la propiedad y otros delitos, pretendiendo imponernos 30 años de cárcel”[9].
En contrapartida, el problema de criminalización y represión en Chile se ha agudizado por los atropellos que sufren las comunidades indígenas mapuche: redadas policiales, allanamientos y represión con uso de balines y gases. A esto se suma la aplicación y vigencia de la Ley Antiterrorismo, norma en la que se ampara gran parte de los juicios iniciados contra los mapuche por delitos comunes y por los cuales se les da el trato judicial de terroristas, ha denunciado la ONG Human Rights Watch. Según estimaciones, tan solo en el gobierno de Ricardo Lagos (2000 – 2006) la Ley fue aplicada 11 veces, de las cuales 10 se la utilizó contra el pueblo mapuche; de hecho, 108 indígenas han sido acusados bajo esta Ley y -hasta 2011- 10 fueron condenados[10].
Uno de estos casos es el que en 2008 involucró a 17 mapuches de una comunidad cercana a la orilla del lago Lleulleu en la región del Bio Bio, por el reclamo a privados de la devolución de tierras que ellos asumen como propiedad ancestral. Casos similares son la condena contra un dirigente en conflicto con la represa hidroeléctrica Ralco en los Altos del Bio Bio y el vocero de la comunidad Huilliche Pepiukelen, enjuiciado en 2010 por la empresa salmonera Los Fiordos, acusada de contaminar ríos y lagos. Esta semana 10 mapuche (dos menores de edad) comienzan un juicio por «robo con intimidación de carácter terrorista, incendio terrorista y asociación ilícita terrorista» en Victoria, de ser hallados culpables pagarían una pena de 25 años.
La CIDH ha denunciado el caso ocurrido en julio de 2010, cuando cerca de 70 personas del pueblo rapa nui -que ocupaban la plaza Riro Kainga como acto de protesta por derechos ancestrales territoriales- fueron desalojadas por un centenar de carabineros armados, fueron golpeados mujeres y niños. En este caso, la Comisión otorgó medidas cautelares a favor del pueblo Rapa Nui y exigió al Estado chileno cesar la violencia armada, acciones judiciales y desalojos.
Brasil y Colombia, otras formas de violencia contra los indígenas
En Brasil y Colombia hay una situación de vulneración de derechos humanos por terceros. En Colombia, es persistente la amenaza de las ejecuciones extrajudiciales, muertes de civiles (campesinos e indígenas) por militares que falsamente los asocian a grupos insurgentes o guerrilleros y obtienen réditos por esto[11], los casos más conocidos son los homicidios de los indígenas Wayúu, aunque a lo largo de 2010 la CIDH ha denunciado los casos de asesinatos de dirigentes de los pueblos Nasa, Wayúu, Sikuani, Pasto, Embera-Chamí y la dirigenta del pueblo U’wa.
En marzo, la Corte Constitucional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenaron al Estado colombiano proteger a los indígenas Awá amenazados por grupos armados en conflicto en la guerra en Nariño, enfrentamiento que este año ha dado como saldo varias desapariciones y asesinatos, además del desplazamiento de 800 personas. Aunque la respuesta del gobierno es incrementar la militarización, los indígenas la rechazan: «Ellos creen que la solución de las cosas se limita a enviar más tropa a la región, pero eso en vez de darnos seguridad, nos expone aún más al peligro del conflicto», declaró el líder, Alex Guanga[12].
En Brasil, el líder de los guaraní-kaiowá en el estado de Mato Grosso do Sul fue asesinado en 2003 y este 2012 el juez absolvió a los presunto homicidas, acusados de tortura por otros seis dirigentes. La muerte sucedió cuando cerca de 40 hombres armados golpearon a varios líderes indígenas que demandaban las tierras de un hacendado, situación recurrente en esta región pues los hacendados buscan ampliar sus tierras en predios guaraníes. Pero los indígenas no solo se enfrentan a hacendados y grupos armados, recientemente los indígenas Kayapó y otros pueblos se han enfrentado al gobierno brasileño para detener la construcción de la hidroeléctrica Belo Monte[13] que compromete su hábitat, ya que inundará un área que los obligará con el tiempo a éxodos masivos. La portavoz indígena Vera Glass sostuvo: «Las presas causarán daños culturales, sociales y medioambientales irreversibles. Nos están tratando como a animales”. La OIT ha declarado que el gobierno violó el Convenio 169 porque no se consultó a los indígenas sobre esta construcción y la pugna continúa.
¿Hacia el movimiento internacionalista indígena?
Pero desde otra óptica, estos conflictos y la nueva coyuntura política en la región están significando un desafío para la internacionalización e independencia del movimiento indígena en América del Sur y el fortalecimiento de sus alianzas, como la Coordinadora de Organizaciones Indígenas Andinas (cuatro países), el Concejo Continental del Pueblo Guaraní (cuatro países) y la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (nueve países), que han comenzado a afianzar nexos de solidaridad con activistas, artistas e intelectuales e instituciones, firmando peticiones, organizando acciones, etc.
Al mismo tiempo, gran parte de los conflictos están ubicando al movimiento indígena en un contexto no solo de legítima defensa de sus derechos político y culturales, de la ética medioambiental, de los cuestionamientos de modos de desarrollo de saqueo versus modos de desarrollo sustentables; sino que los pueblos indígenas movilizados se van convirtiendo en un actor fundamental para «la consolidación del Estado de Derecho y el fortalecimiento de la democracia”, como lo dice la CIDH.
Más allá, nuevamente el movimiento indígena se encuentra en un momento decisivo para demostrar si es capaz de construir una agenda propia de contra poder, a sabiendas que sus antes aliados, los gobiernos de corte progresista, no van a profundizar las reivindicaciones históricas de tierra, territorio y soberanía y autogobierno; sino que son gobiernos de continuidad del sometimiento al extractivismo neoliberal a favor de empresas transnacionales y potencias internacionales, como denuncian Quechua, Guaraní, Aymara, Mapuche, Awá, Wayú, Moxeño, Yuracaré o Kayapó.
Notas:
[1] Segundo Informe Sobre la Situación de las Defensoras y los Defensores de Derechos Humanos en las Américas (28/03/2012), en: http://www.oas.org/es/cidh/defensores/docs/pdf/defensores2011.pdf
[2] Pronunciamiento de las organizaciones indígenas andinas (15/03/12), en:http://www.coordinadoracaoi.org/
[3] Ex viceministro denuncia militarización del Tipnis (12/03/12), en: http://lapatriaenlinea.com/?nota=100621
[4] ONG denuncia violencia policial contra mapuches (15/1/12), en:http://noticias.aollatino.com/2012/01/15/chile-ong-denuncia-violencia-policial-contra-mapuches/ – (27/03/12)Denuncian violento desalojo a mapuches: http://www.anbariloche.com.ar/noticia.php?nota=27261
[5] Carta al pueblo ecuatoriano (19/03/12), en: http://www.ecuadorinmediato.com/index.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=169356&umt=10h20_movilizacion_indigena_llega_hoy_a_latacunga_conaie_entrega_carta_al_pueblo_ecuatoriano
[6] Indígenas denuncian persecución y siguen su marcha a Quito (14/03/12), en:http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101298249/1/Ind%C3%ADgenas_denuncian_persecuci%C3%B3n_y_siguen_su_marcha_a_Quito.html
[7] Mujeres le exigen a Evo una disculpa pública por sus declaraciones «machistas» (04/08/11), en:http://www.paginasiete.bo/2011-08-04/Sociedad/Destacados/MUJERES.aspx
[8] Detienen en Perú a siete dirigentes antimineros de Cajamarca (06/03/12), en:http://exwebserv.telesurtv.net//secciones/noticias/101292-NN/detienen-en-peru-a-siete-dirigentes-antimineros-de-cajamarca/
[9] Deficiencias en Acusación Fiscal retrasan Juicio Oral a procesados del caso Condorhuain (21/03/12), en: http://www.conacami.pe/2012/03/deficiencias-en-acusacion-fiscal.html
[10] Usan en Chile leyes antiterrorismo contra indios mapuche, en:http://noticias.latino.msn.com/latinoamerica/chile/usan-en-chile-leyes-antiterrorismo-contra-indios-mapuche-80
[11] Estarían involucrados en la presunta ejecución extrajudicial de dos indígenas de la comunidad Wayúu (27/07/11), en: http://www.eltiempo.com/justicia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10025406.html
[12] Las voces awá en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Víctimas (22/03/12), en:http://www.verdadabierta.com/component/content/article/40-masacres/3950-las-voces-awa-en-la-comision-interamericana-de-derechos-humanos/
[13] Organismo de la ONU dice que Brasil viola los derechos indígenas (26/03/12), en:http://www.survival.es/noticias/8226
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=65903
COLOMBIA: Manifiesto por la paz, hasta la última gota de nuestros sueños
10 Abr 2012 Deja un comentario
en Derechos Humanos, Paz
Existe en el corazón de América un refugio humano abrazado a tres cordilleras, arrullado por exuberantes valles, frondosas selvas, y bañado por dos océanos. Manantiales y caudalosos ríos convierten las tierras en prodigios de fertilidad, culminando al sur en la Amazonía: lo que convierte a Colombia en objeto de grandes codicias. Y desde ahí empieza el martirio de un pueblo: desde la cartografía de la codicia de un puñado. Colombia, a pesar de tenerlo todo para hacer posible la vida digna de la totalidad de sus 48 millones de habitantes, padece una élite continuadora de la violencia colonial, que se atornilla en el poder local ofertando las riquezas del país al poder transnacional, condenando al pueblo a una sangrienta historia de despojos. Hemos olvidado ya cuántas generaciones no han conocido jamás un asomo de paz, ni voluntad de los gobernantes para permitir que sobre este suelo habite por fin una democracia real, no una pantomima macabra de rituales de urnas que pierden su sustancia democrática ante el exterminio contra la oposición política. A fuerza de represión incesante para apagar el germen de la dignidad, los gobernantes han pretendido forzarnos a enterrar en las profundidades del dolor nuestros gritos de apabullada humanidad.
1. Hacemos de la empatía social el primer paso hacia una verdadera paz
Nosotros hemos decidido conjugar el sentir de nuestro pueblo a la primera persona del plural, porque somos pluralidad, y porque hacemos de la empatía social el primer paso hacia una verdadera paz: el sentir de nuestro pueblo clama justicia en la voz de sus desterrados, despojados, empobrecidos, marginados, desaparecidos, encarcelados, amordazados, torturados, asesinados. Y nosotros decidimos ser ‘nosotros’ también con nuestros presos y muertos: porque si bien la violencia de una intolerante élite ha pretendido borrar sus ideas y sus sueños eliminándolos físicamente o separándolos de nosotros mediante rejas abyectas, en nosotros siguen vivas sus ansias de justicia y dignidad.
2. Terror que configura el latifundio a favor del gran capital
El 68% de los colombianos vivimos en la pobreza, ocho millones de nosotros deambulamos por las calles en la indigencia. Más de 5 millones hemos sido desplazados violentamente por las fuerzas represivas oficiales o paramilitares que colaboran fielmente con el regimiento militar. Hemos sido sometidos al terror que configura el latifundio a favor del gran capital transnacional, en detrimento de nuestras condiciones de sobrevivencia y dignidad, en detrimento de la soberanía alimentaria, y de la paz. Masacres, bombardeos, aspersiones y envenenamientos del suelo y del agua, preceden nuestras enlutadas marchas de destierro forzado. Nosotros los campesinos, los afrodescendientes, los indígenas que hemos intentado vivir en los suelos de nuestros ancestros, hemos sido exiliados.
Reventamos de dolor porque ya se ha rebasado el límite de resignación al sufrimiento. Cuando protestamos sufrimos exterminio, o somos sometidos al ostracismo y al silencio que impone el terror estatal.
3. Abrir los espacios de tolerancia a la reivindicación social, para hablar de paz
Somos ocho mil presos políticos a quienes se nos violentan todos los derechos humanos, ocho mil que gritamos en medio de la indiferencia de esta sociedad amordazada y empujada a la alienación, que gritamos bajo las torturas aberrantes que la dignidad no se arranca como se nos arrancan las uñas, que las rejas no impiden que los sueños existan. La institución carcelaria que denunciamos como campo de exterminio de la reivindicación social, llega incluso a denegarnos la asistencia médica como forma de tortura, empujándonos a la muerte. La organización social, el pensamiento crítico, el estudio de la historia y la sociedad colombiana han sido proscritos; a los defensores de los derechos humanos, a los sindicalistas, a los intelectuales críticos, a los artistas comprometidos con su entorno, a los ambientalistas, a los líderes comunitarios, a los campesinos, se nos considera criminales y «terroristas”.
Somos defensores de la paz, y se nos acalla por no estar de acuerdo con que decenas de miles de niños mueran anualmente en Colombia por desnutrición, falta de agua potable y enfermedades curables; por reclamar una educación gratuita que se piense para la soberanía, por reclamar que la salud sea un derecho y no una mercancía, por alzar nuestras voces contra el saqueo de nuestros recursos. Hay una guerra estatal contra el pensamiento y la empatía: nos asesinan las fuerzas represivas oficiales o las paraestatales sin que hayamos siquiera empuñado las armas. Infinitas voces yacen en las fosas comunes, otras tantas quedan esparcidas en el pavimento entre los charcos de sangre que dejan los sicarios pagados para eliminar la voz disidente.
4. La guerra de la que no se habla: la guerra sucia
Los civiles estamos siendo diezmados por la guerra sucia: el terrorismo de estado es también parte de la guerra, esa parte que nunca se nombra en los mass-media y que sin embargo representa el raudal más caudaloso del baño de sangre. La llave de la paz es exigir que cese la práctica estatal de exterminar la participación política civil, porque al verse esta participación política arrinconada de manera sistemática, los medios de reivindicación social devienen armados.
No somos «la democracia más antigua de América Latina” porque no la hemos conocido. Se nos obliga a callar para que seamos cómplices de la sanguinaria «Seguridad”, que no es otra cosa que la seguridad para que ejerzan el saqueo las transnacionales sin tener que escuchar la justa reivindicación popular; una «seguridad” que se traduce en violación de la soberanía alimentaria para las mayorías.
5. Intervencionismo de EEUU apuntala la guerra y es peligro regional
Los mismos que han convertido a una parte de los empobrecidos de Colombia en carne de cañón para proteger los intereses de las transnacionales y de una minoría criolla, permiten la instalación de la amenaza imperialista contra nuestros hermanos de la región. Hemos sido condenados a renunciar a la soberanía que heredamos de las campañas libertadoras del siglo XIX, y asistimos a la instalación de bases militares estadounidenses, desde donde se imponen las doctrinas de apisonamiento de los derechos humanos y el manejo del narcotráfico como una herramienta más de dominación. Los estadounidenses gozan de total impunidad para los crímenes que cometan en Colombia, en virtud de la inmunidad que les es otorgada por el estado colombiano. Los EEUU justifican su intervencionismo bajo el pretexto de la «lucha contra el narcotráfico”, cuando en realidad éste fortalece sus mismas arcas y asimismo a un gobierno y a sus estructuras narcoparamilitares, a la par que criminalizan al campesino cultivador de la hoja de Coca a sabiendas que ésta no es cocaína.
6. La paz no es degradar en extremo al opositor
Son los mismos gobernantes que posan exhibiendo manos cortadas y lanzan carcajadas de júbilo al lado de cadáveres, los que pretenden convertirnos a todos en aplaudidores del exterminio. Son los mismos gobernantes que han puesto tarifas a la vida, impulsando los mal llamados ‘falsos positivos’ que no son otra cosa que asesinatos de civiles para implementar los montajes militaro-mediáticos para la guerra sicológica: usando los cadáveres para el exhibicionismo necrofílico que busca degradar al opositor al presentarlo en bolsas negras, como pedazo de carne. Nosotros decimos que las y los colombianos no son pedazos de carne, y rechazamos dicha estrategia del terror estatal que enferma a la sociedad entera, degradando la ética. Se alza el clamor por una paz con justicia social para las mayorías: una paz que nazca del debate conjunto.
7. Negociación política, cambios estructurales, cuestionar el modelo económico
La solución política es el clamor del pueblo colombiano: implementar cambios estructurales de fondo que eliminen las condiciones de despojo, desigualdad y exclusión que han dado lugar a las múltiples formas de resistencia. Urge una verdadera reforma agraria, urge la cesación de la práctica estatal de exterminar la oposición política, el desmonte de la estrategia paramilitar, la cesación de la entrega del país en concesiones a multinacionales (el 40% del país está hoy pedido por multinacionales mineras), el fin del sometimiento a la bota estadounidense. Se trata de replantear el modelo de desarrollo de la sociedad colombiana: el ser una economía dependiente, concebida como una bodega de recursos, con un desarrollo endógeno nulo, es el gen de la guerra.
No se trata de una negociación superficial, ni de negociar prebendas a la ‘reinserción’ para los insurgentes, que lo único que haría sería reinsertar a miles de mujeres y hombres a la pesadilla del hambre que crece a diario en los cinturones de miseria de las ciudades. Tampoco se trata de negociar una ‘reinserción’ para avalar que luego miles de ‘reinsertados’ sufran el exterminio estando inermes, como ya ha sucedido más de una vez en la historia de Colombia. Apelamos a la responsabilidad social e histórica: no queremos avalar otro genocidio descomunal, ni podemos pretender que el campesino despojado se resigne a la indignidad.
8. Redefinir las partes en conflicto con una visión integral, para caminar hacia la paz
La paz no es un acuerdo solamente entre el gobierno y las guerrillas,porque las partes en este conflicto van más allá de esa definición estrecha que lo único que busca es quitarle su carácter esencialmente social y económico al conflicto: las partes somos todos los colombianos; también consideramos parte del conflicto a las transnacionales que se benefician del despojo fomentando masacres y desplazamientos poblacionales; a los Estados Unidos que constantemente intervienen en nuestros asuntos. Uno de los puntos medulares del problema es el negocio gigantesco que el complejo militar-industrial estadounidense y europeo tiene con el gobierno colombiano: la compra de aparatos de destrucción es financiada por el erario público, y por una creciente deuda externa que se le endosa de manera ilegítima a todo el pueblo colombiano.
9. Por la paz con justicia social hasta la última gota de nuestros sueños
No creemos en acuerdos que se basen sólo en la entrega de armas, porque lo que sustentaría una verdadera paz en Colombia sería que los codiciosos depusieran su codicia, cesaran la depredación de los recursos de Colombia a costa del despojo y genocidio contra sus gentes. Para la paz haría falta que el latifundio, las transnacionales, el estamento militar, desactivaran su herramienta paramilitar; y que cesaran definitivamente las pretensiones del fuero penal militar y demás artimañas del lúgubre aparato de impunidad que perpetúa el horror. El gasto militar es descomunal: más de 12.000 millones de dólares anuales; para la paz reclamamos que esta suma sea invertida en salud, educación, vivienda, desarrollo endógeno.
Queremos poder participar en el debate político amplio, en la construcción social sin ser asesinados; queremos que cese el exterminio contra la reivindicación social, que sean liberados los presos políticos, que cese la desaparición forzada… Son algunos pasos.
Nuestra intención es acercarles al sueño de un pueblo, que a fuerza de terrores se ha tardado en nacer. Hacemos un llamado a la opinión pública internacional para que se solidarice con el pueblo colombiano, y lo acompañe en un proceso de negociación política del conflicto social y armado. Entendemos que el conflicto es ante todo social, y deviene armado ante la intolerancia política del estado, y que la guerra en Colombia tiene su principal factor de durabilidad en la alimentación que los Estados Unidos suplen a los aparatos del Estado.
En el corazón de América, al son de tambores, de gaitas, acordeones, el alma de un pueblo danza; custodia en la policromía de su piel milenios de historia; guarda recónditos saberes susurrados por las selvas. Un pueblo llora sobre las tumbas desparramadas en su latitud silente. Latiendo está Colombia con una geografía repleta de cantarinas cascadas, de multitud de verdes; se enrisca, se extiende, se oculta selvática, se asoma abisal y oceánica; nada en ella es avaricia, es toda abundancia; su pueblo clama por vivir dignamente en el paraíso que unos pocos pretenden atesorar: «¡POR LA PAZ, HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE NUESTROS SUEÑOS!”
Primeras firmas:
Mundo
Atilio A. Boron, politólogo argentino
Santiago Alba Rico, escritor, España
Franck Gaudichaud, Catedrático. Francia
Bernard Duterme, Sociólogo, director del Centro Tricontinental (CETRI) basado en Louvain-la-Neuve, Bélgica
Fausto Giudice, escritor y traductor. Miembro fundador de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística
Michel Collon, periodista, Bélgica
Luis Casado, escritor, Editor de Politika, Chile, colaborador de La Pluma
PAIZ (Partido de Izquierda) Chile
Salvador Muñoz Kochansky, Presidente PAIZ (Partido de Izquierda). Chile
Camilo Navarro, Sociólogo. Miembro Dirección PAIZ. Chile
Luis Alberto Jaqui Muñoz. Administrador Público. Universidad de Santiago de Chile (Ex UTE). Coordinador Nacional Estudiantil PAIZ (Partido de Izquierda). Chile
Silvia Cattori – Periodista. Suiza
Carlos Aznárez, periodista, director de Resumen Latinoamericano, Argentina
José Bustos, periodista argentino residente en Francia, colaborador de La Pluma
Manuel Talens, novelista, traductor y articulista, miembro fundador de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística.
Renán Vega Cantor, historiador. Profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional, de Bogotá, Colombia. Premio Libertador, Venezuela, 2008
Miguel Ángel Beltrán V., Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia y perseguido político
Víctor Montoya, escritor boliviano
Carlos (Koldo) Campos Sagaseta de Ilúrdoz, Poeta, dramaturgo y columnista, Republica Dominicana
Ossaba, Artista Plástico, Colaborador de La Pluma. Francia
María Piedad Ossaba, periodista, directora de La Pluma. Francia
Lilliam Eugenia Gómez, Ph.D. Eco-Etología, IA. Colaboradora de La Pluma Colombia.
Álvaro Lopera, Ingeniero químico, Colaborador de La Pluma Colombia.
Juan Diego García, Doctor en Sociología, Colaborador de La Pluma. España
Marta Lucía Fernández, filósofa, Colaboradora de La Pluma. Colombia.
Jorge Eliécer Mejía Diez, abogado colombiano, colaborador de La Pluma. Bélgica
Azalea Robles, periodista, poeta. Colaboradora de La Pluma y de otros medios
Lía Isabel Alvear. Ingeniera Agrónoma. Colaboradora de La Pluma. Colombia.
Rafael Enciso Patiño, Economista Investigador. Colaborador de La Pluma. Venezuela
Matiz, artista colombiano. Colaborador de La pluma. Bélgica
Éric Meyleuc poeta, escritor, hombre de teatro y militante sindical. Francia
Salvador López Arnal, colaborador de rebelión y El Viejo Topo.
Elio Ríos Serrano, médico, ambientalista y escritor. Maracaibo, Venezuela
Gilberto López y Rivas, Profesor-Investigador Instituto Nacional de Antropología e Historia, Cuernavaca, Morelos, México
Pedro Vianna, poeta, escritor, hombre de teatro y militante asociativo. Francia
Cristina Castello- Poeta y periodista argentina residente en Francia
André Chenet. Poeta y editor de revistas. Francia
Sandrine Féraud. Poeta. Francia
Cédric Rutter, periodista. Bélgica
David Acera Rodríguez, actor. Asturias (España)
Sinfo Fernández Navarro, Traductora Rebelion.org. Madrid
Susana Merino, Traductora Rebelión. Buenos Aires, Argentina
Agustín Velloso, profesor de la UNED. Madrid
Rosina Valcárcel, escritora, Lima, Perú
José Antonio Gutiérrez D. analista político solidario con los movimientos populares de Colombia
Carlos Casanueva Troncoso, secretario general Movimiento Continental Bolivariano
Dick Emanuelsson, Reportero Suecia-Honduras
Mirian Emanuelsson, Reportera Suecia-Honduras
José Rouillon Delgado, Sociólogo-Educador Lima-Perú
Martín Almada, Defensor de los Derechos Humanos de Paraguay.
Graciela Rosenblum, presidenta Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Argentina
Annalisa Melandri, periodista. Italia
Sandra Marybel Sánchez, miembro del Colectivo de Periodistas por la Vida y la Libertad de Expresión. Honduras
Miguel Segovia Aparicio, Poeta. Barcelona, España
Badi Baltazar, escritor. Bélgica
Antón Gómez-Reino Varela, Tone. Activista social. Galicia
Winston Orrillo. Premio Nacional de Cultura del Perú
Myriam Montoya, Poeta. Francia
Jaime Jiménez, abogado colombiano
Enrique Santiago Romero, abogado, ex director del CEAR. España
Hernando Calvo Ospina, periodista y escritor colombiano. Francia
Ramón Chao, periodista y escritor gallego. Francia
Jaime Corena Parra, Físico, Ingeniero Industrial y Doctor en Didáctica de las Ciencias. Venezuela
Fernando Reyes U., Economista. Venezuela
Sergio Camargo, escritor y periodista colombiano. Francia
Colectivo Regional de apoyo a Vía Campesina y Salvación agropecuaria. Colombia
Campaña Permanente por la Libertad de lxs Prisionerxs Políticxs Colombianxs, Capítulo Cono Sur
Juan Cristóbal, poeta peruano y periodista
Cristóbal González Ramírez. Periodista y profesor universitario retirado y pensionado. Colombia
Antonio Mazzeo, periodista, escritor, Italia
Mario Casasús, periodista, México
Mário Osawa, Periodista, Brasil
Félix Orlando Giraldo Giraldo, Médico. Colombia
Polo Democrático Alternativo-Seccional Suiza.
ARLAC-Suiza
Mónica Alejandra Leyton Cortes .Estudiante; Miembro del Colectivo Soberanía y Naturaleza. Colombia
Eliecer Jiménez Julio-Periodista-Suiza
Ángela Peña Marín, socióloga MsC en educación Ambiental, Colombia
Marta Eugenia Salazar Jaramillo, comunicadora social, Colombia
Diana María Peña Economista, Colombia
Adolfo León Gómez, Economista. Colombia
Héctor Castro, abogado. Francia
Elisa Norio, defensora de de derechos humanos y ambientalista. Italia
Guadalupe Rodríguez, activista e investigadora de Salva la Selva. España
Jaime Corena Parra, Físico, Ingeniero Industrial y Doctor en Didáctica de las Ciencias. Venezuela
Fernando Reyes U., Economista. Venezuela
Enrique Lacoste Prince, artista cubano. Colaborador de La pluma. Cuba
Argentina
Aurora Tumanischwili Penelón, FeTERA FLORES (Federación de trabajadores de la energía de la República Argentina en CTA)
Guillermo López., FeTERA FLORES (Federación de trabajadores de la energía de la República Argentina en CTA)
Ingrid Storgen, Responsable del colectivo Amigos por La Paz en Colombia.
Marta Speroni, Militante por los DD.HH.
Igor Calvo, Militante de base del FNRP Honduras
Aline Castro, Red por ti América, Brasil.
María Rosa González, Comunicadora Social
Alejandro Cabrera Britos, Delegado general, ATE, Senasa Martínez, Dilab en CTA
Carlos Guancirrosa, Agrupación Enrique Mosconi
Carlos Loza, Junta Interna de ATE, AGP (Asociación General de Puertos en la Central de Trabajadores de La Argentina, CTA)
Eduardo Espinosa (Asociación de Trabajadores del Estado, en CTA), Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia de Buenos Aires
Carina Maloberti, Consejo Directivo Nacional – ATE-CTA
Convocatoria por la Liberación Nacional y Social, Frente Sindical, Argentina:
Agrupación Martín Fierro (Varela – Alte. Brown – Matanza – Mar del Platay Neuquen)
Agrup.Sindical Tolo Arce-ATE-SENASA,
Agrupación «Germán Abdala» – ATE-Ministerio de Trabajo de la Nación,
Agrup. Agustín Tosco-Río Segundo-Córdoba,
Movimiento de Trabajadores Desocupados Flamarión-Rosario, Democracia Popular-Rosario, Comunidad Campesina de Tratagal-Salta,Biblioteca Popular Fernando Jara-Cipoletti-Río Negro, Unión de Trabajadores de la Provincia de Chubut.-
Europa
RedHer Europa (Red europea de Hermandad y Solidaridad con el pueblo colombiano)
Tribunal Internacional de Opinión Sur de Bolívar, Paris, Francia
La Confederación General del Trabajo del Estado Español (CGT).
Colectivo Coliche, La Rioja. España
El Comité de Solidaridad Internacionalista de Zaragoza. España
PASC Projet Accompagnement Solidarité Colombie. Canadá
CO.S.A.L. XIXÓN(Comité de Solidaridad con América Latina de Xixon)
ASSIA (Acción Social Sindical Internacionalista).Estado Español
Komite Internazionalistak de Euskal Herria-País Vasco
Comitato di Solidarietà con i Popoli del Latino America Carlos Fonseca (Italie)
Colectivo Iquique de la Universidad de Zaragoza. Estado español
Colombia
RedHer Colombia (Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia)
Aca – Asociación Campesina De Antioquia
Acader – Asociación Campesina Para El Desarrollo Rural- Cauca
Afasba – Asociación De Familias Agromineras Del Sur De Bolívar y Bajo Cauca Antioqueño
Alianza De Mujeres De Cartagena: «Nelson Mándela»
Amar – Arauca
Ascatidar – Arauca
Asedar – Arauca
Asoagros – Asociación De Agrosembradores. Valle
Asociación Agroambiental Y Cultural De Taminango – Nariño
Asociación Agrominera Del Rio Saspí – Nariño
Asociación De Arrierros De La Montaña De Samaniego – Nariño
Asociación De Mujeres Y Familias Campesinas Sanpableñas – Cima Nariño
Asociación Movimiento Campesino De Cajibío – Cauca
Asociación Agroambiental Y Cultural De Arboleda – Nariño
Asojer – Arauca
Asonalca – Arauca
Asoproa – Antioquia
Cabildo Indígena del Sande Nariño
Cabildo Indígena de Betania Nariño
Cecucol – Centro Cultural Las Colinas. Valle
Ced Ins – Instituto Nacional Sindical
Cima – Comité De Integración Del Macizo Colombiano
Cisca – Comité De Integración Social Del Catatumbo
Cna – Choco
Cna – Coordinador Nacional Agrario
Cna Huila
Colectivo Icaria – Antioquia
Colectivo Orlando Zapata – Antioquia
Colectivo Soberanía Y Naturaleza
Colectivo Surcando Dignidad – Valle
Comité De Integración Del Galeras – Ciga Nariño
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Antioquia
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Atlántico
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Centro
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Eje Cafetero
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Nororiente
Confluencia De Mujeres Para La Acción Pública – Suroccidente
Comité De Derechos Humanos De La Montaña De Samaniego – Nariño
Consejo Comunitario Del Remate Rio Telembi Nariño
Coordinador Nariñense Agrario
Corporación «Somos Mujer y Nación»
Corporación Aury Sará Marrugo
Corporación Jurídica Libertad – Medellín
Corporación Sembrar
Corporación Social Nuevo Día – Medellín
Cospacc – Corporación Social Para El Asesoramiento Y Capacitación Comunitaria
Cut – Subdirectiva Arauca
Escuelas Agroambientales De La Unión – Nariño
F.C.S.P.P. – Fundación Comité De Solidaridad Con Los Presos Políticos
Fcspp – Seccional Valle
Fedeagromisbol – Federación Agrominera Del Sur De Bolívar
Fedejuntas – Arauca
Frente De Mujeres Populares De Bolívar
Fundación De D.H Joel Sierra – Arauca
Fundación Del Suroccidente Y Macizo Colombiano – Fundesuma Nariño
Fundación Territorios Por Vida Digna – Cauca
Fundación Tomas Moro –Sucre
Kavilando – Antioquia
Lanzas Y Letras – Huila
Movimiento De Mujeres De Los Pueblos De Nariño
Movimiento Juvenil De Nariño
Movimiento Juvenil Macizo Joven De Nariño
Mujeres Sobre Ruedas
Nomadesc – Asociación Para La Investigación y Acción Social
Organizaciones Sociales De Arauca
Periódico Periferia – Medellín
Pup – Poder y Unidad Popular
Proceso Nacional Identidad Estudiantil- Palmira
Proceso Nacional Identidad Estudiantil-Cali
Red De Jóvenes Populares De Cartagena
Red De Agrosembradores De La Cordillera Nariñense
Red De Chigreros De Guachavez – Nariño
Red De Familias Lorenceñas «Las Gaviotas» – Nariño
Red Proyecto Sur – Huila
Firme aquí el Manifiesto: http://www.tlaxcala-int.org/campagne.asp?reference=2
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=65955
Metodistas y Presbiterianos aislarían empresas que usufructúan ocupación israelí.
10 Abr 2012 Deja un comentario
en Iglesia Metodista, Iglesia Presbiteriana, Para reflexionar
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